SQM ¿víctimas del progreso?_baja

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Sensibilidad química múltiple:¿víctimas del progreso?

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M.G.

Las sustancias de síntesis que la in-

dustria emplea en una multitud de

productos están presentes en todos los

ámbitos de nuestra vida, desde la ropaa los alimentos, en el hogar, en la calle

o el lugar de trabajo. Se trata de un

riesgo con el que no contaban las ge-

neraciones anteriores a nuestros abue-

los. Una exposición de bajo nivel a los

agentes químicos del entorno puede

ser suficiente para sensibilizar a deter-

minadas personas, en las que origina

una enfermedad poco conocida hasta

ahora: la sensibilidad química múltiple.

Se trata de un síndrome cuya referencia

en la literatura se remonta apenas unaspocas décadas atrás. Se describió por

primera vez en 1950, pero no fue hasta

1987 cuando M. Cullen lo denominó

sensibilidad química múltiple, o SQM,

aunque el autor utilizó inicialmente el

plural (en inglés Multiple Chemical Sen-

sitivities, o MCS) para acentuar la com-

plejidad de su etiología y manifestacio-

nes clínicas. En la actualidad, el uso de

este término en singular ha prevalecido

sobre otras denominaciones.

La SQM es objeto de estudio y debate

en la comunidad científica ya que aún

se desconocen sus bases fisiopatológi-

cas y los síntomas son muy variados,

con diversos mecanismos de toxicidad e

implicación de múltiples sistemas y ór-

ganos. No se han descubierto biomar-

cadores para el diagnóstico y todavía no

se ha desarrollado un tratamiento espe-

cífico, sino que se utilizan diferentes re-

cursos para el control de los síntomas,

pero a pesar de estas lagunas, las per-

sonas afectadas reclaman un protocolo

de atención y el reconocimiento de la

enfermedad, que por ahora solo se pro-

duce en un escaso número de países.

En 1999, un grupo de expertos clíni-

cos e investigadores con experiencia

en la sensibilidad química múltiple

suscribieron en Estados Unidos un

consenso internacional sobre este sín-

drome (http://www.mcs-america.org/ 

mcsconsensus.pdf), que adquirió cier-

ta notoriedad pública al verse afecta-

dos miles de veteranos de la primera

Guerra del Golfo que estuvieron ex-

puestos a la contaminación de los po-

zos de petróleo incendiados en Kuwait

durante el conflicto. El petróleo y sus

derivados pueden encontrarse entrelos agentes causales de una enferme-

dad que no afecta sólo a unos miles

de soldados veteranos, sino a millones

de personas en todo el mundo, en su

mayoría mujeres, que han desarrolla-

do sensibilidad a una amplia variedad

de sustancias. El documento de 1999

trató de establecer seis criterios bási-

cos en la definición de SQM:

• Los síntomas son reproducibles con

la exposición química repetida.

• La condición es crónica.

• Niveles bajos de exposición ocasio-nan manifestaciones del síndrome 

(dichos niveles son más bajos que

los usuales o previamente tolerados).

• Los síntomas mejoran o se resuelven

cuando los incitantes son eliminados.

• Las respuestas se presentan a múl-

tiples sustancias sin relación quími-

ca.

• Los síntomas implican múltiples sis-

temas orgánicos.

ClasificaciónPor ahora, la Organización Mundial de

la Salud no contempla la SQM como

una entidad nosológica en la Clasifica-

ción Internacional de Enfermedades

(CIE), y sólo algunos países han integra-

do el término sensibilidad química múl-

tiple en un código preexistente, como

Alemania y Austria, donde se contem-

pla como «alergia no especificada», y

Japón, que hace referencia genérica-

mente a «efectos tóxicos de sustancias

no específicas». En 2003, las autorida-

des sanitarias de Australia constituye-

ron un grupo de expertos en la mate-

ria, en lo que ha sido un precedente de

la iniciativa adoptada en España por el

Ministerio de Sanidad para elaborar un

documento de consenso sobre sensi-

bilidad química múltiple que es pione-

ro en Europa.

En febrero de 2010, a petición de una

amplia representación de asociaciones

de personas afectadas por sensibilidad

química múltiple (SQM), el Ministerio

La sensibilidadquímica múltiple no es

fácil de describir porla persona afectada,

ni tampoco para elmédico resulta fácil

de identificar. Todavíason pocos los paísesque reconocen como

enfermedad este

síndrome, que a lacomplejidad de su

etiología ypresentación añade unclaro sesgo de género.

