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Trabajo práctico presentado para la asignatura Geografía de los Riesgos Naturales, Optativa de 2.º Ciclo en la Licenciatura en Geografía de la Universidad de Valladolid (España). Año Académico: 2008-2009.Prof. Dr. Carlos Gabriel Morales Rodríguez.Autor: José Antonio Rodríguez Estévez.

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Universidad de Valladolid Facultad de Filosofa y Letras Departamento de Geografa

Geografa de los Riesgos NaturalesAsignatura Optativa de 2. Ciclo Prof. Dr. Carlos Gabriel Morales Rodrguez Curso: 2008-2009

TRABAJO PRCTICO:

Riesgos naturales: aludes.Jos Antonio Rodrguez Estvez

ndice

Introduccin I. Conceptos previosI.I. I.II. I.III. I.IV. Introduccin al concepto de alud de nieve Mi propuesta de concepto de alud de nieve Otros conceptos bsicos Principales zonas del recorrido de un alud

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II. Clasificacin de los aludes III. Por qu se producen los aludesIII.I. III.II. Esquema general de fuerzas que intervienen en un alud Esquema simplificado de la energa en un alud

IV. Los aludes como riesgo naturalIV.I. La peligrosidad de los aludes de nieve

IV.II. La gestin del riesgo de aludes: medidas de prevencin y de proteccin IV.III. El riesgo de aludes en Espaa

Conclusiones Bibliografa

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Riesgos naturales: aludes

IntroduccinEn la consideracin de los distintos tipos de riesgos naturales segn la naturaleza del peligro que los origina, el de los aludes se inscribe en aqullos predominantemente geolgicos. Dentro de stos, cabra incluirlos entre los riesgos geodinmicos externos, es decir, los que se deben a agentes que actan desde el exterior de la litosfera. Esta breve clasificacin no es ms que una de las tantas que podran proponerse en funcin de criterios tan diversos como la duracin, el ambiente de localizacin, el nivel de actividad, el vector de dao, la previsibilidad, el radio de accin, etc. (Olcina y Ayala-Carcedo, 2002). El crecimiento y proliferacin de los asentamientos humanos en reas de montaa, en unos casos debido al aumento de la poblacin, en otros ligado al desarrollo y evolucin de las actividades tursticas, y en la mayora de ellos a la mejora de las tcnicas de construccin y de las tecnologas del transporte; ha significado que el peligro de los aludes y de otros procesos relacionados con los movimientos de ladera se haya transformado en riesgos naturales que en muchas ocasiones se han materializado en desastres con las consiguientes prdidas materiales y de vidas humanas.

I. Conceptos previosI.I. Introduccin al concepto de alud de nieve

La 22. Edicin del Diccionario de la Real Academia Espaola de la Lengua define alud, en su primera acepcin, como una gran masa de nieve que se derrumba de los montes con violencia y estrpito. El trmino de alud se asocia, la mayor parte de las veces, al desplazamiento de una masa de nieve. Sin embargo, en su segunda acepcin, lo define como una masa grande de una materia que se desprende por una vertiente, precipitndose por ella. Para el presente trabajo, me referir al trmino de alud como el desplazamiento de una masa de nieve. Bajo esta consideracin, son varias las propuestas de conceptualizacin del fenmeno desde diversos entes con competencia en ese campo. Entre estas entidades se encuentran, por ejemplo, el Institut Geolgic de Catalunya (IGC), la Association Nationale pour ltude de la Neige et des Avalanches (ANENA), o el proyecto de la UE Snow Avalanche Modelling and Mapping in Europe (SAME). Las definiciones propuestas por estas entidades son las siguientes: IGC: Se entiende por alud el desprendimiento de una masa de nieve, de dimensiones y recorrido variable, en una pendiente.3

ANENA: Un alud es una masa de nieve que se desprende y desciende por la ladera de una montaa. SAME: Un alud es un desplazamiento rpido, por gravedad, superior a 1 m/s, de una masa de nieve sobre un terreno inclinado.

Observamos que en los tres casos se hace referencia a un objeto material una masa de nieve que se desplaza, y a un plano de deslizamiento una ladera. El IGC define el alud como un desprendimiento, mientras el SAME pone el acento en el movimiento, para el que incluso establece un umbral mnimo de velocidad. La definicin de la ANENA incorpora los dos aspectos anteriores. En todos los casos se alude implcita o explcitamente a la causa del desplazamiento: la fuerza de la gravedad terrestre. El Diccionario Akal de Geografa de Pierre George, en su edicin de 2007, define el fenmeno de avalancha del francs avalanche, como el brusco descenso de la nieve por una vertiente. Seala a continuacin que conduce a una acumulacin de nieve y de escombros arrancados a la vertiente (rocas, tierra, vegetales) llamada culot de avalancha, rodeado de bolas de nieve apelmazadas de 0,1 a 1 m de dimetro llamadas grelots de avalancha. Esta definicin, ms extensa que las anteriores, introduce la incorporacin de otros materiales al flujo de nieve. I.II. Mi propuesta de concepto de alud de nieve

Atendiendo a lo expuesto en el punto anterior, propongo la siguiente definicin: Se llama alud al desplazamiento de una masa de nieve a lo largo de una pendiente de montaa, por efecto de la fuerza de la gravedad, y que por la magnitud (1) de su masa y de su velocidad, libera grandes cantidades de energa. La masa que se desplaza puede incorporar, adems de nieve, otros materiales provenientes del sustrato de la ladera y de su cobertera vegetal, si existe. I.III. Otros conceptos bsicos

Las definiciones de los conceptos siguientes han sido tomadas en su mayora del trabajo Las montaas espaolas: conceptos y vocabulario, elaborado por el Colectivo de Investigadores sobre las Montaas Espaolas (CIMA), y editado en 2005 por Entimema; entre otras fuentes bibliogrficas: Aerosol: conjunto de partculas de nieve en difusin turbulenta a causa de la accin del viento o del movimiento de un alud. Flujo: corriente que mueve un fluido. Fuerza: es una magnitud fsica que se define como la accin que se ejerce sobre un cuerpo y es capaz de deformarlo o de modificar su estado de reposo(1) Magnitud en el sentido de cantidad elevada; no en el de una propiedad fsica que puede ser medida.

