Solanoticias año 6 nº2

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Boletín Provincia San Francisco Solano

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Los Definitorios y los Conse-jos de Formación de las tres Pro-vincias del sur de América Latinaque forman actualmente la Con-ferencia del Cono Sur se reunie-ron del 4 al 8 de abril de 2016, enla Residencia Santa Clara delAtuel en San Rafael, para discutiry aclarar la decisión de establecerun Noviciado interprovincial.

En la reunión también asistie-ron los hermanos destinados a lafraternidad del futuro Noviciadoy el Secretario general para laFormación y Estudios, Fr. CesareVaiani, que ofreció puntos de re-flexión sobre los retos actuales dela formación y sobre la inter-pro-vincialidad.

En un horizonte más ampliose pasó a profundizar y revisar laRatio Formationis y los Estatutosdel futuro Noviciado, valiéndosede las contribuciones de los Se-cretarios provinciales de forma-

ción y del Secretario general,quien propuso una relectura delos textos de Ratio formationis dela Orden.

La reunión se llevó a cabo enun ambiente fraterno de coopera-ción y en el que fue posible hablarde manera abierta y franca detodos los aspectos de dicha cola-boración. Además de los resulta-dos del trabajo realizado,permanece también la riqueza delconocerse mejor entre hermanosde diferentes Provincias, tantodurante los momentos de trabajo,como durante la excursión por lu-gares bellísimos circundantes.

Un aspecto positivo fue lapresencia de los postulantes denuestra Provincia, quienes nosolo prestaron un servicio fra-terno a los participantes de la reu-nión, sino que también aportaronun soplo de frescura franciscana.

Año VI - N° 2. Marzo - Abril 2016. Curia Provincial. Provincia San Francisco Solano. Alvear 620X5800BCN - Río Cuarto (Córdoba). Argentina. E-mail: [email protected] - Web: www.franciscanos.org.ar

Í N D I C EEncuentro de las Provinciasdel Cono Sur 1

Vigilia Pascual en la Noche SantaHomilía del Santo Padre Francisco 2

Mensaje Urbi et Orbidel Santo Padre Francisco 4

Discurso del Santo Padre Francisco alos participantes en el curso organizadopor la penitenciaría apostólica 7

Carta por la Pascua delMinistro General 10

La vuelta de la Orden franciscanaa San Rafael. Un largo anhelo queduró cinco años, hoy se concreta 13

Un poco de historia 16

Testimonios de alegría... 16

Complejo Cultural San Francisco- Salta. Inauguración de una nuevaala del Museo “Fray Luis Giorgi” 17

Palabras del Ministro ProvincialFray Carlos Paz 17

Encuentro de Directivos Zona Centro21 y 22 de abrilVilla Mercedes - San Luis 18

Espectacular actuación deSantiago Lorenzo, alumno de nuestroColegio de San Rafael en el circuitomundial de Tenis de Mesa 19

Agenda del Ministro Provincial 20

Nombramientos 20

Fechas para recordar 20

Encuentro de las Provinciasdel Cono Sur

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«Pedro fue corriendo al se-pulcro» (Lc 24,12). ¿Qué pensa-mientos bullían en la mente y enel corazón de Pedro mientras co-rría? El Evangelio nos dice quelos Once, y Pedro entre ellos, nocreyeron el testimonio de las mu-jeres, su anuncio pascual. Es más,«lo tomaron por un delirio» (v.11).En el corazón de Pedro había portanto duda, junto a muchos senti-mientos negativos: la tristeza porla muerte del Maestro amado y ladesilusión por haberlo negado tresveces durante la Pasión.

Hay en cambio un detalle quemarca un cambio: Pedro, despuésde haber escuchado a las mujeresy de no haberlas creído, «sin em-bargo, se levantó» (v.12). No se

quedó sentado a pensar, no se en-cerró en casa como los demás. Nose dejó atrapar por la densa atmós-fera de aquellos días, ni dominarpor sus dudas; no se dejó hundirpor los remordimientos, el miedoy las continuas habladurías que nollevan a nada. Buscó a Jesús, no así mismo. Prefirió la vía del en-cuentro y de la confianza y, talcomo estaba, se levantó y corrióhacia el sepulcro, de dónde re-gresó «admirándose de lo suce-dido» (v.12). Este fue el comienzode la «resurrección» de Pedro, laresurrección de su corazón. Sinceder a la tristeza o a la oscuridad,se abrió a la voz de la esperanza:dejó que la luz de Dios entrara ensu corazón sin apagarla.

También las mujeres, que ha-bían salido muy temprano por lamañana para realizar una obra demisericordia, para llevar los aro-mas a la tumba, tuvieron lamisma experiencia. Estaban «des-pavoridas y mirando al suelo»,pero se impresionaron cuandooyeron las palabras del ángel:«¿Por qué buscáis entre los muer-tos al que vive?» (v.5).

Al igual que Pedro y las mu-jeres, tampoco nosotros encontra-remos la vida si permanecemostristes y sin esperanza y encerra-dos en nosotros mismos. Abra-mos en cambio al Señor nuestrossepulcros sellados ―cada de nos-otros los conoce― , para queJesús entre y lo llene de vida; lle-

Basílica VaticanaSábado Santo, 26 de marzo de 2016

VIGILIA PASCUAL EN LA NOCHE SANTA

Homilía delSanto Padre Francisco

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vémosle las piedras del rencor ylas losas del pasado, las rocas pe-sadas de las debilidades y de lascaídas. Él desea venir y tomarnosde la mano, para sacarnos de laangustia. Pero la primera piedraque debemos remover esta nochees ésta: la falta de esperanza quenos encierra en nosotros mismos.Que el Señor nos libre de esta te-rrible trampa de ser cristianos sinesperanza, que viven como si elSeñor no hubiera resucitado ynuestros problemas fueran el cen-tro de la vida.

Continuamente vemos, y ve-remos, problemas cerca de nos-otros y dentro de nosotros.Siempre los habrá, pero en estanoche hay que iluminar esos pro-blemas con la luz del Resucitado,en cierto modo hayque «evangelizar-los». Evangelizar losproblemas. No per-mitamos que la oscu-ridad y los miedosatraigan la miradadel alma y se apode-ren del corazón, sinoescuchemos las pala-bras del Ángel: elSeñor «no está aquí.Ha resucitado» (v.6);Él es nuestra mayoralegría, siempre está a nuestrolado y nunca nos defraudará.

Este es el fundamento de laesperanza, que no es simple opti-mismo, y ni siquiera una actitudpsicológica o una hermosa invita-ción a tener ánimo. La esperanzacristiana es un don que Dios nosda si salimos de nosotros mismosy nos abrimos a él. Esta esperanzano defrauda porque el EspírituSanto ha sido infundido en nues-tros corazones (cf. Rm 5,5). El

Paráclito no hace que todo pa-rezca bonito, no elimina el malcon una varita mágica, sino queinfunde la auténtica fuerza de lavida, que no consiste en la ausen-cia de problemas, sino en la segu-ridad de que Cristo, que pornosotros ha vencido el pecado, havencido la muerte, ha vencido elmiedo, siempre nos ama y nosperdona. Hoy es la fiesta de nues-tra esperanza, la celebración deesta certeza: nada ni nadie nospodrá apartar nunca de su amor(cf. Rm 8,39).