El Ministerio deSanidad acaba de

elaborar un

documento deconsenso que recoge

la evidencia científicasobre este tema

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de Sanidad decidió crear un grupo de

trabajo que estudiara este problema de

salud y su atención sanitaria. Dicho

grupo estaba integrado por expertos de

diferentes especialidades y fue coordi-

nado desde el Observatorio de Saludde las Mujeres (OSM) de la Agencia de

Calidad del Sistema Nacional de Salud,

con participación de otros departamen-

tos como Salud Pública, Sanidad Am-

biental y Salud Laboral, Alta Inspección

y Cartera de Servicios, la Agencia de

Evaluación de Tecnologías Sanitarias

del Instituto de Salud Carlos III, y repre-

sentantes de la Sociedad Española de

Medicina Familiar y Comunitaria y la

Sociedad Española de Toxicología.

El resultado de este trabajo fue pre-sentado el pasado 30 de noviembre y

se puede consultar en su integridad

en la página web del Ministerio de Sa-

nidad, en el apartado del Plan de Cali-

dad, dentro del espacio del Observato-

rio de Salud de las Mujeres.

El documento recoge la evidencia cien-

tífica disponible hasta el momento y se

 justifica, como asegura el propio Minis-

terio de Sanidad, en «las lagunas exis-

tentes sobre las causas de la SQM, su

origen y mecanismos de acción, lo que

ha dificultado el desarrollo de una base

clínica científica que permita su diag-

nóstico y tratamiento. Estas dificultades

han motivado que las personas afecta-

das por SQM a menudo se enfrenten a

situaciones en las que sus síntomas

son confundidos, siendo derivadas a

diferentes especialistas con el conse-

cuente retraso en el diagnóstico, lo que

unido a la no existencia, en la actuali-

dad, de un tratamiento adecuado tiene

consecuencias físicas, psicológicas y

sociales tanto para las personas afecta-

das por SQM como para sus familias».

Aportar conocimientoEl objetivo es aportar un mayor conoci-

miento de la SQM para facilitar al perso-

nal sanitario la toma de decisiones sobre

el diagnóstico, el abordaje terapéutico, la

prevención y otros aspectos relacionados

con la SQM, y avanzar en unas pautas

comunes de actuación. El documento

contribuirá a mejorar la atención integral

y multidisciplinar a las personas afecta-

das por SQM, ayudará a la sensibiliza-

ción de la sociedad sobre este problema

y actuará como instrumento de mejora

de la información, calidad y equidad en

la atención de las personas afectadas,

por lo que se encuadra en el Plan de Ca-

lidad para el SNS.

El documento se estructura en tres

partes que recogen la descripción me-

todológica, el análisis de las caracte-

rísticas de este síndrome en aspectos

como los síntomas, etiopatogenia,

comportamiento, epidemiología, mani-

festaciones y abordaje clínico y tera-

péutico, y un amplio apartado de con-

clusiones consensuadas por el grupo

de expertos respecto al diagnóstico,

tratamiento e investigación, así como

las recomendaciones dirigidas a la for-

mación de profesionales en esta mate-

ria, acceso a información sanitaria de

calidad sobre la enfermedad y coordi-

nación multisectorial.

Los expertos consideran que la medida

más eficaz es evitar la exposición a las

sustancias o situaciones que se identifi-

can como desencadenantes del cuadro

clínico, y dado que no existe por ahora

un tratamiento curativo, las intervencio-

nes terapéuticas deben estar dirigidas a

controlar los síntomas y mejorar la cali-

dad de vida. En cuanto a la atención sa-

nitaria de estos pacientes, el documento

recomienda un manejo terapéutico mul-

tidisciplinar e insiste en la importancia

que tiene que el personal de medicina,

enfermería, trabajo social y el resto de

los servicios sanitarios (auxiliares, perso-

nal de limpieza, etc.) conozca las carac-

terísticas especiales que exige el manejo

de pacientes con SQM y su entorno, y

con este fin también ofrece un algoritmo

de actuación sanitaria. Entre otros as-

pectos, se recomienda facilitar al pa-

ciente un informe médico o documento

sanitario que recoja el diagnóstico de

SQM, y que dicho diagnóstico figure cla-

ramente visible en la historia clínica. ■

Documento de consenso sobre SQM

1. Definición de caso

1.1 Persona que con la exposición a agentes químicos ambientales diversos a

bajos niveles* presenta síntomas reproducibles y recurrentes que implican a va-rios órganos y sistemas, pudiendo mejorar su estado cuando los supuestos agen-

tes causantes son eliminados o se evita la exposición a ellos.*A concentraciones menores de las que se consideran capaces de causar efectos adversos

a la población general.

2. Criterios diagnósticos

2.1 La persona sufre síntomas recurrentes al exponerse a agentes químicos di-

versos a concentraciones menores de las que se consideran capaces de causar

efectos adversos a la población general.

2.2 El síndrome SQM tiene un curso crónico.

2.3 Algunos síntomas pueden mejorar o desaparecen cuando cesa la exposi-

ción.

