PASTA BASICA DE COCAINA
Es conocida con el nombre de basuco en
Colombia, pitillo en Bolivia, baserolo en
Ecuador, pasta de coca en Perú, pasta base o
base en Chile y Uruguay, así como pasta
base o paco en Argentina. Generalmente se
obtiene al disolver en agua las hojas de coca secas y tratar la
solución con queroseno o gasoil, para luego mezclarle sustancias alcalinas,
permanganato de potasio y ácido sulfúrico. Se trata de un polvo blanco
amarillento, de consistencia pastosa y olor penetrante, que contiene un
porcentaje variable de cocaína. Su volatilización a altas temperaturas le
confiere la propiedad de ser fumada. Es una sustancia alcalina y liposoluble
La proporción del alcaloide cocaína en muestras de PBC varía desde 40% a
70%, dependiendo del origen de la planta. La PBC se vende/consume en forma
de “gota” o “lágrima”, siendo su forma “tiza” la que se utiliza en el transporte de
tráfico internacional.
FORMAS DE CONSUMO
1. FARMACOLOGIA:
La farmacocinética –actividad que efectúan en el organismo las sustancias
administradas incluye las etapas de absorción, distribución en sangre,
biotransformación y eliminación del principio activo cocaína. Cualquier
sustancia en solución presenta dos formas moleculares: la forma de droga
ionizada (con carga) y la forma no ionizada (sin carga). La forma ionizada
es hidrosoluble (soluble en agua), no atraviesa membranas biológicas
(membranas celulares), siendo activa en los receptores farmacológicos.
La forma no ionizada (forma de “base libre”) es liposoluble (soluble en
grasa), atraviesa membranas biológicas, pero no interacciona con los
receptores farmacológicos.
La proporción de cada una de las formas depende de las propiedades
fisicoquímicas de cada molécula en particular, entre ellas el pKa (constante
de disolución molecular), definido como el pH; el 50% de las moléculas en
solución estarán en la forma ionizada y el otro 50%, en forma no ionizada.
La cocaína es una base débil (pKa: 8.6) que atraviesa rápidamente las
membranas corporales, incluidas las placentarias y las hematoencefálicas .
Absorción
La absorción es extremadamente rápida en el caso de la cocaína
fumada como PBC. El tiempo que tarda la droga para llegar al cerebro
es de 8 a 12 segundos, esencialmente a través de los pulmones. Se
asume que por su elevada alcalinidad su acción en el cerebro es casi
inmediata. El alcaloide, cualquiera sea su grado de pureza, se volatiliza,
por sublimación o ebullición a causa del calor, así los vapores pasan por
la vía respiratoria hasta los alveolos, donde son absorbidos y
transportados a todo el organismo.
La PBC es insoluble en agua y soluble en solventes orgánicos, es por
ello que la PBC no se consume por vía oral ni se usa por vía
endovenosa. La PBC (“ketes” de polvo) se fuma combinada con
cigarrillos de tabaco (“tabacazo”2). El calor intenso del fuego en el
cigarrillo sublima (pasando de estado sólido a vapor) la cocaína en la
PBC, que ingresa a la vía aérea y, en contacto con la mucosa, al pH
alveolar; la mayor parte (aproximadamente el 80% en forma no ionizada)
se absorbe rápidamente por el epitelio pulmonar y pasa a la sangre,
alcanzando su pico en pocos minutos y llegando al cerebro luego de
atravesar la barrera hematoencefálica.
Distribución
La cocaína después de ser administrada es distribuida ampliamente por
todo el organismo.
El volumen de distribución varía entre 1.5 y 2 L/kg (57% por vía oral y,
aproximadamente, 70% fumada).
Metabolismo
En el caso de la cocaína fumada o PBC, el metabolismo produce
también metil-ester anhidroecgonina. Una vez en el cuerpo, la cocaína
es metabolizada principalmente por las colinesterasas, ya sea por las
plasmáticas, las hepáticas o las cerebrales.
Eliminación
El aclaramiento es de 35 mL/min/kg. En los humanos los metabolitos
resultantes son benzoil-ecgonina y el éster metílico de la ecgonina.
Estos metabolitos son productos hidrosolubles que vienen excretados en
la orina.
2. MECANISMOS NEUROBIOLOGICOS:
Las investigaciones diseñadas para el estudio de los mecanismos de
adicción de la cocaína a nivel cerebral se han enfocado en los circuitos
nerviosos que median la integración sensitivo motora y los procesos de
motivación implicados en una amplia variedad de desórdenes psiquiátricos,
incluyendo el abuso de drogas, el circuito corticostriatal-pallidum-talámico-
mesencefalico.
3. ASPECTOS CLINICOS AGUDOS DEL CONSUMO DE PASTA BASICA
DE COCAINA
Los efectos agudos del consumo de la PBC sobre el sistema nervioso
central (SNC) son complejos y abarcan todas sus funciones, desde un
primer momento se han remarcado el efecto psicoestimulante y la
capacidad de generar dependencia como los más importantes de la
cocaína. La dependencia que produce la sustancia es reconocida como el
efecto más peligroso de todas las formas de consumo de drogas
cocaínicas.
La instalación de la dependencia es prematura, obedeciendo ello a varios
factores como los escasos segundos que requiere la droga para llegar al
cerebro. Al parecer este hecho, entre otros, sería responsable de la
generación de la marcada compulsión por la renovación de la dosis de la
droga luego de pocas exposiciones al consumo, deseo que supera al del
hambre, la sed o el comportamiento sexual.
De manera concomitante se presentan algunos rasgos característicos como
la agitación, salivación, temblores y deseos de defecar cuando ya está
presente el cuadro clínico de la dependencia a la PBC.
