Espacio Diseño 216

52

description

Espacio Diseño No. 216 Junio - Julio 2013

Transcript of Espacio Diseño 216

Page 1: Espacio Diseño 216
Page 2: Espacio Diseño 216
Page 3: Espacio Diseño 216

CON

Editorial Héctor Zavala

Espacio Diseño en un clicJosé Octavio Cuéllar Rodríguez

Ya nos cayó el veinteGerardo Kloss Fernández del Castillo

Educar al diseñador en las artes liberalesAlejandro Tapia Mendoza

Educación y cultura en la universidadpública: Carlos MontemayorElizabeth Cuevas Carrillo

Creando, el hombre se vuelve humanoAmada Margarita Pérez Ponce

Revolución ahoraJohn Holloway

Sensibilización hacia la discapacidadDulce María García Lizárraga

Charla con Bernardo RuizAdrián Hernández

Camino al santuarioFrancisco Haroldo Alfaro Salazar

Galileo GalileiVíctor Muñoz

El color a la luz de diferentes teoríasMaría Teresa del Pando

Lo impuro, un caso: taqueríasVíctor Ortiz

Gratas dualidadesAndrés de Luna

Buscador

TENIDO2361013

1517

2224263436414548

Page 4: Espacio Diseño 216
Page 5: Espacio Diseño 216
Page 6: Espacio Diseño 216
Page 7: Espacio Diseño 216
Page 8: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216

Gerardo Kloss Fernández del Castillo Síntesis Creativa

todos los jóvenes hemos observado que a los que

somos viejos (es decir, jóvenes a quienes el tiempo

fue enredando por sorpresa) nos sorprende descu-

brir cuánto tiempo ha pasado, qué grandotes están

los hijos, cómo ha cambiado la ciudad o qué rápido

Espacio Diseño cumplió 20 años. Ya se sabe: que vein-

te años no es nada y todo eso. Es la misma sorpresa

que la del adolescente cuya infancia se pierde en la

bruma y que la del adulto que ve su juventud en el

espejo retrospectivo.

Pero es una sorpresa engañosa y subjetiva, por-

que nos sorprenden hechos que no tienen nada de

sorpresivos. Aunque nos sorprendamos o no, el tiem-

po pasa siempre a la misma velocidad, de aproxi-

madamente un minuto por cada minuto, y la mejor

manera de cumplir 20 años es esperar a que pasen.

Pronto el boletín Espacio Diseño cumplirá 20 años

por dos razones básicas. Una se debe al tiempo: la

tierra ha seguido girando alrededor del Sol, como

en 1993 y mucho antes, fuera de nuestro control.

La otra se debe al trabajo: una nube de volunta-

des, compromisos y esfuerzos se activa, una y otra

vez, hasta sumar 216 veces, para que nuestra Divi-

sión cuente con su propio boletín.

Porque es engañoso pensar que el boletín existe

continuamente. Vaya que no. Espacio Diseño nace

y muere cada mes, y al mes siguiente hay muchas

personas repitiendo el conjuro que lo hace renacer

con una forma nueva.

También es engañoso pensar que escribo este

texto aquí y ahora; todo lo que ahora digo se ha dicho

cada mes desde 1993, e incluso se ha publicado, en

versiones distintas, cada vez que Espacio Diseño ha

cumplido un número cabalístico de años: uno, dos,

tres, cinco, 10, 15, o, en este caso, 20.

Ya conté la historia de que, a mediados de los

años ochenta, las divisiones de cyad de Azcapot-

zalco y Xochimilco intentaron coeditar la malogra-

da pero muy sabrosona revista académica Diseño

uam, y que por esos tiempos el superserio Boletín

informativo de Xochimilco tuvo el efímero y azul

suplemento Comunicyad, con noticias de nuestra Di-

visión no menos serias.

También ya conté cómo a principios de los años

noventa Raúl Hernández me propuso hacerme car-

go del Programa Editorial, después de haber traba-

jado en el periódico estudiantil El Uamazo, haber

acabado la carrera y haber incursionado profesio-

nalmente en la edición, la tipografía y la publicidad.

