Rulfo y Azuela

13
PEDRO PARAMO: sus contenidos y formas en relación con la novela hispanoamericana en general y con la mejicana en particular. En el presente estudio se parte de dos hi- pótesis de trabajo. La primera es la idea de que la calidad artistica de Pedro Páramo y la acogi- da que ha tenido de parte de los lectores y de la critica se debe, en parte, a que es una sintesis artistica de los temas que más han preocupado a los escritores hispanoamericanos, del tema a- moroso y del acierto con que Rulfo ha combi- nado en una compleja unidad formal las distin- tas técnicas narrativas de la novela actual. La segunda hipótesis es afirmación de que estilisti- camente Pedro Páramo tiene su antecedente in- mediato en la narrativa mejicana en Los de aba- jo, de Mariano Azuela. En los medios en que se estudia la novela hispanoamericana, el solo nombre de Pedro Pá- ramo ha pasado a ser una especie de santo y seña de los iniciados en la gustación del género novelesco. Y en los CÍrculos intelectuales en donde el tema de la novela se torna polémico después de la mención de varios títulos, los par- tidarios de la novela comprometida no vacilan en afirmar que Pedro Páramo perdurará, aun después de que se hayan olvidado Gen años de soledad y otras obras nacidas bajo el signo de lo real maravilloso. Pero estos juicios no aparecen apoyados en la observación objetiva; son juicios fundamentados en el gusto personal y, a veces, en ideas más o menos influidas por determinado credo político. Es difícil vaticinar desde ahora cuál de las obras que recientemente se han a- bierto paso en la narrativa continental perdu- rará hasta después de pasada la moda o lo que algunos han llamado, con no muy buena inten- ción, "el boom" publicitario de la novela hispa- noamericana. 1 Dr. Jézer González Para el análisis general de la obra se sigue el método estructural tal como lo expone Wolfgang Kayser en su Interpretación y análisis de la obra literaria. Para el análisis de los aspec- tos que interesa comparar se sigue el método estttisttco, también ocasionalmente se echa ma- no del método histórico para situar a Pedro Pá- ramo dentro de la narrativa en lengua española; y finalmente se aplica el método comparativo fundamentado por los ya mencionados, con el propósito de comprobar las tesis que sirven de punto de partida. Por las razones apuntadas, el presente es- tudio de Pedro Páramo deja de lado ese tipo de preocupación y se ocupa de enfocar concreta- mente los contenidos que sitúan esta obra den- tro del marco de las tendencias temáticas uni- versales y de aquellos elementos que la ubican dentro de la tradición de la novela hispanoame- ricana. Se intenta, pues, un análisis que muestre todos aquellos elementos estructurales que uni- dos artísticamente en la unidad total de la nove- la logran los valores que la constituyen en una obra maestra del género. En primer lugar, es necesario señalar que lo que puede llamarse el milagro estético de Pe- dro Páramo está fundamentado en la magistral intuición de un mundo poético que es síntesis de temas eternos de la literatura universal y al- gunos particulares de las literaturas hispánicas, expresados a través de técnicas recogidas unas de la novela actual, creados por él otras, pero sometidas todas, por su capacidad creadora, a 21

description

g

Transcript of Rulfo y Azuela

  • PEDRO PARAMO:sus contenidos y formas en relacincon la novela hispanoamericana en generaly con la mejicana en particular.

    En el presente estudio se parte de dos hi-ptesis de trabajo. La primera es la idea de quela calidad artistica de Pedro Pramo y la acogi-da que ha tenido de parte de los lectores y de lacritica se debe, en parte, a que es una sintesisartistica de los temas que ms han preocupadoa los escritores hispanoamericanos, del tema a-moroso y del acierto con que Rulfo ha combi-nado en una compleja unidad formal las distin-tas tcnicas narrativas de la novela actual. Lasegunda hiptesis es afirmacin de que estilisti-camente Pedro Pramo tiene su antecedente in-mediato en la narrativa mejicana en Los de aba-jo, de Mariano Azuela.

    En los medios en que se estudia la novelahispanoamericana, el solo nombre de Pedro P-ramo ha pasado a ser una especie de santo ysea de los iniciados en la gustacin del gneronovelesco. Y en los Crculos intelectuales endonde el tema de la novela se torna polmicodespus de la mencin de varios ttulos, los par-tidarios de la novela comprometida no vacilanen afirmar que Pedro Pramo perdurar, aundespus de que se hayan olvidado Gen aos desoledad y otras obras nacidas bajo el signo de loreal maravilloso. Pero estos juicios no aparecenapoyados en la observacin objetiva; son juiciosfundamentados en el gusto personal y, a veces,en ideas ms o menos influidas por determinadocredo poltico. Es difcil vaticinar desde ahoracul de las obras que recientemente se han a-bierto paso en la narrativa continental perdu-rar hasta despus de pasada la moda o lo quealgunos han llamado, con no muy buena inten-cin, "el boom" publicitario de la novela hispa-noamericana. 1

    Dr. Jzer Gonzlez

    Para el anlisis general de la obra se sigueel mtodo estructural tal como lo exponeWolfgang Kayser en su Interpretacin y anlisisde la obra literaria. Para el anlisis de los aspec-tos que interesa comparar se sigue el mtodoestttisttco, tambin ocasionalmente se echa ma-no del mtodo histrico para situar a Pedro P-ramo dentro de la narrativa en lengua espaola;y finalmente se aplica el mtodo comparativofundamentado por los ya mencionados, con elpropsito de comprobar las tesis que sirven depunto de partida.

    Por las razones apuntadas, el presente es-tudio de Pedro Pramo deja de lado ese tipo depreocupacin y se ocupa de enfocar concreta-mente los contenidos que sitan esta obra den-tro del marco de las tendencias temticas uni-versales y de aquellos elementos que la ubicandentro de la tradicin de la novela hispanoame-ricana. Se intenta, pues, un anlisis que muestretodos aquellos elementos estructurales que uni-dos artsticamente en la unidad total de la nove-la logran los valores que la constituyen en unaobra maestra del gnero.

    En primer lugar, es necesario sealar quelo que puede llamarse el milagro esttico de Pe-dro Pramo est fundamentado en la magistralintuicin de un mundo potico que es sntesisde temas eternos de la literatura universal y al-gunos particulares de las literaturas hispnicas,expresados a travs de tcnicas recogidas unasde la novela actual, creados por l otras, perosometidas todas, por su capacidad creadora, a

    21

  • ( -

    las necesidades estticas particulares de la obraque se propuso crear.

