VIII. HISTORIA ECONOMICAy JURIDICA

A. NOCION SOBRE EL HISTORIADOR GENERAL.

Acosta afirma encartaalhistoriador francés Guizot, que"La Historiaes el gran terna de las ciencias histórico-sociales, que serán siemprearduas, porque remueven cenizas e interrogan á los muertos. La mayorparte de los historiadores se han ahogado en los hechos; y de aquí losvarios sistemas, ynacidas deellos,lasvariasconclusiones. Decuando encuando es que se ven esos hábiles segadores que sabenllevará las eraslasgavillas delbuengrano. Losabismos quehayqueexaminar sonmuyprofundos; ynadasehace,sila luzquehadeconducirnollegaalfondo. "1

Su análisis de los historiadores griegos, pecade ligero, algeneralizardemasiado y no detenerse en las cumbres de la Historiografía Helénica.DelosRomanos sedemora enTácito, el cualdice,síbuscóyencontró laverdad "en el organismo del crimen, dequeél fueal propiotiempo juezy azote; escritoradmirable, que si habla truena, y si censura cauteriza.Estilo de puntas de diamante, ceño sombrío, oscuridad misteriosa,filosofía colérica, tudos los tiranos vuelven la vistaa susescritos aver siencuentran su retrato".

De Bossuet dice:

Bossuetes verdaderamente un águilaquejamás descansó el piesinoenlascumbres. Tiene deprofeta,dehistoriadory desabio.SiSan Pablo se encerró como dentro de una nube en los arcanosreligiosos, Bossuetpudollegaráellosconsóloseguirlaeconomtade la Providencio'

En variasobras se adhiere a la teoríaprovidencial de la historia. Eneste sentido es continuador de San Agustín y de Orosio.

"El hombre -diceAcosta- tornando estapalabra en sentido colectivo,marchacorno un viajero, y cada día que amanece tieneque ver nuevospanoramas yhorizontes y queadmirar en todos elloslamanodeDiosquele conduce porunavíade perfectibilidad indefinida, hastahacersu vidamás libre y sus funciones más ciertas. Si nos fueradado en la estrechaextensióndeesteartículo desdoblarlossiglos corno unatelayestudiarloscorno un mapa, observaríamos en cadaunode ellosun pasoadelante en

1.. Acosta, Cecilia, op. cit. pág. 90, Tomo V, Edición 19082.· Ibídem.

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la peregrinaci6n universal, unaconquistamáshecha y un principio másobtenidode la naturaleza c6smica y la intelectual. Asícomola vidadelamateria es el movimiento, la vida de la sociedad es la agitaci6n, no lafebril sino la orgánica, en busca de elementos que contribuyan a subienestar, a sus comodidades y a sus goces".'

Del párrafotranscrito se desprende su adhesi6n al providencialismohist6rico, a la teoria hist6ricalineal en contrastecon la de Herodoto yTucidides que es ciclica. Su narrativa es verdad que pertenece a la"historia epis6dica", pero en otro aspecto dedica largos párrafos a lacríticahist6ricade la más altacalidad, lacualconduceenprofundidad depensamiento. Este aspecto de la obra hist6rica de Acosta es sin dudagrandemente meritoria, desdecualquierpunto de vista.

No llegaes verdada enjuiciarel devenirhist6rico desdeel ángulodela periodizaci6n determinada por los cambios estructurales, que poste­riormente alaépocadeAcosta, Braudel, Febvrey Bloch,puntualizanconsingularacierto.'

A pesarde ello, la obrahist6ricade Acostay sus aspectos referidos ala historiaeconómíca que veremos luego,constituyen un valioso aporteenesecampoquero erecereconocimiento el cualnovacilamos enhacerlode maneraobjetiva. Ellonoborraaquellas cuestiones críticasquehemosseñalado, Con todo, su balance en el campo de los estudios histórico­econ6micos es sin duda positivo.'

En cuantoa su análisis críticode diversos historiadores, revisadayasu visi6n sobrelos griegos, Tácitoy los providencialistas, es interesante10quedicesobreMaquiavelo, Macaulay yGuizot.Sobreel primerodice:

Maquiavelo es un pensador que pagó tributo á su carácter, ó lopagó á las costumbres depravadas de su tiempo. El no sacó laverdad de sus moldes, sino que hizo moldes para la verdad. Leeuno sus escritos con horror; pero le gusta releerlos por la luz. Susobras son su siglo, o mejor dicho, su edad."

1. Acosta C. op. cit pág. 237, Tomo 1Edición 1908.2. Acosta, C. Obra cit. Edición 1908

Ver igualmente: Carrillo Batalla, Tomás Enrique "Las Grandes Aportaciones a laHistoria de la Hlstorlu" • Discurso de lncomporación en la Academia Nacional de laHistoria. Caracas, 1989.

3. Carrillo Batalla, 1'. E.. op. Cit Caracas 1989.4. Acosta, Cecllio, ob. cit. pág. 91, Tomo V • ed, 1908

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Como se aprecia, va al lado condenablede Maquiavelo, a su frialdadparajustificar lo no aceptablemoralmente,peroel brillodela inteligenciadel crítico apunta también a la luz que Maquiavelo dej6 caer sobre elescenario de la historia.

En cuanto a Macaulay afirma:

Macaulay es lo quellaman losingleses unescritorgráfico:todassonenél ltneas geométricasy puras,peroquetienen elhechizodela perspectiva y la gracia de los contornos. ¡Qué estilo y quétrasparencia de ideas! Si sonlas cosas, se vt su enlace; si loshombres, suspasiones. Guillermo IlI, Somers, Russell, Wharton,Marlborough, Tyrconell.Melfort,Sarsfield, sonbustoshistóricos;lasdescripciones delasluchasdelParlamento, ensayosdecienciaconstitucional; las escenas de las guerras de Irlanda, dramasvivos,' las costumbres, en Escocia, de loshombres de losvallesylas llanuras (lawland), y de los serranos (highlanders) pinturastancandorosasy maestras,quenosesabesieslanaturaleza laqueluce, o elarteelquelaimita. Suscuadros, untantosobrecargadosde colorido; su corazón, nopoco llenode despecho y amarguracontra ciertos hombres deEstado; peroasty tádo, inimitable. Conrazón decta elLondon Times, recién muerto ese escritor, quedelos entonces vivosen el ReinoUnido, tal vez nohablauno capazde continuar su Historia de Inglaterra!

Con relaci6n a Guizot, a quien nuestro autor tanto admira, sostiene:"Vuestros numerosos escritos os han hecho tocar con varias institu­

ciones, y de resultas, con un mill6n de hilos secretos que constituyen losprimeros principios de las cosas. Nadie generalizamás que vos. Lo queos distinguesobre t6does queconcebísla ley hist6ricaa priori, estudiáisdespuésel modo de verificarlaen los hechos;y yaconesto,que es segurocuando se tiene, pero que es dado a muy pocos alcanzar, atravesáis lossiglos en pocos pasos como los dioses de Homero.

Otra cosa muy notableen vos es la justicia de vuestras apreciaciones,lo cual nace de que no os apegáis á sistemas transitorios, no obráis porpasiones sino por principios, ni admitís criterios que no den ideas á laciencia,elementosalorden,o mediosdeenlaceparala armoníauniversal.Antes de vos había escuelas diversas; en vos aparece ya el dogma de la

1.- Acosta, Ceclllo.- ob. clt. pág. 91, Tomo V

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historia.Todasvuestras obrasmeinstruyen y meencantan; peroentrelas que

más,después de las referentes a la civilización, sonconspicuas vuestrasMemorias, por aquella sobriedad filosófica quehacela doctrina purayla convicción necesaría'"

Como se puede apreciar, Acosta se sitúaentre el providencialismohistórico y las concepciones metodológicas de Guizot, a partirde leyesabstractas, queunavezprobadas, pueden servirde guíapara recorrer elcursodelahistoria. Talesfueron susapreciaciones teóricas. Sinembargo,en sustrabajos históricos fuemásobjetivo quelas propias inclinacionesdoctrinarias que dice abrazar. Por encima de todo su narrativa va casisiempre acompañada del análisis crítico. En este como en otros casos,Acosta se inclina por una teoría; luego en la práctica se ajusta a unarealidad quesealejaenalgunos puntos deldiseño previo.- Enelloestribasu toquede originalidad.

