Relaciones comerciales con Venezuela

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[ 30] LATINPYME [ COMERCIOE XTERIOR ] E l mercado venezolano en condiciones norma- les es sin duda el más atractivo para las pymes colombianas. Sin em- bargo las relaciones de Colombia con el vecino país han hecho que las condiciones varíen y que se tomen decisiones mucho más moderadas. En abril de 2006, el presidente Hugo Chávez adoptó una de las de- cisiones más radicales en materia de política comercial venezolana de la historia: Denunciar el acuerdo de la Comunidad Andina de Nacio- nes – CAN para retirarse del mismo, que desde la década de los 70 había venido regulando las relaciones co- merciales de Colombia con ese país. Entreel optimismo y la esquizofrenia comercial La realidad económica de Venezuela evidencia unos inconvenientes estructurales y coyunturales que hace que el optimismo se modere bastante y que se mire aún con cautela este mercado. Por: JUAN CARLOS RONDÓN A. IPROFESOR DE LA UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA Y CONSULTOR EMPRESARIALI Relaciones comerciales con Venezuela: No obstante lo anterior y por dis- posiciones del mismo acuerdo, su intención de retirarse no podía tener impactos inmediatos, pues Venezue- la debía respetar las obligaciones y compromisos asumidos en el acuer- do y una de ellas establecía que el retiro sólo se puede dar a los 5 años de que se manifieste la intención de retirarse. Aunque para el Presidente Chávez los acuerdos comerciales no son, ni mucho menos, limitantes para poder hacer su voluntad y pa- sar por encima de los compromisos que internacionalmente ha asumido Venezuela en materia comercial y aunque durante los últimos 3 años sistemática y reiteradamente ha impuesto barreras injustificadas, bloqueado las exportaciones de nuestro país a ese mercado, para Colombia el mes de abril de 2012 es una fecha importante, pues se cumple el plazo de 5 años para que cesen completamente las obligacio- nes de Venezuela en el marco de la CAN y quedemos sin un acuerdo comercial que regule las relaciones de Colombia con su segundo socio comercial más importante. Esta situación afortunadamente ha quedado temporalmente solucio- nada, pues los presidentes Santos y Chávez han suscrito el pasado 9 de abril, una prórroga de 3 meses al sis- tema de preferencias actuales, dando así un respiro para que se continúe por parte de los equipos negocia- dores, la posibilidad de llegar a un acuerdo vinculante y que genere re- glas claras en el largo plazo. Cuando se mira la dinámica que en su momento alcanzaron a tener las exportaciones colombianas a este mercado en el año 2008, no podemos menos que llenarnos de “optimismo” para que algún día podamos volver a esos niveles. Sin embargo, la caída tan abrupta del mismo rubro, durante los años 2009 y 2010, que llegó a niveles impensables de menos de 1.500 millones de dólares en exporta- ciones a ese país hace que dicho optimismo se atempere y se vea opacado por la posibilidad de un resurgimiento de la “esquizofre- nia” proteccionista y revanchista del gobierno de hermano país. En estos momentos, podríamos decir que estamos recomponien- do el noviazgo, aunque la novia no esté tan atractiva como hace 5 años. El presidente Santos, con actos de gallardía y valentía, ha propuesto una actitud proactiva por parte de Colombia y se debe reconocer que el gobierno venezolano ha respon- dido hasta el momento con actitu- des similares, dentro de lo que sus condiciones económicas y políticas le permiten. En la medida que Colombia es un país altamente proclive hoy en día a construir relaciones comercia- les de largo plazo con otros países, para nosotros es indispensable con- tar con reglas claras que permitan

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La realidad económica de Venezuela evidencia unos inconvenientes estructurales y coyunturales que hace que el optimismo se modere bastante y que se mire aún con cautela este mercado.

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Page 1: Relaciones comerciales con Venezuela

[ 30 ] LATINPYME

[ COMERCIOEXTERIOR ]

El mercado venezolano

en condiciones norma-

les es sin duda el más

atractivo para las pymes

colombianas. Sin em-

bargo las relaciones de Colombia

con el vecino país han hecho que las

condiciones varíen y que se tomen

decisiones mucho más moderadas.