La propuesta no podía ser gratuita. Yo tenía 27 años

y fama de insolente. Raúl volvía de un sabático en

la Universidad de Castilla-La Mancha y me mos-

tró unos fanzines bastante "locochones", para que

pensáramos en un órgano informativo audaz, que

rompiera con la solemnidad habitual de los órganos

informativos institucionales, lo que a su vez le per-

mitiría ser más eficaz en el saneo del chisme y del

"radio pasillo".

Ya conté que tardamos un año en encontrar la

fórmula más apropiada para garantizar la periodici-

dad, puntualidad y creatividad del boletín, que re-

sultó ser a través de un proyecto modular, porque

20nos

el cayóveinteYa

Page 9: Espacio Diseño 216

7

nunca logramos hacerlo funcionar con servicio so-

cial ni con otros esquemas profesionales más costo-

sos. Por eso celebramos 20 años, no 21. Ya conté que,

desde entonces, cada director y cada responsable

editorial le han impreso un sello propio, pero su

verdadero motor es la pasión comprometida de los

estudiantes: cuarenta generaciones de boletinos.

Llevo una cuartilla y media. Ya sólo me resta

escoger si hablaré acerca de los méritos de la Tierra,

que ha girado veinte veces alrededor del Sol, o acer-

ca del cotidiano milagro del esfuerzo, que permite

que tengamos Espacio Diseño.

Lo del Sol ya se lo saben. En cambio, al cumplir 20

nuestro boletín ya tiene edad para volverse a pre-

guntar: ¿qué es Espacio Diseño? ¿para qué sirve? ¿por

qué la División de cyad necesita un boletín mensual?

Aunque parezcan preguntas tontas u ociosas, con

respuestas sobrentendidas, en una escuela donde

se enseña la edición a nivel superior y se investiga

sobre lo editorial es metodológicamente imposible

omitirlas. Para tratar de contestarlas, o al menos

de poner la mesa para su discusión, empecemos

por lo que marca la normatividad, entendida como

el “deber ser” o el “se supone que es”.

Los Lineamientos Editoriales de cyad, creados

por el Consejo Divisional en 1997 y modificados cua-

tro veces desde entonces, en su numeral 8.6, dicen

que Espacio Diseño es para dar “información y co-

municación a la comunidad de la División” y para

“proyectar la imagen de su trabajo académico hacia

el exterior”. Aunque no se note a simple vista, en esas

dos frases se encierra un enorme reto comunicacio-

nal, pues una de estas dos funciones debe reali-

zarse con la mirada puesta hacia adentro, mientras

que la otra requiere mirar hacia afuera. Parecen

dos encargos contradictorios, pero el boletín ha

logrado realizarlos sin estrabismo, enfocando su

rica mezcla de públicos desde una flexible mirada

camaleónica.

Históricamente, el boletín ha cumplido ambos en-

cargos y varios más. Algunas veces los ha logrado

simultáneamente y otras ha tenido que negociar,

ceder y priorizar, mes a mes, el que sea más importan-

te o más urgente para las estrategias de desarrollo de

nuestra División; entendidas éstas desde las coyun-

turas, las ópticas, los estilos y los planes de trabajo

de seis directores diferentes. No se puede soslayar

el potencial político del boletín Espacio Diseño como

herramienta de la dirección para el ejercicio de sus

propias funciones.

La intención original al crear el boletín era desti-

narlo únicamente al servicio interno de la comuni-

dad, para que funcionara como un espacio de debate

para los problemas cotidianos y como un arma para

restarle poder al chisme y al rumor. Por eso algunos

de los primeros números fueron terriblemente infor-

males, no sólo en su diseño, sino muy especialmente

en el tratamiento de sus contenidos. Un ejemplo

fue la sección denominada “Tendedero”, en la que

se valía ventilar pleitos personales entre profesores.

No obstante, fue la propia comunidad la que empe-

zó a señalar que deseaba y esperaba contar con un

boletín más serio.

