Revista Nº 98

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consolacion para el mundo Abril - Junio 2011 Revista del Movimiento Consolación para el Mundo Consolación Nº 98

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Abril - Junio 2011Revista del Movimiento Consolación para el Mundo

Consolación

Consolación Nº 98

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revista del movimiento

Sumario

Consolación

Suscripciones:

Caixa de TarragonaJesús-Tortosa (Tarragona)Cta: 2073 0064 67 0100124698

Dirección: Mª Teresa RosilloDiagramación: Mª José CondominaCorresponsales: ESPAÑA Conchita Goterris Mª José Betí VENEZUELA Verónica González ARGENTINA-CHILE Vanina Petrella BRASIL Vanilda Ramos

Redacción y administración:Hermanas Nuestra Señora de la ConsolaciónC/ Santa María Rosa Molas, 243590 JESUS-TORTOSATarragona- España

Imprime:Imprenta Querol, SL977 597 100TORTOSAD.L: T-2.239-86

EDITORIAL 3

IGLESIA EN CAMINO 4

VAMOS A PENSAR 5

DEL PENSAMIENTO A LA VIDA 7

25 AÑOS DE CONSOLACIÓN EN COREA 8

ENTORNO A LA PALABRA 10

MUJER DE HOY 11

PAGINA CENTRAL 12

VIDA DE LOS GRUPOS 14

ALGO DIFERENTE 22

TIEMPO LIBRE 23

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[email protected]

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Editorial

Desde que empezó 2011 y mucho antes estamos esperando el gran acontecimiento de la JMJ en el próximo agosto. Todo es pensar, soñar, imaginar. Normalmente los tiempos de espera suelen ser como paréntesis preciosos en la vida por la carga de ilusión que conllevan. Pero tienen el peligro de apartarnos del presente y evadirnos hacia el futuro que esperamos. Paréntesis vacíos que pueden quitar fuerza y eficacia a lo inmediato, lo real de cada día que nos solicita y requiere toda nuestra atención. Tiempos de espera quizás baldíos.

Por fortuna no es este el caso de la espera que nos mantiene alerta hacia la JMJ del próximo agosto. Muy al contrario. Estamos viviendo una espera llena, cargada de contenidos que nos están ayudando mucho a todos para ser mejores.

La sabiduría creativa de los organizadores y la generosidad de la respuesta de los jóvenes, especialmente, y de gran cantidad de adultos, se están encargando de convertir este paréntesis en un tiempo de Salvación, tiempo lleno de vida, desbordante de mensajes para el mundo entero.

Admirable la organización de las Diócesis españolas y del mundo que han sabido motivar con sugestivas llamadas a la Fe y la solidaridad de los jóvenes. Admirable, más aún, la respuesta obtenida que está siendo como un revulsivo para la fe de muchos y un testimonio de autenticidad, manifestada en el compromiso personal y el voluntariado incondicional.

La creatividad pastoral lo está haciendo posible con multitud de actividades, fundamentalmente de servicio a quienes más lo necesitan. Servicio

personalizante, delicado y alegre, despertador de la Fe y transmisor de esperanza.

Entre estas actividades destaca la peregrinación de la Cruz de los Jóvenes por todas las diócesis de España. La Cruz peregrina que lleva recorriendo el mundo desde que Juan Pablo II, en 1984 se la regaló a los jóvenes del Centro San Lorenzo de Roma al terminar el Año Santo.

El paso de la Cruz y el Icono de María son un acontecimiento extraordinario que convoca a gente de todas las edades, misteriosamente unida por el Misterio de la Cruz vacía. El símbolo del triunfo de Cristo, seguridad para todos y llamada al compromiso existencial. Llamada a llevar las cruces que la vida ofrece, sin dramatizar, descubriendo en ellas la dimensión redentora, con la ilusión de caminar junto a Jesucristo, colaborando con El en la tarea de salvar a esta Humanidad de nuestro tiempo.

Cuando llegue la JMJ en agosto no se va a reunir una multitud inconsciente, de gente buscadora de novedades. No, en Madrid se van a encontrar casi dos millones de jóvenes de todo el mundo que sabrán lo que quieren, porque se han preparado en una larga vigilia de compromiso, llena de verdadera Esperanza, iluminada por la Fe y con la Caridad activa en el servicio.

Benedicto XVI va a encontrar en Madrid una Iglesia joven que promete, anuncia y deja ya ver, la primavera de la Iglesia profetizada desde los últimos años del s. XX. Seguimos en la espera. Seguimos en alerta con el deseo de elevar cada día los niveles de contenido de la JMJ.

Tiempo de esperaTiempo de espera

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Iglesia en caminoMensaje del Santo Padre Benedicto XVI

para la Jornada Mundial de la Juventud 20115. Sostenidos por la fe de la Iglesia, para ser testigosEn aquel momento Jesús exclama: «¿Porque me has

visto has creído? Dichosos los que crean sin haber visto» (Jn 20, 29). Pensaba en el camino de la Iglesia, fundada so-bre la fe de los testigos oculares: los Apóstoles. Compren-demos ahora que nuestra fe personal en Cristo, nacida del diálogo con Él, está vinculada a la fe de la Iglesia: no so-mos creyentes aislados, sino que, mediante el Bautismo, somos miembros de esta gran familia y es la fe profesada por la Iglesia la que asegura nuestra fe personal. El Credo que proclamamos cada domingo en la Eucaristía nos pro-tege precisamente del peligro de creer en un Dios que no es el que Jesús nos ha revelado: «Cada creyente es como un eslabón en la gran cadena de los creyentes. Yo no pue-do creer sin ser sostenido por la fe de los otros, y por mi fe yo contribuyo a sostener la fe de los otros» (Catecismo de la Iglesia Católica, 166). Agradezcamos siempre al Señor el don de la Iglesia; ella nos hace progresar con seguridad en la fe, que nos da la verdadera vida (cf. Jn 20, 31).

En la historia de la Iglesia, los santos y mártires han saca-do de la cruz gloriosa la fuerza para ser fieles a Dios hasta la entrega de sí mismos; en la fe han encontrado la fuerza para vencer las propias debilidades y superar toda adversidad. De hecho, como dice el apóstol Juan: «¿quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?» (1 Jn 5, 5). La victoria que nace de la fe es la del amor. Cuántos cristianos han sido y son un testimonio vivo de la fuerza de la fe que se expresa en la caridad. Han sido artífices de paz, promotores de justicia, animadores de un mundo más hu-mano, un mundo según Dios; se han comprometido en diferentes ámbitos de la vida social, con competencia y pro-fesionalidad, contribuyendo eficazmente al bien de todos. La caridad que brota de la fe les ha llevado a dar un testi-monio muy concreto, con la palabra y las obras. Cristo no es un bien sólo para nosotros mismos, sino que es el bien más precioso que tenemos que compartir con los demás. En la era de la globalización, sed testigos de la esperanza cristiana en el mundo entero: son muchos los que desean recibir esta esperanza. Ante la tumba del amigo Lázaro, muerto desde hacía cuatro días, Jesús, antes de volver a llamarlo a la vida, le dice a su hermana Marta: «Si crees, verás la gloria de Dios» (Jn 11, 40). También vosotros, si creéis, si sabéis vivir y dar cada día testimonio de vuestra fe, seréis un instrumento que ayu-dará a otros jóvenes como vosotros a encontrar el sentido y la alegría de la vida, que nace del encuentro con Cristo.

6. Hacia la Jornada Mundial de MadridQueridos amigos, os reitero la invitación a asistir

a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. Con profunda alegría, os espero a cada uno personal-mente. Cristo quiere afianzaros en la fe por medio de la Iglesia. La elección de creer en Cristo y de se-guirle no es fácil. Se ve obstaculizada por nuestras infidelidades personales y por muchas voces que nos sugieren vías más fáciles. No os desaniméis, buscad más bien el apoyo de la comunidad cris-tiana, el apoyo de la Iglesia. A lo largo de este año, preparaos intensamente para la cita de Madrid con vuestros obispos, sacerdotes y responsables de la pastoral juvenil en las diócesis, en las comunidades parroquiales, en las asociaciones y los movimientos. La calidad de nuestro encuentro dependerá, sobre todo, de la preparación espiritual, de la oración, de la escucha en común de la Palabra de Dios y del apo-yo recíproco.

Queridos jóvenes, la Iglesia cuenta con vosotros. Necesita vuestra fe viva, vuestra caridad creativa y el dinamismo de vuestra esperanza. Vuestra presen-cia renueva la Iglesia, la rejuvenece y le da un nuevo impulso. Por ello, las Jornadas Mundiales de la Ju-ventud son una gracia no sólo para vosotros, sino para todo el Pueblo de Dios. La Iglesia en España se está preparando intensamente para acogeros y vivir la experiencia gozosa de la fe. Agradezco a las dió-cesis, las parroquias, los santuarios, las comunidades religiosas, las asociaciones y los movimientos ecle-siales, que están trabajando con generosidad en la preparación de este evento. El Señor no dejará de bendecirles. Que la Virgen María acompañe este ca-mino de preparación. Ella, al anuncio del Ángel, aco-gió con fe la Palabra de Dios; con fe consintió que la obra de Dios se cumpliera en ella. Pronunciando su “fiat”, su “sí”, recibió el don de una caridad inmen-sa, que la impulsó a entregarse enteramente a Dios. Que Ella interceda por todos vosotros, para que en la próxima Jornada Mundial podáis crecer en la fe y en el amor. Os aseguro mi recuerdo paterno en la oración y os bendigo de corazón.

Vaticano, 6 de agosto de 2010, Fiesta de la Transfiguración del Señor.

