Aspectos Psicologicos de La Delincuencia Juvenil

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mente monedas de la cartera' de la madre y dulces de la despensa,reacciona frente". un salto hacia adelante en el doloroso proceso de la

desilllsi6n.

El ladrón, que es un enfermo, se siente casi siempre desesperan�

'zado con respecto al mundo y a la relación de �ste Clln �l. Cada tanto,sin einbargo, siente una oleada de esperanza, que asume la forma deun intento 1"'" '''perar el proceso de desilnsi6n; el yo del bebé;" consus recuerdos del consuelo hallado en la ilusión y en una subjetividadinexpugnablc, surge entonces'y durante un breve perlodo habita enla persona del niño. Desde nuestro punto de vista, el resultado con­siste en quees3 persona-, niño, adolescente o adulto, actúa comó un

poseso, como alguien poseído por Uf. aspecto de su yo infantil, com­

pelido.a robar para establecer contacto con la sociedad.

iÍl..

VIII

ÁLGUNOS ASPECTOS PSICOLóGICOS DE LADELINCUENCIA JUVENIl 1

(1946)

\ DEsso OFRECER una deseripei6n simple, pero "no falsa� de un aspectode la delincuencia, una descripción que vincula la delincuencia con lafalta de vida hogareña. Eso podría resultar útil para quienes deseln

" comprender las ralees del problema del delincuente.

En primer lugat, sugiero considerar la palabra inconsciente. E;tacharla está dirigida a magistrados que, por su formación, están acos­tumbrados, a ponderar las pruebas, a reflexionar sobre las cosas as!como a sentir respeto por ellas. Ahora bien, Freud contribuyó con algoque resulta verdaderamente útil aqul. Demostró que si utilizamos elsentirtliento en lugar de la reflexi6n, nO podemos excluir el incCJns�ciente sin COmeter serios errores; de-hecho, sin hacer el papel de tontos.El inconsciente poede ser un estorbo para quienes gus1'an de las cosasclaras y simples; pero decididamente resulta imposible '1ue qui�nesplanean y ineditan no lo tengan en cuenta. " • "

. El hombre" que "siente, el hombre que intuye, lejos de excluir elinconsciente, siempre ha estado sometido a su influencia. Pero elhoinbre que piensa no ha comprendido aún que puede pensar y, almismo tiempo, incluir en su pensamiento lo inconsciente. La gente quepiensa, y que ha intentado el camino de la 16gica sólo para enconn..rIo"muy superficial, inici6 una reacci6n hacia la no razoo, una tendenciasin duda peligrosa. Sorprende comprobar hasta que grado algunospensadores" de primera línea e incluso algunos cientlficos, no hanpodido utilizar este progreso cicntlfico particular. ,No vemos acaso

cómo los economistas pasan por alto la avidez inconsciente, cómc lospollticos ignoran el.odio r¡'pri�ido, la incapacidad de los m�dic9S parareconocer la depreStón y la hlpocondrla que subyacen a enfermedades

1 Conferencia pronunciada ante magistrados. por invitaci6n.

,

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186 :aL NtN'O Y EL MUNDO .BXTERNO 187D. W.' WINNlcott

[ como eI reumati'smo y que datian Ia m.quinaria industrial? Inclusotenemos jueces. incapaces de comprender que 105 Jndrones huscan in­

conscientemente aJgo mcis importante que bicicleras y lapiceras.

Toda m.gistrado tiene plen. eonciencia de qlle Ios Iadrones tie­� nen motivos inconscientes. En primer lugar, sin ernbargo, quiero ma­. nifestar y aeentuar una aplieaci6n muy distinta de este mismo prindpio.Quiero sugerir que se considere el inconsciente en su reJaci6n con latarea judicial, que eonsiste en .pliear la Iey.

Es precis.mente porque anhelo eonseguir que 105 m�todos psieo­I6gicos se utilieen en la investigaci6n de los easos .criminales y en eImanejo de 105 nifios antisociales, que deseo atacar una de las mas

graves arnenazas para un .progreso .en esa direcci6n; dicha amenaz3

surge de la adopei6n de una aetitud sentimental para can eI crimen.

