PROMOCIÓN DE LECTURA Y ESCRITURA EN...

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PROMOCIÓN DE LECTURA Y ESCRITURA EN ESPACIOS NO CONVENCIONALES Alternativa de acceso a la cultura escrita CAMILA MARCELA LOAIZA CÁRDENAS UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA CASTELLANA BOGOTÁ 2016

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PROMOCIÓN DE LECTURA Y ESCRITURA EN ESPACIOS NO CONVENCIONALES

Alternativa de acceso a la cultura escrita

CAMILA MARCELA LOAIZA CÁRDENAS

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y

LENGUA CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

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PROMOCIÓN DE LECTURA Y ESCRITURA EN ESPACIOS NO CONVENCIONALES

Alternativa de acceso a la cultura escrita

CAMILA MARCELA LOAIZA CÁRDENAS

20091160039

GLORIA ROJAS ÁLVAREZ

DIRECTORA

UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y

LENGUA CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

CARLOS JAVIER MOSQUERA SUÁREZ

RECTOR

GIOVANNI RODRIGO BERMÚDEZ BOHÓRQUEZ

VICERRECTOR

MARIO MONTOYA CASTILLO

DECANO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

CAMILO ANDRÉS BUSTOS PARRA

SECRETARÍO ACADÉMICO DE LA FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

PEDRO BAQUERO MASMELA

COORDINADOR DEL PROYECTO CURRICULAR DE LICENCIATURA EN

EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y LENGUA

CASTELLANA

BOGOTÁ

2016

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NOTA DE ACEPTACIÓN

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PRESIDENTE DEL JURADO

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JURADO

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JURADO

Bogotá, 28 de Julio de 2016

5

Cuando mi padre me leía, yo me recostaba sobre él

y me volvía parte de su pecho o de sus brazos.

Sendak

6

A mis hermanos, por su amor.

A mis sobrinos, en ellos renacen mis ilusiones.

A mi madre, mujer luchadora de grandes adversidades.

A mi padre, por él empecé a creer en una sociedad más justa y libre.

7

AGRADECIMIENTOS

No desconozco que tengo una larga lista de personas para agradecer con gran cariño, a

mamá, por sus enseñanzas permanentes cargadas de sensibilidad y entendimiento humano, a mi

padre, hermanos y sobrinos, por su afecto, a mis profesores y mentores, en especial a los profesores

Pedro Baquero y Margoth Guzmán, por creer en mí y brindarme su apoyo. A mis amigas y amigos

por perseverar la amistad, entre ellas a Diana María, por encaminarme en esta linda labor: la

promoción de lectura. A Alejandro Franco, por permitirme ver su vuelo. A Marisa Borrero, Rocío

Castro, Henry Gómez, Soledad Prieto y Leidy Díaz, por brindarme un tiempo valioso en las

entrevistas, a Fundalectura, por ayudarme a crecer.

Gracias a la docente Gloria Rojas Álvarez, maestra amiga, quien estuvo siempre paciente

e incondicionalmente a pesar de las dificultades.

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UNIVERSIDAD DISTRITAL FRANCISCO JOSÉ DE CALDAS

FACULTAD DE CIENCIAS Y EDUCACIÓN

LICENCIATURA EN EDUCACIÓN BÁSICA CON ÉNFASIS EN HUMANIDADES Y

LENGUA CASTELLANA

RESUMEN ANALÍTICO EN EDUCACIÓN

ASPECTOS FORMALES

TIPO DE DOCUMENTO Monografía de grado: Trabajo de investigación

ACCESO AL DOCUMENTO Universidad Distrital Francisco José de Caldas

TITULO PROMOCIÓN DE LECTURA Y ESCRITURA EN

ESPACIOS NO CONVENCIONALES. Alternativa de acceso

a la cultura escrita

AUTORA Camila Marcela Loaiza Cárdenas

DIRECTORA Gloria Rojas Álvarez

ASPECTOS DE INVESTIGACIÓN

PALABRAS CLAVE Promoción de lectura y escritura, lectura en voz alta, lectura

literaria, escritura como estímulo de expresión, lectura en

familia, sociedad educadora, espacios no convencionales para

la lectura y la escritura, acceso a la cultura escrita, derechos

culturales.

DESCRIPCIÓN La presente investigación realiza una indagación teórica en el

campo de la promoción de lectura, parte de determinados

indicios de su origen para observar algunos aspectos relevantes

al llevar a cabo una práctica efectiva. Tiene en cuenta los

postulados sobre sociedad educadora, que abren un terreno

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muy propicio para conceptualizar los lugares no

convencionales de lectura y escritura como lugares que

permiten el acceso a la cultura escrita; en este punto, propone

el incentivo por la escritura como estímulo de expresión, puesto

que en la práctica no se hace visible la motivación por la

escritura.

La indagación teórica es contrastada con la sistematización de

experiencias que realiza la autora, en la que se resaltan las

siguientes categorías de análisis: 1) Familia: base para la

creación de hábitos lectores. 2) Políticas públicas de lectura y

escritura. 3) Promoción de lectura y escritura en la escuela. 4)

Promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales: experiencias de libertad y autonomía.

FUENTES La autora presenta 66 referencias bibliográficas vinculadas a

los aspectos más relevantes de la investigación: 1) Las

características de vínculo social de la lectura y la escritura. 2)

Algunos rasgos del origen de la promoción de lectura y

aspectos para una práctica efectiva. 3) La literatura como

fenómeno esencial humano. 4) La escritura como estímulo de

expresión. 5) Los espacios no convencionales concebidos

desde el aprovechamiento del espacio público dentro de las

alternativas de fortalecimiento en el acceso a la cultura escrita.

6) Breve recorrido de la promoción de lectura en espacios no

convencionales en Bogotá. 7) Sistematización de experiencia.

CONTENIDOS El documento está organizado en tres capítulos. En el primero

se encuentra la introducción y se plantea la pregunta de

investigación, como los objetivos que conllevan a su

desarrollo.

En el segundo, se realiza una aproximación teórica alrededor

del tema de la promoción de lectura y de los espacios no

convencionales.

En el tercero, se desarrolla la investigación con elementos de la

sistematización de experiencias y su respectivo análisis.

METODOLOGÍA Esta investigación se desarrolló en el paradigma interpretativo,

del enfoque cualitativo, con los elementos de la sistematización

de experiencias, este tipo de ejercicio permite la cualificación

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de la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales porque en la reflexión dada a través de la

intervención, busca comprender que los espacios que emergen

en la ciudad para llevar a cabo dichas prácticas, procuran su

fortalecimiento desde la libre elección, razón por la cual se

justifica el acceso a la cultura escrita.

CONCLUSIONES Los espacios no convencionales para la lectura y escritura se

han configurado, como escenarios de participación en donde

los sujetos adquieren hábitos y habilidades para las prácticas de

la lectura y la escritura, allí las personas experimentan

momentos de libertad al acceder voluntariamente,

constituyéndose como vía de acceso a la cultura escrita.

ELABORADO POR Camila Marcela Loaiza Cárdenas

REVISADO POR Gloria Rojas Álvarez

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CONTENIDO

1. INTRODUCCIÓN 13

1.1 Descripción del proyecto y pregunta de investigación 13

1.2 Objetivos 17

1.3 Antecedentes. Promoción de lectura y escritura en Bogotá, actores

significativos 18

2. MARCO TEÓRICO. UNA PERSPECTIVA DE LA LECTURA Y LA

ESCRITURA DESDE ESPACIOS NO CONVENCIONALES COMO UNA

ALTERNATIVA DE ACCESO A LA CULTURA ESCRITA 24

2.1 La lectura y la escritura, cualidades y vínculo social 24

2.2 Promoción de lectura, algunos rasgos de su origen y aspectos para una práctica

efectiva 29

2.3 La literatura como fenómeno esencial humano 38

2.4 La escritura como estímulo de expresión 42

2.5 Espacios no convencionales para la lectura y la escritura: otra concepción del

espacio público como una alternativa que fortalece el acceso a la cultura escrita 44

3. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN 51

3.1 Descripción metodológica de la sistematización de experiencia 52

3.2 Sistematización de la experiencia en promoción de lectura y escritura en

espacios no convencionales 54

3.2.1 Bosquejando el camino al escalar la montaña 55

3.2.2 Ensayando posibles en lo imposible 57

3.2.3 El vuelo de la mariposa, Alejandro Franco en el PPP El Virrey 58

12

3.2.4 Leer para sanar 62

3.3 Entrevistas 64

3.3.1 Diana María y la curiosidad por la lectura 65

3.3.2 Leidy Johanna: la lectura como transformación personal 69

3.3.3 Henry Alexander Gómez y la formación como escritor 72

3.3.4 Soledad Prieto: la biblioteca pública debe llegar a la comunidad 76

3.3.5 Rocío Castro Pineda, coordinadora de programas en espacios no

convencionales en Fundalectura 79

3.3.6 Marisa Borrero: La promoción de lectura brinda elementos para construir

subjetividad 81

3.4 Categorización de la información 84

3.4.1 Familia: base para la creación de hábitos lectores 84

3.4.2 Políticas públicas de lectura y escritura 86

3.4.3 Promoción de lectura y escritura en la escuela 87

3.4.4 Promoción de lectura y escritura en espacios no convencionales: experiencias

de libertad y autonomía 88

CONCLUSIONES 90

BIBLIOGRAFÍA 93

GLOSARIO 98

TABLAS

Tabla 1. Entrevista a promotores de lectura 64

Tabla 2. Entrevista a directoras de programas de lectura 65

13

1. INTRODUCCIÓN

1.1 Descripción del proyecto y pregunta de investigación

En la profesión docente constantemente se cuestiona sobre la práctica de la lectura y la

escritura, tanto en la formación como en su quehacer. Sin embargo, con el propósito de comprender

realidades emergentes, se encontró una enriquecedora actividad, la promoción de lectura, similar

a la docencia por su carácter formativo y de fomento cultural. Esta es una labor poco reconocida

y poco valorada socialmente, pero que en su barbechar se pueden observar los avances de los

procesos de lectura y escritura en las personas y en lo singular resulta verdaderamente satisfactorio.

Se puede ser y se es como docente, promotor de lectura en la escuela. Claro, es el espacio

idóneo para fomentar esta práctica, pero así mismo, y a través de la historia se ha percibido que es

la escuela, el lugar en donde se disfruta poco la lectura y más aún la escritura, puesto que allí, estas

prácticas son vistas desde la obligación o se intuyen solamente como una necesidad del ser

humano1 que debe ser superada para descifrar códigos, sin llegar a suscitar interés alguno por ellas,

siguiendo a Larrosa (2003, p. 41) en la escuela “la pedagogía ha intentado controlar la lectura,

convertirla en experimento, convertirla en un modelo prescriptivo de formación”, en otras palabras

como dice Bettelheim (1983, p. 18) en su libro Aprender a leer:

1 Se hace mención al ser humano o al hombre generalizando al hacer referencia al hombre, mujer, niña o

niño, viendo el género como categoría gramatical. Ver: Abad Faciolince, (2006). Recuperado de:

http://www.semana.com/opinion/articulo/colombianos-colombianas-ridiculos-ridiculas/80502-3

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…una diferencia importante entre los niños que aprenden a leer solos en casa y los que aprenden

únicamente en la escuela es que los del primer grupo aprenden a leer con textos que les fascinan,

mientras que los del segundo aprenden las habilidades de descifrar y reconocer palabras en textos

sin contenido significativo que degradan la inteligencia del pequeño.

De acuerdo con Ferreiro (1999) la escuela inicial reduce el aprendizaje de la lectura, la

escritura y las matemáticas a la adquisición de operaciones elementales, las cuales si no se cursan

en los tiempos determinados y adecuadamente, se determina el fracaso escolar en el aprendiz.

Por lo tanto, para el presente trabajo estas prácticas se observaron en lo que en adelante se

nombrará como espacios no convencionales de lectura y escritura, desde los cuales se puede

realizar una práctica autónoma y con empatía, en espacios sosegados como parques, lugares en los

que la lectura y la escritura puede ser una herramienta terapéutica como centros de salud, clínicas

u hospitales, sitios de reclusión disciplinaria como cárceles, sitios de celeridad cotidiana como

plazas de mercado, fábricas y otras áreas de trabajo, zonas de difícil acceso a la cultura escrita en

contextos en que sus habitantes no han tenido interés o no han desarrollado una habilidad frente a

estas prácticas. En resumen, espacios que posibilitan y fortalecen dichos hábitos y en los cuales al

hacerse de manera desinteresada, esporádica y desde la libre elección, el sujeto experimenta

acercamientos agradables, crea lazos de afectividad con la lectura y los libros, genera destrezas

lectoras, dando cabida a experiencias en las que se tienen aprendizajes significativos y

descubrimientos singulares.

Es así que cuando se halló en el camino la labor de la promoción de lectura y se indagó por

su origen, fue necesario conocer distintas fuentes que sustentaran experiencias en diferentes

lugares y épocas, encontrando que a través de la historia, lo que hoy llamamos cultura escrita

15

excluía ciertos sectores sociales, convirtiéndose en herramienta de subyugación. Para contrarrestar

dicha opresión, el hombre genera nuevas formas de acceder y relacionarse con la lectura y la

escritura, otorgándole nuevas connotaciones, por ejemplo, se introduce el concepto de

alfabetización como posibilidad de inserción del ser humano en la sociedad, dentro de esta

transformación conceptual, cobra vital importancia las ideas de Freire (1970) sobre el desarrollo

de la conciencia en el proceso de alfabetización y se han dirigido los esfuerzos hacia la

construcción de una población social y políticamente más consciente. Es en este punto en que se

encontró una cercanía entre la alfabetización y la promoción de lectura, ya que en ambas labores

se observa un proceso de formación social que busca democratizar las prácticas de la lectura y la

escritura; de igual manera, se entra a sugerir en el campo de la promoción de lectura el estímulo

de la escritura desde la libre expresión, planteándose como una interpelación a la labor, puesto que

se ha evidenciado carencia en su incentivo.

Cabe aclarar que las experiencias evidenciadas en el presente trabajo tienen como eje

central los textos literarios, ya que se concibe que la literatura como fenómeno esencial humano y

como manifestación del ser en el desarrollo social y cultural, ayuda a fortalecer procesos

educativos en la formación de sujetos capaces de auto-comprenderse y de actuar para la

transformación de sus entornos (Vásquez, 2006).

Los espacios no convencionales de lectura y escritura son objeto central para el análisis de

este trabajo, puesto que es en estos espacios donde su práctica se convierte en una alternativa de

acceso a la cultura escrita. Al ampliar el espectro de la lectura y la escritura, se comprendió que es

necesario orientar en una sola dirección los esfuerzos por dichas prácticas, empezando por la

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familia2 y la escuela, ya que es responsabilidad y compromiso de todos los actores sociales causar

y propagar la lectura y la escritura, para ello se hace necesario el fortalecimiento de políticas

públicas y el incremento de inversiones en este campo.

El presente trabajo es fruto de indagaciones e intereses personales por los procesos de

lectura y escritura durante la participación en diferentes proyectos voluntarios y laborales en

espacios no convencionales, en los que se pudo interactuar con personas escolarizadas y

desescolarizadas; se resalta la participación, en el proyecto Paradero Paralibros Paraparques (PPP),

ejecutado por Fundalectura, ya que fue allí en dónde se encontró mayor significado a la promoción

de lectura y se empezó a construir la estructura de este documento.

La indagación teórica es contrastada con la sistematización de experiencia en el enfoque

cualitativo de la investigación, puesto que la sistematización como modalidad investigativa puede

ser empleada en diversos campos de acción social, cultural y educativa, como estrategia permite

reconstruir, comprender y transformar las prácticas de lectura y escritura en espacios no

convencionales, buscando aquí, una relación entre las nuevas concepciones y dinámicas que se

presentan en dichos espacios como fenómenos que contribuyen y fortalecen la educación, por lo

tanto, se entra a cuestionar: ¿Qué efectos tiene la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales con relación al acceso a la cultura escrita?

2 El concepto de familia se entenderá como “una institución política, social e ideológica, que ha tenido

transformaciones a lo largo de la historia, por lo tanto actualmente se reconoce como familia los vínculos afectivos

que existen dentro de los miembros que la conforman” (Secretaria Distrital de Integración Social, 2010, pág. 40)

17

1.2 Objetivos

Objetivo general

Sistematizar experiencias de promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales desde la perspectiva del acceso a la cultura escrita.

Objetivos específicos

Realizar un acercamiento conceptual a la promoción de lectura y escritura en

espacios no convencionales.

Determinar los efectos que tiene la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales como una alternativa de acceso a la cultura escrita.

Evidenciar la manera en que la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales garantizan los derechos culturales en las personas.

18

1.3 Antecedentes. Promoción de lectura y escritura en Bogotá, actores significativos

Entendiendo que la lectura y la escritura son prácticas que pueden ubicarse en diferentes

espacios y contextos, se nombraran diferentes lugares en los que se han venido desarrollando

prácticas de promoción de lectura y otros espacios en los que se ha podido realizar promoción de

escritura. Como primer ejemplo se nombrarán los sitios de celeridad cotidiana, espacios laborales

en los que el tiempo para la lectura es nulo.

