Periodico La Època Bolivia

24
El drama de Colquiri Ernesto Sheriff y Carlos Arze analizan los alcances que puede tener para el país la nueva crisis de la minería del estaño. [ Pg. 6-11 ] Diálogo con Frei Betto En entrevista exclusiva, el fraile brasileño se refirió al papa Francisco, el cristianis- mo, el socialismo, entre otros temas. [ Pg. 4-5 ] 680 del domingo 12 al sábado 18 de julio de 2015 • Año XIV 24 páginas en 2 cuerpos Precio: 5 Bs. en todo el país

description

Es un periódico con compromiso de cambio social. Desde la izquierda. Nacido en Bolivia y aborda temas de actualidad nacional e internacional.

Transcript of Periodico La Època Bolivia

  • El drama de Colquiri

    Ernesto Sheriff y Carlos Arze analizan los alcances que puede tener para el pas la nueva crisis de la minera del estao. [ Pg. 6-11 ]

    Dilogo con Frei Betto

    En entrevista exclusiva, el fraile brasileo se refiri al papa Francisco, el cristianis-mo, el socialismo, entre otros temas. [ Pg. 4-5 ]

    680del domingo 12 al sbado18 de julio de 2015 Ao XIV24 pginas en 2 cuerposPrecio: 5 Bs. en todo el pas

  • 2 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    La quinta etapa del

    TSE

    Javier Larran Parada / Director

    nataLia CoroneL, raCheL Len, CarLos MoLdiz, rider MoLLinedo.

    / Consejo editorial

    anibaL Garzn / Amrica en marcha e Injerencias

    Farit roJas / Pensamiento Crtico

    abrahaM Prez / Observatorio Econmico

    La Paz: tania deLGadiLLo, PatriCia FLores, rosario aquiM,

    Lus oPorto, eduardo Paz rada,Jos Lus exeni, ManueL CneLas,

    JaiMe saLvatierra, Fernando rodrGuez, arMando Mndez, aLberto bonadona,

    GabrieL Loza.

    CoChabamba: Gustavo rodrGuez, boris ros

    Santa Cruz: MarieLLa Pereira, heLena arGirakis, CarMen dunia

    sandvaL, aLeJandro dausa.

    PotoS: GuaLberto hoChkoFLer

    tarija: MiGueL Castro, rodriGo ayaLa, FranCo saMPietro

    beni: tania MeLGar

    / Colaboradores nacionales

    Argentina: atiLio born, isabeL rauber Brasil: theutonio do santos Chile: MauriCio osorio Cuba: aLeJandro azCuy isabeL MonaL, roberto reGaLado, Lus suarez. El Salvador: CarLos MoLina Mexico: ana esther CeCeas Venezuela: eva GoLinGer / Colaboradores internacionales

    Juan CarLos GonzaLes/ Diseo y Diagramacin

    dorka reyes Gainza / Gerente [email protected] - 68070929

    LuCy aLConC / Departamento [email protected] - 79134002 - 71530483

    Marina snChez q. / [email protected] - 73544913

    Jos enrique benavides / Distribucin La Paz71538625

    aLberto aGuiLar herrera / Distribucin Sucre70320052

    hCtor hinoJosa / Distribucin Potos72070815

    asCenCio Cruz / Distribucin Oruro5282357 / 71885283

    Pastor boLvar / Distribucin Tarija75139009

    ruben PauCara / Distribucin Santa Cruz71378546

    Casto roJas / Distribucin Llallagua73879206

    Jhonny MoLLinero CaMaCho / Distribucin Llallagua

    73800821

    PatriCia aGuiLar Chavarria / Distribucin Cochabamba

    4529182

    iMPresiones GrFiCas virGo / Impresin

    Calle Jacinto Benavente 2163, esquinaPasaje Bella Vista, Sopocachi

    Telfono central. (591-2) / 2000570 / 2000727Telf/fax.(591-2) / 2417173 casilla 7914

    www.la-epoca.com.bo

    Depsito legal:La poca: 4-3-125-12

    La Paz - Bolivia

    Depsito legal:Observatorio Econmico: 4-3-126-12

    La Paz - Bolivia

    s interesante reflexionar sobre la historia de la democracia en Bolivia a travs de

    una de las instituciones que parecen ms ligadas a ella: la Corte Nacional Elec-

    toral o Tribunal Supremo Electoral, como lo conocemos hoy.

    En un corto ensayo sobre el desarrollo de esta entidad, Salvador Romero nos

    resume su existencia en cuatro periodos que sintetizan en s mismos las contra-

    dicciones de nuestra vida poltica desde 1956 hasta nuestros das.

    As, la CNE o TSE tuvo cuatro etapas claramente diferenciadas:

    La primera va desde 1956 hasta 1985, y se caracteriz por un uso discrecional de esta institucin a fa-

    vor del partido o candidato gobernante de ese entonces: el MNR y, en algunos momentos, alguno que otro

    dictador.

    La segunda va desde 1985 hasta 1991, donde el control de los partidos sobre los vocales era tan obvio que

    termin rpidamente en una crisis de legitimidad que condujo a la tercera etapa.

    Esta tercera viene desde 1991 hasta 2009. En ella la CNE arranca con un alto nivel de legitimidad, produc-

    to de un pacto poltico entre los principales partidos de aquellos tiempos que institucionalizaron la imparcia-

    lidad y la independencia de este rbitro electoral como norma en el juego poltico. Esta legitimidad comen-

    z a decaer a medida que el sistema de partidos y el propio Estado perdan legitimidad ante el agotamiento

    de un modelo poltico conocido como democracia pactada y un modelo econmico llamado neoliberal.

    La cuarta etapa, para Romero, era demasiado reciente como para ser evaluada. No obstante, ya han pasa-

    do algunos aos desde la publicacin de su ensayo y solamente con un lustro de vida, la CNE ahora TSE

    ha perdido legitimidad ante los bolivianos. Se trat de una etapa ms bien corta, en la que existen claros y os-

    curos, pero que termin con la renuncia de todos sus vocales hace apenas un par de meses.

    Con la eleccin de los nuevos vocales estaramos entrando a una quinta etapa en la vida del organismo,

    etapa que comienza con el reto de recuperar su legitimidad.

    As, lo que los bolivianos conocemos como democracia, es lo opuesto a lo que algunos llaman autoritaris-

    mo o totalitarismo. Estas tres palabras son, en realidad, regmenes polticos, es decir, un conjunto de insti-

    tuciones formales e informales que regulan el acceso y el ejercicio del poder.

    Y si un rgimen poltico es un conjunto de instituciones, est claro que el TSE tiene un papel central en

    la definicin del tipo de rgimen que se intenta construir. Por todo esto, es necesario replantearnos no slo

    los alcances y los lmites que tiene esta entidad, sino el contenido poltico, discursivo y epistemolgico que

    tiene la palabra democracia.

    Ahora bien, a diferencia de 1991, la democracia liberal ha dejado de ser el nico modelo de democra-

    cia existente o deseable, pero comprende conquistas a las que ningn boliviano est dispuesto a renun-

    ciar, como una gama de derechos polticos que parecen ser ms importantes hoy que antes, en vista de

    los altos niveles de participacin poltica de nuestra sociedad, expresados en una mayor cantidad de pro-

    cesos electorales.

    Aunque los bolivianos nos hayamos propuesto la construccin de un nuevo modelo de democracia lla-

    mado democracia intercultural, debemos tomar en cuenta que algunos elementos de la desprestigiada de-

    mocracia liberal an son necesarios si queremos coexistir en un ambiente pacfico de competencia poltica.

    Festejamos la inauguracin de esta nueva etapa del TSE y saludamos a sus nuevos vocales, sobre los cua-

    les ahora pesa la responsabilidad de darle un nuevo rostro a esta institucin.

    E[ e d i t o r i a l ]

    Fe de Erratas

    El artculo La salud de los bolivianos como caba-llo de Troya, publicado en el nmero 677 del 21 de junio de este ao, fue impreso sin dos grficos que constituan un respaldo explicativo importante para su contenido. Extendemos nuestras disculpas a su autora, Mara Bolivia Rothe, por esta omisin, espe-rando poder contar con su importante colaboracin en ediciones futuras.

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 3

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

    Entre Dostoievski y Bob DylanJorge tena 28 aos cuando en Man-hattan, Nueva York, a la gritona se-al de Negro!, quita las manos de mi bolsillo, dos hombres decidieron dis-parar en diecisis oportunidades con-tra El-Hajj Malik El-Shabazz, tambin conocido como Malcom-X, arreba-tndole la vida al lder negro.

    Tres aos despus, tras asomarse por el balcn de la habitacin 306 del Motel Lorraine, Memphis, el Nobel de la Paz, reverendo Martin Luther King Jr., era abatido por la certera bala de un racista francotirador.

    La dcada del sesenta marc a ple-nitud la vida del papa Francisco, en-tonces llamado Jorge Mario.

    Hijo de migrantes italianos que de-ciden arrancar de la Italia fascista de Mussolini y asentarse en Buenos Ai-res, Jorge nace en 1936, crindose jun-to a sus hermanos, siempre al cuidado de su abuela, su madre y su padre, tra-bajador ferroviario.

    Hincha del club de ftbol argenti-no San Lorenzo de Almagro, su tem-prana adolescencia la comparte con su novia Amalia. Tiene 12 aos y es-t pronto a dedicarse a los estudios de qumica, de los que se graduar como tcnico en el liceo Hiplito Yrigoyen.

    Su madurez transcurre leyendo a Borges y Dostoievski y hacindose de la rebelda sesentera por medio de las can-ciones de Bob Dylan, cuya Blowin in the wind le cautivar profundamente.

    Los tangos de Carlos Gardel, Julio Sosa y Ada Falcn los suele intercam-biar con melodas de la cantora folk Patty Smith, y ms recientemente, con la banda punk Callejeros.

    Jorge tiene 20 aos cuando deci-de ingresar a la Compaa de Jess pa-ra estudiar el sacerdocio y ordenarse jesuita. Estudia literatura, filosofa, teo-loga y psicologa, completando su for-macin con una maestra en Qumica.

    De portero de discotecas a Papa. Jorge o Francisco como Ud. prefie-ra llamarle es tal vez la visita ms ilus-tre y controvertida que ha hecho gira por Suramrica en estos das.

    Como buen pecador, se confie-sa cada quince das, y no ha dudado en cambiar el Papa mvil por un modesto city car Fiat, adems de re-nunciar a vivir en el suntuoso Palacio Apostlico Vaticano, al que ha cam-biado por la casa de Santa Marta.

    Hijo de su tiempo, rockero confeso, Francisco recientemente nos ha hecho una visita.

    En las tierras de RumiahuiFue a mediados de abril cuando en mensaje va twitter el presidente Ra-fael Correa hizo estallar en risas a de-

    tendimiento de la realidad social y del deber moral de crear las condiciones para que los ms pobres vivan digna-mente en un sistema que no aguan-ta ms. Tres T son la tarea que nos dicta: tierra, techo y trabajo.

    El histrico mea culpa del Sumo Pontfice tampoco pas desapercibi-do: Pido humildemente perdn por los crmenes contra los pueblos origi-narios durante la llamada conquista de Amrica.

    Luis Espinal Presente!El mrtir de la Iglesia boliviana, cura obrero y lder social, el hispano-boli-viano Luis Espinal Camps tuvo su jus-to reconocimiento de parte del papa Francisco.

