Bases Teoricas Hipnosis

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Diciembre , n 89 , 2004Copyright 2004 Papeles del PsiclogoISSN 0214 - 7823

TEORA DE HIPNOSISSteven Jay Lynn, Ph. D.* y Irving Kirsch, Ph. D.**Universidad de Binghamton (EE.UU.), **(Universidad de Plymouth, Reino Unido)Durante aproximadamente los ltimos 50 aos, el estudio y la prctica de la hipnosis se han enmarcado dentro del campo de la Psicologa. Este artculo revisa las conclusiones que constituyen un acuerdo emergente entre los cientficos sobre los fenmenos fundamentales de la hipnosis, y describe la influencia de las teoras de hipnosis que han tenido una repercusin determinante en el campo, y que no descansan en la idea de que la hipnosis se puede explicar por un "estado de trance" especfico de la hipnosis. Estas teoras incluyen la teora socio-psicolgica del rol (ejemplo: Sarbin, Coe), la teora cognitivo-comportamental (ejemplo: Barber), la teora neodisociativa (ejemplo: Hilgard), la teora socio-psicolgica de Spanos, la teora de la expectativa de respuesta (ejemplo: Kirsch), el modelo integrador de Lynn, y la teora del set de respuesta (ejemplo: Kirsch, Lynn).In the past 50 years or so, the study and practice of hypnosis has moved into the mainstream of psychology. This article reviews findings that constitute an emerging consensus among scientists about the basic phenomena of hypnosis and describes influential theories of hypnosis have had a shaping influence on the field and do not rely on the idea that hypnosis can be explained by a "trance state" specific to hypnosis. These theories include social psychological role theory (e.g., Sarbin, Coe), cognitive behavioral theory (e.g., Barber), neodissociation theory (e.g., Hilgard), Spanoss social psychological theory,response expectancy theory (e.g., Kirsch), Lynns integrative model, and response set theory (e.g., Kirsch, Lynn).[Imprimir]Correspondencia: Steven Jay Lynn, Ph.D., Psychology Department, State University of New York-Binghamton, Binghamton, New York 13902-6000. E-mail: [email protected]: Dra. Sonia Cabaas...........Revisin tcnica: Dr. Antonio CapafonsLa hipnosis es un procedimiento en el que una persona denominada "hipnotizador" sugiere cambios en las sensaciones, percepciones, sentimientos, pensamientos y/o acciones en una persona denominada "sujeto" o "participante" (Kilshtrom, 1985; Kirsch, 1994). Las sugestiones que caracterizan el campo de la hipnosis son de tres tipos. Las sugestiones idemotoras son sugestiones en las que una accin determinada, como que un brazo se eleve en el aire (levitacin del brazo), ocurrir automticamente, sin conciencia de esfuerzo voluntario. Las sugestiones de reto son sugestiones en las que la persona no puede ejecutar una accin que normalmente est bajo su control voluntario, como doblar el brazo (rigidez del brazo). Las sugestiones cognitivas son sugestiones para distintas distorsiones cognitivas o perceptivas, como la amnesia selectiva, la reduccin del dolor, o las alucinaciones. Hay que subrayar que algunas sugestiones cognitivas contienen retos. Las sugestiones de amnesia, por ejemplo, requieren que la persona no recuerde una informacin determinada. Las sugestiones de este tipo difieren de las sugestiones de reto slo en que lo que es inhibido es una cognicin ms que una accin. As, la divisin entre los tres tipos de sugestiones es algo confusa.El inters por la hipnosis se ha incrementado dramticamente en las ltimas dcadas, trasladndose al campo de la psicologa. Un nmero importante de profesionales de la salud mental emplea la hipnosis regularmente (Kraft & Rodolfa, 1982; Rhue, Lynn, & Kirsch, 1993), y los investigadores le han dedicado una considerable atencin a este tema (Lynn & Rhue, 1991). La investigacin clnica indica que la hipnosis es ms que una adicin pasajera al bagaje clnico de las herramientas psicoteraputicas. Los meta-anlisis han demostrado que adjuntar la hipnosis a los tratamientos cognitivo-comportamentales y psicodinmicos mejoran, sustancialmente, su eficacia (Kirsch, Montgomery, & Sapirstein, 