El Señor está vivo y quiereque lo busquemos entre los vivos.Después de haberlo encontrado,invita a cada uno a llevar el anun-cio de Pascua, a suscitar y resuci-tar la esperanza en los corazones

abrumados por la tristeza, enquienes no consiguen encontrar laluz de la vida. Hay tanta necesi-dad de ella hoy. Olvidándonos denosotros mismos, como siervosalegres de la esperanza, estamosllamados a anunciar al Resuci-tado con la vida y mediante elamor; si no es así seremos un or-ganismo internacional con ungran número de seguidores y bue-nas normas, pero incapaz de apa-gar la sed de esperanza que tiene

el mundo.¿Cómo podemos alimentar

nuestra esperanza? La liturgia deesta noche nos propone un buenconsejo. Nos enseña a hacer me-moria de las obras de Dios. Laslecturas, en efecto, nos han na-rrado su fidelidad, la historia desu amor por nosotros. La Palabraviva de Dios es capaz de impli-carnos en esta historia de amor,alimentando la esperanza y reavi-vando la alegría. Nos lo recuerdatambién el Evangelio que hemosescuchado: los ángeles, para in-fundir la esperanza en las muje-res, dicen: «Recordad cómo[Jesús] os habló» (v.6). Hacer me-moria de las palabras de Jesús,hacer memoria de todo lo que élha hecho en nuestra vida. No ol-

videmos su Palabra ysus obras, de lo con-trario perderemos laesperanza y nos con-vertiremos en cristia-nos sin esperanza;hagamos en cambiomemoria del Señor,de su bondad y desus palabras de vidaque nos han conmo-vido; recordémoslasy hagámoslas nues-tras, para ser centine-

las del alba que saben descubrirlos signos del Resucitado.

Queridos hermanos y herma-nas, ¡Cristo ha resucitado! Y no-sotros tenemos la posibilidad deabrirnos y de recibir su don de es-peranza. Abrámonos a la espe-ranza y pongámonos en camino;que el recuerdo de sus obras y desus palabras sea la luz resplande-ciente que oriente nuestros pasosconfiadamente hacia esa Pascuaque no conocerá ocaso.

Queridos hermanos y herma-nas, ¡Feliz Pascua!

Jesucristo, encarnación de lamisericordia de Dios, ha muertoen cruz por amor, y por amor haresucitado. Por eso hoy proclama-mos: ¡Jesús es el Señor!

Su resurrección cumple ple-namente la profecía del Salmo:«La misericordia de Dios eseterna», su amor es para siempre,

nunca muere. Podemos confiartotalmente en él, y le damos gra-cias porque ha descendido pornosotros hasta el fondo delabismo.

Ante las simas espirituales ymorales de la humanidad, ante alvacío que se crea en el corazón yque provoca odio y muerte, sola-mente una infinita misericordiapuede darnos la salvación. Sólo

Dios puede llenar con su amoreste vacío, estas fosas, y hacerque no nos hundamos, y que po-damos seguir avanzando juntoshacia la tierra de la libertad y dela vida.

El anuncio gozoso de la Pas-cua: Jesús, el crucificado, «noestá aquí, ¡ha resucitado!»(Mt 28,6), nos ofrece la certezaconsoladora de que se ha salvado

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Mensaje Urbi et Orbidel Santo Padre Francisco

PASCUA 2016Balcón central de la Basílica Vaticana

Domingo 27 de marzo de 2016

“Dad gracias al Señor porque es buenoPorque es eterna su misericordia” (Sal 135,1).

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el abismo de la muerte y, con ello,ha quedado derrotado el luto, elllanto y la angustia (cf. Ap 21,4).El Señor, que sufrió el abandonode sus discípulos, el peso de unacondena injusta y la vergüenza deuna muerte infame, nos haceahora partícipes de su vida inmor-tal, y nos concede su mirada deternura y compasión hacia loshambrientos y sedientos, los ex-tranjeros y los encarcelados, losmarginados y descartados, lasvíctimas del abuso y la violencia.El mundo está lleno de personasque sufren en el cuerpo y en el es-píritu, mientras que las crónicasdiarias están repletas de informessobre delitos brutales, que a me-nudo se cometen en el ámbito do-méstico, y de conflictos armadosa gran escala que someten a po-blaciones enteras a pruebas inde-cibles.

Cristo resucitado indica ca-minos de esperanza a la queridaSiria, un país desgarrado por unlargo conflicto, con su triste rastrode destrucción, muerte, despreciopor el derecho humanitario y ladesintegración de la convivenciacivil. Encomendamos al poder delSeñor resucitado las conversacio-nes en curso, para que, con labuena voluntad y la cooperaciónde todos, se puedan recoger frutosde paz y emprender la construc-ción una sociedad fraterna, respe-tuosa de la dignidad y losderechos de todos los ciudadanos.Que el mensaje de vida, procla-mado por el ángel junto a la pie-dra removida del sepulcro, alejela dureza de nuestro corazón ypromueva un intercambio fe-

cundo entre pueblos y culturas enlas zonas de la cuenca del Medi-terráneo y de Medio Oriente, enparticular en Irak, Yemen y Libia.Que la imagen del hombre nuevo,que resplandece en el rostro deCristo, fomente la convivenciaentre israelíes y palestinos en Tie-rra Santa, así como la disponibi-lidad paciente y el compromisocotidiano de trabajar en la cons-trucción de los cimientos de unapaz justa y duradera a través denegociaciones directas y sinceras.Que el Señor de la vida acompañe

los esfuerzos para alcanzar unasolución definitiva de la guerra enUcrania, inspirando y apoyandotambién las iniciativas de ayudahumanitaria, incluida la de liberara las personas detenidas.

Que el Señor Jesús, nuestrapaz (cf. Ef 2,14), que con su resu-rrección ha vencido el mal y elpecado, avive en esta fiesta dePascua nuestra cercanía a las víc-timas del terrorismo, esa formaciega y brutal de violencia que nocesa de derramar sangre inocente

en diferentes partes del mundo,como ha ocurrido en los recientesatentados en Bélgica, Turquía,Nigeria, Chad, Camerún, Costade Marfil e Irak; que lleve a buentérmino el fermento de esperanzay las perspectivas de paz enÁfrica; pienso, en particular, enBurundi, Mozambique, la Repú-blica Democrática del Congo y enel Sudán del Sur, lacerados portensiones políticas y sociales.

