Contracorriente #27

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Año IV de la Crisis Mundial El fin de las salidas fáciles Referéndum: ¿Una salida democrática contra la Constitución del 78? por la reconstrucción de la cuarta internacional / ó rgano de Número 27 // Septiembre 2011 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 1 € // Apoyo 1,50 € Plan de lucha y la Huelga educativa estatal hasta derrotar los recortes Impongamos una Asamblea Constituyente Revolucionaria Huelga General y plan de lucha Hasta derrotar al Gobierno y el Régimen del 78 Contra la reforma de la reaccionaria Constitución de 1978 y los planes de ajuste

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Contracorriente #27 | Periódico de Clase contra Clase - Estado Español

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Año IV de la Crisis MundialEl fin de las salidas fáciles

Referéndum: ¿Una salida democrática contra la Constitución del 78?

por la reconst rucc ión de la cuar ta in ternac iona l / órgano de

Número 27 // Septiembre 2011 www.clasecontraclase.org // [email protected] Precio 1 € // Apoyo 1,50 €

Plan de lucha y la Huelga educativa estatal hasta derrotar los recortes

Impongamos una Asamblea Constituyente Revolucionaria

Huelga General y plan de lucha

Hasta derrotar al Gobierno y el Régimen del 78

Contra la reforma de la reaccionaria Constitución de 1978 y los planes de ajuste

2 EDITORIAL

Rescates mil-millonarios a la ban-ca y grandes empresas, los peores planes de ajuste contra los trabaja-dores y los servicios públicos desde la Dictadura, casi cinco millones de parados, 300 mil familias desahucia-das... ¿alguien duda de para quién gobierna Zapatero?, ¿qué intereses defiende el reaccionario régimen de la Constitución del 78?. Por si no quedaba claro el PSOE y el PP han querido hacer una última demostra-ción antes de acabar la legislatura aprobando por vía urgente una re-forma constitucional para regular el déficit, que viene a recoger las exi-gencias de Alemania y los mercados.

Se trata de una nueva medida anti-obrera y anti-popular. Si no hay dinero para salud o educación, simplemente no se hace, primero la deuda y lo que quede para el resto. Una “invitación” a apuntarse en mutuas y en colegios pri-vados, para tratar de obtener servicios sociales mejores, para quien pueda pa-garlo y un atentado a los ingresos de los trabajadores. Es un claro empeo-ramiento de la calidad de vida para la mayoría que no puede pagarlo. Esto se aprueba cuando ya estamos viendo fortísimos recortes de las comunidades autónomas en educación y sanidad, y al mismo tiempo que se saca otra reforma laboral anti-juvenil, que condena a la precariedad y a contratos de formación hasta los 30 años.

Y todo esto en el marco de un grave deterioro de la crisis capitalista mundial, con las tendencias recesivas llamando a la puerta de EEUU y la UE, y las posi-bilidades de un nuevo salto en la crisis de la deuda creciendo (bien por la posi-ble quiebra de Grecia, las amenazas de rescate sobre Italia o el Estado español, u otro escenario similar). El Gobierno no da tregua en los ataques mientras las perspectivas de futuro para los trabaja-dores y sectores populares del mundo se hacen cada vez más calamitosas.

La burocracia sindical convoca tibias movilizaciones

Este “decretazo constitucional” des-nuda todavía más el carácter de esta

democracia para ricos contra la que miles de jóvenes y trabajadores que se están movilizando en las calles desde el 15M bajo el cántico “que no, que no, que no nos representan”. La pri-mera reforma de calado a la reaccio-naria Constitución de 1978 se efectúa con nocturnidad y alevosía. En pleno verano, el Gobierno y la oposición han suspendido sus vacaciones, han celebrado reuniones y sesiones parla-mentarias durante agosto... todo para hacerla pasar en apenas un mes con el menor debate y control posible inclu-so de sus propias instituciones.

El 15M primero, y los sindicatos después, ya han convocado las prime-ras movilizaciones. El domingo 28 de agosto se realizaron las primeras ma-nifestaciones en muchas ciudades, y el pasado 6 de septiembre las direc-ciones de CCOO y UGT convocaron otras. La escasa preparación de estas últimas, nula si hablamos de los cen-tros de trabajo donde no hubo ni una sola asamblea, dan cuenta de que la oposición de Toxo y Méndez no pasa de un saludo a la galería.

Al mismo tiempo sectores como la educación madrileña y de otras comu-nidades están anunciando huelgas y movilizaciones para el arranque del curso. Las direcciones sindicales que hasta ahora miraban para otro lado ante la ofensiva contra los servicios públicos y sus trabajadores están por

Huelga General y plan de lucha hasta derrotar al Gobierno y el Régimen del 78 Impongamos una Asamblea Constituyente Revolucionaria

Contra la reforma de la reaccionaria Constitución de 1978 y los planes de ajuste

Editorial- Huelga General y plan de lucha hasta derrotar al Gobierno y el Régimen del 78 - pág. 2

Estado español- Referéndum: ¿Una verdadera salida democrática contra la Constitución del 78? - pág. 4- Sobre la Asamblea Constituyente Revolucionaria y las consignas democráticas - pág. 6- Ofensiva centralista del PP y el PSOE - pág. 6- Lo llaman democracia y no lo es… - pág. 7- ¿Democracia real ya o Monarquía real ya? - pág. 7

Mov. Obrero- Plan de lucha y la Huelga educativa estatal hasta derrotar los recortes - pág. 8- Sanidad en Catalunya: 1, 2,3 ¿Piedra, Papel o Tijera? - pág. 9- Acerca del debate sobre la huelga general - pág. 10- III Encuentro de trabajadores/ as y empresas en lucha en Barcelona - pág. 12

Juventud- Una nueva ofensiva contra la juventud trabajadora - pág. 11- Cuando el Estado se desentiende de la educación - pág. 12

Economía- Un debate con algunas de las “alternativas” a la política de austeridad del PP y PSOE - pág. 13- El fin de las salidas fáciles - pág. 14

Internacional- ¿Considera la LIT progresiva la “unidad de acción entre las masas y el imperialismo” en Libia? - pág. 17- Reunión de la FT-CI: El desarrollo de la crisis capitalista y las nuevas posibilidades de intervención en la lucha de clases - pág. 18- 75 aniversario del golpe fascista: Dos estrategias opuestas - pág. 20

Contraportada- Viva la lucha de la juventud y los trabajadores chilenos - Continúa en pág. 22

StaffConsejo Editorial: Santiago LupeFederico GromCynthia Lub

Diseño y maquetación: Federico Grom

SUMARIO

3EDITORIAL

el momento a la cabeza. Pero la expe-riencia de la lucha de la sanidad ca-talana, llevada al desgaste, mantenida aislada del resto de sectores públicos catalanes y del Estado... debe servir de alerta para las luchas de este otoño.

Contra los recortes ¡¡Extendamos el ejemplo de los profesores madrileños!!

Contra los recortes en sanidad y edu-cación hay que decir, ¡¡basta de luchar divididos!!, ¡¡hagamos en todos los lugares como los profesores de Ma-drid!!, ¡¡Por la huelga del sector pú-blico!!. Si aún no han concretado ata-ques en algunas comunidades es para evitar que confluyan todos los traba-jadores públicos. Antes o después en Aragón, Andalucía, Valencia... se va a meter la tijera en forma de despidos y eliminación de servicios. En Cata-lunya, Galicia, Navarra o Castilla y la Mancha ya se está haciendo. Hay que exigir, y si es necesario imponer desde abajo, a los sindicatos de la sanidad, la educación y la función pública un plan estatal de movilizaciones con huelgas y manifestaciones, en unidad con los estudiantes y los usuarios, has-ta parar todos los recortes. Pero para imponer una hoja de ruta de este tipo será necesario reforzar la auto-organi-zación, levantar asambleas decisorias en todos los centros educativos y sa-nitarios, así como otras dependencias públicas, coordinarlas y establecer así una verdadera democracia obrera para esta lucha, que evite que aún con un discurso anti-recortes los burócratas sindicales de siempre terminen lle-vándonos a un callejón sin salida o a acuerdos de la vergüenza. Deben ser los trabajadores públicos quienes de-cidan los pasos a seguir hasta alcanzar una victoria sobre los gobiernos au-tonómicos y el central. En esta tarea los sectores combativos de CCOO y UGT y la izquierda sindical (como los STES o la CGT) pueden y deben jugar un rol, construyendo una alternativa de lucha a las previsibles estrategias de desgaste y traición a los que nos tienen acostumbrados los dirigentes de las federaciones de servicios públi-cos de CCOO, UGT y CSIF.

Recuperemos los sindicatos desde abajo ¡Impongamos un plan de lucha y la huelga general hasta derrotar los ataques!!

Pero la política de las direcciones sindicales es aún más perversa en la lucha contra los últimos ataques del Gobierno y la oposición. Como ya hicieran con la liquidación de la ne-

gociación colectiva, la nueva reforma laboral sólo ha merecido para ellos un rechazo en rueda de prensa. No han movido ni un dedo, ni en las empre-sas ni en la calle, para echar atrás un varapalo fortísimo contra los derechos adquiridos de los trabajadores, y espe-cialmente de la juventud trabajadora.

La reforma constitucional ha mere-cido una respuesta algo mayor, pero totalmente encuadrada en el marco de movilización simbólica. Para derrotar al PP y al PSOE, a los planes de ajuste que uno y otro quieren seguir aplican-do después de las elecciones, no basta-rá con manifestaciones “ciudadanas” mal convocadas, que es lo máximo que ofrecen de momento Toxo y Méndez. Debemos poner en pie asambleas en las empresas y polígonos, que se va-yan coordinando entre sí y donde dis-cutamos y votemos un verdadero plan de lucha y una huelga general para im-ponersela a los dirigentes traidores de CCOO y UGT, que hasta ahora están manteniendo una política de colabo-ración con el Gobierno -como con el pensionazo- o de movilizaciones sim-bólicas para descomprimir. Hace falta una lucha hasta el final, hasta derrotar los planes del Gobierno e imponer una verdadera salida obrera a la crisis.

Las luchas del sector público y la izquierda sindical pueden actuar de punta de lanza. Los movimientos y re-uniones que se están produciendo en-tre distintas fuerzas del sindicalismo opuesto a las direcciones de CCOO y UGT (como las reuniones de CGT, CNT, SO y CSC del pasado día 2, o el encuentro sindical del próximo 17 en Madrid), así como iniciativas como el III Encuentro de trabajadores que im-pulsa la Comisión de Trabajadores In-dignados hacia la Huelga general del 15 M en Barcelona, pueden convertir-se en puntos de partida desde el que imponer este cambio de rumbo.

Ni reforma constitucional, ni Constitución del 78

La reforma constitucional según mu-chos analistas burgueses ha tenido una importante “contrapartida” para el Ré-gimen, está agrietando aún más la uni-dad de todas las alas de la burguesía en torno a la reaccionaria Constitución de 1978. Y es que la reforma, además de tratar de imponer una doctrina econó-mica anti-déficit (en lo que hay bastan-te acuerdo, tan sólo algunos partidos del Régimen, como IU, ERC, BNG o CHA, son partidarios de fórmulas más neokeinesianas), viene a limitar la au-tonomía financiera de las comunidades. La burguesía catalana y vasca (que ve

Sobre qué debemos debatir en una Asamblea Constituyente Revolucionaria

Contra la enmienda constitucional debemos oponer ¡¡Abajo la reaccionaria Constitución de 1978!!, impongamos una verdadera Asamblea Constituyente Revolucionaria, donde los millones de trabajadores y el pueblo podamos hacer pesar qué somos la amplia mayoría. Una Asamblea así no será convocada ni por el PSOE, ni el PP, ni muchos menos por el Rey. Por ello esta convocatoria la debemos imponer, en las calles, luchando los trabajadores, los jóvenes del 15M y los sectores populares golpeados por la crisis.

Para resolver todas las demandas democráticas que este Régimen niega

Sólo así los representantes de los trabajadores, la juventud y el conjunto de los sectores populares, podremos debatir nuestras demandas democráticas como:

El derecho de las nacionalidades a la autodeterminación, el fin de la Monar-• quía y el juicio y castigo a todos los criminales -policías, jueces, empresa-rios- de la dictadura y la “democracia” de Juan Carlos I.Por el fin de los subsidios a la Iglesia y el control de ésta de la mitad de la • educación. Contra la Ley de Partidos, la Audiencia Nacional y el Senado, instituciones • reaccionarias y de excepción. Por la expropiación de las tierras en manos de grandes latifundistas, muchos • de ellos todavía aristócratas.Luchemos contra el imperialismo español y sus multinacionales: un pueblo • que oprime a otro pueblo nunca podrá ser libre. Por la retirada de las tropas en el extranjero, por la devolución de los enclaves coloniales de Ceuta y Melilla. Por el fin de apoyo y sostén de regímenes reaccionarios como los del mundo árabe, por la entrega de las posesiones de las multinacionales españolas expoliadoras a los diferentes países donde operan.

Por un programa obrero ante la crisis, contra los grandes problemas de paro, vivienda, precariedad.

Prohibición inmediata de los despidos. Rechazo contundente de todos los ERE’s. • Y ante el drama del paro de millones de trabajadores: distribución de las • horas de trabajo entre todas las manos hasta acabar con el desempleo, sin reducción salarial. Nacionalización sin indemnización de toda empresa que cierre o despida, bajo control de los trabajadores. Ningún plan industrial o de futuro hecho por la patronal puede resolver los graves problemas de los trabajadores. Aumento urgente del Salario Mínimo a 1200€ para preservar una capacidad adquisitiva mínima en las familias obreras y los pensionistas, ¿Quién puede vivir con 600€? Contra la precariedad laboral y la división de las y los trabajadores: Basta • de precariedad laboral, los falsos autónomos, los becarios y contratos de obra y servicios, las subcontratas y contratas que nos impone la patronal y el Gobierno. Todos a la plantilla fija y con los mismos derechos. Por la prohibición de los contratos temporales y las ETTs. Papeles para todos. Contra la división del gobierno entre trabajadores nati-• vos o extranjeros. Abajo la Ley de Extranjería y los CIES!. Ante el problema de la vivienda y los desahucios: No a los desahucios. Ante • la asfixia de las hipotecas carísimas: expropiación sin indemnización de la banca bajo control de los trabajadores. Crear una entidad de crédito estatal única que respete a los pequeños ahorristas y quite los intereses usureros que les cobran a las familias con hipotecas, dejando letras que no supongan más del 25% de los ingresos. Expropiación sin pago de las grandes constructoras e inmobiliarias bajo control obrero y todas sus viviendas vacías, incluidas las de la Iglesia. De ésta forma se puede crear un parqué de alquiler social de viviendas cuyo precio no sea superior al 15% de los ingresos. Utilizar las empresas expropiadas para crear obras públicas de los equipamientos necesarios para la población. Basta de que las obras públicas sean dinero del Estado para los grandes empresarios, despilfarrados en grandes proyectos urbanísticos ajenos a nuestras necesidades.

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amenazado su régimen fiscal propio) temen que esta sea la primera de una serie de reformas centralizadoras que liquiden el estado de las autonomías, tal y como piden los “mercados” e ins-tituciones internacionales.

Esta crisis “por arriba”, se combina con el creciente cuestionamiento “por abajo” a esta democracia. El “decre-tazo constitucional” lo agrava, ya que abre la posibilidad que las demandas democráticas de movimientos como el 15M puedan empezar a cuestionar la misma Constitución del 78, desde unos parámetros muy distintos a los del PP, el PSOE o CiU y el PNV. Contra esta pers-pectiva las direcciones sindicales y los sectores más reformistas del 15M han empezado a levantar la consigna de re-feréndum sobre la enmienda, e incluso haciendo una defensa explícita del con-senso que dio lugar a la Constitución del 78 y a esta misma Carta Magna, como se leyó en el cierre de la manifestación de Madrid del pasado día 6.

Limitar el descontento canalizándo-lo a querer decir sí o no a su enmienda, sin en ningún caso poner en cuestión una Constitución que fue el desvío re-accionario contra las luchas obreras y estudiantiles contra la Dictadura, que se impuso entre la traición del PCE y el PSOE (y por ellos de las direccio-nes de CCOO y UGT) y la amenaza golpista, que impuso la Monarquía, negó el derecho de autodeterminación

a las nacionalidades, que terminó de consolidarse gracias al 23F ...

Si la burguesía vasca y catalana ya está dando por amortizada la Consti-tución porque ve en peligro sus már-genes de buen negocio, ¿Cómo no vamos los trabajadores a empezar a luchar contra un Régimen y su Cons-titución que han sido la garantía de que los trabajadores y el pueblo fué-semos quienes pagásemos la crisis?. Debemos transformar la lucha contra esta enmienda anti-obrera en una lu-cha contra la misma Constitución del 78, pero no en la línea de los sectores burgueses que la empiezan a cuestio-nar, si no de manera independiente, peleando porque sobre sus ruinas po-damos empezar a resolver el conjunto de nuestros problemas.

Por una Asamblea Consti-tuyente Revolucionaria que imponga una salida obrera y popular a la crisis

Frente a este callejón los trabajado-res y la juventud debemos decir que queremos votar y decidir, pero para discutirlo todo, para cambiar al ac-tual Estado español de raíz y no para que nada cambie y sigamos siendo nosotros los que paguemos la crisis. La rotura del talón de Aquiles del Rey en estos días es todo un símbolo de la salud del Régimen que constru-yó como herencia de Franco, su an-

tecesor en la Jefatura del Estado. Si el barco empieza a hacer aguas, los trabajadores tenemos que empezar a pelear por una política y una estra-

tegia independiente y revolucionaria para que no nos impongan otra reac-cionaria “Transición”.

Por la nacionalización de la banca y las grandes empresas bajo control de los trabajadores

Como planteaba León Trotsky: “Para crear un sistema único de inversión y de crédito según un plan racional que corresponda a los intereses de toda la nación, es necesario unificar todos los bancos en una institución nacional úni-ca. Sólo la expropiación de los bancos privados y la concentración de todo el sistema de crédito en manos del Estado pondrá en las manos de éste los medios necesarios, reales, es decir materiales, y no solamente ficticios y burocráticos, para la planificación económica”. Igualmente, la expropiación de los bancos no implica la expropiación de los pequeños depósitos y ahorros. Contrariamente, para los pequeños ahorristas, una banca estatal única podrá crear condiciones más favorables que los bancos privados y establecer créditos baratos para los pequeños comerciantes y productores.Esta nacionalización debe venir acompañada de otras sobre las principales em-presas del país, para ponerlas bajo el control de los trabajadores, y de grandes impuestos confiscatorios sobre las grandes fortunas. A la vez que toda la econo-mía, en primer lugar la industria pesada y los transportes, “dirigida por un Esta-do mayor financiero único, sirva a los intereses vitales de los obreros y de todos los otros trabajadores”. Por último, es necesario aclarar que la estatización de los bancos sólo podrá dar resultados favorables “si el poder estatal mismo pasa de manos de los explotadores a manos de los trabajadores.”

Esta Asamblea no será convocada por este Régimen ni ninguno de sus par-tidos, para conseguirla es preciso un combate revolucionario. Los ataques históricos que se nos plantean nos obligan a pelear por transformar estas luchas en verdaderos combates por acabar con el Régimen del 78 y su Go-bierno, pelear por una Huelga general política, que abra el camino para imponer sobre sus ruinas un Gobierno de los trabajadores y el pueblo, una República Obrera.

Debate con la izquierda

Referéndum: ¿Una verdadera salida democrática contra la Constitución del 78?

El “decretazo constitucional” im-puesto por el PP y el PSOE consti-tuye un golpe de calado a la reac-cionaria Constitución de 1978. En términos de “ruptura histórica”, “quiebra del consenso del 78” y otros similares están hablando los princi-pales periódicos burgueses.

