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Casos prácticos de tratamientos de psiquiatría Carmen, 36 años, Trastorno Obsesivo- Compulsivo Carmen se puso en contacto con nosotros dado que desde hacía unos meses presentaba mucho malestar psicológico, que no le permitía llevar una vida normal. Era madre de dos hijos, la pequeña de 2 años. Refería recordar desde siempre tener una personalidad con tendencia a la introversión, rigidez y perfeccionismo, aunque no le había supuesto un malestar significativo a nivel vital e incluso le había permitido obtener muy buenos resultados en su vida académica. Hacia los 22 años comenzó a presentar sintomatología obsesiva en forma de obsesiones de duda y comprobación (continuamente tenía que comprobar que hubiera cerrado el gas, la puerta de casa ...), en ocasiones incluso eso le impedía poder dormir más de 3 horas por la noche y le provocaba insomnio de mantenimiento. También presentaba sintomatología en forma de miedos de contaminación con necesidad de lavarse las manos repetidamente hasta llegar a provocarse lesiones cutáneas y necesidad de orden y limpieza continuos en el domicilio y en el lugar de trabajo, que reconoce que le empezaba a provocar problemas de adaptación tanto en el entorno laboral como en casa con su pareja. En ese momento había consultado a un psicólogo, con el que siguió visitas durante meses ya un psiquiatra que le había diagnosticado de TOC y le había iniciado un tratamiento con un fármaco que no recordaba. Refería mejoría importante de los síntomas, por lo que finalmente abandonó los controles con los profesionales y unos años después disminuyó el tratamiento farmacológico bajo su criterio, sin seguimiento profesional.

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Casos prcticos de tratamientos de psiquiatraCarmen, 36 aos, Trastorno Obsesivo-CompulsivoCarmen se puso en contacto con nosotros dado que desde haca unos meses presentaba mucho malestar psicolgico, que no le permita llevar una vida normal.Era madre de dos hijos, la pequea de 2 aos. Refera recordar desde siempre tener una personalidad con tendencia a la introversin, rigidez y perfeccionismo, aunque no le haba supuesto un malestar significativo a nivel vital e incluso le haba permitido obtener muy buenos resultados en su vida acadmica.Hacia los 22 aos comenz a presentar sintomatologa obsesiva en forma de obsesiones de duda y comprobacin (continuamente tena que comprobar que hubiera cerrado el gas, la puerta de casa ...), en ocasiones incluso eso le impeda poder dormir ms de 3 horas por la noche y le provocaba insomnio de mantenimiento. Tambin presentaba sintomatologa en forma de miedos de contaminacin con necesidad de lavarse las manos repetidamente hasta llegar a provocarse lesiones cutneas y necesidad de orden y limpieza continuos en el domicilio y en el lugar de trabajo, que reconoce que le empezaba a provocar problemas de adaptacin tanto en el entorno laboral como en casa con su pareja.En ese momento haba consultado a un psiclogo, con el que sigui visitas durante meses ya un psiquiatra que le haba diagnosticado de TOC y le haba iniciado un tratamiento con un frmaco que no recordaba. Refera mejora importante de los sntomas, por lo que finalmente abandon los controles con los profesionales y unos aos despus disminuy el tratamiento farmacolgico bajo su criterio, sin seguimiento profesional.Durante aos, refiere que haba podido funcionar, reconociendo exacerbacin de los sntomas en periodos de mayor ansiedad, aunque no eran suficientemente graves como para hacerla consultar nuevamente a ninguna psiquiatra. Recuerda que ya en posparto de su primer hijo se produjo un empeoramiento importante de la clnica, coincidiendo con el estrs que acompaa al nacimiento de un hijo, pero que con ayuda de su pareja y su familia lo pudo manejar.Refiere que desde el nacimiento de su segunda hija se haba producido nuevamente una exacerbacin importante de la sintomatologa, con instauracin progresiva, que en los ltimos meses le provocaba un importante sufrimiento. A sus contenidos de orden, limpieza y comprobacin, en muchas ocasiones dirigidas hacia su hija. Este hecho, junto con la aparicin de fobias de impulsin en torno a la posibilidad de hacerle dao a su hija (miedo a perder el control y tirarla por la ventana o dejarla ahogarse durante el bao ), que evidentemente la paciente viva con una intensa angustia, insomnio global, anorexia con disminucin importante de peso y tendencia al retraimiento, con abandono de la relacin con su hija por miedo a perder el control y hacerle dao. Esta sintomatologa, evidentemente, iba asociada a un nimo depresivo, apata e incapacidad de disfrutar.Al momento de conocer a Carmen, la orientacin diagnstica fue de TOC y sintomatologa ansiosa y depresiva grave secundaria. Iniciamos tratamiento con clomipramina a dosis ascendente hasta 225 mg / da e inicialmente loracepam 3 mg / da y lormetazepam como hipntico, que progresivamente se pudieron ir retirando a medida que realizbamos el incremento de la dosis de clomipramina.Desde el momento inicial, con el tratamiento con benzodiacepinas, Carmen not una mejora importante en cuanto a su intensa ansiedad y los hbitos de sueo. Unas tres semanas despus del inicio del tratamiento con clomipramina, se empez a producir una importante mejora en la sintomatologa, encontrndose al momento actual prcticamente libre de sntomas obsesivos, eutmica y con capacidad de disfrutar nuevamente de su vida.