Dios ha vencido el egoísmo yla muerte con las armas del amor;su Hijo, Jesús, es la puerta de lamisericordia, abierta de par en parpara todos. Que su mensaje pas-cual se proyecte cada vez mássobre el pueblo venezolano, enlas difíciles condiciones en lasque vive, así como sobre los quetienen en sus manos el destino delpaís, para que se trabaje en posdel bien común, buscando formasde diálogo y colaboración entretodos. Y que se promueva en todolugar la cultura del encuentro, lajusticia y el respeto recíproco, loúnico que puede asegurar el bien-estar espiritual y material de losciudadanos.

El Cristo resucitado, anunciode vida para toda la humanidadque reverbera a través de los si-glos, nos invita a no olvidar a loshombres y las mujeres en caminopara buscar un futuro mejor. Sonuna muchedumbre cada vez másgrande de emigrantes y refugia-dos -incluyendo muchos niños-que huyen de la guerra, el ham-bre, la pobreza y la injusticia so-cial. Estos hermanos y hermanasnuestros, encuentran demasiado amenudo en su recorrido la muerte

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o, en todo caso, el rechazo dequien podrían ofrecerlos hospita-lidad y ayuda. Que la cita de lapróxima Cumbre Mundial Huma-nitaria no deje de poner en el cen-tro a la persona humana, con sudignidad, y desarrollar políticascapaces de asistir y proteger a lasvíctimas de conflictos y otras si-tuaciones de emergencia, espe-cialmente a los más vulnerables ylos que son perseguidos por mo-tivos étnicos y religiosos.

Que, en este día glorioso,«goce también la tierra, inundadade tanta claridad» (Pregón pas-cual), aunque sea tan maltratada yvilipendiada por una explotaciónávida de ganancias, que altera elequilibrio de la naturaleza. Piensoen particular a las zonas afectadaspor los efectos del cambio climá-

tico, que en ocasiones provoca se-quía o inundaciones, con las con-siguientes crisis alimentarias endiferentes partes del planeta.

Con nuestros hermanos yhermanas perseguidos por la fe ypor su fidelidad al nombre deCristo, y ante el mal que pareceprevalecer en la vida de tantaspersonas, volvamos a escucharlas palabras consoladoras delSeñor: «No tengáis miedo. ¡Yo hevencido al mundo!» (Jn 16,33).Hoy es el día brillante de esta vic-toria, porque Cristo ha derrotadoa la muerte y su resurrección hahecho resplandecer la vida y la in-mortalidad (cf. 2 Tm 1,10). «Nossacó de la esclavitud a la libertad,de la tristeza a la alegría, del lutoa la celebración, de la oscuridad ala luz, de la servidumbre a la re-

dención. Por eso decimos ante él:¡Aleluya!» (Melitón de Sardes,Homilía Pascual).

A quienes en nuestras socie-dades han perdido toda esperanzay el gusto de vivir, a los ancianosabrumados que en la soledadsienten perder vigor, a los jóvenesa quienes parece faltarles el fu-turo, a todos dirijo una vez máslas palabras del Señor resucitado:«Mira, hago nuevas todas lascosas... al que tenga sed yo ledaré de la fuente del agua de lavida gratuitamente» (Ap 21, 5-6).Que este mensaje consolador deJesús nos ayude a todos nosotrosa reanudar con mayor vigor y es-peranza la construcción de cami-nos de reconciliación con Dios ycon los hermanos. Lo necesita-mos mucho.

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Queridos hermanos, ¡buenosdías!

Me complace encontrarmecon vosotros, durante la Cua-resma del Año jubilar de la Mise-ricordia, con ocasión del cursoanual sobre el fuero interno. Sa-ludo cordialmente al cardenalPiacenza, penitenciario mayor, yle agradezco sus amables pala-bras. Saludo al regente —que

tiene cara de bueno, debe ser unbuen confesor—, a los prelados,a los oficiales y al personal de laPenitenciaría, a los Colegios delos penitenciarios ordinarios y ex-traordinarios de las basílicas pa-pales —cuyas presencias fueronampliadas con ocasión del Jubi-leo— y a todos vosotros, partici-pantes en el Curso, que sepropone ayudar a los nuevos sa-

cerdotes y a los seminaristas yacercanos a la ordenación a for-marse para administrar bien el Sa-cramento de la Reconciliación.La celebración de este Sacra-mento requiere, en efecto, unaadecuada y actualizada prepara-ción, a fin de que quienes se acer-can al mismo puedan«experimentar la grandeza de lamisericordia, fuente de auténtica

Discurso del Santo PadreFrancisco a los participantesen el curso organizado por lapenitenciaría apostólica

Sala RegiaViernes 4 de Marzo de 2016

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paz interior» (cf. Bula Misericor-diae Vultus, 17).

«El misterio de la fe cristianaparece encontrar su síntesis en estapalabra “misericordia”. Ella se havuelto viva, visible y ha alcanzadosu culmen en Jesús de Nazaret»(ibid., 1). En este sentido, la mise-ricordia, antes de ser una actitud ouna virtud humana, es la eleccióndefinitiva de Dios en favor de cadaser humano para su eterna salva-ción; elección sellada con la san-gre del Hijo de Dios.

Esta divina misericordiapuede llegar gratuitamente atodos los que la invocan. Enefecto, la posibilidad del perdónestá verdaderamente abierta atodos, es más, está abierta de paraen par, como la más grande de las«puertas santas», porque coincidecon el corazón mismo del Padre,que ama y espera a todos sushijos, de modo particular a losque más se han equivocado yestán lejos. La misericordia delPadre puede llegar a cada personade muchas formas: a través de laapertura de una conciencia sin-cera; por medio de la lectura de laPalabra de Dios que convierte elcorazón; mediante un encuentrocon una hermana o un hermanomisericordiosos; en las experien-cias de la vida que nos hablan deheridas, de pecado, de perdón yde misericordia.

Está, también, la «vía cierta»de la misericordia, recorriendo lacual se pasa de la posibilidad a larealidad, de la esperanza a la cer-teza. Esta vía es Jesús, quien tiene«el poder sobre la tierra de perdo-nar los pecados» (Lc 5, 24) y

transmitió esta misión a la Iglesia(cf. Jn 20, 21-23). El sacramentode la Reconciliación es, por lotanto, el lugar privilegiado paraexperimentar la misericordia deDios y celebrar la fiesta del en-cuentro con el Padre. Nosotros,con mucha facilidad, olvidamoseste último aspecto: voy, pidoperdón, siento el abrazo del per-dón y me olvido de hacer fiesta.Esto no es doctrina teológica,pero yo diría, forzando un poco,que la fiesta es parte del Sacra-mento: es como si de la peniten-cia formase también parte lafiesta que debo hacer con el Padreque me ha perdonado.