    Rumbo a La Paz, detuvo la comiti-va por unos minutos para rendir ho-menaje al cataln, en las proximidades donde lo asesinaran, la madrugada del 22 de marzo de 1980, los esbirros de la dictadura de Garca Meza.

    El Papa sin equvocos recalc que el padre Espinal predic el Evange-lio y ese Evangelio molest y por eso lo eliminaron. Prosiguiendo: haga-mos un minuto de silencio en oracin y despus todos recemos juntos.

    Horas ms tarde, en la reunin pri-vada que sostuvo con el presiden-te Evo Morales, recibi de este lti-mo una rplica del crucifijo artesanal que el propio Espinal construyera y fi-jara sobre su escritorio, smbolo que representaba la unin del cristianis-mo y el marxismo a travs de una cruz con forma de martillo en cuya base se aprecia la hoz.

    DespedidaEl Papa rockero, el que bendijo la re-ciente copa obtenida por el club San Lo-renzo del cual es socio desde el 2008, el que no dud en rifar por 230 mil eu-ros la moto que le regalara la prestigiosa empresa Harley Davidson con motivo de su aniversario 110, el que sorprendi a un grupo de inquisidores y escrupulo-sos periodistas dicindoles que los ho-mosexuales son hijos de Dios, y Dios los quiere porque quiere a todos, una vez ms, nos ha inundado con ideas y reflexiones que nos hacen pensar sobre el camino hasta aqu recorrido pues su visita no dio espacio a mensajes confu-sos ya que toda su prdica estuvo dedi-cada a los ms pobres.

    Despus de su partida, en entrevis-ta para la cadena noticiosa Telesur, el presidente Evo Morales seal: yo dira que el papa Francisco, herma-no papa Francisco, es un Papa que se preocupa fundamentalmente por los ms pobres, los abandonados. Ahora s tengo Papa.

    De Quito a Santa Cruz:El Evangelio segn el Papa Francisco

    La PoCa *

    Su estancia en Bolivia se extendi por tres das y se produjo 27 aos despus

    que Juan Pablo II nos visitara

    cenas de cientos de miles de personas que en las redes sociales pudieron leer chiste que el Papa le haba contado en su reciente encuentro en el Vaticano.

    Dice Correa que el papa Francisco le coment que una vez que el cn-clave cardenalicio le eligi como Sumo Pontfice no pocos estaban paraliza-dos por el nerviosismo ya que ima-ginaron que como buen argentino tal vez quisiera llamarse: Jess II.

    Con esa complicidad el primer man-datario ecuatoriano fue a recibir al Pa-pa, el domingo pasado, al Aeropuerto Mariscal Sucre de Quito. Y, para sor-presa de muchos, el viento capitalino fue el primero en dar la bienvenida al ilustre visitante volndole el blanco solideo que cubra su cabeza.

    Cuatro das permaneci el Papa en el hermano pas tropical en lo que es su primera visita oficial apostlica a nuestro continente.

    Al bajar del avin de Alitalia, las pri-meras palabras que pronunci fueron de felicitaciones al pueblo ecuatoria-no que se ha puesto de pie con dig-nidad. En efecto, la Revolucin Ciu-dadana cuenta con un apoyo popular que asciende al 65%, algo indito en la historia de ese pas.

    El da lunes, 800 mil personas se congregaron en el Parque Samanes pa-ra escuchar la Santa Misa que dirigiera, con 32 de calor, en la costea ciudad de Guayaquil. En la cita habl a favor de la inclusin y atac el individualismo.

    Antes de partir, en actividad con j-venes estudiantes de la Pontificia Uni-versidad Catlica confes lo inconfe-sable: tengo un discurso preparado, pero la verdad es que no tengo ganas de pronunciarlo. El dilogo con los estudiantes, la sociedad civil, la curia

    y el pueblo ecuatoriano, fue fluido y enriquecedor reparando en lo alegre, religioso y piadosos que haban sido sus anfitriones en cada lugar visitado.

    Andar los AndesLas primeras horas del Papa en nues-tro pas las pas en El Alto, donde arrib a media tarde del mircoles.

    Su estancia en Bolivia se extendi por tres das y se produjo 27 aos des-pus que Juan Pablo II nos visitara.

    Las tierras de Katari no le son aje-nas pues las haba visitado en numero-sas ocasiones como Jorge Mario, pro-vincial de los jesuitas en Argentina.

    Pero, el pas que visitaba no era el que conociera ya que ahora encontra-ba un presidente indgena y un efer-vescente proceso de cambio que se ha dado a la ambiciosa tarea de redi-mir al ser humano y que en menos de una dcada ha reducido la pobreza en un 50%, adems de reconocer a los 36 pueblos indgenas que integran el aho-ra Estado Plurinacional.

    En reconocimiento de aquella ha-zaa es que tal vez insisti, en la San-ta Misa oficiada en el Parque del Cris-to Redentor de Santa Cruz, donde se congregaron 1 milln de devotos, en que no es necesario excluir a nadie, no es necesario que nadie se vaya, bas-ta de descartes.

    En esta misma ciudad, en la clausu-ra del II Encuentro Mundial de Mo-vimientos Populares, antes de partir a Paraguay, continu con su prdica por la redencin del hombre en momen-tos de crisis mundial: cuando el capi-tal se convierte en dolo arruina la so-ciedad y condena al hombre.

    En sus palabras de despedida en-fatiz no tener monopolio del en-

  • 4 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Hay una coincidencia muy fuerte entre los

    gobiernos progresistas de Amrica Latina y

    todo eso que piensa, hace y habla el papa

    Francisco

    Durante la noche del mar-tes el fraile dominico bra-sileo Frei Betto se co-munic con La poca para decirnos que estaba encanta-do de poder responder un cuestiona-rio, en el marco de la visita del Papa al pas, que le habamos comentado rpi-damente el da anterior.

    Telogo de la Liberacin, proli-jo escritor y orador, no pocos creci-mos leyendo su clsico libro: Fidel y la religin (1985), un inestimable trabajo donde en dilogo con el dirigente cu-bano establecen los puentes entre el cristianismo y el comunismo.

    La poca (LE).- Ud. Ha sealado que la primera visita papal a Sura-mrica se hace a Ecuador, Bolivia y Paraguay porque estos pueblos fueron histricamente explota-dos. Hay una identificacin par-ticular del papa Francisco con los ms dbiles?Frei Betto (FB).- Es cierto. El papa Francisco est en la lnea de la opcin por los pobres, misma de la Teologa de la Liberacin.

    En todos sus pronunciamientos y documentos siempre subra-ya la opcin preferencial por los pobres. Incluso, ahora, en su encclica sobre el tema socio ambien-tal, que es hecha en homenaje a San Francisco

    de Ass, dice que la degradacin de la Tierra sacrifica ms directamente a los pobres y que no se puede sepa-rar la defensa del medio ambiente de la defensa de los derechos de los pobres.

    Creo que la opcin por visitar estos pases va en la lnea de un pontificado que quiere valo-rar el mundo de los pobres.

    LE.- Cmo se alcanzan la inclusin social y la libertad en mundo capitalista?FB.- La inclusin social va a ocurrir en la medi-da que combatamos las estructuras del mundo ca-pitalista. El Papa es muy crtico, tanto en su docu-mento Alegra del Evangelio como en la encclica con-dena no solo los efectos del capitalismo sino adems las causas, las estructuras que promueven esa desigualdad.

    Nos alerta que debemos bus-car nuevos modelos de sociedad incluso subraya la economa soli-daria para lograr una civilizacin ms justa. Tiene en su misin aler-tar y nosotros, en nuestros movi-mientos polticos y sociales, debemos encontrar, en cada pas, la manera de superar estas estructuras capitalistas y construir otro mundo posible.

    Frei Betto: El socialismo est mucho ms cercadel Evangelio que el capitalismo

    Javier Larran P. *

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 5

    LE.- Se puede ser cristiano y creer en el capitalismo?FB.- No. Pienso que es un equvoco muy comn, lamentablemente, por-que muchos cristianos no perciben que el capitalismo es intrnsecamente malo e injusto, que significa como di-ce su nombre la prevalencia del capi-tal sobre los derechos humanos.

    Hay muchos cristianos que ingenua-mente son capitalistas, como hay mu-chos capitalistas que se dicen cristianos. Pero eso es un equvoco en la medida que el mensaje de Jess era profunda-mente anticapitalista en el sentido de que todos nosotros tenemos derecho de vivir como hermanos y hermanas y compartir los bienes de la Tierra y los frutos del trabajo humano.

    LE.- Hay coincidencias entre los proyectos polticos de los gobier-nos progresistas de la regin y el pensamiento y praxis del papa Francisco?FB.- Sin duda hay mucha coincidencia, por eso el papa Francisco ha promovi-do en Roma, hace dos aos, el Encuen-tro de Movimientos Sociales, de lderes de movimientos de todo el mundo, in-cluso invit a Evo Morales no como Je-fe de Estado sino como lder del movi-miento indgena de Bolivia.

    Nunca en la historia de la Iglesia un Papa haba invitado a dirigentes socia-les para discutir el tema de la tierra, el techo, el trabajo, la vivienda, etc.

    Hay una coincidencia muy fuer-te entre los gobiernos progresistas de Amrica Latina y todo eso que piensa, hace y habla el papa Francisco.

    LE.- Para muchos creyentes y no creyentes fue importante la presen-cia simblica del padre Espinal en la reunin entre Evo Morales y el Pa-pa. Cul es la significacin de esto?FB.- Es un reconocimiento de toda esa gente que ha sido martirizada por las represiones dictatoriales que Estados Unidos impuso en Amrica Latina.

    El hecho de canonizar a Monseor Romero en El Salvador, el hecho de recibir en el Vaticano a Gustavo Gu-tirrez yo mismo fui recibido el 9 de abril de 2014, el hecho de estar aten-to a estos mrtires que han derramado su sangre en defensa de los pobres y de los derechos humanos, es un reco-nocimiento del Papa de que esta es la Iglesia de Jess, de los Apstoles, que est comprometida con las trasforma-ciones sociales y con la construccin de un mundo de justicia y de paz.

    LE.- Tiene vigencia la Teologa de la Liberacin?FB.- Claro que la tiene y es cada vez mayor porque ahora tenemos el apo-yo del Papa.

    La Teologa de la Liberacin nun-ca ha sido condenada por el Vaticano pero s ha sido censurada por el pa-pa Juan Pablo II; el propio papa Bene-dicto XVI no le tena mucha simpata.

    Ahora est revitalizada por este apo-yo del papa Francisco, por la conver-

    gencia de su pensamiento y accin con todo eso que nosotros defendemos.

    LE.- Cul es la importancia de la encclica Laudato Si?FB.- Es el documento ms importan-te que se ha producido en la historia sobre el tema socio ambiental. No hay ninguna conferencia ecolgica, cum-bre de jefes de estados sobre medio ambiente, nada que supere este docu-mento. Hay que leerlo con atencin porque es un texto muy profundo, ac-tual y muy proftico.

    Pienso que hace una vinculacin que ya Chico Mendes, lder ecolgico de Brasil, haca cuando adverta que te-nemos que preservar la naturaleza para preservar al ser humano, porque el ser humano es la expresin ms admirable de la naturaleza. No se puede separar la defensa de la naturaleza de la defen-sa de los derechos de los ms pobres.