Juan Carlos, 56 aos, Trastorno Bipolar tipo IIJuan Carlos era un hombre de 56 aos, soltero, que viva con su madre. Trabajaba de funcionario, con plaza de conserje en un edificio oficial desde haca ms de 30 aos. En este periodo, haba tenido que estar de baja laboral en varias ocasiones por descompensaciones de su trastorno psiquitrico de base.Aunque le era difcil filiar el momento del debut del trastorno, refiere como probable debut la presencia de un episodio depresivo hacia los 28 aos, coincidiendo con la ruptura de una relacin sentimental. Entonces refiere haberse encontrado muy mal, con importante apata, anhedonia, nimo triste, con tendencia al encamamiento (refiere haber estado ms de un mes sin salir de la cama) y con disminucin del apetito y prdida de hasta 10 kg de peso en aproximadamente dos meses. En este contexto realiz una tentativa autoltica con sobreingesta de frmacos, por lo que tuvo que estar en la UCI de un hospital y posteriormente precis un ingreso a una unidad de psiquiatra, donde estuvo aproximadamente un mes y recibi la orientacin diagnstica de depresin y tratamiento con antidepresivos.Posteriormente haba realizado seguimiento con varios profesionales, tanto a nivel psiquitrico como psicolgico, sin ningn ingreso ms.Refiere, a lo largo de estos aos, presencia de perodos largos de sintomatologa depresiva (a menudo sin ningn desencadenante evidente), que en algunos casos podan durar hasta meses, y reconoca una cierta estacionalidad de los mismos, con inicios de la descompensacin depresiva coincidiendo con otoo (comentaba irnicamente que no recordaba una Navidad al que no hubiera sido deprimido), y finalmente una mejora de la clnica hasta volver a estar eutmico, no estableciendo una clara correlacin entre este hecho y la toma de frmacos. Espontneamente no refera la presencia de episodios compatibles con sintomatologa maniforme, pero al momento de interrogarlo especficamente s que fue capaz de reconocer periodos de pocas semanas o meses que se alternaban con los depresivos y con los de eutimia durante los cuales el Juan Carlos se mostraba especialmente "contento", con cierta hiperactividad, incremento de gastos y planes que reconoce como inapropiados (en uno de estos episodios haba decidido cambiar todas las luces de su casa por leds, lo que le haba supuesto una gasto importante y que al momento actual valoraba como "extraa" y en otro de estos periodos estuvo a punto de pedir una excedencia en el trabajo para irse a vivir a la montaa y alejarse de la ciudad , pero que finalmente no lo hizo para no dejar sola a su madre a pesar de haber dado una paga y seal de una cantidad importante de dinero para la compra de una casa abandonada que quera renovar para hacer all un albergue, dinero que evidentemente perdi). Con estas oscilaciones del estado de nimo, el paciente refera haber sido prcticamente siempre con un estado de nimo variable, lo que empezaba a tenerlo muy desesperanzado.Con estos datos, la orientacin diagnstica fue de Trastorno Bipolar tipo II, por lo que se inici tratamiento con carbonato de litio en dosis ascendente hasta 1200 mg / da, realizando un control estricto de las litem (niveles plasmticos con esta dosis 0 , 86). Dada la persistencia de la sintomatologa depresiva, aunque haba mejorado de manera muy importante, se valor la necesidad de iniciar tratamiento con aripiprazol 5 mg / da, constatndose unas semanas despus un retorno del paciente a la eutimia.Se ha realizado seguimiento con Juan Carlos desde hace aproximadamente un ao y medio, por el momento se ha mantenido estable a nivel afectivo, que como l comenta es el perodo ms largo que l recuerda haber estado libre de enfermedad desde el debut de la misma.

