Herramientas Que Apoyan La Seguridad Del Paciente

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Herramientas Que Apoyan La Seguridad Del Paciente

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  • HERRAMIENTAS QUE APOYANLA SEGURIDAD DEL PACIENTE

    EditorialAlfil

  • Herramientas que apoyanla seguridad del paciente

    Jorge Alfonso Prez Castro y VzquezMdico Cirujano, UNAM. Cirujano General, Centro Mdico Nacional,

    IMSS, UNAM. Miembro de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.del Colegio Americano de Cirujanos y de las Asociaciones Mexicana

    de Ciruga General, Mexicana de Ciruga Endoscpica y Mexicana deGastroenterologa. Certificado por el Consejo Mexicano de Ciruga General y

    Gastroenterologa. Diplomados en Docencia, UNAM, y Alta Direccin enServicios de Salud, ITAM. Subcomisionado Mdico CONAMED.

    Coordinador de la Comisin de Seguridad del Paciente de laAcademia Mexicana de Ciruga, A. C.

  • Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    Todos los derechos reservados por: 2013 Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Av. Cuauhtmoc 330, 3er. Piso, Bloque B,Unidad de Congresos, CMN Siglo XXIemail: [email protected]

    ISBN 9786078337095

    Editorial Alfil, S. A. de C. V.Insurgentes Centro 51A, Col. San Rafael06470 Mxico, D. F.Tels. 55 66 96 76 / 57 05 48 45 / 55 46 93 57email: [email protected]

    ISBN 9786078283507

    Direccin editorial:Jos Paiz Tejada

    Revisin editorial:Berenice Flores, Irene Paiz

    Ilustracin:Alejandro Rentera

    Diseo de portada:Arturo Delgado

    Impreso por:Impresiones Editoriales FT, S. A. de C. V.Calle 31 de julio de 1859 Manz. 102 Lote 1090, Col. Leyes de Reforma09310 Mxico, D. F.Septiembre de 2013

    Esta obra no puede ser reproducida total o parcialmente sin autorizacin por escrito de los editores.

  • COLECCIN MEDICINA DE EXCELENCIA

    COMIT EDITORIAL

    Instituto Mexicano del Seguro Social

    Dr. Jos Antonio Gonzlez AnayaDr. Javier Dvila Torres

    Academia Mexicana de Ciruga, A. C.

    Acad. Dr. Alejandro Reyes FuentesAcad. Dr. Alberto Lifshitz Guinzberg

    Fundacin IMSS, A. C.

    Dr. Alejandro Valenzuela del RoDr. Jess Kumate Rodrguez

    Editores

    Acad. Dr. Felipe Cruz VegaAcad. Dr. Germn Fajardo Dolci

    Acad. Dr. Francisco P. Navarro ReynosoAcad. Dr. Ral Carrillo Esper

  • Mensaje de los editoresJos Antonio Gonzlez Anaya

    Director General del IMSSJavier Dvila Torres

    Director de Prestaciones Mdicas del IMSS

    El Instituto Mexicano del Seguro Social nace el 19 de enero de 1943 cubriendocuatro ramos: accidentes de trabajo y enfermedades profesionales; enfermedadgeneral y maternidad; invalidez, vejez y muerte, y desocupacin en edad avan-zada.

    El primer director del IMSS, Ignacio Garca Tllez (19441946) afirm: ElSeguro Social tiende a liquidar un injusto privilegio de bienestar brindandoigualdad de oportunidades de defensa biolgica y econmica a las mayoras ne-cesitadas. Desde entonces podemos constatar el sentido humanitario y socialque ha representado en el pas.

    A lo largo de sus 70 aos se ha convertido en la institucin de seguridad socialms grande de Amrica Latina y en pilar fundamental del bienestar individualy colectivo de la sociedad mexicana. En su inicio enfoc todos sus esfuerzos apropiciar bienestar a la clase trabajadora mexicana y, a partir de 1979, el Gobier-no de la Repblica le encomend la importante misin de ofrecer atencin mdi-ca a los grupos ms desprotegidos de la poblacin. Se cre entonces el ProgramaIMSSCoplamar, actualmente IMSSOportunidades, el cual contribuye a garan-tizar el acceso a servicios de salud a mexicanos que carecen de seguridad socialy que habitan en condiciones de marginacin.

