T E S I S PARA OBTENER EL TITULO DE MAESTRÍA...
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UNIVERSIDAD DE COLIMA
FACULTAD DE PSICOLOGÍA
INFLUENCIA DE LA DINÁMICA FAMILIAR EN LA PRESENCIA DE
CONDUCTAS DE RIESGO EN ADOLESCENTES DEL INSTITUTO MANUEL C. SILVA EN VILLA DE ÁLVAREZ, COLIMA
T E S I S PARA OBTENER EL TITULO DE
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA APLICADA
Presenta:
Licda. En psicología María Nares Reyes
Asesora: Dra. En Psicopatología Silvia R. Sigales Ruíz
Co asesora:
Mtra. En Psicología Lisett María Gutiérrez Domínguez
Co asesora: Dra. En Psicología Diana Rivera Ottenberger
Colima, Col. Enero del 2009
AGRADECIMIENTOS
A María Reyes, Liz, Ada y Angélica
Gracias por reconfortarme en tiempos difíciles
A Silvia Sigales
Gracia por guiarme y ayudarme
siempre con la única intención de enseñarme a Ser
Lisset Domínguez
Gracias por orientarme y hacerme sentir
que no es tan difícil lograrlo
Diana Rivera
Gracias por no soltarme y orientarme hasta el final
René López y Jaime Virgen
Gracias por la confianza y por permitirme entrar en sus espacios
Gracias a todas las personas que me apoyan
Incondicionalmente, ustedes también ocupan
un lugar muy importante en mi vida.
ÍNDICE RESUMEN...........................................................................................................2
INTRODUCCIÓN……….…………………..…………………………………………3
1. CAPITULO I. MARCO TEÓRICO
1. ADOLESCENCIA 1.1.1 Teorías evolutivas del desarrollo humano…………...….....4 1.1.2 Aspectos biológicos..........................................................10 1.1.3 Aspectos psicológicos......................................................10 1.1.4 Aspectos sociales.............................................................11
2. CONDUCTAS DE RIESGO EN ADOLESCENTES
1.2.1 Teoría de la conducta problema del adolescente...........14
3. FAMILIA 1.3.1 Familia como sistemas.....................................................20 1.3.2 Teoría del ciclo vital de la familia......................................23 1.3.3 Dinámica familiar..............................................................26
2. CAPITULO II. MÉTODO
2.1.1 Planteamiento del problema.……………………………….29 2.1.2 Pregunta de investigación................................................32 2.1.3 Objetivos...........................................................................32 2.1.4 Hipótesis...........................................................................33 2.1.5 Definición de variables......................................................33 2.1.6 Tipo investigación……......................................................34 2.1.7 Participantes.....................................................................34 2.1.8 Instrumento.......................................................................35 2.1.9 Análisis de datos…………………………………..………...35 2.1.10 Procedimiento………………………………………………35 2.1.11 Aspectos éticos…………………………………………….36
3. CAPITULO III. RESULTADOS
3.1.1 Resultados…….................................................................37 3.1.2 Discusión de resultados....................................................42 3.1.3 Conclusiones....................................................................45 3.1.4 Sugerencias………………………………………………….46 3.1.5 Limitaciones del estudio………………….…………………47
4 REFERENCIAS..............................................................................................48
5 ANEXOS ........................................................................................................54
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RESUMEN
El presente trabajo de investigación tiene como objetivo principal la identificación
de aquellos factores de la dinámica familiar, que se asocian con las conductas de
riesgo en adolescentes. Esta investigación es de tipo cuantitativa, en ella se
abordo la problemática relacionada a las conductas de riesgos en la adolescencia,
así mediante la aplicación del test ¿cómo es tu/su familia?, se valoraron a 30
participantes (hombres y mujeres) con edades que fluctúan entre los 15 y los 18
años, así como a sus padres. La muestra fue extraída del instituto Manuel c. Silva,
en villa de Álvarez, colima (México).
Lo resultados de esta investigación permiten identificar que las factores de
comunicación en la relación padre /hijo(a), tiene una influencia importante en la
presencia de conductas de riesgo en el adolescente.
ABSTRACT
The present work of investigation has like primary target the identification of
those factors of familiar dynamics, which are associated with the conducts of
risk in adolescents. This investigation is of quantitative type, in her related
attack the problematic one to the conducts of risks in the adolescence, thus
by means of the application of the test ¿Como es tu/ su familia?, evaluated
to 30 participants (men and women) with ages that fluctuate between the 15
and 18 years, as well as its parents. The sample was extracted of the
institute Manuel C. Silva, in Villa de Alvarez, Colima (Mexico). The results of
this investigation allow to identify that the factors of communication in the
relation father, have an important influence in the presence of conducts of
risk in the adolescent.
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INTRODUCCIÓN
El presente trabajo está constituido por tres capítulos, los cuales están
organizados con el propósito de abordar aquellas definiciones relacionadas con la
familia, así como la dinámica familiar, la adolescencia y las conductas de riesgo.
El primer capítulo está conformado por la fundamentación teórica, misma que
aborda: 1) La adolescencia, a través de las teorías de la psicología evolutiva del
desarrollo humano 2) Conducta de riesgo de los y las adolescentes (Variable
dependiente), para lo cual se retomó el modelo de “La conducta problema”,
propuesto por (Jessor, en 1992). Y por último, 3) La familia, en donde se describen
las funciones principales de este núcleo primario, así como los elementos que
conforman la dinámica familiar (Variable Independiente). Posteriormente, en el
segundo capítulo se describe el método de esta investigación, apartado en el cual
se especifican los objetivos de la misma, la definición de las variables a considerar
, el diseño de investigación, así como la descripción de los instrumentos de
evaluación (Test ¿Cómo es tu/su familia?). Este trabajo se ha realizado
respetando los principios éticos de confidencialidad, así como los metodológicos.
En el tercer capítulo se describen los resultados de esta investigación, mismos
que se discuten y comparan con resultados de otras investigaciones, incluye
también conclusiones y sugerencias para la prevención de conductas de riesgo en
los adolescentes. Cómo última parte encontraremos las referencias bibliográficas y
los anexos en donde se puede consultar los instrumentos utilizados: anexo1
¿Cómo es su familia? versión utilizada para los padres y/o madres de familia y
anexo 2, ¿Cómo es tú familia?, versión para el adolescente.
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CAPITULO I. MARCO TEÓRICO
1. ADOLESCENCIA
Como primer punto, se abordará la etapa de la adolescencia por ser éste un
período de importantes cambios en la vida del ser humano, caracterizado por la
experimentación en diversas conductas de riesgo y vulnerabilidad específica
debido a los cambios que en ella se suscitan.
La adolescencia es una etapa entre la niñez y la edad adulta, que
cronológicamente se inicia por los cambios de la pubertad y que se caracteriza por
diversos cambios biológicos, psicológicos y sociales; por eso en muchas
ocasiones se hace referencia a este periodo como una etapa de crisis. Sin
embargo, por otro lado también es una etapa de grandes determinaciones hacia
una mayor independencia psicológica y social, en donde se construye su propia
identidad (Minsa, 1999)
Es difícil establecer límites cronológicos para este período, de acuerdo a los
conceptos convencionales aceptados por la Organización Mundial de la Salud
(OMS), la adolescencia es la etapa que transcurre entre los 10 y 19 años,
considerándose dos fases: la adolescencia temprana (10 a 14 años) y la
adolescencia tardía (15 a 19 años) (Ídem). Sabemos que conceptualmente la
adolescencia se constituye como un campo de estudio dentro de la psicología
evolutiva, así se pueden identificar algunas concepciones sobre la adolescencia
desde distintos enfoques.
1.1.1 TEORÍAS EVOLUTIVAS DEL DESARROLLO HUMANO
Enfoque Psicodinámico: Freud (1915-1924), postula que con el
advenimiento de la pubertad se introducen los cambios que llevan la vida sexual
infantil a su conformación normal definitiva, donde la pulsión sexual deja de ser
auto-erógena (sexual infantil) y va hacia una nueva meta sexual dirigida hacia un
nuevo objeto sexual, donde interviene todas pulsiones parciales, a la par que
todas las zonas erógenas quedan subordinadas al primado de la zona genital.
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Donde la nueva meta sexual asigna a los dos sexos funciones muy diferentes. El
del hombre es el más consecuente y también el más accesible a nuestra
comprensión, mientras que en la mujer se presenta hasta una cierta involución. La
nueva meta sexual consiste para el varón en la descarga de los productos
genésicos. La pulsión sexual se pone ahora al servicio de la función de
reproducción. Como todos los casos en los que deben producirse en el organismo
nuevos enlaces y nuevas composiciones en mecanismos complejos, también aquí
pueden sobrevenir perturbaciones patológicas por interrupción de estos
reordenamientos. Todas las perturbaciones patológicas de la vida sexual han de
considerarse, con buen derecho, como inhibiciones del desarrollo (Freud, 1978).
Erikson por su parte en 1959, propuso su teoría social sobre la adolescencia
argumentando que esta etapa es una crisis normativa, resultado de tensiones y
presiones que vienen del contexto social. (Erikson, 1985). Erikson sostiene que la
tarea principal de cada persona a lo largo de su vida es construir una identidad
individual positiva mediante la resolución de las tareas psicosociales propias de
cada etapa del desarrollo humano, esto lo describió en su teoría psicosocial del
desarrollo que contempla ocho etapas a lo largo del ciclo vital que consisten en :
1) Confianza frente a desconfianza, 2) Autonomía frente a vergüenza, 3) Iniciativa
frente a culpa, 4) Industriosidad frene inferioridad, 5) Identidad frente a confusión
de roles, 6) Intimidad frente a aislamiento, 7) Generatividad frente a estancamiento
y 8) Integridad frente a desesperanza, cada de estas etapas se caracteriza por un
conflicto psicológico particular.
Respecto a la etapa correspondiente a la adolescencia Erikson la sitúa en la
etapa 5 de “identidad frente a confusión de roles”, en esta etapa el individuo inicia
el proceso de búsqueda de la identidad, proceso en el cual de acuerdo con
Erikson, convergen siete dimensiones fundamentales (Mingote, 2008).
a) Establecimiento de la unidad y continuidad personal entre el tiempo pasado, el
presente y el futuro: Esto significa aprender a estimar y ubicarse en el tiempo,
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que le permita formar un concepto acerca del tiempo que le lleva a la gente a
formar sus proyectos de vida.
b) Consolidación del sentido de confianza y seguridad personal: este conflicto
implica el desarrollo de la confianza en uno mismo basada en las experiencias
anteriores.
c) Capacidad de experimentar diferentes formas de conducta y para aprender de
la experiencia: Los adolescentes tienen la posibilidad de experimentar
diferentes funciones que pueden ejercer en la sociedad, pueden experimentar
con muchas identidades, formas de hablar, actuar, ideas o formas de
relacionarse y conductas de riesgo, entre otras. Esta posibilidad de
experimentar va a enriquecer el proceso de formación de su identidad.
d) Capacidad de explorar diferentes actividades en la escuela y en el trabajo: El
adolescente tiene la oportunidad de experimentar de igual forma que en el
punto anterior, solo que esta exploración se refiere a la posibilidad de tener
varias ocupaciones antes de decidirse por un empleo.
e) Polarización sexual frente a confusión sexual, con la tarea de asumir los roles
apropiados de hombre o mujer: El adolescente continúa intentando definir qué
significa femenino o masculino. Erikson cree importante que los adolescentes
desarrollen una identificación clara con un sexo o con el otro, mismo que les
permitirá una identidad firme.
f) Capacidad para examinar y decidir los valores sociales (cuestiones de
autoridad y liderazgo, fidelidades, etc.) y las prioridades personales: El
adolescente irá descubriendo las exigencias del estado, del trabajo, de la
pareja, de los padres y de los amigos, por lo que puede experimentar confusión
en relación a quién debe escuchar, seguir, entre otras. Por lo que responder a
estas preguntas requerirá un examen sobre los valores y prioridades.
g) Capacidad para construir una ideología personal satisfactoria frente a la
confusión y la pérdida de valores: Este último punto hace referencia a la
importancia que tiene para todo individuo creer en algo o seguir a alguien, por
lo que el adolescente enfatizará en la búsqueda de su identidad como parte
importante de la construcción de la misma.
