Tendencia Nacional N°8

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El octavo número de Tendencia Nacional, ha reemplazado –por esta vez y de forma extraordinaria– el análisis de la contingencia político-noticiosa acaecida en la última quincena con el propósito de desarrollar un balance general del escenario político y las dinámicas desplegadas durante el primer año de gobierno de la Nueva Mayoría, para lo cual, hemos integrado los siguientes segmentos: Sociedad y Política, Educación, Trabajo y Socioambiental.

Transcript of Tendencia Nacional N°8

  • El octavo nmero de Tendencia Nacional, ha reemplazado por esta vez y de forma extraordinaria el anlisis de la contingencia pol-tico-noticiosa acaecida en la ltima quincena con el propsito de desarrollar un balance general del escenario poltico y las dinmi-

    cas desplegadas durante el primer ao de gobierno de la Nueva Mayora, para lo cual, hemos integrado los siguientes segmentos: Sociedad y Polti-ca, Educacin, Trabajo y Socioambiental.

    El cierre cronolgico de un ao y la apertura del venidero, tiende a con-siderar la generacin de evaluaciones en retrospectiva a fin de promover bases adecuadas para la proyeccin de ciertos propsitos de cara al futu-ro. Tendencia Nacional, evidentemente, no ha querido estar ajena a este ejercicio. Por ello, es que hemos querido sumarnos a este multifactico periodo de balances de manera reflexiva, crtica y propositiva, enten-diendo que esta prctica no depende de una fecha determinada para lle-varse a cabo, sino que por el contrario debe expresarse en el quehacer cotidiano de la praxis poltica pro-transformadora. Ello, es ms crucial que nunca en un contexto en el que la conduccin gubernamental del paquete de reformas comprometido en el ltimo proceso eleccionario comienza a demostrar que el objetivo primario de su proyecto poltico nunca fue transformar de manera estructural el modelo neoliberal imperante, sino simple y llanamente restaurarlo.

    Valga entonces este documento como un breve insumo que no tiene otra finalidad que la de contribuir al fortalecimiento de los mltiples organis-mos que anhelan conquistar, de una manera efectiva, las transformaciones que Chile demanda y necesita.

    EDITORIAL

  • SOCIEDAD Y POLTICA

  • 2014: Los lmites infranqueables de la Nueva Mayora en el Gobierno

    La victoria electoral obtenida por la Nueva Mayora tanto a nivel presidencial como parlamentario a fines del 2013, se plasm en el registro de los medios de comunica-cin de masas como una victoria apabullante; digna de lo que las y los portavoces del naciente acuerdo poltico-electoral denominaron: el nuevo ciclo poltico. En dicho

    escenario, por supuesto, el relato sobre el agente transformador los inscriba a ellos/as mis-mos/as como los paladines del paquete de reformas estructurales que cambiaran la cara de nuestro desigual pas.

    El discurso fue montado a la perfeccin, se cre una atmosfera poltica consistente, a pesar de que las cifras mostraban un pauprrimo ndice de participacin electoral1, cuestin que demostraba por anticipado que el proyecto reformista comprometido se encontraba cerce-nado, incluso antes de la partida en falso provocada por el impasse de las designaciones ministeriales acaecido en el verano pasado. En ese momento, la promesa progresista se ves-ta con los ropajes de los otrora sectores auto-flagelantes, los cuales, cargados con un dis-curso maximalista, se posicionaban al menos mediticamente como agentes hegemnicos del pacto.

    Es difcil saber porque dichos sectores no hicieron explcita la pregunta que era necesario plantearse en ese momento: Puede un pacto poltico llevar a cabo transformaciones estruc-turales tomando en cuenta que ha sido histricamente su propia coalicin la que ha neutra-lizado y debilitado la asociatividad de los sectores mesocrticos y populares del pas? Ya sea por ingenuidad, acomodamiento o pragmatismo, lo cierto es que la supuesta hegemona de la vertiente flagelante esta vez acompaada de fuerzas otrora crticas a la gestin concer-tacionista, tal como Revolucin Democrtica y el Partido Comunista no logr sobrevivir al primer mes de gobierno. El veranito de San Juan para los sectores progresistas haba termi-nado, ya que volvan a situarse en la posicin que tomaba el sector auto-flagelante durante el perodo concertacionista, vale decir, a la sombra de la poltica de los consensos ejercida por el inapelable poder de la vertiente auto-complaciente, los mismos que hoy retornan en gloria y majestad.