Elena, 32 aos. Trastorno depresivo mayorPaciente de 32 aos que acude a primera visita a los psiquiatras de Vic derivada por psiclogo por valoracin de tratamiento psicofarmacolgico. Se trata de chica sin antecedentes psiquitricos previos que desde hace aproximadamente medio ao realiza seguimiento con psicologa por trastorno adaptativo con sintomatologa mixta ansiosa depresiva raz del divorcio y problemtica econmica y laboral que ha ido evolucionando hasta cumplir criterios diagnsticos de trastorno depresivo mayor pesar terapia cognitivo-conductual iniciada hace ms de 6 meses. En el momento actual presenta importante sentimientos de tristeza, frustracin y desesperanza con elevada labilidad, fcil tendencia al llanto, llegando a verbalizar ideas de muerte. Refiere tambin importante prdida de 10 kg de peso en los ltimos 4 meses por hiporexia dado sensacin de nudo en el estmago que le impide comer. Explica falta de nimos habiendo abandonado las actividades ldicas y hobbies (antes sala a correr con unas amigas, iba al gimnasio, ..) desde hace unas semanas ni siquiera sale de casa. Refiere adems, insomnio de conciliacin y mantenimiento de meses de evolucin refractario a tratamiento con alprazolam 12:25 mg pautado por el mdico de cabecera. De baja laboral desde hace unos meses por interferencia de su sintomatologa en su actividad laboral. Explica que ha mejorado con la terapia cognitivo conductual que realiza semanalmente con la psicloga pero se considera necesario dada esta evolucin trpida - iniciar algn tipo de tratamiento psicofarmacolgico.Orientacin diagnstica: trastorno depresivo mayorDada la edad de la paciente y que previamente no haba realizado tratamiento antidepresivo nunca se decide iniciar un ISRS (inhibidor selectivo de la recaptacin de serotonina) como escitalopram inicialmente a dosis bajas. Dado que este tipo de frmaco tarda unas 2-3 semanas en comenzar a hacer efecto se le explica la importancia de tomarlo cada da con el desayuno y que durante unos pocos das puede tomar lorazepam 1 mg por la noche para dormir o si crisis de ansiedad importante (slo de rescate) pero este ltimo frmaco se ir retirando en las prximas semanas a medida que el antidepresivo empiece a hacer efecto.Al cabo de un mes Elena vuelve a la consulta con un humor mucho ms reactivo, ms sonriente, refirindose encontrarse mucho mejor, ha devuelto al trabajo hace una semana y refiere que le han disminuido mucho las rumiaciones y ya no llora tan fcilmente. Refiere haber notado que tiene ms ganas de salir a la calle y hacer actividades. Ha mejorado tambin los problemas de sueo y apetito, actualmente ya no requiere de lorazepam para dormir. Se reajusta la dosis de escitalopram y se contina seguimiento con psicologa y psiquiatra (terapia combinada).

