Diciembre de 2009 No. 1EN ARAUCA SE CONMEMORA EL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

(Continúa en la pág. 2)

A todos amo con un amor de mujer, de madre, de hermana, con un amor que es más grande que yo toda, que me supera y me envuelve como un océano donde todo el misterio se resuelve en espuma... Gioconda Belli

Asociación Amanecer de Mujeres por Arauca - AMAR

Documento presentado en el marco del evento conmemorativo (Tame, marzo 7 de 2010)

Saludamos hoy la participación de amas de casa, campesinas, indígenas, afrocolom-bianas, empleadas, profesionales, analfa-betas, madres, hermanas, esposas, aman-tes, hijas, y en fin, mujeres luchadoras, incansables en la búsqueda de condiciones dignas de vida para sí y para sus seres que-ridos.El 8 de marzo de 1908, murieron calcina-das 146 mujeres trabajadoras de la fábrica textil Cotton de Nueva York, en un incen-dio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron ante la negativa de aban-

donar el encierro en el que pro-testaban por los bajos salarios y las infames condiciones de tra-bajo que padecían; hoy 102 años después, las cosas no son dife-rentes, nuestras protestas en defensa de la vida, los derechos humanos y la permanencia en el territorio han sido condena-das por el Estado y los grandes emporios económicos de ori-gen trasnacional, estigmatizan-do nuestra labor y persiguien-do, encarcelando y asesinando nuestros dirigentes y liderezas. Las políticas del Estado colom-biano, lejos de favorecer los intereses de las familias empo-brecidas que sumamos la mayor parte de la población nacional, ha legislado a favor de las clases dominantes que se mantienen en el poder a costa del sudor, las lágrimas y la sangre de estas mujeres y hombres humildes, cuyo único pecado es forjar una sociedad donde la vida se desarrolle en condiciones de digni-dad.Hemos visto morir nuestros hijos, hijas, es-posos, amantes, compañeros de trabajo, etc., víctimas de los mal llamados falsos positivos, práctica diseñada y planificada por el Estado, y aplicada por sus fuerzas militares y de policía, y organismos de inte-ligencia y seguridad, consistente en asesi-nar y/o desaparecer a mujeres y hombres, estigmatizados de pertenecer a grupos ile-gales, a quienes luego de retener los tortu-ran, los ejecutan y presentan ante los me-dios de comunicación como subversivos o paramilitares dados de baja en combates, como “resultados” de una supuesta lucha contra los mismos; aunado a esto se siem-bra terror y desconfianza en las comunida-

des, se desarticula el tejido social, se des-plaza y desarraiga a los pobladores. Nos ha tocado visitar a nuestros allegados y familiares, en diferentes cárceles del país, ya que bajo montajes judiciales basados en testimonios pagos a supuestos reinserta-dos, han encerrado y sometido a vejáme-nes a más de 2.000 araucanos, acusados de los delitos de Rebelión y Terrorismo, co-brándoles así, el haber reclamado sus de-rechos y los de sus comunidades. Los hijos han pasado al cuidado de terceros pues en vista que los maridos fueron encarcelados, nos tocó asumir el rol de madres y padres, teniendo que emplearnos en diferentes actividades con el ánimo de conseguir el sustento para la casa, a costa del bienestar físico y emocional de los pequeños. Más de 4.000 personas en condición de desplazamiento forzado, además de verse

Sin FronterasSin FronterasTrochando

Marzo de 2010 No. 2Valor: $1000 Correo e.: sinfronteras@organizacionessociales.org / Pág. web: www.organizacionessociales.org

Contenido

Editorial 2

Frente Popular Darío Santillán 3

En tiempo de elecciones Arauca se

convierte en un mErCADo PErSA 4

Administración de justicia o SECUESTro

ESTATAL? 5

Por qué SoCIALISmo?

Albert Einstein 6 y 7

BoyACá: un lugar en la hISTorIA de

Colombia 8

Calidad de la Educación 9

hECATomBrE en el sector Salud 10

Al Sur de la Frontera 10 y 11

TAUrAmEnA ha empezado a

DErroTAr el miedo 11

El PUEBLO ARAUCANO se menifiesta contra

los decretos de emergencia social 12

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obligados a abandonar sus bienes, sue-ños e ilusiones, reciben discriminación y estigmatización por parte de funcionarios estatales, no se les garantizan sus dere-chos sino que se les somete a convertirse en mendigos de subsidios asistencialistas que para nada solucionan su situación.

A los ya desolados campos araucanos, pro-ducto del desplazamiento, se suma los dife-rentes decretos y resoluciones que van en detrimento de los pocos campesinos que aún lo cultivan, entristece ver como se de-clara a Arauca zona de alta vigilancia por encontrarse en frontera con Venezuela y se obstaculiza la comercialización a precios justos de la ganadería bovina, no contentos con ello se prohíbe mediante resolución del ICA la comercialización del ganado porcino, aunado a ello la prohibición de la venta de leche cruda, siendo perjudicados los peque-ño productores.

Nuestras hijas e hijos que actualmente van a las escuelas, colegios y universidades a capacitarse para el futuro, serán involu-crados en el conflicto armado y social, a través del programa que se implantará inicialmente en Medellín, y con el cual el presidente Uribe trata de vincular a por lo menos 1.000 estudiantes como coope-rantes de la fuerzas militares, a cambio de una “bonificación” de CIEN MIL PESOS;

aprovechando una vez más el estado de vulnerabilidad social y económica de los colombianos, se expone a los jóvenes a la estigmatización generalizada y a las reta-liaciones de los actores armados.

La salud deja de ser un derecho para con-vertirse en una mercancía, las personas pasamos de seres humanos a clientes, el principio de humanidad desaparece en “emergencia social” cuando lo que im-porta son los activos familiares, el fin no es proteger los derechos fundamentales sino contribuir a las ganancias de las em-presas que comercializan con la vida y el bienestar nuestro.

Las mujeres y hombres somos explotados por un sueldo mensual que en la mayoría de los casos son contratados a través de cooperativas de trabajo, descargando al Estado de su responsabilidad social y pri-vando a los trabajadores de derechos con-quistados históricamente. Se habla cada año del alza en el salario mínimo, que para este lapso subió el 3,64%, pero para nada se menciona las jugosas ganancias obtenidas por los grandes empresarios y las empresas trasnaciona-les. Mientras estas últimas saquean nuestros recur-sos naturales, contaminan el ambiente, destruyen la naturaleza y llenan sus bolsillos, nosotros sufri-mos las consecuencias cli-máticas y el agotamiento de nuestra vida que fue entregada a su servicio.

A este desastre natural causado por las empresas multinacionales, explota-doras de los recursos, de-bemos apuntarle el daño que hemos causado noso-

tras, mujeres y hombres, quienes incons-ciente e irracionalmente destruimos con nuestras acciones, la belleza y bondad de la madre tierra; quemas, sobreproducción de basuras, mal uso de los caños y que-bradas, tala indiscriminada de árboles, la-vado de autos y motocicletas en las dife-rentes fuentes hídricas, caza de animales silvestres, etc., hacen parte de los miles de ataques permanentes que el entorno debe soportar de nuestra parte.

Hoy 7 de marzo de 2010, mujeres y hom-bres reunidas y reunidos en este lugar, nos queda el reafirmar nuestro compro-miso con la lucha social, recordemos que históricamente ha sido a través de la or-ganización y la unidad del pueblo explo-tado y oprimido, que se ha conquistado los derechos, recordemos ahora a esas 146 mujeres que murieron calcinadas por defender sus derechos, recordemos tam-bién a todas y cada una de las mujeres y hombres araucanas y araucanos, que han ofrendado su vida y su libertad por los in-tereses de las comunidades; tengamos en

cuenta que somos no-sotras y nosotros los llamados a construir una sociedad donde prevalezca el ser hu-manos y no el capital, donde las relaciones sociales se basen en el respeto, la reciproci-dad y la equidad entre hombres y mujeres.

POR DIGNIDAD, JUSTICIA E IGUALDADMUJERES ARAUCA-NAS PRESENTES, EN DEFENSA DE LA VIDA, LOS DERECHOS HUMANOS Y LA PER-MANENCIA EN NUES-TRO TERRITORIO.

Nuestra modesta opinión se deja leer de nuevo y entre líneas mostrará un pensa-miento renovador, una opinión libre de mi-crobios ideológicos que puedan confundir la sana mentalidad de nuestro pueblo. No tomaremos por costumbre el ser contesta-tarios ante la constante injuria que se ema-na de la prensa tradicional, apológica a las desgastadas formas de conducir la mentira que ha regido el destino del país.

Somos visionarios de un paradigma trans-formador de las condiciones de vida del ser humano y de la forma en que se relaciona como de la madre naturaleza; con años de trabajo y fidelidad a nuestros sueños, se construye desde este rincón de Colombia, un prototipo de país que poco a poco se abre espacios de comprensión y acepta-ción entre las comunidades autóctonas y foráneas. De ninguna manera ha sido fácil la construcción de nuestro edificio social, hemos transitado en la historia escenas que han ido moldeando la experiencia popular individual y colectiva, una práctica que nos ha permitido construir nuestra identidad política.

Es esta región una cantera de volcanes so-ciales en constante actividad, hombres y mujeres de mentalidad abierta, amantes de la libertad, la autodeterminación y la unidad de los humildes, seres humanos claros de la diferencia entre la verdad y la mentira, entre lo concreto y lo disperso, claros de lo terminado y lo inconcluso, de lo que se tiene y lo que falta y de lo que es necesario transformar para consolidar lo construido; en su mayoría, seres humanos herederos de indígenas, llaneros, altiplanenses y comune-ros, portadores de sangre libertaria incapa-ces de negarse a la lucha por la dignidad y la vida, por la libertad y la autonomía, por el territorio, por la soberanía y la libre es-cogencia de la nación que soñamos, lo que representa nuestra verdadera identidad cultural.