(Última parte del Mensaje)

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Entre los Derechos Humanos hay muchos, la mayoría, realmente universales porque son naturales, inherentes al ser humano, por tanto indiscutibles. En cambio hay otros derechos de ámbito universal, si bien no son comunes a todo bicho viviente. Pueden personalizarse en cualquier ser humano, pero pocos gozan de ellos en realidad. En este grupo se encuentran los derechos de autor. Pocos son los artistas que pueden esgrimir estos derechos respecto de sus obras. El arte es don de los dioses según decían los clásicos, privilegio de elegidos, regalo de las Musas.

DERECHOS DE AUTOR

Todos conocemos algo sobre este tema. Son especialmente familiares las polémicas que saltan a los medios de comunicación en los casos de derechos de autores famosos fallecidos. Los herederos, reales o pretendidos, entran en largos pleitos para conseguir la propiedad de los derechos en litigio. Famosas herencias como las de Camilo José Cela, Pablo Neruda, Picasso o Miquel Jackson. No basta la persona de los herederos, ni los mejores abogados individuales trabajando a su servicio. La administración de los derechos de autores de esta categoría requiere empresas o Fundaciones creadas al efecto, y aún así difícilmente resuelven los conflictos. Estos se incrementan cuando aparecen elementos sorpresa, como las 271 obras de Picasso recién presentadas a las autoridades francesas por un fontanero que dice haberlas recibido del artista como regalo.

El tema es viejo. El primero en reclamar sus propios derechos de autor fue Antonio de Nebrija, autor de la famosa Gramática Castellana que publicó en 1492, primera gramática en una lengua vulgar de Europa. Nebrija trabajó en el primer intento de crear una ley de derechos de autor. No era aún el tiempo oportuno.

Mucho más tarde la Reina Ana I de Inglaterra firmó en 1710 el llamado Estatuto de la Reina Ana, donde se declaraba el derecho exclusivo de autor. Y la Constitución americana, en 1787, reconoció también estos derechos.

La Declaración Universal de Derechos Humanos de las Naciones Unidas firmada en 1948 cita los Derechos de autor en el Artículo 27.2. Antes, en los artículos 17 y 19 se refiere a ellos indirectamente porque de los derechos tratados en esos artículos se derivan los derechos de autor. La Convención Universal sobre Derechos de Autor de Ginebra en 1952 culminó todo este proceso.

Proceso no concluido porque en la era digital todo se ha complicado al diversificarse los soportes.

La piratería informática es mucho mayor y poderosa que fue la de los mares en sus momentos más gloriosos. Drake es un pigmeo en comparación con los nuevos piratas que pueden navegar desde su mínimo portátil por la Red entera.

Sea cual sea la época y la forma la polémica seguirá porque la autoría de una obra es algo muy íntimo e intransferible para el ser humano. Kant decía que “una obra no puede separarse de su autor”. Tenía toda la razón. El autor se expresa a si mismo, se dice y dice todo de sí en sus obras. La obra de arte habla de su autor, lo presenta, lo explica, incluso descubre sus secretos personales. Delante del Guernica no hace falta preguntar quién fue Picasso, ni contemplando el templo de la Sagrada Familia en Barcelona es necesario explicar quién y cómo era Gaudí.

A pesar de todo el esfuerzo realizado en este arduo proceso histórico, Mark Twain, hablando un día de este tema, pudo decir con razón algo que puede parecer irreverente pero no lo es: “solo una cosa es imposible para Dios, encontrarle algún sentido a cualquier ley de copyright del Planeta”.

Sinceramente no sé en qué sentido ni en que contexto expresó Twain esta idea, seguramente lo hizo para explicar la inmensa complejidad del tema que sigue acrecentando su conflictividad. No obstante, sin pretenderlo quizás, tocó las raíces del asunto. Es imposible para Dios reconocer autores humanos, porque El mismo es el autor último de todo lo creado y de todo lo que constantemente nace como fruto de la mente humana y “Dios no puede negarse a si mismo”

Dios lo tiene claro pero no tanto la mayoría de sus criaturas humanas que andan, o andamos, presumiendo de independencia de origen, reivindicando autonomías totales; o nos conformamos con ser simple materia evolucionada, llamada a volver a la materia sin otro horizonte; o preferimos ser simple fruto del azar y la casualidad.

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Hay quien prefiere ni pensar en el tema, trivializarlo y jugar cuando se trata de él. Es complicado, mejor seguir viviendo y basta. ¡Vive la vida y déjate de rollos! ¡Cuídate, que esto son cuatro días! Este tipo de personas prefieren conformarse con ser seres sin marca, productos fabricados en serie, a millones, destinados al consumo de baja categoría.

La universidad Camilo José Cela en Madrid ofrece en sus programas de Derecho una asignatura específica sobre “Derechos de Autor y propiedad intelectual”. Quizás todos nos tendríamos que matricular en ella, o se tendrían que crear Cursos de verano en oferta universal con un programa específico, para ayudarnos a descubrir de quién es la firma que nos avala y nos da garantía como personas. Cuál es la marca de calidad por la que podemos presumir y que nos da un alto valor.

¿Quién es mi autor? ¿Quién puede ostentar mi propiedad intelectual? Porque la verdad es que yo no me fabriqué a mi mismo ni me elegí, ni me compré, ni decidí el tipo de inteligencia que iba a tener, ni nada da nada. Cuando tuve uso de razón me encontré siendo lo que soy. Y normalmente todos tenemos la propiedad de gustarnos mucho a nosotros mismos, de estar satisfechos de lo que somos aunque a ratos nos comparemos neciamente con otros deseando algo distinto. Solo a ratos porque pronto volvemos a nuestra normal autosatisfacción.

Podéis hablarme de genes, de herencia, de educación, de mil cosas influyentes las cuales acabarán pasando por las mismas preguntas que nos están ocupando ahora ¿de dónde los genes? ¿por qué mis padres y no otros? ¿Por qué nací donde nací?

La verdad es que Dios podría llevarnos a los tribunales por falsificación de firma, por plagio, por indebida atribución de propiedades, y por la gran cantidad de tontas aberraciones en las que caemos.

Dios nos firmó, puso su marca indeleble en nuestro ser humano. Una marca imborrable, inimitable pues nos hizo en exclusiva a cada uno. Una marca activa que no es solo un nombre, es una marca dinámica que nos mantiene toda la vida en acción con la maravillosa posibilidad de ser libres a pesar de todos los pesares.

Nuestra marca es el mismo ser de Dios, su semejanza. Lo dijo bien claro en su Plan inicial: Vamos a hacer al ser humano igual a mí, de mi categoría de mi clase social, de mi familia y lo hizo y lo confirmó dándonos facultades para administrar libremente todas sus posesiones, todo lo que había creado. Es sobrecogedor leer despacio y pensar el texto del Génesis 1, 26-28:

“Dijo Dios hagamos al hombre a nuestra imagen y a nuestra semejanza, para que domine todo lo que he creado (…). Y creó Dios al hombre a imagen suya a imagen de Dios lo creó, y los creó macho y hembra (idénticos en valor). Y los bendijo Dios diciéndoles: procread y multiplicaos, llenad la tierra, sometedla y dominad sobre todo”.

No queda lugar a duda. Pero por si la hubiera, cuando llegó la plenitud de los tiempos la Buena Noticia de Jesucristo incluyó una actualización: nos descubrió que tenemos en nuestro interior un “mecanismo” que mantiene al día nuestra capacidad para realizar el Plan de Dios. Para que todo lo que Génesis dice que Dios nos había regalado, especialmente la marca indeleble que nos puso, pudiera seguir funcionando, y para que no dudáramos ante las dificultades y las complicaciones que aparecen a lo largo de la Historia.

“En Cristo fuisteis sellados con el sello del Espíritu Santo prometido, prenda de nuestra herencia” (Cf Ef 1, 13-14). No es un sello cualquiera, no se puede eliminar con medios humanos. No lo borra ningún producto: ni el ateismo activo, ni la desidia en la práctica religiosa, ni el indiferentismo, ni el agnosticismo, ni las confusiones. Nada ni nadie puede borrar la marca que el ser humano recibió de su Creador.

Esa marca puede quedar oculta, puede dejarse inactiva por voluntad humana, pero permanece siempre. San Pablo se lo decía a los de Corinto, gente pagana, de otras religiones, gente de negocios y de vida alegre: “Es Dios quien a nosotros y a vosotros nos confirma en Cristo, nos ha sellado y ha depositado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (2Co 1,22). A nosotros los creyentes, como era Pablo, y a vosotros, los que no tenéis ni idea o los que preferís no tenerla, aunque sabéis algo del tema. A todos nos marcó Dios y a todos nos dotó del “motor”, como llamaba mi viejo profesor al Espíritu Santo que siempre trabaja en nuestro interior.

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consolación para el mundoDel pensamiento a la vida

Como lo nuestro es pensar, el tema nos da para un examen personal que quizá no es frecuente. Puedo ser autor de muchas cosas pero ¿quién es mi autor? ¿Quién me diseñó? ¿Tengo idea de sus derechos de propiedad sobre mi?

• Soy egoísta con mis cosas, me lo creo… me reservo.

• Reconozco sencillamente lo que me pertenece o no.

• Admito con serenidad que no soy creativo para poner firma en nada.

• Me atribuyo más de lo que real-mente hago.

• No me importa aportar sin po-ner firma, me gusta trabajar en equipo.

• Siento el atractivo de ser autor de algo.

• Respondo con esfuerzo y trabajo a la llamada de la creatividad.

• Pienso que eso son cosas de gente rara.

• He descubierto todas mis posibilidades, o quizás tengo pereza de hacerlo.

• Admito con serenidad mis límites y, si llega, algún fracaso.

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1. ¿Cómo administro mis propios derechos de autor?

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• Pienso seriamente en mi origen de persona.

• ¿Cual es mi postura ante el nacimiento y la muerte?.

• Reconozco con gratitud la autoría de Dios sobre mi.