Fábricas tabacaleras, uno de los grandes ejemplos se pudo ver en Cuba en las fábricas de

tabaco a mediados del siglo pasado, durante algunas horas laborales existían lectores, personas que

leían en voz alta detrás de un atril para todos los empleados de la fábrica; otro ejemplo similar, lo

encontramos en los internados de mujeres, mientras las estudiantes bordaban o tejían se llevaba a

cabo esta práctica (Robledo & Guarín León, 2005, p. 29).

Un ejemplo más cercano y no documentado en Colombia fue que con el auge de la llegada

de la radio y cumpliendo su función, en las horas de la mañana se transmitían radio novelas, evento

que convocaba no solamente a amas de casa, sino también a que medianas y pequeñas empresas

sintonizaran la cadena de radio pública y estas fuesen escuchadas por todos los empleados.

En el marco del Plan Nacional de Lectura y Escritura. Leer es mi cuento, se han

implementado diferentes programas y proyectos a nivel institucional como comunitarios e

informales entorno a la promoción de la lectura y la escritura en diferentes lugares, tanto de zonas

urbanas como de zonas rurales en el país. Se mencionarán algunos proyectos liderados desde

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diferentes instituciones como el Ministerio de Cultura, el MEN, la Secretaría de Cultura,

Recreación y Deporte, entre otras, y que han sido ejecutados por Fundalectura:

Fiesta de la lectura: que como estrategia pedagógica del ICBF, se enmarca en el

Plan Nacional de Lectura y Escritura Leer es mi cuento y de la Estrategia Nacional de Cero a

Siempre, en alianza del Ministerio de Cultura, este proyecto brinda herramientas a agentes

educativos a través de la formación y conformación de bibliotecas infantiles para promover

prácticas de lectura en edad inicial, lo que garantiza a los niños el derecho a su desarrollo integral,

libertad de expresión y acceso a la cultura escrita (Fundalectura, SF. Recuperado de:

http://www.fundalectura.org/?module=proyecto&ms=17).

Paraderos Paralibros Paraparques: son pequeñas bibliotecas instaladas en los

parques, este proyecto busca suplir la ausencia total o parcial de libros en algunas zonas de Bogotá,

ofrece alternativas para el uso del tiempo libre y a su vez, el aprovechamiento del espacio público.

En este momento existen 51 PPP (Fundalectura, 2014).

Bibloestaciones en Transmilenio: son pequeñas bibliotecas públicas instaladas en

grandes estaciones del sistema masivo de transporte de la ciudad, allí se cuenta con el servicio de

préstamo de libros y recomendación de lecturas (Fundalectura, SF. Recuperado de:

http://www.fundalectura.org/?module=proyecto&ms=13).

Centro de lectura para familias sector Bronx: funciona en el Centro Cultural La

Libelulosa y promueve la lectura en primera infancia, desde el nacimiento hasta los seis años

(Fundalectura, SF. Recuperado de: http://www.fundalectura.org/?module=proyecto&ms=14).

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Lectura en hospitales y salas de lectura en ambientes hospitalarios: son dos

proyectos que fomentan la lectura en hospitales: las salas de lectura están ubicadas en hospitales

de primer nivel en 41 municipios del país, dotados con una colección donada por el Ministerio de

Cultura. La lectura en hospitales, se enmarca con el nombre de “leer para sanar”, este se ubica en

el Hospital La Misericordia y en la Clínica Méderi, en Bogotá (Fundalectura, SF. Recuperado de:

http://www.fundalectura.org/?module=proyecto&ms=31).

Lectura en Plazas de Mercado: se han instaurado puestos de lectura en plazas de

mercado con el objetivo de estimular la lectura allí, estos puestos cuentan con un promotor de

lectura encargado de actividades y de animar la lectura entre los vendedores y las personas que la

habitan (Fundalectura, SF. Recuperado de:

http://www.fundalectura.org/?module=proyecto&ms=39).

De igual manera se resalta otros programas y proyectos que se han ejecutado bajo el Plan

Nacional de Lectura y Escritura:

El Ministerio de Cultura a través de la Biblioteca Nacional de Colombia abre cada

año la convocatoria para becas, pasantías y convocatorias buscando motivar e incentivar la

producción de bienes y servicios, así como también para la apropiación social de la cultura, el

fomento y la generación de redes culturales en el país y el fortalecimiento de organizaciones

culturales en el reconocimiento de experiencias de desarrollo local, para el campo de la lectura y

la escritura se encuentran: Pasantías en la Biblioteca Nacional de Colombia, pasantías en

bibliotecas públicas, becas para bibliotecas públicas que hagan uso creativo de la tecnología en la

prestación de los servicios, becas de investigación y comunicación para el posicionamiento de las

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bibliotecas por medio del desarrollo y divulgación de contenidos culturales, becas de gestión y

desarrollo de redes departamentales y municipales de bibliotecas públicas, becas para el desarrollo

y divulgación de contenidos culturales locales en medios digitales, becas para el diseño e

implementación de servicios bibliotecarios con el uso de las TIC, dirigidos a víctimas del conflicto

armado interno, becas para la implementación de experiencias de apropiación del patrimonio

bibliográfico y documental en bibliotecas públicas, entre otras (Biblioteca Nacional, SF).

Libro al viento: es un programa Distrital que consiste en la distribución de pequeñas

ediciones de libros realizadas desde la Alcaldía Mayor de Bogotá e IDARTES y que como su

nombre lo dice, pretende que el libro al ser leído tome alas y llegue a manos de otro posible lector.

Los talleres de escrituras creativas y eventos literarios han venido incrementándose con el

tiempo, hoy en día se puede encontrar una oferta variada de estas actividades en la ciudad.

Talleres de escrituras creativas: talleres Distritales de escrituras creativas liderados

por IDARTES en convenio de la Secretaría de Cultura, Recreación y Deporte. Similares a los

anteriormente descritos, se encuentran los talleres locales de escrituras creativas, con estos se

acerca un poco más a la comunidad la cultura escrita. Red de Escritura Creativa “Relata, liderado

por el Ministerio de Cultura y llega a diversas regiones del país, además cabe resaltar los diferentes

proyectos que surgen desde grupos literarios o desde las bibliotecas públicas, locales o

comunitarias.

Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO): es el evento de promoción de

libros y de la lectura más importante del país y uno de los más relevantes de América Latina. La

FILBO se celebra cada año y durante la feria escritores y lectores son escenario cultural, cada año

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se hace invitación de un país, para que además de exponer su riqueza literaria, exponga sus

costumbres y cultura. La FILBO es un intercambio de culturas, cuenta con diferentes

patrocinadores, apoyos y aliados.

Las iniciativas informales en promoción de lectura no se quedan atrás, iniciativas

como el Bibloburro, las carretas literarias3 o las iniciativas desde las bibliotecas comunitarias u

organizaciones que tienen diferentes proyectos, pero que en alguna medida, apuntan al fomento de

la lectura, son herramientas con las que cuenta la ciudadanía en pequeñas proporciones.

Muchos han sido los proyectos institucionales y comunitarios informales que se han

llevado a cabo, muchos también pueden escaparse del ojo documental, más lo que cabe destacar

es que con la revisión del Manifiesto de la UNESCO para bibliotecas públicas, en los países

latinoamericanos se ha dado con auge la reflexión sobre la promoción de lectura y de escritura. En

el país se ha realizado el Plan Nacional de Lectura y Escritura, la Ley Nacional de Bibliotecas

Públicas, que han orientado el fomento de la lectura y la escritura. Actualmente se cuenta con el

Plan Distrital de Inclusión en la Cultura Escrita (Plan DICE) inscrito en los lineamientos de la

política pública del Distrito de fomento a la lectura, es una carta de navegación para fomentar la

lectura en el periodo de 2012 al 2017, donde se priorizan las acciones a seguir en cada localidad.

Estas reflexiones han llamado a ver estas prácticas más como derecho a la información, la

cultura y la formación, que como privilegios, por ello se debe considerar “la lectura y la escritura

como derechos que tiene todo ciudadano para poder participar activamente en la construcción de

3 El bibloburro y las carretas literarias han sido iniciativas que empezado desde la voluntad de personas que

sienten afecto y desean fomentar la lectura en zonas vulnerables del país. Estas iniciativas por el reconocimiento

popular han sido apoyadas por la institucionalidad.

23

su medio social” (Robledo, 2010, p. 31). Aunque se rescata el apoyo institucional que se ha venido

incrementando, no se desconoce que el camino en lectura y escritura aún es largo, faltan muchas

más acciones e ideas por llevar a cabo para su fomento.

24

2. MARCO TEÓRICO. UNA PERSPECTIVA DE LA LECTURA Y LA ESCRITURA

DESDE ESPACIOS NO CONVENCIONALES COMO UNA ALTERNATIVA DE

ACCESO A LA CULTURA ESCRITA

2.1 La lectura y la escritura, cualidades y vínculo social

La lectura es una necesidad cultural que puede ser insertada en la personalidad infantil

(Rodari, 2003)

La lectura y la escritura son consideradas hoy en día como prácticas sociales y culturales, elevadas a la

categoría de derechos de ciudadanía

(Robledo, 2010)

Durante décadas la sociedad prestó poca atención a lo que significaba leer y escribir, como

también a la forma en cómo los procesos de educación facilitan o dificultan el aprendizaje. Siglos

atrás, leer y escribir eran profesiones separadas y especializadas; la lectura y la escritura han sido

signos ligados al poder, el acceso a ellas estaba controlado, eran instrumento de manipulación y

de exclusión social primero por la iglesia, luego por la aristocracia y los poderes políticos,

actualmente por intereses económicos y mercantilistas.

Cuando empieza a manejarse el término de alfabetización, en principio refería únicamente

a saber leer y escribir, como posibilidad de firmar un documento, de que los soldados tuviesen

logros educativos o de responder afirmativamente saber leer frente a censos nacionales, por

ejemplo. Sin embargo, cada momento histórico le ha otorgado nuevos sentidos a la lectura, la

25

escritura y a la alfabetización, actualmente la lectura y la escritura no son vistos como profesión o

como una marca de sabiduría, sino como sinónimo de cultura ciudadana (Castrillón, 2005;

Ferreiro, 2002; Chartier, 2000; García Yubero & Sánchez, 2015; Ministerio de Cultura, 2010),

estos términos se han empezado a globalizar y a complejizar, teniendo implícito la construcción

de significado en relación con otros medios de representación, es decir, entendiéndose estas

prácticas, como saber observar y entender no solamente las palabras, sino también todo tipo de

texto, para que cada persona se desenvuelva en una sociedad mediatizada por las nuevas

tecnologías.

La noción de alfabetización actualmente se ha ido dirigiendo al desarrollo de la conciencia

y ha orientado sus esfuerzos hacia la construcción de sujetos social y políticamente conscientes

(Freire, 1970). Leer y escribir se han constituido como una necesidad educativa, social y cultural;

de esta manera, se encuentran ligados, no por el aprendizaje y adquisición de habilidades técnicas

para el desciframiento de códigos, sino por las maneras mediante las cuales las personas adquieren

y emplean el conocimiento.

Tener una práctica de lectura y escritura asegura que los ciudadanos estén mejor

informados, sirve de manera individual y utilitaria en el desarrollo de cada sujeto en la sociedad,

se insertan en las prácticas sociales, como aquellas de pertenecer a un mercado laboral específico

y a un contexto educativo particular. Es allí donde se evidencia el término de cultura escrita, ya

que en él se consideran tanto los procesos de aprendizaje de la lectura y la escritura como también

la democratización de estas prácticas. En consecuencia, saber leer y escribir se constituyen en un

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instrumento básico de comunicación, una fuente primaria de información y como herramienta,

permiten la participación social y la construcción de subjetividades (Petit, 2011).

Con el ejercicio constante de lectura y escritura, el sujeto adquiere destrezas y potencia sus

capacidades. La lectura como proceso de significación y comprensión tiene cualidades que aportan

en el sujeto a la construcción de un sentido propio de la vida, formación de la identidad,

potenciación de la sensibilidad, en encontrar, conocer y comprender diferentes contextos que

amplían su visión de mundo, en aumentar el poder de la comprensión y la auto comprensión (Petit,

2001). La escritura como sistema de representación y proceso de construcción de conocimiento o

formación de mundos imaginarios a través del lenguaje -en el caso de la literatura-, tiene cualidades

que contribuyen en el sujeto al desarrollo de las capacidades expresivas y comunicativas, al rescate

del pensamiento y de la cultura, a la trascendencia en la memoria de los futuros lectores.

En conjunto, la lectura y la escritura permiten el desarrollo del pensamiento, la

simbolización de la experiencia, la exigencia estética y la narración que cada sujeto tiene derecho

a su acceso como saber y como bien cultural para facilitar su inserción en la sociedad (Petit, 2001).

Es así como la lectura y la escritura no pueden entenderse como prácticas que dirigen sus esfuerzos

por caminos opuestos, durante años han sido enseñadas de manera aislada, lo cual ha ido en

detrimento de la adquisición y de la práctica de sus destrezas, la lectura y la escritura se

complementan en el proceso de desarrollo de habilidades del intelecto.

Naturalmente, el hombre no tiene un instinto que lo encauce hacia la lectura y la escritura,

leer y escribir son construcciones sociales, nacen de la necesidad del hombre por pertenecer a una

sociedad, como forma de comunicarse y de existir social y culturalmente, son insertadas en la

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personalidad de cada sujeto para su desarrollo, están enraizadas al conocimiento, la identidad y la

existencia del hombre. La lectura y la escritura no pertenecen al ámbito de lo bueno o de lo malo,

ellas han sido actos de civilización incentivadas desde el interés de saber y reproducir saberes,

desde la exigencia estética y la necesidad de simbolizar la experiencia que constituye la

especificidad humana, que sitúa a las personas en una lógica de creatividad y apropiación (Petit,

2001).

Con la práctica de la lectura y la escritura no se puede asegurar la formación de

personalidades democráticas o tiránicas, pero no tener un ejercicio de ellas impide o retarda

procesos de democratización, ya que el lector considerado como sujeto social es un mediador que

se ocupa de su propia introducción en el campo de prácticas culturales, sociales y políticas en su

entorno. Por lo tanto, no existen mejores o peores lectores, las personas desde el hábito, se

incrustan social, política y culturalmente de modo que luchan contra la violencia simbólica (Actis,

2008), es decir, leer es la capacidad de usar el libro como instrumento para comprender el mundo,

para conquistar la realidad y para crecer.

Se puede afirmar que la práctica de la lectura y de la escritura estimula tres aspectos en el

hombre:

1) La actividad de aprendizaje: con ella, el sujeto tiene un dinamismo significativo que

moviliza el intelecto, hay una relación de producción de sentido, está relacionada con lo cognitivo

y lo objetivo, la actividad de aprendizaje se hace como un mathema en donde se acumulan verdades

objetivas para la comprensión del mundo, siendo esas verdades objetivas algo externo en el

hombre, ya que no hay una incorporación de ellas a la manera de ser, pensar y sentir.

28

2) La experiencia estética: como hecho estético mueve la subjetividad, se presenta como

una experiencia humana singular en la que el sujeto le atribuye un sentido con relación a su vida.

En la experiencia estética es necesaria una íntima relación entre el texto y la subjetividad, en la

que el sujeto interioriza el texto. La experiencia estética no puede ser causada, esta sucede cuando

confluye el texto, el momento y la sensibilidad, configurando la personalidad del sujeto y su

carácter, lo que posibilita la constitución de la ética. Por tanto, dicha experiencia es un

acontecimiento en la pluralidad del sujeto que afirma su multiplicidad disgregada y migratoria, en

la que no se puede anticipar un resultado, ya que esa experiencia es una apertura a lo desconocido

(Larrosa, 2003).

3) La lectura y la escritura como prácticas de goce: cuando el hombre ejerce la lectura

desde la libre elección y de manera desinteresada, puede encontrar facilidad en estructurar el

cumulo leído para expresarlo por medio de la oralidad o de la escritura, trascendiendo las

necesidades individuales y sociales, formando a través de ellas su posición ante el mundo y

experimentando su disfrute. De acuerdo con Garrido (2014, p. 62): “el aprendizaje de la lecto-

escritura nunca debería ser una meta, sino un medio de servicio de la lectura del mundo para el

cual hace falta rebasar la lectura utilitaria y llegar a la lectura crítica y creativa”, a la lectura por

goce.

Por lo tanto, la mejor manera de favorecer el disfrute por la lectura y la escritura, radica en

traspasar adecuadamente estos tres aspectos, para mantener la búsqueda del diálogo que permita

la práctica de la escritura de manera constante como satisfacción de sí, cancelando las formas

29

autoritarias y dogmáticas en las posibilidades de expresión, permitiendo recuperar la capacidad de

asombro.