    Pedro Pramo como seor feudal. Quizla primera impresin que deja la obra, la que seimpone en una primera lectura, es la de PedroPramo como obra de denuncia de un sistemacuasi feudal en pleno siglo XX, de novela deprotesta contra el seor de horca y cuchillo,contra el caciquismo social y poltico que se haenseoreado de Hispanoamrica desde su descu-brimiento y conqusta,. Desde este punto de vis-ta, Pedro Pramo es la novela de la pervivenciadel encomendero, cuya leyes su capricho, suvoluntad, su real gana y cuya ambicin fue, enun principio, el oro.despus la encomienda, yfmalmente el poder poltico. Todos estos rasgosmateriales y espirituales se dan en la figura dePedro Pramo. El es el gran terrateniente:

    -Mire usted -me dice el arriero,detenindose-: Ve aquella loma que pa-rece vejiga de puerco? Pues detrasito deella est la Media Luna. Ahora volti paraall. Ve la ceja de aquel cerro? Vala. yahora volti para este otro rumbo. Ve laotra ceja que casi no se ve de lo lejos queest? Bueno, es laMedia Luna de punta acabo. Como quien dice, toda la tierra quese puede abarcar con la mirada. Yes de ltodo ese terrenal. El caso es que nuestrasmadres nos malparieron en un petate aun-que ramos hijos de Pedro Pramo. 2

    El sentido de las ltimas lneas del textotranscrito hace patente otro rasgo del alma delencomendero: su desprecio de la persona comofin en s misma y su uso como medio para ellogro de otros fmes. Para Pedro Pramo todapersona es un medio: las mujeres de Comala sonel medio con que intenta satisfacer su deseo deSusana San Juan; Fulgor Sedano es tambin unmedio para petpetrar el crimen y el despojo delos pequeos propietarios de Comala; tambinemplea como medio a Dolores Preciado; su ma-trimonio con ella es un medio de comenzar adeshacerse de las deudas de su familia. Y encuanto al dolor de las dems gentes, sobre todode sus vctimas, ni siquiera lo toma en cuenta:no existe para l:

    -Ser lo que usted diga, don Pedro;pero esa mujer que vino ayer a llorar a-qui, alegando que el hijo de usted le ha-bia matado a su marido, estaba de a tirodesconsolada. Yo s medir el desconsuelo,don Pedro. Y esa Mujer lo cargaba porkilos. Le ofreci cincuenta hectlitros demaiz para que se olvidara del asunto; pero

    22

    no los quiso. Entonces le prometi que co-rregiriamos el dao de algn modo. No seconform.

    - De quin se trataba?-Es gente que no conozco.-No tienes pues por qu apurarte,

    Fulgor. Esa gente no existe. 3

    El tercer rasgo caracterstico de este tipohumano es el desconocimiento de la ley; es elmenosprecio-de todo orden que se oponga a suvoluntad. En Pedro Pramo este rasgo es uno delos aspectos .obresallentes de su personalidad:

    -La semana venidera irs con el AI-drete. Y le dices que recorra el lienzo. Hainvadido tierras de la Media Luna.

    -El hizo bien sus mediciones. A mime consta.

    -Pues di/e que se equivoc. Que es-tuvo mal calculado. Derrumba los lienzossi es preciso.

    - Y las leyes?- Cules leyes, Fulgor? La ley de

    ahora en adelante la vamos a hacer noso-tros. Tienes trabajando en la Media Lunaa algn atravesado?

    -S(, hay uno que otro.Pues mndalos en comisin con el

    Aldrete. Le levantas un acta acusndolode "usufruto" o de lo que a ti se te ocu-"a. Y recurdale que Lucas Pramo yamuri. Que conmigo hay que hacer nue-vos tratos. 4

    Otro aspecto importante para juzgar suimpacto en la crtica, es el hecho de que nadieignora que en la poca en que se sita la accinde la novela: fmes del XIX y principios del XX,la ficcin o el mito, si se quiere, coincidan ple-namente con la realidad agraria y econmica delMxico de la Revolucin. Las haciendas de me-nos de cien mil manzanas eran entonces simplesranchos. Los verdaderos hacendados debanposeer ms de cien mil manzanas. De modo quela figura de Pedro Pramo est slidamente en-raizada tanto en el mito como en la realidadsocial de todo un contienente y, adems, en latradicin literaria y en la realidad social hispni-cas; porque Pedro Pramo es tambin la pervi-vencia del comendador de Fuenteovejuna y delencomendero combatido por Fray Bartolomde las Casas. Pedro Pramo es entonces la mos-tracin de la continuidad en pleno siglo XX deformas de relacin humana repudiadas, perosiempre vigorosas y actuantes en el mbito his-panoamericano. De aqu que el lector y el crti-co sientan en Pedro Pramo la presencia y la

  • cercana de algo as como un arquetipo de sucultura, de una figura repudiada pero siemprecercana, casi familiar.

    No obstante lo apuntado hasta aqu, si lafigura de Pedro Pramo no sobrepasara el portedel encomendero, su figura no pasara ms allde las tantas que pueblan la novela hispanoame-ricana. Pero es precisamente en este punto endonde Rulfo pone algo original: este gran seortiene su taln de Aquiles. Su punto dbil es suamor por Susana San Juan, un amor alimentadodesde su niez y que con el tiempo se ha trans-formado en una obsesin por el objeto amado:

    Esper treinta-aos a que regresaras,Susana. Esper a tenerlo todo. No sola-mente algo, sino todo lo que se pudieraconseguir de modo que no nos quedaraningn deseo, slo el tuyo, el deseo de ti.Cuntas veces invit a tu padre a queviniera a vivir aqu nuevamente, dicindo-le que yo lo necesitaba? Lo hice hastacon engaos. 5

    Este aspecto constituye un segundo estra-to en los contenidos de la obra. Es el tema amo-roso en su variante de amor imposible, pero nose trata el tema tradicional de un amor imposi-ble de tipo romntico, por distinta posicin e-conmica, distinto rango social, o por diferen-cias de credo poltico 0- situacin econmica,sino por un factor mucho ms convincentetrgico: el disturbio mental de Susana San Juany su trauma fundamental: la violacin por supadre, Bartolom San Juan. Este estrato erticoentronca a Pedro Pramo con la literatura uni-versal y con una experiencia humana perenne, yla entronca no slo con la novela sino tambincon el drama y con la lrica, desplazndola deeste modo de lo que podra ser un simple testi-monio o pura denuncia social a un plano verda-deramente potico.

    Pedro Pramo y la justicia potica, diepoetische Gerechtigkeit, que los hermanosGrimm sealaron en los cuentos de hadas co-mo Blancanieves y la Cencenta.f El medio deque se vale Rulfo para imponer la justicia poti-ca en el mundo de Pedro Pramo, quien ha he-cho todo, lo lcito y lo ilcito, por el amor deSusana, se encuentra en la situacin del enamo-rado a quien 1:1 amada no slo no ama, sino queni siquiera lo reconoce. Pedro nunca pudo pene-trar en el mundo traumatizado de Susana SanJuan:

    El crea conocerla. Y aun cuandono hubiera sido as, Acaso no era sufi-

    ciente saber que era la criatura ms queri-da por l sobre la tierra? Y que adems, yesto era lo ms importante, le servira pa-ra irse de la vida alumbrndose con aque-lla imagen que borraria todos los demsrecuerdos.

    Pero cul era el mundo de SusanaSan Juan: Esa fue una de las cosas quePedro Pramo nunca lleg a saber. 7

    Pramo hizo todo por el amor de Susana: rob,asesin, atropell la dignidad y el derecho de lasdems personas; pudo poseer en cuerpo y almaa todas las mujeres de Comala, pero nunca tuvoacceso al mundo de Susana San Juan ni a sucorazn, lo nico que haba deseado toda suvida. Por eso, al morir, Pramo sugiere que suvida toda ha sido una larga noche:

    "Esta es mi muerte," dijo.

    "Con tal de que no sea una nueva noche";pensaba l.8

    Este estrato amoroso, que se presta parala realizacin de la justicia potica en la obra,toma dolorosa y simptica, casi trgica la figurade Pedro Pramo; sobre todo porque Rulfo or-dena su relato de modo que la ltima impresinque el lector tiene de Pedro Pramo sea la de unPedro Pramo solo. doloroso y castigado, abraza-do a su ms profundo deseo: el amor innaccesi-ble de Susana San Juan.