Si pareee haber progresos, pera est:ln basados en el sentimentalismo,

careeen de .valoI; se producira sin duda una reacci6n y entonces sena

<le desear que los progresos nunea se hubieran heeho. Eri eI senti­

meritalismo existe un odio reprimido o inconsciente, y esa represi6n

es malsana. Tarde o temprano eI odio haee su aparici6n.

(EI deIito provoca sentimientos puhlicos de venganzaj La vengan­za ptbliea padria signifiear algo muy peligroso si no fll�a por la leyy por quienes la ap1iean. Particularmente cuando aetuan en 105 tri.

bunales, Ios jueces dan expresi6n a lossentimientos publicos de ven.

ganza, y 0010 en esa forma es posible que se establezean las bases para

un tratainiento humanitario del deJincuente.

Opino que puede haher un hondo resentimiento con respecto a

esta idea. Si se le pregunta a muchas personas, responderan que no

desean castigar a 105 de1incuentes, que preferirfan que se los rratara.

.como enfermas. Pero mi sugesti6n, hasada en premisas muy definidas,

es la de que na es posible cometer ningun clelita sin contribuir, al

mismo tiempo, a Ia �ente general de sentimientos publicos ineons.

eientes de venganza. Una de las fundones de la ley eonsiste en pro­

teger al deJineuente eo tra esa vengilnza inconsciente y. por ende, ciegaJLa soeiedad se siente frustrada, pera permite que cl ofensor sea julgado en Jos tribunales, despues de un cierto tiempo y Una vez que 135

pasiones se han caJrnado; euanda se hace justicia sc proporciana una

ciert3£ti,faCei6n. Existe eI peligro, bien real, de gue guienes desea�ver a os delincuentes tratados como enfermos (como realrnente son

vean rustrados sus prop6sitos, justo cuando parecen lograrlos, por n

tener en cuenta eI potencial inconsciente de venganza. Serla peligroso

adaptar una fjna1idad puramente terapeutica en ]os tribuna]es.

. Hab[.ndo dicho estol voy a pasar ahara a lo que me in teresa m�cho rnas, la comprensi6n del deli to como una enfennedad psico16gicaSe tpta e UJl tema enorme y complejo, pera tratare de decir alg

simple sabre los nitios antisociales y la relaci6n de la delineuencia can

Ja carencia de vida hogarena.

, Ustedes saben que al examinar a 105 diversos alumnos de una

escuela cOTreccional, el diagn6stico puede oscilar desde niiios nonnales

(o sanos) hasta esquizofr�nicos. Sin embargo, algo liga a todos 105

-Ielincuen teso (Qu� es?En una familia corriente, un hombre y una mujer asumen una

responsabilidad eonjunta por sus hijos. Naeen nitios, la madre (apo­

yada per eI padre) eria a cada una de eU05 estudiando su personalidad,

manejando el problema p�rsonal de eada una en la medida en que

afeetaa la soeiedad en su unidad mas pequetia, I. familia y el hogar.

(C6mo es eI nmo nonnal? i;Simplemente come, ereee y sonrie

d.u1cemente? No, no es asi. Uo nina nonnal, si tiene canfianza en

el padre y en la madre, aetua sin ning6n freno. Can eI eorrer deItiempo, pone a prueba su pOOer para desintegrar, destruir, atemarizar,

agotar, desperdiciar, engatuzar y para apoderarse de ]0 que le interesa.t Tado lo que Heva a la gente a los tribunales (o a los manicomios)

tiene .su equivalente n.onnal eo la. infancia y la nifiez, y en la reladonde] mno can su proplO hogar. SI el hogar es eapaz de soportar todolo que eI nina haee per desharatarlo, este puede ponersc a jugar no

sin haber hecho antes toda suerte de verifieaciones, sobre tado si existealguna dllda en euanta a la estabilidad de la relad6n entre los padresy del hogar (entendiendo por hogar mueho ma, gue la easa). Al prin­

cipia eI nino neeesita tener conciencia de un mareo para sentirse libreJy para poder jugar, hacer sus propios dibujos, ser un nino irrespansable.