    Desde su creacin el Instituto ha adquirido creciente prestigio nacional e inter-nacional en los mbitos mdico, cientfico y educativo. Todos los das decenasde miles de pacientes, as como publicaciones y personal de salud en formacinacadmica, dan testimonio de la calidad y la eficiencia de los servicios.

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  • VIII Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    Hoy en da es una institucin ejemplar construida gracias al esfuerzo continuode varias generaciones de profesionales que, con su dedicacin diaria, hacen po-sible el cuidado de la salud de millones de derechohabientes; adems de formarel mayor nmero de mdicos especialistas en el pas y en Amrica Latina, cuentacon la revista mdica de mayor impacto en salud de la regin, y es una de las insti-tuciones con mayor produccin cientfica en Mxico.

    La coleccin de libros Medicina de Excelencia, integrada por 28 textos queabordan relevantes temas de salud, es un reconocimiento al esfuerzo, la labor hu-mana y el profesionalismo que caracterizan al personal del Instituto. A travs deestos libros quedan plasmados la experiencia y el conjunto de conocimientos ate-sorados durante siete dcadas por nuestros mdicos y enfermeras, buscando siem-pre la vanguardia en el saber.

    Dentro de estos textos se incluyen temas de trascendencia por su impacto enla salud, as como en lo econmico y lo social; tal es el caso de las enfermedadescrnicodegenerativas, entre las que sobresalen la diabetes, las enfermedadescardiovasculares y los padecimientos oncolgicos. Tambin se abordan la saludde la mujer y de manera especfica la muerte materna; los grandes retos de la saludinfantil, incluyendo la obesidad y la desnutricin, al igual que la salud del adultomayor, problema creciente en los ltimos aos.

    Otros temas a los que los mdicos se enfrentan da con da son las consultasde urgencias, traumatologa, ortopedia y ciruga, as como los retos en el diagns-tico y el tratamiento con el uso de nuevas tecnologas; tal es el caso del ultraso-nido endoscpico, diversas modalidades de ventilacin mecnica y el soporte nu-tricional del enfermo grave.

    La salud pblica, la investigacin y la educacin en salud, al igual que la cali-dad en la atencin mdica, son disciplinas que tienen repercusin en la salud delos derechohabientes, por lo que se hace un estudio de ellas.

    La presencia de la mujer en el ejercicio de la medicina y la enfermera ha sidonotable y en la actualidad toma especial importancia, ya que su participacin haincrementado en estos 70 aos y es meritoria de reconocimiento.

    Finalmente, y de gran trascendencia, tenemos al primer nivel de la atencinmdica como un pilar fundamental de la salud, resaltando as el peso que la medi-cina de familia tiene sobre la prevencin y la atencin oportuna de los procesosque inciden tanto en la salud como en la enfermedad del individuo y su familia,tomando en consideracin los contextos biolgico, social y psicolgico. Hoy lareconversin de la medicina familiar representa uno de los principales retos parael Instituto, motivo por el cual est presente en esta obra.

    Esperamos que esta valiosa coleccin acadmica coadyuve en la atencin m-dica de calidad que suelen prestar los profesionales de la salud, reflejando en todala extensin de la palabra el alto valor acadmico emanado del IMSS en beneficiode sus derechohabientes.

  • ColeccinMedicina de Excelencia

    Acad. Dr. Alejandro Reyes FuentesPresidente de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.

    Este ao 2013 es muy especial y significativo para la medicina mexicana debidoa que se conmemoran los aniversarios de la fundacin de dos insignes institucio-nes de gran trascendencia en funcin de su visin, misin y objetivos: la Acade-mia Mexicana de Ciruga y el Instituto Mexicano del Seguro Social, que cumplensu octogsimo y septuagsimo aniversario, respectivamente, instituciones cuyocompromiso ha sido desde siempre con el progreso y el desarrollo de Mxico,lo que ha permitido fortalecer la calidad y la seguridad de la medicina y, al mismotiempo, encauzar la contribucin de los profesionales de la salud al bienestar so-cial del pas.

