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    Luis A. BerruecosH. Max Gluckman, las teoras antropolgicas sobre el conflicto y la escuela de Manchester

    El Cotidiano, nm. 153, enero-febrero, 2009, pp. 97-113,Universidad Autnoma Metropolitana Azcapotzalco

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    Luis A. Berruecos**

    A fortunadamente siempre hanexistido cientficos y autores, contro-vertidos o no, que a lo largo del cami-no dejan huella en la construccin de

    H. Max Gluckman, las teorasantropolgicas sobre el conflictoy la escuela de Manchester*

    Max Gluckman es uno de los autores clsicos de las ciencias sociales que,partiendo de la antropologa en la que se form, ha logrado influenciar no solamen-te a la teora sociolgica contempornea, sino que tambin, como veremos en estetrabajo, otros campos importantes del conocimiento.

    la teora social. Al respecto y en otrapublicacin1, al hablar de Clude Lvi-Strauss, sealbamos que se sabe delos autores clsicos, en primera ins-tancia, porque de ellos se nos hablaen clases cuando nos formamos comocientficos sociales, lo cual constituyeun primer acercamiento, encuentro oun primer momento de visita. Poste-riormente, si tenemos el privilegio,como me ha tocado con el citado an-troplogo, se les escucha de viva vozplantear sus argumentos, sus teoras,

    leyes y modelos. En tercera instancia,porque uno trata de reproducir comoprofesor universitario sus enseanzas;y en cuarto, porque a travs de losestmulos visual y auditivo, de nuevo,puede uno volver a vivir sus ideas ypostulados. As, de esta manera, nues-tros sentidos del odo, la vista y el len-guaje, nos permiten revivir las ideas deun cientfico y transmitirlas a otras ge-neraciones como ahora hacemos, ycon ello, perpetuamos sus ideas y supensamiento. Por tanto, habindolovisitado varias veces a travs de esasvas visual y auditiva, de nuevo lorevisitamos a travs del bello don dela palabra, para familiarizarlo con quie-nes no saben de l y remembrar susenseanzas a los que ya lo conocen ylo han ledo o escuchado. Asimismo,

    A science is any discipline in which the fool of this generation cango beyond the point reached by the genius of the last generation(La ciencia es una disciplina en la que el tonto de hoy puede sobre-pasar el punto alcanzado por el genio de la generacin precedente)

    Max Gluckman

    * Trabajo presentado en el Seminario Inter-no Conflicto, Negociacin y Mediacin delrea Sociedad y Territorialidad, Departamen-to de Relaciones Sociales, Divisin de CienciasSociales y Humanidades, Unidad Xochimilco,Universidad Autnoma Metropolitana, Ciudadde Mxico, 20 de julio de 2007.

    ** Antroplogo social e historiador. Profe-sor/Investigador Decano y Titular de TiempoCompleto del Departamento de RelacionesSociales de la Unidad Xochimilco, Universi-dad Autnoma Metropolitana (UAM-X) y Pro-fesor de Asignatura en la Maestra enAdministracin con Formacin en Sistemasde Salud, Divisin de Estudios de Posgradode la Facultad de Contadura y Administra-cin, Universidad Nacional Autnoma deMxico. y.

    1 Luis Berruecos Villalobos, Revisitando aLvi-Strauss: su influencia en la teorasocialgica contempornea en Rogelio Mar-tnez Flores et al. (coords,), Teoras sociolgicascontemporneas. Mxico: Departamento deRelaciones Sociales, UAM-Xochimilco, 1996, pp.57-75.

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    nos preguntbamos con Lvi-Strauss y ahora con Gluckman,el porqu haber escogido a ese autor. Nuevamente, al ha-cernos la misma pregunta, contestamos: porque, como ve-remos, es uno de los autores clsicos de las ciencias socialesque, partiendo de la antropologa en la que se form, halogrado influenciar no solamente a la teora sociolgicacontempornea, sino que tambin ha abarcado, como ve-remos, otros campos importantes del conocimiento. Paraalgunos, este autor es considerado como el padre de lateora del conflicto, que trata de la aproximacin cientficaaplicada al estudio del orden social y los mecanismos deruptura, negociacin, mediacin y equilibrio sociales.

    En este contexto, cabe recordar que los humanossiempre se han interesado en investigar los orgenes desus instituciones sociales, los mecanismos de equilibrioque mantienen a las estructuras sociales, su funcionamien-to, y el anlisis de los conflictos sociales. Desde los tiem-pos remotos, pasamos revista a los clsicos como Bachofenen 1861, McLennan en 1865, Morgan en 1879, Spencer en1896, Sumner en 1906, y previamente Durkheim y Mauss(1902). Ms recientemente, en la dcada de los veinte delpasado siglo, Radcliffe-Brown y Malinowski. Surge en 1940el primer trabajo al respecto de Gluckman y, ms tarde,en 1948, los de Lowie, Goldschmidt y Kroeber, y los deMurdock y Lvi-Strauss en 1949, Fortes en 1953, Stewarden 1956 y Nadel en 1957, entre muchos otros.

    As, uno de los hallazgos ms importantes de la antro-pologa social se refiere al parentesco, que como mecanis-mo de equilibrio social, regula y norma la conductainterpersonal y permite la formacin de grupos, socieda-des y organizaciones polticas y territoriales, solucionandoas de manera social y cultural el origen de diversos conflic-tos por las personas, las tierras, las posesiones y los obje-tos. Los antroplogos enfocan en la funcin de las propiasinstituciones en virtud de que la investigacin en detalle decualquier sociedad, la naturaleza y la propia funcin de loslazos de parentesco, permitir saber algo sobre el compor-tamiento y los sentimientos de los individuos, y dilucidar conbase en ello qu tanto se trata de cuestiones personales, oms bien, como parece ser, si estamos hablando de situa-ciones normadas culturalmente con fines de perpetuacineconmica, poltica y desde luego social. A partir de lasdadas, se restringe, intima o posesiviza la relacin social deparentesco y ello se opone a la libertad, la severidad, elrigor, la austeridad o la condescendencia, la superordinacino la subordinacin. Lo anterior, por ejemplo, nos permiteentender el interesante fenmeno de la paternidad biol-gica vs. la paternidad cultural. Todo ello vara de acuerdo a

    diferentes arreglos de parentesco o normas o reglas y lamanera en la que se fijan las obligaciones y derechos de losparientes. Por eso, en el manejo de los conflictos, algunossistemas coercionan y otros cohesionan; algunos son flexi-bles y otros ms rgidos. Unos favorecen la apertura mien-tras que otros provocan rivalidades, faccionalismo y msconflicto: un ejemplo comn de ello es la casi universal aver-sin a la suegra. Para ilustrar lo anterior, recordemos queentre los arapaho de Estados Unidos, no se ven ni hablanyerno y suegra puesto que est prohibido, pero entre losbari del Sudn, cerca del Nilo, la suegra espera constantesobsequios del yerno, y en China los cuados no puedendarse la mano. As, vemos que el apareamiento sexual estsubordinado a la consecucin de los alimentos y, en gene-ral, a la economa. Su represin se expresa en el tab delincesto y en la extensin del grado de parentesco. Por ello,la sexualidad implica una forma de reforzar los lazos eco-nmicos y de defensa mutua: por ejemplo, la territorialidadentre cazadores y recolectores no es completamente ex-clusiva: la pertenencia al grupo vara de acuerdo con la dis-ponibilidad de los alimentos (que a su vez y obviamentedepende de la capacidad del grupo para reproducirlos y aspoder satisfacer la demanda) y de las mujeres, que son lasque pueden reproducir a los actores sociales que sustitu-yen a los que se van en el espacio y en el tiempo, y semantiene por medio del conflicto y la opresin, que se re-suelven por la va de la exogamia que, como veremos, es laregla que obliga a buscar pareja fuera del grupo por dicharazn2.

    Otra contribucin importante de los antroplogos eneste tipo de anlisis se refiere al hecho de haber encontra-do que los conflictos cuya raz reside en los impulsos sexua-les, se controlan culturalmente a travs de la organizacinsocial: el matrimonio, por ejemplo, no es slo un arregloentre dos personas sino que implica un contrato entre fa-milias y grupos que robustece arreglos y compromisos decooperacin. Los intercambios de personas crean solidari-dad social y permiten disponer del intercambio de bienescon otros grupos. El hombre, al inventar la familia y el pa-rentesco, reemplaz la hostilidad y el conflicto por la ayudamutua y ello permiti la divisin del trabajo: el triunfo de lahumanidad est basado en las formas sociales de cooperaciny ayuda mutua, que no son otra cosa ms que mecanismosde resolucin de conflictos. De esta manera, actualmenteel mundo pertenece a las grandes naciones, Estados y civi-lizaciones mientras que en el pasado lo fue de los grupos

    2 Ibidem.

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    tribales: cmo llegaron a ser lo que son ahora? sa es unade las cuestiones fundamentales que inquietaron a los evo-lucionistas del siglo pasado3.

    La cuna del pensamiento de Gluckman

    Con dichos antecedentes, habr de revisarse manera su-cinta a algunos clsicos de la sociologa y la antropologa delos cuales deriva el pensamiento de Gluckman, comenzan-do por mile Durkheim, importante heredero y portavozdel pensamiento comtiano, quien llev por fin a la sociolo-ga francesa a su emancipacin del reduccionismo biolgi-co. A la par de Franz Boas, que en Estados Unidos formtoda una escuela, Durkheim lo hizo en Francia a mediadosdel siglo XIX a la que an deben su origen intelectual mu-chos franceses. Dicha escuela, debido a la rigidez y con-servadurismo franceses imperantes en esa poca, seconsolid hasta 1920, tres aos despus de la muerte desu fundador. Antes, la antropologa era considerada en Fran-cia exclusivamente como antropologa fsica y se rechaza-ban las teoras de Spencer. Durkheim no fue ajeno a ello yaun siendo el heredero del positivismo, ms de Comte quede Saint-Simon, trat, segn Harris4 de mediar entre Hegely Max Weber. Mientras que Spencer planteaba la existenciade sociedades que o eran industriales o militares o ambassegn Parsons5, Durkheim hablaba de sociedades con soli-daridad mecnica o con solidaridad orgnica, y para l ladivisin del trabajo conduca a una cohesin social que,provocada por la solidaridad orgnica, obscureca entoncesa la mecnica basada ms en la cohesin individual va con-ciencia social6. En sus Reglas del Mtodo Sociolgico, publica-das en 1895, rechaza argumentaciones racistas y dice quelos fenmenos socioculturales no se deben meramente ainstintos psicobiolgicos, y aunque tampoco aceptaba fcil-mente argumentos psicologicistas individuales, reconoca,sin embargo, la importancia de los factores sociales y cultu-rales en la conformacin de la personalidad, enfatizando enlos efectos coercitivos que los factores sociales ejercensobre el comportamiento individual, por lo que ms bienprefiere hablar de mente colectiva, misma que se guapor ciertas normas y principios7.