    LE.- En Ecuador el Papa ha seala-do que la humanidad se encuentra en un espiral de autodestruccin y que solo se salvar cuando se sal-ve a los pobres, cmo se salva a los pobres y qu significa salvarlos?FB.- Se salva a los ms pobres com-batiendo las estructuras de injusticia, exigiendo polticas de transformacin

    social, exigiendo el perdn de las deu-das externas de los pases ms pobres.

    Se salva a los ms pobres toman-do medidas efectivas que Morales, Co-rrea, Lula, Dilma, y tantos otros presi-dentes, han asumido en estos ltimos aos en Amrica Latina, en la direc-cin de priorizar polticas sociales pa-ra garantizar a los ms pobres vivien-da, trabajo, cultura, el acceso a las escuelas y la salud.

    El Papa est diciendo que no basta con administrar los abusos del siste-ma capitalista, hay que ir a sus causas.

    LE.- Para avanzar en esa libera-cin humana es imprescindible cambiar nuestra manera de perci-bir la realidad, cmo se hace ese trabajo?FB.- Ese es un trabajo difcil de hacer porque muchas veces nuestros gobier-nos, como ha pasado en Brasil, pro-mueven el bienestar material pero no hacen inclusin poltica, no realizan un trabajo de politizacin y concien-tizacin de la gente.

    En consecuencia, la gente tiene una inclusin poltica pero tiene una men-talidad consumista. Hoy pasa eso en Brasil, la gente fue mal acostumbrada al consumismo por las facilidades de las buenas polticas econmicas de los

    gobiernos de Lula y Dilma, pero aho-ra la gente no sabe bien como sern las cosas porque quiere cada vez ms consumir y no tiene perspectiva pol-tica para entender los desafos que se presentan. Por eso es muy importante ese trabajo de educacin poltica.

    LE.- Cules son los temas que la Iglesia Catlica an tiene pendien-tes de tratar?FB.- La Iglesia tiene ahora que tratar el tema de la sexualidad. Eso comenz en el snodo de la familia, en octubre del ao pasado, y se va a continuar es-te ao en la nueva reunin del snodo de octubre de 2015 en Roma.

    Desde el siglo XVI la Iglesia no tra-ta profundamente el tema de la sexua-lidad, de ah la importancia de abor-dar ese tema.

    LE.- Qu temas en especfico de la sexualidad se abordarn?FB.- Se abordarn los temas de los cu-ras casados y si pueden o no volver al ministerio sacerdotal; el derecho de los homosexuales de contraer unin; el derecho de la mujer en la Iglesia a ser sacerdote; si el celibato debe ser optativo. Esto entre un conjunto de temas que tienen que ser profundiza-dos en las citas mencionadas.

    LE.- El Papa ha dicho que Evan-gelizar es nuestra revolucin. En qu sentido la accin evangelizado-ra se convierte en revolucionaria?FB.- Evangelizar es hacer una revolu-cin en el sentido de que la evangeliza-cin debe llevar a la gente a cambios de vida y a cambios de estructuras sociales.

    LE.- Finalmente, en abril Ud. se-al que Fidel es en quien Dios tiene mucha fe, por qu?FB.- Porque es un hombre que lo-gr liderar una revolucin en Cuba y cambiar las estructuras capitalistas al mismo tiempo de crear las condicio-nes efectivas de un pueblo que hoy, con todas las dificultades, no vive en la miseria, no tiene narcotrfico, tiene el ms alto ndice de educacin y salud en Amrica Latina.

    Fidel es una persona que camina dentro de los valores del Evangelio.

    LE.- Son compatibles los ideales del socialismo con los del cristia-nismo?FB.- Esa es la meta. El rgimen so-cialista se basa en compartir los bie-nes de la Tierra y los frutos del traba-jo humano.

    Tanto el socialismo como la pro-puesta del Evangelio estn en la lnea de Jess. ste no vino para fundar una religin o una iglesia, vino para for-mar un movimiento social que garan-tice a toda la gente la dignidad de vida. El propio Jess ha dicho yo he venido para que todos tengan vida y plenitud.

    El socialismo est mucho ms cerca del Evangelio que el capitalismo.

    * Director de La poca

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • 6 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Colquiri es noticia y lastimosamente lo segui-r siendo en los siguientes aos. No es un conflicto, es la manifestacin de un modo de administrar los recursos naturales tra-dicionalmente en manos del Estado que a veces ad-quiere ribetes de conflicto y otras simplemente una lenta tendencia a la crisis productiva y financiera. No es un problema de propiedad entre la opcin coope-rativa y la opcin estatal, es un problema nacional co-mo lo fue desde la misma nacionalizacin de 1952.

    Mirada histricaConocido desde tiempos de la Colonia, el yacimien-to de Colquiri, ubicado en el sureste del Departa-mento de La Paz cerca al lmite con Cochabamba, inici operaciones en la explotacin de estao en los ltimos aos del siglo XIX, especficamente en 1880, pasando posteriormente a ser parte del Gru-po Hoschild como una de sus operaciones insignia. Precisamente al sobrevenir la nacionalizacin del 2 de octubre de 1952, Colquiri se convirti en la se-gunda operacin ms importante en la explotacin de estao, siendo la operacin con mejores perspec-tiva de explotacin tomando en cuenta su disponi-bilidad de reservas que, de acuerdo al famoso infor-me Ford Bacon & Davis de 1956, alcanzaban para 7 u 8 aos de explotacin continua. Para ese momen-to tambin ya tena importancia su reserva de zinc.

    Cuando sobrevino el desastre macroeconmico de 1956, que oblig al gobierno de ese entonces a renunciar a muchos de sus postulados revoluciona-rios a cambio del apoyo econmico norteamericano, Comibol ya se haba convertido en parte central del creciente dficit fiscal (que en ltima instancia desen-caden la crisis) y por lo tanto como condicin del apoyo a ser recibido, se exiga una inmediata reestruc-turacin de Comibol. En ese momento de crisis, Col-quiri an no estaba en el ojo de la tormenta ya que haba sido una de las pocas operaciones que haba mostrado utilidades en el periodo 1952-1956. Sin em-bargo, desde 1958 la empresa se torn en deficitaria obligando a un aumento de la escala de operaciones como medio de compensacin. Tal como apunta el informe de CEMYD de 1990, el aumento de la esca-la de operaciones no garantiza de ninguna manera un aumento de la rentabilidad. La historia de la minera estatal boliviana y particularmente del yacimiento de Colquiri, ha mostrado de manera recurrente ese pa-trn maximizador de la produccin como representa-cin de una mayor utilidad que en realidad no existe.

    Tiempo de prdidasCon las constantes ampliaciones en la escala de ope-raciones efectivamente Colquiri aument su pro-duccin a lo largo de la dcada de 1960 pero, para la dcada de 1970, segua mostrando prdidas cada vez ms cuantiosas (mayores al milln de dlares anua-les) financiadas claro est con dineros pblicos. La respuesta siempre fue la misma: aumento en la esca-la de produccin tanto en tonelaje tratado como en recuperacin. Por lo tanto, a medida que aumentaba la produccin aumentaba exponencialmente el ta-mao de las prdidas que superaron el milln y me-dio de dlares en 1976 hasta alcanzar los 19 millo-nes de prdidas en un solo ao: 1985.

    Para entender la magnitud de las prdidas ocasio-nadas por Colquiri, baste saber que el gobierno de la UDP esperaba estabilizar la economa con apenas 25 millones de dlares que la Nacin entera no dis-

    Colquiri o la pervivencia de un modode ser patolgico

    h. ernesto sheriFF b. *

    La gran minera detuvo sus operaciones en agosto de 1987 y fue considerada marginal pese a que el

    potencial de su yacimiento segua siendo altamente

    prometedor

    pona. La hiperinflacin fue producto en gran parte de los dficits acumulados de las empresas pblicas, particularmente Comibol y especficamente Colqui-ri. Para 1985, Colquiri no poda cubrir sus costos variables, ni siquiera el 50% de su costo labor (CE-MYD, 1990:219).

    Posterior a la crisis de 1985 y al cierre de opera-ciones de Comibol, Colquiri, que detuvo operacio-nes en agosto de 1987, fue considerada una ope-racin marginal y tratada como tal pese a que el potencial de su yacimiento segua siendo altamen-te prometedor, he ah la paradoja. El tratamiento como operacin marginal, en la jerga neoliberal de 1987, significaba entregar el yacimiento de Colqui-ri total o parcialmente a cooperativas mineras pese a que varios estudios mostraban que dicho yacimiento poda ser rentable para las cotizaciones deprimidas de ese entonces y las reservas disponibles (Consul-tora Stolberg y los propios estudios de la subsidiaria matriz de Colquiri). Otra vez el cortoplacismo (otra manifestacin del modo de ser patolgico) poster-gaba esta vez de manera definitiva las posibilidades de un yacimiento potencialmente rentable.

    La privatizacin de lo pblicoAl momento de la entrega de parajes ya explotados de Colquiri a cooperativistas despus de 1987, las reservas probadas superaban las 162.000 toneladas que fueron explotadas de manera selectiva y poco mecanizada, provocando el rpido e irreversible de-terioro del yacimiento sin contar el dao ambiental al cual Comibol prest atencin solamente cuando tuvo apoyo de cooperacin internacional. En Col-quiri el agua de minas se utiliza en la planta de con-centracin y, las aguas del proceso de concentracin generalmente se recirculan, segn una investigacin de IISEC-UCB.

    En medio de una profunda y larga depresin de los precios del estao, Comibol cede en el ao 2000 el resto de parajes a la Compaa Minera del Sur (COM-SUR), empresa del ex presidente Gonzalo Snchez de Lozada, interesada sobre todo en la explotacin de zinc cuyo precio aseguraba una rentabilidad con una explotacin de alta tecnologa. A partir de ese mo-mento convivan en un mismo yacimiento dos cultu-ras productivas, ambas con orientacin cortoplacista, que pronto habran de entrar en conflicto.

    Cuando en 2005 se transfiri la concesin de COMSUR a la suiza GLENCORE, concretamen-te a su filial Sinchi Wayra, el precio del estao estaba ya en ascenso y ya se reportaban disputas entre los cooperativistas y dicha empresa. Adicionalmente, los compromisos de inversin eran modestos com-parados con el potencial del yacimiento y constan-temente Comibol reclamaba el incumplimiento del cronograma de inversiones, aumentando las tensio-nes que, sin embargo, bajo un contexto de precios en alza, no desembocaban en conflictos ni entre la empresa y los cooperativistas ni entre la empresa y Comibol. La cada de precios en 2008 iba a desem-bocar en los conflictos que provocaran la re-nacio-nalizacin de Colquiri en junio de 2012.

    Lo patolgicoUn tercer ingrediente del modo de ser patolgi-co en la minera estatal es la dependencia del ciclo de precios internacionales. En presencia de precios

    Contina en la siguiente pgina

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 7

  • 8 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    altos la disciplina presupuestaria y la administra-cin de conflictos se relaja. Se multiplican los bo-nos y premios, se conceden mayores plazos en las inversiones o simplemente no se realizan. Sin em-bargo, cuando sobrevienen cadas en los precios la administracin de conflictos colapsa. Sucedi as en 1980-1985 cuando el precio del estao ca-y de manera sostenida y se repiti en la crisis de 2008-2009. El jukeo (robo de mineral) fue la pri-mera salida a las menores cotizaciones por parte de los cooperativistas, incluso dicha actividad po-dra haber tenido el beneplcito de la empresa pa-ra evitar mayores disputas por los yacimientos que de todas maneras vinieron. Para 2012, pese a que el precio del estao se haba vuelto a recuperar, el conflicto maysculo era inevitable. En las negocia-ciones bajo presin entre Comibol, Sinchi Wayra y los cooperativistas se vulner normativa, se vulne-r la nueva constitucin, en un afn de encontrar salidas conciliadoras.

