AGRICULTURA ORGÁNICA - info@gro | Al servicio de la ... 2002_2/03agric... · 7 Agricultura...

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6 Artículo Nilda Pérez Consuegra Centro de Estudios de Agricultura Sostenible Universidad Agraria de La Habana, [email protected] ARTÍCULO . AGRICULTURA ORGÁNICA: UNA VISIÓN DESDE CUBA E l siglo pasado fue la época de las grandes transfor- maciones en la agricultura; en ninguna etapa anterior acontecieron tantos cambios en un período tan bre- ve de tiempo; se produjeron más transformaciones que durante todos los siglos anteriores y no sólo es importante la cantidad de innovaciones, sino también la magnitud de éstas. Dentro de los cambios se destacan la mecanización, el uso de agroquímicos (plaguicidas, fertilizantes, hormo- nas de crecimiento), las variedades de alto potencial pro- ductivo y la biotecnología. El efecto positivo de las nuevas tecnologías sobre el crecimiento de la productividad agrí- cola es innegable, y toca un aspecto tan sensible como la necesidad de producir alimen- tos para millones de personas en el mundo; pero la forma en que se logró ese desarrollo no es sostenible y no puede conti- nuar eternamente. La crisis de la agricultura tiene dos dimensiones: la socio-eco- nómica y la ecológica. Los efectos negativos hay que va- lorarlos bajo estas dos dimen- siones. Entre los efectos nega- tivos se destacan la reducción del número de agricultores, el descenso de los rendimientos agrícolas, la disminución de la diversidad biológica, la pérdida de suelo, la contaminación am- biental y la resistencia a los plaguicidas, entre otros. Otra prueba de la existencia de esta crisis es el grado en que el gran capital ha llegado a dominar la actividad agraria, adueñándose AGRICULTURA ORGÁNICA: UNA VISIÓN DESDE CUBA de todos y cada uno de los diversos aspectos que la com- ponen, creando una muralla de intereses económicos y fi- nancieros que se nutren de la especialización de los merca- dos, tanto de insumos como de productos agrícolas, cré- ditos y seguros, los que se oponen cualquier cambio en el status quo. Al considerar las causas de la crisis de la agricultura in- dustrial y sus efectos, resulta evidente la necesidad de un cambio. Esta necesidad da lugar al surgimiento y desarro- llo de la ciencia de la Agroecología, como un paradigma alternativo que busca resolver los problemas de la pro- Asociación guayaba con perejil

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Nilda Pérez ConsuegraCentro de Estudios de Agricultura Sostenible

Universidad Agraria de La Habana, [email protected]

ARTÍCULO

.

AGRICULTURA ORGÁNICA:UNA VISIÓN DESDE CUBA

El siglo pasado fue la época de las grandes transfor-maciones en la agricultura; en ninguna etapa anterioracontecieron tantos cambios en un período tan bre-

ve de tiempo; se produjeron más transformaciones quedurante todos los siglos anteriores y no sólo es importantela cantidad de innovaciones, sino también la magnitud deéstas. Dentro de los cambios se destacan la mecanización,el uso de agroquímicos (plaguicidas, fertilizantes, hormo-nas de crecimiento), las variedades de alto potencial pro-ductivo y la biotecnología. El efecto positivo de las nuevastecnologías sobre el crecimiento de la productividad agrí-cola es innegable, y toca un aspecto tan sensible como lanecesidad de producir alimen-tos para millones de personasen el mundo; pero la forma enque se logró ese desarrollo noes sostenible y no puede conti-nuar eternamente.

La crisis de la agricultura tienedos dimensiones: la socio-eco-nómica y la ecológica. Losefectos negativos hay que va-lorarlos bajo estas dos dimen-siones. Entre los efectos nega-tivos se destacan la reduccióndel número de agricultores, eldescenso de los rendimientosagrícolas, la disminución de ladiversidad biológica, la pérdidade suelo, la contaminación am-biental y la resistencia a losplaguicidas, entre otros. Otraprueba de la existencia de estacrisis es el grado en que el grancapital ha llegado a dominar laactividad agraria, adueñándose

AGRICULTURA ORGÁNICA:UNA VISIÓN DESDE CUBA

de todos y cada uno de los diversos aspectos que la com-ponen, creando una muralla de intereses económicos y fi-nancieros que se nutren de la especialización de los merca-dos, tanto de insumos como de productos agrícolas, cré-ditos y seguros, los que se oponen cualquier cambio en elstatus quo.