    Marcel Mauss es el ms prominente discpulo de Durk-heim, con quien colabora en la edicin de la famosa revistaEl Ao Sociolgico entre 1898 y 1912. A la muerte de Durk-heim en 1917, hace ya 92 aos, se encarga oficialmente dela revista en el ao de 1924, y con Lucin Lvy-Bruhl y PaulRivet, famoso americanista, fundan el Instituto de Etnologade la Universidad de Pars en el ao de 19268. Lvy-Bruhlfue un destacado investigador que, sin embargo, caus granpolmica por defender su tesis en el sentido de que lassociedades menos desarrolladas estaban compuestas porhombres con mente pre-lgica, de lo cual se arrepintidespus poco antes de su muerte cerca de los aos cua-renta. Sus principales postulados se encuentran en susobras de principios del siglo XX Sobre las funciones mentalesen las sociedades inferiores (1910) y Alma Primitiva (1974).

    Uno de los mecanismos ideales de preservacin de lasolidaridad social es, desde Adam Smith hasta Durkheim, laidea prevaleciente en torno a la divisin del trabajo. Ello semanifestaba en el planteamiento de que sta era debida alresultado de la gran especializacin que abarataba los cos-tos de produccin de los diversos bienes econmicos. Alatacar esta posicin y en particular a Spencer, Durkheimrevaloriza el concepto enfatizando en la ventaja que la divi-sin del trabajo representa cuando se traduce en vivir ennuevas y mejores condiciones de existencia, rechazandoentonces el determinismo econmico. As, deca, la funcinde la divisin del trabajo es la de preservar la solidaridadsocial y en ello coincide con Marx en cuanto a su concep-cin de la lucha de clases9. Con una visin meramenteidealista de la realidad, da un gran valor a los cambios de-mogrficos y en las Formas elementales de la vida religiosa,publicado en 1912, busca los orgenes de la religin, llegan-do a la conclusin de que la mente colectiva inventa mitos,ritos, almas, dioses, espritus y ttems para explicar la novista pero sentida fuerza de la conciencia colectiva que semanifiesta a travs de dichas representaciones y sus sm-bolos correspondientes. Con ello, triunfa la mente sobre lamateria, esto es, el idealismo sobre el materialismo, y se daprimaca a la ideologa. En el estupendo Ensayo sobre eldon, Mauss en 192410, habla de la reciprocidad, idea deri-vada de Durkheim. Todos estos planteamientos, como ve-remos, fueron cuna para el surgimiento de la teoraestructuralista francesa de Lvi-Strauss en virtud de que3 Ibidem.

    4 Marvin Harris, The Rise of Anthropological Theory : A History of Theoriesof Culture. New York: Thomas Y. Crowell Co., 1968, p. 465.

    5 Talcott Parsons, The Structure of Social Action. New York: Free Press,1949.

    6 Marvin Harris, Op. cit., p. 466.7 Ibidem, p. 471.

    8 Ibidem, p. 482.9 ibidem, p. 476.10 Vase Clude Lvi-Strauss, Introduction IOeuvre de Mauss en

    Sociologie et Antrhopologie. Pars: Presses Universitaires de France, 1950,pp. ix-ii.

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    abrev bsicamente de dichos autores, como l mismo loseala11.

    Como vemos, derivado de estos autores y corrientesde pensamiento, Gluckman se form como uno de los msdestacados estudiosos del conflicto.

    H. Max Gluckman

    Herman Max Gluckman naci de padres judos rusos enJohannesburgo, Sudfrica, el 26 de enero de 1911, y murirepentinamente a los 64 aos en 1975 cuando se diriga aJerusaln, Israel, pas por el que siempre mostr muchointers12. Abogado y antroplogo social, creci en Sudfricadonde estudi en el Exeter College y en Oxford con unabeca Rhodes, y posteriormente trabaj para la adminis-tracin britnica en el norte de Rodesia13, especializndo-se en la ley de los barotses que viven en la regin queahora es parte de la provincia occidental de Zambia. Estu-di antropologa en la Witwatersrand University de 1928 a1934 bajo la tutela de los investigadores Mrs. A. WinifredHoernle e Isaac Schapera. En 1934 se traslad a la Univer-sidad de Oxford con una beca de Transvaal Rhodes y reci-bi su doctorado en 1936 con un trabajo sobre los bantesde frica del Sur donde refleja gran influencia de las teorasde mile Durkheim y A. R. Radcliffe-Brown, y la gua de susmaestros Robert R. Marett, E. E. Evans-Pritchard, y poste-riormente del propio Radcliffe-Brown14. En la primera uni-versidad tambin obtuvo su licenciatura en Leyes en 1930.Mientras realizaba sus estudios, hizo un intensivo trabajode campo con tribus de frica Central y en Sudfrica conlos zules entre los aos de 1936 y 1947. As produjotrabajos tales como The Kingdom of the Zulu of South Africa yAnalysis of a Social Situation in Modern Zululand, publicado en1940, donde desarroll ideas en torno al concepto de opo-sicin segmentaria, central en la teora oxfordiana, lo cualdemuestra su constante inters por el estudio de los pro-blemas de control social, el cambio social y la aparente oreal resistencia a dichos cambios, y refleja la influencia de

    los modelos de equilibrio de Radcliffe Brown; aunque ldio connotacin importante a los conceptos de proceso ydinmica sociales. En este sentido contribuy con la no-cin de rituales de rebelin, lo que le permiti explicarcmo stos contribuyen a la cohesin social y a la resolu-cin de conflictos al dejar salir el vapor. De esta manera,se interes ms por estudiar los mecanismos que tiendena estabilizar el sistema al superar o incorporar los conflic-tos, ms que al anlisis de la inestabilidad al servicio de loopuesto. Deca Gluckman que el fracaso conduce al cam-bio social, lo cual era normal ms aun que la propia estabi-lidad, pero que en cierto sentido reproduca asimismo alpropio sistema social, resultado de imperfecciones inter-nas del cambio proveniente del exterior del sistema gra-cias al colonialismo, la migracin y otros factores15. Adems,desarroll su propia teora con relacin a las formas deoposicin y el conflicto sealando la idea del equilibrio atravs del conflicto en la oposicin segmentaria y enfati-zando en la multitud de alianzas sociales que establecen losactores de grupos opositores. Segn Kuper16, su carrera sevio influenciada sin duda alguna por el trabajo de los neoes-tructuralistas de Oxford, en concreto, por los primerosescritos de Evans-Pritchard. De esta forma, aun cuando co-incida con Radcliffe-Brown en cuanto a su concepcin dela estructura social, las relaciones funcionales, la cohesinsocial y el orden poltico, que lo remontaban a las teorasdurkhemianas, para Gluckman las sociedades eran siste-mas morales ms que simples colectividades compuestaspor individuos calculadores y competitivos. En sus prime-ros aos de entrenamiento, ley intensivamente a Marx y aFreud. Aunque no se dedic a proveer explicaciones psi-colgicas a los fenmenos antropolgicos, siempre coinci-di con Freud en cuanto a las causas que provocan laocurrencia del conflicto dentro del individuo y en generalen la poblacin17. Para el ao de 1939, viaj a Rodesia delNorte como Oficial Investigador del Instituto Rhodes-Livingstone, donde llev a cabo trabajo de campo entre loslozi de Barotselandia, mismo que en 1941 suspendi parahacerse cargo como Director del Instituto con sede enZimbabwe, sucediendo a Godfrey Wilson estudioso delcambio social18, con quien discrep al sealar que las reas

    11 Clude Lvi-Strauss, Op. cit.; Tambin Ce Que IEthonologe Doit aDurkheim en Annales de lUniversit de Pars, vol. 1, 1960.

    12 Thomas Barfield, Diccionario de antropologa. Mxico: Siglo XXI, 2000,pp. 264-265.

    13 Regin del frica Central en la cuenca del Zambeze. Como partedel Commonwealth, estuvo integrado a Nyassalandia hasta 1963, peroactualmente Rodesia del Norte es un pas independiente con el nombrede Zambia, y Nyassalandia se convirti en Malawi. Asimismo, Rodesia delSur se transform en Zimbabwe desde 1980.

    14 Elizabeth Colson, Gluckman, Max en International Encyclopedia ofthe Social Sciences, Biographical Supplement, 1979, p. 244.

    15 Richard P. Werbner, The Manchester School in South-Central Afri-ca en Annual Review of Anthropology, 13, 1984, p. 162; Bruce Kapferer, TheAnthropology of Max Gluckman en Social Analysis 22, 1987, pp. 2-19.

    16 Adam Kuper, Anthropology and Anthropoligists: The Modern British School.London, Boston, Melbourne and Henly: Routleage and Kegan Paul, 1983.

    17 Bruce Kapferer, Op. cit.18 Godfrey Wilson, The analysis of social change based on observations in

    Central Africa. Cambridge: University Press, 1968.