• Me dejo influenciar por el materialismo, somos materia evolucionada…

• Doy gracias a Dios por el regalo de mi vida y mis cualidades.

2. ¿Conozco la firma de mi autor?

• Me atribuyo cosas que no son mías, frases, ideas, trabajos.

• Copio en los exámenes, no me cuesta plagiar, lo suelo hacer.

• Cito honradamente al otro, me gusta hacerlo.

• Me alegro ante las producciones

de los demás.

• Me encanta promocionar a los demás.

3. ¿Respeto los derechos de otros?

4. ¿Cultivo la creatividad?

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revista del movimiento25 años de presencia

La celebración de los 25 años es para mí ocasión de agradecimiento porque mi vida ha cambiado totalmente gracias a que he probado la auténtica “consolación”.

Muchas veces he experimentado la cordialidad de las Hermanas que rebosan amor que consuela pero especial-mente ha sido en la participación en el grupo de oración de jóvenes donde, unidos en oración, lo he sentido.

Gracias por venir a Corea. Me gustaría que estuvieseis siempre en mi corazón como en vuestra propia casa.

CHO A-RA, MAGDALENA

Celebrar el 25 aniversario de la llegada a Corea el mismo día que celebramos la fiesta de nuestra Madre Fundadora ha sido para nuestras comunidades como el camino de un joven de 25 años… la configuración ma-dura de una personalidad que abre su corazón para amar y consolar a las personas. Agarrarnos firmes a la mano de Dios nos regala el estremecimiento por el futuro. Esta celebración por nuestros 25 años ha sido realmente un día muy hermoso.

Hay un dicho que dice: “Un punto se convierte en un trazo y un trazo en letra”. Al mirar estos nuestros 25 años de presencia en Corea me gustaría que nuestra semblan-za expresara este dicho. Creo que la disposición y actitud de un momento, lo extraordinario de nuestro día a día va tejiendo nuestra vida de consolación y va decidiendo nuestro futuro. Así lo percibo en nuestra Madre Fundado-ra, en su amor a Dios y en su prudencia. Esta vida empie-za por mí, guardo en la profundidad de mi corazón los 25 años de consolación de Dios.

CHOI SU IM, CLARA

Para preparar esta fiesta estuve toda la semana an-terior en la comunidad de Songbukdong. Mientras pa-saba la mayoría del tiempo entre fotografías históricas de nuestro pasado, de nuestros apostolados de hoy y de nuestra presencia misionera dentro de Asia me he encon-trado conmigo misma al ver el pasado, el presente y el futuro que la congregación afronta.

Vienen especialmente a mi memoria algunas de las fotos del pasado: la sencillez y aspiraciones desbordantes de las jóvenes Hermanas españolas que ahora son misio-neras en otras tierras, las imágenes de los jóvenes estu-diantes que ahora son Hermanas coreanas; sobre todo las

caras alegres de las Hermanas realizando su profesión, a través de estas fotos he podido experimentar anticipada-mente la ilusión que viviré el día de mi consagración….

Llegó por fin el día de la Eucaristía de aniversario por los 25 años. Conforme se iba acercando el día de la misa otro estremecimiento se albergaba en mi corazón: el encuentro con las familias, los amigos y bienhechores. Cada vez que en alguna fiesta preparamos el encuentro limpiando y adornando la casa para acoger a nuestros invitados el corazón se dilata. Cuanto más este día… el corazón latió con más fuerza…

Al escribir esto revivo de nuevo los sentimientos y viene a mi memoria una canción popular coreana que se titula Nosotros y que dice “Al esperar el tiempo pa-sado nos hemos encontrado… hemos pasado mu-chos momentos juntos, preciosos como la vida misma. Justo en ese momento hemos llegado a ser uno”.

Ese día volví a sentir la unidad de la comu-nidad. Hace mucho tiempo Dios nos llamó con Su aliento de vida. Somos Hermanas de la Consolación y somos una. 11 de Junio de 2011 a las 3 de la tarde, justo en ese mo-mento y en este lugar somos una.

KIM HAN KEONG, MICAELA

Es en el hogar dirigido por las Hermanas de la Consolación don-de, como trabajadora social, conocí por primera vez a las Hermanas. He podido sentir como ellas me reciben siempre con una sonrisa trasmitiéndome paz y seguridad. He llegado a conocer que no son sólo coreanas sino de di-versos países y que realizan su apostolado entre los pobres y los que pasan dificultades, he conocido a Hermanas al lado de los inmigrantes ayudándoles en sus diferentes dificultades, a Hermanas que trabajan con ancianos que sufren demencias y que ayudan a sus familias y en este hogar a las hermanas que están al lado de los jóvenes abandonados en los lugares oscuros de la sociedad.

La indiferencia y negligencia de los adultos que ex-cluye a los jóvenes del amor y preocupación que nece-

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en Coreasariamente han de recibir les lleva en muchas ocasiones a tomar la radical decisión de escaparse de casa por no poder soportar la soledad de la disolución de la familia, la violencia doméstica o violencia sexual. Con ello, la preocupación de proporcionarse por ellos mismos ali-mentación, vestido y alojamiento los conduce al lado oscuro de la sociedad llevándoles hasta la delincuencia. Estos jóvenes, exhaustos en el cuerpo y en el espíritu, van en busca de “Hogares” donde de nuevo sienten la importancia de la familia. Los hogares tratan de ayudar a los jóvenes alienados por no haber recibido el amor y atención que se requiere en la familia a tomar con-ciencia de su dignidad de hijos de Dios y a descubrir las potencialidades inherentes en ellos. Además si nosotras les consolamos con el consuelo que recibimos de Dios creemos que esto se convierte en fuerza que les ayudará a vencer el sufrimiento. Pido para que nuestras jóvenes reciban la consolación del amor de Dios y puedan cre-cer como adultos sanos que saben consolar a otros.

Viviendo con las Hermanas yo también me dispongo a ser consolación, respetando las diferentes opiniones,

compartiendo las dificultades de la gente en situaciones adversas, alegrando el corazón de los que están decaí-dos, estando al lado de la gente para ayudarles a realizar su sueño.

PARK MUN SUN, ELISABETH

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En torno a la Palabra

En el número anterior dijimos que la crítica textual es la ciencia que se encarga de elaborar las llamadas “edicio-nes críticas”. Esto es, hasta la invención de la imprenta, los manuscritos se copiaban y, así como no tenemos los escritos originales de Aristóteles o del Quijote, tampoco tenemos los de la Biblia.

Para establecer qué texto es el más auténtico, la críti-ca textual aplica las reglas que ya vimos y en las que nos ejercitamos en los números pasados. También dijimos que para hacer una edición crítica era necesario contar, al me-nos, con dos ejemplares. Hacemos una llamada de aten-ción a ciertas publicaciones, como por ejemplo el Evan-gelio de Judas, del que solamente hay un manuscrito y, en consecuencia, es menos fidedigno.

De la Biblia, sin embargo, contamos con una gran can-tidad de versiones y manuscritos. Es fundamental haber oído hablar de las más importantes y, con este objetivo, los presentamos en el número anterior. Con este bagaje de conocimiento podemos preguntarnos ahora: ¿cómo se ha hecho la edición crítica del AT y del NT? Para la edición crítica del AT se sigue un procedimiento distinto que para la del NT. Sería conveniente que tuvieras delante la tabla de los manuscritos que aparecía en el número anterior de la revista Consolación.

1. LAS EDICIONES CRÍTICAS DEL AT Si os fijáis los textos más antiguos del AT en el original

hebreo (s.II I aC.) son normalmente fragmentos. Hasta el s. VIII-X dC. no contamos con un texto hebreo completo. Por lo que se suele tomar como texto base uno de estos Códices: el de los Profetas del Cairo (895 896 d.C); el de Alepo (925-930 d.C); o el de Leningrado (1008-1009 d.C).

Elegido el códice se va poniendo en nota las distintas variantes. A diferencia del NT, para el AT se toma uno como base un manuscrito (aquel que se piensa reproduce mejor el original) y se proponen correcciones o enmiendas.

Aunque los manuscritos de los Profetas del Cairo, Ale-po o Leningrado son muy tardíos del s.VIII y X d.C, es-tos tienen una buena tradición textual porque los judíos cuidaban mucho el texto sagrado. En la actualidad si vais a comprar el texto del Shemâh (Dt 6,4) –que ellos deben colgárselo en la frente– debe haber sido escrito por un ex-perto y no se lo venden a cualquiera.

En la antigüedad el texto sagrado lo trascribían los es-cribas. Dentro de ellos estaban los Sôferîm que eran los “contadores de palabras”, de modo que, a mitad y al final de cada libro, escribían el número de palabras que hay y

así, tras la copia del libro, se contaban y si había algún error y no salían las cuentas se tenía que volver a repasar.

Los masoretas son otro tipo de escribas gracias a los cuales tenemos el texto hebreo en la actualidad. Ellos fueron los que se encargaron de separar las palabras, vo-calizar. En los primeros textos estaban todas las palabras juntas y sin vocales. Además separaron en parágrafos y secciones cada libro y en los laterales hicieron lo que se llama la masora que era un equivalente a nuestras notas a pie de página con algunas aclaraciones o comentarios.

* Para caer en la cuenta del gran trabajo que hicieron los masoretas te propongo el siguiente ejercicio: vocaliza el texto, separa las pala-bras, puntúa las frases y organízalo en versículos.

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2. LAS EDICIONES CRÍTICAS DEL NT

A diferencia del AT, la edición crítica del NT es una “reconstrucción” del texto. ¿Qué significa esto? El núme-ro de manuscritos es muy grande y los textos no divergen mucho, por lo que, para hacer la edición crítica se ponen todos los manuscritos sobre el escritorio y, cuando existe alguna variante, aplicando las reglas que hemos visto, se escoge la más auténtica. De manera que, se va “reconstru-yendo” el texto.