Siempre se plantearon diferentes formas de que

el boletín contribuyera a crear comunidad. Si “comu-

nidad” es todo aquello que pertenece en común a

varias personas, y “comunicar” es poner en común

cosas entre ellas, Espacio Diseño quiere ayudar a ge-

nerar identidad, integración, orgullo y cohesión

entre los integrantes de cyad, poniendo a la vista

de todos (comunicando) aquellas cosas que tenemos

en común (comunidad).

Espacio Diseño quiere ayudar a generar

identidad, integración, orgullo y

cohesión entre los integrantes de cyad...

Page 10: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216 Pienso que la vía más fructífera para crear comu-

nidad es compartirle a cada integrante de la Divi-

sión la verdadera importancia, razón, emoción

y evolución de lo que están haciendo los demás, de

modo que profesores, alumnos, trabajadores, de-

partamentos, áreas, coordinaciones, programas,

laboratorios y talleres salgan de su anonimato

institucional, rostros sin nombre y nombres sin ros-

tro, y aparezcan ante nuestros ojos en relieve, en 3D y

a todo color, con cuerpo, volumen, voz, racionalidad,

sentimientos, trayectoria, méritos y problemas. No

es lo mismo «ese señor raro del cubículo de junto, que

nunca me saluda», que «mi amigo Nombre y Apellido,

que investiga sobre un problema interesantísimo».

De cualquier manera, un problema histórico del bo-

letín ha sido lograr que cada uno de sus públicos, que

no son pocos: profesores, alumnos y trabajadores, de

troncos, de arquitectura, gráfico, industrial, planea-

ción, maestrías y doctorado, se sienta representado en

la identidad plural que proyecta Espacio Diseño.

Desde el primer momento se utilizaron las fechas

y los lugares del pago de nómina de profesores para

agilizar la distribución de Espacio Diseño pues, triste-

mente, sólo así les llegaba a todos. Esta medida fue

de gran utilidad hace 20 años, pero fue perdiendo su

eficacia con la aparición del pago por nómina elec-

trónica; ahora sólo reciben el boletín de esa manera

los profesores temporales o los que prefieren efecti-

vo en mano en vez de nube digital volando.

Fue más difícil atender a los estudiantes, que se

encuentran más dispersos. Para eso se decidió dejar

montoncitos de boletines en las coordinaciones de

estudios y, muchos años después, se desarrollaron

los exhibidores de aluminio que todavía pueden

encontrarse en muchas partes de la División. Debo

confesar que yo encontraba un placer especial en la

distribución, sobre todo en ir a asegurarme perso-

nalmente de que el boletín llegara a lugares especí-

ficos, como a grupos de estudiantes, y a las oficinas

de la Rectoría, de csh y de cbs; lamento que esta

costumbre fuera abandonada en periodos posterio-

res, pues pienso que fortalecía la presencia y la capa-

cidad de interlocución de cyad.

La siguiente prueba que tuvo que pasar el bo-

letín fue la severa crisis económica de 1995, que

lo afectó en forma y contenido. Por la escasez de

recursos, Espacio Diseño dejó de ser una modesta

hazaña quincenal para convertirse en un gran es-

fuerzo mensual. Por otra parte, andábamos muy

cortos de dinero como para dedicar el boletín única-

mente a nuestros asuntos internos. Ya se alcanza-

ba a vislumbrar la aparición de una nueva lógica de

proyección externa, que incluía no solamente la ne-

cesidad de construir vínculos con sectores sociales,

políticos e incluso empresariales, sino también de

someternos a evaluaciones diagnósticas, acredita-

ciones y certificaciones de organismos externos. El

boletín tuvo que cambiar radicalmente sus políti-

cas de contenidos. En ese momento fue cuando a la

función de crear comunidad se agregó la de proyec-

tar hacia afuera la imagen del trabajo académico

de la División.