Ante esta “crisis por las alturas” las direcciones sindicales de las centrales mayoritarias y algunas de la izquierda sindical, junto con la “izquierda” par-lamentaria han promovido la idea de pelear por un referéndum. Mientras

algunos de los sindicatos y las organi-zaciones anarquistas fieles a sus pre-juicios y sectarismo acuerdan callar

por ser un problema “político”. Como señalamos en la Editorial se trata de todo un intento para que “los de abajo” no nos sumemos al debate con nuestro propio cuestionamiento de la Carta Magna, y nos conformemos en poder decidir sobre una sola enmienda.

Puede que el carácter “expres” de la reforma saque el debate constitucio-nal de la escena, más aún si no con-seguimos rebasar el marco de las mo-vilizaciones ciudadanas pacíficas que promueven estos mismos dirigentes sindicales y políticos. Sea como sea, la crisis del Régimen heredero de Fran-co acaba de empezar, y por lo tanto la pelea entre una reforma por arriba o

derribarlo y sobre sus ruinas poder re-solver todos los problemas de los tra-bajadores y el pueblo va a estar plan-teada en el próximo periodo. En este sentido la cuestión del “referéndum” abre una importante discusión sobre cómo debemos prepararnos para evitar que la burguesía sea capaz de imponer una salida “gatopardista”, cambiando algo para que nada cambie.

Parte de la “extrema izquierda” se suma al coro del referéndum

Que los Toxo, Mendez o Llamazares traten de ejercer de “bomberos” para poner a salvo la Constitución del 78 es

por SANTIAGO LUPE

EDITORIAL

5ESTADO ESPAÑOL

algo que no puede sorprender a nadie. Más lamentable es que algunos grupos que hablan desde el anticapitalismo de izquierda o incluso desde el marxismo revolucionario les hagan los coros. Es el caso de Izquierda Anticapitalista/ Re-volta Global (IA/RG), que llama a exi-gir “la convocatoria de un referéndum” y una “auditoria de la deuda pública”, por medio de la “movilización amplia y sostenida”1. En Lucha (EL) titula su úl-timo periódico con el lema “Queremos un referéndum”2, y en su interior llama a exigirlo y si no se consigue poner al movimiento 15M a preparar una con-sulta popular sobre la enmienda consti-tucional y otras preguntas acerca de los ajustes, la vivienda, la deuda...3

Mientras las grietas en el andamia-je del Régimen siguen abriéndose por arriba y por abajo, ninguno trata de plantear una salida independiente y revolucionaria a esta situación. Apro-vechar el creciente cuestionamiento a esta democracia para ricos (como expresa el 15M) para plantear una lu-cha revolucionaria para enterrarla está ausente de su política y programa. Ni tan siquiera contraponen a los intentos de limitar la voluntad popular a deci-dir entre el sí o el no a su enmienda la lucha por la máxima institución demo-crática que se puede conquistar bajo el capitalismo, una Asamblea Constitu-yente donde poder discutir sin limites no sólo su enmienda, sino el conjunto de la Constitución del 78 y por ende cómo resolver todos los problemas y reivindicaciones de los oprimidos.

De igual manera al quedarse en la de-manda de referéndum, y por más que declamativamente rechacen la Carta Magna de la Transición, se ubican del lado que quieren defender aquel con-senso reaccionario (CCOO y UGT).

La falta de una estrategia de indepen-dencia de clase y revolucionaria lleva

consigo terminar del lado de los secto-res “progres” o marginados dentro del regimén (burguesía catalana y vasca), todos ellos partidarios de distintas vías para hacer pagar la crisis a los trabaja-dores y sectores populares.

Los plebiscitos ¿un mecanismo para am-pliar la democracia o posi-bles “trampas” y “desvíos” para imponer los planes de la burguesía?

La antigua Liga Comunista Revolu-cionaria (LCR) francesa (hoy Nuevo Partido Anticapitalista, NPA) -organi-zación hermana de IA/RG- teorizó el abandono de la lucha por la dictadura del proletariado sustituyéndola por la lucha por la “democracia hasta el fi-nal”. Presupuestos participativos, con-sultas... y otras medidas de este tipo vendrían a abrir el camino para superar la sociedad capitalista sin necesidad de una revolución para que los trabaja-dores tomáramos el poder. Sustituyen esto por la lucha por conquistar espa-cios dentro de esta “democracia” des-de los que intentar transformarla. EL, si bien no ha ido tan lejos en sus teori-zaciones, viene adaptándose a este giro sobre todo en su programa y práctica política. De aquí el abandono de una estrategia revolucionaria que oponga a los cantos de sirena de “perfecciona-miento democrático” del Régimen del 78 (no sólo el referéndum, sino la re-forma de la ley electoral, medidas anti-corrupción... que defienden junto a los sectores más reformistas del 15M) una lucha por derribarlo.

Sin embargo dentro de esta lucha por la democratización, la considera-ción del referéndum como un meca-nismo de “perfeccionamiento” de la

democracia burguesa dista mucho del uso que tradicionalmente le ha dado la burguesía a los plebiscitos históri-camente. Su uso y abuso por perso-najes como Napoleón III, el dictador brasileño Vargas, el mismo Franco o incluso Hitler, son buenos ejemplos de lo errado de esta consideración. Y es que esta medida es “otorgada” al pueblo para ser usada en la mayoría de las ocasiones como forma de legi-timar las políticas de los de siempre o de desvío de procesos de lucha.

La “elección del momento” (con re-flujo de las movilizaciones), el control de los medios de comunicación y la propaganda de “o lo que se ofrece, o el caos”, son herramientas tradiciona-les de como un referéndum puede ser utilizado por la burguesía. La historia reciente de nuestro país e ofrece muy buenos ejemplos.

Es el caso del referéndum sobre la Ley de Reforma Política de Suárez en Diciembre de 1976. Fue convocado pa-sado el punto álgido de la oleada huel-guística que arranca en Enero y des-pués que la política traidora del PCE por medio de su dirección en CCOO hubiera evitado la Huelga General po-lítica contra los primeros gobiernos de la Monarquía. Las opciones fueron o esta Reforma franquista o seguimos con la Dictadura. El resultado, con una amplia participación, fue de una abrumadora victoria del Sí. La prime-ra legitimación por plebiscito de una Transición que era cuestionada en las fábricas y la calle. El referéndum sobre la Constitución del 78 tuvo el mismo carácter -aún mayor porque se sumó la “oposición democrática” con el PCE a la cabeza- de desvío y cierre por la “vía de las urnas” del auge obrero y estu-diantil que había metido en crisis a la

Dictadura. O la Constitución Monár-quica o vuelta a la Dictadura, y por si había dudas ahí estaban los “ruidos de sable” para aclararlas. El referéndum sobre la OTAN en 1986 sirvió para li-quidar el movimiento anti-imperialista y anti-bélico en nuestro país, la cues-tión fue presentada en los términos “o entramos en la OTAN, o seguiremos excluidos de la prosperidad europea por décadas”.

En medio una crisis capitalista histó-rica, que amenaza con llevarse por de-lante el Régimen del 78, levantar como salida o superación de la misma la bandera de “referéndum” -además de que es sumarse a quienes quieren po-ner paños fríos a la situación (que no se llegue a cuestionar por abajo la Carta Magna)- allana el terreno para que fu-turos intentos de desvío “democrático” o “plebiscitario” puedan calar entre la juventud y los trabajadores en lucha.

Frente a las ilusiones “democra-tistas”, que alientan IA/RG o EL, los revolucionarios debemos explicar pa-cientemente que la tarea para superar esta crisis sin pagarla nosotros, pasa por derribar con nuestra fuerza de la lucha revolucionaria el Régimen he-redero de la Dictadura, luchando por imponer una Asamblea Constituyente Revolucionaria sobre las ruinas de la Constitución de Juan Carlos I a través de una Gobierno de los trabajadores y el pueblo, una República Obrera.

NOTAS 1 Panfleto “No al cop d´estat neoliberal!!” repar-tido en la manfiestación del 6/09 en Barcelona2 Portada del periódico “En Lucha” septiem-bre 20113 Pere Durán, “15M: hay que organizar una con-sulta popular contra los recortes y por una demo-cracia real” en “En Lucha” septiembre 2011

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Sobre la Asamblea Constituyente Revolucionaria y las consignas democráticas

La Asamblea Constituyente es una consigna surgida históricamente de la revolución francesa, como una for-ma de poder revolucionario burgués frente al feudalismo. Se trata en ver-dad de la máxima institución demo-crática que la burguesía ha dado a lo largo de la historia.

Ya en la época de las revoluciones proletarias fue utilizada episódicamen-te por los marxistas revolucionarios, no solo en los países donde su democracia formal fuera débil y con poca tradición parlamentaria -como Rusia en 1917, China en 1927-29 o la España de los 30- con importantes tareas inconclusas como la autodeterminación de los pue-blos, graves problemas agrarios... o en donde hubiera regímenes fascistas, sino también en países imperialistas con fuertes parlamentos como Francia en el 34. La pelea por las consignas demo-cráticas – tanto las formales, como la li-bertad de expresión o reunión, como las estructurales, como la reforma agraria, el derecho de autodeterminación de los pueblos o la separación de la Iglesia y el Estado- estuvo presente en la lucha que dieron los grandes revolucionarios como Trotsky o Lenin desde la Revolución Rusa del 17. Durante la misma el par-tido bolchevique enarboló la bandera de luchar por la Asamblea Constituyente, levantando las demandas democráticas a la vez que se impulsaban los soviets y luchaban por que el poder pasara a estos organismos de auto-organización obre-

ra. Quedando esta disuelta después de la conquista del poder por el proletariado, tras la instauración de una democracia, la obrera basada en los mismos soviet, muy superior a la de la burguesía.

No levantaban esta consigna por que pudiera tener necesariamente una apli-cación para la práctica, sino por que ayudaba a que decenas de miles hicie-ran una experiencia con la forma más avanzada de la democracia burguesa, sacando las conclusiones de la destruc-ción del estado burgués y su parlamen-tarismo, y la necesidad de conquistar un estado proletario. La burguesía en una época histórica donde ya no juega un rol revolucionario -como pudo hacer-lo en su lucha contra el feudalismo en 1789- sino abiertamente contra-revolu-cionario, es incapaz de permitir una ver-dadera Asamblea de toda la nación para discutir sin límites todos los problemas de las masas. No pueden permitir que se ponga a discusión su dominio territorial, el problema de la concentración agra-ria o la solución a los problemas que afectan a los trabajadores y el pueblo, porque sería tanto como permitir que se abra la discusión sobre su dominio como clase. Sin embargo la confianza en los mecanismos de la democracia

burguesa es muy fuerte por ejemplo en los miles de trabajadores y jóvenes que hoy empiezan a cuestionar por ejemplo el Régimen de la Constitución del 78. Y ésta no puede desaparecer sólo por la propaganda socialista de los revolu-cionarios -aunque es una tarea impres-cindible-, sino que la propia experiencia con dicha falsa democracia será crucial.

Es por ello que los revolucionarios de-

bemos plantear audazmente consignas democráticas, pero no como forma de adaptarnos a las ilusiones de la mayoría, sino como herramientas para hacer que amplios sectores se acerquen a posicio-nes revolucionarias. La lucha por una Asamblea Constituyente la planteamos con toda sinceridad, si se quiere con-quistar esta institución de la democracia burguesa sólo podremos lograrlo a tra-vés de una lucha revolucionaria contra la misma burguesía y su actual Régimen. Una verdadera Asamblea Constituyente libre y soberana, donde se pueda discu-tir sin límites todos nuestros problemas, donde los trabajadores y sectores popu-lares podamos hacer valer nuestro peso, podrá ser sólo posible si la imponemos defenestrando a la burguesía del poder y constituyendo un Gobierno de los tra-bajadores y el pueblo. Nuestro diálogo

con las ilusiones democráticas, parte de ellas para tratar de superarlas de forma revolucionaria.

Al mismo tiempo no ocultamos que para hacer efectiva la solución a todos nuestros problemas y el fin de toda opresión debemos llevar la lucha has-ta la constitución de un estado obrero. Para esto hay que planteamos claramen-te el carácter de clase de la revolución necesaria para acabar con el capitalismo y construir el socialismo: “Toda gran revolución es popular en el sentido de que arrastra a todo el pueblo. Tanto la Gran Revolución Francesa como la Re-volución de Octubre fueron netamente populares. Sin embargo, la primera fue burguesa porque instituyó la propiedad individual, mientras que la segunda fue proletaria porque abolió la propiedad individual.” (…) “La república obrera no puede ser sino un estado clasista proletario. La república democrática no es sino una máscara del estado bur-gués. La combinación de ambas no es sino una ilusión pequeñoburguesa” 1

Es sumamente sectario rechazar pura y simplemente el programa democrá-tico; es necesario que las masas por sí mismas sobrepasen este programa en la lucha. Pero es imprescindible sobre la base del programa democrático re-volucionario oponer los intereses de los trabajadores y su independencia a los de su burguesía.

por SARA POVO Y FEDERICO GROM

ESTADO ESPAÑOL

NOTAS 1 León Trotsky, Problemas de la revolución Italiana.

Ofensiva centralista del PP y el PSOE

Desde Madrid, el PSOE y el PP, protagonizan una dura ofensiva con-tra las Comunidades Autónomas.

Con el chantaje de la presión de los mercados, el FMI y el BCE, no solo están realizando los mayores

recortes de derechos sociales en décadas, sino que se están cargan-do el “oneroso” Estado de las Au-tonomías. Pretenden recortarlas, al igual que Berlusconi está haciendo con las más de 100 provincias italia-nas. Esto significará -de entrada- el fin de la autonomía financiera de las CCAA. Los partidos mayoritarios tratan de ahorrarse hasta el último

céntimo con el objetivo de pagar la enorme deuda de la banca y ayudar a las grandes multinacionales.

Prueba de ello es la Reforma Ex-prés de la Constitución imponien-do un techo al gasto que las CCAA puedan hacer. En tiempo récord y sin consultar, los partidos mayoritarios se comprometieron con los mercados y

por GUILLERMO FERRARI

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los acreedores. Y, en pleno agosto ini-ciaron las sesiones parlamentarias. En el mismo sentido va la sentencia del Estatut que hizo el Tribunal Constitu-cional, el año pasado y la interlocuto-ria reciente del TSJC contra el uso del catalán en las aulas.

CiU y PNV son parte de los ajustes

Las burguesías vasca y catalana han mostrado rápidamente su preocupación. Mas Colell, Conseller d’Economia ca-talán, dijo que solo recortaría los pre-supuestos en función de lo que apruebe el Parlament catalán. El PNV se negó a votar la enmienda con argumentos europeístas, aunque su miedo es que le toquen régimen especial de financia-ción. Aunque difícilmente pasen de los gestos y alguna movilización. CiU ha votado recientemente los peores pre-supuestos en décadas con el apoyo del PP. De hecho, junto al PSC se ha con-vertido en el paladín de los recortes a los servicios públicos y en despedir trabajadores. El PNV no le va atrás. Durante los últimos meses fue vo-tando todas las leyes que el PSOE ha ido presentando o permitiendo con su abstención que éstas pasaran. Es decir, que tanto CiU como PNV no son una alternativa contra la opresión centra-lista del PP-PSOE.

Luchar por una Asamblea Constituyente

Es necesario luchar en las calles, contra el centralismo del PP y el PSOE, contra la reforma exprés de la reaccionaria Constitución del ‘78, contra la reforma laboral y de pensio-nes, etc. Es claro que un Gobierno del PSOE y, mucho menos, uno del PP so-metería a la voluntad de los trabajado-res y el pueblo estas decisiones. Para ello hay que imponerles desde abajo y con fuertes movilizaciones de traba-jadores, de indignados, de la juventud oprimida, una Asamblea Constituyen-te1 en donde se exprese la voluntad de los trabajadores y el pueblo. Y, en ésta poder discutir y decidir sobre el dere-cho de autodeterminación, cómo orga-nizar los poderes del Estado, y sobre la gran cantidad de problemas que su-frimos los trabajadores (paro, desahu-cios, etc.). Una Asamblea así solo po-dría ser convocada por un Gobierno de los Trabajadores y sólo así podremos defender el interés de las masas labo-riosas contra la patronal de las grandes multinacionales y la banca.

NOTAS 1 Ver editorial y artículos sobre Asamblea Constituyente en ésta edición.

A principios de éste año, sigilosa-mente, los parlamentarios del PP, PSOE, PNV y CiU aprobaron al-gunas reformas a la Ley Electoral que la hacen aún más restrictiva, si cabe. Ahora, aquellos partidos sin representación parlamentaria, sólo podrán participar de las elecciones si reúnen 35.000 firmas en todo el Estado, acreditadas por notario y con fotocopia del DNI. Pero, como si esto fuera poco, lo tienen que hacer en un plazo de 20 días. Em-presa titánica para los grupos de la extrema izquierda.

El Régimen va preparando sus armas legales ante la grave crisis económica que nos hacen sufrir. No quiere siquiera oír una voz dísco-

la, en el Parlamento, ni siquiera en la campaña electoral. En contra de la voluntad de decenas de miles de indignados, que piden una demo-cracia más amplia, no sólo quieren mantener cerrado el juego parla-mentario a las fuerzas ya existentes (algo que ya garantizaba bastante la ley electoral tal cual era), sino que incluso ponen más obstáculos a la simple presentación de candi-daturas. Esto demuestra que todas las frases de “escuchar” a los in-dignados, de prestarle atención, son simples fórmulas completamente vacías. Ni Rubalcaba con su falso discurso de promesas sociales (a la vez que apoya los últimos ajustes y recortes de su Gobierno), ni el PP o CiU que tienen su motosierra, pue-den ofrecer algo de democracia. Lo hemos podido ver con la Reforma exprés de la Constitución. Después

se quejan que la gente no va a votar. ¡Cuánto cinismo!

Los compañeros de Clase contra Clase creemos que hay que defen-der todos los derechos democráticos por mínimos que sean. Es elemental el derecho a poder presentar listas electorales y ser elegidos. Por ello creemos que hay que movilizarse y luchar contra estas reformas reac-cionarias. Aunque nosotros sabe-mos que el cambio social no se hace a través de las elecciones, creemos que las elecciones se pueden usar a favor de las luchas obreras y popu-lares y como medio para denunciar éste régimen reaccionario. Por ello nos ponemos a disposición de las movilizaciones y acciones de de-nuncia que se organicen sobre la reforma electoral

No son de extrañar para muchos, quizás por desgracia, las últimas de-claraciones de Democracia Real Ya sobre la reforma constitucional y cua-les son los pasos a seguir para frenar-la, instando al Rey la necesidad de que convoque un referéndum al respecto.

Resulta verdaderamente preocupan-te que después de que la juventud haya comenzado a cuestionarse este sistema y el Régimen del 78 que lo sustenta -heredero directo del Franquismo- esta organización pida a los jóvenes y no tan jóvenes indignados que depositen sus esperanzas en el máximo exponen-te del mismo. Un Régimen que nos ha llevado a la situación de crisis, paro, precariedad y que encarna todo contra lo que hemos salido a luchar.

La Carta Magna, ya desde su naci-miento estuvo marcada por la sangre derramada de los trabajadores y por la traición de la Transición pactada. Los recortes, las leyes y reformas que el Gobierno central de ZP y los auto-nómicos del PP o CiU están llevando a cabo para proteger los beneficios de

las empresas ya están al orden del día, y podemos ver, como poco a poco toda Europa lleva el mismo camino. Y es por eso que la los trabajadores y los jóvenes hemos salido a luchar.

