Post on 02-Oct-2018
PODER JUDICIAL DEL ESTADO
SUPREMO TRIBUNAL DE JUSTICIA
CUARTA SALA
SENTENCIAS QUE CAUSARON ESTADO
NÚMERO DE TOCA FECHA EN QUE SE DICTÓ LA SENTENCIA
67-2015 29 veintinueve de mayo de 2015 dos mil quince
San Luis Potosí, San Luis Potosí, a 29 veintinueve de Mayo del 2015 dos mil quince.
V I S T O para resolver el toca número 67-2015, formado con motivo del recurso de apelación interpuesto
por la parte actora, en contra de la sentencia definitiva de fecha 22 veintidós de octubre de 2014, pronunciada por el
TOCA :
67-2015
PROMOVENTE:
ELIMINADO MAGISTRADA PONENTE:
ELIMINADO
Juez Primero de lo Familiar de esta Capital, dentro de los autos del expediente número 180/2014, relativo al Juicio
Ordinario Civil por divorcio necesario, pensión alimenticia y pérdida de la patria potestad, promovido por ELIMINADO,
en contra de ELIMINADO; y,
R E S U L T A N D O
PRIMERO.- Los puntos resolutivos de la sentencia apelada textualmente dicen: “...PRIMERO.- La
competencia de la suscrita para conocer del presente juicio, no originó controversia alguna. SEGUNDO.- Resultó
procedente la vía ordinaria civil invocada por la actora. TERCERO.- La actora ELIMINADO compareció con personalidad
y el demandado David Rodríguez Flores, fue juzgado en rebeldía. CUARTO.- La demandante ELIMINADO no probó los
hechos constitutivos de su acción de divorcio necesario. QUINTO.- Por tanto, queda subsistente el matrimonio que une a
la señora ELIMINADO con el señor ELIMINADO. SEXTO.- Se absuelve al señor ELIMINADO de la pérdida de la patria
potestad que ejerce en relación a sus menores hijas ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO. SEPTIMO.-
Se condena al demandado ELIMINADO al pago de una pensión alimenticia definitiva del 30% treinta por ciento de los
ingresos netos y demás prestaciones ordinarias y extraordinarias que percibe en el trabajo que desempeña o llegase a
desempeñar, a favor de sus hijas ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO, exhortándolo a que de puntual
cumplimento a la obligación de dar alimentos porque son prioridad de orden público y de naturaleza urgente e
inaplazable. Octavo.- Se absuelve al señor ELIMINADO del pago de la pensión alimenticia provisional que se decretó a
favor de la actora ELIMINADO. NOVENO.- No se hace especial condena en costas en esta instancia. DECIMO.-
Notifíquese personalmente...”.
SEGUNDO.- Al no ser conforme con tal determinación, la parte actora interpuso recurso de apelación,
misma que fue admitido en ambos efectos por el juez de primera instancia, ordenando remitir el expediente al Superior
para su substanciación, correspondiendo conocer por cuestión de turno a esta H. Cuarta Sala, quien por auto de 10 diez
de febrero de 2015 dos mil quince, confirmó de legal la calificación de grado hecha por la juez de origen y ordenó poner
los autos a la vista del apelante por el término de ley a fin de que expresaran los agravios de su intención. Por acuerdo de
18 dieciocho de febrero del año en curso, se tuvo a la parte apelante por presentando su respectivo escrito de expresión
de agravios, y con esa fecha se ordenó correr traslado a su contraria parte para que en el mismo término produjera su
contestación, sin que obre en autos la contestación a los mismos; posteriormente por proveído de 29 veintinueve de abril
de 2015 dos mil quince, se pusieron los autos a la vista de las partes para la formulación de su escrito de alegatos, en
acuerdo de 11 once de mayo del año en curso, se tuvo a ELIMINADO por expresando los alegatos que a su derecho
corresponden; en acuerdo de fecha 22 veintidós de mayo del año en curso se citó para resolver, turnándose los autos a
la Magistrada Ponente para la elaboración del correspondiente proyecto de resolución; y,
C O N S I D E R A N D O
PRIMERO.- Esta Sala es competente para conocer y resolver del presente recurso de apelación, de
conformidad con lo dispuesto por los artículos 936 del Código de Procedimientos Civiles del Estado, en relación con los
artículos 3°y 25 fracción I, de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado de San Luis Potosí.
SEGUNDO.- Los agravios formulados por ELIMINADO, a la letra dicen: “Primer agravio. Me causa agravio el
resolutivo cuarto de la sentencia impugnada, toda vez que el A quo manifiesta que no se probó la acción de divorcio
necesario con apoyo de la causal prevista en la fracción VII del artículo 87 del Código Familiar vigente en el Estado, de
ahí que no se conceda la disolución del vínculo matrimonial que nos une, no obstante se hicieron valer conforme a
derecho y se acreditaron circunstancialmente con las constancias que integran el sumario, ya que el A quo debió de
valorar el cúmulo probatorio en relación con todas las constancias que obran en autos, debiendo destacar que el
moderno derecho procesal rechaza el examen aislado e independiente de cada prueba, pues la convicción del juzgador
se ha de formar por la concatenación de los diferentes datos que lleguen a su conocimiento, por lo que el a quo debió
basarse en las reblas de la lógica y la experiencia, para fundar su sentencia tomando en cuenta todas las constancias de
autos y no solamente los testimonios de ELIMINADO y ELIMINADO. Segundo Agravio.- Me causa agravio el resolutivo
quinto al dejar subsistente el matrimonio que nos une a la suscrita con mi demandado ELIMINADO. Tercer Agravio.- Me
causa agravio el resolutivo octavo, de que se absuelva al señor ELIMINADO, del pago de una pensión alimenticia
provisional que se decretó en favor de la suscrita. Como se recordará, el ya derogado artículo 155 del Código Civil para el
Distrito Federal indicaba: “El matrimonio es la sociedad legítima de un solo hombre y una sola mujer, que se unen con
vínculo indisoluble para perpetuar la especie y ayudarse a llevar el peso de la vida”. El transcrito precepto, especialmente
en la parte que alude a que el vínculo del matrimonio es indisoluble, es expresión de la voluntad del legislador para dar a
esta institución la deseada, aún hoy, característica de no extinción, a no ser por la muerte de los cónyuges. El deseo de
indisolubilidad es manifestación de diversos intereses en juego: un hogar tranquilo, la educación y el ejemplo a los hijos,
la paz y tranquilidad social, etcétera, pero por diferentes razones se ha tenido que adoptar el divorcio y la nulidad del
matrimonio. Divorcio y nulidad se consideran males menores que mantener un vínculo matrimonial dañino para los
esposos, para su familia y para la sociedad, reiterando lo dicho por Rojina Villegas, Jorge Mario Magallón Ibarra indica
que si la comunión espiritual del matrimonio ha dejado de existir, “el divorcio es una medida necesaria para evitar
inmoralidades de mayor alcance, para detener un torrente de inmoralidad que de otra manera el derecho está
permitiendo”. No siendo posible en diversos casos el sostenimiento de un matrimonio ideal, y observando que la
permanencia de la unión conyugal sin los caracteres del amor, del respeto, de la colaboración mutua y de la inteligencia
de los consortes en muchos casos no es posible, el legislador creo la institución del divorcio. El doctor Jorge Mario
Magallón Ibarra, en un magnifico estudio sobre el divorcio, dice que “la palabra divorcio encuentra su etimología en el
verbo latino divertere, que entraña que cada cual se va por su lado” Olvidando el ideal del antiguo artículo 155, que ha
sido transcrito, indica: “El divorcio disuelve el vínculo del matrimonio y deja a los cónyuges en aptitud de contraer otro”.