    La disputa por la veta Rosario, por tanto, slo fue una extensin de la patologa que aqueja a Col-quiri. La nacionalizacin devino en un aumento de la mano de obra para la ahora pequea operacin, obligando al Estado a mostrar cifras de ventas y produccin antes que cifras de utilidades reprodu-ciendo el modo de ser ahora con un ingrediente nuevo: el poder poltico de los cooperativistas, que lograron mediante sucesivos decretos correcto-res ganar mayores espacios en la veta Rosario que a su vez fue desarrollada bajo el incipiente progra-ma de inversiones acordado con Sinchi Wayra an-tes de su nacionalizacin. Rosario no es una veta cualquiera, su reciente desarrollo la convirti en el mejor yacimiento de estao del pas, lo que explica fcilmente la disputa de la cual es objeto, particu-larmente en una coyuntura de precios bajos como la que se vive en 2015.

    Son conocidos los desencuentros entre el Minis-terio de Minera y Metalurgia y la Comibol en re-lacin al tema cooperativo. Un conflicto entre lo poltico y tcnico respectivamente pero con mani-festaciones seculares. Una Comibol que como otro-ra empieza a disfrazar sus prdidas, a justificarlas y finalmente ignorarlas. Se puede presentar un esta-do financiero de muchas maneras pero el flujo de caja es uno slo. Slo el gobierno sabe si Colqui-ri es rentable o no. Una coyuntura externa negati-va que reaviva los conflictos y precisamente se ori-gina en crecientes pedidos de los cooperativistas de

    relajamiento del tratamiento tributario (que de to-das maneras es el ms benigno para con ellos que para el resto de los subsectores mineros); solicitu-des de condonacin de deudas y, obviamente, pedi-do de parajes ms ricos (es decir el lado sur de la ve-ta Rosario).

    La solucin (cortoplacista, por supuesto) plantea-da por el gobierno es promover un acercamiento entre cooperativistas y Comibol con directo impac-to en sus costos. Mientras que todas las partes acu-den a los mitos para justificar las pobres cifras de aporte al desarrollo nacional.

    Cules son esos mitos? Mito 1. Un aumento de produccin es bueno

    para el pas. Un aumento de la produccin es una disminucin del stock de capital natural en desmedro de generaciones posteriores. Sola-mente es vlido un aumento de la produccin si el mismo genera renta y si esa renta es inverti-da en capital productivo o capital humano. Esa ecuacin jams fue ejecutada ni en el pasado ni mucho menos en el presente. La renta si aca-so existiese se disemina actualmente en salarios mayoritariamente, es decir, en ltima instancia se convierte en consumo, ya que impuestos ni la minera estatal con sus devengamientos, ni la minera cooperativizada con sus mltiples con-cesiones, son grandes contribuyentes.

    Mito 2. La minera genera divisas. En nombre de la generacin de divisas Comibol en el pa-sado acumul millonarias prdidas que fueron cubiertas con endeudamiento pblico y poste-riormente con emisin inorgnica de dinero. La generacin de divisas netas en un horizonte de largo plazo debiera ser la medida. Sin embargo, particularmente en periodos de crisis como el presente, parece predominar el criterio de gene-rar un dlar hoy aunque nos cueste dos en el fu-turo con la esperanza de que tal vez en el futuro

    podamos contar con tres. La historia nos mos-tr que con ese razonamiento desembocamos en la hiperinflacin.

    Mito 3. Las cooperativas generan empleo. El empleo debe ser digno y sostenible. Digno en el sentido de cumplimiento de derechos labora-les, sociales y ambientales. Sostenible en el senti-do de que constantes reinversiones por parte de la empresa le aseguren un flujo de ingresos esta-bles en el tiempo. En este momento ni siquiera la minera estatal puede asegurar empleo soste-nible entre sus obreros y tal vez sea ese un ele-mento central por la que se ven afectados por la presencia de cooperativas en parajes en los cua-les trabajan casi lado a lado.

    A modo de conclusinColquiri debe ser objeto de un estudio a profun-didad como yacimiento, sin tomar en cuenta la propiedad de un paraje u otro (ya hablamos de propiedad cuando en teora todo es del Estado). Determinar si desde el punto de vista tcnico es an factible y con qu tecnologa dicha factibilidad se hace mxima. Tambin se debe evaluar el estado y calidad de las reservas.

    Se debe uniformizar el tratamiento tributario a toda la minera. Si bien, en teora, todos estn obli-gados a pagar los mismos impuestos, en la realidad unos pagan menos que otros, originando un com-portamiento moralmente riesgoso incentivando el traslado a figuras cooperativistas que resulta ser el sector privilegiado en trminos de tributacin, re-glas ambientales y reglas laborales. En tanto existan asimetras los conflictos sern permanentes.

    El gobierno en uso de sus atribuciones debe di-sear un plan de explotacin factible y rentable con un solo actor (o Comibol o cooperativistas o empre-sa concesionaria), partiendo del hecho de que Col-quiri no es un yacimiento marginal. En cualquiera de los casos el tratamiento tributario, laboral y am-biental debe ser el mismo. Si bien la factibilidad po-ltica de esta sugerencia es muy baja, las soluciones que pasan por compartir el yacimiento sern fuente de conflictos que podran ser peores a los vividos en 2012 o en 2006 en Huanuni.

    El gran reto en la minera es abandonar el corto-placismo y para ello no existe un recetario.

    * Economista y docente de la Universidad Mayor de San Andrs (UMSA).

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 9

  • 10 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Carlos Arze Vargas es inves-tigador del CEDLA. Lleva aos estudiando la temtica laboral y productiva del pas. En esta ocasin, La poca lo entrevis-t para saber su opinin acerca de la situacin conflictiva que se vive en la mina de Colquiri, donde el Estado re-cientemente ha mediado entre mine-ros asalariados y cooperativistas que pugnaban por el control de vetas de minerales. Es posible la industrializa-cin del pas en estas circunstancias? Esta es la pregunta que gua nuestro encuentro.

    Carlos Moldiz (CM).- Cules cree que son los problemas que el go-bierno enfrenta actualmente en Colquiri?Arze Vargas (AV).- Creo que el pro-blema tiene que ver con la solucin que le dio el 2012, con la estatizacin parcial de la mina, con la incorpora-cin de cooperativistas a la empresa. Las consecuencias de esto fueron: pri-mero, que ha dejado un yacimiento en dos manos, la de los asalariados, cu-ya principal preocupacin reside en sus condiciones de vida, pero que son coincidentes con los intereses del Es-tado, que tienen que ver con controlar la mina y sus excedentes. Y la de los cooperativistas cuyos intereses son es-trictamente privados. Aunque son una solucin al desempleo no contribuyen econmicamente. No pagan impues-tos, pagan regalas con cuotas diferen-ciadas y no aportan al tesoro.

    Entonces, son dos intereses dife-rentes. Esto trae consecuencias eco-nmicas y tcnicas. Por ejemplo, los asalariados estn en un nivel: la veta Rosario donde se supone que hay ma-yores niveles de ley en el mineral. Se trata de una mina muy vieja, era pro-piedad de Hochschild antes de las na-cionalizaciones del 52.

    Asimismo, una parte muy impor-tante ha quedado en manos de los cooperativistas, que trabajan sin plani-ficacin y sin muchos recursos tcni-cos. Sacan los ms fcil y los ms rico, lo ms difcil de sacar lo dejan. Esto tiene un efecto de ineficiencia en la ex-plotacin de la mina.

    Finalmente, hay una ruptura en las relaciones de los cooperativistas con los obreros. Ellos estn uno al lado del otro y en el trabajo minero es muy comn que lo que se explota en el da no se lo saca de la mina, sino que se lo deja hasta el da siguiente. Enton-ces, hay robos de minerales y otra cla-se de conflictos, denuncias entre am-bos. Entonces, creo que esto es una consecuencia de la solucin que se le dio en 2012, que no fue pensada si-no una respuesta a la emergencia del conflicto. En mi criterio, debi haber-se nacionalizado esa mina.

    Adems, est la experiencia de Hua-nuni, donde el Estado no logr nada, no invirti y bueno, estamos como es-tamos. Entonces, Colquiri est en di-reccin a un deterioro parecido a este caso, con el aditamento de que hay un conflicto social en ciernes, que podra

    ser violento. Asalariados y cooperati-vistas viven en el mismo lugar, enton-ces es una crisis delicada.

    CM.- Cul cree que es el futu-ro industrial de Bolivia con el fe-nmeno de las cooperativas como parte estructural de su economa? Cree que es posible una industria-lizacin en estas condiciones?AV.- No. En primer lugar, hay que ver si las cooperativas tienen relacin con una forma social que haba sido pen-sada por la izquierda, de la cual habl Lenin. En el desarrollo del capitalis-mo hay formas mercantiles simples, donde el desarrollo del capitalismo ha utilizado formas de organizacin del proceso de trabajo. Una de esas es la cooperacin, que nace por la pro-pia intencin del capital de liberar a la fuerza de trabajo de relaciones pre-capitalistas. Es un proceso de transi-cin en el que se aprovecha la poten-cialidad de la unin, es decir, repartir el trabajo entre varios, que llega, en l-tima instancia, al desarrollo de las m-quinas y la gran industria. Es decir, dividir el mismo proceso pero ya no sometido a las limitaciones fsicas del hombres, sino someterlo al ritmo de la mquina que no tiene limitaciones. Eso es industrializacin.

    En este paso intermedio de la coo-peracin, cuando hablamos de coope-racin entre obreros estamos hablan-do de que cooperen en una misma funcin bajo las mismas condiciones de ingreso, trabajo, etc. En las coope-

    rativas actuales no existe esta coopera-cin. Hay diferencias de jerarqua, in-gresos, vetas. En las cooperativas hay socios que pueden pagar ms o mayor cantidad de cuotas y as pueden tomar los mejores parajes. Entonces, se di-viden los parajes y si t divides el pa-raje hay una renta diferencial entre el que tiene el mejor paraje y el que tiene el peor. Hay propiedad privada chiqui-ta donde hay diferentes propiedades, diferente productividad y diferentes rentas. Y eso conduce a la acumula-cin y concentracin en empresas de capitales.

    Entonces estas cooperativas no son una forma social que permita evitar ciertas condiciones nocivas del capi-talismo, as que es difcil que se pue-da ver hacia el futuro tomando como base esta forma que es tpicamente ca-pitalista, degenerada de la forma mer-cantil simple.

    Esto lo ves en el caso del oro, en Tipuani, donde hay capitalistas muy grandes. Ah los habitantes se orga-nizan como una cooperativa, pero no tienen capital. Entonces, lo que hacen, es permitir el ingreso de alguien con capital, al que le arriendan las tierras sin contrato, porque est prohibido. Esta persona compra mquinas, etc. En efecto, esta persona est sometien-do a la fuerza de trabajo porque tiene capital y la comunidad debe pagarle de lo que explotan.