Esta política pone blanco sobre ne-gro cual es el verdadero carácter de esta organización política, “cambiar el sistema” a través de tibias reformas. Desarma al movimiento de los indig-nados depositando en manos de las instituciones nuestra lucha. La políti-ca de grupos como Democracia Real Ya, esta conscientemente encaminada a que el movimiento se dirija por la vía de la reforma y la confianza en el sistema, y esto conduce al movimien-to a la deriva, haciéndole creer que lo podemos cambiar desde los márgenes que el mismo sistema nos propor-ciona, es imposible transformarlo de arriba abajo, sin acabar con sus insti-

tuciones y con las grandes fortunas.No debemos dejarnos engatusar por

la mezquindad de estas organizacio-nes, es realmente un insulto a la ju-ventud y su lucha que aquellos como Democracia Real Ya que se vanaglo-rian de dirigir el movimiento, siente posiciones tan reaccionarias y eleven al Rey -puesto a dedo por Franco-, a la categoría de Bonaparte, para que me-die entre movimiento que está luchan-do y el Parlamento que impone la re-forma de la constitución. ¿Pero es que puede haber una democracia real con el Jefe del Estado elegido por “la gra-cia de Franco”?. Ha de ser a través de la lucha como derrotemos la reforma constitucional planteada, y más allá todavía derroquemos la Monarquía y obliguemos al Rey a que devuelva toda la riqueza que ha acuñado a costa de los trabajadores del Estado Español y los países a los que este expolia.

Solo a través de la lucha consciente de la juventud y los trabajadores es po-sible un verdadero cambio y una verda-dera democracia de los trabajadores.

¡Abajo el régimen podrido del 78!¡Abajo la monarquía heredera de franco!

por GUILLERMO FERRARI

por ILAHYE COARASA

Reforma de la Ley Electoral

Lo llaman democracia y no lo es…

¿Democracia real ya o Monarquía real ya?

ESTADO ESPAÑOL

8 MOV. OBRERO

Ante los tijeretazos en educación

Plan de lucha y la Huelga educativa estatal hasta derrotar los recortes

Profesor de Secundaria y afiliado a la Federación de Enseñanza de CCOO-Aragón

Nos hablan de que al estar en una grave crisis económica, hay que re-cortar gastos públicos. Lo que no nos dicen es que el déficit se ha dispara-do gracias a los millonarios rescates bancarios. Para ello introducen en la Constitución el límite del déficit, y mientras las ayudas a la banca y la exigua presión fiscal a los más ricos continúan deciden “meter” la “tije-ra” a los servicios públicos.

Avanzan los recortes masivos en educación

Tras rebajarnos nuestras condiciones laborales y salariales con las reformas y planes de ajuste de Zapatero, aho-ra también quieren limitar cuestiones tan básicas, como la educación y la sanidad. Ya hemos visto los recortes y privatizaciones en la sanidad catala-na. Ahora llega el turno del tijeretazo contra ambas en el resto de comunida-des. Si bien los resultados electorales dejan la pelota sobre todo en el tejado del PP o CiU, el rechazo demagógico que enarbola Rubalcaba se cae por su propio peso. A nadie se le pasa que el un programa común a todos ellos se-guir haciéndo pagar la deuda de los capitalistas a los trabajadores, a costa de liquidar estas conquistas tan impor-tantes. La llamada al orden de Salgado sobre el déficit autonímico (ya en junio 12 comunidades se habían comido todo lo que se les permitía endeudarse este año) es la verdadera política del PSOE en esta materia; que antes de que acabe 2011 se recorte al máximo para conten-tar a la UE y los mercados.

En educación los recortes, que se han producido al inicio de este curso académico, tiene dos objetivos funda-mentales: por un lado el aumento de horas lectivas. Que cada profesor tanto en Secundaria ( en Madrid y Castilla-La Mancha de 18 a 20, en Navarra de 17 a 18), como en Infantil y Primaria (en Galicia de 21 a 25 y en Castilla-

La Mancha de 23 a 25), trabajen más por el mismo salario. Eliminándose así desdobles, tutorías... es decir empeo-rando aún más la calidad de la ense-ñanza pública.

El otro gran objetivo, es que con este aumento de horas lectivas de los funcionarios de carrera se reduzca notablemente el número de interinos. Estas dos horas de más erán horas de menos para el docente temporal. Solo con esto en Madrid, alrededor de 3.000 compañeros interinos irán a la calle, y otros tantos miles, en el resto de las comunidades citadas. Unos 15.000 en todo el Estado según los sindicatos del sector. Además en Castilla-La Mancha incluso se les quiere dejar de pagar los dos meses de vacaciones, congelar las plantillas o eliminar casi todos los cen-tros de formación del profesorado.

Con esta medida dicen que van a ahorrar 80 millones en Madrid, 139 en Castilla y 8 en Galicia. Un dinero que se va a recortar de la educación pública para dárselo directamente a la privada -como ya ha ocurrido en Madrid- y para seguir pagando los intereses de la deuda que han generado los capitalis-tas y sus políticos.

En otras comunidades ya ha habido recortes antes -como en Cataluña- y en las que no ha habido recortes tan gra-ves -como en Aragón- sí que desde el principio se están viendo sibilinos re-cortes continuos, como la eliminación

de programas y asesorías de apoyo pe-dagógico, que este curso solo, ya han dejado en la calle a 80 internos.

Campaña de desprestigio del profesorado de la escuela pública

Para justificar socialmente estos re-cortes, sobre todo desde los medios más afines al PP- a la cabeza en la rea-lización de estos últimos recortes-están lanzado una dura campaña contra su profesorado. Hemos visto decir a la se-ñora Aguirre, Presidenta de la Comuni-dad de Madrid, que solo trabajamos 18 horas. Otros han dicho que somos unos vagos e insolidarios, por no querer ha-cer este esfuerzo.

Con esto quieren ocultar que nuestra jornada es de 37, 5 horas, ya que a las lectivas hay que sumar la preparación de clases, corrección de exámenes... que lo que faltan son medios, tanto humanos como materiales. El Estado español es uno de los países de la UE, que menos invierte en Educación. Lue-go no debemos extrañarnos que sea uno del los últimos países desarrolla-dos -según el Informe PISA- en cali-dad de la enseñanza y de los primeros en fracaso escolar (superior al 30%).

La degradación de la escuela pública en los últimos años gracias a la falta de inversión, a la aprobación de leyes edu-cativas privatizadoras y segregadoras, de puesta en función de un modelo eco-

nómico que demandaba mano de obra sin cualificación a la que poder sobre explotar... es ahora utilizada demagó-gicamente por quienes quieren avanzar en liquidarla para defender la superiori-dad del modelo elitista de la privada.

A la vez que tenemos que defender los nuevos ataques en forma de re-cortes brutales (es la primera vez en 30 años que el presupuesto educativo decrece en términos absolutos, en un año con 165.000 alumnos más) tene-mos que denunciar que la degradación de la educación y de las condiciones laborales del profesorado no son una cosa nueva. Para mejorar la calidad de-bemos pelear por un aumento drástico de los presupuesto, que permitan una mejora de todos los medios humanos y materiales, o alguien duda de que la enseñanza mejoraría en aulas con 15 alumnos que con 30. Debemos decir basta a todas las fórmulas de precarie-dad laboral que abundan en la educa-ción. Igualmente hay que luchar por una gran reforma educativa que cam-bie el modelo de arriba abajo. Que deje de ser una educación al servicio de las necesidades de la patronal, que segrega socialmente a los alumnos, reproduciendo las diferencias de clase en el aula, la discriminación hacia los jóvenes inmigrantes y otras “lindezas” de la sociedad capitalista. En definitiva una educación que esté controlada y al servicio de los trabajadores, los secto-res populares y sus hijos.

Los profesores en lucha para frenar los recortes

Frente a estos duros ataques los profe-sores no se han quedado quietos. Hace algunos días en Madrid, en una asam-blea multitudinaria de miles de perso-nas -como hace muchos años que no se veía- (con cientos de personas en la calle sin poder entrar al estar ya la sala llena) decidieron movilizarse para hacer frente a estos ataques. Se convocó una manifestación que recorrió las calles con miles de profesores y un calendario provisional de movilizaciones.

Poco días después los principales sindicatos de la educación a nivel na-cional han decidido convocar una Jor-

por JORGE CALDERÓN

9MOV. OBRERO

nada de Lucha Estatal para el 20 del mismo mes, con manifestaciones o concentraciones en todas las capitales de provincia y finalmente una Mani-festación Estatal en Madrid para el 22. Los profesores madrileños ratificaron y adaptaron su calendario de moviliza-ciones a la movilización estatal. Final-mente los días 20, 21 y 22 de septiem-bre irán a la Huelga. A esto habrá que añadir otras acciones de lucha ya con-vocadas como los encierros, o todavía por convocar en las otras comunidades afectadas por los recortes.

Por Huelga General Estatal de toda la comunidad educativa

El calendario de movilizaciones previsto debe ser solo un punto de arranque. Las direcciones sindicales se excusan diciendo que no se puede convocar huelga estatal, porque no en todos los sitios han empezado los re-cortes. Lo que hay que decir es preci-samente lo contrario. Ahora es cuando hay que convocar ya una huelga en todo el Estado, para hacer frente a los ataques que ya ha habido en algunos lugares y para frenar la intención de otros Gobiernos autonómicos que en el futuro inmediato, seguro que van empezar ellos también a recortar. Re-forzar la lucha de los compañeros de Madrid, Galicia, Navarra... para que no hagan la “guerra” por su cuenta, no puedan ser aislados, y facilitar así una victoria. No se puede esperar a ver si nosotros somos los próximos, como piden los dirigentes de los sindicatos de la enseñanza, que a todas luces no están dispuestos a llevar hasta el final un plan de lucha hasta derrotar todos los recortes.

No podemos olvidarnos de los estu-diantes. Estos llevan años machaca-dos, siendo los primeros que salieron a luchar contra las leyes que elitizan y privatizan la educación, tanto en primaria y secundaria (LOE y Ley de FP) como en la Universidad (Plan Bolonia). Tras esto, encima, son arro-jados a un mercado laboral, donde la explotación es la mejor de las opcio-nes ya que más de la mitad de ellos, estarán en el paro.

Además, si los profesores tenemos menos medios y tiempo, para impartir adecuadamente la docencia, los gran-des perjudicados, son nuestros alumnos que recibirán una educación de peor calidad. Los trabajadores de la ense-ñanza no docentes (conserjes, limpia-doras, etc), también llevan tiempo con recortes de salarios, empeoramiento de sus condiciones de trabajo, a través de subcontratas... y la política de recortes va a tratar de empeorarlas aún más. Por último es clave alcanzar una alianza con las madres y padres de alumnos, un soporte fundamental para que el conflicto cuente con apoyo y pueda ex-tenderse más allá de los centros.

Se hace más necesario que nunca la unidad de todos los sectores de la co-munidad educativa para hacer frente a estos recortes. La participación en el calendario de movilizaciones previsto es clave, hay que garantizar que todas ellas sean un éxito. Su preparación debe servirnos además para avanzar en la organización en cada centro y en construir la unidad de todos los sectores. No podemos confiar en las mismas direcciones sindicales que miraban para otro lado todos estos años mientras se degradaba la escuela pública y ahora quieren mantener di-vidida la lucha por comunidades. De-bemos levantar en todos los centros educativos,asambleas conjuntas de profesores, estudiantes y trabajadores desde donde imponer un plan de lucha estatal y la Huelga General de toda la educación hasta parar los recortes

Esta tarea, que es la misma que tie-nen por delante los compañeros de sa-nidad y el resto de servicios públicos. Es la vía para poder llevar adelante una lucha consecuente, que avance en la unidad y coordinación entre los centros educativos en primera instan-cia, y el resto de centro de trabajo pú-blicos y los usuarios. Sólo así vamos a poder echar para atrás los históricos ataques planteados.

A la vez tenemos que tener el norte de que los ataques a la clase obrera a los funcionarios a los jóvenes etc.. y la actual situación de crisis a la que nos han avocado, implica una lucha impla-cable contra el gobierno de turno ya sea el PSOE o el PP, y que para ello los profesores debemos tener el norte de la necesidad de la unidad con el mo-vimiento obrero y con el resto de secto-res de trabajadores públicos por la ne-cesidad de una Huelga general estatal hasta derribar todos los recortes.

Nos sacan la Tijera

Ante la ofensiva que inició el Go-bierno Central, secundado por la Ge-neralitat, de recortar los presupuestos destinados a los servicios públicos; en Cataluña, el sector más afectado ha sido el de sanidad; seguido por el de educación y otros sectores.

Ya antes del verano, en Barcelona avisaron del cierre parcial de varios hospitales y del cierre total de dos concretos: el Hospital Dos de Mayo y el Hospital de la Esperanza. Por si esto no era suficiente, prosiguieron, ti-jera en mano, recortando los servicios de urgencias de cada vez más pueblos y barrios; llegando incluso a cerrar CAP’s parcialmente y recortando, también, el servicio de ambulancias. Ante esta situación, hubo una respues-ta inmediata. El personal y algunos de los usuarios de hospitales como el del Vall d’Hebron, del Bellvitge, del Hos-pital del Mar, de La Esperanza y del Dos de Mayo; junto con el personal y usuarios de los CAP’s de salud afecta-dos, no dudaron en movilizarse. Co-menzaron a hacer hospitales de cam-paña, concentraciones en la Plaza Sant Jaume, así como cortes semanales de vías principales de la ciudad.

Saquemos el Puño

A pesar de ello, se aprobó la Ley OMINBUS, y los recortes siguen avanzando a sus anchas. Llegó el verano. Pareciera que la cosa iba a calmarse, y que los parches que la Generalitat iba poniendo sumados al hecho de que la gente se marcha de vacaciones, enfriarían la situación y contentarían los ánimos. Sin embar-go, los usuarios que están viviendo y sufriendo en sus propias carnes las consecuencias de tanto recorte, junto con la presencia y apoyo del movimiento 15M; han permitido que agosto se mantuviera caliente.

Durante este mes, se han realizado diferentes acciones en Barcelona y alrededores: continuando con la lí-nea de acción, han seguido las mar-chas y concentraciones en el Hospi-tal del Mar y en el de la Esperanza, caceroladas en el Hospital Dos de Mayo, múltiples acampadas en dife-

rentes CAP’s, cortes de calles y ave-nidas principales… Acciones que de la ciudad han ido extendiéndose a los pueblos y cobrando fuerza.

De esta forma, cuando algunos se iban de camping a la montaña, no eran pocos los que con su tienda y su saco de dormir se iban al CAP. Cla-ros ejemplos de ello son el CAP de Castellbisbal o el de Sant Feliu del Llobregat, donde tras ocupar ambos ambulatorios, han conseguido pe-queños logros, como que abrieran las urgencias en fin de semana o pusie-ran un profesional localizable, cuan-do las mismas estuvieran cerradas.

Pero como era de esperar, el gobier-no de la Generalitat no podía dejarlo pasar y tenía que mostrar su fuerza, haciéndose un lugar en todo esto. Así es como el pasado 31 de agosto, una operación ordenada por el consejero de sanidad Boi Ruiz, y secundada por Felip Puig, que puso a su disposición a su séquito de antidisturbios y policías de paisano; se encargó de interrum-pir las reivindicaciones desalojando por la fuerza, como ya es costumbre en Cataluña, todos los CAP’s que se encontraban ocupados o en los que se había mantenido la acampada (entre ellos los CAP’s de Castellar, Badia, Santa Perpetua i Sabadell).

Con esta realidad candente, se con-vocó la primera manifestación en contra de los recortes después del pe-riodo vacacional. Y así, el pasado 2 de septiembre, saliendo de diferentes hospitales de la ciudad, más de 1000 personas (entre usuarios, trabajadores y simpatizantes del 15M) tomaron las calles en una marcha que duró más de tres horas y terminó con una asamblea, delante de la consejería de sanidad.

Y así continúa el camino de la lu-cha, paso a paso, pero sin cesar. Próxi-ma parada: El 18 de septiembre, bajo el lema “Lo público no es privado”: Manifestación Estatal en contra de la privatización en todos los sectores: sanidad educación, cultura, servicios sociales…, que en Barcelona saldrá de Plaza Catalunya a las 19h. Es ne-cesaria la máxima coordinación de to-dos los trabajadores y su movilización junto a las decenas de miles de usua-rios en defensa de la sanidad pública.

La lucha sigue, ¡cueste lo que cueste!

por LEIRE

Sanidad en Catalunya:

1, 2,3 ¿Piedra, Papel o Tijera?

10 MOV. OBRERO

Acerca del debate sobre la huelga general

Se hace necesario debatir cuáles son las formas de lucha más efectivas y que estén a la altura de los ataques históricos que estamos sufriendo las y los trabajadores y el pueblo. Uno de los debates que existen entre los trabajadores, los sindicatos alterna-tivos y de la izquierda sindical, y den-tro del 15M, es acerca de la Huelga General: un método de lucha que se empieza a escuchar en las manifesta-ciones de todo el Estado español. El debate sobre la efectividad o no de la Huelga General abre muchos otros, como: el rol de los sindicatos, los su-jetos sociales que la lleven adelante, la participación del conjunto de la sociedad, la relación o no con otros métodos de lucha, entre otros.

Los sindicatos “no nos representan”: transformemos el modelo sindical burocrático actual

Es una realidad que con los sindicatos tal cual están una Huelga General pue-de, -como ha ocurrido con la del 29S-, ser asumida por la burocracia sindical para tratar de descomprimir la presión social. Es por eso que necesitamos re-cuperar nuestros sindicatos como he-rramienta para la lucha y organización de los trabajadores, para que cualquier Huelga General o plan de lucha pueda ser efectivo contra la patronal.

Este es otro debate que se plantea cada vez más en el 15M y entre los trabaja-dores, ya que los sindicatos, producto de cientos de traiciones y pactos de los dirigentes de CCOO y UGT, se encuen-tran desprestigiados en sectores obreros y sobre todo en la juventud precaria. Esto impide ver que si los recuperamos podrían retomar lo que fueron histórica-mente: una herramienta de organización y de lucha para defender los intereses elementales de los trabajadores. Para ello es necesario cambiar el modelo sindical impuesto en la Transición, un modelo fortalecido por el papel de sus direcciones que sólo afilian al 10% de la clase trabajadora española, y de esta forma han convertido nuestros sindica-tos en aparatos totalmente antidemocrá-ticos, coorporativos y un elemento en la estabilidad de todo gobierno.

El lema “no nos representan” también les toca a ellos, encontrándose alejados

de las necesidades del conjunto de la clase, sin tener en cuenta para nada a los afiliados y siendo las asambleas de trabajadores algo del pasado. Es más que evidente cómo sus dirigentes están corrompidos, y totalmente adaptados como casta burocrática al servicio de la burguesía y sus gobiernos de turno. La figura del Comité de Empresa como órgano de representación de los traba-jadores también ha sufrido una buro-cratización muy fuerte, se institucio-nalizaron como órganos irrevocables, elegidos cada 4 años, lo que ha facilita-do un divorcio entre los representantes y los representados, permitiendo que en muchas ocasiones firmen pactos y traiciones a espaldas y en contra de los trabajadores.

Es así que la lucha contra estos nue-vos ataques implica una pelea por conseguir un modelo sindical demo-crático, controlado y al servicio de los trabajadores. Los Comités de Empresa deberían ser revocables, elegidos cada año desde las asambleas de base donde los trabajadores decidan; y así recupe-rarlos como instrumentos de lucha, a la vez que avanzamos en reconquistar los propios sindicatos. Para ello es ne-cesario echar a esa burocracia traidora que los ha corrompido, contra el verti-calismo creciente y contra el arbitraje obligatorio que viene a imponer la Re-forma Laboral.

Precarios, fijos y tempora-les, nativa y extranjera: la misma clase obrera...

Uno de los problemas que sufre la clase trabajadora es la fragmentación y división entre trabajadores fijos, con-tratados, parados, nativos y extranje-ros…. existiendo un amplio sector de trabajadores de servicios muy preca-rizados, compuesto por una mayoría de jóvenes. Muchos de estos sectores están al margen de las organizaciones sindicales, totalmente abandonados por los sindicatos mayoritarios. En

peores condiciones se encuentran los trabajadores inmigrantes, y las y los casi cinco millones de parados.

