Politica, Medios y Saqueos
-
Upload
nicolas-pierri -
Category
Documents
-
view
161 -
download
0
Transcript of Politica, Medios y Saqueos
Política, Medios de Comunicación y SaqueosLas zonas grises en la crisis argentina de 2001
Nicolás PierriUniversidad Nacional de Luján
Introducción
En el marco de la crisis que sacudió a la Argentina en el mes de diciembre de 2001 -
cuyo carácter inédito estaba dado por tratarse de un fenómeno a la vez político,
económico y social - los saqueos o demandas violentas de alimentos constituyen tal vez
el episodio de más compleja aprehensión, y por ende de mayor dificultad explicativa1.
Se trata de un fenómeno fuera de lo común, inesperado, desordenado, donde ningún
movimiento social organizado se adjudica su ejecución. A simple vista era gente con
hambre, y sobre todo con bronca, que colectivamente decidió pasar a la acción, tomando
por la fuerza lo que el Estado y la agobiante situación social les negaban.
Este singular período ha sido abordado desde distintas ópticas dentro del ámbito
académico. Aunque se trata de una producción escasa, existen algunos trabajos
significativos que permiten un acercamiento a dicho fenómeno. Una referencia
ineludible, por ejemplo, es el ensayo de Raúl Fradkin, el cual describe y analiza las
jornadas de diciembre de 2001 apoyándose en la evidencia periodística y en su vivencia
personal. Para Fradkin la “rebelión popular” adoptó múltiples escenarios y formas,
abarcando desde los episodios de saqueos hasta las manifestaciones conocidas como
“cacerolazos”. Al comentar específicamente los saqueos, Fradkin caracteriza las
motivaciones que vehiculizaron la acción en el orden de un “estallido de ira popular”,
que se desarrolló por “fuera de las organizaciones sociales y políticas”2. Es más, en su
análisis plantea que la politización de los saqueos es una maniobra de los medios para
quitar legitimidad a la revuelta; en sus propios términos: “La información periodística
permite sostener que hubo operaciones de manipulación de diverso tipo,
particularmente en los saqueos del Gran Buenos Aires. (…) El discurso mediático,
consideraba la acción de los ‛vecinos’ como espontánea. Conviene recordarlo pues es
el mismo atributo que se encarga de resaltar de los ‛cacerolazos’. En cambio, con
respecto a los ‛saqueos’ se insistió reiteradamente en mostrar que estaban
1 El desacuerdo en la cantidad de saqueos ocurridos entre el 14 y el 20 de diciembre constituye una clara evidencia de esta complejidad. Ver cuadros 1 y 2 en Anexo.2 Raúl Fradkin; Cosecharas tu siembra. Notas sobre la rebelión popular argentina de diciembre de 2001, Prometeo, Bs. As., 2002.
1
‛organizados’...”3. Como vemos se trata en primer lugar de resaltar el carácter
espontáneo de los saqueos, considerándolos como una respuesta directa a una situación
de opresión de larga data. En segundo lugar vemos un intento por separar a la esfera
política de la acción popular, considerando que la asociación entre ambos factores es
una maniobra mediática que opera ensalzando los cacerolazos de los “vecinos” y
denostando los saqueos.
Por otro lado, y contrastando con esta posición, Rolando Astarita4 presenta un enfoque
mas acorde con la tradición marxista. El autor sostiene que en los días decisivos que
marcaron el fin del gobierno de la Alianza la clase obrera no intervino como clase, con
sus organizaciones y con un programa alternativo, y que este hecho determinó los
límites de los movimientos sociales de protesta. Esta falta de alternativas explica que
"las masas" no pudieran controlar ni modificar el curso posterior de los
acontecimientos. “Es que protestar y rechazar no es sinónimo de decidir el curso de los
acontecimientos; a lo sumo es presionarlos, y la presión se puede ejercer hasta un
punto limitado”, opina el autor. De este modo, el movimiento del 20 de diciembre no
podía repercutir ni siquiera indirectamente en un cambio en las relaciones de fuerza
entre las clases sociales.
Finalmente, Iñigo Carrera y M. C. Cotarelo sostienen que el 20 de diciembre constituye
una “insurrección espontánea”, “que tiene como rasgos señalados clásicamente: la
muchedumbre en la calle, no organizada, que espontáneamente levanta barricadas,
dando lugar a una lucha de calles en la que las masas pasan por encima de las
organizaciones”5. En esta “insurrección” se sintetizarían las luchas desarrolladas por
distintas clases y fracciones de clase desde mediados de los ´90, y que resulta un hito en
el desarrollo de la lucha popular, para el largo período contrarrevolucionario que
comenzó a mediados de los ´70. Aquí aparece nuevamente, y ya desde el título del
trabajo, la idea de la espontaneidad del conflicto, en donde las clases populares toman el
protagonismo cansadas de la reiterada opresión recibida por parte de varios gobiernos
que las mantuvieron relegadas.