Cuando, como confesores,vamos al confesionario para aco-ger a los hermanos y a las herma-nas debemos recordarnos siempreque para ellos somos instrumen-tos de la misericordia de Dios.Por lo tanto, estemos atentos a noponer obstáculo a este don de sal-vación. El confesor es, él mismo,un pecador, un hombre siemprenecesitado de perdón; él, en pri-mer lugar, no puede renunciar a lamisericordia de Dios, que lo ha«elegido» y lo ha «constituido»(cf. Jn 15, 16) para esta grantarea. A la cual debe disponersesiempre con una actitud de fe hu-milde y generosa, teniendo comoúnico deseo que cada fiel puedaexperimentar el amor del Padre.En esto no nos faltan hermanossantos que podemos contemplar:pensemos en Leopoldo Mandić yPío de Pietrelcina, cuyos restoshemos venerado hace un mes enel Vaticano. Y también -me per-mito- uno de mi familia: el padre

Cappello.Cada fiel arrepentido, des-

pués de la absolución del sacer-dote, tiene la certeza, por fe, deque sus pecados ya no existen.¡Ya no existen! Dios es omnipo-tente. A mí me gusta pensar quetiene una debilidad: una mala me-moria. Una vez que Él te perdona,se olvida. ¡Y esto es grande! Lospecados ya no existen, fueroncancelados por la divina miseri-cordia. Cada absolución es, encierto modo, un jubileo del cora-zón, que alegra no sólo al fiel y ala Iglesia, sino sobre todo a Diosmismo. Jesús lo dijo: «Habrá másalegría en el cielo por un solo pe-cador que se convierta que pornoventa y nueve justos que notengan necesidad de conversión»(Lc 15, 7). Es importante, por lotanto, que el confesor sea tambiénun «canal de alegría» y que elfiel, después de recibir el perdón,ya no se sienta oprimido por lasculpas, sino que guste la obra deDios que lo ha liberado, viviendoen acción de gracias, dispuesto areparar el mal cometido y yendoal encuentro de los hermanos concorazón bueno y disponible.

Queridos hermanos, en estetiempo nuestro, marcado por elindividualismo, por tantas heridasy la tentación de encerrarse, es unauténtico don ver y acompañar alas personas que se acercan a lamisericordia. Esto comporta tam-bién, para todos nosotros, unaobligación aún mayor de cohe-rencia evangélica y benevolenciapaterna; somos custodios, ynunca dueños, tanto de las ovejascomo de la gracia.

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Volvamos a poner en el cen-tro —y no sólo en este Año jubi-lar— el Sacramento de laReconciliación, verdadero espa-cio del Espíritu en el cual todos,confesores y penitentes, podemosexperimen-tar el únicoamor defini-tivo y fiel, elamor deDios porcada uno desus hijos, unamor que nodecepcionajamás. SanL e o p o l d oMandić re-petía que «lamisericordiade Dios essuperior acada una denuestras ex-pectativas».A c o s t u m -braba tam-bién decir aquien sufría:« Te n e m o sen el cielo elcorazón de una madre. La Virgen,nuestra Madre, que al pie de laCruz experimentó todo el sufri-miento posible para una criaturahumana, comprende nuestroserrores y nos consuela». Que seasiempre María, Refugio de los pe-cadores y Madre de Misericordia,quien guíe y sostenga el ministe-rio tan importante de la Reconci-liación.

¿Y qué hago si me encuentroante un problema y no puedo dar

la absolución? ¿Qué se debehacer? Ante todo, buscar si hayun camino, que muchas veces selo encuentra. Segundo: no que-darse sólo en el lenguaje hablado,sino también en el lenguaje de los

gestos. Hay gente que no puedehablar, y con el gesto expresa elarrepentimiento, el dolor. Y ter-cero: si no se puede dar la abso-lución, hablar como un padre:«Mira, por esto yo no puedo [ab-solverte], pero puedo asegurarteque Dios te ama, que Dios te es-pera. Recemos juntos a la Virgen,para que te cuide; y ven, regresa,porque yo te esperaré como te es-pera Dios»; y dar la bendición.Esta persona, así, sale del confe-

sionario y piensa: «He encon-trado a un padre y no me ha apa-leado». Cuántas veces habéisescuchado gente que dice: «Yonunca me confieso, porque unavez fui y me reprendió». Incluso

en el caso lí-mite en elcual nopuedo absol-ver, quesienta la ca-lidez de unpadre, que lobendiga, quele diga queregrese. Yque rece unpoco con élo con ella.Siempre eseste elpunto: allíhay unpadre. Tam-bién esto esfiesta, yDios sabecómo perdo-nar las cosasmejor quen o s o t r o s .

Pero que al menos podamos serimagen del Padre.

Doy las gracias a la Peniten-ciaría apostólica por su valiososervicio, y os bendigo de corazóna todos vosotros y el ministerioque desempeñáis como canalesde misericordia, especialmente eneste tiempo jubilar. Recordaos,por favor, de rezar también pormí. Y hoy también yo iré allí, convuestros penitenciarios, a confe-sar en San Pedro.

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Queridos hermanos,¡Que la alegría y la paz de

nuestro Señor Resucitado estécon ustedes!

Nuestro Padre Franciscocompuso un salmo para su Oficiode la Pasión del Señor que reci-taba todos los días durante eltiempo de Pascua: “Cantad alSeñor un cántico nuevo, porqueha hecho obras maravillosas. ElSeñor ha dado a conocer su salva-ción… Este es el día que hizo elSeñor; alegrémonos y regocijé-monos en él” (OfP, Salmo 9). Loque me impacta de esta plegariaes que Francisco se siente lla-mado y nos convoca a cantar un“nuevo canto”, porque “este es eldía que hizo el Señor”, dando aconocer hoy su salvación deforma nueva.

Salir de nuestras“zonas de

comodidad” Este año, me siento especial-

mente impactado, por una de laslecturas de la Vigilia Pascual, porese bello pasaje en el que el Pro-feta Isaías nos invita: “¡Sedientostodos, acudan por agua! Los queno tienen dinero, vengan a recibirtrigo y coman” (Is 55,1). Cada

vez está más claro que nosotroslos hermanos estamos gastandomucho tiempo y energía en cosasque no nos proporcionan una vidaauténtica. Así como el Profetasigue preguntando: “Por qué gas-tan dinero en lo que no alimenta,y el salario en lo que no da har-tura?” (Is 55,2). Demasiado fre-cuentemente, todo esto seconcreta en poner demasiadaatención y energía personal encosas que no tienen nada que vercon nuestra vida como hermanosy menores, comprometidos aestar con las pobres de Dios y asimplificar nuestras vidas. Sisomos honestos, debemos admitirque, como muchos de nuestroscontemporáneos, demasiados denosotros hemos llegado a ser víc-timas del dominante “paradigmatecnoeconómico… terminandosumergidos en la vorágine de lascompras y los gastos innecesa-rios… que nos hacen autorrefe-renciales y aislados en nuestrapropia conciencia” (Papa Fran-cisco, Laudato si’, 203-204).Además, seguimos dedicandogran parte de nuestro esfuerzo enproyectos que en décadas pasadaspodrían estar al servicio del Pue-blo de Dios, pero que tienen pocoque ver cómo el Señor “nos da aconocer hoy su salvación”.