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o de movimiento. Se calcula como el producto de la masa del cuerpo sobre el que acta, por la aceleracin que le transmite. Cuando la fuerza es debida a la atraccin terrestre, esa aceleracin es la de la gravedad (g), que al nivel del mar y en el paralelo 45 tiene un valor de 9,8 m/s2 en el Sistema Internacional de Unidades. Innivacin: permanencia de la nieve sobre el suelo. Es un hecho caracterstico de las montaas, de forma permanente en las ms elevadas y estacional, de otoo a primavera, en las expuestas a temporales de nieve. Ladera: declive de un monte o cadena montaosa, en el que la pendiente es suficientemente pronunciada para que resalte dentro del paisaje en que se inserta. Manto nivoso: cuerpo heterogneo formado por la acumulacin discontinua de capas de nieve de espesor diverso, separadas por superficies definidas, no necesariamente paralelas. Pendiente: inclinacin de un terreno y, de forma ms precisa, grado de inclinacin respecto al horizonte, que se mide por el ngulo que forma con la horizontal. Vertiente: superficie inclinada de un relieve, que a menudo termina por abajo en un valle, pero no necesariamente. I.IV. Principales zonas del recorrido de un alud

De la colaboracin entre el Centre d'tudes de la Neige (CEN) y el Institut de recherche pour l'ingnierie de l'agriculture et de l'environnement (Cemagref), ambos organismos gubernamentales franceses, surge la nomenclatura que distingue las siguientes tres zonas principales en el recorrido de un alud: 1. Zona de salida, partida o inicio: es la zona en la que la masa de nieve inestable se desprende e inicia su desplazamiento ladera abajo. En esta zona la masa o cantidad total de nieve es comparativamente inferior a la del resto, pero las aceleraciones son considerables. La energa liberada es an relativamente pequea. 2. Zona de trayecto, transicin, curso o track: es la zona intermedia entre la de salida y la de depsito. Las aceleraciones se estabilizan pero la velocidad de descenso se hace mxima. Se producen aportes y prdidas de nieve, y la masa total del alud es comparativamente superior a la de las otras zonas. Puede haber incorporaciones de material rocoso de la ladera y de su cobertera vegetal. Se liberan enormes cantidades de energa. 3. Zona de depsito, parada o llegada: es la zona donde la pendiente se hace menor y/o su rugosidad aumenta considerablemente, y tienen lugar los procesos de depsito. El flujo de nieve y otros materiales transportados sufre intensas desaceleraciones, y la velocidad se reduce hasta que el alud se detiene.

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Zona de salida

Zona de trayecto

Zona de depsito

Figura 1. Principales zonas en el recorrido de un alud de nieve. (Fotografa tomada de Internet).

II. Clasificacin de los aludesLos tipos de aludes que se puede identificar son numerosos, por lo que conviene establecer unos criterios previos para su clasificacin. En el presente trabajo me guiar por la propuesta por el CEN y el Cemagref, que permite distinguir las diferentes variedades de aludes segn las caractersticas que presentan en cada una de las tres zonas de su recorrido:Tabla 1. Clasificacin de los aludes propuesta por el CEN y el Cemagref. ZONAS CRITERIOS NOMENCLATURA Alud espontneo: salida espontnea producida por agentes internos al manto nivoso. Alud provocado: salida provocada por causas externas al manto nivoso. Estas causas externas pueden ser antrpicas o no antrpicas. Segn sean las causas antrpicas voluntarias o involuntarias, los aludes se clasificarn en: Alud artificial: causas antrpicas voluntarias. Alud accidental: causas antrpicas involuntarias. Alud de salida puntual: la salida es puntual: el alud parte de un punto y se abre en un cono. Alud de placa: la salida es lineal: el alud parte de una lnea.

Tipo de salida Zona de salida

Forma de salida

(Contina en la pgina siguiente)

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(Sigue Tabla 1) ZONAS CRITERIOS Contenido en agua lquida NOMENCLATURA Alud de nieve seca: sin contenido de agua lquida. Alud de nieve hmeda: con algo de contenido. Alud de nieve mojada: con gran contenido. Alud de nieve pulverulenta: cohesin dbil. Cohesin Alud de placa friable: cohesin dbil a moderada. Alud de placa dura: cohesin fuerte. Tipo de nieve Alud de nieve reciente: nieve reciente. Alud de nieve transformada: nieve evolucionada. Alud de superficie: el plano de deslizamiento se localiza entre capas del interior del manto nivoso. Alud de fondo: el plano de deslizamiento se localiza sobre el suelo o roca de la pendiente. Alud de vertiente: en pendiente abierta. Alud confinado: en una canal o garganta. Alud de aerosol: con nube de partculas de nieve (aerosol). Dinmica o tipo de flujo Zona de trayecto Nieve incorporada Alud con estela: la nube de partculas se localiza detrs del frente del alud. Alud de flujo: sin nube de partculas. Alud con nieve incorporada. Alud sin nieve incorporada. Alud con bloques: con bloques de nieve y/u otros elementos (rocas, elementos de la cobertera vegetal, etc.). Alud sin bloques. Alud con depsito fino: rugosidad dbil. Alud con depsito rugoso: rugosidad fuerte. Alud con depsito hmedo: nieve hmeda. Alud con depsito seco: nieve seca. Alud contaminado: con suciedad visible. Alud limpio: sin suciedad visible.