3 Ídem.4 Rolando Astarita; Interpretaciones alternativas sobre el 20 de diciembre en Argentina, Argumentos, 1 (1), diciembre de 2002. Versión en PDF, consultada en: http://argumentos.fsoc.uba.ar/n01/articulos/astarita.pdf5 Nicolás Iñigo Carrera, Maria Celia Cotarelo; Génesis y desarrollo de la insurrección espontánea de diciembre de 2001 en Argentina, p 87. Versión en PDF, consultada en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/caeta/PICdos.pdf
2
La diversidad de los enfoques arriba citados demuestra la complejidad de la temática
abordada. Sin embargo, consideramos que existe un factor interpretativo que prevalece
en esos estudios, al menos en los realizados por Fradkin y Carrera-Cotarelo, y es lo que,
en palabras de Thompson, se presenta como una “visión espasmódica” de la acción
popular6, dando por concluida la investigación en el punto exacto en que ésta adquiere
un verdadero interés sociológico o cultural. Es así que ninguno de estos trabajos
presenta un análisis de los mecanismos que permiten la activación de la violencia
colectiva. El elemento explicativo predominante gira en torno a la idea del “hambre”
como factor desencadenante de los disturbios. Por otro lado, la mayoría de estos
trabajos recurren a la evidencia periodística como fuente privilegiada para cimentar la
investigación, sin realizar al menos un análisis de las condiciones de producción de los
discursos periodísticos, con el consiguiente riesgo de caer una mera reproducción de los
mismos.
Nuestro trabajo intentará profundizar en un aspecto que nos parece crucial, y que las
investigaciones citadas parecen no tener en cuenta, conformado por los espacios de
contacto entre los saqueos y la acción política; y que se expresan por un lado en la
construcción de redes clientelares clandestinas, y por otro en el “control” sobre los
significados expresados por los medios de comunicación. Consideramos, a diferencia de
la visión espasmódica y espontánea de la “rebelión popular”, y siguiendo a Charles
Tilly, que “las necesidades, por urgentes y angustiantes que estas sean, no son
suficientes para generar acción colectiva; éstas operan en una matriz de relaciones
políticas…”7
Para ello tomaremos como eje el concepto de “Zona Gris” (Ver gráfico 1 en Anexo)
elaborado por Javier Auyero8, el cual define un espacio donde la vida cotidiana, la
política partidaria y la violencia colectiva se intersectan creando un área de relaciones
clandestinas entre estos actores9. Este concepto nos parece fundamental a la hora de
abordar el estudio de los saqueos en la crisis argentina de 2001, ya que ofrece una
complejización de los motores de la acción colectiva. Hasta acá hemos visto que el
abordaje académico hacía hincapié en la espontaneidad de la violencia colectiva
6 Edward Thompson; Tradición, revuelta y conciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial, ed Critica, Barcelona.7 Citado en Javier Auyero; Los cambios en el repertorio de la protesta social en Argentina, Desarrollo Económico, n° 176, Vol. 42, 2002, p. 189.8 Javier Auyero; La Zona Gris. Violencia colectiva y política partidaria en la Argentina contemporánea, siglo XXI, Buenos Aires, 2007.9 Ídem; pp. 73-74
3
manifestada en los episodios de saqueos. Sin embargo, la evidencia de una zona de
contacto difusa entre la política partidaria y los sectores populares por un lado, y la
política y los medios de comunicación por el otro, nos permite aproximarnos al
fenómeno desde una perspectiva que incluye a la esfera política como un factor
explicativo de importancia considerable.
Primera Zona Gris:
El clientelismo político y la creación de oportunidades
En este apartado intentaremos establecer cómo las relaciones entre la política partidaria
y los sectores populares contribuyen a la creación de oportunidades para la
manifestación de la violencia colectiva.
En la Zona Gris analizada por Javier Auyero se puede rastrear el nexo que existe entre
la política y la vida cotidiana de los sectores populares: el factor que hace las veces de
“bisagra” entre ambos mundos está representado por el “puntero” político, figura clave
a la hora de entender en profundidad los “modos de hacer” política en la Argentina. Este
“modo de hacer” se refiere, en el caso puntual de la acción partidaria del peronismo, a
las redes clientelares, como modalidad principal del intercambio de votos por servicios.
De esta manera, el puntero, la cara visible del partido en los barrios de menores
recursos, es el encargado de generar, mantener y expandir dichas redes a través de la
dirección “de los flujos de bienes, información y servicios desde sus patrones políticos
hacia sus clientes y las corrientes de apoyo político (en forma de asistencia a actos,
participación en las actividades partidarias, y a veces votos) desde sus clientes hacia
sus patrones políticos”10.
Los bienes principales que circulan desde el Estado hacia los miembros de las redes
clientelares gestionadas por los punteros están constituidos por alimentos y subsidios.
Así, la recepción de ayuda alimentaria y la inclusión en los beneficios de algún plan de
ayuda social dependen de la estrechez de la relación entre el puntero y sus “clientes”.