Al considerar las causas de la crisis de la agricultura in-dustrial y sus efectos, resulta evidente la necesidad de uncambio. Esta necesidad da lugar al surgimiento y desarro-llo de la ciencia de la Agroecología, como un paradigmaalternativo que busca resolver los problemas de la pro-

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ducción agraria de una forma sostenible, de modo quese garantice el desarrollo presente y futuro. La Agricul-tura orgánica puede ser una respuesta a esta necesidadsiempre que se tenga presente que la solución a la crisishay que buscarla en las dimensiones económicas, socia-les y ecológicas.

¿Qué es la agricultura orgánica?

La agricultura orgánica puede definirse como un acerca-miento a una forma de agricultura que tiene como objeti-vos, integrar sistemas de producción más humanos,sostenibles ambiental y económicamente. Es, además deun sistema de producción, una filosofía. El término “orgá-nico” no está directamente relacionado con el tipo de insumosutilizados, más bien se refiere al concepto de finca o granjacomo un organismo; esta idea fue enunciada por primeravez por Steiner en 1924. La agricultura orgánica tiene comopropósito principal la producción de alimentos sanos, laprotección del ambiente y la salud humana, y la intensifica-ción de las interacciones biológicas y los procesos natura-les. Visto así, parece muy sencillo; pero, ¿cómo se logra?

En los sistemas de producción orgánica se excluye el usode sustancias químicas; los fertilizantes inorgánicos se sus-tituyen por prácticas de manejo de la nutrición que consi-deran el uso de rotaciones de cultivo, compost, humus delombriz, abonos verdes, bacterias fijadoras de nitrógeno yotras que buscan aumentar el nivel de materia orgánica delsuelo y conservar la fertilidad natural. Para evitar el uso deplaguicidas químicos lo primero es establecer prácticas demanejo preventivo de plagas; en agricultura como en medi-cina “es mejor prevenir que curar”. Ahora bien, si apare-cen plagas, ¿qué hacer? En caso de aparición de plagas serecomienda el uso de prácticas como el control biológico,esto es, la liberación de enemigos naturales: depredadores(ej., mariquitas, crisopas), parasitoides (ej., la avispitaTrichogramma) y patógenos (ej., el hongo Beauveria, labacteria Bacillus); uso de trampas de colores pegajosas,feromonas, extractos vegetales y otras muchas que estánincluidas dentro del control cultural.

En la agricultura orgánica se tiene muy en cuenta la efi-ciencia energética, por eso se trata de reemplazar las fuen-tes externas de energía (sustancias químicas y combusti-ble) por recursos que se obtengan dentro de la unidad agrí-cola o en sus alrededores; los insumos externos, tanto quí-micos como biológicos, deben ser reducidos al mínimoposible; los recursos internos incluyen la energía solar yeólica, el control biológico natural, el nitrógeno fijadobiológicamente y otros nutrientes que se liberan a partir dela materia orgánica o de las reservas del suelo. Las prácti-cas de agricultura orgánica son prácticas que potencianlos mecanismos que usa la naturaleza para autorregularse ylograr estabilidad (regulación interna), y estimulan tam-

bién la capacidad de recuperación frente a situaciones ad-versas; a esta propiedad se le denomina resiliencia.

Los programas de investigación sobre los sistemas de cul-tivos orgánicos fueron muy limitados hasta comienzo delos 80. Es a partir de esa época que aumenta la presiónpública en cuanto a la conservación de los recursos natu-rales, como el suelo y el agua, y la protección del medioambiente; aumenta también la preocupación por los ries-gos que para la salud humana implica el uso de losplaguicidas sintéticos y los fertilizantes inorgánicos. Estaspresiones y preocupaciones crecieron aún más en los 90;esto se refleja en la gran cantidad de publicaciones quesobre agricultura orgánica aparecen cada año en la litera-tura científica. En 1990, Nick Lampkin escribió un librosobre agricultura orgánica en el que se describen los mé-todos y técnicas para el diseño y manejo de los sistemasde producción agrícola orgánicos, y desde 1995, junto aotros colaboradores, edita la serie “Organic FarmManagement Handbook” (Guía para el Manejo de Gran-jas Orgánicas). Mucho antes de que en el mundo acadé-mico surgieran preocupaciones por dar sustento científi-co a la agricultura orgánica, en diferentes lugares del mundoexistían agricultores que se dedicaban a esta práctica; quie-re esto decir que hay mucho conocimiento tradicional acu-mulado a tener en cuenta.

