Iconografía medieval Primer arte cristiano

LA NUEVA IMAGEN DE CRISTO A PARTIR DEL SIGLO IV. EL SEÑOR ENTRONIZADO. EL CORDERO APOCALÍPTICO. LA TRADITIO LEGIS. LA CRUZ VICTORIOSA. LA HETIMASIA.

El arte cristiano tras el año 313 y el Edicto de Milán

Ahora aparecerán las imágenes que nos explicarán la propia coyuntura de la Iglesia: la iconografía experimenta un cambio sustancial; si antes se concentraba en el interés del creyente por Cristo, ahora se concentrará en la propia persona de Cristo, y no se explica tanto su función salvadora como su personalidad: Cristocentrismo.

La primera imagen que surge es la del Cristo Señor, traducido en Cristo entronizado, sustituyendo poco a poco a la imagen del Cristo filósofo. Es un Cristo joven e imberbe.

Muestra el poder marcado por elementos tomados del Derecho Romano:

Autoritas, ahora es oficialmente reconocido, plasmado en el Cristo que sabe.Potestas, el que tiene potestad de enseñar, el poder socialmente reconocido.

La situación de cristianismo cambia porque, mientras que hasta ahora la comunidad de fieles se reunía en lugares muy modestos, en estos momentos el culto se traslada al edificio de la iglesia. Por esto, el ámbito en el que se reúnan será la basílica romana, por lo que los cristianos se empapan de una iconografía papal, sustituyendo la imagen del emperador por la de Cristo.

La Basílica Vaticana estuvo completamente decorada, y en el arco de triunfo había una imagen de Cristo entronizado, con Pedro a la derecha y Constantino a la izquierda. Este último pierde el papel principal y se desvincula de los altares, ya que hasta entonces se le había dado culto. Aquí se ponen los cimientos de lo que será la teoría de origen divino del poder, que tanta importancia tendrá en la Edad Media: el Emperador protege a la Iglesia, y por eso el poder le viene dado de Dios.

Ábside de Santa Pudenciana. Cambia la iconografía. Cristo aparece sentado en el trono imperial, adornado con perlas, joyas, etc., y lo vemos con el gesto de la sabiduría (el logos), pero también ostenta el poder, ya que lleva la doctrina y aparece flanqueado por los apóstoles. Pedro y Pablo están siendo coronados por dos figuras femeninas que representan las iglesias de los judíos (la que corona a Pedro) y la de los gentiles (la que hace lo mismo con Pablo). Detrás vemos la Jerusalén

Sarcófago de San Ambrosio de Milán

Basílica paleocristiana de San Pedro

Ábside de Santa Pudenciana, s IV

Iconografía medieval Primer arte cristiano

celeste con representación de los edificios que Constantino ordenó levantar, como el Santo Sepulcro o la Basílica.

También vemos las efigies humanas de los cuatro vivientes (que no los cuatro Evangelistas, cuya identificación se realizará en el siglo III con San Ireneo, posterior a la de los Vivientes, que fueron identificados a partir de los comienzos de los Evangelios), que responden a cuatro vivientes de la visión de Ezequiel, que rodean el trono, animales con cabeza de hombre, toro, águila y león. Éstos también explican a Cristo mismo:

Hombre > aspecto humanoToro > sacrificio de CristoLeón > resurrecciónÁguila > apoteosis o ascensión.

Esta temática empieza a aparecer también en las catacumbas, donde se sigue enterrando los cristianos, debido a que están plagadas de cuerpos de mártires a los que se rinde culto. Son los enterramientos ad santos en los que el fiel se sitúa cerca del santo para beneficiarse de su protección. Vemos así pinturas murales muy distintas de las anteriores, utilizando la nueva iconografía.

Un ejemplo son las catacumbas de San Pedro y San Marcelino. En ellas vemos a Cristo sentado acompañado de los apóstoles, en cuyas posturas se ven gestos tomados del ceremonial del culto romano.

Debajo vemos también una imagen nueva del cordero que desciende en el monte Sión.

Hasta ahora al cordero se le había representado como imagen de las almas, pero ahora pasa a simbolizar a Cristo mismo, interpretación surgida por influencia del Apocalipsis de San Juan, de

finales del siglo I. Es la victoria del Cordero sobre las fuerzas del mal, texto que será constantemente leído por los primero cristianos para recibir una visión esperanzada del triunfo de Cristo, ya que Él tiene el poder, es el Señor del mundo. Del texto sobre todo influye el capítulo VII: el Cordero degollado, que en virtud de su sacrificio es el único que puede abrir el Libro de los Siete Sellos; y el capítulo XIV: junto al cordero aparecerá una muchedumbre ingente que alabará su figura (los 144.000, número de santos y mártires).

Esta iconografía se traslada a todos los soportes. En el sarcófago de San Ambrosio de Milán vemos a Cristo en pie,

rodeado por los apóstoles. Detrás se hace referencia a los edificios de la Jerusalén celestial, con torres para la muralla (también citada en el Apocalipsis). Tenemos ya una imagen de Jerusalén como imagen del cielo, un motivo muy apropiado para el sarcófago, el fin último de quien se entierra en él, algo que se repetirá en toda la Edad Media. Debajo de Cristo aparece el cordero victorioso y la imagen

Catacumbas de San Pedro y San Marcelino, Roma

Viviente de Santa Pudenciana, León

Sarcófago de San Ambrosio de Milán: Cristo, cordero

Iconografía medieval Primer arte cristiano

de las ovejas que representan a los apóstoles. A los pies de Cristo aparecen dos figuras, los ocupantes del sarcófago, cuatro caras esculpidas que suplican su salvación.