Para el año 2001 el principal programa de asistencia social es el denominado “Plan
Trabajar”, el cual para ese año gestiona recursos por el monto de 250 millones de pesos
otorgados en forma de préstamo por el Banco Mundial. Aparte de este programa existen
otros 17 planes o programas de asistencia y empleo. Como vemos, se trata de una
estructura asistencialista de grandes dimensiones; interesante a los ojos del poder
10 Javier Auyero; La Zona Gris...op. cit.; pp. 87-88.
4
político, sobre todo por el valor agregado de un potencial control sobre los recursos y
sus destinatarios. El propio organismo encargado de la “gestión” del programa Trabajar,
el Ministerio de Trabajo, publicó en Noviembre de 1999, un informe titulado
“Evaluación del Programa Trabajar III”. Como apunta Ronconi “El documento
menciona cierto grado de interferencia política, ya que el 18.3% de los beneficiarios
encuestados señaló que se contactó a través de dirigentes barriales y/o políticos.” 11 Al
mismo tiempo, otros estudios coinciden en que los recursos de este programa han sido
mayoritariamente utilizados con objetivos electorales y clientelares, tanto para premiar
“amigos” como para apaciguar a los adversarios políticos organizados.
En este punto, el trabajo de German Lodola12 nos permite apreciar el funcionamiento
político de dicho plan desde su instauración, en 1996, hasta el gobierno de de la Rúa.
Luego de avanzar varias hipótesis acerca de la relación existente entre provincias-
municipios y partidos políticos en la asignación de fondos de dicho plan, Lodola
concluye afirmando que “el PJ hizo un mayor uso partidario de los fondos que la UCR/
Alianza. En efecto, el gobierno de Carlos Menem “localizó” la distribución del Plan
Trabajar beneficiando a los intendentes peronistas y castigando a los radicales”13. Sin
embargo, esta lógica no funcionó durante el gobierno de de la Rúa; antes bien, lo que
ocurrió fue lo planteado en otra de las hipótesis: “Las provincias donde el peronismo es
políticamente dominante reciben proporcionalmente mas recursos del Plan Trabajar
aún cuando el PJ no es el partido del presidente”. Esta situación, según Lodola, se
explica por la acción política del gobierno aliancista, que priorizó contener la escalada
de conflictividad social; y por ende no favoreció con la asignación de recursos a los
municipios de su propio partido. En connivencia con nuestra argumentación,
consideramos que el motivo subyacente, y tal vez el principal, está constituido por la
imposibilidad de desmantelar el aceitado mecanismo de las redes clientelares del
justicialismo, construidas principalmente a través de los planes Trabajar durante el
periodo anterior.
Ahora bien, llegados a este punto nos interesa resaltar, a partir del análisis realizado en
relación al clientelismo político, la inmensa capacidad de movilización de los sectores
populares que posee el justicialismo. Es aquí donde vemos, siguiendo a Auyero, uno de
11 Ronconi, Lucas; El Programa Trabajar, Documento 63, Marzo 2002, Fundación Gobierno y Sociedad. Versión en PDF. Consultada en: (http://burbuja.udesa.edu.ar/departamentos/economia/mariano_tommasi/cedi/dts/dt63.pdf)12 German Lodola; “Protesta popular y redes clientelares en la Argentina. El reparto federal del Plan Trabajar”, en Desarrollo Económico, n° 176 Vol. 44, 2003.13 Ídem; p 532.
5
los motores fundamentales de la violencia colectiva en general, y de los saqueos del
2001 en particular. Precisamente, y no por casualidad, el primer episodio de violencia
colectiva ocurre días después de que el presidente anunciara la suspensión de los envíos
de fondos para el Plan Trabajar…
Sin embargo, no se trata de culpabilizar a tal o cual partido (puntualmente al
justicialismo) por la acción directa en los saqueos; lo que intentamos plantear es que
existe un modo de hacer política basado en las relaciones “clandestinas” (léase
clientelismo) entre el justicialismo y los sectores populares que en determinados
momentos permite activar estas redes y generar episodios de violencia colectiva. En
otras palabras, el particular funcionamiento del aparato partidario del justicialismo es lo
que estaría permitiendo una “creación de oportunidades”, una suerte de preparación del
terreno en donde la violencia colectiva se vehiculiza casi sin obstáculos. Se trata de un
problema estructural de la política partidaria argentina que excede ampliamente el caso
puntual de los saqueos, pero que constituye, al mismo tiempo, un importante campo de
análisis para el abordaje de los mismos.
Segunda Zona Gris:
Mediatización de la política o el rol de los medios de comunicación.
