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Creación de Ambientes de Aprendizaje
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Maestría en Educación
CREACIÓN DE AMBIENTES DE APRENDIZAJE
INTRODUCCIÓN
FACILITADOR
VICTOR MANUEL RUIZ CELAYA
MARZO 2013
Maestría en Educación
INDICE
INTRODUCCIÓN ............................................................................................................................................. 3
Ambientes o entornos de aprendizaje ............................................................................................. 4
Ambientes físicos y virtuales ............................................................................................................... 5
El aula como lugar de encuentro ........................................................................................................ 5
A) EJEMPLO DE TIPO DE ORGANIZACIÓN ESPACIAL “TRADICIONAL”: ................................ 6
B) EJEMPLO DE TIPO DE ORGANIZACIÓN ESPACIAL “ACTIVA”: .............................................. 7
Ambientes de aprendizaje virtuales ................................................................................................. 9
Educación escolarizada, abierta, presencial, a distancia, en línea y virtual ................... 12
Ventajas del aprendizaje en línea ................................................................................................... 15
Niveles de la Educación Virtual ........................................................................................................ 17
Sistemas Digitales de Enseñanza/Aprendizaje .......................................................................... 17
Sistemas Digitales de B-learning. .................................................................................................... 20
Sistemas Digitales de M-learning. ................................................................................................... 22
Aspectos culturales y tecnológicos ................................................................................................. 26
Maestría en Educación
INTRODUCCIÓN
Pude asistir a una escuela primaria a observar diferentes situaciones que se
presentan; lo primero que vi fue a unos niños y niñas de aproximadamente 6 años
de edad, salir corriendo de un salón y dirigirse hacia al patio, tras ellos, la profesora
gritando: “¿Qué les dije?, si corren se pueden caer y lastimar, que noooooo corran”. Me
llamó la atención esta situación y me pregunté: ¿Acaso en una escuela, el patio no es
para correr? Si correr desarrolla la motricidad gruesa en los niños y niñas, ¿por qué
prohibírselo? Entonces, miré el piso del patio de juegos y noté que éste era de
piedrillas. Me dije: “¡claro!, la profesora tiene razón, pero, ¿por qué el patio no está
confeccionado de un material blando y adecuado para que los niños jueguen?
Después, entré a un salón, eran las 9:00 de la mañana, había nueve mesas y los
estudiantes-niños y niñas de 4 años de edad aproximadamente-, estaban ubicados
cuatro por mesa, conversaban muy alto y la profesora se encontraba sentada en el
escritorio; me llamó en especial la atención, un niño que estaba parado sobre una silla,
trataba de bajar las lapiceras de un estante alto, cuando la silla casi se voltea;
afortunadamente, yo estaba cerca y logré estabilizarlo. La docente al darse cuenta, se
levantó y fue a bajar las lapiceras; observé que en el estante se encontraban apilados
muchos recursos didácticos y materiales, entre los cuales había unos 10 tarros con
lápices. A medida que transcurría el tiempo, los niños hablaban más y más alto, por fin
a las 9:20 a.m., la profesora terminó de repartirle a cada niño y niña su respectiva
lapicera y una hoja blanca tamaño carta, que iba marcando lentamente con su nombre;
ella empezó a callarlos chistándolos: “chist”; y sin que aún le pusieran cuidado, les
preguntó “¿Qué día es hoy?” un niño que estaba cerca de ella gritó: “Miércoles 4 de
mayo”; la profesora asintió con la cabeza y escribió en el tablero “Miércoles 4 de mayo
de 2009”. En medio del ruido exclamó: “Van a copiar la fecha en la hoja que les acabo de
repartir y, a escribir cada palabra igual como yo lo hago”, y aún sin que los niños y niñas
empezaran a copiar la fecha, empezó a escribir verticalmente: “Pala, pica, palustre,
carretilla, martillo, metro, nivel, escuadra, madera, ladrillo, cemento” y tres palabras
más, que ya no recuerdo.
Maestría en Educación
Una vez terminó de copiar las palabras, se le acercó a un niño y le dijo al oído: “Que te
calles”, luego se sentó nuevamente; ya eran las 9:30 a.m. y decidí salir del salón.
Mientras me dirigía a otra aula de clase, me pregunté: ¿Por qué si sólo iban a utilizar el
lápiz, no se les colocó un tarro en cada mesa, en vez de repartirle a cada niño su
lapicera? ¿Se justifica que hayan transcurrido 20 minutos antes de iniciar la clase? ¿Por
qué el desinterés de la profesora por captar la atención de sus estudiantes? ¿Por qué
esa manera de callarlos? ¿Qué sentido tiene el que los recursos que van a utilizar los
niños y las niñas se ubiquen en un estante inaccesible para ellos?
Por lo anterior, la presente lectura pretende dar a conocer algunos
lineamientos y conceptualizar, alrededor del ambiente de aprendizaje. Se abordará
en primer lugar, el concepto de ambiente y su incidencia en el aprendizaje, para
finalmente realizar un planteamiento de sus principales características.
Ambientes o entornos de aprendizaje
De Pablo (1999) dice, que en el ámbito educativo el ambiente hace referencia
a la organización del espacio, disposición y distribución de los recursos didácticos, el
manejo del tiempo y las interacciones que se permiten y se dan en el aula. “Se
trataría de proyectar lugares donde reír, amarse, jugar, encontrarse, perderse, vivir…
Un lugar en donde cada niño y cada niña encuentren su espacio de vida” (De Pablo,
1999; p.8).
Así mismo, expone cómo el ambiente es una fuente de riqueza, una estrategia
educativa y un instrumento que respalda el proceso de aprendizaje, pues permite
interacciones constantes que favorecen el desarrollo de conocimientos, habilidades
sociales, destrezas motrices, etc., el ambiente es un concepto vivo, cambiante y
dinámico, lo cual supone que el ambiente debe “[…] cambiar a medida que cambian
los niños, sus intereses, sus necesidades, su edad y también a medida que cambiamos
nosotros, los adultos, y el entorno en el que todos estamos inmersos” (De Pablo, 1999;
p.9).
En este mismo sentido, Trister y Colker (2000) exponen las razones por
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las cuales un ambiente permite en los niños y las niñas el desarrollo social,
emocional, cognitivo y físico. En general, se puede entender el ambiente como
un entorno dinámico, con determinadas condiciones físicas y temporales, que
posibilitan y favorecen el aprendizaje o desarrollo de las dimensiones del ser
humano dependiendo, de su edad.