    Cmo se puede encarar la indus-trializacin, porque esta no es la meta-lurgia, esta es la creacin de un tipo de

    Al cooperativista no le interesala industrializacin

    CarLos MoLdiz *

    Lo nico que le interesa al cooperativista es tener el monopolio de esta pequea concesin minera que le permite traer fuerza

    de trabajo muy barata y no la industrializacin

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 11

    materias primas un poco ms elabora-das, convertir materia prima en metal? La industrializacin es proceso socio-econmico que se basa en la genera-lizacin de las relaciones de tipo ca-pitalista, pasando de una subsuncin formal a una subsuncin real. Ac las relaciones capitalistas se han generali-zado sin otras formas de relacin pre capitalistas que la oscurezcan. La in-dustrializacin no es sectorial, es decir, tambin ha ocurrido la liberacin de la fuerza de trabajo de la agricultura.

    Marx dice que una sociedad, pa-ra ser plenamente capitalista, tiene que gastar el menor tiempo posible y la menor fuerza de trabajo posible en proveerse de lo esencial o lo ms bsi-co. En ese momento se va a crear es-te proceso de liberacin de la fuerza de trabajo para que existan condicio-nes de explotacin con tecnologa, etc. Si como poltica de gobierno decides apoyar a estos pequeos productores simples en vez de impulsar relaciones abiertamente de subsuncin real, es-ts apostando por una sociedad y una economa rentistas, que no vive del trabajo innovador sino de la renta na-tural. Entonces no es posible la indus-trializacin si mantienes esos sectores. Vas a chocar con ese pequeo inters. Lo nico que le interesa al cooperati-vista es tener el monopolio de esta pe-quea concesin minera que le permi-te traer fuerza de trabajo muy barata y no la industrializacin. Slo el Es-tado puede concentrar esa capacidad de productividad de la economa, de-sarrollar el campo.

    CM.- En consecuencia, Bolivia no puede industrializarse mien-tras pervivan relaciones de tipo no plenamente capitalista? No puede vivir con los cooperativis-tas pero tampoco sin ellos, porque absorben fuerza de trabajo desem-pleada?AV.- No es tan as. No las necesita. Las cooperativas existen por condi-ciones concretas de desempleo, etc. El capitalismo, al desterrar relaciones de tipo pre capitalista con la liberacin de la fuerza de trabajo de la agricultura, crea su propio mercado de su fuerza de trabajo, pero no para tenerla de pa-ria sino para incorporarla en un proce-so de mayor productividad. El capita-lismo no destruye sino crea mercado interno, porque al liberar a esta fuer-za de trabajo crea nuevas necesidades que deben ser satisfechas por otras producciones.

    No es inevitable lo que est suce-diendo en Bolivia con los cooperati-vistas. El problema reside el tipo de clase que lidera este proceso. La bur-guesa boliviana no tena inters en es-te proceso, porque es una burguesa rentista que vive de las migajas que de-ja la inversin extranjera en la mina, en los hidrocarburos y la agroindustria. Si un Estado es capaz de socializar estos medios de produccin, puede concen-trarlos y puede elevar la productividad esta se eleva por la escala. En cam-

    bio si tienes pequeas parcelas don-de el pequeo parcelario que apenas produce para vivir, que no puede in-corporar la ciencia la tecnologa, ste siempre va a estar viviendo en el lmi-te de la subsistencia.

    Elevar esa capacidad de produccin le corresponda a la burguesa. Hoy es-to le corresponde al Estado. Ah las cooperativas dejaran de ser una cosa extraordinaria. Por ejemplo, Huanuni era una posibilidad. Creo que la op-cin fue correcta, no puedes dejar que obreros se estn matando, la solucin era efectivamente que estos obreros que estaban siendo explotados por las cooperativas pasen a ser parte de una empresa estatal. El problema fue que metiste 4 mil obreros pero no aumen-taste un peso en capital.

    Las mquinas que usaban 800 mi-neros ahora las usan 4 mil. Enton-ces tienes obreros que estn en la ca-lle haciendo de guardias, ms de 200 trabajadores que estn en las calles sin

    instrumentos de trabajo. Esa era la oportunidad de demostrar que el Es-tado poda hacerse cargo, impulsando esta forma al resto de la minera que ahora est en manos de Sinchi Wua-yra, Sumitomo Co., etc. Si no tocas esos intereses y te quedas con Huanu-ni y Colquiri, este es el resultado. Dra-mtico en el caso de Huanuni y preo-cupante en el caso de Colquiri.

    CM.- Qu se puede esperar de la mina Colquiri y la minera bolivia-na en el contexto actual de bajos precios de los minerales en el mer-cado internacional?AV.- Nosotros estamos haciendo un trabajo sobre esto y hemos visto tan-to la evolucin de Huanuni como la de Colquiri. En el caso de Huanuni se hablaba de un punto de equilibrio. Cuanto gastas y cuando recibes sin ga-nar ni perder. En el caso de Huanu-ni, se deca que tena un costo 7.5, y ha ido bajando el precio del estao de

    una manera impresionante. En abril, el promedio es 7.2 la libra del estao, que es por debajo de 7.5. Huanuni tendra el problema de que su costo estara muy por encima de su cotizacin. Hay un deterioro porque hay cada de la ley del mineral y tambin cada de su pro-duccin, es decir, de la cantidad de to-neladas que se producen por hombre. Y esto por la forma en la que se dio esta llamada nacionalizacin y por la falta de poltica minera del gobierno. Hoy estn haciendo recin un plan de desarrollo minero.

    Por eso las acciones fueron reacti-vas, no planificadas, como la naciona-lizacin de Huanuni.

    Debido a la falta de inters del go-bierno en temas de inversin ha ca-do la productividad y ya se ha cado en Huanuni por debajo del punto de equilibrio, se estn produciendo pr-didas.

    En el caso de Colquiri, por infor-macin que tenemos, el costo est por debajo de la cotizacin: 6.3, 6.5. Toda-va hay un margen, pero muy peque-o porque si tenas 6.5 y la cotizacin en enero era de 8.8., tenas dos dla-res por libra de utilidad. Pero ahora es de 7.2, as que tiene un dlar o un po-co menos. La cotizacin ha ido cayen-do en los minerales. El estao ha cado 18% en estos ltimos meses, en refe-rencia al ao pasado, y no hay recu-peracin. El zinc se ha mantenido, el oro ha subido un poco. Pero el pro-blema es el estao y las dos minas que nos preocupan son de estao. Este es el problema ahora, que se traduce en mayor conflicto porque los cooperati-vistas estn sujetos a esos mismos pre-cios, pues estos estn con un pie fue-ra de la produccin y podran caer al pozo.

    Una empresa ms moderna pue-de incorporar tecnologa y aumentar la productividad porque tienen una capacidad enorme de inversin. En cambio los cooperativistas no tienen esta posibilidad. Y por esto hay un avance de los cooperativistas avasa-llando otras vetas y minas, lo que pro-voca problemas no con el que era due-o de la mina, sino con el campesino, porque muchos de stos, con la fiebre de los precios de los minerales hace un tiempo, se han ido convirtiendo en mineros cooperativistas. Es decir, ter-minan habiendo conflictos entre estos campesinos convertidos en mineros cooperativistas y otros cooperativistas que avanzan en sus tierras.

    El gobierno ha presentado es-te problema como un problema fis-cal, arguyendo que no ha cado tanto en relacin al PIB. En esos trminos tan grandes pareciera que la cada no es nada, pero desde el sector minero es dramtico, porque una cada de un punto puede ser la diferencia entre si la produccin vive o muere. Entonces debera haber una poltica que privile-gia la presencia del Estado en la mi-nera.

    * Cientista poltico.

    [ r u m b o d e l c a m b i o ]

  • 12 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Luego de la desastrosa gestin del antiguo Tribunal Supremo Electoral, se han desen-cadenado una serie de acontecimientos y procedimientos para nombrar nuevos vo-cales que no slo reemplacen a los anteriores sino que tengan como tarea fundamental el de recuperar la legitimidad y transparencia con la que debe con-tar un administrador electoral, y que fue lamentable-mente dilapidada en estos 4 aos de gestin.

    Convocatoria de vocalesA partir del desenlace de la crisis, el propsito fue el de recuperar la credibilidad del TSE con una nueva convocatoria que otorgue mayor nfasis a los mri-tos acadmicos y de experiencia electoral para ser nombrado/a vocal. En acuerdo entre oficialismo y oposicin se lanz la convocatoria y se redact el reglamento pertinente. El resultado inicial fue sor-prendente: 403 personas se presentaron a la convo-catoria rompiendo las expectativas ms optimistas, dando lugar a pensar en el nuevo tiempo que trans-currimos donde la democratizacin de las posibili-dades hacen real esta participacin, personas de di-verso origen social y que han logrado titularse en diferentes circunstancias que se sientan parte del lla-mado estatal a conformar un nuevo TSE. Segura-mente las razones de los participantes fueron dis-tintas: desde laborales, pasando por expectativas de

    TSE: Nuevos Vocales para laDemocracia Intercultural

    Juan CarLos Pinto quintaniLLa *

    Jugamos un ajedrez poltico en el que las minoras

    partidarias creen que su nica jugada posible es la de oponerse a todo y no

    proponer nada

    poder, hasta el sincero deseo de servir a la ciudada-na para institucionalizar nuestra propia democracia.

    No pas mucho tiempo para que, segn la convo-catoria, se realizaran las impugnaciones. Conociendo la ciudadana que tambin varias ex autoridades acu-sadas de corrupcin y otros delitos se haban colado en la convocatoria, tal vez con el afn de conseguir inmunidad. Otros fueron descartados por el incum-plimiento documental y finalmente algunos por la sospecha de simpatas oficialistas que pasan por re-laciones de amistad o de consultoras realizadas con el Estado. Sin embargo, estos ltimos casos no tenan relacin con la convocatoria y en palabras de un dipu-tado oficialista cumplan con todo pero no quera-mos que la oposicin tuviera susceptibilidades sobre las personas que pasaran a la siguiente fase.

    Ruptura del dilogoEn fin, se atropell los derechos polticos individua-les de algunos para generar la posibilidad de acuer-dos polticos de concertacin, estrategia que no dio resultado por cuanto el oficialismo cerr filas cuan-do el postulante Exeni fue cuestionado y en con-secuencia la oposicin abandon la concertacin. Finalmente, la oposicin puso en evidencia que su objetivo estratgico era el de no avalar el proceso de eleccin de vocales, sino el esperar el momento adecuado para la ruptura, y este fue cuando la opo-sicin pretendi equiparar sus condiciones de deci-sin con los 2/3 oficialistas, y avalar su criterio de que slo entonces hablamos de democracia. Repitie-ron el men de la Asamblea Constituyente de querer obligar a la mayora a votar por la minora otra vez, como secuencialmente ocurri en nuestra historia.

    Con este argumento, no es que se pretenda afir-mar que simplemente se debe pasar el rodillo de los dos tercios, sino que los argumentos de la minora para descartar a alguien en esta convocatoria no pue-den pasar por la subjetividad de condenar la amis-tad con el Vicepresidente o del trabajo de consulto-ra con una instancia de Estado, o peor an de una foto circunstancial con actores polticos. La mayora debe contar con mrgenes de concertacin con las minoras adems basados en una convocatoria y un reglamento construidos en consenso y uno de ellos

    [ d e s c o l o n i z a c i n ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 13

    no puede ser el chantaje del abandono del proceso para luego denunciar imposicin.