La hipótesis inicial de este apartado consiste en postular la relación existente entre los
medios de comunicación y la esfera política. Evidentemente no se trata de una tarea
sencilla; además, sería muy básico establecer un esquema de relaciones directas entre
ambos factores. Lo que intentaremos realizar es un análisis del discurso periodístico a
fin de rastrear cuál fue el tratamiento de los saqueos en la prensa escrita y si este
abordaje resultó funcional a los intereses de los partidos políticos. Vale aclarar que esta
sección representa un avance teórico en torno a una temática poco abordada por los
historiadores enmarcados en la tradición historiográfica argentina.
El concepto de “mediatización de la política” puede sernos de utilidad para encarar esta
temática, sentando las bases iniciales de nuestro análisis. Según Eliseo Verón, en las
democracias modernas “el espacio público del Estado desaparece en forma progresiva
a favor de un espacio público de lo político, en que los partidos se irán apropiando
cada vez más de la herramienta audiovisual.”14 Es así que los medios de comunicación
14 Eliseo Verón; Interfaces. Sobre la democracia audiovisual evolucionada, versión en PDF, consultada en: http://www.nombrefalso.com.ar/hacepdf.php?pag=118&pdf=si
6
se constituyen en el principal contacto entre la política y la sociedad, generando otro
espacio difuso, otra “Zona Gris”, en donde se confunden los límites entre una y otra
esfera. Los medios “crean” sentidos, formas direccionadas en las que deben
interpretarse determinados fenómenos.
Tomemos como ejemplo la primera referencia a los saqueos en los titulares de tres de
los principales diarios del país, la cual data del día 15 de diciembre (ver Anexo). El
diario La Nación parece presentar la noticia desde una óptica relativamente objetiva; no
recurre a la utilización de palabras con carga emocional ni tampoco establece relaciones
con el pasado. A simple vista, y por razones que podrían atribuirse a cierta afinidad
partidaria, se trata del registro neutro de un acontecimiento determinado. Ahora bien,
tanto Clarín como Página 12 inician sus respectivas crónicas de los saqueos en Mendoza
y Rosario aludiendo a la situación del 89: “Con el fantasma de los estallidos que
acompañaron la hiperinflación de 1989…” es la frase que da comienzo a la noticia de
Clarín; y en Página 12 podemos leer, ya en el copete de la nota, “VOLVIERON LOS
SAQUEOS EN ROSARIO EN EL MISMO LUGAR QUE EN EL ‘89”. En este caso resulta
ineludible pensar en una direccionalidad intencionada en la presentación de las noticias,
las cuales establecen una red semántica con el pasado, y sobre todo con la caída de un
gobierno. Con el correr de los días, y con el aumento y expansión de los saqueos, los
diarios se van poblando de noticias que refieren los distintos episodios. Para el 19 y 20
de diciembre tenemos al menos veinte noticias sobre saqueos en todo el país. Ahora si,
las estrategias discursivas de los diarios permiten evidenciar el lugar social que ocupan
los saqueos en el contexto general de la crisis. Ya no se trata de informar episodios, sino
que ahora abundan los juicios de valor, las palabras cargadas de sentido negativo, la
condena; pero sobre todo la alusión al caos, a la ausencia de gobierno.
Lo que sigue es un acotado relevamiento del enfoque prevaleciente en esos días:
Clarín
• seis días consecutivos de asaltos a súper en el GBA y varias provincias.
• Ola de saqueos en Entre RíosAlrededor de un millar de personas irrumpió en los locales. Al principio se llevaban comida, pero con el correr de los minutos comenzaron a arrasar con todo. No hubo represión policial.
7
• Para las 23.30 el descontrol era total.
• La Policía apareció después del vendaval.
• San Miguel: noche de destrozos y robos
• Después de destrozar las vidrieras de los comercios, los saqueadores se llevaron mercaderías de todo tipo.
La Nación
• Seis muertos y decenas de heridos en una jornada de conmoción social
• hurtos e incidentes registrados en diferentes puntos del país
• Los manifestantes huyeron llevándose cuanto encontraron en el comercio.
• Moreno, en "estado de emergencia social"
• Violentos incidentes se produjeron en el barrio porteño de Constitución
• También hubo arrebatos en supermercados de la provincia de Entre Ríos
• varios manifestantes comenzaron a lanzar piedras y palos contra el local y los efectivos.
• El Palomar: pobladores de una villa de emergencia saquearon un supermercado. Lo ocurrido fue caratulado como "robo calificado en poblado y en banda y lesiones",
• A este trágico panorama, se le suman centenares de heridos en todo el país.
• Casas particulares de Laferrere, González Catán, Cristianía, entre otras eran arrasadas por vecinos de villas de emergencia de la zona
• Ascienden a 16 las víctimas fatales
• En Capital, 50 comercios sufrieron destrozos
• anoche un grupo de personas armadas intentó cometer un saqueo pero uno de los dueños se defendió a los tiros e hirió a uno de los asaltantes en la mano
8
• Un grupo de indigentes intentó saquear esta madrugada un centro de distribución de mercaderías del supermercado Coto
Página 12
• causa escalofríos pensar en cuál podría ser la consecuencia política de estos saqueos de 2001
• hubo indignación contra el gobierno, los políticos y los banqueros, hubo hastío, cansancio por vivir en un país castigado y castigador.