Cuando decimos no ser fácil la construcción del edificio social, es porque hasta el más humilde y desprevenido de los pobladores, lleva en su memoria las imborrables páginas de un libro manchado con sangre, cárcel y destierro, escritas por la infamia de un sis-tema que no renuncia a ser la sanguijuela política que desangra sin escrúpulos las ve-nas de la patria y que le entrega al imperio la mayor porción de la riqueza nacional.Resistir por tanto tiempo a un régimen re-

presivo y pervivir con las consignas a flor de labio, es sin lugar a dudas sinónimo de pun-donor, es un acto propio de los pueblos po-seedores de una memoria prodigiosa que cerró del todo las posibilidades al olvido y que así construyó su conciencia e identidad con la lucha social.

No desfallecer en la búsqueda de la ver-dadera justicia es el reto, impregnar a los despreocupados del deber soberano de ser dignos es una tarea, echar una mirada atrás para valorar nuestro pasado, es necesario para descubrirnos y atrevernos a generar un prospecto a la vida.

Hacer lo propuesto obliga a despertar la sa-biduría heredada de los antepasados y re-creada en la construcción cotidiana con las comunidades indígenas; todo planteamien-to debe ser analizado con sigilo político, pues nos encontramos en una época en la que fluyen los discursos seudoprogresistas, planteamientos aparentemente llenos de contenidos sociales, pero que solo son so-fismas que se prestan para que el sistema excluyente se de golpes de pecho, hacién-dose ver como democrático y participativo; en concreto, las posiciones reformistas solo atrasan el proceso de liberación social y po-lítica de una nación.

Equipo editorial:Organizaciones Sociales de Arauca

Colaboraron en este número:* Asociación de Educadores de Arauca - ASEDAR

* CED-INS

Equipo Sin Fronteras

Continuación día internacional de la mujer (viene de la portada)

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Movimientos SOCIALES

El Frente Popular Darío Santillán (FPDS) es una de las principales referencias de la generación de organizaciones jóvenes de la Argentina, formada mayoritariamente por hombres y mujeres cuyo promedio de edad no supera los 35 años, que provienen de la lucha social y que no han pasado por estructuras partidarias clásicas, lo que se expresa en la búsqueda permanente de (auto)superación de formas de organiza-ción popular, que logren combinar demo-cracia con eficacia. Sus antecedentes se encuentran en la segunda mitad de los ´90 en la batalla contra el neoliberalismo, se forjan en las fuertes luchas de la crisis del 2001-2002, y se consolidan organizativa e ideológicamente en los años posteriores.

Sin embargo, una mirada histórica nos per-mite encontrar vasos comunicantes con las generaciones del ´60 y ´70, influencia-das por la figura del Che y la revolución cubana, los procesos anticoloniales en África, la experiencia china, la guerra de Vietnam y el mayo francés. En lo local, las referencias más fuertes son la experiencia anarcosindicalista de principios del siglo XX; la pueblada del 17 de octubre del ´45 y la “resistencia peronista” (1955-1969); las rebeliones inauguradas por el Cordobazo (1969-1973); las coordinadoras interfabri-les de base (1974-1975) y las luchas de resis-tencia contra la dictadura (1976-1983). La rica experiencia de lucha de la clase obrera en nuestro país explica en parte porqué re-lativamente rápido, a pesar del duro golpe que significó la dictadura, pudieron cons-truirse movimientos territoriales urbanos que organizaron, frente a la nueva reali-dad de despidos masivos y exclusión, a los trabajadores/as, ahora “desocupados/as”. Esa es la base de los llamados “movimien-tos piqueteros”, que están, a su vez, a la base del FPDS.

El FRENTE POPULAR DARÍO SANTILLÁN, nacido de esta historia, a fines de 2004, es un MOVIMIENTO SOCIAL Y POLÍTICO, MULTISECTORIAL Y AUTÓNOMO, CON VO-CACIÓN REVOLUCIONARIA. Veamos qué

significa esto:

Se lo denomina FRENTE porque nace a par-tir de la confluencia de distintas organiza-ciones (mayoritariamente de trabajadores/as desocupados/as, pero también de otros sectores), con distintos perfiles ideológi-cos, pero que coincidían en el antiimperia-lismo, el anticapitalismo, la construcción del poder popular, y en la necesidad de transitar un proceso de unidad basado en el desarrollo de prácticas comunes y re-flexión compartida. Con ese piso de acuer-dos nos lanzamos a conformar una organi-zación unitaria.

La denominación de POPULAR se corres-ponde con la valoración de que en nues-tro país (y en el mundo), con las grandes transformaciones producidas en la eco-nomía capitalista en las últimas décadas, con la generación de “los/as excluidos/as” (caracterizados como “poblaciones excedentes”), la aparición de pequeños/as propietarios/as que son asalariados/as encubiertos/as y profesionales proletari-zados/as y, por otro lado, capas gerencia-les y burocráticas que sin ser dueños de los medios de producción comparten los beneficios del sistema, se han producido cambios que debemos considerar cuando pretendemos caracterizar al sujeto de las grandes transformaciones sociales.

Este sujeto ya no puede limitarse a la cla-se obrera ocupada formalmente, sino que abarca a un conjunto de sectores sociales que son víctimas directas o indirectas del capitalismo y que sólo pueden realizarse como tales en tanto protagonicen cambios revolucionarios, por lo que decimos que el sujeto es plural o multisectorial, y lo deno-minamos como pueblo trabajador, oprimi-dos, o “los de abajo”. Nuestra organización se denomina DARÍO SANTILLÁN en homenaje a un compañero que participaba en una de las organizacio-nes fundadoras del Frente (el Movimiento de Trabajadores Desocupados -MTD- de

Lanús) y que fue asesina-do junto a otro compañe-ro piquetero, Maximilano Kosteki, el 26 de junio de 2002, en una jornada de lucha desarrollada en el Puente Pueyrredón, Ave-llaneda, Provincia de Bue-nos Aires. Darío Santillán, asesinado a los 21 años, fue y es un referente muy importante, y en el acto en que da su vida por un compañero sintetiza los valores humanos y la con-ciencia política de las jó-venes generaciones que, desde un compromiso concreto con las reivin-dicaciones más urgentes de nuestro pueblo, luchan

con vocación de impulsar cambios revolu-cionarios.

Decimos que nuestro movimiento es MUL-TISECTORIAL porque, si es cierto que en su origen hay un peso decisivo de las or-ganizaciones territoriales urbanas, se han incorporado también agrupaciones estu-diantiles, sindicales y ambientales, expre-siones culturales, espacios de jóvenes, de mujeres y de intelectuales. Esto nos permi-te tener líneas de acción y resistencia para las diferentes esferas de la vida social, de la vida de nuestro pueblo.

Decimos que nuestro movimiento es AU-TÓNOMO, porque la reivindicación de la autonomía es parte de nuestra experiencia y de nuestra concepción. De nuestra ex-periencia, porque nuestros movimientos de desocupados/as se forjaron luchando por nuestro derecho a exigir y decidir so-bre el trabajo a realizar con los planes de

empleos, conquistados durante los prime-ros cortes de ruta que fueron brutalmen-te reprimidos, disputando con el aparato político clientelar mafioso de los partidos gobernantes (PJ y UCR). De nuestra con-cepción, porque nos definimos como in-dependientes del Estado, los partidos po-líticos, las iglesias, las ONG, y las centrales sindicales, y ejercemos nuestro derecho a decidir sobre nuestras acciones. Por ello decimos que la generación de nuestra po-lítica está en nuestras asambleas de base. Nos sentimos herederos de todas las expe-riencias históricas con vocación de promo-ver la autonomía política y organizativa de los/as trabajadores/as, de los de abajo.

Entendemos al CAMBIO SOCIAL como una práctica a promover cotidianamente y como un objetivo en el tiempo. En lo coti-diano, pensamos a nuestras propias cons-trucciones sociales y políticas como prefi-gurativas de una nueva sociedad. Por eso intentamos promover aquí y ahora nuevos valores, nuevas relaciones sociales y de tra-bajo, nuevas formas de luchar y de actuar políticamente, nuevas formas de relación entre mujeres y hombres, entre hijos y pa-dres, nuevas manifestaciones culturales.

Con respecto al objetivo en el tiempo, le ponemos el nombre de socialismo, asimi-lándolo a la idea de crear una sociedad sin explotadores, pero acordando que se-rán los propios pueblos que protagonicen esos cambios quienes darán contenidos a esas ideas. Por último, preferimos decir que tenemos VOCACIÓN REVOLUCIONA-RIA, a decir que somos revolucionarios/as, ya que sólo la historia y nuestro pueblo po-drán darnos esa categoría.

El FPDS agrupa entre de 4000 y 5000 muje-res y hombres de nuestro pueblo distribui-dos en las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Neuquén, Córdoba, San Luis, Santa Fe, Tucumán, Jujuy, Formosa y la Ciudad

En esta edición de Trochando Sin Fronteras, presentamos al pueblo Araucano y colom-biano a uno de los movimientos sociales que actualmente son referencia en América La-tina y con el que caminamos hacia la construcción de otro mundo posible y de la unidad Latinoamericana. Hace parte de la Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia y uno de sus integrantes visitará nuestra región en los próximos días.

Continúa en la pág. 3

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Contexto REGIONALEN TIEMPO DE ELECCIONES EL DEPARTAMENTO DE ARAUCA SE

CONVIERTE EN UN MERCADO PERSA¿Qué es la corrupción electoral? Es todo acto o procedimiento que atenta contra el legítimo y libre derecho al sufragio, y por lo general se traduce en una alteración o adulteración de la auténtica voluntad de los electores y en un fal-seamiento de los resultados electorales.La feria electoral en Colombia es un negocio más rentable que las pirámides: un candida-to al Senado o la Cámara de Representantes ofrece a un político regional devolverle la inversión que le hace al cederle los votos de sus clientelas cautivas con el compromiso de que su candidato, ya elegido, le pagará con la entrega de contratos, empleos públicos, nota-rías, hospitales, escuelas y otras instituciones, regalías y rentas públicas.