Calidad de la nieve Zona de salida

Posicin del plano de deslizamiento

Forma del terreno

Presencia de bloques y/u otros elementos

Rugosidad superficial

Zona de depsito

Calidad de la nieve

Suciedad visible

Fuente: CEN y Cemagref, 2000.

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III. Por qu se producen los aludesIII.I. Esquema general de fuerzas que intervienen en un alud

El sistema de fuerzas que intervienen en un alud de nieve es complejo. En el anlisis de la dinmica de los aludes se incorporan complicados modelos matemticos que tratan de simular de la manera ms fidedigna posible lo que ocurre en la realidad. Estos modelos se pueden agrupar segn dos grandes lneas de investigacin: la que trabaja con modelos dinmicos y la que lo hace con modelos empricos (Harbitz y otros, 1998). Los modelos dinmicos emplean la Fsica y la Teora de Fluidos para el clculo de los distintos parmetros del alud, a partir de simulaciones matemticas. Los modelos empricos utilizan datos histricos de aludes reales para el clculo de esos parmetros, a partir de estimaciones estadsticas. Pese a toda esta complejidad, podemos reducir las fuerzas que intervienen en un alud a dos tipos fundamentales: fuerzas resistentes al movimiento de las masas y fuerzas que actan en favor de ese movimiento (Ros y Sez, 2002). Las primeras incluyen las fuerzas de cohesin o de resistencia al cizallamiento y las de rozamiento de unas capas sobre otras del manto nivoso. Todas ellas actan anclando la masa de nieve a la pendiente, impidiendo que colapse.N = -FN

Fr = N R = Ft-Fr

m

Ft = P sen = m g sen

FN = P cos = m g cos

P=mg

Figura 2. Esquema de fuerzas en un plano inclinado. Se expresan los mdulos de las magnitudes. (Elaboracin propia).

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El segundo tipo de fuerzas es el debido a la componente tangencial del peso de la masa de nieve, una fuerza que, paralela al plano de la pendiente del terreno, acta tirando del manto nivoso ladera abajo. Se observa, entonces, que este sistema de fuerzas crea un equilibrio dinmico, de modo que, mientras la resultante de todas ellas sea nula, el manto nivoso se mantendr estable. Pero en el instante en que ese equilibrio se rompa, bien porque la componente tangencial del peso aumente por encima de un umbral determinado, bien porque las fuerzas resistentes disminuyan por causas diversas, se producir el movimiento de las masas y se desencadenar el alud. En la tabla siguiente se resumen las causas por las que puede romperse ese equilibrio dinmico:Tabla 2. Causas de ruptura del equilibrio dinmico en el sistema de fuerzas que intervienen en un alud. TIPOS DE FUERZAS ACCIN CAUSAS GENERALES CAUSAS ESPECFICAS Metamorfismo de fusin: transformacin de los cristales de nieve cuando se encuentran en agua lquida en el interior del manto. Metamorfismo de gradiente o constructivo: transformacin de los cristales de nieve cuando existe una gran diferencia de temperatura entre la base del manto y la superficie. Metamorfismo de isotermia o destructivo: transformacin de los cristales de nieve cuando la temperatura es similar en la base del manto y la superficie. Transformaciones fsicas provocadas por los efectos del viento (Contina en la pgina siguiente)

Fuerzas resistentes

Disminuyen

Desaparicin de la cohesin entre partculas debido a la evolucin de los cristales de nieve

Transformaciones fsicas provocadas por la variacin de las condiciones meteorolgicas

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(Sigue Tabla 2) TIPOS DE FUERZAS ACCIN CAUSAS GENERALES CAUSAS ESPECFICAS Nuevas nevadas. Lluvias. Sobre acumulacin de nieve transportada por el viento. Sobrepresin ejercida por el propio viento. Cada de rocas o cornisas. Paso de animales o de personas (montaeros, esquiadores, etc.).

Naturales Componente tangencial del peso Aumenta Sobrecarga o sobrepresin

Inducidas

Fuente: elaboracin propia a partir de Ros y Sez, 2002.

En la figura 2 se haya representado el esquema de las fuerzas que actan sobre una masa m situada en un plano inclinado un ngulo respecto de la horizontal. Este esquema, aunque muy simple, podemos trasladarlo al caso de una ladera cubierta por la nieve. Si suponemos todo el manto nivoso formado por un cuerpo de masa m, sobre ste actuar una fuerza en la direccin del radio terrestre y sentido hacia el centro de la Tierra, que es la de su propio peso: P=mg La expresin anterior no es ms que una aplicacin del Segundo Principio de la Dinmica de Newton: la fuerza P se ejerce sobre la masa de nieve m y le comunica una aceleracin, que es la de la gravedad g. Esta fuerza puede descomponerse en otras dos: una de ellas, la componente normal FN, perpendicular al plano de la ladera, y la otra, la componente tangencial Ft, paralela a ese plano. Por semejanza de tringulos, se tiene que el ngulo que forma el plano de la ladera con la horizontal es homlogo al que forman los vectores del peso P y de la componente normal FN, y al complementario del ngulo que forman los vectores del peso P y de la componente tangencial Ft (ver figura). Teniendo eso en cuenta, las componentes normal y tangencial pueden expresarse en funcin del peso: FN = P cos = m g cos Ft = P sen = m g sen La componente normal es la que presiona la masa de nieve sobre la ladera, y la que oprime una capa sobre otra en el interior del manto nivoso. Esta fuerza acta, por consiguiente, cohesionando el manto. Por el Tercer Principio de la