Carles, 45 aos. Adiccin al alcohol-Paciente de 45 aos que acude a primera visita con psiquiatra de Vic acompaado por su mujer refirindose problemtica de dependencia enlica de unos 20 aos de evolucin-en el momento actual reconoce consumo de unas 5-6 cervezas al da, 2 copas de vino y un carajillo diario. Explica adems consumo de porros (THC) unos 5 al da. Refiere que de buena maana ya inicia el consumo de cervezas desayunando entre 1-2 cervezas cada maana con el bocadillo-explica sintomatologa abstinencial matutina en forma de sudoracin y temblores en el supuesto de no beber alcohol un da - explica que trabaja de albail en unas obras y que tienen la costumbre de hacerlo as-tambin reconoce consumo de 1 cerveza a media maana y posteriormente entre 1 y 2 copas de vino al medioda mientras come. Explica y reconoce todo avergonzndose haber conducido de forma temeraria en varias ocasiones bajo los efectos del alcohol-de hecho su mujer refiere que a Carlos ya le han retirado en alguna ocasin el carn de conducir y suma varias multas por conducir ebrio.Explica que ha llegado a una situacin lmite y que su mujer tambin le ha puesto un ultimtum. Refiere aparente buena voluntad de cambio e iniciar terapia de deshabituacin alcohlica y de puerros. Nunca antes haba consultado ni con psicologa ni con psiquiatra por vergenza y por no considerarlo un problema. Actualmente reconoce su problema de adiccin al alcohol y cannabinoides as como el cambio de carcter en forma de mayor irritabilidad y heteroagresividad verbal e incluso fsica contra objetos que le provoca a veces el estado de intoxicacin etlica.OD. TRASTORNO POR DEPENDENCIA ALCOHOLICAABUSO DE CANNABINOIDES.PLAN:1. Abstinencia ALCOHOLICA + inicia tratamiento deshabituador y desintoxicacin del alcohol iniciando tratamiento con diazepam inicialmente con dosis altas y disminucin de dosis progresiva para evitar sndrome de abstinencia alcohlica.2. TRATAMIENTO CON interdictor del alcohol DISULFIRAM (ANTABUS ) 250 mg 1-0-0 cada maana, - aconsejamos a su mujer que sea sta quien le administre a diario la medicacin para comprobar la correcta toma de la misma!Insistimos en que dado el tratamiento que se le pauta debe cumplir correctamente la abstinencia COMPLETA DE ALCOHOL Y DERIVADOS.Se deriva a psicologa para tratamiento psicolgico para ayudar en la deshabituacin slo a nivel de alcohol sino tambin de los cannabinoides.Control con psiquiatra en 1 mes.Albert, 22 aos. Esquizofrenia ParanoideAlbert era un chico de 22 aos que viva con sus padres y su hermana pequea. La familia negaba alteraciones significativas en su funcionamiento previamente al inicio del trastorno, que ubican aproximadamente alrededor de los 16 aos.Albert era un buen estudiante, y mantena una correcta adaptacin familiar , social y acadmica. Hacia los 19 aos, coincidiendo con un cambio de escuela, refieren inicio de consumo de cannabis e instauracin insidiosa de conductos antinormativas al domicilio , inicialmente leves y que poco a poco fueron creciendo en intensidad, encontrndose los padres con ciertas dificultades a la hora de mantener las normas en el domicilio. Refieren que se mostraba irritable, poco comunicativo, y progresivamente fue aislando al domicilio, llegando a abandonar los estudios ya estar durante semanas seguidas cerrado al domicilio.Aunque la familia inicialmente se haba planteado la necesidad de consultar a un profesional, dado que Albert haba negado sistemticamente no se haba llegado a hacerlo nunca.En los aos posteriores los padres refieren una tendencia a la cronificacin de los sntomas, mostrndose muy aislado de su familia, con prcticamente nul.la interaccin con ellos ( dorma durante todo el da y se mantena despierto durante la noche, con una importante desestructuracin los hbitos de ingesta con un incremento de peso de unos 20 kg en este periodo). Referan importantes dificultades al mantenimiento de los hbitos de higiene y autocuidado ( se resista a ducharse, a veces haban pasado hasta 15 das sin hacerlo y al momento de la primera visita mostraba un aspecto muy desatendido ), irritabilidad , incapacidad de disfrutar de actividades que antes le gustaban , manteniendo como nica actividad el USS del ordenador (los padres referan que jugaba a juegos de roles y se conectaba a chats ... ).Unas semanas antes de la primera visita se haba aadido al cuadro la presencia de Alucinaciones auditivas e ideacin delirante de perjuicio centrada en la vecina del piso de arriba, que segn Alberto le haba pinchado el ordenador y estaba controlando todos sus movimientos por la casa mediante la webcam, habiendo motivado varios episodios de heteroagresividad verbal y fsica contra objetos en el domicilio.Al momento de la primera visita se orient el cuadro como una Esquizofrenia Paranoide y se inici tratamiento con dosis ascendente con Risperidona hasta 6 mg / da, refirindose a la familia dificultades iniciales en la toma del tratamiento debido a la escasa conciencia de enfermedad. A medida que pasaron las semanas, refieren progresiva mejora de la clnica , con desaparicin de las ideas de perjuicio que presentaba y adecuada crtica de las mismas. Debido a que persista cierta apata, y tendencia al aislamiento en el domicilio, se inici Aripiprazol a dosis de 5 mg / da, mostrando el paciente una mejora importante, habiendo sido capaz de matricularse en un curso formativo al que acude regularmente sin existir incidencias significativas.