    Y es que la metfora ms comentada del ao; la tristemente clebre retroexcavadora, fue la gota que rebas el vaso, no slo para la oposicin poltica al proceso reformista; vale decir, los propios sectores oficialistas encabezados por personajes claves del mundo concertacio-nista como Ignacio Walker, Camilo Escalona, Gutemberg Martnez y el propio expresidente Ricardo Lagos, sino que tambin, lo fue para su oposicin fctica anclada en la derecha civil; esta ltima, diversificaba entre: a) los principales gremios empresariales del pas, comanda-

    1 Ello, no hace ms que demostrar el siguiente axioma: Existe una relacin indirectamente proporcional entre la sofisticacin de la neutralizacin poltica ejercida por los gobiernos transicionales (Concertacin/Alian-za) y la desafeccin poltica ciudadana.

    SOCIEDAD Y POLTICA

  • dos por la Confederacin de la Produccin y el Comercio (CPC); b) los principales medios de comunicacin de masas radios, canales de televisin y prensa impresa y c) la activacin de una inconsistente sociedad civil pro mercado (tal como el emblemtico caso de la Confede-racin de Padres y Apoderados de Colegios Particulares y Subvencionados -CONFEPA).

    El escandaloso resultado de la Reforma Tributaria, tanto en su forma (la cocina de Fontaine amenizada con las galletas de Zaldvar) como en su contenido (la creacin de un nuevo en-gendro tributario: el FUT 2.0), ha sido la demostracin plena del sentido y posibilidades de este gobierno.

    Mientras el reverso de la Reforma Tributaria se ha cimentado sobre el resguardo de los in-tereses de grandes empresarios dejando como incuestionable el mandamiento recordado por Ricardo Lagos en ICARE sobre la benevolencia de la alianza pblico-privada2, paralela-mente se volvi a poner sobre la palestra pblica el nefasto diseo institucional forjado du-rante dcadas por el proyecto concertacionista. Hoy, el caso La Polar y de las Farmacias ha tomado el semblante del Caso Cascadas, la Colusin de los Pollos o el impresentable Caso Penta, develando con ello el irrefutable vnculo entre el dinero y la poltica que pervive en Chile.

    Sin duda alguna, todos estos antecedentes vuelven improbable la posibilidad de que el su-puesto propsito refundacional de este gobierno sea ejecutado. Por el contrario, todo pa-rece indicar que el objetivo final de este gobierno no es otro que el de restaurar el consenso neoliberal resquebrajado por el ciclo de movilizaciones del perodo 2006-2011, recuperando: por un lado, la gobernabilidad del statu quo y, por el otro, la certidumbre robada a los in-versionistas

    Ciertamente, el 2015 ser un ao decisivo. Es hora de que los movimientos y orgnicas que desean cambios efectivos se planteen seriamente los lmites de un proyecto poltico como el de la Nueva Mayora, y asumir tambin seriamente que es la propia incapacidad de levan-tar alternativas reales y profundas de cambios la que nos tiene an dbiles en esta vereda. Ha llegado la hora de conformar un nuevo agente poltico para emprender el desafo histri-co que compete al pueblo durante las prximas dcadas.

    2 Que, tal como se constata ms adelante en la seccin Socioambiental, ha usado como principal nicho estratgico al Ministerio de Energa y a su interlocutor directo, el Ministro Mximo Pacheco.