1995; Smith, Glass, & Miller, 1980). Adems, se ha encontrado que la hipnosis es una tcnica clnica valiosa para el control del dolor (Patterson & Jensen, 2003).La aceptacin, cada vez mayor, de la hipnosis como adjunto a los tratamientos hace que la comprensin de los fenmenos fundamentales de la hipnosis sea an ms importante. Aunque entre la poblacin lega todava se mantienen ciertas concepciones errneas acerca de la hipnosis, la investigacin cientfica y la cuidadosa observacin clnica en las pasadas dcadas han dado lugar a un entendimiento preciso y a un consenso creciente entre los cientficos sobre los fenmenos fundamentales de la hipnosis. Se sabe que: (a) la habilidad para experimentar los fenmenos hipnticos no indica credulidad o debilidad; (b) la hipnosis no est relacionada con el sueo; (c) la sugestionabilidad hipntica depende ms del esfuerzo y de la habilidad del sujeto que de las habilidades del hipnotizador; (d) las personas retienen la capacidad de controlar sus conductas durante la hipnosis, son conscientes de su alrededor y pueden observar los sucesos que ocurren fueran del marco de las sugestiones durante la hipnosis; (e) la amnesia espontnea posthipntica es relativamente poco frecuente; (f) se puede responder a las sugestiones con y sin hipnosis, y la funcin de una induccin hipntica es meramente la de incrementar la sugestionabilidad, aunque muy sucintamente; (g) la hipnosis no es un procedimiento peligroso cuando la practican clnicos e investigadores cualificados; (h) la mayora de los sujetos hipnotizados no estn simulando ni simplemente acatando (complying) las sugestiones; (i) la hipnosis no incrementa la precisin de la memoria, sino que por el contrario provoca falsos recuerdos; y, (j) la hipnosis no fomenta que se re-experimenten, de forma literal, los sucesos de la infancia (Hilgard, 1965; Kirsch, Silva, Carone, Johnston, & Simon, 1989; Nash, 1987; Rhue et al., 1993).Tradicionalmente, los cambios en la experiencia y la conducta que ocurren en la hipnosis se atribuyeron a un estado de trance. Durante aos, se daban por sentadas la existencia y la naturaleza causal de este estado hipntico alterado de conciencia. De qu otro modo las personas hipnotizadas podan experimentar esas experiencias? En los aos 50 y 60, los tericos del "no-estado" desafiaron esta concepcin, formulando la hiptesis de que el estado de trance no era necesario para explicar los fenmenos caractersticos de la hipnosis (Barber, 1969; Sarbin, 1950). Los datos que determinaban el rechazo de la hiptesis del estado alterado de conciencia fueron los siguientes: (a) no hay marcadores fisiolgicos del hipottico estado de trance; (b) todas las experiencias alteradas provocadas por las sugestiones hipnticas pueden ser tambin provocadas por sugestiones sin induccin de hipnosis; (c) aunque inducir la hipnosis incrementa la sensibilidad a las sugestiones, slo lo hace sucintamente; y, (d) se pueden producir similares incrementos en sensibilidad a las sugestiones a travs de una variedad de tcnicas dirigidas a incrementar la motivacin y las expectativas para responder hipnticamente (Kirsch & Lynn, 1995). Entonces, si las respuestas a las sugestiones hipnticas no estn provocadas por la induccin de un estado de trance, cmo se producen? A lo largo de este artculo, vamos a revisar varias explicaciones "no-estado" de las respuestas hipnticas.TEORA SOCIO-PSICOLGICA DEL ROLEl concepto tradicional de la hipnosis como un estado fue desafiado en primer lugar por Theodore Sarbin en 1950. Sarbin afirm que la hipnosis poda ser conceptualizada como "creer en las imaginaciones" (believed in imagining,) y desarroll una "teora del rol" de la hipnosis fuertemente basada en la metfora del rol para establecer un paralelismo entre la interaccin hipntica y un drama en miniatura en el que ambos, el hipnotizador y el sujeto, representan roles recprocos para seguir un guin no explcito (unvoiced) (Sarbin, 1997). Sarbin y su colega, W.C. Coe, desarrollaron la teora del rol (Sarbin & Coe, 1972; Coe & Sarbin, 1991), y realizaron investigacin que subrayaba la importancia