Del artculo entregado para ser analizado se desprenden de entrada dos premisas que son, a m entender, fundamentales: A) La biodiversidad y el ambiente, se encuentran seriamente amenazados, debido principalmente a las irresponsables actividades humanas, que han puesto en jaque, muchos ecosistemas terrestres y al borde de la extincin, a varias especies. B) La supervivencia del hombre mismo como consecuencia de la premisa anterior tambin se encuentra amenazada o que pone en riesgo su supervivencia. Es decir, estamos frente a un fenmeno en donde la causa y el efecto se conjugan de forma tal que el dao generado a uno afecta irremediablemente a otro.El texto tambin nos explica que los intentos realizados por el hombre para revertir esta situacin si bien ha tenido algunos efectos positivos, no obstante, en lneas generales no se ha logrado obtener los resultados buscados. Esto se debe principalmente a la carencia de una verdadera voluntad de los sectores que tienen directa responsabilidad sobre el perjuicio del medio ambiente, como son el de la gran industria, los sectores de la explotacin y conversin de las fuentes energticas como el petrleo y el carbn y todos aquellos cuyos intereses personales o de grupo, estn por encima de los intereses colectivos o difusos. El problema es mayor si consideramos la explosin demogrfica del hombre, la invasin de escenarios naturales empujados por el creciente urbanismo y la ausencia de una conciencia ambiental en la mayora de las sociedades. A ello se anan las profundas desigualdades que experimenta la sociedad humana en donde la pobreza de las mayoras se mezcla con un ambiente contaminado, la extincin progresiva de muchas especies y la destruccin del ambiente en todos sus aspectos. No existen verdaderas polticas pblicas y solo los tmidos intentos de algunas legislaciones por querer lavar la cara de una especie irresponsable y destructiva en todos sus aspectos. En conclusin, la humanidad ya no est en condiciones de buscar nuevos dilogos y puntos de acuerdo en comn; la situacin es de emergencia y cada vez se nos acaba el tiempo. Estamos dejando a las nuevas generaciones un planeta consumido por las miasmas de la ilusin humana; donde la biodiversidad solo ser un recuerdo en la memoria de los viejos sobrevivientes y en la que nuestros desencintes nos habrn de responsabilizar por todo el dao generado. El articulo concluye con una serie de recomendaciones y propuestas pero omite lo ms importante: Que mientras el poder siga siendo controlado por los mismos entes a los que no les importa la destruccin de nuestros ecosistemas y de la vida sobre el planeta no tendremos la oportunidad de cambiar el curso de nuestro fatal destino por ello se requiere de los pueblos ya no solo la conciencia del problema si no la decisin de cambiar la realidad si es que se quiere heredar a nuestros descendientes una verdadera oportunidad de vida.