Joel, 20 aos. Trastorno por dependencia de CannabisJoel es un chico de 20 aos que vive con su madre y uno de sus hermanos mayores desde la separacin de sus padres cuando l tena 13.La madre, que la acompaa a la consulta, lo define como un chico que desde siempre ha sido "muy movido", inquieto, antinormativo y con resultados acadmicos mediocres, por lo que ya a los 13 aos, coincidiendo con la separacin de los padres, la haba seguido un psiclogo en la escuela que aparentemente no haba realizado ningn diagnstico especfico ni haba considerado necesaria la derivacin a un psiquiatra.Abandon los estudios sin finalizar 2 de ESO, y desde entonces ha trabajado realizando tareas administrativas en la empresa familiar, con aparente buen rendimiento.En la adolescencia, coincidiendo con un cambio de amigos, inici consumos de tabaco, etanol y cannabis, que inicialmente consuma con patrn de abuso de fin de semana. Con el paso de los aos, aunque el consumo de etanol no ha supuesto un problema, reconoce que el consumo de cannabis ha ido incrementndose, reconociendo consumos a los ltimos meses hasta 8-10 porros / da.El motivo de consultar es que de unos meses a esta parte, despus de una rotura de pareja, ha incrementado el consumo de cannabis de manera importante, admitiendo al momento de la primera visita consumo de hasta 10 unidades al da y sensacin subjetiva de " dependencia ", dado que aunque ha intentado dejarlo o disminuir los consumos por su cuenta, no le ha sido posible debido a la aparicin de intensa ansiedad y craving.En la primera visita el paciente refiere humor subdepresivo de larga evolucin con un claro empeoramiento en los ltimos tres meses despus de una rotura de pareja . Desde entonces, refiere apata , anhedonia total, disminucin de actividades de ocio, aunque mantiene actividad laboral, incremento importante en las ingestas e insomnio de conciliacin que " trata" con consumo de cannabis.Dada la presencia de sintomatologa depresiva coexistente con el problema del trastorno por dependencia de cannabis, se inici tratamiento con paroxetina en dosis ascendente hasta 30 mg / da y loracepam 3 mg / da y lormetazepam 2 mg como hipntico, recomendando abstinencia completa de cannabis.Despus de unas semanas de tratamiento, se pudo proceder a la retirada progresiva de loracepam y lormetazepam como hipntico, mantenindose al momento actual (3 meses despus del inicio del tratamiento) eutmico y abstinente de cannabis .Criterios Diagnsticos del juego patolgico DSM IV (APA, 1995)F63.0: Juego Patolgico. [321.31]A. Comportamiento de juego desadaptativo, persistente y recurrente, como indican por lo menos cinco (o ms) de los siguientes items:1. Preocupacin por el juego (por ejemplo preocupacin por revivir experiencias pasadas de juego, compensar ventajas entre competidores o planificar la prxima aventura o pensar formas de conseguir dinero con el que jugar).2. Necesidad de jugar con cantidades crecientes de dinero para conseguir el grado de excitacin deseado.3. Fracaso repetido de los esfuerzos para controlar, interrumpir o detener el juego.4. Inquietud o irritabilidad cuando intenta interrumpir o detener el juego.5. El juego se utiliza como estrategia para escapar de los problemas o aliviar la disforia (por ejemplo, sentimientos de desesperanza, culpa, ansiedad, depresin).6. Despus de perder dinero en el juego, se vuelve otro da para