• La situación es intolerable y es muy probable la renuncia del Presidente
• el caos social y económico empuja hoy a este gobierno a una salida como la de Alfonsín
• La situación no da para más y asistimos a un nuevo desastre político
Como vemos, no cabe duda acerca de la intencionalidad de estos discursos; éstos se
agrupan y se dirigen hacia la creación de un sentido unívoco, por medio de lo que Eliseo
Verón denomina un “contrato de lectura”15. En este sentido, siguiendo el planteo de
Pierre Bourdieu, para quien los medios de comunicación “a través de las palabras
producen ciertos efectos y ejercen una violencia simbólica”16 podemos divisar que entre
la información plasmada en una nota el lector encuentra determinadas palabras que van
actuando como “balizas”, enmarcando el sentido final al que se debe llegar. El mismo
Bourdieu afirma que “los periodistas juegan un rol central ya que entre todos los
productores de discursos son quienes disponen de los medios más potentes para
hacerlos circular e imponerlos”. Los saqueos, por su asociación con la situación de
1989 y por su contenido violento, caótico, descontrolado, son los episodios, dentro del
marco de la crisis general de 2001, que mas claramente denotan la falta de gobierno,
dando a entender la inexistencia de éste aun antes de la renuncia formal de Fernando de
la Rúa.
Si tenemos en cuenta las “condiciones de producción”17 de los discursos periodísticos
podemos llegar a entrever aun mas la funcionalidad de los medios en relación al poder
15
1
Eliseo Verón; Prensa escrita y teoría de los discursos sociales: producción, recepción, regulación, versión en RTF, consultada en: http://www.nodo50.org/dado/textosteoria/veron2.rtf16 Pierre Bourdieu; “Cuestión de palabras: una visión más modesta del rol de los periodistas”, en Pensamiento y Acción, Buenos Aires, Del Zorzal, 2002.17 Eliseo Verón; Prensa escrita y teoría de los discursos sociales… op. Cit.
9
político. Para el año 2001 los medios de comunicación constituyen una de las
instituciones con niveles mas altos de imagen positiva18 (ver cuadro 3 en Anexo) entre
la población, con un índice del 44%; situándose solamente por debajo de la Iglesia. Los
partidos políticos ocupan el último lugar entre un total de nueve instituciones, con un
4% de imagen positiva. Esto supone, para los medios de comunicación, un nivel de
credibilidad importante en la sociedad, con la subsiguiente capacidad de generar
consenso sobre determinados acontecimientos. Precisamente, es este consenso el factor
del que carece la esfera política; y no nos parece arriesgado postular que en esto
consiste la “mediatización de la política”: en generar significados y consenso no ya
desde un lugar socialmente impugnado como es la actividad partidaria, sino a través de
un deslizamiento hacia los medios de comunicación, un espacio “público” de
objetividad y credibilidad aceptado por todos. Este “deslizamiento” o punto de contacto
constituye lo que en el presente trabajo denominamos “segunda zona gris”, ya que se
trata de un espacio decididamente difuso en el que se produce una relación
“clandestina” entre ambas esferas.
Conclusiones
Los orígenes y el significado político de los saqueos
A raíz de lo analizado hasta aquí podemos avanzar algunas consideraciones, a modo de
conclusión, que creemos importantes. Al abordar el tema de los saqueos en la crisis de
2001 la mayoría de los enfoques académicos resaltaban el carácter espontáneo de la
acción colectiva, utilizando mayoritariamente la categoría de “rebelión popular”. Sin
embargo, a nuestro entender, esta categoría tiende a aislar el fenómeno colectivo de sus
conexiones contextuales, contribuyendo a la construcción de una imagen casi romántica
de autonomía y heroísmo popular. Con esto, queda pendiente el análisis y la explicación
de cuáles son los mecanismos profundos que posibilitan la activación de la violencia
colectiva. Así mismo, la reflexión sobre el sentido social de dicha acción, es decir el
modo en que la sociedad percibe los episodios de violencia, constituye una llamativa
ausencia en dichos enfoques. Estos dos factores constituyen la clave en la problemática
acerca de los orígenes y el significado de los saqueos, dos momentos indispensables
para abordar cabalmente la temática estudiada. Si bien en el devenir mismo de los
18 Centro de Estudios para la Nueva mayoría, “Imagen de las instituciones en la Argentina”, mayo 2001 (consultado en www.nuevamayoria.com).
10
hechos, y más aun cuando se trata de acciones violentas, resulta extremadamente difícil
realizar una separación entre momentos anteriores (de preparación) y posteriores (de
significación), consideramos que en un análisis que se pretende un tanto más profundo
la detección y el estudio de estas temporalidades no puede pasarse por alto.
