REVISTA DIEZ, NÚMERO 76

DIEZ - REVISTA DIGITAL– La revista que habla de vos.

Contenido

5.- EDITORIAL:

Dolores sin dolores.

6.– ZAGUÁN:

ARENILLA: Los motivos de la lluvia.

9– PATIO:

Fotografías de la quincena.

17.– Chica de DIEZ: ARELY

18.– BALCONES:

Casa de Citas

Palabra y mundo

Autor: Héctor Cortés Mandujano.

26.– CORREDORES:

Piedra de toque.

Regreso de Rosario Castellanos (I de VII).

Autor: Ricardo Cuéllar Valencia.

32.– SITIO:

Un recuerdo acerca de Mariano N. Ruiz.

40.– ACTUALIDADES.

46.– MOJOL.

48.– Chica de DIEZ: ARELY

Revista catorcenal, hecha en la tierra de los cositías con la bendición de Tata Lampo.

Editor responsable: Alejandro Benito Molinari Torres

Contacto: [email protected]

Arely


Comitán, ciudad que habla de vos


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DE LA VIDA

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EDITORIAL Dolores sin dolores


Perla Schwartz, con ojos de rendida, instalada en su nube, se abraza a su bolso; en

tanto Dolores Castro, la poeta amiga más íntima de Rosario Castellanos, desde su

humilde grandeza, esboza una línea que es como el horizonte; Socorro Trejo, son-

riente y con los ojos cerrados, espera el instante.

El instante llegó y Dolores Castro, en la Sala de Cabildo del Ayuntamiento de

San Cristóbal de Las Casas, recibió un homenaje, dentro de los actos del IV En-

cuentro Internacional de Investigadores Literarios y el V Festival Internacional de

Poesía Palabra en el mundo...en Chiapas.

Dolores Castro, poeta generosa, tierra fértil, ha estado en varias ocasiones en

Comitán. A sus más de ochenta y tantos años ella sigue como árbol en el páramo.

No se raja ante algo y cada vez que la invitan a Chiapas ella no duda y viaja. ¿Qué

la impulsa a aceptar siempre? ¿Su amistad con Rosario, el viento que la hace recor-

dar aquellos tiempos? ¿Recoge algo que dejó prendido en algún árbol de Comitán,

de San Cristóbal, de la finca de Rosario? ¿Quién sabe la respuesta? Tal vez ni ella

tiene una razón que opaque la del sentimiento, la del corazón.

¿Y si el Congreso del Estado de Chiapas, sin darle más vueltas le otorgara la

Medalla Rosario Castellanos en este año?



ZAGUÁN

ARENILLA



La naturaleza siem-

pre ha sido sabia.

En el principio de

los tiempos llovía

únicamente sobre

las milpitas; pero

cuando vio que los

hombres no se baña-

ban llovió sobre los pueblos. Hoy llueve también sobre las casas, para que los

hombres, ¡sorprendidos!, vean hacia el techo.

LOS

MOTIVOS

DE

LA

LLUVIA



Las

Cajitas

de

Molinari

Son de

DIEZ



PATIO

Fotografías de la quincena



¡Chin, ya se me rasgó la

capa! ¿Y ahora cómo

vuelo?



Bueno, bueno, esto no es novedad, la naturaleza ha otorgado a “las viejas”,

desde siempre, un Sistema GPS para vigilar a sus “viejos”.



¿Y las discontinuas no deben tener precaución?



Disculpe’sté ¿y entonces cuánto cuesta un baño

con pareja, así como media hora debajo del chorro?



Este es el mensaje de amor de un indeciso. Ya lleva dos

nombres borrados.


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Mariano N. Ruiz

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Conjuros de Alejandro Molinari

Poesía.

De la serie

Letras Nuevas.

Una edición de

Coneculta-Chiapas.

Pausa

El caminante necesita una pausa; también la necesita el que vuela.