B. EL HISTORIADOR ECONOMICO

En buen número de las obras de Acosta, encontramos interesantesapreciaciones sobre la Historia Económica. En suscomentarios al librode derecho comparado deLimardo haceunaincursión enla Historia deldesenvolvimiento comercial donde demuestra gran versación en lahistoria de la economía. Diceal efecto:

El Mediterráneo aparece como el primer teatro de agitaciónmercantil del mundo: Stdán, Tiro, Cartago, la Crecia, las costasdel Mar Negro, Alejandria más tarde, son al propio tiempomercados que expenden y centros que atraen. Puede juzgarse loque fue el primero de estos emporios por lo que dice el profetaEzequiel "ciudad glorificada en medio del mar; y que llegó a veren su seno "el marfil de la India, el lino pintado de Egipto, lasencinas de Bazán, los caballos de Togorma y la caña aromática deMosel.»En efecto, losfenicios abarcaron extensa línea de negocios desdelas bocas del Nilo a la Asiria, de la costa occidental del golfo

1.· Ibídem, págs. 91 y 92

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Pérsico a las regiones situadas entre el PontoEuxino y el marCaspio; y se concibe su preponderancia con sólo pensar quellegaron a ser casi los únicos proveedores y consumidores delcomercio un tiempo conocido. Fueron también renombradasOpis, sobreelTigris,yBabiloniasobreelEufrates; rfoéstequefueel Danubio de los antiguos, y por lo mismo causa frecuente derecelos, disputas y malencubierta codicia, porqueuniópor largoespacio extremos devidaypudoponeralhablaalAsiacentralconel Mediterráneo. Las colonias del Pontoflorecieron; la Perstaabriórutasy dió lamanoá otrasnaciones; la India, si hemos decreerel testimonio de Ctesias, comerció conlaChina; y Cartagose asentótanmajestuosamente, quesupoderal Occidente era eltemido, sustransacciones lasbuscadas, y ellalaquedióentonceselmásosadotiento a lastemerosas costas occidentalesdelAfrica,dejándonos como fruto de estanavegación el célebre Periplo,'

No se contenta con ser un puro y simple historiador descriptivo, unmeronarrador del acontecer, sinoquepenetraconsuanálisis enel fondode la sucesión de hechos enlazados en su narrativa. Tal apreciación sedesprende del siguiente párrafo relativo a la anterior transcripción:

Varias deducciones ocurren aqut, nacidasdelasantiguasfuemes,especialmente Herodoto: que aunque eran muchos los pueblostraficantes, no eraentreellos el tratomuyfrecuente: que sólo lotenian ast los pueblos comarcanos del Mediterráneo y el MarRojo:queeranpocosloscaminos, menos lasestacionesy escalas,muylentos,peligrosos, asendereadosy aporreados elacarreoy eltransporte; y quesi, a pesardetódo, hubo vigory aliento.fue elde laprimeraedad, ocasionado siempre a extravios y errores. Elegofsmo dominaba como carácter, elmonopolio comogocejusti­ficado, la conquista como derecho, la exclusión comonecesidad;conlocuallapreponderanciamercantil llegóasernopocasvecesla obradelpoder tanto como la obradel negocio?

1.- Acosta, Ceclllo - Obras Completas - EdIción 1908 Tomo V pág. 47 Y482.- Ibídem,

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Luegovienesu reflexión, sobrela dicotomía, fuerza o dedicación "alnegocio", o seaal desenvolvimiento económico -comercial, comodeter­minantes del cursode la historia- Dice al respecto:

"Nótesesin embargounacosa(y lodigopara enseñanza): que lasnacionesdedicadas a élhantrasmitido mejorherenciaquelasquehan rendidocultoa lafuerza. La gloriaqueperdura estimada, noes la que hace más ruidosino la que hace mayor bien."1

Pasa luego a la consideración de la historia económica romana,vinculada al augey decadencia de ese gran imperio. Dice:

"Losromanosfueronalprincipioduros,tenaces, conquistadores;de hierro el alma y la armadura; por mote «o gloria o muerte»:titanes de la historia, que hicieron verdad los de la fábula. Lasconquistas del Asia les trajeron muy luégo el lujo y la molicie.Muchasde aquellascomarcasvivtanesclavasde dueñosgozado­res; lospalacios se hicieroncentrosde gustosfrivolos y riquezasvanas;y provocadala imitaciónen los conquistadores, y dado elejemploautorizado, nofue dificilya seguirlo:detrás de la Repú­blica estaba a pocos pasos el Imperio" .2

Sobreel desenvolvimiento que condujo a la decadencia, afirma:

"Losromanoshablandejadodeseraquelpuebloque,refiriéndosea sus buenos dias, nos retrataba Salustio en pocas pinceladas:duabusartibus,audaciainbello,ubipax venerataequitate,sequerempublicam curabant. En especialdespuésde la terceraguerraPúnica y la conquista de la Grecia, todo cambió de aspecto: lascostumbresotras,y cada vezmás abatidas; el ánimo,sin aliento;la ambición patricia, desapoderada; el espiritu plebeyo, parapoco; las guerras, para el exterminio; el triunfo,para el regalo.Pone grima esto, mayormente cuando ve uno que si para lasconquistashubofuerzas desobra,faltaron de todopuntopara lasvirtudesdomésticas. Nadamásfatal queunaservidumbreesplén-

1. Acosta, Cecílto op, Cit. pág. 48 Tomo V.2. Ibidem, pág. 49, Tomo V

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dida, biennazca deloscomicios, biendelapúrpura: hayentoncesamos ricos y turbas pobres, bajeza como tftulo, orgullo comoderecho; y elpueblonovivesinoqueduerme. Después de laedadde los Camilos y los Régulos, y de la en queScipián el Africano,quebrantado y roto Anibal, tuvo como premio bastante a susservicios volver enpaz al cultivo de su heredad paterna, debfanvenirlosdiasdeCaracala yDiocleciano.peores aúnqueaquéllosrespecto de loscuales Séneca decfa quesus compatriotas desde­ñabanyaasentar lospiesenmenosqueenpiedraspreciosas. Esoshombres, acostumbrados un tiempo al casco ya la pica, ya nosabian estar sino en lisonjas viles y en ocio blando: o en lospórticosparalaholganza, oenelcampo demarteparalosjuegos,o en el triclinio para la gula; y cuando la noche ponia término aesto, los sorprendia el alba haciendo a los opulentes señoresaquella corterastrera quePliniollamaba antelucana o/ficia,y deque se burlaHoracio con tanfina sal como sazón: 1

rebus omissis,atriaservantem posticofalle clientem"

Remata con el juicio económico desprendido de su enfoque deldevenir hist6rico romano:

"Lodicho atrásesparahacerverqueRomatuvotráfico máspornecesidadquepor fndole; puebloreyque,cuando lofue, aspiróagalas, gollorfas y afeites,' yplebeindisciplinada, quegritaba sólopor pan y espectáculos. Sin embargo, la mole eramuy grande, ygrande habiade ser el movimiento. Siria, después de provinciaromana,fuefocoy Alejandrfa entiempo delosPtolomeos, escalapara el comercio de Oriente,' y cuando más tarde, fundado elimperio delosárabes, quedó sometida aquella ciudad, seabriólavia,conalgunos intermedios terrestres, delIndo, elOxo, elVolga,y el Don hastaque tributa éstesus aguas al mar de Azof"?

Acosta enlaza la historia de Roma con su penetración y dominio del

1. Acosta. op, Cit. Pág. 49 YSO.tomo V2. Ibldcm

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Cercano Oriente y la tramade actividades comerciales que en esa zonase fue formando, en las épocas posteriores, con el dominio del imperioArabe sobrela región.