Además, dado el gran número de manuscritos, en la

crítica textual del NT se ha podido trazar lo que se deno-minan “familias” de manuscritos. Es decir, si un manus-crito “A” contiene “x” errores y es copiado, por ejemplo en Alejandría y después llevado a Siria, existirán familias de manuscritos que contendrán esos mismos errores. De-bido al estudio minucioso de estos grupos o familias se ha llegado a especificar las características de cada una de las mismas y de los lugares en los que se difundieron.

Espero que después de esta explicación te parezca más

fascinante el estudio de la Biblia.

¿Dónde está el manuscrito original de la Biblia? (V) Marta García

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Mujer de hoy

MARÍA ROSA, “LA NIÑA DE LA CAPEA”Quizás os extrañará este título, quizás muchos no sabréis

ni siquiera lo que significa. Pero para los que estamos fami-liarizados con el mundo del toreo, alguna imagen vendrá a nuestra mente. Más en este tiempo de verano en los que se van sucediendo ferias y festivales a lo largo de la geografía hispánica y en los que el toro y el capote hacen su aparición con cierta frecuencia.

El sol en los tendidos, la arena mojada, preparada para ser pisada por el paso firme del torero con esa figura de fuer-za y elegancia al compás del pasodoble. Y detrás la cuadrilla con el capote al hombro.

Para muchos puede que pase desapercibido porque el que lleva el protagonismo es el torero, el que sale en los ti-tulares, pero durante toda la corrida, está la cuadrilla atenta a echar un capote en el momento preciso, en ese momento de peligro, que silencia las plazas y hace tragar saliva con di-ficultad al público.

También los podéis ver en los sanfermines cuando lle-gan los toros a la plaza, los mozos del capote, que están para echarlo en medio del toro y el que corre se llevan el peligro hacia ellos para encarrilarlo a los corrales.

Un día de mi historia cuando aún era juniorilla, la herma-na responsable de nuestra comunidad en formación me dijo que yo era la que echaba los capotes. En ese momento no entendí bien y me pareció que me regañaba, pero más tarde en la vida comprendí lo que quería decir.

Hoy me atrevo a llamar a María Rosa, “la niña de la ca-pea”, es decir del capote. Cierro los ojos y la veo vestida no de luces, pero sí con el capote al hombro, pisando el ruedo de la vida diaria con sus manoletillas pobres, de alpargata, para dejar marcada la tierra donde tantas y tantas veces va a extender el capote para llevarse el peligro hacia ella.

¿Qué hacemos nosotros?, ¿Qué hago yo ante las dificul-tades de los demás?, ¿No azuzamos muchas veces al toro, en lugar de echar el capote para alejarlo de la que puede con-vertirse en su victima? Cuando alguien discute en el grupo, en la familia, en la comunidad, ¿no esacerbamos y contribuí-mos a que la cosa se ponga más al rojo vivo? Cuando alguien no puede con su trabajo, ¿no nos quejamos y pataleamos porque nos toca a nosotros trabajar más? Cuando alguien viene a contarnos sus problemas, ¿no intentamos escabu-llirnos porque tenemos el internet esperándonos, o tantas otras cosas en las que entretenernos? Cuando podemos ele-gir, ¿no vamos a por lo más fácil y tranquilo de hacer?

¿Será porque no tenemos un buen capote? El capote que María Rosa se echa al hombro todas las mañanas está tejido de ratos interminables ante el Sagrario, de buceos y buceos hacia la soledad y la profundidad del océano de su alma donde se siente habitada por Dios.

Por eso cada mañana capote al hombro recorre el tercio de la vida al son de un pasodoble de amor, atenta al peligro, atenta al toro que salta cuando menos se espera y su capote se convierte en bálsamo de dulzura y amor que deja los titu-lares para los verdaderos protagonistas de su vida, los niños, los ancianos, sus hermanas... cualquiera que esté padecien-do una pizca de dolor.

Así va ella por la vida, echando capotes por doquier: Echa el capote ya de pequeña entre las amiguillas poniendo orden y armonía entre ellas. Echa el capote a las compañeras cargando con gusto el compromiso de cada una con empe-ño e interés como si fuera propio.

Echa el capote a las jóvenes con vocación, animándolas, “vamos Dolorcitas que hemos de ir a fundar”. Echa el capote de novicia, estimulando con sus virtudes y ejemplos el fer-vor de las demás. Echa el capote a los enfermos y desvalidos como solícita madre, endulzando sus penas, aliviando sus dolencias, enjugando sus lágrimas con el bálsamo de su tier-na palabra. Capote que es “angel de paz y amor”.

Echa el capote a sus hermanas, estando disponible para ayudarlas en cualquier momento, pues como decía “nada hay bajo en la casa de Dios”. Echa el capote de día y de noche, especialmente de noche, velando por los en-fermos y cumpliendo cualquier encargo de las hermanas después de haber orado ya durante mucho tiempo. Echa el capote y por los corredores se oye corear como en el ruedo, “¡Olé!, esta noche sí que estaremos bien”. Echa el ca-pote y elige para sí lo más comprometido y difícil. Echa el capote y se retira del medio a tiempo porque no mendiga aplausos y recompensas de las criaturas que quitan el ver-dadero mérito.

Echa y echa el capote aquí y allá...

Te invito a releer el compendio de su vida del Padre León, puedes ir sacando de sus arcanas palabras esas imá-genes de María Rosa con el capote al hombro dispuesta a echarlo allí donde intuye que hay dificultad o peligro.

Quizás podríamos este verano ponernos “cool”, a ritmo de pasodoble, dispuestos a pisar el ruedo con el capote al hombro, y recordando que el capote de María Rosa tiene un peso especial, porque está tejido de momentos de encuen-tro y escucha silenciosa de esa voz suave y poderosa que repite como un eco en su corazón: “consolad, consolad a mi pueblo”.

Dejemos que este verano nos apoden “el niño-a de la capea”.

María José Crespo

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II Jornada Nacional de la Juventud en Ecuador

Bajo el lema “Arraigados y edificados en Cristo, fir-mes en la fe”, diez mil jóvenes representantes de las veinticuatro provincias de Ecuador se reunieron en Cuenca Ecuador del 20 al 22 de mayo para participar de la II Jornada Nacional de la Juventud. Se trata de un encuentro de jóvenes católicos, organizado por la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, la Arquidiócesis de Cuenca, el Equipo de Coordinación general de la Jorna-da y la Alcaldía de Cuenca. Evento que se realiza previo a la XXVI Mundial de la Ju-ventud, que tendrá lugar en Madrid (España).

La Jornada Nacional de la Juventud ha sido un aconte-cimiento eclesial, en el que los jóvenes han expresado su fe en Jesucristo, el amor a la Iglesia y la adhesión a su misión en el mundo. Así lo definieron los Obispos ecuatorianos al organizar este evento: “El encuentro, tiene como objetivo cele-brar la presencia viva de los jóvenes en el caminar de la Iglesia, desde una profun-da reflexión sobre el Espíritu Santo que les da fortale-za para vivir y testimoniar el Evangelio y la audacia de proclamarlo haciéndoles capaces de ir madurando el seguimiento a Jesús con profundidad y gozo para que así los jóvenes iluminen al mundo con la Luz de Cristo”.

Se dio inicio a las Jornadas con la acreditación y alojamiento de los jóvenes. A su llegada a la ciudad de Cuenca fueron acogidos en diversos centros parroquia-les y en casas de familia y comunidades religiosas que se ofrecieron para dar albergue y alimentación a los pe-regrinos. En la Casa de las Hermanas de la Consolación fueron acogidos un grupo de seis jóvenes provenien-tes de las provincias de Esmeraldas, Guayas y Manabí y tres religiosas de diferentes Congregaciones. Con ellos compartimos algunos momentos al final del día, con un motón de experiencias vividas que animaron largas sobremesas y la reconfortantes cenas preparadas con mucho cariño por las hermanas Mª José y Lourdes.

En la organización, se suman otras mil personas, se-gún relató monseñor Luis Cabrera, Obispo de la Arqui-diócesis, quien indicó que existen doscientos jóvenes

voluntarios y que apoyaron también integrantes del Movimiento Juan XXIII. Participaron religiosos y reli-giosas que acompañaban a las delegaciones juveniles. Otras organizaciones eclesiásticas colaborarón en ins-cripciones, hospedaje y animación.

El programa de actos ha sido muy dinámico y pro-fundo. La concentración se realizó en el estadio Je-fferson Pérez donde tuvo lugar la inauguración oficial

del encuentro y un festival juvenil. El 21 de mayo se llevaron a cabo catequesis ju-veniles en diecinueve iglesias de la ciudad y celebraciones de la Eucaristía por grupos. Por la tarde tuvimos la peregrinación de la Cruz de los jóvenes para finalizar en la pla-zoleta de Miraflores, el mismo lugar donde celebró el Papa Juan Pablo II en su visita a

Ecuador, hace 26 años. Este día intenso concluyó con la vigilia de oración. El domingo 22 de mayo previo a la eucaristía de clausura, se desarrolló un concierto ju-venil de música cristiana en el estadio Alejandro Serra-no Aguilar. Luego la Eucaristía muy bien preparada y participada por las diferentes delegaciones y envío de los jóvenes a ser testigos de la fe que en estos días han compartido y celebrado. Las esperanzas, sueños y ale-grías de la juventud católica ha sido un vivo testimonio de comunión eclesial.

El Movimiento Consolación para el Mundo estuvi-mos presentes, en la medida que se nos permitió por-que era número limitado para que todos los grupos parroquiales y movimientos tuviesen su representa-ción. Aun así pudimos compartir con quienes fueron acogidos en la casa de las Hermanas y una delegación de diez jóvenes tuvimos la suerte de participar activa-mente y vivir una experiencia inolvidable al compartir la fe con jóvenes provenientes de otras provincias.