Duarte (sf), hace referencia a que el ambiente de aprendizaje es el escenario
donde existen y se desarrollan condiciones favorables de aprendizaje, contempla las
condiciones materiales necesarias para la implementación del currículo, las
relaciones interpersonales básicas entre maestros y alumnos, “[…] las dinámicas que
constituyen los procesos educativos y que involucran acciones, experiencias y vivencias
de cada uno de los participantes; actitudes, condiciones materiales y socioafectivas,
múltiples relaciones con el entorno y la infraestructura necesaria para la concreción de
los propósitos culturales que se hacen explícitos en toda propuesta educativa” (Duarte,
sf; p. 6).
Ambientes físicos y virtuales
Los ambientes de aprendizaje no se circunscriben a la educación formal, ni
tampoco a una modalidad educativa particular, se trata de aquellos espacios en
donde se crean las condiciones para que el individuo se apropie de nuevos
conocimientos, de nuevas experiencias, de nuevos elementos que le generen
procesos de análisis, reflexión y apropiación.
El aula como lugar de encuentro
Dentro del mundo de la escuela, tal vez es el aula de clases donde se ponen
en escena las más fieles y verdaderas interacciones entre los protagonistas de la
educación intencional, maestros y estudiantes. Una vez cerradas las puertas del
aula se da comienzo a interacciones de las que sólo pueden dar cuenta sus actores.
Es aquí donde el maestro se hace y se muestra, aquí ya los deseos se convierten en
una realidad, ya no es el mundo de lo que podría ser, sino el espacio de lo que es.
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Son muchos los investigadores que se han dedicado a estudiar la clase como el
momento crucial del acto educativo. En la investigación realizada por María Isabel
Cano (1995) en cuanto al espacio físico y sus determinantes en las interacciones
sociales en la escuela, se plantean unos principios como hipótesis de trabajo, que
merecen ser retomados acá.
Principio Nº 1: El ambiente de la clase ha de posibilitar el conocimiento de todas
las personas del grupo y el acercamiento de unos hacia otros. Progresivamente ha
de hacer factible la construcción de un grupo humano cohesionado con los
objetivos, metas e ilusiones comunes.
| De este principio surge la pregunta por lo social, la posibilidad de construirse
a partir del otro. Es el paso de la socialización a partir de la misma individuación,
espacio para acceder a un grupo cohesionado, uno de los mayores aprendizajes de
tipo socio-afectivo y cognitivo que pueda tener un ser humano. Gracias a la
interacción con otros, el niño empieza a reconocer que además de sus propias
necesidades, gustos, intereses e ideas, existen las de muchos otros que conviven con
él. Por tanto en el aula de clase se debe favorecer el desarrollo de la autonomía de los
sujetos en el marco de unas relaciones cooperativas con los demás y con el medio. El
desarrollo integral del niño debe estar unido y a la vez posibilitado por la
construcción de un grupo cohesionado y solidario. María Isabel Cano y Ángel Lledó
(1995) han hecho un valioso análisis de la relación entre la organización y
disposición espacial y los fenómenos sociales que se dan el grupo-clase y sus
actividades. Parece observarse una enorme coincidencia entre la estructura de las
relaciones y la disposición espacial, elemento de gran importancia para propiciar
ambientes de aprendizaje que permitan la individuación pero también la
socialización. Los siguientes diagramas permiten apreciar lo expuesto.
A) EJEMPLO DE TIPO DE ORGANIZACIÓN ESPACIAL “TRADICIONAL”:
¨ Estructura de comunicación en clase :
- Unidireccional:
- Grupal:
- Informativa/académica/formal.
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¨ Características de las actividades
- Individuales
- Competitivas
- La misma actividad para todos y al mismo tiempo
- Académicas
- Programa oficial
B) EJEMPLO DE TIPO DE ORGANIZACIÓN ESPACIAL “ACTIVA”:
· Estructura de comunicación en clase :
_ Bidireccional:
_ Todos son Emisores y Receptores
_ Grupal e individual
_ lntegradora de contenidos “formales” e
“informales”: metodológica, efectiva...
_ Características de las actividades:
-Opcionalidad del
alumno. Grupales e
individuales.
- Cooperativas.
- Posibilidad de actividades distintas y simultáneas
Principio Nº 2: “El entorno escolar ha de facilitar a todos y a todas el contacto con
materiales y actividades diversas que permitan abarcar un amplio abanico de
aprendizajes cognitivos, afectivos y sociales”
Es conocido por los profesionales en pedagogía, que el aprendizaje en los niños se
propicia mediante la interacción del niño con el medio físico y social, mediado por el
lenguaje. Reconocer cómo aprenden los niños tiene repercusiones en lo que se
refiere a la construcción del ambiente del aula, pensado como ambiente dinámico,
con la posibilidad de recrearse, cambiarse y suprimirse, dependiendo de los
proyectos que se estén desarrollando.
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Principio Nº 3: “El medio ambiente escolar ha de ser diverso, debiendo trascender la
idea de que todo aprendizaje se desarrolla entre las cuatro paredes del aula. Deberán
ofrecerse escenarios distintos, -ya sean construidos o naturales- dependiendo de las
tareas emprendidas y de los objetivos perseguidos".
En la intención de involucrar espacios exteriores como prolongación de la actividad
escolar, y lo escolar mismo como un cuerpo poroso que no da la espalda a su
contexto, existen varias propuestas. Casi todas hacia el desarrollo de currículos
integradores de distintos escenarios y que consideran como un todo el conjunto
espacial entre el interior y exterior del entorno físico del aula.
Principio Nº 4: “El entorno escolar ha de ofrecer distintos sub-escenarios de tal
forma que las personas del grupo puedan sentirse acogidas según distintos estados
de ánimo, expectativas e intereses”.
Parece existir, según lo establecen los autores citados, una relevancia entre los
estados de ánimo, las relaciones personales y los objetivos de la actividad, tanto
como las características del material y las metodologías que se emplean. Por
consiguiente es importante crear ambientes en el aula, cualitativamente diferentes:
unos orientados hacia la lúdica, la relajación, la libertad de hacer, otros espacios
más individuales y otros más colectivos.