Sin embargo, colectivos autonomis-tas o de la misma izquierda sindical, tras su política “antisindicato” -sin di-ferenciar la base de los trabajadores de sus direcciones- muchas veces cae en el grave error de contraponer una lucha u organización separada o paralela para los precarios, parados, inmigrantes... Si las direcciones sindicales dividen y abandonan a los precarios y a los inmi-grantes, tampoco es efectivo organizar a éstos aparte y aislados del conjunto de los trabajadores. Es necesario pelear por la unidad, luchando porque los tra-bajadores efectivos tomen las reivindi-caciones de los sectores mas explotados de nuestra clase. Esta cuestión es clave para conseguir arrebatar la dirección del movimiento obrero a los dirigentes sindicales vendidos; organizando a los sectores que ellos no defienden y de-sarrollando formas de representación y decisión de democracia obrera.

Toda Huelga General es una Huelga Social

Tras estas dos grandes y dramáticas contradicciones que sufre la clase tra-bajadora: su fragmentación y división, y el carácter profundamente burocráti-co de los sindicatos, las y los trabaja-dores se sienten a la deriva a la hora de luchar contra los ataques patronales.

Peor aún para aquellos trabajado-res precarizados, la mayoría jóvenes, que no tienen ninguna representación sindical y si la tienen sus propios diri-gentes negocian contra ellos. Lo mis-mo ocurre con los parados, precarios, amas de casa, falsos autónomos.... Es así que muchos de ellos plantean que las huelgas generales ya no sirven, e incluso las ven como un perjuicio ante la amenaza de quedar en la calle y sin posibilidad de defenderse por los con-tratos basura, las amenazas abusivas

de los patrones, descuentos del día de huelga a los miserables sueldos preca-rios, y la existencia de más de cuatro millones de parados.

Ante esto, algunos colectivos o sindi-catos alternativos o de izquierda contra-ponen a la Huelga General una Huelga Social por fuera y muchas veces “con-tra” los sindicatos mayoritarios. Por un lado, bajo la adjetivación un tanto despreciativa de “clásica” o “tradicio-nal”, plantean que la huelga general es un método ya caduco, “del siglo XIX” y que no permite que puedan intervenir los sectores de trabajadores más preca-rios o sin trabajo. Por otro lado, al pro-poner una huelga social sin los sindica-tos mayoritarios, como se puntualizaba más arriba, no tienen en cuenta a los sectores mas concentrados y estratégi-cos de la clase trabajadora que es base de los mismos, a pesar de las traiciones y su carácter burocrático.

Por esto mismo, esta propuesta no ayuda a resolver la división de la clase trabajadora. Basándose en esta frag-mentación, al no tener en cuenta a los trabajadores que aún están organizado en los grandes sindicatos, más que ayu-dar a la unidad alientan a la división. E incluso a veces se cae en el grave error de acusar de “vendidos” o “traidores” a los trabajadores sindicados o con contratos fijos, sin distinguir entre los trabajadores de base de CCOO y UGT y sus dirigentes traidores. Sin embargo, estos trabajadores son capaces de de-mostrar su fuerza y combatividad como lo han hecho en la huelga del 29S, bajo una acción centralizada en la que han animado a aquellos que no pueden ejer-cer su derecho a huelga a hacerse visi-bles: en los piquetes en las puertas de los centros de trabajo, en los polígonos y en las movilizaciones masivas.

Otros colectivos o sindicatos como CGT, CNT, y una amplia gama de orga-nizaciones sociales, como Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción vienen planteando Huelga de Consumo. Su discurso “contra el obrerismo clásico” y la “Huelga General Clásica” está li-gado a propuestas de “nuevas formas” de hacer la “huelga social” como “coo-perativas de trabajo y huelgas de con-sumo o de donación”. Pero, ¿son real-mente nuevas estas propuestas, volver a las formas de organización del movi-miento obrero cuando éste justo emer-gía del artesanado, para luego mostrar su ineficacia ya en el mismo siglo XIX o comienzos del siglo XX?. También

por CYNTHIA LUB

11JUVENTUD

proponen acciones individuales como “no pagar la luz, dejar de mirar la te-levisión o no pagar el alquiler y las hi-potecas”, u organizaciones locales por barrios. Sin embargo, ¿no han mostra-do acaso su fuerza los barrios y el 15M por ejemplo, apoyando hoy a los traba-jadores de la sanidad contra los recor-tes, o contra los despidos de Barcelona? También en la huelga del 29S los ba-rrios tuvieron una activa participación en los comités de huelga, piquetes de fábricas y transportes y demás centros de trabajo; así como en las enormes movilizaciones de todo el Estado.

Desde este punto de vista, es innece-saria la contraposición huelga general/huelga social, ya que en una Huelga General pueden expresarse todos los sectores explotados y oprimidos de la

sociedad. Sin embargo, para ello es ne-cesario: superar la división tras una fé-rrea unidad de las filas del conjunto de las y los trabajadores -precarios, fijos y temporales, nativa y extranjera-, recu-perar los sindicatos como organizacio-nes de lucha democráticas y combati-vas, y cuestionar los planes de la clase capitalista y sus patrones, defendidos y ejecutados por los gobiernos de tur-no, Y así, una Huelga General, podría transformarse en una Huelga General Política que enfrente al gobierno y al régimen de la Transición.

Es real que hoy hacer una Huelga General plantea muchas contradiccio-nes, empezando por aquellos que la convocarían. Pero los marxistas revo-lucionarios opinamos que, lejos de ha-cer “fetichismo” de la huelga general,

es sólo a través del paro de la produc-ción -con todos los métodos que ello implica, piquetes, ocupación de fá-bricas y centros de trabajo, bloqueos, etc.- que se paraliza el funcionamiento de la economía capitalista y se pone en cuestión en los hechos el dominio ca-pitalista de la producción, mostrando el potencial de la clase obrera. Y por esta vía hoy, junto a un plan de lucha estatal, movilizaciones y transforman-do el modelo sindical actual, podremos derrotar a los patrones y su decadente sistema capitalista.

La necesidad de la independencia política de la clase trabajadora

Los sindicatos combativos, alternati-vos y de izquierdas, así como las orga-

nizaciones revolucionarias, tenemos la tarea histórica de ser una alternativa a las direcciones traidoras de la clase tra-bajadora, intentando conformar un polo que organice a los sectores más comba-tivos y críticos de CCOO y UGT, para recuperar los sindicatos bajo formas de autoorganización. Es necesario luchar por demandas como el reparto de las horas de trabajo entre todos las manos disponibles, sin rebaja salarial para acabar con la desocupación masiva, contra la precariedad laboral y por la igualdad de derechos a los trabajado-res inmigrantes. Si no empieza a surgir una alternativa de clase y combativa, será difícil que el conjunto de los tra-bajadores puedan encontrar una salida diferente a lo ya existente.

La nueva reforma laboral

Una nueva ofensiva contra la juventud trabajadora

Delegado sindical de CGT en Telepizza

El gobierno del PSOE lanza contra la juventud una nueva reforma labo-ral diseñada para calmar las insacia-bles bocas de los empresarios, de la bolsa y la patronal española. El día 26 de agosto impuso un nuevo Real Decreto que empeora las condiciones de trabajo uno de los sectores más explotados de la clase trabajadora, la juventud trabajadora. Tiene la in-tención de aumentar la temporalidad juvenil y el trabajo basura a través de la reforma del “Contrato de For-mación” y de las nuevas condiciones de los Contratos temporales. Todo esto con los nuevos datos del paro de agosto que ya suman 4.130.927 de trabajadores en el INEM (casi 5 millones según la EPA), y que para la patronal aunque insuficiente, le permite un nuevo regalito cuando “de los 8.300.105 contratos firmados hasta julio, sólo 692.467 fueron in-definidos (-3,76% respecto a 2010), y 7.607.638 temporales (un 1,38% más que en 2010).”

Y es que la suspensión del Artículo 15.5 del Texto Refundido del Estatuto de los Trabajadores permite legalizar lo que la patronal ya venia haciendo en

la práctica. Este Artículo, formalmen-te, establecía que los trabajadores que en un periodo comprendido de 30 me-ses, hubieran firmado dos o más con-tratos de este tipo durante 24 meses en la misma empresa, tendrían que pasar automáticamente a ser empleados fijos de la plantilla con un contrato indefini-do. Pero, a partir de ahora, este articulo queda anulado y los empresarios no es-tarán obligados a hacer fijos a los tem-porales, sino que podrán seguir man-teniendo la temporalidad permanente dentro de sus empresas. El Ministro de Trabajo (el antes burócrata sindical de UGT Valeriano Gómez) ya ha dicho que prefiere “tener un contrato tempo-ral que un trabajador en paro”.

Sin embargo a pesar de que a los con-

tratos temporales se les permitía esta conversión a fijos, la realidad es otra bien distinta, puesto que el empresario viene utilizando cualquier método para evitarla a través de despidos para que los trabajadores pierdan su antigüedad, o bien manteniendo en fraude de ley a los trabajadores temporales. Según los datos de 2011, los contratos en fraude de ley ya suman el 30% del total.

Por otro lado, la mini-reforma laboral

también incluye otras medidas como es el nuevo Contrato de Formación, que amplia el margen de explotación de los trabajadores con edades comprendidos entre 16 y 25 años, a edades entre los 16

y los 30 años. Por un lado, las empresas podrán tener una bonificación del 100% de las cuotas a la Seguridad Social por contratar a menores de 30 años, y po-drá reducirse el salario de estos traba-jadores del 85 al 75% del Salario nor-mal del Convenio, siempre que no este por debajo del ridículo Salario Mínimo Interprofesional de poco más de 600 euros por jornada completa. Por otro lado, este tipo de contratación no solo profundiza la precarización de los pre-carios, sino que impone por así decirlo que los trabajadores no tengan ningún tipo de formación cualificada, ya que podrán ampliar el puesto de trabajo otro año más si el trabajador carece del ti-tulo de secundaria. Por eso, resulta iró-nico que la patronal y el Gobierno del PSOE nos digan a través de sus medios de comunicación que de la crisis solo se podrá salir “formando a los jóvenes”, mientras que nos obligan a esconder los títulos de bachiller, secundaria y títulos universitarios si queremos tener algún tipo de trabajo basura.

Estos duros ataques no han merecido más que un rechazo formal por parte de las direcciones burocráticas de CCOO y UGT. No han movido ni un dedo por defender a este sector de nuestra cla-se, la juventud trabajadora. Es algo a lo que ya nos tienen acostumbrados, la hiper-precariedad que padecemos es gracias a los pactos y reformas labora-les que ellos mismos aceptaron durante

los últimos 15 años. Para enfrentar es-tos ataques es necesaria una respuesta unificada de los trabajadores. Es ne-cesario que se rompa la división que existe entre los trabajadores precarios (que tenemos una multitud de contra-tos precarios diferentes) y los trabaja-dores que siguen manteniendo fuertes conquistas, ya que mientras se nos golpean a los trabajadores jóvenes, la patronal nos utiliza para atacar al resto de la clase trabajadora. Esta unidad la tendremos que conquistar en la pelea contra la burocracia sindical que la ha hecho posible y sigue haciendo posible que se perpetúe. Es necesario levantar asambleas de trabajadores donde se participemos y nos unamos todos estos sectores para combatir la temporalidad, las subcontratas, los contratos basura... por el pase a plantilla y a contrato fijo de todos los compañeros. Recuperar la unidad de las filas obreras es una tarea fundamental no sólo para defen-der nuestras condiciones cotidianas de trabajo, sino también para fortalecer nuestra capacidad de respuesta contra los ataques del Gobierno y la patronal, como esta última reforma anti-juvenil. Lograr dicha unidad será, junto con la extensión se la auto-organización, las asambleas decisorias, la coordinación de éstas... una tarea fundamental para poder imponer un verdadero plan de lucha y la huelga general hasta derrotar los ajustes y reformas a la dirección de los Toxo y Méndez.

por ASIER UBICO

12

Cuando el Estado se desentiende de la educación

Los procesos de privatización en el sector de la Educación dentro del Estado Español no se detienen: del Plan Bolonia al Plan Estrategia 2015, el cual terminaría por cerrar el ciclo de privatizaciones de la educación superior. A pesar de ello, continua el debate en las aulas y pasillos de las facultades respecto a qué universi-dad se quiere tener, pública o priva-da, gratuita o de financiación mix-ta, etc. Para entender aquello, seria bueno recurrir a ejemplos de otros países donde el modelo de financia-ción privada es insostenible.

Un ejemplo del fracaso de la educa-ción superior privada, es el caso de Chile donde el proceso de las políticas neoli-berales de los ochenta (con la Dictadu-ra), noventa y primera década del 2000 (con los gobiernos de la Concertación) liquidaron en la práctica la educación superior publica, en beneficios de las universidades privadas. Hoy - en tanto que gobierna la derecha, gran defensora de la educación privada -, se viven esas consecuencias de forma más notorias.

La idea neoliberal desde el origen fue financiar con dinero público las iniciativas privadas para poner en

marcha un sistema complementario al sistema estatal de educación su-perior pública, bajo la condición que estas nuevas universidades privadas no debían percibir lucro. Sin embar-go, estas universidades privadas fue-ron utilizando diversas estratagemas, creando diversas figuras jurídicas que les permiten la obtención de remu-neración empresarial. Sólo el 34,6% del financiamiento público se asigna directamente a instituciones públicas, el 65,4% restante se destina directa o indirectamente a establecimientos pri-vados.1

Al haber liberalizado el sector de la educación, la mayor consecuencia fue la nula previsión e intención por parte del gobierno para incorporar al mundo laboral a los nuevos egresados, aunque si se mantuvo la oferta de centros de educación superior y la oferta de titu-laciones. Actualmente solo el 32% de las universidades son públicas, pero no gratuitas; las que deben recurrir a la autofinanciación, y que en la práctica funcionan de forma similar a una uni-versidad privada.

De aquella manera se sentaron las bases para un desequilibrio grave, del que fueron los mas perjudicados los nuevos licenciados. El problema no

estaba en la gran cantidad de nuevos licenciados, sino en las posibilidades de encontrar un trabajo, obligándoles a competir entre ellos, mientras la oferta laboral se mantenía igual. Las univer-sidades privadas se mantuvieron reci-biendo fondos estatales, a la par que engrosaban sus arcas con ingresos de-rivados de las matriculas pagadas por los alumnos. Mientras los sucesivos gobiernos nunca implementaron un programa de medidas pensadas para garantizar los puestos de trabajo, ni mucho menos soluciones como el re-parto de horas, ni aumentar la contra-tación en los servicios públicos para incorporar a los nuevos licenciados.

El problema no fue sólo el encontrar un trabajo, sino cómo se podían finan-ciar esos estudios. Para poder ingresar a los estudios superiores, las familias de aquellos estudiantes debieron endeudar-se. Los estudiantes sólo pudieron acce-der mediante créditos privados, o por elFondo Solidario de Crédito Univer-sitario del Estado. La condición es que una vez acabados los estudios, los li-cenciados debían devolver estos présta-mos, que pasaban al mencionado fondo público con el cual se volvía a entregar becas a los nuevos matriculados. Esta falacia funcionaría siempre y cuando, los nuevos egresados encontraran tra-

bajo, pero la realidad no iba ser así. En términos generales, $84 de cada $100 que se gastan en la Educación Superior es financiado por las familias chilenas, lo cual equivale a 25 veces más de lo deben gastar las familias en Dinamarca en proporción al gasto total.2

La cuestión del problema en Chile fue que el Estado regaló la educación a los privados. Al haberla ido priva-tizando, se permitió la desviación de fondos públicos a la educación priva-da, que lejos de mejorar el acceso y la calidad, terminó por mercantilizar la educación e hipotecar el futuro de los estudiantes. Por otra parte la fragilidad del modelo de financiamiento se basó en la devolución de los créditos para poder entrar en ese ciclo frágilmente sostenible. A muchos estudiantes sólo les quedaron las opciones de no estu-diar la carrera que querían; la de estu-diar mediante un asfixiante endeuda-miento, o simplemente la de no poder estudiar.

por MARIO ORTIZ

JUVENTUD

III Encuentro de Trabajadores/as y empresas en lucha

NOTAS 1 http://fech.cl/docs/documentos/comision-financiamiento/2 Ídem.

Más de 100 personas pertenecien-tes a distintos sindicatos -CGT, IAC, Cobas, CNT...-, comisiones laborales del 15M, organizaciones políticas... acudieron a la reunión convocada por la Comisión de Trabajadores/as Indignad@s hacia la Huelga Gene-ral para comenzar los preparativos de un III Encuentro de Trabajadores en la UB de el Raval (Barcelona).

La perspectiva de un otoño caliente, la lucha contra los últimos ataques del Gobierno y dar pasos para imponer una Huelga General desde la base a las di-recciones de CCOO y UGT fueron parte de los ejes de discusión. También se pu-sieron en conocimiento las distintas re-uniones y encuentros que están teniendo distintas organizaciones de la izquierda

sindical para acordar un calendario uni-tario de movilizaciones, acordándese el apoyar todas las convocatorias que sal-gan. Además algunos conflictos como el de los trabajadores del Hospital de Belvitge contra los recortes, los compa-ñeros de la CGT en SEAT contra la im-posición de horas extra por la empresa o los usuarios del Hospital Dos de Maig

contra su privatización, explicaron sus luchas y llamaron a que se apoyen.

Finalmente se acordó celebrar el III Encuentro el próximo 8 de Octubre a las 18h en la Plaza Catalunya sobre dos puntos centrales; aprobar y organizar un calendario de movilizaciones en otoño en base a las fechas que vayan saliendo des-

de la izquierda sindical y el 15M, como la manifestación del 15 de Octubre donde se apostaba a que estuvieran presentes los trabajadores y sus reivindicaciones; y dis-cutir qué medidas concretas de solidaridad y coordinación podemos poner en marcha para intentar que los conflictos en curso -como el de los trabajadores de sanidad, o ahora los de educación- puedan ganar.

Desde Clase contra Clase venimos par-ticipando en la Comisión de Trabajadores/as Indignad@s hacia la Huelga General y todas sus actividades, y por lo tanto sere-mos parte también de este III Encuentro. Llamamos a todos los sectores obreros opuestos a la política de Toxo y Méndez a sumarse al mismo para avanzar en recu-perar tradiciones como la coordinación y solidaridad de las luchas, y poder imponer el fin de la paz social y un plan de lucha y huelga general hasta derrotar todos los ajustes del Gobierno y la patronal.

por SANTIAGO LUPE

13ECONOMÍA

Frente a la ominosa perspectiva de elevar a rango constitucional la aus-teridad fiscal, algunos economistas progresistas vienen presentando dis-tintas variantes de política económica “no neoliberales”, que pretenden que es posible reorientar la economía ca-pitalista española en crisis terminal, en favor de los sectores populares. En este artículo pretendemos discutir con dos de ellos, Vicenç Navarro -uno de los intelectuales con más influen-cia en el 15M- y el economista griego Costa Lapavitsas.

El primero plantea que no es necesa-rio ningún ajuste fiscal, argumentando que no hay un problema de gasto pú-blico “excesivo” en el Estado Español, en comparación con otros países euro-peos. De esta forma, no sería necesario bajar los gastos si pudieran aumentarse los ingresos del fisco, elevando los gra-vámenes sobre la renta de las grandes empresas y la banca, que pagan mucho menores impuestos aquí que en mu-chos otros países de la UE-15, y com-batiendo el fraude fiscal . Esta “reforma fiscal”que se pretende posible en los es-trechos marcos que dejan los condicio-namientos de la Unión, resulta absurda como planteamiento para responder a una crisis de las proporciones actuales, con un índice de desempleo mayor al 20%( tasa que se duplica en los secto-res juveniles), el marco de una crisis capitalista aguda a nivel mundial y que golpea fuertemente por ahora a los paí-ses imperialistas centrales. Este tipo de “propuestas” lamentablemente crean falsas ilusiones y le dan la espalada a la necesidad de impulsar las medidas que hoy necesitamos para que la crisis verdaderamente no caiga sobre nuestros hombros, comenzando por un reparto de las horas de trabajo, garantizando a ocu-pados y desocupados un ingreso acorde a la evolución del costo de vida.