Esas dos funciones son las que quedaron plas-

madas a partir de 1997 en los Lineamientos Editoriales

de cyad. Desde 1996 se construyó lo que sería el sis-

tema de envíos por correo, pensado para hacerle

llegar el boletín a todos los "conectes" académicos,

políticos y “fuerzas vivas” que fueran de importancia

para nuestra División. Evidentemente, la sola idea

de que el boletín estuviera siendo enviado al escri-

torio del rector de la unam, del subsecretario de

Educación Superior de la sep o del director general

del conacyt, limitaba de manera casi automática la

clase de información que se podía o debía publicar.

Hasta 1998 la presencia física de Espacio Dise-

Por la escasez de recursos, Espacio

Diseño dejó de ser una modesta

hazaña quincenal para convertirse en

un gran esfuerzo mensual.

Page 11: Espacio Diseño 216

ño fue muy modesta. No tengo más coartada: ésa

era la intención, pues no aspiraba a ser más que un

boletín. En el esfuerzo por ponerle portada y au-

mentar su calidad gráfica se borró la frontera entre

un boletín y una revista, lo que lo convirtió en una

interesante hibridación que los alumnos llamaron

“bolevista” o “revistín”. En la medida en que empezó

a parecer una revista seria, la comunidad puso más

atención a la calidad de los contenidos y, cuando

la calidad de las portadas llegaba a rebasar por mu-

cho a los interiores, la comunidad le asignó en son

de broma un encargo más: servir como un elegan-

te fólder para guardar el cheque y los talones de la

nómina.

Cuando se puso en boga el chiste del fólder ele-

gante se redobló el esfuerzo por mejorar la calidad

de los contenidos y la presentación gráfica de las

páginas interiores; ya entrado el nuevo siglo, este

esfuerzo lo fue llevando hacia otro encargo adicio-

nal: funcionar como una revista cultural, capaz de

traer a casa las manifestaciones externas del arte

y la cultura.

Por otra parte, hacia finales de la primera década

del siglo xxi la función noticiosa se fue trasladando

poco a poco hacia nuevos espacios y lenguajes in-

ternáuticos, cuya consagración hasta hoy son las

redes sociales. Así es como nos encontramos con

una publicación que es herramienta de dirección,

boletín de noticias internas, constructor de identi-

dad comunitaria, escaparate externo para exhibir

nuestros logros, revista cultural que nos enseña lo

que está pasando en el mundo y, esperamos que

cada vez menos, fólder elegante para la quincena.

Para terminar debo detallar el que, en mi propia

experiencia, ha sido el encargo más fructífero de Es-

pacio Diseño: servir como proyecto modular para la

enseñanza del diseño y la producción editorial en el

último año de la licenciatura.

Espacio Diseño no se volvió proyecto modular

sin antes agotar las demás vías, renegando y des-

confiando de tener que dejar todo un medio oficial

9

de información en manos de alumnos inmaduros

e inexpertos. No conozco ninguna escuela que nos

copie la idea. Sólo en la uam-x puede correrse un

riesgo así.

Fue un proyecto transgresor desde el principio,

porque los alumnos se encargan de todo, desde la

redacción y la edición hasta el engrapado, la dis-

tribución y los análisis de recepción; y porque violó

un canon profesional según el cual los estudiantes

de diseño no tenían por qué leer, escribir y hacer

cosas que les corresponden a los comunicólogos

y periodistas. Sin embargo, en las cuarenta gene-

raciones de boletinos he encontrado más que sufi-

ciente talento y compromiso para seguir amando

la docencia, en medio de tantos profesores que hoy

se quejan de la baja histórica en el nivel académico

y la seriedad de sus alumnos.

Espacio Diseño ya es, por mucho, el proyecto mo-

dular más longevo de toda la historia de la carrera;

sus egresados han copado los puestos de coedición

gráfica en Reforma, El Universal y muchos otros pe-

riódicos importantes en todo el país. Varios de ellos

han ganado premios de la Society for News Design

y algunos han sido contratados en el extranjero. El

perfil híbrido de diseñador-gestor de la edición que

se originó en el boletín ha sido extraordinariamen-

te bien aceptado por los empleadores y ahora se

cultiva con éxito a nivel de posgrado.