Apoyados en sesgadas encuestas de opinión, los usufructuarios de los grandes contratos del Estado y de las Rentas Nacionales utilizan toda clase de trampas, argucias y triquiñuelas para que se perpetúe en el poder el régimen al que deben sus beneficios.

En el departamento de Arauca podemos ver cómo las contiendas electorales se convierten en un mercado persa, en el que se ofrecen múltiples beneficios con el fin de comprar y manipular la intención de voto, sobre todo de las poblacio-nes más empobrecidas; el clientelis-mo y el amiguismo se ponen a la or-den del día.

Los candidatos utilizan los dineros pú-blicos o los programas del gobierno nacional, departamental y municipal con el fin de conseguir votos; claros ejemplos son Familias en Acción, Al-muerzos Calientes Para la Tercera Edad, las ayudas humanitarias para los desplazados, los subsidios de vivienda y Agro Ingreso Seguro; los politique-ros argumentan que estos programas y recursos han sido conseguidos con su propia gestión o que se acabarán si no votan por determinado candidato para convencer a los electores, jue-gan con las necesidades básicas de las personas para llegar al poder.

Lo anterior puede explicarse de la si-guiente manera: la mayor parte de la población es excluida, desplazada, empobrecida y despojada por el mismo siste-ma, convirtiéndola en una clientela fácil de ma-nipular, con la utilización de recursos que son sacados del presupuesto nacional y que de-berían ser invertidos para satisfacer todas las necesidades básicas y garantizar los derechos. En pocas palabras, el régimen que ocasiona la miseria luego se aprovecha de ella y termina

mostrándose como el benefactor de sus pro-pias víctimas.

Otras formas de corrupción electoral son el trasteo de votos, la usurpación de identidad, el impedimento por parte de los mismos funcio-narios a los ciudadanos que pretenden votar por los candidatos de oposición y las amena-zas a la gente para que voten por los partidos del régimen.

Casos evidentes de la corrupción en nuestra región son los siguientes: la declaratoria, por parte del Consejo de Estado, de la nulidad de la elección del entonces gobernador Freddy Forero Requiniva, por celebración indebida de contratos; también podemos recordar que el actual gobernador, Luis Ataya, quien se lanzó por el partido Cambio Radical, se le adelantó una investigación por la desviación de $2.000 millones de la empresa municipal de servicios públicos de Arauca, cuando era el gerente de dicha entidad; en las vallas publicitarias de la campaña se le vio al lado de Julio Acosta Ber-nal, a quien en ese entonces y todavía se le in-vestiga por sus vínculos con el paramilitarismo

y los asesinatos del Delegado de la Registradu-ría JUAN ALEJANDRO PLAZAS LOMÓNACO y del periodista EFRAÍN VARELA NORIEGA. Otros casos son los de ALBEIRO VANEGAS (candidato a la Cámara por el partido de la U), involucrado en el proceso por el homicidio de Orlando Reuto a manos de paramilitares y el caso de ADALBERTO JAIMES, quien luego de

persistentes denuncias contra JULIO ACOSTA, finalmente terminó de acuerdo con él y con el régimen que representa, en el marco de la dis-puta que se presentó con el resultado de las últimas elecciones para la gobernación.

Por otra parte, es de público conocimiento que en Colombia dos terceras partes de los miembros del Congreso Nacional están pre-sos o sometidos a juicio por sus vínculos con el paramilitarismo o con el narcotráfico, lo que sugiere que fue a través de estos poderes ile-gales que obtuvieron su triunfo electoral. Mu-chos de ellos han puesto testaferros (como

familiares y amigos) en las candida-turas, para continuar en el ejercicio de los cargos de elección popular.

Este es el nublado panorama que se presenta en las contiendas elec-torales: las patrañas políticas que caracterizan al sistema electoral del Estado colombiano, cuyos ten-táculos también abrazan al depar-tamento de Arauca. La violencia, la corrupción y la negligencia soportan a las instituciones Colombianas, y la población, atemorizada y empobre-cida, ¿qué puede esperar de unos gobernantes elegidos de esa mane-ra corrupta e ilegal?

En estas condiciones, el ejercicio del voto no es garantía para la legitimi-dad de una democracia, más aún si se tiene en cuenta que actualmente es el único mecanismo previsto para la participación del pueblo, el cual se limita a elegir a una persona para que tome decisiones en nombre de la gente, sin consultar sus necesida-des ni sus opiniones.

Esta situación no cambiará hasta que el pue-blo colombiano y en particular el araucano ha-gan frente a este fenómeno y desenmascaren el sistema supuestamente democrático, que cada tanto reelige a las mismas personas y maquinarias con el fin de perpetuar el régimen que oprime a los más pobres.

Continuación Frente Popular Darío Santillán (viene de la página anterior)

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A pesar que en nuestro país en la retórica constitucional, no existe la pena de muerte, por lo cual no habría lugar a hablar de ejecu-ciones legales mucho menos extrajudiciales, hemos venido denominando así aquellas con-ductas realizadas por efectivos de la fuerza pública o los aparatos de inteligencia estatal, contra la vida de dirigentes sociales, defenso-res de derechos humanos y demás poblado-res, presentando a las personas asesinadas como subversivos dados de baja en supues-tos combates.

Esta calificación se encuentra en concordan-cia con los instrumentos internacionales que se refieren a ejecuciones extralegales, arbitra-rias o sumarias para designar este tipo de ac-cionar, donde servidores públicos usan las ar-mas del Estado para, sin fórmula de juicio, vulnerando el más elemental de los deA Apesar que en nuestro país en la retórica constitucional, no existe la pena de muerte, por lo cual no habría lugar a hablar de ejecucio-nes legales mucho menos extrajudi-ciales, hemos venido denominando así aquellas conductas realizadas por efectivos de la fuerza pública o los aparatos de inteligencia estatal, contra la vida de dirigentes sociales, defensores de derechos humanos y demás pobladores, presentando a las personas asesinadas como sub-versivos dados de baja en supuestos comba-tes.

Esta calificación se encuentra en concordan-cia con los instrumentos internacionales que se refieren a ejecuciones extralegales, arbi-trarias o sumarias para designar este tipo de accionar, donde servidores públicos usan las armas del Estado para, sin fórmula de juicio, vulnerando el más elemental de los derechos y actuando por fuera de la ley, tomar la deci-sión de dar muerte a una persona.

Quienes son asesinados de esta forma, en la mayoría de los casos, son reportados como NN, no obstante haber sido retenidos, seña-lados, estigmatizados y torturados, con ante-rioridad por los victimarios. Las investigacio-nes son asumidas por la justicia penal militar; la escena del crimen es alterada y adecuada a los informes de la fuerza pública; las pruebas son escondidas o manipuladas, como meca-nismo para garantizar la impunidad. Luego de la manera como se ha presentado pública-mente el hecho, en la que el culpable resulta ser la víctima, las familias se ven intimidadas para adelantar las diligencias tendientes a exi-gir verdad, justicia, reparación integral y segu-ridad de no repetición.

La práctica criminal a la cual nos referimos, constituye uno de los ejes de la estrategia de agresión contra el pueblo colombiano, y ha tenido en los últimos tiempos notorio despliegue no sólo en los medios de comu-nicación sino además en las agendas de los órganos de justicia y control, los organismos defensores de derechos humanos naciona-les e internacionales y la Organización de las Naciones Unidas – ONU. A partir de informes de comisiones mundiales de verificación que visitaron nuestro país y el conocimiento de masivas desapariciones de jóvenes de Soacha (Cundinamarca) y otras regiones del país, quienes después de algunos días aparecían como miembros de grupos armados irregula-res dados de baja en combates con el ejército,

se dejó al descubierto esta macabra actua-ción, que desde hace mucho tiempo venían denunciando los familiares de las víctimas, las organizaciones sociales y ONGs, en lo que se ha conocido como los “falsos positivos”.

Según la Unidad de Derechos Humanos y De-recho Internacional Humanitario de la Fiscalía General de la Nación, hasta finales de octubre de este año, esa institución estaba investigan-do 1.273 casos con 2.070 víctimas, ha habido 38 condenas y hay cerca de 23 juicios en ca-mino. En el departamento de Arauca desde el año 2002, se pudieron documentar alrededor de cien casos de personas ejecutadas de esta manera.

Todos estos crímenes continúan en la impu-

nidad, no obstante los pocos avances que en materia de la investigación penal y disciplinaria se han venido teniendo en alguno de ellos, por lo menos, de cara a los autores materiales.

El señor Christian Salazar, director de la Ofi-cina en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, en diálogo con El Espectador, mostró la preocupación por estos asesinatos y la forma como se es-tán adelantando las investigaciones, lo mismo que por las amenazas contra los testigos, al respecto señaló:

“Nuestra posición ha sido clara, creemos que las ejecu-ciones extrajudiciales en Colombia no son hechos aisla-dos, sino una práctica muy extendida cometida por un importante número de unidades militares a lo largo del país. Cualquier caso que esté pasando es muy serio para las Fuerzas Armadas, pues deben velar por el derecho y la democracia… Nosotros ya hemos visto un intento de homicidio contra testigos en estos casos y conocemos de amenazas, entonces es importante reforzar una política de cero tolerancia con las ejecuciones extrajudiciales y que a los responsables los puedan condenar en forma co-rrecta. El hecho de que hayan surgido más casos nos da un panorama más claro de la dimensión del fenómeno y más personas —ya que el tema está a la luz pública— es-tán animándose a declarar y a denunciar.”

