El estrés de las musas

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EL ESTRÉS DE LAS MUSAS MÓNICA CUSSOTI

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Mónica Cussotti presenta su poemario El estrés de las musas

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MÓNICA CUSSOTTI

EL ESTRÉS DE LAS

MUSAS

MÓNICA CUSSOTI

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EL ESTRÉS DE LAS MUSAS

MÓNICA CUSSOTTI

2010

Obra visual portada: Elsa Gillari

Diseño y maquetación de publicación: Nat Gaete

Una publicación de Editorial Digital LetrasKiltras

Todos los derechos reservados.

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Intentar introducir un poemario es un acto casi suicida, nadie

mejor que la voz del propio libro, bajo el aliento ya oculto del

poeta, el que nos puede prologar y epilogar el verbo poético

hecho carne.

Mónica Cussotti no necesita presentación previa, sus versos nos

toman de la mano, nos arrastran por los lugares comunes de la

vida los cuales gracias a sus versos nos son revelados por mo-

mentos bajo pinceladas surrealistas o mediantes verdades agu-

das o , en otros instantes, bajo una sutil cadencia fílmica.

La palabra y las imágenes, limpias, libres de artilugios distracti-

vos, la visión profunda junto a la singular pluma de la poeta, el

compromiso con lo real y por lo real, hacen del poemario El

estrés de las musas una creación que une al trígono poeta-

lector-poemario en un solo espíritu.

Nat Gaete

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¿Quién escribe poemas en la calle principal de Lomas de Zamora

¿Quién escribe poemas en la calle principal de Lomas de Zamora? El frío fragmentando. medias pañuelos, agendas electrónicas… El frío carcomiendo. buzos polares, pilas de sartenes… ¿Nadie vende poesía en Lomas de Zamora? Él es alto, muy alto ¡y ella tan pequeña! Fotocopias, todo para el bebé, bautismo, comunión… ¿Alguien vende poemas en Lomas de Zamora? Pasa un perro, peatón de cuatro patas, parece tener frío y se hace el apurado para que todos crean que acaso alguien lo espera. Laboratorio óptico, lentes de contacto. Santería… ¿Nadie vende poemas? Licenciada en sartenes, realiza un peritaje minucioso las mira, las compara, las desprecia. Egresados… ¡Atención! estampamos tu remera. Gorros. Serigrafías en broches y llaveros. A usted señor, sí a usted señor le digo: ¿Nadie vende poemas? Escoba entre dos manos congeladas que bostezan su tedio. un viejo pone en casilla a los papeles que se creían libres Flotando en la vereda. _ ¡Perdón! Usted que es de la zona… ¿Dónde venden poemas? No, no es eso lo que busco Creo que entendió mal.

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Yo no quiero poesía embalsamada, disecada en un libro como una mariposa del pasado, como una rosa muerta en la memoria. ¡Quiero poesía viva! Es eso lo que busco… Joyería, relojes. Dieciocho quilates se aburren en la espera. Dos nenas parecidas a mamá ¡Siniestro! Sanción doble al futuro. ¿Por acá hay una casa dónde vendan poemas? Surge viento. Un papel se escapa del montón que juntó el viejo. ¡Subversivo! No podrás escaparte del orden absoluto. El señor corre… Corre el señor ¡Se vuelve loco! ¡Se le escapa un papel! ¡Corra señor, no deje que se escape! Debe correr un poco más ligero… ¡Ligero que se escapa! ¡Qué se escapa señor! ¡Ay que se escapa! ¡Ay! Se escapa un papel… Ahí se escapa… Ahí se escapa señor… Ahí, se escapa un poema.

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Soy

Soy… Una mujer oblicua, con calles transversales, llena de diagonales imposibles. Una mujer con baches y sendas silenciosas que ligero se vuelven avenidas. Letreros alejados, indican un camino que no existe. Y cuento con atajos que habitualmente me arrastran al abismo. Una mujer sin semáforos posibles, sin carteles que indiquen las distancias, sin mojones, sin guías. Una calle para ir a ningún lado… Con árboles tan densos que enlutan las estrellas, con soles tan radiantes que incendian la neblina. Caminos adyacentes, me llevan por sus rutas del infierno a la gloria. Una mujer con calles extraviadas y muy pocas veredas. Una mujer compleja, intransitable, que se vuelve rotonda de repente. Callejuela olvidada, autopista minada, callejón sin salida.