2.2 Promoción de lectura, algunos rasgos de su origen y aspectos para una práctica

efectiva

Los niños necesitan literatura, necesitan una relación mediatizada por unas ficciones. Necesitan también

aprender a contar en la interacción con un adulto que sienta placer por la narración

(Petit, 2002)

De acuerdo a investigaciones mencionadas por la Cerlalc (2013, p. 17), la promoción de

lectura surgió

…en el siglo XVIII, como consecuencia de tres fenómenos íntimamente relacionados: el espíritu

emancipatorio y de libertad intelectual cultivado por la ilustración, que estimuló la reflexión y

propició un pensamiento crítico y una actitud irreverente que dio paso al surgimiento de nuevos

géneros de libros; en segundo lugar, la industrialización del libro, debido a que la invención de la

máquina rotativa, y como consecuencia el surgimiento de la empresa editorial, hace que por primera

vez la oferta sobrepase la demanda de lectura… Por último, con el desarrollo de las políticas de

instrucción pública, se activa un dispositivo estatal dirigido a enseñar a leer a toda la población,

como requisito del ideal ilustrado de una educación universalizada, y la lectura para sí de un plano

individual y libre a uno colectivo y obligatorio.

30

Continuamente, la promoción de lectura tuvo auge en la década de los cincuenta y sesenta

del siglo pasado gracias al impulso que le dio la Unesco en países subdesarrollados, “el acuerdo

de cooperación entre el gobierno de Colombia y la Unesco para la creación del Centro Regional

para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), en 1971” (Cerlalc, 2013, p.

18), constituido como un organismo internacional por diecinueve países de habla hispana, propuso

el fomento de la producción, difusión, distribución y libre circulación de libros, promoción de

lectura, derechos de autor y la implementación del Servicio Regional de Información sobre el libro

en América Latina y el Caribe (Cerlac, 2013). Esto, desde una perspectiva institucionalizada,

muestra cómo surgió la promoción de lectura y cómo fue tomando impulso desde organismos

interesados en que los países subdesarrollados presionaron por el fomento a la lectura a través de

programas que se instauraron y llegaron a zonas donde la población tenía dificultad en el acceso a

los libros y a la lectura.

El surgimiento de la promoción de lectura plantea que leer y escribir son actividades

creadas por convención social, son prácticas que han nacido y se han complejizado a partir de la

necesidad del hombre por comunicarse, pertenecer a un grupo social y perfeccionar su desarrollo

personal. De acuerdo a lo anterior, el hombre en búsqueda de este perfeccionamiento ha creado la

escuela, que como institución, dinamizaría las prácticas académicas, entre ellas la lectura y la

escritura. Allí, desde la técnica, ha encauzado sus esfuerzos por fomentar hábitos lectores en los

estudiantes, haciendo uso de la nota y la obligación, en consecuencia, se han encontrado algunas

carencias en su enseñanza, lo que deviene en aprendizajes con desagrado (Larrosa, 2003; Garrido,

2014).

31

Por lo anterior, se han ido creando espacios fuera del currículo formal, en los que se apoya

la lectura de manera libre y espontánea, es un trabajo didáctico que permite desarrollar estas

habilidades y puede concebirse como un modelo de animación cultural, que proyecta salidas desde

la escuela hacia el campo de intercambios sociales, artísticos y culturales. De acuerdo con García

Yubero & Sánchez (2015), la promoción de lectura ha sido un servicio bastante desarrollado en

los últimos años, pero de igual manera, su desarrollo bibliográfico profesional es muy escaso, es

uno de los temas exiguamente tratado.

Es así que, se concibe la promoción de lectura como una estimulación a su práctica, como

el conjunto de acciones dirigidas a formar hábitos lectores en una comunidad, que se funda en la

libertad y el gusto por la lectura contribuyendo a la formación de identidades y pluralidades, de

saberes y experiencias (Actis, 2008), a la apropiación de territorio y la construcción de

conocimientos.

En otras palabras:

No se debe olvidar que la construcción del hábito lector es básicamente cultural y social; y responde

a un proceso de aprendizaje en el que las relaciones sociales tienen importancia. Durante este

proceso de aprendizaje las estrategias utilizadas han de ser programadas como parte de la animación

lectora. Y en este sentido, el objetivo de los programas de animación lectora no es otro que la

adquisición de hábitos de lectura estables. Así, la animación lectora forma parte del proceso

educativo que convierte a las personas en lectoras. (García Yubero & Sánchez, 2015, p. 16-17)

Muchas veces se piensa la promoción de lectura desde las necesidades o las expectativas

sociales, de acuerdo con Petit (2001), es erróneo pensar esta mediación desde allí, como se

mencionó, se hace principalmente como herramienta de apoyo del aprendizaje que dialoga en la

32

colectividad para nutrirse y cimentar conocimiento, ya que la lectura en este contexto es ante todo

un medio de búsqueda de sentido, una herramienta de comprensión de la realidad. Sin embargo,

para poder llegar a realizar este tipo de reflexiones, el hecho literal de leer no es suficiente, por el

contrario, este ejercicio comporta la necesidad de generar metodologías desde la práctica, que

permitan entender de forma crítica y objetiva los interrogantes que surgen en las comunidades

entorno a la lectura, como espacios para el debate, intercambio de opiniones y razonamientos de

la lectura, a su vez, entender que no hay verdades absolutas sobre el conocimiento.

Para que la promoción de lectura cumpla su función es indispensable la existencia de una

persona que medie esta labor, una persona que recomiende libros de manera informal y que a través

de sus saberes, transmita afectos y curiosidades, multiplique las posibilidades de encuentros con

la lectura, introduzca a las personas con naturalidad al mundo de los libros y produzca

acercamientos a textos escritos: el promotor de lectura.

El promotor que transmite interés y gusto por la lectura ha sido legitimador de esta práctica,

ha obtenido los medios materiales para apropiarse de bienes que han sido inaccesibles a lo largo

de la historia a grupos mayoritarios de personas. Es ante todo, una persona que pedagógicamente

acerca el libro a otros sujetos, que por distintas razones tengan una distancia con la lectura. Para

esto, produce momentos de encuentro íntimo con la lectura, provocando gustos y teniendo claro

que va a generar hábitos lectores (Petit, 2001; Actis, 2008).

El promotor de lectura debe tener buena disposición y creatividad en las actividades que

realiza, es quién crea vínculos o accesos al campo lector, crea comunidades lectoras. Por ende, el

mediador de lectura no puede reducir el texto al mero análisis, ni puede anticipar su sentido, ya

33

que cancelaría de forma unilateral la posibilidad de la escucha, la posibilidad de creación de

imaginarios, la posibilidad de ser y desenvolverse en ese encuentro.

Se trata de poner libros y otros materiales impresos en manos de posibles lectores y

motivarlos a leer, desde actividades dinámicas y pedagógicas, programadas previamente,

generando diálogos en torno a múltiples temas de interés, así los lectores iniciales encontrarán una

fuente de imaginación y de saber, que les permite comprender mejor el mundo que les rodea y

también establecer relaciones con otros (Robledo & Guarín León, 2005). Sobre todo, el promotor

de lectura debe tener en cuenta los conocimientos que se articulan en un proceso lector: saberes,

experiencia lectora, habilidades y estrategias lingüísticas (Cerlalc, 2013) de los participantes.

Aunque en el quehacer de la promoción de la lectura, hay un importante espacio para ir

descubriendo herramientas pedagógicas sobre la marcha, a partir de la sensibilidad del mediador

y de acuerdo a los contextos donde este se encuentre, se debe dejar a la improvisación el más

mínimo espacio, esto quiere decir que, se requiere planear con antelación las actividades con las

que se va a atraer lectores, “las actividades no son un fin en sí mismas, sino sólo un instrumento

para mejorar el hábito lector” (Marlasca, 2015, p. 101), es decir, debe considerarse que en las

actividades de fomento a la lectura se impacta formativamente en lo social y cultural. Como refiere

García Yubero (2015, p. 15):

Cabe destacar la organización de distintas actividades culturales que tratan de captar nuevos

usuarios y nuevos lectores, promoviendo la participación cultural y social de los ciudadanos. Las

actividades culturales programadas… deben estar siempre relacionadas con la lectura y la

información tratando de que sus usuarios se informen, se formen y se entretengan; sin olvidar que,

34

una vez realizadas, deben ser evaluadas y comprobada la eficacia de sus resultados en relación con

los objetivos por los que fueron programados.

De esta manera, la labor del promotor de lectura es de compromiso constante, también es

necesario poseer una alta dosis de amor y pasión por la literatura, así como estar en la disposición

de capacitarse constantemente y reflexionar sobre su quehacer; debe además entender que la

lectura está en una constante transformación y que por lo tanto es dinámica, fortalece espacios y

conocimientos. En esta medida la promoción de lectura se entiende como experiencia de vida, por

lo que se desarrolla como proceso que en algunas ocasiones pueden tener finales exitosos donde

la reflexión incita a abrirse a otros campos del pensamiento.

No obstante, es importante para el promotor de lectura tener en cuenta diferentes aspectos

para una actividad efectiva:

1) Lectura en voz alta: los mediadores pueden recrear situaciones de oralidad prestando su

voz para el acercamiento con el texto escrito, estimulando en los lectores la posibilidad de

imaginar, permitiendo de esta manera consolidar la curiosidad por el hábito de lectura, y por lo

tanto, avivando el lazo afectivo entre el sujeto y la lectura, “en la oralidad está el gusto por la

lectura”. (Petit, 2009)

Se hace referencia a la oralidad teniendo en cuenta que la

…tradición oral no solo constituye los cimientos más sólidos de un proceso lector que comienza

con el nacimiento y termina con la vida misma, sino que es además la base para la formación del

gusto por la literatura y por la lengua escrita. (Robledo, 2010, p. 73)

La oralidad, que en el ejercicio de promoción de lectura se refleja en la lectura en voz alta,

se convierte en la herramienta principal del promotor, siendo una “estrategia básica” (Robledo &

35

Guarín León, 2005) de la promoción. Su importancia se halla en la sensibilización, puesto que, es

mediante de la oralidad y la narración, que el lector escucha, a través de su voluntad y buena

disposición, comprende el mundo, se piensa como persona única y diferente de otros en la

sociedad, forma su historia, desarrolla las capacidades lingüísticas y hace búsqueda de sentido de

la vida.

A su vez, en el ejercicio de la lectura en voz alta se hace necesario el dominio de técnicas

que le ayudan al promotor: la dicción, la entonación, la lectura con sentido (Tonucci, 1989, p. 3),

las modulaciones y matices de su voz. El promotor de lectura debe elegir el texto que le guste para

el momento de leerlo en voz alta, seleccionar el material de acuerdo con el auditorio, conocer el

texto y leerlo previamente, presentar al auditorio el título y el autor, mostrar en lo posible las

ilustraciones y tener contacto visual con el público.

La lectura en voz alta se encuentra ligada a la necesidad de interpretar personajes en donde

intervienen emociones para atrapar y atraer al público, transmitiendo al lector-escucha una

experiencia de sentido cargada de vida y afecto, diseminando en quien presta atención el deseo de

volver al texto, de tenerlo en sus manos y leerlo por cuenta propia, de buscar otros del mismo autor

o del mismo género. “En la medida que escucha leer, avanza como lector, pues va acumulando un

bagaje y una información de tipo lingüístico y literario que le va a ser muy útil cuando lea por su

propia cuenta”. (Robledo & Guarín León, 2005, p. 31)

Siguiendo a Robledo & Guarín León (2005), cuando se lee en voz alta se lucha contra la

exclusión, puesto que permite a quienes no tienen acceso al libro ya sea por razones económicas o

porque en definitiva no pueden leerlo por su propia cuenta, se acerquen y lo lean a través de la

36

escucha. Por ende, el simple acto de leer adecuadamente para un público, atraparlo y dejar que su

imaginación vuele a través de recrear situaciones de oralidad, genera encantamiento hacia la

lectura, en pocas palabras es leer para escuchar, suceso que hace llamativa la labor de promoción

de lectura.

2) Selección de textos: en el ejercicio de la promoción de lectura es necesario una previa

selección de textos, oportunos para cada sujeto teniendo en cuenta el rango de edades, contextos,

gustos o intereses (Actis, 2008). En la promoción de lectura los criterios para la elección de textos

no deben estar mediados por las dinámicas mercantiles del mundo editorial que de acuerdo a su

producción, señalan qué se debe y qué no se debe leer, la elección de textos en la promoción de

lectura debe estar encaminada a tratar temas que toquen los intereses de la comunidad lectora. Por

ejemplo, los textos dispuestos en las bibliotecas, están a cargo de un equipo interdisciplinar de

profesionales, incluyendo el área de pedagogía, la cual es la encargada del proceso de valoración

de libros teniendo en cuenta el trabajo académico –contenido y calidad- para contribuir a

desarrollar la lectura crítica y la posibilidad de entretenimiento, en palabras de Machado (1994):

…el desarrollo de lectura crítica, la selección de libros buenos –desde el punto de vista literario- y

la promoción de una gran diversidad de libros son los únicos medios a la mano si uno no quiere

quedarse atrapado en una ideología y ser manipulado por ella.

3) Claridad en la labor: es indispensable que el promotor de lectura tenga claro el por qué

y para qué se abren espacios donde se promueve la lectura, comprender que con su labor aportará

a la creación de hábitos lectores y comunidades lectoras, generando encuentros entre maneras de

leer y protocolos de lectura en los que propiciará diálogos lectores. Allí el promotor posibilita la

37

apropiación, multiplicación y diversificación de situaciones de contacto con el libro, motivando y

dinamizando el texto a partir de la preparación de actividades de lectura de manera agradable, lo

que conlleva a crear afectividades con la lectura. Es de notar aquí, que en la creación de

comunidades lectoras, el promotor debe propender por fomentar la lectura en familia.

De acuerdo con Marlasca (2015), al programar las actividades se han de marcar siempre

los objetivos generales que se pretenden conseguir, evitando las improvisaciones y las

superficialidades en las acciones. Algunos de los objetivos que se deben conseguir desde la

promoción de lectura serían: 1) el impulso de la participación ciudadana en la vida cultural y social

de la comunidad, 2) detener las diferencias sociales en el acceso a la información y al

conocimiento, 3) propender por una coordinación y colaboración entre las instituciones y los

colectivos que trabajan en pro de la lectura, 4) fomentar hábitos lectores como instrumentos de

goce y ocio, de autoeducación y creatividad personal, 5) motivar el intercambio de ideas, libertad

del pensamiento, interculturalidad, respeto, pluralidad, búsqueda del conocimiento y el

aprendizaje.

38

2.3 La literatura como fenómeno esencial humano

La literatura infantil como un sitio de resistencia, en donde el equilibrio de valores entra en la balanza

junto al poder del imaginario. Estos valores se cuelan en las entrelíneas de las historias, se deslizan entre

los avatares de personajes tramando acciones que ponen en marcha deseos, dolor, sueños, en fin la vida.

Valores como la dignidad, la búsqueda de la verdad, la valentía en la aceptación de circunstancias

adversas, la solidaridad.

(Lardone & Andruetto, 2003)

Aunque se pueda vivir sin literatura, la ausencia de la misma genera falta de sensibilidad, empatía,

solidaridad y compasión, incluso por sí mismo. Su ausencia hace bastante difícil imaginarse en el lugar

de otro, pues ni siquiera el propio lugar es muy claro en una existencia determinada por las carencias y

la insatisfacción de necesidades básicas, que roza un nivel de vida animal.

(Cândido de Mello e Souza, 2013)

Dentro de la experiencia estética que se alcanza con la lectura, se resalta la lectura de textos

literarios, a lo que se llamará aquí, la lectura literaria. Si bien es cierto, existe una clasificación de

textos, de acuerdo a unos criterios que facilitan la identificación y localización del material

bibliográfico en las bibliotecas o espacios de lectura, algunos criterios generales son: 1) las

materias que representan las diferentes disciplinas del conocimiento, también pueden ser

constituidas por categorías específicas como temas interdisciplinarios o multidisciplinarios, 2) el

tipo de pieza que indica si es un libro, una revista o un recurso auditivo o audiovisual, 3) la ficha

bibliográfica, en ella se encuentra el autor o los autores, título, año de publicación y editorial, allí

está incluida la información del material, 4) las palabras clave, las cuales organizan los recursos

39

bibliográficos de acuerdo a la asignación de múltiples palabras que identifican las materias o los

temas contenidos en él.

En el primer criterio se hizo mención a la clasificación por materias que representan las

diferentes disciplinas, en esta clasificación se encuentra por ejemplo, los textos de filosofía, ciencia

política, ciencias sociales, ciencias exactas, humanidades, literatura, entre muchos otros; teniendo

esto en cuenta, se pondrá énfasis en la lectura de textos literarios: de poesía, ciencia ficción, novela,

historieta, leyenda, diferentes tipos de cuentos y mitos.

Se escoge la literatura, puesto que se considera que ella es una manifestación cultural que

provoca sensibilidad e induce a formas de conocimiento, se presenta por medio del lenguaje y es

fundamental para el desarrollo psíquico del sujeto, allí el lenguaje se libera de toda atadura exterior

y puede verse que en dicha manifestación se encuentra “la forma más pródiga de generar seres

responsables, aptos para responder cuestiones humanas” (Cândido de Mello e Souza, 2013, p. 19-

20), no teniendo la literatura por sí misma, que dar respuestas a la humanidad.