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    urbanas y las tribales de las cuales venan los migrantesurbanos, no eran simples versiones sociolgicas unas de lasotras, sino aspectos diferentes de un sistema social comn;lo mismo, deca, ocurra con los blancos y los zules, comolo demostr en su primer estudio publicado en 1940. Ahse qued hasta 1947 y, en tanto, sus estudios se centraronen los sistemas polticos de los pueblos sudafricanos, anali-zando el papel del conflicto en el mantenimiento de sucohesin social. Deca que el estudio del derecho y los pro-cesos legales eran fundamentales para entender cmo esque las normas sociales influyen en los juicios tribales. Deah deriva su nocin de hombre razonable y distinguecostumbre de derecho. Desarroll tambin las bases de losestudios situacionales, estudios de caso prolongados o an-lisis situacional y, al igual que su amigo y colega Meyer Fortes,vea a la psicologa del individuo en trminos colectivos deuna manera ms amplia que el enfoque estrecho deBronislaw Malinowski. De entre sus alumnos, como vere-mos ms adelante, destacan Bailey19, que trabaj en la India;Frankenburg en las comunidades britnicas; Turner con susestudios de rituales y peregrinaciones; y posteriormenteMary Douglas (pureza y peligro), Mitchel (redes tnicas),Barnes (parentesco y roles)20, Abner Cohen (etnicidad ypoltica) y Peter Worsley (milenarismo), abriendo as unamplio campo a la antropologa legal, a la antropologa po-ltica21 y a la antropologa simblica. Aos ms tarde regre-s a la comunidad de los lozi y continu su trabajo de campoenfocndose ms que nada en los procesos judiciales de lascortes tribales nativas. De este trabajo surgieron sus publi-caciones The Judicial Process among the Barotse of NorthernRhodesia (1955) y The Ideas in Barotse Jurisprudence (1965),en las que, segn Colson22, demuestra su preocupacin ge-neral acerca del papel que juegan las cortes como agentesmorales. En 1947, dej la Direccin del Instituto y su traba-jo de campo para ocupar la plaza de profesor e investiga-dor de antropologa social en la Universidad de Manchesterdonde, an cuando continu su relacin con el Rhodes-Livingstone Institute, en 1949 cambi dicho empleo por el

    de primer profesor de antropologa social en dicha univer-sidad, trayndose consigo a varios de sus colegas del Rhodes-Livingstone Institute, a quienes entren y provey delnecesario espacio acadmico para cuando hiciesen su tra-bajo de campo en frica Central, y estableciendo as poraos importantes conexiones entre ambas instituciones.Los principales resultados de estos proyectos se expusie-ron constantemente en los seminarios que Gluckman dabaen Manchester y que siempre, segn Colson23, fueron re-cordados por aos por la rica interaccin maestro-alumnoy por las agudas observaciones en torno al anlisis de losdatos obtenidos en los diversos trabajos de campo de susalumnos. En ese ao de 1949, obtuvo la ctedra de antro-pologa social que ostent por 26 aos hasta su muerte en1975. Es precisamente en estos seminarios donde se leocurri la idea de formar un grupo de trabajo que ahora esconocido como la Escuela Antropolgica de Manchester yque ya desapareci como tal, una de cuyas fortalezas fue eldesarrollo de los estudios de caso que tenan que ver conel anlisis de las instancias de interaccin social, por lo cualinstituy programas de radio que intitul Costumbres yconflictos en frica, como llam posteriormente a uno desus ms conocidos libros publicado en 195524 por la Uni-versidad de Oxford, siendo as considerado como uno delos pioneros y principales exponentes de la teora del con-flicto desde el punto de vista de la antropologa.

    Las tesis de Max Gluckman sealan el efecto restaura-dor y benfico del orden en la vida social que juega el con-flicto, que no es ms que un mecanismo de restauracindel orden social, lo cual queda claro en su conocido libroya mencionado anteriormente y donde sostiene que

    los conflictos que surgen en el micronivel, entre los ml-tiples subsistemas que componen una sociedad, talescomo grupos, familias, clanes, villas, instituciones, etc..; alser resueltos de acuerdo con las valorizaciones, costum-bres y leyes de la sociedad, permiten que sta reacomodeperidicamente y en distintos niveles a las partes y ele-mentos sociales que se sitan en posiciones de roces odiscrepancias antagnicas, esto es, que la armona y elequilibrio social dependen de una posicin balanceadaen las instituciones y el comportamiento social25.

    23 Ibidem.24 Max Gluckman, Custom and Conflict in Africa. Oxford: Blackwell,

    1955.25 Marie Reay, Present Day Politics in the New Guinea Highlands

    en R. Cohen y J. Middleton (eds.), Comparative Political Systems, New York:The Natural History Press, 1976, p. 194.

    19 F. G. Bailey, Caste and the Economic Frontier. Manchester: ManchesterUniversity Press, 1957; tambin Tribe, Caste and Nation; a Study of PoliticalActivity and Political Change in Highland Orissa. Manchester: ManchesterUniversity Press, 1960; y Strategems and Spoils. Oxford: Basil Blackwell,1969.

    20 J. A. Barnes, Politics in a Changing Society. London: Oxford UniversityPress for Rhodes-Livingstone Institute, 1954.

    21 Luis Berruecos Villalobos, Contribuciones de la antropologa alestudio de la poltica en Revista ie: Pensamiento y Palabra, nm. 2, junio1996, pp. 32-35-

    22 Elizabeth Colson, Op. cit., 244.

  • Conflictos sociales: nota terica102

    Siguiendo con el desarrollo de sus ideas, en su obra An-lisis de una situacin social en Zululandia moderna26, el au-tor estudia la organizacin social en la Unin de Sudfrica,hoy Repblica de Sudfrica, y afirma que se trata de

    un Estado nacional27 que no forma una comunidad ho-mognea, pues est constituido bsicamente por su divi-sin en grupos de color de diversos status. Por tanto, elsistema social de la Unin consiste en gran parte en rela-ciones interdependientes en y entre grupos de colorcomo tales.

    En este ensayo, el autor aborda las relaciones blanco-africanas en el norte de Zululandia, donde trabaj durantediecisis meses entre 1936 y 1938, bajo el patrocinio delBur Nacional de Educacin e Investigacin Social del De-partamento de Educacin de la Unin (Fondo Carnegie),en los distritos de Nongoma, Mahlabatini, Hlabisa, Ubombo,Ingwavuma, Ngotshe y Vryhreid, y seala que alrededor dedos quintas partes de los africanos de la Unin viven enreas reservadas para ellos que estn distribuidas a lo largode ella:

    nicamente ciertos tipos de europeos (administradores,oficiales tcnicos, misioneros, comerciantes y contratan-tes) viven en estas reservas. Los hombres africanos migrande las reservas durante periodos cortos para trabajarpara granjeros, industriales y propietarios blancos, regre-sando posteriormente a sus hogares. Cada comunidadde reserva de africanos tiene estrechas relaciones eco-nmicas, polticas y de otra ndole con el resto de la co-munidad de la Unin blanco-africana. Los problemasestructurales en cualquier reserva, por lo tanto, en granmedida consisten en analizar cmo y hasta qu punto sevinculan con el sistema social de la Unin lo que en suinterior son relaciones blanco-africanas, y cmo stas afec-tan y son afectadas por la estructura de cada grupo decolor. En el norte de Zululandia estudi una seccin te-rritorial del sistema social de la Unin y traz sus rela-

    ciones con el sistema total, pero probablemente su pa-trn [pattern] dominante se asemeja al de cualquier otrareserva en la Unin. Para los blancos el mantenimientode esta separacin es un valor de dominio que emergeen la poltica de la as llamada segregacin y el desa-rrollo paralelo, trminos cuya falta de contenido real esindicada por el siguiente anlisis.

    El autor muestra que, durante el periodo analizado, laestructura social de Zululandia puede ser vista como unaunidad en funcionamiento, en un equilibrio temporal:

    Advertimos afirma que la forma dominante de la es-tructura es la existencia, en una sola comunidad, de dosgrupos de color en cooperacin diferenciados por ungran nmero de criterios, de manera tal que se mantie-nen opuestos e incluso hostiles entre s. El grupo blancoes dominante frente al zul en todas las actividades enque cooperan, y tal dominacin se expresa en algunasinstituciones sociales si bien todas estn afectadas porella. La oposicin desigual entre los dos grupos de colordetermina el modo de su cooperacin. Cada grupo decolor est diferenciado en grupos, entre los cuales existeuna coincidencia que atraviesa la lnea del color, enlazan-do a los grupos de color a travs de la asociacin demiembros en identidades temporales de intereses. Sinembargo, el balance de estos grupos es afectado por larelacin de conflicto y cooperacin entre los grupos decolor, de modo tal que cada uno de esos grupos, por unlado, vincula a los grupos de color y, por el otro, enfatizasu oposicin. El funcionamiento de la estructura consisteen la cambiante condicin de miembros de grupos endiferentes situaciones, ya que la pertenencia de un indivi-duo a un grupo particular en una situacin particular estdeterminada por los motivos y valores que influyen so-bre l en tal situacin. As, los individuos pueden vivirvidas coherentes a travs de la seleccin situacional deuna mezcolanza de valores contradictorios, creencias in-compatibles, e intereses y tcnicas variadas. En este con-texto, las contradicciones devienen conflictos cuandoaumentan la frecuencia relativa y la importancia de lasdiversas situaciones en el funcionamiento de las organi-zaciones. Rpidamente las situaciones que implican a lasrelaciones africanos-blancos se vuelven dominantes, y cadavez ms zules se comportan como miembros del grupoafricano en oposicin al blanco. A su vez, estas situacio-nes afectan a las relaciones intra-africanas. As, las tensio-nes entre grupos y valores diferentes producen fuertes

    26 Analysis of a Social Situation in Modern Zululand en Bantu Studies,vol. XIV, nm. 1, pp. 1-30 (1940); nm. 2, pp. 147-174, reimpreso comoThe Social Organization of Modern Zululand en Analysis of a SocialSituation in Modern Zululand (1958), Manchester University Press, Rhodes-Livingstone Paper nm. 28, Manchester, pp. 1-27. Traduccin al espaolde Roco Gil y Jos Luis Lezama.

    27 Habitado por 2,003,512 blancos, 6,597,241 africanos y otros di-versos grupos de color, esto es, 767,984 euroafricanos-euroasiticos (decolor) y 219,928 asiticos, segn cifras del 1936 Census, PreliminaryReport U.G. 50/1936.

  • El Cotidiano 153 103

    conflictos tanto en la personalidad individual zul comoen la estructura social de Zululandia. Estos conflictos sonparte de la estructura social cuyo equilibrio presente estmarcado por los comnmente denominados desajustes.Los mismos conflictos, contradicciones y diferencias en yentre los zules mismos y el grupo blanco, y los factoresque superan estas diferencias, han mostrado ser la es-tructura de la comunidad zul-blanca de Zululandia. Es-tos conflictos en la estructura de Zululandia guiarn susdesarrollos futuros y, segn los define claramente, en suanlisis del equilibrio temporal. En resumen, a fin de estu-diar el cambio social en Sudfrica, el socilogo debe ana-lizar el equilibrio de la comunidad africana-blanca endiferentes momentos y mostrar cmo los equilibrios su-cesivos se relacionan entre s enfocando en la alteraciny el ajuste del balance de los grupos (el cambio en equi-librio) implicados en la articulacin de la comunidad deZululandia en grupos raciales de cultura relativamentediferente.

