Guía para Lectura espiritual durante un retiro de fin de semana

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  • 7/24/2019 Gua para Lectura espiritual durante un retiro de fin de semana

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    DESEO DE CONTEMPLAR A DIOS

    (San Anselmo)

    Deja un momento tus ocupaciones habituales entra un instante en ti mismo,

    apartndote del tumulto de tus pensamientos. Arroja lejos de ti las preocupaciones agobiantes

    y aparta de ti las inquietudes que te oprimen. Reposa en Dios un momento, descansa siquiera

    un momento en l.

    Entra en lo ms profundo de tu alma, aparta de ti todo, ecepto Dios y lo que puede

    ayudarte a alcan!arlo" cierra la puerta de tu habitaci#n y b$scalo en el silencio. Di entonces

    con todas tus fuer!as al %e&or'Busco tu rostro, tu rostro busco, Seor.

    ( ahora, %e&or y Dios m)o, ens*&ame d#nde y c#mo tengo que buscarte, d#nde y

    c#mo te encontrar*. %i no ests en mi, %e&or, si ests ausente, +d#nde te buscar* %i ests en

    todas partes, +por qu* no te -eo aqu) presente Es cierto que t$ habitas en una lu! inaccesible,

    +pero, d#nde est esa lu! inaccesible +#mo me aproimar* a ella +/ui*n me guiar y me

    introducir en esa lu! para que en ella te contemple +0ajo qu* signos, bajo qu* aspecto te

    buscar* 1unca te he -isto, %e&or y Dios m)o, no cono!co tu rostro.

    Dios alt)simo, +qu* har este desterrado, lejos de ti +/u* har este ser-idor tuyo,

    sediento de tu amor, que se encuentra alejado de ti Desea -erte y tu rostro est muy lejos de

    *l. Anhela acercarse a ti y tu morada es inaccesible. Arde en deseos de encontrarte e ignora

    d#nde -i-es. 1o suspira ms que por ti y jams ha -isto tu rostro.

    %e&or, t$ eres mi Dios, t$ eres mi %e&or y nunca te he -isto. 2$ me creaste y me

    redimiste. 2$ me has dado todos los bienes que poseo, y a$n no te cono!co. 3e sido creado

    para -erte y toda-)a no he podido alcan!ar el fin para el cual fui creado.

    ( t$, %e&or, +hasta cundo nos ol-idars +3asta cundo dejars de apartar tu

    rostro +undo -ol-ers tu mirada hacia nosotros +undo nos escuchars +undo

    iluminars nuestros ojos y nos mostrars tu rostro +undo acceders a nuestros deseos

    4)ranos, %e&or, esc$chanos, ilum)nanos, mu*strate a nosotros. olma nuestrosdeseos y seremos felices" sin ti todo es hast)o y triste!a. 2en piedad de nuestros trabajos y de

    los esfuer!os que hacemos por llegar hasta ti, ya que sin ti nada podemos.

    Ens*&ame a buscarte, mu*strame tu rostro, porque si t$ no me lo ense&as no puedo

    buscarte. 1o puedo encontrarte si t$ no te haces presente. 2e buscar* desendote, te desear*

    buscndote" amndote te encontrar*, encontrndote te amar*.

    5%e puede acompa&ar este teto re!ando con los %almos 67 869: o ;< 8;7:=

  • 7/24/2019 Gua para Lectura espiritual durante un retiro de fin de semana

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    SOBRE LA ACCIN DEL ESPRITU SANTO

    (De un autor esprtual !el s"lo #uarto)

    >os que han llegado a ser hijos de Dios y han sido hallados dignos de renacer de lo

    alto por el Esp)ritu %anto poseen en s) a risto, que los ilumina y los crea de nue-o" son

    guiados por el Esp)ritu de -arias y di-ersas maneras, y sus cora!ones son conducidos de

    manera in-isible y sua-e por la acci#n de la gracia.

    A -eces, lloran y se lamentan por el g*nero humano y ruegan por *l con lgrimas y

    llanto, encendidos de amor espiritual hacia el mismo.

    ?tras -eces, el Esp)ritu %anto los inflama con una alegr)a y un amor tan grande que,

    si pudieran, abra!ar)an en su cora!#n a todos los hombres, sin distinci#n de buenos o malos.

    ?tras -eces, eperimentan un sentimiento de humildad que los hace rebajarse por

    debajo de todos los dems hombres, teni*ndose a s) mismos por los ms abyectos y

    despreciables.

    ?tras -eces, el Esp)ritu les comunica un go!o inefable.

    ?tras -eces, son como un hombre -aleroso que, equipado con toda la armadura regia

    y lan!ndose al combate, pelea con -alent)a contra sus enemigos y los -ence. As) tambi*n el

    hombre espiritual, tomando las armas celestiales del Esp)ritu, arremete contra el enemigo y lo

    somete bajo sus pies.

