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UNIVERSID FA MA PESCA DE CAMARÓN EN ALT PRODUCTIVO U DR. DR DAD AUTÓNOMA DE SINALOA ACULTAD DE HISTORIA MAESTRÍA EN HISTORIA TAMAR 1950-1981: APARICIÓN Y DESARROLLO D O PESQUERO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN TESIS QUE PRESENTA ULISES SUÁREZ ESTAVILLO PARA ACREDITAR EL GRADO DE: MAESTRO EN HISTORIA DIRECTORES DE TESIS ALONSO MARTÍNEZ BARREDA R. ARTURO ROMÁN ALARCÓN Culiacán Rosales, Sinaloa, M 1 DEL TEJIDO Mayo de 2010

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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

FACULTAD DE HISTORIA

MAESTRÍA EN HISTORIA

PESCA DE CAMARÓN EN ALTAMAR 1950

PRODUCTIVO PESQUERO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN

ULISES SUÁREZ ESTAVILLO

DR. ALONSO MARTÍNEZ BARREDA

DR. ARTURO ROMÁN ALARCÓN

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE SINALOA

FACULTAD DE HISTORIA

MAESTRÍA EN HISTORIA

PESCA DE CAMARÓN EN ALTAMAR 1950-1981: APARICIÓN Y DESARROLLO DEL TEJIDO

PRODUCTIVO PESQUERO EN EL PUERTO DE MAZATLÁN

TESIS

QUE PRESENTA

ULISES SUÁREZ ESTAVILLO

PARA ACREDITAR EL GRADO DE:

MAESTRO EN HISTORIA

DIRECTORES DE TESIS

DR. ALONSO MARTÍNEZ BARREDA

DR. ARTURO ROMÁN ALARCÓN

Culiacán Rosales, Sinaloa, Mayo de 2010

1

1981: APARICIÓN Y DESARROLLO DEL TEJIDO

Culiacán Rosales, Sinaloa, Mayo de 2010

2

INDICE.

INTRODUCCIÓN.

CAPITULO 1. Antecedentes Teóricos - Metodológicos e Históricos

1.1. Sistemas Productivos Locales: Análisis teórico de las teorías del desarrollo

local………………………………………………………………………………....6

1.1.1. Modelos teóricos del tejido productivo local…………………………………….6

1.1.2. Teorías de Localización…………………………………………………………...6

1.1.3. Distritos Industriales y Sistemas Productivos Locales……………………….10

1.1.4. Teorías del entorno innovador y el cambio tecnológico……………………...13

1.1.5. Contexto Institucional…………………………………………………………… 16

1.1.6. Tejido empresarial base Pyme y desarrollo endógeno………………………19

1.1.7. Propuesta conceptual……………………………………………………………24

1.2. Antecedentes Históricos de la Economía Mazatleca…………………………...32

1.2.1. La economía mazatleca de la primera mitad del siglo XIX: Despegue económico de la Perla del Pacifico…………………………………………………….32

1.2.2. La economía mazatleca durante el porfiriano: el sueño industrial de Mazatlán…………………………………………………………………………………..39

1.2.3. Economía Mazatleca primera mitad del siglo XX: Crisis en el modelo Minero Comercial................................................................................................................47

1.2.4. Antecedentes de la pesca de camarón en Mazatlán: Entre escualos japoneses………………………………………………………………………………....52

Capítulo 2. Pesca de camarón en Mazatlán 1950 – 1958: La Fiebre del Oro

Marino.

2.1. Pesca de camarón en alta mar 1950 – 1958…………………………………….62

2.1.1. El inicio de la industria camaronera en Mazatlán…………………………….62

3

2.1.2. Estructuración de la actividad camaronera…………………………………....63

2.1.3. La Marcha al Mar: 1954-1956…………………………………………………..70

2.1.4 Tiempo de Crisis en la industria………………………………………………....76

2.2. Reconversión del Tejido Productivo Local: Aparición de un distrito camaronero 1950 - 1958………………………………………………………………………………80

2.2.1. Aparición y desarrollo de un

sistema productivo camaronero: 1950 – 1958………………………………………. .80

2.2.2. Los empresarios: innovación y eje motor de la industria………………….88

2.2.3. Tomás de Rueda Jr.: constructor y diseñador de una industria………….92

2.2.4. La lucha de los desposeídos………………………………………………….96

2.2.5. Políticas Públicas y Marco Institucional: El frágil eslabón del desarrollo pesquero………………………………………………………………………………...102

Capitulo 3. Pesca de Camarón en Alta Mar 1959 – 1968: Diversificación, coyotaje

y sobreexplotación; fórmula para una crisis de la actividad.

3.1. Pesca de camarón en Mazatlán: 1959 - 1968…………………………………107

3.1.1. Lo que el viento nos dejó 1959-1960……………………………………..…107

3.1.2. La paz y la guerra en los años dorados: 1961-1962……………………...116

3.1.3. Crónica de una lucha anunciada:1963-1965………………………………..125

3.1.4. Adiós a las armas……y a la especie también: 1966-1968……………….134

3.2. Reproducción de las condiciones de la economía camaronera 1959 - 1968.

3.2.1. Reforzamiento Tejido Productivo pesquero, nuevas inversiones en la pesca del camarón: 1959 – 1962…………………………………………………………….137

3.2.2. Crisis del tejido productivo pesquero: El inicio de la actividad turística de gran altura, 1963-1968…………………………………………………………………143

3.2.3. Relevo generacional obligado. Nuevos líderes armadores en la actividad pesquera………………………………………………………………………………..147

4

3.2.4. Especialización de la producción: Astilleros Unidos y Pescadores de Mazatlán…………………………………………………………………………………152

3.2.5. Cooperativas Pesqueras de Mazatlán, 1959-1968: La concepción de la empresa social…………………………………………………………………………156

Capitulo 4. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981: rompimiento de los principales actores de la pesca del camarón.

4.1. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981…………………………………..163

4.1.1. Los Miserables, de una industria miserable …………….…………………163

4.1.2. Ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario……………..…169

4.1.3. Nos han dado los mare… pero es que somos muy pobres…………….177

4.1.4. Alicia en el país de las fluctuaciones……………………………………….183

4.1.5: Defenderemos la industria como perros: armadores…………………….190

4.2. Diversificación del tejido productivo local 1969 - 1981.

4.2.1. ¿Fin de la pesca del camarón? Traslado de las inversiones privadas al turismo y la pesca de atún,……………………………………………………………194

4.2.2. Empresarios camaroneros: los actores secundarios de la industria………201

4.2.3. Cooperativas de alta mar: administradores de la abundancia……….…..205

4.2.4. Plan Pesquero Nacional: el Estado populista como un socio más…….210

Conclusiones……………………………………………………………………………216

ANEXO 1………………………………………………………………………………..220

ANEXO 2………………………………………………………………………………..226

Bibliografia……………………………………………………………………………...232

5

Agradecimientos

El desarrollo de la presente investigación, significó 2 años de intenso

trabajo en los cuales recibí el apoyo de diversas instituciones y personas con las

cuales me encuentro profundamente agradecido. En primer lugar,, mi alma mater,

la Universidad Autónoma de Sinaloa, con la que cual he desarrollado una relación

de ocho años, en los cuales a través de la Facultad de Ciencias Sociales y la

Facultad de Historia he recibido una importante formación académica y humana;

de la misma forma a Conacyt, que a través del programa de posgrados de

excelencia, ha contribuido financieramente al desarrollo de esta investigación.

Por el lado humano, agradezco el apoyo de mi familia que en todo momento

se mostró como un pilar emocional para este trabajo; a mis padres Carmen y

Alberto, mis hermanos Denisse y Alberto. De manera especial, agradecer el apoyo

de Ana, mi pareja, que en todo momento entendió y compartió mi proyecto.

A mis directores de tesis Dr. Alonso Martínez Barreda y Dr. Arturo Román

Alarcón, por su orientación y atinados consejos, así como por permitirme trabajar

con toda libertad dentro de mi investigación. Al Cuerpo Académico de historia

económica, Dr. Arturo Carrillo Rojas, Dr. Gustavo Aguilar, Dr. Eduardo Frías y Dra.

María de Jesús López, quienes fueron fundamentales en el proceso de formación

histórica y que con sus pertinentes consejos hicieron más rica esta investigación.

De manera especial, mis agradecimientos al Dr. Samuel Ojeda Gastelum, quien

resulto ser, no solamente un formador en el quehacer histórico sino un gran

amigo. Por último,, mi reconocimiento para Sandra Luz Gaxiola, uno de los

principales motores del posgrado de la Facultad de Historia.

Dentro de la Facultad de Ciencias Sociales, mis sinceros agradecimientos

al MC. Pedro Brito Osuna, Dr. Arturo Santamaría y Dr. Arturo Lizárraga, quienes a

pesar de no estar directamente relacionados con la investigación, siempre fueron

un apoyo moral y académico muy importante. De manera especial, al MC. Giova

6

Camacho Castro, director de FACISO, por su amistad y por el apoyo para mi

desarrollo como docente e investigador de la universidad.

Introducción.

El desarrollo económico que el puerto de Mazatlán ha presentado desde su

despegue comercial en el primer cuarto del siglo XIX, ha estado directamente

relacionado con las ventajas comparativas que le otorga su proximidad al Océano

Pacífico. De esta forma, Mazatlán ha ido cambiando su actividad nodal pasando

de una economía minera - comercial (de principios de siglo XIX hasta la década

de1940) a una economía pesquera – turística (mediados de siglo XX hasta

nuestros días).

Dentro de los trabajos históricos que han sido desarrollados sobre la

economía mazatleca, el periodo que va de 1800 a 1950 ha sido abordado por

diversos investigadores, por lo que existe una clara sobre el proceso de desarrollo

económico del puerto durante sus primeros años, no así para el periodo que

comienza en 1950. De esta forma, la importancia de estudiar la economía del

puerto de Mazatlán (1950 – 1981) consiste en abordar un periodo histórico así

como una temática poco estudiadas. Tomando en cuenta que es en 1950 cuando

se da un cambio radical en el sistema económico de Mazatlán, es de vital

importancia estudiar los cimientos que dieron origen a la dinámica económica

actual.

El objetivo fundamental de esta investigación es analizar el desarrollo que la

pesca de camarón en alta mar tuvo durante el periodo de 1950-1981dentro del

puerto de Mazatlán; a través de un análisis de los principales actores de la pesca,

determinar la manera en que esta logro posicionarse como la actividad nodal del

puerto, llegando a ser la de mayor importancia en la nación. También, poner de

manifiesto la manera en que se constituyó el tejido productivo local en torno a la

actividad. Por último,, como objetivo especifico, analizar la manera en que este

tejido productivo pesquero diversificó, dando lugar a un sistema pesquero-turístico.

7

La investigación realizada, como se explica en los objetivos de la misma,

se basa de manera principal en el estudio de la actividad nodal, por lo que puede

considerarse como un trabajo de historia sectorial. Si bien este estudio no logra

abarcar de manera integral el complejo entramado económico de la localidad,

permite esclarecer parte importante de la dinámica económica del puerto, así

como cuestiones de carácter político e institucional; para poder desarrollar un

estudio integral de la economía mazatleca durante el periodo, deben desarrollarse

amplios estudios interdisciplinarios que permitan vislumbrar aspectos económicos,

políticos, sociales y culturales.

El periodo seleccionado para esta investigación responde principalmente a

dos años clave dentro de la industria camaronera del puerto de Mazatlán. El año

de 1950 fue el año en el que se constituyeron más empresas dedicadas a la pesca

dentro del puerto de Mazatlán, según Arturo Román Alarcón, es en este año en

donde la pesca de camarón en alta mar se convierte en la actividad motriz del

puerto de Mazatlán.1 Por otra parte, el año de 1981 corresponde al traspaso de la

flota camaronera de la Iniciativa Privada a las cooperativas pesqueras; la salida de

la iniciativa privada significó un cambio estructural en la forma de organización de

la pesca de camarón y dio fuerza a un proceso de diversificación de las

actividades económicas que comenzó en la segunda mitad de la década de 1970.

El estudio sobre la pesca de camarón en alta mar (1950-1981) dentro del

puerto de Mazatlán, ha sido una temática poco abordada. Existen trabajos que de

manera general abarcan la economía del puerto durante el periodo, sin embargo,

el nivel de análisis es muy poco, y no logran ser extensivos en su análisis. En

cuanto a la pesca como actividad, existen estudios en la nación que dan algunas

cifras para el periodo dentro del puerto de Mazatlán, sin embargo, los trabajos

existentes en su mayoría se concentran en la pesca a partir de 1982, esto es, a

partir del traspaso de la flota de la IP a las cooperativas pesqueras.

La hipótesis general que guía el estudio es la siguiente: el desarrollo

económico que experimento el puerto de Mazatlán a partir de 1950 fue 1 Román Alarcón, Arturo, La economía del sur de Sinaloa, DIFOCUR/UAS, Culiacán, 2006, p.287

8

consecuencia de una serie de factores económicos, sociales y políticos que

repercutieron en el desarrollo de la actividad pesquera. Al ser la pesca la piedra

angular de la economía mazatleca, tal desarrollo trajo como consecuencia la

aparición de un sistema productivo local encaminado a satisfacer las necesidades

de dicha actividad. Dentro de la investigación existe una hipótesis secundaria que

es la siguiente: el crecimiento de la actividad trajo como consecuencia una

acumulación de capital, mismo que fue reinvertido en actividades ajenas a la

pesca tales como el turismo que a la postre se convertiría en la actividad

económica central de Mazatlán.

La manera en la que se expone las investigaciones se ha desarrollado en

cuatro capítulos. El primer capítulo que ha sido llamado de antecedentes, se divide

en dos partes. La primera parte, atiende a cuestiones teóricas metodológicas que

permiten esclarecerlos conceptos básicos que guiaran la investigación. A través

de un análisis de las diferentes teorías sobre desarrollo endógeno, se logra

determinar el análisis teórico que se llevara a cabo para conseguir de manera

cabal los objetivos de investigación. La segunda parte, se desarrollan los

antecedentes históricos de la economía mazatleca. Aquí se puede observar, el

desarrollo que el puerto ha tenido desde los primeros años del siglo XIX, se hace

especial énfasis en las actividades que han funcionado como actividades nodales

a través de las décadas; en una última parte, se analizan los antecedentes de la

peca de camarón dentro del puerto de Mazatlán.

Los capítulos segundo, tercero y cuarto, presentan una estructura similar.

En la primera parte se detalla de manera cronológica el desarrollo de la actividad

pesquera, así como la relación de los diferentes actores dentro de esta; la

segunda parte se analiza la estructura del tejido productivo local, de la red

empresarial y de la estructura cooperativista.

El segundo capítulo, comprende el periodo de tiempo que va de 1950 a

1958. En este capítulo se analizan los primeros años de la pesca de camarón en

alta mar dentro del puerto de Mazatlán. Inicia con el primer flujo importante de

inversión a la pesca del camarón y finaliza con el primer periodo de crisis de la

9

actividad en 1958. El tercer capítulo abarca el periodo que va de 1959 a 1968,

éste inicia con un segundo flujo de inversiones que permitió la reproducción de las

primeras inversiones dentro de la actividad y finaliza con la primera crisis de

producción de la pesca de camarón. Por último,, el cuarto capítulo se extiende

desde 1969 hasta 1981, inicia con el año en el que se da una notoria inversión

dentro de la actividad turística y finaliza con el traspaso de la flota de la IP a las

cooperativas pesqueras.

Referente a los aspectos teóricos que rigen la investigación, los conceptos

básicos del análisis son: empresario, políticas públicas, instituciones, cooperativas

y tejido productivo local. El manejo del marco teórico, no se hace explicito dentro

del desarrollo de la obra, sin embargo, de manera implícita se observa el análisis

empírico de los diferentes conceptos y la manera en que estos se relacionan

dentro del contexto pesquero. Pese a no ser explicito, el desarrollo del marco

teórico, permite determinar los niveles de relación entre los actores económicos y

políticos, así como entender las características del proceso de desarrollo que

sufrió la economía mazatleca.

Cabe señalar que esta investigación, se basa de manera principal en la

revisión de dos fuentes. Por un lado, tenemos la revisión hemerográfica de El sol

del Pacífico (1950-1982). Este periódico, se caracterizó por dar voz a los

diferentes actores pesqueros, mostrando una actitud neutral en los momentos de

conflicto; por lo anterior consideramos que a través de un análisis exhaustivo de

esta fuente se lograría formar una columna vertebral del acontecer común de la

actividad pesquera. Por otro lado, se analizó el Registro Público de la Propiedad

de Mazatlán (1950-1982); a través de esta fuente se pudo determinar el número y

características de las empresas, montos de inversión en la actividad, principales

empresarios y las relaciones entre estos.

Por último,, es importante destacar que durante el proceso de esta

investigación se dejaron de lado múltiples aspectos de la economía pesquera

mazatleca como vida cotidiana, folclor, flujos de migración, trabajo femenino. Sin

10

embargo, el trabajo abre estas líneas de investigación para el desarrollo de futuros

trabajos económicos, sociológicos, antropológicos e históricos.

Capitulo 1. Antecedentes Teóricos - Metodológicos e Históricos

1.1. Sistemas Productivos Locales: Análisis teórico de las teorías del desarrollo

local.

1.1.1. Modelos teóricos del tejido productivo local.

Desde el punto de vista del desarrollo regional y local, el comportamiento de

las empresas dentro del espacio ha sido una de las principales preocupaciones de

la investigación económica. Tanto la creación de sistemas productivos como la de

tejidos empresariales han presentado un desarrollo importante desde el inicio de

las investigaciones de desarrollo regional a mediados del siglo XIX. Francisco

Calderón, plantea que siguiendo un orden cronológico podemos encontrar las

diferentes líneas de pensamiento que han marcado los estudios de este tipo,

utilizando su misma línea temporal encontramos las siguientes divisiones: 1)

teorías de la localización empresarial; 2) Modelos de Distrito industrial; 3) Modelos

de Eficiencia colectiva; 4) Modelos de base PYME.2

1.1.2. Teorías de Localización

Las teorías de localización fueron el primer acercamiento al estudio del

comportamiento empresarial. Estas teorías sugieren que tanto productores como

consumidores localizan su centro de operación en virtud de obtener mejores

ganancias. La cercanía con los mercados o las regiones abastecedoras de

materias primas, así como la infraestructura de comunicación determinan la

aparición centros económicos con dinámicas sociales similares. Tomando en

cuenta que los trabajos pioneros sobre la localización empresarial se desarrollan 2 Calderón Vázquez, Francisco, Distrito turístico rural un modelo retorico desde la perspectiva de la oferta.

Especial referencia al caso andaluz, Tesis de Doctorado, Universidad de Málaga, 2005, pp.295

11

en primer tercio del siglo XIX, encontramos una relación directa entre la distancia y

el aumento en los costes de producción.

Von Thunen, iniciador de esta corriente de pensamiento, planteaba que la

renta de la tierra y los costes de transportación, se determinaban en función de la

distancia entre el lugar de producción y el mercado. De esta forma, el precio del

servicio de la tierra era mayor cuanto más cerca del mercado se encontraba y el

precio del transporte era menor. Por el contrario, el precio por servicio de la tierra

disminuía en la medida en que se encontraba lejos del mercado, mientras que el

costo del transporte aumentaba de manera proporcional. En un primer momento la

tesis de Von Thunen sostenía que el precio que pagado por un bien era el mismo,

ya que existía un equilibrio entre el coste del servicio de la tierra y el coste de

transportación.3

Pese a la paridad existente entre los precios de la tierra y los medios de

transporte, Von Thunen señalaba que existía una necesidad de los individuos de

disminuir sus problemas de desplazamiento así como de resolver sus problemas

económicos en su entorno inmediato. Por este motivo, la distancia entre el

mercado y el centro de producción seguía marcándose como la clave principal de

las aglomeraciones industriales.

Alfred Weber continuaría con un trabajo similar al propuesto por Von

Thunen. Weber comienza su estudio partiendo del supuesto de los costes de

transportación de las materias primas. Sin embargo, el verdadero aporte de Weber

es que centra su estudio exclusivamente en producción industrial. De esta

manera, el alemán agrega a su modelo aspectos como mano de obra y la

conglomeración de las empresas.

En primer lugar,, destaca el papel que juegan los costos fijos en el modelo

de producción, costos que lo llevan a las empresas a localizarse en regiones que

presenten una buena relación distancia del mercado/precio de la mano de obra.

Para Weber, es factible que las empresas se localicen en regiones con mano de 3 Carrillo Huerta, Mario, Aspectos macroeconómicos introductorios del desarrollo regional y urbano, IPN, México, 2002.

12

obra barata, siempre y cuando el costo de transportación sea proporcional al

ahorro obtenido a través de la contratación de esta mano de obra. En segundo

lugar, Weber reconoce la que las industrias tienden a aglomerarse en regiones

independientemente de los de las variables de mano de obra y transportación.

Estas aglomeraciones tienen la capacidad de gestionar beneficios en conjunto,

que con el desarrollo de la región industrial se convierten en menores costos de

producción para las empresas.4

Las teorías expuestas anteriormente son aplicables para las economías

primarias y secundarias, Walter Christaller y August Lösch, desarrollaron una

teoría de localización para economías terciarias o de servicios. En primer lugar,,

Christaller plantea la existencia de un lugar central5 que establece su jerarquía

comercial a través de la oferta de bienes necesarios para un conjunto de

localidades periféricas. Christaller plantea que el éxito o fracaso de una empresa

comercial dentro de un sistema regional, depende de los conceptos:6 alcance

físico del mercado y umbral de la demanda.7

Por último, Agust Lösch desarrollo un modelo en el que importaban

solamente cuestiones de tipo económico. Dejando fuera cuestiones políticas,

sociales o geográficas, Lösch partía de la idea de la existencia de un espacio con

condiciones de costos de producción homogéneos y mano de con la misma

característica, en el cual una localidad que funcionaba como eje rector era capaz

de administrar y dinamizar una pequeña región. Lösch iba más allá, al plantear la

4 Weber, Alfred, Theory of the location of industries, Chicago University Press, 1928. 5 Christaller define la teoría del lugar central, en relación a la existencia de una localidad que ha logrado una aglomeración de la producción y una localización favorable dentro de una región determinada. Los vías de comunicación más desarrolladas en esta localidad es un punto a considerarse dentro de la definición de lugar central. 6 Posada, Luis Javier, “Los fundamentos económico-espaciales de la teoría de los centros de desarrollo”, en Cultura y Sociedad, núm. 6, Universidad Complutense, España, pp.137-180. 7 Por alcance físico se entiende, a la distancia que el consumidor está dispuesto a recorrer, para la adquisición de un bien o el uso de un servicio a determinado precio dentro del mercado; por Umbral de demanda se refiere al número mínimo de las ventas que un comerciantes debe de realizar en determinado periodo de tiempo, para poder ser competitivo dentro del mercado.

13

idea de un sistema de pequeñas regiones articuladas sobre una red de ciudades

centrales.8

Dentro de las concepciones más modernas de las teorías de localización,

destacan las propuestas por Butler a finales de la década de 1980. Butler plantea

que existe una relación directa entre la localización de las empresas y el medio

físico. Características de una región como el clima, la geología y las ventajas

comparativas determinan la localización de las actividades económicas primarias.

De igual manera, el autor plantea que una vez establecidas economías primarias,

estas determinan la aparición de las restantes formas de actividad económica,

industrial y de servicios, así como los núcleos de población.9

1.1.3. Distritos Industriales y Sistemas Productivos Locales.

En la actualidad existen diversas teorías que se valen del concepto de

distrito industrial, para desarrollar sus modelos explicativos. Sin embargo, estas

teorías se presentan como adecuaciones de los postulados desarrollados por

Alfred Marshall a finales del siglo XIX. La primera propuesta marshalliana sobre

los distritos industriales, descentralizaba el papel de las empresas como entes

propiciadores del desarrollo local; este papel era sustituido por un sistema de

organización en el cual el territorio y todos sus actores son los principales

responsables de la dinámica económica.10

El distrito industrial, según la concepción de Marshall, se da sobre la base

de un sistema territorial capaz de organizar de manera integral recursos

económicos y aspectos socioculturales; dentro de este sistema territorial se

presentan las condiciones necesarias para la concentración de empresas

especializadas. Esta especialización de la producción permite que las localidades

8 Lösch, August., The Economics of Location, (Jena: Fischer), 1940. Traducción al inglés (New Haven, Conn: Yale University Press), 1954. 9 Butler, Joseph, Geografía Económica: aspectos espaciales y ecológicos de la actividad económica, Limusa, México, 1986. 10

Calderón Vázquez, Francisco, op.cit., 2005, p.338

14

desarrollen una serie de ventajas, que a su vez, les permiten competir de mejor

manera dentro de los mercados internacionales, así como hacer frente a la gran

empresa. De esta forma, el distrito industrial es un proceso de desarrollo

endógeno, en el cual un territorio desarrolla la capacidad desaprovechar todos sus

medios productivos (mano de obra calificadas, innovación, localización, políticas

públicas).

Al ser un sistema que basa su éxito en la creación de múltiples redes de

pequeñas empresas, uno de los elementos centrales en el análisis de Marshall, es

la atmosfera industrial del territorio. La existencia de atmosferas industriales

específicas, dota a la red empresarial de una oferta de trabajo cualificado, así

como de un sistema de reproducción del conocimiento que permite a las empresas

la innovación tecnológica y dentro de los sistemas organizacionales.11 De esta

manera, la acumulación de conocimiento en el sistema productivo local facilita el

aumento de la calidad de la mano de obra, lo que constituye uno de los recursos

endógenos más relevantes de los distritos marshallianos.

Si bien el trabajo desarrollado por Alfred Marshall a finales del siglo XIX,

sienta bases solidas para el análisis de las modelos de organización flexible de la

producción y la generación de economías de escala, son los estudiosos de la

escuela italiana de desarrollo los que desarrollan de manera más compleja la

noción de los distritos industriales. Dentro de estos estudiosos son Giacomo

Becattini y Gioachino Garofoli, los que conciben el caso de los distritos

industriales, como sistemas complejos que van más allá de aspectos económicos

abordando cuestione de carácter sociológico. En primer lugar,, tenemos a

Becattini que define al distrito industrial como:

Una entidad socioterritorial caracterizada por la presencia activa de una comunidad de personas y de una población de empresas en un espacio geográfico e histórico dado. En el distrito, al revés de lo que pasa en otros tipos de ambientes, como por ejemplo en las ciudades manufactureras, tiende a haber una osmosis perfecta entre comunidad local y empresas.12

11

Marshall, Alfred, Principles of economics, Macmillan, Londres, 1890. 12

Becattini, Giacomo, “El distrito marshalliano”, en Benko, George, Las regiones que ganan: Distritos y redes.

Los nuevos paradigmas de la geografía económica, Edicions Alfons El Magnanim, España, 1994, p.40

15

Becattini desarrolla, a través de su obra, una serie de características a

través de los cuales se puede analizar al distrito industrial. Estas son: a)

comunidad local; b) población de empresas; c) recursos humanos; d) el mercado;

e) competencia y solidaridad; f) sistema adaptable; g) innovaciones tecnológicas;

h) sistema de crédito local: i) conciencia, clase social y localidad.

Del anterior listado, existen categorías que se han abordado en otras

teorías como la innovación, empresas, competencia; sin embargo el modelo de

Becattini adhiere conceptos que dan nuevas perspectivas al estudio del desarrollo

local. En primer lugar,, por comunidad local, Becattini plantea la existencia de un

sistema de valores y pensamientos homogéneos que determinan la ética del

trabajo, relaciones familiares, nociones de intercambio y reciprocidad. La aparición

y desarrollo de este sistema de valores, es una condición necesaria para la

existencia del distrito, a la par de éste el territorio desarrolló un corpus

institucional, a través del cual se establecen las reglas formales e informales sobre

las cuales descansa la dinámica social. Becattini, no solo enumera instituciones

formales como iglesia y familia, sino que además, da gran importancia a

instituciones de carácter cultural, artístico, sindical, etc.13

En segundo lugar, encontramos el concepto de sistema de crédito local,

Becattini plante que uno de los mayores inconvenientes que tienen las pequeñas

empresas, es su inaccesibilidad a las líneas de crédito. De esta manera, los

distritos industriales se caracterizan por contar con el desarrollo de una banca

local que permita una relación estrecha y personal entre el sistema financiero con

el sistema empresarial. Además de mantener una estrecha relación con el grupo

empresarial, los sistemas financieros locales se desarrollan sobre la base de

fuertes relaciones de sus creadores con las cúpulas de poder político dentro de la

localidad.14

13

Becattini, Giacomo, Desarrollo local: teorías y estrategias, Civitas Ediciones, Madrid, 2002 14

Becattini, Giacomo, Dal settore industriale al distretto industriale: alcune considerazione sull’unita di

indagine dell’economia insdustriale, Rivista di economía e política industriale, Italia, p. 7-21

16

En tercer lugar encontramos las concepciones de conciencia, clase social y

localidad. Becattini plantea, que dado el desarrollo local, la sociedad del distrito

evoluciona en formas más o menos capitalistas, por lo que las nociones de clase

social se hacen presente de manera cotidiana. Si bien, al no existir una gran

empresa sobre la cual orbiten la mayoría de los trabajadores, y que permita

determinar el nivel en la clase social con la que cuenta cada individuo, dada la

división del trabajo se presentan diferenciaciones de clase social dentro del

distrito.15 Ejemplificando con el caso de la pesca de camarón en el puerto de

Mazatlán, podemos encontrar una diferencia marcada entre armadores

(capitalistas) y cooperativistas (modelo de empresa social), sin embargo, al interior

de cada grupo existen diversas sectorizaciones que hacen más complejo el

desarrollo de la conciencia de clase.

Por otro lado, Garofoli estudioso y contemporáneo de Becattini, basa su

estudio en preceptos similares a los antes mencionados, sin embargo, hace una

división práctica de los llamados sistemas de pequeña empresa. Esta clasificación

es: a) áreas de especialización productiva; b) sistemas productivos locales; c)

áreas-sistema.16

En primer lugar,, las Áreas de especialización productiva, se caracterizan

por un predominio de las pequeñas empresas, así como por la preponderancia en

un sector de la producción. Por lo general existen empresas en competencia que

producen la misma mercancía, además el motivo de su aparición se debe a la

existencia de condiciones favorables para obtener bajos costes de producción; el

exceso de mano de obra femenina es una de esas ventajas. Garofoli, resume que

estas regiones o localidades, no tienen control sobre su desarrollo y este depende

de factores exógenos al territorio.

15

Becattini, Giacomo, La Oruga y la mariposa: un caso ejemplar de desarrollo en la Italia de los distritos

industriales: Prato (1954-1993), Universidad de Valladolid, España, 2002 16

Garofoli, Gioacchino, “Los sistemas de pequeñas empresas”, en Benko, George, Las regiones que ganan:

Distritos y redes. Los nuevos paradigmas de la geografía económica, Edicions Alfons El Magnanim, España, 1994, p.65

17

En segundo lugar, se encuentran los Sistemas productivos locales. Este

modelo se caracteriza por surgir a través de una maduración de la dinámica

económica de la sociedad en la cual aparece. Se caracteriza por la especialización

de la producción y por la competencia, sin embargo, se diferencia de las areas de

especialización productiva, dado el extenso nivel de relaciones entre las

empresas. La aparición de sistema productivo local, no pasa desapercibido dentro

del desarrollo económico, social y político de una localidad, ya que por lo que

general requiere de estrategias económicas y políticas públicas especificas para

su desarrollo.17

Por último,, se encuentran las Áreas sistemas; consideradas por Garofoli

como el tipo más evolucionado de áreas de especialización de pequeñas

empresas. Su principal característica es que depende de manera endógena para

su propia reproducción. Es decir, ha logrado un nivel de interrelaciones en sus

actores que es un área auto centrado capaz de producir, en su mayoría, los

medios necesarios para su desarrollo. Empresarios, capital, trabajadores

cualificados e inclusive tecnología local son producciones internas al sistema.18

Garofoli, también da cuenta de las principales problemáticas que presentan

los sistemas productivos locales. a) sistemas no orientados por el mercado; b)

tercerización débil; c) política crediticia local inadecuada; d) falta de instituciones

que regulen el papel contractual de las pequeñas empresas; e) disparidad entre la

capacidad productiva del sistema con respecto a las estrategias para articular el

sistema en lo local.

1.1.4. Teorías del entorno innovador y el cambio tecnológico

Relacionadas de manera principal a los estudios desarrollados por Joseph

Schumpeter, las teorías que basan sus postulados en entornos innovadores,

parten de la idea que el proceso de desarrollo económico de una región o una

17

Garofoli, Gioacchino, Desarrollo económico local en Europa, Economistas Libros, España, 1995. 18

Garofoli, Gioacchino, op.cit., 1994, p.68

18

localidad se encuentra directamente relacionado con los esfuerzos de la

innovación tecnológica o administrativa. El economista austriaco entendía el

proceso de desarrollo económico como un fenómeno dinámico y no estático,

implica, contrario al crecimiento económico que es únicamente “alteración de

datos”, un proceso de transformación cualitativa de la sociedad y de la economía.

Schumpeter plantea que existe un determinismo tecnológico que permite el

desarrollo de una región. Para el autor solo importan aquellas innovaciones

tecnológicas que son capaces de modificar de manera radical el entorno

económico al cual son aplicadas. Clasificadas como innovaciones decisivas estas

son: a) Introducción de nuevos bienes de consumo dentro de un mercado; b)

surgimiento de un nuevo método de producción y transporte; c) consecución de la

apertura de un nuevo mercado; d) generación de una nueva fuente de oferta de

materias primas; e) cambio en la administración de cualquier organización o

dentro de su proceso de gestión.19

Schumpeter deposita en la empresa y en el empresario como actor social,

la responsabilidad de propulsar el cambio tecnológico. Considera al empresario

como pioneros en la introducción de nuevos productos, nuevos procesos y nuevas

formas de organización. Hace una separación entre empresarios y hombres de

empresa, calificando a los segundos como entes empresariales poco relacionados

con el sistema empresarial y por lo tanto sin capacidad para llevar a cabo

innovaciones necesarias dentro de los procesos industriales.20

Al igual que Schumpeter, pero con una visión más integral de las relaciones

socioeconómicas dentro de una región, Charles Edquist plantean que el desarrollo

de entornos innovadores se encuentra en función del desarrollo empresarial. Este

autor plantea que la innovación se presenta como un proceso colectivo e

interactivo del cual participan universidades, instituciones, centros de

investigación, competidores, proveedores, pero en el cual sigue siendo la empresa

19 Schumpeter, Joseph, Teoria del desenvolvimiento económico, Fondo de Cultura Económica, México, 1978. 20 Schumpeter, Joseph, Capitalismo, socialismo y Democracia, Ediciones Folio, España, 1996.

19

la encargada dinamizar las relaciones que facilitan el libre flujo de las

innovaciones.21

La aparición de sistemas de empresas cohesionados así como de sistemas

institucionales participativos, debe de ser entendida como una de las

características básicas dentro de los sistemas innovadores. Aun y cuando se parte

del supuesto, de que las relaciones entre empresas de una misma región, pueden

propiciar el libre flujo de las innovaciones a fin de construir un sistema competitivo,

la aparición de un marco institucional funcional es una pieza clave.

Dentro de las teorías de desarrollo que tienen al papel de la innovación

como punto central de sus modelos explicativos, una de las que más llaman la

atención es la del modelo teórico del Milieu Innovateur. Desarrollada de manera

principal por Roberto Camagni y Phillippe Aydalot, el modelo teórico maneja con la

misma importancia los conceptos de innovación y aprendizaje. El milieu, concibe

al desarrollo económico de las regiones a través del conocimiento que las

empresas tienen del medio, así como la implementación de estrategias para el

desarrollo cognoscitivo de las empresas.

Camagni, plantea que las regiones que aprenden son capaces de

desarrollar sistemas de información más eficientes. A través de estos sistemas el

flujo de la información llega a todos los actores del sistema productivo,

permitiéndoles adquirir un cúmulo de información sobre el medio económico que

les rodea. Esta eficiencia en los medios de información, permite un aprendizaje

colectivo, aumento de la competitividad empresarial y mejores tomas de decisión

sobre las problemáticas que se presentan.22 Aydalot por su parte asegura que son

los medios los que innovan, despojando a las empresas como ente principal de la

innovación dentro del espacio. El desarrollo de sistemas de aprendizaje debe de

entenderse como un proceso de maduración de las relaciones socio-espaciales de

21 Edquist, Charles, Systems of Innovatio: Technologies, institutions and organizations, Routledge, Inglaterra, 2005 22 Camagni, Roberto, Economía Urbana, Antoni Bosch Editores, España, 2005.

20

los actores económicos y no como la innovación propuesta desde las

administraciones empresariales.23

Por último,, encontramos que el medio innovador se encuentra compuesto

de los siguientes elementos. 1) Sustrato territorial. Se entiende como un entorno

económico homogéneo para sus residentes, no atiende a divisiones

administrativas y puede agrupar en su interior a localidades de diversas regiones;

2) Conjunto de Actores. Existencia un enramado social que abarque desde

instituciones, empresas y actores políticos; 3) Recursos materiales e inmateriales.

Una infraestructura material y una serie de costumbres que sustenten las

relaciones sociales; 4) Interacción lógica. Una relación cohesionada entre los

actores; 5) Lógica de aprendizaje. Capacidad de los actores económicos de

responder a los cambios de su entorno.24

1.1.5. Contexto Institucional.

Dentro de la historia económica los trabajos de Douglas North, han sido

utilizados para explicar, la relación existente entre los procesos de desarrollo

económico y el cambio institucional. Apoyada en la idea de que el desarrollo

económico de una región o localidad solo puede darse, en la medida de que exista

un marco institucional, jurídico y político adecuados, las teorías relacionadas al

institucionalísimo encuentran en autores como Coase, Williamson y North a sus

principales exponentes.

Según los postulados del Neo institucionalísimo, el sistema institucional

entendido como un conjunto de leyes y reglas establecidas, debe de funcionar

como un agente dinamizador de economía de una localidad y región, en ningún

momento como un inhibidor de esta. De igual manera, no solo el proceso de

desarrollo económico se encuentra delimitado por aspectos institucionales, sino

23 Aydalot, Phillipe, Milieux innovateurs in Europe, Económica, Paris, 1988. 24 Whitelaw, Rodrigo, Mecanismos de cooperación en los sistemas productivos locales: Las trayectorias de la

industria cerámica en España y de la salmonicultura en Chile, Presses Universitaires de Louvain, Bélgica, 2009, pp.39

21

que el desarrollo de un sistema empresarial y las relaciones al interior de este, se

encuentran en función de un correcto desarrollo institucional.

En un sentido empresarial, la existencia de un marco institucional adecuado

significa un eficiente sistema de comunicación y cooperación entre los actores

económicos. Este fenómeno propicia un clima de confianza y certidumbre dentro

de los empresarios, permitiendo un mejor modo de acción en cuanto a la

implementación de innovaciones tecnológicas, sistemas organizacionales y

canales de comunicación. Sin embargo, encontramos que el desarrollo de

sistemas institucionales depende de una serie de relaciones entre diversos actores

económicos, por lo que debe de entenderse como un sistema de cooperación que

puede aparecer como sustento o como consecuencia del fenómeno de desarrollo

económico.

Uno de los primeros académicos en analizar las propuestas, que en la

década de 1930 planteara Ronald Coase sobre los costes de producción y su

relación con el sistema institucional, fue Arthur Lewis. El economista ingles, señala

la relación existente entre las instituciones económicas y sociales con el desarrollo

económico. Plantea que no solamente el cambio institucional desembocara en un

desarrollo local o regional, sino que este proceso de desarrollo ocasionara una

transformación progresiva de las instituciones.25 Es decir, las instituciones

funcionan como catalizador del desarrollo de una región y localidad, sin embargo,

una vez echado a andar este proceso, las mismas instituciones presentaran una

adecuación a las nuevas vías de crecimiento del territorio en el que se encuentren.

North y Willianson, siguieron los estudios de Arthur Lewis y Ronald Coase,

situando la relación entre el marco institucional y los procesos de desarrollo, en los

costos de transacción de las empresas. Aun y cuando los modelos de

competencia perfecta plantean que los intercambios y las transacciones entre los

agentes económicos no generan un coste, la realidad es que estas interacciones

económicas generan costes de tipo comercial y no comercial.26 De esta manera,

25 Lewis, Arthur, The Theory of Economic Growth, Taylor and Francis, Inglaterra, 2003. 26 Vázquez Barquero, Antonio, Las nuevas fuerzas del desarrollo, Antoni Bosch Editor, España, 2006, p.118

22

tenemos que el papel de las instituciones como motor del desarrollo regional

radica en la disminución de los costos de transacción entre los diferentes actores

económicos; esta disminución de costes se presenta a través de procesos

complejos como el manejo adecuado de la información, generación de una cultura

de trabajo, redes familiares.

Douglas North, entiende a las instituciones como una serie de normas que

delimita el papel de los actores dentro de las relaciones económicas, sociales y

políticas. Un punto que debe ser claro, es que las instituciones no solo tienen una

naturaleza formal, leyes y constituciones así como los mecanismos a través de los

cuales son aplicadas; sino que además son de naturaleza informal como pautas

de conducta, códigos sociales, creencias religiosas, usos y costumbres. Así pues,

encontramos que desarrollo institucional es un ente complejo, en el que su control

muchas veces escapa de las manos de los actores económicos.

Siguiendo con Douglas North, este hace una diferencia entre las

instituciones (reglas) y las organizaciones (mecanismos de aplicación). Plantea

que existe una relación estrecha entre ambos siendo las instituciones las que

determinan las funciones de los organismos, sin embargo, da a la acción de estos

últimos la tarea de actuar como los principales agentes del cambio económico.

Entre los principales organismos North destaca los de carácter público (partidos

políticas y senado), económicos (empresas, sindicatos, cooperativas),

organizaciones sociales (iglesias, clubes sociales), órganos educativos

(universidades, centros de capacitación profesional).27

Una de las principales críticas que ha recibido el modelo Neo institucional

propuesto por North, es que la mayoría de las relaciones entre las instituciones y

el sistema empresarial, son disfuncionales. Por este motivo se plantea que existe

la aparición de redes internas al sistema institucional que plantean estrategias de

desarrollo al margen de las establecidas desde las organizaciones, motivo por el

cual el modelo institucional funciona en un ambiente de incertidumbre. Al respecto

27 Ibíd., p.119

23

el español Alfonso Gil, plantea que el cambio institucional aunque complejo y

lento, es constante dentro de una región o localidad.28

Más relacionada con las teorías de la innovación tecnológica, se encuentran

las propuestas de Óliver Williamson. Este autor, que tiene como principal objeto de

estudio las transacciones, plantea que los procesos de desarrollo existe una

correspondencia entre las estructuras de gobernación y la transacción, misma que

permite un ahorro en los costes de transacción. Por estructuras de gobernación,

se entiende al marco contractual en el que se decide establecer la relación

contractual. 29

En este sentido, Williamson, plantea que existen tres estructuras de

gobernación: empresas, hibridas y el mercado. Williamson plantea que estas

estructuras a través de las cuales se plantean las transacciones no se encuentran

aisladas, por lo que su desarrollo se encuentra íntimamente ligado al contexto

institucional y al comportamiento de los individuos. Así pues, entendemos que

cualquier variación existente dentro de los marcos institucionales así como en la

conducta de los individuos, afectara de manera directa la relación de las

estructuras de gobernación, afectando así los costes de transacción.

1.1.6. Tejido empresarial base Pyme y desarrollo endógeno

Dentro de las últimas teorías sobre la aparición de los tejidos empresariales

y la naturaleza de estos, encontramos a las Pymes como principal objeto de

estudio. De manera tradicional, la participación de las empresas dentro del

proceso de desarrollo, se había dado como un proceso exógeno. Dentro de este

proceso, se presentaba la importación de una gran empresa que funcionaba como

promotora de desarrollo de determinada industria dentro de una región. Por el

contrario, los modelos que parten de la aparición de un aglomerado de pequeñas y

28 Alfonso Gil, José, Causas del desarrollo económico. España en Europa 1900-2000, Minerva Ediciones, España, 2001. 29 Williamson, Oliver, Mercados y jerarquías: su análisis y sus implicaciones antitrust, Fondo de Cultura Económica, México, 1993.

24

medianas empresas, parten de la idea de ver a los procesos de desarrollo como

endógenos a una región o localidad, marcando a estas empresas como el principal

motor de crecimiento.

Calderón Vázquez, considera al agrupamiento de las Pymes como el punto

inicial de la restructuración económica de una región. La creación de redes de

pequeñas empresas endógenas a la región, permite un aumento en la

competitividad y en las relaciones empresariales, facilitando el flujo de información

y la implementación de innovaciones tecnológicas. Calderón Vázquez entiende

que gran parte del protagonismo que tienen estas pequeñas empresas, es el de la

reactivación económica a través de la generación de empleo.30

Michael Chisholm y Antonio Vázquez Barquero, retoman el estudio de

diversas teorías sobre el papel de la Pyme dentro de los procesos de desarrollo y

encuentran que existen tres modelos principales. En primer lugar,, encontramos el

modelo denominado, reacción ante la recesión (recession push theory). Este

modelo teórico plantea que ante una situación de crisis, los actores de una región

implementan estrategias que permitan mantener dinámica la economía interna. La

aparición de pequeñas empresas como modelo de autoempleo así como el

aprovechamiento de mercados afectados por el proceso de crisis, son algunas de

las principales características de este modelo. Graham Gudgin, principal autor de

esta teoría, plantea que la aparición de medianas y pequeñas empresas se da

sobre la base de un modelo de desplazamiento, en el cual los grandes

inversionistas se retiran de las actividades menos productivas dejando detrás de si

una estructura de mercado abandonada. El proceso se entiende como un modelo

de desarrollo empresarial coyuntural.31

En segundo lugar, encontramos la teoría del crecimiento de la renta

(income growth theory) esta teoría basa sus postulados principales en una

aumento diversificado de la demanda. Al ser demandadas nuevas mercancías de

30 Calderón Vázquez, José, Thinking on development: Enfoques teóricos y paradigmas del desarrollo, Biblioteca virtual Universidad de Málaga, España, 2008. 31 SPRI, “Servicios de Estudio, PYMES y dinamización del potencial endógeno en las regiones de antigua industrialización,” Revista EKO<OMIAZ, <o. 12, España, 1988, p. 319-344

25

carácter más personalizado, las pequeñas empresas encuentran nuevos nichos de

mercado a través de los cuales lograr un desarrollo. Este modelo de desarrollo, no

tiene un comportamiento excluyente con las empresas de gran tamaño, ya que

estas coexisten con las pequeñas y medianas empresas solo que su nicho de

mercado se encuentra en las mercancías tradicionales y no en las nuevas

mercancías demandadas.32

En tercer lugar, encontramos la teoría del cambio tecnológico (thecnological

change theory) como se mencionó en un apartado anterior, este grupo de teorías

dan a las innovaciones tecnológicas, el poder de dinamizar la economía de una

región. Para el caso de la Pyme, existen casos de regiones en las cuales han sido

este tipo de empresas, las encargadas de introducir nuevos procesos de

producción o nuevos modelos de organización que permitan un aumento en la

competitividad de la región. Siguiendo con los entornos innovadores, encontramos

la visión de David Keeble y Frank Wilkinson, ambos autores plantean que los

procesos endógenos que llevan a la aparición de aglomerados de pequeñas

empresas, se dan exclusivamente dentro de sociedades tradicionalmente

industriales, en las cuales los procesos de innovación son constantes. Dentro de

estos territorios innovadores, son los trabajadores de las grandes industrias, los

encargados de diversificar las actividades con la creación de sus propias

empresas. Por el contrario, aquellos territorios que se encuentran inmersos en

dinámicas agrícolas, no son propensos para presentar un entorno innovador de

Pymes.33

Por último,, encontramos las teorías de desarrollo endógeno, que tienen en

Antonio Vázquez Barquero a su principal exponente. Esta teoría, es quizá la más

incluyente en cuanto a los análisis conceptuales, ya que no da un peso especifico

a una variable, sino que entiende los procesos de desarrollo como un fenómeno

complejo, en el cual es necesaria la intervención de diferentes actores. Así pues,

32 Calderón Vázquez, op. cit., p.311 33 Keeble, David; Wilkinson, Frank, “Collective Learning and knowledge development in the evolution of regional clusters of high technology SMEs” in Europe, Regional Studies, vol. 33.4, Universidad de Cambridge, Inglaterra, 1998, p. 295-303

26

encontramos que conceptos como innovación, marco institucional, sistemas de

aprendizaje, sistemas productivos locales, son analizados bajo la lupa de la teoría

de desarrollo endógeno.

Tomando en cuenta que la teoría de desarrollo endógeno, actúa de manera

articuladora entre diversas teorías del desarrollo regional y local, encontramos

entre sus principales exponentes a Giorgio Fuà, Sergio Boisier y Antonio Vázquez

Barquero. Fuà, sostiene que el desarrollo de una localidad o una región, se

encuentra directamente ligado a sus fuentes inmediatas de crecimiento. Dando

especial importancia a variables como la población activa, el número de horas

trabajadas y capital social. Sin embargo, Fuà sostiene que los aspectos más

ligados al desarrollo endógeno parten de la eficiencia en las relaciones

establecidas entre las esferas empresariales, institucionales y poblacionales.34 Sin

dar una fórmula definitiva sobre las bases en las que se sustenta el desarrollo de

una localidad, Fuà coincide con los estudiosos de la materia, en el sentido de que,

entiende el desarrollo económico a través de la relación frontal de sus principales

actores.

Haciendo más completa la visión del desarrollo endógeno, Walter Störh

plantea que este no solamente depende de cuestiones económicas, sino que

además depende de manera importante de aspectos de carácter social e

ideológico.35 Partiendo de la idea de un “desarrollo desde abajo” Störh supone que

no solo la existencia de los recursos naturales y relaciones entre actores son

necesarios en el desarrollo local; estos recursos, tanto naturales como sociales,

deben de ser encaminados al máximo aprovechamiento de los recursos

territoriales.

A lo largo de su obra, Sergio Boisier ha planteado características que

definen el proceso de desarrollo endógeno, la mayoría de estas características

presentan en su mayoría una visión territorial. En primer lugar,, Boisier define el

término de “endogeneidad” como la capacidad que tiene un territorio para ahorrar

34 Fuà, Giorgio, Economic growth: a Discussion on Figures, Istao, Ancona, 1994. 35 Störh, Walter, Global challenge and local response, Mansell, Londres, 1990.

27

e invertir los beneficios generados por sus actividades productivas, además de

promover el desarrollo diversificado de las actividades hacia el interior del

territorio.36 Por otro lado, y siguiendo los preceptos de la escuela de los entornos

innovadores, Boisier plantea que el concepto de “endogeneidad” se refiere a la

capacidad del territorio de estimular el desarrollo tecnológico de su sistema

productivo local, partiendo de una base de implementación de innovaciones

productivas y administrativas.

Por último,, Boisier plantea que el desarrollo endógeno debe entenderse

como la capacidad de las ciudades, regiones o localidades para adoptar su propia

estrategia de desarrollo. A través de la relación estrecha y coherente entre los

diversos actores que componen la dinámica económica y social de un territorio, se

plantean metas y objetivos que ayudan a descentralizar los procesos económicos,

de ahí que el proceso endógeno, permita el desarrollo y moldeado de programas

específicos que permitan alcanzar estos objetivos.37 Pese a las características

mencionadas por Boisier, este entiende que los procesos de desarrollo solamente

son posibles mientras exista una cultura de identidad territorial. Esta cultura

permite el desarrollo de la competitividad de las empresas y de la economía local

estimulando activos como: marcas, derechos de propiedad, denominación de

origen y calidad organizativa.38

Por último,, tenemos en el trabajo de Antonio Vázquez Barquero, el

planteamiento más completo en lo que se refiere a la teoría del desarrollo

endógeno. Una de las principales características de este trabajo, es que articula

de manera coherente un gran número de teorías, ofreciendo un amplio marco de

análisis para los procesos de desarrollo local y regional. La teoría propuesta por

Vázquez Barquero, que se acerca a lo propuesto por Fuà, plantea que el

desarrollo económico solo es posible a través de la relación estrecha y funcional

entre los principales agentes económicos entre los que se encuentran:

empresarios, instituciones, organismos públicos, mano de obra. Sin embargo,

36 Boisier, Sergio, El desarrollo en su lugar, Universidad Católica de Chile, Santiago, 2003. 37 Boisier, Sergio, Desarrollo decentrado y decentralizado en America Latina, Mimeo/CEPAL, Chile, 1998. 38 Vazquez Barquero, Antonio, op.cit., 2005.

28

gracias a la influencia de múltiples teorías, lleva su análisis a un plano en el que

variables económicas, sociales y políticas tienen el mismo peso.

De esta manera, Vázquez Barquero entiende a la teoría de desarrollo

endógeno, como un modelo teórico de análisis de gran utilidad, esto debido a que:

Va más allá de la argumentación partiendo de la utilización eficiente de los recursos y el potencial de desarrollo, y analiza los mecanismos que están detrás de la función de producción, en la “caja negra” del desarrollo económico, y que tiene que ver con la organización de la producción, la difusión de las innovaciones, la dinámica urbana y el desarrollo de las instituciones.39

De esta, manera Vázquez Barquero, tiene como principales variables de

estudio: cambio y adaptación institucional; difusión de las innovaciones y el

conocimiento; desarrollo urbano del territorio; organización flexible de la

producción. A grandes rasgos, plantea que la política de desarrollo económico

local, se presenta de abajo a arriba con una fuerte participación de los actores

locales, quienes desempeñan un papel central en la definición, ejecución y control

de las estrategias de desarrollo.

En sus formas más avanzadas, los actores locales se organizan formando redes que les sirven de instrumento para estimular el conocimiento y aprendizaje sobre la dinámica del sistema productivo y de las instituciones, y para acordar iniciativas y ejecutar las acciones que integran la estrategia del desarrollo.40

1.1.7. Propuesta conceptual.

La utilización del concepto marshalliano de distrito, es como se mencionó

en el capítulo primero, utilizado para denominar aquellas localidades en las cuales

se ha presentado una especialización de la mano de obra dentro de determinada

actividad industrial. Por supuesto, el modelo de Marshall ha sufrido modificaciones

con el tiempo y diversos estudiosos han ido añadiendo conceptos a través de

cuales analizar de manera más profunda los procesos de desarrollo que una

39 Ibid, p.38. 40 Ibid, p.45.

29

localidad o una región pueden llegar a presentar a través de la aparición de un

distrito industrial o de un sistema de pequeñas empresas. Garofoli, encuentra que

entre las características principales de un distrito de pequeña empresa se

encuentran: Especialización productiva en lo local, producción significativa en la

nación, división del trabajo, red interdependiente entre las empresas locales,

interdependencia intra-sectorial e intersectorial, inexistencia de unas empresas

dominante, especialización productiva, sistema de información eficaz que permita

la aplicación de innovaciones tecnológicas, entre otras.41

El desarrollo que la industria camaronera sufrió en el puerto de Mazatlán a

partir de la década de 1950, presento muchos los rasgos que han caracterizado a

las discusiones teóricas que a partir del distrito industrial marshalliano, se han

desarrollado. Por un lado se presentó la formación de una red empresarial

enfocada a la pesca del camarón, que se extendía desde el proceso de extracción

hasta la comercialización del producto en el extranjero. Esta red no solo se

encontraba formada por relaciones de tipo empresarial, sino que además

compartía relaciones de tipo familiar, político y social; por otro lado la parición de

nuevas tecnologías dentro del proceso de extracción y de industrialización

permitieron un aumento en la productividad, permitiendo a su vez la creación de

una región camaronera competitiva dentro de los mercados regionales e

internacionales; otra de las características que este proceso presentó fue la

paulatina aparición de un marco institucional que permitía desde el interior de la

propia industria y a través de las relaciones con el gobierno, regular y proteger

todas las actividades relacionadas a la pesca del camarón a fin de generar una

industria solida y capaz de hacer frente a posibles contingencias; por último,

encontramos que el desarrollo de la actividad camaronera trajo como

consecuencia una acumulación de capital que genero la diversificación de la

economía no solamente dentro del sector, sino que además esta diversificación se

hizo extensiva al sector terciario de la economía con el turismo.

41 Garofoli, Gioacchino, Desarrollo regional y organización de la producción el territorio, Madrid, 1995, Economistas Libros

30

Sin embargo, no es través de la teoría de distritos industriales, la manera en

que se aborda el estudio de la pesca del camarón en el puerto de Mazatlán. Como

se mencionó anteriormente la aplicación de los conceptos de Sistema Productivo

Local y Tejido Productivo Local, son más adecuados para el análisis del fenómeno

mazatleco. La pertinencia de utilizar el concepto de Tejido Productivo, en lugar de

los conceptos Distrito Industrial y Sistema Productivo Local; radica de manera

principal en que el primer concepto permite analizar de manera más flexible

economías que no basaron su desarrollo en un sistema meramente industrial,

dando cabida a economías agrícolas, pesqueras, extractivas. Por otro lado, el

concepto de Tejido Productivo Local a diferencia de los otros dos, no supone un

nivel de especialización tan elevado.

El historiador Mario Cerutti, plantea el concepto como, Tejido productivo y

empresarial, dándole una dimensión diferente en cuanto a su manejo teórico

aplicado a una realidad empírica. Cerutti plantea que las principales diferencias

entre este concepto y los antes mencionados son: 1) el tejido productivo y su tejido

empresarial comprende también las áreas agrícolas, es decir, no sólo se

circunscribe a las economías locales basadas en la aglomeración de empresas

industriales en zonas urbanas; 2) incluye a empresas pequeñas, medianas y

grandes; 3) tampoco se requiere de un caso extremo de especialización en el

espacio estudiado, como suponen los conceptos de SPL y DI; y 4) por último,

permite analizar las relaciones empresariales, que pueden ser puramente

económicas, las parentales y aquellas sustentadas en la confianza.42

De esta manera, podemos argumentar que el enfoque del tejido productivo

y empresarial, traslada conceptos desde las discusiones sobre desarrollo

endógeno, distritos industriales y sistemas productivos, que permiten el análisis de

regiones o localidades agrícolas, dando la posibilidad de añadir aspectos de orden

socioeconómico como políticas públicas, marco institucional e inclusive sistemas

de valores.

42 Cerutti, Mario, “Crisis y reconversión del tejido productivo en un espacio regional del norte de México: La Laguna (1875-1975).” Investigaciones de Historia Económica, Revista de la Asociación Española de

Historia Económica, 2008: 97-128

31

El desarrollo empresarial constituye una de las piezas centrales de

desarrollo económico. No se trata solo de que el surgimiento y desarrollo de las

empresas faciliten la creación de riqueza y empleo, sino, sobre todo, de que

impulsen la regeneración del propio tejido productivo mediante la capacidad para

emprender y gestionar, en especial a través de la introducción de innovaciones.43

La aparición de empresas44 especializadas en una actividad específica

dentro de una región se puede presentar a través de diversos de factores. A partir

de finales de la década de 1970, numerosos han sido los estudios que tienen

como principal objeto de estudio la creación y desarrollo de las empresas, de igual

manera diferente son los resultados de estos estudios dependiendo el tipo de

sociedad sobre a cual se halla desarrollado el estudio empírico. El desarrollo

empresarial en una región o localidad visto como la reacción de los actores

económicos y de la sociedad frente a un periodo de crisis, la aparición de nuevas

demandas y nichos de mercados, el cambio tecnológico o el surgimiento de nuevo

procesos productivos y de nuevos bienes y servicios; son solamente algunos de

los enfoques teóricos a los cuales se ha recurrido a partir de los trabajos pioneros

del economista ingles, David Birch45.

El caso que presenta Mazatlán a mediados del XX, con la aparición de

grupo de empresas enfocados a la industria camaronera existen posibles teorías

que a través del análisis empírico ayudaran a determinar el proceso a través del

cual se desarrolla la industria camaronera dentro del puerto. Estas dos

concepciones teóricas, se encuentran enfocadas a maneras diversas de entender

el proceso a través del cual se da la aparición de un sistema productivo dentro de

una región o localidad. Por un lado se encuentran aquellas teorías que explican

este fenómeno como un proceso de desarrollo y maduración de una sociedad y

43 Vázquez Barquero, Antonio, op.cit, 2055, p.67 44 La empresa entendida dentro de las teorías de desarrollo endógeno hace referencia de manera principal a industrias de tipo manufacturero. Sin embargo, para este análisis se tomara una idea más flexible del concepto, entendido a la empresa como: Institución o agente económico que toma las decisiones sobre la utilización de factores de la producción para obtener los bienes y servicios que se ofrecen en el mercado. 45Birch, David, “The job creation process, 1979, Cambridge, MIT Press.” en Landström, Hans, Pioneers in

entrepreneurship and small business research, ISEN, USA , 2005, (version electronica http://books.google.com.mx/books?id=oSjccQt5zTsC&printsec=frontcover#v=onepage&q=&f=false)

32

por otro lado se encuentra un grupo de teorías que desarrollan modelos

explicativos a través de sucesos coyunturales hacía el interior de la localidad o

región que se esté analizando.

En primer lugar,, se encuentran aquellas teorías que plantean la aparición

de una red de empresarios, previo al despegue de determinada actividad. Como

se ha venido mencionando a lo largo del trabajo las relaciones empresariales,

comerciales, de confianza e inclusive familiares se presentan como un factor

determinante en los procesos de desarrollo local. En este sentido, encontramos

diversos trabajos realizados por Bength Johannisson, en los cuales plantea la

existencia previa de redes personales que facilitan el proceso de aparición tanto

de empresarios como de empresas. Johannisson, supone que el flujo de

información, sobre la actividad, que se presenta hacía el interior de estas redes,

permite la maduración del proyecto empresarial.46

El autor sueco, plantea que los sistemas de pequeñas empresas se

sustentan en las relaciones que históricamente se han desarrollado entre los

actores de determinado territorio, para el caso de Mazatlán encontramos que

desde la aparición del grupo de comerciantes extranjeros a mediados del siglo

XIX, estos mantuvieron estrechas relaciones que no solamente se quedaron en el

aspecto comercial, sino que se presentaron relaciones de carácter familiar y de

amistad. Al desarrollar relaciones basadas en la confianza e inclusive en sistemas

de valores éticos como el de las familias, el empresario siente un mayor grado de

confianza, disminuyendo la incertidumbre que conlleva una inversión productiva.