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La espera

Acogido por sendas avenidas laberíntico, y mustio, el bar tiene dos puertas. Un potus mal plagiado un mozo con bigotes, y un reloj que de tanto pegar la misma vuelta desvaría. Vestida de deseo con su cartera a cuestas ella llega temprano solo por la delicia de la espera. Suavemente va sorbiendo su cortado… los labios de él…va sorbiendo suavemente. Acaricia la taza… pero son para él…esas caricias. El tiempo va corriendo el bar tiene dos puertas…y él no llega una lámpara sucia un espejo quebrado…

Sonríe entrecierra sus ojos y evoca su mirada muerde su mano muerde la mano de él en la mordida el bar tiene dos puertas… él no llega simula que acomoda su collar mientras palpa sus besos y su mano derecha alisa lujuriosa la pollera

El bar tiene dos puertas… él no llega Pide algo más fresco se estremece en la silla.

Hace un quiebre en su mente…

Enciende un cigarrillo

mientras piensa

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-Nuevamente impuntual…

Se acercará agitado quejoso del calor, normal, por ser enero… Hablará de su tedio en la oficina pedirá una cerveza, que beberá de un trago… Comenzarán sus chistes de frustrado humorista describirá algún choque terrible !!! en la otra cuadra…

Entonces llega él su rostro acalorado la busca entre las mesas. Ella duda un segundo. El reloj le sonríe enajenado o ebrio, sus torpes manecillas muestran la otra salida. Se incorpora… Tomando entre sus manos la cartera mirando sin mirar, aligera sus pasos. Estira la pollera Le hace un guiño al reloj mientras murmura… Qué bueno que este bar…tenga dos puertas !!!

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Permuta

Niño pobre cambia, Su play por un ratito de sol. Por un poco de sol, Cambia sus vacaciones en la nieve. Niño amarillo Niño verde. Cambia su “cajita infeliz” Por un picnic en una tarde con cielo abierto. Niño pobre cambia Amigo cibernético por amigo real. Vuelta del cole en combi cambia, Por un simple regreso de la mano. Cambia Niñera por abuela, Su uniforme por jirones de juego. Cambia el niño pobre su mutilado can de guardia Por uno que tenga rabo y que lo mueva. Niño pobre, pobrísimo, Cambia torneo de béisbol Por uno de esos partidos de potrero. Por un potrero cambia niño pobre Su prestigioso club. Cambia su realidad por utopías. Certezas por quimeras. Niño pobre escucha las promesas Que los políticos hacen a otros niños pobres. Y este niño “pobre” no cuenta, Ni siquiera con el consuelo de un engaño.

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Recetas paganas

(Dedicado a Marcelo Alejandro Reynoso)

Los domingos, Marcelo, encantador de musas que rondan la cocina, las seduce y las pone a merced de sus salsas. Y con algunas hierbas, o pócimas, o hechizos va aliñando gustoso, sus paganas recetas. El jengibre, el pimiento, la manteca fundan la cofradía del deleite. Saltan amotinadas las cebollas al calor del aceite mientras las escarlatas risas del tomate nos hacen presumir las glorias del infierno.

Y en el libertinaje de la olla una mística extraña envuelve los sentidos. Van las gírgolas frescas a completar la orgía y el perfume se eleva al paraíso instigando a los ángeles a compartir la mesa.

Y es un conjuro armado para dioses carentes del prejuicio del pecado. Mientras un vino noble invita al espejismo…

Y después de un buen rato en la cocina sólo queda ese bálsamo indecible delatando las huellas de un pasado grandioso.

Caen los ángeles llenos dormidos en las sillas

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ya no pueden ni quieren emprender el regreso. Desertores del cielo, se quedan con Marcelo a escribir la nueva biblia del domingo.

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Afrontando las sombras

Ella se puso unos zapatos altos, batió su pelo, maquilló su cara y afrontando las sombras salió a cazar fantasmas. Ignoraba que el destino le aguardase un señor muy apuesto, recientemente exhumado de su sepultura. Le resultó agradable, conservaba los dientes y el cabello

como suele ocurrir en esos casos. Estaba bien, era tranquilo, sedentario, sin grandes ambiciones. El único problema es que emanaba un fétido tufillo un tanto intolerable. Nadie es perfecto, comentó para sí sonriente y compasiva. Y se dejó besar entre las piedras escapándole al paso de la noche.

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No soy precisamente...