Principio Nº 5: “El entorno ha de ser construido activamente por todos los miembros
del grupo al que acoge, viéndose en él reflejadas sus peculiaridades, su propia
identidad”.
Así como ocurre en otros ambientes sociales, la casa, y en ella el cuarto, los
individuos tienen el derecho a decidir sobre la organización de su espacio, en el aula
con mayor razón se debe permitir que sus habitantes participen en su
estructuración, pues son ellos quienes vivirán en ella la mayor parte de su tiempo,
por no decir de sus vidas. Esto genera en los estudiantes sentidos de identidad y
marca la territorialidad que todo ser humano requiere para desplegar su vida.
En síntesis, se pretende propiciar ambientes altamente favorables para la
convivencia social y los aprendizajes, por lo tanto se propone:
Establecer una interacción comunicativa efectiva y circular entre el maestro, el
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estudiante y el grupo.
Considerar las diferencias individuales.
Fortalecer el autoconcepto y autoestima en los estudiantes y el maestro.
El manejo de la clase debe basarse en sólidas relaciones de grupo.
Ambientes de aprendizaje virtuales
El paso del siglo XX al XXI será conocido como el que marcará la
transformación de una sociedad basada en las relaciones materiales, a otra que se
apoya en las relaciones virtuales comunicativas en su sentido más amplio. Ahora, la
existencia humana se desarrolla en la esfera de lo virtual y lo semiológico,
constituyendo la comunicación mediática.
Llamémosle virtuales en el sentido que no se llevan a cabo en un lugar
predeterminado y que el elemento distancia (no presencialidad física) está
presente.
El conocimiento que subyace al proceso de creación de ambientes de
aprendizaje virtuales es mucho más allá del requerido para montar páginas web con
buen diseño gráfico y sonoro.
Estos son ingredientes muy importantes de la interfaz, tienen un impacto
positivo o negativo sobre los aprendices, pero no logran mantener la motivación
ni propiciar el procesamiento profundo que exigen muchos de los temas que se
desean aprender.
En la exploración que hemos hecho de ambientes virtuales de aprendizaje
se destaca cómo detrás de un buen diseño subyace una concepción educativa
rica, que haga el mejor aprovechamiento posible de los recursos tecnológicos
disponibles. La revisión de variedad de ambientes virtuales de aprendizaje sirve
de base para que los aprendices identifiquen y valoren los distintos elementos
que conllevan el diseño y la implementación de un curso en la red. De esta
manera se desarrolla sensibilidad y criterio respecto a lo que tiene y no tiene
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sentido hacer para apoyar aprendizaje en ambientes virtuales.
En la época actual las relaciones físicas personales empiezan a perder peso,
obviamente sin desaparecer, y empieza a tomar fuerza el universo mediático-
relacional, el espacio de los lenguajes y el tiempo de las nuevas comunicaciones.
Aparece el concepto de cibercultura, como un escenario tecnológico para la
producción cultural, de la mediatización de lo social. Con éste fenómeno, las
instituciones, los rolespersonales, los individuos, las identidades y los grupos se
transforman, lo que de alguna manera introduce incertidumbre, desconcierto y a
veces desorientación, pero también nuevas posibilidades de organización social e
institucional.
Una sociedad de la información, exige una nueva alfabetización basada en los
nuevos medios técnicos y en los nuevos lenguajes que ellos suponen. Son muchas las
novedades y escasa la toma de conciencia sobre los cambios que se nos presentan.
Los sistemas de educación, no son ajenos a este escasísimo discernimiento. Los
procesos de enseñanza se ven obligados a indagar como se suscitan en una relación
de aprendizaje ya no sólo mediada por el lenguaje oral y escritural sino por el
icónico-gráfico, la imagen digital y los variados sistemas de representación que traen
consigo nuevas maneras de pensamiento visual.
Es en la mediación como se va pasando de un estado de información al
conocimiento, pues la diferencia entre información y conocimiento es que este
último está dotado de significación, por ello, las organizaciones que pretenden
desarrollar acciones educativas con sus integrantes más allá de pensar en una serie
de contenidos, algunas veces llamadas asignaturas e impartidas bajo modelos
instruccionales, deben pensar en los fundamentos y directrices didácticas y
pedagógicas que la educación digitalizada exige. A partir de la aparición de los
medios, el papel del aprendiz, o también llamado alumno se resignifica.
Las relaciones con sus profesores, tutores o instructores se modifica así como
su relación con el saber mismo. En la medida en que aparecen una amplia gama de
fuentes y se consigue un fácil acceso a la información, se desplaza la noción de saber
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a la de saberes, la noción de verdad a la de verdades, distanciándose la concepción
del saber monolítico o el saber constituido, y surgiendo una visión más cercana al
“conocimiento como construcción”.
Pero las nuevas mediaciones tecnológicas no sólo traen aparejados una
transformación estructural en el conocimiento, sino también en los vínculos
intersubjetivos que se suceden en la escuela y en las familias. En esta dirección, debe
destacarse el papel que cumple y ha cumplido la televisión y la internet con respecto
a la familia y a la escuela, pues trae por consecuencia un “desorden cultural” que
descompone las formas de autoridad vertical entre los jóvenes, sus padres y
maestros. Como lo ha sugerido Jesús Martín- Barbero, la televisión “deslegitima” y
“deslocaliza” las formas continuas del saber promovido en la escuela desde el texto
escrito, que constituye el centro de un modelo lineal mecánico, basado en
aprendizajes graduales de acuerdo con las edades evolutivas del niño. Por medio de
la televisión el joven accede rápida y cómodamente a un “saber visual” que subvierte
el modelo escolar por etapas, legitimado por la autoridad del maestro. Trasladada al
hogar, la televisión cortocircuita las relaciones de autoridad entre padres e hijos, al
permitir que estos últimos accedan por su propia cuenta al mundo que antes les
estaba vedado, el mundo de los adultos (Pérez Tornero, 2000, pp. 37-57). De esta
manera los medios han venido a recordar que antes de que los aprendizajes
adquirieran la forma escuela, los niños se encontraban entremezclados con el mundo
de los adultos, sin los escrúpulos y cuidados con que hoy se los trata y aprendiendo
los códigos culturales por medio de prácticas sociales bastante versátiles y efectivas.