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Dinmica de Newton, a esta fuerza se le opone otra, de igual intensidad (mdulo), pero de sentido opuesto. Es la fuerza normal N. Por tanto, puede escribirse que: N = -FN = -(P cos) = -(m g cos) Como ambas fuerzas son iguales pero opuestas, se anulan; por lo que la masa de nieve permanece en una situacin de equilibrio sobre la ladera y no se desplaza en la direccin de esas fuerzas. La componente tangencial es la que acta tirando del manto nivoso ladera abajo, como ya se dijo anteriormente. A esta fuerza se le oponen un conjunto de otras, entre las que se encuentran las de rozamiento de las capas nivosas contra la ladera y entre s. En el esquema de la figura 2 se ha representado la fuerza de rozamiento como Fr. sta se relaciona con la normal N a travs de un coeficiente de rozamiento , que es especfico de cada par de superficies en contacto: Fr = N En el esquema simplificado de fuerzas de la figura 2, mientras la componente tangencial del peso Ft y la fuerza de rozamiento Fr sean iguales en intensidad, dado que tienen sentidos opuestos, se anularn y el manto nivoso permanecer en equilibrio sobre la ladera: R = Ft-Fr = 0 En el instante en que ese equilibrio se rompa, la resultante R de ese par de fuerzas ser no nula y se desencadenar el alud: R = Ft-Fr > 0 III.II. Esquema simplificado de la energa en un alud

Cuando se produce un alud, se liberan enormes cantidades de energa. sta se libera en forma de energa mecnica, correspondiente al cambio de posicin y al desplazamiento de la masa de nieve sobre la ladera; de energa calorfica, debida a la friccin de las capas del manto nivoso entre s y contra el plano de deslizamiento; y de algunas otras clases de energa (ssmica, sonora, etc.). Cualquier movimiento de masas en una ladera es un sistema no conservativo de la energa mecnica, puesto que parte de sta se pierde en forma de calor. Si representamos la energa mecnica Em en un instante t0, antes de producirse el alud, como la suma de la energa potencial Ep y la energa cintica Ec, tendremos una expresin como la siguiente: Em0 = Ep0+Ec0 Dado que la energa potencial que posee un cuerpo de masa m se calcula como el producto de esa masa, por la aceleracin de la gravedad g, y por la altura h a la que se encuentra respecto de un origen de referencia (por

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ejemplo, el nivel del mar), la expresin anterior se transforma en otra como la que sigue: Em0 = (m g h0) + Ec0 De manera anloga, la energa cintica puede expresarse como la mitad del producto de la masa m de ese cuerpo por el cuadrado de la velocidad v que posee en un determinado momento. Sustituyendo: Em0 = (m g h0) + ( v02) m Como en el instante anterior a producirse el alud, la masa de nieve se encuentra en reposo, su velocidad ser nula, por lo que el segundo sumando de la expresin anterior ser cero: Em0 = m g h0 Una vez desencadenada la avalancha de nieve, llegar un momento t en el que la energa cintica ser mxima. Esto ocurre en la zona de trayecto o de transicin, pero en un esquema simplificado de la energa en un alud, la energa cintica sera mxima al acabarse la pendiente, cuando la altura respecto del origen de referencia se hace cero. En ese instante, la energa potencial sera nula, y la expresin de la energa mecnica quedara como sigue: Emt = vt2 m Si el sistema fuese conservativo, la energa mecnica permanecera constante a lo largo de todo el proceso: Em0 = Emt = = m g h0 = vt2 m Pero, como se dijo antes, cualquier movimiento de masas en una ladera es un sistema no conservativo de la energa mecnica, por lo que la expresin ser esta otra: Em0 = Emt+Wr Donde Wr es el trabajo correspondiente a las fuerzas de rozamiento. En todo caso, por el Primer Principio de la Termodinmica, lo que s se conserva en todo momento es la energa total del sistema. Como se desprende de la ltima expresin, la energa potencial que posea la masa de nieve en el instante anterior a producirse el alud, se habr transformado en energa cintica y en una parte de energa calorfica, que es la correspondiente al trabajo de rozamiento: Ep0 = Ect+Wr = m = m g h0 = ( vt2) + Wr

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Todas las consideraciones anteriores se hayan representadas en el esquema de la figura 3. Para simplificar el modelo, se ha supuesto que la masa permanece constante en todo momento. Sin embargo, en la realidad esto no ocurre as: se producen aportes y prdidas de nieve, y puede haber incorporaciones de otros materiales de la ladera, que el alud va arrastrando a su paso.Sistema no conservativo: Em cte. Em0 = Emt + Wr Fr 0 Suponiendo m = cte. t0 v0 = 0 Ep0 = m g h0 Ec0 = m v02 = 0 Em0 = Ep0 + Ec0 = Ep0 m

ht = 0 Ept = m g ht = 0 t Ect = m vt2

h0

Emt = Ept + Ect = Ect m vt

Figura 3. Esquema simplificado de la energa en un alud. (Elaboracin propia).