Sí a esto sumamos la existencia externa de condiciones favorables para el

desarrollo de la propia actividad como lo fueron, para el caso de Mazatlán, la

existencia de cooperativas de pescadores desposeídos de medios de producción y

su posición geográfica que dotaba de la materia prima básica, entendemos pues,

que el proceso de desarrollo de un número importante de empresas camaroneras

se halla dado de manera tan apresurada.

46 Bength Johannisson, “El poder de las redes en la creación de empresas”. en Empresarialidad en economías

emergente: Creación y desarrollo de nuevas empresas en América Latina y el Este de Asia, Universidad Nacional de General Sarmiento, Argentina, 2002, p. 96-100

33

Sobre esta misma idea la aparición de redes sociales que permiten el

desarrollo de un sistema empresarial dentro de una localidad está compuesta por

una serie de factores que pueden presentar o no dentro de la dinámica

socioeconómica territorial. Edward Malecki, plantea que son las características

diferenciadas de cada sociedad las que determinan el desarrollo empresarial

dentro de la misma.47 Estas características entre las que se encuentran factores

culturales, institucionales, sociales y económicos son en parte determinantes del

tipo de redes que se genera hacía el interior de una localidad. Son los que

determinan el sistema de valores a los que hace referencia Johannisson.

Para el caso del puerto de Mazatlán, la falta de una estructura institucional,

como se verá más adelante, no desalentó la aparición de las empresas, en un

caso contrario motivo el desarrollo de un enramado institucional que permitiría con

el paso del tiempo un desarrollo mayor de la industria y una diversificación de las

actividades empresariales. En este sentido, de la existencia previa de condiciones

ideales para la aparición de un distrito industrial o de una zona de pequeñas

empresas, Giacomo Becattini, le da flexibilidad al análisis asegurando que, si bien,

existen diferentes fenómenos que de manera conjunta propician el desarrollo de

un sistema empresarial, esto no implica que solo una determinada combinación de

valores será compatible con el nacimiento y desarrollo de un distrito, sino más bien

que, al parecer, son posibles determinadas combinaciones, mientras que algunas

otras son excluidas.48

En segundo lugar, encontramos otra aproximación teórica que explica de

buena manera, el proceso de desarrollo que sufrió la industria camaronera en el

puerto de Mazatlán y que ha quedado de manifiesto en el apartado de la pesca

previo a la década de 1950. Existen tres concepciones sobe la formación de redes

empresariales que no atienden de manera principal a características previas de la

localidad en la que se desarrollan, sino más bien, dependiendo de la región o

47 Malecki, Edward, Tecnología y desarrollo económico: La dinámica de competitividad local, regional y

nacional, Antoni Bosch Editor, Madrid, 2000. 48 Becattini, Giacomo, “El distrito Marshalliano.” en Benko, George, Las regiones que ganan: distritos y

redes, los nuevos paradigmas de la geografía económica, Ediciones Alfons Magnanim, España, 1984, p. 39 - 57

34

localidad, basan sus explicaciones en situaciones más coyunturales. Por un lado

Paul Krugman, plantea que la aparición de las empresas y por consecuencia, la

aparición de un sistema productivo local se presenta como una cuestión no

proyectada, sino a través del aprovechamiento de fenómenos circunstanciales que

permiten a los actores locales observar la potencialidad de la región para

determinada actividad. Krugman, proporciona ejemplos de sociedades industriales

que través de una actividad aislada, como la confección de un edredón para un

regalo, lograron todo un proceso acumulativo capaz de generar con el tiempo un

sistema productivo complejo.49

El puerto de Mazatlán, desarrollo con el paso del tiempo una relación

estrecha con su contorno natural. La relación que las actividades económicas

tuvieron con el océano Pacífico, propiciaron un primer momento de crecimiento de

la ciudad, sin embargo, estas relaciones se dieron a través de la actividad

comercial, dejando a la pesca como una actividad meramente de autoconsumo. Sí

bien, es verdad que esta actividad tuvo un ligero desarrollo a principios del siglo

XIX, no es hasta la venida de empresas americanas y japonesas, cuando se tiene

conciencia plena de la riqueza Marina, en especial de camarón. A partir de

entonces se comienza a tener un acercamiento paulatino a esta actividad, que

desemboca como lo veremos más adelante en la instauración de un sistema

productivo camaronero.

En este mismo orden de ideas, que atienden a la aparición del sistema

empresarial a través de fenómenos coyunturales se encuentra la concepción de

autores como José María Bernabé. Estudioso de la geografía y la economía,

Bernabé plantea que dada la localización contigua de localidades o regiones

similares en recursos naturales que han experimentado un fenómeno de

industrialización, una localidad puede emprender un proceso de imitación

utilizando los recursos similares. Atendiendo a una cuestión de localización,

Bernabé entiende que no solamente a través de la proximidad se da el proceso de

49Krugman, Paul, La organización espontanea de la economía, Antoni Bosch Editor, España, 1996.

35

imitación, sino que se tienen que presentar relaciones entre los empresarios de la

localidad desarrollada y los empresarios de la localidad imitadora.50

Como quedo de manifiesto en el apartado de antecedentes de la pesca del

camarón, el puerto de Guaymas y Topolobampo; en Sonora y Sinaloa

respectivamente, comenzaron un desarrollo de su industria pesquera de manera

más temprana en comparación con el puerto de Mazatlán. Mientras que en el

puerto del sur de Sinaloa la relación con las pesquerías japonesas abría el camino

de la pesca del camarón en la década de 1930, los puertos antes mencionados

contaban con fuertes inversiones locales dentro de esta actividad. La participación

de capitalistas mazatlecos dentro de la economía de estos dos puertos así como

la relación de la cooperativa, pescadores de Mazatlán, con pesquerías de los

puertos mencionados, sentaron las bases necesarias para una transferencia de

información sobre la actividad productiva y el modelo organizacional, que permitió

dados los recursos naturales similares, la imitación y el desarrollo aun mayor de

un sistema productivo pesquero enfocado a la pesca del camarón.

Por último,, dentro de las explicaciones teóricas que denominaremos

coyunturales, se encuentra una de las concepciones teóricas más adecuadas para

muchos de los casos empíricos, aquella que sustenta que el desarrollo de un

sistema empresarial dentro de un territorio determinado comienza a partir de la

crisis del sistema económico. Birch y Garofoli, plantean que al entrar en crisis o

recesión el sistema productivo local de una localidad, los empresarios de ese

sistema, sobre la base de las ventajas comparativas de la región o de la aparición

de nuevos mercados, comienzan un proceso de transferencia de capitales que

deriva en la reconversión de un sistema productivo local.51

Como se ha puesto de manifiesto, la aparición del puerto de Mazatlán como

entidad económica se da de la mano de desarrollo minero del sur de Sinaloa a

principios del siglo XIX. La aparición de casas comerciales extranjeras trajo como

50 Bernabé Mestre, José, Industrialización difusa en la provincia de Alicante, Facultad de Geografía de la Universidad de Valencia, España, 1983 51 Garofoli, Gioacchino, op.cit., 1995.

36

consecuencia principal la aparición de una dinámica económica basada en la

minera y el comercio, este modelo subsistiría hasta el primer tercio del siglo XX,

dando paso a un sistema basado en la pesca del camarón y posteriormente en la

pesca del atún y el turismo.

Diversas son los modelos teóricos explicativos a través de los cuales puede

analizarse el desarrollo de las empresas y la industria camaronera dentro del

puerto de Mazatlán. Sin embargo, este proceso debe de entenderse, al igual que

todos los fenómenos de desarrollo, como un fenómeno con características únicas,

dadas las condiciones particulares que hasta ese momento se habían suscitado

en el puerto de Mazatlán.

1.2. Antecedentes Históricos de la Economía Mazatleca.

1.2.1. La economía mazatleca de la primera mitad del siglo XIX: Despegue

económico de la Perla del Pacífico.

El puerto de Mazatlán tardíamente había sido considerado como una opción

a través de la cual se podía dinamizar la actividad económica y comercial de la

región. A través de un simple decreto de apertura comercial fue dotado de una

identidad económica que marcaría sus primeros años de vida, comenzando en

1823 con la primera expedición legal de mercaderías extranjeras y extendiéndose

de la mano de la actividad minera y de las casas comerciales extranjeras por lo

menos un siglo más.

¿Mazatlán, aprovechando su nueva condición de puerto comercial de

altura, estaba en vías de convertirse en un polo de crecimiento para la región?

Para Arturo Román Alarcón, Sí; Según Román Alarcón, el movimiento de

independencia vino a modificar de manera radical las actividades económicas,

especialmente las relacionadas con el comercio y con la minería.52

52 Román Alarcón, Arturo, La economía del sur de Sinaloa, DIFOCUR/UAS, Culiacán, 2006.

37

Él quiebre que ocasiono el movimiento armado entre el centro de la Nueva

España y los centros mineros del noroeste obligaron a los productores de las

minas a buscar nuevos canales de suministro de materias primas para continuar

con una producción estable. Productos como el azogue, necesario en la extracción

de plata de pronto se encontró en manos de comerciantes extranjeros que

operaban fuera del marco de la ley. De igual manera la anarquía en el mercado

que el movimiento separatista producía, ocasionaba que existiera una diversidad

en la demanda. La producción cada vez menos controlada encontraba mercados

más interesantes en cuestión de ganancia en la figura de contrabandistas, se

dejaban de lado los acuerdos reales que monopolizaban el comercio de las

colonias americanas. El despoblado Mazatlán era el paraíso de unos y la

posibilidad de un mejor control de mercancías para otros.

Retomando la pregunta sobre el nuevo papel del puerto de Mazatlán,

tenemos que François Perroux, define polo de crecimiento como:

Un conjunto de industrias que están fuertemente interrelacionadas a través de

conexiones input-output alrededor de una industria líder, y que es capaz de

generar un crecimiento dinámico de la Economía. La industria fuerte de alto

crecimiento demandará productos de otros sectores o industrias. El polo lo forman

la industria líder y las industrias relacionadas con ella.53

Evidentemente, la visión de polo de crecimiento a la que Román Alarcón

hace referencia, no concuerda de forma precisa con el postulado de Perroux. Ya

que Mazatlán al momento de convertirse en puerto de altura apenas contaba con

una población de no más de 100 personas, y la actividad económica y social de

este lugar era minúscula, por lo que no podía existir una actividad económica

sobre la cual orbitara un resto inexistente. Sin embargo, pese a ser Perroux el que

desarrolla en un primer momento esta teoría de los polos (1955), es su

compatriota el francés Jacques Boudeville, quien lleva a la teoría al terreno

espacial. 53 Perroux, François, El desarrollo y la nueva concepción de la dinámica, Ediciones Sebral, España, 1984

38

En este sentido, si cabria la noción de polo de crecimiento, ya que en los

tratados de Boudeville, uno de las características principales de los polos de

crecimiento nos remite a las nociones de localización, esto es, que dadas las

ventajas de localización, se presenta una aceleración en el crecimiento de la

localidad, motivado principalmente por las altas tasas de inversión y reinversión de

beneficios. Estas inversiones están encaminadas a la creación de una

infraestructura que permita a la localidad convertirse en el epicentro de la dinámica

económica regional.54

Mazatlán comenzaba a convertirse en un territorio sobre el cual

interactuarían las economías de la región. Quizá no se establecerían aquí la

mayoría de las actividades de la época, ya que estas eran de extracción y se

encontraban en la sierra madre u otros tipos de ecosistemas. La manera de

interacción a la que nos referimos, es que, a través de Mazatlán se abrirían paso

un número importante de mercancías que intentaban ganar el mercado externo o

interno, según fuera su origen. Para cumplir esta función el poblado de Mazatlán

comenzaría un proceso que le llevaría a transformar, no solamente su espacio

sino que estos cambios se harían más profundos con la aparición de una sociedad

dentro de este.

El primer síntoma que podemos encontrar de esto, se advierte en la función

que los puertos adyacentes a Mazatlán comenzaron a jugar a mediados de los

años 20. Al convertirse Mazatlán en un puerto de altura, muchas de las

mercancías que buscaban salida hacía el extranjero, tenían que llegar al puerto a

través de diferentes medios. El sistema de caminos terrestres, era una

problemática latente, sin embargo, era necesario para la transportación de algunas

mercancías, más adelante tocaremos este punto.

Existían por el contrario mercaderías que encontraban en la navegación de

cabotaje una mejor opción de acercar sus productos al puerto. Chametla, Altata,

Navachiste, Guaymas, San Blas, Manzanillo, Acapulco, La Paz, San José del

Cabo y San Francisco, mantenían un comercio regular con el puerto de Mazatlán, 54 Boudeville, Jacques, Los espacios económicos, Ediciones Eudeba, Argentina, 1965

39

ya fuera por ser un punto central en la ruta de cabotaje del pacífico o por como

menciono el cónsul francés Martinet, estos puertos, en especial los del golfo de

California eran complementarios al papel de centro de deposito que jugaba

Mazatlán.55 Así pues, podemos entender que Mazatlán desarrollaba en torno al

comercio toda una infraestructura que le permitiría fungir de manera adecuada

como el centro neurálgico del comercio en la región, ya fuera como centro de

abastecimiento o en la figura de mercado central en el que confluían oferentes y

demandantes regionales e internacionales.

El comercio terrestre era más importante aun que el de cabotaje, pese a los

contratiempos que significaba el transporte en bestias de carga por los caminos de

la sierra madre; Sonora, Jalisco, Chihuahua, Zacatecas, Durango, y las

Californias, eran abastecidas desde Mazatlán con las mercaderías llegadas de

naves extranjeras56. Pero esto no quedaba aquí, a su vez, estas regiones

encontraron en Mazatlán un mercado al cual asistir para ofertar sus productos, ya

fueran agrícolas, minerales o alguna manufactura menor.

La creación de rutas comerciales que giraban en torno a Mazatlán, fue un

hecho que se dio de manera paralela al desarrollo del puerto, si bien es verdad

que existían rutas establecidas, estas en algunos casos se hicieron más extensas

o más concurridas. Solo por citar algunos ejemplos, encontramos la ruta que unía

a Durango con Mazatlán vía San Sebastián (hoy Concordia).

En primer lugar, tenemos que tomar en cuenta que Durango tenía una

fuerte relación comercial con Zacatecas y Chihuahua, por lo que el tránsito de

minerales que partía de Durango por un lado contaba con mercancías y minerales

de otros estados y por otro lado se iba acrecentando mientras pasaba por los

diferentes puntos de la ruta, Panuco, Cópala, hasta llegar a San Sebastián en

donde las caravanas podían reabastecerse e inclusive comerciar con otro tipo de

mercaderías diferentes de las propias de la minería. Juan M. Riesgo y Antonio

55 López Cámara, Francisco, La estructura económica, social de México en la época de la Reforma, Siglo XXI, México, p. 155 56 Buelna, Eustaquio, Compendio histórico, geográfico y Estadístico del estado de Sinaloa, Editorial Culiacán, Culiacán, 1978.

40

Valdés señalan que San Sebastián, tenía una vasta producción de tabaco, mezcal,

maíz, frijol y ganado57 por lo que no es de extrañar que muchas de estos

productos hayan transitado a lo largo de la ruta, llegando a lugares como

Zacatecas o Chihuahua y por supuesto en Mazatlán.}

Por lo anterior podemos decir que esta etapa temprana de la vida

económica mazatleca encontró en los esfuerzos institucionales de muchos años

así como en la participación de inversionistas extranjeros e inversionistas

regionales las condiciones adecuadas para el desarrollo de una actividad

económica que le permitiera posicionarse dentro del mapa económico de la

región. A través del aprovechamiento de sus ventajas comparativas el puerto de

Mazatlán logro posicionarse por encima de de una serie de puertos mexicanos

que sirvieron más adelante como terminales adicionales al propio Mazatlán,

generando con esto una suerte de circuito comercial que permitía un flujo

constante de mercancías entre un número importante de regiones cercanas al

océano pacifico.

Pese a la falta de información de la década de 1830 sobre la actividad

económica en el puerto de Mazatlán, podemos decir que este periodo puede

entenderse como un periodo de transición y ordenamiento institucional y

económico. Es verdad que el puerto de Mazatlán adquiría una importancia

relevante y el tráfico marítimo era cada vez mayor, sin embargo, las sociedades no

aparecen de la noche a la mañana, el número de población cada vez mayor que

aparecía en el puerto necesitaba generar su propia dinámica e identidad,

establecerse como un espacio económico con vida propia. La década de 1830 era

el tiempo ideal para este propósito.

A mitad de la década de 1840, la economía del puerto de Mazatlán había

dejado de lado la transición de ser un puerto desolado a ser uno de los más

importantes dentro del pacífico mexicano, la interacción cada vez mayor de las

instituciones del puerto con los inversionistas extranjeros, había terminado por

57 Ibarra, Guillermo, Sinaloa, Tres siglos de economía. De la minería a los servicios, DIFOCUR, Culiacán, 1993.

41

afianzar a Mazatlán en su papel de centro de distribución y comercio del Noroeste

Mexicano.

¿Pero, cuáles eran las características del comercio que se había

desarrollado dentro de este espacio geográfico? Según Sergio Ortega en poco se

diferenciaba el comercio de este puerto sinaloense con el comercio colonial, sobre

esto dice:

La estructura de este comercio era comparable, en algunos puntos, a la de la

época colonial por cuanto era un reducido grupo que controlaba los intercambios,

importaba manufacturas y exportaba materias primas, circunstancias que

traducían en altas ganancias para los mercaderes, crecidos precios al consumidor

y escaso fomento al sector manufacturero.58

Fácil sería decir que los inversionistas extranjeros ya existentes en la región

fueron los que propiciaron el auge del comercio, que existió una transición de los

capitales a esta nueva actividad comercial, principalmente desde la actividad

minera. Sin embargo, la situación se torna un tanto compleja. Partiendo de la idea

de que existía en las autoridades portuarias un interés latente en desarrollar de

manera más amplia el carácter comercial del puerto, estas implantaron tarifas

impositivas más bajas que las existentes en los puertos del Golfo así como en

puertos del pacífico. Además de sus ventajas naturales, Mazatlán comenzaba a

través de sus instituciones a generar una serie de ventajas competitivas que lo

ponían dentro del juego comercial de México.

Los extranjeros invirtieron en el comercio por considerar que era la actividad

más rentable y donde se podían enriquecer más rápidamente; además de que

ellos eran los únicos dignos de crédito en el exterior y los que tenían los contactos

comerciales.59 Atraídos por estas ventajas y por la aparición de una población con

necesidades de abastecimiento, una serie de comerciantes de origen Europeo y

58 Ortega Noriega, Sergio, Breve Historia de Sinaloa, Colmex, p. 204 59 Román Alarcón, Arturo, Los comerciantes en Mazatlán durante el porfiriato, Tesis de maestría, UAS, Sinaloa, 1993.

42

Norteamericano se asentaron en la localidad dotando a Mazatlán no solo de una

nueva dinámica económica, sino de una identidad multicultural que los marcaría

siguientes años de la vida del puerto como una ciudad de corte Cosmopolita.

Antonio Martínez Peña da cuenta de la existencia de 13 casas comerciales

de origen extranjero dentro del puerto de Mazatlán, esto en el año de 1845. De

estas 13 casas comerciales: 6 eran de origen hanseático o prusiano, 3 eran

francesas, 2 españolas, 1 Norteamericana y otra más compartía capitales Ingleses

y filipinos.60 Algunas de las familias más poderosas en la historia de Mazatlán, se

encontraban dentro de estas casas comerciales o por lo menos sus nombres

figuraban en sus nombres. Por un lado aparece el apellido Echeguren, familia que

controlaría gran parte de los movimientos comerciales del puerto; por otro lado

aparece la familia Haas que con el paso del tiempo no solo incurriría en las

actividades estratégicas del puerto de Mazatlán como lo serian el turismo y la

pesca a mediados del siglo XX, sino que además, algunos de sus miembros serian

parte importante de la vida cultural del puerto.

Tabla 1. Principales casas comerciales extranjeras en Mazatlán

Nombre Casa Comercial Origen Haas-Denghausen y Cía. Prusia-Oldemburgo

Gaucheron y Patte Francia Kunhardt y Edward Lübeck - Holstein J.R. Möller y Cía. Prusia

Uhde-Pini Hamburgo Rucker-Rienseh y Cía Prusia

Parrot y Cía Francia Pedro Fort Francia

Isidoro de la Torre Jecker y Cía España-Suiza Redonet-Echegurem Francia-España

Mott-Talbot EUA Machado Yeoward y Cía Filipinas-Inglaterra

Copmann-Lomer Blankenese-Lübeck Fuente: Luis Antonio Martínez Peña, Historia de la vocación comercial, en op.cit., 2000

60 Martínez Peña, Luis Antonio, Historia del comercio en Mazatlán, 1821-1876, Tesis de Maestría, UAS, Sinaloa, 1991.

43

1.2.2. La economía mazatleca durante el porfiriano: el sueño industrial de

Mazatlán.

Los comerciantes extranjeros comenzaban a ser los principales actores de

la vida social y económica de Mazatlán, la interacción que estos tenían entre sí,

les hacía parecer un Cartel. El control sobre la distribución y más adelante sobre la

producción manufacturera, los llevaron a convertirse en una especie de estructura

monopolística con poder total sobre el mercado regional, el alto costo de las

mercancías que existían en el puerto era una característica irrefutable de esta

situación. Es verdad que existía un incipiente marco institucional, inclusive podría

decirse que existía un marco jurídico que veía por una mejor situación del puerto,

pero esto de poco importaba ante la casi predadora actitud de los comerciantes.

Analizando el material estadístico existente habrá que remitirse

necesariamente a diferentes autores que han presentado cifras para años y

actividades en específico. En primer lugar, encontramos los datos proporcionados

para el año de 1956, mismo en el que monto el total de las importaciones dentro

del puerto de Mazatlán fueron de aproximadamente $1,190,000 pesos61, mientras

que las exportaciones ascendieron a $1,240,000 pesos62.

Como podemos observar en la tabla proporcionada por Martínez Peña, para

los años entre el 1938 y 1956 el nivel de importaciones no había variado de

manera significativa y se mantenía constante, para el caso de las exportaciones

no se tienen datos, pero se puede deducir que este variaba de manera

considerable dependiendo de la productividad de la actividad minería, esto

tomando en cuenta que eran el oro y la plata las principales mercancías que salían

a través de este puerto.

Otro de los datos estadísticos que se tienen son los proporcionados por

Eustaquio Buelna, quien da cuenta de que en el año fiscal de 1873-1874, el monto

61 López Cámara, Francisco, La estructura económica y social de México en la época de la Reforma, COLMEX, México, pp.153-154 62 Román Alarcón, op.cit., 1993, pp.23

44

de las importaciones era de $2,604,682 pesos,63 mientras que las exportaciones

sumaban la cantidad de $3,271,891 pesos. Se observa pues, que en cuestiones

monetarias, el nivel de transacciones de exportación seguía siendo mayor que las

de importación. Sin embargo, ambas seguían creciendo de manera sostenida, por

lo menos en comparación con las cifras de 1856 que se presentan como el

principal referente.

Sin embargo, más allá del movimiento comercial en cifras, cabe destacar

las características que este comercio presentaba y las implicaciones económicas y

sociales que pudo llegar a tener. Mucho se ha dicho sobre el carácter cosmopolita

que la ciudad de Mazatlán había adquirido desde sus inicios de mano de los

comerciantes extranjeros, tal pluriculturalidad le había valido motes como la

babilonia del pacífico, esto por la cantidad diversa de lenguas que se podían

escuchar en sus calles.

La actividad comercial del puerto no disminuyo, su relación con diversos

países y culturas cada vez se ensanchaba más. Para los años anteriores al

porfiriato, mismos que toca este apartado, encontramos que Mazatlán no se

encontraba solo con la influencia de países como Alemania, Inglaterra, Francia,

España, sino que además de esto mantenía relaciones comerciales importantes

con Estados Unidos, China, Suiza, Bélgica, Holanda e inclusive con países

sudamericanos como Ecuador, Chile y Perú. Sí a esto sumamos que la llegada de

mercancías extranjeras atraía a comerciantes de distintas localidades como

Guadalajara, Chihuahua, Durango, Culiacán en especies de ferias comerciales,

los pobladores de Mazatlán se encontraban influenciados de manera importante

por todas estas culturas que en mayor o menor medida confluían en el mismo

espacio, compartiendo relaciones comerciales y personales.

Queda claro que eran los metales preciosos la principal mercancía con la

que se comerciaba en Mazatlán, el mercado que la plata mexicana tenia en el

extranjero y la fuerte producción que seguían teniendo de los reales de minas de

Concordia, Rosario y San Ignacio principalmente, fueron en gran medida las 63 Buelna, Eustaquio, op.cit. 1978, p.69

45

razones para que esta situación se presentara desde principios de la vida

económica del puerto. Sin embargo, con el paso de los años la diversificación

tanto de productos importados como de los exportados fue una realidad. En

relación con los productos que buscaban un mercado en el extranjero

encontramos que estos en su mayoría eran productos primarios como el palo de

Brasil, cueros, perlas y no mucho más. Sin embargo, en el ramo de las

importaciones la oferta de mercancías era cada vez más variada.

El aumento de la población Mazatleca y la concurrencia de mercaderes

regionales en el puerto, necesitaba cada vez mercancías más elaboradas,

inclusive se puede decir que existía una importante demanda de mercancías

suntuarias, al que no tenia acceso el grueso de la población, pero que

encontraban un nicho de mercado importante en las clases altas del puerto

conformadas en su mayoría por los mismos comerciantes o por empresarios

mineros radicados en el puerto tras su despegue económico. Artículos como la

Seda, corbatas y guantes, champaña, coñac, vino tinto, aceite de oliva, quesos

finos, especias y perfumes, se volvieron una constante en los muelles del puerto.

Es verdad, la totalidad de estos productos no era para satisfacer una demanda

local y por otro lado el grueso de las importaciones se veía en productos como

raso, cerveza, aguardiente, vinagre, pero es imposible negar que muchas de las

importaciones suntuarias se hacían en función de la demanda de la población

pudiente de Mazatlán.

El periodo del porfiriato, en Sinaloa mejor conocido como Cañedismo y que

se extiende desde 1877 a 1910, debe entenderse como el periodo de tiempo en el

cual gran parte del territorio Mexicano – incluyendo Sinaloa – experimentan una

modernización económica que cambia de manera radical las relaciones

productivas, tanto al interior como al exterior del país. El transporte marítimo y

ferroviario, el tendido de líneas de comunicación modernas, el acondicionamiento

de diversos puertos para la actividad comercial, el peso cada vez mayor que

adquirió la industria de la transformación, son solo algunos de los síntomas más

visibles de este proceso de reordenamiento económico vivido en el periodo.

46

Es verdad que gran parte de estas modificaciones se debieron a políticas

específicas que el gobierno mexicano, así como los gobiernos regionales aplicaron

con el fin de modernizar las economías, la mano rectora de los Estados Unidos

como una de las nuevas potencias económicas era visible. El comercio exterior

que a partir del triunfo de la revolución de independencia se había llevado a cabo

de manera principal con Europa, era sustituido por relaciones comerciales con el

país del norte, el desarrollo de una industria ferroviaria con una mayoría de

inversiones estadounidenses y la aparición de San Francisco como principal

puerto comercial del pacífico americano desempeñaron un papel importante en el

cambio de socios comerciales. Sin embargo, las inversiones Yanqui no se

resumían a desarrollar una infraestructura de transportes que beneficiara sus

intereses, grandes capitales entraban a distintas regiones dentro de las

actividades clave para el desarrollo de la economía mexicana, petróleo,

manufacturas, agroindustria, solo por mencionar algunas.

Mazatlán, se encontraba en poder de los comerciantes extranjeros. El

cohesionado grupo que estos habían conformado en medio siglo de existencia del

puerto, dictaba los vaivenes no solo de la economía local, sino de gran parte de la

dinámica regional. Las dos décadas previas al porfiriato se habían caracterizado

por una de las muestras más importantes del poder de este grupo empresarial.

Ante la ausencia de una banca establecida se habían convertido en los principales

prestamistas del gobierno local, que a su vez correspondía con exención de

impuestos, concesiones de tierras.64 Un buen ejemplo de esta situación, es el

préstamo por $8,000 pesos que en 1857 la casa comercial J.B. Jecker y

Compañía, otorgaron al municipio, mismo que se pagaría con impuestos

producidos por la importación de harina.65

La década de 1870 cerraba con 34 casas comerciales de las cuales 15 eran

de importancia. Los alemanes que 20 años atrás se habían posicionado como el

64 Los préstamos también se hacían al ejército para el financiamiento de levantamientos o movilizaciones de la tropa. Mucho del grueso de estos préstamos se realizaban a particulares, con esto encontramos que los comerciantes además de amasar fuentes cantidades de dinero a través del tráfico marítimo de mercancías, hacían la función de usureros o prestamistas de la sociedad mazatleca en general. 65 Martínez Peña, Luis Antonio, op.cit., 1991

47

grupo comercial más importante del puerto, habían dejado este papel a los

comerciantes de nacionalidad española, que se convertían previo al porfiriato en el

grupo predominante dentro del flujo comercial mazatleco. No era que el grupo

Alemán desapareciera del todo, la situación obedecía al desarrollo importante que

los españoles habían tomado a partir de la segunda mitad del siglo XIX, las

relaciones que este grupo estableció con las clases dominantes de la región le

permitió de manera pronta posicionarse como los principales actores de la

economía mazatleca. Este protagonismo se constata con los niveles de capital

que constituían estas casas comerciales, mientras que las alemanas en conjunto

contaban con 1,190,000 pesos, las españolas las superaban con un capital total

de 1,770,000.66

La estructura de la actividad comercial presentaba cambios poco

significativos, sin embargo, la estructura económica del puerto de Mazatlán

comenzaba a modificarse de manera importante. El desarrollo económico que el

puerto había tenido durante poco más de 50 años de existencia, había generado

la aparición de una clase empresarial que pronto se vio en la necesidad de

diversificar sus capitales llevándolos desde el comercio hasta el sector productivo.

Sí esto sumamos que el aumento de la población trajo necesidades tanto de

bienes de consumo como de empleos la situación se antojaba lógica, el impulso

de una actividad secundaria era parte de la respuesta que el sector empresaria

daría a sus propias necesidades. Tres fueron los rubros a partir de los cuales

comenzó la diversificación y la traslación de los capitales dentro de la economía

Mazatleca en el último cuarto del siglo XIX: Minería, Agricultura e Industria, siendo

esta última la más importante.

La agricultura en el puerto de Mazatlán no alcanzaría los niveles de

actividad pivote dentro de su dinámica económica, sin embargo, en este mismo

periodo de tiempo mostró indicios de una vida medianamente activa. Al igual que

en la mayoría de las actividades económicas, las casas comerciales mazatlecas

se convirtieron en los principales inversionistas de esta actividad, del mismo modo, 66 Román Alarcón, Arturo, “El comercio en Mazatlán”, en Arturo Carrillo Rojas Historia de Mazatlán, DIFOCUR, Culiacán, pp.159

48

al igual que en la minería el campo de influencia de los comerciantes Mazatlecos

seria mucho mayor al de la zona sur de Sinaloa, llegando a estados tan remotos

como Oaxaca y Veracruz.67

La actividad minera en el estado de Sinaloa, durante tercer cuarto del siglo

XIX había entrado en un proceso de tecnificación que pretendía hacerla más

eficiente de lo que hasta ese momento era. Este proceso de tecnificación se

presentó de manera simultánea en don diferentes vertientes: por un lado la

implementación de la fuerza hidráulica dentro de las tareas de extracción

aumentaron el potencial del empleo de la fuerza animal y humana por otro lado los

procesos de explotación y tratamiento de los metales comenzó a hacerse de

manera diferente a fin de que existiera mayor productividad.68

La actividad minera dentro del puerto de Mazatlán era demasiado limitada,

dentro del periodo se tiene registro de una sola mina que comenzó sus actividades

en el año de 1900. Sin embargo, la relación que el puerto de Mazatlán tenía con la

actividad iba más allá de tener o no minas activas dentro de su territorio. Como lo

mencionamos en un principio la necesidad de los centros mineros de exportar sus

productos de una manera más rápida, acelero la aparición y el crecimiento del

puerto de Mazatlán. Una vez que la actividad comercial llegó a un nivel de

crecimiento en el cual se podría pensar en diversificar la economía, la actividad

minera se presentó como la opción principal. Numerosos fueron los comerciantes

Mazatlecos que incursionaron dentro de la actividad, extendiendo sus inversiones

en un radio de influencia que llego hasta minas del estado de Durango, estos

comerciantes se convirtieron no solo en los principales exportadores de minerales

dentro del sur de Sinaloa sino además en unos de los principales productores.

A través de las casas comerciales instaladas en el puerto de Mazatlán, los

capitalistas mazatlecos comenzaron a realizar inversiones dentro de la actividad

minera. La casa comercial “Francisco Echeguren y Cía.” Fue la que más

67 Roman Alarcon, op.cit., 1993. 68 Rodríguez Benítez, Rigoberto, El cambio tecnológico en la minería sinaloense en el porfiriato, Tesis de Maestria, UAS, Culiacán, 1991.

49

injerencia tuvo dentro de la minería, con una inversión de $60,000 pesos, participo

dentro de 5 compañías mineras, cuatro de ellas en Concordia y una más en el

mineral del Rosario. Dentro de la región de Concordia encontramos casas

comerciales con inversiones superiores a la antes mencionada que sin embargo,

no participaron de tantas sociedades; la casa comercial “Hernández, Medina y

Cia” con una inversión de $100,000 pesos, en una mina de Panuca y la casa

comercial “Wohlerm Barting y Sucesores” con una inversión de $150,000, en la

zona de Cópala.

Para la región de Rosario encontramos inversiones importantes aunque

menores en comparación con la región de Concordia. “Melchers Sucesores” fue

sin dudas la casa comercial más importante que durante el periodo tuvo

inversiones en las minas del Rosario, siendo la mayor la hecha en “Minas el Tajo,

S.A.” por un total de $120,960 pesos. Cósala, con inversiones por más de

$300,000; Sinaloa con una inversión de $200.000 y Fominil, Durango con una

pequeña participación de $1,000, fueron las regiones mineras a través de las

cuales las casas comerciales Mazatlán pudieron diversificar sus inversiones. Por

ultimo cabe destacar que la participación de los comerciantes mazatlecos dentro

de la actividad minera no afecto solo la región sur del estado de Sinaloa, sino que

además propicio un importante desarrollo de la actividad en todo el estado.

Tabla 2. Principales Inversiones Mineras de Comerciantes Mazatlecos durante el

porfiriato

Nombre Casa Comercial Empresa Ubicación Capital Herederos de Pedro Echeguren y Cía. Guadalupe Los Reyes Cósala $300,000

Hernández, Mendía y Cía. Cía. Minera de Panuco Concordia $100,000 Melchers Sucesores Minas del Tajo S.A. El Rosario $120,960 Melchers Sucesores La Pirámide Sinaloa $200,000 Melchers Sucesores Sta. Gertrudis S.A. El Rosario $50,000

Wohler, Bartning y Sucesores Butters Copala, Mines Inc. Concordia $150,000 Wohler, Bartning y Sucesores Plomosas El Rosario $50,000

Guillermo Haas y Cía. Cía. Minera Iguanas y anexas Cósala $50,000 Fuente: Arturo Román Alarcón, op.cit, 2006

50

Por último, encontramos la industria, que fue la actividad que quizá cambio

de manera más radical la dirección económica del puerto de Mazatlán. No

podemos decir que previo al porfiriato no existían actividades dedicadas a la

transformación, lo que sí cabe destacar es que a partir de este periodo estas

actividades que hasta el momento eran de corte artesanal sufrieron una

modernización que las convirtió en un motor importante para la economía del

estado, en especial la región sur que durante la segunda mitad del siglo XIX

albergo a más del 90% de la producción industrial.

Diversa fue la industria de la transformación que se desarrolló dentro del

puerto de Mazatlán, desde industrias textiles hasta industrias dedicadas a

actividades de metal mecánico que producían la maquinaria de vapor necesaria

para la producción local. De igual forma, diversos fueron los comerciantes

extranjeros que participaron con inversiones dentro de alguna de las muchas

industrias que se establecieron en la población y fuera de ella. Esta participación

fue desde una mínima inversión hasta el pleno control de las empresas.69

La aparición de la industria en Mazatlán se debió a diversos factores. En

primer lugar, tenemos que el aumento de las actividades agrícolas y mineras

produjo un excedente de capital que permitió un nivel de inversión mayor dentro

de la actividad industrial. Como fenómeno derivado de lo anterior encontramos

que se da una expansión del mercado interno, así como un crecimiento

demográfico que precisaba bienes de consumo que más tarde cubriría de manera

parcial la producción industrial del puerto, si a esto sumamos una política publica

que pugnaba por la exención de impuestos como estrategia para incentivar las

inversiones productivas, la situación era idónea para el desarrollo de una industria

más profesionalizada.

Sin embargo, uno de los principales motivos que propicio el desarrollo de la

industria dentro de la región fue la innovación tecnológica que significó la

introducción de la máquina de vapor dentro de los diferentes procesos de

producción. La aparición de fundiciones en Mazatlán que satisfacían la demanda 69 Román Alarcón, op.cit., 2000

51

de maquinaria de vapor fue un punto clave en el abaratamiento de costes de

producción y por ende de la aparición de nuevas y más eficientes industrias. El

tipo de industria que se desarrolló en el puerto de Mazatlán se enfocaba en la

producción de diferentes bienes, de esta forma, podemos encontrar industrias

dedicadas a la producción de cigarros, cerveza, zapatos, textiles, velas, cerillos,

jabón, chocolate, fundiciones.70

1.2.3. Economía Mazatleca primera mitad del siglo XX: Crisis en el modelo Minero

– Comercial.

El inicio del siglo XX presentó un puerto de Mazatlán, consolidado como

una de las economías fuertes del noroeste mexicano. Un tejido productivo que

había logrado diversificar sus inversiones era capaz de abarcar un periodo más

amplio de actividades aligerando la carga del sistema comercial a través del apoyo

de una serie de pequeñas industrias. Para el año de 1910, eran 13 las casas

comerciales que controlaban el puerto. De capitales españoles, como la mayoría

de las casas comerciales mazatlecas, la compañía “Herederos de Pedro

Echeguren y Cía.” se posicionaba como una de las más importantes.71 Por el lado

de la industria encontramos que para 1910 una de las empresas más importantes

es “Cervecería del Pacífico S.A.” con una inversión total de 300 mil pesos.72

Hasta 1909 el puerto de Mazatlán había mostrado una estabilidad y

crecimiento económico sostenido, sin embargo, el estallido de la revolución

mexicana, así como la llegada del tren sud-pacifico significaron grandes

problemas para la economía porteña. El movimiento revolucionario afecto de

manera importante dos de las actividades principales del puerto de Mazatlán. Por

un lado encontramos que la minería del sur del estado, de la cual eran accionistas

diversos industriales mazatlecos, se vio afectada por el clima de inseguridad que

70 Carrillo Rojas, Arturo, Los caballos de vapor. El imperio de las maquinas durante el cañedismo, COBAES, Culiacán, 1998 71 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2000, pp. 23-29 72 Carrillo Rojas, Arturo, op.cit., 1998.

52

reino durante los primeros años del conflicto. Centros mineros como Rosario,

Panuco y Cósala, sufrieron diferentes abusos por parte de los grupos

revolucionarios. Estos abusos iban desde asaltos a las tiendas de raya, hasta la

toma de control de las minas a fin de poder financiar la lucha.

Otra actividad mazatleca que resulto dañada fue la industria. El puerto de

Mazatlán se había convertido a principios del siglo anterior en la principal ciudad

industrial de Sinaloa. Su desarrollo comercial, permitió a muchos de los

industriales obtener insumos del extranjero a un menor costo. Esta ventaja que

geográfica que tenia la industria del puerto sobre el resto de los centros

económicos de la región, fue el mismo que origino su crisis durante los primeros

años de revolución. La falta de insumos, la paralización parcial de los medios de

comunicación, así como problemas de huelgas hicieron que la recién establecida

industria mazatleca tuviera una disminución importante en sus actividades.

El puerto de Mazatlán que agrupaba a la mayoría de los bancos

establecidos en Sinaloa, presento una importante fuga de capitales. Él cierra de

tres de los cinco bancos que operaban en el puerto afecto de manera importante

otros sectores como la industria y el comercio que dependían de los créditos

otorgados por las instituciones golondrinas. El clima de inseguridad que ocasiono

la fuga de capitales bancarios trajo como consecuencia la fuga de diversos

empresarios entre los que destacan las familias: Díaz de León, Careaga, Unger.

Cabe destacar que este reacomodo de las actividades financieras propició la

aparición de diversos prestamistas dentro del sistema financiero mazatleco. Para

efectos de la actividad pesquera llama la atención que para el año de 1925

miembros de la familia Rico y de la Castello se posicionaban como algunos de los

prestamistas más importantes. Ambas familias serian importantes armadores de la

pesca de camarón.73

Mención aparte merece la relación existente entre el comercio marítimo del

puerto de Mazatlán y la llegada del ferrocarril. En el año de 1909 cuando sud-

73 Aguilar Aguilar, Gustavo, Banca y desarrollo regional en Sinaloa, 1910-1994, UAS/DIFOCUR/Plaza y Valdes, México, 2001, pp. 115-122; Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 107-108

53

pacifico arriba al puerto sinaloense, el comercio marítimo sufre una caída

considerable ya que hasta ese momento no había presentado competencia y el

sistema ferroviario se presentaba como una opción más para las casas

comerciales. Sin embargo, el estallido de la revolución y los constantes problemas

del sistema ferroviario con los revolucionarios del norte, activaron de manera

temporal el comercio y pasaje marítimo. Sin embargo, el comercio marítimo no

podría con el tren y pasada la revolución, el comercio por mar fue mermando de

manera paulatina.

El estallido de la revolución y los problemas que la economía mazatleca

presentó con este, vino a poner de manifiesto la importancia del puerto dentro de

la económica sinaloense. Como la principal entidad industrial, financiera y

comercial, el puerto de Mazatlán era un punto clave dentro de la dinámica

regional, por lo que su estado económico significaba un punto articulador de una

serie de pequeñas económicas alrededor de esta. Sin embargo, los problemas

que se presentaron con el estallido del conflicto armado, fueron superados

rápidamente y el puerto de Mazatlán entró en un periodo de recuperación

económica. Esta recuperación se dio en todas las aéreas mencionadas y partía

sobre la misma base económica con que contaba el puerto en 1910. De esta

forma, encontramos que Mazatlán siguió siendo la principal localidad industrial,

comercial y financiera del estado de Sinaloa.

En el plano industrial encontramos que el puerto de Mazatlán siguió

aglomerando el grueso de la actividad con un 44% de la industria el puerto perdió

pocas empresas con el movimiento revolucionario, por el contrario, se abrieron

nuevas empresas haciendo más grande el complejo industrial mazatleco.

Empresas como Cervecería Díaz de León S.A. (1921), Compañía Jabonera San

Vicente (1922) fabrica de cigarros La Conquistadora (1910) lograron un aumento

en los niveles de empleo e inclusive en la competencia de las empresas que ya se

encontraban en el puerto. 74

74 Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 124

54

Pasada el conflicto armado, el desarrollo comercial entró en un proceso de

restructuración, ocasionado de manera principal por la llegada del tren al puerto de

Mazatlán, este nuevo orden obligaba a los comerciantes a buscar nuevas

estrategias que le permitieran seguir explotando de manera constante su posición

geográfica dentro del océano Pacifico. De esta forma, tenemos que Mazatlán se

convierte en un puerto principalmente importador aun y cuando sigue siendo la

salida natural de mercancías de los estados norteños como Durango, Coahuila y

Chihuahua. El comercio del puerto de Mazatlán siguió siendo controlado por las

casas comerciales extranjeras. Aun y cuando muchas de estas comerciales

escaparon del país con el conflicto armado, los principales capitales comerciales

en Mazatlán seguían siendo de procedencia alemana y española. Román Alarcón,

señala que durante el periodo de post-guerra se hicieron presentes en el mercado

mazatleco, inversionistas de origen chino y norteamericano dando una perspectiva

diferente de la manera de llevar a cabo las negociaciones.75

A partir de la década de 1920, tras el término de conflicto revolucionario, la

economía mazatleca comienza un proceso de modificaciones, mismo que llevaría

a un cambio en el modelo productivo a partir de 1950. En primer lugar, la

economía mazatleca tuvo un repunte que duro hasta mediados de la década de

1920. El resurgimiento de la actividad minera en la región sur del estado de

Sinaloa tuvo un efecto positivo sobre el resto de las actividades económicas. El

repunte que la actividad minera tuvo a partir de 1915, fue producto de un alza de

precios de la plata en el mundo; esto sumado a una producción sostenida, dio

como consecuencia una reproducción a gran escala de las inversiones en minería

dentro de Mazatlán y de todo el estado de Sinaloa.76

Durante los años de 1914 a 1926 la inversión en minería, dentro de minas

mazatlecas fue de $184,000 pesos. La mayor de estas inversiones fue por un

monto de $100,000 pesos, realizada en la empresa El Tigre S.A., esta empresa

fue una de las cinco empresas mineras asentadas en Mazatlán, que contaron con

75 Román Alarcón, op.cit., 2006, pp. 128 76 Hoover, Theodore, Economía minera, Fondo de Cultura Económica, México, 1946.

55

capital estadunidense; dentro del municipio existieron inversiones de empresarios

Japoneses como fue el caso de la compañía minera Shimizu Hermanos S.A. 77

Las actividades industriales que se vieron afectadas por la Revolución

Mexicana, tuvieron un periodo de crecimiento en la primera mitad de la década de

1920. En primer lugar, encontramos la actividad industrial; esta actividad continúo

su crecimiento dentro del Puerto de Mazatlán, si bien no presentaba una actividad

homogénea, las inversiones realizadas a partir de 1920 vinieron a confirmar a la

ciudad como la más importante en cuanto a industria, en el estado. Las empresas

mazatlecas con más capital, constituidas después de 1920 fueron: empresa textil

Celedonio Corvera y Cía., con un capital de $300,000 pesos: la empresa de

bebidas alcohólicas Cervecerías del Pacífico S.A., con un capital de $500,000

pesos; y la empresa de combustibles Cía. Mexicana de Petróleos S.A., con un

capital de $1,000,000 pesos.78 Por el lado de la actividad comercial, esta se ve

afectada por la puesta en marcha de diversos trenes que fueron alejados de sus

actividades comerciales durante la revolución.

La década de 1930, marcada por la gran depresión de 1929, sentó las

bases del cambio en la dinámica económica del puerto de Mazatlán. La actividad

minera que había presentado una baja importante después de la segunda mitad

de la década de 1920, no logro recobrar los niveles de producción obtenidos

previos a la gran depresión. De esta forma, la actividad minera dejaba de tener el

papel de articulador de la economía regional, disminuyendo su influencia

solamente a los centros mineros.

Otras actividades económicas como la agricultura y la industria, no tuvieron

un mejor desarrollo en la década de 1930. La agricultura, que nunca había sido un

referente de la economía mazatleca, tuvo severos problemas con la

implementación de la Reforma Agraria. La aparición de ejidos así como el clima de

violencia que trajo consigo la repartición de tierras, hicieron aun más ineficiente la

actividad agrícola mazatleca. Por el lado de la industria encontramos que la falta

77 Román Alarcón, Arturo, op.cit, 2006, p.113-115 78 Román Alarcón, Arturo, op.cit, 2006, p.125-126

56

de articulación entre los empresarios que conformaban esta actividad, no permitió

que se aplicaran estrategias comunes para el desarrollo de la industria; una

competencia voraz, así como un sistema minero en crisis terminó por frenar el

incipiente desarrollo industrial del puerto mazatleco.

La actividad comercial, que había sido parte fundamental de la dinámica

económica mazatleca, se encontraba en un proceso de cambio que la llevaría a

perder el protagonismo económico que había tenido. Pese a la aparición de

puertos como Topolobampo, Mazatlán nunca dejo de ser el principal puerto

comercial del estado de Sinaloa, sin embargo, la llegada del tren sud pacífico, la

crisis de la actividad minera y la reducción en la actividad industrial, vinieron a

mermar de manera importante las actividades comerciales. Las casas

comerciales, que tradicionalmente habían controlado el comercio de la región

centro de Sinaloa y la región norte de Nayarit, vieron disminuidos sus campos de

acción, generando así, una pequeña crisis dentro de la actividad.

Por último, la década de 1930 significó la aparición de la pesca de camarón

y en menor medida de las actividades turísticas. La crisis en el modelo minero-

comercial, obligaron la diversificación de la economía sobre la base de sus

ventajas comparativas. Por el lado del turismo, el puerto de Mazatlán obtuvo

promoción a nivel federal, aun y cuando su infraestructura hotelera no presento un

nivel optimo de desarrollo, la aparición de empresas conexas fue una de las

principales características de la década de 1930. Como se verá en el siguiente

apartado, la actividad camaronera comenzó un desarrollo que lo convertiría en la

principal actividad del puerto de Mazatlán durante los siguientes 50 años.

1.2.4. Antecedentes de la pesca de camarón en Mazatlán: Entre escualos

japoneses.

La década de 1950 significó para el puerto de Mazatlán un cambio

significativo en su dinámica económica y social. La crisis que sufrió el sistema

minero – mercantil sobre el cual había basado su desarrollo económico, desde su

57

aparición en 1823; obligo a los inversionistas locales a buscar nuevas alternativas

sobre las cuales sustentar el desarrollo del puerto. La pesca del camarón y el

turismo fueron las actividades a través de las cuales se impulsó el resto de la

economía local regional.

Enfocados de manera principal en la pesca, encontramos que esta actividad

se había realizado de manera constante en el puerto a través de los años, si bien,

es verdad que se hace de manera extensiva a partir de la década de 1940, sus

antecedentes datan desde la época prehispánica cuando los indígenas de la

región, a través de un sistema de Tapos79 aprovechaban las entradas al mar y el

movimiento de las mareas para atrapar crustáceos y peces. Durante la época

colonial y hasta principios del siglo XX la actividad pesquera desarrollada en el

puerto de Mazatlán se caracterizó por ser una actividad de autoconsumo o en su

defecto destinada a cubrir la demanda local de productos marinos en

determinadas épocas del año. Los cambios realmente significativos se comienzan

a dar a principios del siglo XX cuando parte de esta producción se comercializa a

mercados diferentes del local. El arribo de las rutas ferroviarias así como la

inserción de Mazatlán dentro de los circuitos comerciales marinos, permitió esta

comercialización demostrando la potencialidad y la calidad del producto a

mercados externos. Esta situación se vio favorecida años más tarde por la

aparición de leyes que fomentaban la explotación de los recursos marinos, así

como por la participación de pesqueros japoneses que dotaron a la industria de

nuevas tecnologías.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente no es hasta la década de

1940, cuando la pesca comienza a tener un papel fundamental dentro de la

dinámica económica de Mazatlán. La pesca del tiburón, fue la primera actividad

que se desarrolló de manera importante dentro del puerto y de cierta forma se

convirtió en el punto de partida para el crecimiento de la pesca del camarón. A

mediados de los años treinta la pesca del tiburón comenzó a ser de importancia,

79 El sistema de Tapos consiste en la instalación de trampas o redes que imposibilitan la salida del camarón de estero a alta mar. Si bien, este tipo de pesca es considerada dentro del tipo artesanal, causaría muchos daños a la actividad provocando baja productividad durante toda la década de 1950.

58

esto debido al aumento en la demanda de Vitamina “A” utilizada como

complemento alimenticio y para el saneamiento de heridas; esta vitamina se

encontraba en el aceite de hígado de estos escualos. Así pues, durante la década

de los treinta, la fuerte demanda de esta sustancia por los Estados Unidos, hizo

posible el surgimiento de la pesca de los escualos en el Noroeste de México, de la

cual el puerto de Mazatlán tuvo una participación relevante.80

Tabla 3. Principales Empresas Tiburoneros de Mazatlán, 1941 - 1946.81

Empresa Año Capital Socios

Expl. Mariscos-Pesq. Salmán 1941 $ 25,000 Alfonso Salmán e hijo

Pesca, S. R. L. 1941 $ 7,500 R. González y R. Granja

Tiburonera de Sinaloa, S. R. L. 1941 $ 5,000 Ángel Armienta, J. Delgado

Cía. Mexicana Empacadora, S.A 1942 $ 25,000 Adolfo Vera Estañol, V.Galindo

Pesquera Aguirre, S. A. 1943 $ 15,000 Ramón Aguirre y A. Mondragón

Pesquera Farriols, S. R. L. 1943 $ 50,000 M. Farriols, T. de Rueda, etc.

Pesquera del Noroeste, S. A. 1944 $ 30,000 L. Arzac, J. Alcalde, Coppel

Pesquera Trafalgar, S. R. L. 1944 $ 10,000 Pastor Cruz y Martín Patrón

Voz y Martínez Cía. Pesq. 1945 $ 18,000 Eloy Voz y J. A. Martínez

Soc. Comercial Pesquera, S.R.L. 1945 $ 15,000 Martín Gavica y G. Trewarta

Productos Marinos 1946 $ 20,000 n. d.

Productos del Tiburón, S. A. 1946 $ 30,000 M. Thorton y Mauro Cárdenas Fuente: Arturo Román Alarcón, op.cit, 2006

Como podemos observar en la tabla 3, las inversiones que se hacían dentro

de la industria tiburonera eran bajas, en comparación a las que se realizaran más

adelante dentro de la industria camaronera. Un claro ejemplo de esto, es que

mientras las inversiones en la industria tiburonera no excedían los $50,00 pesos,

el costo de una embarcación dedicada a la pesca del camarón oscilaba entre los

$75,000 y $250,000 pesos, dependiendo de su tamaño.82 La causa de esta

situación radicaba en las técnicas de pesca para cada una de las especies,

mientras que la pesca del tiburón se realizaba través de anzuelo, la pesca del

80 Calvo Mendoza, Manuel, Contribución al estudio fisicoquímico de los aceites de hígados de pescado,

México, México, Secretaría de Industria y Comercio, 1962, p.12 81 Román Alarcón, Arturo, El surgimiento de la pesca comercial en Mazatlán. Empresas y empresarios 1940-

1960, Revista Sociales, Universidad Autónoma de Tamaulipas, México, 2008,. 82 Ibíd.

59

camarón necesitaba de naves más grandes dotadas de equipo de redes de

arrastre.

Como antecedentes del surgimiento de la pesca del camarón en alta mar

tenemos el año de 1921. Fue la primera vez que un norteamericano capturó

camarón en el Golfo de California mediante el sistema “trawl” -chinchorro

arrastrado por una embarcación de motor-, empresa que fracasó como actividad

lucrativa; y no sería hasta principios de la década de 1930 cuando pescadores de

esa nacionalidad volverían a intentarlo, para luego retirarse a fines de los años

cuarenta ante la competencia japonesa.83

Intensa fue esta lucha entre pescadores Japonés y Americanos, quienes

ante la falta de inversionistas de la región, aprovechaban la hasta entonces no

explotada riqueza del Golfo de California. En un primer momento, a través de la

Cía. Pescadora Pan Americana S.A. constituida en Guaymas Sonora en el año de

1931; los inversionistas americanos pudieron explotar el Ostión en el estero de los

Algodones y las Cruces, a través de una concesión otorgada por el presidente

Abelardo L. Rodríguez, a favor del señor E. L. Terrazas. Esta misma compañía en

1934 tuvo un contrato para la captura del camarón con un par de cooperativas

sonorenses. En este pacto entre la empresa norteamericana y las cooperativas de

Guaymas, consistió en que la compañía proveería las embarcaciones, redes y

dinero; a cambio, los pescadores venderían a un precio estipulado previamente

toda la producción capturada.84

Hacia el año de 1936, las compañías pesqueras Japonesas incursionaban

no solamente en la región de Sonora, sino al igual que la Cia. Pan Americana a

partir de 1938, lo hacen en Sinaloa. Con el pretexto de realizar investigaciones

acerca de la riqueza del noroeste del pacifico mexicano, los Japoneses

comenzaron a participar de manera activa dentro de pesca de camarón. Con una

clara ventaja tecnológica sobre la compañía americana, las compañías Japonesas

83 Olivieri, Aldo, La industria de la pesca y congeladoras del camarón en el <oroeste de México, Instituto Tecnológico de México, México, 1953, p.69 84 Román Alarcón, Rigoberto, op.cit., 2008

60

presentaban además, un plan integral a través del cual se daría capacitación y

empleo a los pescadores mexicanos con el fin de que pudieran desarrollar una

industria propia.

Como una promesa cumplida a medias, ya que no todos fueron contratados

y capacitados, muchos pescadores pertenecientes al movimiento cooperativista

firmaron contrato con compañías niponas. Puertos como Guaymas y

Topolobampo aventajaban de manera significativa a Mazatlán en cuanto al

desarrollo de la industria, sin embargo, la cooperativa Mazatlán85 comenzó

actividades en la industria del camarón a través de un contrato celebrado con la

Cía. Suisan Kaisha Maru86 en la temporada 1937-1938; a través del cual la

compañía le proporcionaba a la cooperativa tres naves a cambio de la compra de

todo el producto. Esta misma cooperativa lograría la compra de su primera nave

en el año de 1941.87

Otra cooperativa pesquera de Mazatlán que intentó capturar en alta mar,

fue la cooperativa Ignacio Allende (constituida en 1937), que en sus inicios solicitó

sin éxito un crédito al Banco Nacional de Obras y Fomento Industrial para la

compra de embarcaciones y artes de pesca; así como también una concesión

para pescar camarón en el estero del Infiernillo, petición que fue negada por el

gobierno federal, ya que dicho estero había sido declarado parque nacional.

Posteriormente le fue concesionado el estero de El Sábalo para esos propósitos.

De esta manera, se iniciaban las actividades de pesca de camarón en

Mazatlán, en conjunto con la pesca de otras especies como langosta, tiburón y

ostión. Sin embargo, el mercado en el mundo que el camarón había conseguido y

85 En el año de 1936 un grupo de 36 personas entre los que se encontraban, pescadores libres en un unión con un grupo de antiguos miembros de la Confederación Regional de Obreros Mexicanos, comienzan con la pesca de tiburón y langosta bajo la razón social de, Pescadores de Mazatlán; un par de años después se le otorgaría su primer registro como cooperativa. 86 La compañía Nipona, Suisan Kaisha Maru, estaba compuesta por una flotilla de barcos pesqueros de alta tecnología. Los barcos, Minatu Maru, Koki Maru y Meizi Maru; eran naves que presentaban las siguientes características: Motores Kobe, combustible diesel, casco de hierro y capacidad de 150 toneladas. Esta compañía, que debido a las rupturas diplomáticas ocurridas por l segunda guerra mundial interrumpió sus actividades 1940, era representada en el puerto de Mazatlán por los Hermanos Saito. 87 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlan”, El sol del Pacifico (ESP), 2 de enero de 1962, p. 1.

61

el avance tecnológico que los japoneses habían impulsado en los años treinta,

habían terminado por definir el camino económico que Mazatlán seguiría. La

década de 1940 se debe entender como un periodo de transición, en el cual la

industria camaronera daba sus primeros pasos. Se concentraba en torno a esta,

una serie de empresas que permitían un desarrollo más integral y la posibilidad de

competir con los grandes centros pesqueros. La aparición de astilleros,

congeladoras, ferreterías y una flota más desarrollada fueron las características de

la industria durante la década de 1940.

Es indudable que los empresarios japoneses sembraron la semilla de la

industria con su participación en las aguas del pacifico mexicano, sin embargo,

también es un hecho innegable que el desarrollo de las cooperativas de

pescadores desempeñaron un papel fundamental al momento de perpetuar este

primer empuje de las empresas japonesas. En el caso de la cooperativa,

Mazatlán; encontramos que en el año de 1941 adquirió tres embarcaciones: el

primero fue una compra que hizo a, pesquera Topolobampo, pesquera con la que

se tendría una relación estrecha durante toda la década de 1940, presidida por

Héctor Ferreira; dicha embarcación de nombre, Pescador I, seria pagada con

trabajo y producción, sin embargo, el barco se perdería en el mismo año. La

segunda embarcación, San José, se convertiría en el primer barco propio de la

cooperativa, construido en San Pedro (California), esta nave fue comprada gracias

a un préstamo realizado por la antes mencionada pesquera, la embarcación quedó

varada en ese mismo año. Por último, se hizo la compra del buque, Guaymas I,

esta embarcación fue construida en un astillero del puerto sonorense con un

crédito similar a los dos anteriores, préstamo de dinero a cambio de producción y

trabajo. Sin embargo, un par de años más tarde bajo le gerencia de José G.

Gutiérrez, la pesquera Topolobampo exigió la nave como forma de pago del

crédito que los pescadores de Mazatlán habían adquirido durante la gestión de

Héctor Ferreira.88

88 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlán”, El sol del Pacifico, 2 de enero de 1962, p. 1.

62

Los esfuerzos de los cooperativistas no fueron ajenos a los empresarios

locales, si bien es verdad, que estos se encontraban enfocados en la pesca del

tiburón, era la pesca del camarón la actividad que pintaba un futuro más

prometedor. Diversas eran las actividades relacionadas a la pesca que a partir de

la década de 1940 se comenzaron a desarrollar dentro del puerto. La constitución

de empresas accesorias a la pesca del camarón era prueba visible del desarrollo

de la actividad. Previo a 1944, la constitución de empresas accesorias a la pesca

del camarón fue casi nula, salvo la aparición de un taller naval propiedad de la

familia Rice y una empresa naval de la familia Rueda, no se presentaron

inversiones importantes. Sin embargo, en el año de 1944 se constituyen dos de

las empresas más grandes que la industria camaronera de Mazatlán, vería en sus

primeros 15 años de vida y que servirían como punta de lanza para el desarrollo

de la actividad.