¿Acaso la eternidad que cabe entre un segundo y otro no es una

pausa?

¿Qué otra cosa sino pausa, el rojo de una granada, el arco de la

casa y la línea sobre el agua?

Una pausa es la ida, otra pausa el retorno; y entre esos dos

instantes: un puente de viento, de agua.

A la venta a partir

de la próxim

a semana



¿Con melón o con sandía?

¡No te preocupés, en la DIEZ saboreamos los dos!

Arely



BALCONES



Casa de Citas

Héctor Cortés Mandujano

Palabra y mundo



En estas fechas —marzo-abril—

he sido presentador de varios li-

bros: Los últimos dioses, de Mar-

ceal Méndez; El abrazo de Ixtab,

la más reciente novela de Óscar

Palacios; mi libro Los versos y la

sangre, vida y obra de Efraín Bar-

tolomé; Intencionalmente náufra-

go, de Luis Daniel Pulido y Poesía

para la sustentabilidad, de Felipe

Reyes Escutia. He dicho varias

veces que si premiaran al que

más libros presenta en este esta-

do, yo le ganaría a cualquiera con

sobrada ventaja (hubo épocas en

que presentaba tres o cuatro a la

semana; aunque no lo parezca, ya

no soy tan facilote). Aquí mis pa-

labras sobre el libro de Felipe:

Leí la frase, con seguridad, en

uno de los libros inteligentes y

eruditos de George Steiner: Los

especialistas son personas que saben casi todo de casi nada. Así, hay cardiólogos

que nada podrían recetar para el alivio de un dolor de cabeza o directores de or-

questa que no podrían distinguir entre un árbol de limón y otro de mango. Por

eso este libro es, de entrada, una rareza: el autor es un doctor en biología que es,

al mismo tiempo, un lector de poesía.

Poesía para la sustentabilidad, humanidad y mundo en la poesía de escritores

en Chiapas (el título sí parece de biólogo), de Felipe Reyes Escutia (Unicach,

2009), no tiene una finalidad académica en su sentido estricto, pero sí didáctica y

explícita (p. 11-13): “Se ha acabado la primavera, nos ha alcanzado el otoño; ya

sentimos cerca el invierno […] estas líneas (son) invitación a ensanchar nuestras



miradas, a entendernos mejor, a

acercarnos, a disfrutar las imá-

genes de la palabra, que son via-

jes del alma. Y los viajes ense-

ñan, vivifican”.

La selección de poemas no

es, pues, antológica; no busca lo

mejor en la producción de estos

escritores ni tiene pruritos con

mezclar poetas de reconocida

trayectoria (Jaime Sabines, Ro-

sario Castellanos, Efraín Barto-

lomé, Joaquín Vásquez Aguilar)

con algunos, cuyo currículum

son tres líneas (“ha colaborado

en periódicos locales” su pico

máximo) y el único mérito de sus

textos es corresponder al tema

del libro.

Este volumen, entonces, no

es para especialistas ni tiene pre-

sunciones vacuas: puede servir

muy bien como introducción a

estudiantes, a maestros que re-

gularmente no leen literatura y

al público en general a quien la poesía puede parecer nomás que un rompecabezas. Y

la selección, no olvidemos, tiene una orientación específica. La lectura de Reyes Es-

cutia es la de un hombre que ha encontrado el nexo entre la poesía —arte hecho de

palabras— y el mundo, este espacio común en que la humanidad —no sólo con pala-

bras, desafortunadamente— hace y deshace.

El trabajo de Felipe logra arrojar luz sobre poemas que a veces son soslayados

en antologías literarias. Está, por ejemplo (p. 49), “¿Hasta dónde entra el campo?”,

de Jaime Sabines, una reflexión linda sobre cómo la naturaleza —vuelta “sábana de

aire”, estrellas, nubes— entra a la ciudad por las noches, furtivamente, y la posee.

“Cuando llega la luz, el campo se retira/ como un enamorado culpable y satisfecho”.