Sobrela caidade Roma, el dominio delos Bárbaros y la EdadMediacomenta:

"Yapara entonces losBárbaros tenian enEuropa largoasiento:lamayorpartede laviejasociedadmolida y amasada; laalarmade una civilización flamante, dada en las plazas mismas de laciudadeterna, y cerca de laquedespués quisoheredarsus titulosa la orilladel Bósforo; el cuerpo podrido que quedaba, el BajoImperio, viendocaerse suscarnes ápedazos, y rotoenmilparteselanillodelaunidad romana, quedejócontodosuscódigos comoleydelmundo, y losfragmentos desuidioma como ingerto devidapara muchas lenguas vulgares. La Edad Media dará siempremateria a serio estudio: descomposición y caos; lineas que semarcany diseños queseforman;lascosas ensusprincipios, y lasinstituciones en su germen; unagestación, enfin, de siglos:"!

Luegodela"regeneración"deltráfico económico, conel surgimientode las ciudades italianas de Amalfis, Venecia, Bari,Génova, Pisa - dice:

Elprogreso nohacenuncaposa. La regeneraciónmercantil deblaprincipiar por Italia abocada al marde los antiguos rumbos delcomercio; sus ciudades mariumas estaban llamadas a ser lasprimeras en renovarlo, y unatrasotraflorecieron en él, Amalfi,Venecia, Bari,Génova y Pisa. Algunode esosemporios extendiósus brazos a los extremos del mundo entonces conocido; huboguerras largas decompetencia; hubocompetenciapor laprepon­derancia; se cubrió el Mediterráneo de bajeles; las Cruzadaslanzaron mediaEuropa alAsia,' Siriay Palestina llegaron a tenerfactorias y establecimientos italianos; Bizancio mismalostuvoenGálatay Pera;y todofue ardorde negocio y ansiade lucro, consuparte correspondiente de gloria, quesiempre da elpoderloen

1. Ibldem

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naciones traficantes, y que entonces alcanzó más que a otras aVenecia, la Inglaterra de esos tiempos!

Acosta puntualiza, que también empiezan a florecer Brujas y Ambe­res, y adespertarse aquellacodicia de adquirir,junto con aquel anhelo deser, que distinguió de preferencia y dió después tan alto renombre alPortugal y a la España'?

Este hecho del surgimiento de España y Portugal al primer plano delos nuevos Estados Nacionales Europeos, es lo que lleva a nuestro autora sostener que "el mundo iba a cambiar de frente, y sólo se aguardaba lahora en que el siglo XVestuviese ya al cerrar su curso. En efecto parécelea uno ver al espíritu de la navegaciónlevantarse, y abrirpara el un pueblolas puertas de la América, y parael otro, por el cabo de BuenaEsperanza,las puertas de la India. Los continentes se tocan y el barco es el huéspedde los mares.

Emularon en este camino los holandeses, los ingleses y los franceses.Cada cual tuvo sus escalasde tránsitoysus lugares deconsumo; vinieronel oro y la plata de los puntos de ultramar; salieron enjambres depobladores; volvieron flotas llenasde curiosidades y riquezas;el estímu­lo trajo el deseo, el deseo la agitación; y la faz del comercio fue ya otra.¿Quién será bastante eeo a tanta gloria? ¿Nicómo, puestos ya al habla lostrópicos, traer a un solo punto tanta extensión de poderío y tanta ley engermen para la ciencia económica? Se alteran los precios; se aumentanlos cambios; circulan más los valores; hay fiebre de viajes; media tierraantesoculta, descubierta ahora,en blancode codiciaala otramedia; yconnuevo teatro ya para las especulaciones, y con nuevos mercados para elexpendio, el espíritu de progreso ve ensancharse al propio tiempo suslímites, sus empresas y sus goces."?

Luego concluye que:

"Ningún pueblo contemporáneo alcanzó a más que el español: mediocontinente como conquista a los pies del trono, imperios sometidos,virreyes como súbitos, el mar desdoblado como para dar paso a sus

1.- Acosta.- op. cit. pág. 52 - Tomo V2.- Ibldcm.3.- Acosta - op. cit. pá.¡¡. 52, Tomo V, Edición 1908

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bajeles, flotas para el negocio, armadas para el respeto, tesoros para elregalo; y sobreesto,y después deunidos Castilla y Aragón, un monarcaqueengrandece estascoronas conunaherencia rica,otromonarca quelaconserva, casi media Europa vasalla o temerosa de serlo, y aquelesplendor de glorialiteraria, mayormente en tiempo de los Felipes, queno se ha repetido másen el mundo; he aquíla Españade los siglosXVIy XVII, poder sin rival, causa engendradora de recelos, y tanto comoorgullo propio envidiaejena.

Contribuyó a esto poderosamente la consolidación y unidad de laMonarquía, en que eran de notarse una misma fe en todos y una razaemprendedora y aventurera, a tiempo que en otras partes andabanagitados losespíritus, y quela Reforma teníaa laAlemania inquieta parala sangre, alaFranciaconvulsa paraeldesorden y ala Inglaterra laceradaentredosreligiones enemigas yunareinaque10 eradeambas. Asíesqueel poderespañol, con un cetroconsentido y una vida que sobraba, tuvofuerzas bastantes p~ra imponerconellassucivilización apueblos quenola querían, yderramarla y extenderla a loscuatro vientos delorbe. Es leyhistórica marcharel mal con el bien: se poblópara la violencia, pero elhuevecillo quedófecundado; y la colonia no vinoa ser otra cosaqueundesengaño de servidumbre parauna'escuela de libertad."1

Los efectos de la ampliación del mercado, también son analizados yal respecto dice:

"El comercio viá con esto ensanchados sus llmites, y Españaflorecientes susciudades: elcampo eramuyvastoy elmovimientomuyvivo. Podrá juzgarse loquefue esanación entonces, cuandoes sabidoquerecién descubierta América, teniaya 1.000 buquesmercantes, 300 ciudades muradas, y 6.000 pueblos y aldeas,"?

LuegoderegistrarlagrandezadeEspañaysufugaz primacía sobrelasotrasnacientes potencias europeas, entraAcosta en unanálisis de críticahistórica, quemanejacon singular maestría:

Lasgrandes necesidadessociales tienen lafuerzadeundesarrollo

1. Acosta, C. obra citopág. 54 YSSTomo V • Ed. 19082. Ibldem, pág. 54-SS• Tomo V.

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orgánico, y cunden: hay como una mano oculta que las vaindicando y las dirige: les hommes s'agitent et Dieu les mene,como escribe Bossuet. En esa fuga de descubrimiento no debfanquedarse atrás ni Francia, que colonizó por competencia, niHolanda, que colonizó por vocación, ni Inglaterra, que procreóuna hija que hoy rivaliza con la madre, y que ha logrado que sehable su lengua y se reconozcan sus costumbres y sus leyes endominios que he.yocupan casi la sexta parte del mundo conocido.No se crea por esto que aplaudo el despojo ni que me pongo departe de la conquista. Sé bien que en las naciones los impulsosfisiológicos no son la moral, ni los intereses lajusticia: pero estántan ligadas ambas cosas con la historia del progreso, que si hayque llevar a la una como regla, no se puedeprescindir de los otroscomo estudio, sea porque sin su desarrollo no hay vitalidad, seaporque dan motivo con su lucha para el triunfo del derecho" J

No es la moral ni la justicia la norma de la conducta de las naciones;son sus intereses materiales los que impulsan sus actos. Acosta señala laligaz6ncon"la historia del progreso", que "si hay que llevarala una comoregla, no se puede prescindir de los otros como estudio" porque sindesarrollo no hay vitalidad.

En otro párrafo asienta "el que escribe historia es como el que siega:que trae las gavillas a las eras, para llevar los granos a las trojas"

Acosta no deja de analizar los cambios que se van operando en elcomercio entre los pueblos y afirma:

En esta época se observan en el espiritu del tráfico varios carac­teres que se manifiestano se modificansegún avanzan los tiempos:se aumenta el signo de los cambios; crece la necesidad de lafabricación y de las artes; la colonia deja de ser sierva para sersúbdita; el comercio doméstico se desborda para hacer que nazcael exterior; el monopolio y los derechos opresivos y diferencialessubsisten,pero ya en sán de queprotegen; la balanza del comercioy el sistema mercantil se enseñan, pero afuer de doctrina sana yde naciones fuertes se interpuso para sostener los privilegios, o

1. Ibldem pág. 55, Tomo V.

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prevalecieron conceguedadlasmáximas detransacciones absor­bentes, vinoluego elsistema delostratados aalterar lasprácticascorrientes, a obtenerfranquicias quedespués se incorporaron enloscódigos, a reclamar contra ciertas corruptelas conel nombrede derechos, como eldedétraction y eldeaubaineya establecerpor mediode tratos justosy usos libres, una especie de derechoInternacional Mercantil",'

Estas innovaciones forman parte integrante de la historia del comerciointernacional. Acosta relata los acontecimientos históricos generales, lasguerras, los descubrimientos, el establecimiento de colonias y los efectosque todos esos hechos tienen sobre el volumen del comercio, sobre laampliación del mercado y sobre los nuevos procedimientos y pautas quevan apareciendo con las transformaciones en la vida económica.