De otro lado, la posibilidad de profundizar en la interactividad, otra
característica de los nuevos medios, adquiere un sentido pleno en el terreno
educativo. El estudiante está en posibilidad de decidir la secuencia de la información
que desea seguir, establecer el ritmo, cantidad y profundización de la información
que pretende y elegir el tipo de código con el que quiere establecer relaciones con la
información. Los anteriores elementos y otros no mencionados, hacen pensar que la
educación virtual en las instituciones educativas amerita un acercamiento desde lo
conceptual y teórico que fundamente las acciones, procedimientos y rutas que se
han de tomar para su realización y para la creación de nuevos ambientes de
aprendizaje de calidad y pertinencia social.
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Educación escolarizada, abierta, presencial, a distancia, en línea y virtual
La ANUIES (2008) propone una clasificación de los servicios educativos
ofrecidos por las instituciones, de acuerdo a los siguientes elementos: el estudiante (en
cuanto su concentración o no, en un espacio con otros estudiantes); la trayectoria
curricular (respecto si se preestablece, es libre o no existe); la mediación docente (si se
puede prescindir o no de ésta); la mediación tecnológica (si se utiliza tecnología para la
comunicación); espacio (si hay un lugar predeterminado de reunión de los elementos);
tiempo (apegado a un calendario o libre de acuerdo al estudiante); y la certificación
(de los conocimientos de acuerdo a un esquema). La presencia o ausencia de estos
elementos define el tipo de servicios educativos, de los cuales se identifican los
modelos de enseñanza: escolarizada, abierta, presencial, a distancia, en línea y virtual.
El sistema educativo nacional ofrece el servicio educativo en dos grandes
modalidades: escolarizada y abierta. El servicio escolarizado está destinado a
proporcionar educación mediante la atención a grupos de alumnos que concurren
diariamente a un centro educativo de acuerdo con el calendario educativo oficial. El
servicio no escolarizado está destinado a proporcionar la oportunidad de continuar o
concluir su educación a los alumnos que no pueden incorporarse a los servicios
escolarizados. Esta educación se imparte a través de asesorías pedagógicas, sin que
los alumnos tengan que concurrir diariamente a una escuela. Los alumnos se sujetan
a una serie de exámenes para certificar el adelanto en el cumplimiento del programa.
Se reconoce a la educación abierta como “una estrategia de la institución que
permite el estudio independiente implicando el aprendizaje de cada estudiante a
su propio ritmo y sin permanencia en un lugar específico, con un profesor y sin la
obligación de cumplir objetivos en un tiempo límite, donde el alumno avanza según
sus necesidades”. En este sentido, podríamos considerar que el término abierta, se
refiere a una educación autogestiva, que se caracteriza por manejar de manera
flexible todos los elementos: el estudiante trabaja como individuo, elige la
trayectoria curricular, la mediación docente es optativa, los espacios y tiempos de
estudio son definidos por el estudiante (ANUIES), sin embargo, las condiciones
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normativas no están dadas para que suceda de esta manera.
En cuanto a la educación a distancia se aclara que “está basada en una
relación pupilo- tutor que es diferente a la cara a cara existente en los estudios
convencionales. La comunicación se hace en forma indirecta a través de la
correspondencia, imágenes televisadas las ondas de radio e incluso la terminal de
la computadora”. En la realidad, la modalidad a distancia se da a través
principalmente de la terminal de computadora. El proceso de enseñanza
aprendizaje en efecto se lleva a cabo de manera no presencial, sin embargo, el uso
de un sistema de medios múltiple no es lo que podríamos llamar algo usual.
Ateniéndonos a estos dos planteamientos diferenciamos a la educación abierta de
la educación a distancia, por la libertad del estudiante para marcar su ritmo de
avance, y por la utilización de medios para la transferencia del conocimiento.
El aprendizaje en línea es una forma de aprender por medio de Internet, con
los recursos de la computadora y las telecomunicaciones. Es aquella que involucra
cualquier medio electrónico de comunicación, incluyendo la videoconferencia y la
audioconferencia. En sentido más específico, la educación en línea significa enseñar
y aprender a través de computadoras conectadas en red (García Rocha, 2005).
Del aprendizaje en línea se destaca el medio de comunicación que se hace a
través de una computadora, conectada a una red de computadoras que proporcione
acceso a Internet e involucra múltiples formas de comunicación e interacción: correo
electrónico, boletines electrónicos, pizarras, conversaciones, intercambio de
información, videoconferencia, audioconferencia, navegación compartida hasta los
novedosos viajes virtuales. En el aprendizaje en línea además no se pone como eje
del aprendizaje a la relación maestro - estudiante, sino al aprendizaje mismo donde
resulta muy importante el contacto del estudiante con el material educativo.
En el aprendizaje en línea usualmente es la disciplina y esfuerzo del
estudiante lo más importante: tiene enfrente a sí los conocimientos que lo pueden
llevar al saber, falta el esfuerzo por apropiárselo. Es decir es fundamentalmente un
esfuerzo de autoaprendizaje, donde el contacto con el maestro si es que lo hay es
más bien de guía. Igualmente el maestro ya no es la fuente de saber, ni de
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información, de lejos es muy evidente que la información rebasa a cualquier ser
humano, esta ahí en las múltiples opciones que ofrece Internet. Sólo hay que
saberla buscar, hay que saber qué hacer con ella, como integrarla, como trabajarla,
como apoderase de ella.
Para Rivera Porto se debe distinguir entre educación no presencial,
educación a distancia y educación en línea. Se entiende por educación no presencial
a la educación ofrecida en la cual el estudiante no está enfrente a un maestro
físicamente, sea que éste, no exista como tal (por ejemplo si el alumno estudia en
un texto genérico o CD-ROM administrado a distancia) o sea que el maestro se
encuentra en un lugar remoto. La educación a distancia presupone que no hay
contacto físico ya que el estudiante y el maestro están distantes geográficamente; la
educación en línea no necesariamente, ya que se han hecho trabajos en el salón de
clase usando comunicación en línea o a través de computadora conectada a la red,
muy exitosos.
En la perspectiva de Keegan (1986) el aprendizaje en línea tiene seis características
principales:
1. Separación entre estudiantes y maestros
2. Un rol diferente de la institución educativa.
3. Un papel destacado de la tecnología
4. Un sistema eficiente de comunicación en dos sentidos.
5. Separación entre los estudiantes y sus compañeros de estudio.
6. Estandarización de materiales educativos y posibilidades de
llegar a muchos usuarios.