de: (a) el conocimiento de los participantes sobre lo que se requiere en la situacin hipntica; (b) las auto-percepciones y las percepciones relacionadas con el rol, las expectativas, las habilidades imaginativas; y, (c) las caractersticas y demandas situacionales que guan el modo en que se representa el rol.La Teora del Rol de Sarbin (1950), con frecuencia se malinterpreta y se describe incorrectamente en trminos de "desempeo de roles", lo que implica que el sujeto hipnotizado est meramente simulando. Aunque a primera vista esto pueda parecer una diferencia muy sutil, es algo realmente crucial. Nosotros representamos muchos roles sociales a lo largo de nuestras vidas. Estos incluyen el rol de padre, hijo, estudiante, profesor, amigo, colega, supervisor, supervisado, etc. Esos roles moldean profundamente nuestra conducta. El comportamiento de un profesor en una clase es muy diferente al de un estudiante, y la conducta de un terapeuta es diferente a la del cliente. Decir que estamos representando el rol de padre no implica que estemos simplemente fingiendo ser padre. De igual modo, cuando las personas toman el rol social de persona hipnotizada, no estn simplemente fingiendo estar hipnotizados. Como recalc Sarbin, el sujeto hipntico cree en las imaginaciones que conforman la base de la experiencia hipntica.TEORA COGNITIVO-COMPORTAMENTALTheodore X. Barber (1969) fue influido por las teoras de Sarbin, y critic el concepto de estado por su circularidad lgica (ejemplo: la sensibilidad hipntica puede indicar tanto la existencia de un estado hipntico como ser explicada por l). En una serie amplia de estudios realizados durante los aos 1960 (Barber, 1969; Barber & Calverly, 1964, 1969) e inicios de 1970 (Barber, Spanos, & Chaves, 1974), Barber y sus colaboradores demostraron que las actitudes, expectativas y motivacin eran determinantes que influan en las respuestas hipnticas. Ms an, participantes "altamente motivados" no-hipnotizados y participantes hipnotizados respondan a las sugestiones de forma similar. Dado que las respuestas hipnticas no eran particularmente infrecuentes, no requeran de ningn estado de conciencia fuera de lo normal. Por consiguiente, los clnicos no tienen ninguna necesidad de decir a sus pacientes que estn en un "trance", antes de aplicar las sugestiones teraputicas significativas.TEORA NEODISOCIATIVADespus de un prolongado hiato en el inters por la disociacin, Hilgard (1977) public un influyente libro que revitaliz el concepto al proponer una teora neodisociativa basada en un modelo cognitivo contemporneo de divisin de conciencia. La Teora Neodisociativa de Hilgard (1977, 1986, 1994) se basa en la idea de que existen sistemas cognitivos mltiples, o estructuras cognitivas organizadas jerrquicamente que estn, hasta cierto punto, bajo el control de un "ego-ejecutivo". El ego-ejecutivo o la estructura de "control central" es responsable de planificar y supervisar las funciones de la personalidad. Durante la hipnosis, los subsistemas de control relevantes se disocian temporalmente del control ejecutivo consciente y, de hecho, son activados directamente por las sugestiones del hipnotizador. Esta falta de control consciente depende, en gran parte, de una barrera amnsica o proceso que relega las ideas, imgenes y fantasas al inconsciente. Esta reduccin del control ejecutivo es responsable de la impresin subjetiva de involuntariedad que tpicamente se da en las respuestas hipnticas.La raz emprica de la Teora Neodisociativa se remonta a la introduccin de Hilgard de la metfora del observador oculto, que describe el fenmeno por el que una persona registra y almacena informacin en su memoria, sin ser consciente de que la informacin ha sido procesada. La investigacin inicial de Hilgard y sus colaboradores sobre el fenmeno del observador oculto implic estudios experimentales sobre dolor y audicin. En un tpico estudio de dolor, los sujetos altamente hipnotizables son capaces de recuperar experiencias o recuerdos ocultos de dolor durante las sugestiones hipnticas de analgesia cuando se les