intentar recuperarlo (tratando de cazar las propias prdidas)7. Se engaa a los miembros de la familia, terapeutas u otras personas para ocultar el grado de implicacin con el juego.8. Se cometen actos ilegales, como falsificacin, fraude, robo o abuso de confianza, para financiar el juego.9. Se han arriesgado o perdido relaciones interpersonales significativas, trabajo oportunidades educativas o profesionales debido al juego.10. Se confa en que los dems proporcionen dinero que alivie la desesperada situacin causada por el juego.La clasificacin de los trastornos mentales realizados por la Organizacin Mundial de la Salud (CIE-10) difiere en el diagnstico de esta patologa de los criterios vertidos por la Asociacin de Psiquiatra Americana (APA).CIE 10:1 Tres o ms episodios de juego sobre un perodo de al menos un ao.2 Continuacin de estos episodios a pesar del malestar emocional personal y la interferencia con el funcionamiento personal en la vida diaria.3 Incapacidad para controlar las urgencias a jugar, combinado con una incapacidad de parar.4 Preocupacin mental con el juego o las circunstancias que lo rodean.Tambin menciona tres criterios para realizar un diagnstico diferencial:1 Un juego social habitual2 Un juego excesivo en enfermos manacos.3 El juego en el trastorno disocial de la personalidad.Se expondrn casos donde se da cuenta las diferentes reas afectadas en la vida de cada paciente ludpata.Caso 1. Paciente de sexo masculino 56 aos, casado, vive con la esposa. Tiene 2 hijos casados y 2 nietos. Refiere jugar desde los 16 aos, antes participaba del juego porque su padre levantaba quiniela en un bar donde tena su oficina nunca trabajo de otra cosa y vivan muy bien. Padres fallecidos tiene un hermano varn de 54 aos que dejo de jugar hace 5 aos despus de un ACV del que qued cuadripljico. El paciente trabajaba en el ramo de carniceras era distribuidor adems de tener un negocio de carnicera, tenia 3 camiones que distribuan a los minoristas y le traan recaudacin en efectivo que deba pagar a los frigorficos pero que por supuesto utilizaba para jugar. As perdi camiones, negocio y se empleo hace 15 aos en la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires como administrativo, donde contina. En sus pocas de dinero iba a Mar del Plata con la familia a pasar un mes en su auto, en 3 oportunidades a los 4 das de estar, haba vendido el auto y jugado en el casino,adems la plata del veraneo por lo que tenan que volver con plata prestada en tren. Una vez refiere haberse parado con el auto en las vas del tren y no sabe que lo hizo arrancar, no quera seguir viviendo, este pensamiento lo tortur mucho tiempo. Al llegar el maldito barco como llama al Casino de Puerto Madero, iba al hipdromo y a la ruleta nunca le interesaron otros juegos. Est en tratamiento desde hace dos aos trado por una persona que lo quera mucho y l se dej ayudar. Ahora es l el que trae a todos los que conoce y aceptan asistir. Al llegar al tratamiento tena la casa con fecha de remate por el Banco Hipotecario, esto se pudo revertir y negociar nuevo plan de pago. Su conclusin es que resucit despus de 40 aos de haber esta muerto y de matar a los suyos a disgustos. Hoy con ms de 16 meses sin recadas no quiere dejar de concurrir a los grupos teraputicos porque se siente ms seguro y adems quiere participar y dar confianza a los que pasaron lo mismo que l.