En primer lugar, encontramos la empresa constituida bajo el nombre de,

Refrigeradora del Noroeste, esta empresa se presenta como la primera gran

inversión dentro de la industria pesquera de Mazatlán. Con un monto de inversión

de $1, 100,000 pesos, se convertía en la primera refrigeradora dentro del puerto

de Mazatlán, dando a los pescadores mazatlecos la posibilidad de disminuir sus

costos de producción y aumentar sus márgenes de utilidad al procesar de manera

local el producto, evitando con esto un viaje de descarga al puerto de

Topolobampo; los principales socios de esta empresa eran Jorge Tellaeche, Adán

Carreón, Jorge Alcalde.89 En este punto, cabe aclarar que la refrigeradora del

noroeste en un principio no estaba encaminada al procesamiento marino, sino

que, los principales productos que congelaba eran verduras, carne y en menor

medida pescado, esto debido a las inversiones que tenían sus socios.90

En segundo lugar, encontramos la empresa constituida bajo el nombre de,

Tomas de Rueda Jr S.A., con una inversión de $1, 000,000 pesos, el empresario

que le daba nombre a la empresa se convertía sin saberlo en el mayor

protagonista del desarrollo de la actividad camaronera dentro del puerto de 89 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2008 90 Sin autor, “La primera congeladora de mariscos”, ESP, 30 de enero de 1962, p. 3.

63

Mazatlán. Esta empresa que tenía como giro principal, la construcción de

embarcaciones para la pesca del camarón se convirtió a partir de 1944, en la

principal proveedora de naves para la actividad.91

Sin embargo, cabe hace una aclaración sobre la construcción de

embarcaciones camaroneras dentro del puerto de Mazatlán. El astillero de Tomas

de Rueda, fue sin duda el primer lugar en el que se construyeron barcos de

grandes dimensiones92, sin embargo, fue Ezequiel Luna con la construcción de

cinco botes camaroneros quien inicio esta actividad dentro del puerto de Mazatlán

en el año de 1943. Los barcos estaban destinados al aumento de la flotilla

productiva de la cooperativa, Pescadores de Mazatlán, estas embarcaciones que

llevaban bautizadas como: Topolobampo y la serie Pescador Numero 4, Numero

5, Numero 6, Numero 7 y Numero 8; eran botes camaroneros de 40 pies de eslora

y tenían un costo de $30,000 pesos cada uno.93

Hasta mediados de la década de 1940, la pesca del camarón era realizada

solamente por la, Cooperativa Pescadores de Mazatlán, que para la segunda

mitad de la misma década se encontraba de nuevo sin barcos propios a través de

los cuales realizar la actividad, viéndose obligados de nuevo a trabajar para la,

Pesquera Topolobampo, a bordo de embarcaciones como las: Reno I, Reno II y

Santa Barbará; todas propiedades de Bernardo Gonzales. Se hace mención de

esto debido a que al igual que Bernardo Gonzales, Arturo de Cima, ambos

oriundos de Mazatlán, tenían importantes inversiones dentro de la pesca del

camarón tanto en Guaymas como en el puerto de Topolobampo.

Ambos empresarios trasladarían sus capitales productivos al puerto de

Mazatlán en el año de 1950 cuando la actividad camaronera despega de manera

importante. Por lo que podemos deducir que en el fenómeno de desarrollo que

91 Román Alarcón, Arturo, op.cit., 2008 92 La características promedio de los barcos camaroneros y su equipo de pesca era la siguiente: 70 pies de eslora, 16 pies de manga, 7.5 pies de puntal, motor de 90 H.P., 4 tanques (diesel y agua), malacate en proa y 3 chinchorros de arrastre de 120 pies de boca; tenía un costo que oscilaba entre 75 mil a 250 mil pesos; (Quesada, 1952: 27 y 82; ANDSA, 1957: 46) 93 Sin autor, “Nace el cooperativismo pesquero con el grupo Pescadores de Mazatlán”, El sol del Pacifico, 2 de enero de 1962, p. 1.

64

sufrió la pesca del camarón en Mazatlán, no todos los empresarios y cooperativas

aportaron capitales o mano de obra en vías de especialización, sino que, como en

el caso de estos dos empresarios, aportaron las experiencias que estos habían

adquirido a través del contacto con sistemas productivos similares que habían

comenzado sus actividades con anterioridad como el caso de Guaymas y

Topolobampo.

Tabla 4. Inversiones de Bernardo Gonzales y Arturo de Cima 1950 a-1962

Empresario Empresa Año Giro Capital

Arturo de Cima

Cevallos y Cima S.A. 1950 Pesca $67,000 Coppel y Cima S.A. 1951 Pesca $20,000 Cima Hermanos S.A. 1953 Pesca $400,000 Inmuebles Cima S.A. 1956 Turística $150,000 Volvo Mazatlán S.A. 1960 Automotriz $50,000

Pesquera Astillero S.A. 1962 Pesca $290,000 Refrigeradora Mexicana S.A. 1962 Pesca $1,660,000

Bernardo Gonzales

Construcciones Navales de Mazatlán S.A.

1950 Pesca $20,000

Pesquera Lizárraga S.A. 1950 Pesca $5,000 Congeladora Unión S.A. 1951 Pesca 30,000

Hotelera Internacional S.A. 1956 Turística $200,000 FUENTE: Archivo del Registro Público de la Propiedad de Mazatlán (RPPMAZ), Sinaloa. 1950 –

1959

Existían pues todas las condiciones para el desarrollo de la industria

camaronera dentro del puerto de Mazatlán. Por un lado existían capitalistas

dispuestos a invertir no solo en la creación de una flotilla pesquera, sino en el

desarrollo de una serie de actividades conexas a la pesca del camarón; existía

una mano de obra que través de los años y del contacto con modelos pesqueros

extranjeros, había adquirido nivel importante de especialización en la pesca del

producto; si bien, es verdad que no existía un marco institucional y legal que

permitiera un desarrollo correcto de la pesca, existían una serie de relaciones

entre los capitalistas y los principales actores políticos que hacían posible la

parición de instituciones y políticas públicas en lo local que permitiría el

fortalecimiento de esta industria.

65

Como se mencionó al principio, la década de 1950, recibió a Mazatlán con

un cambio radical en su dinámica económica. La pesca del camarón había

terminado por madurar al final de la década de 1940, dejando de lado a la

actividad minera y comercial, había capturado la atención de inversionistas locales

que se volcaron de manera literal en la constitución de empresas pesqueras y

conexas, generando así una industria fuerte y con alto grado de cohesión. que sin

embargo presento problemas de organización entre sus actores desde un

principio.

Importante es aquí aclarar un punto, si bien la década de 1950, modifico de

manera sustancial la dinámica económica del puerto de Mazatlán, este cambio no

fue solamente encaminado a la pesca del camarón sino que además este mismo

desarrollo trajo consigo un desarrollo de otras actividades económicas. De esta

forma, encontramos que la actividad turística comienza a despegar a través de los

mismos inversionistas pesqueros y de los excedentes que la industria camaronera

arrojaba.

66

Capítulo 2. Pesca de camarón en Mazatlán 1950 – 1958: La Fiebre del Oro

Marino.

2.1. Pesca de camarón en alta mar 1950 – 1958.

2.1.1. El inicio de la industria camaronera en Mazatlán

Es indudable que la industria camaronera del puerto de Mazatlán, se

desarrolló por la combinación de una serie de factores tanto internos como

externos. Una de las causas principales que propició este crecimiento fue la mayor

demanda del crustáceo en el mercado norteamericano. Estadísticas

proporcionadas por el mismo gobierno estadunidense plantean que el consumo de

camarón mexicano en ese país aumentó un 1200% en un periodo de 21 años. Así

pues, mientras que en 1939 se exportaron ese mercado 3,018 toneladas de

camarón con un valor de $226, 000. 00, dólares y que representaban un 4% del

consumo local; para el año de 1950 el volumen de exportaciones ascendió a

36,524 toneladas un valor de $18, 447, 000. 00 dólares y que representaban un

25% del consumo local estadunidense.94

Este notable y paulatino aumentó en la demanda de camarón nacional no

tardó en calar profundo dentro de las ambiciones de los industriales pesqueros

mazatlecos que hasta 1950 se habían enfocado a la pesca de tiburón, la cual

había ido en picada debido a los mismos movimientos del mercado

estadunidense. Con apenas 5 embarcaciones en el año de 1949, el floreciente

grupo de empresarios del camarón, unidos a las también florecientes cooperativas

pesqueras, lograron una producción de 233,236 kg de crustáceo,95 de los cuales el

95% fue destinado para exportación al vecino país del norte. De esta manera,

tenemos que para el año de 1949, la producción camaronera de Mazatlán

destinada a la exportación era de apenas 0.60% del total de las exportaciones del

país96, mientras que puertos como Guaymas, Topolobampo, Salina Cruz, Ciudad

94 Sin autor, “El camarón de México desplaza al de los EE.UU”, ESP, 16 de mayo de 1951, p. 3. 95 Sin autor, “29 mil Tons. de camarón costaron $500 millones”, ESP, 07 de diciembre de 1958, p 3. 96 Blancarte, Sofía, Los recursos pesqueros en el desarrollo nacional. El caso del camarón en México, México, UNAM, pp. 65

67

del Carmen, Tampico, se posicionaban como los puertos camaroneros más

importantes de México.

Sin embargo, la producción camaronera aumentó de manera importante

con la aparición de nuevas inversiones, que a partir de 1950 llegaron de forma

masiva modificando de manera sustancial el tejido productivo local. Estas

inversiones, que se analizarán más adelante, alcanzaron para el periodo de 1950

a 1958, un aproximado de $41,000, 000. 00 de pesos. Dichas inversiones fueron

aprovechadas no solamente en la adquisición de barcos modernos a través de los

cuales se dio un aumento de la producción, sino que, además, se logró impulsar

todo una serie de empresas que también contribuyeron al incremento de la

productividad. Para el año de 1950 la flota camaronera del puerto estaba

compuesta por 40 embarcaciones, todas de capital privado y la mayoría adquiridas

en astilleros del extranjero, principalmente californianos, como los adquiridos por

la familia Cevallos y la familia Lupio en este mismo año.97 Al existir más medios de

producción, la cantidad de crustáceo capturado aumento de forma considerable

para el año de 1950 la cantidad aproximada de 1,535 toneladas.98

Los dos primeros años del desarrollo de la industria camaronera fueron de

una reestructuración total, la avalancha de inversiones relacionadas con la

actividad pesquera vería cosechados sus frutos a partir de 1951. Sin embargo, a

partir de ese mismo año también comenzarían una serie de obstáculos y

discordias entre los principales actores de la actividad que llevarían a la industria a

adoptar mecanismos de organización mucho más eficientes.

2.1.2. Estructuración de la actividad camaronera.

Para el año de 1951, la flota camaronera se encontraba constituida de 100

embarcaciones y los problemas de producción comenzaban a hacerse presentes.

Si bien es verdad que durante este periodo todas las partes involucradas

97 Cevallos, Sergio, “La primera congeladora de mariscos”, ESP, 30 de enero de 1962, p. 7 98 Op.cit. ESP, 07 de diciembre de 1958, p 3.

68

mantuvieron un espíritu de cooperación y lograron estabilizar y dar fuerza a una

actividad nueva en la localidad, no faltaron fricciones entre ellos, así como

presiones externas.

Dos fueron los principales fantasmas que atormentaron a esta industria a

inicios de su periodo de crecimiento. Por un lado se encontraba un profundo

desconocimiento de la actividad, misma que se realizaba sobre una base empírica

que no databa de más de 20 años. El otro de los problemas se presentaba en

relación con las políticas impuestas por diferentes instituciones que comenzaron a

ver en la actividad pesquera a un fuerte actor político y a un importante

contribuyente erario estatal.

La producción total de 1951 fue de 2,271 toneladas, de las cuales fueron

exportadas 1,100. Pese a esto, las voces de que existía una crisis en la industria

eran muchas y variadas. Dicho año inició con una sorpresa para armadores y

cooperativistas. El aumento de las exportaciones de crustáceo mexicano hacia

Estados Unidos había encendido focos rojos en los armadores de aquel país, por

lo que en el mes de enero de este mismo año hicieron una petición formal al

congreso estadunidense de imponer un impuesto ad-valoren de 15% sobre el

producto mexicano. Esta propuesta hecha por industriales camaroneros de los

estados americanos de Texas, Alabama, Mississippi, Louisiana y Florida se

recrudeció cuatro meses después, cuando el diputado demócrata Edwin E. Willis

instó al congreso norteamericano a gravar no con un 15% sino con un 35% al

crustáceo mexicano. Afortunadamente para la industria camaronera estos

gravámenes no se llevaron a cabo gracias a la pronta negociación de los

armadores mazatlecos con los industriales americanos.99 Esto sería solo una

primera llamada de atención de cómo las políticas externas podrían afectar a la

industria, un primer aviso para que se buscaran mecanismos cohesionar los

esfuerzos de los actores de la actividad.

99 Sin autor, “Serio prejuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p.3; Sin autor, Sin autor, “Buen camino de las gestiones a favor de los camaroneros”, ESP, 01 de febrero de 1951, p.3; Sin autor, “Sería catastrófico el impuesto al camarón”, ESP, 18 de mayo de 1951, p. 3 y 5.

69

Esa sería una causa externa, pues al mismo tiempo, el gobierno federal

había encontrado en el desarrollo camaronero una forma de aumentar sus

ingresos. El 30 de enero de 1951 la Secretaría de Hacienda anunciaba un

aumento en el precio oficial del camarón de $6.05 pesos a $9. 00 pesos100,

rompiendo así un acuerdo con la cámara nacional pesquera, en el que se

aseguraba mantener estable su precio. La intervención de los armadores no fue

suficiente, y la Secretaría de Hacienda fue un hueso mucho más duro de roer que

los congresistas y armadores norteamericanos. El 4 de febrero de este año el

precio oficial del camarón se establecía en $8. 00, que se pagaría sobre un

impuesto de 10% ad-valoren y un 15% de sobre tasa.101 La pesca del camarón

que hasta el año de 1950 se encontraba exenta de impuestos y que en el puerto

de Mazatlán era de reciente creación, recibió el primer golpe dentro de casa y fue

puesta a prueba por primera vez.

El año de 1951 inauguraba una época donde la pesca de alta mar sortearía

difíciles pruebas de las que salió bien librada la mayoría del tiempo. Este año

finalizó de la misma manera en que comenzó: lleno de sobresaltos. Por una parte

en el mes de septiembre Estados Unidos volvía a amenazar a la industria a través

de la aplicación de políticas restrictivas. Habiendo fracasado en su intento de

gravar con un 35% al producto mexicano, el gobierno de aquel país avisó a la

Secretaría de Marina mexicana la posibilidad de prohibir la entrada de camarón,

argumentando contaminación en el producto debido a las fumigaciones de las

embarcaciones camaroneras que la misma Secretaría de Marina exigía.102

Los problemas de pesca siguieron haciéndose presentes en el año de 1952,

siendo la productividad lo que más preocupaba a las autoridades y a los actores

pesqueros. La Secretaría de Marina aseguraba que la problemática nodal era el

desmedido aumento en las flotas productivas de diferentes puertos. El puerto

mazatleco, de los más jóvenes en cuanto a la actividad pesquera, era sin duda

100 El precio oficial era impuesto por el gobierno federal para tener una base en el cobro de los impuestos tanto de captura como de exportación. 101 Sin autor, “Sobre $8,000 pagaran impuesto camaronero”, ESP, 4 de febrero de 1951, p 3. 102 Sin autor, “Inminente colapso de nuestra industria camaronera”, ESP, 21 de septiembre de 1951, p 2 y 5.

70

alguna participe activo de este aumento desmedido en la fuerza productiva. Según

datos de la Secretaría de Marina para este año la flota pesquera era de 450

embarcaciones en la costa del Pacífico, de las cuales 134 tenían su base en este

puerto y el resto estaba repartido en otros puertos, principalmente Guaymas.103 En

aguas del Golfo de México, el puerto con más fuerza productiva era Ciudad del

Carmen, Campeche, con 114 embarcaciones.104

Aunque los niveles de producción seguían aumentando de manera

considerable, la sobrepoblación de embarcaciones, sumada al desconocimiento

de la actividad, acarreaba una baja de rendimientos dentro de la pesca del

camarón. De esta forma, tenemos que las 134 embarcaciones (147 al finalizar el

año) produjeron en el año de 1952, un total de 2,451 toneladas105, de las cuales

1,780 toneladas fueron destinadas a la exportación hacía Estados Unidos. El

promedio de capturas por embarcación era de 16.67 toneladas anuales, mientras

que en el año de 1951 el promedio de captura por nave se calculaba en 22.71

toneladas. Comparada con la temporada de 1950 en la cual el rendimiento era de

38.07 toneladas por barco y la de 1949 en donde el rendimiento fue de 46.6

toneladas por barco, la rentabilidad de la actividad era cada vez menor. Era

necesario revisar las formas de producción, implementar tecnologías y métodos de

pesca más avanzados y generar estudios que permitieran a la industria aumentar

sus márgenes de ganancia y recuperar la fuerte inversión que año con año se

venía haciendo.

En estos años los armadores fueron quienes más se esforzaron por activar

de mejor manera la industria, debido a la falta de medios de producción que tenían

las cooperativas pesqueras, las cuales hasta el año de 1955 comenzaron a 103 La industria Pesquera de Guaymas comenzaba un periodo de transición que lo llevaría de la pesca del camarón a la pesca de la sardina. Para el año de 1952, las pesquerías de camarón del puerto sonorense se encontraba en una profunda crisis. Se calcula que el año de 1951-1952, habían arrojado para ese puerto una pérdida de 200 millones de pesos, por lo que un total de 1900 pescadores se encontraban en situación precarias. Un síntoma claro de esto fue el cambio de sede hacia el puerto de Mazatlán que hizo uno de los principales armadores guaymenses; en septiembre de 1952 el Armador Silvano Pérez Ramos se une a los armadores de Mazatlán con una flota de trece embarcaciones. Aunado a esto el armador guaymense cerró una planta congeladora que operaba en el puerto de Sonora agudizando la mala situación de los pescadores y planteros de Guaymas. Fuente: El sol del Pacifico, enero – diciembre de 1951. 104 Sin autor, “Marina afirma que, hay pocos piratas”, ESP, 02 de agosto de 1952, p. 3 y 5 105 Op.cit. ESP, 07 de diciembre de 1958, p. 3.

71

adquirir embarcaciones propias. Estos esfuerzos estaban encaminados a crear

una industria cohesionada, capaz de auto gestionar sus propias necesidades y

que de manera gradual volvieran eficientes las actividades pesqueras. Por

ejemplo, introdujeron congeladoras que implementaban muelles flotantes para

hacer más fácil la descarga de producto así como la carga de diésel, agua y hielo;

el desarrollo de embarcaciones modernas dentro de los astilleros locales; así

como la creación de empresas de servicios hacía el interior de la pesca, como

remolcadoras, dragas y servicios financieros.

Para el año de 1953 la producción camaronera tuvo un ligero repunte,

comenzando a dar muestras de rentabilidad pese a todos los problemas que le

rodeaban. La producción para el año de 1953 fue de 3,181 toneladas, destinando

a la exportación un total de 1,960 toneladas. Esta cantidad de producto se hizo a

través de la puesta en marcha de 150 embarcaciones, por lo que tenemos que el

promedio de pesca por cada barco era de 21.20 toneladas por año.

Pese a esto la pesca presentaba diversas problemáticas, al igual que en

1952 el empirismo se volvió a hacer presente. La cámara nacional de la pesca sin

un estudio previo impuso una veda extraordinaria en los meses de febrero y

marzo, paralizando a gran parte de la flota. La industria camaronera comenzaba a

convertirse en parte fundamental de la dinámica economica porteña, por lo que

paralizar la flota por un periodo de 30 días en 1952 y 45 días en 1953, significaban

pérdidas millonarias; esto sin contar la veda oficial que comenzaba en el mes de

agosto. El argumento principal de la cámara residía en que se estaba pescando

camarón con hueva y con esto se contribuía al pronto exterminio de la especie.

De estas decisiones se desprenden dos fenómenos: debido a que que la

pesca de camarón en el puerto de Mazatlán se había convertido en apenas 3

años, sino en el mayor, en uno de los mayores motores de la economía local, la

orden de inmovilizar a esta industria de la que dependían aproximadamente 1200

familias era un golpe duro no solo para la propia industria, sino para el comercio e

inclusive para el consumo de servicios. Por otro lado, al estar la flota sin actividad,

los armadores buscaron zonas de pesca alternas, iniciando así un intercambio

72

comercial e inclusive cultural con los principales puertos pesqueros del Pacífico

eexicano; Salina Cruz y Guaymas fueron los principales, y en menor medida el

puerto colimense de Manzanillo.

Para el año 1953, la industria pesquera en Mazatlán había terminado por

convertirse en parte esencial de la vida económica de la localidad y había logrado

en poco tiempo desarrollar en torno suyo una industria capaz de sustentar a la

actividad por sí sola, abarcando aspectos tan diversos como la construcción de

naves, comercialización y más adelante la industrialización del producto. De esta

forma, encontramos que dé para finales de 1953, la industria camaronera en

Mazatlán se encontraba constituida de la siguiente manera.

Según la Secretaría de Economía del puerto de Mazatlán, la industria

camaronera contaba con 44 millones de pesos de inversión; 22 millones estaban

invertidos en embarcaciones pesqueras, mientras que los 20 restantes se

encontraban en inversiones en congeladoras. Sobre estas últimas, cabe destacar

que además de brindar servicio a diferentes armadores, eran dueñas de un

número importante de barcos, por lo que sus inversiones eran casi comparables

con las inversiones que los armadores libres hacían en naves pesqueras.106

En este sentido, tenemos que de las 130 embarcaciones registradas en el

puerto de Mazatlán en el año de 1953, 59 pertenecían a congeladoras sin contar

las naves pertenecientes a los socios de estas mismas congeladoras; 24 barcos

de la “Congeladora Unión”, que tenía entre sus principales inversionistas a José

Toledo, Federico Medrano y Bernardo González; 20 barcos de la Congeladora del

Pacífico, que tenían entre sus principales socios a Felipe Cevallos, Jorge Coppel y

Ernesto González; 7 barcos de Mariscos Tropicales, que tenía entre sus

principales socios a Federico Unger, Juan Gavica y Fernando Fuentevilla; 5

embarcaciones de Congeladora Mazatlán, que entre sus principales socios

contaba con Tomás Neyra; 2 barcos de la Refrigeradora del Noroeste (RENO) con

Jorge Tellaeche, Adán Carreón, Jorge Alcalde como socios destacados (esta fue

la primera congeladora del puerto fundada en 1944); por ultimo encontramos a los 106 Registro Público de la Propiedad Mazatlán (RPPMAZ), 1950-1958

73

armadores libres que contaban con 71 embarcaciones, siendo algunos de los más

importantes; Mariano Farriols, Rafael Domínguez y Luis Roberto Gorostiza.107

De igual manera es importante mencionar el papel que jugaban los

astilleros Construcciones Navales de Bernardo González y el astillero de Tomás

de Rueda Jr. Ambos astilleros pronto se convirtieron en los principales

proveedores de embarcaciones pesqueras para este puerto especializándose en

la labor de construir barcos, tan así que a mediados de la década de 1960 los

exportarían a más de 10 países. Jorge Coppel contaba en este año con el barco

más moderno y de mayor capacidad; la embarcación que llevaba por nombre “El

Guaymense” tenía una capacidad de 300 toneladas y un valor de $600, 000. 00

pesos, y había sido construido de manera local. El segundo de los barcos con

mayor capacidad también pertenecía a Jorge Coppel, llevaba por nombre “Olga”,

tenía una capacidad de 100 toneladas y un costo de $40, 000. 00 USD ($346, 000.

00 pesos)108 habiéndose construido en astilleros de las costas de California109

Mucho se decía acerca del monopolio que sobre la pesca del camarón

ejercían las congeladoras, ya que éstas no solo se dedicaban a preparar el

camarón para su exportación, sino que además incursionaban en la pesca y en su

comercialización. Sin embargo, hay que tomar en cuenta que a través de sus 59

embarcaciones y 5 plantas congeladoras, los llamados “planteros” daban empleo

por lo menos a 800 obreros del puert. Además, constituían el 10.72% de la flota

camaronera del Pacífico, que en ese momento era de 550 embarcaciones.110 De

la forma en que quiera verse, monopolio o no, los armadores libres y los planteros

eran el motor principal de la economía pesquera. Las cooperativas desprovistas

de embarcaciones en las cuales emplear a sus socios y cuya única ventaja era la

exclusividad en la pesca de las especies mejor valuadas en el mercado,

necesitaban de los capitalistas privados para poder desarrollar las artes de la

pesca.

107 Sin autor, “La pesca, principal fuente de vida local”, ESP, 12 de agosto de 1953, p 1. 108 El tipo de cambio se mantuvo en $8.65 pesos por dólar estadunidense desde 1950 hasta finales de 1953. Fuente: Estadísticas históricas de México, 2 vols., INEGI, México, 1999. 109 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5. 110 Sin autor, “Dara el pacifico excelente pesca de camarón”., ESP, 26 de agosto de 1953, p. 3

74

2.1.3. La Marcha al Mar: 1954-1956

Una de las principales problemáticas que presentó la pesca mexicana, fue

la violación de tratados internacionales por parte de pesquerías americanas,

japonesas y cubanas, entre otras. Las incursiones ilegales que barcos pesqueros

de éstas y otras naciones hacían en aguas mexicanas, tenían consecuencias

catastróficas para la pesca en todo el territorio. El Pacífico mexicano tuvo

contadas incursiones de barcos piratas pesqueros, eventualmente se detenían

embarcaciones atuneras que terminaban por tener permisos, eran las costas de

Baja California las más afectadas.

El caso del Golfo de México, era completamente diferente. En enero de

1953 la Secretaría de Marina reportaba que alrededor de 300 embarcaciones con

registro en Estados Unidos y Cuba pescaban de manera furtiva en aguas

mexicanas, sobre todo en la zona de Campeche y Tamaulipas. Diversas fueron las

detenciones a barcos Estadunidenses a partir de 1953, cargas superiores a las 5

toneladas fueron constantemente decomisadas, sin embargo, los piratas reincidían

tras el pago de una multa que no alcanzaba a resarcir el daño que ocasionaban.111

Sumado a esto, comienzan a aparecer prácticas de contrabando hacía el interior

de las flotas mexicanas.

En años en los cuales la producción camaronera disminuyó los pescadores

contratados por los armadores entregaban el producto a barcos americanos en

alta mar, logrando con esto una menor recaudación, un menor número de divisas,

viajes incosteables para los armadores y fricciones con los compradores oficiales

en los Estados Unidos. En el Pacífico esta era una práctica recurrente entre

pescadores de Guaymas y de Mazatlán. Sin existir datos precisos, hay testimonios

de pescadores de Baja California que aseguran que los pescadores mazatlecos y

guaimenses cambiaban el camarón por dinero en efectivo, whisky y cigarrillos.

Ante tal situación el gobierno mexicano, en 1954, se vio obligado a poner

más atención en la protección de sus mares. Reuniones diplomáticas, tratados

111 Sin autor, “Defenderemos la riqueza pesquera”, ESP, 17 de febrero de 1953, p.3 y 5

75

comerciales y un aumento importante en las fuerzas de seguridad en alta mar,

fueron algunas de las medidas que el gobierno del presidente Ruiz Cortines tomó

de manera inmediata, sin embargo, fue el programa federal llama “Marcha al Mar”

la medida más importante de todas. Medida que repercutiría basicamente en la

creación de un circuito de puertos de altura y en menor medida se relacionaría con

mejoras a la pesca.112

La actividad de la pesca de camarón en el puerto de Mazatlán había

cobrado importancia. El grupo de armadores que la dirigían, habían encontrado la

manera de vender al puerto como un polo de crecimiento en la región; motivo por

el cual, el plan marcha al mar destinó hacía el puerto sinaloense, uno de los

primeros programas en materia de actividad pesquera. En el mes de agosto de

1953, arribaron a la ciudad de Mazatlán 4 biólogos mexicanos y 2 asesores de

pesca extranjeros, tenían como misión hacer un estudio profundo sobre las

costumbres y vida del camarón a fin de hacer crecer la productividad de esta

actividad.113

En 1954, año de la “Marcha al Mar”, la industria camaronera del puerto de

Mazatlán tuvo su primer año con un decremento en su producción. Con una zafra

de 2,886 toneladas, la producción camaronera tuvo una disminución de poco más

del 10% en relación con el año de 1953; la productividad cayó aun de manera más

considerable ya que el promedio de pesca por barco fue de 19.24 toneladas,

tomando en cuenta que la flota estaba compuesta de 150 embarcaciones. Pese a

esto, la actividad no entró en crisis, los armadores y planteros se vieron

beneficiados por un factor que en temporadas futuras les traería problemas: el

mercado estadunidense.

Por otra parte, también fue el año de la devaluación; el tipo de cambio del

peso con el dólar americano, que se había mantenido por debajo de los $10. 00

pesos desde 1917, rompía esa barrera al finalizar el año de 1953, llegando a

112 Lorenzo, Enrique A. “Algunos apuntes para la justificación histórica de la marcha al mar de México”, Editora Mexico-Maritimo, México, 1957, pp. 44 113 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5.

76

$11.34 pesos por dólar durante 1954 y un tipo de cambio de $12.50 pesos por

dólar de 1955 hasta 1975. De esta manera, el precio del camarón de exportación,

tasado en dólares, arrojaría un mayor número de ganancias. Si bien; los

armadores argumentaban que al igual que el ingreso por exportaciones

aumentaría, la compra de refacciones en Estados Unidos arrojaría pérdida, ya que

la industria no dotaba de manera local muchas de las necesidades.

Aunque, el rendimiento de las embarcaciones disminuyó en el año de 1954,

no fue la principal preocupación de la iniciativa privada mazatleca, ocupada en las

actividades de la pesca del camarón; pues el plan marcha se diseño para el

beneficio de las cooperativas, para los herederos de la Revolución. Los

cooperativistas que hasta 1954 se encontraban desprovistos de embarcaciones y

plantas para capturar y procesar el crustáceo, iniciaron el año con la promesa de

recibir créditos que les permitieran comenzar a dejar su dependencia de los

armadores. Por el lado de las plantas congeladoras el panorama era similar, el

gobierno de Ruiz Cortines anunciaba una lucha contra el monopolio de las

congeladoras. La construcción de una congeladora de grandes proporciones

capaz de darle servicio a las cooperativas del noroeste del Pacífico y a su vez

abastecer a toda la república de pescado barato, era el propósito de esta lucha.

De esta manera, el año de 1955 comenzó agitado y lleno de disputas entre

los armadores y los cooperativistas. La baja de producción durante los primeros 6

meses no hizo más que agudizar estas pugnas. La falta de resultados por parte de

los investigadores comisionados por el gobierno federal, llevaron a la Cámara

Nacional de la Pesca a tomar medidas empíricas imponiendo no una sino dos

vedas por año, motivo por el cual la flota se mantendría parada por más de 3

meses al año, afectando así no solo a la industria camaronera, sino al comercio

porteño. La caída de un puente del tren Pacífico detuvo en febrero un cargamento

de mil libras de camarón, generando grandes pérdidas para los armadores.114 Por

su parte las cooperativas, a la vez que solicitaban más préstamos para la

adquisición de embarcaciones, lanzaban amenazas a los armadores y a las 114Sin autor, “Se para la exportación de miles de miles de libras de camaron”, ESP, 20 de enero de 1955, p. 3 y 6.

77

instituciones de crédito de tomar dinero cooperativista para su propio

financiamiento.

Esta tensión que comenzó en 1953 y que se había prolongado durante un

año y medio, se controló en el segundo semestre de 1955, el mejor en cuanto a

producción desde el boom camaronero de 1950. Gracias a estos 6 meses de

abundancia la producción de camarón de 1955 fue de 4,334 toneladas. La flota

para ese año era de 141 embarcaciones por lo que el promedio de producción por

embarcación fue de 30.37 toneladas de producto. El bienestar de la industria no se

reflejó solamente en el aumento de la producción, diversos fueron los sínTomás

que dejaban ver un repunte en la actividad.

Por el lado de los armadores, éstos firmaron un contrato de pesca con las

cooperativas que les aseguraba un par de años sin sobresaltos; después de haber

tenido conflictos por dos años consecutivos por el pago por derechos de pesca,

los armadores lograban firmar un contrato que les garantizaba el mismo precio por

las temporadas de 1956 y 1957; el pago de los derechos de pesca había ido en

aumento año tras año, y cada periodo de negociaciones había traído

enfrentamientos que habían llegado a parar las actividades durante periodos de 10

a 15 días.

Por el lado de las congeladoras, al no llevarse a cabo de manera inmediata

los objetivos de la “Marcha al Mar”, sintieron la confianza de seguir invirtiendo

dentro de sus plantas productivas. Por lo que a finales de 1955, las congeladoras

Pacifico, Unión y RENO, modernizaron sus procesos de maquila del camarón. Las

tres plantas adquirieron máquinas seleccionadoras capaces de clasificar por

tamaño de 8 a 10 mil libras de camarón por hora. Sin embargo, ante el aumento

repentino de la producción comenzaron a necesitar un mayor número de mano de

obra para actividades como el lavado y limpieza del crustáceo.115

Por último,, las cooperativas comenzaban a dar muestras de crecimiento.

Para el año de 1955 la Cooperativa Mazatlán contaba con dos embarcaciones

115 Ibíd., 21 de diciembre de 1955

78

adquiridas a través del Banco de Fomento Cooperativo (BANFOCO)116; El Cabo

San Lázaro y El Cabo Falso, se convertirían en las dos primeras naves (existió

una primera, El Cabo Corrientes I que fue adquirida y se fue a pique el mismo año,

en 1954) de aproximadamente ocho que logró tener esta cooperativa en un

periodo de siete años. Durante ese mismo año el mencionado BANFOCO autorizó

un nuevo crédito de 5 millones de pesos para la construcción de ocho barcos con

capacidad de 20 toneladas y 90 pies de eslora. Solamente tres de estas

embarcaciones fueron para cooperativas mazatlecas; dos para la cooperativa

Mazatlán y uno más para la Cooperativa Allende.117

1956 se convertiría en el mejor año de este periodo, pues la actividad

pesquera encontró en la abundancia del camarón el espíritu de cooperación que

sus actores habían perdido. Se comenzaba a dejar atrás el empirismo sobre el

cual se habían manejado los tiempos de la industria y hubo un conocimiento más

sólido, permitió un mayor desarrollo de la misma.

La comisión encargada de estudiar la vida del camarón en alta mar, arrojó a

partir de 1955 datos precisos sobre la reproducción, la explotación y las zonas de

concentración de la especie.118 Un año después fue pieza clave en la imposición

de las vedas que permitieron una mayor producción y mejor calidad del camarón.

El biólogo Héctor Chapa, líder de la comisión de estudio hizo del conocimiento

público los resultados de sus investigaciones. Muchos mitos se rompían: el nivel

de explotación de la época no llevaría al exterminio de la especie; el uso de tapos

por las cooperativas del sur de Sinaloa, no era motivo de disminución en la

116 El Banco Fomento de Cooperativo, se desarrolla como una empresa financiera de corte estatal, a través de la cual se suministraron recursos para el sistema cooperativo mexicano. Para el caso de la pesca, los créditos se utilizaron de manera principal para la compra de embarcaciones. Fuente: Chaírez, José A., “Historia de la pesca del atún en México”, México, Editorial Chaírez, 1996. 117 Sin titulo, “El Banco de Fomento Cooperativo entregara 5 millones de pesos a las cooperativas”, ESP, 07 de noviembre de 1955, p. 1 y 4. 118 La costa Sinaloense contaba con cuatro especies diversas para su explotación: Penaeus Stilirostris o camarón azul. 10 o 12 Brazas; Penaeus Vannmcico o camarón rosado, blanco. 10 a 12 brazas; Penaeus Californiensis o camarón Café, kaki. 12 a 25 brazas; Penaeus Brevirostris o camarón rojo, piojillo. 25 a 50 brazas.

79

producción; por el contrario, la reproducción de la especie puede ser afectada por

el grado de salinidad así como por cambios climáticos.119

Además del papel fundamental de los estudios sobre la especie, el año de

1956 se presenta como el mejor del periodo para en cuanto a cantidad de

producto se refiere. La producción en este año ascendió a 5,302 toneladas; con

una flotilla de 160 embarcaciones; el promedio de capturas por barco fue de 33.13

toneladas. Este repunte en las capturas trajo como consecuencia una mala

decisión por parte del gobierno estatal, decisión que dejaría de manifiesto el grado

de cohesión entre los actores de la pesca.

La oficina de recaudación estatal anunció, apenas en enero de 1956, un

impuesto de $0.10 pesos por kilo de camarón a las congeladoras. Armadores e

industriales de la congelación, plantearon una solución extrema, que más bien

parecía una medida de presión (este sería el modus operandi de los armadores

hasta 1982); el 27 de marzo amenazaron con movilizar la flota a los puertos de

Guaymas y Salina Cruz, debido a que en estos puertos tenían mayores garantías

para el desarrollo. Perder una flota productiva de 150 embarcaciones era un lujo

que el puerto de Mazatlán no podía darse, sin embargo, el gobierno estatal no

cedía ante su iniciativa de poner un nuevo gravamen al crustáceo. Esta vez la

respuesta vino de parte de las cooperativas, quienes buscaron a través de un

amparo legal esquivar las políticas estatales. 54 armadores y 11 cooperativas de

pescadores, fueron amparados en mayo de 1956 por un juez de distrito en

Mazatlán.120

Otro ejemplo de cooperación, se da en febrero de este año: ante la

incapacidad del gobierno federal de mantener vigiladas y libres de piratería los

mares mexicanos, la Secretaría de Marina negó su existencia y por el contrario

acuso que eran prácticas monopólicas por parte de los mismos capitalistas

pesqueros quienes tenían compromisos con pescadores extranjeros y pretenden

119 Sin título, “Aunque la pesca haya sido intensa, el camarón está lejos de acabarse”, ESP, 07 de noviembre de 1955, p. 1 y 4. 120Sin autor, “Marina cierra los ojos y así ya no ve a los piratas”, ESP, 08 de marzo de 1956, p. 3

80

evadir impuestos. Las cooperativas a través de la prensa, lanzaron un comunicado

desmintiendo las aseveraciones de la Secretaría de Marina, mostrando un gran

apoyo a los armadores.121

2.1.4 Tiempo de Crisis en la industria.

La calma chicha122 que había tenido la actividad durante el primer semestre

de 1956, se convertiría, literalmente, en una tempestad de problemas. La veda

basada en los estudios de los biólogos comisionados en Mazatlán, había arrojado

buenos resultados, ya que el producto pescado a partir de mayo, era de mejor

cualitativa y cuantitativamente. Sin embargo, tal veda pareció no haber tomado en

cuenta aspectos logísticos propios de la actividad, así, al momento de terminar

esta y reanudarse las actividades camaroneras, inició la temporada de ciclones y

huracanes, era uno de los principales problemas a los que se enfrentarían los

pescadores. El temor manifestado por pescadores y por armadores de poner en

peligro sus inversiones y sus propias vidas orilló a la industria camaronera a

amarrar sus embarcaciones en tiempo de pesca. En agosto de 1956, alrededor del

50% de la flota se encontraba paralizada ante el peligro que significaba pescar en

ese tiempo.123

Aunado a esto el año de 1956 había cerrado con un déficit de producción

de 58.7% en relación con el año anterior.124 Por este motivo, la calma que la

industria había logrado adquirir se veía desvanecida con el fantasma de la

carencia.

La caída de la producción de 1957 fue catastrófica para la industria

camaronera. Con una pesca de 3,522 toneladas, la flota de 180 barcos, había

pescado 1,780 toneladas menos que el año anterior. El promedio de pesca por

121 Sin autor, “La industria camaronera de Sinaloa gano el rififi al gobierno del estado”, ESP, 20 de mayo de 1956, p. 3 y 5. 122 Termino utilizado en la pesca para hacer referencia al mar liso o sin oleaje. 123 Sin autor, “Mas de 60 barcos están amarrados hace días”, ESP, 26 de agosto de 1956 p. 1 124 Ibíd., diciembre de 1956.

81

barco, que había sido mayor a las 30 toneladas un año antes, había disminuido

hasta 19.56 toneladas por embarcación. Esta disminución se vería reflejada en la

inversión, ya que 1958 fue uno de los años donde menos inversión se registro en

la pesca mazatleca. Nuevos estudios eran proyectados para buscar las causas de

los descensos en los niveles de pesca, siendo la sobreexplotación, piratería,

tapos, los principales sospechosos.125

La pesca del camarón se había convertido en la gallina de los huevos de

oro; una gallina que mostraba signos de agotamiento. Desde el inicio de la pesca

del camarón en 1950 y aun de más con el programa de la “Marcha al Mar” en

1954, autoridades e industriales se habían planteado la necesidad de diversificar

sus actividades y no depender solamente de este tipo. Durante los años anteriores

a 1957, no habían sido muchas las actividades relacionadas con la pesca de otras

especies; langosta, ostión caguama, eran explotadas en menor medida y con

márgenes de ganancia no muy amplios. La exportación del camarón lo convertía

en un producto mucho más atractivo para su captura. Ante la llegada de la veda

en el mes de abril, más de 60 embarcaciones se dirigieron a las costas de

Guerrero y Oaxaca para continuar con sus actividades; de las 100 embarcaciones

que se quedaron en el puerto de Mazatlán, solamente 15 se hicieron a la pesca de

diversas especies de escama.126

Con un total de 85 embarcaciones detenidas, y casi 700 pescadores

desempleados, la economía local de Mazatlán se vio seriamente dañada a causa

de la baja pesca y de la temporada de veda. La cámara local de comercio

estimaba que por productos alimenticios, vestidos, combustible, ferreterías, el

comercio mazatleco dejaba de percibir 2 millones de pesos quincenales, mientras

que cuando no era temporada de veda el gasto promedio aumentaba en 150 mil

pesos diarios.127

125 Sin autor, “Investigan la escasez de camarón”, ESP, 06 de enero de 1957, p.3 126 Sin autor, “60 barcos a otras aguas”, ESP, 10 de abril de 1957, p.5 127 Sin autor, “Dinero privado para barcos”, ESP, 15 de mayo de 1957, p.3

82

Pese a las problemáticas que presentaba la actividad armadores y

pescadores cooperativistas mantenían el espíritu de cooperación. Las

negociaciones para el pago de contratos de la temporada de 1958 habían

paralizado a la flota por un periodo de 10 días, motivo por el cual los armadores

comenzaban a desmantelar los barcos ante el poco diálogo. Las pérdidas

económicas se hacían mayores al retrasar por más tiempo las actividades. El 23

de mayo de 1957, armadores y cooperativistas llegaron a un acuerdo que trajo

beneficios importantes a los pescadores.

Los armadores de Mazatlán al igual que las cooperativas de este puerto

lanzaban un desplegado en los medios: “Cooperativistas y armadores de Mazatlán

no tienen ningún tipo de enfrentamiento, por el contrario, las relaciones son

estables y de cooperación, el motivo por el cual no se ha firmado los contratos es

en apoyo a los diversos grupos de Sonora que mantienen relaciones muy

difíciles.”128 Las cooperativas Mazatlán, Allende y Crestón, respondieron de

manera positiva al desplegado de los armadores; el mensaje era claro: pese a la

crisis existiría el apoyo mutuo.

Con una producción a la baja y tras un periodo de vedas ordinarias y

extraordinarias que habían desquiciado a la industria camaronera, el mes de

octubre traería consigo un problema inédito. Un ciclón que azotó al puerto a

mediados de mes, dejó pérdidas millonarias a nivel general en la ciudad y dañó

poco menos del 50% de la flota. 75 embarcaciones fueron las afectadas por dicho

fenómeno. Cualquier esperanza de que la producción en 1958 se restableciera se

esfumaba. 1958 sería un año de restructuración, en el que habría que plantearse

muchas situaciones para el mejoramiento de la actividad.

De esta forma, la industria se encontraba dañada, la gestión de créditos

para cooperativas y armadores era la manera más viable para que las actividades

fueran rentables. La cooperativa Mazatlán que con el ciclón de octubre perdió una

de sus embarcaciones, recibirá dos más antes del final de la temporada; en agosto

128 Federación regional de sociedades cooperativas de la industria pesquera, “Por que no se ha iniciado la pesca de camarón en Mazatlán y la costa del Pacífico”, ESP, 21 de mayo de 1957, p.5

83

de 1958 fue aprobado un crédito para la adquisición de dos embarcaciones más,

para aumentar así la flota de la cooperativa más importante del puerto.129

Por el lado de los armadores, estos también recurrieron a los creditos

bancarios para poder sanear su situación, además siguieron desarrollando su

papel de empresarios activos en cuanto a las problemáticas de la pesca del

camarón; dos fueron los hechos en los cuales los armadores tuvieron que utilizar

su poder económico y político con el fin de evitar peores situaciones: por un lado

evitaron la incursión de 300 embarcaciones japonesas que a través de una

concesión federal, pretendían explotar el camarón en nuestras costas; por otro

lado evitaron la incursión de una flota de 250 embarcaciones que armadores del

Golfo de México pretendían mandar a actividades pesqueras en el Pacífico

mexicano.130

Tabla 5. Producción camaronera en alta mar de la flota mazatleca: 1949-1958.

Fuente: El Sol del Pacífico, 1951-1958.

De esta forma, encontramos que para el año de 1958 la producción

pesquera sufrió un pequeño aumento, pero no alcanzó los niveles a los que había

129 Sin autor, “Acuerdan pedir créditos para comprar barcos”, ESP, 08 de agosto de 1958, p.3 130 Sin autor, “Pescaran en el golfo y en el Pacífico”, ESP, 25 de junio de 1958, p.3 131 Los años de la pesca son tomados por temporada, por lo general una temporada abarca dos el final de una año y el principio de otro. Al momento de hacer los cálculos de producción se toma el año en que la temporada se abre para establecer la producción por año. Así, la producción de 1950, en realidad es la producción que se da en la temporada 1950-1951

Año131 Producción en Toneladas. Flota Productividad por barco

1949 233 5 46.6 ton. 1950 1,535 40 38.37 ton. 1951 2,271 100 22.71 ton. 1952 2,451 134 18.29 ton. 1953 3,181 150 21.20 ton. 1954 2,886 150 19.24 ton. 1955 4,334 141 30.73 ton. 1956 5,302 160 33.13 ton. 1957 3,522 180 19.56 ton. 1958 3,876 170 22.80 ton.

84

llegado en sus mejores temporadas. Un total de 3,876 toneladas fueron pescadas

en ese año, con un total de 170 embarcaciones, el promedio de pesca por

embarcación fue de 22.80 toneladas por nave.

2.2. Reconversión del Tejido Productivo Local: Aparición de un distrito camaronero

1950 - 1958.

2.2.1. Aparición y desarrollo de un sistema productivo camaronero: 1950 - 1958

La pesca del camarón se había convertido a mitad de la década de 1940,

sino en una realidad, sí en la esperanza de un futuro promisorio. La participación

activa de algunos de los capitalistas más importantes del puerto, así como la caída

de la pesca del tiburón, hacía pensar en un despunte de la actividad camaronera.

La constitución de empresas conexas a la pesca del camarón debía de estar

acompañada de un grupo de empresarios capaces de invertir en la creación de

una flotilla de extracción a través de la cual estas empresas accesorias

aumentaran en número, ya que hasta ese momento estas solo brindaban servicio

a pequeños pescadores y a la antes mencionada, Cooperativa Pescadores de

Mazatlán.

Para el año de 1950, la inyección de capitales dentro de la industria

pesquera se dio de manera estratosférica. En el periodo anterior que va de 1940 a

1949 se constituyen 14 empresas que tenían por objeto la pesca, de las cuales

12, estaban destinadas a la explotación del tiburón o escama y solamente 2 se

encontraban dirigidas a la explotación del camarón. Sin embargo, la empresa,

Pesquera de Mazatlán S.A. constituida en el año de 1949, se convirtió en el primer

gran capital destinado a la extracción de camarón dentro del puerto de Mazatlán.

Con una inversión de $1, 000, 000. 00 pesos, y teniendo como principales socios a

Isaac Coppel y Luis Felipe Cevallos, esta empresa es la primera de un total de 142

85

empresas que se constituirán en un periodo de 10 años, la gran mayoría ligadas a

la pesca del camarón.132

En este sentido, observamos que si bien, las cooperativas pesqueras

estaban encaminadas a la explotación del camarón habiendo una flota de poco

menos de 50 naves; los capitales privados se encontraba concentrados en la

pesca del tiburón o en su defecto seguían aferrados a un posible repunte de la

actividad minera y comercial. Entre los inversionistas que en la década de 1950

hicieron el traspaso de la pesca de tiburón a la de camarón, se encuentran entre

los más importantes, a: Mauro Cárdenas, Martín Gavica, Tomás de Rueda,

Mariano Farriols y la familia Coppel.

En el año de 1950 se da un viraje hacia la pesca del camarón,

constituyendo empresas no solo encaminadas a las actividades de extracción sino

al avituallamiento de las embarcaciones pesqueras, generando de esta forma un

conjunto de empresas interconectadas que basaban su crecimiento en el

desarrollo de una industria central e inclusive en el propio desarrollo de las otras

empresas. Entre enero de 1950 y diciembre de 1951, se constituyeron un total de

68 empresas relacionadas con la actividad pesquera, las cuales se dividían de la

siguiente manera: 7 congeladoras, 2 ferreteras especializadas, 1 remolcadora, 1

astillero, 57 de extracción; en este sentido cabe destacar que según el acta

constitutiva de la sociedad de extracción las facultaba para actividades de

industrialización (congeladora), comercialización, construcción (astillero),133 sin

embargo, la mayoría de estas tenían muy bien definidas sus actividades dadas las

fuertes inversiones que requería la puesta en marcha de una embarcación.134

132 RPPMAZ 1949-1958. 133 Ibíd., 1949-1958. 134 El costo de una embarcación en 1951, era de aproximadamente $100,000.00 pesos, sin contar el equipo y provisiones necesarias para la realización de los viajes de pesca. Existían para este periodo empresas pesqueras que llegaban a inversiones de $2,000,000.00 pesos sin embargo la mediana de las inversiones se encontraba en $150,000.00 pesos

86

Tabla 6. Empresas Pesqueras y Turísticas en Mazatlán 1950 – 1958.

Año Empresas Pesca Empresas turísticas Otras empresas135 1950 53 1 12 1951 15 2 3 1952 6 7 3 1953 8 3 5 1954 7 8 10 1955 9 10 14 1956 11 15 9 1957 8 10 7 1958 7 8 4

TOTAL 142 73 75 FUENTE: Archivo del Registro Público de la Propiedad de Mazatlán, Sinaloa. 1950 – 1958

Como podemos observar, este crecimiento en las inversiones pesqueras, si

bien fue extraordinario en el año de 1950, se mantuvo constante a través de toda

la década de 1950, siendo 1954 y 1958 los años con un menor número de

inversión. Sin embargo, esto no debe tomarse como una depresión de la actividad,

sino como un proceso de organización. La pesca del camarón era próspera, si

bien existían problemas en torno a su organización, estos eran normales en una

industria que se antojaba de reciente creación. Existen síntomas muy claros de

que su crecimiento durante el primer año de la década de 1950 se sustentó en

diversos factores, como desarrollo institucional y políticas públicas tanto locales

como federales. Sin embargo, la participación de capitales privados fue el principal

motor de este cambio.

Atendiendo a los datos del Registro Público de la Propiedad se evidencia un

flujo constante de nuevos capitales. Con un total de 142 empresas constituidas, en

un periodo que va de 1950 - 1958, la industria de la pesca de camarón alcanzó

una inversión de poco más de $41, 000. 000,00 de pesos.136 A esto debemos

sumar que su diversificación fue considerable, logrando aglomerar en torno a sí un

número importante de empresas conexas que podríamos llamar refaccionarias.

Como mencionábamos para los años del boom camaronero, existieron empresas

135 Para el caso de estas empresas se tomaron en cuenta solamente empresas que tuvieran un capital mayor a $50,000.00 pesos, o que estuvieran relacionadas con los principales actores empresariales del periodo, por lo que se advierte que son datos parciales. 136 RPPMAZ, 1950 – 1958.

87

que desarrollaban actividades como avituallamiento, industrialización,

comercialización; este número de empresas aumentó de manera significativa en

los años siguientes. Para el mismo periodo de nueve años alcanzaron las

siguientes cifras: 12 congeladoras, 1 industrializadora, 1 remolcadora, 9 ferreteras

especializadas, 2 astilleros, 98 de extracción.137

Como es de suponerse, fueron las empresas de extracción las que captaron

un máximo nivel de inversión. Como se mencionó anteriormente, fueron más de

100 las empresas que en sus actas constitutivas se registraron como empresas

dedicadas a la extracción de productos marinos, si bien, es cierto que no puede

afirmarse con seguridad cuántas de estas se dedicaron exclusivamente a la pesca

del camarón, fuentes hemerográficas de 1957 revelan que poco más del 90% de

las embarcaciones pesqueras estaban dedicadas a la pesca del crustáceo. De

esta forma, la inversión de capitales dentro las actividades de extracción durante

el periodo de 1950 a 1958 ascendieron a $26, 454, 000. 00 de pesos, equivalentes

al 65% de la inversión total de la actividad pesquera durante el periodo. 138

Los diversos enfoques del estudio de sistemas productivos locales y tejidos

productivos, así como los de distritos industriales, plantean que no existe en este

tipo de desarrollo de una región una empresa mayor sobre la cual orbiten el resto,

sino por el contrario, sostienen que un grupo determinado de pequeñas y

medianas empresas trabajan de manera conjunta con el objetivo de disminuir los

costes de producción.

Para el caso de Mazatlán, como se verá más adelante, existieron grupos de

empresarios que aglomeraban el grueso de la producción a través de la

diversificación de capitales en actividades relacionadas con la pesca del camarón,

sin embargo, las empresas de extracción constituidas dentro de este periodo

presentan niveles similares de inversión, entendiendo con esto, entre otras cosas,

que existían igualdad de condiciones para grandes y pequeños capitalistas. Así

137 Ibíd., 1949-1958. 138 Al referirnos a las inversiones realizadas en empresas de extracción, se hace referencia al capital utilizado en la compra y avituallamiento de los barcos pesqueros, sin tomar en cuenta las inversiones realizadas dentro al momento de preparar los barcos para el desarrollo de las temporadas.

88

pues, tenemos que si bien existieron empresas como, Camaronera del Pacífico

S.A., que en 1954 fue constituida por miembros de la familia Coppel con un capital

de $2, 000, 000. 00 de pesos, el promedio de las empresas constituidas oscilaba

entre los $100, 000. 00 y $300, 000. 00 pesos.

Tabla 7. Constitución de empresas de extracción de mayor capital 1950 - 1958

Empresa Año Capital Principales socios Camaronera del Pacífico S.A. 1954 $2,000, 000 Víctor Manuel Reynand, Orace Coppel

Cima Hermanos S.A. 1953 $2,000, 000 Felipe Cevallos, Arturo de Cima Coppel y Cima S.A. 1951 $1,000, 000 Arturo de Cima, Jorge Coppel Pesca Marítima S.A. 1955 $800, 000 Tomás Balderrama, Mariano Farriols,

Impulsora Pesquera de Mazatlán S.A.

1950 $650, 000 Juan Gavica, Francisco Lupio

Pesquera Unión S.A. 1950 $600, 000 Hermanos Cevallos, José Collard. Coppel Hermanos S.A 1952 $600, 000 Cesar Andrade, Ernesto Coppel Pesquera Josefita S.A. 1957 $600, 000 Hermanos Haas

Pesquera Los Álamos S.A. 1958 $600, 000 Guillermo Garber, Octavio Rivera Soto Fomento Industrial Pesquero S.A 1950 $500, 000 Julio Lemen Meyer, Carlos J. Felton. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958

Como se observa en la tabla 7, existieron un número importante de

empresas que contaba con inversiones de medio millón de pesos o más, sin

embargo, éstas solamente representaban el 13.26 %, del total de las empresas

dedicadas a la extracción del camarón. Sin tener el dato preciso, se entiende que

la diferencia entre las inversiones en empresas de este tipo radicaba no en la

adquisición de barcos con tecnología más desarrollada, sino en la adquisición de

un mayor número de embarcaciones. De igual forma, se debe tomar en cuenta

que muchas de estas grandes empresas comprometían su producción y sus

embarcaciones con las congeladoras, haciendo más grande el número de las

flotas.

Sobre esto último, debemos recordar que Ezequiel Luna y Tomás de

Rueda, comienzan la construcción de barcos a mediados de la década de 1940,

para el año del boom camaronero estos constructores navales se convirtieron en

principales proveedores de embarcaciones para las industrias de la región, por lo

89

que muchos de los barcos, tanto para empresas grandes como para medianas y

pequeñas, presentaban las mismas características tecnológicas; en agosto de

1958, el astillero de Tomás de Rueda botaba un barco de hierro de 68 toneladas,

propiedad de Fausto Rodríguez, este se convertía en la embarcación número 144

que los astilleros de Tomás de Rueda habían proveído a la pesca regional. La

familia Coppel eran en conjunto algunos de los clientes más fuertes de estos

astilleros.139 Sin embargo, es difícil saber la diferencia que existía entre los barcos

fabricados dentro del puerto y los que eran comprados en las costas californianas.

Como el caso de los hermanos Cevallos, que en 1950, adquirieron los pesqueros,

Almirante y José T. en costas de Estados Unidos. También está el caso de

Francisco Lupio quien, en 1950, adquirió las embarcaciones Ike y El Yaqui,

también en la nación vecina.140 Es difícil saber si estas empresas dedicaban parte

de su capital a actividades relacionadas a la pesca del camarón que no fueran de

extracción, ya que las actas constitutivas de éstas, les otorgaban facultad para la

industrialización y comercialización de productos marinos.

Por otro lado, encontramos a las empresas dedicadas a actividades ligadas

a la pesca del camarón que no tenían como objetivo principal la captura del

crustáceo. Estas empresas, entre las que destacan astilleros y congeladoras,

desempeñaron un papel importante dentro del desarrollo de la industria, ya que si

bien es cierto nacen como una consecuencia del crecimiento desmedido en la

industria camaronera, fueron un factor clave para sustentar esta misma actividad

que propició su origen.

A diferencia de las empresas dedicadas a la extracción del camarón, este

tipo de empresas no apareció de manera masiva, constituyéndose dentro del

periodo un total de 26 en comparación con las 98 empresas de extracción. Otra

diferencia importante que existió con las empresas mencionadas, fue la disparidad

en los niveles de inversión dado el giro que cada una de estas empresas tuviera,

por lo que podemos encontrar empresas con capitales millonarios mientras que

otras, apenas si alcanzaban capitales de $20, 000. 00 pesos. Estas empresas en 139 Sin autor, “Acuerdan pedir crédito para comprar barcos”, ESP, 08 de agosto de 1958, p. 3 140 Op.cit. ESP, 12 de agosto de 1953, p. 3 y 5.

90

general lograron una inversión de $13,290, 000. 00 pesos, para el periodo de

tiempo que comprende de 1950 a 1958.

Tabla 8. Flotas de Plantas Congeladoras 1953.

Congeladora Número de Embarcaciones Unión 24

Pacifico 20 Mazatlán 5

Mariscos Tropicales 7 RENO 3

Fuentes: El Sol del Pacífico, 12 de Agosto de 1953.

Como ya se mencionó, destacan entre estas empresas aquellas que tenían

como actividades principales la construcción de embarcaciones para la pesca, y

aquellas que procesaban y comercializaban el producto (las congeladoras llegaron

a ser propietarias de muchas embarcaciones). Esta relevancia se daba en dos

sentidos, por un lado captaban las inversiones más cuantiosas, siendo no solo las

inversiones más grandes de las empresas conexas a la pesca, sino de la pesca

misma; por otro lado, estas empresas se convirtieron en ejes sobre las cuales

giraban muchas de las relaciones que se presentaron entre los actores de la

actividad pesquera. Al ser ambas actividades estratégicas y necesarias para la

industria, la comunicación que los accionistas desarrollaron con otros empresarios

fue mayor.

Según puede observarse los años de 1950 y 1951, fueron los más

importantes en cuanto al surgimiento de este tipo de empresas, siendo la

congeladora Mazatlán, la empresa con un mayor nivel de inversión de la pesca del

camarón. Sin embargo, la aparición de este tipo de empresas disminuyó de

manera considerable a lo largo del periodo, por lo que se puede entender que las

empresas establecidas crecieran de manera importante, al ser éstas las únicas

que brindaban determinados servicios para una actividad cada vez más

productiva.

91

Tabla 9. Constitución de empresas conexas a la pesca del camarón con mayor

capital 1950 - 1958

Empresa Año Giro Capital Principales socios Congeladora Mazatlán S.A. 1950 Congeladora $5,000,000 Roberto Ayala, Arsenio

Espinoza Hielera del Pacífico S.A. 1950 Congeladora $2,000,000 Hermanos Fuentevilla

Congeladora del Pacífico S.A. 1951 Congeladora $1,000,000 Isaac Coppel, Jorge Coppel

Tomás de Rueda Jr. S.A. 1951 Astillero $1, 000,000 Tomás de rueda Jr., Ramón Gámez

Congeladora Unión S.A. 1951 Congeladora $540,000 Bernardo González, Antonio Haas

William H. Hutcheson y Asociados S.A.

1951 Maquinaria y $500,000 Ramón Gámez, Jorge Haas

Distribuidora Rice S.A 1957 Maquinaria y $500,000 Familia Rice Refrigeradora Nayarita S.A. 1951 Congeladora $400,000 Francisco Gil Arias,

Pedro Pinzón Cordelería del Pacífico S.A. 1951 Fibras Duras $400,000 Federico Compean

Salvamento y Remolques S.A 1950 Remolques $350,000 Tomás de Rueda Jr. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958

La diversificación del tejido productivo de la pesca presentaba una doble

importancia. Por un lado permitía a la actividad pesquera concebirse como una

industria autosustentable. Actividades como la construcción de barcos hasta la

comercialización del producto, se encontraban en manos de empresarios locales,

que a través de relaciones comerciales, familiares o de confianza formaban

pequeños grupos y redes empresariales capaces de disminuir los costos de

producción, haciendo más rentable la actividad. Por otro lado, debemos agregar

que al formar relaciones formales o informales, desarrollaban la capacidad de

implementar de manera general innovaciones tecnológicas y gestionar políticas a

favor de la industria, generando no solo las condiciones materiales adecuadas

para su desarrollo, sino las condiciones institucionales y sociales. Sobre la

aparición de un marco institucional que permitiera el desarrollo integral de la

actividad existe un número importante de ejemplos, sin embargo, uno de los más

representativos es el de 1951 cuando se instituyo la delegación local de la Cámara

Pesquera Nacional.