dice que tienen una parte oculta que puede experimentar altos niveles de dolor durante la analgesia, y que el hipnotizador puede contactar con esta parte con una clave preestablecida. La investigacin en el laboratorio de Hilgard ha demostrado que los informes del observador oculto pueden darse tambin con ceguera hipntica, sordera hipntica, y alucinaciones positivas (ver Hilgard, 1991).Los estudios del observador oculto y su interpretacin han sido controvertidos. Por ejemplo, Spanos y colaboradores han demostrado que los informes del observador oculto varan en funcin de la naturaleza y de lo explicitas que sean las instrucciones que los sujetos reciban sobre la naturaleza del observador oculto (revisado en Kirsch & Lynn, 1998; Spanos & Hewitt, 1980). De acuerdo con esta perspectiva, el observador oculto es sugerido implcita o explcitamente por el hipnotizador. Por tanto, puede ser concebido como no diferente a cualquier otro fenmeno hipntico sugerido guiado por las expectativas de los sujetos, y las caractersticas y demandas situacionales. Si el observador oculto refleja una divisin de conciencia verdadera o pre-existente a la que se puede acceder directamente a travs de las sugestiones hipnticas, o si es producto de la sugestin, contina originando investigacin y controversia tericas.TEORA SOCIO-PSICOLGICA DE SPANOSNicholas P. Spanos ha ampliado la teora del Rol de Sarbin y la teora Cognitivo-Comportamental de Barber en una de las ms influyentes aproximaciones tericas contemporneas para la comprensin de la conducta hipntica. El extenso programa de investigacin de Spanos (Spanos, 1986; 1991; Spanos & Chaves, 1989) se ha centrado en la importancia de los procesos socio-psicolgicos (ejemplo: expectativas, atribucin e interpretacin de las comunicaciones hipnticas y de la conducta de uno mismo), y de las actividades dirigidas a un objetivo y respuestas estratgicas (imaginacin, fantasa, a qu se presta atencin). De acuerdo con Spanos y sus colegas, las sugestiones contienen, con frecuencia, estrategias que ayudan a la persona a responder apropiadamente (Barber, Spanos, & Chaves, 1974; Spanos & Barber, 1974; Spanos, Cobb, & Gorassini, 1985; vase tambin Wagstaff, 1991; 1998). Pinsese en cmo la forma de verbalizar las sugestiones puede promover la experiencia de que sus respuestas son "hechos" o "sucesos" involuntarios, ms que acciones premeditadas y deliberadas. Para facilitar la respuesta de levitacin de la mano, el terapeuta puede decir: "Tu mano se vuelve ligera y ligera, sube por ella misma". Obsrvese que la sugestin implica que la mano se levantar involuntariamente. Spanos (1971) hipotetiz que el participante experimenta las respuestas a las sugestiones como si fueran involuntarias cuando se queda absorto en un patrn de imaginaciones al que denomin "fantasas dirigidas a un objetivo" (FDO). Las FFDDOO son situaciones imaginadas que, si se dieran, lo esperable es que llevaran a la ocurrencia involuntaria de las respuestas motoras solicitadas en la sugestin (Spanos et al., 1974). Por ejemplo, personas a las que se les aplica una sugestin de levitacin de la mano podran mostrar una FDO si informaran que estn imaginando un baln de helio levantando su mano, o que se est inflando un baln de baloncesto debajo de su mano.De hecho, los informes de FDO estn relacionados con el sentimiento de involuntariedad que acompaa a la respuesta a una sugestin particular. En cualquier caso, la FDO no determina la cantidad de sugestiones que una persona supera (ver Lynn & Sivec, 1992 para una revisin). Por qu es esto as? Algunos clientes estn completamente absortos en su imaginacin, esperando, pasivamente, que el brazo se eleve como respuesta a la sugestin de levitacin de la mano. Este set de respuesta garantiza, prcticamente, el fracaso. Por el contrario, cuando los clientes entienden que es importante elevar su brazo, es ms probable que superen la sugestin. En resumen, cmo interprete una persona la sugestin puede tener una influencia en si supera, o no, dicha sugestin.Una de las contribuciones ms importantes de Spanos ha