No soy precisamente de las que suelen andar ligeras de equipaje. Pese a esto: no arrastro imponentes maletas, devastadores bolsos, ni mochilas colmadas con objetos superfluos. En mis bolsillos cargo pocas cosas triviales. Un labial, un espejo, unos billetes… No porto credencial tampoco documentos, ni tarjetas de crédito. Pues suele ser difícil precisar la solvencia de un fantasma. Se podría decir que en esto soy sencilla. Sin embargo… En mi cabeza porto

tremenda artillería que a más de un capo del cosmos, haría relamerse. Misiles, municiones. Granadas estallándome en las manos.

Cantidades de pólvora que mi espíritu seco mantiene en buen estado, para hacer estallar cíclicamente haciendo un desparramo con mis vísceras. Cuantiosos explosivos de inexorable uso personal.

Tengo el juicio minado, la razón bombardeada, mi artillería a cuestas.

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Pero… cuando me dicen ¿vamos? Voy. Quien me “conoce” sabe, que estoy lista enseguida. Tomo un lápiz de labios, billetes, un espejo… Al fin y al cabo ando tan leve de equipaje…

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A esas palabras viejas… (Otra vieja, vieja palabra de esas que hay que lavar a fondo. J. Cortázar)

A esas palabras viejas, sentenciosas voy a lavarles la boca bien a fondo para lograr que callen. No les daré el derecho a que me digan como hacer ciertas cosas Sin otorgar franquicias sin abrir sucursales… Si obtengo el monopolio de mi vida podré ejercer al fin mi total desgobierno.

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Respecto a los velorios

Es medio peligroso, esto de andar así… sin titubeos. Conocerte las salas, ser capaz de advertir el nuevo tapizado en los sillones, y el trato familiar con la encargada de servir el café. Que claro, no en todos es la misma, pero casi… Realmente me preocupa que no me asfixie ya, el olor a muerte de las flores. Andar como en mi mundo,

acoplarme al paisaje. Y casi armonizar con el papel amarillo que viste las paredes. Y es como que me inquieta... Charlar cómodamente, sobre temas triviales. Manejarme muy bien entre amigos y deudos… Y hasta hacer una broma, chiquita, inofensiva, de esas que roban risas diminutas que no afectan ni un poco

el sueño del difunto.

Y me tiene intranquila, esa complicidad con el cadáver… Ese…de igual a igual. Ese “entre nos” Y saber indicar dónde esta el baño… responder sin pensar, a que hora es que lo llevan…

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Ya me trae preocupada esto de andar así, Con cara de experiencia en estas cosas.

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En la escribanía

En la escribanía las palabras parecen descompuestas. Sentenciadas a muerte se suicidan en masa, para no ser ultimadas por un sello. Para evitar morar por siempre en el infierno de un contrato. Intimadas a penar en un archivo, todas ellas expiran antes de ver la luz de una ficción. En la escribanía hay un acre olor y nadie se da cuenta que esa palabra muerta. Voces entreveradas con pasiones, vocablos que te arrullan la memoria, giros que se desmayan en la sangre, pueden con gozo agradecer al cielo. Raramente traspasen las leyes de admisión. Hay palabras osadas

que intentaron infringir la ley de la escribanía. Alimentándose de la utopía de alguna vez formar parte de un libro de poemas. Disfrazándose con metáforas, esgrimiendo máscaras de gloria. Pero impostoras, al fin, las pobres resultaron descubiertas. y condenadas a cumplir, perpetua, en un registro de catastro.

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Presencias

Es fácil para mí, estoy del otro lado de la luna. Ellos de vez en cuando se aparecen, pero nunca te nombran y yo jamás pregunto: por discreción, por orgullo, por miedo a que me cuenten… Cuando me asomo veo, por eso no me asomo casi nunca. Hay una sombra azul en el asfalto y la gente la pisa cuando cruza la calle, y los autos la aplastan cuando el semáforo se va poniendo verde para mí, que siempre voy a pie tratando de esquivarte. Y en ese otro lado de la luna, hay otra luna llena haciendo interferencia, y un séquito de gatos, enaltece tu honor fingiendo que aún te odian. Pero sus inequívocos ojos parecen extraviarse ante el inescrutable abismo entre el techo y la nada.

Me espanto corro, me avergüenzo… Me lloro para adentro y la sangre se me va haciendo agua. Y con sangre de agua cada vez lloro menos.