Señala igualmente que después de su esplendor, España va por lapendiente de la decadencia y al efecto indica las causas:

El motivode ladecadencia no esmás queel descuido enhaberseasimilado los elementos que hoy constituyen el progreso: lacivilización viaja, y quien novaeneltren, queda detrás. Elmundo-comolaserpiente decamisas- pararegenerarse mudadeinstitu­ciones y tendencias viejas para vestirse de nuevas: hace tiempoque talregeneración haprincipiado en las razas calculadoras deEuropa, por la industria sin restricciones y sin mala nota deinfamia,paralalibertadcivil; y nohaceunsigloenlaAméricadelNorte, por la industria y el sufragio con conciencia, para lalibertad civily lapolltica" .2

En su recorrido por la Historia de la Economía Mercantil, Acostaarranca de la época antigua, como hemos podido apreciar y llega a lossiglos posteriores al descubrimiento de América y de la vía hacia elextremo Oriente por el cabo de Las Tormentas; por última analiza lastransformaciones ocurridas en las prácticas mercantiles y en el aumentodel volumen de las transacciones en los años de su contemporaneidad. Esverdad que estos comentarios son salidos de la pluma de Acosta, pero

1. Ibldem p'g. 562. Ibldem p'g. S9

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también es cierto que están referidos a la obra del jurista Ricardo OvidioLimardo sobre Derecho Comparado. Tal hecho no disminuye en nada elmérito de nuestro autor.

EL mSTORIADOR DEL DERECHO Y SU REFLEJO EN ELAREA ECONOMICO-SOCIAL.

En cuanto a la historia del Derecho, Acosta también incursiona con suacostrumbrada elegancia y dominio del tema. Su enfoque del DerechoPenal, aparte de sus aspectos técnicos y estrictamente jurídicos, eseminentemente de sentido social y económico y porello lo traemos a esteanálisis. Al efecto afirma:

Entre las materias que entran a componer la organización civil delos Estados para afianzar más sólidamente la paz como medio, yla seguridad del individuo como fin, ocupa el Derecho Penal unlugar de preferencia. Llamadopor su objeto a ser la sanción de laley escrita, y la prenda y guardián de su existencia, al mismotiempo que economiza el mal, que se retrae, alienta a la virtud, quese estimula; y enderezando a bien los actos humanos, y poniendoen mejor condición las costumbres, libra en ellas la saludpresentedel cuerpo social, y prepara para lo porvenir la armonta delconjunto, aspiración y blanco del progreso humano!

En resumen, la Ley Penal resguarda la salud del cuerpo social, o seaque su fin es eminentemente social. Además prepara "para lo porvenir laarmonía del conjunto, aspiración y blanco del progreso humano". Este sesustenta en sus bases económicas y culturales. Por tanto, el DerechoPenal, es un instrumento para asegurar un clima social adecuado alprogreso económico y cultural. Este concepto se enlaza con otro: sucondenación a la violencia, su señalamiento de las vías pacíficas paralograrlas innovaciones sociales y el desarrollo económico. La ley penal,contribuye por tamo a mantener una sociedad protegida del delito, aconservar la seguridad personal y jurídica, sin la cual no puede haberprogreso económico.

1.. Acosta, Cecillo. ob. cit. pág. 81 • Tomo m, Ed. 1908.

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Pasando a los fundamentos y estructura del Código Penal de 1873, suredactor afirma sobre la materia del mismo:

"Sabido es que no tenemos un grande arsenal de penas, ni convienetampoco, atendida nuestra índole tan dulce, nuestra constitución tanliberal, nuestras costumbres más avenidas con la corrección que con ladureza. Lo que sí importa, es que la ley no quede escrita, ni que sea susanción sólo amenaza."

Su esquema del Código Penal de 1873, va precedido del análisis de laevolución histórica universal de dicha rama jurídica, hasta la contempo­raneidad del autor. Revela Acosta una gran erudición y despliega unhondo sentido crítico al revisar las normas y las penas, en todo el cursode la historia humana.

También incursionó en la Historia Política, Militar y de las relacionesInternacionales, además de la Historia Social o de la Sociología. 1

Se trata, en suma de un erudito.- De un historiador fecundo, preciso ensu narrativa, en sus juicios críticos, un historiador moderno, de la familiade los pertenecientes a la "Escuela de los Anales'", un historiadorcrítico,fiel al estudio documental y testimonial de los hechos históricos, respectoa los cuales emitió juicios apoyados en la lógica, cuyas conclusionespodían ser o no compartidas, pero que, de todas maneras, expresaban elresultado de un razonamiento rigurosamente seguido de sus propiasreglas metodológicas. En todo caso al historiador Acosta hay quejuzgarlo en su época, en su medio y a partir de tales elementos emitir eljuicio que merezcan sus contribuciones de carácter histórico.

C. EL mSTORIADOR DEL DERECHO

Mirando con más detenimiento a la Historia Jurídica, Acosta hace elrecuento de su evolución desde la antigüedad Romana, la influencia dela Iglesia, la invasión y la fundación del Imperio y caida de Roma, elnacimiento del feudalismo, el derecho posterior, todo lo cual, lo vaanalizando al pasar revista al derecho Derecho Romano, al Canónico, alBarbarico, al Feudal, al Moderno y en particular al Español.

1. Ibldem pág. 2S y siguientes, Tomo IV • Ed. 19082. Braudel· Febvre, Bloeh, fueron posteriores a Acosta ysus aportaciones constituyen una

escuela, a la cual nuestro autor ni siquiera llegoa vislumbrar. Pero su parentesco radicaen su sentido critico del devenir histórico.

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Los fundamentos psicológicos y filosóficos sociales los apunta Acos­ta así:

Por la libertad psicológica parece posible hacer todo lo que seapetece,' por la libertad reflexiva no se debe hacer sino lo queconviene. Sentimos en nosotros mismos una fuerza, por decirloast. sin limites: pero hallamos que se quebranta, mal usada, alponerla en contacto con el mundo externo. Somos soberanosqueriendo, somos súbditos obrando; tenemos leyes de que dispo­nemos, dentro; existen reglas a que tenemos que obedecer.fuera.De unaparte elyo que aspira, de otraparteDios que manda: dobley sublime naturaleza de nuestro individuo, que tiene elpoder en lalibertadpara el estimulo.que sufre la necesidadde la observanciade las leyes para el orden, y que reconoce como código el deber,'

Luego remata el concepto diciendo, que "el sistema de los principiosmorales no es otro; y si escribiéramos filosofía, encontraríamos a lamano, como rozándose con éste, el sistema y la necesidad de la revela­ción, complemento de esos principios, porque los depura, y prenda depatronato de las leyes, porque las vigila"."

Acosta sujeta el sistema de legislación civil al sistema moral "demisión providencial". Luego agrega que la vida de los pueblos es ese"eterno combate entre el derecho y la fuerza". El progreso, dice, "no esmás que las conquistas que hace y el predominio que ejerce, cada vezmayor, el elemento moral. "Por tanto, la base del progreso, está en elelemento moral. "En otro párrafo consigna el cristianismo y la civiliza­ción, son dos líneas que marchan a encontrarse".