(Por que es necesario toda esto? El heeho es que ]as prirnerasetapas del desarroHo emocional e,tan Hen.s de eonflieto y desin tegr.­

ci6n potenciaJes. La rebeien eon la realidad externa todavia no esta

finnemente arraigada; la personalidad aun no esta del todo integrada;

el amar primitivo dene una finalidad desauctiva, y el nitia peguenono ha aprendido todavia a tolerar y manejar los instintos. Puede Hegara manejar estas eosas, y muchas mas, si lo que lo rodea es estable ypersonal. Al camienzo, necesita indispensablemente vivir en un dreulode amor y fortaleza (con la consiguiente toJerancia) para que no expe.

rimente demasiado temor frente a sus propios sentimientos y sus fan­

tasias y pueda progresar en su desarrollo emoeional.Ahora bienl �que ocurre si el hogar no propmciona todo esto a

un nina antes de que haya establecido la ideu de un mareo como parte

de su prapia naturaJeza? La opini6n corriente es que, al encontrarse

'41ibre" procede a disfrutar de esa situaci6n. Esto esta. rnuy lejos de laverdad. Al ver destruido el mareo de su vid8, ya no se siente Ebre .Se toma ansioso, y si tiene esperanzils, comienza a buscar un marcofuera de! hogar. £1 nina euya hogar nO 10g1a darleun scntimiento

de seguridad, busc.a las cuatro paredes fuera de su hogar; todavia abriga

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esperanzas, y apela a los abuelos, tfos y tfas, amigos de la familia, laeseuela. Busea una estabilidad externa sin la cual puede perder laT3z6n. Si aJguien se la proporciana en el memento adecuado, esa esta.bilidad puede er""er en e1nino como los huesos de su cuerpo, de modoque gradualmente, en el eurso de los primeros meses y anos de rovida, pueda pasar de la dependencia y de la neeesidad de ser manejadoa la independencia. A menudo, el nino obtiene de sus parientes,y dela eseuela ]0 que no ha eonseguido en su propio hogar.

El nino antisocial simplemente busea un poco m:!s lejos, apela a lasociedad en Iugar de reeurrir a su propia famiIia o a la escuela, paraque le proporcione Ja estabilidad que neeesita a fin de superar lasprimeras y muy esenciales etapas de su crecimiento emocionaI.

Quisiera expresar esta .idea en esta forma. euando un nina robaazucar, esta buscando a una madre bIIena, Ja propia, de la que tienedereeho a tornar toda la dulzura que pueda contener. De heeho, esadulzura le pertenece, pues el inven!6 a la madre y a su dulzura apartir de su propia eapacidad de amar, de su propia eapacidad <rea­tiva primaria, eualquiera sea esta. Tambi�n busea a su padre, que pro­tegenl a la madre de sus ataques contra ella, ataques efeetuados enel ejercicio del amor primitivo. Cuando un nino roba fuera de suhogar, tambi�n busea a su madre, pero ahora con un mayor senti­miento de frustraci6n, y con una necesidad cada ve?; mayor de encon­trar, al mismo tiempo, la auloridad palerna que ponga un lImite alefeeto eonereto de su eondueta impulsiva, y a la aetuaci6n de losideas que surgen en su mente euando esd excitado. En la delincuen­cia manifiesr-a nos resuIta dif£ciJ. coma observadores, porque ]0 queenconl:ramos es la necesidad aguda que tiene eJ nifia de Un padre es­

trieto, que proleja a la madre euando aquel la eneuentre. El padreestricto que el nina evoca. tambil!n puede ser afectuoso, pera en primerJugar debe mostrarse estrieto y fuerte. S610 euando la figura paternaestricta y fuerte se pone en evidencia, el niiio puede recuperar susimpulsos primilivos de amor, su sentimiento de eulpa y su deseo dereparar. Amenos que se vea envuelto en difieultades, el delincuentes6Io puede tornarse eada vez m�s inhibido para amar, y en cons""uen­da m�s y m�s deprimido y despersonalizado, y eventualmente ineapazde sentir en absoluto la realidad de las cosa s, exeepto Ja realidad de]a violencia.