IV. Los aludes como riesgo naturalEl desarrollo de las sociedades ha trado consigo un aumento de la ocupacin del espacio. Lugares que histricamente haban dado soporte a un sistema de poblamiento de baja intensidad, como las reas de montaa, hoy sufren la presin de los nuevos usos residenciales, vinculados con frecuencia a las actividades de ocio y recreacin, as como de las infraestructuras necesarias para el disfrute de esas mismas actividades, las cuales incluyen adems las vas de comunicacin que permiten el acceso a esos espacios. En otras palabras, los aludes de nieve, que son un fenmeno natural inherente a las reas de montaa de determinados climas y latitudes, han incrementado su peligrosidad al aumentar tambin su exposicin a ellos tanto la poblacin humana como sus actividades e intereses. Esto confiere a los aludes la

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consideracin de riesgo natural, y es el origen del inters por su estudio, en un intento de controlar el fenmeno a travs de la prevencin y, una vez que se ha desencadenado, de la mitigacin, en lo posible, de sus efectos adversos. IV.I. La peligrosidad de los aludes de nieve

En la gestin del riesgo natural que constituyen los aludes, es necesario, primero, aproximarse al fenmeno desde la perspectiva de su peligrosidad. As, se hablar de la peligrosidad temporal y de la peligrosidad espacial de los aludes (Ros y Sez, 2002). En relacin con la primera, se tratar de identificar las condiciones del medio en un momento dado bajo las cuales es ms que probable que se desencadene un alud de nieve. En cuanto a la segunda, se buscar delimitar las reas de riesgo de aludes, lo que dar lugar a la documentacin cartogrfica correspondiente. Esto se fundamenta en el hecho de que el de los aludes es un fenmeno recurrente: si en una zona se ha desencadenado un alud, es slo cuestin de tiempo que en el mismo lugar vuelva a producirse otro. Peligrosidad temporal de los aludes de nieve Para identificar las condiciones del medio bajo las cuales se pueden producir los aludes o, dicho de otro modo, determinar las condiciones de estabilidad/inestabilidad del manto de nieve, se recurre a las previsiones meteorolgicas y a una serie de parmetros nivometeorolgicos de los que se toman registros in situ, a travs de una red de observadores situados en refugios de montaa y estaciones de esqu. Con toda esa informacin recogida se ha podido establecer una escala de peligrosidad, que en el caso de los pases europeos con problemas de aludes es nica y se haya representada en la tabla siguiente:Tabla 3. Escala europea de peligro de aludes.INDICACIONES PARA EL ESQU FUERA DE LAS PISTAS Y RECOMENDACIONES

NDICE DE PELIGRO

ESTABILIDAD DEL MANTO NIVOSO

PROBABILIDAD DE DESENCADENAMIENTO

1. Dbil

En la mayora de las vertientes el manto nivoso est bien estabilizado.

Excepcionalmente, slo pueden desencadenarse aludes en algunas pendientes muy propicias (*) y, sobre todo, a causa de fuertes sobrecargas (***). De forma natural slo pueden desencadenarse coladas o pequeos aludes.

Las excursiones y el descenso con esqus son posibles casi sin restricciones.

(*)

Pendientes propicias a los aludes son aqullas que renen determinadas condiciones de inclinacin, configuracin del terreno, proximidad de la cresta, etc.

(Contina en la pgina siguiente)

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(Sigue Tabla 3)INDICACIONES PARA EL ESQU FUERA DE LAS PISTAS Y RECOMENDACIONES

NDICE DE PELIGRO

ESTABILIDAD DEL MANTO NIVOSO

PROBABILIDAD DE DESENCADENAMIENTO

2. Limitado

En algunas pendientes (**) suficientemente propicias a los aludes, el manto slo est moderadamente estabilizado. En el resto, est bien estabilizado.

Se pueden desencadenar aludes sobre todo por sobrecargas fuertes y en algunas pendientes cuyas caractersticas se describen normalmente en el boletn. No se esperan salidas espontneas de aludes de gran amplitud. Se pueden desencadenar aludes incluso por sobrecargas dbiles y en numerosas pendientes cuyas caractersticas se describen habitualmente en el boletn. En ciertas situaciones son posibles algunas salidas espontneas de aludes de dimensiones medias y a veces grandes. Se pueden desencadenar aludes incluso por sobrecargas dbiles en la mayora de las pendientes suficientemente propicias a los mismos. En ciertas situaciones, son posibles numerosas salidas espontneas de aludes de dimensiones medias y a veces grandes. Se esperan numerosos y grandes aludes originados espontneamente incluyendo zonas con pendientes poco propicias.

Las excursiones deben realizarse con previa planificacin. Se recomienda prudencia a la hora de elegir los itinerarios, evitando, en lo posible, las vertientes inclinadas con la orientacin y la altitud que se indican.

3. Notable

En numerosas pendientes (**) suficientemente propicias, el manto slo est moderada o dbilmente estabilizado.

Deben evitarse las vertientes inclinadas en las orientaciones y altitudes que se indican. Se requiere mucha experiencia y una gran capacidad de apreciacin del peligro de aludes.

4. Fuerte

En la mayora de las pendientes (**) suficientemente propicias a los aludes, el manto nivoso est dbilmente estabilizado.

Las excursiones tienen que limitarse a las zonas con pendiente moderada. Es posible que la parte baja de las pendientes est igualmente expuesta al peligro de aludes.

5. Muy fuerte

Inestabilidad generalizada del manto nivoso.

Se tiene que renunciar a hacer excursiones.