Digamos también que a pesar de su carácter dudosamente progresivo, es ilusorio pensar que podrá aplicarse una medida como esta en un momen-to en que el Estado Estañol es blanco de fuertes presiones especulativas. Cualquier intento de cargar más im-puestos sobre la banca y las empresas podría acelerar la presión sobre los bo-nos, con las típicas excusas de falta de

“seguridad jurídica” que usa el capital frente a cualquier intento de restringir sus ganacias. Cabe agregar, además, que a pesar de su carácter moderado, esta propuesta exigiría en realidad un cuestionamiento profundo de las bases político-económicas de la zona Euro. El tratado de Maastricht consagra una Europa para el gran capital, de la cual los gobiernos de Alemania y Francia son custodios, imponiendo como regla de oro una austeridad fiscal basada en un bajo nivel de gasto e impuestos li-mitados, que se pretende indispensable para la estabilidad de la moneda.

Es que lo que plantea Navarro ado-lece de una gran falla: si bien aumentar los impuestos a los grandes capitalistas es correcto y debe ser parte de un pro-grama obrero contra la crisis, presen-tarla como una receta que unilateral-mente vaya a hacerles pagar a ellos la crisis es completamente falso. Si estas subidas no vienen acompañadas de la eliminación del IVA y otros impuestos anti-populares, y no está dentro de un programa de conjunto por el reparto de las horas de trabajo, la escala móvil de salarios, la expropiación de toda empre-sa que cierre o despida, etc., tendería a transformarse en una utopía reacciona-ria, pues la patronal trataría de descar-garla en nuestros hombros en forma de despidos, bajadas de salario, aumento de la explotación, inflacción...Y funda-mentalmente lo que no dice Navarro es que para cambiar el curso de la política económica a favor de los trabajadores es necesario quitar el control del estado capitalista de la mano de los Botín, los Alierta, los Entrecanales, la Telefónica, etc, los verdaderos dueños del poder. El problema no es como él dice que “...el Estado…no tiene la voluntad políti-ca de enfrentarse con estos grupos de presión y con estos colectivos”, sino que el estado responde y está en manos de estos grandes capitalistas y hasta que no se lo arranquemos mediante una revolu-ción social incluso toda reforma como las que plantea Navarro son utópicas y solo pueden servir para no preparar a los trabajadores con respecto a que ene-migos hay que enfrentar: los grandes capitalistas y los dos partidos que los representan, el PP y PSOE.

Haciendo gala de un discurso más ra-dical, otros proponen “una estrategia para romper la Europa del Capital y encaminarse hacia otro modelo soli-

dario supranacional”. Pero ¿cuáles son los ejemplos que utilizan de inspiración? Uno de los mencionados, es el de Argen-tina después de 2001, que declaró el de-fault y salió de la convertibilidad del peso con el dólar, medidas que contribuirían a salir de la crisis y recuperar el crecimien-to económico. Esto no es nuevo, el eco-nomista Costa Lapavitsas ya había recu-rrido al “ejemplo” de la Argentina para proponer una salida para Grecia. Sin em-bargo, ¿sobre quién cayeron los costos de las medidas tomadas en la Argentina? Estos, que fueron muchos, se desgarga-ron enteramente sobre la clase trabajado-ra. Durante el año 2002, el poder adquisi-tivo de los salarios cayó un 30%, lo cual, sumado al masivo desempleo genero una situación catastrófica para los sectores obreros y populares. Para los empresa-rios, los costos laborales en dólares caye-ron a niveles ridículos, lo cual explica el afán por recuperar la producción que se registró de ahí en adelante. En el contex-to de una desocupación que explotó du-rante la crisis para llegar al 25%, el ejér-cito de reserva resultó un factor clave de presión para que las condiciones de au-mento extraordinario de la explotación, resultaran inapelables. Recién entre 2006 y 2007, algunos sectores de trabajadores en blanco, recuperaron lo perdido con la crisis y con la propia devaluación. Pero los sectores más precarios de la clase tra-bajadora aún mantienen ingresos que no permite comprar ni la mitad de los bienes que consume cualquier grupo familiar. Si bien la desocupación comenzó un cami-no de claro descenso como subproducto de las fabulosas condiciones de explota-ción en el mercado de trabajo, en el año 2005 la participación de las ganancias de las 500 principales empresas en el valor agregado, se había incrementado en un 79% respecto del año 2000 mientras los salarios habían descendido su participa-ción en un 39,19%. A nueve años de la devaluación, vemos una economía que avanzó en sus niveles de extranjerización manteniendo el carácter primario de la estructura productiva, con un 40% de los trabajadores en negro, un 25% de infla-ción anual aproximado y un salario real promedio apenas por encima de los valo-res de 2001. Este modelo tan “exitoso”, ¿es “romper la Europa del capital” para crear un modelo económico solidario?

Esta salida “a la argentina”, de rees-tructurar las deudas y salir del euro, es una medida “radical”… en beneficio de la burguesía. Detrás de este planteo está

la concepción (tan arraigada durante las últimas décadas) de que no hay salidas fuera del capitalismo. Esto lleva a con-cluir que no hay otra salida para que los trabajadores y el pueblo superen las penurias a las que están sometidos, que buscar la mejor solución para recompo-ner las bases de la acumulación del capi-tal, es decir que la clase que los explota pueda obtener mejores condiciones para continuar explotándolos.

En las antípodas, para “romper la Europa del capital” debe enfrentarse el intento de consagrar el ajuste a ran-go constitucional articulando medidas para que la crisis la paguen los que la causaron, los banqueros y empresarios. Esto tiene que ir mucho más allá de au-mentarles los impuestos, impulsando iniciativas que no son contempladas en ninguna de las posturas que aquí comentamos: es necesario plantear que los trabajadores y el pueblo no debe-mos pagar ni directa ni indirectamente la deuda pública originada para salvar a los capitalistas; la nacionalización de todos los bancos y el comercio exte-rior; la expropiación de las principales empresas y de las propiedades inmo-biliarias ociosas; el control obrero de las empresas estatales y la nacionaliza-ción sin pago de los porcentajes que se encuentran bajo propiedad extranjera; el control obrero de toda empresa que cierre o despida; la nacionalización y estatización, bajo control obrero, de los recursos estratégicos; un plan de obras públicas para que todos trabajen, fi-nanciado con mayores impuestos a las rentas y las grandes fortunas así como el reparto de las horas de trabajo para acabar con la desocupación y un sala-rio acorde al verdadero costo de vida.

Unas medidas que no serán aplicadas por ninguno de los partidos patronales existentes, y que por lo tanto es normal que no se le ocurran a todos los pensa-dores que piensan las “soluciones” posi-bles dentro del capitalismo. Esta salida a la actual crisis irremediablemte deberá ser impuesta por medio de un combate revolucionario de los trabajadores y el pueblo. Enterrando la UE de los capi-talistas y a sus gobiernos nacionales, y poniéndo en pie Gobiernos de los traba-jadores y el pueblo en todos los países en la perspectiva de construir los Esta-dos Unidos Socialistas de Europa.

Un debate con algunas de las “alternativas” a la política de austeridad del PP y PSOE

por ESTEBAN MERCATANTE

14 ECONOMÍA

Año IV de la Crisis Mundial

El fin de las salidas fáciles

Las renovadas y más profundas convulsiones que está sufriendo la economía mundial, con la perspectiva de una nueva caída en el crecimiento ya anémico de la economía norteame-ricana e incluso una recesión, a la vez que el nuevo salto en la crisis finan-ciera en torno a la crisis de la deuda soberana que sacude a la UE, confir-man el pronóstico de los marxistas al inicio de esta crisis; que estamos fren-te a una crisis de carácter histórico del capitalismo mundial.

El fracaso de las salidas fiscales y monetarias masivas que se aplicaron hasta ahora, plantea que se han acaba-do las salidas fáciles y que estratégi-camente puede comenzar a incubarse una reorganización general del Estado capitalista frente a la ruina capitalista, es decir salidas bonapartistas a derecha o izquierda según los desafíos de la lu-cha de clases. Lo que hace prever com-bates de clases decisivos y tensiones y choques entre los Estados. Aunque esto último no es todavía el escenario pre-sente, está inscripto como perspectiva estratégica debido a la magnitud y pro-fundidad de la crisis y ninguno que se precie revolucionario puede no contem-plarlo si verdaderamente quiere formar los cuadros, los oficiales y los soldados para los grandes combates por venir.

La Segunda Gran Contracción

La creencia de los inversores que después de la fuerte caída de la pro-ducción capitalista mundial de fin de 2008 y 2009, se estaba desarrollando una recuperación normal, cíclica se han chocado con la dura realidad: los estímulos fiscales y monetarios con los que los gobiernos han tratado de revivir a las economías han sido de corta duración. La persistencia de la crisis ya no deja lugar a dudas que no estamos frente a una crisis más. Esto es lo que dicen algunos economistas burgueses, como Kenneth Rogoff, ex economista en jefe del FMI: “La frase “Gran Recesión” crea la impresión de que la economía está siguiendo los patrones de una recesión típica, sólo que de manera más severa – algo así como un resfrío muy fuerte. Es por

eso que a lo largo de esta crisis, los expertos y analistas que han intenta-do hacer analogías con anteriores re-cesiones de posguerra de EE.UU. han errado tanto. Es más, demasiados di-señadores de políticas se han basado en la creencia de que, al fin y al cabo, esta es sólo una recesión profunda que puede ser doblegada mediante una generosa ración de herramien-tas convencionales de política, ya sea política fiscal o de rescates masivos. Pero el verdadero problema es que la economía mundial esta gravemente sobreapalancada y no existe ninguna salida rápida sin un esquema para transferir riqueza de los acreedores a los deudores, ya sea a través de cesa-ciones de pago, represión financiera, o inflación. Un término más preciso, aunque menos tranquilizador, para la crisis actual es la “Segunda Gran Contracción”...La primera “Gran Contracción”, por supuesto, fue la Gran Depresión... La contracción afecta no sólo a la producción y al empleo, tal como ocurre en una rece-sión normal, sino también a la deu-da y crédito, y al desapalancamiento que típicamente tarda muchos años en consumarse”1. Dicho de otra manera, el equilibrio capitalista (llamado neo-liberal) que permitió una salida par-cial a la crisis de los años 1970 está roto definitivamente y lejos estamos aún de un nuevo equilibrio sustenta-ble. Entramos en un periodo de largos años donde habrá nuevos episodios dramáticos. El ejemplo de la Gran De-presión y la Segunda Guerra Mundial es ilustrativo. La crisis actual sin lugar a dudas no será una excepción.

El fracaso de las políticas de salvataje

Hasta el año pasado, los distintos gobiernos de las principales potencias capitalistas, en especial los EEUU, han aplicado una bateria de medidas ineditas con el objetivo de revivir la economia. Estimulos fiscales, tasas de interés de casi cero, dos rondas de “flexibilización cuantitativa”, billones de dólares en rescates y provisión de liquidez para los bancos y entidades financieras. Ninguna de estas medidas han logrado una recuperacion econo-mica solida. Por el contrario, muchos paises en el primer trimestre de 2001 aun se encontraban con niveles de PBI más bajos que al comienzo de la crisis. Es por ejemplo el caso de Japón, del Estado español, Italia o el Reino Uni-do. Esto significa que hay una pérdida durable del crecimiento. Y en el caso de los países que como EEUU o Ale-mania y Suecia (Francia no está lejos) lograron recuperar el nivel anterior a la crisis, la diferencia entre el crecimiento modesto actual y su potencial de cre-cimiento previo a la crisis es enorme, lo que pone de manifiesto que tambien en estos casos estamos frente a una pérdida irremediable. El desempleo de masas que no baja es su manifestación más aguda. Los últimos datos del em-pleo en EEUU, por ejemplo, muestran que el nivel de empleo en EEUU no es más alto que lo que era en 2004. La proporción de la población con más de 16 años con trabajo es la misma que en los años 1950. A nivel de la producción el retroceso es también significativo. La contrucción de nuevas casas y la venta

de automoviles están 75% y 30%, res-pectivamente, de sus picos de 2006.

La crisis es mundial: los países de la periferia capitalista no se han desacoplado

A diferencia de la crisis de 1930, en donde el crack económico y financie-ro llevó a un rápido avance del estatis-mo y a una intervención de éste en los mercados financieros, de cambio y de comercio con el ascenso del proteccio-nismo y la desarticulación del mercado mundial capitalista, la crisis actual que se arrastra por ahora ha evitado esta debacle. Esto ha dado lugar coyuntu-ralmente, en especial en 2010 y en lo que va de 2011, a una desigualdad en el crecimiento de la economía mundial: mientras los países centrales están es-tancados, con crecimientos raquíticos o en retroceso absolutos, los países de la periferia capitalista, es decir los países semicoloniales o dependientes, en espe-cial el llamado BRIC, después de fuertes bajadas a finales de 2008 y en la prime-ra mitad de 2009, viene creciendo vigo-rosamente. Esto ha dado lugar al espe-jismo del desacople de estas economías de la crisis mundial. Nada más falso. Lo que ha sucedido es que la transmi-sión de la crisis de unos a los otros se ha postergado. Pero una vez que el boom de inversiones y las distintas burbujas de crédito e inmobiliarias inducidas por la abundante liquidez que huye de los países centrales termine, los países de la periferia capitalista van a ser duramente golpeados por la crisis capitalista mun-dial y -debido a sus debilidades estruc-turales en sus modelos de desarrollos y su rol subordinado en el sistema capi-talista mundial- pueden convertirse de nuevo, como ha sido la constante en el siglo XX, en los eslabones más débiles de la cadena imperialista mundial. Ya en la crisis de acumulación capitalista de la década de 1970 se había dado un fenómeno similar. En ese momento fue el reciclaje de los petrodólares lo que evitó que la primer gran crisis capitalis-ta desde el fin del boom de la posguerra golpeara inmediatamente a la periferia, dando lugar a un período de “plata dul-ce”. Con la nueva recesión de 1980-81 en los países centrales, el endureci-miento de las condiciones crediticias y la consecuente crisis de la deuda, la mayoría de esos países atravesaron lo

por JUAN CHINGO

15

que se dio en llamar la “década perdi-da”, siendo esta más aguda en los paí-ses que mejor estaban durante el boom (como fue el caso del llamado milagro brasilero). Hoy, la caída estructural de la demanda tanto productiva como el consumo en los países centrales pone en cuestión la vigencia de los patrones de desarrollo de muchos de estos países basado en la exportación. Por el mo-mento esta caída ha sido ocultada por el salto de la expansión crediticia y por el boom de las inversiones y el consi-guiente aumento del precio de los acti-vos y materias primas. Pero el aumento de la composición orgánica del capital a nivel excesivos y las fuertes expresio-nes de sobreacumulación que se están desarrollando , pueden ser una enorme daga que exacerbe las perspectivas de crecimiento futuro de estos países, po-niendo fin a su expansión, en especial del último de los milagro económicos, el de China. Aunque aún minoritarias, ya son crecientes las voces que em-piezan a hablar que más temprano que tarde deberemos acostumbrarnos a un bajo crecimiento en China, cuya econo-mía basada en las exportaciones y en la inversión, podría llegar a reequilibrarse hacia una un poquito más orientada al consumo con gran dificultad2. Es que la masiva sobreinversión y la concomitan-te acumulación de deuda es la verdade-ra vulnerabilidad del modelo chino. En este marco, según cálculos de algunos economistas, si el consumo chino crece a un ritmo igual que el de la década pa-sada el crecimiento debería caer a un 3 o 4 % para lograr un reequilibrio. Sean estos números u otros, está claro que la masiva sobreinversión la cuestión es que cuando este escenario se concrete toda la cháchara sobre el desacople de los BRICs, será otra moda más3 que permitió mientras duró hacer grandes negocios y especulaciones a algunos, pero sin ningún fundamento sólido en la economía real.

¿Quién va a pagar los costos de la crisis en el plano nacional?

No hay más salida en términos capita-listas a una crisis de deuda como la que actualmente están atravesando los países centrales que mediante un ajuste. Este proceso es altamente político, pues de lo que se trata es de decidir quién se hace cargo del grueso del pago. Obviamente

que para todos los sectores capitalis-tas son primeramente los trabajadores, como lo muestra a uno y otro lado del Atlántico, el aumento del desempleo, el ataque a los subsidios a los parados, las rebajas salariales, el aumento de la carga de trabajo, todas medidas defla-cionistas par que la crisis la paguen los trabajadores ¿Pero afectará también el ajuste a las clases medias a través de la confiscación de sus ahorros? ¿O serán los pequeños empresarios lo que deban también pagar en la forma de crecientes impuestos? ¿Qué fracciones del gran capital resultarán perdedoras ya sea mediante impuestos y/o nacionalizacio-nes? ¿Se afectará al capital extranjero y/o a los acreedores? Debido a que los intereses en juego son tan altos y que nadie quiere ceder, el proceso se torna bien tortuoso, trabado, desgastando a los partidos en cursos y tensionando al máximo los fusibles de la democracia burguesa, impidiendo una rápida toma de resoluciones. Es esto lo que estamos viendo en el momento actual de “crisis dentro de la crisis”: las disputas parali-zantes entre demócratas y republicanos en EEUU; el desgaste de casi todos los gobiernos europeos, la dificultades de los trámites parlamentarios como es el caso de Alemania, etc., etc. Son preci-samente las dificultades de la burgue-sía y sus instituciones normales para reconciliar los intereses opuestos ñas que pueden hacer que el proceso polí-tico degenere, imposibilitando por ende la resolución de la crisis y aumentando sus costos. Es esta dinámica la que pue-de radicalizar el proceso de salida capi-talista empujando a variantes extremas hoy en día impensables políticamente, como la las salidas bonapartistas o el plan burgués de “Estado autoritario”. Pero si pensamos la crisis estratégica-mente -y si continúan las actuales di-ficultades de la burguesía para llegar a un consenso de cómo salir- un salto en la crisis económica y/o financiera pue-de disparar un salto en la crisis política que obligue a salidas extremas de este tipo. Frente al proceso en curso, cobra toda su actualidad “Un Programa de Acción para Francia”, programa que es un antecedente del Programa de Tran-sición cuando dice, en junio de 1934 y cuando la crisis mundial había llegado tardíamente pero ya decididamente, lo siguiente: “Para tratar de salir del caos en que ella misma ha sumergido al país, la burguesía francesa debe comenzar por resolver el problema monetario. Un sector de ésta quiere hacerlo mediante la inflación, es decir mediante la emi-sión de papel moneda, la devaluación de los salarios, el alza del costo de la vida, la expropiación de la pequeña burgue-sía; otro sector confía más en la defla-ción, o sea en la disminución del nivel

económico de los trabajadores (rebaja de los salarios y sueldos), ampliación del desempleo, ruina de los pequeños productores agrarios y de la pequeña burguesía de las ciudades. Ambas al-ternativas significan más miseria para los explotados. Optar por uno u otro de estos métodos capitalistas equivaldría a elegir entre dos instrumentos con los que los explotadores se preparan para degollar a los trabajadores. El primer paso del plan de los capitalistas france-ses consiste en una deflación brutal. Se despoja a los trabajadores del subsidio por desempleo; el seguro social está amenazado; se reducen los salarios. Los empleados públicos comienzan a sentirse afectados; los próximos serán los pequeños productores rurales. Esto no significa que mañana, si le conviene, la burguesía no vaya a emplear también el otro método: el de la inflación. La Alemania hitleriana es ejemplo de ello. ¡Los explotados deben oponerse vigo-rosamente a este plan de la burguesía! Al programa de deflación, de reducción de sus medios de vida, los trabajadores deben oponerle su propio programa de transformación fundamental de las re-laciones sociales mediante la completa “deflación” de los privilegios y ganan-cias de la banda de los Oustrics y los Staviskys que explotan al país! Este es el único camino hacia la salvación”. 4

¿Resistirá a la crisis el bloque hegemónico neoliberal?