La relación docente – discípulo, desde la perspectiva tradicional de la
educación presencial, sólo se puede dar en un espacio y en un tiempo concreto;
Deben coincidir, para que el encuentro se produzca, el cuerpo, el tiempo y el
espacio. Solamente allí se puede generar una acción comunicativa. La sincronía es
la base sustentadora de la relación interpersonal en la educación presencial. En
Maestría en Educación
cambio, y como veremos más adelante, la relación docente - discípulo desde la
perspectiva de la educación en línea se establece sin que haya confluencia de
tiempo, cuerpo y espacio. La acción comunicativa en lo virtual es asincrónica.
Podemos decir que en la educación en línea es posible la relación entre personas
sin que medie la corporeidad, la espacialidad y la temporalidad. (HETS, 2003).
Numerosos estudios han mostrado que el componente más importante para el
éxito en la formación en línea es el mantenimiento de una interacción consistente y
de calidad. “La eficacia del proceso de enseñanza y aprendizaje es proporcional a la
riqueza de flujos que se establecen entre los participantes” (Marcelo, 2002), entre los
cuales concretamos los siguientes tipos: Alumno-contenidos teóricos, alumno-tutor,
alumno-alumno o alumno- actividad (Balmori, 2004).
Ventajas del aprendizaje en línea
La ventaja del Internet ubicuidad, alcance global, estándares universales,
riqueza, interactividad, densidad de información y personalización (Laudon 2003),
se puede utilizar para diseñar materiales más efectivos. El trabajo por adelantado
adicional, requerido por un curso en línea, también provee un elemento de
reusabilidad. Una vez desarrollado un curso, impartir una clase por segunda o
tercera vez no es tan caro ni requiere tanto tiempo (Alanis, 2003).
Algunos de los beneficios para los estudiantes se listan a continuación. El
aprendizaje en línea no tiene horario y los aspectos de localización, y distancia no
existen, se puede tener acceso a cualquier hora, en donde se encuentre el alumno y
sin tener que desplazarse. En las actividades asincrónicas los estudiantes pueden
realizarlas en el momento que tengan tiempo, dentro de los plazos establecidos y las
actividades sincrónicas permiten la necesaria interacción entre estudiantes y
maestros. Los alumnos pueden utilizar Internet para tener acceso a materiales
relevantes y actualizados a la fecha. También facilita la aplicación del aprendizaje
porque los estudiantes no tienen que dejar sus trabajos y pueden contextualizar el
aprendizaje (Ally, 2004).
Maestría en Educación
Para los profesores tiene las ventajas de que pueden ofrecer tutorías o
asesorías a cualquier tiempo y en cualquier lugar en que se encuentren. Pueden
fácilmente actualizar sus materiales y los cambios se reflejan de inmediato y quedan
a disposición de los alumnos. Además si se diseñan de manera adecuada pueden
detectar las necesidades de los alumnos y su nivel de experiencia en el tema y en
base a eso asignarles los materiales adecuados a cada estudiante y alcanzar los
resultados deseados más fácilmente.
La educación virtual es un proceso de enseñanza-aprendizaje mediado por
las TIC´s. Términos o expresiones como educación o aprendizaje virtual,
teleformación, e-learning, aprendizaje en red, etcétera, son los que se han utilizado
para hacer referencia a esta formación.
Algunas de las ventajas de la implementación de la Educación Virtual:
1. Flexibiliza la información, independientemente del espacio y el tiempo
en el cual se encuentren el profesor y el estudiante.
2. Promueve y desarrolla la autonomía del estudiante.
3. Ofrece diferentes herramientas de comunicación sincrónica y
asincrónica para los estudiantes y para los profesores.
4. Favorece la interactividad en diferentes ámbitos: con la información, con
el profesor y entre los estudiantes.
5. Facilita una formación para trabajar grupal y colaborativamente.
6. Pone a disposición de los estudiantes un amplio volumen de
información. Facilita la actualización de la información y de
los contenidos.
7. Facilita el uso de los materiales, los objetos de aprendizaje, en
diferentes cursos. Favorece la adquisición de habilidades y
conocimientos multimedia.
8. Ahorra costos y desplazamiento
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Niveles de la Educación Virtual
Nivel I: no se realizan cambios estructurales ni pedagógicos a la educación
convencional, exceptuando el empleo de las TICs como apoyo a la docencia.
Nivel II: se emplean las TICs como apoyo a la docencia, y las funciones
académico- administrativas (inscripciones en línea, etcétera) se realizan
virtualmente.
Nivel III: se emplean plataformas virtuales para digitalizar e integrar las diversas
funciones bajo los modelos pedagógicos e institucionales convencionales. Las TICs
apoyan las actividades de docencia, administración, investigación y extensión. Este
nivel es considerado como Educación Virtual, ya que la virtualidad abarca la
totalidad de las funciones universitarias, aunque la actividad académica
permanezca atada a la docencia convencional.
Nivel IV: se diferencia del nivel anterior por la introducción de nuevas herramientas
para facilitar el aprendizaje, como las plataformas de currículo multirruta, los
objetos y recursos educativos modulares, y la adecuación a las necesidades
específicas de cada estudiante.
Sistemas Digitales de Enseñanza/Aprendizaje.
Los primeros sistemas de enseñanza y aprendizaje en red utilizaban
tecnologías simples y fáciles de manejar. Empleaban herramientas básicas como
tablones de anuncios electrónicos, sistemas de correo electrónico, servicios de
noticias temáticos, videoconferencias y directorios. Esas aplicaciones no siempre
circulaban por Internet, sino que, en su mayoría, recurrían a protocolos ad hoc según
las circunstancias. Esta situación, derivaba disponer de lenguajes específicos para
cada grupo de ordenadores, generando mayores costos en tiempo y en dinero, de
modo que la evolución lógica ha sido hacia la adopción del protocolo abierto de
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Internet. Los actuales sistemas de enseñanza en red han estandarizado tanto los
componentes tecnológicos, como los procesos de enseñanza. En el primer caso se
sigue el principio de la interoperabilidad, y en el segundo se recurre a estándares
comerciales para acceder a contenidos empaquetados y a objetos de aprendizaje. En
este sentido, los sistemas de formación constituidos bajo esta lógica reciben el
nombre de enseñanza en línea o e-learning.