2.4 Los síntomas pueden aparecer con sustancias previamente bien toleradas.

2.5 Los síntomas son variables en cuanto a gravedad, frecuencia y duración.

2.6 Los síntomas no se limitan a un único órgano o sistema.

2.7 La disfunción orgánica puede ser objetivada en alguno/s de los siguientes

sistemas: cardiovascular, endocrino, hepático, inmunológico, psicológico, neuro-

cognitivo, neurológico, ginecológico, andrológico y en piel y mucosas.

2.8 La persona presenta dificultades para mantener los hábitos y actividades de

la vida diaria y para acceder a los servicios sanitarios, así como una reducción

de su calidad de vida.

2.9 Algunas personas afectadas de SQM pueden no tolerar bebidas alcohólicas

y algunos medicamentos que previamente eran tolerados.

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Dra. Amelia Rus GarcíaMiembro del grupo redactor del documento de consenso sobre SQM

«El documento es una llamadade atención sobre la

existencia de esta patología»

–¿Qué objetivo fundamental se ha propuesto este do-

cumento de consenso?

–El primero y fundamental es la definición de caso de

sensibilidad química múltiple; es decir, que ante una

persona que presenta estos signos y síntomas cabe laposibilidad de que tenga esta enfermedad. Este era el

objetivo fundamental y, desde mi punto de vista, lo he-

mos conseguido.

–¿Qué aporta en cuanto al manejo terapéutico de es-

tos pacientes?

Se ha considerado que el hecho de que no hayamos

descrito con más especificidad el manejo terapéutico

era una carencia del documento. Desde mi punto de

vista no ha sido así. Lo que pasa es que la sensibilidad

química es un síndrome muy complejo y, por tanto, no

cabe a fecha de hoy un reduccionismo de café para to-

dos. En este momento se pueden plantear, como que-

da muy bien recogido en el documento, unas opciones

terapéuticas, entendiendo que los médicos, por encima

de todo, lo primero que tenemos que hacer es aliviar a

los afectados de cualquier enfermedad. Y sí se pueden

hacer cosas que alivien, de hecho hay grupos de traba-

 jo en España que lo están haciendo, pero no se puede

decir hoy que hay un tratamiento con un medicamento

o dos o tres que curen la sensibilidad química.

–¿Por qué la incidencia del SQM tiene un sesgo tan

claro de género?

–Puede obedecer a dos causas posibles. Una es la com-

plejidad hormonal que tiene la mujer. Y dado que la sen-

sibilidad química es un ente de patología laboral, en la

medida en que las mujeres han desempeñado tareas

más relacionadas con químicos, por ejemplo la limpie-

za de empresas o fábricas, están más expuestas que los

varones como grupo de población.

–¿Qué destacaría entre las recomendaciones del do-

cumento?

–Lo que queda condensado al final del documento es

una llamada de atención sobre la existencia de esta pa-

tología, que debe estar presente incluso en la historia

clínica de las personas en las que sospechemos esta

afectación. Y por supuesto, que debe seguirse una línea

de investigación en lo que se refiere a la etiopatogenia

y al manejo terapéutico de la sensibilidad química múl-tiple. También que, sin duda, vamos a tener que tomar

medidas de tipo preventivo que atañen a la salud públi-

ca en cuestión de sustancias químicas ambientales, pla-

guicidas, perfumes y cosméticos en general, aditivos,

limpiadores y otras muchas sustancias que pueden es-

tar interfiriendo y ser un factor causal. Además, por su

complejidad, por afectar mayoritariamente a la mujer,

podría darse lo que llamamos una herencia ambiental,

que no genética; es decir, una afectación transgenera-

cional que merece su estudio. En este momento creo

que es una prioridad fijarse en este tipo de enfermeda-

des que tienen un componente transgeneracional.

–¿Queda mucho por conocer sobre esta enfermedad?

–Hay que seguir investigando para tratar de encajar todas

las piezas, porque están los factores genéticos, los cito-

cromos, los neurotransmisores cerebrales, y de hecho se

han observado cambios en la SPECT de algunas perso-

nas afectadas... Todo ello forma un puzle de información

sobre la que hay que seguir trabajando. Aporta mucho la

línea de investigación básica, como se ha planteado en

el documento de consenso y de hecho en el grupo había

una persona de referencia que estaba aportando datos

de toxicología. Y otro campo absolutamente imprescindi-

ble para seguir avanzando es el del manejo terapéutico.

Sabemos que a algunas personas les alivian los comple-

 jos vitamínicos, sobre todo B1, B

6, B

9y B

12, el ácido fóli-

co, o la vitamina D, que es interesante usarla en algunas

mujeres porque mejoramos ciertos síntomas. Siempre hay

que tener en cuenta la existencia de comorbilidad, y por

tanto hay que trabajar sobre esas otras enfermedades.

Pero lo cierto es que en muchísimos pacientes hay mu-

chos otros síntomas que todavía no sabemos qué los pro-

ducen y cómo aliviarlos. Por ello, debemos seguir traba-

 jando en esa línea y por eso el documento de consenso

no define un tratamiento específico. ■

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