92

0

1,000,000

2,000,000

3,000,000

4,000,000

5,000,000

6,000,000

7,000,000

8,000,000

9,000,000

10,000,000

1950 1951 1952 1953 1954 1955 1956 1957 1958

Extraccion

Conexas

Tabla 10. Inversiones en Empresas de Extracción y Conexas a la Pesca, 1950 –

1958.

Fuente: RPPMAZ, 1950 – 1958

2.2.2. Los empresarios: innovación y eje motor de la industria.

Como se mencionó en un principio, la pesca del camarón dentro del puerto

de Mazatlán se presenta con los tratos que cooperativas pesqueras con

pesquerías japonesas a mediados de la década de 1930, pero su verdadero

despegue se da hacia el año de 1950 cuando de manera masiva empresarios

locales hicieron fuertes inversiones en la flota camaronera. Muchos de los

empresarios más activos en este proceso de cambio en el tejido productivo,

provenían de familias que desde finales del siglo XIX se encontraban de manera

constante dentro de las actividades clave en el desarrollo del puerto; apellidos

como Gavica, Cevallos, Haas y Patrón participaron de la actividad pesquera,

reafirmando su posición como empresarios importantes de Mazatlán.

93

Tabla 11. Principales Empresarios Camaroneros en Mazatlán, 1950-1958

Empresario No. Empresas Inversión Principales socios comerciales

Tomás Balderrama 12 $1,419,100 Juan Gavica, Mariano Farriols.

Juan E. Gavica 13 $1,054,000 Tomás Balderrama, José Castello Luis Gorostiza 9 $468,100 Mauro Cárdenas, Mariano Farriols.

Tomás de Rueda Jr. 9 $2,296,800 Pedro Bommel, Tomás Balderrama. Hermanos Cevallos 8 $885,000 Jaime Coppel, Arturo de Cima.

José Azcona. 8 $339,000 José Haas, Francisco Coppel. Rafael Domínguez 7 $416,000 Juan Bastidas, Juan Gavica.

Fernando Fuentevilla 7 $1.254,000 Federico Unger, Juan Gavica. Ernesto Coppel 6 $761,000 Federico Kelly, Manuel Cevallos

Mariano Farriols 5 $917,100 Moisés Freeman, Tomás Balderrama. Fuente: RPPMAZ 1950 – 1958

Veremos que empresarios como Martín Gavica, Tomás de Rueda Jr., José

Collard, Pedro L. Pinzón, Tomás Balderrama e Isaac Coppel fueron armadores

muy activos en cuanto al desarrollo de instituciones locales capaces de regular y

organizar la actividad, sin embargo, existieron empresarios que si bien manejaban

un perfil bajo en cuanto a su participación dentro cuestiones administrativas,

lograron un grado importante de poder dado el nivel de sus inversiones dentro de

la industria. Del grupo mencionado, solamente Pedro Pinzón y José Collard no

entrarían dentro de este grupo de fuertes inversionistas. La siguiente tabla ilustra

de manera puntual a los diez inversionistas camaroneros más importantes del

periodo, el número de empresas en las que participaron, así como su inversión.

La existencia inicial de una red empresarial capaz de sustentar el desarrollo

de la industria fue una de las principales fortalezas de la actividad camaronera. El

papel que algunos de los capitalistas jugaron dentro de la actividad, rebasaba sus

funciones de proveedores de capital y los convertía en directores e inclusive

defensores de una industria en nacimiento. El papel innovador del empresario

camaronero en Mazatlán no se presentaba en la medida en que desarrollaba

nueva tecnología o planteaba modelos organizacionales eficientes; el papel

innovador de este radicaba en la manera en que afrontaba los diferentes

problemas externos a la actividad, funcionando la mayoría del tiempo como un

bloque compacto que permitía obtener beneficios no solo para ellos como

94

armadores, sino que por lo general hacía extensivo este beneficio a las clases

obreras: pescadores y trabajadores de congeladoras. Diversos son los ejemplos

de cómo en que el empresario camaronero mazatleco introdujo beneficios a la

actividad, haciendo eficiente toda la actividad. Aquí pondremos de manifiesto

algunos de los más importantes.

Como se mencionó en un apartado anterior, el aumento en la productividad

del camarón dentro de las costas mexicanas, especialmente en las costas del

Pacífico, provocó que la presencia del crustáceo en el país del norte aumentara de

manera importante en un periodo de poco más de 10 años. Así, mientras que en el

año de 1939 las exportaciones de camarón hacia el vecino país eran de

aproximadamente 3,018 toneladas.; en el año de 1950 alcanzaron un total 36, 524

toneladass. (un aumento de poco más de 1200%) Ante esta situación,

pescadores de los estados americanos de Mississippi, Texas, Louisiana, Alabama,

Florida, pidieron al congreso, proteger su industria local a través de la aplicación

de un impuesto de importación del 15% sobre el crustáceo. Para el año de 1951,

la industria camaronera de Mazatlán se presentaba como una de las más grandes

en todo el país, y sus armadores se encontraban a la vanguardia en cuestiones de

organización. 141

Comandados por Pedro L. Pinzón (funcionario federal de la Cámara

Pesquera Nacional) se creó el 15 de febrero de 1951 la Cámara Pesquera en

Mazatlán, quedando como directivos principales: Carlos Novoa, Martín Gavica,

Tomás de Rueda Jr., José Collard. Ante la ineficiencia de las autoridades

federales por solucionar de manera satisfactoria la problemática del aumento de

impuestos por parte del gobierno norteamericano; representantes de esta cámara

iniciaron una serie de negociaciones que terminaron por echar atrás la imposición

de nuevos impuestos; lograron contactar con mercados europeos buscando una

diversificación del mercado del camarón, que permitiera no depender tanto del

mercado estadunidense.

141 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 11 de enero de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 17 de febrero de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 16 de mayo de 1951, p. 1; El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 14 de agosto de 1951, p. 1

95

Sin embargo, el mayor beneficio que se logró a través de esta primera

intervención empresarial, fue que quedó integrado el Comité de Control de Calidad

e Investigaciones Científicas (este comité estaba formado por investigadores

pesqueros de las universidades de Texas, Louisiana y el Instituto pesquero de

Guaymas.); fundaron la Asociación Camaronera Interamericana y lograron así

promocionar el producto mexicano en un mercado mayor dentro del territorio

norteamericano, dicha promoción estaba a cargo de J. Walter y Thompson & Co.);

por último, quedó instituida en la ciudad de Chicago la Comodity Exchange

(organismo encargado de velar en las instituciones de valores por un precio

competitivo del camarón mexicano y estadunidense).142

Sobre este trabajo de los armadores a favor o en contra de la aprobación,

de determinadas políticas que afectaran a la industria existen, muchos casos,

sobre todos los relacionados con la comercialización del producto hacia los

Estados Unidos. En 1952, con el fin de agilizar y reducir el costo del proceso de

exportación, los armadores de Mazatlán, adquirieron bonos del tren Pacífico por

una cantidad de $350, 000. 00 pesos, este hecho se convertiría en pieza clave de

este periodo para la comercialización del producto.143

En el año de 1953, dueños de congeladores y armadores fundan una

compañía a través de la cual promocionar y acomodar a mejor precio el camarón

de Mazatlán y de Guaymas en Estados Unidos. Jack Wittis, oriundo de San

Francisco, fue designado como gerente de esa empresa, con el objetivo de

comercializar el producto no solamente en el estado de California, sino en otros

estados de la Unión Americana. A través de esta compañía las congeladoras

recibieron mayores ingresos por la venta del camarón.144 Con este tipo de

mecanismos los armadores aseguraban poder sostener el aumento en los

contratos que año con año celebraban con las cooperativas, asegurando así la

relación cordial que hasta el momento habían tenido.

142 Piojillo, “Camaronerias”, ESP, 09 de noviembre de 1951, p. 5 143 Sin autor, “Aportación camaronera al Pacífico”, ESP, 27 de agosto de 1952, p.1 144 Sin autor, “Se venderá la producción del camarón sin mermas”, ESP, 11 de agosto de 1953, p.3

96

Otro de las tareas fundamentales que los armadores desarrollaron fue la

búsqueda de condiciones favorables para la pesca y maquila de camarón en

diversas partes del Pacífico mexicano, así como mecanismos a través de los

cuales hacer más eficiente la comercialización del producto. Como ya se

mencionó, una de las estrategias que los armadores desarrollaron para sortear la

falta de productividad en las vedas fue la de distribuir sus embarcaciones más

grandes a través de todo el litoral del Pacífico mexicano. Sin embargo, estas

movilizaciones requerían de un trabajo arduo por parte de los armadores. La

búsqueda de condiciones necesarias para la pesca fuera de Sinaloa, requería un

fuerte trabajo de negociación con las cooperativas y autoridades de otros puertos,

de esta manera, encontramos una constante de viajes de armadores mazatlecos

con el fin de abrirse las puertas para la pesca de camarón.

En enero de 1952, los señores Mariano Farriols y Jorge Oliveri realizaron

un viaje a las costas de Salina Cruz, Oaxaca, con el fin de evaluar la factibilidad de

explotar el camarón en aquellas costas. Si bien maquilar el camarón en el puerto

oaxaqueño traería más gastos que ganancias, estos dos empresarios a través de

convenios con autoridades locales abrieron una puerta, que hasta la fecha no se

ha cerrado, para que las naves sinaloenses pescaran en aquel puerto.145 La

misma situación sucedió en el año de 1958, cuando los señores Rafael

Domínguez y Martín Gavica se encontraban en Ensenada negociando con las

congeladoras de aquel puerto para maquilar el producto.146

2.2.3. Tomás de Rueda Jr.: constructor y diseñador de una industria.

El caso de todos estos empresarios es destacable, pero sin lugar a dudas

Tomás de Rueda Jr. merece un análisis por separado. Como ya se ha dicho, este

armador no se limitó solamente a la inversión de capitales dentro de la empresa,

sino que además fue parte activa de las instituciones que permitieron a la pesca

del camarón convertirse en el eje principal de la dinámica económica del puerto de 145 Sin autor, “Veda en marzo al camarón”, ESP, 23 de enero de 1952, p.5 146 Sin autor, “Mazatlán, puerto clave del Pacífico”, ESP 26 de julio de 1958, p. 5

97

Mazatlán. A principios de la década de 1950, Tomás de Rueda, era designado

como secretario de la unidad local de la Cámara de Pesca, encargada, entre otras

cosas, de negociar los impuestos de exportación y la fijación de precios estables

par el producto por parte de la Secretaría de Hacienda en la ciudad de México.

Para 1958, este empresario contaba con algunas de las empresas más pujantes

dentro de la actividad y fungía como presidente de las mismas: Astilleros Unidos

Mexicanos, Astilleros Tomás de Rueda Jr., Astilleros y Construcciones Navales de

Guaymas, Pesquera la Providencia, Pesquera Olas Altas.147

Tomás de Rueda Jr. se presentaba como un empresario innovador dentro

del entorno pesquero. Con una visión de negocios que le permitía abarcar no

solamente los aspectos esenciales de la industria, logró construir una serie de

empresas complementarias entre sí que le posibilitó sustentar el desarrollo con

sus propios esfuerzos. Dos son los puntos importantes a través de los cuales

podríamos definir a este armador. Por un lado está su visión estratégica para la

inversión de los capitales dentro de la pesca del camarón. Como observamos en

el cuadro siete, Tomás de Rueda Jr. aportaba para el periodo de 1950 a 1959 una

inversión aproximada de 2, 296,800. 00 pesos, equivalentes a 4.42% del total de

la inversión para la industria dentro de ese periodo.148

Sin embargo, su visión estratégica se centro en la diversificación de sus

inversiones en actividades referentes a la pesca. Tomando como punto de partida

el año de 1950,149 se tiene que la primera inversión realizada por el armador fue

una empresa destinada a los salvamentos y remolques de otras naves;

posteriormente sus inversiones serían en cinco empresas de extracción; una

empresa de venta de maquinarias y accesorios especializados a la pesca; una

reinversión en el astillero que para el año de 1951 era uno de los principales

astilleros no solo del puerto de Mazatlán, sino del Pacífico mexicano. Algo

147 Sin autor, “Habla Tomás de Rueda Jr. ante el Senado”, ESP, 06 de noviembre de 1958, p.1 148 RPPMAZ, 1950-1959 149 Tomás de Rueda Jr. había sido un empresario menor en los años 4, sin embargo, fue el primero que comenzó con la construcción local de barcos hacia el año de 1944 con la constitución de la empresa “Tomás de Rueda Jr. S.A.” con una inversión de $1, 000,000.00 de pesos; misma cantidad que invertiría de nuevo en dicha empresa en el año de 1951.

98

destacado, es que Tomás de Rueda Jr. durante el periodo no participo nunca

como socio de alguna empresa dedicada a la comercialización o congelamiento

del producto, sin embargo, esta no era una situación que le generara un problema

mayor, ya que debido a sus tratos comerciales con otros importantes armadores

del puerto tenía acceso a comercializadoras y congeladoras; como era el caso de

las empresas, Congelado S.A. y Maricos Tropicales S.A. propiedad de Tomás

Balderrama y Juan Gavica, respectivamente.

Como se puede apreciar, Tomás de Rueda Jr. contaba con inversiones en

empresas que le permitían controlar todas las necesidades de la pesca del

camarón. Estas necesidades iban desde la construcción de las embarcaciones

hasta sus mismas refacciones mecánicas. De igual forma, este empresario no

solamente tenía inversiones relacionadas con la pesca de camarón, sino que

había diversificado sus capitales participando de la pesca deportiva y de

actividades comerciales.150 Encontramos en la figura de Tomás de Rueda Jr. un

empresario que logró sustentar de manera integral la actividad de la pesca del

camarón.

El segundo punto característico de este empresario, que lo convierte en un

empresario ejemplar de los que dieron sustento a la actividad camaronera a

principios de la década de 1950, es que tuvo relaciones económicas, políticas y

sociales con diversos actores de la sociedad. Como lo muestra la tabla tres,

Tomás de Rueda Jr. se encontraba comercialmente relacionada con los

empresarios más pujantes de la industria camaronera. Tomás Balderrama,

Ernesto Coppel, Juan Gavica, eran tres de los empresarios pesqueros más

importantes del puerto; y en total, los cuatro armadores manejaban una inversión

de $5, 530,900 de pesos que equivalían a un 10.66% de la inversión total en la

pesca durante el periodo. A esto debemos sumar sus relaciones con la familia

Kelly, cuyos miembros finales de la década de 1950 se habían convertido en

algunos de los más importantes empresarios turísticos del puerto.

150 Las inversiones que Tomás de Rueda Jr. realizo fuera de la industria de la pesca del camarón, no representaban una cantidad significativa de capital, este ascendía a $66,000.00 pesos, distribuidos en tres empresas: 2 dedicadas a la pesca deportiva y una más dedicada al comercio en general.

99

Sin embargo, la capacidad que Tomás Rueda Jr. tenía para relacionarse de

manera positiva hacía sus empresas no se limitaba solamente a empresarios

afines sino que logro desarrollar relaciones con políticos y actores de la industria

que no estaban directamente relacionados. Un ejemplo de esto son las

ceremonias religiosas que se hacían previo inicio a las actividades pesqueras. En

el año de 1951 durante la ceremonia de apertura de temporada, de la cual fue uno

de los organizadores, Tomás de Rueda Jr. contaba en su barco El Mocho (barco

insignia y el más grande la flota) con las más altas personalidades públicas del

estado y el municipio: Enrique Pérez Arce, gobernador del Estado; Clemente

Vizcarra, Secretario General de Gobierno del Estado; Juan B. Ruiz, Director de

Turismo del Estado; Amado S. Guzmán, presidente municipal; así como Lino

Aguirre, obispo del Estado de Sinaloa.151

Tomás de Rueda Jr. se convirtió en un punto clave de las negociaciones

entre los armadores y los cooperativistas. Durante el periodo, el total de la flota de

las cooperativas había sido construido en los astilleros de Rueda. Al ser estos

barcos pagados a través de créditos del BANFOCO, el constructor naval logró

hacer más extensa su red de relaciones. No era de sorprender ver en las

instalaciones del astillero a grandes autoridades de pesca. En abril de 1956, el

astillero “Rueda” botó 10 barcos que pertenecerían a diferentes cooperativas del

noroeste de la república. Los medios tuvieron oportunidad de fotografiar juntos a

Tomás de Rueda con importantes personalidades pesqueras como: Lic. José Luis

Teja, Director de Fomento Cooperativo; Melchor Ortega, Gerente general de

Banco de Fomento Cooperativo; Raúl de Haro, Jefe de departamento de

Fideicomiso del mismo banco; Ángel Orozco, representante de la Secretaría de

Hacienda; Felipe Domínguez, presidente de la Confederación de Cooperativas.152

Inclusive, el empresario mazatleco llegó a recibir en este periodo a dos diferentes

presidentes de la república Adolfo Ruiz Cortines y Adolfo López Mateos, en 1953 y

1958, respectivamente.

151 Piojillo, “Camaronerias”, ESP, 28 de septiembre de 1951, p.4 152 Sin autor, “Armadores interesados en instalar astilleros”, ESP, 08 de abril de 1956, p.3

100

Aun y cuando el caso de Tomás de Rueda Jr. sea el más relevante en

cuanto a actividad empresarial existieron por lo menos una decena de

empresarios comprometidos con un desarrollo integral de la industria. Juan

Gavica, Mariano Farriols, Pedro L. Pinzón, Octavio Rivera Soto, Tomás

Balderrama, fueron sin duda alguna los más importantes.

2.2.4. La lucha de los desposeídos

Como se puso de manifiesto en el primer capítulo, las cooperativas,

Pescadores de Mazatlán e Ignacio Allende, en conjunto con pesquerías

japonesas, fueron los iniciadores de la pesca de camarón a gran escala dentro del

puerto de Mazatlán. Durante las décadas de 1930 y 1940, éstas cooperativas

sortearon diferentes problemáticas, sobre todo las relacionadas con la falta de

recursos a través de los cuales explotar de manera integral la riqueza Marina del

país. Sí bien, durante la década de 1940 ambas cooperativas lograron la compra

de algunas embarcaciones, su forma principal de trabajar era a través del

arrendamiento de embarcaciones, sobre todo con pesquerías del puerto de

Topolobampo.

El revulsivo que significó para la pesca de camarón en Mazatlán, la ola de

inversiones que se dio en 1950, afectó de manera considerable el propio

desarrollo de las cooperativas. Si bien aún no contaban con la estructura

productiva que les permitiera desarrollar la actividad, tenían las condiciones

necesarias para desarrollarse como una de las fuerzas motoras de la actividad.

Por un lado había una red de empresarios dispuestos a desarrollar la actividad de

la manera más completa posible; aun más importante, poseía la exclusividad de la

pesca de los productos más cotizados en los mercados, por lo que tenía la manera

de equilibrar el poder de los empresarios pesqueros.

Las relaciones entre empresarios y cooperativas mazatlecas no inició con el

aumento de las actividades, hasta el año de 1951 la cooperativa Mazatlán aun

contaba con contratos de arrendamiento de diez embarcaciones con la Pesquera

101

Topolobampo.153 Sin embargo, gracias a su experiencia y la mencionada

exclusividad de especies, los pescadores mazatlecos se hicieron vitales para los

armadores por lo que para finales de 1951 la totalidad de los contratos entre

cooperativas y armadores se hacían de manera local. La negociación en los

contratos de pesca nunca fue un procedimiento sencillo, pues en la medida en que

aumentaba la producción del crustáceo, los cooperativistas aspiraban a obtener

mayores beneficios. Un aspecto común de estas negociaciones era el paro de la

flota, si bien los primeros años estos problemas se resolvían en un periodo no

mayor a los cinco días, en un futuro se volverían verdaderas batallas campales

que paralizarían a buena parte de la flota por periodos mayores a cuatro meses.

Otro hecho constante en estas negociaciones, que normalmente eran mediadas

por la Secretaría de Economía, era el beneficio a favor de las cooperativas por

parte de las instituciones encargadas del diálogo.

Tabla 12. Cooperativas de pescadores en Mazatlán en 1956.

Cooperativa en Mazatlán Socios Cooperativistas Cooperativa Pescadores de Mazatlán 245

Gral. Ignacio Allende 101 Pescadora de Mariscos 109 Crestón de Mazatlán 349 Cooperativa Sinaloa 250

Fuente: El Sol del Pacífico, 21 de Noviembre de 1955.

El aumento de la inversión y la flota pesquera trajo un aumento en la

demanda de mano de obra. Las cooperativas Mazatlán y Allende dejaron de ser

las únicas dentro del puerto de Mazatlán. La aparición de otras asociaciones de

pescadores diversificó los esfuerzos de éstas y volvió más compleja la relación

con los armadores. La tabla ocho, muestra la situación de las cooperativas en el

año de 1956. Para el año de 1953, cuando comienzan a aparecer las nuevas

cooperativas, se desatan diversos problemas en su interior. Las cooperativas de

más reciente creación implementaron mecanismos más sencillos para la

153 Sin autor, “Seria perjuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p. 5

102

negociación con los armadores y planteros; quizá su falta de experiencia o la falta

de directivos más ambiciosos generó esta situación.

La respuesta por parte de las cooperativas tradicionales no se hizo esperar;

la cooperativa Mazatlán acusaba a las nuevas cooperativas de ser “factureras” o

cooperativas de membrete. Estas cooperativas, creadas por los propios

armadores, contaba con socios que funcionaban como asalariados de los

capitalistas y no como socios de una cooperativa, por lo que al contratar con ellas

los industriales camaroneros obtenían un mayor beneficio en detrimento de las

cooperativas reales. La cooperativa Mazatlán, aseguraba que durante 1952 había

prestado servicios solamente a 22 embarcaciones, obteniendo una producción de

500 toneladas, poco más del 20% de la producción del puerto en ese año.

Armadores y congeladores opinaban que existían dos vías para terminar los

problemas de la pesca. El primero, que el Gobierno Federal comprara la flota en

su totalidad pasándola a manos de las cooperativas, esta inversión sería de por lo

menos $400, 000. 000. 00 de pesos. La otra, que el mismo gobierno permitiera la

pesca libre quitando el derecho de exclusividad a los cooperativistas.154

Ante la situación de las cooperativas fantasmas y las supuestas prácticas

monopólicas por parte de armadores y congeladores, el gobierno federal no optó

por ninguna de las soluciones radicales propuestas por los armadores. A través

del retiro de registros para nuevas cooperativas, permitió que los contratos de

pesca entre armadores y cooperativistas, solo pudiera llevarse a cabo por medio

de las cooperativas tradicionales.155 Los nuevos contratos cada vez aumentaban

los beneficios para las cooperativas. El contrato de 1952 obligaba a los armadores

a llevar un registro sobre los tripulantes de sus naves, obteniendo así un mejor

control sobre los pescadores cooperativistas y libres de Mazatlán; el contrato de

1953 estipulaba que a través del BANFOCO se crearía un fideicomiso que

ayudara a las cooperativas a adquirir embarcaciones que le permitieran desarrollar

la pesca. Las aportaciones a este fideicomiso serían posibles a través del aumento

154 Sin autor, “Serio prejuicio a los pescadores”, ESP, 14 de enero de 1951, p.3 155 Sin autor, “Tiro de gracia a las cooperativas fantasmas locales, ESP, 16 de agosto de 1953, p. 3.

103

en el precio que los armadores tenían que pagar a las cooperativas por tonelada

de crustáceo capturada.156

Tabla 13. Monto de los contratos entre armadores y cooperativistas.

Año Pago por tonelada pescada 1952 $1,140. 00 1953 $1,250. 00 1954 $1,550. 00 1955 $1,680. 00 1956 $1,780. 00 1957 $1,780. 00 1958 $2,451. 00

Fuente: El Sol del Pacífico, 1952-1958

Estos beneficios, como ya se ha dicho, fueron aumentando año con año

brindando a los pescadores adheridos a las cooperativas mayor tranquilidad

dentro de la dinámica pesquera. Por lo general, estos beneficios se reflejaban en

un aumento de participación por tonelada pescada para los marineros, así como

un aumento salarial para motoristas y patrones. Mucho de los beneficios obtenidos

de los armadores a través de los contratos de pesca, eran regulados por las

instituciones encargadas de normar a las propias sociedades cooperativas. De

esta manera, existen aspectos que fueron definiendo la manera en que las

cooperativas se manejaban, buscando por lo menos en teoría, un mayor beneficio

para los pescadores que no tenían capacidad de acceder a los medios de

producción. Un claro ejemplo de esto es la manera en que las cooperativas

pagaban sus participaciones a sus socios. Tratando de evitar el despilfarro por

parte de los pescadores que, tras viajes de hasta 30 días, se encontraban ávidos

de distracciones, las cooperativas pagaban 70% de su sueldo a los propios

pescadores y el 30% restante lo recogían sus familias en las oficinas de las

diversas cooperativas.157 Con estas prácticas las cooperativas evitaban periodos

de carestía y, por lo tanto, adelantos de sueldo a sus pescadores; por otro lado,

156 Sin autor, “A 300 pesos más tonelada facturaran las cooperativas”, ESP, 23 de agosto de 1953. 157 Sin autor, “Beneficios para los cooperativistas de la Sinaloense, EPS, 15 de mayo de 1956, p.6

104

aunque de manera menos consciente, protegían al mercado local de la falta de

consumo corriente por parte de casi 1200 familias que dependían de la pesca.

Tabla 14. Distribución del ingreso por contrato de pesca de cooperativas.

Concepto Contrato 1957 Contrato 1958 Patrón $225 $325

Motorista $225 $325 5 Pescadores $700 $1040

Impuestos $220 $220 Adquisición de Embarcaciones $100 $100

Previsión Social $150 $150 Gastos Administrativos $125 $235

Cuota Federación $35 $50 Fuente: El Sol del Pacífico, 23 de Mayo de 1958

Por otro lado, de acuerdo a lo ya mencionado, las cooperativas tuvieron su

primer gran impulso en el año de 1954 con la llegada del programa Marcha al Mar.

La creación de infraestructura estatal para la comercialización del producto, así

como la obtención de créditos externos para el financiamiento de embarcaciones

aunque fueron planes medianamente terminados, tuvieron la capacidad de

concebir a las cooperativas como entes dinámicos de la actividad camaronera. Ha

quedado documentado que las primeras embarcaciones de las cooperativas

comienzan a ser construidas a partir de 1955, muchas de las cuales se hicieron a

través de créditos internacionales que dicho logró gestionar durante su desarrollo.

Los primeros barcos cooperativistas de Mazatlán fueron financiados a través de

una empresa financiera de Europa que, en 1954, otorgó al gobierno mexicano un

crédito de 40 millones de pesos a pagarse por las cooperativas en un periodo de

siete a ocho años.158

Con la “Marcha al Mar”, los cooperativistas no recibieron solamente apoyo

por parte de las autoridades, por el contrario recibieron un mayor número de

responsabilidades. Una de las ideas principales este plan era explotar de manera

integral los productos marinos con el fin de abastecer al mercado nacional de 158 Sin autor, “Cuarenta millones para comprar naves pesqueras”, 25 de junio de 1954, p.3.

105

pescado barato y así ayudar a sanear la economía de los mexicanos. Las

cooperativas de pescadores de alta mar de este puerto, no obstante se dedicaron

a explotar solamente el camarón y debido a la falta de reglas claras sobre la

diversificación de sus actividades. Poca fue la responsabilidad que las

cooperativas porteñas tuvieron en cuanto a la disposición mencionada.

Eventualmente se dedicaban a la pesca de escama, pero no lo hacían con la

finalidad de surtir a los mercados locales de pescado barato, sino que lo

realizaban como una medida para combatir los efectos negativos de las

temporadas de poca producción camaronera. En este sentido, la cooperativa

Mazatlán, que en 1956 había logrado capturas por 650 toneladas de producto, 250

menos que el año anterior;159 motivo por el cual sus socios se dedicaban a la

pesca de otros productos durante la veda. Esta pesca se hacía a través de

embarcaciones pequeñas, la mayoría de las veces propiedad de los propios

pescadores.

Tabla 15. Flota de las cooperativas de alta mar en Mazatlán 1958.

Cooperativa Embarcaciones Embarcaciones en Construcción Pescadores de Mazatlán 4 3

Ignacio Allende 2 2 Sinaloa 1 2 Crestón 2 2

Pescadora de Mariscos 1 1 Fuente: El Sol del Pacífico, 03 de septiembre de 1958

Al igual que los armadores, las cooperativas se habían convertido en una

fuerza importante dentro de la industria camaronera, no solo del puerto de

Mazatlán sino de la región. Según sus propias proyecciones, la década de 1960

las recibiría con más de una veintena de embarcaciones a través de las cuales

lograrían un mayor beneficio, pudiendo hacer más grandes sus flotas para lograr

competir con la de los armadores. En abril de 1958 fue aprobada y fundada la

Federación de Cooperativas de Alta Mar de Mazatlán. De esta forma, las

159 Sin autor, “Es mala la temporada de pesca”, 03 de junio de 1955, p. 3 y 5.

106

cooperativas del puerto dejaban de depender de la federación de cooperativas del

sur de Sinaloa y de la Federación de Cooperativas de Sonora.160 Tenían pues, un

organismo rector que les permitiría unir esfuerzos con el fin de hacer más

productivo y benéfico su trabajo. Pese a todos los conflictos suscitados entre

ambos, las cooperativas encontraron en los armadores a un grupo compacto que

trabajó en beneficio de la industria en general, y si a esto sumamos los programas

de financiamiento del programa “Marcha al Mar”, entonces Se tiene que las

cooperativas pesqueras del puerto de Mazatlán tuvieron en el periodo de 1950 a

1958, un ambiente propicio para su desarrollo. Un ambiente, es cierto, que les

había dado margen para encontrar los mecanismos de organización adecuados

para concebirse como uno de los dos principales actores de la pesca de camarón

en Mazatlán.

2.2.5. Políticas Públicas y Marco Institucional: El frágil eslabón del desarrollo

pesquero

Como lo plantean en su mayoría las teorías del desarrollo local y regional,

la existencia de un marco institucional favorable a determinada actividad es uno de

los puntos fundamentales para el desarrollo de la misma. Por el contrario, la

aplicación de políticas inadecuadas y la carencia de un marco institucional propicio

a la actividad son factores que actúan en contra del desarrollo de la dinámica

económica de la localidad y la región.

El desarrollo de la actividad camaronera en el puerto de Mazatlán se logró

pese a contar con políticas públicas desfavorables y un marco institucional

limitado. El mayor problema que las políticas públicas presentaron para la

actividad pesquera fue la falta de comunicación entre las diferentes esferas de

gobierno. Así, mientras se lanzaban planes a nivel federal que planteaban un

desarrollo integral, no solo de la pesca de camarón sino de la pesca en general,

en los ámbitos estatal y municipal no existían los mecanismos para llevar a cabo

160 Sin autor, “Hoy propondrán la división de cooperativas”, ESP, 04 de abril de 1958, p. 3 y 5.

107

un seguimiento de estas estrategias. Por otro lado, en muchas ocasiones la

implementación de una política en cualquiera de los niveles de poder contradecía

y entorpecía el desarrollo de otra política dictada desde otro de los niveles.

Sin duda alguna el plan “Marcha al Mar” fue en cuestión de políticas

públicas y desarrollo institucional el acontecimiento más importante del periodo.

Este plan federal que pretendía desarrollar una serie de puertos de altura tuvo un

importante efecto en el desarrollo de la actividad pesquera, sobre todo en aquella

relacionada con las cooperativas. Sin embargo, hasta 1954, año del plan

mencionado, las carencias de un marco institucional adecuado eran notorias, la

industria camaronera encontró en sus empresarios los mecanismos para sortear

las dificultades suscitadas temporada tras temporada.

De manera general, la institución más activa en cuanto a las problemáticas

pesqueras fue la oficina local de la Cámara Nacional de Pesca. Fundada en

febrero de 1951, aglomeraba a los empresarios pesqueros más importantes y más

activos del puerto: Pedro L. Pinzón, José Collard y Tomás de Rueda Jr., quienes

fueron los primeros funcionarios de esta administración. Este cuerpo

administrativo reportó importantes beneficios a la actividad, ya que a través de sus

gestiones, el Banco de México otorgó una gran cantidad de créditos a armadores

locales; por otro lado, la cámara fue parte central en la negociación con armadores

estadunidenses con el fin de evitar el gravamen del crustáceo mexicano.161

Asimismo, la Cámara Pesquera fue el principal promotor de la apertura de

los tapos en los esteros del sur de Sinaloa. Convencidos los industriales

pesqueros adheridos a la cámara de que era la apertura de los tapos era la clave

para el aumento de la producción camaronera, gestionó ante la Secretaría de

Marina que este sistema de pesca fuera prohibido. En febrero de 1951 los tapos

fueron abiertos dejando en situación precaria a cientos de pescadores del sur del

estado. Los armadores de esta cámara, se convertirían en financiadores de los

cooperativistas del sur ya que habían desprovisto a éstos de la capacidad de

161 Sin autor, “Crédito preferente otorgaran a industriales camaroneros”, ESP, 18 de febrero de 1951, p. 3 y 5.

108

seguir desarrollando la actividad pesquera.162 A través de los estudios realizados

por biólogos comisionados por el plan “Marcha al Mar”, los tapos se volverían a

cerrar en el año de 1955, ya que demostraron que la pesca en esteros a través de

este método no afectaba la producción de camarón en alta mar.163

Sin embargo, la Cámara Pesquera atendía a intereses netamente

empresariales, dejando relegado a uno de los actores principales de la actividad:

las cooperativas. Dicha cámara no solamente tenía una misión empresarial, sino

que además se enfrentó de manera constante a los pescadores, por lo que fue

blanco de diversas críticas. Dos eran las principales acusaciones que la cámara

recibía constantemente: por un lado, la institución era acusada de promover la

incursión de embarcaciones extranjeras en aguas territoriales, pues uno de los

principales objetivos que la cámara siempre tuvo fue promover la pesca libre, ante

la insistencia de esto, las cooperativas aseguraban que lo primordial era que se

permitiera a los socios comerciales extranjeros de los armadores invertir en la

extracción del crustáceo. Por otro lado, era acusada, al igual que el BANFOCO,

de utilizar fondos cooperativistas para la financiación de las embarcaciones de los

armadores adheridos a la cámara.164 Sí bien, esta información jamás fue

confirmada, siempre se puso en duda la honorabilidad de las practicas camaristas.

Como se dijo, fue a partir de 1954 con la “Marcha al Mar” cuando se

observa un mayor número de avances en cuanto a políticas públicas favorables se

refiere. Sin embargo, es preciso aclarar que el plan excluía de manera radical la

participación de los armadores, es decir, dejaba fuera de beneficios a uno de los

dos principales actores de la pesca de camarón. Como plan, pretendía tambien

hacer una inversión de 750 millones de pesos, en un total de 70 puertos, siendo

los principales beneficiados Tampico, Tuxpan, Veracruz, Coatzacoalcos, Frontera,

Progreso en el Golfo de México; Ensenada, Guaymas, Mazatlán, Manzanillo,

Acapulco, Salina Cruz, en la costa del Pacífico.165 La compañía holandesa

162 Sin autor, “Solucionan el problema de los camaroneros”, ESP, 03 de abril de 1951, p.3 y 5 163 Sin autor, “Baja pesca del camarón en 48 por ciento”, ESP, 26 de marzo de 1955, p.3. 164 Sin autor, “Arremeten contra las sociedades de membrete”, ESP, 01 de Julio de 1955, p.5 165 Editorial, “Hacia nuestros mares, ESP, 09 de septiembre de 1953, p.2

109

NEDECO encargada de realizar un estudio de potencialidad de nuestra riqueza

Marina, señalaba en 1956 que México necesitaba una inversión de 20 mil millones

de pesos. También señaló que a través de un impulso de la agricultura, el

comercio marítimo aumentaría de manera considerable.166

Pese a lo anterior, teniendo este plan tenía como objetivo principal el

desarrollo de puertos de altura capaces de realizar actividades de comercio a gran

escala, hay que reconocer que la actividad pesquera recibió un gran impulso. La

obtención de financiamiento extranjero para la construcción de embarcaciones

cooperativistas y de congeladoras para las mismas cooperativas, así como para la

distribución de pescado barato al mercado mexicano fueron algunas propuestas

de este plan. Para el caso de Mazatlán encontramos que dentro de dicho

programa, el cooperativismo cobró un auge notorio dentro de la flota de pesca del

camarón.

Además del desarrollo cooperativista, Mazatlán vio cristalizados dos

beneficios a través del plan “Marcha al Mar”. Por un lado, se fundó en enero de

1955 la primera escuela de pesca dentro del puerto. Esta escuela, que tenía como

objetivo la formación de técnicos pesqueros, armadores y motoristas

principalmente, funcionaba como un internado, corriendo la federación con el

gasto y manutención de todos los estudiantes inscritos.167 Esta escuela que

intentaba profesionalizar la actividad, no tardó en comenzar a recibir jóvenes de

cierta parte de la costa del Pacífico, por lo que no era raro observar en sus

instalaciones jóvenes oriundos de Teacapán, San Blas, Chametla e inclusive de

Manzanillo. De manera curiosa, tras dos años de existencia, la escuela pesquera

no había albergado a un solo estudiante nativo de Mazatlán168

La escuela pesquera logró despertar expectativas importantes entre los

industriales del puerto. La idea de tener hombres capacitados que hicieran más

productiva la pesca, no tardó en parecerle atractiva a los armadores más fuertes

166 Sin autor, “Urge dinero mexicano para explotar los mares”, ESP, 25 de mayo de 1955, p.5 167 Sin autor, “Funciona la escuela pesquera”, ESP, 08 de enero de 1955, p.5 168 Ignacio Laveaga, “Escuela practica de pesca”, ESP, 23 de agosto de 1956, p.6

110

del puerto. De esta manera, podemos encontrar que los estudiantes hacían sus

prácticas profesionales en las embarcaciones de la congeladora Cima y Coppel.

Por su parte la Congeladora del Pacífico, se convirtió en la principal empleadora

de los egresados. Cabe destacar que esta escuela, no solamente desarrollo

programas para el implemento de nuevos técnicos en pesca, sino que además en

temporada de veda ofrecía cursos de capacitación gratuita a los pescadores. Sin

embargo, en marzo de 1958, la escuela aun con 35 alumnos internados, fue

cerrada, dos meses después seria fusionada con la Escuela Náutica de

Mazatlán.169

Por último, con el programa de la marcha al mar, encontramos que este

término por diversificar demasiado sus apoyos, para el puerto de Mazatlán las

obras realizadas fueron: Escuela de Pesca y Marinería, Rompeolas Isla de Chivas,

Rompeolas El Crestón, Paseo Claussen, Muros Astillero, Casa del Marino, Paseo

Centenario.170

169 Sin autor, “Comienzan hoy cursos de la escuela de pesca”, 16 de enero de 1956, p.3 170 Sin autor, “Desea el gobierno terminar las obras en poco tiempo”, 24 de abril de 1955, p.5

111

Capitulo 3. Pesca de Camarón en Alta Mar 1959 – 1968: Diversificación, coyotaje

y sobreexplotación; fórmula para una crisis de la actividad.

3.1. Pesca de camarón en Mazatlán: 1959 - 1968.

3.1.1. Lo que el viento nos dejó (1959-1960)

Los problemas que la industria camaronera presentó después de la

temporada de 1956 fueron sorteados de buena manera, el paulatino aumento de

la producción y la pronta acción de los actores de la pesca fueron factores que

permitieron que las aguas tomaran de nuevo su curso. El problema de la movilidad

de las vedas que originó la primera crisis dentro de la industria, se solucionaría de

pronta manera. El consenso existente entre cooperativistas y armadores sobre la

aplicación de una veda que atendiera tanto cuestiones relacionadas a la biología

de la especie como a cuestiones de logística de la industria, orilló a los biólogos

federales a replantearse la forma a través de la cual fechaban los descansos de la

flota productiva.

Para el mes de enero del 1959, los peces gordos de la industria

camaronera instaban de manera pública a los biólogos a modificar las fechas de la

veda. Federico Medrano, Tomás Balderrama, Jorge Coppel, Tomás de Rueda y

Felipe Cevallos, hacían del conocimiento general a la población los perjuicios que

tendría la industria de no hacerse las modificaciones; baja en la calidad de

producción y exposición a temporales eran los argumentos esgrimidos. Los

biólogos atenderían a estas peticiones cambiando la veda de los meses de marzo-

mayo a julio-septiembre.171

El cambio en las fechas de las vedas reavivaron uno de los problemas más

recurrentes que la industria camaronera presentó desde sus inicios. Los

armadores esperaban que al terminar la temporada en el mes de marzo las

contrataciones con las sociedades cooperativistas se dieran en los tiempos de la

171 Sin autor, “Pedirán cambio de veda para no desperdiciar el camarón”, ESP, México, 30 de enero de 1959; Sin autor, “Construyen nueva congeladora”, ESP, 13 de marzo de 1959

112

veda. Sin embargo, con la movilidad de la veda el fin del contrato se dio en el mes

de mayo, dos meses antes de terminar las actividades de captura. Por órdenes

oficiales y ante las presiones de las cooperativas, la flota mazatleca quedó

paralizada el 20 de mayo de 1959.

El paro de la flota vino a corroborar una situación que antojaba se lógica. La

economía mazatleca presentaba una seria dependencia de la actividad

camaronera. Si bien los conflictos entre cooperativas y armadores no se

prolongaban tanto tiempo en estas fechas como sucederia en la década de 1970,

las paralizaciones afectaban de manera importante la economía portuaria. Según

la Cámara de Comercio el paro de 185 embarcaciones, 1300 marineros, 1000

trabajadores de congeladoras y otras actividades relacionadas a la pesca,

ocasionaban pérdidas por 50 mil pesos dentro del comercio local; estimaciones de

la propia cámara calculaban que ante la paralización de la flota, ya fuera por veda

o por conflictos, el comercio se deprimía un 50%.172

El conflicto camaronero duraría apenas tres días y sería resuelto el 23 de

mayo de 1959, sin embargo, en un periodo de tres días se presentaron

características muy marcadas que serían muy recurrentes durante futuros

conflictos contractuales. En primer lugar,, la actitud que los armadores tomaron

ante el conflicto fue la de ofrecer en venta su flota a las cooperativas, esta medida

de presión fue retomada durante cada proceso de contratación obteniendo

diversos resultados; en segundo lugar, se dio el caso de un armador del puerto de

Topolobampo que negoció de manera particular con cooperativas de Baja

California y Oaxaca, con un aumento de $149. 00 pesos por tonelada; el armador

José Gutiérrez, puso así a trabajar sus 50 embarcaciones un día antes que el

resto de los armadores del país. Este tipo de casos, significaban una seria

muestra caso de desunión en ambos frentes; por último, los armadores terminaron

por aceptar la mayoría de las condiciones que ponían las cooperativas. Aunque

172 Sin autor, “Medio millón en pérdidas diarias; 200 naves paradas”, ESP, 20 de mayo de 1959, p. 5

113

los armadores oponían resistencia, las cantidades de inversión que tenían dentro

de la flota les obligaban a negociar de manera rápida a fin de evitar pérdidas173.

La temporada de 1958-1959 llegó a su fin con nuevos bríos. Vientos de

cambio que lejos estaban de ser una amenaza para la actividad. Tras un breve

conflicto que puso a prueba la estabilidad de la industria en el puerto, cooperativas

y armadores se sentían confiados en retomar las relaciones que habían

sustentado a la actividad desde sus inicios. Con una flota de 185 embarcaciones,

de las cuales 14 pertenecían a las sociedades cooperativas, la temporada que

había iniciado en 1958 arrojaba una producción de 3,876 toneladas. Con una

productividad de 22.14 toneladas por embarcación, la producción había

reaccionado de manera favorable, sin llegar a alcanzar los promedios de pesca de

dos temporadas atrás, en la cual se pescaron 1426 toneladas más.

La temporada de 1959, se convertiría en comienzo de un periodo histórico

en cuanto a la producción de camarón. Al momento de finalizar el mes de julio de

1960, esta era de aproximadamente 7500 toneladas con una flota de 200

embarcaciones. Esta situación ya no se vislumbró en el mes de octubre de 1959,

ya que la temporada comenzó con serios problemas.

Después de muestreos que arrojaban que las tallas del camarón aún no

eran comercializables, la oficina general de pesca anunció que la veda se

prolongaría hasta el mes de octubre. El buen ánimo que imperaba entre los

actores de la pesca permitió que esta decisión fuera tomada como una medida

benéfica y el acuerdo fue común. Para sorpresa de cooperativas y armadores por

igual, el 25 de septiembre dos embarcaciones solicitaron despachos de pesca

para salir a las actividades, mismo que les fue concedido. La reacción fue

inmediata y dos días después embarcaciones que habían logrado ser reparadas

se hicieron al mar. Sin embargo, un número no determinado de embarcaciones

que tenían programadas sus actividades de avituallamiento hasta el primer día del

173 Sin autor, “Medio millón en pérdidas diarias; 200 naves paradas”, ESP 20 de mayo de 1959; Sin autor, “Quieren vender la flota, ESP, 21 de mayo de 1959; Sin autor, “50 barcos, algunos de aquí podrán salir via pesca”, ESP, 22 de mayo de 1959.

114

mes de octubre se vieron rezagadas generando así descontento generalizado en

contra de la Oficina de Pesca.174

La producción fue magnífica durante los primeros días de la temporada,

solamente en el mes de octubre se lograron capturas por 768 toneladas de

crustáceo. En puerto los problemas seguían apareciendo gracias a la ineficiencia

de la Oficina de Pesca. Naves cargadas de producciones extraordinarias no

podían maquilar su producto ni obtenían guías de exportación por los excesivos

trámites burocráticos, por lo que armadores y cooperativas optaban por saltarse

los mecanismos oficiales y maquilaban y exportaban el producto sin pasar por

revisión hacendaria. Si bien, no eran cantidades grandes las que el fisco dejaba de

percibir, la detención del producto significaba un problema fuerte de liquidez

dentro del mercado local.175

Un marco institucional poco operante se convertió de nuevo en la cadena

más floja del encademiento camaronero. Mientras que en el puerto de Mazatlán se

libraban batallas contra las instituciones burocratizadas, el puerto sonorense de

Guaymas adoptaba una actitud radical ante un problema que se tornaría grave

durante todo el mes de noviembre y ante el cual quedaría de manifiesto el entorno

de cooperación entre los diferentes grupos de la industria camaronera en el

puerto. Los movimientos del mercado camaronero en Estados Unidos eran

situaciones que no se podían prever, pero que se sabía sucederían en

determinado momento de la temporada.

Un creciente desplome del precio del crustáceo en el país del norte generó

una crisis colectiva dentro del rubro camaronero, los siempre radicales armadores

de Guaymas paralizaron parte de su flota apenas comenzado el conflicto. El 13 de

mayo distintos armadores de aquel puerto anunciaban el paro de 30

embarcaciones argumentando incosteabilidad.176 El fantasma de la paralización

174 Sin autor, “Doce barcos piden despacho vía pesca”, ESP, 25 de septiembre de 1959, p. 5; Sin autor, “Mas barcos camaroneros a alta mar”, ESP, 27 de septiembre de 1959, p. 7. 175 Sin autor, “Millones de pesos en camarón inmovilizados en las congeladoras”, ESP, 16 octubre de 1959, p. 5 y 7 176 Sin autor, “Barcos amarrado en Guaymas”, ESP, 13 noviembre de 1959, p. 3

115

total se esparció rápidamente, no solo en ese puerto sino que llego hasta Mazatlán

e inclusive se extendió a toda la costa del Pacífico mexicano.

El problema persistió pero los mecanismos de reacción fueron diferentes en

el puerto mazatleco. La primera reacción vino de parte de las cooperativas, las

cuales en apoyo a los armadores decidieron percibir menos cantidad de dinero por

tonelada mientras los precios en el mercado exterior no se estabilizaran; estas

pérdidas se amortizaron con el recorte de personal administrativo, ya que

resultaba perjudicial para más personas inmovilizar la flota que hacer una

restructuración. Como respuesta positiva al apoyo cooperativista los armadores

mazatlecos, para ese entonces los más influyentes en el litoral del Pacífico,

echaron a andar su maquinaria a fin de resolver el problema lo antes posible. Para

finales de mes, no solo Guaymas había paralizado su flota, pues también el puerto

de Topolobampo había entrado en receso indefinido de actividades. Mientras

tanto, un contingente de armadores mazatlecos se había desplazado a la ciudad

de México a fin de conseguir apoyo federal solucionar la situación. De manera

extraoficial se corría la noticia de que un grupo de empresarios “gringos” se

encontraban en el puerto de Mazatlán, negociando el fin del conflicto con

armadores locales.177

Finalizados los problemas del precio en marzo de 1960, se sabría que el

desplome no se debía a una falta de demanda del mercado americano, sino que

se había presentado como una medida restrictiva por parte de los productores de

aquel país. Dado el nivel de aceptación que el producto mexicano tenía en la costa

oeste de Estados Unidos, sus intentos de boicotear el crustáceo nacional se

hacían desde una trinchera oficial, solicitando al Senado de su país gravar con un

50% ad-valorem las exportaciones desde México.178

Al momento de solicitar el cambio de veda, se esperaba que la actividad

rindiera mayores frutos, sin embargo, el resultado sorprendió a todos. Armadores y

177 Sin autor, “Barcos amarrados en Guaymas, ESP, 13 de noviembre de 1959, p. 5; Sin autor, “Parálisis progresiva en el mar”, ESP, 30 de noviembre 1959, p. 5 178 Sin autor, “También protesta la cámara local contra el ad-valorem”, ESP, 24 de marzo 1960, p.1.

116

cooperativistas tomaron esta situación como un triunfo del empirismo pesquero

sobre los biólogos marinos. Los meses de mayo y junio que un año atrás estaban

vedados a la pesca del camarón, ocuparon segundo y tercer lugar de producción,

respectivamente. Solamente en el mes de marzo, en el que se pescaron 1660

toneladas, superó a los meses mencionados. El mes de mayo de 1960 arrojó una

producción total de 1074 toneladas, mientras que el mes de junio del mismo año

situó su producción en 1000 toneladas. Arreglados los problemas de precio y

maquila del camarón, la temporada de 1959 presento mejores rendimientos que

cualquier temporada hasta ese momento. Un total de 7500 toneladas pescadas a

través de 200 embarcaciones, arrojaron una productividad de 37.5 toneladas por

embarcación. En este sentido, solo la temporada de 1950 se podía comparar

cuando la productividad por nave fue poco más de 38 toneladas, sin embargo, la

producción de aquel año fue de 6,000 toneladas menos que la temporada de

1959.

Tabla 16. Producción camaronera mensual en el puerto de Mazatlán temporada

octubre, 1959 - junio, 1960

Mes Producción en Toneladas Octubre./59 768

Noviembre./59 741 Diciembre./59 820

Enero./60 664 Febrero./60 739 Marzo./60 1660 Abril./60 810 Mayo./60 1074 Junio./60 1000

Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1959-1960

Como se observa en la tabla anterior, la producción de la temporada de

1959 se mantuvo sostenida a través de todos los meses, el problema de los

precios en Estados Unidos que se presentó de manera fuerte entre noviembre y

diciembre de 1959 no afectó de manera significativa los volúmenes de producción.

117

El descenso que hubo en el mes de enero de 1960, se puede explicar de dos

maneras. La primera es que los cambios de temperatura en el agua modificarón la

ubicación de la especie dentro del océano. La segunda y más lógica, es que la

flota camaronera de Mazatlán mantuvo la tradición de amarrar durante las fiestas

decembrinas y el carnaval, originando así un paro de labores durante una semana

que repercutió en la producción.

Tras una temporada de mayor producción, la reactivación en las inversiones

pesqueras no se hizo esperar. La apertura de nuevas pesquerías así como de

empresas conexas a la actividad aumentó de manera considerable en relación con

las dos últimas temporadas. El inicio de la temporada de 1960 presentaba

magníficos augurios, la contratación entre armadores y pescadores se prolongó

durante todo el periodo de veda, pero en ningún momento se vieron síntomas de

ruptura entre los grupos participantes. Como era común, las negociaciones se

hacían en la capital de la República Mexicana, por parte de las cooperativas

mazatlecas eran los Pescadores de Mazatlán, Salvador Allende y Crestón de

Mazatlán las encargadas de velar por los intereses del movimiento cooperativista.

Por parte de los armadores, Tomás Balderrama, Felipe Cevallos, Jorge Coppel y

el cada vez más participativo Federico Medrano, los encargados de vigilar las

pingües ganancias de los capitalistas porteños.

Pese a las pretensiones de los cooperativistas de firmar un contrato por

3,200 pesos por tonelada, éste quedó finiquitado por una cantidad de $3,011

pesos por tonelada pescada. De la misma manera se estipularon una serie de

acuerdos que beneficiaban cada vez más al pescador. En términos generales el

contrato abarcaba las siguientes cuestiones: el armador se comprometía a

entregar al inicio de la temporada las naves en perfectas condiciones y

avitualladas; durante las vedas, las cooperativas tenían la obligación de regresar

las embarcaciones y los equipos a los armadores con el fin de que estas sean

reparadas; el armador tenía derecho de asignar motoristas y patrones de las

embarcaciones, éstos debían ser socios de la cooperativa con la que contratase;

los barcos serían dedicados a la pesca exclusiva del camarón, y si durante la

118

época de veda la cooperativa deseaba pescar escama se comprometía a pagar

una renta de 500 pesos al armador; la totalidad de la producción de camarón se

vendería al armador, y el producto debía entregarse sin cabeza y limpio para ser

pagado en 3011 pesos por tonelada; finalmente al término de cada viaje la

tripulación tiene derecho a 20 kilos de pescado que fuera como fauna de

acompañamiento.179

La esperada temporada de 1960 daba inicio, las expectativas causadas por

la producción anterior, así como contratos más benéficos para los pescadores

cooperativistas y un panorama internacional más estable que el del año anterior

hacían creer que la temporada en puerta sería una de las más lucrativas para el

gremio camaronero en general. La Cámara de Comercio volvía a presentar cifras

que hacían pensar en una industria fuerte, pero con una dinámica económica

demasiado dependiente de una sola actividad. Al iniciarse la temporada, la pesca

del camarón contaba con 1500 trabajadores de los cuales, 1080 se dedicaban a

labores de extracción y 420 se repartían en astilleros, plantas, fábricas de hielo.

Este mismo reporte decía que la inversión anual de la actividad ascendía a 100

millones de pesos, con un consumo mensual de 600 mil pesos por avituallamiento

y 400 mil pesos por pago de servicios; esto sin contar con los 500 mil pesos de

salarios mensuales.180

La zafra obtenida en la temporada de 1960 no solo fue superior a la de un

año antes, sino que la estabilidad mostrada en los precios en el mundo la hicieron

más lucrativa. Los problemas al interior del sistema cooperativista que retardaron

el inicio de las actividades en octubre de 1960, no fueron impedimento para que el

promedio de producción se igualara e inclusive superara, viajes que reportaban

hasta 10 toneladas llenaron las arcas de armadores y cooperativistas. La

Federación de Cooperativas anunciaba que los pescadores a partir de octubre y

hasta febrero habían ganado un promedio de 6 mil a 8 mil pesos mensuales.181

179 Sin autor, “Condición para la contratación con los armadores”, ESP, 22 de septiembre de 1960. 180 Sin autor, “El porvenir de la pesca ligado a Estados Unidos, ESP, 01 de septiembre de 1960. 181 Ibíd., 01 de septiembre de 1960.

119

Durante la temporada de 1960 la flota mazatleca se encontraba constituida

por 215 embarcaciones, las que lograron una producción aproximada de 9400

toneladas, obteniendo así un rendimiento de 43.72 toneladas por embarcación,

cinco toneladas más que la productividad de la temporada anterior. Por otro lado

existe una situación que debe de ser tomada en cuenta, las cifras proporcionadas

por la oficina de pesca no hacían diferencia entre las diversas variedades de

camarón, por lo que es difícil determinar cuánto de este camarón tenía la talla

necesaria para ser comercializada en mercados extranjeros.

Los primeros dos años posteriores a la primera crisis de la industria

camaronera, trajeron consigo confianza y estabilidad dentro de la industria

camaronera. Aun y cuando se presentaron problemas con las cotizaciones del

producto en el mercado exterior, la industria dio muestras de ser altamente

remunerativa. Se habían dejado de lado los ideales de la “Marcha al Mar”, la

diversificación de actividades aunque necesaria, se encontraba lejos de los planes

de los industriales pesqueros, cooperativas y autoridades.

La cooperativa Marcelo Morales encontró en la diversificación un nicho de

mercado sin competencia dentro de la localidad, tal situación pronto le hizo

sentirse el hermano pobre dentro de la familia cooperativista. En diciembre de

1960 contaba con 28 embarcaciones, la mayoría lanchas, que se dedicaban a la

pesca de escama y tiburón, pese a contar con un mercado seguro al tener

comprometida su producción con Compañía Exportadora e Importadora Mexicana

(CEIMSA),182 los márgenes de ganancias que tenían sus socios, eran irrisorios en

comparación con los socios de las cooperativas camaroneras.183 Por parte de los

industriales, éstos parecían conformes con la idea de pescar camarón; ninguna

voz de armador se dejó escuchar cuando la Dirección General de Pesca dio una

182 CEIMSA fue un organismo dedicado a la comercialización y distribución de los productos agrícolas mexicanos, aparece en el año de 1949 y desaparece a mitad de la década de 1970 dejando en su lugar al sistema CONASUPO. Fuente: Azpeitia Gómez, Hugo, “Compañía Exportadora e Importadora Mexicana, S.A. (1949 – 1958). Conflicto y abasto de alimento”, México, CIESAS, 1994, P. 33. 183Sin autor, “36 millones derrama cada año en Mazatlán la zafra camaronera”, ESP, 20 de diciembre de 1960, p. 4 y 6

120

concesión de 5 años a la empresa americana Star Kits Food INC., para explotar el

atún en la costa del Pacífico mexicano.184

Un par de temporadas de ensueño despertarían la codicia de unos y el

deseo de superarse de otros, tras 10 años de existencia de la industria

camaronera en el puerto de Mazatlán, solo hacía falta una producción magnífica

para que se empezaran a gestar cambios importantes en los sistemas

organizativos de esta, las temporadas de 1961 y 1962, serían el inicio de una

nueva época en la pesca del camarón. Una nueva oleada de armadores tomaban

los lugares vacantes que dejaban algunos arquitectos de esta industria en los

años cincuenta, el cooperativismo cobraría fuerza y dejaría de ser un observador

para convertirse en la principal y a la postre única fuerza motora de la industria

camaronera en Mazatlán.

3.1.2. La paz y la guerra en los años dorados: 1961-1962

Muchos años después, en medio de una industria abatida por la falta de

producción, el desplome internacional de los precios, corrupción, piratería,

armadores que no vivieron esos años y un sistema cooperativista fracturado,

añorarían las dos primeras temporadas de la década de 1960, como la época de

oro de la pesca de camarón en el puerto de Mazatlán.

Al inicio de la temporada de 1961 nadie pensaba en catastróficas bajas de

producción, en temporales que destruyeran de manera parcial la flota, en la

piratería del atún. El único pensamiento de armadores y cooperativistas era el de

una producción en franco crecimiento, no estaban equivocados las dos

temporadas que venideras habrían de romper barrera de las 10 mil toneladas, a

pesar de que representarían una fractura a la relación entre armadores y

cooperativistas.

184 Sin autor, “Empresa Yanqui explotara el atún”, ESP, 23 de mayo de 1961, p.4

121

Después de una temporada histórica, en la que todos habían resultado

beneficiados, armadores y cooperativas no modificaron los contratos e iniciaron

las actividades sobre el mismo acuerdo de la temporada de 1960. Un total de 218

embarcaciones se hicieron a la mar el 15 de septiembre de 1961, con reportes de

que los precios del crustáceo en los Estados Unidos se mantenían altos y

estables, el 85% de la producción del puerto se aseguraba para la exportación, por

lo menos durante el primer mes de capturas.185

La temporada fue inusitadamente buena, y al igual que la anterior cualquier

pronóstico se quedó corto. Salvo por el mes de septiembre de 1961, en el se

trabajo sólo 15 días, se obtuvo un total de 434 toneladas, los siguientes cuatro

meses superaron las mil toneladas. En octubre se pescaron, 1,605 toneladas; en

noviembre la producción fue de 1690 toneladas; en diciembre hubo una zafra de

1,345 toneladas y enero de 1962 arrojó 1,296 toneladas de camarón. Los cuatro

primeros meses de captura habían sumado una producción mayor a las obtenidas

en nueve de las diez temporadas de la década de 1950.186

En una temporada de abundancia solo existió un pequeño problema que

terminó por no afectar.. Tras la creación de la Federación Regional de

Cooperativas y el aumento desmedido de éstas, las cooperativas fuertes de

Mazatlán comenzaron a actuar como un grupo disidente, negándose a colaborar

de manera cercana con el resto del sistema. Las cooperativas Pescadores de

Mazatlán, Ignacio Allende y Crestón de Mazatlán, desconocieron la existencia de

otras cooperativas y argumentaron ineficacia por parte del organismo regulador.

Desde la temporada de 1959 los conflictos fueron recurrentes, sin embargo,

debido a su tamaño, estas cooperativas siguieron siendo el grupo más fuerte

frente al movimiento de los armadores.