    La Academia Mexicana de Ciruga fue fundada en 1933 por un grupo de mexi-canos ilustres encabezados por los Doctores Gonzalo Castaeda Escobar y Ma-nuel Manzanilla Batista. Desde su fundacin esta corporacin ha mantenidoininterrumpidos sus propsitos y actividades como un foro abierto a todas las es-pecialidades y temas mdicos. Durante sus 80 aos como rgano consultivo delGobierno Federal y asesora del Consejo de Salubridad General, adems del tra-bajo conjunto con otras instituciones, la Academia Mexicana de Ciruga ha teni-do un papel decisivo en el diseo, la implementacin y la evaluacin de progra-mas enfocados a alcanzar las metas nacionales de salud de los mexicanos, sobretodo en estos momentos que nuestro pas est viviendo los problemas asociadosa la transicin epidemiolgica, como son la obesidad, la diabetes, la enfermedadcardiovascular, el sndrome metablico, el trauma y el cncer, entidades que ge-neran la mayor morbimortalidad en nuestro pas.

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  • X Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    La Academia Mexicana de Ciruga y el Instituto Mexicano del Seguro Socialdecidieron celebrar sus aniversarios en conjunto a travs de un magno eventoconmemorativo, el congreso Medicina de Excelencia, en el que se logr la par-ticipacin de destacadas personalidades mdicas nacionales e internacionales,quienes abordaron los temas de salud ms relevantes para nuestro pas. Esta mag-na celebracin quedar grabada en la historia de la medicina mexicana por su sig-nificado y trascendencia, por lo que es menester dejar un testimonio bibliogrficoen el que se conjunten el conocimiento mdico referente a los problemas priorita-rios de salud, sus soluciones y la perspectiva en relacin a diferentes propuestasde atencin y escenarios especficos, por lo que dentro de estos festejos se desa-rroll un gran proyecto editorial que pone al alcance de la comunidad mdica untesoro bibliogrfico que fortalecer sus conocimientos y, por ende, la calidad yla seguridad de atencin, y ser la herencia para que futuras generaciones se ente-ren de los adelantos y esfuerzos del gremio mdico de principios del siglo XXI.

    Por este motivo se publica la presente serie conmemorativa, coleccin de 28libros denominada Medicina de Excelencia, coleccin resultado del esfuerzode mdicos e instituciones convencidos de la fuerza y la importancia de la palabraescrita en la divulgacin del conocimiento mdicocientfico.

    En la coleccin Medicina de Excelencia se incluyen ttulos que abordan losaspectos torales de la medicina contempornea desde la perspectiva de la enfer-medad: diabetes mellitus, cncer, nutricin en el enfermo grave, trauma y lesio-nes por violencia extrema, muerte materna, enfermedades cardiovasculares, en-vejecimiento saludable y obesidad; as tambin, desde la perspectiva de los temaspor especialidad, como son pediatra, ortopedia, cardiologa y endoscopia diges-tiva, hasta propuestas de actualidad en lo que toca a salud pblica, medicina fami-liar, enfermera, educacin e investigacin en salud y seguridad del paciente, ade-ms de la publicacin del Consenso Mexicano de Cncer Mamario y el papel dela mujer en el ejercicio de la medicina.

    Cada uno de los libros que integran la coleccin Medicina de Excelencia esel resultado de la coordinacin de distinguidos mdicos mexicanos, lderes indis-cutibles en cada una de sus reas, y de la participacin de expertos que escribieroncon gran calidad y acierto cada uno de los captulos que integran esta excelentecoleccin que ponemos a su consideracin.