    Pedro Pramo y la crtica contra la iglesia.Otro estrato de los contenidos de Pedro

    Pramo lo constituye la crtica de la actitud dela iglesia ante los poderosos. Y puede afirmarseque es uno de los rasgos recurrentes en la mayo-ra de las novelas hispanoamericanas de denun-cia social. Es la crtica a una iglesia que se man-tiene neutral en la lucha entre los econmica-mente fuerte y los desposedos, neutralidad quelos novelistas hispanoamericanos han visto siem-pre como parcialidad a favor de los ms fuerteseconmicamente, y parcial contra los dbiles; esuna actitud opuesta a la de don Quijote. Laiglesia puede defenderse argumentando que sumisin no es la de impartir justicia social, sinola de preparar para la vida eterna, pero este ar-gumento no parece haber convencido ni aun alos mismos sacerdotes: es el constante cisma en-tre parte del bajo y el alto clero, entre CamiloTorres y los arzobispos de las grandes dicesisde Hispanoamefica. En Pedro Pramo este temaest elaborado en toda su compleja profundidaden la figura del padre Rentera y en sus relacio-nes con el padre de'Contla.quen no le da la abso-lucin a Rentera. Rentera ha sido cmplice,por cobarda e inters, de los atropellos de Pe-dro Pramo, y cuando busca el perdn a esa

    23

  • cobarda no es absuelto por el padre de Contla,finalmente para redimirse como persona se en-rola en la Revolucin. En este aspecto PedroPramo se sita ntegramente en la tradicincrtica general de la novela hispanoamericana yen la particular de la novela mejicana, en la cualpuede estudiarse un antecedente del padre Ren-tera en el padre Reyes de Al filo del agua deAgustn Yez, quien pertenece tambin al mis-mo grupo de Jalisco en que el Rulfo hizo susprimeras armas literarias.

    En Pedro Pramo se sintetiza tambin lahistoria de un pueblo y el drama ntimo de unhombre: es, a la vez, Ola-historia de Comala y lade Pedro Pramo. En cuanto que es la historiade un pueblo, puede verse en ella la influenciade Faulkner; y tambin se puede relacionar conAl filo del agua. Esta cercana temtica con Alfilo del agua puede afirmarse sin temor a error,pues la formacin literaria de Rulfo y la de A-gustn Ynez es muy semejante: ambos forma-ron parte del llamado grupo de Guadalajara, j-venes que se dedicaron concienzudamente al es-tudio de la narrativa norteamerica -en especialde Faulkner-, de la novela de la Generacin delNoventa y Ocho, de Proust y de Joyce. As eltema del sacerdote que ya no puede responder alos problemas de sus ftligreses; porque tales pro-blemas ya no son solamente espirituales, sinotambin sociales y polticos y requieren res-puesta en el reino de este mundo y no en elotro, es de mucha importancia en Al filo delagua, y ya se seal que Rulfo lo sintetiza ma-gistralmente en la figura del padre Rentera. O-tro rasgo estilstico que hace posible esa sntesis,tambin haba sido creado por otro narradormejicano: por Mariano Azuela en su novela Losde abajo. Rulfo reelabora y perfecciona el dilo-go de Azuela, pero sus elementos esenciales es-tn ya en Los de abajo.

    Cabra preguntar ahora Bueno, y cmologra Rulfo esa apretada sntesis temtica?Qu recursos artsticos emplea? De dnde ode quin los toma? Cules crea l mismo?Cmo resuelve el problema del narrador?Cmo es el mundo narrado? Cul es la apela-cin al lector? Y otras ms.

    El narrador y los narradores. En primerlugar,es necesario sealar que la obra est narra-da desde la perspectiva de la muerte. En unprincipio el punto de vista desde el cual se con-templa el mundo narrado es el de Juan Precia-do, un hijo de Pedro Pramo, quien muri pocodespus de llegar a Comala en busca de su pa-dre. Pero a esta lnea narrativa se une otra, la deun narrador omnisciente que tambin se sitaen Comala. Es un narrador totalmente anni-mo. Lo nico que este narrador no conoce es elregreso de Juan Preciado a Comala. Pero se hace

    24

    necesario observar que esta alternancia de dosnarradores no perjudica a la unidad temtica nia la unidad formal de la obra, porque ambas sefunden en el estilo y en la unidad del objetoque contemplan: la vida en Comala y la situa-cin de Pedro Pramo. Lo narrado por JuanPreciado y lo que el lector oye a travs de losdilogos de Preciado y otros personajes, quemomentneamente se convierten en narradores,es solamente una tercera parte de la obra; encarnbio,el narrador omnisciente narra unas dosterceras partes y es el que conduce el hilo de lacomposicin del relato. Se diferencia de Pre-ciado slo en un aspecto: en que narra prefe-rente desde la perspectiva de la vida. Su relatotermina en el momento en que muere PedroPramo.

    Lo real maravilloso en Pedro Pramo. Laaceptacin de lo real maravilloso y su empleocomo tecnca narrativa es uno de los elementosde la narrativa actual que pasan a la elaboracinde Pedro Pramo. Rulfo lo califica de "realismomgico", entendiendo por talla natural y diariaaceptacin de lo sobrenatural como elementoconstitutivo de la vida cotidiana. El principalartificio de este tipo empleado por Rulfo es lacreencia, general en Hispanoamrica, en las al-mas en pena, y la aceptacin de la creencia deque stas viven recordando su vida. Como seobserva, Rulfo no cae en la imitacin de Astu-rias, quien ya haba escrito relatos desde la pers-pectiva mgica de la cosmovisin de los indiosmayas; ni tampoco sigue a Alejo Carpentier,quien tambin ya haba llevado a la novela laperspectiva de lo real maravilloso, y en las cua-les el mundo narrado se contempla desde laperspectiva mgica del vod de los negros anti-llados. En Pedro Pramo, el primer narradorque aparece, Preciado, se mueve totalmente enla perspectiva de lo real maravilloso ya seala-do.

    La tcnica de la corriente de la concienciaen Pedro Pramo.

    A lo real maravilloso suma Rulfo otro re-curso tcnico de la narrativa actual, el de lacorriente de la conciencia, y lo une de tal modoque resulta difcil separarlos para el anlisis. Latcnica de la corriente de la conciencia es lapreferida por el narrador omnisciente; mientrasJuan Preciado, como narrador, se mueve pre-ferentemente en la perspectiva de lo real mara-villoso. En ambos casos el contenido de las con-ciencias cuyo fluir se observa es la vida vivida enComala. De aqu que Pedro Pramo tenga laforma de una evocacin.

    Lo potico en Pedro Pramo. El seala-miento anterior conduce directamente al trata-miento de lo potico en Pedro Pramo. Encuanto esta obra es la evocacin de un pasado

  • unpregnado del sentimiento amoroso, y encuanto es el principal elemento interno en launidad del relato, Pedro Pramo es un novelapotica. El recuerdo emotivo aparece como di-mensin interna de todos los personajes impor-tantes de la obra. Y el motivo ms intenso es elrecuerdo obstinado de Susana San Juan en lamente de Pedro Pramo y la actitud de steante la evocacin. Incluso esto es lo primeroque el lector conoce de Pedro Pramo, y su"dolorido sentir" ante la imagen lejana, inacce-sible de Susana San Juan:

    Pensaba en ti, Susana. En las lomasverdes. Cuandovolbamos papalates en lapoca del aire ... El aire nos hada rer;juntaba la mirada de nuestros ojos mien-tras el hilo corra entre los dedos detrsdel viento ... Tus labios estaban mojadoscomo si los hubiera besado el roda ...De ti me acordaba. Cuando t estabas allmirndome con tus ojos de agua marina. 9

    Esta dimensin del alma de Pedro Pramolo redime ante la mirada del lector. Ese amor lopurga de todas sus fechoras de gran seor yrajadiablos, sobre todo por el dolor que esafrustracin le causa. A lo largo de toda obraPramo ir evocando con dolor ese fracaso. Noes necesario sealar el aspecto esencial, entraa-ble que tiene para Pedro .Pramo el reuerdo decada momento vivido al lado de Susana SanJuan. Aqu es el recuerdo infantil de los juegoscompartidos ingenuamente en la edad de la ino-cencia, pero que se constituyen en fundamentodel amor de la adolescencia y, ms tarde, de lamadurez y, ya al final de la vida, en la obsesinamorosa de Pedro pramo. Sin embargo debenotarse que la expresin de este amor se elaborapor medio de elementos sensuales delicados, demuy buen gusto e intensos, como el sealamien-to de los labios mojados por el roco y los ojosde agua marina de Susana San Juan. Son ele-mentos puramente sensuales, estticos en el sen-tido etimolgico del trmino, que van colabo-rando poco a poco a crear la representacin ar-tstica de una gran pasin amorosa.