Las caractersticas de estas pendientes, generalmente, estn precisadas en el boletn: altitud, exposicin, topografa, etc. (***) Sobrecarga: - Sobrecarga fuerte: v. g.: esquiadores agrupados, etc. - Sobrecarga dbil: v. g.: esquiador o montaero aislado. La expresin desencadenamiento de aludes se refiere a los provocados por una sobrecarga, principalmente por uno o varios esquiadores. La expresin salida espontnea se refiere a los aludes originados sin accin externa.

(**)

Fuente: Institut Geolgic de Catalunya (IGC).

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Peligrosidad espacial de los aludes de nieve Para delimitar las reas de riesgo de aludes, se acude a la observacin de las caractersticas fsicas y morfolgicas del terreno, as como de las propiedades mecnicas, trmicas, dinmicas y climticas de la nieve. Con la informacin as recogida, que incluye procedimientos como la fotointerpretacin, y complementada con datos provenientes de encuestas a la poblacin sobre el terreno, se elabora la correspondiente documentacin cartogrfica que permite zonificar el territorio en funcin de la peligrosidad por ocurrencia de aludes. Un ejemplo de estos mapas de zonificacin de peligrosidad est representado en la siguiente figura:

Figura 4. Primera hoja del Mapa de Zonas de Aludes (MZA), editada por el ICC en enero de 1997 a escala 1:25.000, correspondiente al Valle de Arn norte.

IV.II. La gestin del riesgo de aludes: medidas de prevencin y de proteccin A la hora de gestionar el riesgo por aludes de nieve, como en el caso de cualquier otro tipo de riesgo, se debe actuar sobre tres aspectos fundamentales: la peligrosidad, la exposicin y la vulnerabilidad.

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Actuaciones sobre la peligrosidad Las actuaciones sobre la peligrosidad implican un conocimiento profundo del medio en que tiene lugar el fenmeno que origina el riesgo. Las consideraciones en torno a ese conocimiento han sido expuestas en el punto anterior, y el resultado es la identificacin de una serie de factores de diagnstico que da lugar a la produccin de documentos cartogrficos y de otros tipos con los que se pretende minimizar en lo posible el impacto negativo que suponen los aludes de nieve. La informacin contenida en los mapas de zonificacin de peligro de aludes debe ser tenida en cuenta en los Planes de Ordenacin del Territorio e incorporarse a la planificacin urbanstica. Se puede concluir, por tanto, que estas actuaciones inciden en el lado de la prevencin. Actuaciones sobre la exposicin En lo que respecta a la exposicin, las medidas consisten en la planificacin con vistas a establecer los protocolos de actuacin adecuados con los que enfrentarse a los efectos de los aludes cuando stos ocurren. Estas medidas incluyen desde la atencin, a mltiples niveles, de la poblacin afectada, hasta su evacuacin cuando ello es posible. Para que la aplicabilidad de estas medidas sea efectiva, es necesaria la mejora de los canales de informacin a la poblacin e incidir en campaas de formacin a los colectivos expuestos al riesgo de aludes (residentes en reas de montaa en zonas de peligro, montaeros y otros excursionistas, esquiadores, etc.). Entre las recomendaciones para la poblacin en relacin con las medidas de actuacin durante un alud, entidades como el Proyecto RINAMED (Riesgos Naturales en las Regiones del Arco Mediterrneo), proponen las que se citan a continuacin:

Comportamiento durante un alud: Mantenga la calma e intente huir por el lateral ms prximo en direccin diagonal y descendente. Cierre la boca para que no se llene de nieve. Agrrese a cualquier roca o rbol para no ser arrastrado. Librese de esqus, planchas o raquetas para evitar quedarse atrapado/a. Si no encuentra agarradero, luche para permanecer a flote en el alud mediante movimientos natatorios contra la oleada y al mismo tiempo protegerse la cabeza de las rocas. Si permanece sepultado, es importantsimo adoptar forma de bola y tratar de salir antes de que el alud se modere, antes que se detenga en el valle, porque se endurecer en pocos minutos. Para respirar aire, desplace la nieve con los brazos y con las rodillas e intente hacer una cmara respiratoria. Antes de moverse se debe saber en qu posicin se encuentra: haga gotear la saliva de los labios: Si va hacia la nariz es que se est boca abajo. Si no puede salir, no haga esfuerzos intiles, muvase lo menos posible, respire lentamente y atienda la ayuda. (Contina en la pgina siguiente)

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(Viene de la pgina anterior) Bsqueda de una vctima: Inmediatamente los compaeros tendrn que encontrar la vctima lo ms rpido posible. Se pondrn todos los ARVA (*) en recepcin y, mientras un miembro del grupo dirige la operacin desde fuera y vigila que no caigan ms aludes, los restantes empezarn la bsqueda a partir del punto de desaparicin de la vctima, observando a la vez posibles indicios superficiales. No se puede perder tiempo yendo a buscar ayuda hasta que hayamos localizado a la vctima.(*) ARVA: Appareil de Recherche de Victimes d'Avalanche.

Fuente: RINAMED (extrado de las recomendaciones de L'Institut Cartogrfic de Catalunya, Proteccin Civil Espaa; Ministre de l'Amnagement du Territoire et de l'Environnement. Direction de la prvention des pollutions et des risques, Francia; Protezione Civile ed Emergenze, Regione Liguria).