Lo anterior está ligado a la respuesta a esta cuestión. Hasta ahora a pesar de que desde el estallido de la crisis hemos visto a los gobiernos de EEUU y Euro-pa (especialmente al primero) aplicar un amplio bagaje de políticas desarrolladas como aprendizaje de las crisis (espe-cialmente pero no sólo de lo que fue la crisis del ‘30), éstas se dieron en el mar-co de no cuestionar la alianza de clases “neoliberal”, hegemonizada por las ins-tituciones financieras5 pero también por las multinacionales. El modo en que se llevaron a cabo los salvatajes (que res-cataron a los bancos pero manteniendo intacto el valor de sus activos, es decir las deudas que pesan sobre quienes de-ben afrontar el pago de una hipoteca), como las políticas demasiado cuidado-sas en materia monetaria (precavidas de la inflación en un momento donde más ominosa parecería ser la amenaza opuesta de deflación), dan cuenta de lo que son tabús para el actual bloque dominante. Sin embargo, este bloque conducido por el “capital financiero” difícilmente pueda seguir dictando los límites de las políticas si la situación se deteriora cualitativamente, en parti-cular en EEUU. Es que la persistencia

de una política neoliberal puede entrar en contradicción con la continuidad de Norteamérica como principal potencia hegemónica o al menos enlentecer su declive. Es esta una de las grandes dife-rencias con el hundimiento de la burbuja bursátil e inmobiliaria en Japón, quien optó por un proceso deflacionario lento que no trastocara su conservador siste-ma político y social a costa de perder posiciones como potencia emergente. En el caso de Norteamérica es poco pro-bable que acepte esta salida y se resigne a una perdida cualitativa de su lideraz-go. Y en el caso de Europa, por otros motivos, también es impensable que la clase obrera y los sectores populares acepten las medidas deflacionarias casi sin chistar como fue el caso de Japón en la década de 1990. ¿Cuál será el ele-mento disparador de una crisis en este bloque hegemónico, responsable de la actual crisis pero que los primeros años de la misma salió reforzado, como de-muestran su presión especulativa contra la deuda soberana en Europa o su crítica al acuerdo alcanzado por Obama para reducir el déficit por timorato en sus ataques a la seguridad social? No lo sa-bemos, pero una nueva recesión en los países centrales; una catástrofe finan-ciera como la bancarrota del Lehman (¿la caída del Bank of America? ¿el de-fault griego y la bancarrota de grandes bancos europeos? , etc.); un salto en la crisis del dólar o la aceleración de la perdida de preeminencia de los EEUU a nivel internacional podrían serlo. En este marco -esto es de acumulación de crecientes dificultades y bajo la pre-sión de los acontecimientos- no pueden descartarse intervenciones mucho más contundentes y agresivas de los Estados sobre sus economías cuyas formas parti-culares estarán asociadas en gran parte a los ritmos que adopte la lucha de clases. Que, aunque aún no llegó ese momento (y que por ahora están intentando seguir emparchando con medidas de ajustes neoliberales que cada vez dan menos resultado), la pérdida por la burguesía y sus gobiernos del control de la gestión de la crisis, reactualizarán la posibilidad de intervenciones estatales tipo New Deal o en el otro extremo Mussolini o Hitler y todo tipo de forma intermedia o híbrida de esos planes extremos. La du-ración y profundidad de la crisis actual que ya lleva 4 años nos obliga a pensar estratégicamente, y siguiendo el método de Marx, -que afirmaba que las formas superiores de todo fenómeno daba la clave de las formas inferiores- debemos ver que hoy las lecciones históricas de la crisis del 30 (aunque todavía la mag-nitud de la actual no llega hasta ahí) es una fuente de enseñanzas para pensar el porvenir de la economía, la lucha de clases y la relaciones entre estados. Que

ECONOMÍA

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bajo la presión del previsible deterioro de la principal economía del mundo y la agudización de la lucha de clases, ha-bía que pensar lo “impensable” y que no podemos razonar las políticas bur-guesas en situaciones de desesperación, sólo en términos de bloques económi-cos existentes y de sus posibilidades de reconfiguración pacificas. Por ejemplo en la década del 30, Roosevelt que es-taba por origen estrechamente ligado al capital financiero, dio un giro bona-partista, enfrentándose a ese sector de clase y a otros sectores burgueses que sólo posteriormente y viendo los “éxi-tos” del New Deal, lo apoyaron. En este sentido tenemos que buscar una visión más íntegra que piense más allá de las configuraciones económicas actuales de las clases dominantes y que de profun-dizarse mucho la crisis, habrá sin duda intentos de reeditar con mayor o menor éxito fenómenos desaparecidos de la escena histórica como los “capitalismos de Estado”, ya sea de forma más bo-napartista-fascista o bajo algún tipo de alianza con los sindicatos (según como se desarrolle la dinámica de la lucha de clases), frente a la impotencia y los reiterados fracasos de los lineamientos y las políticas aplicadas hasta ahora. En estas condiciones previsiblemente au-mentarán las disputas entre las diversas potencias, en un marco general de deca-dencia del poderío norteamericano.

El proceso de ajuste no solo es nacional sino internacional

La política comercial y de cambios de los próximos años va a decidir quien asume la mayor carga en la contracción del mercado mundial. Los países de la periferia que vienen basando sus patro-

nes de desarrollo en el modelo exporta-dor y en los superávits comerciales con-siguientes, son reticentes a modificar sus políticas comerciales que tanto éxito les han traído las últimas décadas. Dicho de otra manera, se niegan a tomar los pasos necesarios para ajustarse. Pero el control de la demanda por los países deudores y con déficits comerciales, en especial los EEUU, puede darle la llave para parar en seco el ascenso de estas países como China y exigirle condiciones a cambio de mantener abierto sus mercados. Hasta ahora el actual bloque dominante norte-americana se ha negado a usar una polí-tica proteccionista ya que han sido pre-cisamente las multinacionales y las altas finanzas las que se han beneficiado del patrón de crecimiento norteamericano en crisis terminal y que lleva no solo a la deuda, al déficit insostenible, sino a una des-acumulación. Pero la continuidad de la crisis y la persistencia y profundiza-ción del desempleo puede llevar a dejar atrás esta política de libre comercio y cambio. Este fue el caso de Gran Breta-ña en 1930-31, lo que le permitió amor-tiguar la crisis (a diferencia por ejemplo de los EEUU, que haciendo abstracción de las demás diferencias – era como Chi-na hoy, el país con el superávit comercial más grande) e imponerle a su vez fuer-tes concesiones a sus socios comerciales que necesitaban desesperadamente se-guir exportando a su gran mercado inter-no. Esta política dura en el plano comer-cial puede cambiar la relación de fuerzas en especial con países ultra dependientes del mercado mundial como China, que en el marco de sus propias contradic-ciones internas y desequilibrios, pueden verse obligados a medidas aperturistas y privatizadoras sobre sus principales ac-tivos: las grandes empresas del Estado. En otras palabras, la decisión de Suiza

de fijar una parida fija a su moneda con respecto al euro, devaluando fuertemen-te el franco -a lo que puede seguir próxi-mamente en igual sentido Japón- son los primeros disparos de una guerra cambia-ria y comercial cuyas municiones más grandes aún no se han disparado.

Hacia crisis en las alturas y oportunidades para la lucha de clases

Estratégicamente, en el marco de la acumulación de problemas de los años por venir, son políticamente factibles escenarios hoy día impensables por el enorme peso y reforzamiento del bloque hegemónico neoliberal en los primeros momentos de la crisis. Pero la existen-cia de éste último elemento, plantea que cualquier transición desde el ángulo de la cúpula burguesa no será fácil. La re-sistencia del actual bloque hegemónico a ceder puede generar fuertes crisis en las alturas. La dificultad y lo gigantesco de las tareas a encarar para restablecer un nuevo equilibrio capitalista pueden lle-var a debilitar la unidad y cohesión de la clase dominante, lo que puede abrir opor-tunidades inéditas para la clase obrera y los sectores populares. Sin embargo, si ésta por la ausencia de preparación o por falta de una dirección determinada al no lograr sacarse en el periodo previo el rol nefasto de las direcciones sindicales traidoras y la influencia de los partidos de centroizquierda y/o reformistas, pue-de desaprovechar el momento y permitir que sus fuerzas se desgasten y sean va-riantes de extrema derecha (¿Una nueva variante más radical que los “neocon”?) o de centro-derecha las que dan una sa-lida a la crisis. Por eso a cuatro años de la crisis mundial, ya no solo se trata de interpretarla sino de transformarla revo-

lucionariamente al servicio del proleta-riado. Todo otro pensamiento es mero economicismo o adaptación a los regí-menes democráticos burgueses en deca-dencia, y no avanzar en sentar las bases de un nuevo pensamiento estratégico del proletariado que al igual que el rear-me ideológico y estratégico de Lenin en el media de la Primera Guerra Mundial le permita al proletariado transformarse otra vez en clase hegemónica, capaz de dar una salida a todos los sectores explo-tados y oprimidos frente a la catástrofe que nos amenaza.

NOTAS 1 Project Syndicate, 2/8/20112 El consumo de los hogares en China alcan-za el 35% del PBN, desequilibrio que no tiene precedentes históricos y es una muestra de la repartición de la renta nacional totalmente en detrimento de los trabajadores3 ¿Alguien se acuerda del fin de los ciclos en relación a la economía norteamericana de la segunda parte de la década de 1990? ¿O de la “Nueva Economía” y de los nuevos paradig-mas de la economía basada en internet? ¿Y de los NICs y nuevos NICs? Igual destino sufrirá la nueva moda de los BRICs. 4 Albert Oustric: banquero francés cuyas especulaciones arruinaron muchos bancos y provocaron en 1930 la caída del gabinete Tardieu. Serge Alexander Stavisky fue otro banquero cuyas oscuras operaciones incluían abultadas en¬tregas de dinero a la policía y a políticos burgueses. Su misterioso suicidio en enero de 1934 fue tan comprometedor para sus amigos del gobierno Chautemps que éste cayó. La derecha que intentó el golpe de esta-do del 6 de febrero de 1934 utilizó mucho este escándalo en su agitación.5 Hoy en día una elite de 9 entidades domi-na las finanzas globales. Están son: JP Mor-gan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Deutsche Bank (del que Alan Greenspan es asesor), el suizo UBS; la británica Barclays; Credit Suisse; Bank of America; y Citigroup (accionista de la calificadora Moody’s).

ECONOMÍA

Laporta

Sobre la venida del Papa a Madrid

17INTERNACIONAL

Debate con la LIT

¿Considera la LIT progresiva la “unidad de acción entre las masas y el imperialismo” en Libia?

Militante de la Liga Estrategia Revolu-cionaria de Brasil -Cuarta Internacional

A continuación publicamos un artí-culo de debate con la Liga Internacio-nal de Trabajadores (LIT) escrito por un compañero de la Liga Estrategia Revolucionaria, organización brasi-leña hermana de Clase contra Clase. La LIT está presente en el Estado español a través del PRT-IR, recien-temente disuelto en Corriente Roja, y comparte los principales funda-mentos de su corriente internacional respecto a la intervención imperia-lista sobre Libia con los que ya po-lemizamos en números anteriores de Contracorriente (ver “La izquierda y Libia, un debate necesario” en Con-tracorriente 23, abril 2011). La caída del Régimen de Gadaffi con el apoyo militar de la OTAN creemos que es un buen momento para a la luz de este importante acontecimiento re-veer una discusión que consideramos clave para los revolucionarios.

En el artículo “La OTAN busca ase-gurarse el control de Libia”1 publica-do el pasado 25 de agosto, intentamos realizar una primera aproximación so-bre la toma de Trípoli por parte de los rebeldes, así como sus consecuencias políticas. Desde entonces, Gadafi sigue sin ser encontrado, los enfrentamientos entre los rebeldes y las fuerzas del an-tiguo régimen continúan en algunos puntos importantes del país, y sobre-vuela la duda sobre la capacidad que tendrá la Consejo Nacional de Transi-ción (CNT) de lograr poner en pie un nuevo gobierno mínimamente estable.

En este artículo, polemizamos con la evaluación que la LIT hace de estos úl-

timos acontecimientos, pues, coheren-te con sus anteriores posiciones sobre la intervención imperialista en Libia y la política en relación al CNT, esta corriente viene sacando conclusiones cada vez más distantes de una estrate-gia revolucionaria.

¿Una “tremenda victoria política y militar del pueblo libio”?

Había una posibilidad de que el le-vantamiento popular iniciado en Ben-gasi se extendiese y derrumbase a la dictadura de Gadafi por una acción in-dependiente del movimiento de masas, ya que en los primeros días éste se ha-bía armado espontáneamente. Pero esa posibilidad fue abortada.

Rápidamente, el CNT, bajo el cual pasaron a tener creciente peso sectores burgueses, líderes de las tribus oposi-toras, ministros y jefes militares que rompían con Gadafi, trató de contener la espontaneidad de los primeros días del levantamiento y centralizar la mi-licias bajo su completa y rigurosa di-rección.

Frente a la evidente impotencia del CNT para enfrentar a las fuerzas mili-

tares de Kadafi sin un armamento ma-sivo del movimiento de masas, buscó el auxilio de las potencias imperialis-tas, que vieron en esa negociación una excelente oportunidad de reubicarse frente a la Primavera Árabe. Pues, como en los primeros embates en Tú-nez y en Egipto las potencias imperia-listas habían aparecido sosteniendo a las dictaduras odiadas, el apoyo a los rebeldes en Libia fue fundamental para que pudieran dar credibilidad a su cínico discurso de apoyo a los “de-rechos humanos”, “la libertad” y la “democracia”. El carácter reacciona-rio rápidamente asumido por el CNT, opuesto por el vértice a cualquier ac-ción emancipadora genuina de las ma-sas libias, se demuestra no solo en su política de completa subordinación a los dictámenes del imperialismo, sino también en su nefasta política en rela-ción a los 2 millones de negros inmi-grantes que componen la clase traba-jadora en el país.

“A diferencia de Egipto, donde una década de activismo e insurgencia obrera cultivaron redes de activistas y sindicalistas capaces de socavar a la dictadura, en Libia no existió un espacio mínimo para la oposición de la sociedad civil. (…) La revuelta de febrero involucró a centenas de miles de personas en toda Libia. Al inicio de marzo, el movimiento estaba en re-flujo, fuerzas especiales ultramarinas estaban entrando en Libia y figuras centrales en la rebelión pedían la in-tervención extranjera. Fue el ejército rebelde el que asumió subsecuente-mente la línea de frente en la persecu-ción a los trabajadores negros” (The Guardian, 30/8).

Sin embargo, la imposibilidad del imperialismo de colocar abiertamente sus tropas en suelo libio para el com-bate, tuvo sus costos. A pesar de la zona de exclusión aérea, del bombar-deo a las fuerzas militares de Gadafi para intentar abrir paso a los rebeldes, estos continuaron incapaces de vencer al dictador. Aun con todo el esfuerzo del CNT para disciplinar a las milicias, sólo a partir de junio Francia pasó a ofrecer armas y entrenamiento militar abierto a los rebeldes.

El analista George Friedman, de Stra-ffor, relata así la toma de la capital:

“El ataque parece haber consistido de tres partes. La primera fue la inser-ción de las tropas de operaciones espe-ciales de la OTAN (en el orden de las centenas, no miles), que guiados por agentes de inteligencia en Trípoli, ata-có y desestabilizó a las fuerzas del go-bierno en la ciudad. La segunda parte fue una operación de información, en que la OTAN hizo que pareciera que la batalla había acabado. (…) Luego de los ataques de operaciones especiales y las operaciones de información, los rebeldes entraron en la ciudad occi-dental con gran alarde, incluyendo ti-ros de festejo al aire” (Stratfor, 30/08).

La “protección” ofrecida por los imperialistas nunca fue neutra, era la expresión militar de la política de las grandes potencias, que buscó desde el inicio condicionar la lucha rebelde se-gún sus propios objetivos.

Por todo esto, la esencia política de-trás de la apariencia de los “rebeldes” conmemorando con armas en las ma-nos la caída del régimen de Gadafi es que, en las condiciones en que se dio, representa no una primera conquista del proceso revolucionario, sino un triunfo de la política imperialista sobre el avance de la “primavera árabe” 2.

No es esta la opinión de la LIT. En su Declaración dicen: “Hay que llamar a las cosas por su nombre: estamos frente a una impresionante victoria del pueblo (sic) que (…) armado y organizado en comités populares, está liquidando no solamente a un gobierno dictatorial, sino a todo un régimen opresor con su princi-pal institución: las Fuerzas Armadas” 3.

por ANDRÉ AUGUSTO

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Para la LIT - que comete el mismo error que en su evaluación del proceso en Egipto, sin llegar a la conclusión de que la separación de la etapa “democrática” de la etapa socialista de la revolución fue responsable del desvío del proceso y la usurpación de las conquistas parcia-les de los trabajadores egipcios por parte del Consejo Supremo - la dirección del CNT sólo constituye un peligro ahora, después de la caída de Gadafi. La ausen-cia de cualquier perspectiva estratégica de clase está diseminada en la sentencia destacada en negritas: “Desde la LIT-CI sostenemos que, una vez caído el dicta-dor Gadafi, es el pueblo libio el único que puede decidir sobre su destino”. Lejos de encontrar una de las mayores debilidades del proceso libio -así como de la primavera árabe- en la ausencia de hegemonía de la clase obrera, orga-nizando las aspiraciones democráticas de las masas en el seno de su estrategia independiente de clase, y en ausencia de una dirección marxista revolucionaria que llevase al proceso conscientemente al triunfo, la LIT no se incomoda con el hecho de que las condiciones para la caída de Gadafi fueron preparadas a partir del colaboracionismo del CNT con el imperialismo.

Aun enfrentándose con dictaduras abiertamente pro-imperialistas (como

la dictadura de Ben Ali en Túnez y Mubarak en Egipto) otro importante límite de la primavera árabe consistió en la inexistencia de un programa de acción conscientemente antiimperialis-ta, y esa falta de sintonía entre el factor subjetivo de las masas y de los trabaja-dores y las condiciones para la resolu-ción de las tareas democráticas estruc-turales del país -como la emancipación del yugo imperialista y el reparto de las tierras- se refleja en la confianza de los “rebeldes” en la dirección burguesa del CNT, que liquidó a todo el sector inde-pendiente de la dictadura gadafista y de las grandes potencias.

La LIT cree que puede desembara-zarse de esta contradicción con una descripción escandalosa (sin ningún paralelo con la tradición marxista re-volucionaria) de las distintas “volunta-des”, así escribe: “la contradicción es que, en el terreno militar, existió una unidad de acción entre el imperialis-mo y las masas (!!!) para derribar a Kadafi, pero con objetivos de fondo to-talmente opuestos: las masas quieren liberar al país de la opresión, y el im-perialismo detener la revolución para continuar con el saqueo de las rique-zas libias”. Esta definición quiebra la interacción entre los factores objetivos y subjetivos del análisis y por tanto se

vuelve una caracterización anti-mar-xista, es una lógica objetivista en la cual el factor subjetivo no tiene conse-cuencias sobre los resultados. Es inad-misible que se subestime el contenido social reaccionario de la política que pautó la subordinación de las masas a la tutela imperialista en lucha contra Gadafi, como si el imperialismo pudie-se cumplir algún papel progresivo en la vida de los pueblos oprimidos.