    Una de las grandes aportaciones de Gluckman al estu-dio del conflicto, dice Austin28, es el de sealar que la necesi-dad de subsistir obliga a las partes en conflicto a pesar de laamplitud de los grupos arrastrados en l a aceptar tarde otemprano una forma de solucin que se ajusta a las costum-bres, valores y leyes compartidas por todos; as la red derelaciones se mantiene estable y descarga las tensiones pro-vocadas por los choques de intereses a travs de los conflic-tos, sin peligro de que surja un estado tal de caos provocadopor los antagonismos mltiples, que la sociedad entera lle-gue a desintegrarse en un verdadero estado de todos con-tra todos. Algunos de estos conflictos son expresados atravs de rituales, especialmente cuando afectan a sectoreso valores muy amplios de la sociedad, como ocurre en lassociedades tribales que estudi Gluckman en frica anali-zando material etnogrfico de los zules y los barotse encuanto a una serie de conflictos que a su juicio existen entodo el sistema poltico, para concluir que

    Hay conflictos entre los intereses de distintos individuosdentro de un grupo y entre los intereses de los gruposmenores dentro de una sociedad mayor. Hay tambinconflictos entre la sociedad con sus leyes y los individuos

    y grupos que componen la sociedad: esos conflictos seenfocan en los lderes que tienen que aplicar la ley, por locual en la resolucin de las disputas u otras acciones delos lderes, surge la hostilidad en contra de la autoridad,la que es planteada en trminos del conflicto entre losideales del cargo y la fragilidad de la persona que ocupaese cargo en cualquier momento. Aquellos que no estnsatisfechos no se culpan a s mismos ni a la situacin deconflictos contrapuestos: ellos dicen que el lder es in-satisfactorio29. As, hay evidencia para sugerir que el con-flicto bsico en inherente es la posicin de las mujeres entodas las sociedades tribales, matrilineales y patrilineales[...] a lo mejor, el conflicto bsico est en el hecho de quelas mujeres cran nios que sern herederos competido-res por el poder social, cuya posicin y propiedad es fun-damentalmente de los hombres. Lo cierto es que entodos los casos un rito expresado en reversa a la reali-dad parece servir de vlvula de escape a algo, como loque sucede, por ejemplo, en el caso de los suazi, que con-siste en expresiones de rebelin en que el rey de lossuazi aceptaba y permita, durante todo un da del ao, noslo que sus sbitos y miembros de la administracin lorechazaran, sino que tambin lo insulten pblicamente,todo dentro del ambiente ritual y ceremonial.

    Finalmente, Gluckman concluye que el conflicto y lasuperacin del conflicto (fisin y fusin) son dos aspec-tos del mismo proceso social y estn presentes en todaslas relaciones sociales, para lo cual remite a las teoras delmaterialismo dialctico y a la teora de Freud sobre la am-bivalencia en las relaciones estudiadas por la psicologa, yseala que Evans-Pritchard es el primer antroplogo quetrabaja estos temas en sus artculos y en su libro The Nuer30

    o en su ensayo con Fortes African Political Systems31.Al combinar la escuela britnica del estructural-fun-

    cionalismo con el enfoque marxista de la desigualdad y laopresin, cre una importante corriente de rechazo al co-lonialismo desde el propio estructuralismo, lo que com-prob con sus largos trabajos de campo en Zululandia, enSudfrica, al proponer que las comunidades africanas y eu-ropeas formaban un solo sistema social con dos gruposraciales que constituan paradjicamente la base de la uni-dad estructural de esa sociedad. Su principal rea de inte-

    28 Thomas Austin Milln, La antropologa del conflicto y los mtodos deresolucin de conflictos en otras culturas, y , 5 julio2007.

    29 Max Gluckman, Politics, Law and Ritual in Tribal Society. Oxford:Blachwell, 1965, p. 37.

    30 E.E. Evans-Pritchard, The Nuer, Oxford: Clarendon Press, 1940.31 E.E. Evans-Pritchard y Meyer Fortes, African Political Systems, Inter-

    national African Institute, London: Oxford University Press, 1940.

  • Conflictos sociales: nota terica104

    rs fueron los sistemas polticos de las tribus que estudi ytambin fue activista poltico aun cuando siempre estuvoen contra del colonialismo, y se involucr directamente enel estudio de los problemas derivados del conflicto social yde las contradicciones culturales del colonialismo, el racis-mo, la urbanizacin y la migracin laboral. Tuvo una enormeinfluencia en otros antroplogos y socilogos famosos ta-les como Lars Clausen, A. L. Epstein32, Ronald Frankenberg33,Bruce Kapferer, J. Clyde Mitchell34, Victor Witter Turner yotros que posteriormente se consideraron como los pila-res de la Escuela de Manchester. Sus estudios sobre leyprimitiva y sobre la teora del conflicto se reflejan, entreotros, en varios artculos y libros, algunos de los cualescomentamos en este trabajo35.

    Las teoras antropolgicas del conflicto

    Son varios los estudios que, sobre los aspectos culturales ysociales de las diversas formas a travs de las cuales semanifiestan y resuelven los conflictos humanos, se han rea-lizado desde diversas perspectivas de las ciencias sociales.En el campo antropolgico, predominan los de la escuelafuncionalista, como veremos, aunque ltimamente se abor-da desde otras corrientes, enfatizando en la variedad derazones que dan motivo al origen de dichas situacionespero buscando elementos que son repetitivos en dichocomportamiento, que est vinculado a costumbres, creen-

    cias, representaciones simblicas, valoraciones sociales, tra-diciones y formas de vida de un grupo.

    Segn Austin36, el ambiente de interrelaciones en quese desenvuelve el ser humano, con su consiguiente resulta-do de conflictos, paz y statu quo, parece haber preparado alhombre biolgicamente para la lucha fsica o verbal, que esla forma ms activa y directa con la cual comnmente en-tendemos al conflicto; y en este sentido, recuerda aDesmond Morris, que describe el proceso biolgico deexcitacin agresiva en un individuo que se apresta a la lu-cha37. Asimismo, cita a autores tales como Leaky y Lewin38,que plantean que el compartir es la clave para entender elconflicto humano, as como el ordenamiento que se da enlas sociedades y la necesaria proteccin y defensa que es-tas sociedades deben procurar de los bienes materiales einmateriales que poseen los grupos humanos de una socie-dad, incluyendo en ello a su propia cultura.

    Histricamente, la antropologa ha propuesto una se-rie de teoras para explicar al hombre. As, tenemos enprimera instancia a los evolucionistas, que impulsados porlas teoras darwinianas, se interesan en la secuencia totaldel progreso humano. Posteriormente, surgen los historicis-tas, enfocados en la invencin y difusin de los elementosculturales en las dimensiones de tiempo y espacio, esto es,la diacrnica y la sincrnica. El difusionismo planteaba unareconstruccin de la historia total del crecimiento cultural,y el estructuralismo de Radcliffe-Brown, la dimensindiacrnica en el anlisis de la eunomia y disnomia, buena ymala salud de la sociedad, usando modelos de la biologa,as como el lugar que en la estructura ocupan las diversasinstituciones sociales, mientras que en el funcionalismo, b-sicamente representado por Malinowski, el inters se cen-tr mas en la funcin que cumplen dichas instituciones. Elconfiguracionalismo de Ruth Benedict y su alumna MargaretMead39, trataba de integrar los fenmenos con una visinholstica (de whole-todo) total, enfocado ms en los ele-mentos de persistencia que en los de cambio y buscando a

    32 A. L. Epstein, Politics in an Urban African Community. Manchester:Manchester University Press, 1958.

    33 R. Frankenberg, Village on the Border: A Social Study of Religion, Politicsand Football in a North Wales Community, 1957.

    34 C. Mitchell, The Kalela Dance. Manchester: Manchester UniversityPress, 1956.

    35 Max Gluckman, Essays on Lozi land and royal property en Rhodes-Livingstone paper 10. Livingstone, Northern Rhodesia: Rhodes-LivingstoneInstitute. New York: Oxford University Press, 1943; tambin: The sevenyear research plan of the Rhodes-Livingstone Institute en Journal of theRhodes-Livingstone Institute. 4:1-32. Livingstone, Northern Rhodesia:Rhodes-Livingstone Institute. New York: Oxford University Press, 1945;Malinowskis contribution to Social Anthropology en African Studies 6,1947, pp. 57-76; Malinowskis functional analysis of social change enAfrica, 17, 1947, pp. 103-121 (Republished in Gluckman 1963); MalinowskisSociological Theories en Rhodes-Livingstone Paper 16. Livingstone,Northern Rhodesia: Rhodes-Livingstone Institute. New York: OxfordUniversity Press, 1949; Kinship and Marriage among the Lozi of NorthernRhodesia and the Zulu of Natal en A. R. Radcliffe Brown and DaryllForde (eds), African Systems of Kinship and Marriage. London: Oxford Uni-versity Press, 1959; Political Institutions en The Institutions of PrimitiveSociety. Livingstone, Northern Rhodesia: Rhodes-Livingstone Institute. NewYork: Oxford University Press, 1954, pp. 66-80.

    36 Toms Austin Milln, (1990) La antropologa del conflicto y los mto-dos de resolucin de conflictos en otras culturas . y -5 julio 2007.

    37 Desmond Morris, El mono desnudo, Barcelona: Plaza y Jans, 1976,p. 125.

    38 Richard Leaky y Roger Lewin, Origins. London: Futura Publications,1982, pp. 9-10.

    39 Margaret Mead, Coming of age in Samoa. England: Penguin, 1957. Encastellano, Adolescencia, sexo y cultura en Samoa. Planeta-Agostini, 1993, Bs. As.

  • El Cotidiano 153 105

    travs de la continuidad, la homeostasis o equilibrio de lasinstituciones a travs del cumplimiento de premisas, valo-res y metas.

    En relacin con la expansin y enriquecimiento de la cien-cia sociolgica, como llama a esta etapa Giner40, seala las ten-dencias contemporneas y destaca la sociologa estructuralista(Malinowski, Radcliffe Brown, Parsons, Lvi Strauss), lainteraccionista (que asla la accin social como unidad cientfi-ca de observacin, dando nfasis a la carga simblica o al sen-tido que los diversos actores le atribuyen a una situacin social(George Herbert Mead); y la sociologa conflictivista, que en-tiende a la sociedad como resultado de varias luchas de inte-reses, tanto individuales y de casta como de clase o clan, dandoimportancia fundamental a los fenmenos de dominacin,conflicto, explotacin y desigualdad sociales. Los orgenes deesta escuela, seala el autor, se remontan a los estudios deMaquiavelo y Hobbes con representaciones modernas enMosca, Pareto o Michels, pero el mpetu a este anlisis provie-ne de la escuela marxista y las aportaciones de Antonio Gramsci,sobre todo en sociedades donde el impacto del mundo tec-nolgico industrial ha trado descalabros, tensiones y nuevasformas de represin, generando as conflictos de diversa ndo-le. En este sentido, descarta la posicin de Edward Shils, quecombina el funcionalismo con una visin conflictivista de ladominacin y desigualdad sociales, pero cita a conflictivistasde izquierda como Charles Wright Mills, Marcuse, Adorno,Horkheimer e incluso Fromm, cuatro representantes influ-yentes de la escuela de Frankfurt.