Y está “Bienandanza de la lluvia”, de

Efraín Bartolomé, donde en la noche (p.

56) “el silencio se enrosca/ como una ser-

piente”.

Y la ironía de Rosario Castellanos, en

su “Canción” (p. 59): “Yo conocí una pa-

loma/ con las dos alas cortadas;/ andaba

torpe, sin cielo,/ en la tierra desterrada./

La tenía en mi regazo/ y no supe darle na-

da./ Ni amor, ni piedad, ni el nudo/ que

pudiera estrangularla”.

Joaquín Vásquez Aguilar es el más re-

presentado en esta selección y están varios

de los poemas que nos sabemos casi de

memoria los que hemos leído desde siem-

pre al recordado Quincho: “Casa”,

“Hasta el día en que vuelva”, “Recado de

familia”, “A petición del mar” (p. 87): “el

pueblo/ en fin/ partió a caballo hacia el re-

cuerdo/ qué queda, pues, entonces/ sino siempre el viento y sus historias/ y nues-

tra espalda con su dolencia de estaciones/ y unas ganas de retornar/ quién sabe a

dónde”.

Este libro forma parte, lo dice su autor, de un proyecto que conjuga investi-

gación, formación, creación y cultura. Mi amigo Felipe Reyes Escutia ha conju-

gado muy bien esos asuntos. Lo conozco desde hace mucho y sé de su profesiona-

lismo y entrega en la investigación; sé también de su compromiso total con la do-

cencia, con la formación; me consta que es un hombre creativo (hizo teatro con-

migo hace tiempo y, pese al cansancio de sus labores, tenía lista la memoria y dis-

puesto el ánimo para los ensayos y las presentaciones) y, es muy claro, por último,

que su labor quiere unir mundos que deben tocarse ya: la cultura vuelta poesía y

la otra, la que debe preocuparnos a todos, la cultura de conservar, de cuidar este

mundo que se nos está cayendo a pedazos.

***



Estuve fuera de mi casa unos días y

cuando volví un lirio, que nadie

regó en mi ausencia, nos había re-

galado de su olor y de la belleza es-

pectacular de cuatro flores blancas

con hilitos rojos. Me asombró su

rapidez para hacer crecer la vara

verde donde le estallaron las lindu-

ras de aroma exquisito.

Recordé los versos de Machado

en Campos de Castilla (Editorial

Aguilar, 2008), librito de linda edi-

ción que me regaló mi amiga Pillita

Belmonte, que aunque se titula

“Las encinas” y de ellas habla, pue-

de aplicarse a mi planta de lirio (p.

50): “Brotas derecha o torcida/ con

ese humildad que cede/ sólo a la ley

de la vida,/ que es vivir como se

puede”.

Lo he dicho varias veces: amo

a los árboles, y por eso me emocio-

na este libro de Machado (p. 84):

“oscuros encinares,/ ariscos pedregales, calvas sierras,/ caminos blancos y álamos

del río,/ tardes de Soria, mística y guerrera,/ hoy siento por vosotros, en el fondo/

del corazón, tristeza,/ tristeza que es amor”.

En ¨Profesión de fe” dice algo que sería como vivir y amar, hacer e iluminar (p.

254): “Mientras la abeja fabrica,/ melifica”.

Soldados de Salamina (Tusquets, 2001), de Javier Cercas, es una novela ya famosa y

vuelta película. Trata de otras cosas, pero menciona a Machado (p. 23): “el final

tristísimo del poeta Antonio Machado, que en enero de 1939, en compañía de su ma-

dre, de su hermano José y de otros cientos de españoles despavoridos, empujado

por al avance de las tropas franquistas huyo desde Barcelona hasta Collioure, al

otro lado de la frontera francesa, donde murió poco después”.