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En estas dimensiones Erikson toma mucho en cuenta las aportaciones de la
sociología, pues en su intento por explicar el funcionamiento de los individuos en
sociedades, él concibe que la adolescencia no es algo autónomo, sino una
realidad emergente de los sistemas sociales. Así en esta perspectiva, Erikson
intenta integrar los procesos psicológicos y sociales; en efecto para él, es la
interacción de estos elementos los que le permiten explicar el desarrollo de la
adolescencia.
Enfoque cognitivo-conductual desde Jean Piaget.
Continuando con la descripción general de las diferentes perspectivas
encontramos a Piaget, quien revela el desarrollo cognitivo durante la adolescencia,
y propone que esta etapa se caracteriza por la aparición de profundos cambios
cualitativos en la estructura del pensamiento. Piaget (1932), denomina a este
proceso, periodo de las operaciones formales, donde se hace manifiesto un
razonamiento cada vez más científico y lógico, mismo que le permite desarrollar
hipótesis, pensar en términos simbólicos, corregir falsos preceptos y llegar a
conclusiones propias, además de despertar una conciencia sobre sí mismo y los
demás. Esta nueva habilidad cognitiva va a afectar la manera en que el ser
humano en el periodo de la adolescencia va a pensar sobre él mismos y sobre los
demás, permitiéndole una forma diferente de apreciar, valorar y cuestionar las
normas del funcionamiento familiar y social. Los adolescentes serán capaces de
presentar argumentos mucho más sólidos y convincentes en sus discusiones
familiares, algo que cuestionará seriamente la autoridad parental y llevará en
numerosas ocasiones a que sus padres se irriten y pierdan el control de sí
mismos. Por otra parte, esto es acompañado de una imagen más realista de
padres y madres con sus defectos y virtudes y ya no como aquella imagen en
donde los padres lo saben y pueden todo (Arranz, 2004).
Finalmente la teoría de Piaget, nos revela el despertar de una nueva capacidad
cognitiva del adolescente que le permitirá tener una concepción diferente de sí
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mismo y de lo que le rodea y es gracias a esta capacidad intelectual que los y las
adolescentes podrán visualizarse en un futuro y con ello tomar decisiones
importantes en relación a su proyecto de vida, elección de una carrera o profesión
entre otras.
Corrientes psico-sociales y antropológico-culturales.
Las teorías psico-sociales y antropológico-culturales, ponen el peso en el
entorno y relativizan la generalidad de los fenómenos relacionándolos con un
contexto histórico-cultural determinado. Así en la teoría del Aprendizaje Social de
Bandura, la adolescencia no se trata de rupturas bruscas ni de radicales
transformaciones, ya que si bien es cierto que la adolescencia puede ser una
etapa de crisis, esta no se producen en un individuo desprotegido, incompetente ni
aislado, pues estará determinada por su historia anterior, los aprendizajes
infantiles y su contexto social, todo esto en su conjunto prepara al individuo para
enfrentarse a la crisis adolescente. Por su parte, desde una visión de Antropología
Cultural Margaret Mead, afirma que la adolescencia es un producto cultural, ésta
será más o menos agitada dependiendo de las consecuencias y de las
experiencias que cada cultura da a los adolescentes. Coleman por su parte con su
teoría focal, manifiesta que posiblemente la adolescencia es una etapa de crisis
pero no de la fuerza y trascendencia que otros autores clásicos marcaban. Los
problemas y crisis no se dan todos juntos, sino que se presentan secuencialmente,
la secuencia varía de unos grupos sociales a otros e incluso dentro de éstos de
unos individuos a otros.
Y por último, desde la Antropología Social, la adolescencia será determinada a
partir del medio sociocultural quien determinará la dirección de la adolescencia e
influirá fuertemente sobre el grado en que los adolescentes son bienvenidos a la
sociedad adulta (Rice, 2000).
Estas corrientes, se oponen a la universalidad de la teoría psicoanalítica y
demuestran que las vivencias de los adolescentes varían sustancialmente según
la cultura. Los autores anteriores, cuestionan fuertemente a todas aquellas teorías
estipuladas sobre las edades y etapas del desarrollo, como propuestas por Freud,
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Erikson y Piaget principalmente. Anteponiendo la cultura como un elemento
fundamental en la etapa de la adolescencia. De igual forma ponen en tela de juicio
que la adolescencia sea una etapa de conflicto ya que esto depende de la
interpretación que se haga de dicha etapa y esta interpretación varia según el
contexto cultural, por lo que no se puede hablar de una adolescencia universal
sino de adolescentes ya que cada uno, será diferente en función de diversas
variables como son genero, edad, ambiente familiar, ambiente social y cultural.
Una de las primeras exponentes de ésta visón fue Margaret Mead (1901-1953),
con su estudio “Adolescencia y cultura en Samoa” en donde puso de manifiesto
que la adolescencia en Samoa era una transición suave y no estaba marcada por
las angustias emocionales o psicológicas, observadas en otras sociedades
(Mead, 1981).
Observamos que cada una de estas teorías ha contribuido a enriquecer el
conocimiento científico sobre esta etapa, sus aportaciones han permitido ampliar
las diferentes visiones sobre la adolescencia y generar con ello discusiones
notables sobre esta etapa así como diferenciaciones importantes sobre otros
conceptos que se utilizan indiscriminadamente, como es el caso de “juventud”,
concepto que en la actualidad constituye un campo académico independiente con
su propia historia y teorías.
Sin lugar a duda, las atribuciones de la sociedad sobre la etapa de la adolescencia
en diversas culturas y particularmente en la occidental, determinan una
concepción negativa del adolescente, matizada por un conflicto intergeneracional
caracterizado por la postura de los adultos quienes identifican a los adolescentes
como rebeldes y por otro lado, la voz del adolescente que se siente incomprendido
por la sociedad adulta. En este sentido, las atribuciones son importantes en la
etapa de la adolescencia porque éstas proporcionan identidad a los grupos de
jóvenes quienes a su vez actúan de acuerdo a las atribuciones que se les asigna.
Desde la perspectiva del desarrollo de la adolescencia como hemos venido
mencionando, faltaría integrar otros aspectos que se consideran importantes
dentro de esta etapa tales como: aspectos biológicos, psicológicos y sociales.
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1.1.2 ASPECTOS BIOLÓGICOS
Existe un crecimiento corporal dado por el aumento de peso, estatura y
cambios de la forma y dimensiones corporales, de igual forma se produce un
aumento en la tasa de la masa muscular y de la fuerza muscular mayoritariamente
en hombres; por lo que es común se presente torpeza motora, falta de
coordinación, fatiga, trastorno del sueño, que puede ocasionar trastornos
emocionales y conductas de manera transitoria. Los aspectos hormonales son
básicos para que los cambios mencionados anteriormente se presenten, estos
también impactan en los cambios de humor característicos de los y las
adolescentes y su estado emocional. En cuanto al desarrollo sexual del ser
humano, es en la adolescencia cuando se llega a una madurez sexual, misma que
se caracteriza por la maduración de los órganos sexuales, la aparición de los
caracteres sexuales secundarios y el inicio de la capacidad reproductiva. Aumenta
el deseo sexual y la necesidad de contacto con el “otro” o la “otra”. Ser
adolescentes es enfrentarse al redescrubrimiento de su cuerpo, de su sexualidad y
de sus potencialidades e insuficiencias, es un momento propicio para
experimentar como lo dice Piaget y construir su identidad sexual.
1.1.3 ASPECTOS PSICOLÓGICOS
Se identificaron que los aspectos psicológicos dentro del desarrollo de la
adolescencia son los siguientes:
Autoconcepto: considerado como el conjunto de creencias, actitudes, valores y el
conocimiento de ideas referentes a nosotros mismos (Meece, 2000).
Autoestima: Es la evaluación sobre los rasgos, capacidades y características que
hace una persona sobre sí misma. Es un juicio de valor que indica hasta que
punto alguien se considera capaz, exitoso y valioso (Ídem).
Autoimagen: Considerada como una fotografía mental que cada individuo tiene
sobre su apariencia unida a las actitudes y sentimientos con respecto a esa
imagen corporal (Dulanto, 2000).
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Cambios emocionales: Los hombres pueden estar preocupados por el tamaño del
pene, la falta o exceso de vello, la aparición del bigote, la fortaleza de los
músculos, los cambios de la voz y la presencia de la primera eyaculación.
Mientras que las mujeres pueden sentir vergüenza por el tamaño de los senos, o
preocuparse por la forma de las piernas, la acumulación de la grasa en el cuerpo y
el inicio temprano o tardío de la menstruación. Conforme el adolescente se
acostumbra a los cambios, surge la preocupación por la apariencia, el deseo de
poseer un cuerpo más atractivo y la fascinación por la moda.
1.1.4 ASPECTOS SOCIALES
Autonomía: La adquisición de la autonomía es otra de las tareas
importantes en esta etapa, consiste en la separación gradual del núcleo familiar y
pertenencia a un grupo de iguales. Surgiendo con ello la necesidad de
individualizarse, es decir de diferenciarse de los demás en todos los aspectos. No
es extraño que el adolescente empiece a cuestionar las normas de casa en
búsqueda de una mayor autonomía. Sin embargo, puede que padres y madres de
familia perciban el cambio físico de sus hijos con mayor facilidad ya que éste es
evidente a diferencia del cambio psicológico que les lleva un poco más de tiempo
comprender y por qué no, un sin fin de discusiones respecto a los nuevos
pensamientos y/o necesidades de los y las adolescentes, que en muchas
ocasiones estos son percibidos como disruptivos por parte de los padres lo que
hace que se requiera de una reorganización de las reglas de interacción en la
familia para poder adaptarse a este cambio (Valadez, Amezcua, Quintanilla y
Gonzaléz, 2005).