Una narración de las fuentesprimitivas nos cuenta que “un díade Pascua, los hermanos del ere-mitorio de Greccio, habían prepa-rado la mesa más esmeradamenteque de costumbre, con mantelesblancos y vasos de cristal” (2 Cel61). Cuando llegó Francisco ymiró la mesa tan elaboradamentedecorada, disimuladamente se re-tiró. Más tarde, cuando los her-manos se sentaron decididos acelebrar la fiesta, él llamó a lapuerta con un cuenco de mendigodiciendo: “Una limosna, por elamor del Señor Dios, para esteperegrino pobre y enfermo” (2Cel 61).

De este modo, san Buenaven-tura comenta: “él los instruyó enlas Sagradas Escrituras, animán-doles a pasar como peregrinos yadvenedizos por el desierto deeste mundo y a celebrar continua-mente en pobreza y espíritu,como verdaderos hebreos, la Pas-cua del Señor” (LM VII,9). Sí, laPascua nos convoca a celebrar eldon de Dios de una nueva vidahoy, pero nosotros Hermanos Me-nores no podemos actuar de talforma que engalanemos nuestrasmesas con logros del pasado quehoy no satisfacen nuestras ham-bres, o contentándonos con falsas“bendiciones” de una excesiva

Carta por la Pascua delMinistro General

“La Paz les dejo; mi paz les doy” (Jn 14,27)

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abundancia de comodidades deun mundo que está desapare-ciendo. Por el contrario, nosotrosdebemos convertirnos en auténti-cos peregrinos, libres para insta-larnos con confianza en el futuroque Dios nos está preparando.

“Lanzándonoshacia lo que

está por delante”Estoy escribiendo esta carta

en el Quinto Domingo de Cua-resma. En las lecturas de hoy, elSeñor nos llama por medio delProfeta Isaías: “¡No recuerden lode antaño,… miren que realizoalgo nuevo! ( Is 43,18). Y sanPablo nos recuerda que solo hayuna cosa necesaria: “olvidán-dome de lo que dejé atrás y lan-zándome hacia lo que está pordelante” (Flp 3,13).

Sí, hermanos, el Reino deDios es un “todavía no”, peroJesús Resucitado atraviesa laspuertas cerradas de nuestros mie-dos y seguridades (Jn 20,19), in-vitándonos a unirnos a Él en elcamino. Nosotros somos llama-dos por el Señor Resucitado a re-novar nuestras vidas, a ir a Él quenos ofrece vida, y a escuchar a Suvoz, permitiendo a Dios que re-construya en nosotros su visiónde lo que significa ser hombresdel Evangelio, portadores de mi-sericordia y reconciliación, com-prometidos en ayudar a renovar lafaz de la tierra, tanto entre nues-tros semejantes, los seres huma-nos, como con el mismo universocreado, mediante una conversiónde nuestras vidas personales ynuestro estilo de vida fraterno.

Nuestra vocación como Her-manos y Menores, una llamadaque comienza dentro de cada unode nosotros y en entre nosotros,puede difundirse a todo el mundo,convirtiéndose en un mensajeEvangélico vibrante en medio deun tiempo de división, de violen-cia, en el que se tiende a promo-ver políticas y culturas deexclusión. Nosotros podemos serun vivo ejemplo de la visión a laque el Papa Francisco nos estállamando: “La actitud básica deauto trascenderse, rompiendo la

conciencia aislada y la auto refe-rencialidad, es la raíz que haceposible todo cuidado de losdemás y del medio ambiente, yque hace brotar la reacción moralde considerar el impacto que pro-voca cada acción y cada decisiónpersonal fuera de uno mismo.Cuando somos capaces de supe-rar el individualismo, realmentese puede desarrollar un estilo devida alternativo y se vuelve posi-ble un cambio importante en lasociedad” (Laudato si’, 208).

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La Misericordiaempieza en casaperdonándonosmutuamente

Esta Pascua se celebra du-rante un año del jubileo de la Mi-sericordia. La llamada del Profetaa “no recordar lo de antaño” nospide que perdonemos y dejemosde lado viejas heridas y ofensas.Muy frecuentemente mantenemosa nuestros hermanos aprisionadosen el pasado. Algo que ellos hicie-ron o dijeron que pudo habernosofendido hace años, continúa de-finiendo nuestra relación conellos. Si debemos avanzar hacia elfuturo de Dios, y si vamos a llegara ser el tipo de fraternidad que re-quiere el mundo de hoy, debemosabandonar estas heridas. Jesús Re-sucitado nos da el poder de perdo-nar (cf. Jn 20,22-23). Hagamoscaso a la voz de san Francisco:“que no haya en el mundo ningúnhermano que, habiendo pecadotodo lo que pudiera pecar, se alejejamás de ti, después de haber vistotus ojos, sin tu misericordia”(Carta a un Ministro, 9). Sí, her-manos, como el Papa Francisconos urge; “es el tiempo de retornara lo esencial para hacernos cargode las debilidades y dificultadesde nuestros hermanos y hermanas.La misericordia es la fuerza quenos despierta a una vida nueva einfunde el valor para mirar el fu-turo con esperanza” (Misericor-diae Vultus, 10).

De un modo especial, esteaño jubilar de la Misericordia nosestá convocando a nosotros comoFranciscanos para que trascenda-

mos las divisiones en nuestra Fra-ternidad que han surgido en nues-tra larga historia. El próximo año2017, marca el 500 aniversario dela llamada Bulla de la Unión, IteVos, que separó a los HermanosMenores en diferentes congrega-ciones. El Capítulo general delaño pasado nos encargó trabajarjuntos con nuestros hermanosConventuales y Capuchinos paradiscernir juntos, lo que el Señornos está pidiendo que hagamos ennuestros días como HermanosMenores, y cómo podemos coo-perar entre nosotros para conse-guir ese fin. Ya hemos tomado ladecisión de trabajar unidos paraestablecer una única UniversidadFranciscana en Roma. Esto es enverdad, un signo de esperanza yvida. También estamos traba-jando muy de cerca con la TerceraOrden Regular (TOR) en áreas deinterés común.

La Resurrección -relaciones nuevasy transformadasLa promesa de Isaías de que

“comeremos bien, nos deleitare-mos con platos sustanciosos” (Is55,2) puede ser una imagen deunas relaciones nuevas y transfor-madas, así como la Resurrecciónes una promesa de novedad ytransformación. Sin olvidar el pa-sado volvemos a descubrimos lafuente de nuestra verdadera iden-tidad en Cristo y en Francisco, yla necesidad y responsabilidad debuscar la vida y no la muerte, debuscar el perdón y la misericordia,no el castigo y la venganza; debuscar la reconciliación con los

hermanos de nuestras propias pro-vincias, con la comunidad-Iglesiaen sentido amplio, con la humani-dad, y con toda la Creación. Estoes lo que significa “sedientos, acu-dan por agua. Los que no tienendinero, vengan a recibir el granoy coman” (Is 55,1) acercarse anuestra pobreza y minoridad.