    El prximo encuentro del lector con Su-sana San Juan se sita en-tina poca distante dela anterior. Pedro Pramo, ya viejo, sentado ensu equipal, piensa:

    A centenares de metros, encima de todaslas nubes, mucho ms all de todo, estsescondida t. Susana. Escondida en la in-mensidad de Dios, detrs de su divina Pro-videncia, donde yo no puedo alcanzarteni verte y adonde no llegan mis palabras! 0.

    Este sentimiento de Pedro Pramo haciaSusana San Juan tambin se ve desde fuera de laconciencia del personaje. Se trata de un artificiode Rulfo para lograr una mayor objetividad enla representacin de esos sentimientos. Es doro-tea, la Cuarraca, quien proporciona ese puntode vista externo al personaje. Dorotea le explicaa Juan Preciado quin es Susana San Juan ycmo la quiso Pedro Pramo:

    -Se queja y nada ms. Tal vez Pe-dro Pramo la hizo sufrir.

    -No creas. Ella quera. Estoy pordecir que nunca quiso a ninguna mujercomo a esa. Ya se la entregaron sufrida yquiz loca. Tan la quiso, que se pas elresto de sus aos aplastado en su equipa!.Mirando el camino por donde se la habianllevado al camposanto. Le perdi inters atodo. Desaloj sus tierras y mando que-mar los enseres. Unos dicen que porqueya estaba cansado, otros que porque leagarr la desilusin. .. Y todo por las i-deas de don Pedro, por sus pleitos de al-ma. Nada ms porque se le muri su muje-r, la tal Susanita. Ya te has de imaginar sila queria. 1 1

    E inmediatamente se oye la voz de PedroPramo para apoyar lo expresado por Dorotea:

    Senti que se abria el cielo. Tuve -nimos de correr hacia ti. De rodearte dealegra. De llorar. Y llor, Susana, cuandosupe que al fin regresarias. 1 2

    El tema de Susana San Juan desaparecepor largo trecho de la novela para reaparecer yacomo motivo final y culminante de la misma,en donde Pedro es solamente el recuerdo, laevocacin de Susana San Juan. Pero aqu el te-ma amoroso se une de manera estrecha al de lajusticia potica. En la muerte de Susana SanJuan, el pueblo de Comala no se identifica conel dolor de Pedro Pramo, sino que sigue cele-brando su fiesta del 8 de diciembre, da de laInmaculada. Pedro Pramo sufre esa afrenta pe-ro promete vengarse, y se venga:

    Enterraron a Susana San Juan y po-cos en Comala, se enteraron. All habaferia. Se jugaba a los gallos, se oa msica;los gritos de los borrachos y de las lote-ras. Hasta ac llegaba la luz del pueblo,que parecia una aureola sobre el cielogris. Porque fueron das grises, tristes paralaMedia Luna. Don Pedro no hablaba. Nosala de su cuarto. Jur vengarse de Co-mala:

    25

  • -Me cruzar de brazos y Comala semorir de hambre.

    y as lo hizo. 13

    Establecida la relacin del amor de PedroPramo con la actitud del pueblo de Comalaante la muerte de Susana San Juan, como ele-mento que refuerza la realizacin de la justiciapotica, debe sealarse ahora el modo cmomaneja Rulfo la composicin de la novela paradar, al final, una imagen clara, transparente yhasta extraable de Pedro Pramo. El recursoconsiste en dejar como clmax la imagen y elrecuerdo de Susana San Juan como nico con-tenido de la conciencia de Pedro Praino. Laltima imagen que Rulfo le propone al lector esun Pedro Pramo viejo y vencido pero siempreenamorado, del que bien podra decirse, comoescribi Quevedo de s mismo, es derrota, y pu-ro recuerdo, pero recuerdo enamorado. Lo quePedro Pramo anhela ahora es el regreso de Su-sana San Juan, pero sta ya no podr regresar,porque no ha partido hacia la Andrmeda comoantes, sino hacia la muerte:

    y sigui: "Hace mucho que te fuis-te, Susana. La luz era igual entonces queahora. No tan bermeja; pero la misma po-bre luz sin lumbre, envuelta en el paoblanco de la neblina que hay ahora. Era elmismo momento. Yo aqu, junto a lapuerta mirando el amanecer y mirandocuando te ibas, siguiendo el camino delcielo; por donde el cielo comenzaba a a-brirse en luces, alejndose, cada vez msdesteida entre las sombras de la tierra.Fue la ltima vez que te vi. Pasaste rozan-do con tu cuerpo las ramas del parasoque est en la vereda y te llevaste con tuaire sus ltimas hojas. Luego desaparecis-te. Te dije: Regresa, Susana! 14

    Esta dimensin lrica de la novela culminay se sintetiza con el tema de la justicia potica,cuando Pedro Pramo declara su temor de quela muerte sea una nueva noche, sugiriendo queeso ha sido la vida sin el amor de Susana SanJuan:

    Vio cmo se sacuda el paraso de-jando caer sus hojas: 'Todos escogen elmismo camino. Todos se van'. Despusvolvi al lugar donde haba dejado suspensamientos.

    , ... Haba una luna grande en me-dio del mundo. Se me perdan los ojosmirndote. Los rayos de la luna filtrndo-se sobre tu cara. No me cansaba de ver esaaparicin que eras t. Suave, restregada

    26

    de luna; tu boca abullonada, humedecida,irisada de estrellas; tu cuerpo transparen-tndose en el agua de la noche, Susana,Susana San Juan.

    Quiso levantar su mano para aclararla imagen; pero sus piernas la retuvieroncomo si fuera de piedra ...

    "Esta es mi muerte", dijo.El sol se fue volteando sobre las co-

    sas y les deJlolvi su forma. La tierra esta-ba en minas frente a l, vaca. El calorcaldeaba su cuerpo. Sus ojos apenas semovan; saltaban de un recuerdos a otrodesdibujando el presente. De pronto sucorazn se detena y pareca como si tam-bin se detuviera el tiempo y el aire de lavida.

    "Con tal de que no sea una nuevanoche", pensaba l. 1 s

    As concluye la obra con la unin y snte-sis de tres grandes motivos de la literatura uni-versal: el del gran seor de horca y cuchillo, elde un amor imposible, el de la crtica de laiglesia. Retricamente la composicin ha sidocuidada de modo que la ltima vibracin quedeja su lectura es la producida por la imagensublimada de un Pedro Pramo vencido por supropio amor: haba vivido y actuado por Susa-na San Juan y por ella se deja asesinar sin opo-ner la menor resistencia. Esa es la imagen quequeda despus de la lectura dePedro Pramo, lacual produce una emocin externa de intensacompasin hacia la figura del cacique vencido.La-conquista de esa sntesis artstica es el granvalor, la conquista defmitiva de una obra maes-tra, de un novela perfectamente acabada que seconstituye en un hito ms en la vanguardia de lanovelstica hispanoamericana.