La frescura y el compromiso de los alumnos ha-

cen mejor y diferente a Espacio Diseño como órgano

informativo universitario. Si se rompiera el fino lazo

que une al órgano oficial con el proyecto modular,

el boletín dejaría de existir o se volvería un simple

boletín institucional. Son muchos encargos los que

cumple; sigue siendo difícil cumplir con todos y ha-

blarles a tantos públicos distintos, pero creo que a

cyad le sigue haciendo bien tener una estrategia

fresca de comunicación comunitaria. ¡Felices 20,

Espacio Diseño! z

20

Page 12: Espacio Diseño 216
Page 13: Espacio Diseño 216
Page 14: Espacio Diseño 216
Page 15: Espacio Diseño 216
Page 16: Espacio Diseño 216
Page 17: Espacio Diseño 216
Page 18: Espacio Diseño 216
Page 19: Espacio Diseño 216

17

Remembranza

John Holloway

* Artículo publicado en el número 134 del boletín Espacio Diseño, diciembre-enero de 2005. Transcripción de la conferencia dictada el 29 de septiembre de 2004 en el auditorio Jesús Vírchez dentro del ciclo 30 Años Cultura/Pensamiento/Diseño.Ramsés ReyesDiseño de la Comunicación Gráfica

entiendo porqué estoy aquí, lo que no entiendo muy bien, y me

interesa mucho más, es qué están haciendo ustedes aquí, ¿no entienden

el título de la conferencia?, cambiar al mundo sin tomar el poder, es

un título absurdo, un título loco, entonces, ¿qué están haciendo aquí?

¿están locos?

El problema es que el mundo actual, el mundo capitalista, nos em-

puja hacia la locura, hacia lo absurdo, vemos alrededor de nosotros y

gritamos, gritamos por la injusticia, por la miseria, por la masacre de

la gente en Irak, por la destrucción de la capa de ozono y del ambiente,

por la subordinación de cada aspecto de la vida cotidiana al dinero, a

la capitalización, gritamos porque vemos que la humanidad se está

aniquilando, porque sabemos que una revolución, en el sentido de un

cambio radical, es urgente, pero al mismo tiempo todo nos dice que

es imposible, entonces estamos atrapados. Es obvio que el capitalis-

mo es un desastre espantoso, que está destruyendo a la humanidad

en todos los sentidos y que amenaza con su aniquilación total. Si ve-

mos las revoluciones del siglo xx está claro que fracasaron, en el senti-

do de que no lograron crear la sociedad emancipada que prometieron.

Estamos pues atrapados, estamos ante una imposibilidad urgente,

ante una urgencia imposible, ¿qué podemos hacer?, ¿cómo podemos

romper este dilema?, ¿cómo podemos salir de esta dinámica desas-

trosa? No sé, pero posiblemente hay que empezar ahí donde estamos

y movernos siempre para afuera, en contra y mas allá.

Page 20: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

jun

io-ju

lio ≡

núm

. 216 El concepto tradicional de la revolución tiene dos movimientos co-

nectados por un eje y este pivote es la toma del poder estatal, enton-

ces el argumento tradicional es que el movimiento revolucionario se

tiene que concebir en dos fases; primero, nos tenemos que organizar

como partido o como ejército, pero nos organizamos con un objetivo

claro: la toma del poder, sea por la vía armada o por la vía electoral.

Una vez que el centro de la sociedad esté en manos de las fuerzas re-

volucionarias, viene un movimiento desde el centro para transformar

a la sociedad, y este segundo movimiento es el que fracasó en las re-

voluciones del siglo xx, en parte porque el Estado en realidad no es el

centro de la sociedad, es nada más uno entre una multiplicidad de Es-

tados que forman una sociedad capitalista global, entonces ninguno

es el centro de la sociedad.

En segundo lugar, me parece que este concepto fracasó porque la

idea de la revolución en dos movimientos refleja la idea de que la re-

volución sólo se puede hacer de parte de o en nombre de los objetivos

y no por ellos mismos.