Ya antes, durante su visita al país, el Relator Especial de la ONU, había dicho “La preocupación más preponderante es la incidencia de los llamados ‘falsos positivos’…Un “reclutador” engaña a la vícti-ma… al poco tiempo de llegar, miembros del ejérci-to matan al individuo. Luego se manipula el lugar de los hechos para que parezca que la persona fue dada de baja legítimamente en el fragor de un combate. A menudo se hace una fotografía en la que sale vistien-do uniforme de guerrillero con un arma o granada en la mano…La expresión ‘falsos positivos’ brinda una suerte de aura técnica para describir la práctica que se caracterizaría mejor como el asesinato a sangre fría y premeditado de civiles inocentes, con fines de bene-ficio… He entrevistado a testigos y a supervivientes que describieron matanzas muy similares en los de-partamentos de Antioquia, Arauca, Valle del Cauca,

Casanare, Cesar, Córdoba, Huila, Meta, Norte de Santan-der, Putumayo, Santander, Sucre y Vichada. Una cantidad importante de unidades militares estaban involucradas en ello… Las cantidades mismas de casos, su repartición geográfica y la diversidad de unidades militares implica-das, indican que éstas fueron llevadas a cabo de una ma-nera más o menos sistemática, por una cantidad significa-tiva de elementos dentro del ejército .”

En el caso de los jóvenes campesinos asesina-dos por el ejército en la vereda San José Obre-ro (Fortul) en 1995, la Corte Suprema de Justi-cia acaba de pronunciarse, reconociendo que definitivamente no puede investigarse como un caso aislado ya que hace parte de una serie de casos de características particulares y que esa averiguación debe ir más allá de los auto-res materiales.

Así mismo, en relación con este tipo de casos, afirma la Corte que los res-ponsables de las ejecuciones presen-tan ante la opinión pública, a sus víc-timas como terroristas o subversivos abatidos en combate, que aportan a la investigación penal testimonios y actas de incautación de material de guerra que nunca entregan físi-camente, con el objetivo de mostrar aparentes logros en la lucha contra la delincuencia y de ocultar las eviden-cias y desviar la investigación.

Igualmente, la sentencia expresa:

“En esos eventos bajo el argumento y pretexto de que se trata de operaciones que se dan en zonas rurales con vegetación espesa, sectores boscosos, lugares monta-ñosos de difícil acceso, los actores no permiten el acce-so de funcionarios de la Fiscalía ni del Cuerpo Técnico de Investigaciones, y las lesiones contusas que revelan los cuerpos de los presuntamente abatidos en el combate, se las justifica sin mayores detalles como el resultado del arrastre que tuvieron que hacer de los mismos por suelos escarpados, tapizados de piedras y chamizos desde el sitio donde fueron abatidos hasta el lugar don-de luego son transportados en helicóptero para su eva-cuación.”

Finalmente, se resalta que las huellas dejadas por las armas de fuego en los cuerpos de las víctimas llevan a la conclusión de que éstas no se produjeron en un escenario de combates, sino que fueron ejecutadas extrajudicialmente.

Definitivamente, estamos frente a verdaderos y horrendos crímenes de lesa humanidad, co-metidos por un Estado que ejecuta los planes diseñados por el mundo imperial, para ase-gurar y expandir sus intereses económicos, representados en los mega-proyectos que las empresas transnacionales llevan a cabo en el país, a costa de la vida, sufrimientos, saqueo y expoliación de nuestros recursos, que no de-jan nada de positivo a las comunidades.

ADMINSTRACIÓN DE JUSTICIA O SECUESTRO ESTATAL?Derechos humanos

“Por conservar la libertad, la muerte, que es el último de los males, no debe temerse.” Marco Tulio Cicerón

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¿Debe quien no es un experto en cuestiones económicas y sociales opinar sobre el socia-lismo? Por una serie de razones creo que sí.

Permítasenos primero considerar la cuestión desde el punto de vista del conocimiento científico. Puede parecer que no haya dife-rencias metodológicas esenciales entre la astronomía y la economía: los científicos en ambos campos procuran descubrir leyes de aceptabilidad general para un grupo circuns-crito de fenómenos para hacer la interco-nexión de estos fenómenos tan claramente comprensible como sea posible. Pero en rea-lidad estas diferencias metodológicas exis-ten. El descubrimiento de leyes generales en el campo de la economía es difícil porque la observación de fenómenos económicos es afectada a menudo por muchos factores que son difícilmente evaluables por separado. Además, la experiencia que se ha acumulado desde el principio del llamado período civilizado de la historia humana —como es bien sabido— ha sido influida y limi-tada en gran parte por causas que no son de ninguna manera exclusivamente económicas en su origen. Por ejemplo, la mayoría de los grandes estados de la historia debieron su existencia a la con-quista. Los pueblos conquistadores se establecieron, legal y económicamente, como la clase privilegiada del país con-quistado. Se aseguraron para sí mismos el monopolio de la propiedad de la tie-rra y designaron un sacerdocio de entre sus propias filas. Los sacerdotes, con el control de la educación, hicieron de la división de la sociedad en clases una ins-titución permanente y crearon un siste-ma de valores por el cual la gente estaba a partir de entonces, en gran medida de forma inconsciente, dirigida en su com-portamiento social.

Pero la tradición histórica es, como se dice, de ayer; en ninguna parte hemos superado realmente lo que Thorstein Veblen llamó «la fase depredadora» del desarrollo humano. Los hechos econó-micos observables pertenecen a esa fase e incluso las leyes que podemos derivar de ellos no son aplicables a otras fases. Puesto que el verdadero propósito del socialismo es precisamente superar y avan-zar más allá de la fase depredadora del de-sarrollo humano, la ciencia económica en su estado actual puede arrojar poca luz sobre la sociedad socialista del futuro.

En 2° lugar, el socialismo está guiado hacia un fin ético-social. La ciencia, sin embargo, no puede establecer fines e, incluso menos, inculcarlos en los seres humanos; la ciencia puede proveer los medios con los que lograr ciertos fines. Pero los fines por sí mismos son concebidos por personas con altos idea-les éticos y —si estos fines no son endebles, sino vitales y vigorosos— son adoptados y llevados adelante por muchos seres huma-nos quienes, de forma semi-inconsciente, determinan la lenta evolución de la sociedad.Por estas razones, no debemos sobrestimar la ciencia y los métodos científicos cuando se trata de problemas humanos; y no debemos asumir que los expertos son los únicos que tienen derecho a expresarse en las cuestio-nes que afectan a la organización de la so-ciedad. Muchas voces han afirmado desde hace tiempo que la sociedad humana está pasando por una crisis, que su estabilidad ha sido gravemente dañada. Es característico

de tal situación que los individuos se sienten indiferentes o incluso hostiles hacia el grupo, pequeño o grande, al que pertenecen. Como ilustración, déjenme recordar aquí una expe-riencia personal. Discutí recientemente con un hombre inteligente y bien dispuesto la amenaza de otra guerra, que en mi opinión pondría en peligro seriamente la existencia de la humanidad, y subrayé que solamente una organización supranacional ofrecería protección frente a ese peligro. Frente a eso mi visitante, muy calmado y tranquilo, me dijo: «¿Por qué se opone usted tan profunda-mente a la desaparición de la raza humana?»Estoy seguro de que hace tan solo un siglo nadie habría hecho tan ligeramente una de-claración de esta clase. Es la declaración de un hombre que se ha esforzado inútilmente en lograr un equilibrio interior y que tiene más o menos perdida la esperanza de con-seguirlo. Es la expresión de la soledad dolo-

rosa y del aislamiento que mucha gente está sufriendo en la actualidad. ¿Cuál es la causa? ¿Hay una salida?

Es fácil plantear estas preguntas, pero difícil contestarlas con seguridad. Debo intentarlo, sin embargo, lo mejor que pueda, aunque soy muy consciente del hecho de que nues-tros sentimientos y esfuerzos son a menudo contradictorios y obscuros y que no pueden expresarse en fórmulas fáciles y simples.

El hombre es, a la vez, un ser solitario y un ser social. Como ser solitario, procura prote-ger su propia existencia y la de los que estén más cercanos a él, para satisfacer sus deseos personales, y para desarrollar sus capacida-des naturales. Como ser social, intenta ganar

reconocimiento y afecto de sus compañeros humanos, para compartir sus placeres, para confortarlos en sus dolores, y para mejorar sus condiciones de vida. Solo la existencia de estos diferentes y frecuentemente con-tradictorios objetivos por el carácter espe-cial del hombre, y su combinación específica determina el grado con el cual un individuo puede alcanzar un equilibrio interno y puede contribuir al bienestar de la sociedad. Es muy posible que la fuerza relativa de estas dos pulsiones esté, en lo fundamental, fijada he-reditariamente. Pero la personalidad que fi-nalmente emerge está determinada en gran parte por el ambiente en el cual un hombre se encuentra durante su desarrollo, por la es-tructura de la sociedad en la que crece, por la tradición de esa sociedad, y por su valoración de los tipos particulares de comportamiento. El concepto abstracto «sociedad» significa para el ser humano individual la suma total

de sus relaciones directas e indirectas con sus contemporáneos y con todas las per-sonas de generaciones anteriores. El indi-viduo puede pensar, sentirse, esforzarse, y trabajar por sí mismo; pero él depende tanto de la sociedad —en su existencia física, intelectual, y emocional— que es imposible concebirlo, o entenderlo, fuera del marco de la sociedad. Es la «sociedad» la que provee al hombre de alimento, ho-gar, herramientas de trabajo, lenguaje, formas de pensamiento, y la mayoría del contenido de su pensamiento; su vida es posible por el trabajo y las realizaciones de los muchos millones en el pasado y en el presente que se ocultan detrás de la pe-queña palabra «sociedad».

Es evidente, por lo tanto, que la depen-dencia del individuo de la sociedad es un hecho que no puede ser suprimido —exactamente como en el caso de las hor-migas y de las abejas. Sin embargo, mien-tras que la vida de las hormigas y de las abejas está fijada con rigidez en el más pe-queño detalle, los instintos hereditarios, el patrón social y las correlaciones de los seres humanos son muy susceptibles de cambio. La memoria, la capacidad de ha-cer combinaciones, el regalo de la comu-nicación oral han hecho posible progresos

entre los seres humanos que son dictados por necesidades biológicas. Tales progresos se manifiestan en tradiciones, instituciones, y organizaciones; en la literatura; en las rea-lizaciones científicas e ingenieriles; en las obras de arte. Esto explica que, en cierto sentido, el hombre puede influir en su vida y que puede jugar un papel en este proceso el pensamiento consciente y los deseos.