    Lo narrado y la composicin de Pedro P-ramo.

    Ya se dijo en un principio que Pedro Pra-.mo es a la'vez la.biografa de un pueblo y la deun hombre: d Comala y de Pedro Pramo. Elrelato comprende los distintos aspectos de lavida en Comala a travs de un lapso igual al deuna vida humana y la biografa espiritual dePedro Pramo. La tcnica de composicin, quees uno de los aspectos que ms polmicas hansuscitado alrededor de la obra, es quiz la msatrevida que se ha experimentado en la narrati-va hispanoamericana. A travs del relato dividi-do en unas sesenta y cuatro partes ordenadascuidadosamente para lograr el efecto total de laobra, se perciben no obstante los dos narradoresya sealados: El orden cronolgico est total-

  • mente destrudo. Lo que ha hecho creer a algu-nos que se trata de un desorden narrativo; cuan-do 10 que en verdad ocurre es que Rulfo haordenado los acontecimientos no ajustndose aun transcurso lineal del tiempo objetivo, sinoms bien de acuerdo con el zigzageante tiemposubjetivo de la conciencia, basndose en la si-multaneidad y la reversin temporal. As la vi-da de Pedro Pramo se narra como una unidaden todos los elementos significativos de impor-tancia para la obra.

    El lector se percata casi simultneamentede dos instantes extremos en la vida de PedroPramo. El elemento que da la clave temporalpara interpretarlo as son las alusiones a SusanaSan Juan: una a los tiempos de su niez y otraposterior a su muerte. El Pedro Pramo nioevocasus juegos con Susana:

    Pensaba en ti, Susana. En las lomasverdes. Cuando volbamos papalotes en lapoca del aire. 1 6

    La siguiente evocacin de Pedro Pramoviene inmediatamente despus en el texto, perose refiere a la poca en que concluye el relato:

    A centenares de metros, encima detodas las nubes, ms, mucho ms all detodo, ests escondida t, Susana. Escondi-da en la inmensidad de Dios, detrs de sudivina Providencia, donde yo no puedoalcanzarte ni verte y adonde no llegan mispalabras -l 7

    El resto de la vida de Pedro Pramo quedacomprendido entre estos dos momentos. O seaque estas dos alusiones al comienzo de la obra,enmarcan temporalmente la vida del protagonis-ta. Esta forma de composicin es uno de loselementos que colaboran a la complejidad de lanovela. No es nueva en la literatura hispnica.Dado la emple en el 'Coloquio de los Centau-ros'; Carpentier en el "Viaje a la semilla", en"Semejante a la noche"; y Valle-Incln en T-irano Banderas. Los aspectos biogrficos de Pe-dro Pramo enmarcados en esos dos momentosson estos: la muerte de su padre, don LucasPramo; la situacin econmica de los Pramopor esapoca, cuando la familia deba compraral crdito, comprometer las cosechas y pagar losdiezmos a la iglesia; la actitud de Pedro comoaprendiz de telegrafsta durante su pubertad einicios de .su adolescencia; la muerte de la ma-dre de Pedro Pramo. De este punto en adelanteno se narra nada de su vida hasta que reapareceen Comala con el propsito de reunir las anti-guas propiedades de los Pramo enLa Media Lu-

    na.No se sabe endnde estuvo niqu hizoPedroPramo en ese lapso. Ahora llega a la MediaLuna y Fulgor Sedano al vedo, recuerda cundonaci y cmo era de nio. Y seala el cambiode carcter, aspecto que queda sin explicacin:es uno de los cabos sueltos que Rulfo no anuday que estticamente parece innecesario anudar.

    Ya se iba cuando apareci la figurade Pedro Pramo.

    -Pasa, Fulgor.Era la segunda vez que se vean. La

    primera nada ms l lo vio, porque el Pe-drito estaba recin nacido. Yesta. Casi sepodra decir que era la primera' vez. Y leresulto que le hablaba como a un igual.[Vaya! ..

    =Sintate, Fulgor. Aqu hablare-mos con ms calma.

    Estaban en el corral. Pedro Pramose arrellan en un pesebre y esper:

    - Por qu no te sientas?-Prefiero estar de pie, Pedro.-Como t quieras. Pero no se te

    olvide el "don". Quin era aquel mucha-cho para hablarle as? Ni su padre donLucas Pramo se habia atrevido a hacerlo.y de pronto ste, que jams se haba pa-rado en la Media Luna, ni conoca de 0-idas el trabajo, le hablaba como a un ga- _n. [Vaya, pues! 18,

    Luego, con la ayuda de Fulgor Sedano. lavida de Pedro pramo se limita a aumentar susriquezas por cualquier medio y a buscar a Susa-na San Juan. Los acontecimientos relevantes desu vida pueden reducirse a tres: el regreso deSusana San Juan viuda, loca y en unin inces-tuosa con su padre; la. llegada de los revolucio-narios a la Media Luna. Y el relato de su muer-te, varios captulos despus de la aparicin delos revolucionarios. El Pedro Pramo de la horade la muerte, es la encarnacin de una gran de-rrota y de una soledad esencial:

    Pedro Pramo estaba sentado en unviejo equipal, junto a la puerta grande dela Media Luna, poco antes de que se fuerala ltima sombra de la noche. Estaba solo,quiz desde haca tres horas. No dormla:Se habia olvidado del sueo y del tiempo. 1 9

    Este Pedro Pramo esttico, fuera del sue-o y del tiempo, en un puro vivir el recuerdo deSusana San Juan, es asesinado por su propiasangre, por ABundio Martnez, su hijo natural:

    La cara de Pedro Pramo se escon-di debajo de las cobijas como si se escon-

    27

  • mente destrudo. Lo que ha hecho creer a algu-nos que se trata de un desorden narrativo; cuan-do 10 que en verdad ocurre es que Rulfo haordenado los acontecimientos no ajustndose aun transcurso lineal del tiempo objetivo, sinoms bien de acuerdo con el zigzageante tiemposubjetivo de la conciencia, basndose en la si-multaneidad y la reversin temporal. As la vi-da de Pedro Pramo se narra como una unidaden todos los elementos significativos de impor-tancia para la obra.

    El lector se percata casi simultneamentede dos instantes extremos en la vida de PedroPramo. El elemento que da la clave temporalpara interpretarlo as son las alusiones a SusanaSan Juan: una a los tiempos de su nez y otraposterior a su muerte. El Pedro Pramo nioevocasus juegos con Susana:

    Pensaba en ti, Susana. En las lomasverdes. Cuando volbamos papalotes en lapoca del aire. 16

    La siguiente evocacin de Pedro Pramoviene inmediatamente despus en el texto, perose refiere a la poca en que concluye el relato:

    A centenares de metros, encima detodas las nubes, ms, mucho ms all detodo, ests escondida t, Susana. Escondi-da en la inmensidad de Dios, detrs de sudivina Providencia, donde yo no puedoalcanzarte ni verte y adonde no llegan mispalabras -i 7

    El resto de la vida de Pedro Pramo quedacomprendido entre estos dos momentos. O seaque estas dos alusiones al comienzo de la obra,enmarcan temporalmente la vida del protagonis-ta. Esta forma de composicin es uno de loselementos que colaboran a la complejidad de lanovela. No es nueva en la literatura hispnica.Daro la emple en el 'Coloquio de los Centau-ros'; Carpentier en el "Viaje a la semilla", en"Semejante a la noche"; y Valle-Incln en T-irano Banderas. Los aspectos biogrficos de Pe-dro Pramo enmarcados en esos dos momentosson estos: la muerte de su padre, don LucasPramo; la situacin econmica de los Pramopor esapoca, cuando la familia deba compraral crdito, comprometer las cosechas y pagar losdiezmos a la iglesia; la actitud de Pedro comoaprendiz de telegrafista durante su pubertad einicios de .su adolescencia; la muerte de la ma-dre de Pedro Pramo. De este punto en adelanteno se narra nada de su vida hasta que reapareceen Comala con el propsito de reunir las anti-guas propiedades de los Pramo enLa Media Lu-

    na.No se sabe endnde estuvo niqu hizoPedroPramo en ese lapso. Ahora llega a la MediaLuna y Fulgor Sedano al verlo, recuerda cundonaci y cmo era de nio. Y seala el cambiode carcter, aspecto que queda sin explicacin:es uno de los cabos sueltos que Rulfo no anuday que estticamente parece innecesario anudar.