En el proceso de adquirir autonomía también existe cierta incompatibilidad entre la
necesidad de independencia del adolescente como parte de su desarrollo y el
hecho de que los padres ven en ellos únicamente a unos niños, tratándolos como
tal. Esta situación genera un sin fin de conflictos en el Instituto Manuel C. Silva, en
donde los y las adolescentes exigen un trato como adultos y por otro lados
maestros y maestras argumentan que eso no es posible debido al comportamiento
irresponsable por parte de los y las adolescentes. En relación al hogar, los padres
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manifestaron tener dificultades para facilitar este proceso de independencia, ya
que el adolescente se revelaba contra toda norma establecida y no respetaba los
acuerdos previamente establecidos, por lo que los padres y madres reaccionaban
ejerciendo sanciones que limitaran toda forma de independencia y además,
algunas familias regresaban al trato que daban anteriormente a los adolescentes
cuando estos eran niños y/o niñas. Situación que no disminuía las situaciones
conflicto, debido a que las estrategias de solución, no eran efectivas.
Grupo de iguales: Los iguales se convierten en confidentes emocionales,
consejeros y modelos comportamentales a imitar (Sussman et al. citado en
Arranz, 2004), por lo que es probable que los padres comiencen a sentirse
apartados de la vida de sus hijos y no estén de acuerdo con los modelos que les
ofrecen sus compañeros. Consideremos que en el grupo de iguales se producen
presiones de conformidad, necesidades de estilos de vida diferenciados, modas,
imitaciones, identificaciones, difusión de vivencias y climas emocionales. En este
sentido es importante comprender que habrá momentos en los que la única
manera de ser él mismo será ser como los otros (Fuentes, 1990).
Los padres pretender seguir manteniendo su autoridad y la forma de relacionarse
con sus hijos, incluso en algunos casos pueden aumentar las restricciones, lo que
lleva a la aparición de conflictos, como se mencionaba anteriormente. Estos
conflictos se originarán fundamentalmente por la discrepancia entre las distintas
necesidades u objetivos que se plantean padres, madres y adolescentes. Sin
embargo, la familia constituye uno de los elementos más importantes de la red de
apoyo social del joven y es, pese a ser muy cuestionada por éste, un espacio
contenedor de las ansiedades propias del proceso de desarrollo que vive (Rojas y
Donas, 1995, citado en Haquin, Larraguibel y Cabezas, 2004).
A través de este capítulo hemos venido mencionando las características de
nuestro sujeto de estudio, mismas que nos permiten identificar que los cambios
que vive el y la adolescente en esta etapa, interactúan entre sí para hacer de la
adolescencia una etapa que muchos profesionistas, padres y madres de familia de
nuestra sociedad mexicana temen, ya que sienten que en este periodo de la
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adolescencia el sujeto se ha vuelto irreverente y no se puede tener acercamiento
alguno.
De igual forma se retomaron algunas teorías desde la perspectiva de desarrollo
humano, mismas que nos permitieron poner en evidencia elementos importantes
del desarrollo del individuo, aunque dichas teorías pertenecen a enfoques
diferentes permitieron hacer cuestionamientos importantes sobre debates actuales
respecto a la adolescencia como es el caso de la perspectiva antropológica. Con
los elementos mencionados anteriormente tenemos las características generales
de la etapa de la adolescencia, mismas que se retomarán más adelante para
explicar las conductas de riesgo en este periodo.
2. CONDUCTAS DE RIESGO EN ADOLESCENTES
Una vez hecho la descripción de nuestro sujeto de estudio, es importante
clarificar ¿Qué es una conducta de riesgo? y ¿Por qué se manifiestan
principalmente en la etapa de la adolescencia? Y ¿Cuándo estas conductas dejan
de ser un rito de pasaje, para convertirse es un elemento que obstaculice el
desarrollo de los y las adolescentes? Con la finalidad de responder a estos
cuestionamientos, a continuación se describirá más a fondo nuestra variable
dependiente: conductas de riesgo en adolescente; en donde se hablará de su
definición y de la teoría de conducta problema del adolescentes, propuesta por
Jessor, (1992).
Existen diversos modelos teóricos enfocados a determinar las variables asociadas
a conductas de riesgo en adolescentes, entren los que figuran: a) Teorías
biológicas, los cuales atribuyen la conducta a cuestiones genéticas y hormonales.
b) Teorías Psicológicas, que analizan el papel de las variables cognitivas y rasgos
de personalidad y, c) Modelos sociales, mismos que enfatizan el papel de la
familia, los amigos y las instituciones como escuelas e iglesias. Sin embargo, se
eligió el modelo de la conducta problema del adolescente expuesto por Jessor,
(1992) por ser una de las propuestas más integrales para explicar las conductas
de riesgo en los y las adolescentes (Palacios, 2008).
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Una de las definiciones encontradas sobre conductas de riesgo fue la siguiente:
Conductas o comportamientos humanos que se manifiestan de forma voluntaria, con
resultados de alguna manera indefinidos y que tienen una alta probabilidad de provocar
consecuencias negativas en lo referido a cuestiones de salud. Tanto en su perspectiva
personal-subjetiva como social-comunitaria (Irwin, 1990 citado en Casullo, 2005).
Esta definición es muy completa, ya que el impacto de las conductas de riesgo no
solo es considerado en el nivel individual sino también social. Sin embargo, el
concepto de voluntariedad implicado en esta definición, responsabiliza única y
exclusivamente al adolescente que lleva a cabo conductas de riesgo, sin
contemplar factores externos a él. Esto en determinado momento sería muy
arriesgado ya que anularía por completo la influencia de otros factores como la
familia y el contexto cultural que también juegan un papel importante de acuerdo
con Jessor, (1992). Siguiendo con esta idea, no se intenta justificar al los y las
adolescentes ni eximirlos de la responsabilidad que a ellos compete llevar a cabo
o no conductas de riesgo, sino, involucrarlos de igual forma que el resto de los
factores implicados en la presencia de conductas de riesgo.
1.2.1 TEORÍA DE LA CONDUCTA PROBLEMA DEL ADOLESCENTE
Jessor en su “Teoría de la Conducta Problema del Adolescente” integra las
características personales como un factor de riesgo y/o protector para llevar a
cabo conductas de riesgo, además de factores biológicos, ambientales entre otros.
Otra de las definiciones encontradas sobre conductas de riesgo en los y las
adolescentes, emitida por este mismo autor fue:
Conductas de riesgo son aquellos comportamientos epidemiológicamente relacionados
con un aumento de la morbimortalidad de quienes los emiten (Jessor, 1992). Esta
definición pone de manifiesto la correlación que existe entre los comportamientos
de riesgo y la morbimortalidad, es decir aquellos adolescentes que llevan a cabo
conductas de riesgo tienden a enfermar o morir a diferencia del los adolescentes
que no llevan a cabo conductas de riesgo.
En su Teoría sobre la Conducta Problema del adolescente, (Jessor, 1992) explica
los diversos elementos que se ven implicados en la realización de conductas de
riesgo y sus contribuciones nos permiten comprender el comportamiento del
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adolescente. Este modelo abarca elementos (o sistemas) tales como cognición,
aprendizajes, relaciones interpersonales y constructos intrapersonales en sus
relaciones socio-psicológicas, que buscan explicar porqué los adolescentes
presentan determinados comportamientos de riesgo. Esta teoría propone que las
interrelaciones de los factores de riesgo dentro de cada sistema, establece la
probabilidad de que ocurran ciertos comportamientos problema, contribuye
además, para la identificación de un fenómeno que podemos entender como
“síndrome de comportamientos problema” por ejemplo; fumar, consumo de
alcohol, consumo de drogas ilegales, conductas sexuales de riesgo, entre otras,
ya que se considera que los y las adolescentes que desarrollan un tipo de
comportamiento de riesgo tienen mayor probabilidad de presentar una serie de
estas conductas, debido a que en conjunto sirven a los adolescentes como medio
para fortalecer su proceso de identidad social y asegurar la integración con sus
pares.
Las conductas de riesgo desde esta perspectiva son una interrelación de factores
de riesgo y factores protectores que influyen tanto a los adolescentes de manera
individual como a los grupos de adolescentes. Para ello Jessor (1992), divide en
cinco áreas a los factores que contribuyen a una conducta de riesgo (Musitu,
Buelga, Lila y Cava, 2001).
1) Factores biológicos o genéticos.
2) Ambiente social: que incluye factores como la familia, pobreza y la calidad
de las escuelas y la cultura.
3) Ambiente percibido por parte del adolescente: modelos de conducta que
percibe el/la adolescente
4) Factores de la personalidad: que incluyen variables como la autoestima, las
expectativas del adolescente con respecto a su propio futuro, la tendencia a
asumir riesgos y los valores relacionados con el logro y la salud.
5) Factores conductuales: como la asistencia a la escuela y el consumo de
alcohol (Ver esquema 1).
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Esquema 1.CONDUCTA DE RIESGO EN ADOLESCENTES
Fuente: Jessor, R. (1992). Risk behavior in adolescence: a psychosocial framework for understanding and
action.
Resultados que ponen en peligro la salud/vida
Salud
Enfermedad/afecciones
Mala condición física
Roles sociales
Fracaso escolar
Aislamiento social
Problemas legales
Procreación temprana
Desarrollo personal
Autoconcepto inadecuado
Depresión
Suicidio
Preparación para la
adultez
Escasas habilidades
laborales
Propensión al desempleo y
Falta de motivación
1. Biología/ genética
Factores de riesgo � Antecedentes
familiares de alcoholismo
Factores de protección
� Gran inteligencia
2. Ambiente social Factores de riesgo
� Pobreza � Anomia
normativa � Desigualdad
racial Factores de protección
� Escuelas de calidad
� Cohesión de la familia
� Recursos del barrio o comunidad
� Adultos responsables
3. Ambiente percibido
Factores de riesgo � Modelos de
conducta desviada
� Conflicto normativo entre progenitores y amigos
Factores de protección � Modelos de
conducta convencional
� Controles estrictos sobre la conducta
4. Personalidad Factores de riesgo � Percepción de
pocas oportunidades vitales
� Baja autoestima � Propensión a
correr riesgos Factores de protección � Valoración del
aprovechamiento académico
� Valoración de la salud
� Intolerancia de la desviación
5. Conducta Factores de riesgo � Problemas de
alcoholismo � Trabajo escolar
deficiente Factores de protección � Asistencia a la
iglesia � Participación en la
escuela y clubes de voluntarios
Conducta y estilos de vida de riesgo del adolescente Problemas de conducta
Consumo de sustancias ilícitas Delincuencia
Conducir en estado de ebriedad
Conducta relacionada con la salud Alimentación poco sana
Tabaquismo Vida sedentaria
No usar el cinturón de seguridad
Conducta escolar Haraganería
Deserción escolar Uso de drogas en la escuela
RE
SU
LTA
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DE
RIE
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17
En un primer momento este esquema permite identificar los factores de riesgo y
de protección que intervienen en la conducta de riesgo de los y las adolescentes,
posteriormente menciona a las denominadas conductas de riesgo y finalmente
muestra algunas las consecuencias de las conductas de riesgo, en distintas áreas
del individuo (salud, redes sociales, desarrollo personal y preparación para la
adultez).Tal como lo muestra en el esquema, las conductas de riesgo pueden
estar relacionadas con todo un cúmulo de factores que engloban no sólo al
individuo y sus características personales, sino también a todo lo que acontece en
cada uno de los contextos en los que se desarrolla, esto mismo lo afirma Becoña,
(2007).