Caso 2: Paciente de sexo femenino de 46 aos, docente de provincia de Buenos Aires, vive con sus 2 hijos: un varn de 17 y una mujer de 15 aos. El esposo se fue de la casa hace 9 meses por no poder soportar la situacin del juego, l tiene una pequea industria que arm siendo obrero de fbrica para brindar mejor bienestar a la familia. Ella comenz a jugar al Bingo llevada por las compaeras de la escuela donde trabajaba iban a medioda almorzaban y jugaban, despus empez a ir todos los das a cualquier hora. Refiri que en ese momento el marido trabajaba mucho hasta los fines de semana y ella se senta sola y deprimida. Se atenda en forma particular con un psiquiatra, una psicloga y adems iba a los grupos de Jugadores Annimos pero deca que no le daba resultado. Estaba con licencia en su trabajo. Concurre al Servicio acompaada por el esposo, con cuadro depresivo e ideas de suicidio, irritabilidad e impulsividad. En la entrevista el esposo refiere que se fue por desesperacin, que no dej de quererla, que haba jugado gran cantidad de dinero que l guardo para armar la empresa y otro dinero que guard para comprar un vehculo. El sueldo del colegio no lo utilizaba para la casa sino para ella y tampoco tena un peso. Cuando l se fue le daba diariamente para la comida, todos los gastos los pagaba l y un da descubri que los chicos no coman porque ella se jugaba ese dinero, hecho que ella reconoci, por eso su idea de desaparecer para no causar ms dao. El esposo se compromete a colaborar, se medica a la paciente. Tiene 3 recadas en los 4 meses de iniciado el tratamiento, lo que aumenta la desesperanza de la familia. Pasan 6 meses de tratamiento y se reintegra al trabajo en marzo del corriente ao. Si bien la situacin parese controlada no podemos decir que estamos todava seguros de una recuperacin. Mejor en cuadro depresivo y su impulsividad. Como antecedentes familiares de adicciones tena un hermano jugador de casino, un to jugador de carrera de caballos y el padre juega fuerte a la quiniela desde que ella era chica.Caso 3: paciente de sexo masculino de 36 aos de edad vive con la madre. Juega desde los 18 aos cuando consigui trabajo y gano buena cantidad de dinero que lo jugaba y manejaba dinero de la empresa que tambin jugaba. Actualmente est sin trabajo, lo perdi 5 meses antes de empezar tratamiento. La madre segn refiere, el paciente es enferma mental ve cosas raras, delira, tuvo internaciones psiquitricas. El paciente fue siempre depresivo, con dificultad para relacionarse con amigos, tuvo relaciones de pareja, todas terminaron por su problema de juego. Empeo joyas de la madre y de la abuela y no las puede rescatar por falta de dinero. Tiene deudas segn calcula de ms se 100.000 pesos. Hizo 2 intentos de suicidio atendidos en clnicas privadas por la O.S. cuando trabajaba, en la ltima fue derivado al Hospital Borda al darle el alta recurri al servicio de adicciones del Hospital Alvarez para iniciar tratamiento. Se entrevista a la madre, se corrobora la patologa que refiri su hijo, cuadro psictico. El paciente presenta un cuadro de impulsividad y una severa depresin. Se medica y en lo que lleva de tratamiento 6 meses, present 1 recada al mes de iniciado el mismo. No se cuenta con la colaboracin familiar debido a que la participacin de su madre por su patologa no es referente. La medicacin se la controla y provee desde el servicio. Dice sentir solo apoyo en el tratamiento y no de su familia que no le esconde el dinero ni las cosas de valor, adems le dan dinero para que les efecte pagos a pesar que ellos saben que l lo usa para jugar, motivo que utilizan para agredirlo y despreciarlo segn refiere. El abuelo era jugador de poker y el padre tambin pero en menor intensidad.Sabemos que las adicciones no se curan, que se recuperan. Que la recuperacin depender de las patologas previas del paciente del tratamiento que se realice sobre ella y fundamentalmente del apoyo del medio familiar.Algunos pacientes necesitarn apoyo psicofarmacolgico, adems de la terapia grupal, individual y familiar y/o vincular y por sobre todo el estricto control del medio en el control del dinero, en el acompaamiento del tiempo libre y del alejamiento de las compaas que lo inciten al juego. En los casos referidos se trato de mostrar la descripcin del paciente al ingreso tanto en lo personal como en lo familiar y social y los antecedentes familiares adictivos. Adems las situaciones econmicas sobre dinero propio, familiar o deudas que como se seal llevan a serios problemas legales.ConclusinSe debe realizar un estudio prospectivo multicntrico para evaluar la evolucin de los pacientes y poder obtener resultados confiables.Las adicciones no responden solo a dependencia a sustancias. Las conductas pueden generar dependencia y hacer depender de ellas la vida del sujeto y generar sufrimiento en gran parte de la sociedad. Por tal motivo la adiccin al juego es una de las tantas adicciones sin sustancia que estn afectando a nuestra sociedad. La salud mental presta atencin a los estados de ansiedad, de angustia, de soledad, al maltrato, abandono infantil, depresin entre otros cuadros psicopatolgicos. Todos ellos forman parte de la ludopata en la que se agrega ruptura familiar e ideas o intentos de suicidio. Su asistencia es la asignatura pendiente de la Salud Mental con la sociedad sufriente.Grfico1