E-learning es un término que comparte significado con otros como formación
en línea, teleformación, cursos en línea, formación virtual, etc. Si bien, su traducción
literaria es aprendizaje electrónico, es decir, aquel que se produce a través de un
medio tecnológico-digital, desde que el concepto llegó al mundo de la educación, se
han presentado los intentos de aproximarse a su significado con mayor precisión. En
un principio proliferaron los enfoques descriptivos.
Tal es el caso de que Rosenberg (2001) (Citado en García, 2007),
estableció tres criterios que deben cumplir las prácticas e-learning:
1. Que se produzca en red.
2. Que llegue al usuario final a través de un ordenador, utilizando estándares
tecnológicos de Internet.
3. Que esté basado en modelos pedagógicos más allá de los paradigmas de
formación tradicional.
Las definiciones más recientes de e-learning tienden a la apertura, tratando de
aproximarse a una realidad que crece en su complejidad a medida que se multiplican
los soportes y aplicaciones tecnológicas.
Según Rubio (2003), menciona que existen dos fenómenos que se destacan en la
actualidad:
1. El aprendizaje electrónico no solo se produce a través de Internet sino que,
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cada vez más, el eje de los diseños en línea recae en las plataformas de
teleformación, y éstas no operan necesariamente en Internet.
2. Los materiales off line descargables, obtenidos bajo demanda, alojados en
repositorios, como apoyo al resto del sistema son un componente primordial en
un tipo de diseños de formación crecientemente utilizadas.
En el entorno universitario esas puntualizaciones adquieren una significación
especial, donde los actuales planteamientos con redes se caracterizan por su
heterogeneidad y la búsqueda de soluciones ad hoc. Por otro lado, Adell, Castellet y
Pascual (2004) (Citado en García, 2007), han identificado al menos cinco tendencias
actuales en el desarrollo de sistemas de e-learning en la enseñanza superior, que
dan una idea de dicha diversidad:
1. La integración de las plataformas con los sistemas de gestión de
docencia y de estudiantes.
2. La desagregación de los sistemas monolíticos anteriores en arquitectura de
niveles y en componentes interoperables y estandarizados.
3. La gestión separada de los contenidos y su creación, distribución e
integración en unidades didácticas (objetivos de aprendizaje).
4. La preocupación por los aspectos pedagógicos del aprendizaje en línea.
5. La rápida extensión de entornos de código fuente abierto.
Las últimas tendencias en e-learning vienen a conformar que la utilización de
Internet está presente en la mayoría de diseños de formación con redes. Y que las
necesidades de adecuar las experiencias a las coyunturas organizativas pasan, en su
mayoría, por adaptar e integrar el modelo pedagógico en cada caso a un determinado
entorno virtual de aprendizaje (EVA). Estos espacios que surgen como derivaciones
lógicas de los campus virtuales se presentan muy a menudo en las universidades a
distancia durante los años noventa.
Todo modelo educativo soportado en la tecnología Internet se viene
denominando e- learning. El e-learning o sistema digital de enseñanza y aprendizaje,
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puede tener lugar en un entorno virtual cerrado o bien desarrollarse haciendo uso
del ciberespacio y utilizando el lenguaje de programación abierto de la red.
Es importante diferenciar las propuestas de EaD que emplean Internet, por un
lado para vehicular la comunicación y la interacción entre los agentes, estas
propuestas responden a la lógica clásica de la red, a la lógica de la Web 1.0. Por otro
lado, la Web 2.0 se caracteriza por la integración de comunidades de aprendizaje,
donde sus participantes tienen la capacidad de producir conocimientos, fruto de la
participación social en un entorno rico en estimulaciones, con altas dosis de
interactividad para producir y recibir contenidos educativos. En conclusión, las
comunidades de práctica (caracterizadas por construir un dominio de interés
compartido, donde los miembros interactúan y aprenden conjuntamente y
desarrollan un repertorio de recursos comunes) y el uso didáctico de las tecnologías
sociales, nos sitúa ante el salto del e-learning 1.0 al paradigma del e-learning 2.0.
Sistemas Digitales de B-learning.
El término blended learning (b-learning) se refiere a un tipo de aprendizaje
mezclado. En EaD, esa mezcla remite a un entorno mixto que conjunta las
características de la enseñanza presencial y a distancia. Es decir, el b-learning hace
referencia a los métodos semi-presenciales, e igualmente, a los semi-virtuales. Sin
embargo, revisando la literatura sobre b-learning, puede parecer que nos
encontramos ante un sistema revolucionario, absolutamente nuevo, capaz de
solucionar problemas educativos y de formación de la sociedad actual. En algunos
casos el b- learning se plantea como un modelo superador de los vicios y deficiencias
que acumula la enseñanza presencial, y en otros como la solución al estancamiento
que viene sufriendo el e- learning, y remediador también, de las debilidades propias
de los sistemas virtuales plenos.
El e-learning y el b-learning son considerados enfoques emergentes, surgidos
en la última década y generados de un gran impacto en los sistemas educativos.
También es habitual contraponer el b-learning a la EaD convencional, que se
considera así como un modelo pasado y anclado exclusivamente en el material
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impreso, el correo postal y el teléfono.
Es evidente que los extremos del continuum entre enseñanza presencial y
enseñanza virtual están claramente delimitados. Pero el b-learning es algo más
que un punto intermedio entre las dos modalidades. El punto de partida puede ser
una denominación que aproxima la no presencialidad a la enseñanza virtual, a
través de Internet. En ese caso, se trataría de blended e-learning, designación más
ajustada a la sencilla definición que se viene aceptando del b-learning, como una
forma de aprender que combina o mezcla la enseñanza presencial con la virtual.
Dejando de lado las aproximaciones etimológicas, de una forma más genérica
y centrada en la práctica educativa, el b-learning suele plantearse en términos de
integración, podríamos hablar así de un Modelo de Enseñanza y Aprendizaje
Integrados (EAI). Ese modelo tiene en cuenta el papel del docente como diseñador de
procesos de enseñanza y aprendizaje frente a la supremacía de la tecnología que
parecen estar detrás de las propuestas de b-learning. En ese sentido, resulta esencial
contar con equipos docentes que dispongan de competencias no solo tecnológicas
sino pedagógicas, en temáticas de diseño formativo en EaD, en estrategia y técnicas
para una enseñanza que culmina en aprendizaje de calidad.