No solo alude el precepto al efecto de la disolución del vínculo conyugal, consecuencia del divorcio, sino que tal parece
que existió un afán de dejar en aptitud a los cónyuges de rehacer una nueva vida matrimonial. Sabemos, por experiencia
que no todos los divorciantes buscan la disolución de su vínculo para comprometerse en otro, sino lo que desean es
acabar con situaciones que no les permiten vivir con felicidad. Ricardo Couto, en su libro Derecho civil mexicano,
aludiendo a autores como Baudry Lacantanarle y Laurent, en sus libros Traité Theorique et Practique de Droit Civil y
Principes de Droit Civil Francois, respectivamente, hace un detallado estudio de los efectos del divorcio, tanto en contra
como en defensa del mismo. Según dicho autor, los adversarios del divorcio …dicen que la sola perspectiva que tienen
los esposos de contraer una nueva unión legítima es bastante para acabar con la santidad del matrimonio, provocando
primero la corrupción de la familia, y después, la de la sociedad; alegan que la disolución del vínculo hace imposible la
reconciliación de los esposos con perjuicio, principalmente, de los hijos, que puedan privarlos para siempre del afecto y
cuidado de uno de los padres, cuando no es que sometidos a la dura autoridad de un padrastro… Por otra parte, el
mismo autor señala que los defensores del divorcio, sij dejar de reconocer que el matrimonio es una institución social,
sostiene que debe disolverse cuando han dejado de existir las condiciones que dieron lugar a su formación…; afirman
que el divorcio, lejos de ser corruptor, es moralizador, dado que con él los esposos divorciados pueden buscar en un
nuevo matrimonio la satisfacción de sus aspiraciones, por lo que respecta a la situación de los hijos, dicen que si mala es
con el divorcio, peor es fuera de él. Más adelante, dicho autor señala: …si la separación es una necesidad de todo
matrimonio en que la vida en común se ha hecho imposible, preferible es por mi concepto que se haga radicalmente,
como la hace el divorcio… o hay matrimonio o no lo hay, y si la vida común, que es la base del matrimonio, se ha roto, es
absurdo sostener que haya matrimonio. Posteriormente alega: “¿No es más indigno para el matrimonio y más contrario al
respeto que se merece esta institución el pretender que se mantenga por la fuerza?” En doctrina y jurisprudencia se han
desarrollado diferentes conceptos del abandono voluntario como causal de la separación de cuerpos y de divorcio. En el
libro Familia y derecho, de los autores Rivero, Ramos y Morales, se define esta causal expresando que consiste en el
alejamiento del hogar con la intención de sustraerse a los deberes conyugales. Mediante este concepto, intentan recalcar
el elemento de la culpabilidad que se da en el cónyuge que abandona el hogar, la justificación del abandono voluntario
como causal de la separación de cuerpos y del divorcio radica en que este hecho supone, en la generalidad de los casos,
un incumplimiento de los deberes conyugales. En efecto, a través de él no sólo se está contraviniendo el deber de
convivencia que establece la relación matrimonial, sino que también se están incumpliendo otros deberes tales como el
de auxilios recíprocos, débito conyugal, asistencia, contribución a los gastos del hogar, etc., lo que quería mi demandado
David Rodríguez Flores y por eso seguramente abandonó a su familia, era desentenderse de esa relación que le traía
ciertas cargas, y con esta solución podría estar alcanzando la finalidad que se había propuesto. Tampoco se pretende
hacer una valoración crítica de lo que ha establecido el legislador, sólo planteo la base sobre la cual se debe decretar el
divorcio. Luego de haber reflexionado sobre las causales de abandono voluntario y separación de hecho se puede
concluir lo siguiente: 1. En primer lugar, el concepto de ambas causales es diferente. El abandono voluntario implica la
fuga de uno de los cónyuges luego de una decisión unilateral e intempestiva, sustrayéndose a los deberes matrimoniales
tales como: deber de cohabitación, de prestar auxilios recíprocos, etc. Por otro lado, la separación de hecho supone que,
luego de un acto decisorio uni o bilateral, los consortes interrumpan la vida de consumo, sin que esto signifique un
descuido de los otros deberes propios del matrimonio. 2. Con relación a los requisitos exigidos por la ley para que se den
las causales en estudio, hay que tener en cuenta que tanto elemento subjetivo de la voluntariedad como el elemento de la
temporalidad se deben dar en ambos supuestos. Por otra parte, la ley solo exige que el plazo de dos años sea
ininterrumpido en el caso de la separación de hecho, pero que la doctrina lo hizo extensivo a la otra causal. Por lo tanto,
la única diferencia es que en uno se exige la constatación del abandono, y en el otro la separación de hecho. Además,
mientras el abandono voluntario es un claro ejemplo de divorcio sanción, y por lo tanto, los magistrados serán más
exigentes a la hora de valorar los medios probatorios que ofrezcan las partes en el proceso judicial, la separación de
hecho es un caso de divorcio remedio, y por ende los jueces serán más flexibles con los medios de prueba que hagan
valer las partes para acreditar los hechos alegados. Es importante destacar que las pruebas testimoniales ofrecidas de mi
intención cobran valor probatorio, toda vez que fueron emitidas conforme, conforme a lo previsto por el artículo 400 del
Código de Procedimientos Civiles para el Estado, por personas mayores de edad, con capacidad intelectual, instrucción
básica, reflejan probidad en su ateste e independencia de criterio e imparcialidad en su versión, habiendo referido hechos
susceptibles de ser conocidos por medio de los sentidos y que los conocieron por sí mismos y no por inducciones, ni
referencias a otras personas, habiendo sido claros y precisos, sin dudas ni reticencias, ya sobre la sustancia del hecho ya
sobre las circunstancias esenciales, además no evidencian haber sido obligados por fuerza o miedo, ni impulsados por
engaño, error o soborno. Son aplicables las siguientes tesis jurisprudenciales: “DIVORCIO. EL ARTÍCULO 175 DEL
CÓDIGO FAMILIAR PARA EL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE MORELOS, AL EXIGIR LA DEMOSTRACIÓN DE
DETERMINADA CAUSA PARA LOGRAR LA DISOLUCIÓN DEL VÍNCULO MATRIMONIAL, CUANDO NO EXISTE
CONSENTIMIENTO MUTUO, ES INCONSTITUCIONAL AL RESTRINGIR EL DERECHO AL DESARROLLO DE LA
PERSONALIDAD HUMANA. De acuerdo con los artículos 21, 22 y 68 del Código Familiar para el Estado Libre y
Soberano de Morelos, el matrimonio es la unión voluntaria y libre de un hombre y una mujer, con igualdad de derechos y
obligaciones, con la posibilidad de procrear hijos y de ayudarse mutuamente, que se extingue por el divorcio, muerte o
presunción de ésta, de uno de los cónyuges o por declaratoria de nulidad; sin embargo, los numerales 1, 2, 3, 6, 12 y 25
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, 1, 2, 3, 5 y 11 de la Convención Americana sobre Derechos
Humanos y 3, 16, 17 y 23 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, reconocen que toda persona tiene
derecho a la libertad, así como al reconocimiento de su personalidad jurídica y que nadie podrá ser objeto de injerencias
arbitrarias en su vida privada, teniendo el derecho a la protección de la ley contra tales injerencias o ataques, esto es,
reconocen una superioridad de la dignidad humana. Por su parte, el artículo 1o. de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos dispone que todo individuo gozará de los derechos humanos reconocidos en ella y que éstos no
podrán restringirse ni suspenderse, sino en los casos y condiciones que la misma establece, así como que queda
prohibida toda discriminación que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos
y libertades de las personas; en tanto que el diverso 4o. de la propia Norma Suprema establece que el varón y la mujer
son iguales ante la ley, y que ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia; que toda persona tiene derecho
a decidir de manera libre sobre el número y el espaciamiento de sus hijos, así como a la protección de la salud. Por otra
parte, el Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al emitir la tesis P. LXVI/2009, publicada en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XXX, diciembre de 2009, página 7, de rubro: "DERECHO AL
LIBRE DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD. ASPECTOS QUE COMPRENDE.", estableció que de la dignidad
humana como derecho fundamental, derivan todos los demás derechos, en cuanto son necesarios para que el hombre
desarrolle integralmente su personalidad, como el derecho al estado civil de las personas, pues el individuo tiene derecho
a elegir, en forma libre y autónoma, su proyecto de vida, la manera en que logrará las metas y objetivos que, para él, son
relevantes; así, precisó que el derecho al libre desarrollo de la personalidad comprende, entre otras, la libertad de
contraer matrimonio o de no hacerlo, pues es un aspecto que forma parte de la manera en que el individuo desea
proyectarse y vivir su vida y que, por tanto, sólo él puede decidir en forma autónoma. Atento a lo anterior, el artículo 175
del citado Código Familiar, al exigir la demostración de determinada causa de divorcio como única forma para lograr la
disolución del matrimonio, cuando no existe consentimiento mutuo de los contrayentes para divorciarse, resulta
inconstitucional, en virtud de que con ello el legislador local restringe sin justificación alguna el derecho relativo al
desarrollo de la personalidad humana, que tiene que ver con la libre modificación del estado civil de las personas que
deriva, a su vez, del derecho fundamental a la dignidad humana consagrado en los tratados internacionales de los que
México es parte, y reconocidos, aunque implícitamente, en los preceptos 1o. y 4o. de la Constitución Federal, conforme al
cual las personas tienen derecho a elegir, en forma libre y autónoma, su proyecto de vida, en el que se comprende
precisamente el estado civil en que deseen estar. Cuarto Tribunal Colegiado del Décimo Octavo Circuito. Amparo directo
339/2012. 5 de julio de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Cristina Reyes León, secretaria de tribunal autorizada para
desempeñar las funciones de Magistrada, en términos del artículo 81, fracción XXII, de la Ley Orgánica del Poder Judicial
de la Federación, en relación con el artículo 52, fracción V, del Acuerdo General del Pleno del Consejo de la Judicatura
Federal, que reglamenta la organización y funcionamiento del propio Consejo. Secretario: Misael Esteban López
Sandoval.- DIVORCIO. LA SEPARACION DE LOS CONYUGES POR MAS DE UN AÑO, INDEPENDIENTEMENTE DEL
MOTIVO QUE LA HAYA ORIGINADO ES CAUSA DE SU PROCEDENCIA, AUN CUANDO SE ENCUENTREN
VIVIENDO EN EL MISMO DOMICILIO (INTERPRETACION DEL ARTICULO 261, FRACCION IX, DEL CODIGO
FAMILIAR PARA EL ESTADO DE MICHOACAN). La causal de divorcio a que se refiere el artículo 261, fracción IX del
Código Familiar para el Estado de Michoacán, relativa a “La separación de los cónyuges por más de un año
independientemente del motivo que la haya originado…”, se da con el fin de regular una separación de hecho entre los
cónyuges en la que el matrimonio ya no representa la base armónica de convivencia; y para su procedencia, no puede
limitarse a la separación física consistente en que los cónyuges habiten domicilios distintos, porque aun cuando en esa la
forma más común en que sucede, en la realidad puede haber casos especiales en que aun estando destruida la relación
de pareja, porque los lazos afectivos ya estén rotos, al igual que los derechos y obligaciones que de él derivan (ayuda
mutua, diálogo, etcétera), existan circunstancias que no permitan a ninguno de los dos cambiar de domicilio como podría
ser su situación económica o un interés común sobre la propiedad del domicilio conyugal o cualquier otra razón, de ahí
que no debe obligarse a los cónyuges a seguir unidos cuando ya no es su voluntad mantener ese vínculo, sólo por estar
forzados a habitar el mismo domicilio. TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL DECIMO PRIMER CIRCUITO.