El biblista Gerhard Lohfinkha escrito: “Ser una comunidadResucitada significa anticipar queen cada momento el Espíritu deCristo mostrará a la comunidadnuevos caminos, esperar que seabran nuevas puertas en cualquiermomento, contar con que a cadamomento el Espíritu pueda trans-formar lo malo en bueno, esperarque en todo momento lo imposi-ble será posible y nunca decir“más tarde” sino siempre “ahora”(Jesús de Nazaret, p. 306).

Hermanos, ¡que “el ahora” lotenemos encima! Si retornamos anuestra vocación como Menoresy Hermanos de forma auténtica,escuchando a Cristo Resucitado ypermitiendo que Sus palabras en-raícen dentro de nosotros, enton-ces la promesa de Isaías secumplirá: ellos serán “como lalluvia y la nieve que bajan delcielo, y no vuelven allá, sino des-pués de empapar la tierra, de fe-cundarla y hacerla germinar” (Is55,10).

¡Les deseo a todos unasanta Pascua!

Roma, 19 marzo 2016Solemnidad de San José

Fr. Michael Anthony Perry,OFM

Ministro general

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Hace cinco año atrás la noti-cia de que los franciscanos deja-ban San Rafael después de 76años, nubló los corazones de todala comunidad de la parroquia SanAntonio de Padua. Hoy, esos mis-mos corazones se alborotan dealegría al recibir la buena nueva:los franciscanos vuelven a SanRafael.

El tanesperadoregreso nose da encualquiertiempo yno es ca-sualidad:la cua-resma enla que em-pezamos avivir el ca-mino deJesús haciala cruz, yen la que nos preparamos paravivir en la esperanza de la gloria,se vuelve una fecha propicia parael reencuentro. Convencida deque las duras experiencias signi-fican crecimiento, la gran comu-nidad de San Antonio de Padua,creció en fortaleza, en perseve-rancia y en oración esperando

este tan feliz retorno y ha sido fielcustodia del carisma franciscanomientras duró la ausencia.

Desde los últimos días de di-ciembre de 2015, providencial-mente en tiempos de adviento,cuando la noticia del regreso eraya vox populi y luego del anunciooficial, todo fue expectativa ypreparación de bienvenida. Por

todos lados podía oírse voces dejúbilo. La prensa local también sehizo eco de la noticia, pues el re-greso de los frailes fue titular dediarios locales y contenido de lasradios.

Fr. Emilio Escayola y Fr. JoséGrau arribaron a San Rafael el 12de febrero, y ese mismo día, el Sr.

Obispo diocesano Mons. EduardoMaría Taussig, concelebró juntoal P. Luis Gutiérrez, Párroco, al P.Damián, Vicario Parroquial, y alP. Emilio Escayola la misa dedespedida de los sacerdotes quie-nes con celo y paciencia, segúntérminos de nuestro Ministro Pro-vincial Fr. Carlos Paz, cuidaronde la comunidad durante estos

c i n c oaños. Esta-r e m o ss i e m p r eagradeci-dos.

El do-mingo 13de febreroFr. EmilioEscayola,celebró sup r i m e r amisa enSan Anto-nio, aun-

que para la toma oficial comoAdministrador Parroquial faltabaaún una semana. La emoción dela gente y la alegría reflejada ensus rostros, daban cuenta de lomucho que significaba paratodos, tener a los padres francis-canos otra vez entre nosotros.

El domingo 21 de febrero, en

La vuelta de la Ordenfranciscana a San RafaelUn largo anhelo que durócinco años, hoy se concreta

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la misa vespertina, Mons.Eduardo María Taussig puso enposesión como Administrador Pa-rroquial a Fr. Emilio Escayola;concelebraron el Ministro Provi-nicial Fr. Carlos Paz, Fr. JoséGrau que acompañará la activi-dad pastoral de la Parroquia y Fr.Hugo Alberto Almirón, llegadodesde Mar del Plata.

En la homilía el Obispoafirmó que “cuanto más fieles seanal carisma [franciscano], más seaportará a la comunidad y la Igle-sia diocesana y cuanto más se in-tegre la parroquia y la comunidadfranciscana a las actividades de ladiócesis, más se entregará a un cír-culo virtuoso donde la espirituali-dad y el carisma de la Ordenfranciscana se irradie a la vida dio-cesana”. Instó, además, a la comu-nidad a sumarse a las salidasmisioneras propuestas por la dió-cesis pues “todos estamos llama-dos a llevar la palabra delEvangelio”. Esta misa se celebróel segundo domingo de cuaresma,en la que se al episodio de laTransfiguración del Señor, cami-nando hacia la Semana Santa,

hacia la luz de la Pascua y “el ca-risma franciscano tiene una luzparticular para recoger la palabrade Dios. San Francisco es el hom-bre que más se pareció a Jesu-cristo… de hecho él se configuróa la cruz de Jesús en el monte Al-verna llevando las estigmas en susmanos, que son la expresión de unlargo proceso de oración, de testi-monio y de entrega desde el mo-mento en que dejó todo, hasta susvestidos para seguir a Jesús. Lavoluntad de San Francisco para se-guir el camino de Jesús se refle-jaba también en su alegría, en elcántico de las criaturas, en esa ca-pacidad de ser instrumento de paze irradiar así el resplandor delEvangelio como anticipando omanifestando el misterio delMonte Tabor”, agregó Mons.Taussig.

No faltaron las palabras denuestro Ministro Provincial quiendio gracias profundamente anuestro buen Dios “porque unavez más con su presencia enmedio nuestro, desde su provi-dencia y desde el corazón pater-nal y generoso nos ha

testimoniado que es el Señor de lavida, el Señor de la historia y quenos posibilita que aún en los do-lores grandes, ese dolor se hagaprofundo y se transforme en vidanueva. Digo esto porque es lo queveo después de estos cinco añostranscurridos: esta comunidad ca-minó”. Fr. Carlos Paz recordó unacharla compartida con un jovende la parroquia en la que amboscoincidían en “lo bien que estetiempo le estaba resultando a lacomunidad… creo que profun-dizó lo que es ser Iglesia que es elámbito en el cual todos estamosacogidos”. También agradeció alObispo porque desde el “primermomento acogió esta expresiónde nuestra fragilidad como Ordeny nos acompañó, nos ayudó y nosanimó”.El Ministro Provincial tambiénagradeció al P. Luis Gutiérrez di-ciendo: “y acá también mi grati-tud, con qué paciencia, con quédelicadeza decide acompañardesde su ministerio… remarcopaciencia, porque estábamos a-prendiendo todos a caminar esanueva realidad. El Padre Luis

siempre dejó las puer-tas abiertas para queviniéramos, estuvié-ramos”. Finalmente,dirigiéndose directa-mente a la comunidadexpresó: “hermanosde la comunidad deSan Antonio, comen-cemos, es mucho loque la comunidad cre-ció, maduró, ojalá quelos hermanos quehemos vuelto sepa-mos ubicarnos en ellugar del camino quela comunidad ha ve-nido viviendo. Nosomos capataces,somos servidores, nosomos dueño de nada,estamos llamados y puestos paraservir desde el último lugar. Creoque de esa manera comenzaremoscada día esto que es maravillosode nuestra vida cristina, nuestroser Iglesia y nuestro ser familia”.