  • SOCIOAMBIENTAL

  • Gobierno capturado por el lobby extractivista

    Podemos afirmar, sin lugar a dudas, que el ao 2014 se ha profundizado el extractivis-mo, y su proyeccin para los aos siguientes va en el mismo sentido. Tres ejemplos demuestran la anterior afirmacin. En el plano minero, el informe a la Presidenta de la Repblica, denominado Minera: una plataforma de futuro para Chile3, del Con-

    sejo Nacional de Innovacin para la Competitividad, seala la proyeccin de pasar de 6 a 8 millones de toneladas anuales en exportaciones de cobre y otros minerales, alcanzando una produccin acumulada de 150 millones de toneladas mtricas hacia el ao 2035. En el m-bito forestal, la prrroga del DL701 por 20 aos refleja que se continuar expandiendo esta industria en la zona sur del pas. Por su parte, el rpido crecimiento de la industria acucola durante el ao 2014, la ha posicionado como la segunda actividad econmica ms impor-tante despus de la produccin de cobre, llegando a exportar ms de 800 mil toneladas, que equivalen a US$4.000 millones. De la mano de esta profundizacin del extractivismo se explica la proyeccin, sealada en la Agenda de Energa del gobierno, de aumentar significa-tivamente la generacin energtica, adems de reducir los costos en la generacin y diversi-ficar la matriz, con el objeto de satisfacer las necesidades de consumo del modelo primario exportador chileno.

    En esta misma direccin extractivista, el gobierno ha asumido un rol pro-empresarial, a tra-vs de la denominada alianza pblico-privada4. El hecho ms significativo se manifest en la premura y dedicacin con que el Ejecutivo asumi la premisa del mundo empresarial que pona como necesidad imperiosa el destrabar proyectos de inversin de manera urgente. En efecto, la presin ejercida hacia el gobierno por gremios como la CPC, la SOFOFA, el Con-sejo Minero o la Sociedad Nacional de Agricultura, llevaron al ejecutivo, a travs del Comit de Ministros Econmicos5, a plantear en el mes de septiembre un Plan de Reforzamiento de la Inversin, donde uno de los ejes correspondi a la concrecin de proyectos privados. Dos meses despus de presentado el plan, el Comit de Ministros present 27 medidas para agilizar la tramitacin de proyectos prioritarios que se encontraban trabados6, cuya suma asciende a ms de US$6.000 millones.

    El perfil pro-empresarial que ha adoptado el Ejecutivo, se manifiesta abiertamente en el pla-no energtico. En trminos concretos, se puede resaltar el rol que ha jugado, en primer lugar, el ministro de Energa, Mximo Pacheco, intentando llevar adelante la Agenda de Energa

    3 Vase informe Minera: una plataforma de futuro para Chile: http://www.economia.gob.cl/wp-con-tent/uploads/2014/12/Mineri%CC%81a-Una-Plataforma-de-Futuro-para-Chile.pdf 4 Bajo la misma orientacin pro-empresarial se insertan los viajes a 12 pases que ha sostenido Michelle Bachelet, donde se destacan las giras por Europa (Alemania y Espaa), Estados Unidos y Asia Pacfico, con un marcado acento comercial en busca de inversiones.5 El Comit de Ministros est conformado por las carteras de Hacienda, Economa, Minera, Energa, Trabajo y Agricultura.6 Es preciso sealar que 10 de los 12 proyectos seleccionados como prioritarios corresponden al mbito energtico y en el primer lugar se encuentra el cuestionado Proyecto Hidroelctrico Alto Maipo.

    SOCIOAMBIENTAL

    http://www.economia.gob.cl/wp-content/uploads/2014/12/Mineri%CC%81a-Una-Plataforma-de-Futuro-para-Chile.pdfhttp://www.economia.gob.cl/wp-content/uploads/2014/12/Mineri%CC%81a-Una-Plataforma-de-Futuro-para-Chile.pdf

  • planteada por el Gobierno, a travs de un proceso de validacin social y mediacin entre ac-tores del mbito pblico y privado, con el objeto de reducir la conflictividad social existente en el sector7. En segundo lugar, el rol que ha jugado el Consejo de Ministros para la Susten-tabilidad ha debilitado la institucionalidad ambiental, al aprobar arbitrariamente proyectos que fueron cuestionados por la institucionalidad ambiental pertinente, como por ejemplo, la aprobacin de la Central El Canelo en San Jos de Maipo.