  • Colaboradores

    Acad. Dr. Hctor Aguirre GasMdico Cirujano, UNAM. Medicina Interna, Hospital General del Centro MdicoNacional, IMSS. Exdirector del Hospital de Especialidades del Centro MdicoNacional Siglo XXI, IMSS. Excoordinador de Unidades Mdicas, IMSS.Miembro Titular de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C. Secretario del Co-mit Normativo Nacional de Consejos de Especialidades Mdicas. Integrante dela Comisin de Seguridad del Paciente de la Academia Mexicana de Ciruga.Captulo 5Dra. Enriqueta Barido MunguaMdico Cirujano, UNAM. Cirujano General, Instituto Nacional de Ciencias M-dicas y Nutricin Salvador Zubirn. Cirujana del Servicio de Gastrociruga,Hospital de Especialidades, Centro Mdico Nacional Siglo XXI, IMSS. Inves-tigadora en la Unidad de Investigacin en Epidemiologa Hospitalaria, Coordi-nacin de Investigacin, IMSS. Integrante de la Comisin de Seguridad del Pa-ciente de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulos 1, 3Dra. Lilia Cote EstradaMdico Cirujano, UNAM. Cirujano General, Centro Mdico La Raza, IMSS.Maestra en Instituciones de Salud, Universidad La Salle. Especialidad en Dere-cho Administrativo, UNAM. Diplomados en Alta Direccin (Instituto Tecnol-gico de Monterrey), Gerencia Hospitalaria (Centro Interamericano de SeguridadSocial), Polticas Pblicas en Salud y Seguridad Social (Instituto de Administra-

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  • XII (Colaboradores)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    cin Pblica). Auditor Lder ISO 90002001. Asesor Unidad de Atencin Mdi-ca. Asesor Mdico, Direccin de Prestaciones Mdicas, IMSS. Integrante de laComisin de Seguridad del Paciente de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulos 1, 3, 4

    Dra. Rosa Mara Guzmn AguilarCirujano General. Asociacin Mexicana de Ciruga General. Asociacin Mexi-cana de Ciruga Endoscpica. Certificada por el Consejo Mexicano de CirugaGeneral. Cirujano General, Hospital de Infectologa del CMR, IMSS. Integrantede la Comisin de Seguridad del Paciente de la Academia Mexicana de Ciruga,A. C.Captulo 2

    Lic. en Enf. Pilar Nez MuriasLicenciada en Enfermera y Obstetricia, ENEOUNAM. Certificada en el Pro-grama CINELO por la Universidad de Valparaso, Chile. Certificacin Tcnicapor el Consejo de Central de Equipos de EUA (CBSPD). Certificada en el Progra-ma Estril U Latinoamrica. Universidad Andrs Bello de Chile. Miembro dela Asociacin Mexicana para el Estudio de las Infecciones Nosocomiales(AMEIN), Mxico; Infusion Nurses Society (INS), EUA. Asesor Tcnico Exter-no Especializado en Terapia de Infusin de la Comisin Permanente de Enferme-ra del Gobierno Federal, Mxico. Integrante de la Comisin de Seguridad delPaciente de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulos 3, 4

    Dr. Jorge Alfonso Prez Castro y VzquezMdico Cirujano, UNAM. Cirujano General, Centro Mdico Nacional, IMSS,UNAM. Miembro de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C., del Colegio Ame-ricano de Cirujanos y de las Asociaciones Mexicana de Ciruga General, Mexica-na de Ciruga Endoscpica y Mexicana de Gastroenterologa. Certificado por elConsejo Mexicano de Ciruga General y Gastroenterologa. Diplomados en Do-cencia, UNAM, y Alta Direccin en Servicios de Salud, ITAM. SubcomisionadoMdico CONAMED. Coordinador de la Comisin de Seguridad del Paciente dela Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulos 2, 3

    Mtra. Vernica Ramos TerrazasLicenciada en Relaciones Comerciales, Tecnolgico de Chihuahua. Maestra enResponsabilidad Social, Universidad Anhuac. Vicepresidente Operativa de laFundacin Academia Aesculap. Especialista en programas de capacitacin enequipos mdicos. Integrante de la Comisin de Seguridad del Paciente de la Aca-demia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulo 5

  • XIIIColaboradores

    Dra. Odet Sarabia GonzlezMdico Cirujano, Universidad La Salle, Mxico. Maestra en Administracin deSistemas de Salud, Facultad de Contadura y Administracin, UNAM, Mxico.Presidente de la Sociedad Mexicana de Calidad de Atencin a la Salud, A. C.(SOMECASA). Directora de Calidad del Instituto de Ciencias Mdicas y Nutri-cin Salvador Zubirn. Integrante de la Comisin de Seguridad del Pacientede la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulo 1Dr. David Valdez MndezMdico Cirujano, UNAM. Cirujano General, Hospital General Manuel GeaGonzlez, SS. Maestra en Alta Direccin MEDEX IPADE. Miembro de la Aso-ciacin Mexicana de Ciruga General y de la Asociacin Mexicana de CirugaEndoscpica. Certificado por el Consejo Mexicano de Ciruga General. DirectorMdico del Hospital San ngel Inn Chapultepec. Integrante de la Comisin deSeguridad del Paciente de la Academia Mexicana de Ciruga, A. C.Captulos 3, 4