Desarrollo histórico de la agricultura orgánica

A partir de la década de los años 20 del siglo pasado, sur-gen diferentes corrientes científicas que buscaban optimizarel manejo de los sistemas agrícolas, de ahí las diferentesdenominaciones que recibe la agricultura que no sigue lospatrones de la agricultura convencional o industrial. Éstas,si bien difieren en algunos aspectos, tienen elementos co-munes que las acercan. A continuación se presentan, enforma resumida, los fundamentos de las principales co-rrientes agrícolas.

Críticas a la agricultura orgánica

Siempre que se trata el tema de la producción orgánica,prácticamente en cualquier círculo, comienzan a rondarestas preguntas: ¿Es el regreso a los sistemas agrícolas deprincipios del siglo pasado? ¿Es aplicable a grandes exten-siones o sólo se limita a la agricultura en pequeña escala?¿Es productiva la agricultura orgánica ? y otras por el esti-lo. El tono esta cambiando, y en los últimos años una de lasinterrogantes que más se debate es ¿puede la agriculturaorgánica alimentar a todas las personas que habitan en laTierra?

La idea de desarrollar sistemas productivos basados en laagricultura orgánica, no significa el regreso a la agricultu-ra de principios del siglo pasado. Es más, para desarrollar

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prácticas de agricultura orgánica se necesita poseer co-nocimientos profundos de ecología, biología, agronomía,etnoecología, producción animal y agroforestería, entreotros; además, se necesita el uso de la tecnología moderna.Sin tener suficientes elementos hay quien piensa que no esproductiva y que sólo es posible practicarla en fincas pe-queñas, para el autoconsumo familiar. La agricultura orgá-nica puede llegar a ser tan productiva como la industrial,química o convencional, siempre que se utilicen bien todasy cada una de las prácticas recomendadas. En varios paí-ses de Europa y en Estados Unidos de Norteamérica, losproductores orgánicos cultivan predios medianos y gran-des en una escala comercial.

La crítica más común a la agricultura orgánica es que seobtienen rendimientos demasiado bajos y por tanto no po-dría garantizar la alimentación de los millones de personasque pueblan la Tierra. Existe una diferencia sustancial en-tre la agricultura industrial y la agricultura orgánica, y esque ésta última pone el énfasis en la optimización a niveldel sistema agroecológico, en lugar de la maximización delos rendimientos de un cultivo o de un componente delsistema. Esta idea es esencial. Pero la cuestión no estribaen cuánto alimento se produce pues, como se sabe, hoy

habitan en la Tierra 800 millones de personas que pade-cen hambre crónica y desnutrición, y lo más probable esque el número de hambrientos y desnutridos aumente enlos próximos años; sin embargo, existe actualmente unasobreproducción de alimentos.

Los rendimientos en la agricultura orgánica pueden sermás bajos, iguales o más altos que en la agricultura con-vencional. Los críticos ponen el énfasis en aquellos casosen que se han obtenido rendimientos más bajos. Existenestudios en los que se ha demostrado que en los sistemasde producción orgánicos se pueden obtener rendimientossimilares y aún más altos que en los sistemas de produc-ción convencionales. El rendimiento del maíz orgánico esidéntico al rendimiento del maíz cultivado con plaguicidasy fertilizantes, pero con la gran ventaja de que la calidadde los suelos en los campos bajo manejo orgánico mejoraostensiblemente. En un estudio realizado en China, secompararon los rendimientos del arroz sembrado con tec-nología moderna y con tecnología tradicional y resultóque en éste ultimo se produjo un 18 % más de arroz porhectárea. Pero lo fundamental está en que la falta de co-nocimientos acabados acerca de los impactos de la agri-cultura orgánica para la producción de alimentos y la