Amparo directo 633/2012. 23 de agosto de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: José Ma. Álvaro Navarro. Secretaria:
Guillermina Ceja Ochoa.”.- “DIVORCIO NECESARIO POR LA SEPARACIÓN DE HECHO DE LOS CÓNYUGES. TAL
HIPÓTESIS NO ATENTA CONTRA LA ORGANIZACIÓN Y DESARROLLO DE LA FAMILIA, POR LO QUE NO
TRANSGREDE EL ARTÍCULO 4o. DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). Si
bien es cierto que conforme al artículo 4.1 del Código Civil del Estado de México, la familia tiene su base y fundamento
legal en el matrimonio que le da estabilidad, ya que establece que es una institución de carácter público e interés social,
por medio del cual un hombre y una mujer voluntariamente deciden compartir un estado de vida para la búsqueda de su
realización personal y la fundación de una familia, y el artículo 4.16 de dicho código impone a los consortes la obligación
de contribuir a los fines del matrimonio, esto es, a compartir el estado de vida que hayan adoptado; también lo es que la
causal de divorcio prevista en el artículo 4.90, fracción XIX, de la aludida legislación, consistente en la separación de
hecho de los cónyuges por más de dos años, independientemente del motivo que la haya originado, está referida
exclusivamente a su separación personal, a la desunión, ausencia o falta de convivencia entre ellos, a la interrupción
personal de su vida conyugal, así como a la falta de cohabitación de los esposos y de vida en común prolongada en
exceso de ese periodo, justificada o injustificadamente. En ese tenor, se concluye que la figura jurídica del divorcio no es
el origen del rompimiento del matrimonio ni la causa del deterioro de la familia, sino la expresión legal y final de una
ruptura de hecho preexistente, así como la manifestación jurídica de una situación conyugal irregular, que permite a los
cónyuges afectados intentar una diversa unión lícita que pudiera prosperar y ser la base de una nueva familia
sólidamente constituida; de ahí que la aludida hipótesis de divorcio no vulnera el artículo 4o. de la Constitución Política de
los Estados Unidos Mexicanos, que establece que la ley protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Amparo
directo en revisión 1840/2004. 9 de febrero de 2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo.
Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Manuel González Díaz.”. “DIVORCIO, A ANDONO DEL DOMICILIO
CONYUGAL COMO CAUSAL DE. REITERACION DEL CRITERIO SUSTENTADO POR LA TERCERA SALA DE LA
SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION (JURISPRUDENCIA PUBLICADA EN LA PAGINA 5 DEL INFORME
DE 1976). Las consideraciones de la Sala responsable para negar la procedencia de la acción son violatorias de los
artículos 81, 82, 211 y 406 del Código de Procedimientos Civiles, atento a que de conformidad al criterio sustentado por
la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (según tesis jurisprudencial listada con el número 1, que
aparece publicada en la página 5 del Informe de Labores rendido por el presidente de dicho Alto Tribunal al terminar el
año de 1976, Segunda Parte, Tercera Sala), acreditado el hecho de la separación o abandono del hogar conyugal por
más de seis meses (como en el caso acontece, ya que el demandado admitió haberse separado de la casa conyugal
porque su cónyuge lo corre, injuria y golpea, corresponde al abandonante demostrar que tuvo causa justificada para
hacerlo, ya que no sería jurídico pretender obligar al actor a probar un hecho negativo, cual es que la separación no es
justificada; y en esa virtud, si el demandado admitió haberse separado del hogar conyugal desde cierta fecha y por más
de 6 meses, sin hacer ninguna aclaración de valor respecto a lo ocurrido de aquella fecha al día en que se presentó la
demanda de divorcio, agregando a su admisión la modalidad de que su cónyuge lo corrió del domicilio, sin permitir que se
reincorpore al mismo, es a él a quien le corresponde la comprobación del hecho en que se apoya o pretende apoyar la
causa que justifica el abandono, y si no lo hizo durante el procedimiento con las pruebas idóneas para ello, debe
estimarse probada la causal en comento, máxime si se acreditó en autos la existencia del matrimonio entre los consortes
y la existencia del domicilio conyugal, conforme al criterio que se desprende de la tesis jurisprudencial mencionada, cuyo
sumario es el siguiente: "DIVORCIO, ABANDONO INJUSTIFICADO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE.
La actual integración de la Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no comparte el criterio que se
había venido sosteniendo en el sentido de que para la procedencia de la causal de divorcio por la separación de uno de
los cónyuges de la casa conyugal competía al actor demostrar, entre otros extremos, la separación injustificada del
cónyuge demandado por más de seis meses consecutivos, y no comparte dicho criterio porque ello equivaldría a obligar
al actor a probar generalmente un hecho negativo, cual es que la separación no es justificada, y siendo un principio de
derecho que el que afirma está obligado a probar, la conclusión que se impone es que si el cónyuge abandonante admite
la separación del hogar conyugal, pero agrega que ésta tuvo causa o motivo, como por ejemplo que su consorte lo golpeó
o lo corrió o lo amenazó de muerte, etcétera, es al cónyuge abandonante a quien incumbe acreditar esos hechos que
justificarían la separación; así pues, para la procedencia de la causal de divorcio por la separación de uno de los
cónyuges de la casa conyugal a que se refiere la fracción VIII del artículo 267 del Código Civil del Distrito Federal y de los
Códigos Civiles de los Estados que tienen igual disposición, al actor sólo compete demostrar; 1o. La existencia del
matrimonio, 2o. La existencia del domicilio conyugal, y 3o. La separación del cónyuge demandado por más de seis meses
consecutivos. Acreditado el hecho de la separación o abandono del hogar conyugal, corresponde al cónyuge
abandonante demostrar que tuvo causa justificada para hacerlo.". TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL
DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 2953/84 Liberia Onofre Andrade. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos
Villegas Vázquez. Secretario Miguel Ángel Castañeda Niebla. Nota: En el informe de 1985, la tesis aparece bajo el rubro
“DIVORCIO A ANDONO INJUSTIFICADO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE RETENCION DEL
CRITERIO SUSTENTADO POR LA TERCERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION,
CONTENIDO EN LA JURISPRUDENCIA QUE CON EL NUMERO UNO APARECE PUBLICADA EN LA PAGINA 5, DEL
INFORME DE LABORES CORRESPONDIENTE AL AÑO DE 1976, SEGUNDA PARTE”. Tesis aislada, Semanario de la
Suprema Corte de Justicia, séptima época, tribunales colegiados de circuito, 9 - 98 Sexta Parte.” “DIVORCIO
NECESARIO. PARA QUE PROCEDA POR SEPARACIÓN DE LOS CÓNYUGES POR MÁS DE UN AÑO, TAMBIÉN
DEBE DEMOSTRARSE HABER CUMPLIDO CON LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA CONFORME A LA DECISIÓN
JUDICIAL, SI EXISTE ÉSTA (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TABASCO). El artículo 272, fracción IX, del Código Civil
para el Estado de Tabasco, establece: "Causales. Son causas de divorcio necesario: ... IX. La separación de los
cónyuges por más de un año, independientemente del motivo que haya originado la separación. En este caso el divorcio
podrá ser demandado por cualquiera de los cónyuges; pero si quien lo reclama es el que se separó, deberá acreditar
haber cumplido con sus obligaciones alimentarias.". De lo anterior se obtiene que al exigir dicha disposición que el
requisito indispensable para la procedencia de la acción de divorcio ejercida es, además del lapso de separación por más
de un año cualquiera que sea el motivo, que quien se separe debe acreditar "haber cumplido con sus obligaciones
alimentarias", lo cual implica que el cumplimiento de dicha exigencia debe ser correcto y esto sólo puede ser conforme a
lo ordenado por la autoridad judicial, cuando exista una determinación de esa índole; de modo que al existir ésta y se
incumple con ella, resulta obvio que no se colma la exigencia de la norma en comento, para que proceda la acción
demandada. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DÉCIMO CIRCUITO. Amparo directo 709/2005. 10 de noviembre de
2005. Unanimidad de votos. Ponente: Roberto Alejandro Navarro Suárez. Secretario: Ruber Alberto Rodríguez
Mosqueda.” El Juez de lo Familiar, no consideró mi necesidad de requerir de alimentos, al no proveer el derecho a
solicitar pensión alimenticia en caso de divorcio necesario, violando la garantía de igualdad, pues establece un trato
distinto entre el varón y la mujer a pesar de que la ley parte de una absoluta equiparación entre los cónyuges, en orden a
su capacidad jurídica y aptitudes para la vida y el trabajo, no estableció que la capacidad jurídica es igual para el hombre
y la mujer y que, en consecuencia, ésta no queda sometida, por razón de su sexo, a restricción alguna en la adquisición y
ejercicio de sus derechos civiles, además de que por efectos del matrimonio ambos tendrán igual autoridad y
consideraciones en el hogar. No obstante, evidencia un tratamiento distinto por razón de sexo, sin que exista una
justificación razonable para ello, pues en los casos de divorcio necesario dispone que el derecho de la mujer inocente a
percibir alimentos, decretados como sanción para el marido culpable, se genera por el solo hecho de que aquella resulte
inocente en el divorcio, sin que tenga que acreditar otra circunstancia, sino que tiene que acreditar su necesidad
alimentaria. Aplicables son las siguientes tesis jurisprudenciales: “ALIMENTOS EN EL JUICIO DE DIVORCIO
NECESARIO. NO BASTA CON QUE EXISTA CÓNYUGE CULPABLE, PARA IMPONERLE LA CONDENA A PAGARLOS
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TAMAULIPAS). Una nueva reflexión conduce a este Tribunal Colegiado de Circuito a
abandonar el criterio contenido en la tesis XIX.1o.A.C.62 C de rubro: "ALIMENTOS EN EL DIVORCIO NECESARIO.