    Frente a todos los anuncios y gestiones pblico-privadas en esta materia, cabe resaltar que el ao 2014 la matriz energtica continu siendo altamente contaminante, ya que el Sistema Interconectado Central que abastece a un 94% de la poblacin estuvo dominado de forma mayoritaria (52,1%) por la generacin de termoelectricidad en base a carbn, petrleo, gas o pet coke8, dejando en un 44,9% la hidroelectricidad y tan slo un 3% a las Energas Reno-vables No Convencionales.

    Por su parte, los proyectos de reforma al Cdigo de Aguas y la Ley de Glaciares, parecan ser las soluciones a problemas tan intensos, como el del agua. No obstante, no pas mucho tiempo para que el gobierno presentara sus propuestas y se despejaran las dudas; a saber, las demandas de desprivatizacin de las aguas y formulacin de un nuevo cdigo9; as como la demanda por proteccin de glaciares ante actividades extractivas fueron soslayadas ante la presin ejercida hacia el gobierno por parte de diversos gremios empresariales. Asimismo, en materia de Cambio Climtico, las conclusiones del proyecto MAPS10, no contemplan la contaminacin derivada de procesos mineros o forestales y propone como solucin la gene-racin de hidroelectricidad en la Regin de Aysn; vale decir, en las propuestas del gobierno ha primado una falta de consistencia y profundidad, adems de una visin cortoplacista de crecimiento que se sobrepone a cualquier intencin de resguardo estratgico de los bienes naturales y la salud de la poblacin.

    En definitiva, cabe sealar que la orientacin del Ejecutivo este ao ha sido a favor del em-presariado. La alianza pblico-privada y los movimientos empresariales han hecho que el gobierno minimice el aire transformador con el que se present a las elecciones. Con esto, las proyecciones apuntan a una profundizacin del modelo extractivista, adems de una in-tensificacin de los proyectos energticos con medidas de contencin participativa; y una forma superficial de resolver los problemas desde el Estado. Todo esto, pone la presin di-recta sobre territorios de distintos puntos del pas que estn siendo planificados como zonas de sacrificio; como por ejemplo Huasco, Puchuncav-Quintero o Coronel11. Al parecer, ni la

    7 Efectivamente, el programa denominado Energa 2050 ha realizado un proceso de participacin, que busca elaborar una poltica energtica del Estado al ao 2050, en la que han participado actores del mundo so-cial, empresarial, acadmico, entre otros; vale decir, se ha buscado legitimar un intenso programa energtico. Asimismo, se encuentra en trmite una ley de Asociatividad que busca aminorar los conflictos entre proyectos energticos con las comunidades, a travs de compensaciones. Diversas organizaciones sociales han cuestionado este mecanismo, aduciendo que el problema reside en que dichas compensaciones no corresponden a un impues-to local, sino que seran otorgadas en una sola instancia, por lo que seran absolutamente insuficientes para las comunidades en relacin al dao que producen y las utilidades que generan.8 Vase: https://www.df.cl/noticias/empresas/energia/termoelectricas-dominan-generacion-en-zona-centro-sur-pese-a-alza-en-lluvias/2014-12-26/171001.html9 Vase, comunicado en rechazo a la propuesta del gobierno: http://aguaenmarcha.cl/wp/declaracion-publica-frente-a-la-indicacion-sustitutiva-al-proyecto-de-ley-que-reforma-el-codigo-de-aguas/10 Proyecto enfocado a generar estrategias y acciones de mitigacin ante el Cambio Climtico11 La comuna de Quintero ha sido declarada zona saturada, producto de la contaminacin de Codelco Ventanas y un parque termoelctrico altamente contaminante, propiedad de Aes Gener. En el mes de septiembre la Baha de Quintero sufri uno de los derrames ms grandes de petrleo que se ha registrado en Chile. En Huas-