Biodiversidad vegetal en un sistema agrario

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seguridad alimentaria, hace que no se pueda valorar entoda su magnitud la importancia de ésta. Las limitadasinvestigaciones que se han llevado a cabo hasta la fechapara estudiar las implicaciones que tiene el incremento delos sistemas de producción orgánicos sobre la producciónglobal de alimentos y la seguridad alimentaria, adolecende serios problemas respecto a las suposiciones básicas,la disponibilidad de datos y lo limitado del rango de facto-res analizados.Otra pregunta aparece con frecuencia entre los críticos:¿Es conveniente la agricultura orgánica para los países delTercer Mundo? Muchos llegan a admitir que la agriculturaorgánica podría ser conveniente para los países desarro-llados pero no para los países en desarrollo; ellos conside-ran a la agricultura industrial, con sus “tecnologías de pun-ta”, como la única vía posible para producir alimentos. Losefectos negativos de la crisis de la agricultura industrialhan sido analizados en detalle, y se ha profundizado sobrela situación de dependencia y de insolvencia económica enque se encuentran los agricultores en muchos países delMundo; para los críticos de la agricultura orgánica ¿seráqué para los agricultores del Tercer Mundo la agriculturaindustrial dejará un legado diferente? La agricultura orgáni-ca es la más conveniente, tanto para los países desarrolla-dos como para los países en desarrollo, porque permitehacer un uso sostenible de los recursos; incrementa losrendimientos de los cultivos sin la dependencia de insumosexternos como semillas costosas, fertilizantes, plaguicidasy reguladores del crecimiento, entre otros; se reduce el usode la energía y las emisiones de CO

2; estimula el aumento

de la biodiversidad y asegura la protección ambiental.

Expansión de la agricultura orgánica

La agricultura orgánica creció en la década de los 90. Seestima que entre 1% y 3% de los alimentos producidos aescala mundial son orgánicos, y se espera que este por-centaje alcance un 15% para el año 2005.En la actualidad la superficie dedicada a laagricultura orgánica asciende a 15 813 817ha. De esta superficie, 48.5% se encuentraen Oceanía; 23.58% en Europa; 20.02% enAmérica Latina; 7.42% en América del Nor-te; 0.33% en Asia y 0.14% en África. El paísque cuenta con una mayor superficie agríco-la dedicada a los cultivos orgánicos es Aus-tralia, con 7.6 millones de ha (prácticamente50 % de toda la superficie agrícola con estoscultivos en el mundo). Le siguen Argentina,con 3 millones de ha, e Italia y Estados Uni-dos con cerca de un millón de ha. En loscasos de Australia y Argentina esta gran su-perficie corresponde a praderas.

En casi todos los países europeos la producción orgánicase desarrolló rápidamente en los años 90. En el 2000 lacifra de fincas orgánicas sobrepasó las 100 000 y la super-ficie de producción orgánica excedió los tres millones dehectáreas. Esto corresponde a 2% de la superficie agrícolatotal del continente. Entre los países europeos hay muchadiferencia: Austria tiene el porcentaje de tierras más altobajo manejo orgánico (10%), después Suiza (en el 2000también 10%); Alemania, uno de los mayores mercados deproductos orgánicos, tiene solamente una cuota de 2.5 %.Los países con mayor crecimiento son Dinamarca, GranBretaña, Grecia y Portugal.

Situación de la agricultura cubana respecto a la pro-ducción orgánica

La Agricultura Cubana se encuentra en una etapa de susti-tución de insumos o de conversión horizontal (produccióncon menos insumos agroquímicos, técnicas para la recu-peración de suelos y el manejo integrado de plagas basadoen el control biológico, entre otros.), pues aún los resulta-dos obtenidos de forma aislada, no se relacionan bajo unaconcepción agroecológica del desarrollo agrícola con elobjetivo de aprovechar los mecanismos de sinergia. Decualquier manera, esta fase ha sido y es de gran importan-cia en la solución de la problemática actual y crea las basespara ir consolidando la aplicación de la agricultura orgánicaen los sistemas agropecuarios a mayor escala.

En Cuba, como en ningún otro país de la región, existen lascondiciones para el establecimiento de sistemas de pro-ducción orgánicos a escala nacional ¿En qué nos basamospara hacer esta afirmación? Nos basamos en que existencondiciones para convertir a nuestro país en una de lasprimeras sociedades sostenibles del siglo 21; esto es esen-cial, pues muchos de los requerimientos necesarios parahacer agricultura orgánica, desde una dimensión socio-

Panal rústico para la cría de abejas

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económica y ecológica, están implícitos en nuestro régi-men sistema político, económico y social.