Acosta pone de manifiesto que el curso de la historia señala que elmundo principió por la fuerza:

"El mundo principió por la fuerza, es decir por el maltfuerza enel despotismo, llamado mando; fuerza hecha a la vida y a lapropiedad, llamada jurisdicción: la violencia por la justicia, elindividuo por el conjunto. Nacieron a poco otros intereses, y seelevaron con ellos personalidades más fuertes, que ansiando por

1. Acosta, cccilio op. en, pág. 84, Tomo 111, Ed. 1908.2. Ibídem

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el triunfoparasi, alegaban comocausala causadelderecho. Enlo cual, y en la historia de las revoluciones propiamente hastaahora la historia de la humanidad -es fácil ver, que si ellas sehadan por egoismo, sejustificaban a nombre de losprincipios, yquealfin el mantosangriento quedaba de un lado, y elprincipio,comoconquista hecha, delotro. Lo que unavez llegaa entrarenla urnadel derecho, es tesoro que no se pierdemás nunca!

Luego rematael concepto:

Estos adelantos, si no llegaron a acelerarse de un modo másrápido, se prepararon de un modo mejor y más seguro con laaparición del cristianismo, grande acontecimiento, que, comoinstitución religiosa, fortificó las conciencias, y como sociedadorganizada, sirvióde dechado y espejo a la sociedad civil.2

Acostainsisteenponeralderechoentodaslas incidenciasdeldevenirhistórico: pruebas,luchas,guerras, afectaronalderechocivilyel derechopenal sufre tantas modificaciones en la historia,hasta que se humanizanlos códigos.Luego asientaque el Corpus lures Civilesde los Romanosha pervivido,a travésdelos siglos,en cambioelde códigopenal,tan sólo"casi fue ayer que se formó".

En otro orden de ideas, dice, que la pena no es suficiente sin laprevención:

Nidejadeserconsoladorparaunpats queentraya enlaadopciónde lasbuenasideas, ladequetalpasoesunpasodadoenelsentidodelmejoramiento social. Peroestono basta: la letraesmudasinelespiritu.lapenanoessuficientesinlaprevención. Porunapartelas buenas costumbres, que reciben su soplo de la moral, y suuniformidaddelosejemplos, yporotralapolicía,personificacióndel celopúblico, encaminan losactoshumanos, porquelos ense­ñan,y losregularizan, porquelosinspeccionan. Lo cualdecimos,noporqueni lasunasni laotraformenninguna clasedeprescrip-

2. Ibidem pág. ss1. Ibidem

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ciones del código penal, sino porque el código penal nofuera deltodo útil si estuviese del todo aislado/

La Jurisprudenc.a Civil nada vale, dice Acosta sin su sanción; asientaluego la base filosófica de derecho penal: la pena no busca la venganzasocial, sino la emnicnda del reo.

Estas son los fundamentos generales de su enfoque de la historia delderecho. Pasa seguidamente al examen del Derecho Romano:

Justiniano hizo un gran servicio a la ciencia del derecho.poniendoen colecciones ordenadas lo que antes de él andaba disperso envarias fuentes yen libros sin número. El pueblo romano, que tuvobastante poder para someter al orbe, lo tuvo asimismo paraconquistar la inmortalidad; y hoy, tornados en polvo hasta susmármoles, ocurrimos a su legislación para admirar su grandeza.Pero así como estas colecciones están llenas de sabiduría en laparte civil, dejan casi todo que desear en la parte criminal, porfalta de clasificaciones, por deficiencia de materia, por crueldadsistemática. El Código, las Pandectas y lalnstituta, no tienen más,cada cuerpo, que un título que trate de penas propias: el título 47del libro 9 en el primero, el título 19 del libro 48 en el segundo, yel título 18 del libro en el tercero. De resto, y derramadas acá yallá, sólo se ven algunas acciones llamadas penales, nacidas dedaños u obligaciones meramentes civiles, y cuyofin es el desagra­vio privado?

Acosta explica el atraso del derecho penal en Roma:

Esto tiene su explicación. Roma era un gobierno cuyo espíritu erael militar, cuyo elemento lafuerza, cuyas tendencias la absorción.El Capitolio, el templo; el Emperador en tiempo del Imperio, elPontífice; los reyes atados al carro triunfador los adoradores deese culto. Así es que desde Augusto, salvo ciertos delitos queafectaban a los individuos, todos los demás como que se habíaninventado para hacer más grave, o para hacer único, el delito de

1.. Ibldem pág. 872.- Ibldcn, pág. 88.

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lesa mejestad.Vistolocual,y teniendo encuenta lahorribleseveridaddealgunaspenas, comola exposición de los reosa lasfieras del circo, y latransmisibilidad de otras, como las con que se castigaba latraición, no es extraño se admire uno de quequienes fueron tanadelante en la una, se hayan quedado tan atrás en la otrajurisprudencia. J

Ortolán sostiene que el Derecho Romano, ha ejercido la mayorinfluencia en la antigua y moderna jurisprudencia penal europea. Contraese concepto se levanta Acosta:

Aunqueseaal concluir esteparágrafo debemos decirconllaneza,si bien con profundo acatamiento, no participar nosotros en untodode laopinión delsabioOrtolán de queelderecho romano haejercido el mayor influjo en la antigua jurisprudencia penaleuropea, comotambién enlamoderna. Esverdadquelaconfisca­ción,eltormentoy alguna otrapenapasaron aotroscódigos..peroen general lasdemás quedaron borradas o modificadas esencial­mente con la irrupción de los Bárbaros del Norte, que echaronabajo el vetusto edificio, con el establecimiento del feudalismo,que levantó nuevas instituciones, y más que todo con el derechoeclesiástico, de tendencias más civilizadoras, por ser de origenmás elevado?

Sobre el influjo y desenvolvimiento del derecho canónico, dice que laIglesia, "ha contribuido más que ninguna otra institución, a dulcificar elrigor de la barbarie, a hacer amar a los hombres la justicia, y a depositaren el seno de las sociedades agotadas por la guerra, el espíritu demansedumbre que la ablanda o la condena". Luego agrega: "Esta altamisión suya fue sobre todo visible en laEdadMedia. revuelto caos, en quetuvo la ferocidad códigos, el asesinato blasón, el odio de raza defensa, ylos combates diarios y sangrientos el aplauso de las costumbres. Lascreencias y los hábitos duran mucho, casi se petrifican; pero es innegableque las leyes eclesiásticas llevaron la parte más decisiva en la acción

1. Ibídem pág. 892. Ibídem pág. 89·90

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múltipla del tiempo, que tuvo por blanco entonces desbaratar la obraantigua, y construirsobremejores basesla moderna. Bajoestepuntodevistael Cuerpo de Derecho Canónico es ungranmonumento de civiliza­ción.'

Enlo referente a laspenasdice: yaencontramos en estascoleccionesapreciaciones decasos, graduaciones deculpas, yunateoríamáso menosfundada en la equidad; a 10 cual debe agregarse que muy desde losprincipios mostr6la Iglesiala mayoroposición a los castigos corporalesy de sangre. «Quod ad rindictam, seu poenam sanguinis non ínten­dunt», eraunaprotesta quedebíanhacerlos clérigos querellantes, segúnuna decretaldel Sexto.'

Esainfluencia sedejósentiren forma positivaenlasguerras privadasy en los combates o duelos.

La primera de ellas era el derecho que se arrogaron los nobles devengar las injurias privadas, y hasta las públicas, allegandoparcialidades de amigos, parientes y vasallos, a quienes se crefaafectaba la demanda. Entraban en estos litigios hasta las accionesciviles relativas a la propiedad, hasta los eclesiásticos constitui­dos en altas dignidades, según refiere Brussel, los cuales nombra­ban campeón; y, conforme al testimonio de Robertson, «el mal seinveteró tánto,y echó ratees tan profundas, que llegó afijarse deuna manera auténtica la forma y las leyes de estas guerras,haciendo parte del sistema de jurisprudenciav.'

Acostacitacuantoocurrió en estamateriade condenable enLombar-da, Francia,España, Inglaterra.