Observamos que la escuela es un factor importante dentro de las conductas de
riesgo, Carrasco, (2004) analizó la relación entre el consumo de drogas y algunos
factores vinculados al contexto escolar (como lo es la satisfacción escolar,
autoconcepto académico, repetición del curso, presión escolar, tiempo diario
dedicado a la realización de deberes y expectativas), en sus estudios realizados
encontró que el consumo de alcohol, así como la frecuencia de embriaguez están
asociados negativamente con la satisfacción escolar, en cambio se relacionan
positivamente con el hecho de haber repetido curso.
Así como los factores de riesgo no son el resultado del azar ni surgen
espontáneamente, lo mismo ocurre con los factores protectores. En muchas
ocasiones estos factores suelen operar de manera interrelacionada,
interdependiente, y en muchas ocasiones simultánea (Carrasco, 2004). Ambas
clases de factores muchas veces son el resultado de procesos iniciados tiempo
atrás y en ocasiones se han incorporado a los valores culturales como patrimonio
social, aquí se incluyen las tradiciones culturales que implican conductas de riesgo
y que son promovidas por la misma cultura (Maddaleno, Munist, Serrano, Silber,
Suárez y Yunes, 1995), o por el contrario, representan las nuevas tendencias de
estilos de prácticas de esparcimiento de los y las adolescentes, que como
sabemos en su mayoría están relacionadas con el consumo de alcohol. Otro
elemento importante para explicar las conductas de riesgo, es la percepción del
riesgo que tienen los y las adolescentes, en donde existe una tendencia a
18
minimizar los posibles efectos negativos derivados de la práctica de actividades
que representen riesgo para la salud. La percepción en esta etapa es
generalmente optimista, además, los y las adolescentes no demuestran sentirse
más vulnerables a los daños que una persona adulta (Weinstein, 1992 y
Gonçalves, Castellá y Carlotto, 2007). Asumimos entonces, que el éxito o fracaso
en la realización de conductas de riesgo promueve la ilusión de invulnerabilidad y
aumenta la probabilidad de ejecución del comportamiento posterior. Esto puede
crear un círculo vicioso que no contribuye para la mejora en el campo de la salud,
ya que la conducta de riesgo se ve reforzada positivamente en la medida que el
adolescente no experimente consecuencias negativas. Dentro de la prevención es
imprescindible que se evite que los y las adolescentes experimenten las
consecuencias negativas para entonces si llevar a cabo una modificación en la
conducta, es vital anticiparnos a esas consecuencias para promover estilos de
vida saludables. No olvidemos que una característica del desarrollo del
adolescente tiene que ver con la necesidad de forzar al máximo los límites que la
sociedad le impone con sus prohibiciones. Es el atractivo por transgredir aquello
que la sociedad adulta prohíbe (Fuentes, 1990).
Las conductas de riesgo consideradas en la presente investigación fueron: el
consumo de tabaco, alcohol y drogas ilegales, peleas o riñas e intento de suicidio,
mismas que fueron elegidas con base a las características que comparten entre
ellas ya que se ha identificado factores de riesgo comunes en dichas conductas de
riesgo (Catalano & Hawkins, 1996 y OMS/OPS, 1998), además de la incidencia
de las mismas, al respecto la UNICEF, (2002) nos proporciona algunos datos
sobre estas conductas, en donde podemos observar que:
La mayoría de los fumadores empiezan antes de cumplir los 18 años (UNICEF,
2002). Los jóvenes que fuman tienen más probabilidades de consumir drogas
prohibidas y de beber más que sus compañeros que no fuman (Ídem).
El alcoholismo y otras adicciones a menudo están relacionados con la principal
causa de muerte entre los jóvenes de todo el mundo, los accidentes de tráfico por
cada joven que se mata en carretera, otros 10 resultan heridos de gravedad o
discapacitados de por vida (Ídem).
19
Los adolescentes que consumen alcohol son menos propensos a utilizar el
preservativo u otras medidas de prevención (Carrasco, 2004). Por otro lado,
existe una correlación positiva entre la edad de debut sexual y la aceptación del
uso de drogas y alcohol en la actividad sexual (Uribe, Andrade y Zacarías, 2008).
Según Palacios, Bravo y Andrade, (2007) las conductas de riesgo son diversas y
se asocian con el contexto familiar, la conducta rebelde antisocial, tendencia al
retraimiento, a la agresividad, baja autoestima, pobre empatía con el medio,
frecuentes mentiras, poco control de impulsos, alcoholismo y abuso de drogas en
el ámbito familiar, deterioro socioeconómico de la familia, situación familiar
conflictiva y uso de drogas. Ante este panorama, podemos observar que los
adolescentes y jóvenes en nuestra sociedad, cada día se encuentran más
próximos a situaciones y acciones de riesgo. Sin embargo hay situaciones que
están dentro de un a nivel de aceptación ya que permiten a los jóvenes despertar
en ellos la admiración y aceptación de las personas de su entorno, al poner a
prueba su capacidad de logro mediante conducción temeraria que afirmen una
prestigio social y la práctica de deportes de riesgo (Funes, 1999 citado en Alsinet,
Pérez y Argulló, 2003).
Algunas de las conductas de riesgo mencionadas anteriormente, son equivalentes
a ritos de pasaje generados en la propia subcultura juvenil cuando los y las
adolescentes no encuentran oportunidades de probar su pasaje a la adultez.
Aunado a esto, sí existe un proceso de construcción de la identidad confuso,
incompleto con sentimientos de desvalorización personal y exclusión social, la
vulnerabilidad será mayor y la propensión a adoptar conductas riesgosas para
satisfacer las necesidades psicológicas a cualquier costo, será más probable
(Suárez & Krauskopf, 1992). Por otro lado, paralelo a los ritos de pasaje sabemos
que los hábitos de vida y de consumo se forman en la etapa de la adolescencia,
mismo por lo cual, con el paso del tiempo las conductas de riesgo llevadas a cabo
en la adolescencia pueden llegar a constituir un estilo de vida de riesgo en la edad
adulta. Entenderemos por estilo de vida de riesgo al conjunto de patrones
conductuales, incluyendo tanto conductas activas como pasivas, que suponen una
amenaza para el bienestar físico y psíquico y que acarrean directamente
20
consecuencias negativas para la salud o comprometen seriamente aspectos del
desarrollo del individuo.(Rodrigo, Márquez, García, Mendoza, Rubio, Martínez y
Marín, 2004).
Las características de los y las adolescentes descritas en el primer apartado del
marco teórico complementan la teoría de Jessor y permiten integrar elementos
principalmente en los aspectos: de biología/ genética y personalidad, ya que éstos
hacen referencia a aspectos internos del proceso de desarrollo del individuo.
La teoría de la conducta problema nos ha permitido describir los elementos que
intervienen en la conducta de riesgo de los y las adolescentes, de igual forma nos
ha permitido identificar algunas consecuencias en el desarrollo de las personas en
distintas áreas, por lo que resulta un modelo integral para explicar los elementos
que intervienen en la conducta de riesgo de los y las adolescentes. Sin embargo,
surge un cuestionamiento, ¿En que porcentaje influye cada uno de los factores del
modelo de Jessor, para explicar las conductas de riesgo de los y las
adolescentes? y ¿Qué relación tiene la dinámica familiar con las conductas de
riesgo?; para poder identificar cómo están relacionadas ambas variables será
necesario conceptualizar la variable independiente del presente estudio “dinámica
familiar”.
3. FAMILIA
1.3.1 FAMILIA COMO SISTEMAS
En el esquema de Jessor (1992), la familia es considerada como un factor
de riesgo y/o protector, tomar en cuenta esta posibilidad es importante para la
presencia de conductas de riesgo en el adolescente. Pero, ¿Qué es la familia?,
esta parece una pregunta sencilla puesto que todos tenemos de alguna manera
una representación social de la familia, acorde al contextos socio-cultural en el que
el individuo se desarrolla, sin embargo el problema radica en conceptualizarla ya
que existe una falta de consenso al respecto propiciando con ello un sin fin de
definiciones provenientes de cada uno de los diferentes enfoques y áreas
dedicadas a su estudio. Así podemos encontrar dos alternativas teóricas sobre el
21
estudio de la familia: 1) la familia como interacción (interaccionismo simbólico) y 2)
la familia como sistema (funcionalismo estructural, que incluye el enfoque
sistémico y la teoría del desarrollo evolutivo de la familia). Aún cuando ambas
perspectivas nos hablan de la evolución del concepto de familia, la perspectiva
sistémica responde más a las necesidades de este estudio ya que nos da
elementos que nos permiten explicar la dinámica familiar.
La concepción de la familia como sistema se fundamenta en la teoría general de
sistemas, en la cibernética y en la teoría de la comunicación (Arranz, 2004).
Dentro de este enfoque se concibe como un sistema, al conjunto de elementos en
interrelación con ellos mismos y con el ambiente (García y Musitu 2000). De
acuerdo con esta definición, la familia es un sistema social en constante
interacción con el medio cultural y social de alta relevancia en la determinación del
estado de salud o enfermedad de sus componentes.
Algunos de los postulados básicos del enfoque sistémico de la familia propuesto
por Broderick, (1993) son:
a) El modelo se centra en la interdependencia de las partes y en las cualidades
emergentes del sistema como tal, esto es, “el todo es mayor que la suma de
sus partes”
b) Los sistemas sociales se percibían como capaces de mantener los límites y el
equilibrio ante el amplio rango de perturbaciones internas y externas. Solo
cuando las fuerzas disruptivas internas o externas exceden esos límites, la
estructura básica del sistema queda sometida a la suficiente presión para
transformarse en una estructura diferente.
c) Se consideraba que los sistemas sociales disponían de condiciones intrínsecas
para su supervivencia, incluyendo: a) función económica que regula la
productividad interna, así como el inicio y la regulación de los intercambios con
el ambiente externo, b) una función ejecutiva o política que mantiene el orden y
proporciona tanto las metas y prioridades para el sistema como la motivación
para lograr esas metas y prioridades; c) una función mantenedora de la moral y
la lealtad; d) una función homeostática estabilizadora. Cada función requiere
de mecanismos sociales o estructuras sociales para lograr sus metas.
22
d) Los sistemas sociales pueden considerarse como ordenados o anidados
jerárquicamente, esto es, los sistemas pueden ser partes de sistemas más
inclusivos y sus propias subunidades pueden ser también sistemas por su
propio derecho. (García et al, 2000)
El enfoque sistémico define a la familia como:
Un sistema social abierto, dinámico, dirigido a metas y autorregulado. Cada
sistema individual y familiar está configurado por sus propias facetas estructurales
particulares (tamaño, complejidad, composición, estadio vital), las características
psicobiológicas de sus miembros individuales (edad, género, fertilidad, salud,
temperamento) y su posición sociocultural e histórica en su entorno más amplio
(Broderick 1993 citado en García & Musitu, 2000). En esta definición, ninguna
familia es igual a otra ya que en cada una rigen normas o reglas particulares,
implícitas y explícitas que se encargan de organizar las funciones que llevarán a
cabo sus miembros y es en esta interacción basada en funciones que garantiza
que el sistema se mantenga estable y regulador de la conducta de sus miembros.