Por medio de la utilización del concepto de “Zona Gris” creemos haber llegado a suplir
esta carencia. Por un lado, y en base principalmente al trabajo de Auyero, intentamos
develar el intrincado y difuso mecanismo que permite crear “oportunidades” para la
puesta en marcha de la violencia colectiva. Así, focalizamos nuestra atención en el
momento anterior, analíticamente hablando, a los saqueos en si mismos. Por otra parte,
al trabajar con el tratamiento que los medios de comunicación dieron al fenómeno,
pusimos en evidencia el funcionamiento del segundo momento, es decir la reflexión
“posterior” que tiende hacia la creación de un significado y una lectura preestablecida
de los hechos.
Ahora bien, lo que nos interesar resaltar, y que constituye de alguna forma nuestro
aporte al estudio de la temática, es que en ambos momentos la esfera política cumple un
rol fundamental. En primer lugar preparando de alguna forma el terreno mediante la
construcción y el control de las redes clientelares que, como vimos, permiten disponer
de una valiosa herramienta para la movilización de grandes sectores de la población.
Luego, incidiendo directa o indirectamente en la creación de un sentido determinado
sobre la violencia colectiva expresada en los saqueos, generando un consenso acerca de
la interpretación de los mismos.
De esta manera, lo que a primera vista aparece como un episodio de violencia
espontánea generado como reacción de los sectores populares ante la extremada
opresión en la que estaban sumergidos, queda expresado en el presente trabajo en
términos de una importante incidencia del accionar de la política partidaria; evidenciada
a través del análisis de las distintas “zonas grises” que intentamos realizar.
Aunque escondida en medio de estas zonas de relaciones clandestinas, la esfera política
parece manejar sutilmente los hilos en la preparación y en el sentido de la violencia
colectiva expresada en los saqueos de 2001.
11
Anexo
12
Política partidaria habitual
Vida cotidiana
ZONA DE CLIENTELISMOViolencia
colectiva
ZONA GRIS
GRA F I C O 1EL CO NC E P T O DE ZO N A GR I S
FUE N T E : Javi e r Au y e r o ; La Zona Gris. Violencia colectiva y política partidaria en la
Argentina contemporánea, sig l o X X I , Buenos A i r es, 2007, p. 75.
CU A D R O 1
D IS T R I B U C I O N DE FREC U E N C I A SEG Ú N TIPO DE ME R C A D O
PRESE N C I A DE PUN T E R O S PRESE N C I A POL I C I A L
TIPO DE ME R C A D O SI NO SI NO
supermercado de grandes cadenas 13 79 53 39
porcentaje de columna (19,7) (40,5) (56,4) (23,4)
porcentaje de fila (14,1) (85,9) (57,6) (42,4)
pequeño negocio local 53 116 41 128
porcentaje de columna (80,3) (59,5) (43,6) (76,6)
porcentaje de fila (31,4) (68,6) (24,3) (75,7)
Totales 261 261
FUE N T E : Javi e r Au y e r o ; La Zona Gr i s. V i o l e n c i a colec t i v a y pol í t i ca part i da r i a en la A rgen t i n a contem p o rá nea, sig l o X X I , Buenos A i r es, 2007, p 206.
13
CU A D R O 2
CU A D R O 3
IM A G E N DE L A S INS T I T U C I O N E S EN L A ARG E N T I N A
Instituciones Positiva Regular Negativa No sabe Pos / Neg Total
Iglesia católica 45% 32% 19% 4% 2,4 100%
Medios de Comunicación 44% 41% 14% 1% 3,1 100%
Fuerzas Armadas 21% 30% 38% 11% 0,5 100%
Policía 15% 32% 50% 3% 0,3 100%
Empresariado 8% 39% 42% 11% 0,2 100%
Poder Judicial 6% 32% 57% 5% 0,1 100%
Congreso 6% 29% 62% 3% 0,1 100%
Sindicalismo 5% 20% 71% 4% 0,1 100%
Partidos Políticos 4% 26% 66% 4% 0,1 100%
Centro de estudios para la Nueva Mayoría, “Imagen de las Instituciones en la Argentina, mayo 2001 (consultado en
www.nuevamayoria.com). Ficha técnica: Encuesta domiciliaria a 605 casos, realizada entre el 20 y el 22 de abril de 2001 (población
residente en Capital Federal y Gran Buenos Aires, en condiciones de sufragar). Metodología: Planillas cuestionario con preguntas
cerradas y semicerradas, escalas de opinión y categorización ordinal. Directora del estudio: Licenciada Adriana Martínez Vivot.