Cuando la luna deje de hacer interferencia, y el semáforo se ponga… no sé, azul, violeta, anaranjado… un color que me permita y no, cruzar la calle, patear tu sombra.

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Comparecer ante el tribunal formado por los ojos de los gatos. Me iré, antes que vuelvan ellos… y empiecen a contarme.

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Pueblo sin sobresaltos

Los cementerios pueden parecer paisajes encantados si le quitamos la emoción al ojo. Pintorescos lugares donde descansan al fin nuestros engaños. Esas flores marchitas, las cruces, los rosarios… Crean un carnaval sin nieve loca. Los cementerios pueden, si queremos, transformarse en espacios de aventuras: aquí reposa Juan, allí yace Santiago ¿Qué habrán hecho y qué harán luego y antes del mármol?

Los cementerios tienen el poder de hacer héroes a todos los que habitan sus tumbas. No hay ninguno que en vida, al menos una vez haya sido capaz de hacer actos humanos… Me encanta la estupidez ligera que logra en mi cerebro un simple cementerio. Ese pueblo encantado

libre de todo análisis posible. Caminos de cemento entre la muerte de donde logra nacer triunfal un yuyo. Amo los cementerios porque tienen el poder majestuoso de hacerme sentir “nada” Me gusta el cementerio y sus vecinos, están del otro lado de la muerte.

Parecen tan tranquilos, relajados que se bancan las flores, aún de utilería y la incoherencia total de los retratos. Poseen gran arte de imaginería. Los cementerios tienen…mucho encanto!

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No te asomes!!!

Bucanero de almas, no deslices tus manos por el complejo botín de mis pasiones… Tengo mi buque anclado en aguas peligrosas. Para qué echarlo a andar? Si cuándo no termina en un naufragio, amanece amarrado loco por desgarrar las ataduras. Contame cómo haces, timonel de palabras para hacerle el amor a los silencios…

Mi armadura, genera subterfugios para evitar los icebergs. El puente que tendimos me resulta atractivo, y a la vez me retiene al margen del abismo. Mi estilo improvisado, muchas veces hace que pierda el rumbo.

Y las olas, me llevan. Y los vientos, me empujan… Y yo: metamorfosis vaga de pirata a sirena, me aferro vigorosa a tus creaciones…

A esa balsa infinita de ternura y belleza, de percepción aguda, de invitación al viaje. Bucanero de almas, no deslices tus manos por el complejo botín de mis pasiones… El tesoro que oculto, lleva quinientos siglos sepultado en el mar.

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Un hombre con insomnio

Un hombre con insomnio se estremece en mi sangre y hace que me estremezca al pensar en sus manos. Las manos de este hombre que recorren mi cuerpo a la distancia, y humillan la distancia, de la nada a mi cuerpo. Un hombre con insomnio, me oprime, me avasalla, me somete

y no es más que miradas que me incendian de lejos. Yo sé que él nunca duerme cuando duermo… Que cuando duermo apenas, así, como yo duermo, él da cuerda a relojes, bebe vino, me piensa… golpetea sus dedos al borde de una mesa, imagina preciso las cosas que no muestro. Y les quita la ropa de a uno a mis secretos.

Y me deja con nada… Apenas con la piel y los deseos. Entonces me desvela… Sencillo es desvelar a aquel que duerme así, como yo duermo.

Un hombre con insomnio, tan fuera de mi mundo y tan adentro… Yo quisiera con él, enredarme en sus horas. beber vino con él,

con él, que está despierto. Dar cuerda a sus relojes, transformarme en la mesa que golpean sus dedos.

Un hombre con insomnio que apenas si conozco pero sé que deseo.

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Un hombre con insomnio, aunque yo me resista… Me está robando el sueño.

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Sé con certeza… Sé con certeza como siente mi cuerpo entre tus manos Mi cuerpo atomizado por tu piel Deshecho por tus labios. Tu saliva a lo largo y lo ancho de todo mi hemisferio Mis contornos quebrados por tu lengua insaciable Mis aristas pulidas por besos infinitos Puedo intuir tu lava silenciosa Antes de la erupción de mis volcanes Ir descifrando tus códigos privados De placer inasible. Adivino gemidos. La vana represión de tus jadeos en lucha por callar tus estertores, contención desleal justo al momento del Apocalipsis. Invocando el placer Que a mi cuerpo estremece Se atormenta la piel en mi memoria. Sé de la alquimia negra que ejercen tus ojos en mis ojos mis labios en tu boca y tu sangre y la mía confundiendo las venas. Sé del deseo de ambos Saciedad perturbada Deseo desmedido Saciedad confundida Deseo recurrente... Pero ignoro: El heroico sonido De una palabra dulce vertida en mis oídos. Una flor diminuta De tu mano a la mía. Una caricia incauta Sin fines explosivos.