El hombre adquiere en el nacimiento, de for-ma hereditaria, una constitución biológica que debemos considerar fija e inalterable, incluyendo los impulsos naturales que son característicos de la especie humana. Duran-te su vida, adquiere una constitución cultural que adopta de la sociedad con la comunica-ción y a través de muchas otras clases de in-fluencia. Es esta constitución cultural la que, con el paso del tiempo, puede cambiar y la que determina en un grado muy importan-te la relación entre el individuo y la sociedad como la antropología moderna nos ha ense-ñado, con la investigación comparativa de las llamadas culturas primitivas, que el com-portamiento social de seres humanos puede diferenciar grandemente, dependiendo de patrones culturales que prevalecen y de los tipos de organización que predominan en

Opinion ALTERNATIVA¿Por qué SOCIALISMO?

Albert Einstein (Mayo de 1949)

...la mayoría de los grandes estados de la historia debie-

ron su existencia a la conquista... se establecieron,

legal y económicamente, como la clase privilegiada del

país conquistado

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la sociedad. Es en esto en lo que los que se están esforzando en mejorar la suerte del hombre pueden basar sus esperanzas: los seres humanos no están condenados, por su constitución biológica, a aniquilarse o a estar a la merced de un destino cruel, infligido por ellos mismos.

Si nos preguntamos cómo la estructura de la sociedad y de la actitud cultural del hom-bre deben ser cambiadas para hacer la vida humana tan satisfactoria como sea posible, debemos ser constantemente conscientes del hecho de que hay condiciones que no podemos modificar. Como mencioné antes, la naturaleza biológica del hombre es, para efectos prácticos, inmodificable. Además, los progresos tecnológicos y demográficos de los últimos siglos han creado condiciones que están aquí para quedarse. En poblacio-nes relativamente densas asentadas con bienes que son imprescindibles para su exis-tencia continuada, una división del trabajo extrema y un aparato altamente productivo son absolutamente necesarios. Los tiempos —que, mirando hacia atrás, parecen tan idí-licos— en los que individuos o grupos rela-tivamente pequeños podían ser totalmente autosuficientes se han ido para siempre. Es solo una leve exageración decir que la huma-nidad ahora constituye incluso una comuni-dad planetaria de producción y consumo.

Ahora he alcanzado el punto donde puedo indicar brevemente lo que para mí consti-tuye la esencia de la crisis de nuestro tiem-po. Se refiere a la relación del individuo con la sociedad. El individuo es más consciente que nunca de su dependencia de sociedad. Pero él no ve la dependencia como un he-cho positivo, como un lazo orgánico, como una fuerza protectora, sino como algo que amenaza sus derechos naturales, o incluso su existencia económica. Por otra parte, su posición en la sociedad es tal que sus pulsio-nes egoístas se están acentuando constan-temente, mientras que sus pulsiones socia-les, que son por naturaleza más débiles, se deterioran progresivamente. Todos los seres humanos, cualquiera que sea su posición en la sociedad, están sufriendo este proceso de deterioro. Presos, a sabiendas, de su propio egoísmo, se sienten inseguros, solos, y priva-dos del disfrute ingenuo, simple, y sencillo de la vida. El hombre sólo puede encontrar sentido a su vida, corta y arriesgada como es, dedicándose a la sociedad.

La anarquía económica de la sociedad capita-lista tal como existe hoy es, en mi opinión, la verdadera fuente del mal. Vemos ante noso-tros a una comunidad enorme de producto-res que se están esforzando incesantemen-te privándose de los frutos de su trabajo colectivo —no por la fuerza, sino en general en conformidad fiel con reglas legalmente establecidas. A este respecto, es importante señalar que los medios de producción —es decir, la capacidad productiva entera que es necesaria para producir bienes de consumo tanto como capital adicional— puede legal-mente ser, y en su mayor parte es, propiedad privada de particulares.

En aras de la simplicidad, en la discusión que sigue llamaré «trabajadores» a todos los que no compartan la propiedad de los medios de

producción — aunque esto no corresponda al uso habitual del término. Los propietarios de los medios de producción están en posi-ción de comprar la fuerza de trabajo del tra-bajador. Usando los medios de producción, el trabajador produce nuevos bienes que se convierten en propiedad del capitalista. El punto esencial en este proceso es la relación entre lo que produce el trabajador y lo que le es pagado, ambos medidos en valor real. En cuanto que el contrato de trabajo es «libre», lo que el trabajador recibe está determinado no por el valor real de los bienes que produ-ce, sino por sus necesidades mínimas y por la demanda de los capitalistas de fuerza de tra-bajo en relación con el número de trabajado-res compitiendo por trabajar. Es importante entender que incluso en teoría el salario del trabajador no está determinado por el valor de su producto.

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos, en parte debido a la compe-tencia entre los capitalistas, y en parte por-que el desarrollo tecnológico y el aumento de la división del trabajo animan la forma-ción de unidades de producción más gran-des a expensas de las más pequeñas. El re-sultado de este proceso es una oligarquía del capital privado cuyo enorme poder no se puede controlar con eficacia incluso en una sociedad organizada políticamente de forma democrática. Esto es así porque los miembros de los cuerpos legislativos son seleccionados por los partidos políticos, fi-nanciados en gran parte o influidos de otra manera por los capitalistas privados quie-nes, para todos los propósitos prácticos, separan al electorado de la legislatura. La consecuencia es que los representantes del pueblo de hecho no protegen suficiente-mente los intereses de los grupos no privi-legiados de la población. Por otra parte, bajo las condiciones existentes, los capitalistas privados inevitablemente controlan, directa o indirectamente, las fuentes principales de información (prensa, radio, educación). Es así extremadamente difícil, y de hecho en la mayoría de los casos absolutamente impo-sible, para el ciudadano individual obtener conclusiones objetivas y hacer un uso inteli-gente de sus derechos políticos.

La situación que prevalece en una economía basada en la propiedad privada del capital está así caracterizada en lo principal: prime-ro, los medios de la producción (capital) son poseídos de forma privada y los propieta-rios disponen de ellos como lo consideran oportuno; en segundo lugar, el contrato de trabajo es libre. Por supuesto, no existe una sociedad capitalista pura en este sentido. En particular, debe notarse que los trabajado-res, a través de luchas políticas largas y amar-gas, han tenido éxito en asegurar una forma algo mejorada de «contrato de trabajo libre» para ciertas categorías de trabajadores. Pero tomada en su conjunto, la economía ac-

tual no se diferencia mucho de capitalismo «puro». La producción está orientada hacia el beneficio, no hacia el uso. No está garan-tizado que todos los que tienen capacidad y quieran trabajar puedan encontrar empleo; existe casi siempre un «ejército de parados». El trabajador está constantemente atemori-

zado con perder su trabajo. Desde que para-dos y trabajadores mal pagados no propor-cionan un mercado rentable, la producción de los bienes de consumo está restringida, y la consecuencia es una gran privación. El progreso tecnológico produce con frecuen-cia más desempleo en vez de facilitar la car-ga del trabajo para todos. La motivación del beneficio, conjuntamente con la competen-cia entre capitalistas, es responsable de una inestabilidad en la acumulación y en la utiliza-ción del capital que conduce a depresiones cada vez más severas. La competencia ilimi-tada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a esa amputación de la conciencia social de los individuos que mencioné antes.

Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo. Nuestro siste-ma educativo entero sufre de este mal. Se inculca una actitud competitiva exagerada al estudiante, que es entrenado para adorar el éxito codicioso como preparación para su carrera futura.

Estoy convencido de que hay solamente un

camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialis-ta, acompañado por un sistema educativo orientado hacia metas sociales. En una eco-nomía así, los medios de producción son poseídos por la sociedad y utilizados de una forma planificada. Una economía planificada que ajuste la producción a las necesidades de la comunidad, distribuiría el trabajo a rea-lizar entre todos los capacitados para traba-jar y garantizaría un sustento a cada hombre, mujer, y niño. La educación del individuo, además de promover sus propias capacida-des naturales, procuraría desarrollar en él un sentido de la responsabilidad para sus com-pañeros-hombres en lugar de la glorificación del poder y del éxito que se da en nuestra sociedad actual.

Sin embargo, es necesario recordar que una economía planificada no es todavía socialis-mo. Una economía planificada puede estar acompañada de la completa esclavitud del individuo. La realización del socialismo re-quiere solucionar algunos problemas socio-políticos extremadamente difíciles: ¿cómo

es posible, con una centralización de gran envergadura del poder político y económi-co, evitar que la burocracia llegue a ser to-dopoderosa y arrogante? ¿Cómo pueden estar protegidos los derechos del individuo y cómo asegurar un contrapeso democrático al poder de la burocracia?

El capital privado tiende a concentrarse en pocas manos... El resultado de este proceso es

una oligarquía del capital privado.

Opinion ALTERNATIVA

La competencia ilimitada conduce a un desperdicio enorme de trabajo, y a la amputación de la conciencia social de los individuos.

Considero esta mutilación de los individuos el peor mal del capitalismo.

Estoy convencido de que hay solamente un camino para eliminar estos graves males: el establecimiento de una economía socialista

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BOYACÁ, UN LUGAR EN LA HISTORIA COLOMBIANA

Tierra del altiplano cundiboyacense, de la imponente cordillera de los Andes. Tierra de luchadores; testigo vivo y silen-cioso, cual majestuoso sistema de neva-dos y picos escarpados del Cocuy, de los episodios más impensables de la historia de América.