D IST R I B U C I Ó N DE L AS ACC I O N E S DE SAQ U E O SEG Ú N DÍ A Y OBJE T O ESPEC Í F I C O
13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 Total %Hipermercados 0 1 2 2 4 10 92 36 0 1 148 25,3
Supermercados de barrio 0 2 0 3 2 8 88 66 1 1 171 29,3
Comercios chicos 0 0 0 7 2 2 46 26 0 0 83 14,2
Cadenas locales 1 7 5 5 5 1 30 15 0 0 69 11,8
Vehículos 0 0 0 0 0 0 7 8 0 0 15 2,6
Depósitos* 0 0 0 0 0 0 9 13 0 0 22 3,8
Supermercados** y edificios públicos
o policiales
0 0 0 1 0 2 1 1 0 0 5 0,8
Edificios públicos 0 0 0 0 1 0 2 3 0 0 6 1
Otros*** 0 0 0 0 0 0 1 4 0 0 5 0,8
Sin datos 0 0 0 0 3 3 43 5 6 0 60 10,3
Total 1 10 7 18 17 26 319 177 7 2 584 100Fuente:Nicolás Iñigo Carrera, Maria Celia Cotarelo; Génesis y desarrollo de la insurrección espontánea de diciembre de 2001 en Argentina, p 87. Versión en PDF, consultada en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/caeta/PICdos.pdf a partir de datos de PIMSA 1993-2002.* Mayoristas, frigoríficos, distribuidoras. ** Incluye Hipermercados. *** Personas, viviendas, asociación de comerciantes.
14
Noticias del 15 de diciembre de 2001Clarín La Nación Página 12
UNA JORNADA CON MAS DE 40 DETENIDOS
Hubo dos saqueos en Mendoza y clima de tensión en RosarioINFORMES: CORRESPONSALESCon el fantasma de los estallidos que acompañaron la hiperinflación de 1989 y el día después del séptimo paro nacional contra el gobierno de Fernando de la Rúa y su política económica, se sucedieron varios saqueos e intentos de robo a supermercados en barrios pobres de la ciudad de Rosario y de Mendoza. Hasta anoche, los informes oficiales hablaban de 32 detenidos en Rosario y 10 en la capital mendocina.En Mendoza, los hechos se produjeron en dos supermercados y la Policía evitó que ocurriera lo mismo en otros tres. Los primeros desbordes se registraron en una sucursal de la cadena Atomo Avellaneda, ubicada en el departamento de Guaymallén, cerca de la capital provincial. Allí, un grupo de cuarenta hombres y mujeres de barrios humildes lograron ingresar al local tras neutralizar al personal de seguridad.En una incursión relámpago —no les tomó más que cinco minutos— los integrantes de ese grupo se llevaron paquetes de arroz, harina, fideos, yerba, leche y aceite.Este no fue el único caso en Mendoza. El jueves cerca del mediodía unas treinta personas habían intentado apropiarse de productos en otra sucursal de esa cadena, ubicada en el departamento de Godoy Cruz, en el oeste del Gran Mendoza.El subsecretario de Seguridad provincial, Alejandro Salomón, dijo a Clarín que en otro local comercial del departamento Las Heras habían sido detenidas varias personas que escapaban cargando alimentos. En esa ocasión se produjeron enfrentamientos y fueron destrozados algunos vidrios del frente del local.En Rosario, la modalidad de esta protesta fue diferente. Los manifestantes —eran cientos en cada caso— se apostaron de manera organizada frente a supermercados chicos situados en barrios humildes, antes que en locales de las grandes cadenas. Y trataron de forzar la entrada, pero no pudieron hacerlo por la presencia de guardias privados y policías que llegaron al lugar.Así ocurrió en seis puntos distintos del Gran Rosario. La situación de mayor tensión se vivió frente al supermercado Azul de la localidad de Empalme Graneros, en el noroeste de la ciudad. Allí, la Policía provincial recurrió a las balas de goma para dispersar a un grupo de casi 400 personas que amenazaban copar el local y saquearlo. Un joven del grupo de manifestantes sufrió heridas leves.En un intento para calmar los ánimos, el Gobierno santafesino y la Municipalidad rosarina repartieron cerca de 400 cajas con comida, que resultaron insuficientes. Y para evitar nuevos casos la Policía dispuso guardias permanentes frente a los locales. Como un síntoma de la preocupación que existe, las autoridades dispusieron el autoacuartelamiento de los efectivos policiales.
Mendoza: nuevo saqueo en un supermercadoFuentes del Ministerio de Justicia y
Seguridad provincial dejaron trascender que
el cuerpo de Infantería de la Policía recibió
la orden de acuarterlarse en su totalidad
Uno de los pequeños supermercados de la
cadena Atomo que fuera saqueado en la
jornada de ayer en el departamento de
Guaymallén, sufrió un nuevo saqueo esta
mañana, mientras que un numeroso grupo
de desocupados se concentraba frente a
otra sucursal de la misma cadena en el
departamento de Las Heras, en esta
provincia.
Fuentes del Ministerio de Justicia y
Seguridad de Mendoza dejaron trascender
que el cuerpo de Infantería de la Policía de
la provincia recibió la orden de acuarterlarse
en su totalidad, en prevención de nuevos
incidentes.