    Tambin hay que destacar los trabajos de Lewis Co-ser41 sobre el estudio del conflicto social, sobre todo encuanto a sus funciones y disfunciones en un momento, se-ala, donde lo que interesaba eran los modelos de equili-brio y la armona de la estructura social. Por ello, Coser sededica a analizar los tipos conflictivos de interaccin y lasfunciones definidas del conflicto social en los grupos y enlas relaciones interpersonales42. As, Coser seala la sor-presa que le caus la similitud de ideas en cuanto al anlisisdel conflicto, con Gluckman a raz de sus seis conferenciasque imparti sobre el asunto en 1965, llegando a la conclu-

    sin de que los conflictos en un conjunto de relacionesllevan al reestablecimiento de la cohesin social. Coser se-ala las aportaciones al respecto de Ralf Dahrendorff43 so-bre clase y conflictos de clase en las sociedades industriales,y seala su crtica a Coser en cuanto a que se centra exclu-sivamente en las funciones integrativas del conflicto socialy desatiende aquellos tipos de conflicto que producen rup-turas en los sistemas sociales y llevan a un cambio socialfundamental, Finalmente, agrupa los estudios relativos a esteasunto en tres categoras, que enfatizan las funciones delconflicto social, la teora social y el conflicto social y la teo-ra del conflicto y la poltica actual.

    Gran impacto en la psicologa tuvo la escuela conoci-da como Cultura y Personalidad, en parte derivada de laanterior, esto es, la funcionalista, y cuyo mximo expo-nente es Linton: enfatiza en la persistencia y slo en elcambio en los primeros dos aos de vida, con un enfoquems bien sincrnico de la sociedad, la cultura y la perso-nalidad como tres bloques indivisibles ntimamente uni-dos, y a ello lo llaman la esttica cultural, lo que contrastacon la dinmica cultural que se refiere a los factores quetienen que ver tanto con la persistencia como con el cam-bio en el comportamiento. La difusin da lugar a la acultu-racin por contacto y a la continuidad de elementosculturales a travs de los procesos de entrenamiento co-nocidos como endoculturacin (en la familia) y socializacin(en la sociedad). El cambio cultural implica entonces la re-formulacin de la conducta grupal a nivel no solo de laexperiencia individual sino tambin del sistema culturaltotal; por lo cual la historia, cuya importancia era desde-ada por los funcionalistas, es bsica y gracias a ella sepuede predecir. El enfoque moderno se centra en la inves-tigacin de situaciones que tienen que ver tanto con laestabilidad o persistencia como con el cambio, ya sea ensociedades contemporneas o desaparecidas, a travs delmtodo comparativo, utilizando tcnicas etnogrficas44, y taly como se reporta en la tradicin e historia orales, ladocumentacin histrica y las evidencias y secuencias ar-queolgicas. Nuevas escuelas aparecieron, tales como la

    40 Salvador Giner, Historia del pensamiento social. Biblioteca de Socio-loga, Coleccin Demos. Barcelona: Ariel, 1975.

    41 Lewis Coser, The Functions of Social Conflict. New York: The FreePress, 1954 (en espaol: Las funciones del conflicto social, Mxico, FCE, 1961);tambin Nuevos aportes a la teora del conflicto social. Buenos Aires:Amorrortu, 1967.

    42 Lewis Coser, Op. cit., 1967, p. 9.

    43 Ralf Dahrendorff, Class and Class Conflict in Industrial Society. Stanford,1979, p. 12 (en espaol: Clases sociales y su conflicto en la sociedad industrial,Rialp, Madrid).

    44 Luis Berruecos Villalobos, La Investigacin Etnogrfica de las Adic-ciones. Captulo II del libro Curso bsico sobre adicciones, editado por elCentro contra las Adicciones (CENCA) y la Fundacin Ama la Vida, IAPCiudad de Mxico, noviembre de 1994, pp. 53-130.

  • Conflictos sociales: nota terica106

    del Cambio Cultural en Chicago, de la que surgira elsubcampo de especializacin de la antropologa urbana,aplicado tempranamente en Mxico en los aos treintasen Tepoztln y Yucatn por Redfield (el continuum folk-urbano) y Lewis en la ciudad de Mxico.

    Por otra parte, cabe destacar que dentro de los estu-dios de la antropologa poltica o antropologa del poder,como la llama Lpez Lara45, hay que sealar los trabajos deGeorge Balandier46, donde se analizan los sistemas polti-cos propios de sociedades llamadas primitivas, y donde seofrece una explicacin acerca del binomio orden-desor-den en el marco de la relacin entre el poder y lo sagrado,y donde lo ritual aparece como una purificacin del ordensocial secular, coincidiendo as con la tradicin de EdmundLeach47 y Max Gluckman en cuanto a que los sistemas pri-mitivos son perfectamente equilibrados. En este sentido,Lpez Lara afirma que Gluckman, a diferencia de Durk-heim48, que relaciona las prcticas rituales con la solidari-dad y el orden, descubre en los rituales y ceremonias lamanifestacin de fracturas, descontentos, rebelin y reajuste,como queda claro con los rituales de inversin de status,siendo as que el rito funciona como un mecanismo deliberacin catrtica49.

    Harris50 menciona que Gluckman define al conflictocomo un atributo inherente de la organizacin social y as,seala, se acerca ms a la posicin que al respecto sostenaMalinowski y que a su vez es heredada de Durkheim entrminos de que, a pesar de la existencia del conflicto, lasolidaridad social se mantiene y de que los conflictos sonnormales y an saludables en la vida social y no son incom-patibles con el mantenimiento de la estructura.

    Posteriormente y en tiempos recientes, el impacto dela teora estructuralista francesa abrira nuevos derroterosa la investigacin y el surgimiento de variadas corrientes depensamiento terico.

    En una revisin sobre el tema, Austin51 menciona a va-rios autores, entre ellos, a Vctor Barnow que en su Intro-duccin a la Antropologa52, resume lo que fue la visintradicional del conflicto en la Antropologa hasta la dcadade los aos 70:

    Los conflictos ocurren en todas las sociedades y esto noes necesariamente afortunado o peligroso. En algunoscasos, el conflicto dentro de un grupo puede ayudar aestablecer o restablecer la unidad. En efecto, Lewis Co-ser en 1956, argument que tales conflictos pueden serpositivamente funcionales para la estructura social cuan-do ellos conciernen a metas, valores o intereses que nocontradicen las presunciones bsicas en que se fundanlas relaciones sociales. Sin embargo, el conflicto puedeser percibido como tensionante y peligroso por los miem-bros de una sociedad, especialmente por partidarios delstatu quo. Es de su inters y a menudo en el inters de lamayor parte de los miembros de la sociedad, resolver losconflictos y prevenir su expansin futura. Llamemos leyo no a esto, alguna forma de resolver los conflictos debeexistir. Esta es otra funcin de la autoridad poltica, dadoque el control social y la resolucin del conflicto concier-ne al orden interno, y el orden externo concierne a laguerra53.

    Asimismo, destaca que:

    El conflicto aparece en todas las sociedades humanas, perodifiere en grado y forma de expresin. En unas socieda-des la agresin verbal es ms frecuente que la fsica, mien-tras que en otras predominan formas de expresin mspasivas. Hay pueblos que inhiben la agresin en el senode la comunidad local, pero a costa de la guerra con losgrupos vecinos (...) parece que la competencia entre gru-pos que pretenden explotar el mismo territorio o recur-so conduce al conflicto.

    45 lvaro Lpez Lara, Hacia una sociologa del caos en Teoras socio-lgicas contemporneas, Rogelio Martnez Flores, Javier E. Ortiz Crdenas,Patricia Gascn Muro y Jos Luis Cepeda Doval, coordinadores. Depar-tamento de Relaciones Sociales, Unidad Xochimilco. Universidad Aut-noma Metropolitana, Mxico, 1996, p. 199.

    46 George Balandier, Antropologa Poltica. Barcelona: Ariel, 1976.47 Edmund Ronald Leach, Political Systems of Highland Burma: a Study of

    Kachin Social Structure. Cambridge: Harvard University Press, 1954; tam-bin Pul Eliya: a Village in Ceylon: A Study of Land Tenure and Kinship. Cam-bridge: Cambridge University Press, 1961; Glimpses of the Unmentionablein the History of British Social Anthropology en Annual Review of Anthro-pology 13, 1984, pp. 1-23.

    48 mile Durkheim, The Elementary Forms of the Religious Life. J. W.,Swain, trad. Londres: Allen & Unwin, 1915 (Las formas elementales de lavida religiosa. Buenos Aires: Schapire).

    49 Lpez Lara, Op. cit., 1996, p. 202.50 Marvin Harris, Op. cit., p. 560.

    51 Toms Austin, Op. cit.52 Vctor Barnow, Anthropology: a General Introduction. Illinois: The Dorsey

    Press, 1979.53 Ibidem, p. 299.

  • El Cotidiano 153 107

    Con relacin a la definicin del trmino, Austin cita aHunter y Whitten54, quienes lo definen como

    cualquier estado antagnico entre dos o ms partes, quesurgen de intereses incompatibles

    pero contrasta lo anterior con la propia definicin de Gluck-man55, quien seala que

    el trmino se refiere solamente a conflictos entre princi-pios de organizacin social y que para disturbios en lasuperficie de la vida social usar, dependiendo de sunaturaleza, los trminos competencia, disputa, discusin,refriega, disensin, contienda, pelea, etc., reservando eluso del trmino lucha para eventos de races ms pro-fundas y fundamentales y conflicto para discrepanciasen el corazn del sistema, lo cual difiere de otros auto-res como Bohannan56 que incluye incluso a la guerra: enresumen, seala Austin, el trmino es reservado a dis-crepancias en los elementos principales del sistema so-cial y sustenta a Gluckman cuando afirma que conflictose refiere a la relacin entre discrepancias que estable-cen una cadena de procesos que producen alteracionesen el personal de la posicin social, pero no producealteraciones en el patrn o pauta de las posiciones mis-mas57, sin olvidar que el conflicto no solo es choquefrontal sino que tambin puede ser un deseo no expre-sado que surge de oposiciones de intereses que se ma-nifiestan en formas muy variadas, incluyendo a lasactividades rituales58.