En otros sarcófagos encontramos la misma iconografía, con Cristo sentado sobre el monte Sión; y también al cordero sobre el monte Sión, con otros dos corderos, y los cuatro ríos del Paraíso, con una perspectiva más elevada y presentando el monograma de Cristo.

Otro tema que surge en estos años es el de la Traditio Legis o Primado de Pedro; es decir, el que tiene el poder, Cristo, entrega su poder, la ley, a su representante en la Tierra, Pedro.

Sarcófago de Iuno Basso, mediados del siglo IV Museos Vaticanos, una de las imágenes más antiguas de representación de este tema: vemos a Cristo imberbe, con el cabello rizado, sentado, con San Pedro a su derecha recibiendo la ley con las manos veladas en señal de respeto, y a la izquierda a Pablo aclamando a Cristo, representando la otra columna de la Iglesia. Debajo de Cristo aparece la alegoría del Cosmos, con una tela volada, mostrando el dominio de Cristo sobre el cielo y la tierra, que le sirve de escabel

Bajo esto encontramos otra imagen imperial, la entrada de Cristo en Jerusalén, siguiendo la iconografía del adventus, el recibimiento del emperador en Roma tras una victoria. El paralelismo es así evidente, recalcando la imagen de poder de Cristo.

Con la palma de la mano abierta, símbolo de la victoria en Roma, Cristo aparece sobre el monte Sión entregando la ley a Pedro y acompañado también de Pablo y de algunas palmeras, en un mosaico del Mausoleo de Santa Constanza.

Aquí también encontramos el Cosmocrator, Cristo entregando la ley pero sentado sobre el globo terrestre y rodeado de palmeras.

Corderos con el monograma de Cristo

Sarcófago de Iuno Basso

Entrada en Jerusalem

Santa Constanza, Roma. Cosmócrator

Santa Constanza, Roma. Traditio legis

Iconografía medieval Primer arte cristiano

Este tema también pasa a las basílicas, como vemos en el ábside de los Santos Cosme y Damián, con una iconografía similar, Cristo con el rollo y la mano abierta, acompañado de Pedro y Pablo, Cosme y Damián, y en el lado izquierdo el papa Félix con la maqueta del edificio

Aparecen ahora las primeras imágenes y retratos de los donantes de las obras, pero sólo se permitía retratarse a aquel que hubiera contribuido realizando una buena obra. Aquí también aparece el rey Teodorico, ya que intervino cediendo los terrenos para la construcción de la basílica. Debajo volvemos a encontrar un friso de corderos.

Sarcófago de San Giovanni in Valle. Cristo está entregando la ley a Pedro, que lleva la cruz victoriosa; no se representan los martirios, sino los signos que hacen que ese martirio sea una victoria. Además la cruz sustituye aquí al cetro como símbolo del poder.

También en el Sarcófago de Rávena, de cronología posterior, vemos a Cristo entregando la ley.

No todas estas iconografías van a permanecer, como la del Filósofo o la del Buen Pastor, ya que cederán el sitio a otras imágenes. En el caso de la Traditio Legis, debido a que ahora también comienza a haber disidentes dentro de la Iglesia, se acuña esta iconografía para afianzar el poder del Papa; aun así, aunque en esta época es una iconografía, muy potente ya que es necesaria, más tarde dejará de representarse, aunque sí es cierto que se volverá a retomar cuando se den conflictos con la autoridad papal.

• En época carolingia, cuando el Papa tuvo que dejar claro que el poder de la Iglesia no estaba sujeto al poder imperial, León III, Traditio Legis en Letrán.

• San Juan de las Abadesas en Cataluña, abadía románica que pasó por momentos de intromisión laica en su poder. En los momentos de la reforma gregoriana en Francia, en el siglo XI, también encontraremos de nuevo este tipo de imágenes que separan el poder terrenal del eclesial.

• Iglesia de San Pedro de Vitoria, del siglo XIV, incluso, vemos un tímpano dedicado al apóstol cuya escena más importante es la Traditio Legis, seguramente para afianzar el poder del Papa en esos momentos en que se había producido el Cisma de Avignon.

Ábside de San Cosme y Damián

Iconografía medieval Primer arte cristiano

Cruz victoriosa

Es ahí donde Cristo vence al mundo, a la muerte. Por ello este símbolo se reviste de oro y piedras preciosas, convirtiéndose en la Cruz Gemmata.

En el Mausoleo de Gala Placidia, en la bóveda central, también vemos una cruz sola en el centro, dorada, acompañada de los cuatro Vivientes sobre un fondo de cielo estrellado.

No es un signo negativo, ni muestra escenas de la Pasión. Además, tendrán que pasar muchos años para ver un crucificado. La cruz es ahora el símbolo de la redención.

Cruz Gemmata, y sobre ella el monograma de Cristo en el sarcófago de la Pasión, en un contexto triunfal de vides y pájaros, o con ángeles portando la cruz sin crucificado.

Hetimasia

Es el trono vacío que espera la Segunda Venida de Cristo, en el que se recoge el emblema imperial. Trono adornado, como símbolo de Cristo y de su poder, el reino que Cristo ha inaugurado y el que sucederá al actual al final de los tiempos.

A veces encontramos a los vivientes alrededor, o la Cruz Gemmata en el trono flanqueada por Pedro y Pablo.

Sarcófago de la Pasión

Mausoleo de Gala Placidia

Hetimasia, Mausoleo de los Arrianos

Ábside de Santa Pudenciana, s IV