BASTA LA DECLARATORIA DE CÓNYUGE INOCENTE, QUE VIVA HONESTAMENTE Y NO CONTRAIGA NUPCIAS
PARA QUE SUBSISTA EL DERECHO A PERCIBIRLOS (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TAMAULIPAS).", para
concluir que de lo dispuesto en la parte inicial del primer párrafo del artículo 264 del Código Civil para el Estado de
Tamaulipas, en el sentido de que: "En los casos de divorcio necesario, el Juez, tomando en cuenta las circunstancias del
caso y entre ellas la capacidad para trabajar de los cónyuges y su situación económica, podrá sentenciar al culpable al
pago de alimentos en favor del inocente."; se colige que se deja al prudente arbitrio del juzgador la determinación relativa
a si en la sentencia que declara procedente la acción de divorcio necesario, condena o no al cónyuge culpable al pago de
alimentos a favor del inocente, atendiendo para ello a las circunstancias del caso, entre otras, la capacidad para trabajar
de los cónyuges y su situación económica. Lo anterior, pues la porción normativa indicada no contiene término o locución
que señale expresamente, o de cuya interpretación pueda válidamente desprenderse, que siempre que exista cónyuge
culpable deberá condenársele a esa prestación, sino, por el contrario, al establecer "podrá sentenciar al culpable al pago
de alimentos en favor del inocente", otorga al juzgador la facultad para que defina si procede o no dicha condena, sin
dejarlo en total libertad para ello, al constreñirlo a tomar en cuenta las circunstancias referidas. Además, admitir lo
contrario podría llevar a imponer tal condena al cónyuge que no tiene una actividad o bienes de los que obtenga o pueda
obtener ingresos económicos por haberse dedicado durante el matrimonio a las labores del hogar y cuidado de los hijos,
en favor del que sí tiene una fuente de ingresos y, por lo mismo, era quien proveía a la familia de los recursos
económicos para satisfacer sus necesidades alimenticias, por la sola circunstancia de que el primero resulte culpable en
el divorcio necesario y el último inocente. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS ADMINISTRATIVA Y CIVIL
DEL DÉCIMO NOVENO CIRCUITO. Amparo directo 99 . de enero de . Unanimidad de votos. Ponente:
Graciela M. Landa Durán. Secretario: Pedro Gutiérrez Muñoz.” “DIVORCIO NECESARIO. LA CAUSAL CONSISTENTE
EN LA NEGATIVA INJUSTIFICADA A PROPORCIONAR ALIMENTOS, EXISTIENDO OBLIGACIÓN LEGAL, SE
REFIERE A LOS QUE DEBEN PROPORCIONARSE LOS CONSORTES, NO A LOS HIJOS PROCREADOS EN EL
MATRIMONIO (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE HIDALGO). El artículo 103 de la Ley para la Familia del Estado de
Hidalgo establece como causa de divorcio necesario, en su fracción II, la negativa injustificada a proporcionar alimentos,
existiendo obligación legal (similar contenido se establecía en el artículo 113, fracción II, del Código Familiar Reformado
del Estado de Hidalgo, de vigencia anterior a la citada Ley para la Familia). De ahí que la acción de divorcio con base en
dicha causal, debe entenderse en la negativa de un cónyuge a dar alimentos al otro, denotando la gravedad, el
incumplimiento que ponga de manifiesto el desprecio, desapego, abandono o desestimación hacia el cónyuge y que haga
imposible la vida en común y no respecto a los hijos habidos en el matrimonio, ya que el legislador no lo estableció así,
como sí acontece en otras entidades federativas como, por ejemplo, en el Estado de Puebla, en donde el artículo 454,
fracción XIV, del Código Civil establece como causa de divorcio "la negativa injustificada a cumplir la obligación
alimentaria respecto al cónyuge y a los hijos". Por tanto, sin mayor dificultad puede advertirse que la voluntad del
legislador del Estado de Hidalgo, no fue otra que la de establecer únicamente como causa de divorcio, en análisis, la
comprobación de que uno de los cónyuges se haya negado a dar alimentos al otro. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO
DEL VIGÉSIMO NOVENO CIRCUITO. Amparo directo 158/2008. 23 de abril de 2008. Unanimidad de votos. Ponente:
Federico Jorge Martínez Franco. Secretario: Alfredo Cedeño Váldez. Amparo directo 645/2008. 18 de febrero de 2009.
Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Arturo Medel García. Secretario: Julio César Pérez Chávez. Amparo directo
642/2010. 15 de diciembre de 2010. Unanimidad de votos. Ponente: Miguel Vélez Martínez. Secretario: Rafael Pérez
Contreras.”. “ALIMENTOS LA O LIGACION DE PROPORCIONARLOS SU SISTE TRATANDOSE DE LA CAUSAL DE
DIVORCIO RELATIVA A LA SEPARACION POR MAS DE DOS AÑOS, AUN CUANDO NO EXISTA CONYUGE
CULPABLE, PUES DEBE APLICARSE ANALOGICAMENTE EL DERECHO ALIMENTARIO QUE SE PREVE CUANDO
EL VINCULO MATRIMONIAL SE DISUELVE VOLUNTARIAMENTE (LEGISLACION DEL ESTADO DE PUEBLA) Con
base en el criterio emitido por la entonces Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, al resolver la
contradicción de tesis 1/90, que dio origen a la jurisprudencia número 44, publicada en la página 34, tomo IV, Materia
Civil, Octava Época, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917- de rubro: “ALIMENTOS, SU SISTE
LA OBOIGACION DE SUMINISTRARLOS EN LOS DIVORCIOS EN QUE NO HAY CONYUGE CULPABLE,
COMOOCURRE EN LA CAUSAL RELATIVA A LA SEPARACION POR MAS DE DOS AÑOS PREVISTA POR EL
ARTICULO 67, FRACCION XVII DEL CODIGO CIVIL DEL DISTRITO FEDERAL”, en el que al interpretar la legislación
del Distrito Federal se sostuvo que la obligación de proporcionar alimentos no es considerada como una sanción, porque
si así lo fuera, no se incluiría la subsistencia de la obligación alimentaria para los casos de divorcio voluntario, y en virtud
de que de la legislación poblana se advierte que existe el principio de permanencia de la obligación alimentaria cuando
hay necesidad por parte del que no causo la disolución del vínculo matrimonial, acorde a lo dispuesto en los artículos 473
y 492 del Código Civil para el Estado de Puebla y que en dicha ley existe una laguna, porque no se reguló en forma
precisa la subsistencia de la obligación de los ex cónyuges de darse alimentos en el caso de que el divorcio necesario se
hubiera basado en el artículo 454, fracción XVI, del referido ordenamiento legal, causal en la que se califica la
culpabilidad o inocencia de los consortes; debe integrarse la ley, y considerar que la obligación persiste en el caso de
divorcio necesario por separación de los cónyuges por más de dos años, aun cuando no haya disposición expresa en ese
sentido, aplicando analógicamente el numeral 475 del mencionado código, que alude al derecho alimentario entre ex
cónyuges cuando el vínculo matrimonial se disuelve voluntariamente. Lo anterior, porque existe el principio general
adoptado en la ley respecto de los alimentos entre ex cónyuges en caso de divorcio, que consiste en que debe
conservarse el derecho del que los necesita, si no fue declarado culpable propiamente de la disolución del vínculo, y no
se excluyó expresamente el divorcio fundado en la causal de mérito. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
CIVIL DEL SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 87/2009. 12 de mayo de 2009. Unanimidad de votos. Ponente: Raúl
Armando Pallares Valdez. Secretaria: Gabriela Guadalupe Rodríguez Escobar.”- “ALIMENTOS. TRATÁNDOSE DE
DIVORCIO NECESARIO, SÓLO EXISTE UNA MERA POSIBILIDAD PARA QUE EL CÓNYUGE INOCENTE LOS
RECIBA, TODA VEZ QUE EL JUZGADOR NO ESTÁ OBLIGADO A CONDENAR FORZOSAMENTE AL CULPABLE A
PROPORCIONARLOS, SINO A DICTAR SENTENCIA, CONDENANDO O ABSOLVIENDO SOBRE AQUÉLLOS
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE CHIAPAS). El artículo 284 del Código Civil para el Estado de Chiapas, reformado
mediante Decreto Número 257, publicado el 22 de abril de 1998, en el Periódico Oficial de la entidad, establece: "En los
casos de divorcio necesario, el Juez, tomando en cuenta las circunstancias del caso, y entre ellas la capacidad para
trabajar de los cónyuges y su situación económica, resolverá acerca del pago de alimentos en favor del inocente ...", de
donde se advierte que sólo dispone una mera posibilidad para que el cónyuge inocente los reciba; por tanto, el juzgador
no está obligado a condenar forzosamente al cónyuge culpable a proporcionarlos, sino a dictar sentencia (condenando o
absolviendo) sobre alimentos, determinando en caso de condena, la existencia de tal exigencia y su monto conforme a
las reglas aplicables, atendiendo al principio de proporcionalidad, en cuanto a la posibilidad del que debe darlos y a la
necesidad del que deba recibirlos. SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO CIRCUITO. Amparo directo
119/2007. 6 de septiembre de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Marta Olivia Tello Acuña. Secretaria: Elvia Aguilar
Moreno.” Ha quedado de manifiesto, como obra en autos del expediente en cita, que la acción de divorcio necesario,
por abandono del hogar conyugal, fue comprobada y se acreditó la fecha del mismo, fuera esta de origen injustificado o
se haya tornado de ese carácter, porque en el primer caso, si no estuviera plenamente acreditado la fecha de la
separación, no podría determinarse el tiempo que ha durado la misma, y en el segundo de los casos, porque al
acreditarse el tiempo de la separación, puede determinarse el tiempo legal dentro del que se ejercitó la acción y así la
separación se tornaría en un hecho real. Son de considerarse las siguientes tesis jurisprudenciales: “DIVORCIO
NECESARIO POR LA SEPARACIÓN DE HECHO DE LOS CÓNYUGES. TAL HIPÓTESIS NO ATENTA CONTRA LA
ORGANIZACIÓN Y DESARROLLO DE LA FAMILIA, POR LO QUE NO TRANSGREDE EL ARTÍCULO 4o. DE LA
CONSTITUCIÓN FEDERAL (LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE MÉXICO). Si bien es cierto que conforme al artículo 4.1
del Código Civil del Estado de México, la familia tiene su base y fundamento legal en el matrimonio que le da estabilidad,
ya que establece que es una institución de carácter público e interés social, por medio del cual un hombre y una mujer
voluntariamente deciden compartir un estado de vida para la búsqueda de su realización personal y la fundación de una
familia, y el artículo 4.16 de dicho código impone a los consortes la obligación de contribuir a los fines del matrimonio,
esto es, a compartir el estado de vida que hayan adoptado; también lo es que la causal de divorcio prevista en el artículo
4.90, fracción XIX, de la aludida legislación, consistente en la separación de hecho de los cónyuges por más de dos años,
independientemente del motivo que la haya originado, está referida exclusivamente a su separación personal, a la
desunión, ausencia o falta de convivencia entre ellos, a la interrupción personal de su vida conyugal, así como a la falta
de cohabitación de los esposos y de vida en común prolongada en exceso de ese periodo, justificada o
injustificadamente. En ese tenor, se concluye que la figura jurídica del divorcio no es el origen del rompimiento del
matrimonio ni la causa del deterioro de la familia, sino la expresión legal y final de una ruptura de hecho preexistente, así
como la manifestación jurídica de una situación conyugal irregular, que permite a los cónyuges afectados intentar una
diversa unión lícita que pudiera prosperar y ser la base de una nueva familia sólidamente constituida; de ahí que la
aludida hipótesis de divorcio no vulnera el artículo 4o. de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, que
establece que la ley protegerá la organización y el desarrollo de la familia. Amparo directo en revisión 1840/2004. 9 de
febrero de 2005. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Juan N. Silva Meza.