Por su parte Fr. Emilio agra-deció al Obispo y al Ministro Pro-vincial, a Fr. Hugo compañero denoviciado, a la comunidad por surecibimiento afectuoso que tuvo

para con él. Expresó que cuandoFr. Carlos Paz lo convocara parael regreso de la Orden a San Ra-fael no lo podía a creer y recordóel pasaje de la vida de San Fran-cisco de Asís “cuando un compa-ñero que ya hacía tiempo que veíatodo lo que se generaba a travésde San Francisco, cómo habíacrecido la Orden, se preguntó:¿Por qué Dios te eligió a vos? San

Francisco le respon-dió: porque no encon-tró otro peor que yo.Creo que es así, desdenuestras limitaciones,desde lo poco quesomos simplementeDios hace su obra, yaque no es por mí queestoy acá sino porqueDios lo quiso y conustedes no vamos aterminar una cosa ycomenzar otra cosa,vamos a continuarcon todo lo que losfrailes han hecho deesta comunidad y queencontró en el PadreLuis un continuador”.

Y Así rebosantesde alegría por este regreso, la co-munidad celebra el encuentro conlos franciscanos, dando gracias encada ocasión y alabando al Padrebueno por esta nueva oportunidadde caminar juntos el camino deJesús.

¡Paz y Bien!Estela Petricorena

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El TemploParroquialLa construcción del actual

templo se inició en 1980, bajo lamirada atenta y esperanzadora deFr. Arcadio Escolano y Fr. RafaelAlfageme. El Cristo que presideel tempo, obra de un sanrafaelino,conforma junto con el altar unconjunto arquitectónico sobrio,moderno y de buen gusto.

Este breve paréntesis de au-sencia es un capítulo más en latradicional presencia de los fran-ciscanos en San Rafael. De lamano de Fr. Francisco Inalicán, seinicia el ca-mino de laOrden porestas latitu-des. En 1805el fraile chi-leno, esn o m b r a d opor el VirreySobremontepara queacompañaraa Teles Me-neses en laexpedición alas tolderíasde los caci-ques pehuen-ches; laintención eracrear elfuerte que diera origen a San Ra-fael. Ya cuando la historia habíatransitado varios años desde

aquella fundación de la ciudad,los franciscanos se instalaron enel año 1935 en la localidad de

Villa Atuel, a 50 Km. De San Ra-fael. Desde allí en 1951 los frailesJuan José Ángel Angud y JoaquínRives dieron forma a la idea defundar en San Rafael un templo

francis-cano enhonor aSan An-tonio deP a d u a .Fue asícomo enese añose colocala pri-mera pie-dra en unt e r r e n odonado atal finpor la fa-milia Sat.Pero va aser en elaño 1960

cuando la comisión Pro Templologra la escritura del terreno de lafutura iglesia.

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”Estos cinco años han significado un pro-ceso en el que como comunidad joven y misio-nera, hemos madurado y hemos aprendido acaminar sin la presencia constante de los frai-les, eso nos ha hecho crecer mucho. Pero seha sentido la ausencia en el acompañamiento,en el caminar juntos laicos y fraile, con lo quecada uno tenía para aportar, sus dones, voca-ciones, ministerios…esa es la ausencia que senotó. Por eso significa una gran alegría paranosotros el regreso de los frailes, para volvera caminar juntos… se vive con mucho entu-siasmo, con mucha esperanza. Creo que la es-

peranza es lo que nos marcó permanente-mente…hoy se ve una proyección fraternamuy interesante en el anhelo de todos, paraprofundizar en el carisma, en esto de ser fra-ternidad que tanto nos caracteriza.”

Luciano Lucato, joven misionero

“Vivimos con mucha alegría el regreso delos frailes, para seguir caminando juntos elcamino del Evangelio…Después de cincoaños es para nosotros como una primavera”

Titina Montivero, ofs

Testimonios de alegría...

Un pocode historia

Emoción y alegría se mani-fiestan fuertemente en el corazónal estar viviendo este momento deinauguración de la nueva ala delmuseo “Fray Luis Giorgi”.

Una conocida nuestra, estu-diosa de la historia nos enseña quela “la historia nos ofrece a travésde documentos o registros en losque se conservan las huellas dehechos del pasado, una perspec-tiva que sobrevuela el acontecer(creo que también podemos decir:“los acontecimientos”) y que ensu momento estuvo impregnadode dramatismo, emociones, con-flictos, tensiones, alegrías, proble-mas, dudas y superaciones”.Desde lo que estamos contem-plando yo agregaría: el acontecero los acontecimientos de la pre-sencia de los hijos de San Fran-cisco de Asís en las tierrasbenditas de Salta estuvo impreg-

nado de pasión, de generosidad,de audacia, de creatividad, de ser-vicio generoso, de actitudes frater-nas, de vocación y misión evange-lizadora. Por todo ello, nuestrasentida acción de gracias a nuestrobuen Dios quien inspiró a los fran-ciscanos que escribieron y le pu-sieron carne a la historia. Por ello,hacemos memoria agradecida porestos hermanos nuestros.

Agradezco a la fraternidadfranciscana de Salta, al hermanoguardián Fr. Miguel Hilal, a suscolaboradores y a la comunidadtoda por el trabajo realizado. Mu-chas gracias por asumir que sonparte del proceso de la historia ypor estar protagonizándola.

Y como sé que esta inaugura-ción está inspirada por “el hacermemoria, para resignificar nuestrahistoria y para asumir el compro-miso con el futuro”, me animo a

reiterar lo dicho cuando celebra-mos los 25 años de nuestra Pro-vincia Franciscana San FranciscoSolano en el año 2014: “Agradez-camos la vida, volvamos a to-marla en nuestras manos,hagámoslo con cuidado y respon-sabilidad: en su belleza, desafío ycomplejidad. Escuchemos conatención los gritos de la vida; ellanos lleva a más vida. Reconozca-mos, asumamos y agradezcamosque el otro, el prójimo, el hermanopueda enriquecer, fortalecer, reno-var la vida. Busquemos y anhele-mos hondamente la voluntad deDios. El siempre posibilita nuevoscomienzos, no condiciona, noamenaza. Buscar y querer vivirdesde la voluntad de Dios recon-forta y hace fecundo el corazón, lohace bienaventurado, lo hacefeliz. El Señor los bendiga y losguarde”.