    Lamentablemente el oficialismo empez a jugar con las cartas opositoras cuando dio lugar a estos argumentos, no asumieron como criterio de ver-dad de que nos encontramos en un momento po-ltico de alta politizacin social y donde la mayora del pas apoya el proceso de transformacin que se vive sin por ello ser militantes del MAS. Sin embar-go, la minora obliga a la mayora a condenar a quie-nes son parte de las ideas que enarbola la Consti-tucin Poltica del Estado Plurinacional. No sera ms coherente reconocer esta condicin del proce-so, por encima del argumento falaz de que lo que se est buscando elegir son ngeles que no tienen posicin poltica o notables que en el marco de un argumento colonial es entendible cuando las di-ferencias se avalaban y eran parte de la discrimina-cin- diferenciacin de la plebe?.

    La eleccinFinalmente se lleg a la eleccin sobre 98 personas que pasaron al plenario del Congreso, y ocurri lo que se esperaba: la oposicin abandon la sesin y pretendi no avalar todo el proceso en el que particip casi en su totalidad, empezando una campaa de torpedeo sobre el proceso de la eleccin y los elegidos, que seguramen-te ser un caballito de batalla que pretendern cabalgar en todos los procesos que se vienen hacia el futuro. Al parecer jugamos un ajedrez poltico en el que las mino-ras partidarias creen que su nica jugada posible es la de oponerse a todo y no proponer nada, generando las condiciones para el complot.

    Sin embargo, ya tenemos un nuevo Tribunal Elec-toral Plurinacional con tres hombres y tres mujeres, siendo dos de ellos indgena originario campesinos, como seala la ley. Tres vocales son hombres, y tie-nen la mayor experiencia en procesos electorales en Democracia Representativa, por haber desempea-do cargos anteriores en la institucionalidad electoral; en cambio, las mujeres aportan con la interculturali-dad y visiones mltiples al proceso, desde lo indge-na originario campesino, la perspectiva de gnero y tambin la comunicacin. Existe un potencial fun-damental en los resultados de la eleccin que permi-te dar cabida a la esperanza de que los elegidos final-mente podrn tejer juntos la institucionalidad de la Democracia Intercultural que es la tarea estratgica y razn fundamental de la existencia del OEP como un nuevo rgano del poder pblico.

    Los desafosLos nuevos servidores pblicos del Tribunal Supre-mo Electoral, desde el principio debern recuperar la

    del Instituto para la Democracia Intercultural (IDI) Nacional que d lugar a que exista departamental-mente, de acuerdo a iniciativas y necesidades de las TEDs. Realizar acuerdos y convenios que permitan su funcionamiento a nivel acadmico y de capacita-cin a nivel de organizaciones sociales.

    En aquella institucionalizacin hara falta normar procesos de capacitacin permanente al personal del OEP a nivel nacional y departamental. Tambin organizar procesos de capacitacin y actualizacin para notarios y funcionarios pblicos de manera permanente y no slo en tiempo electoral. Asimis-mo, proponer y realizar investigaciones nacionales y departamentales que aporten a la reflexin y delibe-racin sobre la D.I. y la sistematizacin de la Demo-cracia Comunitaria.

    Es trascendental avanzar en el proceso de des-centralizacin de las responsabilidades de los TEDs y de los SIFDEs departamentales, con los recursos necesarios humanos y materiales que permitan su jerarquizacin. Proponer un plan de seleccin, crecimiento y cualificacin institucio-nal del personal que permita tener los equipos adecuados y la infraestructura en relacin a la im-portancia constitucional que tiene el OEP. Reor-ganizacin de la infraestructura en funcin de las prioridades del trabajo institucional con la socie-dad civil (y no de las comodidades y lujos del TSE como ocurri en el pasado inmediato). Reorgani-zar la red informtica con las TEDs que permita que la WEB sea un producto colectivo, que ade-ms de otorgar insumos informativos, profundice en la experiencia intercultural.

    Esas son algunas de las lneas de trabajo que de-beran tomarse en cuenta para una planificacin ini-cial del TSE con este nuevo espritu de los nuevos integrantes que deber construir interculturali-dad democrtica en su relacin institucional, pro-moviendo confianza, reconocimiento mutuo, co-municacin afectiva, dilogo y debate, aprendizaje comn, intercambio positivo, impulso de la reso-lucin pacfica de conflictos, cooperacin y convi-vencia pacfica, entendiendo que las Democracias y la Interculturalidad se necesitan mutuamente en la poltica de la convivencia social que seala nues-tra Constitucin. Otorgar un voto de confianza a quienes tienen una ardua labor en el proceso de re-legitimar el TSE, para que en la gestin de la De-mocracia Intercultural que desarrollarn, veamos, valoremos y participemos en la construccin del Estado Plurinacional que ser la Casa de todas y to-dos en este pas tan pluriversal.

    * Socilogo. Ex Director del SIFDE-TSE

    legitimidad perdida con una gestin diferente y trans-parente. Construir acuerdos internos en el TSE que permitan la construccin de esa nueva institucionali-dad en un reglamento de funcionamiento de la pro-pia entidad. Paralelamente a la organizacin del pro-ceso del referndum en marcha, debern generar las condiciones para una nueva actitud institucional, ex-presada en el diseo de una estrategia comunicacio-nal de presentacin del nuevo TSE. Tambin se debe preparar las condiciones para relegitimar a los TEDs, sea a travs de una nueva eleccin de vocales o de su reposicionamiento institucional, decisin que deber ser parte de una evaluacin interna.

    [ d e s c o l o n i z a c i n ]

    Con prioridad se debe impulsar una auditora al Padrn Electoral y diseo de medidas de seguridad y transparencia que involucren a la ciudadana en su credibilidad, tema de permanente interpelacin en los ltimos aos.

    El SIFDE, con el apoyo del PNUD, IDEA Inter-nacional e instituciones sociales, abord durante ca-si un ao el tratamiento de un anteproyecto de ley de Organizaciones Polticas, con procesos de con-sulta en todo el pas; lamentablemente este esfuerzo no fue considerado por el anterior TSE. Es el mo-mento de presentarlo ante el rgano Legislativo pa-ra su tratamiento y sobre todo para acompaar un gran debate nacional sobre la Democracia Intercul-tural y la forma de hacer poltica en el pas. Adems se debe iniciar el trabajo de armar la propuesta de modificacin de leyes electorales, en base a consul-tas y experiencias, para adecuarla a un nuevo tiem-po y en perspectiva de la Democracia Intercultural.

    La Democracia Intercultural y tareas afinesUn tema estratgico a incorporar en la gestin es el de la Democracia Intercultural. Para eso ser nece-saria una reingeniera de la estructura nacional y de-partamental, adems de incorporar contenidos fun-damentales en toda la gestin.

    Se debe organizar una estructura de capacitacin permanente en base a los contenidos menciona-dos y en ese camino consolidar el funcionamiento

  • 14 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Los sectores de la oposicin poltica, tan ve-nidos a menos en las elecciones generales de octubre de 2014 pero que han recupera-do espacios regionales y locales en los co-micios departamentales y municipales de marzo l-timo, junto a los medios de comunicacin formados y fortalecidos en el periodo neoliberal y que preten-den imponer la agenda nacional, y los grupos em-presariales vinculados a las estrategias imperialistas y a los intelectuales del neoliberalismo y la democra-cia tutelada, han saltado de pavor cuando las organi-zaciones del Pacto de Unidad y del Consejo Nacio-nal por el Cambio han anunciado que impulsarn la reeleccin de Evo Morales a la Presidencia del Es-tado Boliviano.

    El XV Congreso de la Confederacin Sindi-cal nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia (CSUTCB), realizado en Cobija, Pando, dispar la consigna de la reeleccin y comenz la accin de los movimientos sociales y populares de las distin-tas regiones del pas, base de sustento poltico del gobierno del Movimiento Al Socialismo (MAS), para conseguir que se apruebe una ley de reforma constitucional por dos tercios de los miembros de la Asamblea Legislativa y despus esta ley se some-ta a un referendo constitucional aprobatorio. Si se toma en cuenta que la tercera gestin de gobierno

    de Evo Morales y lvaro Garca termina en enero de 2020 es probable que entre 2016 y 2017 se reali-cen los procesos parlamentarios y la consulta popu-lar correspondientes.

    La fuerza constitutiva de la rebelin nacional y po-pular de octubre de 2003 ha conseguido, hasta aho-ra, profundizar el proceso democrtico con triunfos electorales en 2005, 2009 y 2014 y la realizacin de la Asamblea Constituyente, impulsar la nacionalizacin de los hidrocarburos y la recuperacin de empresas que fueron entregadas a empresas transnacionales, junto a la redistribucin del excedente a los sectores ms vulnerables de la poblacin, frenar los intentos conspirativos separatistas de las oligarquas del orien-te y del imperialismo que tuvieron su momento cul-minante en septiembre-octubre de 2008, fortalecer del Estado Nacional y la vinculacin del territorio bo-liviano, ser parte de los procesos integracionistas de la Patria Grande e incorporar a las Fuerzas Armadas al discurso nacionalista y antiimperialista.

    Sin embargo, existen varios aspectos que mar-can las orientaciones contradictorias del proceso de cambio: a) Las concesiones del gobierno a los pode-rosos intereses econmicos de las oligarquas con-servadoras y neoliberales que acaparan tierras y dis-ponen de importantes recursos de la renta petrolera, y a las transnacionales financieras, mineras y petro-

    leras, los que tienen su correlato poltico en varias gobernaciones y municipios importantes; b) La pre-sencia de importantes cuadros del neoliberalismo en altos cargos de gobierno, as como la existencia de casos y mecanismos de corrupcin cada vez mas institucionalizada en algunas de las ms importan-tes agencias gubernamentales; c) La falta de polti-cas de proteccionismo a la produccin agropecuaria campesina, industrial y manufacturera y de reduc-cin del consumismo despilfarrador que provoca la salida de millones de divisas; y d) La lentitud en el proceso de industrializacin de los minerales, los hi-drocarburos y otras ramas fundamentales para con-solidar una economa endgena articulada nacional-mente y capaz de enfrentar situaciones de crisis.

    En un momento crucial y difcil para Amrica Latina y el Caribe, corresponde en Bolivia fortalecer la formacin de los cuadros y dirigentes revolucio-narios, impulsar el debate poltico y la organizacin de un movimiento poltico patritico antiimperialis-ta cohesionado, que sea el sostn del proceso, y esta-blecer un programa con una orientacin estratgica del socialismo latinoamericano en las condiciones histricas que le toca vivir a nuestra patria.

    * Socilogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publica-ciones de Bolivia y Amrica Latina.

    una columna de la Patria GrandeEduardo Paz Rada *

    La reeleccin de Evo Morales

    La llegada del papa a Bolivia, antes al Ecuador, fue una movida inteligente del Vati-cano para reforzar la fe ca-tlica en la regin porque vieron que el cristianismo va en ascenso, aun-que habra que aadir que no se pue-de incluir la fe cristiana dentro del catolicismo. Se sabe que el cristianis-mo tiene diferentes corrientes que no responden exclusivamente cato-licismo.

    Hubo un momento en que la Iglesia era una sola, pero con la reforma pro-testante (siglo XVI) se empieza a cues-tionar la fe catlica, sobre todo a negar la jurisdiccin papal sobre toda la cris-tiandad, por ese motivo empieza a di-vergir nuevas agrupaciones cristianas, nuevas Iglesias.