Hace tiempo me invitaron a presentar uno de

mis libros a Oaxaca. Compartí mesa con una

autora, cuyo libro, lo mismo que el mío, inau-

guraba la línea infantil de la editorial Almad-

ía. Muchos niños en el público. Ella dijo, en-

tre otras cosas, el lugar común de que la tele-

visión era la gran enemiga de la lectura y yo,

que no estoy de acuerdo con eso, le dije (de

paso me miraba con sus bellos ojos azules)

que la televisión y las nubes y el sexo y la co-

cina y el sueño y todo aquello que existe en el

mundo no es ni amigo ni enemigo de la lectu-

ra, sino sólo una posibilidad más de entrete-

nernos. Los enemigos de la lectura, rematé,

son los que no leen.

En Soldados… un viejo ve un concurso

de televisión (algo así como Atínale al precio)

y le dice a Cercas, que aparece aquí como

personaje entrevistador (p. 184): “En mi vida he visto una imbecilidad más gran-

de: la gente tiene que adivinar cuánto cuesta cada una de esas cosas; si acierta, se

la queda. Pero fíjese en lo felices que son, fíjese en cómo se ríen. […] Ahora la

gente es mucho más feliz que en mi época, eso lo sabe cualquiera que haya vivido

lo suficiente. Por eso, cada vez que le oigo a un viejo decir pestes del futuro, sé

que lo hace para consolarse de que no va a poder vivirlo, y cada vez que oigo a

uno de esos intelectuales decir pestes de la tele sé que estoy delante de un creti-

no”.

***

Lo recordé hace poco. Era el amigo de uno de mis hermanos, que visitaba con

frecuencia la finca El Ciprés, donde nací y pasé la infancia. Yo era un niño y él,

Óscar, y mi hermano, un par de adolescentes divertidos que empezaban a fumar

y a emborracharse. Óscar era una máquina de risas e ingenio. Mis papás, mis

otros hermanos y yo lo queríamos como si fuera de casa.



En la diáspora familiar que hubo después, dejé de saber de él y pasado el tiem-

po me enteré que estudiaba agronomía. Luego, alguna noticia vaga sobre que se

había casado, que esto y que aquello. Nada.

Hace diez o quince años me lo encontré de casualidad en una calle de Tuxtla.

No lo reconocí, pero él sí. Me detuvo diciendo mi nombre y sólo cuando sonrió supe

quién era. Nos llenó de alegría vernos y quedamos que lo visitaría. Fuimos mi mu-

jer, mi hija y yo a su casa, y conocimos a su esposa y sus dos hijos. Él ya parecía un

hombre serio, no se le asomaba tanto la risa al rostro.

Ese día me invitó a volver para, ya sin familia, ir a una cantina. Fuimos y allí

descubrí el origen de su amargura. Ganaba poco en su profesión y renunció a ella;

había descubierto las bondades económicas del agio que al mismo tiempo destruían

con rapidez su alma, su espíritu. Le quedaba poca fe en el futuro, no creía en la

gente y se despreciaba por ejercer el ejercicio innoble de prestamista sin corazón.

“Si a mí alguien no me paga voy y le quito todo lo que puedo”.

—¿Y por qué no dejas eso?

—¿Y qué hago? Los salarios de gobierno son miserables.

—Estás cambiando tu vida por dinero. No eres feliz.

—Lo hago por mis hijos.

—No metas a tus hijos como pretexto. Es tu decisión. Si la única posibilidad de

ganar dinero fuera dedicarse a lo que te dedicas no existirían las otras profesiones.

No pudo rebatirme y mejor alzó su chela.

—Ya no puedo cambiar. Salud.

Me contó un amigo, así como al descuido, sin saber que lo conocía, del accidente

donde perdió la vida. Iba borracho y metió su carro a alta velocidad debajo de un

tráiler en marcha. Se hizo pedazos. “Fue un accidente horrible”, me dijo el amigo.

A mí me quedó la impresión desagradable de que tal vez no fue accidente.