Tras 10 meses de capturas la producción total del puerto de Mazatlán era

de 11,035 toneladas de camarón, y sin un desplome de los precios, se convertía

185 Sin autor, “Bajo muy buenos augurios de inicia la pesca camaronera”, ESP, 14 de septiembre de 1961, p. 3 y 5 186 El sol del Pacífico, septiembre - febrero de 1961

122

está en una de las temporadas más remunerativas de la epoca, con un total de

218 embarcaciones el rendimiento fue de 50.61 toneladas por barco. Las historias

de éxito en diferentes empresas ligadas a la actividad era cosa común en los

medios de comunicación, por su parte el sector cooperativista, aunque dividido a

su interior, presentaba signos inmejorables de desarrollo.

La temporada 1961-1962 no solamente fue una de las más lucrativas de

todos los tiempos, sino que además significó la reactivación de una de las

empresas clave en el desarrollo pesquero de la década de 1950. Los astilleros de

Tomás de Rueda, administrados por una empresa paraestatal ante la crisis que

sufrieron en 1958, volvían a manos de particulares. Un grupo de inversionistas

locales en coinversión con la empresa holandesa Dock en Werg - Maatschappig

Wilton - Fijenoord N.V., constituían la empresa denominada Astilleros Unidos del

Pacífico. Bajo la gerencia de Tomás de Rueda, esta empresa llegaría a convertirse

en uno de los astilleros más importantes de América. La participación por parte de

la firma holandesa fue de gran mérito para el desarrollo posterior de la empresa y

de otros astilleros, pues aportaron la capacitación técnica y una inversión por más

de 70 millones en un periodo de 10 años.187

Las congeladoras también se vieron beneficiadas ante el boom de la

producción camaronera, por un lado la Refrigeradora del Noroeste que durante la

década de 1950 fue absorbida por NAFINSA y se transformaba en una

paraestatal, logró dejar atrás sus problemas financieros, convirtiéndose en una de

las empresas más importantes de la industria. Para el año de 1962 la RENO

contaba con 18 embarcaciones propias y prestaba servicio a 47 embarcaciones

más del puerto de Mazatlán, con dos plantas congeladoras que empleaban a más

de 150 mujeres, se volvía en la segunda maquila del puerto.188 De igual manera,

se situaba como punta de lanza en cuanto al trabajo del género femenino dentro

187 Sin autor, “74 millones invertirán en las ampliaciones de los astilleros”, ESP, 21 de julio de 1962, p. 5 188 Sin autor, “Primera congeladora de mariscos, ESP, 30 de enero de 1962, p. 7

123

de la industria pesquera, así, en julio de 1962 la RENO instalaba una guardería,

como una prestación básica para las mujeres que laboraban en sus plantas.189

Perteneciente a miembros de la familia Coppel, la Congeladora del Pacífico

era la principal congeladora del puerto. Con 26 embarcaciones de su propiedad y

con una maquila total de 83 barcos, la Congeladora del Pacífico era una de las

empresas más prósperas de la localidad. Además de emplear a 260 personas en

sus actividades, la Congeladora del Pacífico era líder en cuanto a la innovación

dentro de la maquila del camarón. Luis Felipe Cevallos, presidente de la Cámara

Nacional Pesquera, dio a conocer que con objeto de que el producto mexicano

fuera más competitivo en el mundo se implementaría el IQF (individual quick

Frozen) un sistema de congelamiento que permitía que cada unidad permaneciera

separada de otra al momento de congelarse; la Congeladora del Pacífico sería la

primera en implementar dicho sistema.190

Durante la veda de 1962 existía una sensación de bienestar dentro del

puerto de Mazatlán; el piojillo o la veda,191 nunca habían sido tan tranquilas tanto

para industriales y pescadores como para el comercio, que no resintió tanto el

parón en las actividades Marinas. Unos armadores innovadores que se

encontraban en plena disposición para el desarrollo futuro de la actividad,

apoyaron al gobierno local con una inversión de 3 millones de pesos para la

construcción de un muelle para cubrir mejor las necesidades de la pesca del

camarón.192 De igual manera, en compañía de autoridades federales y armadores

de otros puertos, iniciaron una gira por diferentes países en busca de mercados

que permitieran una diversificación y una independencia del mercado

norteamericano; siendo Francia y después Alemania las dos opciones más

189 Sin autor, “Hijos de empleadas de congeladoras tendrán guardería”, ESP, 18 de julio de 1962, p.5 190 Sin autor, “Crédito mixto y auxilio técnico para impulsar la pesca camaronera, ESP, 26 de junio de 1962, p.5 191 Se conoce como piojillo a la temporada del año en la que no hay pesca, dedicándose los trabajadores a la reparación de las embarcaciones. 192 Sin autor, “Buscan mercado en Europa al camarón”, ESP, 13 de julio de 1962, p.5

124

viables, no obstante, tiempo más adelante Japón sería en el segundo comprador

de crustáceo mexicano.193

El día 7 de agosto de 1962, cuando nadie lo esperaba, se inició una de las

más duras batallas que se habían presentado entre cooperativas y armadores en

la nación. El puerto de Mazatlán, convertido en un referente de la industria

camaronera del país, tendría a los protagonistas de este enfrentamiento. A decir

verdad, dicho conflicto no se extendió por más de 1 mes, sin embargo, los

resultados que traería consigo cambiarían de manera radical la forma de

organización pesquera.

Los primeros días del mes de agosto, bajo un ambiente de aparente calma,

partían a la ciudad de México armadores y cooperativistas a negociar el nuevo

contrato de participación. Por el lado de los armadores, la comitiva estaba

compuesta por: Federico Medrano, Alberto Fuentevilla, Tomás Balderrama, Rafael

E. Domínguez, Ignacio Sánchez, Fernando Carrillo, Héctor Rojas Oriol y Jorge

Coppel; la comisión de parte de los cooperativistas la componían: José Álvarez

García, Francisco Andrade Arreola (futuro armador), Dionisio Castillo León (futuro

armador), Francisco Bernal, Juan Vizcarra, David Rocha Zavala y Juan

Berumen.194

Durante las últimas dos temporadas de la actividad camaronera, el contrato

se venía firmando sobre las mismas bases. Los armadores pagaban a las

cooperativas una cuota determinada por tonelada de camarón, ya que éstas

contaban con la pesca exclusiva del producto. El contrato que acababa de expirar

obligaba a los armadores a pagar $3,041.00 pesos, además de arreglar la

embarcación y avituallarla. Por parte de las cooperativas estaban obligadas a

cubrir el sueldo y la alimentación de la tripulación que iba en las embarcaciones.

Durante los primeros días de negociación contractual, los cooperativistas

dieron una sorpresa, un golpe seco que dejó perplejos al gremio armador. Exigían

una contratación en la que se comprometían a absorber el 50% de los costos de 193 Sin autor, “3 millones y medio será la aportación de los armadores”, ESP, 18 de julio de 1962, p.5 194 Sin autor, “Comenzó el estira y afloja en la contratación de camaroneros, ESP., 07 de agosto de 1962, p.3

125

producción por tonelada y a cambio exigían un 50% de las utilidades brutas de

comercialización. Pasada la perplejidad de las ambiciones cooperativistas, los

armadores hicieron una contraoferta que situaba el beneficio de las cooperativas

en 10% de las utilidades brutas; la respuesta de las cooperativas fue una rotunda

negativa.195 La actitud del sistema cooperativista hacia la nueva contratación se

antojaba lógica después de una temporada tan benéfica como lo fue la de 1960.

Con casi 40 embarcaciones, las cooperativas mazatlecas fueron testigas de los

grandes beneficios que los armadores tenían gracias a las condiciones de los

contratos. La cooperativa Pescadores de Mazatlán hacía del conocimiento público

los márgenes de ganancia que obtenía a través de la renta con armadores y con

embarcaciones propias, las cifras eran abismales; mientras que con los barcos

arrendados a los armadores obtenían una ganancia de $0.45 pesos por kilo, con el

producto pescado por su flota obtenían $7.09 pesos por kilo.196

Llegado el momento de comenzar la zafra, fueron 39 embarcaciones, todas

pertenecientes a cooperativas, las únicas que se hicieron a la mar. Cooperativa

pescadores de Mazatlán con 8 embarcaciones; Pescadores de Mariscos 5; Ignacio

Allende 6; Crestón de Mazatlán 10; Articulo 27 constitucional, 7 y Sinaloa 4.197

Tras un periodo de veda de 2 meses, el retraso de las actividades

pesqueras significaba un duro golpe a la economía porteña e inclusive un duro

golpe a la economía nacional. El Centro Bancario Mazatleco informaba que la

economía del puerto dependía en un 80% de la actividad pesquera y que ante la

paralización de la flota de los armadores las pérdidas en el puerto alcanzaba los 5

millones de pesos diarios.198 Ante una flota cooperativista insuficiente, centenares

de pescadores analizaban la posibilidad de emigrar a pesqueras guatemaltecas

195 Sin autor, “Frente a frente armadores y cooperativistas, hoy”, ESP, 05 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 196 Sin autor, “Será tremendo el colapso económico de prolongarse el conflicto pesquero”, ESP, 18 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 197 Sin autor, “Salen 39 barcos de cooperativas”, ESP., 18 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 198 Sin autor, “Grave considera el centro bancario la paralización de los camaroneros”., 20 de septiembre de 1962

126

que de manera regular contrataban a pescadores de los estados de Chiapas y

Oaxaca199

Las cooperativas presentaban una actitud inflexible frente al conflicto;

actitud que se arraigó ante un comunicado presidencial en el cual se prohibía de

manera terminante firmar el contrato de participación pesquera sobre bases

similares a las anteriores.200 Bajo la consigna de no seguir deteniendo la flota

pesquera, los armadores firmaron el contrato de manera provisional (experimental

dirían los cooperativistas), por periodo de un mes; a la postre el contrato sería

respetado por un periodo de 3 años. Las características de este contrato que

planteaba un nuevo orden en la organización de la industria eran las siguientes:

las cooperativas ganarían $4,500. 00 pesos por tonelada pescada, más el 45% de

las utilidades que resultasen tras el descuento de $17,500. 00 pesos de costos de

producción por tonelada; los armadores obtendrían 55% de utilidades resultante

tras el descuento de $17,500 pesos; los gastos de producción correrían a cargo de

cooperativistas y armadores en las mismas proporciones que sus niveles de

utilidades.201

El mensaje era claro para los armadores: se abría una nueva etapa dentro

de la industria camaronera, pues las cooperativas dejarían de ser un simple medio

para poder explotar el recurso, y se convertirían en un actor fuerte con capacidad

de decisión. Muchos armadores no estaban dispuestos a participar de una

actividad bicéfala y comenzaron a retirar sus capitales de la industria camaronera.

El primero de ellos fue uno de los líderes armadores más respetados: Jorge

Coppel vendió 7 embarcaciones usadas a la cooperativa Crestón de Mazatlán, de

igual forma entró en pláticas con la cooperativa Artículo 27 Constitucional para la

venta de la Congeladora del Pacífico y algunas embarcaciones más.202 De igual

manera, en noviembre de 1962 la familia Coppel dio de baja sus empresas de la

199 Sin autor, “Frente a frente armadores y cooperativistas, hoy”, ESP, 05 de septiembre de 1962, p. 3 y 5 200 Sin autor, “Grave considera el centro bancario la paralización de los camaroneros”., 20 de septiembre de 1962 201 Sin autor, “55% armadores, 45% cooperativas, ESP, 20 de septiembre de 1962, p. 3 202 Sin autor, “Venderán 50 naves armadores porteños”., 03 de Octubre de 1962, p.5

127

Cámara Nacional de la Industria Pesquera; siendo Congeladora del Pacífico,

Coppel y Cima, Pesquera Altamar, las más importantes.203

Al igual que Jorge Coppel Careaga, muchos armadores dieron un paso al

costado de la actividad camaronera y comenzaron a trasladar sus capitales a otras

actividades que ulteriormente se convertirían en motor de desarrollo de la

localidad. Después de una temporada altamente productiva en ganancias, no era

tan catastrófico retirarse de una actividad prospera, pero con síntomas de

desgaste en las relaciones entre sus principales actores. Por supuesto, no todos

los armadores lo pensaron así, pues hubo los quienes permanecieron en la

industria defendiendo algo que sentían de ellos. Sin embargo, las cartas estaban

tiradas y los intereses se movían a favor de quienes se presentaran como un

grupo más fuerte, ante el nuevo orden en la pesca del camarón, instituciones

nacionales y extranjeras como BANFOCO, Ocean Garden y Crest Importing

Company, ofrecieron apoyo y créditos ilimitados a las cooperativas.204 Los

armadores no serían más los principales actores.

La desbandada de capitales privados de la pesca del camarón en Mazatlán,

pronto comenzó a ser un tema de interés nacional. Para el mes de enero una

comitiva de armadores de Puerto Progreso, de Yucatán, arribaban a Mazatlán con

el objetivo de revisar las condiciones del nuevo contrato y determinar si el retiro de

capitales privados de la pesca del camarón había sido justificado. De no ser así,

los armadores “bochitos” se encontraban en toda la disposición de trasladar la

totalidad de su flota camaronera al puerto sinaloense. Los armadores de Yucatán

plantearon que el recurso era limitado cerca de sus costas y en ocasiones tenían

que trasladar sus embarcaciones hasta el Pacífico por un poco de producto. De

esta manera, si la pesca de camarón, bajo el nuevo contrato no significaban

pérdidas para ellos, sería mucho más remunerativo dadas las cantidades de

producción del Golfo de California.205

203 Sin autor, “Pierden brújula los camaroneros”, ESP, 04 de Noviembre de 1962, p.3 204 Sin autor, “Teacapan será acondicionado como gran centro pesquero”, ESP, 19 de Noviembre de 1962, p.3 205 Sin autor, “Armadores boshitos se trasladaran a nuestro puerto”, ESP, 13 de enero de 1963, p.5

128

Del mismo modo, la delegación de Salina Cruz, de la Cámara Nacional

Pesquera, ofreció en conjunto con el gobierno del estado de Oaxaca condiciones

ventajosas para que los armadores disidentes del puerto mazatleco trasladaran

sus inversiones hacia aquel puerto. El siempre ambiguo movimiento cooperativista

del puerto oaxaqueño (nunca presento una postura homogénea a favor o en

contra de armadores y cooperativistas) ofrecía mejores condiciones de contrato

para estos armadores.206

Dentro de las repercusiones en la nación, la de Manzanillo fue la más

sobresaliente. Ante la partida de los armadores mazatlecos, los industriales del

puerto de Manzanillo decidieron hacer un traspaso total de su flota camaronera; de

esta forma Colima se convertía en el primer estado de la Republica Mexicana en

el cual las cooperativas controlarían de manera total las capturas del camarón,

adelantándose casi 20 años al traspaso de la flota en 1981.207

La temporada de 1962-1963, sería recordada por el parcial traspaso de la

flota y el avance de las cooperativas en cuando al aprovechamiento de la especie

del camarón. Paradójicamente, esta sería la temporada de más producción en la

historia del puerto de Mazatlán. Al no presentarse una seria baja en los precios del

mercado internacional, salvo por los últimos meses de captura, la temporada de

1962 se convertía en un hito que jamás podría alcanzar de nuevo la flota

mazatleca. Con un total de 298 embarcaciones que entrarían en actividad una

quincena después de levantada la veda, se logró una captura de 11,480 toneladas

de camarón, superando en 400 toneladas la temporada de 1961. Inclusive fue

durante esta temporada cuando se impone el récord de pesca en un solo mes:

octubre de 1962 arrojó una producción de 2,181 toneladas, mientras que el mes

de diciembre dio un producto de 2029 toneladas de camarón; en comparación con

el año anterior la producción fueron de 1605 toneladas y 1690 toneladas

respectivamente. Un promedio de 38.52 toneladas por embarcación permitió a las

cooperativas y a los armadores que no se retiraron obtener ganancias

extraordinarias. Solo las cooperativas volverían a tener niveles similares de 206 Sin autor, “Culpan a la fumigación de la pérdida del camarón”, ESP, 22 de marzo de 1963, p. 3 207 Sin autor, “Cooperativa de Colima adquieren 70 barcos”, ESP, 23 de junio de 1963, p.5

129

ganancia, ya que este año marca un punto de partida en cuanto al crecimiento de

la flota cooperativista.208

3.1.3. Crónica de una lucha anunciada:1963-1965

La temporada de 1963 no podía empezar de otra forma sino con un severo

enfrentamiento entre cooperativas y armadores. La firma del contrato de

participación fue ambigua en cuanto al tiempo que estaría vigente. Mientras que

los armadores argumentaban que durante las negociaciones se había llegado al

acuerdo de que el contrato sería revisado tras un año de capturas, los

cooperativistas aseguraban que la contratación se había hecho bajo una base de

3 años. Lo cierto es que dentro del contrato nunca quedó estipulada una revisión

del año de capturas, y los armadores estaban legalmente imposibilitados dado que

la revisión se pactó bajo palabra y no mediante un recurso jurídico.

Julio por su parte se convertiría en el mes de los argumentos dispares, pues

las constantes acusaciones entre armadores y cooperativas eran cada vez más

graves. A la luz de un movimiento cooperativista fuerte, los industriales

aseguraban que no pretendían que se cambiaran las condiciones contractuales de

la pesca, sino que se hicieran cumplir. Fausto Rodríguez, dirigente local de la

Cámara Nacional de la Pesca, planteaba las que condiciones del contrato no se

llevaban a cabo y en lugar de recibir utilidades 45% cooperativa y 55% armadores

como estipulaba el contrato, las cooperativas se estaban llevando un 56% de

utilidades contra un 44% de los armadores, motivo por el cual consideraban injusto

que no se revisaran los mecanismos sobre los cuales se cimentaba la

contratación.209

Por su parte, las cooperativas aseguraban que pese a que los armadores

no respetaban el contrato, estaban dispuestas a proseguir durante tres años más

con las condiciones contractuales planteadas en 1962. Los principales líderes

208 Ibíd., octubre de 1962 – agosto de 1963. 209 Sin autor, “El problema es si habrá reforma al plan pesquero”, ESP, 10 de Julio de 1963.

130

cooperativistas adujeron que teniendo ellos la obligación de aportar 45% de los

gastos de producción por tonelada, los gastos en los que estaban incurriendo

representaban más del 50%, haciendo un llamado a industriales y autoridades

para que realizaran auditorías y corroboraran esta información.210

Tras incontables reuniones y discusiones entre ambos bandos, los

cooperativistas salieron airosos de esta primera lucha: el contrato de pesca no fue

modificado, sin embargo, después de 4 años de bonanza los problemas en la

pesca de camarón comenzarían a llegar como una gran avalancha. Al inicio de la

temporada de 1963, el mercado de los Estados Unidos sufrió un conato de

desplome. Las exportaciones de países como El Salvador, Paquistán, Irán,

crearon un exceso de almacenaje dentro de las bodegas de los comercializadores

americanos; estas prácticas de dumping por parte de los industriales americanos

hacían factible la especulación con el camarón y sus precios dentro de los Estados

Unidos.211

La temporada de 1963, como después ocurrió en 1964 se presentarían

como unas de las más violentas en cuanto a la relación cooperativa y armadores.

Al no llegar a una renegociación del contrato los armadores comenzaron a

utilizarlo en contra de las cooperativas. Tomás Balderrama, uno de los

empresarios más activos de la industria dio uno de los primeros golpes al

cooperativismo. Amparado en la cláusula octava del contrato de participación,212 el

armador mazatleco cargó dentro de las ganancias de la cooperativa Nicolás Bravo

las diferencias del camarón de rezaga y del camarón de mala calidad, motivo por

el cual la cooperativa recibió $6,644. 00 pesos menos que en una liquidación

normal.213

210 Sin autor, “Exigirán las cooperativas la vigencia del contrato por 10 años”, ESP, 09 de Julio de 1963, p.5 211 Sin autor, “Descontrol ante el dumping camaronero”, ESP, 23 de Septiembre de 1963, p.5 y 7 212 La clausula octava del contrato de participación dice: El camarón que capture la cooperativa lo entregara al armador en el puerto de embarque, en estado natural, verde, fresco, limpio, sin manchas, descabezado y en perfecto estado de conservación y empaque en la planta que el mismo armador elija para su procesamiento. Los propietarios de las embarcaciones se niegan a aceptar camarón de calidad mediana y rezaga natural que en todos los viajes se produce. 213 Sin autor, “Aplicando el contrato presionan los armdores”, ESP, 10 de Octubre de 1963, p. 5 y 7

131

El segundo golpe vendría de la mano de los armadores dueños de

congeladoras, pues tras una serie de negociaciones cooperativas y armadores de

los estados de Oaxaca y Guerrero, aceptaron la oferta de maquilar su producto en

las congeladoras mazatlecas. Este se convertía en un problema para las casi 100

embarcaciones de los cooperativistas, ya que era un hecho probado que la

capacidad de las congeladoras locales era insuficiente inclusive para la propia

flota porteña. Las cooperativas de Mazatlán se verían seriamente afectadas

debido a que los armadores anunciaban una preferencia de descarga por sus

socios comerciales del sureste del país.214

La reacción de las cooperativas ante tales situaciones fue radical. De orden

de la Federación Regional de Cooperativas, ninguna embarcación arrendada

debía de traer camarón chico. La sorpresa de los armadores fue grande al ver que

las cooperativas comerciaba el camarón chico con los “coyotes”, previo a su

entrada al puerto. Las cooperativas tenían una ganancia mayor, mientras que

armadores y fisco se veían severamente afectados. En vano los armadores

apelaron a la moral de los pescadores tachándolos de prácticas desleales. Los

mercados de Jalisco, Chihuahua, Coahuila, Durango y el propio mercado local

recibieron el producto de las relaciones entre coyotes y cooperativistas durante

mucho tiempo más.215

Pese a que la producción de 1963 no fue mala partiendo de productividad

por barco, se tornó difícil debido a los adeudos que las cooperativas habían

adquirido tras el parcial traspaso de la flota camaronera. Sin tener la producción

total de la flota mazatleca durante la temporada de 1963, se tiene que durante los

primeros meses de pesca, esta se mantuvo en los promedios que las dos

temporadas anteriores. Una zafra de 5,734 toneladas en los meses que van de

septiembre a diciembre arrojó un rendimiento por embarcación de 19.11 toneladas

por embarcación. La siguiente tabla muestra la producción y productividad por

embarcación para el mismo periodo de tiempo de las últimas temporadas.

214 Sin autor, “Ofrecen los armadores sus congeladoras y sus servicios a las flotas foráneas”, ESP, 15 de Octubre de 1963, p.5 y 7. 215 Sin autor, “Lenta pero firme la recuperación camaronera”, ESP, 05 de Diciembre de 1963, p.5

132

Tabla 17. Producción camaronera septiembre - diciembre 1958-1963

Año Producción Flota Productividad por barco 1958 2446 ton. 180 13.58 ton. 1959 2339 ton. 185 12.58 ton. 1960 3644 ton. 215 16.94 ton. 1961 4729 ton. 218 21.69 ton. 1962 5860 ton. 298 19.66 ton. 1963 5734 ton. 300 19.11 ton.

Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1958-1963

Como se observa en la tabla anterior, las capturas de la temporada de

1963, durante sus primeros 4 meses, se mantuvieron por encima de temporadas

como la de 1961 en la que se pescaron más de 11 mil toneladas, motivo por el

cual no se puede calificar de malo el desempeño de la flota durante este año. En

un plano de especulaciones, se cree que la temporada 1963 superó las 10 mil

toneladas, ya que no existen indicios de que se diera un desplome en la

producción, salvo la caída de los últimos meses que se presentaba de manera

generalizada en todas las temporadas. Si bien es verdad que los armadores

decidieron parar las actividades de la mitad de flota en el mes de mayo, barcos de

cooperativas rendían de 2 a 3 toneladas de producto en el mes de junio.216 Pese a

esto, la industria camaronera entró en una fuerte crisis al finalizar la temporada.

En primer lugar,, se tiene que el comportamiento del mercado de Estados

Unidos fue muy inestable durante toda la temporada. Un fenómeno de

especulación fueron los precios del camarón, así como un aumento de exportación

de producto de otros países, impidieron un mercadeo homogéneo de la

producción. Con un sector industrial apático y resentido, las cooperativas

nacionales comandadas por las de Mazatlán buscaron una diversificación de los

mercados sin tener mucho éxito. Misiones comerciales al Canadá, Alemania y

Japón, no rindieron los frutos esperados y el camarón siguió sujeto a las

fluctuaciones del mercado americano217

216 Sin autor, “32 millones pidieron las cooperativas de Mazatlán”, ESP, 02 de Junio de 1964, p.7 217 Sin autor, “Buscan nuevos y más amplios mercados a nuestro camarón”, ESP, 01 de Febrero de 1964, p.5

133

En segundo lugar, los adeudos que las cooperativas adquirieron con el

BANFOCO tras el retiro masivo de armadores, impidieron la aprobación de

nuevos créditos que se precisaban para el avituallamiento y reparación de las

flotas, así como para los préstamos que durante el piojillo hacían a sus socios.

Diversas e inútiles fueron las gestiones de las cooperativas locales por percibir

una extensión en las líneas de crédito por parte del BANFOCO. La banca local

pertenecía al gremio de los armadores y no fue una opción para poder financiar su

situación. Por último,, un intento con el Banco de las Américas para hacerse de

toda la flota de armadores terminó por no fructificar y hundir a las cooperativas en

su primera gran crisis.218 Las cooperativas de Mazatlán habían pasado 20 años

siendo los desposeídos de la actividad y cuando llego el momento de hacerse de

sus propios medios de producción, no fueron favorecidos por buenas temporadas.

Sin embargo, el principal problema que la actividad presentó durante esta

temporada fueron los ataques constantes entre armadores y cooperativas. La

zafra camaronera finalizó bajo el mismo fuego cruzado con el que comenzó. En

mayo de 1964, sumergidas en una crisis atroz y como respuesta a la paralización

de 100 embarcaciones de armadores por la escasa producción, las cooperativas

anunciaban que retiraban las compras de suministro a los negocios propiedades

de armadores retirados de las actividades. Uno de los primeros afectados fue

Fernando Carrillo quien fue privado del derecho de tramitar los despachos de las

90 embarcaciones propias de las cooperativas.219

Como se hizo costumbre durante esa temporada, a cada ataque de un

bando, la respuesta del otro era aun mayor. Molestos por los perjuicios contra su

gremio y argumentando que las cooperativas se encontraban en franca jornada

por hacerse de toda la flota y eliminarlos del negocio, los armadores alcanzaron el

límite de la deslealtad en cuanto a las agresiones. Utilizando sus influencias y

proximidad a las empresas exportadoras, se embarcaron en una empresa que

tenía la finalidad de derrumbar los precios que en el mercado de Estados Unidos

218 Sin autor, “Lenta pero firme la recuperación camaronera”, ESP, 05 de Diciembre de 1963, p.5 219 Sin autor, “Tramitaran un crédito para comprar la flota camaronera y reorganizaran las coopertivas, ESP, 18 de Mayo de 1964, p.5

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se ofrecían por el camarón regional.220 Pese a que no fueron secundados por

dichas empresas, el armador comenzaba a mostrar síntomas de desquiciamiento.

La idea de quemar las naves con el objetivo de destruir a las cooperativas locales,

era una situación muy radical.

La situación de los pescadores era precaria. Ante la paralización de una

parte de la flota y el desplome de los precios, 1,300 familias mazatlecas se

encontraban en serios problemas económicos. Apoyos de despensa por parte de

los Estados Unidos se repartieron dentro de las colonias de pescadores: Benito

Juárez, Gabriel Leyva, Montuosa, Lázaro Cárdenas, Venustiano Carranza, Isla de

la Piedra, Rancho el Venadillo, Cañonero Tampico y Cerro de la Nevería. Fueron

beneficiados con un aproximado de 50 a 60 toneladas de víveres por mes.221 La

situación se volvía insostenible y el gobernador, Enrique Pérez Arce, tuvo que

hacer un llamado a la cooperación. Advirtiendo a los armadores que si no

cambiaban sus procedimientos en el trato con las cooperativas entonces nada

tenían que hacer en el negocio de la pesca.222

La temporada de 1964 trajo tranquilidad a la industria pesquera, pues si

bien la producción fue menor que en la temporada de 1963, no existieron cambios

radicales de los precios del camarón dentro del mercado de los Estados Unidos.

Por este motivo las 8,500 toneladas de camarón que fueron capturadas a través

de aproximadamente 300 embarcaciones no fue un mal negocio para la industria.

Armadores y cooperativistas no iniciaron la temporada de pesca enfrascados en

problemas contractuales, y si a eso sumamos las advertencias que el gobernador

hizo a los armadores, se puede decir que el año pesquero no presentaría

sobresaltos hasta llegada la siguiente veda, cuando se revisaría de manera oficial

el contrato de participación. La crisis camaronera de 1963 demostró que no

bastaba un aumento extraordinario de la producción y desnudó a la industria como

una actividad frágil y dependiente. De nuevo se hizo presente el fantasma de la

falta de diversificación en la pesca.

220 Sin autor, “Quieren los armadores que E.U. pague menos, ESP, 04 de junio de 1964, p.5 221 Sin autor, “Mala pesca y altos impuestos hunden a 1,200 familias”, ESP, 04 de junio de 1964, p.5 222 Sin autor, “Autopropician la inestabilidad en la industria de la pesca, ESP, 25 de julio de 1964, p.5

135

El Gobierno Federal fue el primero en dar un paso adelante ordenando la

construcción de 3 barcos atuneros dentro de los Astilleros Unidos del Pacífico. Las

gestiones de la construcción se hacieron a través de BANFOCO, Nacional

Financiera y la Comisión Consultiva de Pesca. En la misma tónica de

diversificación y modernización de la flota camaronera, la Refrigeradora del

Noroeste recibe créditos para la construcción de 10 barcos camaroneros y 1 barco

atunero. La tripulación de los barcos atuneros sería extraída de la actividad

camaronera y recibiría adiestramiento en embarcaciones de Estados Unidos.223

Por el lado del gremio cooperativista, la sociedad cooperativa Marcelo

Morales había encontrado en la pesca de escama y de caguama una manera

menos lucrativa, pero más segura, de mantener una buena situación financiera.

Durante la temporada de 1964 esta cooperativa pescó 552 toneladas de caguama

que fueron procesadas dentro de una pequeña congeladora propia.224 Hacia el

final de la temporada las cooperativas camaroneras enviaban embarcaciones a las

Islas Socorro para medir la factibilidad de en la pesca de langosta y totoaba.225

Como otro medio para la diversificación, las mismas cooperativas probaban en los

Talleres Reynoso maquinaria que permitiera triturar a bordo la fauna de

acompañamiento. La harina de pescado era normalmente utilizada como forraje,

fertilizante y en productos para la alimentación humana. Inversiones de 150 mil

pesos permitirían a las cooperativas tener entradas de dinero extra.226

El fin de la temporada de 1964 significaba la llegada de una hora marcada.

Una tensa calma por la nueva contratación comenzó a sentirse dentro de la

actividad desde los primeros meses del año. Diferentes rumores se dejaban

escuchar en los sitios comunes de armadores y cooperativistas. Los industriales

planteaban que de seguir la contratación bajo las mismas características

abandonarían de manera definitiva la actividad; por su parte las cooperativas

planteaban la idea de ir por un contrato más benéfico que les permitiera obtener

223 Sin autor, “A cambio de camaron, la industria atunera, ESP, 05 de julio de 1964, p.5 224 Sin autor, “Se industrializaron cerca de 551 toneladas de carne de caguama en Mazatlán; veda”, ESP, 06 de mayo de 1965, p.5 225 Sin autor, “cooperativas proyectan diversificar pesca”, ESP, 21 de mayo de 1965, p.7 226 Sin autor, “Probaran un triturador de pescado”, ESP, 10 de junio de 1965, p.5

136

no las utilidades de la venta de producto, sino el producto en especie para contar

con la capacidad de negociarlo en el mercado al mejor postor.

Lo cierto es que una Cámara Industrial Pesquera renovada nombraba a

cinco armadores del país que serían los encargados de dirigir las negociaciones.

Los industriales de Salina Cruz fueron excluidos, acusados de tibieza y deslealtad

al gremio. Dichos miembros de la cámara fueron, Federico Medran, Tomás de

Rueda Coppel y Jesús Cevallos, del puerto de Mazatlán: Ernesto de Cima y Víctor

Vielldent, del puerto de Guaymas y por ultimo Francisco Higuera de Puerto

Peñasco.227

La situación fue idéntica a la de dos años atrás. Trabadas y violentas fueron

las negociaciones de ambos bandos y diferentes las formas de reaccionar ante tal

situación. La falta de contratos originó que los armadores comenzaran tarde la

reparación de sus barcos. La dinámica económica de la pesca se veía fracturada,

chinchorrero, pintores, ferreterías, talleres y abarrotes de avituallamiento,

quedaron en espera de la época fuerte del año para ellos, generando un

desequilibrio económico muy severo en el puerto.228 Llegado el inicio de la

temporada, no existía una negociación clara y al igual que dos años atrás, la flota

de armadores no salió a la zafra. En las costas del Pacífico mexicano solo las

embarcaciones de armadores de Salina Cruz se hicieron a la mar. 200

embarcaciones del puerto de Guaymas, 150 del puerto de Mazatlán y 150 de los

puertos restantes permanecieron paralizadas por más de quince días. El cinco de

octubre del año de 1965, los armadores perdieron toda resistencia, firmando un

contrato que en su mayoría había sido impuesto por los cooperativistas; en ese

momento, lo único que se sabía sobre la contratación es que tendría una vigencia

de 7 años. Todo parece suponer que el contrato se firmó sobre la misma base del

227 Sin autor, “Descartaron a los de Salina Cruz”, ESP, 13 de Junio de 1965, p. 3 228 Sin autor, “Treinta barcos dedicaran los armadores a la pesca de especies de escama”, ESP, 22 de Julio de 1965, p.5

137

anterior, solo que esta vez las cooperativas contaban con más del 50% de las

utilidades.229

Las repercusiones de la paralización no fueron pocas, sin embargo las

cooperativas implementaron medidas mucho más eficientes para combatirla. A

esto hay que sumarle que dos temporadas atrás al momento de la paralización las

cooperativas contaban con 39 embarcaciones, mientras que en esta temporada su

flota se componía de 100 embarcaciones aproximadamente. La ocupación de

siete tripulantes por nave y una rotación de tripulación en las embarcaciones,

fueron la principal arma contra el paro de las naves propiedad de los

armadores.230 Para estos últimos la situación fue diferente, pues el estancamiento

parcial de sus inversiones significaban grandes pérdidas. Gran número de

congeladoras se encontraban sin actividad, provocando una alta tasa de

desocupación, afectando no solo a los armadores sino a gran parte de la

población porteña. La pesca de alta mar entraba en un círculo vicioso que muchos

no estaban dispuestos a padecer, por lo que una segunda ola de armadores

disidentes apareció durante esta temporada. Armadores de muchos años en la

actividad como la familia Fuentevilla, Cevallos y Coppel decidieron retirarse al

finalizar la temporada. Las cooperativas se anotaban un nuevo triunfo, y poco a

poco se iban deshaciendo de los peces gordos de la industria camaronera del

puerto de Mazatlán.231

Una temporada que significó el retiro de por lo menos 70 embarcaciones de

armadores y el ascenso de las cooperativas como grupo de poder en la industria

camaronera llegaba a su fin. Con una producción de 7,798 toneladas de camarón

y una flota de 298 embarcaciones, el rendimiento por barco de la zafra fue de

26.16 toneladas. Estabilidad en los precios y un estado financiero menos

comprometido, convertían a esta en una temporada magnífica, por lo menos para

los cooperativistas. El problema de la contratación quedaría resuelto por un largo

229 Sin autor, “Aun permanece inactiva la flota pesquera de los armadores locales”, ESP, 05 de Octubre de 1965, p.5 y 7 230 Sin autor, “Sistema rotativo para tripular barcos”, ESP, 17 de Septiembre de 1965, p.5 231 Sin autor, “Captura de una ton. diaria de camarón”, ESP, 21 de Abril de 1966, p.5

138

periodo de tiempo, mientras los armadores que permanecieron dentro de la

industria tenían la seguridad de que las cooperativas no intentarían

desaparecerlos de la industria.

3.1.4. Adiós a las armas……y a la especie también: 1966-1968

Al iniciar la temporada de 1966 nadie extrañaba una actividad

convulsionada por los enfrentamientos entre los principales actores. La temporada

anterior, que terminó con un singular intento de nacionalización de la industria

camaronera a través del BANFOCO, había traído nuevas esperanzas a la

actividad.232 La producción de los dos primeros meses de labores había

presentado un aumento de 31% en relación con la temporada anterior; esta

tendencia se mantendría estable durante toda la temporada, por lo que al final de

esta, la producción fue de 8,657 toneladas de camarón contra 7,798 de la zafra

anterior. Un crecimiento del 11% en la producción sumado a la falta de conflictos

internos y un mercado internacional estable, situaban a la actividad camaronera

como el eje sobre el cual se dinamizaba la economía del puerto.

La temporada de 1966 sería la última en un periodo de 10 años, y al pasar

la cifra de 8 mil toneladas capturadas el ciclo reproductivo del camarón sufriría

trastornos imposibles de determinar. Tales variaciones llevarían a una flota de más

de 320 embarcaciones a tener una producción de 4311 toneladas en una

temporada de pesca. Los intentos por modernizar la flota camaronera y por

diversificar la pesca se presentaban desde diversos frentes. El puerto de

Mazatlán, que geográficamente cuenta con un lugar privilegiado dentro del

Pacífico mexicano, acaparó la intención de diferentes firmas europeas, que

ofrecían créditos y tecnificación de la industria, de instalar en el puerto un

complejo industrial atunero. Polonia y Yugoslavia fueron los primeros países que

ofrecieron créditos que se amortizarían con producción.233 Más tarde, firmas

francesas apoyadas por su gobierno realizaron una visita al puerto con fines de 232 Sin autor, “Ni con sus corifeos la lleva bien el gerente de BANFOCO”, ESP, 11 de Mayo de 1966, p.5 233 Sin autor, “Atractiva proposición pesquera Yugoeslava”, ESP, 26 de enero de 1967, p.5

139

financiar el desarrollo de la industria atunera; estas firmas ofrecían además de un

crédito por 475 millones de pesos, asesoría técnica que permitiría al puerto de

Mazatlán desarrollarse de una manera diversificada y sustentable.234

Por parte de los industriales locales, esfuerzos similares comenzaron a

registrarse. Miembros de la familia Cevallos, mismos que habían retirado sus

inversiones de la pesca del camarón, realizaron un viaje por las costas francesas y

africanas con objeto de estudiar el desarrollo pesquero. A su regreso, planteaban

que la riqueza del puerto de Mazatlán era mucho mayor que la de los principales

puertos industriales-pesqueros del mundo. Poco tiempo después sería la familia

Cevallos la pionera de la industria atunera.235

Por último,, y con el mismo objetivo de diversificar la actividad, los

industriales y cooperativistas mazatlecos establecieron relaciones comerciales con

pesquerías de Japón, que les permitirían diversificar los mercados y dejar de lado

la dependencia que se tenía con el mercado de los Estados Unidos. La empresa

japonesa Musia Japan estaba dispuesta a comprar 3 mil toneladas de camarón

por año, así como instalar una planta congeladora dentro del puerto, ya fuera

terrestre o flotante, y pagar el precio de transportación. Además de esto, la planta

ofrecía un precio estable y en esos momentos más elevado que las cotizaciones

dentro de los Estados Unidos.236

¿Para qué se necesita un mercado equilibrado, cuando el huracán Belauh

puede destruir a la competencia nacional? El mercado camaronero en los Estados

Unidos era tan competido por los productores del Pacífico y del Golfo de México,

que el paso destructivo que tuvo el huracán Belauh por los estados pesqueros de

la costa este de México fue la mejor noticia que pudo recibir el gremio camaronero

mazatleco. El huracán Belauh de quinta categoría en la escala Saffir-Simpson

había a afectado a las flotas e instalaciones productivas de los estados mexicanos

de Yucatán, Campeche, Veracruz, Tamaulipas, de igual forma su onda destructiva

234 Sin autor, “Mazatlán, punto clave de empaque pesquero”, ESP, 10 de junio de 1967, p.7 235 Sin autor, “Promisorio futuro tiene la pesca de escama”, ESP, 16 de julio de 1967, p.5 236 Sin autor, “Japón, contrapeso al dumping camaronero”, ESP, 18 de julio de 1967, p.5

140

se extendió a las costas de Texas paralizando las actividades de captura por lo

menos un mes. Si a esto sumamos que los niveles de pesca de camarón azul

dentro de las costas de Sinaloa habían aumentado de manera considerable, no

existía mejor panorama para el inicio de la temporada para la flota mazatleca.237

A diferencia de otras temporadas, el camarón empezó a escasear con

mucho tiempo de anticipación a la veda. Los últimos viajes de captura se volvieron

incosteables, por lo que tanto cooperativas como armadores optaron por

incorporar embarcaciones a la pesca de escama, actividad en la que si bien la

ganancia no era tan grande por no ser un producto de exportación, permitía

mantener niveles de ocupación altos, reduciendo las consecuencias del “piojillo”.

Ante la disminución en la producción de este año, las autoridades federales

ampliaron el calendario de veda durante 15 días, por lo que la temporada de 1968

comenzaría el primer día de octubre.238

La temporada de 1967 había sido la de menor producción en nueve años,

por lo que las ganancias extraordinarias obtenidas a principio de temporada

debido a las condiciones de la flota del Golfo ayudaron a minimizar este problema;

sin embargo, las bajas en la producción que se darían hasta mitad de la década

de 1970 no contarían con la misma suerte. La temporada de 1967 terminaba con

una producción de 7,070 toneladas de camarón, y con una flota aproximada de

302 embarcaciones, la productividad por barco fue de 23.41 toneladas.

Existen diversas maneras de evaluar el éxisto o fracaso de una temporada.

En diciembre de 1968, tras años de acusar incosteabilidad, la Congeladora del

Pacífico cerraba de manera definitiva sus operaciones.239 En enero, tras un inicio

de temporada desastroso en cuanto a la captura de camarón, cooperativas y

237 Sin autor, “Magnifico panorama ofrece la pesca de alta mar”, ESP, 26 de septiembre de 1967, p.5 238 Sin autor, “Hasta el 1 de octubre se levantara la veda en alta mar”, ESP, 10 de agosto de 1968, p.5 239 Sin autor, “Congeladora del Pacífico va a cerrar por incosteabilidad”, ESP., 10 de diciembre de 1968, p. 5 y 7

141

armadores consideraban el paro total de las actividades. Una veda de más cinco

meses significaría una crisis para el puerto como nunca se había visto antes.240

Para el mes de febrero, la industria camaronera estaba totalmente

desquiciada. Al cierre de la Congeladora del Pacífico, le siguieron despidos

masivos de otras congeladoras, la Refrigeradora del Noroeste en manos del

Gobierno Federal no fue la excepción, y en ese mes se desprendía de 36

trabajadores.241 El mes de febrero se convertía en el de peor producción en los

últimos diez años. Las congeladoras en conjunto lograron una captura de 203

toneladas: RENO, con una maquila de 110 embarcaciones, produjo 104 toneladas;

Refrigeradora Mexicana con una maquila de 30 barcos, 44 toneladas; por último,

la Congeladora Unión, con una flota de 5 barcos, obtuvo 55 toneladas.242

La pesca de camarón en el puerto de Mazatlán encontró en la temporada

de 1968 el inicio de una crisis que se extendería hasta nuestros días. Con una

producción de 5,297 toneladas y una flota de casi 280 embarcaciones, la

productividad por barco había sido de 18.91 toneladas. La actividad camaronera

comenzaría un largo peregrinar que duró más de una década y terminaría en 1982

con el traspaso de la flota de armadores a las cooperativas. La segunda década

de producción camaronera a gran escala dentro del puerto de Mazatlán había

llevado a la actividad a un agotamiento productivo y organizacional del que nunca

podría salir.

3.2. Reproducción de las condiciones de la economía camaronera 1959 - 1968.

3.2.1. Reforzamiento Tejido Productivo pesquero, nuevas inversiones en la pesca

del camarón: 1959 – 1962.

240 Sin autor, “En pleno derrumbe la temporada camaronera y de escama en alta mar”, ESP, 19 de enero de 1969, p.5 y 7 241 Sin autor, “Muy aguda la crisis pesquera”, ESP, 06 de Febrero de 1969, p.5 242 Sin autor, “Notable baja en la recaudación de impuesto por pesca”, ESP, 02 de Marzo de 1969, p.5

142

La crisis de la industria camaronera durante periodo de 1956 a 1958 inhibió

de manera considerable las nuevas inversiones en este rubro. Sin embargo, las

condiciones de la flota camaronera que se desarrollaron durante el periodo

mencionado requerían una nueva inversión de capitales, que fueran destinados

tanto a la modernización de la flota como al desarrollo de un encadenamiento

productivo más consolidado. Es verdad que la estructura productiva y organizativa

que se había logrado construir alrededor de la pesca del camarón era suficiente

para sustentar las actividades un tiempo más. Por otro lado, la aparición de

tecnologías más modernas, una necesidad imperiosa de diversificación en las

actividades de extracción, eran aspectos que debían de salir del desarrollo de la

propia industria.

El año de 1959 representó un punto de inflexión dentro de las inversiones

hechas a la economía pesquera en el puerto de Mazatlán, motivados por un

repunte en la producción un nuevo flujo de inversiones llegó a la actividad

alcanzando su máximo nivel en el año de 1962.

Al igual que en el año de 1950 las inversiones se encargaron no solamente

de sustentar los medios productivos de extracción, en este caso la flota pesquera,

sino que además se dio la aparición de un número importante de empresas

conexas que le permitieron desarrollarse como un pequeño distrito capaz de

generar un encadenamiento empresarial y económico en torno a una misma

actividad, haciendo de la pesca del camarón una actividad altamente

remunerativa. La diversificación empresarial constituyo una de las necesidades

básicas de la industria camaronera, pese a no contar con una empresa central que

funcionara como eje articulador de un número de empresas más pequeñas. Las

PYMES243 que componían el sistema pesquero y en especial de la pesca de

camarón, funcionaban como una red cohesionada capaz de sortear las diferentes

vicisitudes que se presentaran para la actividad en su conjunto. Sobre el papel de

243 Las pequeñas y medianas empresas se pueden definir como el punto medular del tejido productivo de cualquier país o región. Pese a no ser empresas de gran tamaño, cuentan con todos los atributos de una empresa tradicional. Muchas de las innovaciones de carácter organizativo que se presentan en las grandes empresas tiene sus raíces en los modelos de organización que se presentan en las PYMES. Gran parte de que se les considere parte fundamental de la dinámica económica es su generación intensiva de empleos.

143

las pequeñas y medianas empresas dentro de los procesos del desarrollo local,

Vázquez Barquero plantea que lo determinante para el crecimiento económico no

es la dimensión de las empresas sino la formación de sistemas de empresas, de

redes de empresas, que permiten economías de escala y de alcance y reducir los

costes de transacción.244

El sistema cooperativista era fuerte al principio de la década de 1960, sin

embargo, no contaba con la estructura necesaria para convertirse en el eje sobre

el cual girara la reproducción de las condiciones del tejido productivo local. De

esta forma, los empresarios de nuevo se posicionaron como la punta de lanza en

la promoción del crecimiento sectorial. Las inversiones dentro de las actividades

relacionadas a la pesca por parte de la iniciativa privada, fueron de

aproximadamente $67,720, 000. 00 de pesos245, esto solamente en lo referente a

la constitución de empresas.

La Cámara de Comercio de Mazatlán, estimaba para el año de 1961 que el

gasto de una embarcación por año fluctuaba entre los 70 mil y 100 mil pesos.

Estos gastos se hacían en salarios, avituallamiento, refacciones, pago de

servicios, por lo que las inversiones por año de una flota camaronera de 200

embarcaciones, llegaba a ser de 15 millones de pesos aproximadamente.246 De

igual manera no se contemplan aquí las inversiones que se hacían por parte del

sistema de cooperativas. Si bien, la mayoría de las operaciones que éstas

realizaban se hacían a través de embarcaciones arrendadas a los armadores, los

quienes corrían con todos los gastos. Las cooperativas cada vez contaban con

una flota más grande, por lo que el promedio de inversión aumentó con la

construcción de embarcaciones propias.

Entre los años de 1959 y 1962 se constituyeron en el puerto de Mazatlán un

total de 82 empresas relacionadas con el sistema productivo pesquero. De estas

empresas, la mayoría se encontraba encaminada a actividades relacionadas con

244 Vázquez Barquero, Antonio. Desarrollo, redes e innovación: Lecciones sobres el desarrollo endógeno, 1999, España, Pirámide. P.43. 245 RPPMAZ, 1959– 1962. 246 Sin autor, “Compraran dos barcos más con crédito de un millón”, ESP, 11 de agosto de 1961, p.5

144

la pesca del camarón. Aun y cuando la necesidad de la diversificación pesquera

era una realidad en este lugar, durante este periodo no se presentó un aumento

considerable de las actividades relacionadas con la pesca de otras especies. Fue

la cooperativa Marcelo Morales la principal institución encargada de la pesca de

escama, por parte de la iniciativa privada es difícil determinar hacia que éspecie

encaminaban sus actividades ya que en las actas constitutivas no existe un

apartado con esta informacion, sin embargo, para este periodo no existen indicios

de que la flota pesquera haya dado un cambio en sus actividades. Por otra parte,

dados los niveles de inversión, se puede determinar si las empresas se dedicaban

a la pesca en alta mar a través de embarcaciones de 62 pies de eslora o mayores,

o se dedicaba a la pesca de alta mar a través de pequeñas canoas escameras,

que tenían como destino el mercado local.

Durante el periodo fueron las empresas de extracción las que predominaron

dentro de las inversiones de la IP. De las 82 empresas constituidas, 63 eran de

extracción, 2 astilleros dedicados a construcción o reparación de embarcaciones,

4 congeladoras y fábricas de hielo, 5 ferreterías o empresas dedicadas a la

distribución de equipo pesquero, 3 comercializadoras o exportadoras, 1

industrializadora, 3 empresas de servicio, entre las que se encontraban talleres o

remolcadores, así como transportación congelada.247

Como era de esperarse, fueron las empresas de extracción las que

proporcionaron a la economía una mayor inversión. Con un total de 63 empresas,

la inversión aproximada fue $53,790, 000. 00 de pesos, siendo el año de 1962 el

de mayor dinero empleado, ya que se alcanzaron $24,750, 000. 00 de pesos en

gastos de empresas pesqueras dedicadas a la extracción. El monto de inversión

en estas empresas representaba un 79% del total en estos años. Para el periodo

de 1950-1958 encontramos que la participación de las inversiones de empresas

de extracción fue de un 65% en relación con las empresas refaccionarias, por lo

que encontramos un aumento considerable en cuanto a las importancias de estas

empresas.

247 RPPMAZ, 1959– 1962.

145

En este sentido, cabe aclarar que muchas de las grandes empresas, como

congeladoras y astilleros que se constituyeron en la década de la 1950,

continuaron de manera ininterrumpida dentro de las actividades pesqueras hasta

la década de 1980. Por lo que se puede entender que una vez creada la

infraestructura que permitían no nada la más extracción sino la reproducción,

industrialización y comercialización del producto, las empresas de extracción

cobraran un mayor auge dentro de las inversiones.

Existían dentro de las empresas de extracción aquellas que sus inversiones

superaban el millón de pesos, sin embargo, esto no las convertía en centro de la

actividad. Pese a esto, las empresas de inversiones más grandes contaban con

una mayor estabilidad y pertenecían a pequeños clusters de armadores que por lo

general se agrupaban en torno a una congeladora. Como se muestra la tabla 14,

al igual que para el periodo anterior, las principales empresas de extracción

pertenecían a los grandes empresarios de la localidad. De igual forma se puede

apreciar que se comenzó a dar una concentración de las inversiones en los

grandes capitalistas, así como un aumento importante en los montos de inversión.

Mientras que en el periodo de 1950-1958 solamente 3 de las principales 10

empresas superaron el millón en inversión, para el periodo de 1959-1962 por lo

menos 18 empresas tenían inversiones por un millón de pesos o más.

Tabla 18. Principales constituciones de empresas de extracción de la actividad

pesquera en el puerto de Mazatlán 1959-1962

Empresa Año Capital Principales socios Pesquera de Altamar S.A. 1961 $5,000, 000 Jorge Coppel, Sergio Coppel Pesquera Astillero S.A. 1962 $2,000, 000 Julieta Perrusquia, Arturo de Cima

Pesquera Playa Larga S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano Pesquera Playa Hermosa S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano Camaronera del Noroeste S.A. 1962 $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano

Pesquera Teacapán S.A 1959 $1,680, 000 Héctor Escutia, Víctor Patrón Pesquera Oceánica S.A. 1959 $1,680, 000 Héctor Escutia, Víctor Patrón Pesquera Reforma S.A. 1960 $1,600, 000 Rafael Domínguez, Juan Gavica

Pesquera Balderrama S.A. 1962 $1,500, 000 Tomás Balderrama, Fernando Fuentevilla Pesquera La Sirena S.A. 1962 $1,300, 000 Jorge Coppel, Héctor Escutia.

146

Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

El aumento en las inversiones trajo como consecuencia un aumento

importante en la flota productiva, pasando de 185 embarcaciones en 1959 a 298

para 1962. La inversión inicial en la construcción de más embarcaciones traía

consigo un efecto de multiplicador de las inversiones. En primer lugar,, los

astilleros del puerto hacían un consumo mayor de insumos para la construcción de

barcos, y una vez terminadas y echadas a andar las naves éstas necesitaban una

serie de inversiones que año con año beneficiaba de manera importante al

comercio local. De esta forma, el aumento en la flota pesquera significaba un

motor innegable de desarrollo local.

Las empresas que hemos atinado en llamar refaccionarias constituían un

21% de la inversión total para el periodo de 1959-1962. Como se ha dicho antes,

existían fuertes relaciones comerciales y sociales que unían al sistema pesquero

con las congeladoras, distribuidoras, ferreteras y astilleros constituidos en la

década de 1950, motivo por el cual surgieron pocas empresas de este tipo en

relación con el periodo pasado. Un total de 19 empresas con una inversión

aproximada de $13,930, 000. 00 de pesos, vinieron a fortalecer la estructura

industrial y comercial de la pesca en el puerto de Mazatlán.

Pese a las problemáticas que presentaría la actividad pesquera a partir de

1963, algunas de las empresas conexas a la pesca del camarón lograron expandir

sus actividades prestando servicio no solamente a la flota local sino a las

embarcaciones pesqueras de otros estados y para astilleros de otros países. La

estructura industrial que el puerto llegó a tener, lo convirtió en la base de muchas

de las flotas pesqueras del Pacífico mexicano, de igual forma el puerto llegaría a

contar con el sistema cooperativista más desarrollado y con el cuerpo empresarial

más emprendedor, convirtiendo a Mazatlán en el principal referente de la pesca

nacional.

En la tabla 19 podemos ver que los mismos industriales que presentaron

las mayores inversiones en las actividades de extracción lo hicieron también para

las empresas conexas a esta actividad. La familia que Cevallos que no figuraba

147

entre los principales inversionistas en extracción, y que había sido unas de las

principales en la década de 1950, a partir de 1960 comenzó un proceso de

diversificación en sus actividades, llegando a ser una de las familias mazatlecas

más influyentes dentro de la actividad, pues fueron pioneras en la pesca del atún.

Por otro lado, la empresa Hielera Tropical S.A. pasaría a ser propiedad del

empresario Julio Berdegué Aznar.

Tabla 19. Principales constituciones empresas de conexas a la pesca de camarón

en el puerto de Mazatlán 1959-1962

Empresa Año Giro Capital Principales Socios Refrigeradora Mexicana S.A. 1962 Congeladora $5,000, 000 José Cevallos, Arturo de Cima G. Transportes de Mariscos del

Pacífico S.A. 1961 Transporte $2,500, 000 Héctor Escutia, José Cevallos

Industrial Marítimo del Pacífico S.A.

1961 Distribuidora $2,000, 000 Manuel Castello, Rafael Domínguez

Astilleros Unidos del Pacífico S.A.

1962 Astillero $1,000, 000 Héctor Escutia, Jorge Coppel

Hielera Tropical S.A 1959 Hielo $600, 000 Tomás Balderrama, Antonio Llamas

Exportadora Vica S.A. 1962 Comercial $600, 000 Jorge Coppel, Juan Zamora Remolques Acapulco S.A. 1962 Servicio $500, 000 Héctor Escutia, David Perlo.

Remolques del Pacífico S.A. 1962 Servicio $500, 000 Héctor Escutia, David Perlo Don Leo S.A. 1959 Distribuidora $300, 000 José Llamas, Luis Carrillo

Pesquera y Comercializadora Chico S.A.

1960 Distribuidora $250, 000 Esteban Dorantes

Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

3.2.2. Crisis del tejido productivo pesquero: El inicio de la actividad turística de

gran altura, 1963-1968

El aumento en la producción que tuvo la pesca del camarón en el año de

1962 debió significar un aumento relevante en las inversiones dentro de la

actividad. Sin embargo, la temporada que redituó un total de 11,480 toneladas de

producto quedó marcada por un fuerte conflicto entre cooperativas y armadores,

propiciando no solo la falta de inversión de las ganancias dentro de la industria

sino, también un retiro de capital.

148

Tabla 20. Principales constituciones de empresas de la actividad pesquera en el

puerto de Mazatlán 1963-1968

Empresa Año Giro Capital Principales Socios Compañía

Comercializadora del Pacífico S.A

1963 Comercializadora $3,000, 000 Santiago León, Tomás Balderrama.

Productos Exclusivos del Mar

1967 Extracción $2,000, 000 Federico Medrano, Camilo Medrano

Pesquera Costa Azul S.A.

1963 Extracción $1,000, 000 Tomás de Rueda Coppel

Proveedora Marina del Pacífico S.A.

1964 Ferretera $1,000, 000 Rafael Domínguez, Lorenzo Rico

Harina de Pescado de Mazatlán S.A.

1966 Industrializadora $1,000, 000 Jorge Coppel, Víctor Manuel Reynand

Empresas Pesqueras del Pacífico S.A.

1966 Extracción $1,000, 000 Octavio Tapia, Homero Gómez

Navieras Consolidadas

1966 Ferretera $1,000, 000 Héctor Escutia, Juan Perlo

Líneas de Mazatlán S.A.

1968 Comercializadora $1,000, 000 Julio Berdegue, Francisco García

Pesquera Mar Azul S.A.

1965 Extracción $900, 000 Manuel Castello, Moisés Freeman

Fomento Pesquero del Pacífico S.A.

1963 Extracción $750, 000 Juan Gavica, Juan Bastidas.

Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

De esta manera, para el periodo de 1963 a 1968, las inversiones en la

actividad de la pesca de camarón disminuyeron de manera notable. Con un total

de 43 empresas relacionadas con la pesca, se convierte en uno de los periodos

menos dinámicos de la actividad. Las empresas que se constituyeron durante este

tiempo fueron en su mayoría empresas de extracción, contabilizando 29 con una

inversión de $15,145, 000. 00 de pesos; por su parte 14 empresas conexas no era

una disminución radical, tomando en cuenta que durante el periodo de 1959-1963

fueron 19 las empresas constituidas, la inversión total de estas 14 empresas fue

de $8,575, 000. La inversión conjunta de las 43 empresas fue de $30, 800,000 de

pesos, siendo el año de 1966 el de mayor inversión, con $9,380, 000.248

Los problemas que la industria camaronera sufrió en el año de 1963

significaron la migración de algunos de sus empresarios más importantes a otras

248 RPPMAZ, 1963– 1968.

149

actividades económicas. Si bien algunos de estos empresarios permanecieron en

actividades conexas a la pesca del camarón o en la explotación de especies

diferentes, las ganancias obtenidas después de 12 años dentro de la industria, así

como los capitales obtenidos de la venta total o parcial de su flota, permitieron dar

un giro dentro del tejido productivo local.

La tabla 21 muestra las principales inversiones de los armadores disidentes

más importantes, que fueron: Jorge y Sergio Coppel Careaga, Héctor Escutia,

Juan Gavica, Arturo de Cima, Sigfrido Ruiz, Familia Fuentevilla, Roberto Sánchez,

Víctor Patrón y la familia Cevallos. Como se puede observar en la tabla, no todos

los armadores que retiraron inversiones de la actividad camaronera reinvirtieron su

capital de manera inmediata, y solamente Fernando Fuentevilla presentaron

inversiones dentro de la industria turística. Familias como De Cima y Coppel

serían fundamentales en la década de 1970 como propulsores de la industria

turística por su lado, la familia Cevallos se convertiría en el primer grupo

empresarial en explotar e industrializar el atún. 249

Tabla 21. Principales inversiones de armadores disidentes 1963-1968.

Empresario Empresa Giro Año Capital*

Jorge Coppel Careaga

Fraccionamiento Playas del Mar S.A Inmobiliaria General 1963 $400,000 Bol del Mar S.A. Boliches 1963 $1,500,000

Fraccionamiento Trópico de Cáncer Inmobiliaria General 1968 $1,000,000 Héctor Escutia Inmobiliaria y Fraccionadora S.A. Inmobiliaria General 1964 $1,125,000

Remolcadores del Norte S.A. Transporte/carga 1968 1,250,000 Fernando

Fuentevilla Deshidratadora de Mazatlán S.A. Alimentos 1963 $500,000

Inmuebles Torrelavega S.A. Inmobiliaria Turística 1966 $2,600,000

Familia Cevallos

Fertilizantes del Noroeste S.A. Agricultura 1965 $1,000,000 CECOSA S.A. Constructora 1964 $250,000

Comercial Exportadora NOROMEX Comercializadora 1965 $500,000 Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa

Es verdad que el ascenso del turismo como uno de los ejes económicos de

Mazatlán se daría a principios de la década de 1970, sin embargo, fue durante la

249 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1962-1966.

150

década de 1960 cuando comenzó a gestarse dentro de la economía mazatleca un

distrito turístico. La participación que los industriales pesqueros tuvieron en el

desarrollo de la actividad turística e inmobiliaria no se pone en duda, ya que las

relaciones intersectoriales por lo menos en lo que a inversiones se refiere, se

sustentaban en la misma red empresarial que dio origen a la pesca del camarón

de manera intensiva dentro del puerto.