Las funciones que cumple la familia son múltiples y esenciales para el desarrollo
de la persona y para la sobrevivencia y estabilidad de la sociedad. De acuerdo
con Hidalgo y Carrasco, (1999) algunas de las funciones del sistema familiar son:
a) Satisfacción de necesidades biológicas tendientes a la reproducción, crianza y
cuidado de los hijos.
b) Satisfacción de necesidades psicológicas, estas generan una matriz de
experiencias afectivas y vinculares. Estos lazos afectivos establecen
responsabilidades mutuas y sentimientos de pertenencia que hacen que cada
grupo adquiera características individuales, lo que la hace única.
c) Funciones de socialización, dado que la familia es la principal transmisora de la
cultura, porque enseña creencias, valores, normas y conductas deseables de
la sociedad.
d) Funciones económicas, dado que la unidad se constituye en un sistema de
producción y compra de servicios y bienes para lograr la subsistencia de sus
integrantes.
23
e) Función mediadora, ya que relaciona a los integrantes de la familia con otras
unidades del sistema social. Sirve como plataforma para las acciones en otras
esferas sociales.
En ocasiones algunos de los conflictos generados al interior del núcleo de la
familia parten de un incumplimiento de las funciones de la familia; en relación a
nuestro sujeto de estudio, se identificó en el diagnóstico psicológico que en las
familias de los y las adolescentes existe una sobredimensión de las funciones
económicas de la familia muy por encima de las funciones afectivas. Mismo que
propicia una falta de calidad y calidez en la relación de padres y madres hacia los
hijos ya que estos últimos trabajaban largas jornadas impidiendo así un tiempo de
convivencia con sus hijos. Esto generaba hasta cierto punto un sentimiento de
abandono en los y las adolescentes.
Continuando con la descripción del enfoque de sistemas, es importante mencionar
que todo sistema familiar está compuesto por subsistema, donde cada uno de
estos subsistemas despliega su energía a favor de su autonomía y su auto
conservación como un todo, y a su vez, es integrador en su condición de parte
(Minuchin, Fishman, 1984). Cada individuo pertenece a diferentes subsistemas, en
los que posee distintos niveles de poder, y dentro de los cuales aprende
habilidades diferenciadas. Los diferentes sub-sistemas son: Individual, conyugal,
parental y fraterno.
1.3.2 TEORÍA DEL CICLO VITAL DE LA FAMILIA
Por otro lado, tenemos otra teoría importante dentro de la perspectiva de
sistemas, se trata de la teoría del ciclo vital de la familia. Esta teoría se centra en
los cambios sistémicos que experimenta la familia a medida que va
desplazándose a lo largo de los diversos estadios de su ciclo vital. De acuerdo con
esta teoría, las familias atraviesan una secuencia predecible de estadios a lo largo
de su ciclo vital. Es una especie de analogía sobre el proceso de desarrollo del ser
humano donde sabemos que este nace, crece, se desarrolla y muere, mismo por
lo cual se ha hecho esta misma relación sobre la familia. Y es así como surge la
24
perspectiva evolutiva de la familia con Duvall, (1977), misma que propone seis
estadios del ciclo vital de la familia, mismos que se describen a continuación:
a) Formación de la pareja (Noviazgo y matrimonio): Esta fase inicia con el
proceso de independencia de la familia de origen. Para iniciar un proceso
de intimidad con la pareja. En este inicio tanto el hombre como la mujer
comienza a adaptarse a los roles y tareas de una casa, en este periodo
existe el establecimiento de normas y pautas de relación entre ambos.
Cuando dos personas inician un proyecto de vida en común, traen cada uno
un bagaje cultural, una serie de pautas, de creencias que provienen de su
propia familia.
b) Crianza inicial de los hijos (as): El nacimiento del primer hijo, representa el
pasaje de una vida individual a la experiencia de compartir con la llegada de
un nuevo miembro en la familia. La familia extensa se reagrupa, nacen
además del niño, los padres, los abuelos, los tíos, etc. Estos cambios son
profundos, no es simplemente el asumir nuevos roles, es una
reorganización de la identidad; se asumen nuevos compromisos
emocionales y sociales, cambia la relación de pareja y se ponen en marcha
múltiples adaptaciones.
c) Familia con hijos (as) escolares: Cuando los hijos aún no van a la escuela
el rol de la madre y del padre deben compartir con el rol de la pareja, de
ésta manera se podrá definir los límites entre estos dos sub-sistemas, y
proteger el vínculo conyugal que en muchos sistemas familiares se
“olvidan” de ser pareja para dedicarse a tiempo completo a ser solo padre o
madre. La pareja enfrentará la adaptación del niño en la escuela y su propia
adaptación ante este suceso, re-organizarse en las labores domésticas,
supervisar la educación del hijo, favorecer la autonomía, la administración
de la economía. Entra en contacto con un sistema organizado externo;
ingresan nuevas ideas y perspectivas en los niños escolares mismos que
viven el proceso de diferenciarse sexualmente.
d) La familia con hijos (as) adolescencia de los hijos: La etapa de la
adolescencia marca el inicio de la separación de los hijos de la familia de
25
origen y el período de “individualización-independiente”, ¿Cómo enfrentan
los padres éste período particular de un miembro de la familia? ¿Qué
dificultades se encuentran en la relación entre padres e hijos? Si la familia
con hijos adolescentes ante la amenaza que puede representar este
periodo para la estabilidad familiar, se cierra y no flexibiliza sus fronteras,
no da lugar a la autonomía y responsabilidad del joven, es muy posible que
aparezca algún miembro sintomático, sea el adolescente con un trastorno
de conducta, una crisis matrimonial, una madre deprimida y/o un padre
infartado. Aparecen síntomas en un miembro cuando no puede lograrse el
cambio necesario por la trasformación apropiada y suficiente de la
estructura familiar. Algunas de las tareas en esta etapa son realizar los
ajustes necesarios para las necesidades de independencia, reconocimiento
de la prioridad de los pares, apoyo de la búsqueda de identidad.
e) Familia como plataforma de lanzamiento: Cuando los hijos parten, ¿cómo
es la adaptación de la familia? Se identificará los principales mecanismos
familiares de adaptación al cambio y las habilidades de sus integrantes para
la toma de decisiones con independencia y autosuficiencia. Hay mayor
distancia emocional y autonomía de los miembros de la familia.
f) Etapa Post parental :
− Nido Vacío: La pareja (sub-sistema conyugal), refuerza vínculos o
retoma sus procesos de relación. Los riesgos que en ésta etapa
atraviesa la pareja es la separación si se dedica a ser solo padres. En
esta fase, se asumen los roles de abuelo (a).
− Vejez: Saber envejecer quizás sea una de las tareas más difíciles que
toca realizar a una persona en su periplo vital. Se presenta los cambios
biológicos propios de la edad, existen múltiples pérdidas: juventud,
salud, vitalidad, trabajo. En este periodo final del ciclo vital de la familia,
Como cualquier ciclo de vida, termina con la muerte, ya sea de la pareja
o de la misma persona (Adaptación de Florenzano, 1994).
El paso de un estadio a otro ocurre cuando se producen cambios en la
composición familiar, lo que provoca un cambio en la estructura familiar. Estos
26
cambios estructurales tienen, a su vez, efectos en el funcionamiento y bienestar
familiar. El lograr ir superando las tareas del desarrollo es un requisito funcional
necesario para un adecuado crecimiento. En caso de que no sea así se producirán
tensiones y conflictos, tendiendo muchas veces a desequilibrios del sistema o a la
vuelta a etapas más tempranas donde hubo éxito pero que en el momento actual
no son capaces de satisfacer las necesidades del sistema. Recodemos que
muchos de los problemas de salud pueden tener su origen en el estancamiento
del proceso de desarrollo (Hidalgo et al, 1999).
El ciclo vital familiar, es un concepto ordenador, para entender la evolución
secuencial de las familias y las crisis transicionales que atraviesa en función del
crecimiento y desarrollo de sus miembros. Los momentos de transición en la vida
familiar producen tensiones que exigen cambios en la organización familiar para
adaptarse a las necesidades cambiantes de sus miembros. Los límites se relajan o
se hacen rígidos, las reglas y los roles se confunden, se replantean jerarquías, se
reviven conflictos no resueltos. Estos momentos serán estresantes según los
recursos y factores protectores y/o riesgo con los que cuente el sistema familiar
para afrontar dicha situación (Ídem).
De acuerdo al enfoque de sistemas, las familias no pueden describirse en
términos estáticos o estructurales, puesto que sus partes se encuentran
dinámicamente relacionadas entre sí y con el entorno, es por esto, necesario
centrarse en los procesos hasta cierto punto subjetivos dentro de los sistemas
familiares, que conforman lo que denominaremos dinámica familiar.
2.3.3 DINÁMICA FAMILIAR
Según el enfoque sistémico, la dinámica familiar comprende "los aspectos
suscitados en el interior de la familia, en donde todos y cada uno de los miembros
está ligado a los demás por lazos de parentesco, relaciones de afecto,
comunicación, límites, jerarquías o roles, toma de decisiones, resolución de
conflictos y las funciones asignadas a sus miembros" (Minuchin, 1977).
Olson, (1979) define a la dinámica familiar como el sistema de intercambio en las
interacciones familiares, específicamente los lazos emocionales que los miembros
27
de la familia tienen entre sí y el grado de autonomía individual que una persona
experimenta en la familia (cohesión). Así como la habilidad del sistema familiar
para combinar su estructura de poder, sus roles, sus reglas de relación en
respuesta a estrés situacional y de desarrollo (adaptabilidad) (Olson, Russell y
Sprenkle, 1979).
Los elementos de la dinámica familiar abordados en la presente investigación son:
− Cohesión: Es el vínculo emocional y autonomía existente entre los
miembros de la familia. Incluye cercanía, compromiso familiar, individualismo y
tiempo compartido, proximidad y satisfacción de las relaciones en el interior del
núcleo (González, Nuñez, Álvarez, Roces, González, Muñiz, Valle, Cabanach,
Rodríguez y Bernardo, 2003).
− Comunicación: Es el principal medio de expresión de pensamientos y
sentimientos. Mediante la comunicación se establecen los roles y reglas en el
sistema familiar. Todas las relaciones que establece el ser humano son de tipo
interpersonal, para lo cual, es necesaria la comunicación, esta implica destrezas
para escuchar, empatía, capacidad para hablar de sí mismo y de otros, apertura y
asertividad (Hidalgo et al, 1999).
Adaptabilidad: Es definida como la habilidad del sistema para modificar las
estructuras de poder, roles y las reglas de relación en respuesta al desarrollo
evolutivo de la familia o en respuesta al estrés provocado por diversas situaciones
de tensión familiar (González et al, 2003).