Por medio del lenguaje, las cosas, los sujetos, los contextos, las ideas y los valores están

puestos como a distancia de sí mismo, es decir, que todos ellos pierden su seguridad, su solidez,

su propia certeza, otorgándole a cada lector la libertad de darles valor al fabricar los propios

criterios de juicio (Larrosa, 2003) en la formación de su carácter, con ello se puede afirmar que la

literatura no da respuestas al ser, más sí despierta el deseo de pensar, la curiosidad y la demanda

estética como herramienta de construcción de subjetividades en la necesidad de simbolizar

vivencias para la constitución de la especificidad humana; la literatura es la “manifestación

universal de todos los hombres en todos los tiempos” (Cândido de Mello e Souza, 2013, p. 34).

40

A su vez se resalta, que la experiencia de la lectura literaria no es una experiencia inocente,

pues tiene ambigüedades que generan conflictos, que tiene efectos que trascienden las normas

establecidas, con esto se quiere decir, que la literatura al igual que la lectura, no educa o edifica,

ellas humanizan porque permiten experiencias de vida. En la función de la literatura se comparten

tres fases que humanizan referidas por (Cândido de Mello e Souza, 2013, p. 37):

1) es una construcción de objetos autónomos como estructura y significado; 2) es una forma de

expresión, esto es, manifiesta emociones y visión del mundo de los individuos y de los grupos; 3)

es una forma de conocimiento, incluso como incorporación difusa e inconsciente.

Con lo anterior, se entiende la humanización como un proceso que tiene rasgos esenciales,

como

…el ejercicio de la reflexión, la adquisición del saber, la buena disposición del saber, la buena

disposición para con el prójimo, la depuración de emociones, la capacidad de penetrar en los

problemas de la vida, el sentido de la belleza, la percepción de la complejidad del mundo y de los

seres, el cultivo del humor. (Cândido de Mello e Souza, 2013, p. 44)

La literatura permite desarrollar el rasgo de la humanidad en el hombre, puesto que abre la

mente a la comprensión del otro y de sí, a la naturaleza y a la sociedad, en palabras de Robledo,

En los últimos años se han venido desarrollando experiencias de lectura, sobre todo de literatura,

en las que se apuesta a la experiencia estética que ofrece la literatura. La lectura de textos

literarios como aporte a la construcción de la propia subjetividad. La narrativa, la poesía, el drama

como espacios que permiten la exploración de sí mismo, que contribuyen a la expansión del mundo

interior, que favorecen el desarrollo personal, la creación de la propia identidad o la aclaración del

universo emocional. (Robledo, 2010, p. 46)

41

Siendo la literatura creación de cada sociedad, de sus “manifestaciones ficcionales poéticas

y dramáticas de acuerdo con sus impulsos, sus creencias, sus sentimientos, sus normas, a fin de

fortalecer en cada uno la presencia y la actuación de los mismos” (Cândido de Mello e Souza,

2013, p. 35), se estima además que la literatura atesora un trabajo complejo tanto del lector como

del escritor; a su vez, debe considerarse una responsabilidad del Estado, en lo que corresponde a

una red de publicación, divulgación y mantenimiento de las bibliotecas públicas y escolares, y de

otros espacios de lectura, esto no solo debe apoyarse o existir como un plan de lectura, sino que

debe instalarse un proyecto político de lectura y de acceso a la literatura basado en acciones

gubernamentales y sociales decisivas (Castrillón, 2005; Lardone & Andruetto, 2003), para dejarlas

de herederas en el patrimonio humano a cada sujeto, convirtiéndose la lectura y la literatura en ejes

principales de formación para los ciudadanos. Por ende debe entenderse, el acceso a la literatura

como derecho fundamental humano, manteniendo la importancia de la experiencia en la formación

del carácter de cada sujeto, debe prevalecer el pensamiento de que la educación es un bien

inalienable y su práctica conciencia al ser humano, que en su unión favorece a que la lectura y en

especial a que la lectura literaria “salga de la esfera de los bienes restringidos por la élite y pase a

circular como un bien común” (Cândido de Mello e Souza, 2013, p. 10) contribuyendo a sintetizar

los procesos estéticos de cada persona y abriendo posibilidades para que ellas entren en diálogo

con la sociedad.

42

2.4 La escritura como estímulo de expresión

Las letras se convirtieron en una grafía universal, actualmente se entiende la escritura como

un lenguaje global, se escribe para recuperar la palabra y su universo pleno de significados, se

nombra el mundo y las cosas que hay en él, y se encuentra gran diversidad de palabras, como la

variedad de acciones y situaciones que las hacen posible; la escritura es un movimiento de la

persona, permite representar la imaginación4 por medio del lenguaje, adquirir cualidades estéticas

y también abre paso a la sensibilidad.

Por lo tanto, la escritura siempre tendrá un fin expresivo que estará determinado por el

autor, así se podrán encontrar diferentes razones para escribir, como: la escritura catártica, de

hallazgos discursivos, subjetiva de emociones, no necesariamente haciendo búsqueda de

originalidad, para pasar el tiempo, entre muchas otras; no se pretende aquí asentar una de ellas,

más si sugerir el incentivo a la escritura, ya que para escribir basta tener una idea, una emoción,

una pregunta con relación a hechos o a conceptos de interés personal y académico, disposición

física y mental. Al escribir se experimenta, se encuentra un espacio de libertad como lugar personal

(Actis, 2008, p. 80; Robledo & Guarín León, 2005, p. 19), es por ello que la escritura no debe

forzarse, ni obligarse.

Uno de los asuntos que se ha observado en el ejercicio de la lectura y que llama la atención,

es la actitud pasiva que puede tener el sujeto lector frente al texto, esa actitud pasiva se evidencia

4 La imaginación entendida lingüísticamente “no sólo tiene una relación reproductiva con la realidad dada,

sino también, y sobre todo, una relación productiva, pues la imaginación, como el lenguaje produce realidad, la

incrementa y la transforma” (Larrosa, 2003, pág. 27).

43

en la falta de interrogación, de indagación o de expresión de lo leído, asumiendo eso leído como

una verdad, o quizá sin entender por completo que el ejercicio lector es ante todo un ejercicio

activo de interrogación, es en este punto en que la escritura se convierte en la forma más sencilla

para expresarse.

El ejercicio de la promoción de lectura y la docencia en el campo del lenguaje lleva consigo

la necesidad de potenciar la expresión del lector, expresión que da cuenta de la formación de

opinión y criterio construido a través de la experiencia estética que trae la lectura y la sensibilidad

con que se percibe el mundo; se propone incentivar la escritura desde el estímulo por la expresión,

dejando a los espacios rigurosos escolares la enseñanza de la técnica instrumental que contiene sus

formas gramaticales y narrativas, sugiriendo únicamente que en los espacios de promoción de

escritura, sea ésta estimulada. Para lograr este objetivo es necesario crear un ambiente adecuado,

preparar actividades previas, sencillas y oportunas, lo anterior permite consolidar comunidades

lectoras y escritoras. En la promoción de escritura no se concibe escribir desde una visión

funcional, ni desde el dibujo de letras en la sonorización de palabras, ahí radica la diferencia con

la enseñanza escolarizada del lenguaje, pues en él, se reduce a la estructura, la estimulación por la

escritura no hace parte de algún momento de la clase (Ferreiro, 1999), en la escuela se escribe

desde la obligatoriedad.

Por lo tanto, es la responsabilidad del promotor ser constante, indagador y cuestionador,

debe tener la sutileza y el tacto para formular preguntas a los asistentes, preguntas que permitan

generar acontecimientos que modifiquen sus visiones de mundo, aunque es primordial la

44

planeación de actividades, es necesario que esté preparado para la improvisación, no se sabe que

puede surgir en el transcurso de la actividad.

En consideración a lo anterior, también se plantea que, es necesario contar con la voluntad

de los participantes, la promoción de lectura y escritura no podría realizarse a través de la

obligatoriedad, la participación en estos espacios requiere de disposición, perseverancia,

constancia y disciplina, el participante debe ser consciente de los compromisos implícitamente

adquiridos; cabe aclarar que allí no se busca formar escritores de oficio, más si se busca el incentivo

por la escritura desde su expresión mínima, con cualquiera de las razones expuestas anteriormente.

Se escribe para trascender y dialogar en la memoria del posible lector.

2.5 Espacios no convencionales para la lectura y la escritura: otra concepción del espacio

público como una alternativa que fortalece el acceso a la cultura escrita

Leer y escribir es un derecho de los ciudadanos, que debemos hacer cumplir y que implica un

compromiso de muchos

(Castrillón, 2005)

Una de las cuestiones que llama la atención en torno a la escuela es que en ella se han

desbordado diferentes problemáticas a nivel de la enseñanza en distintas áreas del conocimiento,

(Ferreiro, 1999; Álvarez Gallego, 2003), en el área de la lectura y la escritura “una de las causas

que ha hecho de la lectura en la escuela un acto aburrido y monótono es haberla convertido en un

45

artificio. Esto significa haberla despojado de sus múltiples funciones y posibilidades, haberla

desnaturalizado” (Robledo, 2010).

La educación ha sido útil y se ha transformado de acuerdo a la estructura social de la

historia, puede ser vista desde tres perspectivas, según Álvarez Gallego (2003), quien divide la

educación en tres fases:

La educación antes de la era moderna

La era del Estado docente

La época de la sociedad educadora

Lo anterior atraviesa la funcionalidad que tuvo la educación antes de la era moderna, en la

cual se negaba al pueblo el acceso a la cultura letrada, Álvarez Gallego plantea, que la era del

Estado docente, está situada en el surgimiento de los Estados modernos, convirtiéndose la

educación en asunto estratégico para la escolarización de sus prácticas, emergiendo la escuela

como una nueva institución asumida por el Estado que regularizaba la enseñanza:

La escuela se convirtió en el último eslabón de aquella compleja cadena que terminó llamándose

sistema educativo…El Estado era el responsable de esta tarea civilizadora. La escuela, y por lo

tanto el maestro, los edificios, los manuales y los escolares eran su responsabilidad. Nadie mejor

que él podía garantizar la correcta administración de tan dedicada misión. Nadie mejor que el

Estado para garantizar la unidad de criterios y de contenidos con respecto a lo que la época requería.

El Estado era funcional a la escuela y viceversa, gracias a aquel aparataje complejo en que se

constituyeron los sistemas de instrucción pública… Los conocimientos y los valores adquiridos en

ella eran suficientes para que una persona sobreviviera el resto de la vida en medio de las exigencias

de la sociedad industrial. (Álvarez Gallego, 2003, p. 240 - 242)

46

Es así que, Álvarez Gallego observa a la escuela como el baluarte del Estado en lo que

nombra como la era del Estado docente, visión que empieza a cambiar al percibirse como rastros

“de lo que será quizás una nueva era en las formas como la sociedad se educa” (Álvarez Gallego,

2003, p. 242). Álvarez Gallego, genera la categoría provisional de “sociedad educadora” para

empezar a reconfigurar tanto el sentido y la función de los espacios como de la educación

actualmente. La sociedad educadora, es analizada desde cinco signos: 1) viejos sueños de

autarquías, 2) reformas educativas, 3) redistribución de responsabilidades, 4) nuevos escenarios

educativos e 5) internacionalización de la educación. Por lo que se tomará el cuarto signo “nuevos

escenarios educativos”, para comenzar a observar el panorama de lo que llamamos aquí, espacios

no convencionales.

Con el expansionismo de las ciudades y la aparición de las grandes urbes se ha venido

escudriñando sobre la visión de educación generalizados en la “era del Estado docente”, desde

hace cerca de cincuenta años las ciudades en Latinoamérica se han constituido como metrópolis,

situación que ha abonado a que emerjan nuevos escenarios educativos no contemplados

anteriormente. El desarrollo que trajo consigo la modernidad –aunque en los países de América

latina los gobiernos y las políticas estatales no han colaborado a que haya un óptimo desarrollo-,

lleva a crear nuevos escenarios para producir nuevos saberes y múltiples tipos de aprendizajes, tal

vez más eficientes, que los que deja la escuela, lugares por los que transitan conocimientos,

verdades y valores actuales, variables y diversificados de acuerdo a la época, lo que hace que la

función educativa se disperse, viéndose en cada espacio de la ciudad, cantidad de información que

aporta códigos y símbolos que coadyuvan a la formación de las personas. “… hablar hoy en día de

47

ciudad es reconocerla como espacio para socialización y la formación” (Álvarez Gallego, 2003, p.

251).

Es así que emerge un nuevo paradigma, si quiere llamárselo: educativo o formativo, que

estaría encaminado a que “la escuela ya no es la única ni la principal responsable de la educación

de los ciudadanos de un país y que la infancia no es la única edad para aprender” (Álvarez Gallego,

2003, p. 251). De la misma manera se está transformando la valoración de lo que es importante

saber, los saberes se han multiplicado enormemente, lo que se aprende en la escuela ya no sirve

para toda la vida, empieza a verse la mutabilidad del conocimiento y de los aprendizajes.

De igual manera, muchas han sido las observaciones sobre el papel de la escuela alrededor

de la lectura y la escritura, se ha evidenciado que la escuela al sostener un carácter de

obligatoriedad, principalmente, no permite gozo y gusto por ellas, siendo esta el lugar propicio

para potenciarlas, como lo refiere García Yubero & Sánchez (2015, p. 12)

… por la escuela pasan todos los niños y niñas, y esta circunstancia debería aprovecharse para

desarrollar su gusto por la lectura, aunque los resultados indican que un buen número de

adolescentes y jóvenes no tienen la lectura entre sus actividades preferidas.

Además la biblioteca, hogar de los libros y la lectura, lugar que ha integrado y guarnecido

estas prácticas, ha visto la necesidad de traspasar esas fronteras e introducir la lectura y la escritura

en otros espacios. Por esto, se plantean los espacios no convencionales, como espacios que en

principio, fueron creados para una función específica, pero que con las nuevas dinámicas

estructurales de la ciudad y la transformación en sus concepciones, han sido propicios para llevar

a cabo prácticas formativas, culturales y educativas, es así que la anterior hipótesis es vista desde

48

la condición de: alternativa de acceso a la cultura escrita, puesto que, como es bien sabido,

Colombia es un país al que ha llegado el desarrollo lentamente y las desigualdades sociales

abundan no solo en las zonas rurales, sino también en las ciudades. Es alternativa de acceso a la

cultura escrita ya sea para quienes tienen poco acceso a ella o para quienes, por voluntad, quieran

ser partícipes de estos espacios y deseen incrementar sus conocimientos y habilidades.

Los espacios no convencionales de lectura y escritura, son una propuesta para el

aprovechamiento de lo público, para un beneficio común, se han consolidado como espacios

importantes porque llegan a “zonas sensibles económica y socialmente” como “parques,

hospitales, plazas de mercados, salones comunales y, al final, en cualquier lugar donde sea posible

encontrar un lector, allí es posible un espacio de lectura” (Pulido, 2015, p. 303-305).

Es así, que las iniciativas que se han venido desarrollado en espacios alternativos conllevan

a la comprensión planteada por Álvarez Gallego (2003), de una transformación de la ciudad. La

nueva percepción urbanística implica al aprovechamiento de diferentes espacios para disfrutarlos

con múltiples actividades, comprendiendo las realidades, pensándose nuevas maneras como sujeto

que habita y se apropia de todos los espacios. En este aspecto se puede observar la ejecución de

diferentes programas académicos, culturales y lúdicos, que otorgan una dinámica política, ya que

en ellos el sujeto se aprehende como ser social en un lugar, asimilándolo como suyo.

Estas transformaciones permiten ver que el concepto de territorio muta y es entendido “no

desde lo determinado administrativamente, sino más bien desde lo definido por las relaciones

sociales y dinámicas propias de las comunidades que lo habitan”, según Llanos Hernández (Citado

por Pulido, 2015, p. 304). Por lo tanto, “en medio de este territorio surge el espacio de lectura no

49

convencional como una oportunidad de encuentro, inesperada, pero agradecida” (Pulido, 2015,

p.304) cohesionando a la comunidad lectora por medio de la construcción simbólica de identidad

determinada en torno a dicha práctica “logrando también hacer realidad el reconocimiento de la

diversidad y asegurando el acceso a la lectura como un derecho para todos, sin tener en cuenta

estrato, condición social económica o física” (Pulido, 2015, p. 305).

Por lo anterior, se afirma que los espacios de lectura son el medio con el cual los poderes

políticos posibilitan el acceso a la cultura escrita, ya que aproximan al sujeto a la información, la

educación y la cultura. Ellos apoyan la educación, acercan las expresiones culturales a los

ciudadanos, fomentan el diálogo intercultural, los programas de alfabetización, el patrimonio

cultural y humano, como también las innovaciones científicas. Igualmente, los espacios no

convencionales de lectura y escritura son importantes en la defensa de lo social, en la medida en

que allí acuden los ciudadanos independientemente de su diversidad de pensamiento y nivel

económico, es decir, no solo son espacios de legitimación de políticas estatales, sino también, de

participación e inclusión social y política: “sin lectura, derechos fundamentales como el derecho a

la educación, a la información, a la cultura o a la participación política serían papel mojado”

(Hernández-Pérez & García-Moreno, SF).