Contactos: [email protected]



CORREDORES



PIEDRA DE TOQUE

Ricardo Cuéllar Valencia

Regreso

de

Rosario

Castellanos ( I de VII)



Vino a Chiapas, la doctora Andrea

Reyes, para participar con dos ponen-

cias magistrales en el IV Encuentro

Internacional de investigadores litera-

rios y el V Festival Internacional de

poesía Palabra en el mundo….en

Chiapas, homenaje a Rosario Castella-

nos y la generación de Mascarones.

Encuentro y Festival organizados por

Marisa Trejo y Socorro Trejo, con el

decidido y siempre constante apoyo

del rector de la Universidad Intercul-

tural de Chiapas, Andrés Fábregas

Puig. Entre las instituciones organiza-

doras y patrocinadoras participaron

la Universidad Intercultural, el Con-

greso del Estado y la Universidad de

Ciencias y Artes. La Universidad

Autónoma colaboró como institución

auspiciadora, junto con el Colegio de

Bachilleres y el Ayuntamiento de San

Cristóbal de las Casas. Además el

Encuentro y el Festival contaron con

apoyos en la difusión a nivel mundial

con el Portal del Hispano, la Web, en-

tre otros.

La conferencia inaugural la inti-

tuló Andrea Reyes sugestivamente El

arriesgarse a ser contrabandista: Cas-

tellanos, ensayista y mujer. Ofrecida

en la Biblioteca Central de la Univer-

sidad Autónoma de Chiapas. Y la di-

sertación, para clausurar el Encuen-

tro la llamó Ensayos contundentes de

Rosario Castellanos: la obra que los

editores excluyeron. Leída en el Ayun-

tamiento de San Cristóbal de las Ca-

sas.

La primera conferencia se centró

en la condición de pensadora, por me-

dio del ensayo crítico en varios órde-

nes, desde la condición de ser mujer;

destacando cómo la escritora, con un

año de diferencia (apenas empezaba

la década de los cincuenta del siglo

XX), Simone Beauvoir -francesa-, y

Rosario Castellanos -mexicana-, cen-

traban su atención en los problemas

propios de la vida, las relaciones y la

mirada interior de las mujeres. Y

cómo ya desde 1929, una inglesa, Vir-

ginia Woolf, con sus novelas y ensayos

venía tratando los asuntos de las mu-

jeres. Y le es posible destacar que

Castellanos se va convirtiendo en una

de las pensadoras más importantes de

occidente, de Hispanoamérica y, sobre

todo, en México. Trae ejemplos y des-

taca sus principales ideas. Lo que es

necesario poner en el tapete del deba-

te es su demostración documental,

crítica y analítica de la obra ensayísti-

ca de Rosario Castellanos, que, en el

juego demiúrgico de la escritura, la

convierte no en una simple periodista,

mérito innegable, si no en una pensa-

dora de primer orden. Pensadora que

nace no por las gracias de ser escrito-



ra a secas, si no por su formación in-

telectual en los espacios de la literatu-

ra universal, la historia socio-

económica-cultural europea e hispa-

noamericana, la estética, la política, la

filosofía occidental… Y todo esto es

posible destacarlo desde los ensayos

que escribió Rosario Castellanos. Lo

fundamental es que gracias al trabajo

de investigación de Andrea Reyes po-

demos hoy en día leer tres tomos, Mu-

jer de palabras, editados por Conacul-

ta. Son más de 500 ensayos, lo que su-

pera su obra poética, cuantitativa-

mente considerada: Vol. I, 609 págs.

Vol. II, 717 págs. Vol. III, 429 págs.

Sostiene la investigadora:

Por medio de sus ensayos, la autora

narró su propia formación como inte-

lectual mexicana en el curso de comen-

tar los acontecimientos en el mundo y

los trabajos de otros escritores. Las

cualidades que sobresalían en esos en-

sayos eran su honestidad insobornable

y un fino humorismo. A través de su es-

critura, el uso de la palabra, Castella-

nos desafió la ausencia de la mujer en

la cultura y se situó como pensadora

mexicana, con el inalienable privilegio

y derecho a opinar.