sido desafiar la aceptadsima opinin de que la sensibilidad hipntica es similar un rasgo, y que slo puede ser modificada dentro de unos mrgenes estrechos. Argument que los procesos socio-psicolgicos podan dar cuenta de la aparente estabilidad de la sugestionabilidad hipntica. Un estudio de Piccione, Hilgard y Zimbardo (1989), con un seguimiento de 25 aos, mostr correlaciones test-retest de .71. En cualquier caso, de acuerdo con Spanos, esta estabilidad slo refleja el hecho de que las actitudes y creencias hacia la hipnosis, y la interpretacin de las sugestiones hipnticas, permanecen estables a lo largo del tiempo.Spanos y sus colegas (ver Gfeller, 1993; Gorassini & Spanos, 1986) han desarrollado un programa de modificacin de la sugestionabilidad hipntica basado en el aprendizaje social y habilidades cognitivas, en el que se proporciona a los participantes con baja sugestionabilidad informacin dirigida a modificar sus actitudes hacia la hipnosis, incrementar su implicacin en las imaginaciones relacionadas con las sugestiones, e interpretar las comunicaciones hipnticas en un modo coherente con el pase de las sugestiones hipnticas (Gorassini & Spanos, 1999). Este programa ha modificado con xito la sugestionabilidad de, aproximadamente, la mitad de los individuos poco susceptibles examinados, de manera que despus del entrenamiento reaccionan como sujetos altamente sugestionables. Esta investigacin ha sido replicada en otros laboratorios (ver Gorassini & Spanos, 1999), generalizndose los efectos del entrenamiento a una variedad de sugestiones de prueba difciles, y de situaciones de prueba.TEORA DE LA EXPECTATIVA DE RESPUESTALa teora de la Expectativa de Respuesta de Kirsch (ver Kirsch, 1985, 1991, 1994) es una extensin de la teora del Aprendizaje Social de Rotter, y est basada en la idea de que las expectativas pueden generar respuestas involuntarias. La expectativa de respuesta es la anticipacin de una reaccin automtica y se cree que es la base del efecto placebo. Kirsch (1985, 1994) sostiene que, como los placebos, la hipnosis provoca efectos al cambiar las expectativas de los clientes, pero, a diferencia del placebo, no requiere del engao para ser eficaz. Kirsch mantiene que las inducciones hipnticas son como placebos, porque no contienen ningn ingrediente especfico. Por ejemplo, las inducciones mesmerianas implicaban "pases" sobre el cuerpo con imanes o directamente con las manos, las inducciones de Charcot consistan en presionar la frente, gongs orientales, y luces, mientras que las inducciones actuales normalmente enfatizan la relajacin. As, el nico componente esencial parece ser el que los sujetos crean en el procedimiento. Las experiencias y conductas de los sujetos hipnotizados parecen estar relacionadas con sus expectativas. Por ejemplo, los sujetos de Mesmer convulsionaban mientras que los de los hipnotizadores posteriores se relajaban. Finalmente, se ha encontrado que la expectativa de respuesta correlaciona fuertemente con las respuestas a las sugestiones (Kirsch, et al., 1995). Kirsch considera que la expectativa de respuesta es parte de la esencia de la hipnosis y no simplemente una consecuencia. l y sus colegas (Wickless & Kirsch, 1989) han demostrado, experimentalmente, que la sensibilidad a la sugestin hipntica puede modificarse manipulando la expectativa del sujeto.MODELO INTEGRADOR DE LYNNSegn Lynn y sus colegas (Lynn & Sivec, 1992), las personas que responden con xito a las sugestiones hipnticas actan como agentes creativos de solucin de problemas que buscan e integran informacin de una serie de fuentes situacionales, personales e interpersonales. La investigacin en el laboratorio de Lynn ha acreditado la importancia de factores afectivos, relacionales y de rapport (Lynn, Weekes, Brentar, Neufeld, Zivney, & Weiss, 1991); del set de respuestas y expectativas (Lynn, Nash, Rhue, Frauman, & Sweney, 1984); de los criterios o estndares de ejecucin con los que los participantes juzgan el xito o el fracaso de sus respuestas a la hipnosis (Lynn, Green, Jacquith, & Gasior, 2003); de cmo