    El citado autor Austin menciona que existen tres tiposde conflictos analizados desde la perspectiva de la antro-pologa funcionalista de los aos 60s:

    1. El tipo de conflicto beneficioso para el orden interno,que es aquel que se produce entre grupos, segmentoso instituciones y agencias de la sociedad, sin que ame-nacen o destruyan los aspectos bsicos o fundamenta-

    les en que se sustenta el orden social mismo, argumen-to tpico de la antropologa funcionalista de las dcadasde los aos 50 y 60.

    2. El tipo de conflicto social provocado por presiones ex-ternas sobre los elementos fundamentales que sostie-nen al grupo o cultura unido, que es el caso que aparececuando la resolucin de los conflictos slo es posiblecambiando la naturaleza misma del grupo social. Losestudios de estos fenmenos han estado corrientemen-te agrupados en la investigacin del cambio social y lamodernizacin, y

    3. Un tercer tipo de conflicto, menos conocido, pero quetambin vale la pena examinar por su importancia en laconducta social de los grupos de pequea escala, es elque surge de la lnea freudiana de la antropologa psico-lgica, ms conocido como cultura y personalidad.

    Austin59 concluye que:

    1. Las disputas surgen entre los hombres, porque tienenque vivir en sociedad.2. Cada sociedad tiene costumbres que establecen la for-ma que toman estas disputas, y3. Hasta cierto punto, la costumbre tambin dirige y con-trola las disputas a travs de conflictos de lealtad, fideli-dad y devocin, de manera que, a pesar de la rebelin, elmismo sistema social es reestablecido sobre amplias reasde la vida comunal y por largos perodos de tiempo60;

    por lo cual, de nuevo se cumple la tesis funcionalista queindica que la constelacin de conflictos en el micro nivel esbeneficiosa a largo plazo, porque reestableciendo el ordentradicional, mantiene viva y estable a la sociedad como untodo.

    Austin tambin menciona los conflictos restauradoresdel orden social, sobre todo en las sociedades tribales yque se refieren a los conflictos que se originan en los valo-res fundamentales de la cultura, es decir, que mantienen odan forma a la estructura social, que son absorbidos y re-conocidos ritualmente, a travs de los ritos de rebelin o,como los llama el autor, de reversa, es decir, que tienenque ver con actos rituales en que los actores simulan unconflicto o una rebelin y en que se ejecutan actos que en

    54 Hunter and Whitten, Enclyclopedia of Anthropology. N.Y.: Harper andRow, 1976.

    55 Max Gluckman, Equilibrium in the Study..., p. 106.56 Paul Bohannan, Law and Warfare: Studies in the Anthropology of Conflict.

    N. Y.: The Natural History Press, 1967; Bohannan y Glazer, High Points inAnthropology. New York: McGraw-Hill, 1988.

    57 Op. cit., p. 109.58 Toms Austin, Op. cit.

    59 Ibidem.60 Max Gluckman, Politics, Law and..., p. 47.

  • Conflictos sociales: nota terica108

    la vida cotidiana normalmente son rechazados y severa-mente castigados por la ley tribal o por tabes ancestrales.Para ilustrar lo anterior, relata:

    Existe rebelin y rapto ritual del heredero del trono enel Reino Divino de los shilluk, donde el conflicto repre-sentado en el rapto ritual, institucionaliza el choque deintereses de diversas aldeas y de familiares aspirantes altrono divino y a su corte, a la que ingresan parientes yamigos del Rey, pero a la que puede llegar un solo indi-viduo con sus amigos, en representacin de una solaaldea.

    Otro caso sera, dice Austin, el que se da cuando hayoposicin entre los intereses de hombres y mujeres en lossistemas de relaciones de parientes en ciertas sociedadesafricanas:

    En el caso de los zules en el siglo pasado, entre los Tembuy en otras naciones del Sur de frica, las mujeres y joven-citas se comportan como si fueran hombres, lucen vesti-mentas y armas masculinas y se expresan rudamentecomo los hombres. Las mujeres Tsonga incluso cantancanciones obscenas y maltratan a cualquier hombre quese les acerque, ceremonias propiciatorias para la agricul-tura, ceremonias matrimoniales o para liberarse de pes-tes y enfermedades, para celebrar la llegada de la pubertadde las jvenes, para propiciar su fertilidad y salud. As, lasociedad tribal busca alivio o escapa del fenmeno de lainconsistencia que se produce entre la posicin privile-giada de los hombres, quienes son los portadores, due-os o autoridades de todo lo que resulte socialmenteimportante en las aldeas, pero donde las mujeres el sec-tor social ms subordinado son las que tienen laimportantsima responsabilidad y rol de dar a luz a loshijos que harn grande, fuerte y rica a la familia, ademsde ser los herederos del padre y continuadores de sulinaje, en las sociedades patrilineales, de manera que enltimo trmino, el rol ms importante de la familia, suengrandecimiento y continuidad, queda en manos del sec-tor ms dbil y subordinado.

    De esta manera, no debe dejarse de lado que, segn Austin:

    esta forma de conflicto cobra varios matices, segn lassociedades sean patri o matrilineales, viri o matrilocales.Por ejemplo, en el caso de sociedades matrilineales la

    incompatibilidad o inconsistencia se produce entre laesposa que debe ser productiva, fortaleciendo con sutrabajo al grupo del marido, y el hecho de que ella es a suvez continuadora del linaje de su propia familia de origen,no la del marido61. En otro caso, los Ndembu, que po-seen familias matricntricas, matrilineales, pero virilocales,el conflicto es entre madres e hijas. Entre los Ndembu, lamadre es el centro de la sociedad y portadora, en pri-mer trmino, del linaje familiar, pero la hija ser su con-tinuadora en el linaje, y ademas se puede ir a la aldea delmarido, lejos de su control. En esta sociedad el compor-tamiento de reversa es en rituales que celebran la llegadade la pubertad de las jvenes y durante el rito las muje-res no slo se comportan como hombres sino que losatacan si los sorprenden cerca62.

    Toms Austin cita a Norbeck63, quien sustenta la tesisde Gluckman al sealar que:

    En todos estos casos de ritos en que se contravienennormas y costumbres cotidianas, o ritos de rebelin ins-titucionalizados, el conflicto que surge de los valores msbsicos de la sociedad, es expresado pblica y ritualmen-te como dramas de conflicto y conducidos en una at-msfera religiosa, como una suerte de catarsis quedesvanece la amenaza de desunidad impuesta por losconflictos, la que es una lnea de razonamiento usual enlos argumentos funcionalistas en cuanto al rol del con-flicto, si bien Gluckman fue mucho ms lejos y profundoen esta misma lnea, aunque dej en claro que los ritosinstitucionalizados de conflictos pueden existir solo ensociedades en las que el orden social est establecido ysin que nada lo amenace.

    En cuanto a los conflictos y el cambio social, Austin hasealado:

    existen situaciones en que las divergencias de interesesenvuelven a personas y grupos de tal manera que lanica forma en que se resuelven es por transformacin

    61 Max Gluckman, Equilibrium in the Study..., pp. 224-225.62 Vctor Witter Turner, Schism and Continuity in an African Society; a

    Study of Ndembu Village Life. Manchester: Manchester University Press,1957, pp. 28-27 y 61-62.

    63 Edwards Norbeck, African Rituals of Conflict en J. Middleton(ed.), Gods and Rituals. N.Y.: The Natural History Press, 1967, p. 198.

  • El Cotidiano 153 109

    de la naturaleza misma del grupo, sea fraccionndoseen agrupaciones distintas, cada una con su propia iden-tidad, o cambiando la estructura o valoraciones institu-cionales del grupo. En todos los casos, lo que surgedespus del conflicto es una agrupacin diferente enalguna medida, un grupo nuevo, una sociedad nueva; as,recuerda a Beattie64, quien afirma que corresponde a laclase de conflictos ms radicales (porque) es el cambioen el carcter del sistema social mismo (...) y los con-flictos a lo que da lugar no se desenvuelven en trminosde los valores existentes en la sociedad. Son nuevas cla-ses de conflictos y la tradicin no provee ni preceden-tes, ni cura para ellos. Si el sistema tiene que persistir,ms tarde o ms temprano tendr que hacer ms mo-dificaciones radicales y as la sociedad se volver unacosa distinta y diferente de lo que fue originalmente.De esta manera, abunda: Los conflictos que no puedenresolverse dentro del sistema social existente acabanprovocando cambios en la estructura social. Tambincita a F.G. Bailey, quien asienta que en un conflicto entreinstituciones de una sociedad, cuando no hay otras for-mas que puedan manejar el conflicto, la nica manerade resolverlo es modificando la estructura misma de lasociedad65. Por lo anterior, en general, los conflictos queterminan con la transformacin de un grupo social, hanconstituido buena parte del material de estudio del cam-bio social, excepcionalmente en materia de cambios quevan transformando a las sociedades tnicas o tradicio-nales campesinas, incorporndolas a la cultura occiden-tal, al sector socialmente dominante, o permitindolesdesenvolverse mejor en ellas. Los conflictos entre insti-tuciones que terminan con cambios de la esencia o laidentidad de una sociedad humana pueden ser peque-os, sucesivos y persistentes, transformando lenta y pro-gresivamente a la sociedad, o pueden ser sbitos ydevastadores como producto de guerras o revolucio-nes. El resultado es el mismo, la desaparicin de unaforma de relacionarse socialmente, para dar nacimientoa otra nueva y distinta, o simplemente, su fusin dentrode otra sociedad mayor. Asimismo, cabe destacar queeste tipo de conflictos puede tocar diferentes aspectos

    de la vida social. Al respecto, R. Firth66 agrega una clasede cambios que l llam organizacionales y que vale lapena mencionar. Estos son cambios en la forma de ha-cer las cosas, o de disponer la divisin social del trabajo.Las transformaciones pueden ser sutiles o complejas yafectar a diferentes rangos de las relaciones socialesdentro del grupo social, slo que en esos casos elreacomodo social, aunque puede llegar a ser extenso,no transforma la naturaleza del grupo.