  • XIV (Colaboradores)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

  • Contenido

    Introduccin XVII. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge Alfonso Prez Castro y Vzquez

    1. Evolucin de la seguridad del paciente en la atencin de lasalud y Mxico en el contexto mundial 1. . . . . . . . . . . . . . . . . . Lilia Cote Estrada, Odet Sarabia Gonzlez,Enriqueta Barido Mungua

    2. Matriz de riesgo 17. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Jorge A. Prez Castro y Vzquez, Rosa Mara Guzmn Aguilar

    3. Anlisis de causaefecto 29. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pilar Nez Murias, Enriqueta Barido Mungua,David Valdez Mndez, Lilia Cote Estrada,Jorge A. Prez Castro y Vzquez

    4. Lneas de mejora 65. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . David Valdez Mndez, Lilia Cote Estrada, Pilar Nez Murias

    5. Glosario 87. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Hctor Aguirre Gas, Vernica Ramos Terrazas

    XV

  • XVI (Contenido)Principios de anestesiologa y algologa para mdicos...

  • IntroduccinJorge Alfonso Prez Castro y Vzquez

    Si bien los avances cientficos y tecnolgicos han significado un gran beneficiopara la salud de la poblacin, el riesgo de ocasionar dao a los pacientes duranteel proceso de atencin mdica es cada vez ms evidente. De acuerdo a las estima-ciones realizadas en el informe del Instituto de Medicina de Estados Unidos(IOM): To err is human, publicado en 2001, entre 44 000 y 98 0001 estadouni-denses fallecen cada ao debido a errores prevenibles en el proceso de atencina la salud, cifra superior a la ocasionada por problemas como los tumores demama, los accidentes de trfico o la infeccin por el VIH; el informe fue detona-dor de cambios importantes a nivel internacional para mejorar la seguridad delpaciente y reducir los riesgos asistenciales, as como de mltiples estudios en va-rios pases dirigidos a estimar la magnitud del problema.

    Entre los diferentes estudios realizados, la prevalencia de eventos adversos enpacientes hospitalizados vara entre 3.2 y 16.6%. El Estudio Iberoamericano deEventos Adversos (IBEAS), realizado en cinco pases de Latinoamrica, inclu-yendo Mxico, report una prevalencia de 10.5%,2 cifra muy cercana al prome-dio mundial de 10%. Los puntos rojos encontrados en el IBEAS son las infeccio-nes nosocomiales y los eventos adversos relacionados con los procedimientos,ambos en estrecha relacin con el quehacer diario de la atencin quirrgica.

    Investigaciones y estudios sociolgicos y psicolgicos constatan que el errores inherente a la condicin humana; es inevitable que se cometan errores, ni losprofesionales ms experimentados estn libres de perpetrarlos. Lo que es evitablees que el error siga su curso y el accidente o dao al paciente ocurra; esto puedelograrse detectado los riesgos de que se presente un evento adverso y contenerlos

    XVII

  • XVIII (Introduccin)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    a travs de sistemas redundantes que eviten que se traduzcan en dao a los pacien-tes.3

    Un aspecto fundamental en materia de seguridad es cmo prevenir el dao alos pacientes durante su tratamiento y cuidado.

    El aprendizaje de los errores, fallas, cuasi fallas y cuasi errores, para evitar quese presenten de nuevo, fortalece los sistemas de salud.

    Se tiene conocimiento de que la mayor parte de los problemas no son slo unaserie de azar sin conexin o eventos aislados; se reconoce que los errores en elproceso de atencin a la salud son provocados por la debilidad de los sistemas,y muchas veces tienen causas comunes que pueden ser generalizadas y corregi-das. Aunque cada evento es nico, al analizar los distintos tipos de eventos adver-sos se han encontrado patrones que se traducen en factores de riesgo que una vezidentificados permiten su deteccin y prevencin.