    https://www.df.cl/noticias/empresas/energia/termoelectricas-dominan-generacion-en-zona-centro-sur-pese-a-alza-en-lluvias/2014-12-26/171001.htmlhttps://www.df.cl/noticias/empresas/energia/termoelectricas-dominan-generacion-en-zona-centro-sur-pese-a-alza-en-lluvias/2014-12-26/171001.htmlhttp://aguaenmarcha.cl/wp/declaracion-publica-frente-a-la-indicacion-sustitutiva-al-proyecto-de-ley-que-reforma-el-codigo-de-aguas/http://aguaenmarcha.cl/wp/declaracion-publica-frente-a-la-indicacion-sustitutiva-al-proyecto-de-ley-que-reforma-el-codigo-de-aguas/

  • bullada validacin social de la Agenda de Energa, ni la complejizacin de la institucionalidad ambiental, as como tampoco el paquete de reformas impulsada por el gobierno harn que se cambie el rumbo extractivista en el ao 2015. Las masivas movilizaciones sociales que se registraron el 2014 (Alto Maipo, Quintero, Caimanes) reflejan un hecho transversal; esto es, que cada vez son ms comunidades que levantan la voz contra proyecciones poltico-empre-sariales que profundizan el saqueo y traen pobreza y malestar a cientos de territorios del pas.

    co, en tanto, con la aprobacin de la Central Termoelctrica Punta Alcalde, que funcionar en base a carbn, se verifica que el valle del Huasco ha sido condenado a ser otra zona de sacrificio, el que ya cuenta con el Complejo Termoelctrico Guacolda y la contaminacin de la compaa de Hierro Pacfico. Por su parte, en Coronel, las operaciones termoelctricas Bocamina I (tambin la recientemente aprobada Bocamina II), de Endesa y Santa Mara, de Colbn han saturado el entorno de contaminacin.

  • EDUCACIN

  • La Reforma Educacional: De la ofensiva a la retaguardia

    Tras la abrumadora derrota de la Alianza en las elecciones presidenciales, la Nueva Mayora y Michel Bachelet asumen el Gobierno con un programa ofensivo que deca venir a dar cumplimiento a las demandas de la calle. Figuras emblemticas que haban estado del de esas demandas dentro del movimiento estudiantil, especfi-

    camente Camila Vallejos y Giorgio Jackson, se sumaban junto a sus partidos ya sea directa-mente a la coalicin de gobierno o a reas especficas de la administracin gubernamental.

    Indudablemente que la impronta y discurso de la Nueva Mayora tuvo desde los inicios como pilar, la promesa de una Reforma Educacional. Esa que vendra a cumplir con los deseos de los millones que apoyaron a los estudiantes en sus movilizaciones era la bandera que Miche-lle colocara en La Moneda. Ella y todas sus jvenes huestes aparentaban estar preparadas para emprender la tarea.

    No obstante, y con muy poco andar o casi nada las seales post asuncin comenzaron a mostrar otras caras y la destituida Claudia Peirano y uno de los gestores del Crdito con Aval del Estado (CAE) fueron nombres para comandar el Ministerio.

    Desde ese entonces hasta ahora, la reforma estrella ha sido una seguidilla de tropiezos, desdichos y tibiezas, que al ritmo de los golpes de mesa de los restauradores concertacio-nistas terminaron escuchando ms a los sostenedores e Iglesia catlica que a esas voces de la calle a las que meses antes rendan honores.

    Tras el 21 de mayo la agenda de los proyectos no as su contenido comenz a ser clara en materia educacional. El ao 2014 sera para educacin primaria y secundaria y el 2015 para educacin universitaria. Pero esta agenda contemplada no dimension los frentes que deban enfrentar: el movimiento por la educacin y su negativa a visar las reformas, los partidos de la alianza y sus frentes sociales levantados -CONFEPA-, la iglesia como uno de los intereses ms fuertes y con ms redes de influencia y presin dentro de los sostenedores, como tambin de las crticas provenientes del propio bloque oficialista encabezadas por la Democracia Cristiana. Y termin finalmente retrasada y modificando parte sustancial de al-gunas aristas claves en cambios estructurales.