En nuestro convento de SanFrancisco de Asís de la ciudad deSalta se encuentra el Museo “FrayLuis Giorgi”, con 7 salas de expo-sición. Gracias a la cooperaciónde la fraternidad local y a ungrupo de laicos, el 10 de marzo de2016 fue inaugurado una nueva

ala del museo con la finalidad de“darle rostro a nuestra historia, ha-ciendo memoria”, a través de imá-genes y documentos testimonio dela obra evangelizadora de los fran-ciscanos especialmente en el norteargentino.

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Complejo Cultural SanFrancisco - Salta

Inauguración de unanueva ala del Museo“Fray Luis Giorgi”

Palabras del Ministro Provincial Fray Carlos Paz

En esta oportunidad quere-mos compartir con todos los lec-tores de Solanoticias una nuevaexperiencia de formación que in-volucró a los Equipos Directivoslas unidades educativas de SanRafael, San Juan, Villa Mercedesy Río Cuarto. En el marco de losEncuentros Regionales que sevienen realizando, los días 21 y22 de abril del corriente año, en laciudad de Villa Mercedes, se reu-nieron los Equipos Directivos dela zona centro.

El programa incluyó activi-

dades de Formación teórico-prác-ticas, a cargo de la Magister Ce-cilia Semino, Asesora Pedagógicade nuestras colegios, orientadas altratamiento de las Habilidadesdel Pensamiento, que incluyó eldesarrollo de temas tales como: latrama de la inteligencia y el pen-samiento; cambio conceptual, lashabilidades del pensamiento; elcerebro, el pensamiento, las emo-ciones y el aprendizaje, explora-ción de situaciones concretas deaprendizaje para analizar las ha-bilidades, entre otros temas.

Por último se realizó un tra-bajó grupal por Instituciones paraponer en marcha en las escuelasel aprendizaje de las habilidadesdel pensamiento con el diseño delas estrategias.

El encuentro ha representadouna excelente oportunidad tantopara dar continuidad al camino deformación continua, como paravivenciar la fraternidad como nú-cleo de la pedagogía franciscana.

¡Muchas gracias querida co-munidad de Villa Mercedes!Lic. María Alejandra Bettera

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Encuentro de Directivos Zona Centro21 y 22 de abril

Villa Mercedes - San Luis

Un logro histórico para suvida y para su carrera, consiguióel joven Santiago Lorenzo, repre-sentante de la Asociación sanra-faelina de Tenis de Mesa eintegrante de la selección nacionalal obtener en forma brillante lamedalla de bronce en el circuitomundial ITTF Sub 15 que se jugóen Asunción del Paraguay.

Para Santiago Lorenzo, lo-grar la medalla de bronce es tocarel cielo con las manos y es un

hecho histórico para el Tenis deMesa de San Rafael y de todo elpaís, conseguido gracias al in-menso trabajo del profesorFranco Piruzi, integrante delcuerpo técnico de la selección Ar-gentina, quien estuvo junto a él enParaguay y también por todo loque propone la Asociación Sanra-faelina de Tenis de Mesa encabe-zada por su presidente, FabioLorenzo.

Con una tarea ordenada y ob-

jetivos claros, no solamente paraSantiago Lorenzo sino tambiénpara todos los chicos que integrano han integrado distintos seleccio-nados siendo muy jóvenes con unfuturo más que promisorio decara al futuro.

Por algo San Rafael fue de-clarado uno de los pocos Centrosde Desarrollo Olímpico y Para-límpico, donde las futuras prome-sas practican y crecen junto alTenis de Mesa.

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Espectacular actuación deSantiago Lorenzo, alumno denuestro Colegio de San Rafael

en el circuito mundial deTenis de Mesa

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S.E.R. Mons César Daniel Fernández ha de-signado al Lic. Fr. Juan José Núñez comoPresidente de la Comisión Judicial de la Dió-cesis de Jujuy, con fecha 29 de marzo de2016 (Prot. 089/16/S).

El Ministro Provincial ha nombrado:- a la Prof. Andrea Beatriz Furones como Vi-cedirectora del nivel Primario del ColegioSan Francisco de Asís de la ciudad de BahíaBlanca, con fecha 1 de marzo de 2016 (Prot.026/16).- a la Lic. María Laura Díaz Gómez comoDirectora de Nivel Secundario del InstitutoP. Gabriel Tommasini de la ciudad de Salta,con fecha 15 de marzo de 2016 (Prot.030/16). - a la Prof. Noemí Gladys Wilte como Direc-

tora del Nivel Primario del Colegio SanFrancisco de Asís de la ciudad de Salta, confecha 16 de marzo de 2016 (Prot. 032/16).- a la Mgter. Prof. Patricia Nora Bernardicomo Directora del Nivel Secundario delInstituto San Buenaventura de Río Cuarto,con fecha 1 de abril de 2016 (Prot. 42/16).- a Fr. Emilio Eduardo Gabriel Escayolacomo Vicario de la Casa Filial San Antoniode Padua de San Rafael, con fecha 10 deabril de 2016 (Prot. 43/16).- a Fr. Emilio Eduardo Gabriel Escayolacomo Ecónomo de la Casa Filial San Anto-nio de Padua, con fecha 10 de abril de 2016(Prot. 44/16).

Nombramientos

Agenda delMinistro Provincial

Mayo3 al 5: Visita Canónica – La Teja7: Profesión Solemne de Fr. Ezequiel Murga – Mariló9 al 11: Visita Canónica – Mar del Plata13 al 15: Visita Canónica – Bahía Blanca16 al 18: Visita Canónica – Puan22: Profesión Solemne de Sor Florencia Bruno, osc – Puan24 al 26: Visita Canónica – Río Cuarto28 al 30 de mayo: Visita Canónica – San Juan

Junio1 al 2: Visita Canónica – Eremitorio3 al 5: Visita Canónica – Aguaray6 al 8: Visita Canónica – S.S. de Jujuy9 al 11: Visita Canónica – Pichanal12 al 15: Visita Canónica – Tartagal16 al 19: Visita Canónica – La Peña20 al 22: Visita Canónica – Salta28 al 29: Visita Canónica – Noviciado (Chile)

FECHASPARA

RECORDAR

CumpleañosMayo

1: Fr. Alfredo López24: Fr. Antonio Scano

Junio1: Fr. Federico Rodríguez

Fr. Pablo Sánchez2: Fr. José A. Benni3: Fr. Juan J. Núñez

10: Fr. Marcelo Cisneros20: Fr. Cristián Isla Casares24: Fr. Ezequiel Murga28: Fr. Miguel Cobo