Secretario: Manuel González Díaz.” DIVORCIO, A ANDONO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE.
REITERACION DEL CRITERIO SUSTENTADO POR LA TERCERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE
LA NACION (JURISPRUDENCIA PUBLICADA EN LA PAGINA 5 DEL INFORME DE 1976). Las consideraciones de la
Sala responsable para negar la procedencia de la acción son violatorias de los artículos 81, 82, 211 y 406 del Código de
Procedimientos Civiles, atento a que de conformidad al criterio sustentado por la Tercera Sala de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación (según tesis jurisprudencial listada con el número 1, que aparece publicada en la página 5 del
Informe de Labores rendido por el presidente de dicho Alto Tribunal al terminar el año de 1976, Segunda Parte, Tercera
Sala), acreditado el hecho de la separación o abandono del hogar conyugal por más de seis meses (como en el caso
acontece, ya que el demandado admitió haberse separado de la casa conyugal porque su cónyuge lo corre, injuria y
golpea, corresponde al abandonante demostrar que tuvo causa justificada para hacerlo, ya que no sería jurídico
pretender obligar al actor a probar un hecho negativo, cual es que la separación no es justificada; y en esa virtud, si el
demandado admitió haberse separado del hogar conyugal desde cierta fecha y por más de 6 meses, sin hacer ninguna
aclaración de valor respecto a lo ocurrido de aquella fecha al día en que se presentó la demanda de divorcio, agregando
a su admisión la modalidad de que su cónyuge lo corrió del domicilio, sin permitir que se reincorpore al mismo, es a él a
quien le corresponde la comprobación del hecho en que se apoya o pretende apoyar la causa que justifica el abandono, y
si no lo hizo durante el procedimiento con las pruebas idóneas para ello, debe estimarse probada la causal en comento,
máxime si se acreditó en autos la existencia del matrimonio entre los consortes y la existencia del domicilio conyugal,
conforme al criterio que se desprende de la tesis jurisprudencial mencionada, cuyo sumario es el siguiente: "DIVORCIO,
ABANDONO INJUSTIFICADO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE. La actual integración de la Tercera
Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación no comparte el criterio que se había venido sosteniendo en el sentido
de que para la procedencia de la causal de divorcio por la separación de uno de los cónyuges de la casa conyugal
competía al actor demostrar, entre otros extremos, la separación injustificada del cónyuge demandado por más de seis
meses consecutivos, y no comparte dicho criterio porque ello equivaldría a obligar al actor a probar generalmente un
hecho negativo, cual es que la separación no es justificada, y siendo un principio de derecho que el que afirma está
obligado a probar, la conclusión que se impone es que si el cónyuge abandonante admite la separación del hogar
conyugal, pero agrega que ésta tuvo causa o motivo, como por ejemplo que su consorte lo golpeó o lo corrió o lo
amenazó de muerte, etcétera, es al cónyuge abandonante a quien incumbe acreditar esos hechos que justificarían la
separación; así pues, para la procedencia de la causal de divorcio por la separación de uno de los cónyuges de la casa
conyugal a que se refiere la fracción VIII del artículo 267 del Código Civil del Distrito Federal y de los Códigos Civiles de
los Estados que tienen igual disposición, al actor sólo compete demostrar; 1o. La existencia del matrimonio, 2o. La
existencia del domicilio conyugal, y 3o. La separación del cónyuge demandado por más de seis meses consecutivos.
Acreditado el hecho de la separación o abandono del hogar conyugal, corresponde al cónyuge abandonante demostrar
que tuvo causa justificada para hacerlo.". TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER
CIRCUITO. Amparo directo 2953/84 Liberia Onofre Andrade. Unanimidad de votos. Ponente: Carlos Villegas Vázquez.
Secretario: Miguel Ángel Castañeda Niebla. Nota: En el informe de 98 , la tesis aparece bajo el rubro “DIVORCIO
ABANDONO INJUSTIFICADO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO CAUSAL DE RETENCION DEL CRITERIO
SUSTENTADO POR LA TERCEERA SALA DE LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACION, CONTENIDO EN
LA JURISPRUDENCIA QUE CON EL NUMERO UNO, APARECE PUBLICADA EN LA PAGINA 5, DEL INFORME DE
LA ORES CORRESPONDIENTE AL AÑO DE 976, SEGUNDA PARTE”. Tesis aislada. Semanario de la Suprema Corte
de Justicia, séptima época, tribunales colegiados de circuito. 9 - 98 Sexta Parte.”. “DIVORCIO NECESARIO. PARA
QUE PROCEDA POR SEPARACIÓN DE LOS CÓNYUGES POR MÁS DE UN AÑO, TAMBIÉN DEBE DEMOSTRARSE
HABER CUMPLIDO CON LA OBLIGACIÓN ALIMENTARIA CONFORME A LA DECISIÓN JUDICIAL, SI EXISTE ÉSTA
(LEGISLACIÓN DEL ESTADO DE TABASCO). El artículo 272, fracción IX, del Código Civil para el Estado de Tabasco,
establece: "Causales. Son causas de divorcio necesario: ... IX. La separación de los cónyuges por más de un año,
independientemente del motivo que haya originado la separación. En este caso el divorcio podrá ser demandado por
cualquiera de los cónyuges; pero si quien lo reclama es el que se separó, deberá acreditar haber cumplido con sus
obligaciones alimentarias.". De lo anterior se obtiene que al exigir dicha disposición que el requisito indispensable para la
procedencia de la acción de divorcio ejercida es, además del lapso de separación por más de un año cualquiera que sea
el motivo, que quien se separe debe acreditar "haber cumplido con sus obligaciones alimentarias", lo cual implica que el
cumplimiento de dicha exigencia debe ser correcto y esto sólo puede ser conforme a lo ordenado por la autoridad judicial,
cuando exista una determinación de esa índole; de modo que al existir ésta y se incumple con ella, resulta obvio que no
se colma la exigencia de la norma en comento, para que proceda la acción demandada. PRIMER TRIBUNAL
COLEGIADO DEL DÉCIMO CIRCUITO. Amparo directo 709/2005. 10 de noviembre de 2005. Unanimidad de votos.