La delineueneia indiea que todav!a queda alguna esperanza.Ve!an que no se trata necesariamente de una enfermedad cuando elnina se comporta en forma antisocialJ y a vecrs la canducta antisocialno es otra cosa que un S.O.S., en busea del eontroI ejerddo por per_

SOnas fuert.., carinosas y seguras. La mayorla de los delincuentes sonen cierta medida enfennos, y la palabra enfermedad se torna adecuadapor el heeho de que, en muchos easos, eJ sentimiento de seguridad

no se estableei6 sufidentemente en Jos primeros anos de la vida del

nina corno para que �ste lo incorpore a sus creencias. Un nina anti.

social puede mejorar 3parentemente haje, un maneja finne, peTa sise le otorga libertad no tarda en sentir la amenaza de la locura. De

modo que vuelve o ataear a la sociedad (sin saber qu� esd hadenda)

a fin de reestabI""er el eontroJ exterior.

El nino normal, a quien su propio hogar ayuda en las etapas ini­ciales, desarrolla una eapaddad para controlarse. Desarrolla lo que aveces se denamina ,'Iun ambiente interna", con una tendencia a encon­

trar buenos amhientes. El nino antisocial, enfenno, que no ha tenido

Ja oportunidad de desarroHar un huen "ambiente interno" necesita

ahsolutamente un contral exterior para sentirse fe1iz, para poder jugar

o trabajar. Entre ambos extremos, ninos normales y ninos enfennos

antisociales, hay otros que pueden adquirlr eonfianza en la estabilidad,si es posible pr:oporcionarles durante un periodo de varias anos una

experiencia continua de contral ejercido por personas afectuosas. Un

nino de 6 6 7 aflos tiene mås probabilidades de obtener ayuda en .esta

forma que otro de 10 u 1 J. Durante la guena, muehos de nosotros. ruvimos la experlenda de esta provisi6n tardia de un medio estabJe a

niiios C3rentes dc vida hagarensJ en los alhergues para ninos evacuados,

y sobre todo los que resultaba difkil ubiear. Estos han eslado bajo lasupervisi6n del Ministerio de Salud. En Ios anos de la guerra, los ninos

con tendencias antisociales rueron tIatados coma enfennos. Me com­

place decir que esos albergues nO estån eerrados ahora y que han sido

transferidos al Ministerio de Eduead6n. Esos albergues cumplen una

.tarea profil:!etiea para el Ministerio del Intedor. Pueden tratar la de­

Jincuencia como una enfermedad tanto mas faciJmente cuanto que la

mayona de loS ninos alm no ha comparecido ante tribunales de mena­

res. Este es, sin duda, ellugar adecuado para el tratamiento de la de­

lincuenda eomo. una enfermedad del individuo y, sin duda, el lugar

adecuado para la investigad6n y la oporrunidad de adquirir experien­

da. Todos conocemos el exeeJente trabajo realizado en algunas eseue­

las eorreccionales, pero el heeho de que la mayoria de sus alurnnos

hayan sido condenados en Ull tribunal eontribuye a erear difieultades.

En estos albergues, llamados a veees pensiones para niiios ina­daptados, hay una oporrunidad para quo- quienes ven en la eOlldueta

antisocial el S.O.S., de un niiio enfermo, desempeiien su parte y

puedan asi aprender. Cada albergue o gtupo de albergues pertene­

dente al Ministerio de Salud duranie la guerra tenia Ull eOmile de

monejo, y en el grupo con el que estuve relacionado, el eomite de

legos se interes6 realmente en los detalles del trabajo en el alberguey asumi6 responsabilidad al respeeto. Sin duda, muchos jueces podrian

integrar esos comitts, y as) ponerse en contacta estrecho con el manejo

concreto de los ninos que alln nO han comparecido ante los tribunales.