se interpretan y se procesan las comunicaciones hipnticas, las sensaciones y las acciones (Lynn, Snodgrass, Rhue, Nash, & Frauman, 1987); de los motivos y fantasas dinmicos y, a veces, inconscientes, que entran en juego durante la hipnosis (Frauman, Lynn, Hardaway, & Molteni, 1984); y de las caractersticas del contexto hipntico que desalientan la consciencia y el anlisis de los factores personales y situacionales que influyen en la conducta hipntica (vase Lynn, Rhue, & Weekes, 1990).TEORA DEL SET DE RESPUESTALa teora del Set de Respuesta (Kirsch & Lynn, 1997, 1998, 1999; Lynn, 1997) se centra en la observacin de que gran parte de la actividad humana parece no estar prevista y ser automtica (ejemplo: la forma de las letras mientras escribimos). Esta teora plantea la propuesta radical de que todas las acciones, rutinarias o nuevas, planificadas o no, hipnticas o de cualquier otro tipo, se inician, cuando se activan, de forma automtica, ms que por una intencin consciente. Las acciones estn preparadas para la activacin automtica por los sets de respuestas que incluyen esquemas (ejemplo: estructuras de conocimiento), o guiones de conductas, planes, intenciones y expectativas. Las expectativas y las intenciones son estados temporales de disposicin a responder de una forma particular a un estmulo particular (ejemplo: sugestiones hipnticas) bajo condiciones particulares. Difieren slo en la atribucin que el participante hace sobre el carcter volitivo del acto anticipado (Kirsch, 1985, 1990). Esto es, nosotros intentamos ejecutar conductas voluntarias (ejemplo: parar ante una seal de stop); esperamos emitir automticamente conductas como llorar en las bodas, o ms relevante para nuestra discusin actual, responder a las sugestiones hipnticas. Para ser ms concretos, las expectativas de respuesta son anticipaciones de respuestas automticas, subjetivas y conductuales, que, ante claves situacionales particulares, activan respuestas automticas en forma de profecas auto-cumplidas. Dado que las conductas intencionales, al igual que las no intencionadas, se inician automticamente, no es la automaticidad experimentada de las respuestas ideo-motoras lo que es una ilusin, sino ms bien, la experiencia de volicin que caracteriza las conductas de la vida cotidiana (Kirsch & Lynn, 1999). La interpretacin de que un acto es voluntario se hace en base a factores tales como las creencias trasmitidas culturalmente sobre la situacin en la que la conducta ocurre y la consistencia de la conducta con las propias motivaciones, objetivos e intenciones (Lynn, et al., 1990).Kirsch y Lynn afirman que, aunque las respuestas hipnticas pueden ser activadas automticamente, la sugestin por s sola no es suficiente para activarlas. De hecho, los movimientos fsicos sugeridos vienen precedidos por experiencias subjetivas alteradas (Lynn, 1998; Silva & Kirsch, 1992). La expectativa de respuesta para la levitacin del brazo, por ejemplo, es que el brazo se elevar por s mismo. An as debe darse una experiencia de ligereza lo bastante convincente para activar movimientos hacia arriba. La experiencia subjetiva, por lo tanto, juega un importante papel en esta teora de la hipnosis.CONCLUSIONESNuestra revisin de las teoras actuales en hipnosis subraya la cuestin de que muchos temas importantes continan sin estar resueltos. En cualquier caso, hay amplias reas de acuerdo entre todos los investigadores y tericos serios de la hipnosis, como los mitos populares sobre la hipnosis, que se han disipado por la observacin clnica y la investigacin. El campo de la hipnosis continuar avanzando a travs de tensiones tericas y acercamientos entre las teoras rivales. Durante el proceso, el estudio de la hipnosis seguir enriqueciendo el extenso campo de la Psicologa, aportando nuevas percepciones en las dimensiones cognitivas, conductuales y relacionales de la experiencia humana.BIBLIOGRAFABarber, T. X. (1969). Hypnosis: A scientific approach. Nueva York: Van Nostrand Reinhold.Barber, T. X., & Calverley, D. S. (1964). 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