Las inversiones en el sector turístico y en el sector inmobiliario dentro

Mazatlán comenzaron a desarrollarse a la par de la actividad pesquera, sin

embargo, el desarrollo de esta industria requería niveles de inversión más altos así

como una participación por parte del gobierno local que comenzó a darse hasta la

primera mitad de la década de 1970. El siguiente cuadro muestra cuales fueron los

industriales que desde 1950 diversificaron sus inversiones entre la pesca de

camarón y el turismo, propiciando no solamente el desarrollo y consolidación de

un distrito industrial pesquero, sino además, plantando la semilla del desarrollo de

la actividad turística.

Tabla 22. Principales Inversiones turísticas por parte de los industriales pesqueros

1950-1966.

Empresario Empresa Giro Año Capital* José

Azcona Impulsora Hotelera de Mazatlán S.A. Inmobiliaria turística 1957 $1,000,000

Motel AguaMarina S.A. Hotelería 1958 $500,000 Inmobiliaria Moderna de Mazatlán S.A. Inmobiliaria turística 1961 $3,700,000

Sergio de Cima

Inmuebles Cima S.A Inmobiliaria turística 1956 $1,000,000 Hotelera El Dorado S.A. Hotelería 1961 $500,000

Muebles y Equipos de Mazatlán S.A Proveedor 1961 $300,000 Ernesto Coppel

Flota Mazatlán S.A. Pesca deportiva 1956 $165,000 Lanchas Pesca del Pacífico S.A. Pesca deportiva 1957 $50,000

Marlín y Pez Vela S.A Pesca deportiva 1959 $500,000 Luis R.

Gorostiza Viajes del Pacífico S.A. Agencia 1950 $25,000

Balboa Club de Mazatlán S.A. Hotelería 1955 $1,250,000 Inmobiliaria Cangrejo S.A Hotelería 1966 $500,000

Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa.

151

$0.00

$5,000,000.00

$10,000,000.00

$15,000,000.00

$20,000,000.00

$25,000,000.00

$30,000,000.00

$35,000,000.00

pesca

turismo

Las inversiones que en este periodo se presentaron desde el interior de la

actividad pesquera hacia el turismo, fueron pequeñas en comparación con los

niveles de inversión de la primera. Sin embargo, los industriales pesqueros

tendrían una participación más activa dentro de la industria turística a partir de la

década de 1970. La industria pesquera, como actividad eje de la dinámica

económica mazatleca, era solida hasta 1962, en el cual comenzó a ceder terreno

a la actividad turística.

Tabla 23. Inversiones turísticas y pesqueras 1950-1968

3.2.3. Relevo generacional obligado. Nuevos líderes armadores en la actividad

pesquera.

La red de empresarios que durante la década de 1950 había dado origen a

la pesca del camarón en el puerto de Mazatlán, había crecido de manera

importante al comienzo de la década de 1960. La aparición de nuevos capitales

dentro de la industria permitió la reproducción de las condiciones productivas de la

actividad, así como se desarrollo más integral.

152

El periodo que va de 1959 a 1968 presenta una dualidad en cuanto a los

principales armadores de la industria pesquera. Hasta el año de 1962 las

principales inversiones dentro de la pesca vinieron de la mano de los capitalistas

tradicionales que habían sentado las bases de la industria. Tras los problemas de

contratación que armadores y cooperativistas tuvieron en 1963, las inversiones

privadas dentro de la pesca corrieron por cuenta de una nueva generación de

empresarios pesqueros, entre los que destacan Julio Berdegué y Federico

Medrano.

Una acentuada preferencia por la innovación, así como la capacidad de

desarrollar en torno a la actividad de la pesca, un conjunto de instituciones que le

permitieran su desarrollo, fueron las características más importantes de los

empresarios pertenecientes a la red durante la década de 1950. La capacidad

administrativa que les permitió a estos armadores estructurar un encadenamiento

empresarial, lo que posibilito al distrito pesquero controlar aspectos que

comenzaban con la extracción y terminaban con la exportación del producto, fue la

misma capacidad que les ayudo a mantener sus relaciones con las cooperativas

estables durante un periodo de 10 años. Por otro lado, encontramos que los

industriales pesqueros que participaron de la actividad después de 1963,

enfrentaron situaciones adversas en su relación con las cooperativas. lo que les

impidiría reaccionar de manera pronta y positiva ante las necesidades cada vez

mayores de la actividad.

Tabla 24. Principales empresarios camaroneros en Mazatlán, 1959-1968

Empresario No. Empresas Inversión Principales socios comerciales

Sergio Coppel* 6 $4,780,000 Víctor Reynand. Jorge Coppel Fernando Carrillo* 14 $4,268,000 Héctor Rojas Oriol

Juan Gavica E.* 14 $3,395,000 Juan Bastidas, Rafael Domínguez Federico Medrano** 6 $2,944,500 Camilo Medrano, Eduardo Haas Rafael Domínguez* 18 $2,058,600 Manuel Castello, Alejandro García

Héctor Escutia* 10 $2,025,000 Víctor M. Cevallos, Juan Perlo Ruperto Reyes** 7 $1,816,000 Apolinar Toledo, Fernando Carrillo

Fernando Fuentevilla* 7 $1,581,000 Santiago León, Tomás Balderrama

153

Julio Berdegue Aznar** 7 $813,000 José Carranza, Marcial Camacho Juan Bastidas* 14 $742,500 Raúl Rico, Manuel Castello

Fuente: RPPMAZ. 1959 – 1968

*Mayoría de las empresas constituidas entre 1959-1962 **Mayoría de empresas constituidas entre 1963-1968

La crisis camaronera que sufrió la industria mazatleca a finales de 1958, fue

un duro reto para la gestión empresarial, el cual fue superado. Las pérdidas

generadas por los ciclones que afectaron a la flota, lograron reponerse con una

nueva inyección de capitales. En un plano organizacional, el gremio de los

armadores no presentó movimientos severos, sino una cabeza de mando

claramente definida, los armadores siguieron operando en bloque a manera de un

pequeño cluster que permitía, por un lado, obtener beneficios en su relación con

cooperativas y estado; por otro lado, los posicionaba como un grupo de

vanguardia en la nación. No es de sorprenderse que la Cámara Nacional de la

Industria Pesquera tuviera como ejecutivos principales a empresarios mazatlecos

durante casi 30 años a partir de 1950.250

Previo al año de 1963 la red empresarial obtuvo grandes beneficios para el

gremio pesquero en general. La modificación de la veda, de la que ya se hirtorió,

fue sin lugar a dudas el mayor beneficio que se obtuvo. Es verdad que esta

decisión traería a la larga un agotamiento de la especie dado que se modificaron

sus ciclos productivos, sin embargo los beneficios inmediatos que se presentaron,

sobre todo en cuestión de producción, hicieron que este hecho se tomara como un

triunfo a nombre de los armadores.251

Las relaciones armador – cooperativas tenía sus altibajos, sin embargo se habían

presentado como relaciones leales. Muy sintomática, fue la decisión que en 1959

tomaron las cooperativas de percibir menos ganancia por tonelada pescada, ante

el desplome de los precios del crustáceo en los Estados Unidos.252 Para el año de

1959, la producción iba en franca mejoría y solo quedaba esperar un repunte 250 Ibíd., 1950 – 1981. 251 Sin autor, “Aplazan la veda hasta julio”, ESP, 11 de Marzo de 1959, p.5 252 Sin autor, “Barcos amarrados en Guaymas”, ESP, 13 de Noviembre de 1959, p.7

154

dentro de los mercados internacionales. Llegado el momento de la contratación,

los armadores cometieron un error que desencadenaría un cambio radical en las

relaciones entre ambos grupos. Valiéndose de la división existente dentro del

sistema cooperativo, lograron la firma de un contrato que poco beneficiaba a los

pescadores.253 En este sentido cabe aclarar que los contratos previos a la

temporada de 1960 no eran contratos justos, sin embargo, las formas de

negociarlos hacían pensar en que había armadores interesados en el beneficio

general de todos los actores de la pesca, al contrario de la contratación de la

temporada de 1960, en donde los armadores se mostraron ventajosos.

Dos años después de este suceso, las contrataciones cambiaban de

manera radical. Los cooperativistas pasaban de ser asalariados a ser socios, pero

algunos armadores no lo permitirían. Como se ha venido planteando, en los años

1963 y 1965 se presentó un retiro de capitales por parte de algunos de los

armadores más activos del puerto. Este retiro fue entendido en un principio como

una incapacidad para compartir la riqueza de los mares. Lo cierto es que su retiro

podría ser calificado como visionario, dado que los armadores tuvieron la

capacidad de prever el mar de problemas al que se dirigía la actividad

camaronera. Algunos de los más osados y emprendedores armadores

incursionaron en la pesca dentro de países que contaban con flotas menores y

requerían la participación de sistemas de producción extranjeros. Alrededor de 15

barcos de diferentes armadores (no se especifica quienes) participaron de la

pesca de diferentes especies en Guyana y Brasil, esto entre enero y mayo de

1965254

Para el año de 1965, segundo de la crisis dentro de las contrataciones, la

delegación local de la Cámara Nacional de Pesca se encontraba conformada por

80 socios, de los cuales 50 contaban con embarcaciones y 30 con pequeñas

canoas que surtían de pescado y algunas especies de marisco a los hoteles y

comerciantes locales. La junta directiva de la cámara se encontraba compuesta

253 Sin autor, “Dramático compás de espera en la disputa de las cooperativas”, ESP, 04 de Septiembre de 1959, p.5 254 Sin autor, “Naves Mazatlecas irán de pesca hasta Brasil”, ESP, 05 de Mayo de 1965, p.5

155

por: Luis Fuentevilla Peláez (hijo), presidente; Mario Vizcarra, secretario; Camilo

Medrano, tesorero; Alfredo Lizárraga, Juan Gavica y Víctor Manuel Reynand como

vocales propietarios.255

Pese a no ser miembros de la Cámara Nacional de Pesca, los líderes

morales de los armadores fueron designados como los encargados de negociar el

nuevo contrato con las cooperativas. Tomás de Rueda Coppel, Federico Medrano,

Jesús Cevallos y el armador guaymense Ernesto de Cima. Las pláticas entre

armadores y cooperativas se extenderían hasta 7 días después del levantamiento

de la veda, generando grandes pérdidas a los armadores que mantuvieron

detenidas 150 embarcaciones en el puerto de Mazatlán; serían 600 en toda la

costa del Pacífico mexicano.256

Los líderes industriales habían fallado de nuevo y un nuevo retiro de

inversiones se dejaba sentir en la industria. La familia Fuentevilla vendió las

embarcaciones “Cerro Azul” y “Cerro Verde” a Pescadora del Yaqui; Roberto

Sánchez negocio con la Cooperativa 18 de Marzo las embarcaciones “El

Cuatrero”, “Fray Pedro de Gante” y “Pluma Blanca”; por ultimo Víctor Patrón

vendió las embarcaciones “Doña Elvia”, “Don Víctor” y “Sierra Caloca” a la

cooperativa Isla de Venados. Es importante señalar que el retiro de inversiones

afectaba de manera considerable a diversas cooperativas, en este caso las

embarcaciones fueron contratadas con la Cooperativa Mazatlán, por lo cual esta

institución se veía en problemas para emplear a la totalidad de sus socios.257

La pérdida de protagonismo por parte de los armadores era evidente. La

vigencia de contrato de 7 años, así como el crecimiento desmedido de la flota de

cooperativas relegó a los armadores a un segundo plano. Los más innovadores y

con más apego a la industria hicieron intentos fallidos por establecer el orden

perdido en el que ellos controlaban la industria. Tomás de Rueda montó una

embarcación con equipo que le permitiera pescar a 200 brazas de profundidad,

255 Sin autor, “Renovaran directivos de la industria pesquera”, ESP, 13 de Mayo de 1965, p.3; Sin autor, “Directiva de la cámara de la industria pesquera”, ESP, 25 de Mayo de 1965, p.3 y 5 256 Sin autor, “Los armadores aun no se ponen de acuerdo” ESP, 04 de Septiembre de 1969, p.6 257 Sin autor, “Otros cinco barcos vendidos por armadores”, ESP, 24 de Septiembre de 1965, p.5

156

tiempo más adelante un técnico pesquero nipón plantearía que el fracaso de

Tomás de Rueda se debía a que pasadas las 100 brazas de profundidad la

cantidad de oxígeno es menor y por tal motivo el camarón se encuentra en

menores cantidades.258

Otros, como la familia Coppel, entrarían de manera directa a la

diversificación de la pesca a través de la producción de harina de pescado. La

familia De Cima, por su parte, se retiraba de manera definitiva de la industria

camaronera al vender tres embarcaciones a la cooperativa Isla de Venados. Solo

la familia Medrano se mantenía con una inversión constante a la flota camaronera

y en julio de 1967, en plena crisis de producción de la industria, anunciaban una

inversión mayor a los 3 millones de pesos para la compra de 6 nuevas

embarcaciones 259

La participación de los armadores, tan esencial para la industria, iría cada

vez más a la baja hasta desaparecer por completo. La migración de capitales de

armadores camaroneros que inició en a mediados de la década, de 1960

aumentaría de forma considerable en la siguiente década dando lugar a la

restructuración del tejido productivo local. La actividad camaronera no

desaparecería, pero se mantendría en manos de las cooperativas, por lo que la

iniciativa privada buscaría nuevas actividades que permitieran su desarrollo

empresarial.

3.2.4. Especialización de la producción: Astilleros Unidos y Pescadores de

Mazatlán.

Los astilleros en Mazatlán, que surgieron como una respuesta a la

demanda de embarcaciones camaroneras que presentaba la región a partir de

1950, habían entrado en una crisis para el año de 1960. Pese a tener a uno de los

258 Sin autor, “Beneficiara enormemente a la industria”, ESP, 22 de noviembre de 1965, p.5; Sin autor, “Peligro de paro pesquero”, ESP, 05 de enero de 1966, p.5 259 Sin autor, “La Cooperativa Isla de Venados, se alista a comprar barcos”, ESP, 05 de Junio de 1967, p.5; Sin autor, “Invertirán 3 millones en barcos pesqueros”, ESP, 24 de Julio de 1967, p.6

157

industriales más visionarios de la actividad camaronera, los grandes adeudos que

tenia con los acreedores hicieron que los astilleros de Rueda cayeran en manos

de la Secretaría de Marina como administradora.

Aun bajo la gerencia de Tomás de Rueda, los astilleros volvieron a manos

de la Iniciativa Privada. De la mano de la empresa holandesa Dock en Werg -

Maatschappig Wilton - Fijenoord N.V. y de los industriales mazatlecos Jorge

Coppel, Héctor Escutia, Juan Gavica y Jorge Méndez, los ahora llamados

Astilleros Unidos del Pacífico, comenzarían una etapa de prosperidad y desarrollo

que se extendería por un periodo de casi 20 años. La innovación tecnológica

aportada por los capitales holandeses, así como una política fiscal que apoyaba a

la industria de la construcción naval, permitieron que los astilleros se posicionaran

de manera rápida como uno de los mejores de todo el continente.260

Ann Markusen, entiende que existen diversos tipos de regiones industriales.

Dentro de sus tipificaciones se encuentran los sistemas productivos locales

formados alrededor de grandes empresas que realizan una función importante en

la localidad donde se ubican. La empresa o las empresas líderes compran a

proveedores locales y venden, sobre todo, a mercados externos.261 Si bien el

sistema productivo de Mazatlán no dependía en su totalidad de la industria de la

construcción naval, sino de la extracción y comercialización del crustáceo, los

astilleros lograban aglomerar en torno a sí a las pequeñas y medianas empresas

que se necesitaban para la construcción de las naves. Madereras, chinchorreras,

ferreterías, fundiciones eran las principales pequeñas empresas que orbitaban

sobre la gran empresa de construcción.

En lo referente a las ventas al exterior, los Astilleros Unidos del Pacífico se

convertirían en uno de los principales proveedores de embarcaciones

camaroneras de diferentes países, de Asia y América, principalmente. Pesqueras

brasileñas fueron las primeras que adquirieron embarcaciones de este astillero,

260 Sin autor, “Fusionan astilleros para superar crisis”, ESP, 29 de Noviembre de 1961, p.4 261 Markusen, Ann, “Des liex-aimants dans un espace mouvan: une typologie des districts industriels”, en Benko y Lipietz, Le richesse des régions: la nouvelle géographie socioéconomique, 2000, parís Presses Universitaires de France.

158

iniciando así un proceso de internacionalización que llevaría a colocar

embarcaciones en por lo menos 10 naciones más. Kuwait, Guyana Francesa,

Puerto Rico, Venezuela, Guatemala, India, Chile, Japón, Corea del Sur y

Nicaragua.262

De la misma manera encontramos que los astilleros se convirtieron en pieza

clave para el desarrollo de la industria atunera en el puerto, así como de la flota

camaronera de todo el país. Los Astilleros Unidos del Pacífico, en la década de

1960, llegaron a perfeccionar tanto sus actividades que lograron diversificarse de

manera inusitada, trabajando como constructora de embarcaciones pesadas para

PEMEX, así como yates de lujo para consumidores de los Estados Unidos.263

Existen dos momentos que marcaron a los Astilleros Unidos del Pacífico

como una de los astilleros más grandes a nivel continental. El primero, después de

una misión empresarial que llevó los representantes de la pesquera japonesa,

Kagawa Godo, por diversos astilleros de América, eligieron a los Astilleros Unidos

del Pacífico para que construyeran 5 embarcaciones que destinarían a la pesca

del camarón. La inversión total de la empresa japonesa sería mayor a los 6

millones de pesos; este hecho es relevante ya que para el año de 1968, Japón era

el primer productor de embarcaciones pesqueras a nivel internacional, controlando

un 43% de la producción.

Como parte del Plan Nacional Pesquero, el gobierno de Luis Echeverría

(1970-1976) ordenó la construcción de 52 embarcaciones para el sistema

cooperativista. Sabiendo que los astilleros del Golfo operaban con costos más

bajos, el BANFOCO decidió trasladar la construcción de los barcos hacia el puerto

de Veracruz. Sin embargo, después de analizar las condiciones de las

embarcaciones construidas en el puerto jarocho, los líderes de las cooperativas de

Mazatlán pidieron al BANFOCO construir sus embarcaciones de manera local,

262 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1963 – 1981. 263 Ibíd., 1963 – 1981.

159

asegurando que los barcos construidos en los Astilleros Unidos del Pacífico

presentan mejores condiciones de pesca.264

La internacionalización de la actividad de la construcción naval, así como la

incursión de pesqueras mazatlecas en actividades de otros países, abrió la puerta

para la internacionalización de la mano de obra de los pescadores del puerto.

Dentro de la actividad camaronera, era común que los pescadores incursionaran

en la pesca dentro de otros estados de la República Mexicana como Oaxaca,

Guerrero y Baja California, sin embargo, a partir de la década de 1960 éstos se

habían convertido en mano de obra especializada y comenzaron a encontrar

trabajo en pesqueras de otros países. Ya fuera por una crisis en la industria local,

por el contacto a través de las exportadoras y astilleros o por acercamiento de las

propias compañías, un número importante de pescadores se movilizaron al

extranjero.

En abril de 1964, 36 pescadores de las cooperativas Artículo 27 y Crestón

de Mazatlán viajaron a Kuwait a bordo de 12 barcos que fueron construidos en

Astilleros Unidos del Pacífico para la pesquera International Fiheries Company

LTD. La participación de los pescadores mazatlecos no se limitaba solamente a la

entrega de las embarcaciones en el Golfo Pérsico, sino que además se quedarían

realizando labores de pesca a bordo de las mismas embarcaciones. Esta industria

de Kuwait se convertiría en una opción para los pescadores mazatlecos que

mantendrían un flujo constante durante varios años. Durante la crisis de 1969 en

la producción, alrededor de 50 solicitudes fueron presentadas a la Federación de

Cooperativas.265 Asimismo para el año de 1966, el industrial pesquero de

Venezuela Giancarlo Prini, además de importar 6 barcos en los Astilleros Unidos

del Pacífico, importó también a sus tripulantes, esto con el objeto de que sirvieran

como técnicos de su industria. Prini aseguraba que pese a ser mano de obra

empírica, en su mayoría los pescadores mazatlecos presentaban un nivel alto de

264 Sin título, “Solamente uno traerán de Veracruz”, ESP, 20 de Mayo de 1972, p.5 265 Sin autor, “Ya se llevaron barcos, ahora exportaran marinos”, ESP, 10 de Abril de 1964, p.5

160

cualificación que les permitiría transmitir sus conocimientos a la naciente flota

venezolana.266

Por último,, encontramos que durante el año de 1971, agobiados por la

crisis camaronera, 5 pescadores mazatlecos se contrataron con una empresa

camaronera de Nueva Guinea. La contratación se hizo través de la empresa

exportadora Crest Importing Company, cuyo gerente en ese momento era Jorge

Coppel. Los pescadores Adalberto Rodríguez Gallardo, David Rocha Zavala,

Ramón Murillo, A. López y Ramiro López Sandoval, percibirían un sueldo

mensual de 400 dolares, más porcentaje de pesca. Un dato curioso de esté hecho

fue que los pescadores que iban contratados por un año y medio, temían por sus

vidas ya que algunos de sus compañeros pesqueros aseguraban que en las

costas de la segunda gran isla de Oceanía existían muchos caníbales.267 Sin tener

el dato preciso, se cree que existieron migraciones de pescadores a Brasil,

Guyana, India, Madagascar, Chile, Cuba y Texas. Si bien las historias de

pescadores migrantes siguieron apareciendo, el triunfo del cooperativismo sobre

los armadores hizo que poco a poco fueran siendo menos.

3.2.5. Cooperativas Pesqueras de Mazatlán, 1959-1968: La concepción de la

empresa social.

Las cooperativas de producción pesquera de alta mar, pertenecientes al

puerto de Mazatlán, cerraron la década de 1950 con una participación más activa

dentro de la industria pesquera. La Cooperativa Mazatlán, que se presentaba

como el organismo más desarrollado y mejor organizado, contaba para el año de

1958 con 4 embarcaciones propias y 4 embarcaciones en construcción, con una

inversión total de $2, 240, 000. 00 de pesos; por su parte la Cooperativa Sinaloa

contaba con 2 barcos en construcción. En total, las cooperativas contaban con un

total de 14 embarcaciones.

266 Sin autor, “Venezuela necesita personal mexicano para su pesca”, ESP, 13 de enero de 1966, p.5 267 Sin autor, “Por incosteabilidad paran barcos antes que finalice la temporada”, ESP, 10 de Junio de 1971

161

La presencia de inversiones cooperativistas a través de créditos otorgados

por el BANFOCO, fue una constante a partir de 1959; estas inversiones les

permitieron a dichos organismos sociales aumentar su flota de manera paulatina,

llegando a crear un equilibrio con la flota de los armadores e inclusive superarlos

en poco tiempo. Las cooperativas, como empresas sociales, se convirtieron pronto

en un bloque capaz de determinar los caminos por los cuales se conduciría la

actividad pesquera dentro del puerto, y el número cada vez mayor de socios exigía

un sistema organizacional cada vez más refinado que nunca llegó a desarrollarse.

Por el contrario, el divisionismo y la corrupción dentro del sistema cooperativista

se hicieron comunes a partir de la década de 1960. Nunca habían estado exentas

de problemas, pero en el año de 1959 la presencia de los llamados “Líderes de

Naylon” que utilizaban al movimiento para fines de lucro propio, ocasionó la

primera depuración en la nación; las cooperativas de Mazatlán no serían la

excepción.268

El sistema cooperativista del puerto de Mazatlán tenía sus batallas internas.

Las cooperativas de mayor tamaño que en ese momento eran: Ignacio Allende,

Pescadores de Mazatlán y Crestón de Mazatlán; se negaban a la creación de

nuevas cooperativas y a la saturación del sistema. La Federación Local de

Cooperativas creada en 1958 había dado cabida a un número importante de

pequeñas cooperativas que, al no contar con el número suficiente de socios y

embarcaciones, permitían una mayor concesión a los armadores al momento de

las contrataciones, afectando de esta manera al movimiento cooperativista en

general. Como respuesta a la actitud de la Federación, las grandes cooperativas o

también llamadas cooperativas tradicionales, comenzaron a actuar como un

bloque seccionado del resto. Al no reconocer la dirección de la Federación de

Cooperativas, dejaron de pagar las cuotas para la administración de la misma, lo

que desató un fuerte conflicto entre ambas.269

Al igual que las relaciones con los armadores, las cooperativas comenzaron

una serie de ataques hacia el interior de su propio sistema. La más radical de las 268 Sin autor, “Inspeccionaron embarcaciones pesqueras”, ESP, 08 de Julio de 1959, p.5 269 Ibíd., enero-diciembre de 1960

162

decisiones tomadas por la Federación de Cooperativas consistió en detener los

permisos de exportación a las cooperativas disidentes, sin embargo, tal situación

no se llevó a cabo de manera prolongada, ya que eran las cooperativas

tradicionales las que contaban con un mayor número de embarcaciones de

armadores, por lo que la afectación no solo sería para las disidentes, sino para el

gremio de los armadores.270

Las contrataciones que se dieron en el año de 1962 y condujeron al retiro

de importantes armadores dentro de la industria, pudo haber ocurrido con

anterioridad de no haber existido una fractura al interior del sistema. Previo a las

contrataciones de 1960, la Federación de Cooperativas hacía público un adeudo

de $190,000 de pesos por parte de las cooperativas disidentes. Antes que

preocuparse por obtener un contrato más benéfico, la Federación de Cooperativas

se concentraba en la forma de afectar el desarrollo de las cooperativas disidentes.

En octubre de ese mismo año, la Federación impugnaba los contratos de 150

embarcaciones de armadores con las cooperativas disidentes; la federación

argumentaba que estas cooperativas, a través de corruptelas y apoyadas por

armadores, acaparaban un 90% de la contratación, dejando a las 8 cooperativas

restantes con un total de 25 embarcaciones para arrendar.271

De igual manera, esta tentativa de sabotaje por parte de la federación no

fructificó, debido a que afectaba los intereses de los armadores. El fin del conflicto

llegaría 10 meses después, cuando en agosto de 1961 las cooperativas, Ignacio

Allende, Crestón de Mazatlán y Pescadores de Mazatlán; eran expulsadas de

manera definitiva de la federación. Se argumentó, que estas cooperativas además

de tener un fuerte adeudo con la federación, se negaban a la existencia de otras

cooperativas, traicionando así el espíritu democrático del cooperativismo. Las

cooperativas Urías, Alta Mar, Mar del Pacífico, Isla de Venados y Puerto Viejo, no

gozarían de la gracia de las cooperativas disidentes.272

270 Sin autor, “Que sometan a marineros; pero no a los armadores”, ESP, 14 de mayo de 1960, p.3 271 Sin autor, “Paralizan flota”, ESP, 03 de octubre de 1960, p.3 272 Sin autor, “Comenzaron los muestreos del camarón”, ESP, 05 de agosto de 1961, p.5

163

La pequeña crisis que sufrió el sistema cooperativista mazatleco, lejos de

perjudicarlo, lo hizo más fuerte. Para inicios de 1962, la Cooperativa Mazatlán

contaba con 403 socios, 8 embarcaciones, 1 fábrica de hielo, así como un edificio

administrativo; con un capital social de 8 millones de pesos, se presentaba como

el organismo más fuerte hacia el interior del sistema. Por su parte, las pequeñas

cooperativas Urías, Playa Sur y Puerto Viejo, conformarían la sociedad

cooperativa Nicolás Bravo; mientras que la cooperativa Altamar pasaba a formar

parte de la recién creada Artículo 27 Constitucional.273

Es difícil determinar cómo las cooperativas pasaron de ser organismos

proveedores de mano de obra a un verdadero protagonista de la actividad

pesquera. Podría decirse que los años de explotación por parte de los armadores

las llevaron a tomar decisiones radicales; podría decirse también que el desarrollo

natural del sistema social les llevó a generar una conciencia plena de sus alcances

como grupo de poder dentro de la industria; algunos dirían que la adquisición de

sus propios medios de producción les hizo tener una idea más real de las

ganancias que podrían obtener si ellos controlasen la pesca de camarón en su

totalidad. Lo cierto es que en mayo de 1962, las diferencias entre cooperativas se

habían terminado. Pasando por alto a la federación, los representantes de las

cooperativas, Pescadores de Mazatlán, Crestón de Mazatlán, Isla Venados,

Pescadora de Mariscos e Ignacio Allende, viajaron a la ciudad de México para

resolver sus conflictos; 3 meses más tarde los mismos representantes

comenzarían las pláticas de contratación más determinantes en la historia de la

actividad.274

Durante la contratación de 1959, los armadores hicieron pública su negativa

de ceder en todas las pretensiones de las cooperativas, por miedo a sentar un

precedente dentro de las contrataciones.275 Cualquier precedente se queda corto

con las cláusulas contractuales impuestas por las cooperativas en 1962. Ni los

armadores, ni las cooperativas del país, esperaban las peticiones que el bloque

273 Sin autor, “Cooperativismo legitimo y guerra contra el coyotaje”, ESP, 11 de enero de 1962, p.4 274 Sin autor, “Comenzo el estira y afloja en la contratación camaronera”, ESP, 07 de agosto de 1962, p.3 275 Sin autor, “Temen los armadores que, de ceder, se siente precedente, ESP, 22 de mayo de 1959, p.5

164

mazatleco tenía y que tras 2 meses de negociaciones lograría imponer. Las

cooperativas dejarían de recibir un pago por la concesión de su exclusividad de

pesca, para participar directamente de las ganancias obtenidas de la producción y

comercialización del crustáceo.

Tabla 25. Monto de los contratos entre armadores y cooperativistas.

Año Pago por tonelada pescada 1959 $2,850. 00 1960 $3,011. 00 1961 $3,041. 00 1962 $4,500. 00* 1965 $4,900. 00**

Fuente: El sol del Pacífico, 1952-1958 *El contrato de participación que se firma permitía a las cooperativas obtener un 45% de las ganancias brutas obtenidas de la comercialización del camarón. De igual forma se encontraban obligadas en correr con los costos de producción en la misma proporción. El 55% correspondía a los armadores ** El contrato de participación que se firma permitía a las cooperativas obtener un 56% de las ganancias brutas obtenidas de la comercialización del camarón. De igual forma se encontraban obligadas en correr con los costos de producción en la misma proporción. El 44% correspondía a los armadores.

El contrato pesquero de 1962 marcó un punto de quiebre en la dinámica

económica de la pesca del camarón. El retiro masivo de armadores fue totalmente

injustificado, ya que los armadores que permanecieron hasta en las peores

temporadas de pesca, lograron amasar fuertes cantidades de capital que les

posibilitó participar en otras actividades productivas. Para el caso de las

cooperativas, estas comenzaron un proceso de crecimiento que alcanzaría su

máximo nivel a través de las políticas populistas de Luis Echeverría. Para el

momento de comenzar las actividades de 1962, la flota de las cooperativas era de

39 embarcaciones distribuidas de la siguiente manera: Pescadores de Mazatlán, 8

embarcaciones; Pescadora de Mariscos, 5 embarcaciones; Ignacio Allende, 6

embarcaciones; Crestón de Mazatlán, 10 embarcaciones; Articulo 27

Constitucional, 7 embarcaciones; Sinaloa, 4 embarcaciones.

165

En el resto del periodo, las cooperativas tendrían que lidiar con los

beneficios de ser los principales dentro de una industria. Una larga lista de

adeudos mantuvo a las principales cooperativas al borde del colapso. Las

negativas del IMSS de condonarles las deudas así como un intento de

nacionalización de la pesca por parte del Gobierno Federal hicieron dudar a las

autoridades de la viabilidad de la pesca cooperativa. Sin embargo, algunos de los

miembros más sobresalientes del sistema cooperativista hicieron el papel

innovador que durante muchos años desarrollaron armadores retirados. La

innovación en las artes de la pesca, la búsqueda de nuevos mercados en el

mundo y la diversificación en las especies explotadas, fueron una preocupación

constante que las cooperativas nunca dejaron de tomar en cuenta.276

El sistema cooperativista del país presentaría muchos problemas y estaría

en una constante disputa con la Iniciativa Privada. Sin embargo, hasta 1982

contaría con el respaldo de un estado paternalista que se aferraba a una herencia

revolucionaria. Las cooperativas sabían, que mientras la maquinaria del Estado se

encontrara a su favor, no perderían el protagonismo que durante 20 años

intentaron conseguir. En 1964 una carta enviada al candidato presidencial

Gustavo Díaz Ordaz, mostraba claramente el camino por el cual se conduciría el

cooperativismo en México:

Los pescadores que formamos parte del pueblo de México estamos agrupados en las filas de nuestro Partido Revolucionario Institucional, para sostener la candidatura presidencial de usted, pues comprendemos que la línea política que imprimirá usted al gobierno de la Republica, será una línea popular y revolucionaria (…) por eso ponemos en manos de usted nuestros anhelos, pues sabemos que como hombre, de fuerte raíz revolucionaria legislara en bien de México y para México.277

En el capítulo anterior quedó de manifiesto que el papel del Estado y el

marco institucional que se generaba en torno a la pesca, eran el eslabón más débil

del sistema pesquero local y del país. En el periodo de 1958 a 1968, la situación

276 Ibíd., 1963 – 1968. 277 Sin autor, “Los pescadores de Mazatlán se dirigen al C. Licenciado Gustavo Díaz Ordaz”, ESP, 11 de abril de 1964, p.5

166

no fue diferente. Una inyección irracional de capitales a la industria, llevó al

fracaso grandes proyectos pesqueros como el de Alvarado, en el estado de

Veracruz.278 La incapacidad del gobierno para responder de manera adecuada al

creciente problema del tráfico de mariscos en alta mar, así como la situación del

“changuerismo” en los esteros del estado, propició que la pesca y comercialización

ilegal se convirtieran en un problema de magnitudes catastróficas, causando

daños a la industria que nunca pudieron ser saneados.

Así pues, encontramos que el gobierno se presentó como un mero

financiador de las Sociedades Cooperativas. A través del BANFOCO y sus líneas

ilimitadas de crédito generó un caos financiero que las cooperativas arrastrarían

durante toda su existencia. Inclusive a mediados de la década de 1960, el

BANFOCO intervino las administraciones de diversas cooperativas. Si bien, esta

estrategia tenía como fin recuperar parte de la cartera vencida de los

cooperativistas, el medio pesquero siempre lo percibió como un intento velado de

nacionalizar la pesca del camarón.

278 Sin autor, “Fracasa el puerto piloto de Alvarado, la flota viene a Mazatlán”, ESP, 25 de febrero de 1966, p.1

167

Capitulo 4. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981: rompimiento de los

principales actores de la pesca del camarón.

4.1. Pesca de camarón en alta mar 1969 – 1981

4.1.1. Los Miserables, de una industria miserable

Durante el periodo de veda de cada temporada, instituciones de pesca,

cooperativas y armadores realizaban viajes de prueba en los cuales se levantaban

muestreos para determinar la calidad, el tamaño y la cantidad de producto por

lance. Los muestreos para la temporada de 1969 eran los peores de los que se

tenían memoria. Producción y calidad baja hacían que la temporada comenzara

con mucha incertidumbre.279

Pasado un mes de capturas, los presagios de los muestreos se hacían

realidad. Los primeros viajes que tradicionalmente presentaban los mayores

niveles de captura, habían sido muy pobres en esta temporada. Algo que los

muestreos no pudieron pronosticar fue la entrada al puerto de Jennifer. El 13 de

octubre de 1969 un huracán categoría cuatro en la escala Saffir-Simpson tocaba el

puerto de Mazatlán, dejando tras de sí una ola de destrucción.280 Las pérdidas en

la flota mazatleca fueron severas: 6 embarcaciones hundidas y 18 con averías

serias, así como daños físicos en las instalaciones de las principales

congeladoras, daban un saldo aproximado entre 13 y 14 millones de pérdidas para

la industria mazatleca. Sin embargo, no fue este medio, pues la flota “chunca”

(nombre dado a los pescadores de las costas de Oaxaca) que había tomado al

puerto de Mazatlán como base de operaciones, fue severamente afectada: 14

barcos hundidos y 33 seriamente averiados, pondrían en jaque a toda la industria

camaronera del puerto oaxaqueño de Salina Cruz281

La inminente paralización de la flota traería pérdidas para la economía

porteña por 30 millones de pesos, según lo estimó la Cámara de Comercio

279 Sin autor, “Pesimistas augurios camaroneros”, ESP, 04 de septiembre de 1969, p.3 280 Narváez García, Ramón, “Se pierde la flota”, ESP, 13 de octubre de 1969, p.3 281 Sin autor, “No escatimarán ayuda oficial a la industria de la pesca”, ESP, 18 de octubre de 1969, p.5

168

local.282 Tomando en cuenta que los niveles de captura no habían sido óptimos, la

paralización de actividades por más de 15 días, alteraron de manera importante la

dinámica económica de la actividad. Las congeladoras fueron uno de los rubros

más afectados, pues no solamente prestaba servicios a la flota mazatleca sino que

además maquilaba la producción de la ahora destruida flota oaxaqueña. La

Refrigeradora del Noroeste tenía contratos con las cooperativas: Suriana, Istmeña

San Cruz, Acapulco.283

Así pues, problemas naturales, una sensible baja en la producción y

conflictos con los precios en el mercado de los Estados Unidos eran suficientes

motivos para pensar en la peor temporada para la pesca del camarón dentro del

puerto del sur de Sinaloa. Cuando todo parecía ir mal dentro de la industria local,

las cosas se pusieron peores. Las firmas encargadas de comercializar el camarón

en los Estados Unidos habían advertido a los industriales de las congeladoras que

el empaque, a través del cual exportaban su producto, no reunía los aspectos

básicos de calidad e higiene que el mercado norteamericano exigía. Por tal razón,

varios cargamentos de camarón fueron devueltos por aquel, siendo la congeladora

propiedad de Julio Berdegue Aznar, Mariscos Tropicales, una de las principales

afectadas.284

Con una industria en shock, a finales del mes de noviembre de 1969

aterrizó en el puerto una comitiva de 10 representantes de firmas japonesas con la

idea de trabar relaciones para la exportación del camarón. La misión comercial

nipona contemplaba que las transacciones entre ambos países se hicieran libres

de intermediarios, por lo que, de llevarse a cabo, afectaría en gran medida el

proceso post captura que la dinámica camaronera del puerto había desarrollado.

Sin embargo, la oferta era visiblemente tentadora, debidó a que ofrecían un

mercado seguro y con un precio estable. La comitiva japonesa se encontraba

formada por: Chairman Miyagi de Mitsui & Co. LTD; H. Watanabe de Nipon Reizo

282 Sin autor, “Merma de 33 millones de pesos sufrirá la cosecha camaronera”, ESP, 29 de octubre de 1969, p.3 y 5 283 Ibíd., 29 de Septiembre de 1969, p.3 y 5 284 Sin autor, “Depreciación y devoluciones de nuestro camarón de exportación”, ESP, 27 de noviembre de 1969, p.3 y 5

169

Kabushiki Kaisha; N. Hagiwara de Japan Marine Product Importers Asson; K.

Umemura de Kanematsu-Gosho Kaisha LTD; S. Ide de Ichiro Gyogyo Kaisha Ltd.;

M. Nakahira de Toyo Menka Kaisha Ltd.; S. Tominaga de Toshuko Ltd.; Y. Ohshiro

de C. itho & Co. LTD.; A. Takeushi de Mitsubishi Shoji Kaisha; K. Tzuzuki de

Marubeni Lda Co.285 Ltd.286

Los acercamientos con técnicos e industriales pesqueros nipones y de otros

países, comenzaron a mediados de la década de 1960 y habían tenido poco éxito

en la concreción de proyectos, pese a la viabilidad que muchos de estos

presentaban. La falta de un marco institucional adecuado para absorber este tipo

de apoyos, así como una paranoia generalizada que hacía creer que estas

incursiones terminarían por dar al traste con la industria, se habían convertido en

los principales obstáculos para un desarrollo más integral y diversificado de la

actividad pesquera. La década de 1970 se presentó como un periodo más abierto

a la ayuda exterior, ya sea por la grave crisis en la que la industria se vio inmersa

o por una madurez del mismo gremio, las relaciones comerciales e industriales de

la pesca mazatleca con otros países se hizo más intensa. En este tono de

cooperación, la Cámara Nacional de Pesca con base en el puerto de Mazatlán,

promovió la visita del técnico nipón Dr. Motosaky Fujinaga, director de Kuruma

Shrimp culture Cooperativa Association. Esta visita significó un primer

acercamiento de los industriales mazatlecos con las técnicas acuícolas del

camarón.287

La temporada de 1968 había abierto una puerta para la diversificación de

las actividades, que la temporada de 1969 se encargó de cerrar. La producción de

harina de pescado, tanto en tierra como a bordo, había mitigado el mal momento

de la industria en su primer año de crisis productiva, una temporada después esta

actividad se encontraría en una crisis más severa. Una disminución en la

producción de 75% en relación con la temporada anterior así como un margen de

285 Ibíd., 28 de noviembre de 1969 286 En la actualidad empresas como Mitsui & Co. LTD, se han consolidado como grandes transnacionales, comercializadoras de diversos productos. 287 Sin autor, “Sin intermediarios planea Japón comprarnos el camarón”, ESP, 29 de agosto de 1970

170

ganancia limitado, posicionaban a la harina de pescado, no como una vía de

diversificación, sino como un lastre para las empresas camaroneras que habían

inversión en la maquinaria necesaria para la trituración de las especies de

escama.288

La temporada de 1969 terminaría con una producción de apenas 4,287

toneladas de camarón; con un aproximado de 298 embarcaciones el rendimiento

por nave era la más baja de la que se tenía historia, con 14.38 toneladas por

embarcación. Un último intento de levantar la producción fue el envío de

embarcaciones a las aguas de Baja California. Si existió un margen mínimo de

ganancias en la temporada, éste se esfumaría con la incursión de las naves en el

Golfo de California, pues reportes de pérdidas, por falta de productos, de hasta 3

mil pesos por embarcación, sería la estocada final a la temporada de 1969.289

Comparada con los años de 1960 y 1961, cuando hubo ocasiones en que las

embarcaciones más grandes entregaban producciones de hasta 10 toneladas por

viajes de un mes, la temporada que terminaba solo podía catalogarse como

catastrófica.

Cambios climáticos, una depredación voraz de la especie, el

“changuerismo” dentro de los esteros del sur y norte del estado, desunión entre

cooperativas y armadores, así como un mercado bipolar como Estados Unidos,

tenían a la industria en una encrucijada de la que parecía imposible salir. ¿Qué

podía hacer el Gobierno Federal para ayudar a una industria que se colapsaba?

Lo único que un gobierno responsable podía hacer, era aumentar la flota

productiva, para generar una mayor explotación y un mayor endeudamiento del

sistema cooperativista. Desde diciembre de 1969 el Presidente de la República,

Gustavo Díaz Ordaz, había comunicado que, para mitigar la crisis pesquera de la

costa del Pacífico mexicano se concederían créditos a través del BANFOCO para

la construcción de 100 embarcaciones camaroneras.290 En octubre se hizo

288 Sin autor, “Desciende considerablemente la producción de harina de pescado”, ESP, 15 de mayo de 1970, p.3 289 Sin autor, “Rotundo fracaso en la pesca de camarón”, ESP, 06 de agosto de 1970, p.3 y 5 290 Sin autor, “Mas barcos, mejores y más grandes quiere el Lic. Echeverría que se construyan en Mazatlán”, ESP, 11 de diciembre de 1969, p.3

171

realidad el pronunciamiento presidencial: 100 embarcaciones fueron financiadas

por la institución bancaria: 20 embarcaciones serían para la flota de Mazatlán,

para ser operadas por la Refrigeradora del Noroeste; 40 naves serian destinadas

al puerto sonorense de Guaymas, que serían administradas por la también

paraestatal Congeladora Mexicana; las últimas 40 embarcaciones serían

repartidas en partes iguales entre Topolobampo, Sinaloa y Salina Cruz, Oaxaca.291

En el mismo orden de ideas, las líneas de crédito que el BANFOCO tenía

para las cooperativas generaban preocupación por se ilimitadas. Si es verdad que

las cooperativas no contaban con capitales que les permitieran avituallar sus

embarcaciones cada inicio de temporada, no menos cierto es que desde que

habían adquirido parte importante de la flota mazatleca, no habían tenido una

buena temporada que fuera equilibrada en cuanto a producción y precios. Sin

embargo, la gran cartera vencida que tenían, así como los nuevos créditos para

avituallamiento y adquisición de embarcaciones que adquirían cada temporada,

terminarían por convertir a las cooperativas en “empresas sociales” insostenibles.

Para el inicio de actividades de la temporada de 1970, el BANFOCO otorgó un

crédito de avituallamiento a las cooperativas mazatlecas por un total de 8 millones

de pesos.292

Un mes y medio después de que iniciase la temporada de 1970, armadores

y cooperativas tomaron una resolución drástica. Dada la mala calidad, la poca talla

y la escasa producción, se imponía una veda voluntaria en las costas del estado

de Sinaloa.293 La flota mazatleca era movilizada al sur de la república, a las costas

de Oaxaca y Guerrero, principalmente. Esta decisión vendría a trastocar de nuevo

la dinámica económica del puerto de Mazatlán. La zafra obtenida en el sur de la

República fue maquilada en plantas congeladoras del puerto de Salina Cruz,

motivo por el cual la mano de obra de las congeladoras locales se vio paralizada;

la Cámara de Comercio local estimó que entre las pérdidas de las congeladoras y

291 Sin autor, “Optimista panorama en pesquerías del norte”, ESP, 09 de octubre de 1970, p.3 y 5 292 Sin autor, “Aprueba el BANFOCO créditos para la pesca”, ESP, 26 de agosto de 1970, p.3 y 5 293 Sin autor, “Voluntaria veda parcial de camarón”, ESP, 08 de noviembre de 1970, p.5

172

las del comercio, la economía mazatleca había dejado de percibir 8 millones de

pesos en un solo mes de dicha veda.294

Pese a una primera mitad de temporada decaída, el año no sería el peor

para la industria camaronera mazatleca. Si bien la producción camaronera apenas

superó a la de la temporada anterior, la aparición del mercado japonés como una

opción de un mercado más estable permitió que la actividad no tuviera una

segunda temporada catastrófica. Las relaciones con Japón beneficiaron sobre

todo a dos empresas: por un lado la paraestatal Refrigeradora del Noroeste y por

otro lado Maricos Tropicales propiedad de Julio Berdegue que comenzaba a

posicionarse como el principal industrial del camarón dentro del puerto de

Mazatlán. Aprovechando las nuevas relaciones comerciales, los japoneses

hicieron nuevos intentos por establecer factorías pesqueras dentro del territorio

mazatleco. Conscientes que la explotación del camarón era la principal actividad

económica del puerto de Mazatlán, en mayo de 1971 industriales japoneses

presentaron un proyecto ambicioso que pretendía explotar de manera intensiva

productos como: erizo de mar, huachinango, pargo, sierra, vaqueta, mero, valla,

cabrilla, garropa, cazón y tiburón.295

La temporada camaronera de 1970 debía darse por perdida, y pasaría a ser

junto con la de 1969, el peor periodo de la pesca del camarón en Mazatlán. Sin

embargo, al final de esta sucedieron dos fenómenos que marcarían de manera

importante el desarrollo de la actividad durante los próximos años. En primer

lugar,, sucedió el ascenso de Julio Berdegué como el líder de los armadores. Si

bien este industrial puede considerarse como un empresario innovador y

comprometido con la industria camaronera, así como propulsor de la

diversificación de mercados, fue uno de los principales impulsores del traspaso de

la flota camaronera que dejó fuera de la actividad a la Iniciativa Privada. En

segundo lugar, se daba a conocer el “Plan Pesquero Nacional”. Este plan, que era

una de las principales plataformas de desarrollo económico del sexenio del

presidente Luis Echeverría, sería uno de los puntos clave para el ascenso 294 Sin autor, “Muchos factores frenan la producción camaronera”, ESP, 24 de diciembre de 1970, p.3 295 Sin autor, “Quieren aprovechar solo especies inexplotadas”, ESP, 25 de mayo de 1971, p.3

173

definitivo de las cooperativas camaroneras como principal grupo de poder en la

bicéfala actividad camaronera del dicho puerto.

El aumento de la zafra camaronera, en el puerto de Mazatlán, fue mínimo

durante la temporada de 1970. Con un total de 4,311 toneladas, la producción solo

fue mayor en 24 toneladas, sin embargo, una ligera disminución en la flota

aumento los rendimientos de manera importante teniendo un promedio de captura

de 15.39 toneladas por embarcación.

4.1.2. Ni nos beneficia ni nos perjudica, sino todo lo contrario.

El “Plan Pesquero Nacional”, uno de los programas de desarrollo del

gobierno de Luis Echeverría Álvarez, fue develado los primeros días de 1971. El

puerto de Mazatlán había sido evaluado como el punto clave para el desarrollo de

este programa. El gabinete de Echeverría Álvarez, anunció una modernización

total de la industria camaronera, consistente en la construcción de 800

embarcaciones que serían financiadas por el BANFOCO y destinadas en su

totalidad al sistema cooperativo. El plan tomaba en cuenta la diversificación, y al

igual que la pesca del camarón, la industria atunera se vería beneficiada con los

medios de producción necesarios para su desarrollo.296

La tendencia populista mostrada por Echeverría cuando fungía como

Secretario de Gobernación en el sexenio de Gustavo Díaz Ordaz, así como el

anuncio de la construcción masiva de embarcaciones cooperativistas ya como

Presidente, prendió los focos rojos de los armadores porteños. De manera pública,

los industriales mazatlecos se pronunciaron a favor del “Plan Pesquero Nacional”,

poniendo a disposición de los esfuerzos federales una flota nacional de 700

embarcaciones e inversiones productivas de 1500 millones de pesos. El líder

nacional de los armadores, el mazatleco Federico Medrano, aseguraba que el

papel de los armadores era vital dentro de la industria y que estaban dispuestos a

296 Sin autor, “Total modernización de la flota pesquera”, ESP, 29 de mayo de 1971, p.3 y 5

174

cooperar de manera cercana con los deseos de desarrollo de los planes

federales.297

La inestabilidad que el precio del camarón mostraba en los mercados

internacionales, fue una problemática que acompañó de manera permanente a la

industria. Al ser un producto de exportación, su cotización en el mercado se

encontraba determinada por factores que afectaban la economía de manera local.

La temporada de 1971 comenzaba bajo un halo de incertidumbre. Es verdad, que

la maquinaria federal se habia pronunciado a favor de la pesca en la nación, sin

embargo, la crisis financiera que aquejaba al país del norte hacían dudar sobre el

comportamiento del producto dentro del mercado estadunidense. La crisis sufrida

por el dólar en el año de 1971, obligaba al gobierno de los Estados Unidos a tomar

una política arancelaria más agresiva, con el fin de fortalecer a sus productores

locales y tener un nivel de recaudación más alto, en lugar sanear las dañadas

arcas del Tío Sam. La falta de precios estables sumado a un nuevo impuesto de

exportación de 10% ad valorem, significaría el tiro de gracia para la dañada pesca

de camarón en el puerto. Sin embargo, a través de negociaciones el producto

quedó libre de impuestos, dependiendo solamente de los precios de mercado.298

Una serie de eventos desafortunados tenían a la pesca del camarón a

punto del colapso. La temporada de 1971 comenzaba con buenos augurios. Dos

años atrás la situación de de devaluación del peso frente al dólar hubiera

provocado una fuga masiva de capitales del puerto. Las crecientes relaciones

comerciales con Japón, una crisis camaronera en India y Kuwait, las políticas

federales pro pesca y una producción que se comparaba con las de mediados de

la década de 1960, propiciaban un clima de estabilidad dentro de la economía

mazatleca. Sobre el aumento en la producción, diversos fueron las explicaciones

que se dieron: la disminución en la flota oaxaqueña que se dio un año antes

después del huracán Jennifer; un aumento en las lluvias que causó que la especie

297 Sin autor, “Fracaso la unificación de coyotes; pero pesca permanecerá inflexible”, ESP, 21 de mayo de 1971, p. 3 y 5 298 Sin autor, “Confirman que el camarón estará exento del impuesto del 10%”, ESP, 21 de septiembre de 1971, p.3 y 5

175

se escapara de los esteros, una disminución en las temperaturas del agua del

Pacífico.299 Cualquiera que fuera la causa del aumento en la producción, el mes

de octubre de 1971 entregó una zafra de 1,391 toneladas, activando las

inversiones de la industria camaronera.

Con las congeladoras trabajando a tope, 700 empleados se veían

beneficiados. Con salarios conjuntos que iban de los 400 a los 500 mil pesos

semanales, el comercio se hacía partícipe de la bonanza tan esperada de la pesca

del camarón.300 La sensación de bienestar así como la puesta en marcha del “Plan

Nacional Pesquero”, se tradujeron en un aumento de la flota por parte de

cooperativas y armadores. La Congeladora Unión, anunciaba en octubre de 1971

la construcción de 10 embarcaciones, con lo que le daría servicio a un total de 60

embarcaciones. De las embarcaciones proyectadas por la congeladora, 5

pertenecieron a la familia Medrano y 5 más a diferentes armadores asociados.301

Por su parte, la Refrigeradora del Noroeste, adherida a Productos Pesqueros

Mexicanos (PROPEMEX), anunciaba un aumento en su planta productiva que

permitiera el rápido servicio a las 120 embarcaciones a las que atendía durante el

periodo de pesca. Este aumento en su planta productiva permitió además la

generación de más empleos durante la zafra.302

La temporada pesquera redituó ganancias extraordinarias, la crisis del dólar

no significó un golpe a la economía camaronera y el repunte de la producción

permitió a los diferentes actores gozar de una buena temporada después de

muchos años. Con una flota de 291 embarcaciones, la producción total de la

temporada fue de 6,133 toneladas con una productividad de 21.07 toneladas por

embarcación. Sin embargo, los más importante de esta temporada fue el

comienzo de la pesca atunera por parte de la Iniciativa Privada. De la mano de la

familia Cevallos no solo comenzó la pesca de la especie, sino que se dio su propia

industrialización. La aparición de una empresa local dedicada a la explotación del

299 Ibíd., octubre - noviembre de 1971, 300 Sin autor, “Bonanza en la industria”, ESP, 09 de octubre de 1971, p.3 301 Sin autor, “Invertirán $12 millones en la compra de nuevos barcos”, ESP, 08 de octubre de 1971, p.5 302 Sin autor, “Ampliaran la capacidad de la refrigeradora”, ESP, 09 de noviembre de 1971, p.3

176

atún acaparó la atención del estado, y comenzaron a realizarse estudios de

factibilidad; en abril de 1972, PROPEMEX anunciaba inversiones por 60 millones

de pesos a fin de hacer más intensiva la captura del atún, de igual manera

destinaba embarcaciones exclusivamente para la pesca de escama. El objetivo

principal de lo anterior era terminar con el piojillo durante la época de veda.303

Como si fuera una especie de regla, tras una buena temporada de capturas

se entraba en periodo de firma de contratos de participación. El temor de los

armadores no era infundado, los últimos periodos de contratación habían sacado

la por parte y, con menos de la mitad de la flota, se habían convertido en el grupo

vulnerable. Los pronunciamientos del gremio armador a favor de del “Plan

Pesquero Nacional”, eran recurrentes, sobre todo de parte de la familia Medrano.

Federico Medrano planteaba que en un periodo de 10 años, la situación de las

cooperativas pesqueras iba a ser financieramente insostenible, además de esto

aseguraba que los armadores jugaban un papel clave en cuanto a la

modernización y la innovación dentro de la flota. Medrano llamaba a la unión entre

ambos sectores de la pesca, y solicitaba que la IP fuera objeto de crédito dentro

de los planes federales.304

Federico Medrano tenía razón; la participación de armadores y cooperativas

era parte vital de la dinámica económica. Pese a ser grupos en constante conflicto,

habían logrado establecer a Mazatlán como el primer puerto pesquero de México y

probablemente de todo América Latina. Nadie escucharía sus palabras y ambos

grupos, bajo la mira de un estado populista e interventor, comenzarían un nuevo

conflicto que quizá no fue tan agresivo como los anteriores, pero que tendría

repercusiones profundas al interior de la actividad.

Quizá fue la buena temporada, tal vez la aprobación de un crédito de 78

millones de pesos para la construcción de 52 embarcaciones de cooperativas, a lo

mejor fue una decisión acertada por parte de los armadores o solamente

costumbre, lo cierto es que, comenzando el mes de junio de 1972, los armadores

303 Ibíd., julio de 1971 – julio de 1972 304 Sin autor, “Necesitan más unión armadores y cooperativistas”, ESP, 18 de enero de 1971, p.5

177

paralizaron sus embarcaciones ante la descabellada propuesta de contrato de las

cooperativas. Amparados en un crédito que aumentaría su flota de manera

descomunal, las cooperativas se vieron con la posibilidad de pedir, no un 56%

como las últimas 7 temporadas, sino que sus pretensiones fueron un poco más

arriba: plantearon la posibilidad de que el contrato de participación les beneficiara

con las utilidades del 85% de la producción. Las cooperativas no podían esconder

su deseo de deshacerse de los armadores; tardarían 10 años más en hacerlo.305

Es verdad, las cooperativas, en conjunto con el Estado, manejaban la

mayoría de la flota camaronera en la nación. Sin embargo, debido al crecimiento

desmedido de los socios de cooperativas, éstos no se encontraban en condiciones

de prescindir de la flota de los armadores. Muchas voces se dejaron escuchar

sobre el papel que jugaban dentro de las negociaciones ambos grupos. El

industrial Julio Berdegué, aseguraba que los cooperativistas se encontraban en

disposición de negociar, atribuyendo la intransigencia a los líderes de estos

organismos, a quienes acusó de corrupción. Por su parte las cooperativas se

encontraban inmersas en un sueño llamado “Plan Pesquero Nacional”, que

planteaba la compra total de la flota de armadores.306

Los armadores, que iniciaron luchando porque se modificara el artículo 49

de la Ley de Pesca, que dotaba a las cooperativas de la pesca exclusiva de las

especies con más valor en el mercado, terminaron por sufrir otro descalabro. El

contrato de participación obligaba a armadores y cooperativistas a compartir

gastos y utilidades: 60% cooperativas y 40% armadores. Los problemas por la

firma de los contratos se extendieron hasta el mes de febrero de 1973. En un

primer momento, las negociaciones habían planteado que la entrega de la

producción fuera en especie, sin embargo, problemas logísticos para ambos

bandos echaron atrás esta propuesta y en febrero de 1973 se decidió que la

participación fuera en utilidades.307

305 Ibíd., junio de 1972 306 Ibíd., junio de 1972 307 Sin autor, “80 embarcaciones salen a la pesca”, ESP, 08 de marzo de 1973, p.3

178

Reza la cultura popular que no existe nada peor que un armador

despechado. Resentidos por una contratación que acusaron de intransigente, los

armadores del puerto decidieron contratar sus embarcaciones con las

cooperativas de otros puertos.308 Desafortunadamente para las cooperativas

mazatlecas que intentaron por todos los medios impugnar tal decisión, los

armadores actuaron con apego a la ley y mantuvieron esa decisión durante toda la

temporada. Las cooperativas se vieron afectadas, pero las que resintieron esta

situación fueron las cooperativas de reciente creación. Cooperativas como Benito

Juárez y Margarita Maza de Juárez formadas por pescadores libres, aun no

contaban con una flota que les permitiera mitigar tal situación. Pese a los

problemas, la temporada de 1972 cerraba de una manera magnífica: un aumento

en producción de casi 2 mil toneladas posicionarían a este periodo de zafra como

el tercero mejor de la década de 1970. Una producción total de 7,947 toneladas,

repartida entre 294 embarcaciones que componían la flota mazatleca, arrojó una

productividad por embarcación de 27.03 toneladas.

El incremento en el gasto público y la estatización de la economía en la

nación provocó serios conflictos entre la IP y el sector social. El puerto de

Mazatlán se encontraba en un estado natural. La crisis del sistema financiero de

los Estados Unidos no había afectado de manera importante la comercialización

del camarón en aquel país; el crustáceo mexicano era inmune a Nixon. Sin

embargo, las contradicciones que la actividad tenía en cuanto a su

comportamiento seguían afectando de manera notable la dinámica del puerto. La

producción camaronera de la temporada de 1973 volvería a ser catastrófica, tras

dos años de una increíble mejoría, se desmoronaría sin que nadie se lo esperara.

Para el mes de julio de 1974 la producción total de la flota mazatleca era de 4,785

toneladas; con un total de 325 embarcaciones, la productividad por embarcación

fue de 14.72 toneladas.

308 Sin autor, “Salio la flota rumbo a distintos puertos del Pacífico”, ESP, 13 de septiembre de 1972, p.5

179

Tabla 26. Cotizaciones de camarón en Estados Unidos 1970-1974

Camarón 1970 1971 1972 1973 1974 u/10 3.50 u/15 1.65 2.50 2.43 3.15 3.25

16/20 1.50 2.35 2.33 3.20 2.70 21/25 1.37 2.22 2.20 3.10 2.20 26/30 1.15 2.02 2.02 2.80 1.85 31/40 0.95 1.72 1.72 1.55 41/50 .85 1.22 1.22 1.35 51/60 .52 1.12 1.12 1.85 1.20

Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1958-1963

La baja en la producción de 1974, desato una ola de explicaciones que

nadie se atrevía a dar por un hecho: aspectos biológicos de la especie, cuestiones

climáticas, las ventas furtivas que hacían los tripulantes de las embarcaciones. Lo

cierto es que la producción presentó una diferencia negativa de 3,800 toneladas,

por lo que no fue raro que se escucharan voces de extinción del crustáceo. Lances

de 4 horas con una producción de solamente 4 camarones, era un buen parámetro

para desatar la paranoia dentro de la actividad.