Jóvenes del MCM . Parroquia de El Valle (Ecuador)

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Desde el Sur de la Provincia de Tucumán, Argentina…Nos da alegría poder comunicarnos con todos uste-

des. La verdad que cuesta encontrar palabras para hablar-les de todas las experiencias que hemos vivido durante este año. Luego de un tiempo difícil, el COM ha vuelto a ponerse de pie aquí en nuestro querido Concepción. Ini-ciamos los encuentros luego de la Pascua, y durante estas semanas se han ido sumando más jóvenes. En realidad, para algunos de nosotros, la experiencia de comunidad comenzó con la preparación para la Misión Juvenil de Semana Santa que organizan las Hermanas y Laicos del Movimien-to cada año. Lo que compartimos esos días con el grupo de misio-neros y con las personas del lugar, fue muy importante para llevarnos a tomar la decisión de integrarnos al COM.

Entre nosotros hay chicos del Colegio y de otros Institutos edu-cativos: algunos hemos misiona-do, otros nos preparamos para participar de la JMJ y del Congreso del COM, otros tenemos más trayectoria en el Movimiento como miembros del COM o monitoras del MIC y otros, por primera vez, estamos dejándonos sor-prender y atrapar por el Carisma y la figura de Santa María Rosa Molas.

Nos sentimos miembros de una gran familia que cre-ce y que se sostiene en el deseo de llevar a cabo la misión confiada: ser consolación para el mundo… Ser consola-

ción para nuestras familias, compañeros, amigos, vecinos, personas que sufren cerca de nosotros y necesitan a Dios en su corazón… Tenemos muchos proyectos por delante, cada vez que nos encontramos surge alguna idea nueva, algo que nos moviliza y nos lanza a “conquistar” a otros jóvenes, porque queremos que muchos puedan vivir lo que nosotros vivimos. Conociendo a Jesús, escuchando su Palabra y compartiendo lo que nos pasa por dentro, unos a otros nos damos ánimo cuando, por hacer visible

nuestro compromiso cristiano, pasamos por “tontos”, por “raros”… A veces resulta difícil continuar firmes en medio de tantas cosas y situaciones que parecen arrastrar-nos por otro camino. Pero sabemos que Dios siempre nos acompaña como Padre y como Amigo.

Durante la Novena y fiesta de María Rosa Molas vivimos momentos inolvida-bles que nos llenaron de emoción, felices de poder aportar nuestro granito de arena en ese acontecimiento tan especial.

Esperaremos ansiosos el regreso de los chicos que viajarán a España para que nos cuenten muchas cosas so-bre la vida de los grupos en otros países y continentes, mientras nos unimos a todos por medio de la oración.

Nos despedimos deseando que Jesús y María los pro-tejan.

COM de Concepción

MI EXPERIENCIA EN EL SALAO Y CUCHIVEROSoy un joven del COM, me encuentro en el nivel de Incorpora-

ción y soy al mismo tiempo monitor del MIC en mi centro de Cai-cara del Orinoco. En esta Semana Santa junto a seis jóvenes más, he tenido una experiencia verdadera, con lo que ha aumentado mi fe y una sonrisa por delante ante cada necesidad o en cualquier momento en esta Pascua me ha ayudado a crecer como perso-na y como creyente.

A veces medito y siento que voy a dar un paso nuevo a mi vida, que la Palabra de Dios me ha trasladado a los tiempos de Jesús y junto con la oración siento a Dios cerca de mí y ahora tengo mucho más conocimiento sobre la Pascua de Jesús y en estos días he aprendido a dejar el miedo ante las cosas que me callan y me someten. También en estos días medité mu-cho más sobre la Virgen María y comprendí mucho más sobre su figura en el sábado santo.

En realidad esta Pascua me llama a ser un buen seguidor de Jesús y el encuentro con los niños durante esta semana me han enseñado y me han dado una sonrisa llena de alegría y de espe-

ranza y en realidad he sido enseñado y misionado por la persona que quiere conocer la Palabra y en realidad todo lo que he apren-dido y vivido en esta semana se lo debo a Dios porque Él me ha cambiado.

Les comparto el Magníficat que en el sá-bado santo ha brotado de mí en la oración de acompañamiento a la Virgen María: El Señor ha proclamado Su grandeza con sus obras y mi espíritu salta de gozo cuando siento mi fe sobre Él porque él se ha fijado en los pecado-res para salvarnos y volver a él con toda ale-gría. ¡Bendito y respetado sea su nombre! Él ha hecho grandes cosas por mi y por sus hi-jos. Los ricos que se salven con su dinero. Los

humildes y pobres ¡alégrense!, porque de ellos es el Reino de los cielos. No desampara nuestro Dios a sus fieles, siempre les guarda una promesa. Destruye los planes del inicuo. El cumple siempre lo que promete y bendito el que cumple la voluntad de Dios y se esmera en poner en práctica sus palabras y obras. ¡GRACIAS POR TODO SEÑOR!

Ramón Vidal

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ES POR TIDicen que la primera pascua nunca se olvida. Quiero contaros

mi experiencia, será difícil resumirla en unas líneas, pero lo inten-taré. Todo empezó cuando me monté en el coche camino a Gra-nada, después de estar unos días con la familia llegué a Huetor Santillán. Lo mejor de ese momento fue el gran abrazo que recibí de una persona muy especial para mí. Tras el ensayo de cantos, quedamos para el día siguiente, y ¿quién me iba a decir a mí que tendría preparada una sorpresa?, una enorme y deliciosa tarta de chocolate. Es genial estar fuera de casa el día de tu cumpleaños y sentirte como en familia.

A la mañana siguiente aguardaban más sorpresas, nos invitaron a una fiesta a la que no podía faltar nues-tro traje, nuestro regalo y el menú, nos invitaban a vivir en FRASEU. ¿Y qué es eso os

preguntaréis?... pues bien, nos costó un poco adivinarlo, entre otras cosas mancharnos un poco los pies o casi aho-garnos, pero mereció la pena para descubrir que hay que vivir en Fraternidad, Servicio y Euca-ristía. Especialmente me quedó una frase: “Hay que pasar por la vida pringándose”.

… Tras una preciosa oración con la gente de Huetor, ya en la intimidad nos dispusimos a reflexionar sobre el significado de la cruz: salvación, amor incondicional, perdón… Para mí fue algo muy especial porque descubrí cosas que hasta el momento no me hubiera parado a pensar, desde aquel momento ver una cruz resulta mucho más significante para mí.

Después de esto y de identificar nuestras cruces en la vida (miedos, egoísmo, vergüenza…) y las cruces del mundo, inicia-mos la sesión “cinema” en la que a alguna se le cayó alguna que otra lagrimilla.

Pronto llegó la celebración de los oficios del Viernes Santo que previamente nos explicaron, y entonces entendimos el porqué de que el sacerdote se postrara en el suelo ante la cruz, el porqué de la oración común a la Iglesia Universal… Pero la noche no ha-bía acabado aquí, aún quedaba un momento muy importante que nos tocó el corazón a todas las que estábamos allí reunidas, hablo de la adoración a la cruz. Creo que fue lo que más me marcó de la pascua, lo que llevo más dentro, el Señor pasó dejando hue-lla. Descubrí que debía estar mucho más atenta de lo que estaba para poder sentirlo, escucharlo, verlo… ya que se hacía presente a través de señales. Estaba equivocada, no debía verlo en grandes momentos, si no que se hacía valer en los pequeños detalles. La frase: “aunque quisiera vivir sin ti, no puedo y aunque pudiera vivir sin ti, no quiero”, fue algo que sentí y no sabría explicar, son esos

momentos en que vives con el corazón y no con el pensamien-to. Muchas fueron las preguntas que surgieron aquella noche, muchas las personas que recordamos… se notaba el clima de confianza, de cariño, de comprensión… Ser Consolación, aquella noche se sentía el carisma (y no solo por las sombras y los ruidos).

La mañana siguiente fue de desierto, reflexionamos sobre el SÍ de María, siempre disponible y confiada, una mujer de fe que siempre está ahí, sin perder nunca la esperanza. Pero nosotros,

¿nos arriesgamos a decir siempre SÍ a la vo-luntad del Señor, o es un sí a ratos, un sí for-zado…? También fuimos invitados a vivir, a ser conscientes de la resurrección de Jesús, a comprobar que está vivo y a estar alegres por ello, a abrir nuestros ojos y nuestro co-razón y descubrirlo en la eucaristía y a man-tener encendida la luz de su palabra. En este momento también se hizo presente con señales, con pequeños detalles que a simple vista parecen coincidencias.

Después tuvimos un tiempo para com-partir, fue un momento de fraternidad, de unión, de confianza, que creo que ninguna

de las que estuvimos allí olvidaremos. A veces estas experiencias son como la gaseosa, que al agitarla sale rápidamente, pero a la que poco a poco se le va acabando el gas, gracias a ella recuerdo que no hay que dejar nunca que salga completamente el gas.

Culminamos el día con otro de los momentos más importan-tes de la pascua, la vigilia pascual, fue algo muy emocionante lo que sentí cuando la iglesia se iluminó por completo, pero se po-dría resumir en una gran alegría, solo podía sonreír y estar feliz: ¡EL SEÑOR HA RESUCITADO! Nos ha salvado y lo ha hecho porque nos quiere… antes de la pascua esto es posible que me resulta-ra un poco difícil de sentir, pero en aquel instante lo vi claro. La noche acabó entre cantes y bailes, con el acompañamiento de un chocolate caliente y bizcocho… teníamos que celebrar que ¡Cristo vive!

Y llegó el último día de una gran experiencia vivida intensa-mente, me dio mucha pena hacer las maletas, era sinónimo de que me tenía que marchar, de que cada una iría hacia su sitio de origen y que tardaríamos mucho en vernos, pero al mimo tiempo sentía la esperanza de que no todo acababa allí.