Lo anterior da el punto de partida para que realmente se mejore el plan institucional de

lectura en el país y se invierta seriamente en redes de bibliotecas escolares, públicas y espacios no

convencionales de lectura, ya que como menciona (Marlasca, 2015, p. 98):

…los países con mayor nivel de riqueza presentan índices de lectura en su población más elevados

y las mejores redes de bibliotecas… Para lograr una sociedad lectora se requieren unas políticas de

50

acción continuada en el tiempo incidiendo prioritariamente en el sistema educativo y en redes de

bibliotecas. No hay mejor plan de fomento de la lectura que asignar los recursos necesarios para

mantener buenas redes de BP, más allá de las campañas políticas.

51

3. METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN

No hay palabra verdadera que no sea unión inquebrantable entre acción y reflexión.

(Freire, 1970)

La sistematización de experiencias se ha convertido en una modalidad investigativa que

funciona en diversos campos de la acción social, cultural y educativa, empleada aquí como

estrategia permite reconstruir, comprender y transformar las prácticas de lectura y escritura en

espacios no convencionales, ya que se busca hallar una relación entre las nuevas concepciones y

dinámicas que se presentan en dichos espacios como fenómenos que contribuyen y fortalecen la

educación.

La sistematización de experiencias ha trascendido los marcos técnicos e instrumentales y

ha involucrado sus presupuestos epistemológicos y sus implicaciones prácticas en la cualificación

de prácticas sociales (Jara, 1996), por lo que se considera la herramienta más efectiva para

reflexionar sobre los efectos que tiene la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales en relación con el acceso a la cultura escrita como una garantía de derechos

culturales. Esta modalidad investigativa se inserta en la acción social de la promoción de lectura y

escritura con vista a la solución de problemas, necesidades y aspiraciones, lo que abre caminos

para la elaboración de estrategias político-pedagógicas, en función al apoyo y potenciación de las

capacidades lectoras y escritoras de los sujetos en desarrollo de sus derechos culturales.

52

3.1 Descripción metodológica de la sistematización de experiencia

Para avanzar en el campo educativo, deben hacerse propuestas alternativas y llamativas en

el campo pedagógico, abrir caminos apropiados que favorezcan el aprendizaje, como también

entender y aceptar con sentido crítico las nuevas sugerencias. Dichas propuestas surgen a partir de

la reflexión constante del quehacer pedagógico; propuestas que sin duda no han dejado de hacerse,

algunas teniendo éxito y otras dejando pensamientos escépticos debido a fracasos o a intentos

improvisados.

No se puede perder de vista que, constantemente se encuentran grandes retos en este

terreno, además, se debe tener en cuenta que de una u otra manera la formación profesional y sobre

todo, la formación docente es escogida libremente. En su cotidianidad cada profesional en

pedagogía debe enfrentarse a cavilaciones persistentes, por lo tanto, se comparte la sistematización

de experiencias como la metodología más acorde para ver y comprender la promoción de lectura

y escritura en espacios no convencionales como una unidad rica y contradictoria, llena de

elementos constitutivos en sus dinámicas propias. Según Ibáñez (Citado por Jara, 1996, p. 10)

dicha acción como proceso social, organizativo, formativo y cultural está “a su vez en relación con

otros procesos de la realidad que poseen características similares…”, lo que permite apropiarse de

la experiencia vivida y dar cuenta de la misma.

De acuerdo con Robledo, la promoción de lectura se ha construido a partir de la práctica

teniendo como objetivo la formación de lectores, razón que aviva aún más la pesquisa sobre el

53

tema, además llama la atención las falencias evidenciadas en la escuela sobre la lectura y la

escritura.

Por ejemplo, la escuela necesita de la lectura y la escritura para poder garantizar su función

educadora, sobre todo en las escuelas que usan como base el texto escrito. Allí, la promoción de

lectura no ha evolucionado mucho en términos masivos y no lo hará hasta que no transforme su

pedagogía de la lectura y la escritura… leer y escribir son prácticas mecánicas y repetitivas y se

considera que leer es decodificar y escribir es copiar. (Robledo, 2010, p. 31)

Evocando a Marlasca (2015), la promoción de lectura y escritura es un terreno en el que

poco se ha explorado y abonado bibliográficamente. Por lo tanto, se entiende la promoción de

lectura como fenómeno social, porque tiene un inicio consciente y espontáneo, su desempeño ha

impulsado a un inevitable cambio social. Es así que se interpreta el carácter pedagógico en

promoción de lectura y escritura como el saber que concilia la construcción de la teoría con la

práctica, siendo aquí la reflexión del mediador indispensable, ya que apunta a mejorarlas y conlleva

a profundizar su fundamentación teórica.

Lo anterior es el motivo principal por el cual se elabora la presente sistematización, en esta

se involucran los diversos actores para dilucidar el sentido o el significado que los procesos de

lectura y escritura en espacios no convencionales tienen, al analizarlos desde el acceso a la cultura

escrita.

La sistematización de experiencia es entendida desde su carácter de proceso de creación de

conocimiento a partir de la intervención propia en una realidad dada, como se mencionó

anteriormente, es un primer nivel de teorización sobre la práctica en una actividad social.

54

Enriquece, confronta y modifica el conocimiento teórico existente, contribuyendo a convertirlo en

una herramienta útil para interpretar y transformar la realidad (Ghiso, 2001; Jara, 1996).

A toda sistematización le antecede una práctica, es decir, es también un proceso

participativo en el que la experiencia es recuperada, recontextualizada y analizada. Para la

sistematización es importante tanto el proceso como el producto, el proceso evidencia el

componente pedagógico, ya que, se forma para sistematizar y se sistematiza para formar, lo cual

se convierte en aprendizajes significativos para quienes participan en él (Ghiso, 2001).

3.2 Sistematización de la experiencia en promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales

La sistematización realizada es recogida a partir de experiencias significativas en

promoción de lectura y escritura que ha tenido la autora del presente documento, lo cual implica

categorizar y conceptualizar dicha práctica, para darle coherencia a los elementos observados, se

pone en orden los elementos que intervienen en ella de manera holística. Para ello, se hace uso de

los siguientes instrumentos de recopilación de información:

Relatos de experiencia

Entrevistas

A su vez, se sitúa la sistematización de la experiencia en el enfoque interpretativo, ya que

este se basa en el proceso de conocimiento, en el cual se da una interacción entre sujeto y objeto,

el hecho presentado es inseparable. Con este enfoque se puede comprender la realidad como

55

dinámica y diversa, su interés va dirigido al significado de las acciones humanas y de la práctica

social.

Es así que, este proceso de sistematización de experiencia permite comprender el desafío

no solo de conocer las dinámicas de la promoción de lectura y escritura en espacios no

convencionales, sino de evidenciar la responsabilidad colectiva en la reconfiguración de espacios

que dan acceso a la cultura escrita en la apertura de caminos realmente democráticos.

3.2.1 Bosquejando el camino al escalar la montaña

El proyecto tenía como objetivo acercar la literatura infantil a niños desescolarizados y de

escasos recursos económicos que estuvieran en edades entre 5 y 14 años, el proyecto estaba a cargo

de mi compañero Giovanny y yo. Debíamos subir a la UPZ La Flora de la localidad de Usme en

Bogotá y hacer contacto con líderes comunitarios para apoyarnos con ellos al hacer la convocatoria

y encontrar un espacio adecuado para llevar a cabo los talleres. Los llamábamos talleres porque en

efecto, en ese momento, no sabíamos que lo que estábamos haciendo tuviera por nombre

promoción de lectura, lo que sí teníamos claro era que trataríamos de ofrecer un encuentro

agradable entre los niños, la lectura y conversaciones sin tapujos e interesantes acerca de la

literatura infantil.

Para el desarrollo de los talleres contábamos con la maleta viajera que ofrecía la biblioteca

local La Marichuela o con las inscripciones que teníamos individualmente a otras bibliotecas,

preparábamos la sesión y caminábamos montaña arriba para llegar puntual al encuentro con los

56

niños inscritos. No cabe la menor duda que la labor era bastante compleja en la medida de que la

asistencia no era constante, pero también resalto que mientras más atractivo, dinámico y creativo

se pensaba el taller, los niños empezaban a llegar sin falta, también se hacía complejo porque

muchas de las familias no tenían habían interiorizado la importancia de la lectura para sus vidas,

pero con el transcurso y desarrollo de las sesiones, cuando los niños llegaban a casa y comentaban

con su familia lo que aprendían allí, los padres fueron tomando un poco de conciencia por el tema.

Este proyecto estaba en el marco de un programa que tuvo la Asociación Escuela Viva en

la localidad de Usme, el programa estaba dirigido a fomentar el conocimiento y cuidado del medio

ambiente, de los recursos hídricos y de los Cerros Orientales en la localidad. Una de sus líneas

estaba enfocada en fortalecer la lectura en niños desescolarizados de la zona, pero por más que su

enfoque era la lectura sabíamos que la escritura no la podíamos dejar de lado, por lo que también

realizábamos ejercicios simples de escritura.

El vínculo que tuve con la asociación fue corto, estuve cerca de un año apoyando diferentes

actividades, durante los talleres de lectura pude observar que en pleno siglo XXI el acceso a la

educación, la lectura y al conocimiento en sí, tiene límites, por más acercamiento que han tratado

de ofrecer las diferentes administraciones distritales en educación a zonas de alta vulnerabilidad,

la cobertura no ha sido completa, aún se encuentran niños y jóvenes desescolarizados, incluso,

adultos que no han recibido la mínima alfabetización. La práctica de promoción de lectura en este

sector y con este tipo población me llevaba a la reflexión sobre ¿en qué medida al fortalecer las

políticas públicas sobre la lectura y la escritura darían mayor apertura a las vías de acceso a la

cultura escrita?

57

3.2.2 Ensayando posibles en lo imposible

La práctica pedagógica es una actividad que cada estudiante de licenciatura debe realizar.

Cuando llegué a octavo semestre el Proyecto Curricular de la Licenciatura nos reunió y nos ofreció

un listado de instituciones educativas para que nosotros escogiéramos en dónde llevarlas a cabo.

En ese listado estaba la Escuela Normal Superior Distrital María Montessori, institución

reconocida por tener una trascendencia de calidad en educación bajo el modelo pedagógico de

María Montessori, lo que personalmente siempre había llamado mi atención.

Escogida dicha institución para realizar mi práctica pedagógica, empecé a llevar a cabo mis

funciones. Aparte de la observación pedagógica correspondiente, fui encargada para apoyar,

planear y desarrollar talleres de creación literaria para el Primer Concurso Institucional de Cuento

Breve, con estudiantes de tercer grado, niños de ocho años aproximadamente. ¿Cómo iba a lograr

concentrar las energías de los niños para que escribieran cuentos breves, sobre todo, con edades

tan tempranas y con grupos tan grandes?, fue una de las preguntas que me hice al iniciar los talleres.

Hacer un taller de creación literaria con la totalidad de estudiantes en esas edades, me

parecía casi un imposible, al plantearme cómo y por dónde empezar, orienté mis esfuerzos en la

promoción de lectura, acudí a una selección de textos infantiles que motivará el espíritu escritor,

una colección que fuese llamativa y atrajera a los jóvenes escritores. Luego recurrí a juegos de

escritura para que el ejercicio escritor no lo viesen tedioso como lo percibían desde las clases del

currículo formal. Personalmente, tenía muchas expectativas y más pensamientos escépticos que

exitosos por el resultado.

58

Con gran admiración encontré que los niños son como aquella caja de sorpresas que nunca

va a dejar de producirlas, la mayoría de los estudiantes tuvieron una producción textual

extraordinaria, ciertamente fundamentada en un proceso de edición de textos. Finalmente, los

cuentos producidos pasaron al comité de selección del concurso, quedando tres cuentos como

finalistas para la premiación.

La idea de la educación no formal, de la educación popular, siempre me ha llevado a

reivindicar los espacios no convencionales por encima de los espacios escolares, precisamente

porque es allí en donde cobra mayor fuerza la educación, la lectura y la escritura. Sin embargo, la

experiencia que relato muestra que es posible crear en imaginarios imposibles, lo que me lleva a

cuestionar: ¿qué le hace falta a la escuela para hacer atractiva la lectura y la escritura?

3.2.3 El vuelo de la mariposa, Alejandro Franco en el PPP El Virrey

Cuando llegué por primera vez al PPP El Virrey, sentí diferentes emociones: inquietudes,

curiosidades e inmensas expectativas, puesto que retomaba actividades de educación no formal

enfocadas en la lectura y la escritura, pero esta vez contando con la formación en docencia recibida

en la universidad. En esta ocasión, sentía que a través de la promoción de lectura empezaba a dar

otros significados y razones a mi quehacer pedagógico.

Cuando se empieza en un espacio de lectura se debe iniciar por conocer la colección, el

territorio y a familiarizarse con los usuarios, desde mi primer día allí, noté que la mayor parte de

usuarios participantes son niños. Ese día recordaba que en algunas conversaciones mis compañeros

59

les llamaban “los niños del parque”, pero con el pasar de los días me di cuenta que los niños tenían

apropiado el espacio, que el paradero es un lugar constitutivo en sus vidas y en sus entornos, los

niños no salían de casa si el paradero no estaba abierto, situación que deviene de la trayectoria del

programa en la ciudad, es así que yo les llamaba “los niños del P”.

La lectura y la escritura ha pertenecido históricamente a altas esferas sociales,

recientemente pareciera que hablar sobre promoción de lectura es un cliché y el tema fuese el

último grito de la moda, pero es en la práctica donde uno entra verdaderamente a reflexionar y a

pensarse la incidencia y la repercusión que tiene socialmente, es la práctica la que da cuenta de

qué tan importantes son estos espacios, y cómo afectan la vida de los sujetos. Son muchas las

personas que asisten y participan allí de manera voluntaria y autónoma. Desde mi primer día en el

paradero El Virrey, conocí muchos niños, Dylan, Nicol, Adriana, Dayana, Keyner, Andrés, Alison,

Alejandro, entre muchos otros que mi memoria en este momento no alcanza a evocar, algunos de

estos niños habitan o habitaban el barrio, como muchos otros venían de barrios aledaños -cabe

aclarar que la zona en donde está ubicado el paradero es una zona en la que no se encuentran

suficientes oportunidades para el pleno desarrollo de la vida-, pero llegaban allí buscando

alternativas para pasar su tiempo de forma sana, ellos sabían que allí hacían amigos, disfrutaban

de una charla entorno a algún libro, de aprender jugando, de ver o aprender otras cosas, en otras

palabras, venían escudriñando mundos diferentes a su realidad inmediata.

Una tarde llegaron dos chicas, Deisy y Valery, buscaban ayuda porque su profesora en

clase las ridiculizó, las puso a leer en voz alta y ellas por temor no leyeron con fluidez, venían con

timidez las tardes en que había atención en el paradero luego de la jornada escolar para hacer

60

refuerzos de lectura, y digo timidez porque a su edad no es fácil participar en estos espacios, sobre

todo, porque muchos jóvenes hacen burla a esto. Al cabo de unos meses se evidenció un cambio

drástico en su lectura, ellas leían con seguridad, buena entonación y dicción, logrando a su vez

romper esquemas que impone la sociedad.

Desde el primer día en que llegué al paradero El Virrey, conocí a Alejandro Franco, un

niño de 9 años que me recibió amablemente y me presentó gran parte de la colección infantil y

juvenil. Alejandro frecuentaba el paradero tiempo atrás y al hablar de la lectura reflejaba la pasión

que sentía al leer. Alejo –como yo le llamaba con aprecio-, había leído muchos de esos libros que

habitaban ese estante amarillo, hablaba con propiedad de ellos, él era uno de los usuarios que

solicitaba renovación constante de la colección y mayor cobertura en los horarios, “deberían traer

otros libros, estos ya me los leí”, “si por mi fuera, dejaría que el Paradero estuviera abierto todos

los días de la semana”, “si cerraran el Paradero, mi vida sería un poco triste”, eran algunas frases

que repetía constantemente.

Alejandro no vivía en el barrio, él y su familia vivían un barrio más abajo, pero asistía al

Paradero porque su padre tenía un negocio en la esquina del parque y Alejo subía con él siempre

pensando en que llegaría al P, con Alejo leímos varios libros en voz alta, él era amante de la

literatura fantástica. Un domingo extrañé la presencia de Alejo, tuve la sensación que fue una de

las jornadas más largas, el sábado siguiente llegó Alejo desbordado de historias, pues el domingo

anterior su padre lo había llevado a la Biblioteca Pública Local La Marichuela, fue su primera

visita y allí había descubierto un universo diferente y encantador, ese sábado estaba feliz, porque

en su visita a la biblioteca se había afiliado y había sacado en préstamo los tomos que nos hacían

61

falta leer de “Las crónicas de Spiderwick”5, entre tiempos de atención a otros usuarios y tiempos

libres terminamos la lectura.