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El tiempo imperturbable De un reloj sin agujas. Más yo, Mujer al fin. Siento con avidez que necesito Al menos un puñado De todas esas cosas.

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MIS MANOS ------- Sobre restos humeantes de estúpidas orgías. (Charles Baudelaire) Mis manos invasoras jugaban sin quemarse sobre restos humeantes de estúpidas orgías. Estúpidas orgías??? Estúpidas mis manos… Que creyeron… jugar sobre tu cuerpo sin quemarse. Mis manos invasoras colonizando a tientas rincones olvidados. Mis manos… que como tantas manos, que como casi todas: Recuerdan con el tacto. Invocan a tu piel: a tu piel que está lejos a tu piel que no puede, a tu piel que no sabe… Mis manos invasoras hoy se sienten vacías la línea de la vida se hace extensa…

Mis manos… que como yo, son de esas que aunque no muestren llagas siempre juegan con fuego… Extrañan: Esos restos humeantes…de estúpidas orgías.

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Insólito

Y me fui

justo cuando la flama más ardía

Pude ser objetiva en medio del incendio

y así escapar desnuda

pisando a tientas tu cuerpo que era brasa

Me fui…y no por cobardía

Sólo por preservar aquella hoguera,

por llevarme el instante

del volcán y su lava

por tener en mi mente

acopio de jadeos

Me fui…

tuve que hacerlo

En medio de rescoldos,

del humo y tus reproches…

En medio de mis dudas y mi piel calcinada

fui pisando a puntillas

fragmentos de pasión desperdigada

tizones de lujuria en vivo rojo

Y sí…

yo decidí mi escape

y hoy elevo el volumen de la música…

por no escuchar el gemir de mis pezones

los gritos de mis labios

las quejas de mi espalda

Después de verte arder de esa manera

de sentir que mi vientre se asfixiaba

de no poder parar

de no dar tregua

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Cómo me iba a quedar !!!

Si fatalmente el fuego…

un día cesaría

Vos y yo cómo locos

tirando leña seca

por mantener con vida

lo que estaría muerto

Arrojándole alcohol por conseguir destellos moribundos

bebiendo de ese alcohol

para poder resistir el fin de nuestra historia

Me fui…

Antes que de este ardor queden cenizas

que el aroma del humo supere al de los sexos

Antes que nuestras lenguas se separen

para inferir reproches,

Improperios

Me fui

Y evité todo eso…

Y quedé con la piel en carne viva

con la carne fundida entre los huesos.

Insólito:

Roma huyó de Nerón.

Gozó de tanto fuego.

Que optó por no esperar a que se apague…

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Mentiras Era el tiempo de los sueños ardientes y a vos se te caían mentiras de la boca. De los ojos, las manos, del cuello, las pestañas… Eras como una primavera brotada de mentiras. aspirabas mentiras, transpirabas mentiras, inspirabas mentiras. Y yo, que detestaba tu mundo de mentiras me armé de mil verdades para clavarte algunas por la espalda. estabas, o fingiste estar herido. Y hoy, después de tanto tiempo de no verte me sentí tan feliz de encontrarte mintiendo… la primavera es el renacer de todo, y te veo cargado de mentiras lustrosas, de mentiras brillantes, floridas, voluptuosas. mentiras que merecen la pena ser mentidas. En realidad igual que aquel entonces. Pero quizá esta vez te compre algunas.

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Anarquía La primavera viene, desparrama unas flores y se cree con derecho a reinventar la vida. Simula o desconoce, que antes hubo un invierno adverso y riguroso que esculpió otros destinos. Viene… cándida, inexperta, trivial, un tanto seductora y con módico arte defenestra un pasado graduado en desconsuelos. Inyecta gasolina a un sol semi apagado, disemina a “piacere” los colores y si el tiempo la apremia y no termina desparrama con brochas sus caudales de verdes. Y te sentís así… descolocado, descolorido, desacostumbrado. Reacio a liberarte del hielo de los huesos. Y a ella no le importa y ella te atropella, y vos, medio aturdido vas sintiendo esa escabrosa alianza de la cabeza fría con la sangre caliente. Entonces es ahí, justo ahí te das cuenta que no sabes que hacer con tanta primavera.