Tengo que dar las GRACIAS, gracias a Gloria, Ani, Ana, Silvia, Reme y Nati, gracias por ser como sois, gracias por vuestra pre-sencia, vuestra alegría, confianza, comprensión, implicación, gra-cias por acompañarme en esta experiencia tan importante para mí y que afirmando lo que dije al principio, nunca olvidaré.

Margarita Sánchez

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Desde hace algún tiempo, en varias ocasiones una frase me venía a la cabeza. Recordaba haberla escu-chado por primera vez de boca de una persona que marcó mi comienzo en este camino de Consolación. “Si quieres ver a Dios ayuda al que más lo necesita”. Me llamó la atención, sobre todo porque sentía una enorme curiosidad por comprender cómo era posible. ¿Qué significaba eso de poder ver a Dios? ¿Y justo en los más necesitados? Deseaba experimentarlo. ¿Quién no querría ver a Dios? Y una simple frase me mostraba el camino.

Sin embargo, no fui consciente hasta hace unas semanas de que aquella mañana de Jueves Santo en la estación, rumbo a Albacete, sería el punto de par-tida de ese camino, que me ayudaría a dar completo sentido a aquella frase. Entre nerviosa y emocionada, con el equipaje lleno de ilusiones, algunas preguntas y unas enormes ganas de experimentar una Pascua diferente, llegué a la Casa de Ejercicios donde viviría intensamente los siguientes tres días.

Se trataba de una propuesta nacida cuatro años atrás donde jóvenes voluntarios, algunas hermanas, personas con algún tipo de discapacidad y algunos de sus familiares nos uníamos para celebrar juntos este acontecimiento especial. “Contigo paso a paso” sería el lema que nos acompañaría durante estos días. Nunca había tenido ninguna experiencia similar y sabía que estaba a punto de enfrentarme a una realidad dura, a veces compleja y complicada, y que para ello era nece-saria una sensibilidad especial.

Lo cierto es que todo resultó muy fácil. Cuando me estaba dando cuenta estaba rodeada ya de todas aquellas personas. Cada uno llevaba con él su historia: sus riquezas, su pasado, sus inquietudes, sus silencios... Tenía la sensación de haber sido transportada a un lu-gar donde todo respondía a unas sencillas “normas”: la naturalidad, la espontaneidad y la sencillez. No impor-taba cómo fuera, de dónde viniera, qué esperara. No importaban mis imperfecciones, mis metidas de pata, mi falta de experiencia. A lo largo de esos tres días no dejé de sorprenderme y, sobre todo, de emocionarme. Me emocionaba percibir la sinceridad y gratuidad en cada acto de ayuda. Me emocionaban aquellas pala-bras de cada uno ante la Cruz, salidas directamente del corazón. Escuchar cada “Yo voy contigo”. Me emocio-naba sentir el peso de otra persona sobre mi brazo al ayudarle a caminar hacia la siguiente etapa del Viacru-cis. Sentir como a veces no son necesarias las palabras para comprender a una persona. A veces tampoco

imprescindibles para consolarla. Me emocionaba y me hacía reflexionar esa respuesta optimista y alegre en la vida de personas con realidades complicadas. Las pe-ticiones espontáneas en las Eucaristías.

No quería perderme nada. Aquello era un regalo. Debía despertar todos los sentidos para disfrutar de él al máximo. Quería estar en todo, con todos, para to-dos. Aunque, a veces, simplemente deseaba contem-plar. Disfrutarlo en el silencio… y dar gracias. Tuve la sensación de acompañar realmente al Señor, “paso a paso”. O quizás era Él quien me acompañaba…

Y por fin le vi:

Le vi colocar nuestros nombres en cada habita-ción, esperando ansioso la llegada de cada uno. Le vi esa misma tarde, lavando nuestras manos, simboli-zando aquella vez en que se arrodilló humildemente ante sus amigos con intención de lavarles los pies. Le vi llorar, y sentí su soledad. Le vi en aquel que se acercó en silencio a abrazar al que sufría. También le vi empu-jando una silla de ruedas, ayudando a comer a aquel que lo necesitase, tomando del brazo a más de uno.

Le escuché decir palabras de ánimo en el oído… que viajaron directas al corazón. Vi como muchas de ellas se convertían en lágrimas de esperanza y alegría.Estoy segura de que le vi en aquella madre de asom-brosa fortaleza que miraba a su hijo con el amor más inmenso. También le vi hacerle reír... Y escuché su risa. La escuché miles de veces, cada vez distinta… pero sincera y preciosa cada una de ellas. Le escuché rezar en voz alta y cantar. Descubrí que sabía tocar la gui-tarra, que inventaba chistes y que le encantaba bailar.

Sé que Él estaba allí, que estaba en cada uno. Sen-tía su presencia más intensamente que nunca. Y fue entonces cuando, después de cuatro años formando parte de esta familia, comprendí algo mejor qué signi-ficaba ser Consolación. Y ese “estilo de vida” que con-siste en darse a los demás, y mediante el cual acabas recibiendo mucho más de lo que das, comenzó a co-brar mayor sentido.

Doy gracias al Señor por cada una de estas vidas que se cruzaron aquel Jueves Santo en mi camino. Sigo pidiendo para que otras personas experimenten al igual que yo la sensación de encontrarle a Él en cada una de ellas: en su mirada, en su abrazo, en su risa y en su silencio sonoro.

Sara Beltrán

TESTIMONIO PASCUA ’11

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El día 2 de junio pasó la Cruz y el Icono de la JMJ por Lina-res. Como en todos los demás sitios, meses previos de dura preparación para este gran día. Como grupo COM participa-mos en el Equipo coordinador de la Pastoral Juvenil del Ar-ciprestazgo, por lo que la pre-paración directa nos sirvió de mucho para ambientarnos.

A lo largo del curso, Mari-

na, nuestra postulante, y Car-men Lara, una de las jóvenes del COM fueron preparando con el resto de miembros del equipo de pastoral juvenil esta jornada. A nosotros nos tocó preparar un momento de oración en una residencia de ancianos, dentro del largo itinerario. En nuestra oración Ma-ría Rosa Molas estuvo muy presente.

He de reconocer que cuando Belén nos dijo que llevára-

mos los pañuelos del COM, dije que yo no lo llevaría, porque me daba un poco de vergüenza, pero menos mal que ella llevaba pañuelos del COM para todos, porque una vez que me vi en medio de la gente y con la Cruz ya casi en mis ma-nos…¡uf! Me sentí más del COM que nunca; en realidad me sentí muy Iglesia, pero con mi fuerza de ser del COM, ese día, saberme y sentirme del COM me hizo disfrutar el doble de la presencia de la Cruz de los jóvenes; es algo difícil de describir,

pero es como si el pertenecer al COM me diera más fuerza y razón para estar allí ese día, agarrar la Cruz y portarla por las calles como algo especial, que, evidentemente no había hecho antes nunca, y posiblemente no vuelva a hacer más;

porque esto de que pase la Cruz y el Icono del Papa por tu ciudad…es un privilegio.

Saqué la conclusión, este día, de que eso que estaba haciendo es símbolo y recuerdo de lo que tengo que hacer todos los días desde que me levanto hasta que me vuelvo a levantar: “pasear, exponer, compartir, dar a conocer, gritar y vocear, si hace falta, mi fe, dar razón de estas cosas que a veces una siente con tanta fuerza por dentro, y que van dejando huella en la vida de fe, en este

camino de crecimiento, de compromiso…¡Chulísima jorna-da! Compartiendo con un montón de jóvenes que buscan y viven lo mismo que tú. “No vamos en solitario, somos un pue-blo en marcha construyendo el mañana”. Estamos deseando que llegue la JMJ, y allí estaremos todas sin falta. Ya estamos preparando el Samuel, y…conscientes de que no es casuali-dad de poder vivir esta experiencia de fe. Así que…que Dios reparta… (iba a decir suerte) pero va a ser que reparta fe y confianza, que pa’ eso es nuestro Padre. Nos vemos en Ma-drid.

Carmen Lara, Mª Cruz García, Ana Mari Cámara, Carmen Santos.

LA CRUZ Y EL ICONO DE LA JMJ EN LINARES-JAÉN

I Jornada Familia ConsolaciónLo que vivimos el fin de semana del 29 de abril al 1 de

mayo fue una gran experiencia para mayores y pequeños. En una casa de Huétor-Santillán (Granada) nos reuníamos 8 familias en diferentes momentos vitales (con niños, con be-bés, esperando el primer hijo o incluso preparando la boda) y dos hermanas de la Consolación. Llevábamos mucha ilusión y ganas de compartir y celebrar la fe y la alegría de sabernos hijos de Dios. Tenemos claro que nuestra familia es el princi-pal escenario en el que compartimos esa fe, y sabemos que a veces hay que cuidar y mimar ese escenario.

Como nos recordaba Mari Patxi Ayerra, que nos acompañó el sábado, lo más importante que podemos de-jarle a nuestros hijos es la experiencia de encontrarse con Dios personalmen-te, encontrar ese tesoro que es descu-brirse hijo de Dios; más que la mejor formación del mundo o los mayores lujos. Y para ello no hay mejor manera que expresar y celebrar esa fe junto a ellos.

Como siempre los mejores momentos fueron aquellos en los que oramos juntos, padres y niños, poniendo a Dios en el

centro y haciendo nuestras las necesidades de tantos niños; o la Eucaristía tan sencilla y comunitaria que celebramos el do-mingo; por no hablar de la velada nocturna o la Gymkana-Via Lucis que celebramos el domingo por la mañana. Lo mejor fue poder compartir momentos de fe con ellos, no como en otras convivencias en las que se trabaja por separado padres y niños. Yo creo que todos aprendimos muchísimo unos de otros, y fue muy emocionante ver como lo que vas sembran-do casi sin darte cuenta ellos lo captan y lo van haciendo suyo.