    As, en los tres proyectos del ao que recin culmina: fin al copago, lucro y seleccin, el aban-dono de la educacin pblica y los principios de excepcin y gradualidad a la que ha es-tado sometida, hacen que los cambios no ataquen el fondo de los problemas. Finalmente, en base a la alianza pblico-privada la competencia descarnada en el mercado educativo dej an ms desamparada a la Educacin Pblica que no cont con un aumento significativo de presupuesto, ni con medidas especficas que le permitieran dar un salto adelante.

    El Gobierno ya habiendo cedido a la poltica de los consensos en la Reforma Tributaria, en-frentaba la Reforma Educacional de rodillas.

    EDUCACIN

  • Dentro de este contexto el movimiento por la educacin fue dbil. Los estudiantes univer-sitarios, sin sus temas especficos en agenda, pese a que las manifestaciones sorprendieron en alto nivel de convocatoria, no pudieron activarse como sujeto poltico en el debate. Los estudiantes secundarios poco protagonismo alcanzaron, y muchos de sus sectores fueron silenciados frente a las organizaciones pro gobierno dentro del movimiento. Los nicos que efectivamente durante este ao tomaron la agenda en sus manos fueron los profesores, quienes pese a todas las dificultades organizativas al contar con una directiva hegemonizada por sectores oficialistas, rechazaron de manera contundente las propuestas del Ejecutivo contraponiendo las propias.

    Pese a las vicisitudes y cambios, la agenda continua y este 2015 ser la Reforma Universitaria fundamentalmente, pero acompaada ahora tambin por una Docente, lo que se tomar la agenda en esta materia. Todos lo saben: es esta la Reforma ms importante, no porque sea la ms estructural no olvidemos por ejemplo, que el 2015 es tambin para el Cambio Constitucional pero es sin lugar a dudas la reforma que acta como el medidor ms claro de qu es verdaderamente la Nueva Mayora y cul es su cometido: cambiar o restaurar la ruta neoliberal, ah est la cuestin.

    Hasta ahora lo que se conoce sobre las propuestas de Gratuidad no apuntan en ningn caso a fortalecer las universidades del Estado a pesar de la campaa de matriculacin en la Edu-cacin Pblica que ha circulado en el contexto del proceso de seleccin de las Universidades. Tampoco es de esperar que dentro de la Nueva Mayora y sobre todo con temas tan sensi-bles como lo son estas reformas, las diferencias se agudicen an ms, polarizando el pacto. En este escenario a la Democracia Cristiana le quedara optar por el programa de la coalicin o por su agenda propia, misma situacin a la que se ver enfrentada el Partido Comunista a la cabeza de una Comisin de Educacin en el Parlamento que definir en gran parte el limite desde donde comenzaremos a hablar de una reforma estructural o una reforma que mantenga la lgica neoliberal.

    Lo cierto es, que con un Ministerio y Gobierno de rodillas no se pueden hacer grandes cam-bios, y ste pareciera no poder o ms bien no querer estar de pie.

  • TRABAJO

  • La Agenda Laboral y el esfuerzo restaurador. Recuentos y desafos

    El 2014 finaliza en el mbito del trabajo con el envo de la Reforma Laboral y una agen-da desde el ejecutivo a tono con el frenes legislativo que ha marcado el ejercicio de gobierno. Y si bien a comienzos de ao el tema laboral estaba olvidado, no demora-ron en sealar que sera el cuarto pilar reformista y que traera cambios sustanciales

    en la relacin entre empresarios y trabajadores12. A finales de ao, la que fuera la reforma olvidada y pasar a ser el anuncio de grandes cambios, termin inclinando claramente la balanza entre restauracin y cambio hacia el primero sin que por ello podamos simplemente afirmar que nos enfrentamos a un escenario poltico similar al de la transicin administrada por la concertacin.