    Finalmente, Austin habla de un tercer tipo de estudiosantropolgicos sobre el tema del conflicto, que correspon-de al rea de cultura y personalidad, menos conocida porsu otro nombre actual de antropologa psicolgica o deetnopsicologa (en Francia), que fue fuertemente influen-ciado por la psicologa y sus diversas formas, por lo que,como su nombre lo indica, se busca encontrar la relacinque hay entre la cultura de una sociedad, su influencia so-bre la personalidad de sus individuos y viceversa. Aqu, Freudfue probablemente el primer psiclogo terico en enfati-zar el carcter procesal del desarrollo de la personalidad y,en particular, en puntualizar el rol decisivo de los primerosaos de la infancia y la niez para establecer la estructurabsica del carcter de una persona. As, Freud mencionabaque la personalidad se desarrolla en respuesta a cuatro fuen-tes mayores de tensiones: (1) el proceso de crecimientofisiolgico, (2) las frustraciones, (3) los conflictos y (4) lasamenazas. Como consecuencia directa de la intensificacinde la tensin que emana de estas fuentes, la persona esforzada a aprender, a crear, nuevos mtodos o formas deactuar para reducir la tensin. Este aprendizaje es lo que sequiere significar por desarrollo de la personalidad. La iden-tificacin y la evaluacin son dos mtodos para los cualesel individuo aprende a resolver sus frustraciones, conflic-tos y ansiedades67. En cuanto a personalidad y conflicto, laimportante para la antropologa de cultura y personalidadera encontrar las fuentes del conflicto en el ambiente enque se desarrolla el individuo, para ver cul era su efectosobre la personalidad y luego sobre la cultura de la socie-dad; de all tambin el inters de este tema para el presentetrabajo. El autor tambin aporta ejemplos de la literatura

    64 Vctor Beattie, Other Cultures. Routledge and Kegan Paul, p. 247. Encastellano: Otras Culturas. Mxico: FCE.

    65 F. G. Bailey, Political Change in the Komlands en Cohen y Middleton(eds.), Comparative Political Systems. N.Y.: The Natural History Press, 1967,p. 419.

    66 Raymond Firth, Social Change in Tikopia. London, 1959.67 Hall y Lindzey, Freuds Psychoanalitic Theory of Personality en Robert

    Hunt (ed.), Personalities and Cultures. N.Y.: The Natural History Press, 1967,p. 19.

  • Conflictos sociales: nota terica110

    antropolgica que se refieren a los estudios en Samoa deMargaret Mead en 192868, entre los Alor69 y los Pilga delChaco sudamericano, estudiados en 193770.

    En resumen, Austin concluye que:

    1. El conflicto es un fenmeno natural en el hombre so-cial, pero habra aumentado su acento a partir del mo-mento en que la humanidad comenz a asentarse,cambiando de vida nmada por el sedentarismo de lavilla, los pueblos y ciudades, superando definitivamenteel estado de recolectores y cazadores. A partir de esemomento tambin aumenta la intensidad y la calidad delas actividades compartidas, lo que da paso al surgimientode intereses de competencia con mucho ms frecuen-cia que en la vida nmada. De todo ello se desprendeque el estado de conflicto es un proceso natural en lavida social, por lo que vendra a ser un error pretenderque no deberan ocurrir conflictos en absoluto en lasociedad. Lo que debera suceder es comprender lanaturaleza del conflicto para resolverlos con mayorbeneficio colectivo.

    2. Los conflictos surgen a partir del momento en que doso ms conjuntos de intereses comienzan a competirpara que uno de ellos se convierta en la alternativadominante.

    3. La agudizacin del conflicto en estos trminos puedellegar a convertirse en disputa abierta, usualmente tra-ducida en argumentaciones con lgicas discrepantes,pero que no superan el nivel verbal; al aumentar la in-tensidad en acciones o hechos concretos, se llega a lalucha abierta. Como el dictum que dice que la guerra esla continuidad de la poltica por otros medios, la luchaes la continuidad del conflicto por otros medios.

    4. A travs de la investigacin antropolgica queda en cla-ro que las diferencias envueltas en un conflicto de ca-rcter grupal o social, pueden surgir de dos fuentesclaramente establecidas: (a) de los valores y costum-bres de los grupos humanos, es decir, de los interesespuestos en juego; y (b) de formas de conductas que seencuentran envueltas en estilo o de personalidades

    que surgen de las presiones del medioambiente y lacultura:

    a. En el primer caso, los estudios etnolgicos mues-tran que el conflicto puede ser resuelto dentro deuna sociedad determinada, sin alterar la naturalezade sta, e incluso beneficindola al absorber oreacomodar intereses discrepantes; o bien, el con-flicto se resuelve cambiando de alguna forma la na-turaleza del grupo, para acomodarlo a la naturalezade la realidad externa y los factores que sentaronlas bases para la existencia del conflicto; en definiti-va, corresponde al llamado cambio social.

    b. En el segundo caso, el de la personalidad y cultura,situaciones presentes en el ambiente de un gruposocial pueden establecer condiciones que presio-nen para formar una cultura que propenda a crearpersonalidades conflictivas frente a ciertos aspec-tos de las relaciones humanas. Se tratara de per-sonas que al manifestarse en el nivel grupal o encontacto con otros, va a tender a crear conflictosa partir de su personalidad, sin que pueda evitarloy las ms de las veces sin que siquiera se d cuentade esta caracterstica de su personalidad, situacio-nes que pueden manifestarse en las relaciones depareja, por ejemplo; por los medios de subsistencia;entre roles y status familiares y de organizaciones;por el control de medios, recursos, poder, del gru-po, etc.

    5. En una situacin de bsqueda de mtodos de resolu-cin de conflictos, esta relacin de personalidad-con-flicto-cultura es ms que nada un factor a tener encuenta, ya que por s misma no ofrece muchas sugeren-cias para aportes a los mtodos de resolucin de con-flictos, salvo estar atento a la aparicin de este tipo depersonalidad. En cambio, en los conflictos de valores ycostumbres, queda en claro que en muchas oportuni-dades stos pueden ser resueltos dentro del grupohumano, con beneficio para su desarrollo, permitindo-le el reacomodo de las situaciones que han creado lassituaciones antagnicas.

    6. Si no hay posibilidades de resolucin del conflictodentro del grupo, la solucin tendr que buscarsepor el lado del reacomodo del grupo a su contextomayor, pero aun as, se ve que el conflicto ofrece po-sibilidades y oportunidades para buscar soluciones a

    68 Margaret Mead, Op. cit., p. 166.69 Vctor Barnow, Op. cit.70 Jules Henry, Some Cultural Determinants of Hostility in Pilga

    Indian Children en Robert Hunt (ed.), Personalities and Cultures. N.Y.:The Natural History Press, 1967, p. 167.

  • El Cotidiano 153 111

    partir de las propias reglas de los actores, de maneraque, por desagradables que resulten los conflictos,por lo que significan en materia emocional o de cho-que de intereses, es posible encontrar formas, mo-delos o estilos en que cada grupo humano reservasus conflictos, porque a juzgar por la informacinetnogrfica, es posible pensar que estas formas exis-ten. Por eso pareciera que un punto interesante deexplorar es el de tratar de encontrar o identificar losmecanismos de resolucin de conflictos naturales enun grupo establecido. Incluso se trata de un choquede intereses en las bases mismas de las valorizacionesy costumbres que unen a grupos, tambin en ese casoparece posible encontrar mecanismos para la resolu-cin del conflicto o de valores ltimos y trascenden-tes. Sin embargo, al buscar mecanismos, estilos oformas de resolucin de conflictos, tambin puedequedar en claro que su origen est en presiones muyfuertes del medio externo al grupo, y en este casohabr que buscar formas de resolucin que permi-tan armonizar los intereses grupales con los del am-biente externo, hasta donde sea posible, aunque esova a significar un cambio en la naturaleza, composi-cin o fines del grupo.

    La Escuela de Manchester

    Fundada por Max Gluckman, sus principales seguidoresson:

    Victor Witter Turner (1920-1983) que obtuvo su gra-do de licenciatura en la University of London e hizo suposgrado en Manchester University bajo la tutela deGluckman, obteniendo el grado en 1955 e incorporndo-se de inmediato a la Universidad, donde consigui fondospara hacer trabajo de campo entre los Ndembu de frica;como resultado de su investigacin, public Schism andContinuity in An African Society, donde explica cuatro ideascentrales:

    1. los significados rituales implican significados socialescodificados

    2. los cdigos rituales tienen un profundo efecto en lamente

    3. el drama social no es ms que un conjunto sistemticode actividades repetitivas y

    4. la liminalidad es el modo por medio del cual los indivi-duos amplan las limitaciones de sus roles.

    La communitas, dice, no es ms que un conjunto in-tegrado de experiencias individuales de la armona culturalque permite al tejido social permanecer unido, dado queda cauce a la existencia de la estructura y la funcin socia-les71. En Schism and Continuity, Turner demuestra cmo losprincipios particulares de organizacin y ciertos valoresdominantes, operan simultneamente a travs de reconci-liaciones y cismas, dado que los individuos y los grupos alos que pertenecen y que se encuentran involucrados enlos dramas sociales tratan siempre de manipular los prin-cipios y los valores que los lleven a alcanzar sus propiosobjetivos72.

    Elizabeth Colson (1917- ), que se convirti en la ter-cera directora del Rhodes-Livingstone Institute despusde Gluckman, cuando ste decidi irse a la Universidad deManchester, es co-autora con l de Seven Tribes of BritishCentral Africa (1951) e hizo trabajo de campo entre losTonga73, donde explor el problema de cmo es que losindividuos, como parte de comunidades dispersas ritual-mente asociadas a la tierra, desarrollan su poltica econ-mica y su autoridad poltica. As, estudi centros deperegrinacin y los rituales asociados y el papel histricode la organizacin social, la ideologa y la experiencia reli-giosa74 para enfatizar que los antroplogos deben hacerlargos trabajos de campo para tener una mejor perspec-tiva histrica-sociolgica de los procesos de cambio e in-novacin en la sociedad, utilizando, sobre todo, el estudiode casos para observar dichos patrones de comporta-miento.

    Fredrick George Bailey (1920-) estudiante de Gluckmanque hizo investigaciones en India, lugar de trabajo de losneo estructuralistas y de Edmund Leach, ms cercano a lasideas de Frederick Barth y entre cuyos muchos trabajospublicados destaca Strategems and Spoils75.

    71 Bohannan y Glazer, Op. cit.72 Max Gluckman, Analysis of a Social Situation in Modern Zululand,

    Rhodesian-Livingstone paper no. 28:1-27. Livingstone, Northern Rhodesia:Rhodes-Livingstone Institute. New York: Oxford University Press, 1958.