    ?tras -eces, el alma descansa en un gran silencio, tranquilidad y pa!, go!ando de un

    ecelente optimismo y bienestar espiritual y de un sosiego inefable.

    ?tras -eces, el Esp)ritu le otorga una inteligencia, una sabidur)a y un conocimiento

    inefables, superiores a todo lo que pueda hablarse o epresarse.

    ?tras -eces, no eperimenta nada en especial.

    De este modo, el alma es conducida por la gracia a tra-*s de -arios y di-ersos

    estados, seg$n la -oluntad de Dios que as) la fa-orece, ejercitndola de di-ersas maneras, conel fin de hacerla )ntegra, irreprensible y coherente ante el @adre celestial.

    @idamos tambi*n nosotros a Dios, y pidmoslo con gran amor y esperan!a, que nos

    conceda la gracia celestial del don del Esp)ritu, para que tambi*n nosotros seamos gobernados

    y guiados por el mismo Esp)ritu, seg$n disponga en cada momento la -oluntad di-ina, y para

    que *l nos reanime con su consuelo multiforme" as), con la ayuda de su direcci#n y

    ejercitaci#n y de su moci#n espiritual, podremos llegar la plenitud de risto, como dice el

    Ap#stol' @ara que sean colmados hasta poseer toda la plenitud de ristoB.Estas man$esta#ones !el Esp%rtu Santo se llaman #onsola#&n'

  • 7/24/2019 Gua para Lectura espiritual durante un retiro de fin de semana

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    El carisma de Ignacio+/ui*n es Cgnacio de >oyola >a pregunta, como una lla-e, abre la puerta de un

    misterio. El santo y fundador de la ompa&)a de es$s nunca propuso mistificar, sino

    aterri!ar. 1o quiso confundir, sino aclarar. 1o pretend)a ele-ar, sino humani!ar. Antes de

    Cgnacio, la eperiencia m)stica pertenec)a a los ermita&os de los monasterios. >os dems

    mortales ten)an que -i-ir s#lo de los frutos de sus cosechas, dejando el amor personal de

    risto para el d)a del juicio.

    Cgnacio, un hombre como t$ y yo, se -io obligado a re-alorar su -ida despu*s de un

    ca&ona!o en el campo de batalla, y descubri# que la eperiencia directa del amor del %e&or

    estaba al alcance de todo cristiano. El Reino de Dios es de los sencillos. 1o es la propiedad

    pri-ada de los especialistas. El m*todo de Cgnacio, para que el cristiano com$n y corriente se

    encuentre, en -i-o y directo, con el amor del %e&or, para ordenar su -ida y ponerse en marchacomo ap#stol de es$s, se llama >os Ejercicios Espirituales. Es un libro humilde, sin grandes

    pretensiones literarias. %in embargo, es de los libros ms influyentes en el mundo occidental

    moderno. onstituye un plan que abre las puertas del cora!#n para que entre el %e&or. Es una

    maqueta para los que desean encontrar su -ocaci#n y ofrecerse a la labor de Dios en la

    construcci#n de su Reino.

    Cgnacio despert# sospecha, en la Cglesia institucional, porque la eperiencia directa

    del amor Cnfinito sobrecoge y asusta. Dos -eces, fue lle-ado ante la Cnquisici#n. Dos -ecesfue liberado, gracias a su paciencia y humildad. %e determin# que el m*todo de Cgnacio

    pertenece a la tradici#n espiritual de toda la Cglesia. %in la oraci#n profunda de sus miembros,

    sin el llamado personal y la misi#n inspirada que brota de la contemplaci#n, somos bronce

    que suena. En el largo pla!o, la Cglesia se alimenta del fuego de los hombres apasionados.

    De Espa&a a @ar)s, de @ar)s a Roma, Cgnacio ense a conocer al %e&or y a

    comprometerse con l. 4uchos continuaron en su -ida cotidiana, haciendo Cglesia, cada uno,

    desde su trinchera propia en el mundo. Algunos se unieron a la causa de Cgnacio, paraconsolar a los afligidos, aconsejar a los desa-enidos, e instruir a los peque&os, en el nombre

    del %e&or. As) naci# la orden jesuita, los compa&eros de es$s. Es una orden misionera,

    dispuesta a ser-ir en todo, donde ms se necesite. 3e aqu) la particularidad del carisma de

    Cgnacio. %e trata de una manera de mirar al entorno. omo hombres ciegos que recuperan la

    -ista, los m)sticos del camino ignaciano abren los ojos al mundo que les rodea. on

    compasi#n, -en c#mo unos -i-en y otros mueren, como unos go!an y otros sufren, como unos

    lloran y otros r)en, y no se quedan ah). Asumen los mismos sentimientos que tu-o risto

    es$s. 4iran y responden, haciendo lo que risto har)a en su lugar. FEn todo amar y ser-irG