Como se ve en la tabla 26, el aumento en los precios de la temporada de

1973 fue de poco más del 50%; esta situación no solo atenuaría la baja dramática

de la producción, sino que dejaría un amplio margen de ganancia para armadores

y cooperativas. Pese a esto, el desplome de la producción prendió focos rojos

para los diferentes actores, el golpe de suerte que se tuvo con el mercado

estadunidense quizá ya no se repetiría. Los armadores protestaron en contra de la

política federal de crear una flota más grande; José Carranza, uno de sus

principales líderes, calificó de absurda y temeraria la decisión del gobierno de

Echeverría de seguir aumentando la flota camaronera, a pesar de que el

rendimiento por embarcación fuera en notable decremento. Por su parte el

cooperativismo, amparado en la excusa de la necesidad, caía en endeudamientos

más grandes con el BANFOCO.309

309 Sin autor, “Inservible, la construcción de embarcaciones pesqueras”, ESP., 24 de mayo de 1974, p.1

180

A pesar de los dimes y diretes entre cooperativas, armadores y Estado, se

llegó a un acuerdo que sería una clara señal del agotamiento de la industria.

Durante los periodos de veda, la flota mazatleca se trasladaba a las costas de

Oaxaca o Baja California para no detener la totalidad de su flota, pero a partir de la

temporada de 1974 una veda general para el Pacifico mexicano seria instituida.310

De igual forma se planteó la idea de hacer vedas más cortas, pues la veda oficial

en alta mar comenzaba el 15 de julio y finalizaba el 15 de septiembre de cada año;

sin embargo, durante las últimas temporadas el inicio de la veda se había

recorrido de manera no oficial, debido a los bajos niveles de producción que se

tenían durante los últimos meses de la zafra.311

A diferencia de la pesca de camarón, la actividad atunera se encontraba en

franco crecimiento. La temporada de 1973 fue testigo del regreso de una de las

familias más productivas en la industria pesquera. Tomás de Rueda Coppel, se

incorporó como gerente y accionista de la empresa atunera Productos Alimenticios

del Mar. Tras una prolongada incursión en la industria de la construcción naval, De

Rueda se incorporaba a una actividad que cobraba auge.312

El “Plan Pesquero Nacional”, había posicionado a Mazatlán como el

principal puerto del país y también como punta de lanza en la diversificación

pesquera. Durante el año de 1974 se constituyeron 6 empresas dedicadas a la

pesca e industrialización del atún y sardina. Las proyecciones del puerto de

Mazatlán, al inicio de la temporada de 1974, eran magníficas: compra de 6 barcos

atuneros, con una inversión de 143 millones de pesos; construcción de 23 barcos

sardineros, con una inversión de 98 millones de pesos; una aumento en la

producción camaronera de 1,200 toneladas, producción de 500 toneladas de

bagre, producción de 600 mil latas de anchoa, producción de 16,700 toneladas de

harina de pescado, una generación de 1,100 empleos.313 Tras el acercamiento de

310 Sin autor, “Armadores acordes en parar la flota pesquera”, ESP, 07 de mayo de 1974, p.3 311 Sin autor, “Suspensión de actividades pesqueras”, ESP, 16 de mayo de 1974 312 Sin autor, “Da permisos la SIC, afectando a los verdaderos pescadores”, ESP, 26 de julio de 1973, p.2 313 Sin autor, “Sera Mazatlán el mejor centro pesquero del país”, ESP, 18 de febrero de 1974, p.5

181

muchos países europeos para echar a andar la industria atunera en el puerto,

fueron inversiones italianas y españolas las que interfirieron en este desarrollo.314

4.1.3. Nos han dado los mares… pero es que somos muy pobres

Inmersos en las problemáticas del oro del mar, los cooperativistas porteños

nunca se preguntaron de donde salía el dinero para sus flamantes embarcaciones.

Muchos años habían luchado para poder hacerse de una flota que cubriera las

necesidades de todos sus socios; ahora que les habían dado los mares, qué

importaban las maneras. Para la actividad pesquera fue, PROPEMEX; para el país

fueron todos los rubros productivos los que sufrieron la estatización. El año de

1974 significó el fin del sueño populista de Luis Echeverría, quien con base en un

feroz endeudamiento externo, que se había duplicado desde su ascenso al poder,

había desmoronado al sistema financiero mexicano.

Ha quedado de manifiesto que la comercialización del camarón mazatleco

dependía de manera exagerada del mercado de los Estados Unidos. Esta

dependencia se extendía de manera generalizada a las empresas conexas de la

pesca del camarón: congeladoras, astilleros, ferreterías. Después de 3 años de

esquivar la crisis de los Estados Unidos, la pesca de camarón se vio afectada a

comienzos de la temporadas de 1974. El fenómeno de inflación sufrido en los

Estados Unidos, si bien ayudó a mantener los precios del camarón estables

generaba dos situaciones desfavorables para la economía del puerto de Mazatlán:

inflación en los insumos de las empresas conexas a las actividades pesqueras y

una disminución en la demanda del camarón dentro del mercado yanqui.

Con respecto al fenómeno de la inflación en los Estados Unidos, que afectó

el costo de producción y de insumos de la industria pesquera, encontramos que el

aumento en los costos de producción por tonelada creció de manera notable entre

las temporadas de 1973 y 1974.

314 Sin autor, “Frenan el desarrollo de la industria atunera”, ESP, 02 de abril de 1974, p.3

182

Tabla 27. Comparación en los costos de producción entre la temporada de 1973 y

1974

Insumo/medida 1973 1974 Diesel/litro $0.30 $0.40

Lubricante/tambor $600. 00 $1,010. 00 Maquila/tonelada $3,100. 00 $5,100. 00

Hielo/tonelada $85. 00 $140. 00 Chinchorro/unidad $2,800. 00 $5,160. 00

Galgas/ ½ 30 brazas $595. 00 $930. 00 Carrete Fool/ 200 brazas $3,325. 00 $5,347. 00

Cabo Propileno/kilo $32. 00 $52. 00 Cadena Galvanizda/kilo $7.20 $16.20

Embarcacion/unidad $1,450, 000. 00 $2,450, 000. 00 Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1975

Salvo el precio del diesel marino, que se encontraba subsidiado por parte

del gobierno federal, el resto de los insumos con los cuales trabajaba la pesca de

camarón había sufrido una inflación en algunos casos de hasta un 50%, motivo

por el cual el margen de ganancia que tenía la industria disminuía de manera

considerable.

En lo que respecta al problema del mercado, fueron diversos los factores

que afectaron de manera importante la industria camaronera. En primer lugar,,

hubo una crisis de energéticos en Japón, lo que obligó a los países camaroneros

asiáticos como India y Pakistán a desviar sus exportaciones a los Estados Unidos,

creando una sobre oferta dentro de este mercado. La crisis del país del norte

afectó de manera fuerte a sus productores locales, y éstos, para mitigar sus

problemas y aprovechar el mercado local, exigieron que se prohibiera la entrada

de camarón y de tomate sinaloense a su economía. Por último, existió una

importante caída de los precios, sobre todo en las tallas medianas, por lo que la

excelente producción de ese año no pudo ser aprovechada.315

Exentar de impuestos a la industria, disminuir el precio del diesel y

aumentar el consumo local de camarón fueron algunas de las soluciones que se

presentaron para que la industria tuviera un ligero repunte. Lo cierto es que para 315 Sin autor, “Prosigue el amarre de barcos”, ESP, 24 de enero de 1975, p.3

183

enero de 1975, de una producción de más de 4 mil toneladas, solamente se había

comercializado un 25%.316 Con las incipientes exportaciones a Japón y los precios

en Estados Unidos muy por debajo en comparación con la temporada pasada,

José Carranza, líder de los armadores en la nación, amenazó con detener toda la

flota privada.317

Para el mes de marzo de 1975 eran 80 las embarcaciones que estaban

detenidas. Chinchorreros, carpinteros, ferreteros y trabajadores de congeladoras

estaba en medio de una lamentable crisis.318 La Congeladora Mariscos Tropicales

que había empezado la temporada empleando a 80 mujeres, tenía laborando a 20,

de las cuales 13 eran sindicalizadas. Por su parte la RENO (filial de PROPEMEX)

despidió a 100 de las 140 trabajadoras temporales que había contratado al inicio

de la temporada.319

En tiempo de crisis, es mejor no tomar decisiones apresuradas. Sin

embargo, los diferentes actores de la pesca no habían aprendido esta lección. La

desastrosa temporada de 1974 terminó entre declaraciones y decisiones

desafortunadas por parte de todos los involucrados. Las cooperativas de Mazatlán

entraron en una dinámica acusadora contra la paraestatal PROPEMEX,

responsabilizando a su administración de favorecer a los armadores, en una clara

violación al espíritu de solidaridad entres cooperativistas y Estado. Los líderes

cooperativistas anunciaron su dimisión de la empresa mencionada, hecho que

nunca se dio; Julio Berdegué Aznar, el hombre fuerte de la pesca de camarón,

planteaba de nuevo la idea de vender la flota de los armadores a los

cooperativistas, argumentando que éstos ya no la necesitaban.320

Sin embargo, la decisión que sorprendió a todos fue la que tomó

PROPEMEX y las demás exportadoras asentadas en el puerto de Mazatlán. Ante

la falta de un mercado competente en Estados Unidos, y el fracaso de las

316 Sin autor, “Se acentúa la crisis camaronera”, ESP, 16 de enero de 1975, p.3 317 Sin autor, “Negativos factores obligan a la paralización de la flota pesquera”, ESP, 25 de enero de 1975, p.3 y 5 318 Sin autor, “Paran más barcos por falta de avituallamiento”, ESP, 01 de marzo de 1975, p.3 319 Sin autor, “Cese masivo en congeladoras”, ESP, 12 de marzo de 1975, p.3 320 Sin autor, “Vendemos barcos, pero a quien pague”, ESP, 20 de marzo de 1975, p.5

184

misiones comerciales que intentaban encontrar mercados en Europa, las

exportadoras comenzaron a vender su producción a los “coyotes”. El

“changuerismo” había sido uno de los principales problemas de la pesca desde

mediados de la década de 1960; negociar con él para salvar la producción de una

temporada, significaba abrir una puerta que sería difícil volver a cerrar.321

Una producción de 6,253 toneladas había significado en cualquier otro año

ganancias extraordinarias para la industria pesquera mazatleca. El año de 1974 se

convirtió en un parte aguas en las relaciones entre los actores de la pesca de

camarón. En primer lugar,, los grandes armadores no escondían sus deseos de

retirarse de la actividad, la pesca del atún había ganado terreno dentro de las

actividades pesqueras; en segundo lugar, la sobrepoblación de embarcaciones

que originó una disminución radical de la productividad por embarcación. En este

sentido tenemos que el rendimiento por embarcacion del año de 1974 apenas

alcanzó un promedio de 15.96 toneladas, tomando en cuenta una flota de 392

naves.

Mayores en número, con una flota productiva más grande, con el apoyo

federal y con los líderes del bando contrario queriéndose marchar de vacaciones,

las cooperativas tenían la sartén por el mango. La firma de contratos que inició en

el verano de 1975, no puede calificarse sino como extraña. Las cooperativas se

encontraban severamente dañadas en su economía, la condonación de 47

millones de deuda que el BANFOCO, por orden presidencial les había hecho dos

meses antes, no mejoró su crítica situación; al momento de la contratación se

encontraban esperando nuevos préstamos de avituallamiento.322 Por su parte los

pequeños armadores que no contaban con grandes flotas, como en el caso de las

familias Medrano y Carranza, atravesaban una fuerte crisis que les llevó a buscar

apoyo del gobierno estatal. Los armadores pidieron al gobierno estatal que sirviera

321 Sin autor, “Mientras llega la hora de vender en Europa negocian camarón con coyotes”, ESP, 16 de Abril de 1975, p.3 y 5 322 Sin autor, “El autor evaluara armadores”, ESP, 13 de Mayo de 1975, p.3

185

como aval frente a las instituciones financieras privadas, con el objeto de ser

figuras de crédito.323

Pese a la crítica situación, las cooperativas iniciaron las negociaciones del

contrato, buscando apoderarse de la flota estatal perteneciente a PROPEMEX y

tras la flota privada. Lo primero no sería difícil: la incosteabilidad que significaba la

pesca del camarón para la empresa paraestatal, llevó a su administración a

generar un convenio de compraventa con las cooperativas. Un documento de 16

puntos sentó la base de la operación que se llevaría a cabo unos meses más

tarde.324

Motivado por el “éxito” que fueron las negociaciones con PROPEMEX, el

cooperativismo se negó a firmar cualquier contrato con los armadores que no

significara el traspaso de la flota. Poco importaba que el BANFOCO anunciara que

recuperaría los créditos a través de embargos de embarcaciones y con la

intervención del 85% de la producción en las congeladoras del sistema; las

cooperativas iban por todo dentro de la contratación.325

Como todas las ocasiones anteriores, los conflictos entre los armadores y

los cooperativistas llegarían a un acuerdo, no sin antes haber dañado de manera

importante el accionar de la actividad. Sin embargo, una situación marcaría el

desarrollo del ideal cooperativista. En medio de toda la trifulca entre ambos

bandos, 5 pequeñas cooperativas mazatlecas firmaron contratos al margen de sus

pares. Las cooperativas, Océano Pacifico, Margarita Maza de Juárez, Benito

Juárez, José María Morelos y Trópico de Cáncer, desprovistas de una flota que

pudiera emplear a sus socios, firmaron un contrato de participación en el que

cooperativas y armadores trabajarían con un porcentaje de 50% en utilidades y

gastos. Esto se esperaba de las cooperativas de Salina Cruz, que

tradicionalmente se habían mostrado contrarios al accionar cooperativista. Dicha

323 Ibíd., 15 de mayo de 1975 324 Sin autor, “16 bases para comprar la flota”, ESP, 24 de agosto de 1975, p.3 325 Sin autor, “Bodegas llenas de camarón”, ESP, 18 de octubre de 1975, p.5

186

ocasionó una fractura en el sistema cooperativista similar a la de principios de la

década de 1960.326

El fin de la temporada corroboraría una situación: las crisis subsiguientes de

la pesca atenderían cuestiones tradicionales, como el comportamiento de los

mercados exteriores o los trastornos biológicos de la propia especie. Sin embargo,

lo que afectaría más a la actividad sería la disminución en la producción

ocasionada por el número excesivo de embarcaciones. Para la temporada de

1975, la flota camaronera mazatleca se encontraba constituida por 402

embarcaciones, las que que lograron una captura general de 7,189 toneladas de

camarón; la productividad por barco fue de 17.88 toneladas. En cuestión de una

producción similar, la temporada de 1967 registró una captura de 7,070 toneladas,

sin embargo, con 300 embarcaciones la productividad fue de 23.56 toneladas por

nave.

La fractura hacia el interior del sistema cooperativista, así como los deseos

de partir de los armadores, marcaron la temporada de 1975; sin embargo, un

fenómeno delicado se presentaba en la pesca de camarón: el narcotráfico. Es

imposible determinar cuándo comenzó y en qué medida se relacionó el sistema

pesquero con el narcotráfico. En el medio pesquero es un tema difícil de tratar y

del que muy pocos quieren opinar, sin embargo, durante los primeros 3 meses del

año de 1976, esta pareció volverse una práctica socorrida por los pescadores.

Líderes de armadores Carranza y Lem Noriega, aseguraban que ante el

crecimiento desmedido de la actividad pesquera y los problemas financieros en los

que se ha visto envuelta la actividad a partir de 1970, el narcotráfico a bordo de

camaroneros podía llegarse a convertir en una actividad común y redituable. Hasta

ese momento, eran 4 las embarcaciones que habían sido capturadas con grandes

cargamentos de sustancia prohibidas.327

326 Sin autor, “Aprueba la SIC prórroga de contrato cooperativista”, ESP, 15 de septiembre de 1975, p.3 327 Sin autor, “Alarma narcotráfico pesquero”, ESP, 15 de septiembre de 1975, p.5

187

4.1.4. Alicia en el país de las fluctuaciones328

La inestabilidad económica que había comenzado en el año de 1975, se

convertía en una bola de nieve. Una devaluación de 76%, que situaba la paridad

de la moneda en $22.50 pesos por dólar y una inflación del 136% en relación con

un año anterior, situaban al año de 1976 como el inicio de una severa crisis que

México padecería hasta nuestro días. En un franco proceso de saneamiento

económico, el gobierno del presidente José López Portillo se vio en la necesidad

de adoptar una política fiscal más agresiva. La exportación del camarón, que se

encontraba exenta de impuestos desde 2 años atrás, volvía a ser gravada con un

impuesto de 9% ad-valoren. Este nuevo impuesto, sumado al aumento en los

insumos de importación nacionales, causados por la devaluación e inflación

respectivamente, no fueron argumentos suficientes para hacer que la industria

entrase en una nueva crisis; por el contrario, las ganancias obtenidas por la

comercialización del crustáceo dentro de los Estados Unidos, eran las más

redituables en casi 40 años dentro del puerto. 329

De forma cíclica, la producción y los precios del camarón entraban en

periodos de crisis o de auge. Ante cada periodo de abundancia o estabilidad de

precios, la confianza en la pesca reactivaba de manera importante los flujos de

capital encargados de reproducir al sistema camaronero. Esta vez no sería la

excepción. La mayoría de los armadores venidos a menos en la industria

camaronera, habían migrado a la pesca del atún. Sin embargo, siguieron

existiendo inversiones importantes para la industria del crustáceo. La compleja red

empresarial que existía al interior de la actividad pesquera, hacía que los

armadores camaroneros o atuneros funcionaran como un bloque sólido,

permitiéndoles la búsqueda de beneficios comunes.

En diciembre de 1976, los armadores del puerto de Mazatlán proyectaron la

creación de un consorcio que les permitiera realizar inversiones conjuntas. Con

una aportación de 100 mil pesos por embarcación, los armadores pretendían

328 Zaid, Gabriel, La economía presidencial, Océano, México, 2000 p.47 329 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, julio de 1976 – octubre de 1976.

188

inyectar nuevos flujos de capital a los astilleros locales para atender no sólo a los

barcos camaroneros, sino que también para reparar de manera interna las flotas

sardineras y atuneras.330

La abundante pesca y los altos precios del camarón en los Estados Unidos,

rápidamente tuvieron una repercusión positiva dentro del puerto de Mazatlán,

mientras que la dañada relación del BANFOCO con las cooperativas se vio

aminorada, ya que las sociedades cooperativas hicieron fuertes abonos a sus

deudas. Sin embargo, en el papel de grupo dominante y atendiendo a cuestiones

políticas hacia el interior del propio sistema, decidieron terminar las actividades

pesqueras el primer día de junio. Esta sorpresiva decisión vino a recrudecer las

resquebrajadas relaciones entre las cooperativas y los armadores. Julio Berdegué,

hacía del conocimiento público que los precios y los niveles de producción eran

altos y que la decisión de las cooperativas de adelantar la veda atendía a

cuestiones de proselitismo político. Su voz fue desatendida; el tiempo de los

armadores había pasado.331

Pese a esta situación, la temporada de 1976 fue un rotundo éxito. Una

producción de 8,016 toneladas, arrojo un rendimiento de 17.81 toneladas

pescadas por embarcación. Es verdad que los promedios de productividad venían

a la baja por el número excesivo de embarcaciones, sin embargo, el éxito de esta

temporada se basó en las cotizaciones del crustáceo en los Estados Unidos. Con

respecto al número excesivo de embarcaciones, encontramos que para el año de

1976 existían en el puerto un número aproximado de 450 embarcaciones, de las

cuales 150 pertenecían a los armadores y el resto a las cooperativas. Existe

confusión sobre el número real de la flota mazatleca, ya que para la década de

1970 Mazatlán era base de flotas de otros puertos mexicanos.

Con los grandes armadores soñando con latas de atún y hoteles de 5

estrellas, con los armadores pequeños en la ensoñación de una temporada

magnífica, con las cooperativas soñando con la totalidad de la flota, daba inicio la

330 Sin autor, “Consorcio para pesca de altura”, ESP, 25 de diciembre de 1976, p.3 331 Sin autor, “Veda camaronera y política”, ESP, 16 de mayo de 1977, p.5

189

temporada de 1977. Recordada como una de las peores temporadas de la pesca

del camarón, esta dejó ver los huecos administrativos que el sistema

cooperativista y la industria en general presentaban. Pese a contar con un

mercado estable y con una paridad que beneficiaba las exportaciones, la baja

notable de la producción ocasionó serios problemas financieros a todos los

actores de la pesca. Una disminución 41% situó la producción de 1977 en 5,505

toneladas. Con una flota en franco crecimiento, impulsada de manera principal por

los planes pesqueros tanto de Echeverría como de López Portillo, la productividad

de la temporada de 1977 sería una de las más bajas que se registraron hasta ese

año en la pesca del camarón. Con un total de 500 embarcaciones, el rendimiento

fue de 11.01 toneladas por embarcación.

La baja en la producción sería el mayor de los problemas para la industria

camaronera durante la temporada de 1977, pero no sería el único. La Secretaría

de Pesca, en su afán por proteger la especie de la sobre explotación, impuso

nuevas reglamentaciones en la pesca del crustáceo, siendo la principal un cambio

en el uso de las redes de pesca. Previo a la temporada de 1977, la pesca de

camarón se hacía a través de redes de 1¾ pulgada; a partir de 1977 deberían ser

de 2¼ pulgadas. Con una flota de 500 embarcaciones, la inversión que se

tendría que hacer en este cambio sería de 18 millones de pesos. Armadores y

cooperativas argumentaban que las redes impedirían capturar especie aún en

desarrollo, pero también afectaría las capturas de la especie mediana, generando

pérdidas importantes. 332

El saneamiento de las finanzas por parte del Gobierno Federal, llevó al

BANFOCO a tomar acciones radicales en contra de las cooperativas que tuvieran

grandes adeudos. La institución financiera aseguraba que de un adeudo de 150

millones de pesos, las cooperativas solamente habían abonado 20 millones. Las

cooperativas: Isla Venados, Articulo 27 Constitucional, Ignacio Allende, Nicolas

Bravo, Victoriano Mereles, Pescadores de Mazatlán, Océano Pacifico e

Independencia, enfrentarían cargos legales por parte del BANFOCO; inclusive, la

332 Sin autor, “18 millones las nuevas redes”, ESP, 26 de noviembre de 1977, p.5

190

institución bancaria hizo embargos de muebles e inmuebles a dichas

cooperativas.333

La temporada de 1978, trajó consigo la tensión de un nuevo proceso de

contratación entre armadores y cooperativas. Al ser las cooperativas dueñas de la

mayoría de la flota, tenían el control de este proceso. Sin embargo, un fantasma

silencioso empañaba aun más que las contrataciones a la industria camaronera.

Todos los actores de la pesca conocían del problema del changuerismo y

coyotaje, más no todos sabían la magnitud del fenómeno. Declaraciones del jefe

de la oficina de pesca de Mazatlán dieron una perspectiva real de hasta donde

llegaba el problema. Según estas declaraciones, existían en 1976 alrededor de

200 personas involucradas en actividades furtivas dentro de la pesca del camarón;

y con unas autoridades ineficientes para hacerle frente, cooperativas y armadores

debían de tomar cartas en el asunto; sin embargo, la mayoría de las voces

apuntaba a que eran los principales armadores y líderes cooperativistas, los

financiadores de estas prácticas.334

El proceso de contratación que paralizó a la flota de los armadores a

principios de la temporada de 1978, sería el último enfrentamiento que tendrían

cooperativas y armadores, y a pesar de que el traspaso total de la flota se gestó

en 1981, fue durante la temporada en mención cuando los grandes armadores

dieron muestras de no seguir más dentro de la industria. En primer lugar,, Julio

Berdegué señalo que las principales cabezas del cooperativismo tenían la

consigna de sacar a los armadores de la pesca, y que al estar apoyados por el

estado, se convertía en una situación insostenible.335 Por su parte, José Carranza,

aseguraba que la pesca del camarón ya no era rentable. Un changuerismo que se

llevaba un 40% de la producción, la negativa de las cooperativas de comportarse

como una empresa, un obsoleto sistema de comercialización y los constantes

333 Sin autor, “Por $150 millones es la pugna del BANFOCO y las cooperativas, ESP, 16 de noviembre de 1977, p.5 334 Sin autor, “Incapacidad oficial contra el contrabando camaronero”, ESP, 03 de febrero de 1977, p.3 335 Sin autor, “Niegan despachos de pesca a los armadores”, ESP, 28 de noviembre de 1978, p.7

191

ataques entre los diferentes actores de la pesca, habían llevado a la industria a un

inminente colapso.336

La paralización de la flota de los armadores, había dejado de ser un

problema. Al ser las cooperativas dueñas de la mayoría de las embarcaciones, la

producción no se veía disminuida, y la rotación en de la tripulación permitía a los

pescadores emplearse de manera intercalada, evitando así una desocupación

prolongada. De esta forma, al final de la temporada de 1978 la producción había

sido de 8,400 toneladas, con un total de 500 embarcaciones el rendimiento que se

tubo fue de 16.80 toneladas por barco.

La temporada de 1978, que fue exitosa debido a la devaluación del peso

frente al dólar, permitió a las cooperativas y al BANFOCO sanear sus relaciones a

través del pago oportuno de créditos. Solamente 4 cooperativas perdieron sus

embarcaciones por retrasar sus pagos a la institución financiera; un total de 10

embarcaciones fueron retiradas a las siguientes cooperativas: Benito Juárez,

Margarita Maza de Juárez, Victoriano Mereles y Océano Pacifico.337 Pese a los

malos augurios de los grandes armadores, los capitalistas que contaban con flotas

pequeñas decidieron hacer nuevas inversiones dentro de la industria. Haciendo

más grande el problema de la sobre explotación, en junio de 1979 solicitaron

permiso para la puesta en marcha de 47 embarcaciones más.338

La producción de la temporada de 1979 no alcanzó los niveles de las dos

anteriores, sin embargo, no se le puede calificar como mala. En abril de 1980, las

capturas globales de camarón habían sido de 6,100 toneladas, no se tiene el dato

exacto, pero las autoridades de pesca aseguraban que la producción alcanzaría

las 7,200 toneladas para el inicio de la veda. Hasta el mes de abril la productividad

por embarcación había sido de 12.2 toneladas; si los cálculos de la oficina de

336 Sin autor, “La actividad pesquera no es rentable, dice Carranza en desconsolador balance”, ESP, 17 de febrero de 1979, p.7 337 Sin autor, “Recoge BANFOCO 10 barcos a 4 cooperativas”, ESP, 18 de julio de 1979, p.3 338 Sin autor, “Tratan de conseguir en México permiso para que camaroneen otros 46 barcos”, ESP, 12 de septiembre de 1979, p.3

192

pesca eran acertados, el rendimiento de las 500 embarcaciones de la flota fue de

14.4 toneladas por nave.339

A medida que avanzaba el tiempo y el sistema cooperativista se volvía más

grande, pero más ineficiente, la salida de los armadores se veía más cerca. La

temporada de 1979 se desarrolló en medio de un ambiente hostil, lo que la

convirtió en un ciclo de pesca conflictivo. La contratación, que no fue problema

esta temporada, cada vez apuntaba más a la firma de una cláusula de

compraventa de la flota de los armadores. En orden cronológico, el primer punto

de crisis que encontró la actividad durante esta temporada vino de la mano de

PEMEX. En medio del boom petrolero que preparaba a México para la

administración de la abundancia, PEMEX descuidó a la industria pesquera

nacional, propiciando un desabasto de diesel marino, gas y lubricantes. Durante el

mes de enero de 1980, el 30% de la flota presentó problemas de abastecimiento,

paralizando las actividades por lo menos 20 días.340

En segundo lugar, hubo un desplome de los precios en el mercado de los

Estados Unidos. Durante el mes de febrero de 1980, la comercializadora Ocean

Garden mantenía en sus bodegas en los Estados Unidos, un 75% de la

producción local. Tras una baja continua en la cotización del camarón, se tomó la

decisión de esperar a que los precios tuvieran un repunte, por lo que el flujo de

ganancias se vio paralizado, generando la falta de circulante dentro de las

cooperativas y los armadores.341

Sin embargo, el punto máximo de los conflictos de la temporada de 1979

llegaría en el mes de mayo, en el que sorpresivamente el gobierno de los Estados

Unidos anunciaba que cerraba su mercado al camarón mexicano. Con 8 mil

toneladas almacenadas en la nación, de las cuales mil pertenecían a la industria

339 Sin autor, “Mil toneladas menos de camarón capturadas”, ESP, 23 de abril de 1980, p.3 340 Sin autor, “Para la flota por falta de gas”, ESP, 09 de enero de 1980, p.3 341 Sin autor, “Alto a las ventas de camarón”, ESP, 14 de marzo de 1980, p.5

193

mazatleca, PROPEMEX y Ocean Garden decidieron guardar silencio en cuanto a

la posición de los Estados Unidos.342

Muchas veces el gobierno de los Estados Unidos había aplicado medidas

restrictivas al comercio de camarón mexicano, pero ninguna fue tan sorpresiva

como la de 1980. Las políticas restrictivas que dicho gobierno había tuvieron su

raíz en los empresarios pesqueros yanquis, y esta vez, no fue la excepción.

Asimismo durante los meses de diciembre de 1979 y mayo de 1980, fueron

capturadas en territorio mexicano diversas embarcaciones atuneras con bandera

norteamericana.343

La piratería por parte de los atuneros gringos era común en aguas

territoriales de México, sin embargo, nunca se habían tomado las medidas

necesarias. La detención de estas embarcaciones atuneras tuvo como

consecuencia el decomiso de la producción y las artes de pesca, así como el pago

de fuertes multas. Estos problemas sirvieron como detonante para vetar el

camarón mexicano en el mercado del país del norte. Los Estados Unidos exigían a

México que aceptara un contrato para que su flota atunera, con capacidad de 140

mil toneladas, pudiera realizar capturas libres dentro de territorio nacional, de lo

contrario, el veto sobre la industria camaronera permanecería. Con una industria

atunera al alza en Mazatlán, nuevamente fueron los armadores quienes se

encargaron de las negociaciones, haciendo que esta política no se

implementara.344

Pese a lo problemático de la última temporada, el periodo de 1976 a 1979

se presentó como el último de gran provecho para los armadores. La devaluación

del peso, originó que durante 3 temporadas las ganancias de la comercialización

fueran altas. Las temporadas de 1980 y 1981 significarían el final del largo adiós

que los armadores habían comenzado en el año de 1963. El ascenso de las

cooperativas significaría también el final de los gobiernos revolucionarios.

342 Sin autor, “Piden la intervención presidencial en la crisis comercial camaronera”, ESP, 07 de mayo de 1980, p.5 343 Ibíd., noviembre de 1979 – mayo de 1980 344 Sin autor, “EU quiere boicotear la importación de camarón”, ESP, 13 de julio de 1980, p.3

194

4.1.5: Defenderemos la industria como perros: armadores

El inicio de la temporada de 1980 puso de manifiesto el agotamiento entre

las relaciones de los armadores y cooperativistas. Lo que comenzó como un

matrimonio feliz, mutó en matrimonio violento; para la temporada de 1980, se

había convertido en una relación de indiferencia. El traspaso de la flota de los

armadores a manos de las cooperativas era un hecho, sin embargo las

condiciones se darían hasta un año después; pese a esto, ninguno de los dos

bandos tuvo interés de entrar en un nuevo proceso de contratación, por lo que la

temporada de 1980 comenzó bajo las mismas bases contractuales: las

cooperativas obtendrían un 34% de las utilidades de las embarcaciones

arrendadas.345

Durante el mes de septiembre de 1980, el gobernador del estado Antonio

Toledo Corro, inversionista de la actividad pesquera a principios de la década de

1970, declaraba que los armadores debían dar un paso al costado, dejando en

poder de las cooperativas toda la industria del camarón.346 Aprovechando estas

declaraciones, armadores como Julio Berdegué, Jesús Becerra y José Carranza,

pusieron a la venta no solo sus embarcaciones, sino toda su planta industrial.347

José Carranza Beltrán aseguraba que la decisión de vender su flota productiva

obedecío a las constantes presiones que sufría el gremio armador por parte de las

cooperativas.348 Lo cierto es que cada conflicto que se suscitaba al interior del

sistema cooperativista, repercutía de manera directa en el resto de la actividad. Si

a esto sumamos los problemas de contratación que periódicamente generaban

conflicto, tenemos que las paralizaciones de la flota, así como la falta de permisos

para la exportación, eran situaciones recurrentes en la actividad.

Mientras que el gremio de los armadores se debilitaba de manera paulatina,

las cooperativas obtenían cada vez mayor poder. Por un lado, la solidez que había

caracterizado al bloque de los armadores, había terminado por desmoronarse;

345 Sin autor, “Mantendrán vigente el contrato pesquero de 34%”, ESP, 21 de septiembre de 1980, p.3 346 Sin autor, “Vía lastre saldrán 200 embarcaciones a Topo”, ESP, 18 de septiembre de 1980, p.5 347 Sin autor, “Ponen en venta su flota armadores”, ESP., 17 de noviembre de 1980, p.3 348 Sin autor, “Definan nuestra participación en la pesca: IP”, ESP, 19 de noviembre de 1980, p.3

195

mientras que los grandes armadores y dirigentes de este grupo se encontraban en

plena disposición de negociar el traspaso de la flota, los pequeños armadores

veían esta transacción como la pérdida de su patrimonio. Al no contar con un gran

capital que les permitiera invertir en turismo o pesca del atún, el dinero del

traspaso serviría únicamente para pagar adeudos.

Las cooperativas mazatlecas se afianzaban como el grupo más poderoso

en el nivel nacional, BANPESCA (antes BANFOCO) anunciaba que las

cooperativas de Mazatlán habían pagado 125 millones de pesos de un total de

150 millones que adeudaban.349 La bonanza de las cooperativas mazatlecas,

además de hacer más estable su relación con la banca pública, abrió las puertas

de la banca privada. Por su solvencia económica, las cooperativas que fueron

objeto de crédito fueron: Pescadores de Mazatlán, Articulo 27 Constitucional,

Crestón de Mazatlán, Isla Venados, Nicolás Bravo, Veteranos de la Revolución,

Ignacio Allende, Independencia, Océano Pacifico.350 El sistema cooperativo había

entrado en proceso de depuración aumentando su eficiencia, sin embargo, esto no

hizo que dejara de ser un sistema corrupto.

El final de la temporada arrojaría una producción de 8,501 toneladas; con

un total de 500 embarcaciones, el promedio de pesca por nave sería de 17

toneladas. La temporada de 1980 no sería recordada por la buena producción que

arrojó, más bien sería recordada por ser la última en la que participaron los

armadores. No obstante a que era una situación que todos los actores de la pesca

esperaban y sus inicios se remontaban a principios de la década de 1960, el

traspaso de la flota inició en marzo de 1981. Tras una reunión de las cooperativas

del puerto de Mazatlán, éstas hicieron oficial el anuncio de que no contratarían

más con los armadores; el principal argumento fue que la pesca se había vuelto

incosteable para que siguiera la participación de ambos grupos; y al ser las

349 Sin autor, “Cooperativas han pagado $125 millones a BANPECA”, ESP, 21 de Marzo de 1981, p.3 350 Sin autor, “Piden que BANPESCA de los créditos en julio”, ESP, 19 de Marzo de 1981, p.5

196

cooperativas las que tenían derecho sobre la pesca de la especie, los armadores

serían los sacrificados.351

La reacción por parte de las instituciones y de los armadores no se hizo

esperar. Las instituciones paraestatales PROPEMEX y BANPESCA, comenzaron

a hacer evaluaciones a fin de ver el costo de los activos de los armadores y la

manera más adecuada de repartirlos entre los cooperativistas.352 Por su parte, el

presidente de la República, José López Portillo, anunciaba en la ciudad de

Culiacán que el apoyo hacia las cooperativas sería total, y que tras 40 años de

luchas serían los principales beneficiados de los recursos marinos del país.353 EL

mandatario estatal Antonio Toledo Corro, fiel a los ideales de su partido,

encontraba tranquilidad politica al brindar un apoyo total al proyecto

cooperativista.354

Los armadores, por su parte, se fraccionaron en dos grupos. Por un lado,

los que en realidad defendían a la industria como perros y por otro lado, los que

intentaban por todos los medios obtener el mayor beneficio económico a través del

traspaso. El primero grupo, que estaba compuesto de manera principal por

armadores pequeños, buscaba a toda costa no ser relegado de las actividades

camaroneras, diversas e infructuosas fueron las entrevistas con diferentes

autoridades; dentro de este grupo la principal cabeza fue Camilo Medrano, uno de

los grandes armadores.

Medrano, armador y ferretero, aseguraba que el papel de los armadores era

vital para la industria, ya que las cooperativas nunca tendrían la capacidad

empresarial de hacerla crecer, al contrario de ellos que eran generadores de

empleo.355 Algunos meses más tarde, la familia Medrano comenzaría un proceso

351 Sin autor, “Cooperativas no renovaran contrato con los armadores”, ESP, 13 de marzo de 1981, p.3 352 Sin autor, “Cooperativas y PROPEMEX trabajaran en co-propiedad”, ESP, 24 de Marzo de 1981, p.4 353 Sin autor, “3,600 millones de pesos para pesca”, ESP, 26 de mayo de 1981, p.5 354 Sin autor, “Los armadores, fuera de la pesca”, ESP, 27 de mayo de 1981, p.5 355 Sin autor, “A Rafful o a JLP, los armadores le pedirán la decisión final”, ESP, 26 de mayo de 1981, p.3

197

de compra-venta de 15 embarcaciones con la cooperativa atuneros de

Mazatlán.356

Un segundo grupo de armadores, encabezados por Julio Berdegué y José

Carranza, buscaban un pronto avalúo de sus embarcaciones para llevar a cabo el

traspaso lo antes posible. Al igual que el grupo de armadores que deseaba

permanecer en la actividad, estos industriales tuvieron diversos encuentros con las

autoridades buscando un traspaso que se convirtiera en una oportunidad de

negocio para ellos. En octubre de 1981, cuando apenas comenzaba la temporada

pesquera, salieron a la luz los primeros números de los avalúos. Un total de 207

embarcaciones con un costo de 1,242 millones de pesos, sería la transacción que

involucraría a armadores, cooperativas y banca pública.357

Un suceso que había sido esperado durante 40 años, se resolvió de

manera pacífica en apenas 6 meses. La temporada de 1981, fue inédita para los

pescadores de camarón. Qué importaba que la devaluación en 1982 alcanzara un

581%, qué importaba que la inflación se disparara en 459%, mucho menos

importaba que las deudas adquiridas con el BANPESCA llegaran a estar cerca de

los 500 millones: la pesca de camarón era suya y la iban a disfrutar. La temporada

de 1981 arrojaría una disminución importante en la producción, motivada

principalmente por el retraso de 45 días en las actividades de pesca; la producción

total fue de 6250 toneladas, y con un total de 450 embarcaciones el rendimiento

por nave fue de 13.88 toneladas. Sin embargo, el alto índice de devaluación del

peso frente al dólar permitió que los márgenes de ganancia para las cooperativas

fueran extraordinarios, pudiendo amortizar gran parte de los adeudos obtenidos

con BANPESCA.358

La pesca de camarón en el nivel nacional comenzaba una nueva época. La

partida de los armadores fue significativa para el puerto de Mazatlán. El puerto

356 Sin autor, “La flota completa saldrá a pescar”, ESP, 28 de agosto de 1981, p.3 357 Sin autor, “Formalizan la compra de barcos”, ESP, 16 de octubre de 1981, p.5

198

sinaloense, caracterizado por tener la red empresarial más sólida en el ámbito

nacional, se alzaba con el sistema cooperativo más desarrollado y organizado. La

tarea de ser líderes morales del cooperativismo en el país y al mismo tiempo

administrar de manera adecuada los recursos, sería una misión difícil de cumplir.

4.2. Diversificación del tejido productivo local 1969 - 1981.

4.2.1. ¿Fin de la pesca del camarón? Traslado de las inversiones privadas al

turismo y la pesca de atún

La década de 1970 significó para la pesca del camarón el posicionamiento

de las cooperativas como principal grupo productivo. El retiro constante de

capitales por parte de algunos de los más importantes inversionistas, dejó espacio

para la participación de nuevos empresarios dentro de la industria. La pesca de

camarón, que desde 1950 se había convertido en la principal actividad de

Mazatlán, seguiría manteniendo su status dentro de la dinámica económica

regional.

Aunque las principales inversiones en la pesca del camarón se dieron de la

mano de las cooperativas, a través de una aportación estatal, la Iniciativa Privada

siguió interviniendo dentro de esta actividad hasta el año de 1981, cuando se dio

el traspaso de la flota de los armadores a las cooperativas. Siendo hombres de

mar, fueron la pesca del atún, la sardina y en menor medida el calamar, las

principales actividades a las que paulatinamente se mudaron las inversiones de

los armadores camaroneros. Salvo por los niveles de inversión, así como por la

información extraída de medios hemerograficos, es difícil determinar cuáles de las

inversiones en la pesca se dirigieron a la pesca del camarón y cuáles a la pesca

de otras especies.

Para el periodo que va de 1969 a 1981, las inversiones en la pesca fueron

de $278,965,000 de pesos, siendo el año de 1981 el de mayor volumen con un

199

total de $66,600,000 de pesos.359 Las inversiones en las actividades pesqueras

aumentaron de manera considerable con relación a los periodos anteriores, por

dos motivos. En primer lugar,, la devaluación que sufrió el peso frente al dólar a

partir de 1977, originó que muchos de los activos de las empresas constituidas

aumentaran de precio, esto debido a su cotización en dólares. En segundo lugar,

encontramos que las inversiones en la industria atunera eran mayores con

relación a la industria camaronera; por lo general, no existían inversiones en una

sola actividad, sino que, la inversión se daba en flota de extracción y planta

productiva.

Tabla 28. Principales constituciones de empresas de extracción de la actividad

pesquera en el puerto de Mazatlán 1969-1981

Empresa Año Capital Principales Socios Atunidos S.A.* 1981 $20,000, 000 Carlos Castro, Joaquín Peña

Pescados Industrializados S.A* 1980 $10,000,000 José Carranza, Jesús Saracho Atunes y Derivados S.A.* 1981 $7,000,000 Enrique Cevallos, José A.

Cevallos Atuneros Sinaloenses S.A.* 1981 $6,000,000 Tomás de Rueda Coppel

Exmaz S.A.** 1979 $5,000,000 Jesús Becerra, Miguel Castro Pesquera Goleta S.A.** 1978 $5,000,000 Regino González, Fernando

Letamendi Pesquera y Empacadora Rocamar S.A.** 1974 $5,000,000 Enrique González, Alfredo

López Pesquera Aproa S.A.** 1977 $4,500,000 Enrique Castro, Miguel Castro

Productos Alimenticios del Mar S.A* 1972 $3,750,00 Francisco Arellano Olivera. Empacadora Cevallos S.A.* 1972 $3,600.000 Pesquera Alianza, Víctor M.

Cevallos Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

*Empresas dedicadas a la pesca del atún. *Empresas dedicadas a la pesca del camarón.

Como se observa en la tabla 28, las empresas dedicadas a la pesca e

industrialización del atún, fueron en su mayoría, constituidas en los primeros años

de la década de 1980; de igual manera, estas empresas son las que presentan un

mayor nivel de inversión. Por su parte, las empresas dedicadas a la pesca del

camarón, se constituyeron en su mayoría después de la temporada de 1976, ya 359 RPPMAZ, 1969 – 1981.

200

que las ganancias obtenidas en esa temporada, tras la devaluación del peso,

activaron nuevamente la inversión en esta industria.

La pesca del atún, que comenzó en el puerto de Mazatlán en el año de

1971 de la mano de la familia Cevallos, se convertiría durante 2 décadas en la

principal actividad pesquera para la Iniciativa Privada. La actividad atunera fue, sin

embargo, una industria que no se encontraba al alcance de los pequeños

armadores, por lo que se le puede considerar una pesca de élite. Tomás de

Rueda, José Carranza, la familia Coppel, participaron de esta actividad, pero fue la

familia Cevallos la que se convirtió en verdadera propulsora de la industria. Al

igual que la pesca de camarón, la actividad atunera propició una serie de

inversiones que impactó de manera positiva a la población mazatleca. Con

PROPEMEX dentro de la industria, los niveles de empleo en las congeladoras e

industrializadoras fueron más altos, de igual forma los astilleros, que comenzaron

a construir embarcaciones para la pesca de esta especie, se vieron beneficiados.

A pesar de que se mostró, desde sus inicios como una industria próspera,

la pesca e industrialización del atún no se encontró exenta de problemas. Las

constantes incursiones de embarcaciones norteamericanas, así como la falta de

un marco institucional que asegurara sus actividades, hacían que los primeros

años de actividad fueran inestables. Un ejemplo claro de esta situación, fue el

problema de exportación que la industria atunera tuvo a mediados de 1974.

Apoyada en sus inicios con industrias italianas, las atuneras habían adquirido

compromisos de exportación hacia el país mediterráneo. La Secretaría de Pesca

en México, que consideraba que el atún debía ser un producto de consumo

nacional, prohibió durante dos meses las exportaciones del pescado. Los créditos

europeos que serían amortizados a través de producción, comenzaron a generar

problemas financieros en la naciente industria. La intervención oportuna de los

armadores ante las autoridades solucionó el problema e Italia se convirtió en un

cliente común para el atún mazatleco.360

360 Sin autor, “Frenan el desarrollo de la industria atunera”, ESP, 02 de Abril de 1974, p.3

201

Es difícil determinar aquellas empresas que tenían por actividad únicamente

la pesca de algún producto marino. Sin embargo, por la naturaleza de su acta

constitutiva se presume que la inversión aproximada de las empresas de

extracción, tanto de atún como de camarón, fue de $130,575,000 de pesos, con

un total de 142 empresas constituidas; por su parte, las inversiones en empresas

conexas a las actividades de extracción, alcanzaron un monto de inversión de

$141,940,000 de pesos, con un total de 76 empresas constituidas. Como se

observa, la inversión en empresas conexas fue superior en más de 10 millones a

la de las empresas de extracción.

Tabla 29. Principales constituciones empresas de conexas a la pesca de camarón

en el puerto de Mazatlán 1969-1981

Empresa Año Giro Capital Principales Socios Refrigeradora Mexicana

S.A. 1973 Congeladora $25,000,000 Arturo de Cima, Víctor Cevallos

Frigopesca S.A. de C.V. 1981 Congeladora $23,000,000 PROPEMEX, Julio Berdegue Aznar Harina y Aceite de

Pescado S.A. 1980 Industrial $10,000,000 Sergio y Jorge Coppel Careaga

Productos Marinos Framza S.A

1981 Congeladora $7,000,000 Melitón Garza, Francisco Garza

Congeladora de Productos Pesqueros S.A.

1977 Congeladora $7,000,000 José Carranza Beltrán, Juan Carranza Beltrán.

Reconstructora de Motores del Pacífico S.A.

1980 Maquinaria $5,000,000 Judith Ramos, José Frías Valenzuela

Refrigeradora Estrellas Del Pacifico S.A.

1977 Congeladora $4,000,000 Alfonso Cuen, Guillermo Llamas

Hielo Viva S.A. 1980 Hielera $4,000,000 Sergio Coppel S., Emilio Goicochea Alimentos Marinos S.A. 1979 Industrial $3,000,000 José Llausas, Ricardo Lizárraga Transportes Refrigerados

Tropicales S.A 1979 Comercial 3,000,000 Julio Berdegue Sacristán, Agustín

Gutiérrez Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

Las empresas conexas a la actividad pesquera abarcaron un número

importante de actividades. Como era costumbre, la diversificación de las

inversiones en el sector de la pesca permitía la reproducción de las actividades de

manera endógena, abarcando aspectos que iban desde la construcción de

embarcaciones hasta la comercialización de los diversos productos marinos. Las

202

empresas conexas estaban repartidas de la siguiente forma: 3 astilleros, 20

congeladoras, 26 ferreteras, 9 comercializadoras, 5 industrializadoras, 13

empresas de servicio.361

La participación de empresarios camaroneros en la pesca del atún, se

antojaba lógica. Si bien la pesca de ambas especies difería en cuanto a las

técnicas, el tejido productivo que se había desarrollado para la pesca del camarón

podría, a través de algunas modificaciones, sustentar la pesca del atún. Por el

contrario, la dinámica económica local en torno a la industria turística tuvo un

cambio radical. En el capítulo anterior quedó de manifiesto que desde 1950, las

inversiones en la industria turística e inmobiliaria, habían aumentado de manera

constante, sin embargo, fue durante la década de 1970 cuando esta actividad tuvo

un verdadero crecimiento.

Durante el periodo que va de 1969 a 1981, las industrias turística e

inmobiliaria tuvieron inversiones por $475,217,000 pesos siendo el año de 1974 el

de mayor inversión, con un total de $86,800,000 pesos. Dentro de estas

inversiones se toman en cuenta empresas como: hotelería, restaurantes, tiendas

de artesanías, flotas de pesca deportiva, arrendadoras de autos, bares y antros,

balnearios, campos de golf, inmobiliarias turísticas, inmobiliarias en general,

fraccionadoras y constructoras.

Tabla 30. Principales empresas Turísticas/inmobiliaria de Mazatlán 1969-1981

Empresa Año Giro Capital Principales Socios Inmobiliaria Dolores S.A. 1971 I. Turística $50,000,000 Julio Berdegue, José

Carranza Hotel Palmar S.A. 1974 Hotelería $40,000,000 Sergio de Cima, S. de Cima

G. Constructora y Materiales

Playa Sábalo S.A. 1978 Construcción $34,000,000 Dolores Sacristán, Julio

Berdegue. El Cid Golf Country Club

S.A 1972 Golf $30,000,000 Julio Berdegue, José

Carranza Inmobiliaria y Constructora 1981 Inmobiliaria – $20,000,000 Eligio Parolari,

361 RPPMAZ, 1969– 1981.

203

Roseli S.A. Construcción Sociedad Promotora de

Establecimientos Turísticos S.A.

1973 Inversiones Varias $12,000,000 Leticia Kelly López, Jaime Sarabia Lugo

Hotelera Los Caracoles S.A.

1974 Hotelería $12,000,000 Jorge y Sergio Coppel Careaga

Promotora Mazatlán S.A. 1972 I. General $10,000,000 Carlos Díaz, Antonio Pulido

Inmuebles Cazador S.A. 1980 I. Turistica $10,000,000 Quirino Ordaz, Juan Castro Zavala

JICSA S.A 1981 I. General $10,000,000 Jorge y Sergio Coppel Careaga

Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

Como puede observarse en la tabla anterior, las principales inversiones

dentro de la industria turística se hicieron a mediados de la década de 1970, por lo

que no existe una relación directa entre el traspaso de la flota y el desarrollo de la

industria turística, sin embargo, puede atribuírsele a los márgenes de ganancia en

la comercialización del camarón, la capacidad de ciertos capitalistas de diversificar

sus inversiones no solamente dentro de la pesca, sino en el sector servicios.

Poniendo en perspectiva el desarrollo turístico, se tiene que el periodo de 1950 a

1981, se constituyeron 133 empresas turísticas con capital mayor a un millón de

pesos. La actividad pesquera para el mismo periodo de tiempo contó con 128

empresas con las mismas características.362

Siendo líderes locales y nacionales de la pesca de camarón, empresarios

como Julio Berdegué y José Carranza, tuvieron grandes inversiones dentro de la

industria turística. De la misma manera, la retirada de la actividad camaroneras de

la familia De Cima se convirtió en una de las principales inversionistas dentro de la

actividad. Sin embargo, no fueron los únicos actores de la pesca que

incursionaron de manera recurrente dentro de la industria pesquera. Ya fuera por

diversificar sus inversiones, por una crisis al interior de la pesca de camarón o por

un retiro total de las actividades Marinas, el flujo de capitalistas pesqueros al

turismo fue constante y logró sustentar sobre la misma red empresarial a dicha

industria.

362 RPPMAZ, 1950– 1981.

204

$0.00

$1,000,000.00

$2,000,000.00

$3,000,000.00

$4,000,000.00

$5,000,000.00

$6,000,000.00

$7,000,000.00

$8,000,000.00

1950 1952 1954 1956 1958 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980

pesca dll

turismo dll

Tabla 31. Inversiones Pesqueras y Turísticas 1950-1981

Fuente: RPPMAZ, 1950– 1981.

Tabla 32. Principales inversiones turísticas por parte de los industriales pesqueros

1969-1981.

Empresario Empresa Giro Año Capital* Julio

Berdegué Inmobiliaria Dolores S.A. I. Turística 1973 $50,000,000

Operadora Turística y Hotelera Sábalo Constructora 1974 $34,000,000 El Cid Golf Country Club S.A Golf 1972 $30,000,000

José Carranza

Inmobiliaria Dolores S.A. I. Turística 1973 $50,000,000 Operadora Arrendadores del Mar S.A. Pesca Deportiva 1981 $100,000

Sergio De Cima G.

Hoteles Palmar S.A Hotelería 1974 $40,000,000 Inversiones Lugui S.A. Inversiones 1974 $1,250,000

Actividades Turísticas de Mazatlán S.A. Varias 1975 $2,500,000 Sergio Coppel

Hotelera Los Caracoles S.A. Hotelería 1974 $12,000,000 Operadora El Pescador S.A. Inversiones 1975 $500,000

JICSA S.A I.General 1981 $10,000,000 José R.

Fuentevilla Oceano Palace S.A. Hotelería 1974 $5,500,000

Vacacional del Sol S.A. Centro Turístico 1975 $2,000,000 Promociones Turísticas Doña Lourdes Inversiones 1975 $2,500,000

Fuente: RPPMAZ, 1963– 1968. *Capital total de la constitución de la empresa.

Diversos fueron los inversionistas pesqueros que incursionaron en

actividades turísticas; sin embargo, su participación se hizo a través de pequeñas

205

inversiones conjuntas. Los industriales mencionados en la tabla 28 sirvieron como

un eje sobre el cual orbitaban una serie de inversionistas menores. Durante este

periodo grandes armadores de la década de 1960, desaparecieron de las nuevas

inversiones productivas, entre ellos Rafael Domínguez y Juan Gavica.

La manera en que la economía mazatleca diversificó sus inversiones no fue

la más adecuada, pese a ello, el traspaso de la flota camaronera a manos de las

cooperativas permitió, por un lado, mantener a la industria clave, que era la pesca

del camarón, por otro lado comenzar el desarrollo de nuevas economías que

posibilitaron el empleo de una población cada vez mayor en el puerto de Mazatlán.

4.2.2. Empresarios camaroneros: los actores secundarios de la industria.

La fatídica temporada de 1963 marcó un rumbo bien definido en el papel

que los armadores jugarían en la pesca del camarón. La red de empresarios

pesqueros que al principio de la actividad se concibieron así mismos como

hombres de negocios innovadores, capaces de hacer frente a un sistema

institucional ineficiente, se habían convertido, a finales de la década de 1960, en

un grupo de choque en constante conflicto con las cooperativas. Con José

Carranza y Julio Berdegué como las principales cabezas de los armadores

durante el periodo de 1968 a 1981, este grupo de industriales será recordado por

haber entregado la flota a las cooperativas, y en este sentido, sería injusto decir

que todos los armadores buscaron esta negociación.

El espíritu innovador que los armadores habían presentado desde los

inicios de la industria, no había desaparecido del todo. No obstante, la mayor parte

de los esfuerzos de los grupos empresariales se centraban lejos de la industria

camaronera. La desviación de las inversiones camaroneras a otras actividades

económicas, distrajo a los grandes armadores, dejando de lado la actividad

camaronera que se encontraba en poder de las cooperativas.

206

A diferencia del periodo pasado, éste no se caracterizó por presentar un

paulatino abandono de los armadores camaroneros. Contrario a lo que se podía

pensar, una nueva camada de armadores llegaría a la industria para hacer frente a

las cooperativas. Sin embargo, el poco nivel de influencia que estos nuevos

armadores tenían hacia el interior de la propia industria y de los grupos de poder,

terminó por convertirlos en simples espectadores de los conflictos entre los

grandes armadores y el sistema cooperativo.

Un periodo atrás, la actividad camaronera había presentado una dualidad

en cuanto al protagonismo de dos grupos antagónicos; durante este periodo seria

la red empresarial la que presentaría esa dicotomía. Por un lado, se encontraba

una antigua red que congregaba a un grupo de armadores con relaciones

empresariales, familiares y políticas consolidadas tras muchos años dentro de la

industria. Por otro lado, presentaba una serie de empresarios independientes, sin

capacidad de gestión como grupo y expuestos a las decisiones tomadas por los

grandes armadores a través de la oficina local de la Cámara Nacional Pesquera.

Tabla 33. Principales empresarios pesqueros en Mazatlán, 1969-1981*

Empresario No. Empresas constiuidas

Inversión Principales socios comerciales

José Carranza Beltrán 6 $14,535,000.00 Juan Carranza, Julio Berdegué Julio Berdegué Aznar 4 $5,874,000.00 José Carranza, Marcial Camacho

Fernando Letamendi Lie 6 $5,730,000.00 Regino González. Tomás de Rueda Coppel 7 $5,153,000.00 Julio Casas Liperol, PROPEMEX

Juan Carranza Beltrán 8 $3,841,000.00 José Carranza, Jesús Salazar Regino González 4 $3,660,000.00 Fernando Letamendi Lie

Aurelio García García 4 $2,114,000.00 José Carranza Miguel Castro Contreras 2 $1,750,000.00 Enrique Castro, Jesús Becerra

Emilia Haas Bishop 5 $1,685,000.00 José Manuel Castello. Víctor Manuel Cevallos 7 $6,909,000.00 Sergi de Cima Fuente: RPPMAZ. 1969 – 1981 *Se incluyen las inversiones en la pesca de atún.

Como se observa en la tabla anterior, el nivel de inversiones de los grandes

armadores era cada vez mayor. Mientras que los periodos anteriores los niveles

de inversión eran más homogéneos entre los principales actores de la pesca, para

207

este periodo las inversiones se concentró muy polarizadas. El tejido productivo de

la pesca, que se había sustentado en la relación entre diversos actores, se

encontraba en la década de 1970 en un número reducido de personas, creando

una especie de oligopolio que no permitía el desarrollo de los pequeños

armadores. Aunado a esto, dichos empresarios fungían como líderes

institucionales y morales de los armadores, tomando las decisiones importantes

sobre las necesidades empresariales de la mayoría.

Los esfuerzos de los armadores comenzaron ser en nombre de su propio

gremio y no a favor de toda la colectividad. No se puede negar que estas

gestiones empresariales hayan tenido un efecto positivo sobre el sistema

cooperativo, pero no fue una consecuencia de las gestiones de los armadores,

sino que apareció a través del acercamiento de diversos socios comerciales. Claro

ejemplo de esto fue la aparición de Japón como mercado para el crustáceo

mexicano. Es verdad que el país nipón significó un desahogo a la dependencia

que se tenía del mercado yanqui, sin embargo, las principales beneficiadas fueron

las congeladoras: Mariscos Tropicales, de Julio Berdegué y Refrigeradora

Mexicana, de las familias Cevallos y Cima.363

Pese a las marcadas diferencias que existían al interior del gremio de los

armadores, diferencia que ponía por encima los intereses de los grandes

armadores en detrimento de los pequeños. La red empresarial mantenía aspectos

organizacionales que le permitía contrarrestar a las cooperativas, por un lado, y a

los gobiernos populistas, por otro. La creación de instituciones empresariales era

uno de los mecanismos que no se vio entorpecido con la diversificación de las

actividades pesqueras. Por el contrario, este mecanismo a través del cual los

armadores formaban cámaras y patronatos, que apoyó para una mejor toma de

acción frente a los problemas de la industria, se mantuvo vigente y cada vez más

desarrollado.

En febrero de 1970 los armadores crearon el Patronato de Fomento

Pesquero, como una respuesta al anuncio presidencial del “Plan Pesquero 363 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 1969 - 1975.

208

Nacional”. Este organismo tenía como objetivo principal la creación de comités,

encargados de resolver las problemáticas relacionadas a las diferentes actividades

relacionadas a la pesca, tanto de camarón como de atún. Los integrantes de este

patronato fueron: Julio Berdegué, presidente; Eduardo Castillo y José Páez,

secretarios; Alberto Carreón, tesorero; Tomás de Rueda, representante de

astilleros; Nemesio Acosta, representante de cooperativas de estero; Francisco

Medrano, de armadores; Guillermo Rice, de maquinaria y herramienta; Casimiro

Zamudio, de cooperativas de alta mar; Enrique Chávez, asesor pesquero y

contador; Enrique Cabrera, de plantas industriales; Julio Rodríguez, de redes; Luis

Felipe Cevallos, representante de armadores de escama364

El Patronato de Fomento Pesquero fue la organización más eficiente que

presentó el gremio de los armadores durante el periodo, pero, no fue la único. En

1976, por iniciativa del mismo Julio Berdegué se crea un consorcio de armadores

con el objetivo de diversificar de manera integral las actividades pesqueras. Este

consorcio, que funcionaría a través de aportaciones de los armadores, pretendía a

través de un flujo de inversiones adecuar la existente planta productiva

camaronera para las necesidades de la actividad atunera. Además pretendía crear

un bloque pesquero que permitiera la pesca de escama de manera integral, lo que

no era benéfico para todos los armadores, pues solamente beneficiaría a aquellos

que de alguna manera se encontraban relacionados a la pesca de atún y

sardina.365

El último de los organismos creados por los armadores se daría después de

1981, con la flota en manos de las cooperativas. Enrique Castro fungiría como

presidente de Exportadores de Mazatlán S.A esta empresa, que fue creada por 40

mini-armadores desplazados de la pesca de camarón en octubre de 1981, tenía

por objeto la pesca de tiburón, calamar y otras especies de escama.366 Para llevar

364 Sin autor, “Integrado quedo el patronato de fomento pesquero”, ESP, 19 de Febrero de 1971, p.5 365 Sin autor, “Consorcio para pesca de altura”, ESP, 25 de Diciembre de 1976, p.3 366 El grupo de armadores planteaba, que la decisión de pescar estas especies y no atún, se debía a que no existían en el puerto la infraestructura necesaria para la operación de barcos de gran calado, así como también por la falta de equipo para manejar la carga. Lo cierto es que, la pesca del atún se encontraba acaparada por un

209

a cabo estas actividades, el grupo de armadores recibió de BANPESCA un crédito

por $2,800,000 dólares, que serían destinados a la compra de 5 embarcaciones

en Kuwait.367

Pese a la aparición de estos organismos empresariales, fue la Cámara de

Pesca la que siguió dirigiendo los principales asuntos. Como había sido ya una

costumbre, el dirigente nacional fue de origen Mazatleco. José Carranza, líder

nacional de la pesca, además de ser un prominente inversionista atunero, sería el

encargado de conseguir una jugosa negociación de traspaso de la flota. La última

administración de grandes armadores que tuvo la delegación local de la cámara

estaba integrada de la siguiente manera: Camilo Medrano Olmeda, presidente;

Julio Berdegué Aznar, secretario; Jesús Antonio Cevallos, tesorero; José

Carranza, Jorge Coppel, Héctor Rojas Oriol, Tomás Balderrama y Genaro Morán,

vocales.368

4.2.3. Cooperativas de alta mar: administradores de la abundancia.

La década de 1960, marcó un precedente no solo en el papel que las

cooperativas de pescadores tenían dentro de la dinámica sectorial, sino que

además, señaló las pautas a través de las cuales se dirigiría el cooperativismo de

manera local. Desde el nacimiento de las cooperativas en la década de 1930, la

aparición de líderes al interior de estos organismo fue un fenómeno natural, sin

embargo, fue hasta la década de 1960 cuando estos líderes comenzaron a tener

un verdadero poder dentro de la industria.