La tesis que sostiene la investiga-

dora norteamericana es que buena

parte de los ensayos de Rosario fue-

ron excluidos de la edición que de su

obra realizó el Fondo de Cultura

Económica, seleccionada por Mejía,

aunque por decisión del Fondo, se

prefirió eliminar la obra periodística

aparecida en Excélsior, en un tomo.

Ahora ya los tenemos en las manos.

La lectura que realiza Andrea Re-

yes es muy puntual y demuestra, con

claridad y precisión, desde un análi-

sis centrado en los temas abordados

por la escritora chiapaneca, en varios

campos de la vida literaria, publica-

ciones, temas del momento, estudios

críticos, poesía en movimiento...

Advierte Reyes:

Ahora que el estudio de su periodismo

nos ofrece por lo menos 515 textos a

considerar, se destacan, por una parte,

sus astutas observaciones sobre la vida

en México, desde los conflictos de raza

en Chiapas hasta las maniobras políti-

cas en la capital, con la demagogia e

intimidación que los acompañan; y,

por otra parte, su profunda perspicacia

sobre la situación social de la mujer en

México y en el resto de la sociedad

humana. Su clarividencia y honestidad

en torno a temas centrales que otros

intelectuales ignoraban demostraban

que Rosario Castellanos era una de las

mentes más lúcidas del mundo literario

mexicano del siglo veinte



Después de quedar huérfana de

madre y padre, ya en la C. de México,

Rosario decide y se dedica de tiempo

completo a ser escritora, es decir, a

pensar y recrear su secreta intimidad,

el mundo que la rodea y los otros por

medio de su único medio: la palabra

escrita. Se define la escritora. Para

ella ese momento es el de asumir su

más clara y necesaria soledad. No

quiere vivir con nadie. Ni con la tía

Luz que le propuso irse a vivir con

ella a su casa, apenas deshabitada por

los progenitores.

Rosario Castellanos, gracias a un

destino revelador e imposible de pre-

decir, se fue convirtiendo en una de

las más decididas lectoras y escritoras

desde los 24 años, sin olvidar que des-

de niña era ya lectora. La escritora

estaba formada a la hora del falleci-

miento de sus padres en la C. de

México. Empieza a escribir en la más

plena soledad, con mayor solvencia y,

sabemos, que elije la escritura para

recrear, desde su más vivo recuerdo lo

que ha sentido, percibido, entendido y

pensado. Es su salvación, una manera

de ser y revelarse a ella misma. Y des-

de una muy temprana y exigida disci-

plina sabe de sus horas para leer y

escribir; las asume con rigor y consis-

tencia. La poeta, la narradora y pen-

sadora tienen la palabra; es ya una

tencia. La poeta, la narradora y pen-

sadora tienen la palabra; es ya una

mujer de palabras.

Con relación al feminismo enten-

dido y pensado por Rosario Castella-

nos, comenta Andrea Reyes:

Quiero señalar que todo ese ímpetu del

feminismo de Castellanos surgió inde-

pendientemente del movimiento en los

Estados Unidos, que apenas en el año

de 1963 empezó su “segunda ola” con

la publicación de La mística femenina

de Betty Friedan, luego de varias déca-

das de relativo silencio después de que

las mujeres consiguieron el voto en

1920. El deseo de ser “contrabandista”

nació en Castellanos de las contradic-

ciones que encontró en su vida en

México. Leyó insaciablemente a auto-

ras de cualquier parte del mundo, y se

inspiró en sus logros y análisis, espe-

cialmente de Woolf y Beauvoir. Puede

ser que su obra no haya sido tan cono-

cida fuera de México como justamente

lo merecía, pero por razones cronológi-

cas y temáticas corresponde y se coloca

entre las primeras feministas a nivel

internacional.