Otra deducción que queda de este razonamiento, que no mide el factor determinante de las estrategias de cla-ses, es que el derrocamiento de Gadafi no podría haber sido efectuado de ma-nera independiente de la burguesía y de la intervención militar. ¿Qué es lo que lleva a la LIT a reconocer acríti-camente la preponderancia de los mé-todos del imperialismo, y no los de la lucha de clases revolucionaria, para el derrocamiento de Gadafi a cambio de un gobierno que buscará la sumisión nacional en su lugar?

La preponderancia de la acción im-perialista no fue un “detalle”, como quiere presentar la LIT: ella negó la posibilidad de una actuación indepen-diente de las masas, haciendo que los “rebeldes” actuasen como “tropa te-rrestre” de la intervención aérea de las

potencias, siguiendo sus planes. No se trata en absoluto de “minimizar la ac-ción de las masas libias” como señala la LIT, sino de definir bajo la dirección de qué fuerza de clase el pueblo libio actúo en este estadio de su despertar a la vida histórica.

El odio legítimo de las masas frente a la dictadura de Gadafi es ciertamen-te un elemento a ser tenido en cuenta. Pero eso no exime a los revoluciona-rios de buscar la orientación política de los acontecimientos, y reconocer que la ausencia de un programa de clase in-dependiente y que opusiese la voluntad de los trabajadores y del pueblo a los intereses de la burguesía internacional, hizo que ese odio sirviese como instru-mento de la clase enemiga, que intervi-no para frenar el proceso libio.

NOTAS 1 Disponible en www.ft-ci.org 2 Ver “La OTAN busca asegurarse el control de Libia”, en www.ft-ci.org3 Ver “Gran Victoria del Pueblo libio y la Re-volución Árabe”, en www.pstu.com.ar

Reunión de coordinación de la Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

El desarrollo de la crisis capitalista y las nuevas posibilidades de intervención en la lucha de clases

Entre el 18 y el 22 de agosto se realizó en Buenos Aires la reunión de coordinación de los grupos que componemos la Fracción Trotskista – Cuarta Internacional con delega-ciones de Argentina (PTS), de Brasil (LER-QI), de Bolivia (LOR-CI), de Chile (PTR-Clase contra Clase), de México (LTS-Contracorriente), de Venezuela (LTS), del Estado Espa-ñol (Clase contra Clase), de Francia (CCR - Plataforma 4 del NPA), de Alemania y República Checa (RIO) y simpatizantes de la FT en Uruguay.

Los compañeros de Costa Rica (LRS), que no pudieron estar pre-sentes, enviaron sus saludos y con-tribuciones.

Hacia un escenario mundial de mayores convulsiones

En sus primeras jornadas, en base a los documentos presentados sobre la evolución de la crisis mundial, sobre su expresión en América Latina, y sobre las tendencias políticas de la si-tuación internacional, la reunión de la FT abordó la discusión sobre las pers-

pectivas que se abren para los revolu-cionarios en el marco de un escenario mundial cada vez más convulso.

Ya no es posible considerar la crisis sólo en términos económicos porque en su desarrollo adquirió dimensiones políticas con consecuencias profun-das en la lucha de clases, como vimos desde comienzo de año con la prima-vera árabe y luego en Europa. Nuestro

método de análisis busca establecer una relación dialéctica y no mecánica entre crisis económica y radicaliza-ción política.

En términos generales estamos entrando en una etapa donde emer-ge desigualmente la lucha de clases como producto de la crisis económi-ca y política. Desde el punto de vista del escenario geopolítico, como ele-mento más importante se remarcó la sostenida decadencia hegemónica de EE.UU., sin que haya otra potencia que pueda hoy disputarle el dominio mundial.

En el plano económico, reafirma-mos nuestra definición de la crisis actual, extendida después de la caída de Lehman Brothers en 2008, como una crisis histórica del capitalismo,

por FRACCIÓN TROTSKISTA

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comparable en su magnitud, aunque no en sus manifestaciones ni en su desarrollo, a la Gran Depresión de los años 30. Sintéticamente, retoma-mos nuestro análisis de que las polí-ticas de rescate de los grandes ban-cos y las grandes corporaciones que emprendieron los estados para evitar una depresión económica, aunque permitieron una recuperación débil en los países centrales durante 2010, han llevado a una nueva etapa de la crisis que se expresa como combina-ción de deuda privada y deuda estatal y que afecta, sobre todo a economías de la eurozona -como Grecia, Portu-gal, Italia, Irlanda y Estado español pero también a Francia y más indi-rectamente a Alemania cuyos bancos son los principales acreedores- y a Estados Unidos.

La incertidumbre sobre la viabilidad y la efectividad de las medidas de aus-teridad que se están tomando tanto en la UE como en Estados Unidos y el temor a una nueva recesión mundial, similar a la de 2008-2009 están tras las oscilaciones bursátiles que en las últimas semanas tuvieron caídas simi-lares a los inicios de la crisis. En este marco, discutimos que los escenarios que se abren van desde la posibilidad de que la burguesía pierda el control de la gestión de la crisis, lo que lle-varía a una situación de crisis aguda, similar a la que abrió la caída de Le-hman Brothers, planteando la posibi-lidad de un escenario de depresión; hasta la posibilidad de que se pro-longue una situación recesiva en los países centrales en el marco de una creciente inestabilidad económica. En un contexto en el cual la posible implementación de medidas de inter-vención estatal similares a las aplica-das desde fines de 2008, tengan cada vez menos probabilidad de éxito. En ambos escenarios, el crecimiento de China se verá afectado, ya que incluso si desarrollara una política para incre-mentar su mercado interno (compli-cada entre muchos otros motivos por las presiones inflacionarias), este no podría reemplazar a los países avan-zados, principalmente Estados Uni-dos, Alemania y otros países de la UE que son los principales destinos de sus exportaciones. Aunque América Lati-na -o más precisamente América del Sur- aún no ha sentido las consecuen-cias de la crisis internacional, y sigue beneficiándose de los altos precios de las materias primas, un escenario re-cesivo indudablemente tendrá efectos sobre los países de la región.

En cuanto el futuro de la Unión Eu-ropea, la crisis está produciendo una

reconfiguración en la que Alemania, la economía más fuerte de la eurozona, intentará jugar un rol mayor como po-tencia imperialista hegemónica, lo que implicará, como ya se empieza a ver en las condiciones leoninas impuestas a cambio de los rescates financieros, un avance en la semicolonización de países imperialistas de segundo orden como Grecia. Tomando en cuenta la historia de Europa y los fenómenos políticos actuales, se están gestando las condiciones para el resurgimiento de nacionalismos -a los que pretendió conjurar la UE-, y nuevos escenarios de la lucha de clases.

Entre las conclusiones más importan-tes, destacamos que de profundizarse la crisis los estados capitalistas estarán obligados a tomar medidas más drásti-cas y que en estas condiciones aumen-tarán las disputas entre las diversas potencias, en un marco general de de-cadencia del poderío norteamericano. Que una situación tal, casi con seguri-dad va a llevar a una reconfiguración de las políticas de los principales cen-tros capitalistas y que en ese contexto no pueden descartarse intervenciones mucho más contundentes y agresivas de los estados sobre sus economías cuyas formas particulares estarán aso-ciadas en gran parte a los ritmos que adopte la lucha de clases.

La lucha de clases como fuente de experiencia estratégica

En su crítica al programa del VI Con-greso de la Internacional Comunista, Trotsky alertaba contra quienes “con-sideran los grandes combates del pro-letariado, sólo como acontecimientos objetivos, como expresión de la ‘crisis general del capitalismo’ y no como ex-periencia estratégica del proletariado.”

Aunque aún no estamos ante es-tos grandes combates sobre los que hacía referencia Trotsky, abordamos con este mismo método el balance y los objetivos de la intervención en la lucha de clases y construcción de las distintas organizaciones de la FT, y en especial, la participación de los com-pañeros de PTR-CcC en el proceso de movilización que atraviesa hoy Chile, y de los compañeros de Clase contra Clase del Estado Español en el movi-miento de los “indignados”.

En Chile, el movimiento estudian-til con un amplio apoyo social, viene protagonizando una lucha histórica por la educación gratuita y de calidad, que ataca uno de los pilares de la he-rencia pinochetista. Mientras los tra-

bajadores también vienen enfrentando al derechista de Piñera con huelgas en las principales mineras y otros secto-res estratégicos.

Una oportunidad, así como un desa-fío que se le presenta a los compañe-ros del PTR-CcC de la FT, que vienen teniendo una participación destacada en este movimiento y cuentan con re-ferentes en sectores de vanguardia del movimiento estudiantil, como la fa-cultad de Filosofía de la Universidad de Chile y han extendido su trabajo político a cinco ciudades y un trabajo inicial de inserción en el movimien-to obrero. Que vienen batallando por la autoorganización democrática del movimiento estudiantil para llevar la lucha hasta el final enfrentando la política del Partido Comunista, que se propone encorsetar al movimiento en los marcos del régimen.

En este marco se discutieron las perspectivas que se abren con el paro general de la CUT del 24 y 25 de agosto y se conformó una delegación de diferentes países que viajó a Chile.

Otro punto importante de la discu-sión fue la actuación de nuestra orga-nización hermana, Clase contra Clase, que jugó un rol destacado en Barcelona y Zaragoza como ala izquierda y pro-obrera de los “indignados” del 15 M.

A su vez, la reunión adoptó entre sus resoluciones la incorporación como sección simpatizante de los camara-das del grupo Revolutionären Interna-tionalistischen Organisation (RIO) de Alemania y la República Checa, como resultado de las intensas discusiones programáticas, estratégicas y teóricas y de una práctica militante común.

La FT reafirmó su compromiso re-volucionario e internacionalista de ayudar a desarrollar al máximo las nuevas experiencias políticas y de la lucha de clases y construir fuertes or-ganizaciones revolucionarias arraiga-das en sectores avanzados de la clase obrera y la juventud.

Por último, en una sesión conjun-ta con el Comité Central del PTS se abordó el balance de las elecciones en Argentina. Por un lado, el significa-do de la importante campaña política desarrollada por el Frente de Izquier-das y los Trabajadores, con el triunfo conseguido superando la proscripción en las primarias y en particular el fe-nómeno de militancia en común con centenas de trabajadores que en las fábricas desarrollaron la campaña, así como el apoyo de un sector de inte-

lectuales. Por otro lado, la relación entre la intervención “táctica” en las elecciones y las tareas de preparación estratégica, en especial el desarrollo de una corriente militante en el movi-miento obrero y en la juventud; donde el centro de la intervención de los re-volucionarios –contra las presiones de los escenarios del régimen- está liga-do al desarrollo de la lucha de clases, y sus procesos más agudos. En este sentido se abordó especialmente la in-tervención de los compañeros del PTS de Jujuy.

También la FT discutió reforzar la práctica internacionalista de nuestra corriente y en particular del PTS en momentos donde las presiones a adop-tar una práctica puramente nacional atraviesan a todos los grupos trotskis-tas que cuentan con cierto peso, y en este sentido actuar como una comuni-dad de revolucionarios internaciona-listas que se tensionan y se compro-meten con la lucha de clases más allá de las fronteras de sus propios países, ahí donde se presenten desafíos para cualquiera de los grupos, como parte de nuestro objetivo estratégico de re-construcción de la IV Internacional.

El grupo RIO se suma como sección simpatizante a la FT-CI

RIO (Organización Internacionalista Revolucionaria) fundada en enero de 2010 por la organización juvenil inde-pendiente REVOLUTION con presen-cia en Alemania y la República Checa, se incorpora a la FT-CI como sección simpatizante fruto de la relación y el avance común, en la colaboración con los camaradas de la FT en Alemania organizados alrededor de la revista “Internationaler Klassenkampf” (IK). En ese sentido la realización de una escuela de verano con compañeros de RIO y la FT de Alemania, Francia, el Estado español y el Reino Unido, con intensas discusiones sobre la situación internacional y en los países donde es-tamos presentes nos permtió avanzar en común en la caracterización política y económica de Europa en el marco de la crisis internacional como base para las perspectivas concretas de construc-ción de nuestros grupos.

Creemos que este proceso de fusión puede servir mucho para la construc-ción de grupos revolucionarios en Alemania y la República Checa, y de esa manera contribuir a la reconstruc-ción de la IV Intern cional.

INTERNACIONAL

20 TEORÍA E HISTORIA

75 aniversario del golpe fascista

Dos estrategias opuestas

Los generales Mola y Franco junto a otros cabecillas, iniciaron el golpe en Marruecos el 17/7 de madrugada. La amplia mayoría de la gran burguesía y los terratenientes lo apoyaron para acabar con las acciones revoluciona-rias de las masas y la República.

El ejército fascista, compuesto por la Legión Extranjera (integrada por sec-tores desclasados de la sociedad) y por marroquíes reclutados entre montañe-ses del Riff1. Profesionales del pillaje y el saqueo generalizado. Debe quedar bien claro que si la República hubiera concedido el derecho de autodetermi-nación al protectorado de Marruecos, difícilmente algún marroquí hubiera integrado el ejército fascista. Claro que la República burguesa no podía renun-ciar a su “derecho” de expoliación de las colonias. El líder histórico Abd El Krim, había pedido ayuda a Largo Ca-ballero para organizar un levantamien-to nacional contra Franco. Ayuda que fue desatendida por el líder reformista. Incluso el sindicato libertario, CNT, no lo incluía entre sus reivindicaciones como denunciara el anarquista ameri-cano Vernon Richards, “…es evidente que la CNT-FAI no tenía ningún pro-grama que hubiera podido transfor-mar Marruecos de enemigo en aliado del movimiento popular”2

Azaña negoció con los fascistas

La primera reacción del Presidente Azaña y el Frente Popular fue ocultar a los trabajadores y campesinos la si-tuación. Esperó hasta el día siguiente (18/7) para emitir un comunicado en el cual ocultaba e infravaloraba la situa-ción real del golpe fascista. En primer lugar lo circunscribía al protectorado marroquí, cosa que los acontecimien-tos demostraron que era falso3. En segundo lugar planteaba que lo mejor era “…garantizar la normalidad de la vida cotidiana…”, es decir, desmovili-zar a las masas obreras. Y, por último, planteaba que el golpe fascista “…no ha encontrado en la península ninguna asistencia…”4. Cuestión que tampoco se correspondía con la realidad. Sevilla había sido ocupada, y eso ya era sabido por el Gobierno. El mismo 18 se habían

levantado también en Cádiz, en Málaga y en Córdoba. De los 15.000 oficiales del ejército sólo 5000 no se incorpora-ron al golpe fascista, informaba Julio Álvarez del Vayo: “… prácticamente nada quedó del viejo ejército que pu-diera ser útil”.5 Azaña no informó de la resistencia de los trabajadores en terri-torio marroquí, ni tampoco de la resis-tencia en la península. La prensa de los sindicatos obreros fue censurada sis-temáticamente por el Gobierno. Estos denunciaron el peligro del golpe con varios días de anticipación, incluso los sectores más combativos se preparaban para luchar. En síntesis, el Gobierno del Frente Popular se dedicó a engañar a las masas y se negó por completo a darles armas para luchar contra el golpe militar. Incluso socialistas y comunistas habían escrito una nota respetuosa de las acciones del Gobierno “El gobier-no está seguro de poseer los medios suficientes para aplastar esta tentati-va criminal (…) El Gobierno manda y el Frente popular obedece.”6 De esta manera los fascistas ganaron tiempo y aprovecharon la confusión de las ma-sas. Si el golpe no triunfó en todo el territorio, fue por la lucha encarnizada del proletariado y campesinado.

Inmediatamente Azaña se encargó de organizar un nuevo Gobierno que pue-da ser aceptado por los fascistas y tra-tar de llegar a algún tipo de acuerdo. El nuevo Gobierno estuvo presidido por Martínez Barrios antiguo lugarteniente del conservador Lerroux. Trató de ne-gociar con el General Mola pero no le escuchó y cayó antes de salir publica-do en la Gaceta oficial. No había ne-

gociación posible, habían estallado las fuerzas de la contrarrevolución fascista y de la revolución obrera y campesina. El Régimen republicano se quedó sin su ejército, puesto que los oficiales se sumaron a los fascistas y los estratos inferiores lo hicieron hacia las masas obreras revolucionarias. Era evidente que el Gobierno no tenía ningún plan defensivo ante el golpe fascista.

El Gobierno de Giral asumió de urgen-cia, aunque con una enorme debilidad: “Desprovisto de los órganos represivos del Estado, el gobierno de José Giral poseía el poder nominal; pero no el poder efectivo,[…] En resumen, el ga-binete de José Giral no ejerció autori-dad real en ningún lugar de España”.7 Burnett Bolloten cita al Comisario Ge-neral durante la guerra civil para indicar que “… el 70% de los oficiales [en la marina] murieron a manos de sus pro-pios hombres…”8 Y, así se puede seguir hablando de los Guardias de asalto, la policía, etc. Las pocas semanas que duró el Gobierno Giral careció de autoridad alguna sobre el movimiento de masas. Ninguna de sus órdenes fue acatada por los comités revolucionarios. Y, los inten-tos de reconstruir los aparatos represivos del Estado quedaron momentáneamente en los papeles. Solo pudo ser un observa-dor “privilegiado” de la situación, aun-que impotente y con un enorme pánico a ser tragado por la oleada revolucionaria.

Las masas lucharon contra el fascismo

En Barcelona, Madrid y muchas otras ciudades los trabajadores y sus organi-

zaciones, en cambio, sí se prepararon para enfrentar el fascismo y en la gran mayoría de las ciudades fue rechazado. El proletariado organizado por fuera, y a pesar, del Frente Popular, con las ar-mas en la mano repelió el golpe fascis-ta y se desató la revolución misma. El proceso revolucionario se desarrolló con gran rapidez y el enfrentamiento entre las clases se hizo inmediato.

En Barcelona los obreros anarquis-tas derrotaron a las tropas dirigidas por el general Goded. El 19 con la Huelga General en marcha, los trabajadores, escasamente armados, rodearon las guarniciones y las fueron derrotando una a una y así fueron armándose. Es importante destacar que la Generalitat no facilitó armas para acabar con el golpe y que sus “Mossos d’Esquadra” sólo participaron a la rastra de las im-provisadas milicias obreras y de hecho se fundieron con ellas. Es decir, la de-rrota del golpe fascista fue responsabi-lidad exclusiva de los trabajadores. El mismo Companys lo reconoció cuando habló con los dirigentes anarquistas en aquel encuentro famoso del 20/7 luego de la derrota del golpe fascista: “Hoy sois los dueños de la ciudad y de Cataluña, porque sólo vosotros habéis vencido a los militares fascistas…”9. Companys estaba “escondido” en el edificio de los Guardias de asalto junto a su director, Escofet, a la espera de los resultados (como hizo en el ’34, cuan-do capituló sin dar batalla).

En Madrid los obreros de la construc-ción se lanzaron a las calles el mismo 18 y reabrieron los locales sindicales clausurados. La Izquierda Socialista distribuyó las pocas armas de que dis-ponía. Las calles comenzaban a regarse de barricadas, las patrullas de vigilan-cia de obreras daban sus primeros pa-sos buscando a los dirigentes reaccio-narios. Durante el 19 se rodearon las guarniciones y al día siguiente fueron atacados acabando con la resistencia fascista a media mañana. La mayoría de los oficiales fueron ejecutados en el mismo sitio. Luego se organizaron co-lumnas para ir hacia los alrededores y acabar con el resto de focos aislados.

En Valencia los obreros asaltaron cuarteles para dotarse de armas y en-frentar el golpe, apresando a dirigen-tes de la derecha. Asediaron durante

por GUILLERMO FERRARI

21TEORÏA E HISTORIA

quince días el cuartel general de los fascistas hasta que se rindieron. Todo esto a pesar de que el Gobernador de Valencia les negó las armas y daba su palabra de que los oficiales eran leales a la República. El tiempo perdido hizo mucho más costosa la organización de milicias y la posibilidad de recuperar Teruel y otros territorios.