Ponente: Roberto Alejandro Navarro Suárez. Secretario: Ruber Alberto Rodríguez Mosqueda.” Conclusiones. El juez de
lo familiar no consideró que la dignidad humana como derecho fundamental superior, deriva el libre desarrollo de la
personalidad que comprende, entre otras expresiones, la libertad de contraer matrimonio o no hacerlo, de procrear hijos y
cuántos, o bien, decidir no tenerlos, de escoger su apariencia personal, su profesión o actividad laboral, así como la libre
opción sexual, en tanto que todos estos aspectos son parte de la forma en que una persona desea proyectarse y vivir su
vida que, por tanto, sólo a ella corresponde decidir autónomamente. Por tanto, no obstante que no quede demostrada la
causal de divorcio invocada por uno de los cónyuges, o ambos en caso de reconvención, la autoridad me conozca del
juicio debe advertir que ya no existe la voluntad de al menos una de las partes para seguir unida en matrimonio y debe
tenerla en cuenta, para determinar lo que mejor les conviene, tomando en consideración su derecho fundamental a la
dignidad humana y, en esa medida, decretar el divorcio. No pasa inadvertido la existencia del derecho a que la ley proteja
siempre la organización y el desarrollo de la familia, en términos del primer párrafo del artículo 4º de la Constitución
Federal, sin embargo, ello no lleva al extremo de que el Estado deba mantener a toda costa unidos en matrimonio a los
consortes, aun contra su voluntad, so pretexto de esta disposición constitucional, sino que debe buscar los medios o
instrumentos adecuados para evitar su desintegración, pero sin afectar los derechos humanos que le son inherentes a
cada uno e sus integrantes, como lo es su conciliación, pero si ésta no se logra, es evidente que el Estado no puede
obligar al consorte que no lo desee a continuar unido en matrimonio. Máxime cuando de autos pudiera advertirse que, por
el tiempo que llevan lo consortes separados o por haber expresado ambos su interés en disolver el vínculo, declarar la
improcedencia del divorcio, lejos de beneficiar la estabilidad familiar, implicará desconocer la situación de hecho existente
e incluso propiciará el desgaste en las relaciones entre sus integrantes. En consecuencia, para decretar el divorcio, el
juez natural debe atender que: a) lo solicite uno o ambos consortes; b) por el tiempo transcurrido de convivencia, se
evidencia que éste fue suficiente para que ya se hubiera logrado una reconciliación, y no se obtuvo; y c) las
circunstancias particulares pongan de manifiesto que la relación ya provocó o está provocando un perjuicio a la
estabilidad personal o familiar, según sea el caso. Si se toma en consideración que la salud psicológica de los menores
es un derecho protegido por el artículo 4º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y por la
Convención sobre los Derechos del Niño signada por el Estado Mexicano y publicada en el Diario Oficial de la Federación
el 25 de enero de 1991, es inconcuso que ese derecho constituye una garantía individual y un derecho sustantivo cuya
protección es obligación del Estado en todos los actos que realice respecto de los menores, de ahí que cualquier acto
dentro del juicio que pudiera afectar su salud mental debe considerarse como de imposible reparación. En esa virtud,
sobre los hechos materia del divorcio necesario, puede causar daños a su salud psicológica de manera que aun en caso
de que se declara una sentencia que garantizara sus derechos, el perjuicio sufrido no podría desaparecer y no podría
restituírseles en el ejercicio de su salud mental. En nuestro sistema jurídico, el principio que rige a los procedimiento
judiciales es el de estricto derecho que se encuentra contenido en el artículo 14 de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, que en su párrafo 4 prescribe que en los juicios del orden civil, la sentencia definitiva deberá ser
conforme a la letra o a la interpretación jurídica de la ley, y a falta de ésta se fundará en los principios generales del
derecho. En la facultad de interpretar las leyes que la Constitución reconoce a los juzgadores, se encuentran dos
propiedades la “apertura” y la movilidad del sistema jurídico, la apertura se analiza desde dos modos diferentes, el que
identifica la contraposición entre sistema abierto y cerrado con la diferencia entre un ordenamiento jurídico
casuísticamente formado, edificado sobre el derecho judicial, y un ordenamiento jurídico dominado por la idea de
codificación, que en nuestro sistema es el que rige, es decir, la estructura básica del derecho mexicano indudablemente
es cerrado, también por apertura se entiende la capacidad de evolución, la modificabilidad del sistema, y en ese sentido
el nuestro es a la vez abierto, ya que es un hecho generalmente conocido y reconocido que el ordenamiento está sujeto a
una constante mutación, ya sea a través de las reformas judiciales, como internamente a través de la interpretación de
las mismas, que implica una transformación a través de la creación de nuevos principios. La responsabilidad en la
interpretación de la norma es no poner en peligro el principio de confianza que surge de la creación y vigencia de la ley,
ya que un desmedido principio de buena fe puede desplegar una imprevista capacidad modificadora del sistema que
debe permanecer preponderantemente codificado. En el caso, se señala como excepción el abandono del domicilio
conyugal, la jurisprudencia ha establecido que se trata de una conducta de tracto sucesivo por lo que puede reclamarse
mientras los hechos en los que se funda subsistan; lo que ha variado es el concepto de domicilio, y la obligación de la
mujer de vivir en aquel elegido por el marido, puesto que actualmente el domicilio conyugal ahora debe elegirse de mutuo
acuerdo entre los cónyuges, que preceptúa como una obligación de los cónyuges la de vivir juntos en el domicilio
conyugal, precisando que domicilio conyugal es el lugar establecido de común acuerdo por los cónyuges, en el cual
ambos disfrutan de autoridad propia y consideraciones iguales. Es claro que para que se actualice la causal en comentó,
el cónyuge abandonado debe permanecer en el domicilio cuando menos los seis meses siguientes a la salida del
abandonante, y una vez llegados esos seis meses, mientras subsista el abandono puede demandarse el divorcio con
base en esa causa, y además, siendo el abandono de tracto sucesivo, deben establecerse dos principios, el primero que
una vez cumplidos los seis meses no se crea un derecho permanente a favor de la persona que abandono el hogar
conyugal, y el segundo que cuando deje de existir el abandono por salir el abandonado del domicilio y perder éste su
carácter de domicilio conyugal, no puede estimarse que a partir de ese preciso momento pierda legitimación activa el
abandonado, sino que debe estimarse que atendiendo al principio de caducidad de las causales de divorcio, el
abandonado tiene expedito su derecho durante los siguientes seis meses a partir de que ese hecho tenga verificativo. El
Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver el juicio de amparo directo 561/2003 consideró
con respecto a cada tema, lo siguiente: El Octavo Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito, al resolver el
juicio de amparo directo 561/2003 consideró con respecto a éste tema lo siguiente: En la sentencia reclamada en
respuesta a los agravios que la hoy quejosa planteó, vinculados con la causal de divorcio consistente en el abandono
injustificado del domicilio conyugal consideró la responsable que aunque era cierto que a la actora quejosa le tocaba
acreditar la existencia del matrimonio, la del domicilio conyugal y la separación de su cónyuge, y que a éste último
correspondía justificar la causa de la separación, no como lo había estimado el a quo quien había dejado a la accionante
la carga de demostrar que el abandono de su cónyuge no había sido justificado, sin embargo, continuó señalando el ad
quem, en el caso tanto de la narración de los hechos de la demanda y de su contestación, así como de las pruebas
rendidas en la secuela procesal, se desprendía que a la fecha de la presentación de la demanda ninguno de los
cónyuges habitaba el domicilio conyugal, concluyendo la responsable que por tal motivo, la actora no podía demandar el
abandono del domicilio conyugal, habida cuenta de que el mismo había dejado de existir desde el momento en que ella
también había salido de éste, agregando que en su calidad de cónyuge se encontraba obligada a subsistir en la morada
conyugal, máxime que no se encontraba en el supuesto de excepción para justificar su salida del domicilio, es decir, por
carecer de recursos para subvenir los gastos inherentes a su mantenimiento; y con base en las anteriores
consideraciones la responsable declaró inoperante la pretensión de la apelante, hoy quejosa, en cuanto a la procedencia
de la acción de divorcio con base en la causal señalada; citando además, para robustecer sus consideraciones; la tesis
de rubro; “DIVORCIO. ABANDONO INJUSTIFICADO DEL HOGAR POR EL ESPOSO. LA CONYUGE NO SE
ENCUENTRA OBLIGADA A SUBSISTIR EN LA MORADA. La mujer que se vea abandonada por su cónyuge y que
carece de medios para el sostenimiento del hogar, de ninguna forma está obligada a continuar viviendo en el domicilio en
que fue abandonada y que no puede sostener; por lo mismo, en el caso de que el esposo hubiera considerado pertinente
cambiar la residencia de la morada conyugal, estuvo obligado a notificar el nuevo domicilio a su esposa, para que ésta se
reincorporara, puesto que si el abandono se realiza sin motivo y sin establecer un nuevo hogar donde se notifique a la
cónyuge su reincorporación, el marido incurre en una conducta que es integradora de la causal que establece la fracción
VIII del artículo 67 del Código Civil.” Ahora bien, el ejercicio de la acción de divorcio fundada en la causa de abandono
del domicilio conyugal por más de seis meses in causa justificada, tiene como uno de sus elementos la existencia del
domicilio conyugal, a fin de que dicha causal se configure es indispensable que el abandono subsista al ejercitare la
acción, para lo que también es necesario que exista el domicilio conyugal. Al respecto, la Tercera Sala de la Suprema
Corte de Justicia de la Nación, en la tesis de jurisprudencia 210, visible en el Apéndice al Semanario Judicial de la
Federación 1917- 99 , t IV p. 44 estableció lo siguiente: “DIVORCIO A ANDONO DEL DOMICILIO CONYUGAL COMO
CAUSAL DE. La causa de divorcio consistente en el abandono o separación de la casa conyugal por más de seis meses
sin causa justificada, se refiere a un lapso continuo y es de tracto sucesivo o de realización continua, por lo que la acción
no caduca y puede ejercitarse cualquiera que sea el tiempo por el cual se prolongue el abandono, si los hechos que le
motivan subsisten cuando se ejercita”. En efecto, si es aplicable al caso, la causal consistente en la separación de la casa
conyugal por más de seis meses sin causa justificada, como excepción al principio de caducidad que rige en los casos
por los que se puede pedir el divorcio, pero la jurisprudencia ha sostenido el criterio de que esta causal de divorcio es de
tracto sucesivo, o sea, de realización continua, por tanto, no se produce la caducidad de la acción en que ella se funde,