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Destinos inmutables (chascarrillo sobre la muerte??? Igual, por el respeto que nos tiene...) Dolores resultó ser hipocondríaca padece enfermedades de índole psicosomática. A Angustia le da angustia tomar el ascensor, viajar en colectivo, las arañas, las ratas, los lugares cerrados. Y soledad no sale a ningún lado porque quiere salir acompañada. Dolores toma aspirinas para todo, Angustia siente congojas en el pecho, y Soledad siempre triste, se siente desolada. Dolores murió un día, de un dolor muy agudo en el costado. A Angustia la mató, la angustia que causó el marido infiel. Y Soledad decidió cortar sus venas para no soportar más soledad. A Dolores le duele la espalda por el cajón tan duro. Angustia siente angustia por el cajón cerrado. Y Soledad la pobre, hecha cenizas, sigue sintiéndose sola en un armario.

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Simplemente

Monoteísta, monógamo, monocorde.

Se fue volviendo lentamente monocromo, monorrítmico monotemático y lo peor de todo... más bien monosilábico. Cualquier cosa rara que le pase estaría bien.

Ejemplo: tornarse monolito, monomaníaco o simplemente... mono.

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Fotografías

Observando:

Unas un tanto viejas, otras actuales. Llegué a la conclusión, que en ningún lado se pasan mejor las vacaciones que en las fotografías. Por eso,

de acá en más he decidido, en mis ocios y asuetos, sin preparar boletos ni equipaje adentrarme directo en una buena foto. La experiencia demuestra, al fin y al cabo que a las puertas de un clic se puede hallar la dicha verdadera. Conjugamos sonrisas, enfundados en mallas, aunque una tempestad irrumpa desde el fondo.

Y una alegría plena, nos abarca la cara junto a una parrilla, atiborrada de carne chamuscada. En las fotografías tenemos tantos dientes que apenas si nos caben en la boca. Y los brazos no alcanzan para abarcar a todos los que quieren ser parte del retrato.

La fotografía es un lugar mágico. En el que se componen las peores disputas, y se olvidan los más viejos rencores. Ya no entiendo por que nos endeudamos al conocer reservas naturales, deslumbrantes paisajes.

o lugares históricos…o exóticos.

Si todo el mundo sabe,

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que las mejores vacaciones son esas que se pasan adentro de una foto.

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Vos

Vos, que de tanto sonreírle a las paredes ya no tenés sonrisa valedera y se fue tu identidad de morondanga en uno de tus tantos actos de infructuosa y genuina demagogia. Vos, que saludas a todo el mundo con la misma actitud del perro de la esquina. Con tu halago tan fácil, tus ideas tan blandas, tu opinión tan de mierda… Tu anhelo de agradar, sin importar por qué, ni a quién, ni para qué. ¿Sabés?, yo no te creo nada. De tan artificial, ya sos imaginaria, de tan imaginaria, inexistente. Me gustaría saber que sobreviene cuando llega la noche y te vas despojando de tus capas hasta quedar desnuda tanteando con horror, el nylon de tu piel. Y te quitas la risa, te borras la sonrisa, escupís los elogios que sobraron y tan solo las luces de la calle dibujan falsedades en tu rostro de látex. ¡Hace tanto los ojos de la luna no se detienen a ver por tu ventana!

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Del otro lado

¿Alguien oyó hablar sobre la luna azul? yo la pude observar,

tras la ventana y pude ver el sol, tras la ventana. Vi suicidarse a la lluvia gota a gota… Y no pude ayudarla, porque yo como siempre estaba ahí, tras la ventana. dinosaurios, erizos, hasta un tatú carreta a todos yo los vi, tras la ventana.

Y un día me observé tras la ventana. Y me vi al otro lado de la ventana. Pretendí ir a buscarme para ubicarme otra vez tras la ventana y obligarme a mirar tras la ventana.

Pero eso fue imposible porque al verme salí por la ventana y destrocé los vidrios dejándolos deshechos al pié de la ventana.

Cada vez que me llevo tras lo que antes era mi ventana, doy un paso hacia afuera y estoy del otro lado junto a la luna azul, los erizos, la lluvia, el tatú carreta

y me observo las manos

“Esa ventana”

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y me observo las piernas

y no hallo cicatrices.