En abril de 2006, el presidente

Hugo Chávez adoptó una de las de-

cisiones más radicales en materia

de política comercial venezolana

de la historia: Denunciar el acuerdo

de la Comunidad Andina de Nacio-

nes – CAN para retirarse del mismo,

que desde la década de los 70 había

venido regulando las relaciones co-

merciales de Colombia con ese país.

Entre el optimismoy la esquizofrenia comercial

La realidad económica de Venezuela evidencia unos inconvenientes estructurales y coyunturales que hace que el optimismo se modere bastante y que se mire aún con

cautela este mercado.

Por: JUAN CARLOS RONDÓN A.I PROFESOR DE LA UNIVERSIDAD SERGIO ARBOLEDA Y CONSULTOR EMPRESARIAL I

Relaciones comerciales con Venezuela:

No obstante lo anterior y por dis-

posiciones del mismo acuerdo, su

intención de retirarse no podía tener

impactos inmediatos, pues Venezue-

la debía respetar las obligaciones y

compromisos asumidos en el acuer-

do y una de ellas establecía que el

retiro sólo se puede dar a los 5 años

de que se maniMeste la intención de

retirarse.

Aunque para el Presidente

Chávez los acuerdos comerciales

no son, ni mucho menos, limitantes

para poder hacer su voluntad y pa-

sar por encima de los compromisos

que internacionalmente ha asumido

Venezuela en materia comercial y

aunque durante los últimos 3 años

sistemática y reiteradamente ha

impuesto barreras injustiMcadas,

bloqueado las exportaciones de

nuestro país a ese mercado, para

Colombia el mes de abril de 2012

es una fecha importante, pues se

cumple el plazo de 5 años para que

cesen completamente las obligacio-

nes de Venezuela en el marco de la

CAN y quedemos sin un acuerdo

comercial que regule las relaciones

de Colombia con su segundo socio

comercial más importante.

Esta situación afortunadamente

ha quedado temporalmente solucio-

nada, pues los presidentes Santos y

Chávez han suscrito el pasado 9 de

abril, una prórroga de 3 meses al sis-

tema de preferencias actuales, dando

así un respiro para que se continúe

por parte de los equipos negocia-

dores, la posibilidad de llegar a un

acuerdo vinculante y que genere re-

glas claras en el largo plazo.

Cuando se mira la dinámica que

en su momento alcanzaron a tener

las exportaciones colombianas a

este mercado en el año 2008, no

podemos menos que llenarnos de

“optimismo” para que algún día

podamos volver a esos niveles.

Sin embargo, la caída tan abrupta

del mismo rubro, durante los años

2009 y 2010, que llegó a niveles

impensables de menos de 1.500

millones de dólares en exporta-

ciones a ese país hace que dicho

optimismo se atempere y se vea

opacado por la posibilidad de un

resurgimiento de la “esquizofre-

nia” proteccionista y revanchista

del gobierno de hermano país.

En estos momentos, podríamos

decir que estamos recomponien-

do el noviazgo, aunque la novia no

esté tan atractiva como hace 5 años.

El presidente Santos, con actos de

gallardía y valentía, ha propuesto

una actitud proactiva por parte de

Colombia y se debe reconocer que

el gobierno venezolano ha respon-

dido hasta el momento con actitu-

des similares, dentro de lo que sus

condiciones económicas y políticas

le permiten.

En la medida que Colombia es

un país altamente proclive hoy en

día a construir relaciones comercia-

les de largo plazo con otros países,

para nosotros es indispensable con-

tar con reglas claras que permitan

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LATINPYME [ 31 ]

EL FUTURO

Millones de dólares FOB

Destino 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011*

Total exportaciones 16.788 21.190 24.391 29.991 37.626 32.853 39.820 3.782

Venezuela 1.627 2.098 2.702 5.210 6.092 4.050 1.423 77

Fuente: DIAN-DANE Cálculos: DANE* Correspondiente a enero de 2011

tomar decisiones por parte de los

empresarios. Lograr un acuerdo co-

mercial o de complementación eco-

nómica, es sin duda la prioridad del

Ministro Díaz Granados, pero no ne-

cesariamente las del Ministerio del

Poder Popular para el Comercio.

Lo cierto es que quien está lide-

rando el acercamiento comercial, al

menos en esta primera etapa de re-

conciliación, es la Canciller Holguín,

lo que da a entender que el manejo

sigue siendo diplomático y no con

lenguaje comercial y de negocios.