Una cuestión esencial es el acceso a la tierra. En Cuba sehicieron dos Reformas Agrarias: la primera el 17 de mayode 1959 y la segunda el 3 de octubre de 1963; además, enla década del 90, se hizo una redistribución de las tierrasestatales y se crearon las Unidades Básicas de Produc-ción Cooperativa (UBPC). El sistema de Agricultura Ur-bana ha dado lugar a la producción local de alimentos, enáreas urbanas y periurbanas. El Estado protege el medioambiente y los recursos naturales del país. En 1997 seaprobó la Ley 81 de Medio Ambiente y existe una Estrate-gia Ambiental Nacional, en la que están muy bien identifi-cados los problemas del suelo y el agua y su conserva-ción. En lo que respecta al desarrollo tecnológico y lainvestigación hay que destacar los tres Programas Nacio-nales de Investigación que se desarrollan actualmente:“Producción de alimentos para la población por métodossostenibles” (63 proyectos y 40 instituciones científicasy universidades), “Producción de alimento animal por víasbiotecnológicas y sostenibles” (35 proyectos y 10 institu-ciones científicas y universidades) y “Desarrollo sosteni-ble de la montaña” (60 proyectos y 38 instituciones cien-tíficas y universidades); están desarrolladas metodologíasde manejo ecológico que se aplican desde hace varios añoscomo las alternativas para la fertilización orgánica y laconservación de los suelos; existen soluciones ecológicasa plagas, enfermedades y malezas; se extiende el uso delos cultivos asociados; el uso de tecnologías de manejoen sistemas de cultivo y animales y técnicas ecológicaspara el laboreo y conservación de los suelos. Los recur-sos materiales y el conocimiento humano para la aplica-ción de estas metodologías están garantizados. Se hanrealizado cambios en los programas de estudio de dife-rentes niveles educacionales, desde la Primaria hasta laUniversitaria. Se extiende la divulgación sobre el cultivoorgánico y se enfatiza en el desarrollo de hábitosalimentarios más sanos.

De los programas agrícolas exitosos que tienen como basela producción orgánica, además de la Agricultura Urbanaestán la popularización del cultivo del arroz, las plantasmedicinales y más recientemente la producción de azúcary frutas orgánicas. En la zafra del 2002, en el ComplejoAgroindustrial (CAI) azucarero “Carlos Baliño” (Munici-pio Santo Domingo, Provincia Villa Clara), se produjeron4 600 t de azúcar orgánica; en la próxima zafra estánprevistas, una producción superior a las 6 000 t de azúcary unas 2000 t de miel. Por otra parte, la Asociación Na-cional de Agricultores Pequeños, en el Pleno Anual delaño 2002, dejó estatuida como política oficial del campe-sinado cubano, el establecimiento de sistemasagroecológicos. El sector cooperativo y campesino ocu-pa 22 % de las tierras agrícolas del país, más de millón y

medio de hectáreas de suelos productivos y potencial-mente aptos para sustentar una explotación económicaeficiente; este sector contribuye con un porcentaje eleva-do a la producción total de alimentos, de ahí la importan-cia de esta decisión.

La agricultura orgánica, al integrar sistemas de produc-ción más humanos y sostenibles, tanto ambiental comoeconómicamente, surge como una respuesta adecuada ala crisis estructural de la agricultura convencional. Susmetas y propósitos brindan la base para un enfoque éticode la producción de alimentos, adecuada tanto para lospaíses desarrollados como para los del Tercer Mundo. Enla última década esta forma de producción ha experimen-tado un considerable auge en todo el Mundo. En Cuba,donde gracias a su sistema socio-económico los alimen-tos no se perciben como mercancía, y donde no existencírculos de poder económico capitalista asociados a estaactividad, el enfoque agroecológico ha devenido objetivopriorizado de organismos de la administración central delEstado, de instituciones académicas, de organizacionesde masas y sociedades profesionales, y cuenta con la basesocial, científico-técnica y legal para servir de punto departida a la transformación de la agricultura, esfera en laque hemos obtenido no pocos éxitos.

BIBLIOGRAFÍA

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