− Fuentes de apoyo: El apoyo social se define como un conjunto de
provisiones expresivas o instrumentales, percibidas o recibidas, proporcionadas
por la comunidad, familia o personas de confianza tanto en situaciones cotidianas
como de crisis. Los tres tipos fundamentales de apoyo social pueden
categorizarse en tres: apoyo emocional, informacional y material. El apoyo
emocional hace referencia a la posibilidad de compartir sentimientos, temores o
ilusiones. Tiene una finalidad en sí mismo, la de poder expresarse y ser
escuchado. El apoyo informacional se refiere al consejo e información útil que
podemos recibir de las personas de nuestro entorno y por último, el apoyo material
28
el cual hace referencia a las ayudas tangibles, ayudas como por ejemplo préstamo
de objetos o dinero.
La dinámica familiar se compone de un conjunto de fuerzas positivas y negativas
que afectan el comportamiento de cada miembro del sistema (Cabrera,
Rodríguez, González, Ocampo y Amaya, 2006). La dinámica puede ser traducida
comúnmente en funcional o disfuncional. Por funcionalidad se entiende aquellos
sistemas que animan a la socialización dando a sus miembros todo el apoyo y
satisfacciones que son necesarias para su desarrollo personal y social (Minuchin,
1977). Mientras que por el contrario la interacción que se produce en las familias
disfuncionales resulta incómoda y es carente entre los miembros. Es importante
mencionar que todas las familias funcionales o no, pasan por períodos de crisis,
disfrutan de áreas competentes y presentan funciones desadaptativas en un
período de tiempo. Hay que tener una prudencia extrema a la hora de poner una
etiqueta de “familia disfuncional”, como toda etiqueta suele tener un impacto en las
personas que se les hace dicha atribución.
Cómo ya vimos la teoría nos presenta elementos a partir de los cuales podemos
explicar la interinfluencia entre los sistemas de la familia, en donde tenemos por
un lado el proceso de desarrollo de los y las adolescentes que por sí solo
demanda cambios en el sistema familiar debido a sus necesidades de desarrollo
(independencia, autonomía) y por otro lado, tenemos a la dinámica familiar que en
su conjunto irán moldeando los comportamientos de cada individuo, y a partir de
ésta irterinfluencia se pueden explicar diversos comportamientos del individuo.
Más que categorizar a las familias en funcionales o disfuncionales, que son
etiquetas generalizadas, el interés de esta investigación es identificar qué
elementos de la dinámica familiar influyen para que los y las adolescentes lleven a
cabo conductas de riesgo. Parte de nuestra hipótesis de trabajo es que la
dinámica familiar juega un papel importante para explicar dicha problemática en
donde un antecedente importante en la presente investigación fue el diagnóstico
elaborado anteriormente en el 2006 en el Instituto Manuel C. Silva. Con el
propósito de responder a estos cuestionamientos se elaboró el presente diseño de
investigación.
29
2 CAPITULO II. MÉTODO
2.1.1 PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En la actualidad, el influjo de nuevas ideologías y tecnologías así como de
nuevos valores de consumo está trastocando el comportamiento de las
generaciones contemporáneas en nuestra sociedad, generando con ello nuevos
patrones de conducta en los jóvenes y una nueva organización social, en donde la
familia se ve seriamente impactada (Jadue, 2003). Un cambio específicamente en
la familia ha sido la incorporación de la mujer al campo laboral lo que ha traído a la
familia mexicana nuevas expectativas de vida, no solamente económicas sino
también en su estilo de vida, que se ve por una parte favorecida en su desarrollo
económico, intelectual y en su estatus social, pero que conjuntamente también se
ha visto afectada por el aumento considerable de divorcios; que podrían explicarse
a partir del rol secundario que juegan ahora los hombres en la formación y
manutención de la familia (Florenzano, 1994 citado en Hidalgo 1999). Para el siglo
XXI, existen múltiples situaciones generadas por esta transformación del sistema
familiar, ya no se habla de “familia” únicamente, sino de “familias”, haciendo
referencia a todas aquellas estructuras familiares que distan de la familia nuclear
tales como: familias reconstituidas, monoparentales y extensivas (Martiñá, 2003);
sin embargo las familias nucleares aún cuando se mantienen unidas viven en la
situación en donde ambos padres son trabajadores de tiempo completo y los hijos
pasan mucho tiempo solos o al cuidado de terceros.
Es evidente que en estas nuevas formas de constitución de la familia, los
afectados primeramente son los hijos, la calidad de las relaciones familiares en la
etapa de la adolescencia es crucial para determinar la competencia y confianza
con la que con la que el adolescente afronta el periodo de transición a la edad
adulta (Butters, 2002; Steinberg y Sheffield Morris, 2001). Además estas
relaciones influirán en cómo los jóvenes negocian las principales tareas de la
adolescencia tales como la adquisición de la identidad y autonomía (Jiménez,
Musitu y Murgui, 2006). En este sentido, si se conjuga familia y adolescencia,
estas trasformaciones sociales de la familia pueden potenciar las dificultades
30
propias de este periodo de desarrollo en donde interactúan los cambios biológicos,
sociales y psicológicos del adolescente generando así una plataforma de
vulnerabilidad que propiciará el desarrollo de conductas de riesgo en el
adolescente. En efecto, en esta etapa el individuo se replantea una nueva
definición personal y social que lo moviliza a procesos de exploración,
diferenciación del medio familiar y búsqueda de sentido (Bloss, 1981; Ausubel,
1954; Erikson, 1974 en Suárez & Krauskopf, 1992). Los procesos de exploración
que se manifiestan, buscan la satisfacción inmediata o la autoafirmación del
individuo a través de acciones efímeras que dan sensaciones de logro y
reconocimiento, propiciando así que el adolescente se involucre en conductas de
riesgo tales como: el consumo de drogas, diversiones de alto riesgo, intento de
suicidios entre otros (Ídem).
De acuerdo con la encuesta estatal de adicciones Colima (2006), el consumo de
alcohol en adolescente es del 54.2% en hombres y del 53.1%, en mujeres, es
evidente que el consumo de alcohol se acompaña de conductas de riesgo que
afectan no solamente el desarrollo de los adolescentes, sino que además ponen
en peligro y alteran sus expectativas y su proyecto de vida, ya que por lo general
el consumo de alcohol se asocia a accidentes automovilísticos entre otros. Por
otra parte, además del consumo de alcohol, de acuerdo con esta misma encuesta
(2006), durante los últimos 15 años, en el Estado de Colima el consumo de
sustancias ha incrementado, tanto en drogas ilegales como médicas. Éstas
estadísticas no difieren de otros estados de la Republica Mexicana ni de otros
países de América Latina.
Antecedentes de la investigación
Esta investigación se despliega de un trabajo de intervención organizado para
atender en el Instituto Manuel C. Silva localizado en el municipio de Villa de
Álvarez (Colima), necesidades de disciplina y desarrollo personal de los
estudiantes inscritos en esta institución. Mediante la realización de un
familiograma, así como de una entrevista semiestructurada a 209 familias
correspondientes al 98% de la población inscrita en esta institución durante el
31
periodo 2005-2006, se exploro la estructura de las familias, los estilos de crianza,
las situaciones de tensión en la familia y la forma de solucionar los conflictos. A
partir de esta evaluación se identificó 49% de la población estudiantil de los
niveles; preescolar, primaria, secundaria y bachillerato, casos que presentaban
cierta dificultad de adaptación al medio escolar y así como conductas agresivas y
de conflicto permanente en sus relaciones interpersonales con sus pares y
profesores. Así mismo se identificaron situaciones de familia que constituían un
riesgo para el desarrollo y bienestar de los hijos y se implementaron talleres de
desarrollo de habilidades para la vida para los casos identificados como
“prioritarios”, para ser atendidos mediante un apoyo psicosocial, lo que nos
permitió desarrollar talleres de desarrollo de habilidades para la vida en donde se
trabajaron en los estudiantes participantes habilidades sociales, de auto
conocimiento, manejo de emociones y solución de conflicto.
Sin embargo, para la población adolescente del ciclo escolar de Bachillerato, estos
talleres no tuvieron el mismo impacto en la población, por lo que se decidió la
realización de un estudio más profundo que nos permitiera identificar de forma
profunda y precisa las causas que influenciaban en sus conductas.
Así, se retomaron los indicadores encontrados durante la exploración diagnostica
de las familias con hijos en Bachillerato; donde se desprenden los siguientes
indicadores:
a) En los padres de familia se identificó una prioridad sobrevalorada de la
dimensión económica, en la que privilegian el uso de su tiempo y espacios
a actividades de este tipo: Esta prioridad esta por encima de las funciones
afectivas, de comunicación y convivencia con la familia; propiciando una
relación distante y superficial entre padres e hijos.
b) Se destaca en la evaluación la dificultad de los padres hacia el
establecimiento de límites claros que permitan la generación de una
disciplina en sus hijos. Entre los indicadores más sobresalientes se
encuentra la inconsistencia del respeto hacia las normas y acuerdos
establecidos, así como la incoherencia entre las medidas de corrección
tomadas en las situaciones en las que sancionan a sus hijos.
32
c) Se identificaron situaciones que someten a las familias a una carga de
estrés relacionado con presiones de tiempo, económicas o por falta de un
familiar (padre o madre).
d) Se identificó que no cuentan con estrategias de afrontamiento adecuadas
para la solución de los conflictos y la expresión de sus emociones.
Se llegó a considerar que estas situaciones propiciaban un ambiente desfavorable
para el crecimiento y desarrollo de los miembros de la familia. Estos problemas se
agudizaban en la población de estudiantes de bachillerato quienes además
mostraron conductas tales como: Indisciplina, Indiferencia hacia su entorno,
agresividad, comunicación no asertiva, consumo de sustancias adictivas, entre
otras. Los resultados de esta exploración, nos inclinaron a la realización de esta
investigación, particularmente en la población de bachillerato en quienes los
talleres de desarrollo de habilidades para la vida, estuvieron matizados por sus
actitudes y conductas poco favorables al objetivo de los talleres. Las experiencias
y observaciones realizadas durante estos talleres, nos permitieron identificar
algunos factores en el ámbito familiar que influencian en las conductas ya
mencionadas de los estudiantes de bachillerato, con la intención de profundizar en
su estudio, surge el interés de abordar esta problemática, para así poder aportar
alternativas que conlleven a una mejor comprensión de estos nuevos fenómenos
que repercuten en la sociedad mexicana. Por lo que se plantea la siguiente
pregunta de investigación.
2.1.2 PREGUNTA DE INVESTIGACIÓN:
¿Qué elementos de la dinámica familiar se asocian con la presencia de
conductas de riesgo, en familias con hijos adolescentes?
2.1.3 OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
Determinar los elementos de la dinámica familiar que se asocian con la presencia
de conductas de riesgo en el adolescentes y sus consecuencias en el desarrollo
del individuo.
33
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
• Caracterizar de la dinámica familiar en familias con hijos adolescentes.
• Identificar conductas de riesgo más comunes en los adolescentes
• Diferenciar los elementos de la dinámica familiar asociados con las
conductas de de riesgo en adolescentes.