    Ya se iba cuando apareci la figurade Pedro Pramo.

    -Pasa, Fulgor.Era la segunda vez que se vean. La

    primera nada ms l lo vio, porque el Pe-drito estaba recin nacido. Yesta. Casi sepodra decir que era la primera/vez. Y leresulto que le hablaba como a un igual.Vaya! ..

    -Sintate, Fulgor. Aqu hablare-mos con ms calma.

    Estaban en el corral. Pedro Pramose arrellan en un pesebre y esper:

    - Por qu no te sientas?-Prefiero estar de pie, Pedro.-Como t quieras. Pero no se te

    olvide el "don". Quin era aquel mucha-cho para hablarle as? Ni su padre donLucas Pramo se haba atrevido a hacerla.y de pronto ste, que jams se haba pa-rado en la Media Luna, ni conoca de o-{das el trabajo, le hablaba como a un ga- .n. [Vaya, pues! 18.

    Luego, con la ayuda de Fulgor Sedano. lavida de Pedro pramo se limita a aumentar susriquezas por cualquier medio y a buscar a Susa-na San Juan. Los acontecimientos relevantes desu vida pueden reducirse a tres: el regreso deSusana San Juan viuda, loca y en unin inces-tuosa con su padre; la llegada de los revolucio-narios a la Media Luna. Y el relato de su muer-te, varios captulos despus de la aparicin delos revolucionarios. El Pedro Pramo de la horade la muerte, es la encarnacin de una gran de-rrota y de una soledad esencial:

    Pedro Pramo estaba sentado en unviejo equipal, junto a la puerta grande dela Media Luna, poco antes de que se fuerala ltima sombra de la noche. Estaba solo,quiz desde haca tres horas. No dorma.Se haba olvidado del sueo y del tiempo. 1 9

    Este Pedro Pramo esttico, fuera del sue-o y del tiempo, en un puro vivir el recuerdo deSusana San Juan, es asesinado por su propiasangre, por ABundio Martnez, su hijo natural:

    La cara de Pedro Pramo se escon-di debajo de las cobijas como si se escon-

    27

  • diera de la luz, mientras que los gritos deDamiana Cisneros se oan salir ms repeti-dos, atravesando los campos:

    'Estn matando a don Pedro! ,20

    Pedro Pramo ve llegar su muerte comoen una especie de fantasmagora, como si todoocurriera en sueos:

    - Voy para all. Ya voy.Se apoy en los brazos de Damiana

    Cisneros e hizo intento de caminar. Des-pus de unos cuantos pasos cay, supli-cando por dentro; pero sin decir una solapalabra. Dio un golpe seco contra la tierray se fue desmoronando como si fuera unmontn de piedras. 2 1

    Hay pues en la obra una narracin bogr-fica, que es uno de los elementos constitutivosdel todo de la novela; ese elemento es ia vida dePedro Pramo, alrededor del cual se estructurala vida entera del pueblo a travs del lapso quecomprende una vida humana.

    En este punto puede darse por concluidoel estudio somero de los contenidos fundamen-tales de la obra, e iniciar el anlisis de los aspec-tos formales ms importantes. En cuanto a loscontenidos puede concluirse que Rulfo, desdela ficcin de un personaje novelesco, Pedro P-ramo, tomado como base, como primera articu-lacin de una estructura compleja, encaja luegoen ella una segunda articulacin, la del enco-mendero, las del seor de haciendas y vidas, ladel latifundista que exista en el Mjico de lapoca en que ocurren los hechos; luego insertauna tercera articulacin: la de un amor mposi-ble, que da lugar a la realizacin de la justiciapotica y al tono lrico de la obra, y en defnt-va a la redencin del personje por el dolor.

    Resulta difcil ubicar a Pedro Pramo enlas categoras estructurales de Kayser. Es claro,no obstante que no se trata de una novela deacontecimiento, queda por dilucidar si se tratade una estructura de espacio o de personaje; estoporque, si bien la obra se inicia como relato deespacio, a veces parece predominar la estructurade personaje. Quiz el problema resida en ladualidad de narradores. No hay duda de que elrelato de Juan Preciado se estructura segn elespacio, pero no es igualmente claro con rela-cin al otro narrador, que es el ms importante.No obstante esta duda, en los prrafos que si-guen se considerar la obra como novela de es-pacio. El relato se abre con una forma muy afna la estructura de espacio, tpica de la misma: laforma del viaje. Es el movimiento del personajea lo largo de un espacio dado lo que posibilita laestructuracin y el surgimiento de nuevos acon-

    28

    tecimientos. El espacio generador de hechos esComala y la Media Luna. Se trata fundamental-mente de un espacio infernal. El viaje de JuanPreciado a Comala y la misin con que vienetienen mucho de viaje a los infiernos; tanto por-que es el viaje a su tumba como por el climacaluroso y la atmsfera de violencia y castigoque se respira en ese espacio; adems, el mismonarrador sugiere esa interpretacin:

    En la reverberacin del sol, la llanu-ra pared a una laguna transparente, deshe-cha en vapores por donde se traslucia unhorizonte gris. Y ms all, una lnea demontaras. Y todava ms all, la ms re-mota lejana... Despus de trastumbarlos cerros, bajamos cada vez ms. Haba-mos dejado el aire caliente all arriba y noibamos hundiendo en el puro calor sinaire. Todo parea estar como en espera dealgo.

    -Hace calor aqu- dije.-S, y esto no es nada- me contes-

    t el otro. Clmese. Ya lo sentir msfuerte cuando lleguemos a Comala. Aque-llo est sobre las brasas de la tierra, en lamera boca del infierno. Con decirle quemuchos de los que all viven al llegar alinfierno regresan por su cobija. 2 2

    Hay, adems, una oposicin estructurantede espacio entre el aqu de Comala y el all delmundo; as lo establece Eduviges Dyada al refe-rirse a Abundio:

    Nos llevaba y traa cartas. Nos con-taba cmo andaban las cosas all del otrolado del mundo, y seguramente a ellos lescontaba cmo andbamos nosotros. 2 3

    Otra oposicin espacial tambin estructu-radora es la que se da entre el arriba y el abajo:

    El cielo todava era azul. Haba po-cas nubes. El aire soplaba all arriba, aun-que aqu abajo se convertia en ca/or.24

    La oposicin cielo / tierra es tambin es-pacial, pero conlleva cierta connotacin tica:

    Hay aire y sol, hay nubes. All arri-ba un cielo azul y detrs de l tal vez hayacanciones; tal vez mejores veces... 2 S

    Oposicin ms clara en el siguiente textodel mismo padre Rentera:

    Sali fuera y mir el cielo. Lloviaestrellas. Lament aquello porque hubieraquerido ver un cielo Quieto. Ov el canto