Su capital Tunja, fundada por los colo-nizadores españoles en 1539, luego de haber reducido a ruinas la legendaria ciu-dad indígena Hunza, capital del cacicato de los Zaques, nombre que proviene de las expresiones originarias de Junza o Tchunza, que significa Varón prudente, como llamaban los Chibchas al cacicato de los Zaques.

Anteriormente su extensión era mayor, pero en la actualidad parte de su terri-torio se anexó a otros departamentos como Casanare, Arauca y Santander, cuenta con 23.012 kilómetros cuadrados y una población aproximada de 1.315.579 habitantes, agrupados en 123 municipios.

Históricamente su economía, está basa-da en la agricultura, minería, industria metalúrgica, turismo y ganadería. Se destacan como centros históricos, natu-rales, industriales y culturales como Villa de Leyva, Paipa, Laguna de Tota, Mon-guí, Ráquira, Iza, Tibasosa, Tunja, Duitama, Muzo, Iza y Sogamoso entre otros.

Las familias precolombinas Muis-cas, Uwas, Laches, Muzos, Cuanes y Tecuas, pertenecientes a la gran civilización Chibcha, tuvieron un brillante desarrollo en los campos religioso, artesanal, arquitectó-nico, social, político, científico, y agrícola. Sus vestigios están re-presentados en las columnas Muis-cas, de funciones astronómicas y religiosas únicas en Colombia, los cojines de Zaque, rocas taladas por los Chibchas hace muchos siglos, ubicadas al occidente de Tunja, el museo paleontológico, que guarda piezas invalorables de esta civi-lización, el mono de la Pila, ubicado en la plaza principal de Tunja, representa el dios del silencio, por más de tres siglos la gente se proveía de agua de esta pila.

En sus parajes aún se siente la barbarie, la codicia y el engaño de aquella época que dejó el oscuro y largo trecho de genoci-dio, aculturación, desarraigo, desplaza-miento, saqueo y esclavitud del episodio histórico de la conquista y la colonia. La resistencia de los Muzos por más de vein-te años defendiendo el oro y las esmeral-das, las monumentales catedrales como imponentes templos que usurpaban los dioses de la civilización Chibcha y reem-plazaban sus lugares sagrados, entre los cuales se resalta: La catedral de Villa de Leyva, la capilla de San Laureano, el tem-plo de San Agustín, la iglesia de Moniqui-rá entre otros. La prohibición de hablar en lengua ancestral y de adorar sus dio-ses que llevó a los U’was al suicidio, en ese proceso de opresión donde se apli-caron mecanismos como las encomien-das, los resguardos y las mitas.

Las huellas libertarias aún caminan con la espada de Bolívar, la lanza de los llaneros Juan José Rondón e Inocencio Chincá y el rudo paramero, en las batallas que dieron la in-dependencia a Colombia, y sembraron la esperanza de libertad en el resto de Suramérica. Aquí están los monumentos vivos al heroísmo, al sacrificio y al amor a la libertad y a la patria de hombres y mu-jeres que ofrendaron sus vidas:

El monumento a los lan-ceros del Pantano de Vargas, destaca la acción heroica de los lanceros al mando de Juan José Rondón que salva la campaña admirable del liber-tador y debilita al ejército realista.

El puente de Boyacá, construido sobre el río Teatino, hoy centro turístico por ser el escenario de la batalla del 7 de Agosto de 1819, en la que se produjo el triunfo del ejército patriótico al mando de Bolí-var sobre las tropas realistas del oficial José María Barreiro.

En Villa de Leyva está: La casa de Ricaur-te ubicada en la plazuela de san Agustín,

la casa de Nariño, lugar donde murió el Precursor de la Independencia y el Jardín de los próceres con esbelta arquería y dóricos Romanos.

Por sus hondonadas, picos, planadas, veredas y poblados, aun se respira en el aire olor de las cenizas esparcidas de sembrados, graneros, cobertizos y cho-zas quemadas, se siente el rescoldo del trigo ardiendo y la marca de tristeza en los rostros envejecidos de los abuelos que no comprendieron los motivos de la violencia política, de la guerra entre el mismo pueblo: El ansia de po-der de los gamonales y caciques de los parti-dos tradicionales libe-ral y conservador; y los intereses imperialistas. Un período al que se le llamó “la época de la violencia”, cuyo deto-nante fue el magnicidio de Jorge Eliecer Gaitán,

crimen orquestado por el gobierno nor-teamericano y ejecutado por la oligar-quía nacional.

Hoy cabalga por esos mismos senderos libertarios, llenos de historia, el pueblo que sigue esperanzado en ser libre. Hom-bres y mujeres que se arman de valor y conciencia para defender sus tierras, sus riquezas naturales, su cultura y la sobe-ranía.

Aquí renace la voz y el brazo fuerte que empuña las ideas libertarias de Bolívar, contra empresarios, industriales, políti-cos, banqueros, que alimentan su codi-cia con la violencia oficial y paramilitar con la que se masacra y destierra al pue-

blo, contra las empresas transna-cionales y el capital financiero .

Son muchas las riquezas naturales que atraen la ambición de capita-listas nacionales y extranjero: Las minas de oro y de esmeraldas en Muzo, Acerías Paz del Río, en So-gamoso, las minas de carbón y los yacimientos petroleros en Puerto Boyacá, la Sierra Nevada del Cocuy y Guicán, ecosistema de gran im-portancia para la humanidad ame-nazado por la industria del turismo y la privatización de las fuentes de agua; el Páramo de Pisba, el Par-que Natural Nacional de Iguaque, el lago de Sochagota en Paipa y la laguna de Tota, entre otras.

Boyacá también es cultura. Resalta la poesía lírica de Julio Flores, la literatura infantil y teatro de Jairo Aníbal Niño y la novela de Fernando Soto Aparicio en-tre los innumerables hombres y mujeres dedicados a las letras, la pintura, escul-tura y artesanías, oriundos de esta re-gión del país; así mismo las expresiones culturales y tradicionales representadas en las fiestas patronales de cada uno de sus municipios como forma de mantener viva la unidad de sus gentes.

Nuestra HISTORIA

Monumento Los Lanceros - Pantano de Vargas

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Promocion SOCIALCALIDAD DE LA EDUCACIÓN

Los elementos fundamentales para definir la calidad de la educación, se agrupan en dos grandes dimensiones:

1. Lo exógeno (por fuera), al propio sistema educativo, que expresa los requerimientos concretos que hace la sociedad a la educa-ción (definiciones político-ideológicas) que son los fines y objetivos de la educación.

2. Las opciones técnicas o pedagógicas para alcanzarlas o sistema educativo.

Las definiciones correspondientes a la pri-mera dimensión se derivan de demandas y requerimientos que el cuerpo social hace a la educación. La demanda más global es la responsabilidad por la generación del cono-cimiento.

La demanda que hace la educación a los subsistemas sociales más relacionados con ella son:

1. El sistema cultural: La formación de identidad nacional, es decir, de ciertos va-lores que aseguren el orden social que está funcionando. 2. El sistema político: La educación en la participación democrática en la vida po-lítica de la sociedad a partir de ciertos va-lores y comportamientos específicos que la escuela debe contribuir decisivamente a formar. 3. El sistema económico: La formación para el mundo productivo y el aporte cientí-fico para el desarrollo.

Ahora bien, de la naturaleza de la ideología curricular predominante en la sociedad, de-pende el contenido que han de adoptar las demandas anteriores y en consecuencia se formará uno u otro criterio acerca de lo que significa calidad de la educación.

Todo estudio serio acerca de la calidad de la educación re-quiere tener en cuenta el fenó-meno educativo desde dos pers-pectivas: La del proceso y la del resultado, y por lo tanto deberá analizar todos los elementos tras-cendentes que tienen un lugar propio y determi-nante en el proce-so de formación del hombre. Por tanto, debemos mantenernos alerta ante las concepciones nacionales en donde se entiende calidad de la educación como rendimiento escolar.

Tan estrecha concepción no refleja la esen-cia humana del hombre y su comprensión como ser social. Luego, el proceso de eva-luación, no solo debería circunscribirse a un único aspecto, sino extenderse a todo el proceso educativo: es el sistema escolar en su conjunto y la pluralidad de sus agentes los que deben ser sistemáticamente evalua-dos.

En la ideología de la reconstrucción social, la relevancia del proceso educativo se refie-re a:

a. La atracción emocional que el alumno tiene con respecto al contenido cuando lo identifica como importante para él y estimu-la su interés, es decir, que podrá aprender y dar a lo aprendido un uso efectivo solamen-te si vinculan ese contenido con aspectos que ven como necesarios.

b. La calidad de la educación se evalúa en re-lación al grado en que el sistema educativo responde a las demandas de la población. c. El currículo debe ser flexible para permi-tirle adecuarse a la diversidad de la pobla-ción.

Ciertamente pensamos que el problema de la calidad de la educación y su mejora-miento implica un enfoque desde el sujeto, desde el que aprende, el alumno. Resituar la centralidad del sujeto en las concepcio-nes de la calidad educativa, significa que la administración eficiente del sistema, los recursos materiales, el financiamiento, los recursos pedagógicos e incluso el perfec-cionamiento docente, están en función, y no deberíamos olvidarlo, del aprendizaje del alumno, de la relación pedagógica que ocurre cotidianamente en las escuelas.

Para nuestra sociedad no debe ser la forma-ción de un recurso humano idóneo el ob-jetivo esencial de la educación sino el que cada hombre se desarrolle plenamente en correspondencia con sus potencialidades, y esté en capacidad, disposición y talento al servicio de la sociedad.

Por otra parte, la educación no solo debe posibilitar el dominio de un saber, sino tam-bién el “saber hacer” y el “saber ser”. Esto último está determinado por la formación de un conjunto de cualidades de la perso-nalidad, las cuales deben nacer de la interio-rización de los mejores valores humanos y universales.