2.1.4 HIPÓTESIS
1. Cuando predominan elementos de la dinámica familiar tales como cohesión y
comunicación entre sus miembros propician una menor presencia de conductas de
riesgo en los adolescentes.
2.1.5 DEFINCIÓN DE VARIABLES
DINÁMICA FAMILIAR (VARIABLE INDEPENDIENTE)
La dinámica familiar son todas aquellas situaciones empíricas manifestadas dentro
de un núcleo de personas denominadas familia, según el enfoque sistémico, la
dinámica familiar comprende "los aspectos suscitados en el interior de la familia,
en donde todos y cada uno de los miembros está ligado a los demás por lazos de
parentesco, relaciones de afecto, comunicación, límites, jerarquías o roles, toma
de decisiones, resolución de conflictos y las funciones asignadas a sus
miembros"(Minuchin, 1977). La información fue recogida a través del Instrumento
como es tú/ su familia, mismo que evalúa el funcionamiento familiar y sus
implicaciones en la salud del adolescente. El cuestionario es una escala likert, por
lo que los participantes solo debieron marcar con una X la opción elegida. Las
dimensiones de la dinámica familiar estudiadas en la presente investigación
fueron:
Cohesión: Se evaluó si la familia disfruta pasar tiempo juntos, si los miembros de
la familia expresan fácilmente lo que desea y si se piden ayuda entre ellos.
Comunicación: Se evaluó la satisfacción en la forma en cómo conversan los
miembros de la familia entre ellos, así como la facilidad para expresar sus
34
sentimientos y la empatía que existe, además de la confianza existente en los
miembros de la familia en caso de alguna dificultad.
Adaptabilidad (tensión familiar): Esta variable fue medida a través de la
identificación de situaciones difíciles en el último año, en aspectos relacionados a
la salud de algunos de los miembros de la familia o presencia de algún evento
estresante.
Fuentes de apoyo: Se evaluó la percepción del apoyo parental, de hermanos,
parientes, amigos o algún adulto.
CONDUCTA DE RIESGO (VARIABLES DEPENDIENTE)
Aquellos comportamientos epidemiológicamente relacionados con un aumento de
la morbimortalidad de quienes los emiten (Jessor, 1992).
Las conductas de riesgo fueron medidas a partir del mismo instrumento (¿Cómo
es tu/ su familia?) en donde se identificó si el adolescente o algún miembro de su
familia ha llevado a cabo algunas de las siguientes conductas: consumo de
alcohol, tabaco, drogas ilegales, involucramiento en riñas o peleas e intento de
suicidio.
2.1.6 TIPO DE INVESTIGACIÓN
De tipo correlacional ya que se pretende describir y relacionar los diferentes
elementos que conforman a dinámica familiar (Cohesión, comunicación,
adaptabilidad y fuentes de apoyo) con las conductas de riesgo, para identificar el
grado de relación entre dichas variables.
2.1.7 PARTICIPANTES
CRITERIOS DE INCLUSIÓN: Se incluirán a todos los estudiantes de edades entre
15 a 18 años del instituto Manuel C. Silva; así como a sus padres y/o madres de
de estos adolescentes.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN: Adolescentes que estés fuera del rango de edad
requerido para este estudio.
35
El número de participantes en esta investigación fue de 65 personas, entre las
cuales 35 fueron adolescentes (hombres y mujeres) y 30 fueron padres y/o
madres de familia de éstos mismos adolescentes. Con base en un muestreo
probabilístico intencional.
2.1.8 INSTRUMENTO
1. Test “Cómo es tu/su familia”: Este cuestionario fue promovido por la OPS y
OMS, (1996) y surgió de la integración inicial de los modelos "Familia, Ajuste y
Respuesta Adaptativa" de Joan Paterson, "Resiliency Model of Family Adjustment
and Adaptation" de Marilyn y Hamilton McCubbin y el "Modelo Circumplejo de
Sistemas Maritales y Familiares" de David Olson (OPS y OMS, 1996). Fue
desarrollado por profesionales, académicos e investigadores sobre la familia de
distintas universidades de América y USA. El test consta de un cuestionario de 30
preguntas que contienen 146 ítemes que miden el funcionamiento familiar y las
implicaciones en la salud del adolescente.
2.1.9 ANÁLISIS DE DATOS
Para el análisis de datos se utilizará el paquete estadístico SSPS. Se utilizará la
prueba estadística r de Spearman, que es una prueba no paramétrica que permite
hacer una correlación entre dos grupos de rangos con variables de tipo ordinal.
2.1.10 PROCEDIMIENTO
En primera instancia se estableció contacto con las autoridades del Instituto
Manuel C. Silva, posteriormente se hizo una invitación a todos los y las
adolescentes del bachillerato de esta misma institución a participar en la presente
investigación así como a sus padres y/o madre de familia en donde se les informó
sobre las generalidades del objetivo de la misma, una vez obtenido el
consentimiento informado se llevó a cabo la aplicación del test como es tu/su
familia de manera grupal en ambos segmentos participantes, antes iniciar se les
dio las instrucciones pertinentes para contestar el instrumento y se les acompañó
al momento de hacerlo. El tiempo aproximado en responderlo fue de 30 min. Se
36
les aclaró que la información era anónima y se utilizaría únicamente con fines
académicos. Fueron eliminados dos cuestionarios por un elevado número de
omisiones.
2.1.11 ASPECTOS ÉTICOS.
Se hará la invitación abierta a participar en la investigación y participarán todas
aquellas personas que así lo deseen. Tanto a las personas adultas como a los
adolescentes se les especificará sobre el título y objetivos de la investigación, de
igual forma se les pedirá su consentimiento para la publicación de resultados,
garantizando la confidencialidad e identidad de los sujetos participantes. En el
caso de los adolescentes menores de edad, se les pedirá la autorización del padre
o madre de familia. Los adolescentes o padres de familia abandonarán la
investigación en el momento que así los deseen.
37
3 CAPITULO III. RESULTADOS
3.1.1 RESULTADOS
El análisis del test “Como es tu/su familia” nos permitió caracterizar la
dinámica familiar, de las familias participantes en esta investigación. En donde
encontramos que los y las adolescentes perciben una mayor satisfacción en
cuanto a la comunicación que se tiene con la figura materna que paterna (Ver
gráfica 1).
Gráfica 1
Así mismo la satisfacción que tienen padres y madres respecto a la comunicación
que tienen con sus hijos (as), es mayor que la satisfacción expresada por los
adolescentes.
En lo que se refiere a las fuentes de apoyo, en general los amigos y compañeros
suelen ser la principal fuente de apoyo casi al mismo nivel que los miembros de la
familia (Ver gráfica 2).
38
Gráfica 2
Otro de los objetivos en esta investigación fue identificar la frecuencia con que se
presentan las conductas de riesgo en los y las adolescentes. Sobre este punto
vemos que las peleas o riñas aparecen en primer lugar con un (43.2 %), seguida
de fumar con un 24.3 %, consumir alcohol con un 21.6% e intento de suicidio con
un 13.5% y finalmente el consumo de drogas ilegales con un 2.7 % (Ver gráfica 3).
Gráfica 3
39
Con la finalidad de conocer el grado de correlación entre la variable independiente
“dinámica familiar” y la variable dependiente “conductas de riesgo en los y las
adolescentes”. Se llevó a cabo el análisis estadístico utilizando la prueba de
Spearman, esta nos permitió diferenciar los elementos de la dinámica familiar que
se asocian con la presencia de conductas de riesgo. En la siguiente tabla de
correlaciones se muestra el comportamiento de cada una de las variables (Ver
tabla 1).
TABLA 1
MATRIZ DE CORRELACIONES N= 65
Variables 1 2 3 4 5
1. Conductas de riesgo
2. Comunicación con mamá -.222
3. Comunicación con papá -.299 * .846**
4. Cohesión -.144 .312* .367**
5. Situaciones de tensión .190 -.241 -.340 ** -.153
6. Fuentes de apoyo -.094 .273 * .221 .425** .292 *
**. La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).
Observamos que en relación a las conductas de riesgo, la comunicación con papá
presentó una correlación significativa muy baja con tendencia negativa, lo que
significa que a menor comunicación con papá aumenta la probabilidad de que se
presenten conductas de riesgo por parte de los y las adolescentes.
Los elementos de la dinámica familiar mantienen correlaciones significativas entre
ellos mismos, tal como lo muestra la tabla de correlaciones en donde vemos que
la comunicación con la figura paterna mantiene una correlación positiva altamente
significativa con la comunicación con mamá y a su vez una correlación moderada
con respecto a la cohesión. Por otro lado, si disminuye la comunicación con el
papá aumentan las situaciones de tensión en la familia, ya que la correlación con
esta variable fue moderada y en sentido negativo.
40
La cohesión y las fuentes de apoyo también presentaron una correlación
moderada en sentido positivo.
Con el propósito de indagar más sobre las conductas de riesgo se hizo un análisis
independiente de cada una de las cinco conductas abordadas en esta
investigación. Para así poder identificar diferencias el comportamiento de cada
una de estas las conductas de riesgo en relación a los elementos de la dinámica
familiar.
TABLA 2
MATRIZ DE CORRELACIONES
CONDUCTAS DE RIESGO (Independientes) N= 65
Variables 1 2 3 4 5 6 7 8
1. Cohesión
2. Comunicación con mamá .312*
3. Comunicación con papá .367** .846**
4. Situaciones de tensión −.153 −.241 −.340**
5. Fumar −.258* −.196 −.225 0.191
6. Consumir alcohol −.198 −.094 −.080 0.067 .670**
7. Consumir drogas ilegales −.123 0.128 0.122 0.000 −.062 −276*
8. Riñas o peleas −.121 −.251* −.367** 0.153 .298 * .261 * −.085
9.Intento de suicidio .161 −.151 −.273* 0.202 −.017 −.007 −.041 0.143
**. La correlación es significativa al nivel 0.01 (bilateral).
*. La correlación es significativa al nivel 0.05 (bilateral).
Se encontró una correlación significativa moderada con una tendencia negativa de
la variable riñas o peleas en relación a la variable de comunicación con mamá y
papá. Es decir, a mayor comunicación menor involucramiento por parte de los
adolescentes en riñas o peleas.
La conducta de intento de suicidio mantiene una correlación baja respecto a la
variable comunicación con papá. Es decir que a menor comunicación con papá
aumentan esta conducta.
En lo que respecta a conductas de riesgo como fumar y el consumo de alcohol, se
identificó una correlación positiva altamente significativa en donde (p = .001), lo
que hace que cuando alguna de estas dos conductas aumenta, se incrementa de
41
igual forma la otra. Las riñas o peleas también presentó una correlación positiva
con ambas conductas, pero esta correlación fue relativamente baja.
Las correlaciones realizadas en un primer momento, permitieron construir un
modelo predictor de las conductas de riesgo en los y las adolescentes. Para
elaborar dicho modelo se realizó un análisis de regresión lineal. El modelo incluye
los aspectos de comunicación puesto que fue el elemento de la dinámica familiar
que más se correlacionó con conductas de riesgo (Ver tabla 3).