Esta mañana un grupo de vecinos de las
zonas humildes que rodean a la pequeña
sucursal del supermercado Atomo ubicado
en la calle Capilla de Nieve, de Guaymallén,
volvieron a entrar organizadamente y en
forma pacífica al local y las mujeres y niños
en su mayoría arrasaron solamente con
productos alimenticios de primera necesidad
sobrepasando al custodio del lugar y sin que
se produjeran incidentes.
Mientras tanto, un grupo importante de
vecinos de zonas carenciadas de Las Heras
se agolpaban cerca del mediodía en las
puertas y cercanías de uno de los locales
más grandes de la misma cadena de
supermercados, ubicada en la intersección
de las avenidas Independencia y San
Martín, del departamento de Las Heras,
mientras la policía montaba un operativo de
seguridad en torno al local.
Fuente: DyN
VOLVIERON LOS SAQUEOS EN ROSARIO EN EL MISMO LUGAR QUE EN EL ‘89
Antes por la híper, ahora por la recesión
Hubo saqueos en Rosario y el Gran
Rosario. La gente se llevó, o intentó llevar,
comida. Autoridades nacionales,
provinciales y municipales coinciden en
señalar que la gente actuó por necesidad,
sin que la movilizaran organizaciones
políticas. La provincia y el municipio
responsabilizan a la nación.
Por Eduardo Tagliaferro
El fantasma de los saqueos dejó de ser
una de las fantasías que más alteraba a la
dirigencia política. Tanto en Rosario como
en la ciudad de Mendoza hubo varios
incidentes con grupos de personas que se
presentaron a pedir comida frente a
supermercados. “Esta mañana, unos 70
cartoneros se presentaron a reclamar que
se le permitiera retirar efectivo a los
acopiadores que les compran los cartones
con los que ganan de 3 a 5 pesos diarios”,
comentaron a Página/12 varios
funcionarios provinciales y municipales.
Reparaban en el hecho por dos razones.
Por un lado, por el peso que la falta de
efectivo circulante tiene entre los sectores
más carenciados, en una zona que tiene
una historia de postergaciones. Y por otro,
recordaban que en Santa Fe hay entre 5 y
6 mil cartoneros en la misma situación. Así
explicaban que anoche la policía provincial
hubiera convocado a todos sus efectivos
que se encontraban de franco. También
destacaban que los reclamos fueron en el
mismo lugar donde comenzaron los
saqueos de 1989. “Estamos preocupados
por que si bien fueron aislados, los
episodios fueron espontáneos”, admitió a
este diario uno de los pocos funcionarios
del gobierno nacional que se avino a
formular declaraciones. Claro que con
rigurosa reserva de su identidad.
(…)
15
Bibliografía
• Astarita, Rolando; Interpretaciones alternativas sobre el 20 de diciembre en Argentina, Argumentos, 1 (1), diciembre de 2002. Versión en PDF, consultada en: http://argumentos.fsoc.uba.ar/n01/articulos/astarita.pdf
• Auyero, Javier; Los cambios en el repertorio de la protesta social en Argentina, Desarrollo Económico, n° 176, Vol. 42, 2002.
• Auyero, Javier; La Zona Gris. Violencia colectiva y política partidaria en la Argentina contemporánea, siglo XXI, Buenos Aires, 2007.
• Bourdieu, Pierre; “Cuestión de palabras: una visión más modesta del rol de los periodistas”, en Pensamiento y Acción, Buenos Aires, Del Zorzal, 2002.
• Carrera, Nicolás Iñigo y Cotarelo, Maria Celia; Génesis y desarrollo de la insurrección espontánea de diciembre de 2001 en Argentina, p 87. Versión en PDF, consultada en: http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/grupos/caeta/PICdos.pdf
• Fradkin, Raúl; Cosecharas tu siembra. Notas sobre la rebelión popular argentina de diciembre de 2001, Prometeo, Bs. As., 2002.
• Lodola, German; “Protesta popular y redes clientelares en la Argentina. El reparto federal del Plan Trabajar”, en Desarrollo Económico, n° 176 Vol. 44, 2003.
• Ronconi, Lucas; El Programa Trabajar, Documento 63, Marzo 2002, Fundación Gobierno y Sociedad. Versión en PDF. Consultada en: (http://burbuja.udesa.edu.ar/departamentos/economia/mariano_tommasi/cedi/dts/dt63.pdf)
• Thompson, Edward; Tradición, revuelta y conciencia de clase. Estudios sobre la crisis de la sociedad preindustrial, ed Critica, Barcelona.
• Verón, Eliseo; Interfaces. Sobre la democracia audiovisual evolucionada, versión en PDF, consultada en: http://www.nombrefalso.com.ar/hacepdf.php?pag=118&pdf=si
• Verón, Eliseo; Prensa escrita y teoría de los discursos sociales: producción, recepción, regulación, versión en RTF, consultada en: http://www.nodo50.org/dado/textosteoria/veron2.rtf
Fuentes
• Ediciones digitales (14 al 21 de diciembre de 2001) de los diarios Clarín, La Nación y Página 12.
16