en virtud de que al persistir los hechos, subsiste la causa que da derecho para demandar el divorcio, por lo que el
cónyuge abandonado puede ejercitar dicha acción a pesar de que haya transcurrido un término mayor de seis meses
siguientes al día en que haya sabido del abandono. Sin embargo, si el hoy demandado David Rodríguez Flores, tomó la
decisión de salir del hogar conyugal, ello trajo como consecuencia, de que pudiera hablarse de que el abandono
subsistió, no era menester, por ejemplo, que la promovente hubiera requerido a su consorte a efecto de que se
incorporase al nuevo domicilio, sin que para ello obste que el domicilio conyugal se debe establecer de común acuerdo
entre el marido y la mujer, pues esto no implica que como tal domicilio se debe tener aquél que eligió, y menos aún se
traduce en la subsistencia del abandono, y a mayor abundamiento, aun partiendo de la base en la que implícitamente se
apoya la suscrita, en el sentido de considerar que la causal de divorcio quedó consumada y alejado su consorte de ésta,
de todas maneras el responsable se encuentra en el supuesto dicha acción tendría entonces que haberse deducido
dentro de los seis meses siguientes al momento en el que el demandado salió del domicilio conyugal, que de otra manera
resultaría que en cualquier tiempo podía ejercitar la acción, en cuanto concede seis meses para intentarla, lo que se
inspira en la necesidad de que en un plazo perentorio se ponga fin a la incertidumbre sobre los derechos y obligaciones
que forman el estado civil del matrimonio, a fin de no afectar la estabilidad de la familia y el orden público, y en la especie,
el ahora demandado, quien en el juicio nunca compareció a hacer valer algún derecho a pesar de haber sido notificado
correctamente en todas las ocasiones, fue obvio su salida del domicilio conyugal, esto es, con posterioridad a dicho
término, de tal modo que en la hipótesis de que se conceptuase que por la circunstancias del caso se trataba de una
situación de abandono consumada, no regida por la jurisprudencia que considera dicha causal como de tracto sucesivo,
resulta que la acción fue oportunamente ejercitada. Cabe señalar que el cónyuge demandado no cumplió oportunamente
con los medios para el sostenimiento de los menores hijos del matrimonio y del hogar conyugal, habida cuenta de que la
promovente continuó solventando los gastos de la misma, sin que dicha situación fuese desvirtuada con ningún medio de
prueba fehaciente aportado por el demandado, y no combate las mencionadas consideraciones del responsable en el
sentido de que su cónyuge aportaba los gastos inherentes al mantenimiento del domicilio conyugal, por lo que las mismas
quedan vivas, para sustentar el sentido del fallo en lo relativo a que el citado demandado no se encontró en el supuesto
de excepción que la eximiera de su obligación de permanecer en el domicilio conyugal. Es aplicable la tesis de
jurisprudencia emitida por la entonces Tercera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, visible en la página
veintiséis del volumen 139- 44, séptima época del Semanario Judicial de la Federación que dice: “CONCEPTOS DE
VIOLACIÓN SON INOPERANTES SI NO ATACAN LA TOTALIDAD DE LAS CONSIDERACIONES SUSTENTADAS EN
LA SENTENCIA RECLAMADA. Si en los conceptos de violación expuestos por los quejosos no se combaten o desvirtúan
todos y cada uno de los fundamentos de la sentencia de la a quo reclamada, los mismos deben ser considerados
inoperantes, ya que aun cuando éstos fueran fundados, no sería suficiente para conceder el amparo, puesto que existen
otros fundamentos de la sentencia que no se impugnaron y que ésta Suprema Corte de Justicia de la Nación no puede
estudiar, supliendo la deficiencia de la demanda de garantías en favor de los quejosos, por ser el amparo en materia civil
de estricto derecho; conclusión que hace innecesario el estudio de las infracciones que se aducen en los conceptos de
violación, en virtud de que lo expresado, carece de trascendencia jurídica, al subsistir el fallo, con los fundamentos en que
se apoya.” Por lo anterior, es incorrecto que el A quo no decretara el divorcio necesario con base en la causa de que se
viene haciendo mérito, como es verdad que resulte contradictorio que la mencionada autoridad calificara como infundado
e inoperante las causas que hizo valer ante él, la actora promovente, lo que deriva en una incongruencia interna de la
sentencia que constituye el acto reclamado. …”
TERCERO:- Los agravios hechos valer por ELIMINADO, son inoperantes.
La apelante en síntesis manifiesta que el juzgador debió valorar el cúmulo probatorio en relación con todas
las constancias que obran en autos para tener por demostrado la acción de divorcio necesario, aseverando que le causa
agravio el resolutivo quinto, al dejar subsistente el matrimonio que la une con ELIMINADO, así como que le agravia el
resolutivo octavo al absolver al demandado del pago de la pensión alimenticia provisional que se decretó a su favor.
Debe decirse que tales afirmaciones no controvierten de modo alguno las razones en las que el juzgador
sustentó la determinación de decretar que la demandante ELIMINADO no probó los hechos constitutivos de su acción de
divorcio necesario, así como que se absolvía al demandado David Rodríguez Flores de la Perdida de la Patria Potestad
que ejerce en relación a sus menores hijas ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO y absolverlo del pago
de la pensión alimenticia provisional que se decretó a favor de ELIMINADO; esto es, no controvierte la consideración del
juzgador respecto de que la confesional de posiciones con cargo a ELIMINADO no era suficiente al no encontrarse
adminiculada con otro medio de convicción fehaciente y que la testimonial con cargo a ELIMINADO y ELIMINADO, no le
fue favorable, atento a que no aportaron circunstancias de tiempo, modo y lugar en que se efectuaron dichos hechos; de
igual manera no impugna la consideración consistente en que con las pruebas ofrecidas y desahogadas referentes en
testimonial, confesional, información dada por la menor ELIMINADO, no acreditaba las conductas que atribuye al
demandado, estimando que no se justificaba la medida de la pérdida de la patria potestad solicitada por la parte actora,
máxime que la menor ELIMINADO refirió que su padre ELIMINADO si ve a su hermanita y le da dinero a su madre (la
actora) para su hermana, ni controvierte la consideración concerniente a que la parte actora no acreditó los hechos en
que funda y motiva su acción de alimentos a su favor, en razón de que los medios que aportó no le resultaron favorables,
toda vez que no reunieron los requisitos legales sobre las circunstancias esenciales de los mismos, es decir de tiempo,
modo y lugar de los hechos que acreditara su estado de necesidad alimenticia, sea porque se dedica exclusivamente a
cumplir con su obligación de esposa y madre atendiendo al hogar, produciendo con ello la presunción de que carece de
bienes propios o tiene un grado de incapacidad física o mental que le impidiere sostenerse por sí misma y que por el
contrario se tenía acreditado que es maestra, lo que resultó del atesto rendido por su testigo ELIMINADO, lo que le
proporcionaba medios económicos para su subsistencia, que además con ello se acreditaba que la actora ELIMINADO
no tenía a su favor la presunción de necesitar los alimentos de parte del demandado, porque no se ha dedicado al
cuidado del hogar, ni de sus menores hijas, toda vez que se dedica a un trabajo como maestra. Luego, como en relación
con las consideraciones que sustentan el fallo de la autoridad, el apelante no expresa argumentos lógicos jurídicos
tendientes a demostrar la ilegalidad del fallo, éstos deben quedar incólumes y por ende, rigen la sentencia reclamada.
En apoyo a la anterior se encuentra la jurisprudencia número I.6º.C. J/15, visible en el Semanario
Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XII, julio de 2000, Novena Época, página 621, que a continuación se
transcribe: “CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES, CUANDO NO ATACAN LAS CONSIDERACIONES DE LA
SENTENCIA IMPUGNADA.- Los conceptos de violación resultan inoperantes si los argumentos que aduce la quejosa no
atacan las consideraciones de la sentencia impugnada.”
Así también, se encuentra la tesis de jurisprudencia, visible en la página 23, Informe 1975, parte II, del
contenido siguiente: “CONCEPTOS DE VIOLACION INOPERANTES. Cuando los conceptos de violación no atacan
consideraciones esenciales que rigen el sentido del fallo rebatido, resultan inoperantes porque aún en el caso de que
fueran fundados, no bastarían para determinar el otorgamiento del amparo.” Amparo directo 4 66 69. Compañía
Fundidora de Fierro y Acero de Monterrey, S.A. 23 de noviembre de 1970. Cinco votos. Ponente: Carlos del Río
Rodríguez. Amparo directo 774/72. Luis Romero Romero (sucesión). 20 de julio de 1972. Unanimidad de cuatro votos.
Ponente: Alberto Jiménez Castro. Amparo directo 3699/71. Contimex, S.A. 26 de julio de 1973. Cinco votos. Ponente:
Carlos del Río Rodríguez. Amparo directo 3520/73. Industrias de Calzado Helen, S.A. 27 de junio de 1974. Cinco votos.
Ponente: Carlos del Río Rodríguez. Amparo directo 5521/74. Tanques Garza, S.A. 11 de septiembre de 1975. Mayoría de
cuatro votos. Ponente: Jorge Iñárritu. Nota: Esta tesis también aparece en: Séptima Época, Tercera Parte, Volumen 72,
página 49 (jurisprudencia con precedentes diferentes), bajo el rubro "CONCEPTOS DE VIOLACION INOPERANTES.".
De igual manera resulta aplicable, el siguiente criterio federal: “Novena Época Registro: 178553 Instancia:
Tribunales Colegiados de Circuito Jurisprudencia Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta XXI, Mayo de
2005 Materia(s): Común Tesis: XXI.3o. J/12 Página: 1222 AGRAVIOS EN LA REVISIÓN. SON INOPERANTES POR
DEFICIENTES, SI NO PRECISAN EL ALCANCE PROBATORIO DE LAS PRUEBAS CUYA OMISIÓN DE VALORACIÓN
SE ALEGA. Los agravios en revisión, consistentes en la falta de valoración de probanzas ofrecidas en el juicio de
amparo, deben expresar no sólo las pruebas que se dejaron de valorar, sino deben también precisar el alcance probatorio
de tales probanzas, así como la forma en que éstas trascenderían al fallo en beneficio del quejoso, pues sólo en esta
hipótesis puede analizarse si la omisión de valoración de pruebas causó perjuicio al mismo y, en tal virtud, determinar si
la sentencia recurrida es ilegal o no; de tal suerte que los agravios expresados que no reúnan los mencionados
requisitos, deben estimarse inoperantes por deficientes. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO
PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 352/2000. Luis Olvera Maldonado y otra. 30 de noviembre de 2000. Unanimidad
de votos. Ponente: Marta Olivia Tello Acuña. Secretario: Jesús Gerardo Montes Gutiérrez. Amparo en revisión 383/2001.
Complejo Turístico Real Acapulco, S.A. de C.V. 27 de septiembre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Agustín Raúl
Juárez Herrera. Secretaria: Sylvia Jacqueline Luna Jiménez. Amparo en revisión 444/2001. Absalón Hernández López y
otros. 18 de octubre de 2001. Unanimidad de votos. Ponente: Marta Olivia Tello Acuña. Secretario: José Sadit Flores
Torres. Amparo en revisión 635/2004. Lilia Hernández Hernández. 9 de diciembre de 2004. Unanimidad de votos.