Seplagó toda laEuropa. El estado social daba grima: la autoridadsin prestigio, la anarquia sin freno, lafuerza bruta como ley. Nosespanta la pintura que nos ha dejado el abate de Nogent. Ellombardo Rotharis condena sin fruto, el poderoso Cario Magno

1. Ibldem. pág. 892. Ibldem. págs. 90 Y913. Ibídem, págs. 90 Y91

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legislay no es oído; y Francia tuvo quepresenciar todavía estosespectáculos hastaLuisXl, que llevó sumano sobre los restosdeesta barbarieen el Delfinado. En Españalo mismo,en Alemanialomismo,lomismoenInglaterra; sibienaquíel espíritunacional,despuésde la conquistanormanda, dulcificóun tanto las costum­bres,'

La acción de la Iglesia ante esos hechos fue morigeradora

Pero loque comribuyómás amorigerarlas en todaspartes,fue elespíritude laIglesia. A ellasedebiólatreguadeDios,queprodujoa suvez la treguarealdeSanLuis;a ella losfamosos reglamentosde los obispos que se congregaron al mediodíade la Francia en990: a ella el concilio de Limoges en 994, el de Toulujes, y lareuniónde muchos otros que refiereDu Cange?

Acosta dice, que la influencia canónica, despojó al derecho penal dela barbarie y lo vistió de equidad. Respecto al duelo afirma:

Otra prueba es el duelo, por el cual tuvo una predilecciónconocida el feudalismo. Lo criminaly lo civil, las injurias y lasaccionespecuniarias, tódose llegóa sometera ésta,unade tantasformas deljuicio deDios,expresión blasfemaquerevela,así comola crueldad, la ignorancia de la época?

El duelo pasó de las costumbres a los códigos. Las Partidas, diceAcosta, las Partidas, no obstante ser el cuerpo de legislación que atesorómás sabiduría en su tiempo; dedica dos títulos enteros (el 32 y e14º de laPartida 72) a dar en esta materia providencias. Los edictos de lospríncipes, los comentarios de los jurisconsultos les prestaron seriaatención.

Así sucedía entonces, se codificaba la barbarie. Tan bárbaro era eluso, que, según Ortolán, era creencia y dicho común el siguiente: Elculpable es el muerto, y sobre el vencido cae la multa.

1. Ibídem. pág. 912. Ibídem. págs. 91·923. Ibldcm pág. 92

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Las mejores esfuerzos los hicieron Enrique I de Inglaterra y Luis VIIde Francia aunque débiles; más vigorosos los de San Luis, aún másdecididos los de la Iglesia, que de "muy atrás venía condenando el mal,y de un modo más fuerte en los siglos XII YXIII".l

En cuanto al "Fuero", dice:

Aunque objeto de varia discusión, sólo importa decir aqu! doscosas: que cuando se estableció, siendo la Iglesia un poderregulador admitido en el derecho público contemporáneo, máshizo bien que mal; y que laspenas que no eran eclesiásticas, sedaban a infligiral poder seglar?

Acosta califica de benéficioso el procedimiento canónico, en 10criminal:

El derecho canónico nofue menosbenefico en el procedimientocriminal, cambiando el llamado acusatorio en el que vino a serdespués procedimiento inquisitivo. El examen de los testigos, lainformación sumaria, el ministerio público, fueron otras tantasmejorasintroducidas por las constituciones de Inocencio 111, en1212, y 1213 Y 1216, primera reglamentación formal en lamateria.

Relata la barbarie traida por la invasión de los núcleos del Norte:

Ni debe parecer extraño el predominio de esta jurtspruaencia.Embrutecida la sociedadconla irrupción barbárica, y ahogadosen olas de sangrelos usosdel derecho romano, no se veta en lasclasesaltasmásque guerras eternas, yen las bajas, comosuertenatural, la servidumbre. El barón era tádo, el siervo nada;y elsistema de justicia, o lo que podia llamarse ast, era la tiraniareglamentada, y la arbitrariedad consagrada por lafuerza?

La acción benéfica del derecho canónico y la iglesia la refiere, ante eseestado de cosas, Acosta, así: 4

1. Ibidem, págs. 92·932. Ibidem, pág. 933. Ibidem, pág. 934. Ibidem, pág. 93

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En este Estado, el clero, queya habíaorganizado sus tribunales,que se habíaindependizado delpoder civil,y que habíalogradoabsorber la mayorparte de las causas, apareció como un centrode asilopara los hombres oprimidos.Prescindiendo deljuicioquepuedaformarse delderecho canóni­cobajoelpuntodevistapolitico, esinnegable queencuanto asusefectos civiles, esdecir, enloquemiraasusrelaciones conlaviday propiedadparticular, sus tendencias fueron lasmás benéficas.

Acosta compara los tribunales eclasiásticos y seglares: 1

Los tribunales eclesiásticos tenían ciencia, y los seglares no;concedían apelaciones, y losseglares no;y por último sustituye­ron la equidada las pasiones, y la justicia a la decisión por elcombate. En confirmación de lo cual trae Róbertson estassigni­ficativas palabras: «Notando la sabiduría y equidad de estosjuiciosfue, cuandolospuebloscomenzaron a sentirlanecesidadde abandonar las jurisdicciones militares de los barones, o detrabajar en reformarlas».

Sobre el Derecho Barbárico, dice que comprende los siglos V al X"especiede faja entre la irrupción de los bárbaros yla organización formaldel feudalismo".

Este derecho barbárico, estaba destinado a ser absorbido por elderecho canónico y feludal, por carecer de unidad y por no estar"petrificado por un sistema constante". La razón: "las horas andabanerrantes y en este afan, y recientes aún los hábitos que trajeron al Imperio,su estado social tenía que ser un estado transitorio, mientras encontrabanestablecimiento.

No obstante, fueron muchas las leyes que se formaron, entre las cualeslas más célebres son las de los Franco-Salios, Burguiñones, Franco­Ripuarios, Anglo-Sajones, Visigodos, y los Capitulares de Carlo Magno.

En estas leyes, yen las diversas compilaciones que se han hecho, sepueden seguirpaso a paso las groseras formas de la jurisprudencia penal,ya en la guerra de familia (falda), ya en las composiciones como rescatede los delitos, ya en la atrocidad de las penas, como la del talión, la

1. Ibldem, pág. 94

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decalvaci6n, la extracci6nde los ojos, etc.Unacosanotableen lajurisdicci6nde ese tiempoes: que los reyesno

eran absolutos: que la asamblea generaldecidíade los asuntosgraves,ylosjefesdelosqueloeranmenos; peroagregaTácito,aquiensedebegrantesoro de erudici6nen lo que se sabe de los Germanos, que la venganzaprivadasuplíael vacíode la autoridad, yquehastael asesinato seredimíapor precio.

El procedimiento admitíala purgación, el empleo de conjuradores,las ordalias, el tormento, y todo lo demásque servía para hacer de losjuicios un instrumento de opresión".'

Sobre el DerechoFeudal dice:

No seda posible dar una idea clara de este derecho, sin hacermención, siquiera de paso, del sistema de que tomó origen, y queconstituyó durante algunos siglos las costumbres generales de laEuropa.Las creencias reinantes sobre los derechos del espíritu de con­quista, contribuyeron. no muy tarde después del establecimientode los Bárbaros, a repartir el suelo entre los conquistadores, condespojo de sus antiguos dueños, y a crear tales relaciones entre elconcedente y el concesionario, que poco a poco se fue transfor­mando la constitución de la propiedad; con esto naciendo depen­dencias, convertidas luego en exenciones, y como resultado, unnuevo y vario poder jurisdiccional que sirvió a dar a la jurispru­dencia contemporánea un aspecto que la distingue.

Los rasgos y fisonomía de ese derecholo explica:"

No es esta sazón oportuna, ni hay motivo de entrar en la análisisde todos los hechos, los cuales pueden estudiarse en los autores,en especial Montesquieu, el más sagaz apreciador de las institu­ciones de esos tiempos. Bastan a nuestro propósito algunos rasgosque formenfisonomta, y la explicación de las causas que, modifi­cando el estado social y politico, influyeron directamente en el

1. Ibídem, pág. 952. Ibldem Pág. 95,96 Y97

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derecho penal.Se resisteunoa llevarante losojos,porqueespanta, la situaciónde la primeraépocadelfeudalismo. El castillo era del señor, laciudad, el campo, lapropiedad, lavida, tádo; losseñores entresí,enemigos eternos, y el estado social, una serie de asesinatos,incursiones, despojos, rapiñas, guerras sinfin, hechas a impulsosde unarapacidad insaciable llamada derecho, y a nombre de unajurisdicción que no teníamásapoyoque el acero.Seformaba un imperio, y se desbarataba apoco, comosucedióalde Carla Magno; se creaban lazos, y se disolvían. La obedienciaeraporelpoder,elpoderpor lafortuna, y lafortunatanmudable,como eran varias, encontradas y múltiplas las tnstables fuerzasque removlan y transformaban fácilmente todo.Talerael carácter de lasociedad en lasuperficie. Abajoeraotracosa: abajo más o menos uniformidad, pero uniformidad deservidumbre.