En fin, desde aquí quiero dar de nue-vo GRACIAS a Dios que me quiere y me mima y va poniéndome oportunidades en el camino para acercarse más a mi; a las parejas que comparten el camino conmigo y tantas veces son luz para mí y mi familia; a las hermanas que com-parten este camino con nosotros; a Mari Patxi por compartir su experiencia y hacerlo además tan ameno y tan bien; y, por supuesto a los niños, nuestro ma-

yor tesoro, que día a día me enseñan el camino del Reino (“el que no sea como uno de estos…”) me empujan a seguir bus-cando y son el rostro más bonito de Dios en mi vida.

Raquel Díaz

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Vida de los grupos

DAMOS GRACIAS A DIOS...

Madre María Rosa Molas:

Hoy 11 de Junio, a pesar de ser día sábado, aquí me encuentro en la oficina trabajando como es costumbre. No dejo de pensar en los lugares donde te habrán hecho una gran fiesta. Imagino a las hermanas, los niños, los do-centes, los abuelitos, los residentes, los empleados de las distintas instituciones y los chicos del COM con sus pañuelitos saludándote en este día con tanta alegría.

Inevitablemente no dejo de verme en estas tierras lejanas en donde este día para muchos es simplemente un día más. En mi parroquia hay mucha movida entre las fiestas patronales y la fiesta de Pentecostés. Quisiera celebrar con todos ellos la alegría de haberte conocido y contarles quién eres y qué hiciste. Quisiera hacer una fiesta para celebrar tu día y entre tantas celebraciones no puedo…

Después de pensarlo me dije que esta-ría bueno hablarles a los chicos de COM de tu faceta humilde y sencilla. Y elegí home-najearte desde esas dos virtudes, porque recuerdo lo que dicen de ti quienes te conocieron, que eras una mujer de muy bajo perfil, de tu sencillez, de tus horas de sacrificio y desvelo por tus enfermos en el más completo silencio. Nada para nosotras decías cuando elogiaban tus obras, sino todo para gloria de Dios y bien de nuestros hermanos. Así nos dejas ver tu gran humildad y nos regalas en tu vida y en tu acción del día a día ese amor tan hondo que te lle-vaba a querer pasar desapercibida ante los ojos de los de-más como queriendo huir del protagonismo de tus actos

heroicos para darle paso a Jesús. Sin embargo no se puede dejar de admitir que tu vida conmueve con tu ejemplo de humanidad, que tu configuración en la vida con el Amado, te ha llevado a tener una caridad sin fronteras digna de un santo. Tu motivo de alegría era ver a los pobres y enfermos

dar gloria a Dios. Sólo así se aquietaba tu espíritu. Por eso en este día quiero celebrar por todos los que en algún lu-gar de Argentina están armando una gran fiesta y celebro con los jóvenes de Las Lajitas como celebrarías vos desde la contemplación de saber que esta noche estarán dando Gloria a Dios por la Venida de su Espíritu, celebro que estén dentro de la Iglesia en lugar de andar por otros sitios. Celebro contigo que Dios ha obrado en el corazón de ellos rogándole al Padre que acabe su obra en la vida de todos ellos. Recibe mi homenaje Madre a ti que con tu vida nos cautivas y nos llevas a Dios y bendice a todos tus hijitos, a los que es-tán lejos y a los que desde cerca aún te ven presente en las hermanas.

Ruega a Dios por la multiplicación de las vocaciones y de laicos comprometidos con esta tarea. Sé maestra de humanidad en nosotros y condúcenos a Dios, te lo pedi-mos a vos que ya moras con El para que intercedas por nosotros los que aún transitamos esta vida terrena. Feliz día para toda la familia!

Orlando Manuel Medina

Como comunidad, nos planteamos la necesidad de compartir una tarde en los días de la novena de María Rosa Molas, el día elegido fue el 5 de junio, con los jóve-nes que un día pertenecieron al Movimiento Consolación para el Mundo que hoy son adultos y la mayoría ya han formado familia y juntos a sus hijos hemos compartido una linda tarde de oración en torno a la Madre y recuerdos que han calado fuerte en sus corazones...

Queremos compartirles una gran noticia, es que surgió de ellos la ne-cesidad de volver a compartir en tor-no al carisma que han bebido de las hermanas, que en esos momentos

han compartido junto a ellos y que hoy quieren seguir profundizando, ya que todos en la realidad donde viven siguen siendo instrumentos de misericordia y consola-ción.

Quedamos que los días de encuentro serán los segundos domingos de mes, los invitamos a todos a seguir rezando, para que juntos podamos ir caminado este gran desafío de ser Consue-lo para nuestros hermanos.

Río Cuarto

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El Equipo Coordinador de País de Venezuela den-tro de su programación ha brindado a los jóvenes de los diferentes grupos del COM unas convivencias zo-nales, donde miembros del Equipo se distribuyeron para llegar a las diferentes zonas y celebrarlas con este lema.

Nos hablan los del Centro (Maracay y Caracas)(…) El lema de este encuentro es una descripción

exacta para un líder consolacioncita, pues es una ma-nera de alejarnos del qué dirán, del miedo, del escon-dernos, olvidarnos de todo esto y decir a los cuatro vientos que no hay porque escondernos si Dios está con nosotros. Los verdaderos líderes son luchado-res, guerreros y emprenden el camino hacia donde tengan que ir, para un joven cristiano hablar desde la Palabra que es nuestra fuente de vida, no es una tarea fácil pero no podemos olvidar que de la mano de Dios no debemos temer, hay una palabra cierta afortunados aquellos que entregan su vida y reciben insultos por mostrar su fe pues tienen un lugar en el cielo.

(…) Sentimos que este día fue algo inolvidable para cada uno de nosotros ya que se inició para algunos un nuevo camino y también nuevas responsabilidades. Nadie dijo que sería fácil pero tampoco nadie dijo que sería imposible, Dios nos está guiando en ese camino que nos ha mandado a vivir, si queremos llegar a la meta que es Dios, Todo lo podremos hacer recordando que la fuerza está en la meta, avanzar sin saber a dónde llegaremos eso es lo que quiere Jesús para cada uno de los integrantes ya que él quiere que confiemos en él y que no nos dé miedo de lo que nos tenga pre-parado. Uno de los pasos es caminar como ciegos y confiar plenamente en lo que nos prepara el ser cris-tianos.

Danna y Raquel

No se quedan atrás los del Oriente (Porlamar, Barcelona Colegio y Casa Hogar)

Nos conocimos mediante una dinámica, felici-tándonos ya que ese día también se celebraba en nuestro país el día de la juventud. Nos enfocamos en el tema de la identidad tanto personal como en lo grupal; para adentrarnos en este tema analizamos la cita bíblica de la samaritana para darnos cuenta que necesitamos esa agua viva que Cristo nos puede ofrecer. Entre dinámicas y dinámicas fuimos pasando

momentos de alegría para unirnos como familia con-solacionista.

Los monitores nos hicieron una charla sobre iden-tidad cristiana desde la dimensión (psico-afectiva) que debemos poner en práctica para sentirnos con una plenitud. Fue sin dudas una experiencia que nos marcó, nos dejó en claro que todavía nos falta por conocer muchas cosas bellas que hay en el camino. (…) Para seguir aprendiendo nosotros mismos expu-simos temas creativamente mediante dramatizacio-nes, bailes, cantos entre otros. Resultando los valores que un joven asumiría ante diferentes y difíciles situa-ciones que nos presenta la vida. Ya concluyendo con el encuentro no podía faltar ir a celebrar la Eucaris-tía, por último los jóvenes COM, renovamos nuestro

compromiso ante Dios y nuestros compañeros.

Nairobis

Me siento completamente agra-decido con Dios por esta experien-cia, corta pero rica en aprendizaje y conocimiento. Me alegra saber, o ser recordado de que soy un don, soy un regalo de Dios, por más triste o inútil que me sienta. Soy un regalo

valioso de Dios y todos por ser su creación valemos más que oro. Reconocer nuestros errores con sin-ceridad nos ayuda a cambiar o mejorar, lo descubrí en el examen de conciencia, ya había hecho varios, pero pienso que en este me centré de verdad, quizás porque tengo mayor madurez que antes. Deseo con grandes ganas que nos hayamos tomado (todos) en serio la evaluación personal y grupal de las dimen-siones, y luchemos por nivelarlas todas sin buscar la perfección. Aprovecho, queridos hermanos, (ya que hablamos de las realidades) para invitarlos a vivir la dimensión eclesial. Asistir a Misa es fundamental para la vida de un cristiano católico y una de las cosas que menos se hace en el Movimiento (al menos a mi nivel zona-oriente) es asistir a misa. Decir “SI” los domingos no es nada del otro mundo, sigamos el ejemplo de María, que sin miedo ni pena aceptó llevar en el vien-tre a nuestro Consolador Jesucristo.

Me alegro de la Jornada Mundial de la Juventud en España, a pesar de que no voy me lleno de orgullo porque los que van nos representarán no lo dudo, y pondrán el nombre del Movimiento en Venezuela en alto con alegría y estaremos conectados por la ora-ción, el mayor medio de comunicación, me siento agradecido por este tipo de encuentros o conviven-

DESDE LA FUENTE HABLEN AL CORAZÓN DE LOS JÓVENES

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Vida de los grupos

cias que nos ayudan a veces y nos permiten conocer gente hermosa que son nuestros hermanos de los demás centros, gente que vale más que oro, regali-tos de Dios. Un saludo al Equipo Coordinador, Dios los bendiga por tanto empeño y esfuerzo, es notable.