Lo que quiero proponer es que en lugar de pensar en la revolución

o en un cambio radical en términos de los movimientos, hay que pen-

sar en un movimiento que empieza ahí donde estamos nosotros y que

se mueve hacia afuera. ¿En dónde estamos nosotros? Estamos, me pare-

ce, en el grito, en un grito en contra de los horrores de la sociedad

actual, contra la organización actual de la actividad humana, del ha-

cer humano, el grito es un no, el punto de partida es la negatividad,

es el rechazo a la explotación y a la injusticia que nos rodea, pero

no simplemente un no, es un no que contiene un sueño de lo que po-

dría ser, un proyecto de otro mundo, es un no que contiene muchos

sí, el proyecto de otro mundo sólo se puede realizar si podemos hacer

las cosas de otra forma, si hacemos lo que nos parece necesario y de-

seable, los muchos sí apuntan a una sola dirección, hacia un mundo

en que nosotros, y no los ricos, no los poderosos, no el dinero y no

Revolución!!!!

Ilustración de Ramiro Pedraza

Page 21: Espacio Diseño 216

19

Dios, determinamos lo que hacemos, el movimiento para afuera, que

empieza con el grito se puede entender como un impulso hacia la au-

todeterminación, esto tal vez suene muy abstracto pero no lo es. Al

principio les pregunté qué están haciendo aquí y no me contestaron,

pero me parece, y espero que estén aquí porque existe algo de rebel-

día en todos ustedes, que estamos aquí porque queremos cambiar el

mundo, para decir no al mundo actual y crear uno en el cual lo que se

hace esté determinado por nosotros y no por el dinero, y con este pe-

queño acto de rebeldía ya abrimos una fisura, una grieta en el tejido

de dominación que parece tan perfecto y que pesa tanto sobre noso-

tros. Y si nos enfocamos en las fisuras, en estas rebeldías, nos damos

cuenta de que existen por todos lados, a veces tan pequeñas que no

nos damos cuenta de su existencia, a veces tan grandes como la selva

Lacandona y en medio un millón de proyectos alternativos, un millón

o millones de intentos colectivos, de vivir de otra forma, de hacer otras

cosas, otro tipo de proyectos, proyectos culturales, artísticos o socia-

les, lo que sea. Esta es una realidad llena de fisuras dentro del tejido

de la dominación.

Entonces, ¿cómo podemos pensar en un movimiento hacia afuera

que vaya multiplicando estas fisuras, que supere las estructuras de

la dominación? Un movimiento en contra y más allá de las formas

sociales del capitalismo. Estamos hablando de una dirección, no de un

modelo ni de reglas que se pueden aplicar.

Nosotros somos todos especiales y precisamente por eso no somos

excepcionales, somos gente común y ordinaria o, como dicen los

zapatistas en una expresión: “somos mujeres y hombres, niños y ancia-

nos, bastante comunes, es decir: rebeldes, inconformes, incómodos,

Revolution Now

Ilustración de Edgar Jaramillo

Page 22: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

jun

io-ju

lio ≡

núm

. 216 soñadores”. El gran reto que nos plantean los zapatistas es entender

cómo toda esa gente que vemos en la calle o en el supermercado es

rebelde, inconforme, incómoda, soñadora, igual que nosotros, en-

tonces, ¿por qué no se expresa en una rebeldía mayor?

Está claro que no estamos hablando de héroes revolucionarios sino

de sujetos contradictorios, esquizofrénicos; somos y no, rebeldes, te-

nemos nuestros momentos de rebeldía, nuestro lado rebelde, pero no

nos rebelamos todo el tiempo; somos inconformes pero también nos

conformamos con muchas cosas, en una sociedad autocontradictoria

inevitablemente también lo somos, las contradicciones sociales no son

externas a nosotros, sino que nos atraviesan a todos; la lucha de cla-

ses no es un conflicto entre grupos externos el uno del otro, sino que es

un conflicto que nos penetra, que nos atraviesa; estamos compuestos

de diferentes partes, que entran en conflicto, el problema es cómo

articularlas. El capitalismo las articula de una manera que promueve

el individualismo y la agresión hasta un punto que tiende a destruir la

sociabilidad humana. El problema de la organización revolucionaria

es cómo articular estas partes de otra forma, cómo fomentar la rebel-

día, la comunidad, la solidaridad, incluso la amistad.