Actuaciones sobre la vulnerabilidad En cuanto a la vulnerabilidad, las actuaciones se encaminan hacia la proteccin, tanto de las personas, como de sus bienes y actividades. Estas actuaciones son de muy diversa naturaleza, y pueden clasificarse, atendiendo al plazo de su aplicacin, en temporales y permanentes (2), y segn impliquen mtodos que impidan o dificulten el desencadenamiento de los aludes, o que en cambio persigan la defensa ante el riesgo de su ocurrencia, en activas y pasivas, respectivamente. El cuadro siguiente resume estas medidas, clasificadas en esos cuatro grupos posibles:Tabla 4. Clasificacin de las medidas de proteccin ante el riesgo de aludes. PLAZO DE APLICACIN PROTECCIN FRENTE AL RIESGO ACTUACIONES Medidas que impiden o dificultan la ocurrencia de aludes en momentos de riesgo inminente. V. g.: desencadenamiento artificial mediante explosivos para purgar las laderas. Medidas de proteccin ante el riesgo inminente de aludes. V. g.: cierre del rea de peligro, evacuaciones, etc.

Activas Medidas temporales o no estructurales

Pasivas

(Contina en la pgina siguiente)

(2) Tambin pueden considerarse como no estructurales y estructurales, respectivamente.

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(Sigue Tabla 4) PLAZO DE APLICACIN PROTECCIN FRENTE AL RIESGO ACTUACIONES Medidas que impiden o dificultan la ocurrencia de aludes de forma permanente. Activas V. g.: conservacin de la masa forestal y/o reforestacin, instalacin de dispositivos contra las coladas, etc. Medidas de proteccin permanente ante el riesgo de aludes. V. g.: muros de sostenimiento, de frenado, playas de depsito, etc.

Medidas permanentes o estructurales

Pasivas

Fuente: modificado de Ros y Sez, 2002.

IV.III. El riesgo de aludes en Espaa Para que tenga lugar el fenmeno de los aludes se precisa de la concurrencia de dos factores fundamentales: precipitaciones en forma de nieve en cantidad suficiente como para que se produzca su acumulacin, y un relieve de potencia tal que d lugar a pendientes de una inclinacin adecuada, en general, superior a los 20 (Duque, 2003).

Localizacin del fenmeno de aludes en la Pennsula Ibrica0 100 200 300 km

Figura 5. Mapa de localizacin de aludes en la Pennsula Ibrica, a partir de informacin facilitada por Proteccin Civil en su boletn n. 6 (diciembre de 2000).

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En Espaa, esta coincidencia de factores tiene lugar en los Montes Pirineos; en la Cordillera Cantbrica, en los Picos de Europa; en el Sistema Ibrico, en la Sierra de la Demanda; en el Sistema Central, en la Sierra de Gredos; y en el Sistema Penibtico, en Sierra Nevada (ver mapa de la figura 5). Los espacios mencionados suponen una parte relativamente pequea del territorio espaol. Adems de ello, puesto que para que exista riesgo debe haber poblacin o sus bienes o sus actividades expuesta al peligro, y dado que esas reas de montaa se encuentran en buena medida despobladas; puede concluirse que en Espaa el fenmeno de los aludes no constituye una amenaza en el mismo grado que la de otros riesgos, aunque tambin estacionales, como por ejemplo el de las inundaciones o los incendios forestales. Es por esto que hasta 1999 no exista en Espaa una normativa estatal especfica en materia de prevencin y asistencia ante el riesgo de aludes. No obstante, el hecho es que en nuestro pas se producen aludes, y que existe poblacin expuesta a ese fenmeno. A principios de los aos 90 del pasado siglo se haba decidido la creacin del Registro Estatal de Accidentes por Alud, un ente sin nimo de lucro donde se concentrara toda la informacin posible sobre la nieve y los aludes dentro del territorio espaol (Rods y Miranda, 2006). Este registro ha permitido documentar los aludes ocurridos en Espaa desde el s. XVI hasta el actual. En la tabla siguiente se compara el nmero de aludes y de afectados acontecidos en nuestro pas a lo largo de todo el s. XX, con los mismos datos resultado de la primera temporada del presente siglo (2001-2002), y los de la temporada pasada (2006-2007):Tabla 5. Aludes y afectados en Espaa ( ).PERIODO 1901-2000 2001-2002 2006-2007(*) (**)3

ACCIDENTES 335 16 10

INVOLUCRADOS (*) 1.085 78 27 (**) 3,24 4,88 2,7

MUERTOS (*) 257 3 1 (**) 0,77 0,19 0,10

HERIDOS (*) 170 8 7 (**) 0,51 0,50 0,70

ILESOS (*) 658 67 19 (**) 1,96 4,19 1,9

Registros absolutos. Registros medios por accidente.

Fuente: elaboracin propia a partir de Rods y Miranda.

Pese a la brevedad de la tabla anterior y a la diferencia de extensin de los periodos considerados, me parece interesante realizar algunas consideraciones: Se observa un aparente aumento de accidentes por temporada, si se tiene en cuenta que la media del siglo pasado es de 3,35 accidentes/temporada. Este incremento podra estar relacionado con el aumento de la exposicin ya comentado a lo largo de este trabajo, pero tambin sera imputable a la mejora de las tcnicas de recoleccin de datos en los ltimos aos, ello(3) En el Registro Estatal de Accidentes por Alud se incluyen accidentes ocurridos a ciudadanos del Estado Espaol en montaas del extranjero (sobre todo en la vertiente norte del Pirineo y en Andorra).