    Esfuerzo de restauracin que tiene como directrices: a) la conduccin de un nuevo ciclo poltico cuyos sentidos estn en pugna a travs de un discurso que pueda representar el malestar social definiendo a los actores sociales legtimos en dicha interpelacin, b) el per-feccionamiento de la lgica econmica neoliberal en base a la limitacin de los excesos del mercado para garantizar estabilidad en su desarrollo y c) la profundizacin del modelo me-diante compromisos econmicos acordes a la senda establecida durante la dictadura.

    Pese al escaso carcter transformador de las reformas propuestas por la Nueva Mayora, las consignas y nfasis utilizados en el primer perodo del ao estuvieron marcadas por el esfuer-zo de contentar al mundo social a travs del envo de dos de sus Reformas pilares durante el primer semestre: la Educacional y la Tributaria. Las mltiples reuniones del Ministerio de Educacin con los actores involucrados, la salida a la calle del Ministro de Hacienda Alber-to Arenas a explicar la Reforma Tributaria y la emergencia de la otra calle como expresin del ideario de la centro derecha, especficamente en defensa de la educacin particular sub-vencionada, sitan al gobierno como entidad con voluntad de escuchar a una sociedad civil en la que se concibe a todos los actores por igual, intentando conciliar intereses en suma contrapuestos. As, el retorno del consenso aparece de la mano de un ejercicio activo en la que es el Ejecutivo quien se esfuerza en construirlos previo a la tramitacin legislativa. Esta frmula en la construccin de discursos que legitimen el accionar del gobierno tiene en su seno las condiciones para el fracaso de su efectividad, pues se enfrenta, a diferencia de la primera dcada de gobiernos civiles, a actores en el mundo social con claros avances en el reconocimiento de sus intereses y en la formulacin poltica de los mismos. Situacin que se observa con mayor claridad en lo que refiere al mundo educacional. Lo mismo ha sucedido con el empresariado y sus gremios, que ante las dificultades para representar sus intereses a travs de la coalicin de centro-derecha, aparece pblicamente interpelando al gobierno y desfilando por sus ministerios.

    12 Baste recordar la primera entrevista entregada por Javiera Blanco en El Mercurio pareca asumir una postura ofensiva frente al empresariado www.emol.com/noticias/economia/2014/03/22/651210/ministra-blan-co-define-agenda-legislativa-y-anuncia-el-fin-al-reemplazo-en-huelga.html

    TRABAJO

    http://www.emol.com/noticias/economia/2014/03/22/651210/ministra-blanco-define-agenda-legislativa-y-anuncia-el-fin-al-reemplazo-en-huelga.htmlhttp://www.emol.com/noticias/economia/2014/03/22/651210/ministra-blanco-define-agenda-legislativa-y-anuncia-el-fin-al-reemplazo-en-huelga.html

  • La Reforma Tributaria y los magros indicadores econmicos fueron la ocasin para la instala-cin permanente del empresariado en el debate pblico en defensa de sus intereses y de las condiciones econmicas que los sostienen, logrando al menos instalar como trminos con-tradictorios la realizacin de Reformas democrticas al modelo y el crecimiento econmico del pas y el prometido beneficio econmico para la poblacin. Y ha sido ese discurso el que ha marcado el debate de la tramitacin de la Reforma Laboral, especficamente sealando como contrapuestas iniciativas pro-empleos e iniciativas pro-sindicales, situndose la Nueva Mayora en defensa de stas ltimas.

    La ausencia de un actor sindical fuerte que represente efectivamente los intereses de las y los trabajadores ha reducido el campo de actores en disputa al dilogo entre el empresa-riado, el ejecutivo y la dirigencia de la CUT cuya afiliacin a la Nueva Mayora se trasluce en la mayora de sus intervenciones siendo escasos los mrgenes de autonoma poltica para plantearse frente a la agenda propuesta por el gobierno. As, las voces crticas se sitan casi exclusivamente en los anlisis provenientes de fundaciones o actores acadmicos especiali-zados, sin fuerza social que materialice dichas crticas en presin efectiva.