    A partir del siglo XVI hasta nuestros tiempos la Iglesia catlica ha sido cues-tionada, por citar un ejemplo, un pastor puede entrar fcilmente a la crcel por violacin, en cambio un padre o sacer-dote no puede entrar ya que el Vatica-no lo cuida a pesar de sus fechoras. Es

    La movida papal frente a la cristiandad

    ciclosHumber Velzquez *

    decir, la Iglesia es privilegiada, conser-vadora, jerarquizada y elitista.

    El papa Francisco se caracteriza por ser una persona humilde y que an-da rompiendo protocolos, pese a ello su imagen no puede tapar la corrup-cin que aqueja a la Iglesia con las de-nuncias que existen de abuso sexual a menores de edad.

    El papa Francisco sabe sobre estos casos y mucho ms, y lo avergenzan, sin embargo poco puede hacer porque ante todo est el Vaticano, el sistema por encima del Pontfice.

    La Iglesia Catlica es criticada por el cristianismo protestante por la ido-latra a sus diferentes santos, La Biblia, etc. En Deuteronomio 5:8 se ordena

    a que no te hars ningn dolo, ni se-mejanza alguna de lo que est arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra, mandato que los catlicos desobedecen.

    La crtica principal de la fe cristiana es que los catlicos no aplican la pala-bra de Dios (La Biblia), as, en el evan-gelio de Mateo 23:9, Jesucristo dice: Y no llamis vuestro padre a nadie en la tierra; porque uno es vuestro Padre, el que est en el cielo. Pero el Papa es el padre en la tierra, incumpliendo el ca-tolicismo con su propia palabra.

    Los cristianos aseguran que el men-saje de Jess no viene acompaado con el Papa, porque detrs del Pont-fice hay abusos sexuales, corrupcin, riqueza y poder. Mas al contrario, el mensaje de Jesucristo es dar al que no tiene y la Iglesia Catlica tiene muchos lingotes de oro para dar a los necesita-dos. Los cristianos jams esperaron la llegada del Papa slo aguardan la se-gunda venida de Jesucristo.

    * Politlogo y comunicador social.

    [ s i n p e l o s e n l a l e n g u a ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 15

    [ a l o t r o l a d o d e l s u r ]II Encuentro Mundial de Movimientos Populares

    Madre tierra, techo, trabajo e integracinde los pueblos

    rider MoLLinedo *

    De Roma a Santa CruzMartes 7 de julio. Ms de 1500 per-sonas de 40 nacionalidades distintas pertenecientes a Amrica, frica, Asia y Europa se dieron cita en el coliseo municipal de Villa Santa Rosita de la ciudad de Santa Cruz para celebrar el segundo Encuentro Mundial de Movi-mientos Populares (II EMMP) a con-vocatoria del papa Francisco. El lugar qued pequeo debido a la enorme concurrencia.

    Desde tempranas horas del 7 de ju-lio se realiz la acreditacin de los de-legados a este evento. Paralelamente se procedi a trasladar a los partici-pantes recin llegados a las distintas unidades educativas acondicionadas para alojarlos. Para las comitivas in-ternacionales, que das antes llegaron al punto de encuentro, se desplegaron actividades culturales para exhibir la riqueza boliviana en cuanto a danzas se refiere.

    Un nmero teatral para mostrar los males del capitalismo salvaje y el in-greso de las banderas y los smbo-los de los diferentes movimientos sociales presentes en el lugar die-ron inicio al acto de apertura del evento. En el mismo participa-ron el canciller boliviano David Choquehuanca y el cardenal ghans Peter Turkson. El pre-sidente Evo Morales tambin asisti a la sesin inaugural, tal como lo hizo en el primer en-cuentro realizado en Roma en octubre de 2014.

    Entre los movimientos popu-lares asistentes se encontraban la Confederacin Sindical nica de Trabajadores Campesinos de Bolivia de Bolivia, La Va Campesina de Chi-le, el Movimiento de los Trabajadores Sin Tierra de Brasil, la Confederacin Trabajadores de la Economa Popular de Argentina, entre otras.

    A pesar de la copiosa lluvia que ca-y sobre la capital crucea, los secto-res sociales festejaron este encuentro con gran algaraba. Tanto en la maa-na como en la tarde se oy el clamor generalizado de Mar para Bolivia!, que se volvera a escuchar en la clau-sura del evento.

    Tres das de debateEn horas de la tarde se inici el pa-nel Madre Tierra: La lucha por la Madre Tierra y el aporte de Laudato S. Comple-mentaron el panel los talleres La crisis ambiental de la Pachamama y el aporte de Laudato S; La soberana alimentaria como respuesta a los agrotxicos y los transgnicos; y Tierra y Territorio.

    En la maana del mircoles 8 de ju-lio se inici el panel Trabajo: De la ex-

    clusin a la organizacin popular de los tra-bajadores. Complementaron el panel los talleres Derecho al trabajo, trabajo con derechos; Economa popular y organizacin comunitaria; y Exclusin social: migracio-nes, trabajo esclavo, trabajo infantil y la invi-sibilizacin del trabajo de la mujer.

    En horas de la tarde fue el turno del panel Techo: El techo, la ciudad y los movi-mientos populares. Los talleres que acom-paaron el trabajo fueron Asentamientos, crisis urbana y ecologa humana; La vivien-da social y popular; y Desconcentracin, Ren-ta urbana y especulacin inmobiliaria.

    En la maana del jueves 9 de julio, en esta ocasin en ambientes de la Fexpocruz, se desarroll el panel Paz, soberana e integra-cin de los Pue-blos c

    on testimo-nios sobre las mu-jeres en Palestina, el pueblo kurdo, el caso colombiano y kenyano, el genocidio de la juventud negra en Brasil y la resistencia en Chiapas.

    Entre varias de las actividades de-sarrolladas, una de las ms resaltantes fue la emisin de seis votos resoluti-vos por asistentes al II EMMP, donde las organizaciones sociales del mundo respaldan la demanda martima boli-viana, apoyan la lucha del pueblo kur-do, respaldan la demanda del pueblo argentino sobre las Islas Malvinas, plantean un homenaje al sacerdote je-suita espaol-boliviano Luis Espinal Camps, asesinado en 1980, respaldan la decisin soberana del pueblo griego

    que rechaz la imposicin de un pro-grama neoliberal de ajuste econmico y a los campesinos paraguayos injusta-mente perseguidos.

    El declogo del encuentroEl jueves 9 de julio, en horas de la tarde, una comisin se encarg de preparar el documento conclusivo del encuentro, mismo que se trans-form en un declogo.

    Simultneamente, al promediar las 14:00, los miembros de la Central Obrera Boliviana (COB) y la Central Obrera Departamental de Santa Cruz se concentraron para liderar una mar-

    cha con rumbo al Saln Guara-yos de la Fexpocruz

    para cerrar el

    I I E M M P. Formadas detrs es-

    taban las delegaciones de Bo-livia y luego las del exterior.

    A horas 17:30 se realiz el acto de clausura, el encuentro de los movi-mientos populares con el papa Fran-cisco y con el presidente Evo Mora-les Ayma, en el que se expusieron las conclusiones establecidas por el II EMMP. Este acto fue trasmitido, co-mo pocos, en vivo y directo por varias estaciones radiales y televisivas.

    El encuentro determin que, en coin-cidencia con los criterios del papa Fran-cisco, la problemtica social y ambiental emergen como dos caras de una mis-ma moneda. En palabras del dirigente campesino Rodolfo Machaca un siste-

    ma que no puede brindar techo, traba-jo y tierra para todos, que socapa la paz entre las personas y amenaza la propia subsistencia de la madre tierra, no puede seguir rigiendo el destino del planeta.

    Los distintos movimientos socia-les, populares e indgenas, participantes del encuentro, se impusieron diez tareas para luchar contra estos males, inscritas en un declogo: 1. Impulsar y profundi-zar el proceso de cambio; 2. Vivir en ar-mona con la Madre Tierra; 3. Defender el trabajo digno; 4. Mejorar nuestros barrios y construir viviendas dignas; 5. Defender la Madre Tierra y la soberana alimentaria; 6. Construir la paz y la cul-tura del encuentro; 7. Combatir la dis-criminacin; 8. Promover la libertad de expresin; 9. Poner la ciencia y tecnolo-ga al servicio de los pueblos; 10. Recha-zar el consumismo y defender con soli-daridad los proyectos de vida.

    Sembradores del cambioTras la entrega del documento final, a su turno, el presidente Evo Morales reme-mor la lucha poltica de los pueblos indgenas bolivianos, as como la lu-cha contra el colonialismo interno y externo en Latinoamrica. El presi-dente llam a liberarse de polticas econmicas impuestas por orga-nismos financieros, saludando en este punto al pueblo griego.

    El discurso ms esperado por la concurrencia fue la del

    sumo pontfice catlico, mismo que dur una hora. All manifes-t que cada uno de nosotros no

    es ms que parte de un todo com-plejo y diverso interactuando en el

    tiempo. Pueblos que luchan por una significacin, por un destino, por vi-

    vir con dignidad, por vivir bien. En su alocucin, indic que los partici-pantes de ese encuentro eran sembra-dores del cambio debido a su compro-miso con la humanidad.

    Tres tareas fueron planteadas por el papa Francisco a las organizaciones populares del mundo: primero, apos-tar por un modelo econmico que es-t al servicio de los pueblos, que brin-de acceso a tierra, techo y trabajo a todos; segundo, unir a los pueblos en el camino de la paz y la justicia; y ter-cero, defensa de la Madre Tierra.

    El evento concluy con apretones de mano y abrazos. Al finalizar la jor-nada, los participantes se encontraban esperanzados y sumamente determi-nados a seguir construyendo un nue-vo mundo desde abajo.

    Se analiza la posibilidad de que Bra-sil sea la sede del siguiente encuentro dentro de seis meses.

    * Periodista.

  • 16 | la poca | www.la-epoca.com.bo del 12 al 18 de julio de 2015

    Atenas nos leg democracia,Grecia nos deja dignidad

    rudy LPez *

    Pericles, antes de comenzar la Guerra del Peloponeso, dijo que Atenas tena un modelo de gobierno que no era imi-tacin, sino que ejemplo para todos: la democracia. Para nadie es ajeno que el sistema poltico mayoritario hoy en da surge en la antigua Grecia. Y es preci-samente ese pas quien rindi honor a su pasado y en un referndum dijo No a la injusticia y a los abusos.

    Para entrar en contexto, es nece-sario saber que Grecia vive una cri-sis econmica desde el 2010 a raz de la denominada Crisis de los Estados Unidos de 2007 que trajo como con-secuencia el aumento del costo de fi-nanciamiento de la deuda. Es en este marco que el gobierno heleno solici-t un paquete de ayuda al FMI con el fin de evitar la suspensin de los pagos que deba. Tiempo despus, la Comi-sin Europea acus al ejecutivo grie-go de mentir sobre el verdadero dfi-cit presupuestario. Quien fuera Primer Ministro en ese entonces, Yorgos Pa-pandru, del centrista partido PASOK, admiti que durante los gobiernos del conservador Nueva Democracia, se llev a cabo una falsificacin (sobre el dficit presupuestario) con la ayuda del banco Goldman Sachs.