Grfico 2.

Grfico 3.

Grfico 4.

Grfico 5.

Grfico 6.

Tabla1Lugar ms frecuentado

HombreMujer

CasinoBingo

HipdromoTragamonedas

Tabla 2Edad de inicio al juego

HombresMujeres

15-2030-40

Bibliografa2 Farr Marti J., Diccionario de Psicologa, Ed. Ocano, Barcelona 1999 pg. 153 Belloch y otros: Manual de Psicopatologa Volumen I, Madrid, Mc Graw-Hill 1995 pg 588.4 Stedman Diccionario de Ciencias Mdicas. Buenos Aires. Ed. Panamericana. 25 ed. 1994.5 Echebura, E. Adicciones sin drogas. Bilbao. Desclee De Brouwer. 19996 Freud, S: Obras completas. Ed. Amorrortu7 Melanie Klein, Simposium sobre el anlisis infantil2. (1927) Obras Completas de Melanie Klein. Tomo I. Ed. Paids 2da.8 Reynoso R, Psicopatologa y clnica infanto-juvenil. Pg. 145-152. Buenos Aires. Ed. Belgrano.9 Freud, S: Ms all del principio de placer. pag. 14/15. Tomo XVIII.Sigmund Freud Obras Completas. Amorrortu editores S. A. Buenos Aires 1995.10 Klein: Caso Clnico: Dick. Simposium sobre el anlis infantil.Ed. Klein: La personificacin en el juego del nio. Contribuciones al psicoanalisis.11 Ladouceur, R y Walter. Aproximacin cognitiva para la comprensin y tratamiento del juego patolgico. Psicologa contempornea 1998.12 Ladouceur, R. Aspectos fundamentales y clnicos de la psicologa de los juegos de azar.(361-374). Psicologa conductual I. 1999.13 Lesierur HR - The Chase. Rochester, Schenkman Books, 1984.14 Shaffer HJ, Hall MN Updating and refining prevalence estimates of disordered gambling behaviour in the United States and Canada.. Can J Public Health. 2001 May-Jun;92(3):168-7215 Sommers I - Pathological gambling: estimating prevalence and group characteristics. Int J Addictions, 1988; 23: 477-490.16 Othsuka K, Bruton E, Deluca L et al. - Sex differences in pathological gambling using gaming machines. Psychol Rep, 1997; 80: 1051-105717 Blume SB, Lesieur HR - Characteristics of pathological gamblers identified among patients on psychiatric admissions service. Hosp Community Psychiatry, 1990; 41 (9): 1009- 101218 Ladouceur R, Dub D, Bujold A - Prevalence of pathological gambling and related problems among college students in the Quebec metropolitan area.Can J Psychiatry, 1994; 39 (5): 289-293.19 Lesieur HR, Cross J, Frank M et al. - Gambling and pathological gambling among university students. Addict Behav, 1991; 16: 517-52720 Strachan ML, Custer RL - Female compulsive gamblers in Las Vegas- In: EADINGTON WR & CORNELIUS JA (Eds) - Gambling Behaviour and Problem Gambling. Reno, NV, Institute for the Study of Gambling and Commercial Gaming, 1993. p. 235-23821 CIE 10. DSM III. DSM IVNotas al pie:1 Mdica UBA. Especialista en Psiquiatra. Mdica Legista. Mdica Sanitarista. Lic. en Psicologa. [email protected]