Preparar a la próxima genera-ción de colombia-nos para asumir posiciones en el mundo moderno y llevar una vida satisfactoria exi-ge la creación de nuevos sistemas educativos. La alta calidad en la educación es de-terminante en la preparación de ciudadanos res-ponsables y en la formación acadé-

mica integral.

La meta del sistema educativo colombiano debe ser el óptimo desarrollo del saber, la dignidad humana, la solidaridad colectiva, la conciencia social y ecológica tanto global como local. Esto solo se logra si se trasfor-man las estructuras fundamentales y se su-ministran elementos que permitan la mejor y más pertinente aplicación del saber, ele-mentos que puedan adaptarse a situacio-nes reales en continua transformación.

Por otra parte, mientras que la mayoría de los países desarrollados destinan entre el 5% y el 7% del producto interno bruto (PIB) a la inversión pública en educación, en Co-

lombia esa cifra no alcanza el 3%. Si se tiene en cuenta además la inversión privada en educación, la inversión total podría llegar al 4% del PIB.

La inexistencia, además, de currículos inte-gradores que estimulen la creatividad y fo-m e n t e n las des-trezas su-periores de pen-s a m i e n -to, rebaja aun más el nivel de edu-cación en C o l o m -bia.

La ense-ñ a n z a , entendi -da como una instrucción rígida, metódica y orientada a los aprendizajes observables es todavía la que predomina entre nosotros, a pesar de que a nivel mundial se está consolidando una concepción de las pedagogías orienta-das a la construcción del conocimiento, en las cuales se busca propiciar un conjunto amplio y variado de experiencias inscritas en contextos complejos que promueven efectivamente el aprender.

Para la misión de ciencia, educación y desa-rrollo, calidad en la educación, se entiende como la coherencia de todos los factores de un sistema educativo que colma las expec-tativas de una sociedad y de sus más críticos exponentes. Por lo tanto, incluye la calidad de los insumos materiales y financieros que entran en él, entre los cuales los educandos y los educadores son los más importantes, aunque no los únicos; la de los procesos que ocurren día a día; la de los ambientes en los que ocurren esos procesos, y la de los productos del sistema, medidas todas ellas de múltiples maneras y no sólo por indica-dores de rendimiento académico.

Se necesita lograr que el 100% de los colom-bianos entre tres y dieciocho años estén escolarizados en ambientes propicios a su formación integral. Es necesario dar cumpli-miento al artículo 67 de la constitución polí-tica, sin sacrificar la búsqueda de la calidad por razones de cobertura. Estamos seguros de que pueden lograrse simultáneamente ambas metas; mas aun, sin alta calidad no podrá lograrse plena cobertura, pues los es-tudiantes se retiraran pronto de un sistema escolar formal que no responde a sus anhe-los y necesidades.

Dar prioridad, en los recursos del situado fiscal y en los planes municipales de educa-ción, a los niveles preescolar y básico con el fin de garantizar la cobertura total con cali-dad y equidad.

Crear un sistema general de atención inte-gral a la infancia para articular los diversos programas que tengan relación con la edu-cación inicial para los niños de 0-5a años, ya sean del Ministerio de Educación Nacional, del Ministerio de la Protección Social, del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), de organizaciones privadas o mix-tas, de las familias o de las comunidades.

Por: Asociación de Educadores de Arauca - ASEDAR

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AL SUR DE LA FRONTERABonito y sugestivo título para una película que pretende mostrar al público aficionado al cine en la comunidad europea y en Esta-dos Unidos todo lo contrario que los me-dios de comunicación privados muestran del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, y los demás líderes políticos de izquierda de Latinoamérica, como son: Evo Morales, Ra-fael Correa, Daniel Ortega, Cristina Kirsch-ner y Lula Da Silva.

El documental fue elaborado por el guionis-ta, escritor e historiador Tarig Alí, quien lo presentó el año pasado en el el Festival In-ternacional de Cine de Venecia (Italia).El trabajo de este intelectual comprometido con la verdad histórica de los pueblos Sura-mericanos es, por medio de la entrevista

a los líderes revolucionarios, demostrar al público europeo y estadounidense que los medios de comunicación privados y aque-llos oficiales controlados por los gobiernos de derecha desfiguran las realidades polí-ticas, sociales, culturales y económicas, en defensa de sus propios intereses que son obviamente los intereses de las oligarquías nacionales y del imperialismo mundial.

Por medio de ese trabajo, nos enseña quié-nes son, qué piensan, cómo sienten estos líderes que están a la cabeza de sus respec-tivos pueblos y en busca del sueño históri-co que inspiró y llevó a la acción a muchos Latinoamericanos, grandes que es la unidad en una sola Nación de América Latina, em-pezando al sur del Río Bravo -que marca la frontera de México con los Estados Unidos-

Cultura Por: Alejandro Álvarez P.

Promocion SOCIAL

Los colombianos durante los últimos meses hemos sido testigos de cómo desde los Minis-terios de Protección social y de Hacienda, se adoptaron medidas extraordinarias para con-trarrestar la crisis del sector salud, amparadas en la declaratoria de emergencia social decre-tada el pasado 23 de diciembre. Hasta aquí, esto no pasaría de ser una respuesta guberna-mental ante las evidentes fallas estructurales de nuestro sistema de seguridad social; pero el alto grado de improvisación, su evidente sesgo favoreciendo a los conglomerados eco-nómicos que se han apoderado del “negocio de la salud” y las imposiciones restrictivas que amenazan la autonomía del criterio médi-co, han despertado un sentimiento unánime de rechazo hacia dichos decretos.

La expectativa generalizada por conocer el enfoque de los decretos de emergencia social se diluyó rápidamente al revelarse su conte-nido. Bastó solo un momento para reconocer en ellos un claro enfoque coercitivo hacia mé-dicos y odontólogos, para identificar que el déficit financiero del sistema espera ser sub-sanado exclusivamente a costa de los aportes de los maltrechos contribuyentes colombia-nos y para entender que la ya de por sí dete-riorada calidad de la atención en salud está recibiendo un golpe fulminante.

Por ningún lado se contemplan normas que persigan disminuir la corrupción administrati-va campante en el sistema, erradicar la inter-mediación innecesaria de la Empresas Promo-

toras de Servicios de Salud (E. P. S. y A. R. S.), ni mucho menos el mejoramiento del flujo de recursos hacia las Instituciones Prestadoras de Servicios, tanto de la red pública como de la privada.

Aún estamos esperando una explicación convincente del Gobierno Nacional sobre lo que significa la definición del Plan Obli-gatorio de Salud (POS) para todos los co-lombianos, según la cual se “priorizará la promoción de la salud, la prevención de la enfermedad y las atenciones de baja com-plejidad”. Lo anterior además de ser am-biguo, deja la puerta abierta para que los pacientes que padecen enfermedades de alto costo pierdan derechos adquiridos y para que los avivatos que abundan en las altas esferas administrativas del sistema, se nieguen o coloquen múltiples trabas para la atención de los usuarios.

Al parecer, la inspiración de los asesores y consultores que cobraron millonarias sumas al Ministerio de Protección Social para la re-dacción de los decretos en mención, no alcan-zó para especificar en que forma se unificarán los Plan Obligatorio de Salud (POS) subsidia-do y contributivo, cómo se logrará por fin que el Fondo de Solidaridad y Garantías (FOSYGA) pague lo que le adeuda desde hace muchísi-mos años a la red de prestadores de servicios, cómo se puede garantizar que los usuarios no tengan que recurrir permanentemente a la tutela para recibir atención y quién asumirá el costo de las ahora llamadas prestaciones ex-cepcionales en salud.

Al conocer detalles específicos sobre la de-claratoria de emergencia social, nos queda la inquietud del porqué se contrataron agentes externos al ministerio para esta labor, porqué se pagaron cifras tan altas, porqué dichos contratistas no se declararon impedidos por conflicto de intereses si tienen claros vínculos con instituciones y empresas del sector que se ven ampliamente beneficiadas con el con-tenido de los decretos.

Bien sea ineptitud, improvisación, corrupción o una mezcla de ellas, queda claro que los re-versazos que ha tenido que dar el gobierno en este tema lo han dejado muy mal parado ante la opinión pública. Y es que no tiene pre-sentación que se promulgue que un paciente deberá destinar sus ahorros o sus cesantías para el pago de un evento NO POS, o que para recibir dicha atención el sistema de salud

se encargará de establecer su capacidad de pago mediante el cruce de bases de datos y bancos de información y el análisis de su patri-monio personal y familiar.

Los decretos de emergencia social nos han quedado debiendo las soluciones a las fallas estructurales del sistema de salud colombia-no, profundizadas a causa de la imposición de la Ley 100 (promovida por Uribe cuando era senador), nos han mostrado que, irónicamen-te, la salud queda dependiendo en mayor pro-porción de quienes pagan impuesto al licor y al tabaco (es decir, los consumidores) y nos han reconfirmado que nuestra salud está en manos de un gobierno que defiende los inte-reses de las empresas y de los conglomerados económicos en detrimento de nuestros dere-chos.

Profesionales agremiados e independientes, la academia, asociaciones de usuarios y múl-tiples sectores sociales, hemos expresado abiertamente nuestra oposición a los decre-tos de emergencia social. Nos queda esperar que la Corte Constitucional, en consecuencia con la movilización social de la mayoría de los colombianos, emita un fallo que corresponda a las funciones consagradas en la Constitu-ción y ponga en evidencia la invalidez jurídica de tales normas.

Nota del autor: Esta declaratoria de emergen-cia social está tan predestinada a fracasar que hasta el mismísimo Procurador General, con todo y su subordinación al ejecutivo, ha solici-tado a la Corte Constitucional declarar inexe-quible la totalidad de los decretos promulga-dos bajo el amparo de esta norma.

HECATOMBE EN EL SECTOR SALUDCarlos Alberto Sánchez Arango, Epidemiólogo. Ms. Cs.

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Nuestro Norte es el Sur!