Jorge Pereira

También se hacen sentir Los Andinos (Mérida, El Pinar, Timotes)

(…) El encuentro llegó en el momento más nece-sitado ya que nuestro grupo de Timotes, Edo. Méri-da, se estaba reuniendo de forma irregular y pocos miembros, sin embargo por medio de invitaciones a miembros inactivos y jóvenes que estuvieron en la Etapa del MIC, que en este encuentro realizaron de manera formal el paso a nivel conocimiento, otros integrantes a crecimiento y opción responsable, así estamos formando una nueva generación de jóvenes COM.

(…) al caer la tarde teníamos claro que desde la palabra que es nuestra fuente debemos actuar, no podemos hacer-nos los ciegos, sordos ni mudos ante las dificultades tanto de nuestro país como del mundo y aunque nos sea difícil llegar a todos los lugares no es imposible hacer algo, porque tenemos la certeza que no esta-mos solos contamos con el Señor que es nuestro con-solador y nos lleva a dar consolación.

Al concluir el tema los integrantes del COM Ti-motes nos comprometemos a fortalecer el grupo a través de la asistencia continua e invitando a otros a vivir la experiencia de ser consolados y seguir ese tra-yecto tan extenso que es llevar la palabra del Señor a toda persona dispuesta a escucharla, esperamos que así como a nosotros, este encuentro logró renovar la pertenencia hacia el grupo, también lo haya logra-do con los demás grupos del COM y juntos difundir nuestro carisma consolación.

Ana Ysabel Ramírez Rodríguez

El 25 de febrero llegamos a la casa de las herma-nas de la ciudad de Mérida, con la finalidad de em-prender y tener más conocimiento de lo que es un joven COM, el día 26 empezamos nuestra conviven-cia donde compartimos con Timotes y Mérida ya que hicimos dinámicas que nos llenaron de amor hacia Dios con el Carisma de María Rosa Molas una mujer

encantadora y llena de Espíritu Santo, con un gran amor al necesitado ya que cada una de estas ense-ñanzas nos da nuevos conocimientos tanto espiritual como humanamente, creemos que en cada convi-vencia nos abren más las puertas de sus corazones para cada unos de nosotros.

Wendi Marques y Yelitza Lazaro

Y desde Guayana también resuenan (Caicara, Puerto Ordaz)

Este fin de semana estuvo lleno de muchas sor-presas. Al principio estuve un poco distante de los muchachos pues no conocía a casi nadie, pero poco

a poco me fui integrando con la ayuda de todos.

Uno de los temas de la convi-vencia, “Identidad Cristiana” me ayudó a reafirmar mi fe. Deseo que este tipo de encuentros se sigan dando, no solo en Caicara sino en todos los centros COM de Venezue-la, para que de esta forma poda-mos seguir llevando el Carisma de la Consolación a todos, sobre todo

a esos jóvenes que lo necesitan y así conozcan cuan dulce y amoroso es Jesús.

Cabe destacar que nunca antes había venido a Caicara, pero ahora que ya la conozco espero seguir viniendo cada vez que se me presente la oportuni-dad. Aprendí muchas cosas de los chicos de aquí las cuales voy a poner en práctica en mi vida de ahora en adelante. En pocas palabras, me encantó y quiero que se repita.

Isvel Salazar

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Algo diferente

Hace poco se nos invitaba a todos a soñar cómo estaríamos en el 2017. Al principio nos pareció un poco confusa la propuesta. ¿Qué soñar? ¿Cómo y para qué? ¿...?

Sin embargo la propuesta fue algo mara-villoso y nos puede servir para otras muchas dinámicas, tanto de grupo como familiares y personales.

A veces pensamos que los sueños son cosa de niños. Que es infantil soñar, los adul-tos nos ponemos manos a la obra, actuamos. Yo creo que aquí puede estar el principio de otros problemas.

Solo si soñamos ponemos los cimientos para llegar lejos. Solo si soñamos sabemos hasta donde queremos y podemos llegar.

Me preocupan mucho mis alumnos que con 12 años no tienen en sus cabezas planes de futuro. Yo les pregunto mucho ¿Qué vais a ser de mayores? Y ellos me miran como si hablase en otro idioma. A veces incluso en sus miradas veo desmotivación y ¡tienen doce años! Si te descuidas alguno te dice que cómo pensar en el futuro con esta crisis que hay.

Yo creo que si ellos no sueñan, no aspiran a algo grande, tampoco se van a esforzar. Me preocupa esta desmotivación contagiosa que se respira en nuestra sociedad.

Soñar no quiere decir no tener los pies en el suelo. Tras el sueño viene el ¿cómo conse-guirlo?, ¿qué medios tengo que poner? ¿dón-de acudir? ¿cuánto me va a llevar conseguir-los?

Los sueños te animan, no te deprimen. El desánimo es para el que no sabe soñar, o para el que sueña, pero no actúa. Cada paso que te acerca a tu sueño te da una energía muy grande y te ayuda a seguir caminando, actuando y soñando.

Yo mentiría si no dijese que hay sueños de niña que nunca se han cumplido y quizá nunca se cumplan, y eso que he puesto todos

mis medios. Esto me ha hecho sentir frustra-ción. En ocasiones hasta me he enfadado con Dios, echándole la culpa porque no salían mis planes, no se cumplían mis sueños. Aquí entra en juego la Fe. Fiarse y confiar también en los planes que Él tiene pensados para cada uno de nosotros, sin duda, mucho mejores que los nuestros.

Esta experiencia de confianza y acepta-ción de los planes de Dios en mi vida no ha sido fácil. Sigue sin serlo y me demuestra mil veces la Fe tan pequeña que tengo. Recuerdo mis enfados con Dios cuando algunos sueños importantes de mi vida no salían según lo establecido. Pero junto a estos recuerdos de enfado tengo unos más intensos; el consuelo de saber que Dios tenía unos planes para mí, distintos, pero que eran justo los que colma-rían mi vida, en los que sentiría el abrazo de mi padre Dios y la ternura con la que me tra-ta, los que dan sentido a mi vida y me dan la felicidad plena.

Soñar y confiar, para los cristianos debe ir de la mano. Soñar es muy sano y nos pone en camino, confiar nos da la seguridad de que en ese camino no vamos solos.

Os decía al principio que se nos había in-vitado a soñar, y no con cualquier cosa. Se nos invitó a soñar con la Familia Consolación. Desde aquí doy las gracias a quien nos invitó a soñar por varios motivos: porque si soñamos somos parte, se cuenta con nosotros y esto, además de hacernos soñar, nos da alas, nos hace creernos lo que vivimos y tener pro-yección de futuro. Eso es precioso; también gracias porque con estos sueños nos damos cuenta de que somos muchos, que no esta-mos solos, que nuestro Movimiento y nuestra Familia Consolación está viva; por último gra-cias por dejarnos formas parte de esta gran fa-milia y soñar con un futuro consolación para nosotros y nuestros hijos.

Soñar, amar, confiar… estamos en cami-no, estamos vivos.

Ade Gutiérrez

Soñar...

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SI TÚ ME DICES VEN LO DEJO TODO

“De dioses y hombres” es una producción de Xavier Beauvois que se estrenó a principios de 2011.

Explora los últimos meses de la vida en una pequeña comunidad de monjes cristianos asentados en Argelia (“tierra musulmana”) desde el año 1993 hasta su secuestro en 1996.

La película narra cómo estos monjes, dedicados a la oración y al trabajo en los campos, entregaron su vida hasta las últimas consecuencias por ese pueblo. Su relación con los musulmanes se movía en los terrenos de la comprensión y de la caridad; el hermano Luc, médico, fue el que estableció el contacto más directo con ellos.

El drama comienza cuando un grupo de fundamentalistas islámicos, asesinó a un equipo de trabajadores extranjeros y el pánico se apoderó de la región. El ejército ofreció protección a los monjes, pero estos la rechazaron. ¿Qué debían hacer? ¿Irse, quedarse..? A pesar de la creciente amenaza, optaron, después de largos ratos de oración personal y de discernimiento comunitario por la fidelidad a la gente del lugar, por permanecer allí, donde fueron ejemplo de la actual necesidad de la Iglesia, el diálogo interreligioso mediante el vínculo de la comprensión y la paz.

“De dioses y hombres”

Virginia Barea

Mª Teresa MenéndezSi tú me dices ven lo dejo todo…pero dime ven, cuenta

una historia dedicada “a todos los que quieren ser diferentes y luchan contra aquellos que desean que seamos todos iguales”. Su autor nos regala la receta que él elaboró para encontrar la felicidad, y nos quiere mostrar las pistas que se encuentran escondidas en nuestro camino personal.

Dani es un buscador de niños perdidos, y en esta ocasión debe viajar a Capri para cumplir su misión. Justamente Capri, el lugar en donde, gracias a dos personas extraordinarias, tuvo lugar su verdadera iniciación en la vida. Junto con Dani, el lector se reencuentra con dos personas que no olvidará. Un anciano que le descubrió el significado de las cosas y un viajero que le transmitió un saber excepcional.

Un viaje hacia una sensibilidad nueva, distinta; ese modo único de ver y leer la vida de Albert Espinosa: amor,

vida, muerte y enfermedad. Soledad y amistad –también la maravillosa amistad que puede establecerse entre quien está a punto de dejar esta vida y quien acaba de llegar a ella–, y esa obligación de ser felices, que el escritor nos transmite.

Si tú me dices ven lo dejo todo, pero dime ven es un libro sobre la necesidad de rehacer la propia vida, que es de lo que se trata en definitiva cuando se busca la felicidad.

Albert Espinosa (Barcelona, 1974) es ingeniero industrial, escritor, guionista, actor y en alguna ocasión director de cine. Tuvo cáncer desde los 14 a los 24 años, perdió una pierna, un pulmón y medio hígado. Nada le arredra ahora. El tremendo amor a la vida que siente le mantiene despierto e ilumina lo importante.

ALBERT ESPINOSAEd. Grijalbo 2011

Cine

Libro

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