Alejandro era un niño vehemente en el paradero, a él le gustaba recomendar libros a otros

niños, en ocasiones me pedía que lo dejara ser el mediador, que lo dejara leer a chicos más

pequeños, le gustaba guiar la lectura, lo que ofrecen estos espacios, es el acercamiento al libro con

desinterés aparente, los niños llegaban con una curiosidad sutil, tomaban libros, los ojeaban, los

leían, jugaban con ellos, gozaban de las actividades de lectura y se iban dichosos del momento.

Para vísperas del 31 de octubre Alejandro había dejado de asistir al paradero, llevaba tres

semanas en que no iba, por su ausencia un sábado luego de cerrar el paradero me dirigí al negocio

de su padre para averiguar sobre Alejo, su padre me contó esa ocasión, que Alejo lo acompañó a

comprar materiales y repuestos a la zona del centro, que esa tarde visitaron la Biblioteca Luis

Ángel Arango y que desde ese momento Alejandro había decidido visitarla todas las veces que le

fueran posibles.

Esa tarde supe que Alejo había desplegado sus alas y había iniciado su vuelo. Días después

Alejandro Franco regresó al P, rebosante de asombrosas e innumerables experiencias en la

Biblioteca.

5 Serie de cinco libros de ciencia ficción infantil

62

3.2.4 Leer para sanar

Muchas personas estiman el espacio como un lugar desagradable, antihigiénico o repulsivo,

otras, en sus ojos manifiestan sentimientos de lástima, caridad, compasión o miedo, también sin

tapujos, me preguntaban que si trabajar allí trastocaba mi existencia. Indiscutiblemente, habitar el

ambiente hospitalario para muchos es un asunto polémico por las múltiples situaciones que se

encuentran, pero sin duda alguna, es uno de los espacios no convencionales más enriquecedores

en que se lleva a cabo la promoción de lectura.

Llegué a consulta externa, a la sala de onco-hematología del Hospital La Misericordia, en

donde Fundalectura desarrolla en convenio con la Fundacion Sanar un proyecto de promoción de

lectura con niños que padecen cáncer. La actividad de promoción, la realizaba en la sala de lectura

a la cual, llegaban niños en su voluntad de leer o impulsados por su curiosidad; otro espacio en

donde realizaba está labor era la sala de quimioterapia, en el transcurso del tratamiento médico.

Una de las situaciones que detecté allí durante mi quehacer, fue que muchas familias se

desintegraban o se desestabilizaban cuando al niño le diagnosticaban la enfermedad, algunos

padres de familia abandonaban el hogar, en otras familias el ambiente se tornaba tosco y hostil.

Recuerdo mucho que una de las pacientes con tres o cuatro años aproximadamente, llegaba a la

sala de lectura en busca de un abrazo; su madre en ese momento tenía ocho meses de embarazo y

todo su contexto inmediato, le hacía demostrar a la niña sentimientos similares al tedio,

agotamiento e indiferencia. Al ver situaciones como la anteriormente descrita, decido empezar a

realizar talleres con las familias sobre promoción de lectura, en principio estaban enfocados a la

63

importancia de la lectura en familia, pero en su desarrollo giraban en torno a temas como la

afectividad, la escucha, el diálogo, el compartir, entre otros contenidos que involucraban las

relaciones y los hábitos familiares.

Los talleres en familia resultaron teniendo bastante éxito, ya que, al cabo de cierto tiempo

pude observar cambios significativos en las familias participantes, por ejemplo, al principio en la

realización de ejercicios de lectura en familia, la manera en que los padres leían a sus hijos era

plana, leían con desinterés, desgano o sin entonaciones; de igual manera, el padre sentaba al niño

lejos de sí y no creaba lazos de afectividad, con el transcurso del tiempo noté que los padres se

habían enriquecido de herramientas y habilidades para la lectura en voz alta, a su vez, noté que al

realizar la lectura de algún texto a sus hijos demostraban emotividades, el niño estaba más cerca,

por ejemplo, lo sentaban en sus piernas y los niños buscaban descansar en su regazo. Cabe resaltar

también que la forma de expresarse entre ellos con el transcurso de los talleres, mejoraba, tenía

más carga afectiva.

Muchas fueron las experiencias cargadas de inmensos afectos en La Misericordia,

ciertamente he podido descubrir, que el ejercicio de la promoción de lectura en ambientes

hospitalarios, hace que los pacientes experimenten momentos de libertad y mediante la lectura,

dejan de lado por algún instante la carga emocional y física para sonreír a través de mundos

imaginados.

64

3.3 Entrevistas

La entrevista como instrumento de recolección es la adquisición de información mediante

la conversación, se basa en respuestas directas que los actores sociales proporcionan al

investigador, la técnica de la entrevista es relevante para la investigación social y cultural porque

proporciona información directa de los sujetos y se obtienen inmediatamente los significados

otorgados de la realidad.

Se plantearon dos entrevistas, estructuradas de la siguiente manera:

Importancia de la lectura en familia

1) ¿Cuáles considera usted que son los actores que intervienen en la promoción de lectura?,

¿cree que dichos actores estén realizando una tarea mancomunada?, explique

2) ¿Qué papel cree usted que tiene la lectura en familia?

3) ¿Cree que a nivel de políticas públicas se está haciendo lo suficiente para fomentar la

lectura en familia?

Percepción de los espacios no convencionales como acceso a la cultura escrita

1) ¿Está de acuerdo en que la promoción de lectura y la escritura da acceso a la cultura

escrita?, mediante esta ¿se cubren derechos culturales de los asistentes?

Tabla 1. Entrevista a promotores de lectura

Concepción de los espacios no convencionales de lectura

1) ¿Cómo y por qué cree usted que nacen los espacios no convencionales de lectura?

2) ¿Qué papel cumplen estos espacios en la sociedad?

Espacios no convencionales de lectura como alternativa de acceso a la cultura escrita

65

1) ¿Ha pensado los espacios no convencionales de lectura como un acceso a la cultura escrita

y como una garantía de derechos culturales para los ciudadanos?, explique las razones

para que lo sean

2) ¿De qué manera se hace efectivo el postulado anterior?

3) ¿Cree que existan políticas claras que favorezcan la formación de lectura y escritura?

Tabla 2. Entrevista a directoras de programas de lectura

Las entrevistas son de tipo semiestructurado, en las que se formularon preguntas abiertas,

evitando la formalidad, lo que da lugar a que su desarrollo varíe dependiendo del diálogo entre el

entrevistador y el entrevistado, es decir, se conservó una estructura para la codificación de la

información, pero las preguntas variaban de acuerdo a la fluidez de la conversación, todas las

entrevistas fueron individuales y presenciales.

Antes de cada entrevista se encuentra una breve reseña biográfica de presentación de las

personas que accedieron a ser entrevistados, se evidencia su recorrido profesional y su formación

como promotores o directores de programas de lectura. Para favorecer la relación comunicativa;

en el momento de las entrevistas, se recurrió a la grabación, la transcripción y edición como

herramienta de apoyo.

3.3.1 Diana María y la curiosidad por la lectura

Diana María Cardona Ruiz es Licenciada en Educación Básica con énfasis en

Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, ha sido

promotora de lectura desde el año 2011, colaboró en Fundalectura en los proyectos: Paraderos

66

Paralibros Paraparques, Lectura en plazas de mercado y Currículo para la Excelencia Académica

40 x 40 con primera infancia en el eje de la literatura; ha trabajado en diferentes eventos de fomento

a la lectura itinerantes organizados por IDARTES y en eventos especiales de la Cámara

Colombiana del Libro; formuló el proyecto de promoción de lectura en el Sistema de Bibliotecas

de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas ofreciendo capacitaciones a los funcionarios;

actualmente ejerce la docencia en el departamento del Vaupés.

Destaca que en su labor como promotora de lectura y como docente ha motivado el gusto

por la lectura y la escritura de manera didáctica y seductora, tratando de impactar en diferentes

edades y llegando a personas reacias a estas prácticas, admitiendo que: “la promoción de lectura

es una labor a la que no se renuncia, una vez apropiada esta labor se articula con todos los aspectos

de la vida”.

CMLC: ¿Cuáles considera usted que son los actores que intervienen en la promoción de

lectura?, ¿Cree que dichos actores estén haciendo una tarea articulada en el campo de la lectura?,

explique

DMCR: Creo que todo puede ser un actor que interviene en la promoción de lectura: la

familia, la escuela, los docentes –del área que sean-, pienso que la responsabilidad no debe recaer

solamente en el profesor de lengua castellana, sino que se puede promover desde todas las áreas,

en esa medida todos somos actores de lectura. La segunda es una pregunta que tiene dos caras, es

decir, en lugares se evidencia la existencia de proyectos de lectura en donde se pone a interactuar

a toda la comunidad, como también se evidencian lugares en los que no; si la pregunta fuera

solamente para responder afirmativo o negativo, respondería que no, porque en nuestra sociedad

67

se evidencia que toda la responsabilidad recae en el profesor de lengua castellana, por ende en la

escuela; son pocas las familias que hacen parte de este trabajo y en muy pocos espacios se articula

esta labor, sino es un proyecto como tal, no se hace de manera natural esta articulación.

CMLC: ¿Qué papel cree usted que tiene la lectura en la familia?

DMCR: Yo creo que depende de la familia, puede que existan familias que tengan a la

lectura como una actividad fundamental, que la lectura tenga un lugar privilegiado y que sea un

momento de reunión, de discusión, de afincamiento filial, pero hay otras familias en las que no

existe lugar para la lectura, a los padres no les gusta leer, pero obligan al niño a leer y lo dejan en

un rincón, eso depende de la familia. Por mi parte la lectura en familia es muy importante, hace

que toda la familia se interese en la lectura y hagan de esta práctica un hábito vital.

CMLC: ¿Cree que a nivel de políticas públicas se está haciendo lo suficiente para fomentar

la lectura en familia?

DMCR: Creo que en el último gobierno de la ciudad se hizo un buen trabajo, es decir, se

dio oportunidad a que la educación se viera no solamente articulada con los contenidos, los

lineamientos y los estándares, sino que se le dio gran oportunidad a la lectura, al mundo de la

expresión y al mundo del arte, pero no ha sido suficiente, es necesario un trabajo mucho más

articulado entre las instituciones y programas de lectura, de muchas más propuestas en donde en

verdad la lectura se convierta en un punto común para todas las personas, que sea un lugar en

donde todos confluyan.

CMLC: ¿Considera que existe un una política pública clara de fomento a la escritura?

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DMCR: Creo que hay una política de fomento a la escritura que se puede ver reflejado en

los talleres de escrituras creativas de IDARTES, pero siento que no cuentan con la cobertura

necesaria, no cuentan con una propaganda visible que llegue a todas las personas, los cupos son

muy escasos, existe un taller por localidad pero cada localidad cuenta con alrededor de 25 cupos,

que no alcanzan a cubrir a las personas interesadas, otro ejemplo, es el Concurso Nacional de

Cuento de RCN y el Ministerio de Educación Nacional (MEN), lo han exaltado tanto que se ve

muy lejano; en los colegios y en las instituciones realmente los profesores no están muy

sintonizados con el tema de la creación, solamente se enfocan en cumplir con el currículo

planteado, el tema de la creación se deja de lado.

CMLC: ¿Está usted de acuerdo en que se haga promoción de lectura en espacios diferentes

a la escuela?, ¿considera que estos espacios sean necesarios?, ¿en que contribuyen estos espacios

socialmente?

DMCR: El espacio no convencional de lectura termina siendo un espacio que no ha sido

diseñado para la lectura, pero que se puede hacer su práctica, naturaliza la lectura y hace que esta

se convierta en un asunto de la vida cotidiana, es decir, si a donde quiera que uno vaya y se

encuentra un libro en vez de una pantalla, entonces empieza a darle significado a la lectura en su

vida, en este mundo en el que nadie tiene tiempo para nada, por lo que sí creo que estos espacios

son fundamentales, estos espacios ayudan a que las personas se vayan convirtiendo en lectoras.

CMLC: Es decir, se puede afirmar que ¿con la creación de estos espacios se tiene más

acceso a la cultura escrita?, explique.

69

DMCR: Sí, esta es la forma en que realmente hay un acceso a la cultura escrita desde la

voluntad y la autonomía, la oferta está y se puede acceder a ello, de esta forma se hace más

cotidiano el acceso a la cultura escrita.

3.3.2 Leidy Johanna: la lectura como transformación personal

Leidy Johanna Díaz Ramos, es Licenciada en Educación Básica con énfasis en

Humanidades y Lengua Castellana de la Universidad Distrital, actualmente termina la Maestría en

Educación en la Universidad Nacional de Colombia. Ha trabajado en promoción de lectura desde

el año 2007, iniciando en el proyecto de Fundalectura, Paraderos Paralibros Paraparques; en el

2009 se vinculó a Asolectura en el proyecto “Clubes lectores”; en el 2011 con el cierre de

Asolectura, los clubes de lectura son asumidos por la Gerencia de Literatura de IDARTES,

institución creada en este mismo año, continuando Leidy en el proyecto, pero ahora con población

carcelaria, haciendo promoción de lectura en los cuatro centros penitenciarios de la ciudad; en el

año 2015 se vinculó al programa CLAN del IDARTES como artista formadora en creación

literaria, fomentando la lectura y la escritura en niños y jóvenes. Con su experiencia personal de

lectura afirma que: “la lectura me ha llevado al proceso personal de la escritura”, entiende que la

lectura ha transformado su vida.

CMLC: ¿Cuáles considera usted son los actores que intervienen en la promoción de

lectura?, ¿cree que dichos actores estén realizando una tarea articulada?, explique.

70

LJDR: En el escenario actual de Bogotá, podría decir que hay unos actores institucionales

que están a cargo de esa tarea, ahora es muchísimo más fuerte ese tema y es latente la preocupación,

las instituciones son actores clave, instituciones como el Ministerio de Cultura, Fundalectura que

ha sido una de las instituciones más antiguas que ha trabajado en el fomento a la lectura y que se

mantiene, Asolectura marcó pautas en el tema, Silvia Castrillón, Espantapájaros, Yolanda Reyes,

María Osorio y Carmen Barvo dieron inicios de promoción de lectura en Bogotá, a su vez en

Medellín, donde ha habido gran movimiento en promoción, está la editorial Zorro rojo, Luis

Yepes, la Fundación Ratón de biblioteca, claro estos son algunos ejemplos, IDARTES que

indudablemente con su programa de fomento a la lectura y a la escritura es un actor. A su vez,

están como actores, las personas que hacen el acompañamiento, en ese sentido son los docentes,

los promotores de lectura, acompañantes de lectura, bibliotecarios, es decir, son quienes están en

los espacios en donde se hace efectiva la promoción de lectura. Por otro lado está la población, las

personas interesadas en aprender a escribir y compartir lecturas, es decir, la ciudadanía.

CMLC: ¿Qué papel cree usted que tiene la lectura en familia?

LJDR: Leer en familia es uno de los eslóganes del Ministerio de Cultura y uno de sus

programas, además se ha venido entendiendo que, si se practica la lectura en familia, las nuevas

generaciones tienen oportunidad de convertirse en lectores o que justamente esos aprendizajes de

casa no se abandonan, por lo que la lectura sí debería propiciarse en familia, por supuesto no es un

camino seguro de que el niño o joven se vuelva lector, pero la importancia de la lectura en familia

es porque la práctica de lectura de esta manera, es el ejemplo primario, si los padres leen a sus

hijos desde que están en el vientre seguramente luego, el niño encontrará gusto en esto, le podría

71

fascinar cuando crezca. Si las nuevas generaciones tienen acceso en casa a la lectura y al arte

ingresarán más fácil a ese mundo cultural.

CMLC: ¿Considera usted que existe una política clara de fomento a la escritura?

LJDR: Sí, se ha generado en los últimos años, ha ayudado mucho a las iniciativas de talleres

de escrituras creativas que ha direccionado la Gerencia de Literatura del IDARTES, percibo que

hay un interés en formar escritores; en estos talleres se encuentra que los perfiles de los talleristas

son bien definidos, deben ser escritores.

CMLC: Los proyectos en los que usted ha participado han estado en contextos alternos a

la escuela, ¿por qué mantenerse al margen de los currículos formales?

LJDR: El problema con la escuela es que impone unas competencias que se tienen que

alcanzar y no necesariamente están enfocadas para el agrado de los estudiantes, pareciera que a la

escuela no tiene en cuenta los procesos de los estudiantes o no tuviera en cuenta las necesidades

humanas del sujeto, se desliga de la realidad haciendo que el sujeto perciba que lo adquirido allí

no es útil, que por lo contrario es aburrido, en clase de lengua castellana y literatura se enseña a

memorizar y no se observan los aprendizajes que puede causar la literatura en el hombre. Lo

anterior, hace que la escuela ponga, por un lado, a la literatura como algo lejano y ajeno al

individuo y por otro lado impone la lectura, viéndose como una obligación. Por eso, para mí, los

espacios no convencionales son más interesantes, porque parten de la voluntad, del interés, de la

necesidad, de la angustia.

CMLC: ¿Cuál es la importancia de la existencia de estos espacios?, ¿cuál es la importancia

de que estos espacios se mantengan?