Eso fue lo que ocurri6 de los siglos; del VII al X. Ccs6 la venganzaprivada, la substituyó la del señor; comienza a desaparecer la composi­ci6n "continúa el duelo como prueba judicial".

Luego dice:'

Los delitos se multiplicaron extraordinariamente, porque lo eran casitodos los actos humanos, aunque a veces el más atroz quedaba impune.

Hubo entre los hechos sometidos a penas, dos peculiares alsistemafeudal, y que mencionamos porque se han trasmitido atiempos posteriores: el comiso, convertido después en confisca­ción,y lafelonta, quepasó en especial a la legislación inglesa?

Sobre la adquisición de privilegios por las ciudades dice:

Tras esto empezaron a adquirir privilegios y a independizarsealgunas ciudades de Italia,' Venecia, Génova y Pisase engrande­cieron con el movimiento de las Cruzadas; siguió Francia elimpulso de Luis VI; se concedieron muchas cartas; y no muy

1. Ibídem pág. 97 Y982. Ibidcm

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entrado el siglo XIl eraya general en Europa este derecho. Losmonarcas toleraron o vendieron exenciones, las poblacionesresistieronparaobtenerlas;y esto,y laconcesión dediputadosporpartedelasciudades, constituyó elestablecimientode loscomuneso comunidades, queprincipiópordulcificar un tantolarudezadela jurisprudencia, y prepararle mejor suerte para tiempos máspropicios,'

En el siglo XIV comienza a declinar el feudalismo. Acosta sintetizaasí, los rasgos del período:"

Esta épocacomenzó con el sigloXIV, en que comenzó también adeclinar elfeudalismo.Porloexpuestoseve:queeltiempo dequehablamos erauntiempode descomposición social, como de formación caótica; que elesplrttu dominante erael militar, quehada jefe a cualquiera quereunta un grupo, y señordefortalezay dehorcay cuchillo, al queconquistaba un territorio: que asf como eran frecuentes lasincursiones, eranfrecuentesloscombates: que laautoridadesta­ba tandividida comoelsuelo:queelpoder eratanilimitado comola ambición: que laanarquia era tan general comoel caudillaje;y que de todoeste trenquepesabaarriba, nodebfaresultarabajosinoopresiónparaelpueblo,yparaelderecho penal,quesiempreesel reflejode lajusticiapública, unselloominoso deindiferenciapunibley de crueldadsistemática?

Como se aprecia, Acosta es un crítico hondo del feudalismo comosistema de relaciones y costumbres sociales; de sus formas e institucionesjurídicas; de la barbarie elevada a normas legales; del sistema socio­económico.

Respecto al Derecho Moderno dice, partiendo de la situación general:"

Elfeudalismo fue un tiempo de guerras internas, debilidad con­sentida de un lado, poderes usurpados del otro, y anarquia

1. Ibidem2. Ibidem, pág. 983. Ibidem pág. 994. Ibidem, págs. 99 y 100

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constitucional comoestadopermanente. Asf estuvieron las cosashasta el sigloxv. De entonceshastaCarlosV la incorporación alaFranciadelasprovinciasinglesas, lasguerrasexteriores, comolas de Carlos VIII y Luis XII en Italia, y la liga de Cambray,empezaron a fortificar el principio de autoridad, a dar másconfianza a los gobiernos, y a cambiar la fndole y la fuente delderecho. En el inmediato siglo la aspiraciónfue la monarqufauniversal,en el siguientela unidadadministrativa y la absorciónmonárquica; tomando sólo estasdos coloresdel cuadrogeneral,porque el temible rival de Francisco1,y Luis XIV, son los dosgrandesactores de esos tiempos.

Luego afirma sobre el giro que toma la jurisprudencia:

La jurisprudencia entonces tomó la fisonomía de la época, sepersonificó;y sus prescripciones, en vez de leyes,fueron manda­tos. Es preciso subir hasta la Revolución Francesa, el duelo amuertecontratodaslastiranias, y elbautismoconsangrede todaslas ideas, para hallar las primeras de propagandafuerte y decontagiosanto, que hicieronpensar más seriamenteen la huma­nizaciánde la justicia, y en la codificación de los derechos,'Aunque los códigos de Baviera y Prusia habían aparecido en el siglo

pasado, el último a su fin, la legislaci6n nepole6nica era la llamada adifundir el espíritu de imitaci6n.

Sobre el inmenso avance representado por la codificaci6nNapole6ni­ca, dice:

Apenas llegado de la batalla de Marengo, el Primer Cónsulnombróunacomisiónde cuatromiembrosquehizoelproyecto, elcual después de pasar por la discusión y aprobación de varioscuerpos, constituyópor la ley de 31 de Marzo de 1804, lo que sellamó Código civil de losfranceses.El Código de instrucción criminal quedósancionadoen 1808,yel Códigopenal en 1810.Esta jurisprudenciasirvió de modelo (puededecirse) a todos los

1. Ibidem. plig, 100

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códigos europeos: al de las Dos Sicilias, al de la Luistana, alSardo, el Holandés, etc.Una observaciánpara terminar. Estefue un gran paso. La justiciahabía ya entrado en su caja, el derecho penal en la suya,' y dadoel ejemplo, lo siguieron todos!

Con relación al desenvolvimiento del Derecho Español, Acostaafirma:

Los Godosfueron losprimeros que hicieron algo digno de referir­se. Sin hablar de las leyes de Eurico, del Breviario Aniano, ni dela reforma que hizo Leovigildo del código euriciano, fundadasegún la expresión de San Isidoro, en que muchas de sus provisio­nes eran ya inconvenientes, incondite constttuta, lo que nos debeocupar de preferencia es el Fuero Juzgo, cuerpo de derecho pu­blicado en latín del VII a principios del VIII siglo.Ha sido fluctuante en cuanto a él la opinión de los sabios.Montesquieu lo hallaba hasta pueril, y Ferrand lo prefería enalgunas partes al Contrato social; no obstante lo cual, es hacede­ro, y aún se verá bien, un juicio en que se guarden losfueros de laverdad?

Acostadicequenaytresrasgosqueconstituyen, fisonomía enlaépocagótica:"

La resistencia de la nación a adoptar las costumbres de losvencedores, causa ésta defrecuentes parcialidades y tumultos; elencaminamiento de los reyes a hacer cada vez más opresivo supoder, y el influjo del clero como fuerza aliada en el mando y lalegislación; o de otro modo: lucha abajo, despotismo arriba, ycarácter teocrático en la forma del sistema.Prueba de lo primero es, que de 16 reyes que hubo de Ataúlfo, aLeovigildo, 9 murieron asesinados; y sin insistir en lo segundo,porque es bien sabido, para lo tercero basta recordar los concilios

1. Ibidcm, pág. 1002. Ibidcm, págs. 101 r 1023. Ibidcm, pág. 102 Y103

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de Toledo.Según lo cual,y teniendo en cuenta que los Godos eran parte yrecibieron la educación de los antiguos Germanos, no tiene deextraño quesucódigo seresintiese delosvicios, laspasiones y lasnecesidades deltiempo; confirmándose asfquecadainstitución eshija del suyo,y que no debe apreciarse ninguna por las ideas deotros tiempos. Lajusticiarelativa es lajusticia de la historia.Aunquehayotroslibros quetratan también algodelomismo, losquedelFuero Juzgose ocupan másespecialmente en laspenasyen losdelitos, son losquecorren delseisal nueve inclusive; y loscitamos paraqueseafácil verificar enelloslamayorpartede lasobservaciones quevamos a hacer!