Hacer acuerdos comerciales, con

estrategias netamente diplomáticas

no es posible hoy en día. Para lograr

acuerdos de largo plazo se requiere

procesos de negociación amplios,

abiertos, sinceros y participativos,

pero sobre todo con una clara con-

vicción a la necesidad de abrir los

mercados para generar desarrollo.

Otro de los aspectos positivos

para el futuro de la relación comer-

cial y que sin duda es un aporte de

la diplomacia a esta “ruta” de rees-

tructuración de la relación, ha sido

la reciente designación compartida

de Colombia y Venezuela en la Se-

cretaría General de la Unasur por

consenso de todos los países miem-

bros, lo que garantiza para Colom-

bia que las relaciones políticas y

diplomáticas serán mucho más es-

tables y cordiales, pues todos los

países nos estarán mirando en esta

Secretaría “compartida”.

Ante este panorama que sin duda

muestra una cara positiva desde la

perspectiva política y diplomática,

no lo es tanto cuando se mira desde

una perspectiva comercial y econó-

mica. No obstante lo anterior, los

empresarios colombianos deben

volver otra vez la mirada a este mer-

cado, bajo la premisa que es un mer-

cado muy importante para nuestras

empresas pymes.

La realidad económica de Venezuela evidencia unos inconvenientes estructurales y co-

yunturales que hace que el optimismo se modere bastante y que se mire aún con caute-

la este mercado. Estos son algunos de los temas a tener en cuenta:

• Es totalmente inadmisible en un acuerdo comercial, que la ley nacional esté por

encima de lo pactado en un acuerdo, ya que de esta manera siempre será muy fácil

evadir los compromisos adquiridos.

• En algunos productos, el gobierno venezolano, como una herramienta para controlar

la inflación disparada, ha entrado en una lógica agresiva de control de precios, que

por definición va en contra de una dinámica de mercado y desmotivan a cualquier

empresario que quiera importar, pues no podrán vender por encima del precio fijado

por el gobierno.

• La fuerte devaluación de principios del año 2011, superior al 65% al pasar de un dó-

lar de 2,60 a 4,30, hace que las exportaciones a ese país no sean tan atractivas. Sin

embargo, cuando esta devaluación se acompaña de una fuerte inflación, este efecto

se puede neutralizar para el exportador, siempre que el producto no esté sometido a

control de precios.

• La exagerada inflación que puede superar el 40% según el sector privado venezolano

(muy alta comparada con el resto de la región) hace pensar con cautela este merca-

do, en la medida que una inflación desbordada no afecta en el corto plazo necesaria-

mente al exportador, pero si es un riesgo de mediano y largo plazo por la posibilidad

de riesgo de no pago.

• El Plan Simón Bolívar propone que el sector público genere el 70% del PIB del país.

Además que esta propuesta implicará una mucho más agresiva y anti comercial es-

trategia de expropiaciones, hacer negocios con el sector público tiene unas lógicas

diferentes que no son muy atractivas para tenerlo como comprador.

• Aunque sin duda un el incremento del precio del petróleo generará un incremento

en las importaciones, sobre todo de alimentos, no es clara cuál será la orientación y

política de importaciones, sobre todo atada a la política de precios finales de los mis-

mos. Este incremento de las importaciones será efectuada por el sector público. Los

primeros productos donde se puede ver un incremento en las importaciones, debido

a una reducción reciente de barreras arancelarias, están básicamente orientados a

carne y lácteos, mas algunas verduras como cebolla, zanahoria, lechuga y tomate,

considerado productos de primera necesidad.

• Los trámites para lograr licencias de importación de productos, incluso para aque-

llos de primera necesidad, son aún demasiado engorrosos y no generan celeridad.

Por ejemplo, para lograr importar los productos señalados, se requiere permiso del

Ministerio de Alimentación, quien analizará el nivel de producción local para dar la

autorización.

• El control de divisas por parte del sistema cambiario venezolano, sigue siendo un

problema pues el importador debe pasar por unos mecanismos complejos y trámites

no claros, para lograr la asignación de divisas para proceder al pago de las importa-

ciones. Este problema ya es bien conocido por nuestros exportadores colombianos

y ha hecho que se diseñen mecanismos de cobertura y garantía de pago por otros

medios que encarecen el producto.

Tenga en cuenta….