Desde el enfoque estrictamente pedagógico, el b-learning no aporta grandes
novedades. Determinadas propuestas que provienen de la EaD y otras más
avanzadas, incluyendo la propia formación presencial, han protagonizado intentos
que recogían todos o parte de los puntos anteriores y que han dado sus frutos
desde hace años. Faltaría llevar a cabo investigaciones de rigor que permitan
contrastar diversos modelos para probar si los sistemas de enseñanza y
aprendizaje digitales por sí mismos pueden lograr objetivos similares en eficacia y
eficiencia a los b-learning. O si, por el contrario, los sistemas presenciales continúan
garantizando esa calidad, o son incluso superiores.
Aunque pueda parecer lo contrario, el b-learning ha sido una evolución, más
que desde e- learning desde los procesos presenciales de formación en la empresa, a
los que hoy se han sumado instituciones educativas tradicionalmente presenciales,
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en su mayoría universitarias.
Es posible agrupar las distintas razones que han llevado a denominar a
esta modalidad educativa con el nombre de b-learning:
1. Procurar, simplemente, superar los vicios y diferencias que acumula la
enseñanza presencial, mediante el aporte de las tecnologías.
2. Pretender una fusión, introduciendo tecnología pero sin perder el prestigio
alcanzado como institución presencial.
3. Quedarse a medias al tratar de aprovechar los recursos educativos con
que ya contaba la institución presencial.
4. Optar por previsibles abaratamientos de costos.
5. Aportar por un modelo mixto que les permitiera subsanar en presencia los
fallos que pudieran cometerse en un proceso íntegramente en línea.
6. Introducir suavemente la tecnología sin prescindir del poder de la relación
presencial, con lo que los formadores más opuestos pueden limitar su rechazo,
porque están convencidos de que la relación presencial en educación es
imprescindible.
Finalmente es importante mencionar, que el proceso de transición desde lo
presencial a un modelo integrado, parece que el b-learning supone un paso adelante.
Sin embargo, visto desde el lado del e-learning puede tomarse como un paso hacia
atrás. En todo caso, los curioso es la facilidad con la que, desde distintas teorías
educativas, se asume lo positivo de haber recuperado el protagonismo de la relación
presencial, haciendo hincapié en los beneficios de la relación presencial entre seres
sociales como son los estudiantes y los docentes.
Sistemas Digitales de M-learning.
El mobile learning o m-learning es un modelo de enseñanza a distancia
basado en el uso de servicios móviles o inalámbricos para el aprendizaje en
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movimiento. Uno de los rasgos que diferencia este sistema de otros parecidos lo
constituyen los dispositivos empleados para vehicular los aprendizajes. El m-
learning se implementa principalmente a través de terminales con alta portabilidad,
como los teléfonos móviles o las agendas electrónicas. A través de ellos el usuario
puede acceder a los componentes de una metodología didáctica diseñada de forma
modular y que recurre a las píldoras de aprendizaje como su unidad mínima de
contenido pedagógico.
El avance del m-learning en los últimos años ha sido fruto de un doble
impulso. Por un lado, el de las tecnologías que hacen uso del protocolo Internet para
conectar entre sí aparatos móviles con un tamaño reducido y unas prestaciones
amplias. Asociado a esto, ha tenido lugar un auge de los modelos pedagógicos no
presenciales, crecientemente abiertos y cerrados en las necesidades específicas de
los usuarios. Como resultado, las ofertas educativas han seguido una tendencia hacia
la flexibilidad que afecta tanto al diseño formativo como a la localización del entorno
de enseñanza y aprendizaje. El ejemplo más evidente de aprendizaje deslocalizado lo
constituye el mobile learning, que permite al estudiante disponer de unidades de
contenido y gestores de comunicación en múltiples situaciones y avanzar en el
proceso de aprendizaje siguiendo un ritmo adaptado a sus posibilidades de tiempo y
espacio.
En su diseño original, el m-learning no ha sido pensado para toda la
población ni para todas las situaciones vitales. Los colectivos de profesiones de
media y alta cualificación, empleados en sectores de gran dinamismo, como el
tecnológico, que requiere permanentes actualizaciones de conocimientos, son los
que más se benefician de las ventajas de este sistema. A ellos se han dirigido los
primeros cursos modulares que ofrecen formación en contenidos instrumentales
como idiomas, procesos y tareas organizativas concretas.
En la actualidad, el m-learning no solo tiene cabida en el ámbito empresarial.
La enseñanza clásica también se ha apropiado de las tecnologías móviles y cada vez
es más frecuente recurrir a sus posibilidades de penetración social para ofrecer
servicios educativos a los estudiantes. En un estado inicial, las instituciones
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educativas ofrecen servicios no directamente vinculados a la formación como son la
comunicación de calificaciones, citas a eventos, ofertas de prácticas educativas, etc.
Y en un segundo momento, también se emplean terminales móviles como
almacenes de información de carácter formativo, con el objetivo claro de apoyar las
enseñanzas presenciales que los estudiantes reciben en sus clases. Es un hecho, que
desde un punto de vista técnico, el segundo factor impulsor, el auge del m-learning
guarda una estrecha relación con las formas avanzadas de entender el e-learning.
Las tendencias en torno al m-learning como fenómeno educativo emergente
según García (2007). Están basadas en cuatro dimensiones relacionadas entre
sí:
1. La tecnología.
2. Los objetos de aprendizaje reutilizables.
3. Los servicios de la Web 2.0: como blogs, wikis, podcasting y videocasting.
4. Métodos pedagógicos que permiten poner en valor todo lo anterior.
Se presenta un motivación hacia el m-learning, similar a la que genera el e-
learning 2.0. Después de todo, lo importante no es tanto el contexto donde
transcurra el proceso educativo, por lo que en ocasiones podría ser útil o necesario
hacer que el aprendizaje sea móvil. El m-learning no solo ofrece nuevas
oportunidades de crear, también ofrece la oportunidad de crear conexiones. Define
nuevas relaciones y comportamientos entre los estudiantes, la información, los
aparatos informáticos y las personas en el resto del mundo (Wagner, 2005) (Citado
en García, 2007).