4. SINDROME DE LA PBC
La PBC generaba dependencia psicológica prematuramente y una corta
dependencia física, hecho que llevaba al dependiente a renovar
rápidamente la dosis de consumo, lo cual le generaba euforia, aunque casi
inmediatamente angustia por el consumo, anorexia, depresión e insomnio.
En cuanto a los efectos de la intoxicación, se describieron cuatro
momentos: euforia, disforia, alucinaciones y psicosis.
Primera Etapa: Euforia
Se caracteriza por una disminución de las inhibiciones, sensación de
bienestar (algunas veces extático), hipertimia o exaltación del humor,
hipervigilancia acompañada de exaltación psicomotriz con
manifestaciones de ansiedad e irritabilidad, distorsión atencional,
hiperideación con sentimientos de grandiosidad y competencia.
Esta fase es notoriamente estimulante, por lo que las manifestaciones
físicas son similares a las otras drogas que estimulan el sistema
nervioso central (hipertensión arterial, taquicardia, aceleración de la
respiración e incremento de la temperatura corporal).
Segunda Etapa: Disforia
Se inicia con una sensación general de inseguridad acompañada de
sentimientos de angustia y humor depresivo. Estos fenómenos se
asocian rápidamente a la compulsión a repetir el consumo aún cuando el
consumidor sabe que después de la euforia volverá el “bajón anímico” y
la ansiedad por consumir otra vez.
Tercera Etapa: Adicción
La segunda etapa funciona como un síndrome de abstinencia que
“obliga” al consumo compulsivo y repetitivo sin solución de continuidad.
Ya sea que se busque la “euforia”, como que se trate de mitigar la
“disforia”, el consumidor se transforma con una velocidad inusitada en un
adicto a la PBC.
Cuarta Etapa: Psicosis
Esta etapa se presenta en personas con susceptibilidad a la enfermedad
mental (“terreno”) o en aquellas que con consumidores compulsivos con
tiempo de adicción alteraciones de la percepción visual y cutánea,
aunque también se observan alucinaciones auditivas y olfatorias
Otra perspectiva que describe y contribuye significativamente al entendimiento
de la fenomenología y la clínica del síndrome de la PBC lo plantea como un
síndrome obsesivo compulsivo agudo, un síndrome ansioso y un síndrome
neurovegetativo previo al consumo de la droga. Luego del consumo brota un
síndrome sensorial, un síndrome de éxtasis placentero, un síndrome obsesivo,
un síndrome sensitivo vegetativo y un síndrome de excitación psicomotora,
entre los principales rasgos clínicos.
Compulsión a seguir fumando;
Angustia de que la PBC se termine;
Percepción autorreferencial de la realidad (paranoia);
Anublamiento de la conciencia con pseudo percepciones de persecución
y de inminente captura policial con convicción de la realidad, que
vivencia el dependiente con gran angustia;
Hiperacusia (el dependiente reclama silencio);
Rigidez muscular, insensibilidad al dolor e infatigabilidad;
Excitación psicomotora;
Obsesión por el ritual de fumar; y
Egocentrismo.
5. EECTOS CRONICOS DE CONSUMO DE PBC
La dependencia a la PBC tiene diversas consecuencias psicológicas y
físicas, que dependen de un indeterminado número de factores dentro de
los cuales destaca la personalidad premórbida del dependiente, la dosis del
consumo, el deterioro familiar y un elemento gravitante como es la
accesibilidad de la droga.
En cuanto a otras consecuencias en la fase crónica, es importante señalar
la incapacidad de experimentar placer, es decir, la presencia permanente de
la anhedonia. . Se caracteriza como en otras manifestaciones psicóticas por
la pérdida del contacto con la realidad, episodios de agitación psicomotriz,
ideación paranoide, agresividad (generalmente heterodirigida) y
alteraciones de la percepción (alucinaciones) que varían en su duración
(entre días y semanas), dependiendo de si se interrumpe o no el consumo o
si se recibe tratamiento psiquiátrico adecuado. Las alucinaciones son
parecidas a las de otras psicosis tóxicas (como la alcohólica), con
Por último hay que señalar la psicosis cocaínica, donde se han identificado
la presencia de alucinaciones auditivas, visuales y cenestésicas; agitación
psicomotriz y estado confusional. La sintomatología puede remitir a las
pocas horas como también luego de varios días de la interrupción del
consumo de la droga.
En cuanto a las consecuencias más comunes de tipo médico, hay que
destacar la pérdida notable de peso corporal, probablemente por el poder
anorexígeno que tienen las drogas cocaínicas. Por otro lado, los
dependientes se exponen a procesos infecciosos dado a que estas
sustancias son inmunodepresoras. En este contexto también suelen ser
comunes las infecciones e inflaciones severas del tracto respiratorio, daño
en las cuerdas vocales y tuberculosis.
6. PASTA BASICA DE COCAINA Y DELITO:
En virtud de la asociación significativa que existe entre consumo
adolescente de pasta base y actos delictivos, la criminalidad cometida por
menores de edad es uno de los tema emergentes de la alarma social
generada por esta droga en los últimos años.
En cuanto a los delitos en sí mismos, estos se vinculan en forma creciente a
la necesidad de obtener medios para comprar las drogas y así sostener la
adicción. Esto es particularmente evidente en los sectores de menores
recursos y con consumo dominante de PBC. Otro aspecto es que hay
evidencia suficiente para afirmar que muchos actos delictivos se comenten
bajo la influencia del alcohol y las drogas, sobre todo aquellas que
euforizan, introduciendo una violencia agregada que, en circunstancias
regulares, no existiría (golpes, heridas de armas blanca o de fuego, etc.).
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