Para diferenciar la vocación amo-

rosa del hecho de ser casada, escribió

Rosario hace 40 años (citada por A.

Reyes en su conferencia en Tuxtla Gu-

tiérrez):

Dije vocación amorosa para diferen-



ciarla bien de inclinación a la vida conyugal. Con-

tra la primera nos previenen todos: los padres, los

maestros, los consejeros por quienes habla la voz

de la experiencia. A favor de la segunda abogan

los mismos que condenan a la primera. Es el esta-

do perfecto para la condición femenina. Tanto

que, si puede escoger, debe hacerlo pensando en

quién le ofrece mayor seguridad económica, ma-

yor categoría social, más protección y respeto.

Pero si no puede escoger, que acepte lo que se

encuentre porque más vale mal casada que bien

quedada. Y que una vez puesta en el potro aguante

los reparos porque más vale mal casada que bien

divorciada. Todo lo cual, no es necesario decirlo,

poco o nada tiene que ver con esas vagas asocia-

ciones de ideas que se suscitan en nosotros cuan-

do escuchamos decir la palabra “amor”.



SITIO

ISABEL,

Chica

Diez

2011



Un

recuerdo acerca de

Mariano N. Ruiz



Josefa Ventura Morales, quien firma como “hija

de un discípulo del Maestro Mariano N. Ruiz”,

escribió unas líneas en memoria del educador, el

5 de octubre de 2002. Entresacamos algunos de

esos recuerdos, con el fin de integrar el territorio

de nuestra memoria colectiva.



Me es muy grato aportar en estas humildes

líneas lo que mi memoria conserva, como

una valiosa herencia de mi amado padre

Don Indalecio Ventura López (qepd),

oriundo de la ranchería de Canalúm, locali-

zada a unos cuatro kilómetros aproximada-

mente hacia el sur de esta ciudad comiteca.

Mi padre, nacido el 24 de mayo de

1912, vivió toda su infancia y adolescencia

al lado de mis abuelos, allá en Canalúm, y

dentro de otras anécdotas maravillosas que nos contaba, figuraba

la muy admirable presencia del Maestro Mariano N. Ruiz y su es-

timado hermano don Sinforoso Ruiz.

El muy querido Maestro Mariano N. Ruiz era ampliamente

conocido por esos rumbos de Canalúm; tenía un ranchito en la

ranchería de Pamalá, que me parece que es municipio de La Tri-

nitaria. Mi padre fue un admirador constante de tan ilustre per-

sonaje, pues además de que daba muchos consejos valiosos a toda

la niñez y juventud así como sus sabias enseñanzas, era muy ge-



neroso y humanitario con todo mundo. Cuando se festejaba el naci-

miento del Santo Niño Dios o algún otro santo, o las fechas de Todos

Santos o alguna otra fiesta religiosa, todo mundo colaboraba con su

ayuda personal; se celebraba la Santa Misa, se hacían romerías o en-

tradas de flores, se quemaban cohetes, toritos de petate, palo enceba-

do y tantas diversiones sanas que se practicaban por aquellos bendi-

tos tiempos, decía mi padre, sin faltar, desde luego, las alegres maña-

nitas y baile, amenizado por el instrumento que identifica a los chia-

panecos: ¡la marimba!

Ah, y eso sí, había mucha comida de parte del Maestro Mariani-

to (como le decía mi padre); pero lo que no permitía el Maestro era

el consumo de licor; él siempre decía: Coman y bailen todo lo que

quieran, pero nada de trago, porque no me gusta que haya pleitos y

desgracias.



Y así pasaban las fiestas religiosas en

santa paz, como decimos los comitecos;

felices y satisfechos de haber cumplido

con todos los deberes religiosos.

A sus trabajadores que por razones

de “mal tiempo”, como le llamamos

cuando está lloviendo continuamente, no

habían podido concluir su jornada dia-

ria, el Maestro Marianito les pagaba co-

mo jornada completa.