Incontables y variados son los testimonios que se tienen acerca del papel

que estos personajes jugaron dentro de la pesca de camarón. Pequeños y

grandes armadores culpaban a los líderes de las cooperativas de propiciar su

paulatino retiro de las actividades; autoridades a nivel local, estatal y federal

pequeño grupo de armadores que impedían nuevas inversiones en la pesca de atún con el fin de no sobreexplotar la actividad como sucedió con el camarón. 367 Sin autor, “Crédito por 2 millones de dls a armadores”, ESP, 01 de Febrero de 1982, p.5 368 Sin autor, “Armadores acordes en parar la pesca si es necesario”, ESP., 07 de Mayo de 1974, p.3

210

vigilaban de manera estrecha las acciones de estos personajes; los

cooperativistas, sin cargos administrativos les acusaban de corrupción y desvío de

fondos federales. Lo cierto es que como cuerpo gerencial de las empresas

sociales que eran las cooperativas, sus líderes se presentaron como verdaderos

impulsores de la actividad pesquera.

En su función de empresarios, los líderes cooperativistas lograron tender

una red que les permitió tener relacionarse con los principales actores de la pesca.

Si a esto sumamos que el aumento en las flotas de las cooperativas permitió un

margen de ganancia mucho mayor, se tiene que los líderes de las cooperativas

eran un fuerte grupo de poder. Esta situación, que ponía a los líderes

cooperativistas en la punta de la organización pesquera, ocasionó que a principios

de la década de 1970 muchos de ellos se convirtieran en pequeños armadores.

Tabla 34. Líderes cooperativistas con inversiones en la industria pesquera.

Empresario Cooperativa/Cargo Empresas Capital Jesús Becerra G. Ignacio Allende/Presidente (1964) 3 $1,345,000

Guillermo García G. Trópico de Cáncer/tesorero (1975) 3 $301,000 Fulgencio Cruz Jamit P. de Mazatlán/Tesorero (1978) 2 $1,000,000 Filemón Romero M. P. de Mariscos/C. Vigilancia (1964) 2 $675,000 Manuel Berumen N. P. de Mazatlán/(1968) 2 $550,000

Benito Ovando Benito Juárez/C. Vigilancia (1975) 2 $510,000 Efrén Navarro G. Isla de Venados/presidente (1969) 2 $249,000

José Herrera Ochoa Sinaloa/C. de Vigilancia (1964) 2 $190,000 Ignacio Hernández T. Federación Regional/Secretario (1964) 2 $51,000

Miguel Ochoa S. Federación Sur/Secretario (1956) 1 $248,000 Humberto Rubio F. Crestón/Secretario (1964) 1 $50,000 Felipe Flores Mena Articulo 27/tesorero (1964) 1 $50,000 Baltazar Quintana Mario Moreno/presidente (1975) 1 $30,000

Fuente: El Sol del Pacífico, Mazatlán, México, 1950-1982; RPPMAZ, 1950-1982

Un análisis detallado del registro de socios de cada una de las

cooperativas, permitiría determinar cuántos cooperativistas participaron como

inversionistas dentro de la industria del camarón, desafortunadamente muchos de

esos registros se han perdido. Asimismo, si para 1970 el puerto de Mazatlán

contaba con aproximadamente 2500 socios de las diferentes cooperativas, seguir

211

la pista de cada uno se vuelve una tarea compleja. El rastro que dejaron algunos

de los líderes es más visible, por lo que podemos conocer algunos de los

cooperativistas que se convirtieron en inversionistas activos de la pesca del

camarón.

Como se observa en la tabla 34, la mayoría de las cooperativas arrojaron

líderes que con el tiempo se convirtieron en pequeños armadores. Imposible es

saber si el capital privado de estos armadores provenía de fondos destinados a las

cooperativas, aunque, las constantes acusaciones por parte de los pescadores

sobre la corrupción dentro de sus sistemas directivos, hacen pensar en una

relación directa. Cabe señalar que la totalidad de las empresas fueron constituidas

después de 1970, siendo Exmaz S.A. la de mayor capital contando con

$5,000,000 de capital inicial.

En relación al tamaño de las empresas, es importante destacar que muchas

de estas presentaron inversiones pequeñas que cubrían el costo de una

embarcación y el avituallamiento de una temporada, sin embargo, existieron

aquellas que, como la antes mencionada, alcanzaron niveles de inversión que

superaban el millón de pesos.

Tabla 35. Principales empresas pesqueras en las cuales participaron

cooperativistas de Mazatlán 1970-1980

Empresa Año Capital Principales Socios Exmaz S.A. 1979 $5,000,000.00 Jesús Becerra, Miguel Castro Contreras

Pesquera Escualo S.A. 1980 $2,500,000.00 Fulgencio Cruz, F. Letamendi, J. Castello Pesquera Fuleca S.A. 1979 $2,500,000.00 Fulgencio Cruz, Emilia Haas Bishop Pesquera Bertha S.A. 1978 $2,200,000.00 Manuel Berumen, Bertha Zepeda

Prodimar de Mazatlán S.A. 1979 $1,100,000.00 Guillermo y Aurelio García García Hielo y Congelación del Pacífico S.A. 1977 $1,000,000.00 Filemón Romero, Wilberto Fuente

Pesquera Belem S.A. 1971 $1,000,000.00 Guillermo y Aurelio García García Pesquera Emilio S.A. 1979 $1,000,000.00 Filemón Romero, Emilia García. Pesquera Mareli S.A. 1977 $700,000.00 Manuel Berumen, Bertha Zepeda

Pesqueras Unidas S.A. 1977 $600,000.00 José Herrera O., Eduardo Castillo B. Fuente: RPPMAZ, 1959– 1962.

212

Dentro de la tabla 35 cabe destacar tres casos. En primer lugar,, tenemos la

Pesquera Emilia S.A. en la cual el cooperativista Filemón Romero aparece con

una inversión de $425,000. El resto de los inversionistas son esposa e hijos:

Emilia García Contreras, $425,000; Carlos, Héctor y Filemón Romero García con

$50,000 cada uno. Si bien dentro del acta constitutiva de esta empresa, cada uno

de los miembros de la familia es dueño de una parte de la misma, podemos

clasificar a esta empresa como un negocio familiar, en donde inversión, gastos y

ganancias eran parte de un mismo capital. Para el caso de la empresas Hielo y

congelación del Pacífico S.A., aparecen como inversionistas tres familiares de

Filemón Romero Murillo.

En segundo lugar, tenemos las empresas fundadas por Guillermo García

García. No se tiene registro de que los hermanos Aurelio, Ramiro y Jesús García

García, pertenecieran a la Cooperativa Trópico de Cáncer, de la cual Guillermo

García García fue tesorero. Sin embargo, el sistema cooperativista de Mazatlán,

presentaba una estructura sustentada en redes sociales, a través de la cuales

familiares, amigos y vecinos de un cooperativista se convertían en socios de forma

sencilla. Pese a ser Guillermo García el personaje que figura entre los líderes

cooperativistas, fue su hermano Aurelio quien tuvo mayores niveles de inversión

así como una red de socios más fuerte. Aurelio García García tuvo inversiones en

6 empresas, si bien en la mayoría sus principales socios eran sus hermanos, llegó

a tener inversiones conjuntas con José Carranza Beltrán.

Por último,, se encuentra el caso de Fulgencio Cruz Jamit. Al ser la

Cooperativa Mazatlán la de mayor tamaño y la que contaba con un sistema

organizacional más complejo, siempre se mantuvo en constaste conflicto. Tras un

año de acusaciones en su contra, en junio de 1977, el tesorero de la cooperativa

Fulgencio Cruz Jamit presentaba su renuncia. Tras su dimisión como socio

cooperativista, Cruz Jamit fue acogido por un importante consorcio empresarial en

el que figuraban empresarios como Emilia Haas Bishop, José Manuel Castello,

Fernando Letamendi Lie; como grupo empresarial, tenían inversiones en una

213

cantidad importante de pesquerías, además de tener diversificadas sus

inversiones en ferreteras, constructoras, inmobiliarias y hoteles.

Al margen de los cooperativistas que se convirtieron en armadores, la

década de 1970, significó el ascenso definitivo de las cooperativas como

principales actores del desarrollo pequero. Apoyadas de manera principal por una

política crediticia ilimitada, éstas lograron ponerse por encima de los armadores

como principal grupo de poder. Ello no significó que los armadores dejaran de

tener peso dentro de la industria, sino que la mayoría de las decisiones era

compartida.

La crisis que la actividad camaronera sufrió a finales de la década de 1960,

afectó de manera importante a las cooperativas. Dependientes de los créditos

estatales, los organismos cooperativistas comenzaron a adquirir grandes deudas

que solo podían pagarse cuando existían buenos precios para el camarón en el

mercado internacional. El paso del huracán Jeniffer en 1969, fue el comienzo de

esta situación, ya que fueron muchas las embarcaciones de cooperativas que

quedaron dañadas.

El periodo que va de 1969 a 1981, significó la salida de los armadores de la

industria camaronera y el control de la misma por parte de las cooperativas, sin

embargo, no fue ningún grupo el protagonista de la pesca, el principal actor fue el

Estado a través de los planes pesqueros nacionales que dotó a las cooperativas

de los medios necesarios para competir con los armadores. La flota de las

cooperativas sufrió un aumento desmedido, con la compra de barcos a armadores

y a PROPEMEX, así como con la adquisición de barcos nuevos, originando que al

momento del traspaso de la flota, esta ya no fuera necesaria.

Para 1973, la flota de las cooperativas era mayor que la flota de los

armadores, no obstante, seguían manteniendo el modelo de contratación a través

del cual arrendaban las embarcaciones a los capitalistas privados. Las diferentes

cooperativas que formaban la Federación Local de Cooperativas eran de

diferentes tamaños. Mientras que cooperativas grandes, como Pescadores de

214

Mazatlán y Crestón de Mazatlán, presentaban conflictos de manera constante, las

cooperativas de un tamaño medio como Isla de Venados y Nicolás Bravo se

consolidaron como las más eficientes dentro de la actividad; de esta forma, si bien

las cooperativas Mazatlán, Crestón e Ignacio Allende se presentaban como las

mayores y como las líderes políticas, eran las cooperativas Isla de Venados y

Nicolás Bravo las más eficientes.

Tabla 36. Flota de cooperativas 1978.

Cooperativa Barcos propios Barcos arrendados Isla Venados 14 5 21 de Agosto 7 3

Crestón de Mazatlán 17 2 Océano Pacífico 4 1 Ignacio Allende 18 14

Pescadora de Mariscos 19 2 Artículo 27 13 7

Pescadores de Mazatlán 36 5 Marcelo Morales 2 1

Nicolás Bravo 12 3 Victoriano Mereles 3 0 Trópico de Cancer 5 Sin dato

Margarita Maza de Juárez 7 Sin dato Benito Juárez 6 Sin dato

2 de Julio 5 Sin dato Fuente: El sol del Pacífico, 1978

4.2.4. Plan Pesquero Nacional: el Estado populista como un socio más

El surgimiento de un marco institucional que sustentara de manera

adecuada la actividad pesquera, inicio a partir de 1950. Instituciones formales

como la Federación de Cooperativas y las organizaciones de armadores; así como

instituciones informales, como las redes familiares de pescadores, fueron

determinantes en las características de la actividad pesquera en el puerto de

Mazatlán.

215

Las políticas públicas, se convirtieron en el eslabón más frágil de la pesca

de camarón. Las políticas aplicadas por los diferentes gobiernos se presentaron

en dos sentidos, por un lado, la aplicación de nuevos impuestos estatales en cada

periodo de bonanza de la actividad pesquera; por otro lado, la indiscriminada

aprobación de créditos para la adquisición de embarcaciones. El pago de nuevos

impuestos se convirtió en una situación que armadores y cooperativas podían

soportar, al aparecer durante las temporadas de mayor producción, estos

aumentos eran considerados como inflación dentro de los costes de producción.

Sin embargo, la sobrepoblación de la flota pesquera, era algo que la industria no

soportaría y marcaria el comienzo de un prolongado periodo de crisis que, incluso

se extiende hasta nuestro días.

La tendencia de los planes pesqueros era clara, la participación del Estado

dentro de la pesca era un hecho que no estaba a discusión, así como tampoco los

créditos para nuevas embarcaciones; ante cualquier crisis de producción o de

precios en el mercado, el Gobierno Federal respondía con la autorización de

nuevos créditos para embarcaciones cooperativistas. De esta forma, la política

aplicada en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, se potencializó en los dos

siguientes periodos presidenciales.

El sexenio presidencial de Luis Echeverría, fue cuando existió mayor

injerencia de parte del Gobierno Federal en las problemáticas de la pesca. Al tener

el control, el Estado como un ente con buena capacidad organizacional: flotas

pesqueras, enlatadoras, congeladoras, empacadoras, almacenes y centros de

distribución eran parte de la maquinaria estatal dedicada a la pesca. La aparición

de la paraestatal PROPEMEX en febrero 1971, con 221 filiales en todo el país,369

significó la aparente eficientizacion de las actividades pesqueras estatales. Ideado

como un sistema central sobre el que orbitarían las empresas paraestatales

dedicadas a la pesca, así como algunas de IP, PROPEMEX, posicionó a la pesca

369 Gatti, Luis Maria, “Los pescadores de México: La vida en un lance” Los Pescadores de Mexico, Vol. 1, CIESAS, 1986, Mexico, pp.29

216

del Estado como uno de los principales actores llevándole a obtener un 30% de

los productos en la nación.370

El modelo de PROPEMEX haría crisis en 1975, apenas 4 años después de

su aparición; siendo la corrupción el principal motivo. La pesca de camarón que

para 1974 significaba un 60% de las actividades pesqueras, y que se situaba

como cuarto el productor agropecuario de exportación en la nación, fue la

actividad que sufrió más gracias a las irregularidades de PROPEMEX.371 La

participación de empresas norteamericanas dentro del sistema, como Ocean

Garden y Crest Importing Company, originó que las cooperativas que tenían la

exclusividad en la pesca de la especie perdieran ganancias, ya que no podían

controlar la exportación y comercialización al mismo tiempo. Si a esto sumamos

que las empresas encargadas de construcción, reparación y avituallamiento de las

embarcaciones se encontraban en manos de la IP, las redes de corrupción de

PROPEMEX terminarían por afectar no solo su núcleo, sino el de las cooperativas.

Para finales de 1974, PROPEMEX fue reorganizada, pero sus adeudos

alcanzaban ya la cantidad de 1,400 millones de pesos.372

Para el caso de Mazatlán, la relación con el Estado a través de

PROPEMEX no fue diferente. El impulso desmedido otorgado al sistema

cooperativo dentro del puerto rompió con el equilibrio prevaleciente con los

armadores, pues si bien había presentado conflictos a lo largo de 20 años, había

logrado posicionarse como el más importante en la nación. Junto con la aparición

de PROPEMEX, el gobierno de Echeverría anuncio una modernización de la flota,

la cual se tradujo en una inversión millonaria para la construcción de 800

embarcaciones para el cooperativismo en la nación.373 El puerto de Mazatlán

recibiría alrededor de 60 embarcaciones a lo largo del sexenio.374

370 Kaufman P., Susan y Purcell, John F. H., “El estado y la empresa privada”, Nueva Politica, FCE, vol. 1, num. 2, abril-junio 1976, México. 371 Luna Ledezma, Matilde, “Empresas estatales y capital privado en Mexico, 1971-1976” Revista de administración pública, Vol. 41, 1980, pp. 39 372 Ibíd., pp. 40 373 El Sol del Pacifico, Mazatlán, México, 01 de Febrero de 1971 374 Ibíd., 07 de Mayo de 1977

217

La aparición de PROPEMEX tuvo un efecto positivo en el puerto de

Mazatlán. A pesar de que este efecto fue de corto plazo y no se basó en un plan

integral de desarrollo, permitió a la pesca de camarón mazatleca sortear

dificultades relacionadas con la crisis financiera de los Estados Unidos. La

Refrigeradora del Noroeste que desde finales de la década de 1950 funcionaba

como una empresa paraestatal, fue una de las principales beneficiadas con el

“Plan Pesquero Nacional” de Echeverría, debido a que esta congeladora prestaba

servicios a la mayoría de las cooperativas. En noviembre de 1971, la mencionada

refrigeradora comenzó un proceso de modernización que le permitió prestar un

mejor servicio a poco más de 120 embarcaciones que procesaban su producto en

sus instalaciones.375 El interés que el Gobierno Federal tuvo en la modernización

de la RENO, llevo a la empresa a diversificar sus actividades, incursionando en la

congelación de frutas regionales, como papaya, melón y mango.376

El Gobierno Federal se encargó de la construcción de infraestructura que

permitiera, por un lado, la diversificación de las actividades y por otro lado, la

diversificación de los mercados internacionales. En mayo de 1972 comenzó la

construcción de una “mega bodega refrigerada” la cual permitió un mejor

almacenaje de producto para comercializarlo cuando se encontrara mejor

cotizado en el mercado. Esta bodega se encontraba al interior de la Congeladora

del Pacífico, misma que había pertenecido a la familia Coppel Careaga hasta

finales de la década de 1960.

Como parte de la diversificación de la actividad, PROPEMEX se convirtió, al

lado de la familia Cevallos, en uno de los pioneros en la pesca del atún y la

sardina. En 1971, con la creación de la empresa paraestatal el “Plan Nacional

Pesquero” anunciaba la inversión en plantas productivas para la pesca de atún. La

empresa oficial contaba con pesquerías de dicha especie en el puerto de

Ensenada, Atunes Mexicanos y Santa Isabel, sin embargo, el puerto de Mazatlán

fue tomado como punta de lanza del plan pesquero contando con inversiones para

esta industria. La primera de éstas vino en abril de 1972, cuando se anunció la 375 Sin autor, “Ampliaran la capacidad de la refrigeradora”, ESP, 09 de Noviembre de 1971, p.5 376 Sin autor, “Ambicioso plan de trabajo a favor de los fruticultores”, ESP., 20 de Abril de 1972, p.3

218

compra de embarcaciones atuneras, así como la instalación de una planta

procesadora. El monto de esta inversión fue de 60 millones de pesos y se convirtió

en la primera de una serie de inyecciones de capital que posicionaron al puerto de

Mazatlán como uno de los principales productores de atún de México.377

Tras acercarse a su fin el gobierno de Echeverría, el plan pesquero hizo

más evidentes sus deficiencias. Empresas dependientes del Estado como

BANFOCO y PROPEMEX se encontraban en una severa crisis. La institución

financiera pagó el precio de un política crediticia sin restricciones para las

cooperativas, ya que muchas de éstas no tenían posibilidad de pagar los créditos

durante las malas temporadas, y por el contrario, cada inicio de temporada

requerían nuevas extensiones de créditos que les permitieran avituallar sus flotas.

Por su parte, PROPEMEX con sus 221 filiales en la nación presentó severos

casos de corrupción y burocracia, por lo que comenzó a trabajar como una

empresa ineficiente, ocasionando pérdidas importantes para la industria.

En el año de 1975, después de casi perder la distribución del camarón

pescado por cooperativas, la flota mazatleca de PROPEMEX pasó a manos de las

cooperativas, dejando a la empresa estatal la pesca de escama. Dentro de este

rubro, la empresa estatal tenía como propósito abastecer de pescado de bajo

precio a toda la República Mexicana. En junio de este mismo año PROPEMEX

invirtió 120 millones de pesos en la construcción de 60 embarcaciones que se

dedicarían a la pesca de escama.378

El gobierno del presidente López Portillo no presentó un gran cambio

respecto a la participación que había tenido el mandato de Luis Echeverría. Si bien

la participación dentro de la pesca del camarón disminuyo de manera radical, fue

una pieza clave en el traspaso de la flota de armadores al sistema cooperativista.

De manera general el sistema estatal de pesca funcionó a través de las mismas

instituciones. PROPEMEX, dedicado a la pesca de escama, mantuvo relación con

las cooperativas mazatlecas a través de las empresas exportadoras. Por su parte

377 Sin autor, “Diversifican la pesca”, ESP, 18 de Abril de 1972, p.5 378 Sin autor, “60 naves escameras en 2 años”, ESP, 19 de Junio de 1975, p.4

219

la aparición de BANPESCA como institución financiera de la actividad, permitió a

cooperativas financiar la compra de la flota de los armadores.

Al inicio del gobierno de José López Portillo, se anunció una inversión de

14,199 millones de pesos dentro de la industria pesquera. Este presupuesto se

repartiría de la siguiente manera: 8,499 millones para flota pesquera, 2,000

millones para industrialización de la actividad, 700 millones para el sistema de

comercialización, 2100 millones para proyectos de acuacultura y 900 millones

para la construcción de infraestructura.379 Sin embargo, este presupuesto no sería

respetado por el Gobierno Federal, que en 1981 aprobó un crédito millonario de 60

mil millones de pesos para la copra de 1,250 embarcaciones pertenecientes a los

armadores.380

379 Sin autor, “Habrá dos enlatadoras de sardina”, ESP, 03 de Marzo de 1976, p.5 380 Hernández, F., Gloria, 75 años de historia de la pesca 1912-1987 Avances y Retos, SEPESCA, México, 1988, pp.74.

220

Conclusiones.

Como se planteó al principio de esta trabajo, la hipótesis sobre la cual giró

la investigación es: el desarrollo económico que experimento el puerto de

Mazatlán a partir de 1950 fue consecuencia de una serie de factores económicos,

sociales y políticos que repercutieron en el desarrollo de la actividad pesquera. Al

ser la pesca la piedra angular de la economía mazatleca, tal desarrollo trajo como

consecuencia la aparición de un sistema productivo local encaminado a satisfacer

las necesidades de dicha actividad. Dentro de la investigación existe una hipótesis

secundaria que es la siguiente: el crecimiento de la actividad trajo como

consecuencia una acumulación de capital, mismo que fue reinvertido en

actividades ajenas a la pesca tales como el turismo que a la postre se convertiría

en la actividad económica central de Mazatlán.

Referente a la hipótesis central, encontramos que el desarrollo que

presento la industria camaronera fue debido a una crisis dentro del sistema

económico (minero-comercial) predominante en el puerto de Mazatlán previo a

1950. Este proceso de desarrollo se vio beneficiado por la existencia de una red

empresarial que había comenzado a gestarse a finales del siglo XIX, con el

desarrollo comercial e industrial del puerto. La participación en bloque de los

empresarios más importantes del puerto, permitió que la industria camaronera

tuviera un proceso de crecimiento acelerado. Dicho proceso, permitió que la

industria camaronera creciera de manera diversificada teniendo control de todas

las actividades relacionadas, desde la construcción de embarcaciones hasta la

comercialización del producto.

El desarrollo de la actividad camaronera no fue exclusivo de los primeros

años de esta, presentando ciclos de reproducción de la industria. De esta manera,

encontramos que los años de 1950, 1962 y 1973, la actividad pesquera recibió

importantes flujos de capital privado, que permitieron sostener el modelo de

producción que se había implementado desde su despegue. Al igual que

existieron años en los cuales las inversiones en la actividad fueron extraordinarias,

se presentaron periodos en los que los flujos de inversión eran casi nulos. Sin

221

embargo, cabe aclarar que estos años de poca inversión, no pueden considerarse

como años de crisis en la industria, por el contrario, dentro de los periodos de

crisis las inversiones mostraron pequeños repuntes.

La aparición de empresas conexas a la pesca del camarón, fue uno de las

principales características del periodo. El grado de desarrollo que la actividad

camaronera alcanzo durante el periodo, propicio un alto grado de especialización y

diversificación del tejido productivo, de esta manera la inversión en empresas de

extracción fue similar, en monto, a la inversión en aquellas que tenían actividades

relacionadas a la pesca. Las actividades conexas a la pesca fueron las siguientes:

astilleros, talleres, tejido de redes, ferreteras, abarroterías, congeladoras,

empacadoras, distribuidoras, representantes legales, exportadoras.

Siguiendo con el tejido productivo pesquero, encontramos que el traspaso

de la flota de la IP a las cooperativas pesqueras, no significó una nueva

reconversión del tejido productivo, ya que la industria pesquera mantuvo su

estructura y su calidad de actividad nodal. La salida de la IP de la pesca del

camarón, ocasiono una diversificación en las actividades del puerto, generando

así, una economía más solida y diversificada. Existe la creencia de que con el

dinero del traspaso de la flota, la IP mazatleca pone en marcha la industria

turística. Si bien es imposible negar la participación de industriales pesqueros

dentro de la economía turística, el despegue de esta actividad se da a finales de la

década de 1960, por lo que los armadores que participan de esta industria

después de 1981, pasan a formar parte de una actividad que había comenzado su

proceso de desarrollo doce años atrás.

El turismo como actividad económica, fue una de las respuestas a los

periodos de crisis para los empresarios pesqueros, sin embargo, no fue la única

opción de estos. Aprovechando la infraestructura pesquera, muchos de los

inversionistas que buscaron diversificar sus actividades durante los periodos de

crisis de la pesca del camarón, trasladaron sus capitales a la pesca del atún y

otras especies. Dado los altos niveles de inversión requeridos por la industria

222

atunera, solo los grandes armadores pudieron mantenerse de manera constante

dentro de esta actividad.

Analizando el papel de los diferentes actores, tenemos a las cooperativas

pesqueras. Estos organismos que dieron inicio a las actividades camaroneras a

mediados de la década de 1930, se convirtieron en uno de los principales motores

de la actividad. Si bien, no se tienen los montos de inversión que las cooperativas

hicieron dentro de la pesca, se cree que estos casi igualaron a los desarrollados

por la IP. El rol de las cooperativas dentro de la industria camaronera fue diferente

durante el periodo, en un primer momento estas solo fueron un mecanismo, a

través del cual los armadores pudieran explotar la especie, a mediados de la

década de 1960 se convirtieron en un grupo con capacidad empresarial, capaz de

competir de manera directa con los armadores; por último, durante la década de

1970 se convirtieron en el principal grupo de poder dentro de la actividad

camaronera, esto a través del manejo del 80% de la flota.

Los empresarios que comenzaron siendo el ente dinámico de la actividad

pesquera, mantuvieron un perfil constante durante todo el período. Relacionados

en una compleja red empresarial y en algunos casos familiar, llevaron a cabo sus

actividades bajo el formato de cluster que les llevo a ser el grupo empresarial

pesquero más influyente en la nación; un ejemplo de esto es la cantidad de

empresarios mazatlecos que fungieron como dirigentes nacionales de la Cámara

Nacional de la Pesca. Una de las características que presento este grupo

empresarial, es la adopción de líderes morales que se encargaban de dirigir a los

empresarios por largos periodos de tiempo. Industriales como Julio Berdegue,

José Carranza, Tomás de Rueda, fueron algunos de los más importantes.

Por último,, observamos que papel del Estado a lo largo del período, se

convirtió en un supresor del desarrollo. La falta de políticas públicas a nivel local,

así como la falta de estrategias de desarrollo para la actividad nivel federal fueron

los dos problemas principales de la industria. Durante los primeros años de la

pesca de camarón en el puerto, se desarrollo medianamente un sistema

institucional local, que permitió la búsqueda de beneficios para la actividad. A nivel

223

federal, la aplicación de planes de desarrollo pesquero, estuvo basada en un

aumento exponencial de la flota; tal situación provoco una sobre explotación del

recurso así como la ineficiencia del sistema cooperativista.

Por lo anterior expuesto, concluimos que el desarrollo que presento la

actividad camaronera dentro del puerto de Mazatlán, presenta características que

permiten considerar este fenómeno como un proceso de desarrollo endógeno.

Apegándose a lo expuesto por las teorías de sistemas productivos locales y tejidos

productivos locales, encontramos que: a) la pesca se desarrollo en base a una red

de pequeñas empresas, las cuales a través de sus ventajas comparativas y

competitivas, lograron posicionarse al puerto como una de las principales

economías pesqueras de América Latina; b) la acumulación originada por las

actividades relacionadas a la pesca del camarón, permitieron una diversificación

de las actividades así como la aparición de economías de escala; c) se presento

un sistema innovador de carácter tecnológico y organizacional que permitió un

desarrollo homogéneo de todas las empresas dentro del territorio; d) se dio una

especialización de la mano de obra, ocasionando una mayor competitividad del

sistema productivo.

Sin embargo, cabe mencionar que este proceso de desarrollo, debe de

calificarse como atípico, ya que este se dio sobre la base de un conflicto entre los

principales actores de la actividad. De igual manera, el proceso de desarrollo se

presento, aun y cuando no existía marco institucional que velara por sus intereses.

De esta manera, se observa que las relaciones y el sistema de cooperación entre

armadores, cooperativas y Estado se presentaba de manera esporádica y permitía

el desarrollo de una actividad fuerte.

224

Anexo 1. Principales empresas relacionadas a las pesca 1950-1981.

Empresa Fecha Inversión Actividades

Congeladora del Pacifico S.A. 27-Feb-50 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera Union S.A. 29-Mar-50 $600,000. Pesca general, industrialización

Congeladora de Mazatlán S.A. 05-Jul-50 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Impulsora pesquera de Mazatlán S.A. 16-Sep-50 $650,000. Pesca general, industrialización

Fomento Industrial Pesquero S.A. de C.V. 04-Dic-50 $500,000. Pesca general, industrialización

Rueda y Reynand S.A. 27-Dic-50 $500,000. Pesca general, industrialización

Hielera del Pacifico S.A. 27-Dic-50 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Coppel y Cima S.A. 12-Mar-51 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Congeladora Union S.A. 20-Mar-51 $540,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

William H. Hutcheson y Asociados S.A. 20-Sep-51 $500,000. maquinaria y accesorios

Tomas de Rueda Junior S.A. 17-Dic-51 $1,000,000. Astillero

Coppel Hermanos S.A. 23-Ago-52 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Castro S.A. 12-Jun-53 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Providencia S.A. 24-Oct-53 $500,000. Pesca general, industrialización

Cima Hermanos S.A. 17-Dic-53 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Camaronera del Pacifico S.A. 04-Jun-54 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Pesca Maritima S.A. 07-Oct-55 $800,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Zacates S.A. 11-Abr-56 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Maguagua S.A. 17-Oct-56 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Alianza S.A. 16-May-57 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera El Refugio S.A. 01-Oct-57 $500,000. Pesca general, industrialización

Distribuidora Rice S.A. 17-Dic-57 $500,000. maquinaria

Pesquera Josefita S.A. 28-Dic-57 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Mision S.A. 13-Oct-58 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Los Alamos S.A. 27-Nov-58 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Kino S.A. 28-Ene-59 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Don Alberto S.A. 07-Feb-59 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Colon S.A. 17-Mar-59 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Patron S.A. 22-Mar-59 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Teacapan S.A. 13-Abr-59 $1,680,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Oceanica S.A. 13-Abr-59 $1,680,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Sierra S.A. 17-Abr-59 $1,200,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Rodel S.A. 20-Abr-59 $600,000. Pesca general, industrialización

Barras de Navidad S.A. 28-Abr-59 $800,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Bibi S.A. 10-Jun-59 $500,000. Pesca general, industrialización

Hielera Tropical S.A. 31-Jul-59 $600,000. hielo

Aureo Pesquera S.A. 29-Ago-59 $500,000. Pesca general, industrialización

225

Pesquera de Sinaloa S.A. 25-Ene-60 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Constitucion S.A. 03-Feb-60 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Reforma S.A. 07-Jul-60 $1,600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Rayito S.A. 20-Oct-60 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Lorena Luanme S.A. 05-Nov-60 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Arreola S.A. 05-Nov-60 $500,000. Pesca general, industrialización

Armadores de Sinaloa S.A. 14-Dic-60 $900,000. Pesca general, industrialización

Gavica y Dominguez S.A. 14-Dic-60 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $1,300,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Ruiz S.A. 03-Ene-61 $1,200,000. Pesca general, industrialización

Transportes de Mariscos del Pacifico 03-Feb-61 $2,500,000. transporte congelados

Pesquera San Luis S.A. (aumento) 02-May-61 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Cerrador S.A. 22-May-61 $1,200,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Caporal S.A. 31-May-61 $750,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Fortaleza S.A. 26-Jun-61 $500,000. Pesca general, industrialización

Industrial Maritima del Pacifico S.A. 18-Jul-61 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $5,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Reyes S.A. 13-Nov-61 $600,000. Pesca general, industrialización

Remolques del Pacifico S.A. 19-Mar-62 $500,000. remolques

Remolques Acapulco S.A. 19-Mar-62 $500,000. remolques

Mariscos del Noroeste S.A. 14-Abr-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Santa Maria S.A. 19-Abr-62 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Roca S.A. 15-May-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera La Esperanza S.A. 16-May-62 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Dolores S.A. 24-May-62 $550,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Arpon S.A. 30-May-62 $550,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Maza S.A. 05-Jun-62 $550,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Iliana S.A. 12-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Camaronera de Sinaloa S.A. 14-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Gavica S.A. 19-Jun-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Exportadora Vica S.A. 20-Jun-62 $600,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera Loeza S.A. 23-Jun-62 $550,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Venado S.A. 12-Jul-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Maria Isabel S.A. 17-Jul-62 $550,000. Pesca general, industrialización

Actividades Pesqueras S.A. 22-Jul-62 $650,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Astillero S.A. 23-Jul-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquer Ledmar S.A. 28-Jul-62 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Balderrama S.A. 02-Ago-62 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Mariscos Carmelitas S.A. 23-Ago-62 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización

226

Pesquera Paz S.A. 31-Ago-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera La Sirena S.A. 06-Sep-62 $1,300,000. Pesca general, industrialización

Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Santa Lucia S.A. 20-Sep-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Luna de Plata S.A. 15-Oct-62 $600,000. Pesca general, industrialización

Meza S.A. 18-Oct-62 $950,000. Pesca general, industrialización

Roza S.A. 18-Oct-62 $650,000. Pesca general, industrialización

Astilleros Unidos del Pacifico S.A. 18-Oct-62 $1,000,000. Astillero

Pesquera Naimari S.A. 01-Dic-62 $1,200,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Costa Azul S.A. 07-Ene-63 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Empresas La Victoria S.A. 17-Abr-63 $510,000. Pesca general, industrialización

Fomento Pesquero del Pacifico S.A. 02-May-63 $750,000. Pesca general, industrialización

Pesquera El Salvador S.A. 20-Sep-63 $500,000. Pesca general, industrialización

Proovedora Marina del Pacifico S.A. 08-Ene-64 $1,000,000. ferretera

Pesquera Libertad S.A. 04-Feb-64 $700,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Yaqui S.A. 16-Oct-64 $650,000. Pesca general, industrialización

Produmar S.R.L. 28-Nov-64 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera La Paz S.A. 18-Feb-65 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Mar Azul S.A. 13-Sep-65 $900,000. Pesca general, industrialización

Comercial Exportadora Noromex S.A. 09-Nov-65 $500,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera Haas S.A. 17-Ene-66 $500,000. Pesca general, industrialización

Harina de Pescado de Mazatlán S.A. 25-May-66 $1,000,000. industrilizadora

Empresas Pesqueras del Pacifico S.A. 26-Sep-66 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Astilleros Unidos del Pacifico S.A. (aumento) 19-Oct-66 $3,350,000.

Congeladora del Pacifico S.A. (aumento) 01-Nov-66 $2,000,000.

Navieras Consolidades S.A. 08-Nov-66 $1,000,000. Refaccionaria Marina

Productos Exclusivos del Mar S.A. 14-Mar-67 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera El Caño S.A. 26-Jun-67 $500,000. Pesca general, industrialización

Industrial Pesquera de Sinloa S.A. 10-Jul-67 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Magallanes S.A. 02-Oct-67 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Susana S.A. 28-Feb-68 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Aleman S.A. 10-May-68 $600,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Geña S.A. 29-Jun-68 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Ralo S.A. 19-Oct-68 $650,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Impulsora de Sinaloa S.A. 23-Ene-69 $500,000. Pesca general, industrialización

Congeladora Chametlan S.A. 13-Feb-69 $500,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Promotora Pesquera S.A. 26-Sep-69 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Sotaventa S.A. 14-Oct-69 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera San Carlos S.A. 30-Jul-70 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Denisse S.A. 22-Ago-70 $1,500,000. Pesca general, industrialización

227

Fomento Pesquero S.A. 20-Ene-71 $1,600,000. Pesca general, industrialización

Congeladora Union S.A. 10-Feb-71 $540,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera San Alberto S.A. 02-Abr-71 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Carranza S.A. 07-May-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Belem S.A. 15-Jul-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera San Juan S.A. 31-Jul-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Atunes del Pacifico S.A. 14-Ago-71 $1,000,000. pesca atun

Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $3,600,000. Pesca general, industrialización

Pesquerias Diaz Bolona S.A. 20-Sep-71 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Camachito S.A. 04-Oct-71 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Gutierrez S.A. 04-Oct-71 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesca de Escama S.A. 31-Dic-71 $500,000. Pesca general, industrialización

Instalacion y Equipos Electromecanicos S.A. 18-Abr-72 $1,000,000. Equipos electromecanicos

Pesquera Lujo S.A. 21-May-72 $500,000. Pesca general, industrialización

Alimentos Congelados de Mazatlán S.A. 30-May-72 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Redes Modernas de Mazatlán S.A. 10-Jul-72 $500,000. chinchorros

Alianza de Exportadores S.A. 11-Oct-72 $1,500,000. comercializadora

Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $3,750,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Industrial Estero S.A. 21-Feb-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización

General del Pesca S.A. 26-Feb-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Lucia S.A. 18-May-73 $500,000. Pesca general, industrialización

Propesca del Pacifico S.A. 25-May-73 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Rosario S.A. 31-May-73 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Violeta S.A. 05-Jun-73 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Refrigeradora Mexicana S.A. 07-Ago-73 $5,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera Ibes S.A. 13-Nov-73 $500,000. Pesca general, industrialización

Empacadora y Congeladora S.A. 21-Nov-73 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Mariscos Cortes S.A. 24-Dic-73 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Mar-Luz S.A. 18-Feb-74 $500,000. Pesca general, industrialización

Ixmar S.A. 15-Abr-74 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Valiente del Mar S.A. 08-Jun-74 $1,350,000. Pesca general, industrialización

Pesquera tigaenmoce 27-Jun-74 $750,000. Pesca general, industrialización

Congeladora Teacapan S.A. 07-Ago-74 $750,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera San Agustin de Mazatlán S.A. 05-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Patrimonial S.A. 06-Sep-74 $1,200,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Minerva de Mazatlán S.A. 18-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Minerva de Mazatlán S.A. 18-Sep-74 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Occidente S.A. (aumento) 19-Sep-74 $4,300,000. Pesca general, industrialización

Alimentos Selectos del Mar S.A. 25-Sep-74 $500,000. industrilizadora

Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de C.V. 14-Dic-74 $5,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Costa Brava S.A. 26-Dic-74 $1,600,000. Pesca general, industrialización

228

Pesquera Alma S.A. 13-Feb-75 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Vica S.A. 11-Abr-75 $750,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Manba S.A 25-Ago-75 $650,000. Pesca general, industrialización

Promotora Palmar S.A. 01-Oct-75 $500,000. distribuidora de alimentos

Maquinaria y servicios Ciesa S.A. 15-Oct-75 $2,000,000. Refaccionaria Marina

Pesquera Guadalupana S.A. 23-Dic-75 $2,000,000. Pesca general, industrialización

Derivados Marinos de Teacapan S.A. 19-Ene-76 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Mareli S.A. 28-Ene-77 $700,000. Pesca general, industrialización

Maquilas Industriales de Productos Marinos S.A. 14-Feb-77 $1,000,000. industrilizadora

Hermanos Ramos Rosales S.A. 02-Mar-77 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Astilleros La Sirena S.A. 11-Mar-77 $1,000,000. astillero

Pesquera Camelia S.A. 18-Mar-77 $500,000. Pesca general, industrialización

Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $3,000,000. industrilizadora

Mercancias y Repsuestos S.a. 01-Abr-77 $500,000. maquinariasy refacciones

Funsiciones y Herrajes del Pacifico S.A. 06-Abr-77 $500,000. fundiciones

Laminado y Pinturas del Pacifico 06-Abr-77 $500,000. pintura y refrigeracion

Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $7,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesqueras Unidas S.A. 12-May-77 $600,000. Pesca general, industrialización

Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $4,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Astilleros Mazatlán S.A. 21-Jun-77 $1,000,000. astillero

Hielo y Congelacin del Pacifico S.A. 09-Jul-77 $1,000,000. Fabrica de hielo y congeladora

Pesquera Juanita S.A. 22-Jul-77 $500,000. Pesca general, industrialización

Servicios de Refrigeracion del Pacifico S.A. 27-Jul-77 $1,000,000. servicios de refrigeracion

Pesquera Verenice S.A. 03-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Productos del Mar de Mazatlán S.A. 09-Ago-77 $500,000. industrilizadora

Pesquera Juhear 18-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Arca S.A. 30-Ago-77 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $2,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Chayito S.A. 29-Sep-77 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera del Angel S.A. 07-Nov-77 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $4,500,000. Pesca general, industrialización

SeaFood de Mexico S.A. 18-Nov-77 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Congeladora Magaña S.A. 09-Ene-78 $600,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera El Prieto S.A. 13-Feb-78 $3,000,000. Pesca general, industrialización

Aceros Medrano S.A. 30-Mar-78 $1,000,000. aceros

Pesquera Martha Rosa S.A. 12-Abr-78 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesqeura Chela S.A. 19-Abr-78 $500,000. Pesca general, industrialización

Comercial de Mariscos del Pacifico S.A. 21-Abr-78 $500,000. comercializadora

Pesquera Bertha S.A. 27-Abr-78 $2,200,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $5,000,000. Pesca general, industrialización

Construcciones y Refacciones Maritimos S.A. 07-Jul-78 $500,000. Maquinaria y Herramientas

229

Pesquera Sergio Mar S.A. 11-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Electrica y Electrohidraulica 14-Sep-78 $1,000,000. Maquinaria y Herramientas

Jasmin y Angelita S.A. 22-Sep-78 $500,000. Pesca general, industrialización

Congelados de Sinaloa S.A. 26-Sep-78 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Erinori S.A. 29-Sep-78 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $2,500,000. Pesca general, industrialización

Congeladora de Alimentos del Mar S.A. 26-Oct-78 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Salvamentos y Rescates del Pacifico S.A. 23-Nov-78 $700,000. Salvamentos Maritimos

Pesquera Ofelita S.A. 06-Feb-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Fera S.A. 20-Feb-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesqueta Emilio S.A. 28-May-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

ARGOMAZA S.A. 10-Jun-79 $2,000,000. avituallamiento

Exmaz S.A. 02-Jul-79 $5,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Dalia S.A. 11-Jul-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Louy S.A. 11-Jul-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Prodimar Mazatlán S.A. 18-Jul-79 $1,100,000. Pesca general, industrialización

Naviera e Industrializadora Dolores S.A. 18-Jul-79 $2,000,000. transporte maritimo, pesca

Pesquera Claudita S.a. 21-Jul-79 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Apolo XI S.A. 09-Ago-79 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Siboney S.A. 20-Ago-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $2,500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Carrillo Puerto S.A. 10-Oct-79 $500,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Elizabeth S.A. 15-Oct-79 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $3,000,000. transportes refrigerados

Carla de Mazatlán S.A. 06-Nov-79 $2,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

Hielera Vaco de Mazatlán S.A. 08-Dic-79 $1,000,000. hielo

Congeladora de Productos Marinos del Pacifico S.A. 21-Dic-79 $1,000,000. Congeladora, distribuidora, exportadora

AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $3,000,000. ferretera

Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $4,000,000. hielo

Gestora Maritima Mexicana S.A. 30-Ene-80 $1,000,000. administracion naviera

Pesquera Salver S.A. 26-Feb-80 $1,700,000. Pesca general, industrialización

Distribuidora de Refacciones y lubricantes de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $1,500,000. refacciones

Embarcaciones y Equipos Marinos S.A. 22-Mar-80 $500,000. equipo marino

Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $2,500,000. Pesca general, industrialización

Salvamentos y Servicios Navales de Mazatlán S.A. 14-Abr-80 $3,000,000. Salvamentos Maritimos

Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $10,000,000. Pesca general, industrialización

Tiburo del Pacifico S.A. 24-Abr-80 $500,000. Pesca general, industrialización

Comercial Ferretera del Mar S.A. 13-May-80 $500,000. ferretera

Pesquera Joel Hermanos S.A. 16-May-80 $1,000,000. Pesca general, industrialización

Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $10,000,000. industrilizadora

230

Pesquera Dialey S.A. 15-Ago-80 $1,500,000. Pesca general, industrialización

Reconstructora de Motores del Pacifico S.A. 09-Sep-80 $5,000,000. maquinariasy refacciones

Taller y Refacciones Villegas de Mazatlán S.A. 18-Sep-80 $500,000. maquinariasy refacciones

Pesquera Puerto Arista S.A. 19-Nov-80 $500,000. Pesca general, industrialización

Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $7,000,000. congeladora

Ultramarinos el Dorado S.A. 12-Mar-81 $1,000,000. Congeladora

Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $7,000,000. Pesca general, industrialización

Pesquera Maratun S.A. 28-Abr-81 $500,000. Pesca general, industrialización

Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $23,000,000. Congeladora

Atunidos S.A. 27-May-81 $20,000,000. Pesca general, industrialización

Dragados, Maniobras Y Construcciones S.A. 02-Jun-81 $500,000. Dragado

Fibras Marinas S.A. 18-Jun-81 $1,000,000. fibras marinas

Maritima Industrial Apolo S.A. 04-Ago-81 $500,000. reparaciones

Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $6,000,000. pesca de atun

RPPMAZ, 1950-1981

Anexo 2. Principales inversionistas de la actividad pesquera 1950-1981

Nombre Empresa Fecha Inversion

Aldena Rojas, Miguel Pesquera Joel Hermanos S.A. 16-May-80 $800,000.

Alonso Felix, Carlos Carla de Mazatlan S.A. 06-Nov-79 $500,000.

Arellano Olivera, Fraancisco Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $600,000.

Arellano Olvera, Francisco Productos Alimenticios del Mar S.A. 29-Nov-72 $1,837,500.

Ayala Echeverria, Roberto Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.

Balderrama, Tomas Pesquera Balderrama S.A. 02-Ago-62 $1,000,000.

Barron Ferreira, Humberto Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $500,000.

Barron Ferreira, Oscar Pesquera Rio Florido S.A. 26-Dic-60 $700,000.

Becerra Gutierrez, Jesus Exmaz S.A. 02-Jul-79 $1,250,000.

Berdegue Aznar, Julio Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $749,000.

Berdegue Aznar, Julio Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $3,900,000.

Berdegue Sacristan, Julio Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $1,500,000.

Burgueño, Enrique Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de

C.V. 14-Dic-74 $833,000.

Campos Mendoza, Alberto Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $745,000.

Campos Padilla, Salvador SeaFood de Mexico S.A. 18-Nov-77 $1,400,000.

Carranza Beltran, Jose Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $5,000,000.

Carranza Beltran, Jose Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $8,000,000.

Carranza Beltran, Juan Pesquera Carranza S.A. 07-May-71 $995,000.

231

Carranza Beltran, Juan Congladora de Productos Pesqueros S.A. 27-Abr-77 $1,970,000.

Carranza Beltran, Juan Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.

Carranza Beltran, Mario Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.

Carrillo, Fernando Pesquera Iliana S.A. 12-Jun-62 $596,000.

Carrillo, Fernando Pesquera Paz S.A. 31-Ago-62 $500,000.

Carrillo, Fernando Pesquera San Fernando S.A. 16-Oct-64 $1,700,000.

Castello Bertrand, Jose Manuel Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Castello Bertrand, Luis Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Castello Gomez, Jose Manuel Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Castillo Fisher, Jose Pesquera Yaqui S.A. 16-Oct-64 $610,000.

Castillo, Jose Manuel Pesquera Naimari S.A. 01-Dic-62 $1,000,000.

Castillo, Manuel Pesquera La Sirena S.A. 06-Sep-62 $500,000.

Castro Contreras, Antonio Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.

Castro Contreras, Enrique Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $1,125,000.

Castro Contreras, Miguel Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $1,125,000.

Castro Contreras, Miguel Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.

Castro Leyva, Ramiro Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $950,000.

Castro Sanchez, Carlos Atunidos S.A. 27-May-81 $3,300,000.

Cevallos Elizondo, Jose Antonio Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $700,000.

Cevallos Gomez, Enrique Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $1,900,000.

Cevallos Gomez, Jesus Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $700,000.

Cevallos Gomez, Jose Antonio Atunes y Derivados S.A. 08-Abr-81 $3,700,000.

Cevallos Gomez, Luis Felipe Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $1,248,000.

Cevallos Gomez, Victor Pesquera Cevallos S.A. 02-Sep-77 $1,248,000.

Cevallos, Felipe Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.

Cevallos, jose Antonio Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.

Cevallos, jose Antonio Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $556,000.

Cevallos, Luis Felipe Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $555,000.

Cevallos, Victor M. Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $550,000.

Cevallos, Victor M. Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $5,550,000.

Chicuate Gutierrez, Cosme Pesquera Sergio Mar S.A. 11-Sep-78 $996,000.

Cima Guereña, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $1,660,000.

Cima Guereña, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $16,680,000.

Cima Guereña, Sergio de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $666,000.

Cima Urrea, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 07-aog-73 $1,000,000.

Cima, Arturo de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $1,000,000.

Cima, Sergio de Refrigeradora Mexicana S.A. 12-Sep-62 $660,000.

Colin, Jesus Pesquera Claudita S.a. 21-Jul-79 $1,300,000.

Comercial Exportadora Noromex S.A. Alianza de Exportadores S.A. 11-Oct-72 $1,190,000. Construccion, Instalaciones y Equipos

S.A. Maquinaria y servicios Ciesa S.A. 15-Oct-75 $1,000,000.

Coppel Careaga, Jorge Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $3,500,000.

232

Coppel Careaga, Sergio Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $3,500,000.

Coppel Peña, Alejandro Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel Peña, Arturo Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel Peña, Jorge Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel Salcido, Alfredo Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel Salcido, Isaac Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel Salcido, Sergio Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $1,900,000.

Coppel Salcido, Sergio Harina y Aceite de Pescado S.A. 06-Jun-80 $500,000.

Coppel, Jorge Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $2,000,000.

Coppel, Orace Camaronera del Pacifico S.A. 04-Jun-54 $1,000,000.

Coppel, Sergio Coppel y Cima S.A. 12-Mar-51 $854,000.

Coppel, Sergio Pesquera de Altamar S.A. 22-Sep-61 $2,000,000.

Coppel, Sergio Congeladora del Pacifico S.A. (aumento) 01-Nov-66 $2,000,000.

Cruz Jamit, Fulgencio Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $500,000.

Cruz Jamit, Fulgencio Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Cuadras Gutierrez, Alfonso Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.

Cuen Orozco, Alfonso Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $2,500,000.

Diaz Bolona, Roberto Pesquerias Diaz Bolona S.A. 20-Sep-71 $500,000.

Diaz Diaz, Ignacio Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.

Diaz Moreno, Francisco Pesquera Dialey S.A. 15-Ago-80 $900,000.

Dominguez Kelly, Rafael Distribuidora de Refacciones y lubricantes

de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $675,000.

Dominguez Kely, Jose Distribuidora de Refacciones y lubricantes

de Sinaloa S.A. 14-Mar-80 $675,000.

Dominguez Morales, Enrique Pesquera Denisse S.A. 22-Ago-70 $800,000.

Escalante Quiroz, Benjamin Pesquera San Juan S.A. 31-Jul-71 $996,000.

Escobar Aspinwall, Ernesto Salvamentos y Servicios Navales de

Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $900,000.

Escutia, Hector Pesquera Oceanica S.A. 13-Abr-59 $560,000.

Escutia, Hector Pesquera Teacapan S.A. 13-Abr-59 $560,000.

Espinoza Salazar, Arsenio Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.

Felix Lopez, Gilberto Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.

Felix Lopez, Jose Pesquera Fera S.A. 20-Feb-79 $600,000.

Felix Lopez, Jose Exmaz S.A. 02-Jul-79 $625,000.

Freeman, Moises Luna de Plata S.A. 15-Oct-62 $596,000.

Freeman, Moises Pesquera Mar Azul S.A. 13-Sep-65 $896,000.

Fuentevilla, Fernando Pesquera Sierra S.A. 17-Abr-59 $1,000,000.

Fuentevilla, Luis Hielera del Pacifico S.A. 27-Dic-50 $1,960,000.

Garcia Castro, Francisco Pesquera Cerrador S.A. 22-May-61 $800,000.

Garcia Castro, Francisco Lineas de Mazatlan S.A. 30-Nov-68 $996,000.

Garcia Garcia, Aurelio Pesquera Belem S.A. 15-Jul-71 $996,000.

Garcia Gonzalez, Juan Empresas Pesqueras del Pacifico S.A. 26-Sep-66 $600,000.

Garcia, Juan Pesquera Caporal S.A. 31-May-61 $700,000.

233

Garza Diaz, Francisco Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.

Garza Diaz, Magdalena Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.

Garza Diaz, Patricia Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.

Garza Diaz, Roberto Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $700,000.

Garza Sepulveda, Meliton Productos Marinos Framza S.A. 14-Ene-81 $4,200,000.

Gavica, Juan e. Pesquera Reforma S.A. 07-Jul-60 $1,560,000.

Goicoechea Luna, Emilio Hielo Viva S.A. 21-Ene-80 $1,900,000.

Gonzalez Aramburo, Regino Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $2,400,000.

Gonzalez Aramburo, Regino Congeladora de Alimentos del Mar S.A. 26-Oct-78 $900,000.

Gonzalez Burgueño, Enrique Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de

C.V. 14-Dic-74 $1,666,000.

Gonzalez Franco de Haas, Thelma Pesquera Costa Brava S.A. 26-Dic-74 $640,000.

Gutierrez Mendoza, Agustin Transportes Refrigerados Tropicales S.A. 31-Oct-79 $990,000.

Haas Bishop, Maria Emilia Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $750,000.

Haas Bishop, Maria Emilia Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Hernandez Arreola, Juan Pesquera Juhear 18-Ago-77 $600,000.

Hernandez Perez, Guillermo Pesquera Apolo XI S.A. 09-Ago-79 $1,000,000.

Ibarra Zuñiga, Dalila Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.

Kelly Milan, Edwiges Salvamentos y Servicios Navales de

Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $950,000.

Landin Duran, Antonio Astilleros La Sirena S.A. 11-Mar-77 $996,000.

Letamendi Lie, Fernando Pesquera Goleta S.A. 12-Jun-78 $2,400,000.

Letamendi Lie, Fernando Pesquera Fuleca S.A. 30-Ago-79 $750,000.

Letamendi Lie, Fernando AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $1,200,000.

Letamendi Lie, Fernando Pesquera Escualo S.A. 27-Mar-80 $500,000.

Letamendi Lie, Jorge AguaLuz S.A. 27-Dic-79 $1,200,000.

Lizarraga Garcia, Faustino Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $598,000.

Lizarraga Granados, Enrique Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $720,000.

Lizarraga Tirado, Jesus Pesquera San Martin S.A. 29-Sep-78 $600,000.

Lizrraga Granados, Ricardo Alimentos Marinos S.A. 01-Abr-77 $1,400,000.

Llamas Teran, Guillermo Refrigeradora Estrella del Pacifico S.A. 13-May-77 $2,500,000.

Lopez Barbiere, Jesus Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.

Lopez Garcia, Alfredo Pesquera y Empacadora Rocamarh S.A. de

C.V. 14-Dic-74 $1,667,000.

Lopez Lizarraga, Jose Pesquera Violeta S.A. 05-Jun-73 $996,000.

Lopez Rojas, Ramiro Pesquera Ralo S.A. 19-Oct-68 $600,000.

Lopez, Samuel Pesquera Verenice S.A. 03-Ago-77 $996,000.

Magaña Salazar, Octavio Congeladora Magaña S.A. 09-Ene-78 $596,000.

Martinez Ferrer, Tatiana Pesquera Aproa S.A. 17-Nov-77 $750,000.

Medrano Jr., Federico Pesquera Rayito S.A. 20-Oct-60 $625,000.

Medrano Jr., Federico Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $600,000.

Medrano Jr., Federico Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $600,000.

Medrano, Camilo Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $700,000.

234

Medrano, Federico Pesquera Playa Larga S.A. 23-Ago-62 $600,000.

Medrano, Federico Pesquera Playa Hermosa S.A. 23-Ago-62 $600,000.

Medrano, Federico Camaronera del Noroeste S.A. 14-Sep-62 $644,500.

Medrano, Federico Productos Exclusivos del Mar S.A. 14-Mar-67 $1,000,000.

Mendez Barrera, Ignacio Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.

Mijangos, Antonio Industrial Maritima del Pacifico S.A. 18-Jul-61 $1,600,000.

Morales Aguilar, Ricardo Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.

Neyra Paez, Tomas Congeladora de Mazatlan S.A. 05-Jul-50 $1,000,000.

Partida Rojo, David Pesquera Costa Azul S.A. 07-Ene-63 $996,000.

Patron Rivas, Victor Manuel Pesquera Patron S.A. 22-Mar-59 $800,000.

Peña, Joaquin Atunidos S.A. 27-May-81 $3,300,000.

Perrusquia, Julieta Pesquera Astillero S.A. 23-Jul-62 $1,000,000.

Pesquera Alianza S.A. Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $885,000.

Pesquera Dolores S.A. Naviera e Industrializadora Dolores S.A. 18-Jul-79 $1,790,000.

Pesquera Dolores S.A. Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $13,800,000.

Pesquera Industrial Gallegos Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $1,000,000.

Pintado Perez, Cecilia Pesquera El Prieto S.A. 13-Feb-78 $2,500,000.

Productos Pesqueros Mexicanos S.A. Frigopesca S.A. de C.V. 12-May-81 $4,700,000.

Promotora Pesquera S.A. Empacadora Cevallos S.A. 25-Ago-71 $1,125,000.

Ramos de Frias, Judith Reconstructora de Motores del Pacifico

S.A. 09-Sep-80 $4,700,000.

Ramos Garcia, Ramon Fomento Pesquero S.A. 20-Ene-71 $1,596,000.

Rendon Cazarez, Antonio Congeladora de Productos Marinos del

Pacifico S.A. 21-Dic-79 $840,000.

Reyes, Ruperto Pesquera Reyes S.A. 13-Nov-61 $596,000.

Reyes, Ruperto Pesquera Libertad S.A. 04-Feb-64 $690,000.

Rivera Soto, Octavio Pesquera Los Alamos S.A. 27-Nov-58 $500,000.

Roja Oriol, Victor Pesquera Roca S.A. 15-May-62 $596,000.

Rojo Coppel, Angel Pesquera San Luis S.A. (aumento) 02-May-61 $500,000.

Rosales Jimenez, Ana Maria Hermanos Ramos Rosales S.A. 02-Mar-77 $947,000.

Rueda Alatorre, Tomas de Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $2,880,000.

Rueda Coppel, Tomas de Astilleros Unidos del Pacifico S.A.

(aumento) 19-Oct-66 $3,350,000.

Rueda Coppel, Tomas de Pescadores de Merluza S.A. de C.V. 19-Oct-78 $749,000.

Rueda Coppel, Tomas de Gestora Maritima Mexicana S.A. 30-Ene-80 $507,000.

Rueda Coppel, Tomas de Atuneros Sinaloenses S.A. 08-Sep-81 $2,940,000.

Rueda Jr, Tomas de Tomas de Rueda Junior S.A. 17-Dic-51 $973,000.

Ruiza, Sigifredo Pesquera Ruiz S.A. 03-Ene-61 $1,000,000.

Sacristan, Dolores Pesquera Dolores S.A. 24-May-62 $500,000.

Salazar Reyes, Jesus Pesquera San Carlos S.A. 30-Jul-70 $995,000.

Sanchez Flores, Hilda Fibras Marinas S.A. 18-Jun-81 $510,000.

Sanchez, Roberto Pesquera Rodel S.A. 20-Abr-59 $580,000.

Saracho Almeida, Jesus Pescados Industrializados S.A. 17-Abr-80 $500,000.

235

Toledo Ordaz, Abraham Mariscos Cortes S.A. 24-Dic-73 $3,000,000.

Urrutia de Silva, Consuelo Salvamentos y Servicios Navales de

Mazatlan S.A. 14-Abr-80 $900,000.

Vega Zazueta, Hector Servicios de Refrigeracion del Pacifico S.A. 27-Jul-77 $500,000.

Vega Zazueta, Hector Carla de Mazatlan S.A. 06-Nov-79 $500,000.

Velarde Osuna, Juan Salvamentos y Rescates del Pacifico S.A. 23-Nov-78 $660,000.

Velarde, Beatriz Pesquera tigaenmoce 27-Jun-74 $746,000.

Vizcarra, Mario Actividades Pesqueras S.A. 22-Jul-62 $500,000.

Zamudio Cuevas, Genaro Meza S.A. 18-Oct-62 $900,000.

Zamudio Cuevas, Genaro Roza S.A. 18-Oct-62 $600,000.

Zapeda Lizarraga, Bertha Pesquera Mareli S.A. 28-Ene-77 $525,000.

Zepeda Lizarraga, Betha Pesquera Bertha S.A. 27-Abr-78 $1,700,000.

RPPMAZ 1950-1981

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