Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

download Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

of 3

Transcript of Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

  • 8/18/2019 Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

    1/3

    Género y trabajo en Puerto Rico

    23Unidad de Investigaciones Económicas

    Género y trabajo en Puerto Rico:desafíos para una política laboral

    Luz del Alba Acevedo *

    La literatura sobre género y trabajo en PuertoRico apunta a tres tendencias importantes. Primero, elproceso de desarrollo económico centrado en laindustrialización orientada a la exportación, ha tenidoun impacto diferente en la trayectoria laboral dehombres y mujeres. Esto se desprende de lasdiferencias en los niveles y patrones de participaciónen la fuerza laboral, así como de la estructura deremuneración. Segundo, el desarrollo económico dePuerto Rico ha integrado a la mujer de formasignificativa y contradictoria a la fuerza laboral.Persiste una estructura ocupacional segregada porgénero, que ha asumido formas cambiantes a travésdel tiempo. Tercero, la segregación por género afectala estructura salarial y resulta en un nivel de salariosmenor para las mujeres, que se refleja en niveles depobreza mayores en la población femenina.

    Estas tendencias acerca de la integracióncontradictoria de la mujer a la estructura de empleoson analizadas en la investigación desde unaperspectiva de género que examina las diferencias enlos patrones de empleo entre hombres y mujeres y surelación. El término género se refiere a unaconstrucción social y cultural que define la identidad

    femenina y la identidad masculina en términosopuestos. El género no es equivalente a sexo ya queno es biológicamente determinado. Como procesosocial, el género media toda las relaciones yactividades sociales porque le imparte significadonormativo a lo que somos- mujer u hombre. Laperspectiva de género se usa en éste trabajo de dosformas: (1) como diferencias socialmente atribuidas amujeres y hombres; y (2) como una dimensión depoder en toda relación humana que se basa enpremisas valorativas (tal vez erróneas) que son usadaspara distribuir derechos y privilegios entre hombres ymujeres. La perspectiva de género contribuye aidentificar los mecanismos materiales e ideológicos enla construcción del orden jerárquico, en la divisiónsexual del trabajo en el mercado laboral, en medio decambios importantes en la estructura laboral, queafectan la distribución del poder, la configuración delas relaciones de producción y trabajo, y el acceso a

    los recursos económicos a partir de divisiones porgénero.

    El análisis hecho en este trabajo de lasestadísticas de empleo revela que entre 1970 y 1985 se

    crearon 386,000 empleos en Puerto Rico, de los cuales58 por ciento fueron ocupados por mujeres. La tasa departicipación del empleo de la mujer aumentó de 28por ciento en 1970 a 34.2 por ciento en 1995; mientrasque la de los hombres se redujo de 70.8 a 61.2 porciento en este período. El desempleo de las mujeresincrementó de 10.2 por ciento en 1970 a un máximode 16.2 por ciento en 1985, reduciéndose a 10.8 porciento en 1995, mientras que el desempleo de loshombres incrementó de 11 por ciento a 24.7 por cientoy se redujo a 15.6 por ciento en el mismo período(Tabla 1). Se mantienen así las tendencias de unareducción en la tasa de participación masculina frente

    a un aumento modesto pero estable de la tasa departicipación de la mujer.

    Tabla 1

    Tasas de participación laboraly de desempleo por género

    (por ciento)

    Año Participación Desempleo

    Mujeres Hombres Mujeres Hombres

    1970 28.0 70.8 10.2 11.0

    1975 27.0 64.6 14.5 19.8

    1980 27.8 60.7 12.3 19.5

    1985 27.9 58.4 16.2 24.7

    1990 31.4 61.6 10.7 16.2

    1995 34.2 61.2 10.8 15.6

    Fuente: Departamento del Trabajo y Recursos Humanos, SerieHistórica de Empleo y Desempleo 1970-1995.

    En el último cuarto de siglo, las fuentesprincipales de nuevos empleos para las mujeres fueronla administración pública (78,000), los servicios(65,000) y el comercio (47,000). La manufacturaproveyó tan sólo 11,000 nuevos empleos para lasmujeres en este período. Para los hombres en elmismo período el empleo aumentó en 79,000 en losservicios, 54,000 en la administración pública, 39,000en el comercio y 28,000 en la manufactura. Estas

  • 8/18/2019 Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

    2/3

    Género y trabajo en Puerto Rico

    24 Unidad de Investigaciones Económicas

    tendencias indican que la economía puertorriqueña hadesplazado su eje dinámico hacia las actividades deservicio. Las mujeres se han convertido enbeneficiarias de la transición hacia una economía post-

    industrial periférica. No obstante, las cifrasdesmienten a primera vista cualquier noción simplesobre la feminización de los servicios o de laeconomía en general.

    El perfil ocupacional de las mujeres presentatambién elementos paradójicos. Las mujeres tienen unnivel de educación promedio mayor que el de loshombres, con una mediana de 13.2 grados frente a unamediana de 12.6 grados para los hombres en 1995.Además, más de la mitad de los trabajos profesionalesson ocupados por mujeres desde 1980. No obstante,el salario promedio de los hombres continúa siendo

    mayor que el de las mujeres y éstas tienen unaparticipación menor que los hombres en lasocupaciones directivas, ejecutivas, y administrativas.La excepción clara a este patrón es el sector públicodonde las mujeres aventajan significativamente eningreso a los hombres (Tabla 2).