  • de los gallos. Sinti la envoltura de la no-che cubriendo la tierra. La tierra, estevalle de lgrimas! 26

    Comala queda as configurada corno unmbito cerrado claramente delimitado en el es-pacio. Es un mbito de calor sofocante, violen-cia y por ende una especie de purgatorio, si noun verdadero infierno? Para responder esas pre-guntas se hace necesario tornar por un momen-to otro aspecto de la estructura narrativa: elnarrador. Este elemento revela uno de los artifi-cios ms originales de la obra. En Pedro Pramorelatan varios narradores; pero fundamental-mente sobresalen dos: Juan Preciado, que parti-cipa de varias categoras de narrador: es en prin-cipio narrador protagonista; pero a veces se rele-ga a la situacin de narrador observador, o sim-plemente a la categora de un oyente que repro-duce verbalmente lo que oye o los dilogos quesostiene con otros personajes. Lo importante enl es el punto de vista desde el cual narra. Pre-ciado en su tumba relata a la Cuarraca su viaje aComala las peripecias del mismo, su muerte y elfin que lo trajo a Comala, vino a buscar a PedroPramo muerto haca muchos aos; este es unargumento ms para afirmar que el viaje de Pre-ciado a Comala es una forma de tradicional va-]e a los infiernos, ya en la Odisea ya en la DivinaComedia. Una vez que Preciado ha llegado aComala y se ha establecido el espacio y suatmsfera espiritual, surge otro narrador, un re-lator omnisciente. Juan Preciado no es narradoromnisciente, no es l quien estructura el relatoen su totalidad, no conoce a todos los persona-jes ni los acontecimientos; pero con su viajepropicia la estructuracn inicial de la novelacomo novela de espacio y echa las bases delmundo novelesco de Pedro Pramo. Ya estable-cido ese mundo aparece el narrador omsniscien-te, quien cuenta el pasado de Comala y, sobretodo, la vida de Pedro Pramo. El narrador prin-cipal relata, pinta la vida en Comala y las pasio-nes y conflictos de sus personajes. Preciado slose relaciona con los muertos, con las nimas deComala, est insertado en un mundo sobrenatu-ral, en el realismo mgico. Establecida esa pers-pectiva mgica, el otro narrador relata casi sinincursiones en lo sobrenatural. En este aspectoRulfo se sita en la moderna narrativa hispano-americana al"lado de Miguel Angel Asturias, Ar-turo Uslar Pietri, Alejo Carpentier y otros. Rul-fo es consciente de esas influencias. As lo ma-nifest en la entrevista que le hizo Carlos E.Rodrguez aqu en San Jos el18 de febrero de1967:

    A propsito del realismo, se le pre-gunto a Rulfo sobre la relacin que en

    este sentido tiene Pedro Pramo con latradicin literaria hispanoamericana, yrespondi: 'No es nueva la tcnica. Enrealidad viene desde el surrealismo. Lo u-sa Miguel Angel Asturias en el Seor Presidente y en Hombres de Maz. Lo usaArturo Uslar Pietri en Los cuentos de Ba-rrabs.27

    En Pedro Pramo lo que posibilita el em-pleo de lo sobrenatural y lo hace aceptable co-mo real es, como ya se seal, la creencia en laexistencia de las almas en pena que siguen va-gando por no haber encontrado todava el per-dn. Este es el soporte real que permite a Rulfomontar ese mundo sobrenatural en donde JuanPreciado al bajar a comala va encontrando dife-rentes almas en pena y va oyendo todos susmurmullos, que llegan del pasado y que van dn-dole la configuracin de un pueblo y de su vida.Luego interviene el otro narrador para comple-tar el rostro total de ese pueblo contemplado endefmitiva en su totalidad slo por el lector. Es-tas lneas narrativas, no se contraponen desde elpunto de vista formal, pero tampoco se unen; loque s las une son los temas, los lugares y losconflictos narrados y, especialmente el estilo,segn se vera despus.

    Sealada la estructura fundamental de lanovela, resta ahora analizar su composicin parasealar alguna influencia y tambin la original-dad de su configuracin. Las lneas narrativasindicadas se van interpolando en contrapuntoen el desarrollo de la obra; pero no se trata dedos argumentos ni de temas trenzados, sino deuno solo visto desde dos perspectivas. Adems,cada una de ellas tiene su propia composicinbasada en la simultaneidad y en la inversintemporal; estos procedimientos pueden versecorno influencia tanto de la literatura corno delcine. Por otra parte, puede notarse la influenciade este montaje en las obras de Faulkner, espe-cialmente de Mientras agonizo; sin embargo, esnecesario recalcar que junto a Pedro Pramo, elmontaje practicado por Faulkner en la obra ci-tada parece elemental. Rulfo explora este pro-cedimiento hasta el extremo, incluso hasta elriesgo de la oscuridad. El mismo ha admitido:

    En realidad no es una novela clara.'Es muy confusa, lo reconozco, y creo quehan quedado muchos hilos colgando. De-bido a eso, hay ciertos espacios que debe-.ran ms amplios. A veces hay perodosmuy largos que alcanzan muchos aos. O-tras veces casi son inmediatos. Sin embar-go, por la fonnacin del texto se confun-den. Tal confusin es intencionada: se su-gieren cierta~ cosas, nada ms. No se ex-

    29

  • plican, y claro que por ello la novela re-sulta difcil para muchas personas, lasconfunde. Y es lgico que as sea ... Pe-ro, en fin, la vida de un hombre nuncaest en secuencias,nunca esplana, pareja,como el uno dos tres ... 28

    En la misma entrevista, seala Rulfo lainfluencia del cine en la obra de Crtazar; y lomismo podra decirse de la suya: de muchos desus cuentos y de Pedro Pramo, de los cortesviolentos a que somete sus relatos y los despla-zamientos abruptos de espacio de tiempo y detema, como puede comprobarse en la siguientepgina dePedro Pramo:

    No se lo quise decir delante deDonis; pero fue ella la mujer que ustedvio y que lo asust tanto.

    Un cielo nesro, lleno de estrellas.Junto a la luna la estrella ms grande detodas.

    -No me oyes? - pregunt en vozbaja.

    y su voz me respondi:-Dnde ests?-Estoy aqu en tu pueblo, junto a

    tu gente. No me ves?-No, hijo, no te veo.Regres al medio techo donde dor-

    mta aquellamujer y le dije:-Me quedar aqu en mi mismo rin-

    cn. Al fin y al cabo la cama est igualdedura que el suelo 29

    Finalmente, es importante que en la com-posicin, a medida que la obra avanza hacia elfinal, Juan Preciado va desapareciendo comonarrador y el relato queda a cargo preferentedel narrador omnisciente. El papel de Preciadoest limitado por su fnaldadrbuscar a Pedro P-ramo, finalidad que se frustra, pues Preciadonunca encuentra a su padre slo sabe de l loque le relatan algunas almas en pena y lo que di-

  • La concisin, la brevedad y la sintaxis sonprcticamente las mismas. Sin embargo podraanotarse una ligera diferencia: la tendencia deAzuela a la modificacin cualitativa por mediode adjetivos o adverbios, recurso que no empleaRulfo, a no ser que sea absolutamente necesa-.ro, Otro aspecto importante es el tipo de ver-

    -Se rebulle sobre s mismo como bos introductorios empleado por ambos escri-un condenado.] Y tiene trazas de un mal tores. La sinonimiaverbal de este tipo esmuchohombre] Levntate, Donis? / Mralo.' ms am~lia en Azu~la: dijo, respuso, contest,Se restriega contra el suelo, retorcindo- p,,?nuncr, pregunto, exclam, pensaba, respon-se.] Babea.] Ha de ser alguien que debe dr~, observ~ agre~,. grit, o~~n: rugi, cla-muchas muertes.l Y t ni lo reconociste. mo, b~bucr, reprti, profin,0' rnterrumpi,

    etc. MIentras que Rulfo se lmta a un reducidonmero de verbos introductorios propios delhabla: dijo, pregunt, respondi, y algn otro,sin llegar a rebuscar sinnimos cultos. Lo queparece normal si se toma en cuenta que Rulfo,como narrador moderno, busca ocultar al rela-tor, no as Azuela.