72

LJDR: Porque pareciera que la escuela no ha hecho bien su trabajo, no ha sabido cómo

hacer la labor educativa de forma adecuada y grata, por eso deben existir estos espacios

alternativos, en donde se aprendan y se compartan experiencias estéticas amigablemente y con

gusto, la escuela disciplina y forma, pero no ha logrado que responda las necesidades estéticas del

ser humano.

3.3.3 Henry Alexander Gómez y la formación como escritor

Henry Alexander Gómez es Licenciado en Educación Básica con énfasis en Ciencias

Sociales de la Universidad Distrital, es gestor cultural y poeta, sus poemas han sido impresos en

revistas como “La otra” y “Círculo de poesía” de México y en las muestras de poesía “Piedras en

el trópico” (2011) y “Raíces del viento” (2011), tiene publicado el libro de poesía “Memorial del

árbol” que fue premiado en el IV Concurso Nacional de Poesía Obra Inédita.

Ha trabajado desde hace diez años aproximadamente en promoción de lectura en diferentes

espacios no convencionales, esencialmente en bibliotecas, con la Red de Bibliotecas Públicas de

Bogotá -Bibliored-; ha trabajado con la Red de Bibliotecas Comunitarias en la localidad de Suba;

fue promotor de lectura en Fundalectura, en el programa Paraderos Paralibros Paraparques; desde

hace dos años trabaja con el proyecto Clan de IDARTES en la línea “Súbete a la escena” en el área

de literatura realizando talleres de escritura con niños; cuenta con experiencia en diseñar y

desarrollar talleres de escritura con diferentes poblaciones de todas las edades; es miembro activo

del colectivo “Ojo en la tinta”, colectivo con el que ha llevado a cabo varios procesos, como la

73

fundación del Festival de narrativa y poesía “Ojo en la tinta”, festival que nació hace ocho años en

Bogotá, para articular y compartir experiencias de colectivos y escritores jóvenes interesados en

la escritura, el festival ha contado con la participación tanto de escritores iniciales como de

escritores reconocidos a nivel nacional e internacional, acumulando capital cultural y simbólico se

ha consolidado como un evento reconocido en el tema de la escritura. Henry Alexander, también

hace parte del colectivo literario “La raíz invertida”, colectivo que publica una revista con su

nombre, la cual ha tenido gran resonancia a nivel internacional, este colectivo ha buscado abrir

espacios para presentar escritores jóvenes de poesía, como colectivo realizan eventos en búsqueda

de promocionar la poesía latinoamericana, participan de eventos en Ferias Internacionales del

Libro de Bogotá y tienen publicado tres libros de poesía, siendo todos los participantes del

colectivo escritores, desde “La raíz invertida”, Henry, ha realizado talleres de escritura de poesía.

CMLC: ¿Cuáles considera que son los actores que intervienen en la promoción de lectura?

HAG: Creo que podrían haber cuatro actores: primero lo esencial, que es el libro, no sé si

sea lo más importante pero el libro es esencial; segundo, el promotor de lectura que sería el puente

entre el libro y las personas que están asistiendo a estos encuentros; tercero, están las personas

asistentes y cuarto, la institucionalidad, que pueden ser las bibliotecas comunitarias, la Red de

Bibliotecas Públicas, Fundalectura, otros espacios no convencionales de lectura, como por

ejemplo, estos espacios que aparecen en los pueblos en los que no se cuenta con una biblioteca y

algunas personas empiezan a facilitar la lectura con algunos libros que tienen o recopilan. Creo

que son estos esencialmente.

CMLC: ¿Cree que dichos actores estén realizando un tarea articulada?, explique.

74

HAG: No, yo siento que siempre ha sido como islas aparte, acá en Bogotá ha existido

Asolectura, Fundalectura, Bibliored, las bibliotecas de Colsubsidio, diferentes organizaciones

culturales, las bibliotecas comunitarias, etc., y cada quien ha hecho a tarea por su lado, nunca ha

habido un intercambio recursivo y articulado de promoción de lectura. Sé que hoy en día

Fundalectura se ha venido articulando con Bibliored, aunque no conozco bien como estén haciendo

esta articulación. Considero también que hay una cosa que hace falta, y es que falta mucho por

mostrar, es decir, deberíamos ser mucho más mediáticos en mostrar lo que se ha hecho en

Colombia en promoción de lectura, en Bogotá, que es una de las ciudades que más programas

tiene, que más resultados ha dado y que poco se ha visibilizado.

CMLC: ¿Cree que la política pública de fomento a la lectura es clara?

HAG: No, yo siento que no se conoce, ni siquiera los mismos promotores de lectura

manejamos esa política, lo que pasa es que se percibe como si fuera otro ámbito, eso también

deviene de los pocos espacios académicos que hay en Bogotá sobre el tema, una de esas ramas

debería ser sobre la política de promoción de lectura y escritura, creo que muy pocas personas nos

acercamos a leer y a explorar, a ser críticos con esas cosas.

CMLC: ¿Considera que es importante incentivar la lectura en familia?, ¿qué papel tiene la

lectura en familia?

HAG: Por supuesto, recuerdo que uno de los programas bandera que tiene Fundalectura es

leer en familia, es un programa que se debe incentivar con más ahínco, pues si uno como padre

quiere que los hijos lean, el primero tiene que leer es el padre de familia, para crear hábitos lectores,

formar vínculos de toda clase, vínculos desde lo familiar y lo sensible, es importantísimo, creo que

75

el niño siempre imita lo que hace el adulto, pero se ve lo contrario, el padre exigiendo que el niño

lea pero el padre no lee, incluso promotores de lectura motivando a leer, mientras que ellos mismos

no leen, otro ejemplo, es que los profesores no leen y eso es un problema gravísimo.

CMLC: ¿Considera que hay políticas claras de fomento a la escritura?, ¿la escritura se da

como propuesta a nivel de políticas públicas?

HAG: No, si en promoción de lectura ha sido un poco engorroso, en escritura sí que es

peor. Las políticas obviamente son muy pocas, aunque con la administración anterior se incentivó

la escritura con el programa de Escrituras Creativas, creo que fue algo revolucionario en Bogotá,

es decir, que haya habido veinte talleres de escritura gratuitos, donde se inscribieron más de diez

mil personas, me parece extraordinario, pero creo que fue una propuesta administrativa y no se

estableció como política, puede que con el cambio de administración caigan estos espacios de

escritura, debe hacerse una política firme, que logre extenderse y mantenerse a pesar de los

cambios administrativos. Por otra parte, creo que siempre ha existido un miedo de los promotores

de lectura en hacer ejercicios de escritura dentro de sus actividades, tanto que si uno mira

detalladamente en las bibliotecas, los talleres de escritura lo realizan personas externas, contratan

un tallerista para hacer talleres de escritura, esto evidencia miedo en los promotores de lectura en

realizar talleres de escritura.

CMLC: En el trabajo planteo que los espacios no convencionales son una alternativa de

acceso a la cultura, como un derecho cultural ¿lo ha pensado de esta manera?, ¿qué opinión tiene

al respecto?

76

HAG: En parte, aunque esta mirada no está institucionalizada, en cualquier momento

pueden cerrar las bibliotecas, como pasó en algún momento con la biblioteca La Marichuela, en la

localidad de Usme, por ejemplo, cada administración distrital puede quitar recursos a estos

programas, en la biblioteca El Tunal encontramos otro ejemplo, había una sala que se llamaba

“Sala Bogotá”, manejada por la Cámara de Comercio y fue cerrada, otro ejemplo lo encontramos

en los PPP, el año pasado o antepasado los cerraron por falta de presupuesto, en estos casos sí creo

que hay una violación al derecho de la información o al derecho a la cultura, Bogotá debe ser un

poco más firme en ese aspecto, formular una política contundente frente a esto y todos los que

estamos en este medio tener clara la política, ese tipo de cosas no deberían pasar. Así como hay

personas que no han accedido a estos espacios, sí hemos sido muchas otras que hemos llegado y

disfrutado de estos espacios.

3.3.4 Soledad Prieto: la biblioteca pública debe llegar a la comunidad

Soledad Prieto es Bibliotecóloga y Archivista de la Universidad de la Salle, especialista en

Gestión gerencial de la Universidad Central, cuenta con amplia trayectoria de administración en

bibliotecas públicas. Inició en el año 1987 en la Biblioteca Carlos E. Restrepo, cuando pertenecía

al Banco Central Hipotecario, en el 2001 se vinculó a Bibliored fomentando y buscando que las

comunidades se apropien de estos espacios, actualmente es Directora General de la Biblioteca

Pública Gabriel García Márquez, anteriormente nombrada como “Biblioteca El Tunal”. Soledad

77

considera que las bibliotecas públicas “hoy en día son espacios para disfrutar, compartir, aprender,

crecer y sobre todo para desarrollar los gustos de las personas a través de la cultura”.

CMLC: ¿Cómo concibe la biblioteca pública?, ¿qué papel tiene esta en la sociedad?

SP: En la biblioteca las personas encuentran diversidad cultural, enriquecen los

conocimientos en cualquier área, en la biblioteca se fortalece no solamente la lectura, sino también

la escritura y la oralidad. Para el manejo de estos espacios es importante tener en cuenta al público,

sus gustos y edades, para así diseñar, planear y desarrollar actividades; se debe incluir a las madres

gestantes, estoy de acuerdo que la lectura debe empezar a realizarse desde los periodos de gestación

y continuarse haciendo en familia, por eso es indispensable tener un criterio de selección de libros

y saber qué leer en cada etapa de desarrollo del niño, este criterio de selección nos ayuda a su vez

a tener una oferta adecuada al adulto y al estudiante tanto de colegio como universitario. En estos

espacios día a día nos esmeramos por ofrecer lo mejor, teniendo en cuenta lo que la gente quiere;

por ejemplo, hemos evidenciado que los adultos también quieren jugar y así mismo hemos abierto

espacios de juego, no solo para el niño sino también, para el adulto. Considerando los intereses y

gustos de los usuarios, hemos estado tratando de hacer cambios significativos en la biblioteca,

porque además de ser un espacio académico, también es un espacio de encuentro lúdico, de

aprendizaje por medio del juego, de desarrollo de los derechos de los ciudadanos; se debe entender

que estos espacios públicos no solamente son de unos pocos, son de todos y por lo tanto todos

tenemos derecho a ellos. Lo anterior refiere a lo que queremos y estamos haciendo de la biblioteca

Gabriel García Márquez, que a propósito cambió su nombre a partir del Acuerdo 566 de junio de

2014, por el Concejo de Bogotá y que fue efectivo a partir del 22 de diciembre de 2015.

78

Entre otras cosas y presentando la biblioteca, hace parte de otras dieciocho bibliotecas

distribuidas por toda la ciudad, desde la biblioteca pública apoyamos las bibliotecas comunitarias,

porque creemos que estos espacios son los más cercanos a la comunidad, son esfuerzos de la misma

comunidad y es allí donde la biblioteca pública debe estar acompañando, asesorando y apoyando,

colecciones, servicios y programas que ellos quieren desarrollar para sus usuarios.

CMLC: ¿Considera que la biblioteca pública es una alternativa de acceso a la cultura

escrita?

SP: Creo que el hecho de que los usuarios puedan acercarse a espacios y actividades que

no tienen costo, que llevar procesos, leer sin restringirse, disfrutar de las actividades y apropiarse

de la biblioteca, hace que los usuarios accedan a la cultura escrita, gocen efectivamente de sus

derechos a la información y a la educación, porque están accediendo a la cultura letrada, porque

en estos espacios y actividades, la cultura se baja de la esfera privilegiada a la esfera pública,

haciendo que cualquier ciudadano tenga acceso a la cultura, una idea grandiosa es que hubiesen

más bibliotecas públicas, más eventos y más actividades culturales para que se cubra a más

población. También es indispensable hacer llamativo esto, porque lamentablemente de toda la

población es una mínima parte la que aprovecha estos espacios.

Por ejemplo, el derecho a la cultura es un derecho tan importante como el derecho a la

vivienda, a la salud, a la educación, es un derecho por el cual nosotros no tendríamos porqué luchar,

deberíamos tenerlo como derecho primario y ese derecho se garantiza aquí en la biblioteca.

En la biblioteca Gabriel García Márquez, trabajamos para la comunidad, estamos ubicados

en el sur de la ciudad, rodeados de comunidades que tienen altas necesidades, comunidades

79

vulneradas desde diferentes puntos de vista, por lo que puedo afirmar que la biblioteca se configura

como un escenario de paz, de tranquilidad y de aprendizaje, como biblioteca y como programa

podemos decir que somos un espacio de educación no formal que permite enriquecer a la

ciudadanía en aspectos culturales y educativos.

3.3.5 Rocío Castro Pineda, coordinadora de programas en espacios no convencionales en

Fundalectura

Rocío Castro, trabajó durante varios años en el Ministerio de Educación Nacional con el

programa de bibliotecas escolares, desde el inicio ha sido coordinadora de programas en espacios

no convencionales en Fundalectura, tales como: Paraderos Paralibros Paraparques, Puestos de

Lectura en Plazas de Mercado, Centros de Lectura en Familia, Bibloestaciones en Transmienio,

lectura en hospitales con el proyecto Leer para sanar, Centro de Lectura del sector Bronx, estos

programas “fomentan el aprovechamiento del tiempo libre y la lectura en familia” (Fundalectura,

SF).

CMLC: Para usted, ¿cómo y por qué nacen los espacios no convencionales de lectura?

RC: Bueno para responder esta pregunta tengo que empezar un poco contextualizando mi

experiencia. Trabajé durante muchos años con el Ministerio de Educación en bibliotecas escolares,

impulsando la biblioteca escolar y resaltando la importancia que debe tener este espacio en la

escuela. Anteriormente, se percibía como el sitio en donde se guardan los libros y del cual no se

hacía uso. Luego entré a manejar el programa de los PPP y a través de la experiencia y en el

transcurso del tiempo empieza a nombrarse estos espacios como no convencionales, me refiero a

80

esto porque la biblioteca pública y escolar al verse como institución se puede contemplar como

espacio convencional de lectura, que a diferencia de los PPP, las personas llegan a estos espacios

para hacer práctica de la lectura de manera libre y espontánea, las personas llegan a leer y a hablar

de libros sin tapujos, las personas realmente quieren leer allí, en cambio en las bibliotecas, las

personas llegan más por la necesidad de hacer tareas; en los PPP existe la figura de promotor, el

cual es una persona lectora, que realiza otras actividades para atraer público y son actividades

diferentes a hacer tareas, el promotor es un mediador entre el libro y los usuarios, a partir de los

PPP, nacen otros espacios de lectura como las Plazas de Mercado o Centros de Lectura en Familia

que están ubicados en sectores no favorables a la cultura escrita, Bibloestaciones en Transmilenio.

CMLC: ¿Qué papel tienen estos espacios en términos sociales?

RC: Socialmente ha sido interesante ver cómo la gente llega a estos espacios sin tener

responsabilidad detrás, estos espacios últimamente han tenido gran auge en Bogotá y se ha

evidenciado el aprecio por parte de la comunidad circundante a ellos. Hay una experiencia de

libertad por parte de la comunidad, lo que no se observa en plenitud en la biblioteca.

CMLC: ¿Ha pensado los espacios no convencionales como una alternativa de acceso a la

cultura escrita?, ¿se podría afirmar que en estos espacios se garantizan los derechos culturales?,

¿qué opinión tiene al respecto?

RC: Por supuesto que en estos espacios se va cumpliendo el derecho cultural, porque allí

hay goce por la lectura y por otras prácticas culturales con la realización de diferentes actividades,

considero que como sociedad debemos exigir espacios como este porque es un bien inalienable,

81

porque realmente en la participación de estos espacios la persona adquiere una connotación

cultural, es goce propio de derechos.

CMLC: ¿Percibe que existan políticas claras en el campo de la lectura y la escritura?

RC: Cada administración y gobierno de la ciudad llega con su política, esto no permite que

haya una política clara sobre el tema, por ejemplo, el Ministerio de Cultura ha tratado de hacerla

de alguna forma, pero no hay un solo planteamiento, en el distrito no hay una integración

congruente entre el sector de la cultura y el sector de la educación, los esfuerzos van por caminos

aislados.

3.3.6 Marisa Borrero: La promoción de lectura brinda elementos para construir

subjetividad

María Isabel Borrero, Marisa, es Comunicadora Social especializada en Cine, se ha

desempeñado en programas vinculados a la educación, fue profesora de básica primaria y como

amante incansable de la literatura fue docente del área en secundaria, la literatura le ha permitido

ampliar su universo y le ha posibilitado entender el mundo para poder enseñarla; ha trabajado en

programas de educación no formal en zonas rurales; ha colaborado en Asolectura en el Plan

Nacional de Lectura en la estructuración de Consejos Comunitarios en las bibliotecas de todos los

municipios de país; contribuyó en Fundalectura en la formación de lectores vinculados a la escuela;

participó en el CERLAC –Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el

Caribe- en programas de lectura, en países de toda América Latina, siendo una labor enriquecedora

82

porque le permitió ampliar el panorama sobre lo que está ocurriendo con la lectura y la escritura

en el continente; regresó a Fundalectura donde actualmente se desempeña.