El Maestro Marianito enseñaba a su

gente a preparar algunas clases de dulces

regionales, como lo son: la popular

“tableta” de cacahuate, la cajeta de du-

razno, membrillo, manzana, etc., y otros

más. Pues por esos años (contaba mi pa-

dre) todo se cosechaba en bendición sin

necesidad de fertilizantes, y el Maestro

Ruiz industrializaba algunas de sus cose-

chas y productos lácteos.

…pero el tiempo fue transcurriendo y llegó el momento en que el Maestro

Marianito fue víctima de algunas lagunas mentales debido a su edad y tantas

cosas importantes que tenía en su cabecita en cuanto a tan valiosos conocimien-

tos que él poseía (¡un gran genio!). Entonces se extraviaba; salía de su casa y su

hermano Sinforoso inmediatamente avisaba a toda la gente para que lo busca-

ran, y así era.

A veces el Maestro Ruiz decía: Es que yo soy familia de Los Noriega. Ésta

era una frase que él siempre ratificaba.

“Para honra y gloria del ilustre y muy amado Maestro Mariano N. Ruiz”.



Estamos llenos de cultura.

¿Cuándo venís a

Comitán a

llenarte de luz?

Consejo Ciudadano de Cultura Municipal


Honorable Ayuntamiento

de Comitán

y

Universidad

Mariano N. Ruiz

¿Te gusta escribir? El Centro Comiteco de Creación Literaria es

¡para vos! Ser parte del Centro no tiene algún costo económico. Lo

auspicia el Honorable Ayuntamiento de Comitán 2011-2012.

Sesionamos los miércoles en la sede del Centro, frente al Santuario del

Niñito Fundador.



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El IV Encuentro Internacional de Investigadores Literarios y el V Festival

Internacional de Poesía Palabra en el mundo...en Chiapas se efectuaron en las ciudades

de Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas, los días 19, 20 y 21 de mayo.

El público asistente disfrutó la palabra de destacados intelectuales y poetas de varios

países.



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CRÓNICAS DE ADOBE

La soprano Lupita Guillén Utrilla estuvo en el programa del martes 24 de

mayo de 2011.

El tema fue: “El pentagrama de la vocación” y ella, con su sabiduría de joven

talentosa y su humildad de cenzontle, bordó una partitura llena de luz.

Compartió una noticia maravillosa para Chiapas, la creación de la

Licenciatura en Música, con especialidad en canto clásico, en la Universidad

de Ciencias y Artes de Chiapas.

En la fotografía: Paty Espinosa Vázquez, Lupita, Alejandra Laguna y

Alejandro Gómez.



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Cierre de la Semana Cultural y Deportiva efectuada en la ciudad de San Cristóbal

de Las Casas, en el parque central.

Frente al Palacio Municipal se congregó la asistencia para disfrutar el acto de

cierre de Concursos de Oratoria, Declamación, Ortografía y Matemáticas.



Sí, nos da pena decir que somos casi casi

¡perfectos!, pero así es.

Tenemos únicamente lectores de DIEZ,

escritores de DIEZ, patrocinadores de DIEZ y

chicas de DIEZ.

ISABEL es la chica DIEZ 2011.

¡Que su luz y mirada de albahaca permanezcan

todo el año en tu corazón!

Recordá siempre que vos, lector,

sos lo más importante de tu

Revista DIEZ.



Visitanos

¡No te arrepentirás!



Mojol

¿Ya miro’sté que la

barda parece barda de

campo de

concentración? Ah, es que se cree Jesús

con la corona de

espinas.



Si así son todos los maestros, ¡que se suspendan las clases todos los días!

Fotografías de Fernando Molinari



Arely

¿Te gusta la vida? A mí también, por eso leo la

DIEZ, una revista ¡llena de vida!

Nos vemos en el número 77.

REVISTA DIEZ, NÚMERO 76

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