Dos estrategias completamente di-ferentes: una funcional a la burguesía que protegía la propiedad privada y buscaba negociar con el fascismo, la del Frente popular dirigido por los republicanos burgueses; la otra era la obrera que enfrentó el golpe fascista con las armas en las manos y la huelga general. La clase obrera no hizo caso a los dirigentes socialistas y estalinis-tas: no esperó al Frente Popular. En las calles comenzaba a surgir un doble poder, el de los obreros armados triun-fantes ante el fascismo y el Gobierno del Frente Popular.

Los Comités Revolucionarios

Al mismo tiempo en Catalunya, Ma-drid, Valencia y otros lugares de la pe-nínsula surgió una miríada de comités en las fábricas, en los campos, en los ayuntamientos, en las milicias, en la marina, de patrullas en las calles, etc. Durante las primeras semanas la fuerza obrera revolucionaria fue tan avasalla-dora que ninguna de las instituciones burguesas pudo hacer nada para evitar su desarrollo. Era la expresión de la victoria revolucionaria contra el golpe fascista, era la expresión de la volun-tad de la clase obrera de tomar sus pro-pios destinos en sus propias manos, de disponer del poder. Estos organismos estaban dando sus primeros pasos, sur-gían por la espontaneidad de las masas. Sin ellos hubiera sido prácticamente imposible derrotar la intentona fascis-ta. En las ciudades donde las masas no se organizaron independientemente del Gobierno, el golpe fascista triunfó.

El poder obrero y popular se encon-traba “… disperso en incontables frag-mentos y desparramado en millares de ciudades y pueblos entre los comités revolucionarios que habían instituido su dominio sobre correos telégrafos, estaciones radiodifusores y centrales telefónicas, organizado escuadrones de policía y tribunales, patrullas de carretera y de frontera, servicios de transportes y abastecimiento y creado unidades de milicias para los frentes de batalla”10. Para luchar hasta al fi-nal contra el fascismo se imponía de-sarrollar estos organismos de base de los cuales los obreros y campesinos se dotaron. Ellos ya habían hecho la ex-

periencia con la burguesía republicana en el período ‘31-‘33, luego volvieron a confirmar la misma durante los pri-meros meses del ’36. Y, por último, volvieron a ver que la burguesía era un obstáculo importante para enfrentar al fascismo. Tanto fue así, que las masas se dotaron de organismos propios para luchar contra el fascismo y resolver sus propias necesidades. No podían confiar en, ni esperar a las promesas de Azaña y del Frente Popular.

Durante la revolución rusa los traba-jadores realizaron una experiencia simi-lar. En febrero del ’17 iniciaron la cons-trucción de organismos de democracia obrera directa. Los llamaban Soviets. Así se había organizado también en la revolución de 1905, aunque no tuvieron la extensión ni la coordinación que sí lo-graron en 1917. Con estos organismos la clase obrera lograba centralizar sus fuerzas y añadir la fuerza de los cam-pesinos pobres y los sectores oprimidos de las ciudades. Así fue capaz de dar un golpe mortal al Gobierno Provisional burgués e instaurar por primera vez la dictadura del proletariado. Para ello fue vital el rol de los bolcheviques bajo la dirección de Lenin.

Estos “Comités” eran una muestra de lo desarrollada que se encontraba la lucha revolucionaria de la clase obrera y el campesinado. Era necesario de-sarrollar estos organismos, que no se conviertan en organismos de dirigentes, sino de base, unificarlos a escala local, regional y nacional para que fuesen la base de un Gobierno obrero y popular y así acabar con el fascismo. Pero para ello hacía falta que la clase obrera tu-viera una estrategia independiente de la burguesía y que con máxima audacia se movilizara para expulsar a los ministros burgueses y reemplazar a los ministros socialistas y estalinistas; por represen-tantes de los Comités. Era necesario contraponer al poder de la burguesía la organización embrionaria y naciente de los Comités Revolucionarios. Como desarrollaremos más adelante, veremos que no hubo partido u organización que haya defendido esa estrategia. Solo se expresó embrionaria y fragmentaria-mente a través de la autoorganización y la acción de las masas.

La revolución y el poder

Los obreros y campesinos rechazaron en las calles, con las armas en la mano el golpe fascista y comenzaron a auto-organizarse para regir sus propios desti-nos. En ese momento, estaba planteada la cuestión de quién tiene el poder. Es decir, qué clase social toma las decisio-nes que afectaran a toda la sociedad, a través de cuales organismos y con qué

dirección política. O se desarrollaban los nuevos organismos de base, los Co-mités Revolucionarios; o el poder bur-gués, el Frente Popular, se mantenía a la cabeza de la sociedad frenando a las masas. No había término medio: o se estaba con los comités revolucionarios o se estaba con el poder burgués. Cada uno de estos polos sólo podía desarro-llarse en detrimento del otro.

Es importante recordar que la UGT, el Partido Socialista, el Partido Comu-nista, el POUM y el Partido Sindicalis-ta habían integrado la lista electoral del Frente Popular firmando un programa burgués, completamente reaccionario. Incluso la CNT no había hecho cam-paña por el voto en blanco, como era tradicional, con la intención de que los trabajadores votasen al Frente Popular. Es decir, que las direcciones obreras no estaban preparadas para levantar una estrategia independiente de la burgue-sía. Ninguno realizó llamamiento algu-no para conformar un Frente obrero. Al fin y al cabo, eran los trabajadores quienes aportaban los millones de vo-tos con los que se podía ganar a la dere-cha en las elecciones. Y, mucho menos, alguno de estos grupos, desarrolló una política para tomar el poder a través de acciones revolucionarias de las masas. Algo completamente opuesto a la ex-periencia de la Revolución Rusa.

Con esto no queremos desmerecer el enorme valor revolucionario de los centenares de miles de militantes que han dado su vida o se la han jugado para acabar con el fascismo. Todo lo contrario. Creemos que fueron glorio-sas las acciones que milicianos, obre-ros, campesinos, militantes, etc. han realizado aún a pesar de sus direccio-nes en el combate contra el fascismo. Lo que queremos criticar firmemente son los Estados Mayores de cada par-tido y sindicato y las estrategias que estas desarrollaron. Una estrategia que llevó a la clase obrera detrás de la bur-guesía. Una estrategia que organizó la represión de los Comités Revoluciona-rios y los “incontrolados” y sirvió para reconstruir el Estado Burgués y sus ins-tituciones. Con el objetivo de defender la República y la propiedad privada. El Partido Socialista hacía ya muchos años que se arrodillaba ante los repu-blicanos burgueses. El L’Humanité, ór-gano de prensa del estalinismo prensa, publicaban que el pueblo español “…tiene un solo fin: la defensa del orden republicano, respetando la propiedad privada”11 a principios de agosto.

Incluso la CNT y el POUM que te-nían un discurso mucho más combati-vo y participaron decididamente en la lucha contra el golpe fascista y en la

formación de las milicias, sucumbieron ante el poder del Frente Popular. En Ca-talunya formaron junto con Companys el Comité Central de Milicias Antifas-cistas y luego ayudaron a reconstituir la Generalitat burguesa. Fueron mi-nistros del Gobierno catalán y la CNT en noviembre se sumó al Gobierno de Largo Caballero. La justificación era la necesidad de lograr una fuerte unidad antifascista con la mayoría de las fuer-zas posibles. Estos dirigentes obreros le dieron el “honor” a Companys, Unió Republicana y los Rabassaires, que no se correspondió nunca con los hechos, de ser parte de las fuerzas “antifascis-tas”. Si el General Goded fue captura-do y derrotado, no fue por la acción de los burgueses republicanos, sino por la lucha dura y heroica del proletariado catalán. Es decir, en lugar de destruir el poder burgués, ayudaron a volver a ponerlo en pie.

La conclusión obligada es: o se es-taba con el poder de las masas que derrotaron parcialmente el fascismo y construyeron los Comités Revolucio-narios, o se estaba con el Frente Popu-lar que las llevó a la derrota.

NOTAS 1 Luego cuando contó con el apoyo descara-do de los fascismos alemán e italiano contó con soldados de estas naciones entre sus tropas. 2 Richards, Vernon. Enseñanzas de la revolu-ción española. Campo abierto, Madrid, 1977 2ª edición. Págs. 28 y 29. 3 “El Gobierno declara que el movimiento está exclusivamente circunscrito a determina-das ciudades de la Zona del Protectorado…” publicado por Claridad, diario de la noche. Madrid, sábado 18 de julio de 1936 págs 1 y 12. Extraído de: Díaz-Plaja, Fernando. La guerra de España en sus documentos. Plaza y Janes, Barcelona, 1972. Pág. 20. La nota fue publicada por la mañana del 18/7/1936 4 Op, cit. Pág 21. La nota fue publicada el 18/7/1936 a las 15:15hs 5 Citado por Bolloten, Burnett. El gran en-gaño: las izquierdas y su lucha por el poder en la zona republicana. Caralt, Barcelona, 1975. Pág. 37 6 Peirats, José. La CNT en la revolución es-pañola I. La Cuchilla, Cali, 1988. Pág. 139. 7 Boloten, Burnett. El gran engaño: las izquierdas y su lucha por el poder en la zona republicana. Caralt, Barcelona, 1961. Págs. 43-44 8 Op cit. 9 García Oliver, J. Los Organismos Revolu-cionarios: El Comité Central de las Milicias Antifascistas de Cataluña. http://www.nega-tions.net/los-organismos-revolucionarios-el-comite-central-de-las-milicias-antifascistas-de-cataluna/ 10 Boloten, Burnett. El gran engaño: las izquierdas y su lucha por el poder en la zona republicana. Caralt, Barcelona, 1961. Págs. 43-44 11 Citado en Morrow, Félix. Guerra civil en España: revolución y contrarrevolución. Publicaciones trece rosas, 2005. Pág. 79

22

todo Santiago. Los compañeros de Fi-losofía fueron a la de la plaza Ñuñoa, y ahi pude ver la cara más amarga del Régimen chileno. Chorros de agua tóxica, gases lacrimógenos... la poli-cía de Pinochet -que también lo fue de la Concertación (Partido Socialista y Democracia Cristiana) y ahora lo es de Piñera- reprimiendo la protesta social. Pasamos la noche en la Facultad y de madrugada los estudiantes de Filoso-fía, junto con otros venidos de otras facultades y colegios, organizaron el corte de tráfico y la defensa de la toma y la barricada. En esta ocasión pude ver la mejor cara de la juventud chile-na, combatiendo durante más de tres horas a los “pacos” (anti-disturbios), a sus “guanacos” (cañones de agua), los “zorrillos” (4x4 lanza gases)... El resto del día transcurrió entre marchas y caceroladas, y en todo momento la presencia y actuación policial se hacía presente. El paro de actividades había sido un éxito en el sector público, a pesar de la política de la CUT (diri-gida por el PC y el PS) de no orga-nizarlo. La clase obrera industrial lo tuvo más difícil para parar por esta misma política. La burocracia sindi-cal conscientemente no había movido un dedo en el sector donde más falta hacía, pues la dictadura patronal ha-bía amenazado con el despido a todo aquel que parase. Así evitaban que sa-liese a escena el sector industrial y la minería, que acostumbra a ser el que viene protagonizando los conflictos más duros. Sin embargo la extensión de las barricadas y caceroladas por los barrios obreros y populares hacían pa-tente que también en estos sectores hay disposición de lucha. El peso de esta burocracia como corsé del movimien-to obrero no dista mucho del rol que juegan aquí los dirigentes de CCOO y UGT como agentes de contención de la protesta, o de administradores del malestar con convocatorias que bus-can descomprimir la presión social. Defenestrarla de nuestra organizacio-nes, recuperar éstas para el combate, construir asambleas y organización democrática y de base, son tareas in-eludible de los trabajadores en todos los países capitalistas para poder en-frentar en condiciones los ataques del Gobierno y la patronal.

El jueves 25 la jornada arrancó con las masivas movilizaciones que llena-ron las calles de Santiago de cientos de miles de jóvenes y trabajadores. Los “pacos” volvieron a la carga, y a pesar de las patéticas intentonas de los ser-vicios de orden y militantes del PC y el PS para protegerlos de los jóvenes que querían enfrentarlos, finalmente la represión encontró enfrente a entre 10.000 y 20.000 jóvenes que convirtie-ron el centro de Santiago en un campo de batalla entre el Chile de la patronal, Piñeira y la Concertación y el Chile de los trabajadores, los estudiantes en lucha, los pobladores... La represión siguió ganando decibelios hasta bien entrada la noche, cuando a la cifra de cientos de heridos, 1400 detenidos.. se sumaba el asesinato policial del joven Manuel Gutiérrez, de 16 años, en una barricada cercana a Filosofía.

Con esa triste noticia despertamos el viernes, llenos de rabia e indignación. La juventud y los trabajadores habían protagonizado dos jornadas de movili-zación histórica. El Régimen y el Go-bierno había respondido con represión y asesinato. Y el PC y el PS, quienes están en la cabeza de la CUT, el Cole-gio de Profesores y la Confederación de Estudiantes de Chile (CONFECH), tratando de poner “paños fríos”, con su campaña contra los “violentos” y la “ul-traizquierda”, y lanzando un proyecto de “segunda transición”. Todo esto no podía dejar de hacerme pensar de nue-vo en nuestro país. Cómo en el marco establecido tras años de “democracia”

de la “unidad contra los violentos”, los reformistas y las alas más derechas de los movimientos sociales, acostum-bran a sumarse al coro de condena y denuncia a las alas más de izquierda y combativas a través de su criminali-zación. Para todos estos reformistas el principio del monopolio de la violencia por parte del Estado es incuestionable, y se agarran de esto para intentar ais-lar a quienes pueden ser un obstáculo para su política conciliadora o traidora. Lo pudimos ver recientemente tras los hechos del Parlament de Catalunya el pasado 15J. La campaña orquestada por los medios de comunicación con-tra el bloqueo de esta institución contó con algunos lamentables “co- respon-sables” en el propio 15M, sumándose a condenar la violencia de “algunos” manifestantes, negándose a defender a los detenidos... y así de paso tratar de aislar al ala izquierda del movimiento.

Igualmente los cantos a favor de una

nueva “transición”, la anterior pro-puesta estrella del PC de exigir un refe-réndum sobre la educación o las nego-ciaciones -por arriba y sin tomar como algo irrenunciable la educación gratui-ta- que llevan en estos días los dirigen-tes estudiantiles de la CONFECH, son un buenos ejemplos de cómo estos sec-tores siempre van a intentar ofrecer sa-lidas en falso a nuestras reivindicacio-nes, que lleven a la desorganización y división del movimiento para devolver la calma al Gobierno y el Régimen.

El proceso sigue completamente abierto, con una dirección trabajando de “bombero” y miles de jóvenes que se resisten a sus intentos de desvío y traición -sobre todo de colegios secun-darios e industriales, los hijos de la cla-se obrera, seguidos de sectores univer-sitarios. Muchos de los retos que tiene por delante la clase trabajadora y la ju-

ventud de Chile para lograr tirar abajo no solo la educación de Pinochet, sino todo el Régimen heredero de su dicta-dura, pueden servir para pensar cuáles son los que tenemos por delante noso-tros mismos. La lucha desatada tras en 15M por la juventud española apunta también a cuestionar un Régimen po-lítico podrido, nacido de una “tran-sición a la democracia” que fue toda una contra-revolución democrática. De entrada la combatividad y determina-ción de los jóvenes chilenos, la pelea por la unidad obrero-estudiantil... son grandes ejemplos. Pero además com-partimos las tareas fundamentales, estratégicas para vencer. Superar las direcciones traidoras, extender la auto-organización y la coordinación de los estudiantes y los trabajadores, levantar un potente movimiento contra la re-presión y los asesinatos impunes... y en este camino construir una dirección revolucionaria que logre derrotar al Régimen, el Gobierno y los intentos de desvío reaccionarios que -como ya hi-cieran en 1989 con la “transición chi-lena”, copiada de la española- tratarán de poner en pie las “patas izquierda” de esta “democracia” para ricos.

Viene de contraportada

CONTRAPORTADA

NOTAS 1 Unos centros de formación profesional en los que entran los jóvenes de familias humil-des a los 11 años y donde pronto combinan el aula con el trabajo explotado en al fábrica.

Visita el blog especial de la FT-CI: www.vivalaluchaenchile.orgVisita la página del PTR-CcC: www.ptr.cl

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Llegué el martes 23 de agosto a Santiago de Chile. Era la víspera del paro de dos días convocado por la Centra Unitaria de Trabajado-res (CUT), que llevaba a confluir a los trabajadores con los estudian-tes y la juventud. Era parte de una delegación internacionalista de la FT-CI que habíamos viajado des-pués de la reunión de coordinación internacional de nuestra corriente. Junto a mi vinieron compañeros de los grupos de Brasil (LERQUI), Argentina (PTS) y Alemania (RIO), y estuvimos en todo momento con nuestros compañeros chilenos del Partido de Trabajadores Revolu-cionarios (PTR).

La demanda de “educación gra-tuita” del movimiento estudiantil

ha conseguido aglutinar tras de sí la simpatía de amplios sectores obreros y populares, que además habían su-mado sus propias demandas (contra el régimen laboral actual, contra los salarios de hambre, por una sanidad pública gratuita...). Esta lucha desata-da contra el gobierno del derechista Piñeira, de conjunto es el movimien-to más importante contra el Régimen heredero de la dictadura de Pinochet. Una herencia que queda evidente en la misma condición elitista y priva-tizada de la educación, en la brutal e impune represión contra toda protesta o en el terror patronal contra el dere-cho de huelga. Ejemplo de esto último fue la declaración de “ilegal” por el Gobierno del paro de estos dos días. Tras meses de movilización estudian-til, de tomas de facultades, de colegios de secundaria e industriales1, de ma-nifestaciones cada vez más masivas, caceroladas... ahora ésta iba a conver-

ger con importantes sectores obreros -sobre todo del sector público-.

La misma tarde del martes 23 junto con los compañeros del PTR fuimos a la Facultad de Filosofía de la Universi-dad de Chile, allí iba a tener lugar una importante asamblea. Arrancó dándo-nos la palabra a la compañera Diana Assunçao, dirigente de la LERQI y del Sindicato de Trabajadores de la Uni-versidad de la Sao Paulo, y a mi. Di-rigimos un saludo internacionalista en la asamblea estudiantil como en la de trabajadores de la universidad. Las pa-labras de apoyo, de vinculación de su lucha con la de la juventud indignada española, de su pelea contra la heren-cia de Pinochet con la nuestra contra la herencia de Franco... fueron muy bien recibidas. A continuación los estudian-tes discutieron y aprobaron la toma de la facultad. También organizaron co-misiones de auto-defensa para enfren-

tar la represión policial. Ver a decenas de estudiantes de universidad -coordi-nándose con otros jóvenes de secun-daria y los colegios industriales- como se preparaban para defender la toma de la facultad y el corte de calle que iban a realizar me hacía retrotraerme a los todavía atrasados debates sobre la violencia -o mejor dicho el legítimo derecho a la auto-defensa- que mante-nemos en el Estado español. En esta cuestión la vanguardia chilena está mucho más avanzada, años de repre-sión post-pinochetista (donde una ca-cerolada de barrio es reprimida con gases y chorros de agua tóxica) hacen que los prejuicios pacifistas tengan mucho menos peso.

Las jornadas de paro arrancaron la noche del martes con caceroladas por

por SANTIAGO LUPE

Continúa en pág. 18

Impresiones de la lucha contra el Régimen heredero de Pinochet de un luchador contra el Régimen heredero de Franco

Viva la lucha de la juventud y los trabajadores chilenos