    El gobierno decidi aplicar un pa-quete de austeridad con importantes recortes al presupuesto de las polticas sociales. Esto debido a las condicio-nes impuestas por el FMI, adems de la presin que ejerci el Banco Central Europeo y la Comisin Europea para que Grecia cumpliera con el Pacto de Estabilidad 1. El recorte presupuesta-rio gener descontento en la poblacin griega que respondi con manifesta-ciones y huelgas generales. Atenas vol-vi a pedir un rescate econmico en el verano de 2011 provocando tensiones con la Unin Europea y el FMI, que se plantearon la posibilidad de dar la es-palda al gobierno heleno y que este de-clarara la quiebra.

    El descontento pas a ser visible du-rante la crisis poltica del 2012, sobre todo durante las elecciones generales de mayo, donde ningn partido logr obtener los escaos necesarios para po-der gobernar, adems de la imposibili-dad de generar pactos entre partidos. Es necesario aclarar que estas fueron elecciones adelantadas debido a la pre-sin social existente y la crisis poltica en que estaba sumido el pas.

    Es precisamente en esas elecciones en que Syriza logra protagonismo po-ltico al aumentar de 13 a 52 escaos en la cmara, un incremento del 300% en representacin y del 237% en vo-tos. Mientras que Nueva Democracia (ND) crece de 91 a 108 puestos, pero baja en un 48% sus votos.

    Luego de una serie de elecciones le-gislativas en las que no se logr for-mar gobierno (3 elecciones en el 2012) porque ningn partido alcanzaba ma-yora (crisis de representatividad) y exista una situacin polarizada donde las organizaciones no llegaban a co-mn acuerdo para formar alianzas, en junio de 2012, Samars (ND) asume como Primer Ministro bajo un clima de inestabilidad social y una creciente crisis institucional.

    El 9 de diciembre de 2014 se anun-cia que se adelantarn las elecciones presidenciales para el da 17 del mismo mes. La decisin se debi a que el Eu-rogrupo haba decidido extender por dos meses el rescate, por lo que si en ese mes era elegido un Presidente de la Repblica, no habra necesidad de lla-mar a elecciones legislativas anticipa-das, generando un clima de mayor esta-bilidad y con este, mayor confianza a la Troika y a los mercados internacionales. El problema radicaba en que el pacto PASOKND no contaba con mayora absoluta y era necesaria la alianza con un tercer partido, de los contrario se llamaran a elecciones legislativas nue-vamente. Syriza se neg a sumarse al pacto y la eleccin no logr el qurum necesario, por lo cual se llam a elec-ciones adelantadas para el 25 de enero de 2015, en las cuales el partido lidera-do por Tsipras se hizo con 149 escaos y entr en alianza con ANEL, logran-do la mayora absoluta.

    En los primeros meses del gobier-no de Syriza se han presentado una serie de problemas con la Troika. El

    gobierno de Tsipras nunca se neg a pagar la deuda que Grecia tena, pero s busc que fuera en condiciones ms accesibles para el pas. El problema es que la Troika y la comunidad europea, encabezada por Alemania, no dan su brazo a torcer y exigen el pago de la deuda de aproximadamente 320.000 millones de euros (unos US$358.000 millones), monto que Grecia no est en condiciones de pagar.

    Qu negocian Grecia y Europa?Cinco son los puntos de la negocia-cin: austeridad, pensiones, impues-tos, situacin de los bancos griegos y finalmente el pago de la deuda. En es-ta negociacin fue clave la actuacin del ex ministro de finanzas Yanis Va-rufakis, quien dej en claro la firme postura griega de pagar la deuda pero sin tocar los intereses de la ciudadana, permitiendo que se aplique el progra-ma de gobierno de Syriza para mejo-rar la actual calidad de vida.

    Ante la negativa de la UE de acep-tar las condiciones de Grecia y la situa-cin de este pas en caso de declararse la quiebra es que comenz a circular la especulacin del Grexit (Greece exit o salida griega). Una retirada de Grecia de la Eurozona se presen-ta como un tema sin precedentes para la comunidad monetaria ms grande del mundo, decisin que quebrantara la confianza de inversionistas, afectan-do la banca de los pases perifricos y hara disparar los costes de financia-cin de los pases miembros ms en-deudados. Pero, adems se presenta

    como un golpe bajo para una comuni-dad que haca gala de su slida unin.

    El 30 de junio se cumpla la fecha lmite del rescate, a la vez que Varu-fakis anunciaba que Grecia no pagara su deuda pendiente con el FMI, cuota que asciende a 600 millones de euros. Grecia se convirti as en el primer pas desarrollado en no pagar una deu-da al FMI. Tambin venca el ltimo programa de salvataje, el cual fue re-chazado por Atenas debido a las con-diciones humillantes propuestas por la Troika. Jean-Claude Juncker, presi-dente de la comunidad europea, envi una nueva oferta con el fin de abordar las negociaciones con los prestamistas sobre un nuevo rescate. Ante esto, el gobierno de Tsipras insisti en que una consulta a la ciudadana se haca necesaria para poder tomar una deci-sin con respecto al tema.

    Y Grecia dijo NoAnte la pregunta de si deba ser acep-tado el acuerdo propuesto por la Troi-ka en el Eurogrupo del 25 de junio, los griego deban decidir entre dos opcio-nes, Si o No. La respuesta fue cla-ra y con ms del 60% gan el No, con lo cual un pequeo pas que solo aporta un 2% a la zona euro se levant contra los gigantes del mundo.

    A pesar de la contundente victoria, los escenarios que se avecinan son to-dos complejos. Por un lado tenemos la posibilidad de que Grecia se reti-re de la zona euro, siendo esta un op-cin ms palpable a pesar de que Tsi-pras afirm que el resultado no tiene que ver con una voluntad de secesin. Otro posible escenario es el colap-so de los bancos griegos ya que exis-te un corralito bancario desde el 29 de junio, donde los bancos se mantie-nen cerrados debido a que el Banco Central griego les congel las lneas de crdito. Finalmente, est la posibilidad de que Europa y Grecia logren un co-mn acuerdo, algo que no se ve tan improbable ya que en las ltimas reu-niones se ha visto un acercamiento de propuestas entre ambas partes, a pesar de que ahora Grecia exige una reduc-cin de un 30% en su deuda.

    El futuro de Grecia es incierto, pero el hecho de que hoy el pequeo pas he-lnico se levante, es una inspiracin para todos los pases perifricos de Europa. La polis griega nos ense la democra-cia y hoy nos ense de dignidad.

    * Analista internacional chileno-venezolano.1 El Pacto de la estabilidad y de crecimiento

    es un acuerdo de los Estados miembro de la Unin Europea en relacin con su poltica fis-cal, su objetivo bsico es facilitar y mantener la Unin econmica y monetaria de la Unin europea.

    El hecho de que hoy el pequeo pas helnico se levante, es una inspiracin para

    todos los pases perifricos de Europa

    [ o t r o m u n d o e s p o s i b l e ]

  • del 12 al 18 de julio de 2015 www.la-epoca.com.bo | la poca | 17

    [ s e r c u l t o s p a r a s e r l i b r e s ]

    Esto podra bien no haber sucedido. El lector lo encontrar difcil de creer. Pe-ro sucedi y sucedi en esta misma ciu-dad, en una de sus calles ms viejas y bonitas: la Jan. Si el lector piensa que iniciar mi relato desde uno de los bares que abundan por aquellos rincones, el lector est en lo cierto

    Fue el viernes de la semana pasada. El frio an no se senta como en estos das. De todos modos, quera un ambiente clido y amigable, as que en-tr a aquel bar que est bajando las gradas detrs de la cruz verde. S, ya saben de qu bar estoy ha-blando Estaba sentado en la barra, solo. Orde-n una cerveza y comenc a esperar a mi compa-ero de chupas, el Chiqui.

    Pero Chiqui no llegaba. Y a pesar de que el lugar es pequeo y repleto, no haba nadie con quien entablar conversacin. Entonces la vi en-trar bajita, sin mucha ropa, con una bufanda desgasta por el polvo, algo apresurada, muy segu-ra de s misma a pesar de las miradas curiosas de hombres y mujeres que la seguan con disimula-do desinters.

    Y se sent a mi lado. Yo, an algo estupefac-to por lo que mis ojos vean, solamente me hice a un lado y contine fumando. No le pregunt su nombre porque no pens que era posible conse-guir una respuesta de aquella perrita inocente. S, era una perrita, con cuatro patas y una cola que se mova con inusual entusiasmo. Era, despus de todo, una perrita en un bar de humanos. Aunque no es como si los perros tuvieran muchos pubs para distraerse al final de la semana.

    De todos modos aunque me vino la idea de acariciarle la cabeza e invitarle un trago, decid mantener mi distancia para no ahuyentarla. Te-nerla cerca, me pareci, podra atraer un par de chicas curiosas que me preguntaran si era mo aquel simptico can. Yo dira que no, pero ya que estaban a mi lado podra costear un par de cerve-zas ms a cambio de una conversacin interesan-te. O cualquier tipo de conversacin. Cuando es-tas slo en un bar no puedes ser muy exigente

    Pero nadie se acerc. Ella continuaba sentada a mi lado como esperando a que el bar tender la atendiera. Pero el bar tender simplemente sonrea y preparaba ms tragos, como tratando de no ma-tarse de risa por la extraa visita.

    Los minutos pasaron y los clientes continuaron embriagndose, dndole cada vez menos atencin a la lobita que estaba a mi lado. Yo, algo aburrido, le pregunt qu estaba haciendo all. Y entonces sucedi, la perrita habl.

    Llegue hace un par de das a La Paz, estuve de viaje vine desde Colombia. Mir mi cerve-za, sacud mi cabeza. Encend otro cigarrillo. Mi-r hacia los lados, y not que nadie estaba atento a lo que estaba sucediendo.

    Disculpa?, le respond.Ella llev sus orejas hacia atrs mientras se rea

    muy delicadamente. Qu pasa?, nunca habas odo a un perro hablar antes?, me respondi.

    Si haba odo hablar a un perro antes. Lo ha-ca desde que tengo 15 aos. Aunque sin palabras, siempre supe lo que Oso quera decirme cuando estaba molesto o feliz pero no con palabras. Es decir, no con vocales y consonantes. De he-cho, no es posible que un perro hable debido a que ellos no tienen labios capaces de articular so-nidos. Pero, a pesar de las leyes de la fsica y de la biologa, aquella perrita estaba hablando.

    Slo haba tomado un par de tragos. No era posible estar ebrio con un par de tragos. No haba fumado nada ms que tabaco. Ni siquiera haba comido. Tal vez era eso. No he comido, me di-je a mi mismo. Pero no haba explicacin posible. La perrita estaba hablando y yo oa sin escuchar.

    Incrdulo! Escptico! Boquiabierto! Y lo peor, ella no se callaba! En menos de cinco mi-nutos me cont acerca de cmo haba llegado a La Paz, lo fcil que es pasar por las fronteras, lo

    amable que es la gente, el fro del altiplano, lo su-rrealista del paisaje

    Bueno, si he de estar alucinando, voy a disfru-tarlo. Eso me dije a mi mismo. As que escuche todo lo que ella deca.

    Y as, terminamos hablando de comida, de se-xo, de casi todo menos de dinero. A lo perros no les hace falta dinero. Incluso la chalina que tena en el cuello no haba tenido costo alguno. Se la re-gal una seora en El Alto.

    - Me gusta viajar, de hecho lo hago desde que soy una cachorra.

    Qu te trae por Boliv