La tendencia del m-learning en la enseñanza convencional progresa a medida
que las demandas de aprendizaje por parte de los estudiantes entran en la lógica de
la ubicuidad. El principio de la ubicuidad aplicado al mundo de la educación, significa
que el aprendizaje debe estar disponible en cualquier lugar. Sin embargo, esa
tendencia no es razón suficiente para suponer que las formas de enseñanza
tradicional vayan a ser restringidas. La educación se integra en la mayoría de facetas
de nuestras vidas, desde las tareas del hogar hasta el arte y la cultura. La enseñanza
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y la vida se fusionan. El reto no estará en cómo aprender, sino en el cómo hacer uso
del aprendizaje para crear algo más, para comunicar (Downes, 2006) (Citado en
García, 2007).
Es evidente que la introducción de nuevos soportes en la EaD requiere un
planteamiento integral que va más allá del simple diseño de aplicaciones y la
evaluación de su impacto en el programa de estudios. Es decir, un planteamiento
de este tipo demanda integrar en un mismo proceso a distintos agentes personales
como diseñadores instruccionales, pedagogos, informáticos, etc., junto con
elementos tecnológicos como repositorios, guías pedagógicas, software de gestión
de contenidos, agentes inteligentes, etc. Pero la integración debe hacerse de
acuerdo con el resultado de análisis previos de necesidades, recursos y soluciones
en el ámbito de cada institución, ya que a diferencia del contexto empresarial, en el
ámbito educativo convencional no es posible generalizar la aplicación de los
recursos similares ante casos didácticos específicos de cada situación de
aprendizaje, que es, por definición, compleja y personalizada
En ambos casos, estudios presenciales y estudios virtuales, tendremos a
un maestro que nos orientará, pero el goce de sentir y admirar al profesor en
manera presencial es otro sentimiento totalmente diferente. ¿Quién no ha disfrutado
alguna vez con un entusiasta maestro que ama su profesión? Los gestos, la manera de
hablar, la forma de desenvolverse y hasta de llamar la atención y pedir silencio es
algo que nunca gozarán quienes opten por la educación a distancia. Se trata, a mi
manera de ver de una relación más fría, casi indirecta entre maestro y
estudiante. ¿No es más bonito y amical hablar directamente con el profesor en vez
de enviarle un e-mail con sus consultas? Aun así cuando podamos ver al profesor vía
teleconferencia igual lo sentiremos inalcanzable y lejano, como cualquier estrella de
la televisión y el cine.
Sin lugar a dudas, como en cualquier situación de esta vida, esta nueva
forma de enseñanza llamada educación a distancia tiene sus pros y sus
contras. Queda entonces en las manos de cada quien decidir entre comodidad y
tiempo versus relación directa. ¿Qué escoges tú? Está claro que ninguna de las
opciones es mejor que la otra. Cada una está diseñada para satisfacer distintas
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necesidades del estudiante, para adecuarse a un diferente tipo de aprendiz.
Aspectos culturales y tecnológicos
A continuación, examinaremos algunos de los aspectos culturales y
tecnológicos. Uno de los aspectos culturales a tomar en cuenta es la hegemonía de la
lengua inglesa. Evidentemente, mucha de la información contenida en internet están
en inglés. Y esto hace que sean muy difíciles para los estudiantes para quienes el
inglés es sólo una segunda lengua. Más adelante hablaremos sobre cómo este tema
afecta concretamente a la enseñanza del curso.
Existe un contexto cultural. Un aspecto de la enseñanza asincrónica en línea
en la actualidad es que es útil para aquellos estudiantes que hablan inglés como
segunda lengua. El gran problema de la comunicación sincrónica es que cuando el
estudiante ya ha conseguido entender el inglés, la conversación ha seguido
avanzando. En cambio, si es asincrónica, el estudiante puede parar, preparar su
respuesta y a continuación intervenir en línea en un foro de debate. Por lo tanto, el
hecho de estar en línea tiene sus ventajas.
Pedagogía. La forma que tenemos de enseñar es un valor cultural. No hay una
manera buena de enseñar y otra mala. Cada país o estado tiene sus niveles o
preferencias con respecto a qué se considera educación y aprendizaje. Uno de los
grandes temas de las universidades occidentales, y ciertamente de las de América
del Norte, es el esfuerzo por promover un pensamiento crítico, y la colaboración y
participación activa en los debates por parte de los estudiantes. No todas las
culturas lo ven así. Hemos visto, y con los estudiantes chinos de una forma muy
especial, que hay culturas que prefieren clases magistrales didácticas, lo cual no
deja de ser paradójico, ya que muchos de los estudiantes quieren cursar estos
estudios con nosotros por nuestro enfoque de pensamiento crítico, porque
consideramos que esto es importante en la nueva economía del conocimiento. Por
otro lado, tampoco es esta la manera como ellos están acostumbrados a aprender.
Pero existe el peligro de querer imponer nuestras formas de enseñanza a
las demás culturas, y puede que ellas no lo quieran. Y, por lo tanto, creo que hay
que tenerlo en cuenta.
Participación en los foros. Hay que trabajar muy duro con los estudiantes
internacionales si se quiere que participen en los foros. Actualmente utilizamos una
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serie de técnicas, como distribuir encargos entre los estudiantes: les pedimos que
moderen un diálogo, que hagan el resumen de un debate, pedimos a unos
estudiantes concretos, quizá a tres, que cuelguen un comentario que haga que el
resto de estudiantes reaccione, que hagan una recensión de un artículo y que lo
cuelguen. Si solamente nos sentamos y esperamos a que ellos hagan algo, no lo
harán. Por lo tanto, conviene ser activo y conseguir hacerles participar.
Por otro lado el aspecto digital, existe en nuestro país la llamada “brecha
digital" —en los países en vías de desarrollo, Internet sólo está al alcance de los
ricos o de la clase media. Quizá no sea exactamente así, ya que, por ejemplo, si los
estudiantes están realmente en una universidad de otro país, a menudo disponen de
acceso a Internet desde el campus. Quizá no lo tendrán en casa, pero en el campus sí,
desde las aulas de informática. En el trabajo, sus jefes a menudo tienen acceso a
Internet, que ellos a veces pueden utilizar. Cada vez hay un número mayor de
cibercafés.
Y, si no hacemos nada, si no ofrecemos cursos a los países en vías de
desarrollo, la distancia se irá haciendo mayor. Y no podrán conseguir dominar las
técnicas ni tener la experiencia. O sea, que ya se ve que aquí hay toda una serie de
cuestiones que hay que tener en cuenta, también. Es decir, que si lo haces, serás
criticado, y si no lo haces, también.