Me gusta mi trabajo, siento que se pueden hacer cosas importantes para la gente, el asunto

no solamente es promover la lectura sino brindar elementos para que los niños, jóvenes y

adultos construyan subjetividad a partir de la lectura y de la escritura, como manera de ser

y estar en el mundo, lo que es realmente bonito. (Borrero, 2016).

CMLC: ¿Cómo y por qué cree usted que nacen los espacios no convencionales de lectura?

MB: Pienso que surgen a partir de una necesidad, surgen de la mirada y el oído atento de

algunos funcionarios públicos cumpliendo las exigencias de la población, para atender

comunidades, pensando en qué puede ser provechoso para construir comunidad, porque

promocionar la lectura no solamente debe darse en la escuela, la promoción de lectura también

debe darse en espacios no convencionales, porque el acceso a los libros, a esa dimensión

imaginaria se produce de una manera distinta, a veces más liberada que en la misma escuela. Me

parece importante que han habido funcionaros estatales atentos a las comunidades, han abierto

posibilidades y han destinado presupuestos para que eso ocurra, siendo punto a favor para las

políticas púbicas en el tema, porque poco a poco se han ido estableciendo y han ido abriendo la

posibilidad de que esos espacios no convencionales sobrevivan.

CMLC: ¿Qué papel tienen estos espacios en la sociedad?

MB: Pienso que son importantes, porque brindan una oportunidad diferente a la escolar,

leer de manera escolarizada es absolutamente distinto a leer en un parque, leer compartiendo con

la familia o con los amigos, brindan libertad para escoger lo que realmente se quiere leer, en el

83

tiempo en que se desea leer; ampliando la mirada, por detrás de todo esto se está haciendo tejido

social, por ejemplo un PPP no solo termina brindando lectura a jóvenes, niños y adultos, también

da la posibilidad de apropiarse del parque, del territorio, esto hace sentir que se puede construir

algo. La construcción del tejido social es definitiva para la sociedad.

CMLC: ¿Ha pensado los espacios no convencionales como garantía de derechos

culturales?, ¿qué opinión tiene al respecto?, ¿Cómo cree que se hace efectivo el goce de los

derechos culturales en estos espacios?

MB: Definitivamente esos espacios garantizan el ejercicio de un derecho cultural, es poner

a la mano de la comunidad la literatura, la posibilidad de comprender otros mundos, de otra manera

no habría fácil acceso a los libros, desafortunadamente los libros son costosos, en esa medida sí

creo que se garantiza el acceso a un derecho que está vinculado a la cultura. Se hace efectivo en la

medida en que es un espacio abierto al que no se llega por obligación, sino por voluntad propia,

cuando se tiene la oportunidad de elegir, se tiene garantizado el derecho a la libertad.

CMLC: ¿Cree que existan políticas claras en la lectura y escritura?

MB: No, desafortunadamente no, creo que hemos avanzado un poco, no se puede

desconocer que el gobierno ha invertido en entrega y actualización de dotaciones a bibliotecas

públicas, pero pongo el ejemplo de lo que ha ocurrido en los PPP, existen PPP que no han recibido

renovación de la colección, continúan con la colección de hace 16 años, hay es cuando se nota

contradicción entre lo que está en el papel y lo que realmente sucede, ahí es cuando uno se pregunta

¿por qué los políticos no invierten más en esto cuando el resultado está siendo maravilloso, el año

pasado iban a cerrar los PPP, la gente se manifestó y menos mal esto no sucedió. También se

84

evidencia un choque entre el Ministerio de Educación y el Ministerio de Cultura, a pesar de que

los planes de lectura tienen el mismo nombre, no se ponen de acuerdo y van por caminos distintos,

eso genera confusión y no permite avanzar realmente, por el contrario, hay una pérdida de recursos

y sus políticas van en contravía.

3.4 Categorización de la información

Por medio de la indagación teórica, la sistematización de la información y las entrevistas

estructuradas acerca de temas que han llamado la atención se han extraído las siguientes categorías

para el análisis de la información:

3.4.1 Familia: base para la creación de hábitos lectores

De acuerdo a lo observado en las entrevistas Diana María y la curiosidad por la lectura,

Leidy Johanna: la lectura como transformación personal y Henry Alexander Gómez y la

formación como escritor, en la pregunta sobre la importancia de la lectura en familia, se encuentra

que el ejemplo principal por fomentar la lectura y la escritura se halla en los núcleos familiares -

obedeciendo a cualquier tipo de conformación familiar a la que pertenezca el niño-, es decir, los

hábitos de lectura y escritura pueden ser incentivados desde la familia, siendo estos, los ejemplos

primarios para que las nuevas generaciones los imiten. Si existen hábitos de lectura y escritura en

85

la familia los niños pueden entenderlos y practicarlos desde su voluntad, gusto y goce. Pero, ¿cómo

crear hábitos de lectura y escritura en familia?

Precisamente el cuestionamiento anterior orienta la mira a las prácticas realizadas,

encontrando que en el relato: Bosquejando el camino al escalar la montaña, refiere a que “cuando

los niños llegaban a casa y comentaban con su familia lo que aprendían allí, los padres fueron

tomando un poco de conciencia por el tema” (ver apartado 3.2.1), es lo que hace valioso el trabajo

en promoción de lectura y escritura en espacios no convencionales, porque el impacto no solo se

queda en los participantes inmediatos, sino que con el voz a voz y los comentarios que generan las

actividades de lectura, hace parecer que esas actividades transitaran rápidamente como a través de

ondas. Las actividades se replican de acuerdo a la planeación dinámica que haya realizado el

promotor de lectura, si la actividad es atrayente, mayor impacto generara.

Como lo menciona Marlasca (2015), las actividades realizadas en promoción de lectura

son un instrumento que mejora dichos hábitos, por lo tanto, deben atraer no solo a los lectores

constantes, sino que, a su vez nuevos lectores, lo que requiere una planeación anticipada. En otras

palabras se puede afirmar que, con las actividades de lectura, en un primer momento se capta el

interés por el tema.

Sin embargo y siendo conscientes de que en la sociedad actual, no existen hábitos de lectura

al interior de las familias, es importante que en la labor el promotor tenga en cuenta actividades

que incluya la relación familia e hijos, puesto que como se mencionó en el relato Leer para sanar,

con la realización de actividades que integren la familia se generan no solo hábitos lectores, sino

que, además se contribuye a fortalecer la relación y los lazos afectivos al interior de las mismas.

86

En una perspectiva global y teniendo en cuenta la observación realizada en la entrevista

Diana María y la curiosidad por la lectura, podría afirmarse que la responsabilidad por estos

hábitos no recaería totalmente en la escuela, ya que los niños estarían mejor preparados para

afrontar los aprendizajes impartidos allí, a partir de las prácticas que adquieren en casa. La escuela

no se vería como la institución que deposita conocimiento, sino como la entidad que apoya la

construcción del conocimiento en la sociedad educadora planteada por Álvarez Gallego (2003) y

que ofrece herramientas básicas para la vida.

3.4.2 Políticas públicas de lectura y escritura

Por medio de las entrevistas realizadas se ha podido evidenciar que las políticas públicas

frente a la lectura y la escritura siguen siendo dóciles, a pesar de los avances que ha tenido el país

en dicha materia a partir del Manifiesto de la Unesco referido en los antecedentes del presente

documento. Se puede inferir que para el fortalecimiento de las prácticas de la lectura y la escritura,

debe establecerse una sola política que oriente de manera clara y contundente su fomento.

Con relación a lo anterior, es necesario que no se escatime en las inversiones económicas

en este campo, sus acciones deben dirigirse al estímulo de dichas prácticas, focalizando todo tipo

de población y de espacio. De esta manera y de acuerdo con Actis (2008), Marlasca (2015) y

Castrillón (2005), al efectuarse políticas de lectura y escritura de acción continuada se incide tanto

en el sistema educativo como en la construcción de tejido social, abriéndose opciones

democratizadoras, dando mayor acceso a la cultura escrita, lo que permitiría afirmar que en efecto

87

se estaría efectuando una garantía de los derechos culturales de las personas directamente por el

Estado, puesto que como se evidencia en el relato Bosquejando el camino al escalar la montaña,

dicho acceso a la cultura escrita ha sido mediado por proyectos desarrollados por Organizaciones

No Gubernamentales, es decir, la responsabilidad aún no ha sido asumida en su totalidad desde las

acciones del Estado.

Al existir una política clara y contundente en lectura y escritura, se daría el sustento para

contar con una sólida red de bibliotecas tanto escolares como públicas que apoyen las prácticas de

promoción de lectura y escritura en espacios no convencionales, convirtiéndose en un punto de

apoyo articulado con la escuela.

3.4.3 Promoción de lectura y escritura en la escuela

Leer y escribir en la escuela han resultado siendo acciones que producen apatía y desidia,

lo anterior es evidenciado tanto por la práctica –expuesto en el relato Ensayando posibles en lo

imposible- como por los marcos conceptuales referenciados en el desarrollo del capítulo dos -

Bettelheim (1983), Larrosa (2003), Ferreiro (1999), Robledo (2010) y Álvarez Gallego (2003)-.

Esta situación llama la atención, porque se piensa que la escuela debería aprovechar el contacto

que tiene a diario con los estudiantes para realizar acercamientos llamativos y agradables hacía la

lectura y la escritura.

Teniendo en cuenta lo anterior se sugiere que el incentivo por estas prácticas sea

redireccionado, es decir, que existan proyectos alternos en la escuela en donde pueda realizarse

88

promoción de lectura y escritura. No se desconoce que es indispensable tener un currículo formal

u oculto en el que se enseñe la técnica gramatical, lectora, escritora, etc., pero que, a la vez, se

halle un camino que conduzca a la lectura y la escritura mediante el juego, es decir, que se tengan

en cuenta metodologías como por ejemplo las que ha propuesto Rodari (2003), para estimularlas.

Efectivamente, lo anterior solicita que el fomento de dichas prácticas en la escuela pierda

toda rigidez para que su metodología sea mucho más atractiva y se logre un estímulo real.

3.4.4 Promoción de lectura y escritura en espacios no convencionales: experiencias de

libertad y autonomía

Cuando se indaga mediante la entrevista sobre el papel que tiene la promoción de lectura

y escritura en espacios no convencionales, se encontró que en la entrevista Rocío Castro Pineda,

coordinadora de programas en espacios no convencionales en Fundalectura se afirma que las

personas participes de las actividades allí, tienen ciertamente una experiencia de libertad y

autonomía. No en vano sus observaciones son reales, proyectos como los PPP o Leer para sanar,

han tenido una notable trascendencia en la ciudad y han mostrado que evidentemente con la

participación en ellos, las personas experimentan momentos para enriquecerse en aspectos

personales.

La lectura y la escritura no solamente ofrecen cualidades para el vínculo social, sino que a

su vez, convidan a vivenciar momentos de libertad, desarrollando la capacidad de autonomía en

las personas. El libre acceso a la cultura escrita y la decisión emancipada de las personas para la

89

participación allí, son evidencias indudables de que en efecto, las iniciativas desarrolladas en el

transcurso del tiempo, han tenido impacto en los sujetos.

90

CONCLUSIONES

A partir de la observación de las cualidades de la lectura y la escritura y su vínculo social

se encontró que con la práctica de ellas se estimulan tres aspectos en el hombre: 1) la actividad de

aprendizaje, 2) la experiencia estética y 3) la lectura y la escritura como experiencias de goce. Lo

que conlleva a que, la mejor manera de favorecer el disfrute por la lectura y la escritura, radica en

traspasar adecuadamente los tres aspectos mencionados.

Dentro de la labor de promoción de lectura y escritura se resalta: 1) la lectura en voz alta,

2) la selección de textos y 3) claridad en la labor, para llevar a cabo una práctica efectiva. A su

vez, el promotor de lectura debe propender por la creación de comunidades lectoras para consolidar

hábitos en lectura y escritura. El fomento por la lectura y la escritura en familia es una acción a

distinguirse dentro de sus actividades programadas.

De igual manera, la creación y fortalecimiento de hábitos lectores dentro de los núcleos

familiares son fundamentales para mejorar las condiciones con que llegan los niños a la escuela,

debe pensarse en una articulación real entre la escuela, la familia y los espacios no convencionales

para la lectura y la escritura. De esta manera, se podría observar que la responsabilidad por el

fomento de mencionadas prácticas es compartida y los niños podrían llegar a los espacios

académicos con mejores herramientas para afrontar los aprendizajes no solo que se ofrecen allí,

sino que estarían mejor preparados para la vida. Lo anterior, sugiere que sea observado y orientado

desde políticas públicas claras y contundentes en el campo de la lectura y la escritura, para dar

sostenibilidad y consolidar tejido social alrededor de dichas prácticas.

91

Es relevante llevar la promoción de lectura y escritura a la escuela, no se desconoce que es

indispensable la enseñanza de la técnica en el currículo formal, pero a su vez, se sugiere hallar un

camino que conduzca a la lectura y la escritura mediante el juego en la escuela, que esto sea

apoyado desde los espacios no convencionales, ya que allí se experimentan desde la voluntad que

genera autonomía en los sujetos y es entendido como vivencia de libertad.

Se propone incentivar la escritura, ya que en el ejercicio de la promoción de lectura y la

docencia en el campo del lenguaje lleva consigo la necesidad de potenciar la expresión del lector,

expresión que da cuenta de la formación de opinión y criterio construido a través de la experiencia

estética que trae la lectura y la sensibilidad con que se percibe el mundo. La estimulación por la

escritura deja a los espacios rigurosos escolares la enseñanza de la técnica instrumental que

contiene sus formas gramaticales y narrativas.

Para lograr este objetivo es necesario crear un ambiente adecuado, preparar actividades

previas, sencillas y oportunas, lo anterior permite consolidar comunidades lectoras y escritoras. Es

así que, es la responsabilidad del promotor ser constante, indagador y cuestionador, debe tener la

sutileza y el tacto para formular preguntas a los asistentes, preguntas que permitan generar

acontecimientos que modifiquen sus visiones de mundo, aunque es primordial la planeación de

actividades, es necesario que esté preparado para la improvisación, no se sabe que puede surgir en

el transcurso de la actividad.

Los espacios no convencionales para la lectura y escritura se han configurado como una

propuesta para el aprovechamiento de lo público, para un beneficio común, como escenarios de

participación en donde los sujetos adquieren hábitos y habilidades para las prácticas de la lectura

92

y la escritura, en donde los sujetos se aprehenden como seres sociales de un territorio y lo apropian,

existiendo allí una cohesión de comunidades lectoras por medio de la construcción simbólica de

identidad determinada en torno a dichas prácticas. Las personas experimentan momentos de

libertad al acceder voluntariamente, ya que si las prácticas son vivenciadas desde la obligatoriedad,

no adquieren las herramientas y cualidades que la lectura y la escritura que conllevan

implícitamente.

Se afirma entonces, que los espacios de lectura son el medio con el cual los poderes

políticos posibilitan el acceso a la cultura escrita, ya que aproximan al sujeto a la información, la

educación y la cultura. Ellos apoyan la educación, acercan las expresiones culturales a los

ciudadanos, fomentan el diálogo intercultural, los programas de alfabetización, el patrimonio

cultural y humano, como también las innovaciones científicas. Igualmente, los espacios no

convencionales de lectura y escritura son importantes en la defensa de lo social, en la medida en

que allí acuden los ciudadanos independientemente de su diversidad de pensamiento y nivel

económico, es decir, no solo son espacios de legitimación de políticas estatales, sino también, de

participación e inclusión social y política.

93

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GLOSARIO

Asolectura

Asociación Colombiana de Lectura, asociación privada sin ánimo de lucro, creada para el

fomento de la lectura y escritura, enfocaba su quehacer hacía la investigación en la promoción

de lectura, mantuvo su actividad hasta el año 2011.

BP

Biblioteca Pública

Cerlac

Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe

CLAN

“Los Centros Locales de Arte y Cultura –CLAN- fueron creados por el Instituto Distrital de las

Artes – IDARTES- con el propósito de ofrecer formación artística a niños y jóvenes en

diferentes rincones de la capital colombiana”

Cuervolario

El Cuervolario es un juego basado en la vida y obra de Rufino José Cuervo, se encuentra en los

PPP y en las bibliotecas públicas.

Fundalectura

“La Fundación para el Fomento de la Lectura, Fundalectura, es una organización privada, sin

ánimo de lucro, creada en 1990 con el propósito de hacer de Colombia un país de lectores”

(Fundalectura, SF).

99

ICBF

Instituto Colombiano de Bienestar Familiar

IDARTES

IDARTES es el Instituto Distrital de las Artes, este se divide en seis gerencias, entre ellas está

la Gerencia de Literatura, la “Gerencia de Literatura gestiona los aspectos misionales,

organizativos y administrativos para el desarrollo de los planes, programas y proyectos

asociados a las políticas culturales distritales dirigidas a la formación, investigación, creación,

circulación y apropiación de la literatura”. (IDARTES, SF)

MEN

Ministerio de Educación Nacional