    73 Elizabeth Colson, Social Control and Vengeance in Plateau Tonga Society.frica XXIII, 1953, p. 3; tambin Marriage and the Family Among the PlateauTonga of Northern Rhodesia. Manchester: Manchester University Press forRhodes Livingstone Institute, 1958; Social Organization of the Gwembe Ton-ga. Manchester: Manchester University Press for Rhodes-Livingstone Ins-titute, 1960; y The Social Consequences of Resettlement. Manchester:Manchester University Press for Institute of African Studies, Universityof Zambia, 1971.

    74 Richard P. Werbner, Op. cit.75 Adam Kuper, Op. cit., p. 166.

  • Conflictos sociales: nota terica112

    Edmund Ronald Leach (1910-1989), nacido enSidmouth, Inglaterra, educado en Marlborough y en el ClareCollege, Cambridge, despus de viajar por aos con unacompaa britnica en China, se sum a la expedicinetnogrfica en Botel y regres a Inglaterra para continuarcon sus estudios de posgrado en la London School ofEconomics, donde fue alumno de los seminarios deMalinowski y en 1947, despus de una larga ruptura porla Segunda Guerra Mundial, termin su tesis doctoral ti-tulada Cultural Change with Special Reference to the Hill Tribesof Burma and Assam, bajo la supervisin de Raymond Firth.Obtuvo un empleo en Cambridge University como pro-fesor en 1953 y fue ascendido a profesor de antropologasocial en esa Universidad en 1972. Su principal trabajo esPolitical Systems of Highland Burma, ingenioso enfoque so-bre las teoras de la estructura social y el cambio culturalque causaron gran impacto. Para l, la cultura consista enideologas competitivas y contradictorias en ambientes po-lticamente inestables, idea muy apoyada por Gluckman ysus seguidores. En Pul Eliya: a Village in Ceylon, sugiere quelas relaciones de parentesco son primariamente modosde representar y establecer agendas polticas y econmi-cas. Gluckman y Leach se criticaban regularmente perotenan puntos en comn76, por lo cual Leach fue incluidoen la Escuela de Manchester dado que converga conGluckman en cuanto a que sus teoras y mtodos fueronadoptados, entre otros, por sus estudiantes Fredrik Barthy F. G. Bailey77. Leach y Gluckman diferan primordialmen-te en cuanto a que no se puede reducir a los factorespsicolgicos la nica explicacin de su ingerencia en losprocesos estructurales del ambiente social y cultural78.Finalmente, Leach se afili ms a las idea de Clude Lvi-Strauss y se deslind de sus mentores tales comoMalinowski, Raymond Firth, Roman Jakobson yGiambattista Vico79.

    Fredrik Barth (1928- ), estudiante de Leach, que sededic ms a estudiar las estrategias individuales y lamanipulacin de los valores dentro de los modelos tran-saccionales de las relaciones sociales80, distingue entre

    sistemas polticos en los cuales los actores tienen ciertogrado de poder de decisin, y aquellos que establecenalianzas en donde no hay opciones81, como sucede en-tre los Swat Pathans en Pakistn. En Political Leadershipamong Swat Pathans82, Barth explora los tipos de rela-ciones que se establecen y se manipulan con las posicio-nes de autoridad, donde el escoger depende de razonespersonales ligadas a necesidades propias lo cual difierea lo encontrado en los estudios de Gluckman y segui-dores.

    Los principales conceptos que fueron utilizados porlos seguidores de esta escuela, se refieren a las alianzas quese establecen para la evitacin de conflictos y el manteni-miento del sistema social83, los grupos dominantes84, elintercalamiento de roles jerrquicos85 y el drama social ysus formas procesuales que se manifiestan a travs de lossiguientes etapas:

    (1) rompimiento;(2) crisis;(3) mecanismos de recomposicin y(4) reintegracin, reconocimiento del cisma y mecanismos

    de reintegracin86.

    Otros conceptos predominantes en este anlisis sonel de la tensin, la ambivalencia, la cooperacin y la luchaas como el cambio repetitivo87, as como el anlisis de lasituacin y el campo social donde se desarrollan los even-tos a estudiar88.

    76 Edmund Leach, Glimpses of the...77 Adam Kuper, Op. cit.78 Bruce Kapferer, Op. cit.79 Martha Macintyre, Edmund Ronald Leach, Library-Anthropology

    Resource Group (LARG) International Dictionary of Anthropologists. NewYork: Garland, 1991.

    80 Adam Kuper, Op. cit., p. 166.

    81 Joan Vincent, Anthropology and Politics: Visions, Traditions, and Trends.Tuscon: The University of Arizona Press, 1990.

    82 Fredrik Barth, Political Leadership Among Swat Pathans. London:University of London, Athlone Press; New York, Humanities Press,1965.

    83 Max Gluckman, Order and Rebellion in Tribal Africa. London: Cohenand West and New York: Free Press of Glencoe, 1963.

    84 Richard Werbner, Op. cit.85 Marc J. Swartz (ed.), Local Level Politics; Social and Cultural Perspectives.

    Chicago: Aldine Publishing Co., 1968; Swartz, Turner y Tuden (eds.), PoliticalAnthropology (Introduction). Chicago: Aldine Publishing Co.,1966; MaxGluckman, Interhierarchical Roles: Professional and Party Ethics in Tri-bal Areas in South and Central Africa en Local Level Politics: Social andCultural Perspectives. Marc J. Swartz (ed.), Chicago: Aldine Publishing Co.,1968.

    86 Swartz, Turner y Tuden, Op. cit.87 Max Gluckman, Tribulism, Ruralims...88 Bruce Kapferer, Op. cit.; Vctor Turner, Schism and Continuity...;

    Mukanda: the Politics of a Non Political itual en Local Level Politcs...Chicago: Aldine Publisching Col., 1968, p. 138; y La selva de los smbolos.

  • El Cotidiano 153 113

    El ms caracterstico mtodo emprico de la Escuelade Manchester, es el modo de recolectar informacin apartir de la observacin de la accin social, ms que descri-bir solamente la estructura de la accin social, como sea-laba Parsons en su tiempo, sino la manera en la que operael sistema social en trminos de sus contradicciones, regu-laridades e inconsistencias89.

    El programa de la Manchester/Rhodes-Livingstone de-mostr la utilidad de la aplicacin de programas regionalessobre todo en cuanto a su desarrollo en el sur y centro defrica90 en escenarios reales, desechando paradigmas queenfatizaban la existencia de tipos ideales de comportamientoy enfocndose ms en las inconsistencias normativas y enlas contradicciones. Este modelo de equilibrio desarrolla-do por Gluckman y seguidores ha sido ampliamente criti-cado al sealarse como confusamente positivista y utilizarexplicaciones anti histricas del equilibrio y el desarrollode los procesos estructurales, dando nfasis almicroanlisis91, sin orientacin poltica clara y con desvia-cin hacia el enfoque marxista92.

    A pesar de lo anterior, esta Escuela marc camino enfuturos estudios sociales sobre el problema de la investiga-cin de procesos sociales ligados a aspectos polticos y deorganizacin social relacionados con situaciones de con-flicto93, en cuando a su vinculacin con problemas socialesy procesos de articulacin as como de interaccininterpersonal, retrica y semntica dentro de los procesosde industrializacin, migracin, fuerza de trabajo y efectosdel colonialismo94.

    Gluckman, en sus ensayos Analysis of a Social Situationin Modern Zululand (1940), Economy of the centralBarotse plain (1941), y Some processes of social changecon datos de Zululand (1942) provee un enfoque novedo-so para el estudio de los procesos del cambio social dentro

    Mxico: Siglo XXI.89 Richard P. Werbner, Op. cit., p. 157.90 Ibidem.91 Ibidem, p. 159.92 T. Van Teeffelen, The Manchester School in Africa and Israel: A

    Critique en Anthropology: Ancestors and Heirs. Stanley Diamond (ed.).New York: Mouton Publishers, 1980.

    93 Richard P. Werbner, Op. cit.; Elizabeth Calson, GluckmanMax...

    94 Richard P. Werbner, Op. cit., p. 158; Godfrey Wilson, The Economics ofDetribalization in Northern Rhodesia. Rhodes Livingstone Paper 5-6.Livingstone, Northern Rhodesia: Rhodes-Livingstone Institute. New York:Oxford University Press, 1942.

    de una nueva corriente en Oxford del estructuralismo, en-fatizando en los procesos sociales y sealando que el con-flicto mantiene la estabilidad del sistema a travs delestablecimiento de alianzas entre los actores sociales, y en-fatizando en los procesos de articulacin de los roles interjerrquicos , el anlisis de los procesos de interaccininterpersonal , el anlisis de los procesos judiciales y losrituales utilizados para disminuir los conflictos

    Hemos revisado la posicin de los antroplogos res-pecto del fenmeno del conflicto, sus explicaciones e in-terpretaciones en cuanto a las costumbres, las normas, lasregulaciones, el comportamiento social y las rivalidades, elfaccionalismo, la solidaridad social. Asimismo, vimos de dn-de abrev Gluckman los autores y las corrientes ms im-portantes que le llevaron a elaborar sus ideas alrededordel tema del conflicto y la costumbre. En una nota biogr-fica, observamos tambin el paso por el tiempo del autoranalizado y a travs de diversas escuelas de pensamiento,cmo fue su desempeo como investigador, autor y profe-sor, creador adems de un Escuela que ya no existe peroque marc huella indeleble en el anlisis del conflicto so-cial, para terminar con un breve anlisis de las principalesteoras antropolgicas sobre el conflicto y sus principalesautores.

    Finalmente, cerramos con un dato interesante: al finalde su vida, Gluckman estableci para Israel en 1965 elBernstein Research Project; mientras tanto, sus colegasBarth y Bailey concentraron sus esfuerzos en India yPakistn, adaptando las doctrinas funcionales dominantesen la antropologa clsica gracias a Bronislaw Malinowskiy Radcliffe-Brown para reformularlas con las ideas de Durk-heim95. En tanto, E.Evans-Pritchard y Meyer Fortes esta-blecieron los principios de la antropologa poltica96,innovando los conceptos de oposicin segmentada y ba-lanceada.

    El prolfico autor Gluckman, constituye, sin duda al-guna, uno de los pilares fundamentales para el entendi-miento del problema del conflicto, la mediacin y lanegociacin.

    95 Bruce Kapferer, Op. cit.96 Evans-Pritchard y Fates, Op. cit.