Terrible e indefensa

“Esa ventana”

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De todos

Sol de los vivos y de los tontos los gordos y los flacos los lindos y los feos.

Sol de los trapecistas, trompetistas, futuristas, altruistas, egoístas, alpinistas, adventistas, ciclistas… Sol de los podólogos, odontólogos, traumatólogos. Pagadores, debedores, bebedores. Sol de los anunciados, denunciados, notificados, comenzados, acabados. Sol de los laboriosos, ansiosos, mentirosos. Sol de los ganadores y de los perdedores. Sol de los vanidosos, Sol de los humildes… Sube hasta mi mente baja hacia mis manos. Ilumina a creadores enciende a luchadores tuesta a los empresarios. En fin… Un Sol tan demagogo, voluble, complaciente para mi no merece, gozar de ese prestigio del cual goza. Me parece importante y en carácter de urgente tomar ciertas medidas para opacar su brillo al menos por un rato: Una nube de smog, sería algo inmediato o instaurar más eclipses, por ejemplo.

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Ellos dos

Su soledad se escapa por los ojos, se sumerge en los bares y sedienta de olvido y desmemoria se toma unas cervezas. Su soledad no tiene paradero aparece tirada en cualquier sitio desmayada de hastío. Su soledad al verlo se incorpora, se sacude la tierra, se mete en los bolsillos y siempre lo acompaña a donde quiera. Caminan por las calles manchadas de nostalgia, borronean a gusto las historias exhortan al pasado a que regrese. Su soledad ambigua le reclama más olvido y memoria

El siempre la complace como a una buena amiga. Va con ella a los bares, invita unas cervezas, escucha sus lamentos y se tienta en dejarla dormida en una silla. Su soledad parece que lo intuye porque siempre despierta. Entonces se van juntos por las calles manchadas de pasado,

atraviesan un puente suspendido en el tiempo, y llegan a una casa de ventanas cerradas por las que nunca logra ni siquiera,

escaparse un recuerdo.

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A Levi

Amor…disculpa mis palabras

pero otros niños me duelen en tu pecho o el mío que es el mismo.

Otras caritas de hambre me lastiman

tu carita saciada.

Mi amor… perdona a esta mamá que hoy no puede contarte

historias de conejos y de ardillas…

Liendres y congoja en cabecitas tristes

me duelen en tus bucles de trigo perfumado.

Sus harapos destrozan tu ropita planchada,

las moscas que se posan en sus mocos dolientes

manchan tu naricita inmaculada

Amor…disculpa mis palabras

tus dieciocho meses, no pueden entender de tanta infamia

Pero mamá te cuenta…

quizá por imprudencia,

quizá de apresurada

Cuando crezcas, amor, sabrás de estas palabras

Mientras duermes feliz

en tu cunita aireada

otros niños no saben de sábanas ni almohadas

Tú eliges tu comida

ellos no comen nada

Tus juguetes se esparcen por la casa, tu casa

esos bebes no saben de juguetes

de pañales fresquitos

de colitas cuidadas

Prométeme mi amor que cuando entiendas

no cerrarás las puertas de tu alma.

Prométeme mi amor que cuando puedas

no harás como mamá “que no hizo nada.

No te conformarás con dar monedas

ni calmarás tu inquietud en una lágrima

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Lucharás por forjar un mundo equitativo en el que la marginalidad y el desconsuelo sean cosas pasadas.

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Acerca de Mónica Cussotti

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Mónica Cussotti nació en Bernal (Buenos Aires—Argentina).

Es coordinadora de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) delegación Bernal Quilmes.

Ha sido convocada como jurado en certámenes literarios.

Autora de una obra teatral infantil presentada en dos centros culturales

sumando aproximadamente treinta funciones.

Su obra se encuentra en sitio web.

Es difundida en folletos, diarios y varias antologías. Como La cuchara en el ojo, De pasos escalones y Fantasmas, Antología poética editorial 3+1, cinco antologías homenaje de la citada editorial. Entre otras.

Ha obtenido numerosos premios literarios entre los que se cuentan 12 primeros premios y El gran premio de honor, otorgado por la municipali-dad de Lanús

Escribe poesía, relatos y actualmente se encuentra trabajando en su pri-mera novela.

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EL ESTRÉS DE LA S MUSAS

MÓNICA CUSSOTTI

2010

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Una publicación de Editorial Digital LetrasKiltras

2010