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No basta can visitar escuelas o albergues, o can ofr hablar à la gente.

La única formaeficaz consiste en asumir alguna responsabilidad, aun­

que sea indirecta, mediante un apoyo inteligente a quienes manejan

criaturas que tienden. a la conducta antisocial.

En esos albergues para los I1amados inadaptados, es posible tra­

bajar can una finalidad terapéutica, y eIli> establece una gran dife­rencia. Los fracasos eventualmente I1egan a los tribunales, . pero los

éxítos se convierten en ciudadanos.

Desde luego, el trabajo realizado en estos albergues can pacos

ninos y personal adecuado está a cargo de los custodios. Estos deben

ser id6neos desde el comienzo, pero necesitan educaci6n y oportuni.

dades para examinar su trabajo a medida que lo realizan, y también

deben contar can alguien entre elIas y esa cosa impersonal I1amada

ministerio. En el proyecto que canod, esa tarea cstaba a carga del

asistente social psiquiátrico y del psiquiatra. ESt05, a su vez, n�cesi­

taban un comité que creciera con el proyecto, y aprovechara la expe­

riencia. Este es el tipo de comité al que un juez podrfa proporcionar

considerable ayuda.

Volvamos ahora al tema de los nifios carentes de vida hogarefia.

Aparte del descuido Cen cuyo caso I1egan a los tribunales de menOres

como delincuentes), es posible manejarlos en dos formas. Se les puede

hacer p�icoterapia personal, o bien proporcionar1es un ambiente firme

y estable can cuidado y amor personales, y aumentar gradualmente las

dosis de libertad. En realidad, sin esto último, no es probable que la

psicoterapia persona! tenga éxito. Y con la provisi6n de un sustituto

hogarefia adecuada, la p�icoterapia puede tornarse innecesaria, 10 cual

es afartunado porque práctícamente nunca se puede cOntar COn ella.

Pasarán anas antes de que se dispanga, inc1usa, de unos pocos psicoa.

nalistas adecuadamente adiestrados para ofrecer lòs tratamientos perso-

nales que tan urgentemente se necesitan en muchos casos. .

La psicoterapia personal "punta a capacitar al nino para comp!etar

su desarrollo emocionaL Esto significa muchas cosas, incluyendo el

establecimiento de una buena capacidad para sentir la realidad de las

cosas reales, tanto externas como internas, y para lograr la integraci6n

de la personalidad individual. El pleno desarrollo emocional signi­

fica esto y mucho más. Después de estas etapas primitívas, aparecenlos primeros sentimientos de prcocupaci6n y culpa, y los primerosirnpu1sos a reparar. Y en la familia misma surgen las primeras situa­

cianes trianguIares, y todas las complejas relaciones ínterpersonales in-

herentes a la vida en el hogar. .

Adernás, si todo anda bien, y sÍ el nino se tama capaz de mane­

jarse a sí mismo y a su relaci6n can los adultos y can otros ninas, aún

debe comenzar a enfrentar compJicnciones, como una madre deprimida,

un padre COn episodias manfacos, unhcnnano aJgo cruel, una her-

mana con pataletas. Cuanto más pensamos en estas COS3S, más Com­

prendemos por qué los bebés y los nino& pcqueiios necesitan absolu­

tamente el marco de su propia familia y, de ser posible, una estabili.

dad del ambiente £ísico también; y de tales consideraciones dc<Judmt.sque a los niiios carentes de vida hogareiia hay que proporcionarlesalgo personal y estable euando todavJa son bastante pequeiios comopara utilizarlo eo cjerta medida, o bien nos obligarán más tarde a pro­

porcionar estabilidad en la fonna de un refonnatorio 0, coino último

recurso, de las cuatro paredes de una' celda carcel�IÍa.