Si tratamos de pensar en la sociedad en términos de movimientos,

podemos decir que el capital se puede entender como un movimien-

to de separación, que fragmenta lo que producimos, el resultado de

nuestro hacer. Por lo mismo el capital nos separa de las condiciones

necesarias para nuestro hacer, si pensamos que nuestro hacer nunca

es individual, sino social.

Este es un proceso de fragmentación que llega a cada detalle de la

vida, incluso a nuestras formas de pensar en términos de definiciones

y clasificaciones. Podemos pensar también en el Estado como un mo-

vimiento de separación, que nos separa sobre todo a nosotros de la

posibilidad de determinar nuestras vidas. El Estado, por ejemplo, nos

define como ciudadanos y nos separa de los ciudadanos de otros paí-

ses; si pensamos en la historia del último siglo, millones de personas

han matado y han sido asesinadas por el simple hecho de ser ciudada-

nos de países distintos. Entonces uno se da cuenta de que en realidad

esta separación que implica la existencia del Estado es terrible. Pero

no simplemente existe la separación entre ciudadanos de un país y de

otro, el Estado también nos separa en muchos otros sentidos; separa

lo público de lo privado, lo político de lo social, por ejemplo, y esta se-

paración de lo público y lo privado implica también la administración

de lo político o lo privado, se ponen en manos de la administración de

Page 23: Espacio Diseño 216

funcionarios de tiempo completo. En otras palabras, el Estado es una

forma de organización que excluye a la gente de la determinación de

su propia vida. Lo importante es que la existencia misma del Estado

sustituye a los funcionarios por la gente, pues lo que hacen los funcio-

narios, lo hacen en nombre de la gente, la excluyen de su propia de-

terminación, y esta exclusión es un paso esencial de la dominación

capitalista.

Así como apostamos que la gente común es rebelde, entonces una

revolución en su nombre implica necesariamente la represión de esta

rebeldía. La tradición partidista, esta tradición estadocéntrica ha sido

dominante en contra del capitalismo, al menos hasta los últimos 10

años. Pero también existe otra tradición, una muy distinta que enfa-

tiza la creación de formas de autorganización, de organización que se

orienta en contra de la separación. Se puede hablar de esta tradición,

una consejista, una que surge y resurge en todas las grandes luchas,

puede pensarse en la Comuna de París, en los Soviets, en la Revolución

Rusa, los consejos de la Revolución Española, los consejos comuni-

tarios de los zapatistas, las asambleas de los Sin Tierra en Brasil y los

piqueteros en Argentina. Lo importante es la orientación en contra de

la separación entre determinación y sociedad, eso implica una orien-

tación en contra del Estado como forma de organización y también

en contra de la representación, de la democracia representativa.

El intento de cambiar el mundo sin tomar el poder es una orienta-

ción en contra y más allá; ese contra es un rechazo a todas las formas

de destrucción y deshumanización capitalista y es al mismo tiempo

un más allá, un intento de construir otras formas de hacer las cosas, un

proceso por lo tanto constante de experimentar e intentar nuevas for-

mas de hacer, nuevas formas de luchar.

El cartel que anuncia esta plática contiene una pregunta: ¿Es po-

sible cambiar el mundo sin tomar el poder? No sé la respuesta. De

lo que sí estoy convencido es que no es posible cambiar el mundo

tomando el poder estatal, porque esto simplemente reproduce más

de lo mismo, reproduce nuevamente la separación entre nosotros

y la determinación de nuestras vidas. Tal vez ya es demasiado tarde

para cambiar el mundo, tal vez ya no hay manera, tal vez ya no es po-

sible evitar la autoaniquilación de la humanidad; pero precisamente

por eso, porque no hay certidumbre, tenemos que buscar la esperan-

za, inventarla para encontrar una salida, para hacer las cosas de otra

forma. z

21

Page 24: Espacio Diseño 216
Page 25: Espacio Diseño 216
Page 26: Espacio Diseño 216
Page 27: Espacio Diseño 216
Page 28: Espacio Diseño 216