    Habiendo aclarado el rol de los actores en la agenda laboral, cabe sealar la funcin que cumple la promocin de la Reforma Laboral tras dcadas de vigencia del Plan Laboral o ms bien Plan Sindical de la dictadura. ste ltimo tuvo como objetivo fundamental el desarme del conflicto laboral a travs de cuatro pilares fundamentales: la despolitizacin de los sindi-catos, la reduccin del derecho a huelga a su mnima expresin, la reduccin de la negocia-cin colectiva al espacio de la empresa y el paralelismo de las organizaciones en condiciones de negociacin. As se debilit progresivamente la afiliacin sindical y las facultades de estas organizaciones para democratizar las relaciones laborales y garantizar condiciones mnimas a las y los trabajadores. Ahora bien, pese a los esfuerzos plasmados en ese marco legal y la profundizacin en las administraciones gubernamentales de las ltimas dcadas, la contra-diccin entre el avance de la acumulacin capitalista y las condiciones de reproduccin de la fuerza de trabajo se han vuelto cada vez ms evidentes y problemticas para las y los traba-jadores, que si bien no han logrado an recuperar y fortalecer plenamente la accin sindical, sin han podido participar, no obstante, del levantamiento progresivo de una pluralidad de demandas laboral que tienden a expresarse en no pocos casos al margen de la legislacin diseada para ello13.

    As, la Reforma Laboral como propuesta poltica es un ejercicio de reconocimiento y al mismo tiempo limitacin de los alcances del conflicto laboral14, acorde a los objetivos de perfeccio-namiento del modelo descritos inicialmente. Difcilmente se trata de una iniciativa legislativa

    13 Slo durante el segundo cuatrimestre de 2014 del total de huelgas realizadas el 37,4% era de carcter ilegal y el 62,6% de carcter legal. Adems de esta significativa proporcin de huelgas al margen de la legislacin laboral existente, destaca la primera alza en la tasa de sindicalizacin desde la dcada de los 90 en 2009 al 14,6%, comprensible a partir del aumento de las movilizaciones que se comenzaron a gestar desde los 2000 en adelante. Junto con ello, y pese a la reduccin formal de la accin sindical al marco de la empresa, desde 1993 a 2013 los sindicatos interempresa aumentaron en un 100% (de 572 a 1.168). Adems desde 2004 en adelante to-dos los tipos de sindicato, salvo los transitorios, han ido en aumento. Fuente: Documentos de Trabajo Fundacin Crea.14 La no inclusin de la negociacin interempresa y del subcontrato en la agenda de gobierno es uno de los hechos ms significativos en esa lnea, quitndole efectividad a medidas tales como la titularidad sindical y otras. Situacin similar sucede con el MULTIRUT, indicacin tramitada durante el primer semestre, y que a ojos de los expertos perpeta la vulneracin de derechos colectivos de los trabajadores en los procesos de descen-tralizacin productiva. Vase: http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/07/19/por-que-la-ley-del-multirut-cons-tituye-un-retroceso-en-los-derechos-de-los-trabajadores/

    http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/07/19/por-que-la-ley-del-multirut-constituye-un-retroceso-en-los-derechos-de-los-trabajadores/http://www.elmostrador.cl/opinion/2014/07/19/por-que-la-ley-del-multirut-constituye-un-retroceso-en-los-derechos-de-los-trabajadores/

  • pro-sindicatos sino de la regulacin de los abusos que hacen peligrar su control.

    En trminos globales, el escenario en materia de trabajo recin se abre o re-inaugura en el espacio pblico a travs de la iniciativa de la clase dirigente siendo el principal desafo para los aos venideros la transformacin del aumento de conflictividad social en el mundo del trabajo en voces y programas claros que puedan disputar la conduccin poltica de la agen-da y la tramitacin de la Reforma Laboral es una tarea y desafo crucial para esos objetivos. De no avanzar en esa direccin, se facilitan las condiciones para el avance de los consensos activos necesarios para el normal desarrollo de la acumulacin capitalista neoliberal.