Tabla 3. Modelo de regresión lineal
Predictor de La Conducta de Riesgo
El modelo que incluye las variables de comunicación (mamá y papá) se explica a
partir de la siguiente ecuación matemática, y= 1.261 + 0.0125 comunicación mamá
+ 0.0344 comunicación papá, en donde vemos que la comunicación con ambos
padres de familia explica la presencia de conductas de riesgo en los y las
adolescentes en un 10%, esto en lo que respecta a los elementos de la dinámica
familiar, por lo que el 90% restante estará explicado por otros factores, tal como lo
menciona Jessor, (1992) en su teoría de la conducta problema del adolescente, en
la cual integra factores de tipo: biológicos, sociales, del ambiente percibido, de
personalidad y conducta.
.324a .105 .074 .9843Modelo
1
R R cuadradoR cuadradocorregida
Error típ. de laestimación
a. Variables predictoras: (Constante), Comunicación con Papá y Comunicación con Mamá
42
3.1.2 DISCUSIÓN DE RESULTADOS
Los resultados de la presente investigación obtuvieron que la conducta de
riesgo con mayor incidencia fue la de riñas o peleas, de acuerdo con Palacios,
Bravo y Andrade, (2007) las conductas de riesgo son diversas y se asocian su vez
con otros elementos entre los que destacan el contexto familiar y la agresividad.
Dentro de los antecedentes escolares de estos adolescentes, algunos refirieron
haber sido suspendidos una o más veces por haberse visto involucrados en riñas
o peleas dentro de sus centros de estudio como en los centros de procedencia.
Algunos más lo refieren como algo cotidiano a su realidad, esto en relación a sus
grupos de pertenencia.
Algunos estudios señalan que varias conductas de riesgo se relacionan entre sí,
por ejemplo: el consumo de alcohol, tabaco y drogas (Ary, Duncan, Duncan y
Hops, 1999; Herrera, Wagner, Velasco, Borges y Lazcano, 2004), el consumo de
alcohol y el intento de suicidio (Palacios, Andrade y Betancourt, 2006 y Palacios et
al, 2007); los adolescentes que consumen alcohol son menos propensos a utilizar
el preservativo u otras medidas de prevención (Carrasco, 2004 y Palacios et al
2007). Existe además, una correlación positiva entre la edad de debut sexual y la
aceptación del uso de drogas y alcohol en la actividad sexual (Uribe, Andrade y
Zacarías, 2008, en prensa). De igual forma los resultados de este estudio
muestran una correlación positiva altamente significativa, (p = .001) entre
conductas como fumar y consumir de alcohol. Palacios, (2008) identificó que los
porcentajes co-variación más altos se encuentran en los adolescentes que
presentan un combinación de estas mismas conductas.
De acuerdo con Musitu, (2001) un adolescente que mantiene un esquema
negativo respecto de la capacidad que tienen sus padres, profesores y
compañeros para proporcionarle apoyo y que no confía en su ayuda, no buscará
apoyo cuando tenga dificultades y es menos sensible a las demandas de ayuda de
los demás. Y su vez, si el adolescente carece de una red social que le proporcione
apoyo, éste tendrá mayor dificultad para superar situaciones difíciles.
43
Los miembros de la familia son una fuente importante de apoyo para el
adolescente, pero conforme aumenta la edad, la red social se amplia y la
relevancia de la familia decrece de modo que a partir de los 14 años, la fuente
principal de apoyo es el grupo de pares, esto lo confirman de igual forma otros
estudios (Levitt, Guacci-Franco y Levitt. 1993 citado en Musitu, Buelga, Lila, y
Cava, 2001).
A diferencia algunos estudios en donde ponen de manifiesto que, el grado de
cohesión familiar y la calidad de la comunicación están asociados con la aparición
de conductas de riesgo en el adolescente, (Florenzano, 1998). En la presente
investigación, solo se confirma que una escasa comunicación con los hijos, se
asocian a una mayor tendencia a realizar conductas de riesgo. Esto lo confirman
de igual forma estudios otros estudios (Dishion, Patterson, Stoolmiller y Skinner,
1991 en Rodrigo et al, 2004). Por otro lado los y las adolescentes mostraron un
mayor grado satisfacción en la comunicación con sus madres que con sus padres
esto coincide con Parra y Oliva, (2002). Las madres parecen estar más presentes
en el hogar que los padres, aún cuando estas trabajan fuera del hogar. Por lo que
la mayor comunicación con ellas, estaría reflejando no solo una mayor presencia
física, sino también una mayor proximidad emocional. (ídem)
Si bien es cierto, la comunicación suele deteriorarse entre padres y/o madres e
hijos en algún momento de la adolescencia; al respecto cabe mencionar que la
percepción sobre dicho suceso difiere entre padres e hijos, ya que se identificó
que los y las adolescentes refieren tener una comunicación con sus progenitores
peor de los que sus padres y/o madres perciben (Hartos & Power, 2000, en
Arranz, 2004). Tal vez estas diferencias sean debidas en parte a la influencia de la
deseabilidad social, que llevaría a padres y madres a declarar unas relaciones
más positivas con sus hijos de lo que realmente son. En el caso de sus hijos esta
deseabilidad actuaría en el sentido contrario, ya que la necesidad de reafirmar su
autonomía les llevaría a exagerar la conflictividad de sus relaciones familiares
(Ídem).
La comunicación es un sistema complejo en sí mismo, a través del cual los
integrantes de la familia construyen y comparten entre sí, una serie de significados
44
que les permite interactuar y comportarse en su vida cotidiana. A la vez que
construye, mantiene y disuelve las relaciones, de manera que las personas
definen sus identidades, negocian sus relaciones entre sí y con el resto del mundo
a través de la conversación (Gallegos, 2006).
La influencia de la familia continúa siendo significativa a lo largo de toda nuestra
vida. Así, el grado de apoyo o rechazo, la cohesión o la desvinculación y la
adecuada o deficiente comunicación que percibimos en este contexto son factores
que contribuyen de un modo significativo a nuestro ajuste y nuestro bienestar
psicosocial. Sin embargo, la responsabilidad no debe recaer exclusivamente en el
entorno familiar. Sino que en este fenómeno complejo de las conductas de riesgo,
se ve influenciada por determinantes biológicas, psicológicas, sociales y culturales
Duarte, Escario y Molina, (2008) y Jessor, (1992).
45
3.1.3 CONCLUSIONES
Finalmente las conductas de riesgo en los adolescentes son una
transgresión del individuo hacia sí mismo consciente e inconscientemente, cuyas
consecuencias en la salud pueden manifestarse a corto, mediano y/o largo plazo.
La finalidad de las conductas de riesgo puede ser la satisfacción inmediata de
necesidades psicológicas no resueltas y/o pueden ayudar a los adolescentes a
adquirir autonomía dentro del sistema familiar y pertenencia en su grupo de
amigos, habilidades que serán necesarias para el tránsito por esta etapa, mismo
por lo cual estas conductas se pueden manifestar por periodos breves en lo que
se adquieren dichas habilidades, sin embargo, si los y las adolescentes con el
paso del tiempo continúan llevando a cabo conductas de riesgo estas pueden
llegar a constituir estilos de vida de riesgo en estas personas.
Para explicar la presencia de conductas de riesgo en los y las adolescentes es
imposible hacerlo tomando como referencia un solo factor, sino que es necesario
integrar elementos: individuales, sociales y culturales.
Dentro de los diferentes elementos de la dinámica familiar, se identificó que la
comunicación explica en un mayor porcentaje la presencia de conductas de
riesgo. Hoy en día las personas están adquiriendo nuevas destrezas para el
manejo de las nuevas tecnologías de información y comunicación (TIC), para
comunicarse con los demás, estas nuevas tendencias se están perfilando hacia un
estilo impersonal e indirecto, en donde el individuo no se ve expuesto
emocionalmente ante los demás. Por lo que está olvidando lo elemental, es decir
la comunicación interpersonal.
Existe una dificultad para comunicarse con la figura paterna, esto puede explicarse
a partir de los cambios en la interacción con los hijos debido a cuestiones
laborales o por otro lado, a partir de la reproducción de roles de género en nuestra
sociedad, en donde, a la figura materna se le sigue atribuyendo el cuidado y
educación de los hijos (as), mientras que la figura paterna sigue fungiendo el rol
de proveedor y continúa siendo un miembro periférico dentro de un sistema
46
entendido como un todo, cuya interdependencia favorecerá o no el desarrollo del
resto de los integrantes del sistema.
La influencia de la familia continúa siendo importante para el ajuste y bienestar
psicosocial de las personas, sin embargo, no se le puede atribuir a este sistema
como el principal responsable de las conductas de riesgo que llevan a cabo los y
las adolescentes. Mismo por lo cual, cuando pensamos en llevar a cabo acciones
de prevención ante las conductas de riesgo en los y las adolescentes, tendríamos
que estar pensando en acciones integrales que contemplen tanto al adolescentes,
a la familia y al contexto sociocultural donde se llevan a cabo dichas conductas.
Ya que cuanto mayor sea el número de factores de riesgo presentes en la vida de
los y las adolescentes, mayor será la vulnerabilidad de este. Mismo por lo que se
sugiere en estudios posteriores integrar un mayor número de variables tales como:
el contexto sociocultural, factores psicosociales, para con ello obtener resultados
más completos, mismo que repercutirá en el diseño de estrategias de prevención
que a su vez serán más integrales y no parciales como hasta este momento.
3.1.4 SUGERENCIAS
Se sugiere profundizar en el estudio de las conductas de riesgo en los y las
adolescentes, para tener un mejor entendimiento sobre las bases por las cuales
las conductas se interrelacionan.
La familia constituye la primera escuela de comunicación, es en ella donde sus
integrantes adquieren habilidades de la comunicación, por lo que se sugiere
apoyar este proceso en etapas iniciales de la conformación de la familia en
padres y madres, a través, de la modalidad de escuela para padres, para con ello
fomentar en la familia lazos afectivos fuertes, pautas de comunicación positivas y
eficaces. Ya que se identificó que éste elemento puede ser clave en la prevención
de conductas de riesgo en etapas posteriores.
Se sugiere de igual forma el desarrollo de habilidades de la comunicación en
directivos y profesores que forman parte de las instancias educativas ya que la
escuela es otro factor protector importante y en la prevención de conductas de
riesgo de los adolescentes, así como la calidad de las mismas.
47
3.1.5 LIMITACIONES DE LA PRESENTE INVESTIGACIÓN:
El haber considerado un estudio de corte cuantitativo exclusivamente puede ser
una limitante para estudios posteriores sobre la dinámica familiar, ya que por la
subjetividad de esta variable se podría complementar su estudio con una
metodología mixta que integra cuantitativa y cualitativa o por otro, contemplar la
aplicación de diversos instrumentos de evaluación.
Aún cuando mi objetivo no era hacer una diferenciación del comportamiento de
adolescentes hombres y mujeres respecto a conductas de riesgo, el no haber
hecho esta comparación entre sexos, se considera otra limitación de este estudio.
Ya que estos datos pudieron haber enriquecido esta investigación.
48
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5 ANEXOS
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Anexo 1
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57
58
59
60
61
ANEXO 2
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