    mujeres. Los diseños de política pública que asumenneutralidad de género en las relaciones entreempleados mujeres y empleados hombres tratan a lamujer trabajadora como un agente (in)visible en los

    procesos productivos y de trabajo o como un objetoeconómico dependiente del hombre. La dependenciade la mujer se visualiza como una característicabiológicamente determinada y no como lo que es, unaasignación socio-cultural construida a partir de la ideología de ladomesticidad que le asigna a la mujer primordialmentetareas reproductivas asociadas a la unidad doméstica.La supuesta neutralidad en las relaciones de géneroque prevalece en los modelos de política públicaarticula la experiencia laboral de los hombres en laeconomía y el mercado de trabajo como la norma. Apartir de la normatividad masculina se establecen

    generalizaciones y diagnósticos que luego se usan deforma indiscriminada como fuente de informaciónpara el diseño de políticas, creación de proyectoseconómicos y

    Tabla 2

    Salario semanal promedio por género(En dólares, precios corrientes, octubre)

    AñoTotal Manufactura Comercio Servicios Adm. Pública

    Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres Mujeres Hombres

    1970

    1975

    1980

    1985

    1990

    1995

    60.4

    82.8

    126.0

    142.8

    161.6

    179.7

    64.4

    88.6

    127.9

    146.3

    166.1

    186.4

    56.7

    76.2

    124.3

    138.0

    158.6

    175.1

    65.6

    91.7

    140.4

    166.0

    199.7

    203.0

    57.0

    77.1

    120.5

    131.9

    139.7

    131.0

    64.2

    79.5

    124.1

    135.5

    150.0

    169.7

    55.1

    82.1

    126.4

    148.0

    158.7

    178.0

    66.2

    84.0

    126.5

    141.3

    157.2

    180.5

    76.1

    107.3

    135.1

    155.2

    199.8

    231.3

    75.6

    100.4

    179.5

    157.3

    200.4

    200.35

    Fuente: Departamento del Trabajo y Recursos Humanos.

    A pesar de haber sido incorporadasmasivamente al trabajo asalariado y de que la brechasalarial entre hombres y mujeres en Puerto Rico esmenor que en la mayoría de los países en vías dedesarrollo, la persistencia de diferencias de ingreso ydistribución de ocupaciones por género que se observaen las formas de incorporación y participación en laestructura laboral deben llevar a reflexionar sobre la

    poca efectividad de las políticas públicas basadas enla supuesta neutralidad de género para acabar con lospatrones de desigualdad en el trabajo entre hombres y programas de empleo. Al asumir neutralidad en lasrelaciones de género, donde la normatividad se centraen la experiencia económica y laboral masculina, lapolítica pública de facto reproduce diferencias socialesy desigualdades económicas importantes entre

  • 8/18/2019 Genero y Trabajo en Puerto Rico Desafios Para Una Politica l

    3/3

    Género y trabajo en Puerto Rico

    25Unidad de Investigaciones Económicas

    hombres y mujeres que contribuyen a perpetuarasimetrías de género en la estructura ocupacional,salarial, y de oportunidad de empleo en los diversossectores económicos.

    La política pública, como herramienta decambio social puede tener un impacto positivo paraalterar la desigualdad por género que permea elmercado de trabajo. Al abordar la formulación de lapolítica pública desde la perspectiva de género lasmujeres dejan de ser visualizadas como un objetohomogéneo y de ser definidas como el problema asolucionarse mediante legislación especial. Deacuerdo con esta perspectiva las mujeres son tratadascomo sujetos económicos heterogéneos que al igualque los hombres tienen identidades constantementeconstruidas y re-construidas a partir de la conjugación

    de múltiples factores (raza, etnicidad, clase, ciclos devida, preferencia sexual).

    Si se quiere lograr verdaderamente unaequidad de género en la estructura laboral, el retoconsiste en formular e implantar una política dedesarrollo económico y creación de empleos quearticule un entendimiento de las bases sociales de lasdiferencias por género con principios de justicia social,equidad económica y paridad entre mujeres yhombres. El objetivo de éste tipo de políticas debe serproveer una base de igualdad en las oportunidades yexperiencias de participación en el mercado de trabajo

    entre hombres y mujeres para que le sea posible a lasmujeres participar de manera equitativa y encondiciones de igualdad de las estructuras y recursoseconómicos.

    Si se toma en cuenta la inversión educativarealizada por la sociedad puertorriqueña y sobre todoel incremento en el nivel de instrucción de lapoblación femenina, la cual supera al hombre, esnecesario reconocer y aceptar que la mujer seconstituye cada vez

    más en un recurso humano significativo y de granvalor económico. En este sentido se propone unconjunto de medidas interrelacionadas cuyo criteriocentral sea la promoción del acceso con equidad atodos los niveles de la estructura laboral para mujeresy hombres. Estas medidas incluyen: (1) la necesidadde proveer servicios de cuidado de niños yenvejecientes a un costo razonable para estimular laparticipación igualitaria de las mujeres en la fuerza detrabajo, en tanto que la sociedad responsabiliza a lasmujeres por esta taréa; (2) la necesidad de desarrollarprogramas que provean información y entrenamientono estereotipados por género sobre la oferta y

    demanda de trabajo, lo cual permitiría ladiversificación de oportunidades ocupacionales enigualdad de condiciones; (3) diseñar medidas quearticulen y apliquen el principio de igual remuneraciónpor trabajo de igual valor, lo cual implica que secomiencen a definir los criterios de equivalencia detrabajo y ocupaciones que desempeñan hombres ymujeres para ligarlos de forma sistemática a unapolítica de equidad salarial; (4) que los programas decapacitación en el trabajo ( on the job training ) esténdirigidos a remediar las brechas existentes entrehombres y mujeres que sirven de base para lainferioridad salarial de las mujeres a pesar de los

    mayores niveles de escolaridad de éstas.

    *Profesora del Departamento de Ciencias Políticas,Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Puerto

    Rico, Recinto de Río Piedras.