    Es fcil anotar en ambos estilos la mismaeconoma verbal. Y el uso de la palabra exac-ta, ya sea desde el punto de vista de suvalor plstico, afectivo o conceptual. E-sas oraciones breves y claras no contie-nen elementos superfluos y se sujetan al ordenusual de palabras. Como resultado de esas seme-janzas sintcticas en ambas obras se siente unritmo externo muy semejante; pero es necesariosealaruna diferencia fundamental: el tono mu-cho ms poetico en Pedro pramo, ms lrico,'podra decirse; ms pico en Los de abajo. Porlo dems casi no cabe comparacin entre ambasobras; pero puede considerarse como demostra-do que la sintaxis (feLos de abajo es uno d~loselementos esenciales del estilo de Pedro Pra-mo, y que Rlfo encontr ya elaborado en lanarrativa de su propio pas, y que' en el fondoquiz no sea ms que la estilizacin del hablamejicana. Lo. cierto es que sobre ese estilo le-vanta Rulfo el mago edificio verbal de su obramaestra.

    lugar, este estilo tiene como base fundamentaluna sintaxis sencilla en la que predominan lasoraciones breves, simples, en cadenas yuxta-puestas o coordinadas, ya se trate de estructurasnominales o verbales. Algunas veces; muy po-cas, aparecen oraciones subordinadas, pero enperodos que no van ms all de la extensin deuna oracin simple normal; es decir, en pero-dos compleios, pero breves. En segundo lugar,el orden de los elementos lgicos de la oracines predominantemente el orden lgico desujeto-verbo-complementos:

    O bien:

    Sobre los campos de Comala estcayendo la lluvia.] Una lluvia menuda, ex-traa para estas tierras que slo saben deaguaceros.] Es domingo.] De Apango hanbajado los indios con sus rosarios de man-zanilla, su romero, sus manojos de tomi-110./No han trado ocote, porque el ocoteest mojado, y ni siquiera encino porquetambin est mojado por el mucho 110-ver.] TIenden sus yerbas 'en el suelo, bajolos arcos del porbal] y/esperan. 34

    Los textos anteriores han sido tomados alazar de las pginas de Pedro Pramo. Igualmen-te han sido tomados los siguientes textos de Losde abajo de Azuela:

    Avanzaron hacia el camino real y,/a lo lejos, descubrieron el bulto de unhombre en cuclillas, a la vera.]

    Era un viejo haraposo y mal encara-do.] Con una navaja sin filo remendabatrabajosamente un guarache.] Cerca de lpacta un borrico cargado de yerba. 3s

    O bien:

    A media noche, Demetrio Maciasdio la orden de marcha] El pueblo dista-ba una o dos leguas.] y hab ia que darle unalbazo a los federales.]

    El cielo estaba nublado.] brillaba u-na que otra estrella.l y de vez en vez, enel parpadeo rojizo de un relmpago, seiluminaba vivamente la lejana./ 36

    Universidad de Costa Rica, 1969,

    31

  • (1) Vid. Edmir Rodrguez Monegal. "Diario de Car-cas". Mundo Nuevocas", Mundo Nuevo. 17 (Noviembre,1967),20.

    (2) Juan Rulfo .Pedro Pramo (6a Ed. Mxico--Buenos Aires, Fondo de Cultura Econ6mi-ea, 1964), p.10.

    (3) Ibid. pp 68-69.

    (4) lbid. p.44.

    (5) Ibid. p. 86

    (6) Meno Spann and C.R. Goedscbe. Deutscbe Den-ker und Porscber. (New York, Appleton-Century-Crofts, Inc., 1954), p. 86

    (7) Rulfo, Pedro Pramo. p 99

    (8) Ibid. p. 128

    (9) Ibid, p. 16

    (10) Ibid. p. 17.

    (11) Ibid. p. 84.

    (12) Ibid. pp. 86-87.

    (13) Ibid. p. 121.

    (14) Ibid. p. 122.

    (15) Ibid, p. 128.

    (16) Ibid, p. 16.

    (17) Ibid. p.17.

    1Alheres, R.M. Historia de la novela moderna. Mxico,Uteba, 1966

    2Alegrfa, Fernando. Breve bistoria de la novela bispa-noamericana. Mxico, Manuales Srudiurn, 1959.

    ~. Amor6s, Andrs. Introduccin a la novela contem-pornea. Salamanca, Ediciones Anaya S. AJ966

    4. Anderson Imbert, Enrique. Crtica Interna. Madrid,Taurus, 1961

    5. Azuela, Mariano. Los de abajo 6a. Edicin, Mxico,Fondo de Cultura Econmica, 1969

    6. Benedetti Mario. Letras de un continente mestizo.Montevideo, Arca Editorial, 1967

    '7. De la Colina, Jos. "El mito femenino en PedroPramo" Revista de la Universidad de MxicoVol XIX No.B, Mxico, abril, 1965

    8.Gonzlez Pea, Carlos. Historia de la literatura meji-cana. Mxico, Editorial Porra, 1963

    9. Mentn, Seyrnour El cuento hispanoamericano.

    32

    NOTAS

    (18) Ibid. p. 39.

    (19) Ibid, p. 126.

    (20) Ibid. p. 126.

    (21) Ibid. p. 129.

    (22) Ibid. pp. 9-10.

    (23) Ibid ..p. 20.

    (24) Ibid. p. 44.

    (25) Ibid. p. 29.

    (26) Ibid. p. 35.

    (27) Carlos Eduardo Rodrfguez, "Entrevista con JuanRulfo" Crtera 5 (Ciudad Universitaria"Rodrigo Facio", mayo, 1968), 4.

    (28) Ibid. p.6.

    (29) Rulfo, op. cit., p. 60.

    (30) Ibid. p. 38.

    (31) Ibid. p. 58-9.

    (32) Ibid, p. 50.

    (33) Ibid, p. 53.

    (34) Ibid. p. 89-90.

    (35) Mariano Azuela. Los de abajo (Mxico, Fondo deCultura Econmica, 1969) p.51.

    (36) Ibid. p. 53.

    BIBLIOGRAFIA

    Mxico- Buenos Aires, Fondo de Cultura Eco-nmica, 1964

    10. Miliani, Domingo. La realidad mexicana en su no-vela de boy, Caracas, Monte Avila Editores,1968

    11. Vargas Llosa, Mario. Nueva novela latinoamericanal. Buenos Aires, Editorial Paidos, 1969

    12. Rodrguez Monegal, Emir. "Diario de Caracas"Mundo nuevo No. 17, noviembre, 1967

    13. Rcdrguez, Carlos Eduardo. "Entrevista con Rul-fo, autor de Pedro Pramo" Crtera Vol 1, aoIV, No.5, mayo, 1968.

    14. Uslar Pietri, Arturo. 'Breve historia de la novelahispanoamericana; Caracas, Ediciones Edirne,1954

    ,15. Yez, Agusdn. Al filo del agua. Mxico, EditorialPorra, 1968 (8aEd.)