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unido a la dificultad de completar la informacin basada en referencias histricas debe recordarse que el Registro Estatal de Accidentes por Alud tiene apenas dos decenios de antigedad. El dato del nmero de personas involucradas por accidente carece de relevancia en esta comparacin, puesto que el primer periodo considerado es lo suficientemente extenso como para ocultar grandes variaciones en su interior que pasan desapercibidas en el valor promedio. Ms interesante es el desglose del nmero de afectados en vctimas mortales, heridos e ilesos. Aunque las cifras relativas de la tabla se expresan en funcin del nmero de accidentes, para este caso habra tambin que referirlas al nmero de afectados por accidente. Se tiene as que los muertos por accidente en el periodo 1901-2000 representaban el 23,77% del promedio de personas involucradas en cada suceso; que los heridos eran el 15,74%; y que los ilesos suponan el 60,49%. Del mismo modo, se obtienen los siguientes datos para los periodos 2001-2002 y 2006-2007:PERIODO 1901-2000 2001-2002 2006-2007 MUERTOS 23,77% 3,89% 3,70% HERIDOS 15,74% 10,25% 25,93% ILESOS 60,49% 85,86% 70,37%

Porcentaje de vctimas mortales, heridos e ilesos por accidente en cada periodo, en funcin del nmero de personas involucradas en cada suceso (elaboracin propia).

En esta otra comparacin se observa una reduccin del porcentaje de vctimas mortales del total de afectados en cada accidente, al tiempo que se incrementa el de heridos y el de personas ilesas. Esto cabra imputarlo a la mejora de las medidas de atencin a las vctimas, tanto en lo que se refiere a las de atencin sanitaria, como a los protocolos de actuacin en caso de accidente (localizacin de los afectados, evacuacin, etc.). La falta en Espaa de una normativa estatal especfica en materia de proteccin frente al riesgo de aludes lleg a su fin en 1999 cuando, en sesin del 22 de junio, el Senado aprob una mocin por la que se instaba al Gobierno a elaborar un plan de prevencin de catstrofes producidas por aludes de nieve. Este plan deba incluir, entre sus apartados, la necesidad de establecer una legislacin referente a la edificacin y planificacin territorial en reas de montaa; el impulso desde las diferentes escalas de la Administracin Pblica de una documentacin cartogrfica sobre aludes; y la mejora de los mecanismos de prediccin y de los protocolos de actuacin ante este riesgo natural. Estas medidas inciden, como se puede comprobar, sobre los tres aspectos fundamentales del riesgo: la vulnerabilidad, la peligrosidad y la exposicin. La situacin actual en Espaa en relacin con la prediccin espacial se haya

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representada en la produccin cartogrfica y de otros tipos, de entre la que destacan los 14 mapas de la serie Mapa de Zones dAllaus (MZA), iniciada en 1997 y concluida en 2005, y que ha permitido inventariar todas las zonas del Pirineo cataln afectadas por el peligro de los aludes (ver figura 4). La informacin contenida en estos mapas se ha complementado con la creacin de la Base de Datos de Aludes de Catalua (BDA), que utiliza tcnicas de SIG, se actualiza permanentemente y es consultable online. Gracias a toda esta documentacin se hace posible la planificacin adecuada de los usos del suelo y la adopcin pertinente de medidas de prevencin y proteccin ante el fenmeno de los aludes de nieve. En relacin con la prediccin temporal, el Instituto Nacional de Meteorologa (INM), a travs de los Centros Meteorolgicos Territoriales (CMT) de Aragn, La Rioja y Navarra, elabora un boletn diario de prediccin para el Pirineo que, durante la campaa invernal, contiene informacin meteorolgica y nivolgica. Este boletn se une a otros como el publicado por el Servei Meteorolgic de Catalunya (SMC) y el Institut Cartogrfic de Catalunya sobre el riesgo de aludes en el Pirineo cataln. Todos estos boletines utilizan la escala europea unificada representada en la tabla 3. Cuando el ndice de peligro supera el nivel 4, se activa el Plan Nacional de Fenmenos Meteorolgicos Adversos y se difunde la informacin a los organismos pertinentes y a los medios de comunicacin.

ConclusionesEl aumento de la presin humana sobre los espacios de montaa ha trado consigo una mayor exposicin al peligro de las avalanchas. All donde el fenmeno recurrente es el de los aludes de nieve, se ha observado un incremento en el nmero de los accidentes, vinculado a la proliferacin de las edificaciones residenciales y al desarrollo de actividades relacionadas con el ocio y el turismo. Para enfrentarse a este problema se hace necesario, de un lado, profundizar en el conocimiento del fenmeno de los aludes de nieve: por qu se producen, en qu momento y en qu lugares. En otras palabras, se trata de averiguar bajo qu condiciones del medio se desencadenan los aludes y cules son los espacios susceptibles de ser afectados. Esto significa manejar las claves de la peligrosidad temporal y espacial del fenmeno. El conocimiento de estas claves permite disear estrategias de prevencin con las que enfrentarse al riesgo de su ocurrencia. De otro lado, y puesto que los aludes, como los dems fenmenos naturales, son recurrentes en un lugar determinado, es necesario establecer unas medidas de actuacin para los casos en los que se materialice la amenaza, es decir, cuando se desencadena el alud; as como unas medidas de proteccin ante el riesgo de su ocurrencia. En el primero de los casos las actuaciones incidirn sobre la exposicin; en el segundo, sobre la vulnerabilidad.

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A lo largo del presente trabajo he tratado de exponer todas estas claves, as como de repasar, al menos en sus principales aspectos, el estado actual del conocimiento sobre el fenmeno de los aludes de nieve y de la gestin del riesgo natural que constituye en nuestro pas.

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