*

Page 29: Espacio Diseño 216
Page 30: Espacio Diseño 216
Page 31: Espacio Diseño 216
Page 32: Espacio Diseño 216
Page 33: Espacio Diseño 216
Page 34: Espacio Diseño 216
Page 35: Espacio Diseño 216
Page 36: Espacio Diseño 216
Page 37: Espacio Diseño 216
Page 38: Espacio Diseño 216
Page 39: Espacio Diseño 216
Page 40: Espacio Diseño 216
Page 41: Espacio Diseño 216

39

Imagen 2

Círculo de colores de Isaac Newton, Ca., 1666. Principles of color, Faber Birren, p. 10.

Tener un panorama global de la historia

de las teorías sobre el color es uno de los

propósitos del artículo de Tere del Pan-

do publicado en la revista Diseño en Síntesis

número 37, del cual publicamos aquí un

fragmento como adelanto e invitamos a

los interesados a leer el texto íntegro en

dicha publicación que se encuentra a la

venta en la librería "Luis Felipe Bojalil" de

la Unidad Xochimilco.

Page 42: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216

Page 43: Espacio Diseño 216
Page 44: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216

Page 45: Espacio Diseño 216
Page 46: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216

Page 47: Espacio Diseño 216
Page 48: Espacio Diseño 216

espa

cio

dise

ño ≡

juni

o-ju

lio ≡

núm

. 216 Leopoldo Cervantes Ortiz y José Manuel Mateo. La idea de una antolo-

gía semejante es en sí misma afortunada, pues los pechos están frente

a nosotros, junto a nosotros o a la vera de las nostalgias, decepciones

y desafueros. Incluso, pese a sus exuberancias, pueden llegar a causar

terrores.

Por ejemplo, hace algunos años, causaba espanto pasar por el peri-

férico sur a la altura del cine Linterna Mágica, ya que enfrente habían

colocado un anuncio espectacular de la actriz Fabiola Campomanes,

de la telenovela Azul tequila, quien con sus abundantísimos pechos en-

turbiaba las imaginaciones y hacían que los automovilistas tuvieran

la sensación de que el amplio escote iba a dejar salir ese par de protu-

berancias que provocarían una catástrofe de dimensiones, valga la

expresión, mayúsculas.

Ahora bien, los recorridos antológicos por lo general estuvieron liga-

dos a un ánimo académico y a fines cercanos a la erudición, tan invo-

cada por los decimonónicos. Sin embargo, las antologías actuales se

han liberado de sostenes, figura que puede ser correcta si se comenta

Sendos placeres. En el libro aparecen los clásicos al estilo de Villon, Lope

y Shakespeare; un buen número de poetas latinoamericanos, otros

tantos nacionales y también una muestra de las consideraciones fe-

meninas de la india antigua.

De este modo, el criterio obligado fue que el tema erótico se viera

favorecido por la presencia de los pechos. Así, la palabra admite las

celebraciones. Los poetas cantan a pechos específicos, a circunstan-

cias que los han llenado con el goce de tener en sus manos, en su boca

o donde se pueda estos ornamentos corporales femeninos que han

permitido una infinidad de tolerancias y recelos.

Los pechos han sido fundamentales en las construcciones del ima-

ginario erótico. En la Edad Media se les llegó a lacerar con vendas que

los ocultaban. Defensa contra los deseos "insanos" las damas los defen-

dían de las miradas furtivas y salían de sus casas y castillos con admi-

nículos que estaban cercanos a la tortura.

fotografia tomada de:

www.koruphotographyjuanmoro.com

http://bit.ly/19vykth

Page 49: Espacio Diseño 216

47

Page 50: Espacio Diseño 216
Page 51: Espacio Diseño 216
Page 52: Espacio Diseño 216