Nuestra ecoNomia

Hablar de los hallazgos petroleros de Cu-siana y Cupiagua, de su operadora la mul-tinacional británica British Petroleum, o BP como se le conoce, de las luchas de los campesinos casanareños porque esta bonanza petrolera le garantice a su re-gión un buen nivel de desarrollo, no ten-dría mayor relevancia de no ser porque en el presente, estas comunidades si-guen en la encrucijada.

En 1996, apenas dos años de haber co-menzado la producción de petróleo por cuenta de BP y sus asociadas; tam-bién la ola de asesinatos, la represión al movimiento campesino y las viola-ciones a los derechos humanos de los habitantes de la región ya era preocu-pante, esa situación llamo la atención a personalidades y medios nacionales y extranjeros, diarios como el britá-nico The Observer envió al reportero David Harrison a Casanare y, el 3 de noviembre, publicó un reportaje de una página en el que trataba la rela-ción entre BP y el Ejército nacional colombiano, así como la violencia e intimidación usada para disuadir a los empleados de ejercer su derecho a la huelga*.

Cusiana y Cupiagua le han significado jugosas utilidades a la BP por más de mil millones de barriles de crudo extraí-do, en tanto que al pueblo casanareño, en este mismo periodo le viene costan-do más de 2553 desaparecidos** y un estimado de 9,983 muertes violentas en el periodo 1998-2005***. Sin tasar los daños ambientales y el desangre por la extracción del oro negro. Por supuesto!, han construido unos cuantos kilómetros de pavimento y otras obras en las cabe-ceras municipales que sólo han servido para justificar las mal llamadas regalías

petroleras que en ultimas han parado en el bolsillo de los grupos paramilita-res y en las cuentas de los gamonales políticos de la región.

Es en este escenario que los trabaja-dores de la petrolera en el municipio de Tauramena se ven abocados a ini-ciar un paro laboral, desde el pasado 23 de enero como medida de reclama-ción por un salario justo y unas condi-ciones laborales dignas; en respuesta a la protesta, la tarde del mismo día les fue notificado el despido y el 15 de febrero en el lugar de paro fueron

atacados por un escuadrón del ESMAD que superaba en número y sin mediar palabra golpeaban a los inermes trabaja-dores, comerciantes y transportistas allí presente, cosa que provoco malestar en la población tauramenera que se sumó masivamente a la movilización, no sólo para reclamar ajustes salariales, sino para exigir inversión social, y condicio-nes de vida digna en la región.

Lo ocurrido el 15 de febrero en Taura-

mena no es más que la manifestación de un gobierno que desprecia y atropella al pueblo trabajador y coloca toda su fuer-za y presupuesto a favor y en protección de las empresas que extraen y saquean los recursos del país. En respuesta a tanta indolencia, las comunidades de barrios y veredas de la región, los traba-jadores de otras localidades petroleras se fueron sumando, y acompañados por una delegación nacional, de organiza-ciones ambientalistas, defensoras de los derechos humanos, indígenas, académi-cos y medios de comunicación se dieron cita el 6 y 7 de marzo para continuar la siguiente etapa del movimiento, es decir la discusión y construcción colectiva de

las peticiones que llevaran a las mesas temáticas a partir del día 23 de marzo, fecha acordada entre la BP y comunidad para iniciar concertaciones. El resultado de ese trabajo se vio reflejado en la masi-va asistencia a la asamblea en el coliseo municipal, allí hombres y mujeres veni-dos de varias partes, con un sólo deseo, ¡que se haga justicia! ante la explotación y permanentes violaciones de sus dere-chos por parte de BP durante el proceso de explotación petrolera.

Este escenario, democrático, amplio, plu-ralista, permitió visibilizar a quienes han sufrido esos atropellos, sus testimonios de viva voz son la prueba contundente del costo que han asumido por estar en un territorio que la naturaleza doto de un potencial petrolero, sus historias de vida tienen un valor incalculable para la comunidad y el proceso del movimiento. El trabajo asambleario y en las comisio-nes se caracterizó por la participación, la disciplina y el respeto; las ideas fueron apareciendo producto de las necesida-des de las comunidades, quienes en su

lenguaje identificaron cuales derechos han sido violados por la BP y el estado colombiano, destacándose: el derecho a la vida, al trabajo y al medio ambien-te sano.

Frente a las turbias actuaciones de BP al intentar dividir la comunidad, despedir los trabajadores lugareños y traer personal del interior del país con-tratados a través de ilegítimas bolsas de empleo, todo por no reconocer la justas exigencias de los casanareños; las comunidades han encontrado un elemento de identidad, “el movimien-

to por la dignidad de Casanare” que se debe reflejar en avanzar por la vía de la unidad dando un paso más, Tauramena ha empezado a derrotar el miedo, re-conocen que el camino es largo y duro, pero es un deber histórico con sus hijos y nietos, recorrerlo.

Notas:*Harrison, David, “Oilmen dread Colombian ‘kiss’”, en The Observer, Londres, nov. 3 de 1996.**Daniel Guzmán, Tamy Guberek, Amelia Hoover y Pa-trick Ball. Los desaparecidos de Casanare. Oct 31 de 2007. http://www.hrdag.org***Casanare: Exhumando el genocidio. COSPACC. Ban-co de Datos de Derechos Humanos y Violencia Política del CINEP

TAURAMENA HA EMPEZADO A DERROTAR EL MIEDOPor: Corporación Social Para la Asesoría y Capacitación Comunitaria COS-PACC

hasta la Patagonia, incluyendo nuestras is-las Malvinas, al sur del continente; lo que los revolucionarios venezolanos llaman con razón histórica “en busca de la patria gran-de”.

La razón de ser de este documental es, prin-cipalmente, que las gentes en general, una vez lo hayan visto, se formen sus propios criterios y opiniones en torno a estos vitales hombres. Esta película pone de manifiesto y a la luz del día la discusión de los grandes problemas sociales que aquejan a los pue-blos de Nuestra América.

Qué bueno, interesante y necesario fuera que los Araucanos en general y en especial los habitantes de la región del Sarare, habi-

tada por comunidades laboriosas, empren-dedoras y luchadoras tuvieran la oportuni-dad de ver esta película, para que, no sólo se formen su propia opinión de estos pro-cesos revolucionarios, sino también -que es lomás importante- comprendan cómo és-tos benefician a los sectores del pueblo más pobres y más excluidos, así como a las minorías étnicas como los afrocolom-bianos e indígenas y otros sectores sociales, en el sentido cristiano y hu-manista de dirigir todos los esfuerzos humanos y recursos materiales a ayu-dar a salir de la miseria y la ignorancia a los más pobres de nuestra sociedad.

Ojalá estas humildes líneas motiven a algún sector de las Organizaciones

Sociales del departamento de Arauca para hacer las diligencias en Bogotá o tal vez en Caracas para conseguir algunas copias de esta película con el objeto de promover el cine-foro en las diferentes comunidades como práctica de educación y promoción político social.

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Movimientos SOCIALESEL PuEbLo araucaNo sE MaNifiEsta coNtra Los

dEcrEtos dE EMErgENcia sociaLLas Organizaciones Sociales de Arauca, convocaron para el 18 de febrero pasado una moviliza-ción en los diferentes municipios del depar-tamento, a fin de pro-testar contra los de-cretos de emergencia social y las políticas neoliberales del go-bierno de Uribe, el autoritarismo, la vio-lación de la soberanía nacional, la militari-zación de la vida, la persistente y sistemá-tica violación de los derechos humanos y del derecho interna-cional humanitario, el desplazamiento forzado, las desapa-riciones, las ejecucio-nes extrajudiciales y las capturas masivas.

En Saravena, más de 1.200 personas recorrieron las calles céntri-cas del casco urbano, expresando su recha-zo frente a esta nueva agresión contra la sa-lud y la vida digna del pueblo colombiano. Como era de esperarse, los manifestantes fueron objeto de la “política de seguridad democrática”, esta vez en cabeza de la Poli-cía Nacional, institución que demostró cuál es su papel dentro de la estrategia de repre-sión estatal: Cuando la marcha transitaba por el parque principal de Saravena, una per-sona vestida de civil filmaba a los dirigentes sociales, políticos y defensores de derechos humanos desde una de las garitas de la po-licía; al ser sorprendido por los marchantes salió de la garita y rápidamente se escondió en una casa custodiada por funcionarios de la policía, dentro del cordón de seguridad. Los marchantes que se acercaron para ave-riguar quién era el sujeto y cuál el objetivo de la filmación, no recibieron ninguna res-puesta clara por parte de los funcionarios

policiales, quienes inicialmente manifesta-ron que era un civil, para posteriormente

reconocer que sí era un agente de policía. Pero más grave aún resultó la amenaza pro-ferida por el Mayor JUAN CARLOS GÓMEZ contra y el dirigente social del sector juvenil PEDRO POVEDA, lo cual fue denun-ciado públicamente en su momento.

Este tipo de procedimientos (las fil-maciones y fotografías) se han utili-zado en nuestra región para suminis-trar información a los paramilitares o para judicializar a los dirigentes y pobladores del departamento; toda-vía permanece en la memoria de los araucanos las bandas sicariales que vivían en los cordones de seguridad de la policía de Saravena y que des-de allí, con el respaldo y apoyo de esa institución, salían a amenazar, extor-sionar y asesinar a los pobladores.

En muchos de los procesos judiciales seguidos contra los habitantes del

departamento de Arauca, los señalamientos e imputaciones precisamente se refieren

a su participación en paros, marchas y movilizaciones de oposición y pro-testa contra el Es-tado colombiano.

Pero más allá de las agresiones, fue-ron muchos los sectores que par-ticiparon en esta importante mani-festación: profe-sores, estudiantes, campesinos, jóve-nes, trabajadores y pobladores en general demostra-ron, una vez más, que el pueblo arau-cano continúa re-sistiéndose a des-aparecer a manos del Estado y que

permanece incólume en su lucha por la vida y la permanencia en el territorio.

Sujeto filmando la marcha desde el interior de una garita del cordón de seguridad

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