Tal comose aprecia,nuestroautorcriticaa Semperey Caravantes, aljuzgar los delitos,del fuerojuzgo, al atribuirlos estar sujetosal principiode la equidad. Dice luego Acosta:

Ellos lodecfan por el talión, quese imponta, salvociertos casos,cadavez que habfadaño corporal. Peroestaba estotan distantedeserjusto,que,enprimerlugar, eraelofendido elfacultadoparatomareldesagravio; yen segundo, sustituida a ésteunamulta, sesometfan a tarifa delitos tan graves como romper laspiernasyarrancar los ojos.Si aquihablarelajación, otrasveces cueldadextrema, u omisióndeplorable. Los azotes, prodigados hasta para los jueces; lasadúlteras,puestasa disposición delofendido, quepodiaimponer­leshastalapenademuerte; losladrones, entregados alosrobadosenservidumbreperpetua: lasodomla castigada conlacastración,el infanticidio con la extracción de losojos,lafuga de lospresosenelalcaide conlamuerte. Seponfaa tormento a lossiervosparaque declarasen contra susamos, y se arrancaban todoelpelo dela cabeza a los testigos falsos.

Después agrega:

El tormento aunque llenode restricciones, existia. Hay un tftulo

1. Ibidem. págs. 103, 104

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que habla de la prueba del agua hirviendo. Con excepción delhomicidio voluntario, enlosdemás casosnoseadmitiaministeriopúblicoen losprocesos. Y loque esmásgrave, la administracióndejusticiaveníaa quedaren nadaconelpoderque tentael reydeanularlassentencias, y de incorporar lasuya,comounade tantasleyes, al libroque las contenia.He aqui las grandes manchasdel FueroJuzgo. A pesar de ellas,queda siendo un gran código. Unificó la justicia,fundió las dosrazas, mejorólascostumbres, ystrvioaregirunpuebloquenovelaenlaacciónlegalsobrelassuyasmásqueunajurisdicctánpropia,y una apreciación naturalcontemporánea. El ilustrado crimina­listaseñorPacheco tiene razánen decirqueson inferiores a estecuerpode leyes la ripuaria y la borgoñona,y que ni los mismosCapitulares de CarloMagno, aunque publicados dos siglosmástarde, pueden entraren cotejocon él.

Acosta se refiere luego a los Fueros Municipales:

Apenasharemos otra cosaque dar un saltopor los Fueros Mu­nicipales. Apoderados los sarracenos de gran parte de Españahastasu expulsión completa en 1492, en que los ReyesCatólicosreconquistaron a Granada, los diferentes reinoscristianos crea­dos enmediodela guerrahablan producido, comoconsecuencia,una nobleza insolente, porque llevaba las armasy la gloria, y unpueblohumillado, porqueno las tania. Necesitado el trono, ricoslos señores, sus servicios debtan ser tanprovechosos para elloscomo opresivos para las clasesinferiores.De aqul la casi impunidad de la nobleza. Un hidalgo no deblasufrirninguna penapor injuria a otrohidalgo, inclusoel homici­dio: a sus labradores y vasallos podía matarlos impunemente unnoble,y el quemataraa unperro suyo tenia la mismapena (ciensueldos) quepor sacarun ojo o arrancar la lenguaa un hombrelibre.

Respectoa impuestosy tributos, dicenuestroautor,queseríade nuncaacabar.Luegodice:"BastadecircomotrasSempere,«quenosepodíaporlos plebeyosdarun pasoni ejercitarningunaindustriani actocivil, sin ungravamen determinado». Estos fueron los derechos llamados después

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dominicales y feudales, y de los que enumera Llorente más de cientocincuenta.

Para quebrantar ese poderío agrega, fue que se dieron tantos fueros,tan diferentes hasta el Real, que precedió a la formación de Las Partidas;"bien que aquel código fue hecho según 10da a entender en su prólogo ellegislador, para que fuese general":'

Acosta analiza:"

Con el objeto de quebrantar estepoderlo,por unaparte, y estaopresión, por otra,fue quese dieron tantosFueros, y tandiferen­tes,hastaelReal,queprecedióinmediatamente a laformaciándelas Partidas; bien que aquel código fue hecho, según lo da aentenderen suprólogoel legislador, para quefuese general.No es de esperarse, a pesar del fin que se propusieron losmonarcas en estanuevalegislación, que el derecho penal hiciesenotables adelantos. Mejoró un poco el pueblo,' pero el sistemacriminalse resentia de la rudeza de los tiempos.Las Partidas, debidas a DonAlonsoel Sabio,formadasa media­dosdelsigloXIII.aunque diferidas ensupublicación hastacasiunsiglodespués, sonuncuerpobienordenado, quecontiene riquisi­ma doctrina en laparte civil,pero que en lapenal, está lleno dedefectos y vicioslamentables. No haymás que leer la Partida 7~.

no hay nada de código aqui, sino un hacinamiento de penasbárbaras o inaplicables, y de delitos que no tienen escala, ocreadospor creencias supersticiosas.La marcaconhierroardiente en la lengua, losazotes, lapena demuerteprodigada, el horrible suplicio delparricida, el tomento,son un catálogo que espanta; tantomás, cuantoque nofalta casoen que se hace trasmisible la pena a los hijos, como si fueseheredable el crimen.

Sobre las sucesivas leyes o colecciones: Las de Toro en 1505, laNueva Recopilación en 1567, y la Novísima, cuando, Carlos IV, diceAcosta:"

1. Ibldem. págs. 104 y lOS2. Ibidem. págs. lOS Y1063. Ibldem. págs. 106 Y107

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Sesucedieron, entreotrascolecciones, lasLeyesde Toroen1505,la Nueva Recopilación en 1567, y la Novtsima en el reinadodeCarlosIV.Estos cuerpos nada dieron a la ciencia, porque no la tenian. Elúltimo, enespecial, después de tratarlargamente de variasmate­rias, muypoco dedica a la jurisprudencia criminal, en la que seconservan aún restosantiguos de lafalta de criteriofilosófico.Por este cuadrovemosquehastaprincipiosdelpresentesiglo, lalegislación española no habiaalcanzado todavialapurga de susresabios. Ni debe ser aquidura la critica. En los Estadosque nohan alcanzado instituciones sólidas, en que el derecho nace,y laorganización resulta, de la armonia constante de los intereses, laley,para que sea buena, tiene que ser la obra de circunstanciasmuyfavorables, ydeesosentendimientospoderososy organizado­resquecreananalese ilustranlasnaciones. Sinhablardel tiempoanterior, desdelosReyesCatólicos, queenmediode las turbulen­ciasde la grandeza, y de losafanesy resultas de la guerracon losmoros,harto hicieron, entreotras cosas, con laformacián de lasleyes de Toro, aunque publicadas despuésde la muertede DoñaIsabel, sólo hallamos dignos de mencionarse a Carlos V (1 deEspaña), ocupado en sus proyectos de monarquia universal, aFelipeIl, empeñado enlaherenciadesupadre, noobstantelocualdio a luz la NuevaRecopilación, y CarlosIll, en cuyo reinado, sibien ilustrepor mil tltulos, nadase pudo hacer en la legislación,cuando el derecho naturaly el de gentes tenian cátedrapor laprimera vez.

En relación al Derecho Penal, dice Acosta, que antes de la legislaciónrecopilada y de partidas en España y en nuestro medio fue poco menosque impracticable. Acosta concluye:'

A este mal vino a egregarse otro mayor. En la necesidad delcastigo, y no pudiendo ser este el sancionado, el juez tuvo confrecuenciaquesustituirsea laley,resultando deaqufunajurispru­dencia vacilante, incierta, varia e inicua. La arbitrariedades lamayorcorruptela; porqueel canonquees la garantia se suplanta

1. Ibídem, págs. 107 y 108

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con la persona, que es el capricho.

En cambio, los homicidas asilados podían componer y rescatar sucrimen, elconcubinato estaba tolerado, y nopodíanadieacusarapersonaa clasesuperior.

Portodolasanteriores razones, esqueAcosta sostiene la necesidad dedarleal paísunCódigo Penal, queélredactó conRojasPaúly entróaregiren 1973.

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