Saber: Enseñar que se hace en las dos

primeras reuniones del grupo pequeño.

Sentir: Seguridad, confianza y motivación

para iniciar las reuniones.

Acción: Que aplique las técnicas de

liderazgo en la primera y segunda reunión.

1. ¿Qué debo decir en la primera

noche de apertura?

2. ¿Cómo invito a alguien a que me

visite y ponga a prueba el grupo?

3. ¿Cuál es la clave para el éxito del

Grupo Pequeño?

1. Comenzando bien desde el principio.

A quienes invitar: “Para el éxito en los grupos pequeños la

clave es que usted extienda una invitación personal a

aquellos con los cuales se está relacionando. Ej. Vecinos,

amigos, compañeros de trabajo, familiares, su dentista, su

peluquero, y otros conocidos suyos”. (Kurt W. Johnson, Grupos

pequeños para el tiempo del fin, 133.)

“Dios convertirá a los hombres que ocupan puestos de

responsabilidad, en hombres de intelecto e influencia,

mediante el poder del Espíritu Santo.” (Elena G. de White,

Hechos de los Apóstoles, 70.)

Un enfoque relajado, en el que nadie se sienta incómodo, es el

mejor. Diga algo semejante a esto:

“Patricia, voy a tener una reunión de un grupo pequeño en mi

casa los martes (viernes) por la noche y deseo invitarla a que

venga y pruebe.

Varios de nosotros estaremos estudiando la vida de Jesús en los

evangelios. Estamos buscando cosas que nos ayuden a hacer

frente a los problemas de la vida diaria.

Me gustaría que formara parte del grupo. Venga este martes por

la noche y si cree que lo satisface, me agradaría que continuara

asistiendo. ¿Qué le parece?” Kurt W. Johnson, 134.

Invite a personas de la lista de interesados de la

iglesia, ex adventistas, compañeros de trabajo, etc.

Invite a las personas que asisten a las campañas

evangelísticas, o reuniones de reavivamiento.

Recuerde: ¡Dos personas pueden comenzar un grupo

pequeño! El ser pocos no es razón para no comenzar.

El Espíritu Santo y las invitaciones personales harán

que su grupo crezca. (Kurt W. Johnson, 134-135).

Conseguir un mapa o las direcciones

del territorio de la Iglesia, que muestre

los lugares donde viven los miembros

de Iglesia. Juntar a las familias de la

Iglesia que vivan cerca una de la otra. (Wilson Neal C., Testificando por Cristo, 162.)

1.Con su líder ayudante o el anfitrión (si tiene uno) reúnanse

temprano y hagan básicamente lo siguiente:

Prepare la sala y que los detalles estén en regla.

Tenga un momento de oración con él.

Encender las luces exteriores de la casa si está oscuro afuera.

Colocar las sillas en forma de círculo.

Tener Biblias a mano.

Tener cantidad suficiente de guías de estudio de la Biblia y

lápices de sobra.

Diga algo así:

“Estoy realmente alegre de ver a cada uno de ustedes aquí esta

noche. Como ya saben, este es un grupo cristiano pequeño y nos

reunimos para compañerismo, para recrearnos y para aprender

cómo la Biblia puede ayudarnos en nuestra vida diaria”.

“Deseo que cada uno se sienta como en casa y no esté nervioso.

Compórtense con naturalidad…

Si necesitan ayuda para encontrar un capítulo o versículo en la

Biblia, les ayudaré”. (Kurt W. Johnson, 137.)

Exponga las tres partes esenciales al grupo:

tiempo para compartir. tiempo para compartir. Durante este tiempo Durante este tiempo

hablamos acerca de lo que nos sucedió desde la última hablamos acerca de lo que nos sucedió desde la última

vez que nos reunimos. La segunda cosa es nuestro. vez que nos reunimos. La segunda cosa es nuestro.

tiempo de estudio tiempo de estudio (sugiera el curso o guía que usted (sugiera el curso o guía que usted

crea conveniente y el tiempo que llevará completarlo). crea conveniente y el tiempo que llevará completarlo).

orar por estas necesidades. orar por estas necesidades. Finalmente, Finalmente,

hablaremos acerca de nuestras necesidades y hablaremos acerca de nuestras necesidades y

problemas personales y yo los dirigiré a la oración.problemas personales y yo los dirigiré a la oración. (Kurt

W. Johnson, 137.)

Vuelva a dar la bienvenida. (Repase los mismos

pensamientos, y de una copia de las

estipulaciones a cada uno).

Trate acerca del día de la reunión del grupo.

Familiarícelos con la Biblia.

No presiones a ninguno a orar. Muestre como

orar; ore por las necesidades del grupo,

seleccione tópicos, ore por la silla vacía, el

Padrenuestro. (Johnson, 139,140).

1. Problemas en los grupos (6 áreas de la vida):

Expectativas de los miembros del grupo.

Participación que tienen en la vida del grupo.

El contenido de la reunión.

Las habilidades de dirigir del líder.

Seguir los detalles del acuerdo o compromiso del grupo.

La interacción de los miembros entre sí. (Johnson,140-143).

I. Reconocimiento del problema por parte

del grupo. Deje que la persona, o las

personas hablen acerca de eso.

II. Personalización del problema. Permita que

el grupo entienda que las dificultades son

normales y también son de la incumbencia

del grupo, porque el grupo es una familia.

III. Clarificación. Hay que debatir el problema y

clarificar el asunto en cuestión.

IV. Resolución. Seleccione las mejores

alternativas y colóquelas en acción.

La persona que es un problema

crónico. Ayudar a la persona a recibir

asistencia profesional o colocarla en un

grupo que trate con los problemas con

los cuales está luchando.

Una persona nueva que se une al grupo.

Puede sentirse como si no perteneciera al

grupo. La solución es permitir que cada uno

“cuente su historia” de manera que todos

estén mejor familiarizados. Si la persona que

acaba de llegar parece que nunca encaja, el

líder del grupo debe hablarle sobre ayudarla

a unirse a otro grupo.

Un miembro que ataca verbalmente los comentarios

de otro. El líder debería interrumpirla con tacto y

afirmar el derecho de disentir, pero recordándole a

todos que deben ser bondadosos y respetuosos con

los demás. Hable acerca de esto con una sonrisa en su

rostro.

Un miembro del grupo es constantemente negativo. El

líder u otros miembros pueden hablar con esa persona

fuera de las reuniones del grupo.

El participante tranquilo versus el

participante conversador. Se debe respetar

siempre las personalidades de los miembros,

pero el grupo necesita recordar de vez en

cuando que debe haber oportunidad para que

hablen todos. El mirar a una persona callada

puede a veces animarla a hablar. (Kurt W. Johnson,

Grupos pequeños para el tiempo del fin, 143-145).

“Que los miembros demuestren amistad

sincera e interés personal, por el recién

llegado; invitado o extraño que asista a

la reunión… la calidad de nuestras

actividades eclesiásticas deben hacer

que las visitas quieran volver.”(C.T.C., 65).