Ponente: Jorge Carreón Hurtado. Secretaria: Gloria Avecia Solano. Amparo en revisión 96/2005. Andrés Gudiño
Sandoval. 17 de marzo de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Guillermo Esparza Alfaro. Secretario: Tomás Flores
Zaragoza. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XIV, noviembre de 2001,
página 379, tesis VI.2o.C. J/131, de rubro: "AGRAVIOS EN LA REVISIÓN. SON INOPERANTES CUANDO SE ALEGA
FALTA DE VALORACIÓN DE PRUEBAS, SI SE OMITE PRECISAR SU ALCANCE PROBATORIO." Notas La
denominación actual del órgano emisor es la de Primer Tribunal Colegiado en Materias Penal y Administrativa del
Vigésimo Primer Circuito. Esta tesis contendió en la contradicción 234/2009 resuelta por la Segunda Sala, de la que
derivó la tesis 2a./J. 172/2009, que aparece publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena
Época, Tomo XXX, noviembre de 2009, página 422, con el rubro: "AGRAVIOS EN AMPARO EN REVISIÓN. CUANDO
SE IMPUGNA LA OMISIÓN DE VALORAR ALGUNA PRUEBA, BASTA CON MENCIONAR CUÁL FUE ÉSTA PARA QUE
EL TRIBUNAL ESTUDIE LA ALEGACIÓN RELATIVA, SIENDO INNECESARIO EXPONER SU ALCANCE PROBATORIO
Y CÓMO TRASCENDIÓ AL RESULTADO DEL FALLO.”
Y si bien es cierto, basta con que en los agravios se advierta la causa de pedir para que se avoque
al estudio de los mismos, también lo es que ello no implica que el apelante realice solo afirmaciones, pues a él es a quien
corresponde exponer con meridiana claridad el por qué estima ilegal la resolución que reclama; por lo que al
desprenderse de las manifestaciones del apelante que solo se limita en manifestar que el juzgador debió valorar el
cúmulo probatorio en relación con todas las constancias que obran en autos para tener por demostrado la acción de
divorcio necesario, aseverando que le causa agravio el resolutivo quinto, al dejar subsistente el matrimonio que la une
con ELIMINADO, así como que le agravia el resolutivo octavo al absolver al demandado del pago de la pensión
alimenticia provisional que se decretó a su favor, omitiendo señalar cuál es la lesión jurídica que estima le causa el
pronunciamiento del A quo, así como controvertir las consideraciones sustentadas por el juzgador en las cuales
determinó que la demandante ELIMINADO no probó los hechos constitutivos de su acción de divorcio necesario, así
como que se absolvía al demandado ELIMINADO de la Perdida de la Patria Potestad que ejerce en relación a sus
menores hijas ELIMINADO y ELIMINADO de apellidos ELIMINADO y absolverlo del pago de la pensión alimenticia
provisional que se decretó a favor de ELIMINADO; es claro que tales aseveraciones resultan insuficientes para que esta
Sala se avoque al estudio integral de la causa, pues se insiste, sólo en la hipótesis de que aun en forma sencilla se
combatan las consideraciones del juez pueden analizarse los aspectos en que este sustentó su fallo para determinar si
se causó agravio al apelante.
Sirve de apoyo a las anteriores consideraciones el criterio por analogía de la jurisprudencia, emitida por
la Primera Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicada en la página 569, del Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta, tomo XXV!, noviembre del 7 dos mil siete, Novena Época, cuyo rubro y texto son: “
AGRAVIOS EN LA APELACIÓN. PARA SU ESTUDIO BASTA QUE EN EL ESCRITO RESPECTIVO SE EXPRESE CON
CLARIDAD LA CAUSA DE PEDIR. APLICACIÓN ANALÓGICA DE LA JURISPRUDENCIA P./J. 68/2000 (LEGISLACIÓN
DEL ESTADO DE BAJA CALIFORNIA SUR). El Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al emitir la
jurisprudencia P./J. 68/2000, publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo XII,
agosto de 2000, página 38, de rubro: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. PARA QUE SE ESTUDIEN, BASTA CON
EXPRESAR CLARAMENTE EN LA DEMANDA DE GARANTÍAS LA CAUSA DE PEDIR.", señaló, por un lado, que los
artículos 116 y 166 de la Ley de Amparo, no establecen como requisito esencial e imprescindible que la expresión de los
conceptos de violación se haga como un verdadero silogismo, siendo la premisa mayor el precepto constitucional violado,
la premisa menor los actos autoritarios reclamados y la conclusión la contraposición entre aquéllas y, por otro, que la
demanda de amparo no debe examinarse por sus partes aisladas, sino considerarse en su conjunto, que es razonable
que deban tenerse como conceptos de violación todos los razonamientos que, con tal contenido, aparezcan en la
demanda, aunque no estén en el capítulo relativo y aunque no guarden un apego estricto a la forma lógica del silogismo,
sino que será suficiente que en alguna parte del escrito se exprese con claridad la causa de pedir, señalándose
cuál es la lesión o agravio que el quejoso estima le causa el acto, resolución o ley impugnada y los motivos que
originaron ese agravio, para que el Juez de amparo deba examinarlo; en esas condiciones, la obligación que el artículo
80 del Código de Procedimientos Civiles para el Estado de Baja California Sur vigente, impone a los Magistrados del
Tribunal Superior de Justicia de esta entidad federativa, para resolver de forma clara, precisa y congruente las
pretensiones deducidas oportunamente, decidiendo todos los puntos litigiosos que hayan sido objeto del debate, a fin de
resolver la cuestión efectivamente planteada, presenta situación análoga a la analizada por el Pleno del Máximo Tribunal
del país en el criterio jurisprudencial de mérito; de ahí que para que el órgano jurisdiccional en la sentencia dictada en
segunda instancia, resuelva la pretensión del recurrente, basta con que en los agravios se exprese con claridad la causa
de pedir, máxime que la referida codificación adjetiva, en sus numerales 671 al 697, que prevén los requisitos para la
tramitación del recurso de apelación, no señala exigencia técnica-jurídica alguna en la redacción de los agravios,
por parte del inconforme; sin embargo, debe precisarse que la existencia de la causa de pedir no implica que los
recurrentes se limiten a realizar meras afirmaciones sin sustento o fundamento, pues es obvio que a ellos corresponde
(salvo en los supuestos legales de suplencia de la queja) exponer razonadamente por qué estiman ilegales las
determinaciones que reclaman o recurren, supuesto en el que sí se podrán declarar inoperantes los motivos de disenso.”
TRIBUNAL COLEGIADO DEL VIGÉSIMO SEXTO CIRCUITO., Amparo directo 57/2007. María Carmen Martínez
Martínez. 27 de abril de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Edwigis Olivia Rotunno de Santiago. Secretario: Héctor
Gerardo Lamas Castillo. Amparo directo 82/2007. Sergio E. Porras Hinojosa. 4 de mayo de 2007. Unanimidad de votos.
Ponente: Rubén David Aguilar Santibáñez. Secretario: José Reyes García Radilla. Amparo directo 51/2007. Eduardo
Enrique Ruffo Azcona, su sucesión. 19 de junio de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Rubén David Aguilar
Santibáñez. Secretario: Francisco Lorenzo Morán. Amparo directo 183/2007. Israel Aceves Torres. 12 de septiembre de
2007. Unanimidad de votos. Ponente: Edwigis Olivia Rotunno de Santiago. Secretario: David Orozco Peraza Peraza.
Amparo directo 73/2007. Banco Nacional de México, S.A., Integrante del Grupo Financiero Banamex, Accival, S.A. de
C.V. (hoy Grupo Financiero Banamex). 20 de septiembre de 2007. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Arizpe
Rodríguez. Secretaria: Manuela Moreno Garzón.
Así las cosas, ante lo inoperante de los agravios expresados por la apelante, lo conducente es, como al
efecto se hace, confirmar la sentencia de fecha 22 veintidós de octubre de 2014, pronunciada por el Juez Primero de lo
Familiar de esta Capital, dentro de los autos del expediente número 180/2014, relativo al Juicio Ordinario Civil por
Divorcio Necesario, pensión alimenticia y pérdida de la patria potestad, promovido por ELIMINADO, en contra de
ELIMINADO.
CUARTO:- De conformidad a lo dispuesto por el artículo 133 del Código de Procedimientos Civiles, no se
hace especial condenación en costas en esta Segunda Instancia.
Por lo anteriormente expuesto y fundado se resuelve al tenor de los siguientes puntos resolutivos:
PRIMERO:- Este tribunal resultó competente para conocer y resolver el presente negocio.
SEGUNDO:- Los agravios expresados por Berenice Ortíz Gutiérrez, resultaron Inoperantes.
TERCERO.- Se confirma la sentencia definitiva de fecha 22 veintidós de octubre de 2014, pronunciada por el
Juez Primero de lo Familiar de esta Capital, dentro de los autos del expediente número 180/2014, relativo al Juicio
Ordinario Civil por divorcio necesario, pensión alimenticia y pérdida de la patria potestad, promovido por ELIMINADO, en
contra de ELIMINADO.
CUARTO.- No se hace especial condena al pago de costas en esta Instancia.
QUINTO.- Con copia certificada de la presente resolución devuélvase el expediente al juzgado de su
procedencia y, en su oportunidad, archívese el toca donde corresponda.
SEXTO.- Notifíquese personalmente, comuníquese y cúmplase.
A S I, por unanimidad de votos lo resolvieron los Señores Magistrados que integran la Cuarta Sala del H.
Supremo Tribunal de Justicia en el Estado, licenciados ELIMINADO, ELIMINADO y ELIMINADO, siendo ponente la
primera de los nombrados, quienes actúan con Secretaria de Acuerdos, licenciada ELIMINADO que autoriza y da fe.-