    Ante este panorama, la Academia Mexicana de Ciruga y la Fundacin Acade-mia Aesculap Mxico, en colaboracin con el Consejo de Salubridad General yotras instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la Se-cretara de Salud, la Asociacin Mexicana de Ciruga General (AMCG) y la So-ciedad Mexicana de Calidad (SOMECASA), han considerado la convenienciade contar con herramientas de trabajo que permitan en una forma rpida, peroconsistente, analizar las posibles causas de los eventos, establecer lneas de mejo-ra y priorizar su ejecucin de acuerdo a la gravedad de los eventos y su frecuenciade presentacin. Por otro lado, tambin se ha incluido un glosario de trminosen materia de seguridad del paciente con la finalidad de homologar criterios yfacilitar el lenguaje en esta materia.

    REFERENCIAS

    1. Kohn LT, Corrigan JM, Donaldson MS: To err is human: building a safer health system.National Academy Press, 2000.

    2. Aranaz J, Aibar C, Amarilla A, Restrepo R, Urroz O et al.: Estudio IBEAS: prevalenciade efectos adversos en hospitales de Latinoamrica. Ministerio de Sanidad y Poltica Socialde Espaa, Organizacin Mundial de la Salud, 2009.

    3. Ruelas E, Sarabia O, Tovar W: Seguridad del paciente hospitalizado. Mdica Panamerica-na, Instituto Nacional de Salud Pblica, 2007:15.

  • Agradecimientos

    ACADEMIA MEXICANA DE CIRUGA

    Dr. Alejandro Reyes FuentesPresidenteDr. Francisco P. Navarro ReynosoVicepresidenteDr. Felipe Cruz VegaSecretario

    COMISIN DE SEGURIDAD DEL PACIENTE (20102011)

    Dr. Jorge A. Prez Castro y VzquezDra. Enriqueta Barido MurguaDr. Toms Barrientos FortesDr. Rafael Contreras Ruiz VelascoDra. Lilia Cote EstradaDra. Rosa Mara Guzmn AguilarMtra. Mara Concepcin Hernndez SnchezLic. en Enf. Guadalupe Ibarra CastaedaDr. Bernardo Medina PortilloLic. en Enf. Pilar Nez Murias

    XIX

  • XX (Agradecimientos)Herramientas que apoyan la seguridad del...

    Lic. en Enf. Carolina Ortega VargasDra. Odet Sarabia GonzlezDr. David Valdez MndezMtra. Vernica Ramos TerrazasMtra. Cynthia Corona Barbar

    Cabe destacar el apoyo recibido para la realizacin de esta obra de:

    Acad. Dr. Jorge Elas DibAcad. Dr. Jos Antonio Carrasco RojasAcad. Dr. Francisco Javier Ochoa CarrilloAcad. Dr. Miguel Abdo FrancisAcad. Dr. Jess Tapia Jurado

  • Edito

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    1Evolucin de la seguridad del pacienteen la atencin de la salud y Mxico en

    el contexto mundialLilia Cote Estrada, Odet Sarabia Gonzlez, Enriqueta Barido Mungua

    La medicina actual enfrenta retos sin precedentes generados, por un lado, por loscambios epidemiolgicos y demogrficos, y por el otro por el gran costo financie-ro y social que esto representa. Es un hecho que los grandes avances tecnolgicospermiten mayor precisin diagnstica y efectividad teraputica, con una mayortendencia a la mnima invasin; sin embargo, pese a todo ello, existen riesgosasociados con la atencin mdica, los cuales pueden desencadenar eventos ad-versos con consecuencias graves.

    No es posible soslayar que el acto mdico por s mismo es complejo con innu-merables variables, condicin que genera riesgos y vulnerabilidad.

    La preocupacin por la seguridad del paciente no es un tema nuevo, ya que losprimeros estudios datan de 1950, aunque en su momento no atrajeron la atencinde forma significativa; lo cierto es que en la ltima dcada ha sucedido lo contra-rio; desde que el Instituto de Medicina (IOM) en EUA publicara en 1999 el infor-me To Err is Human: Building a Safer Health System, su contenido tuvo gran im-pacto en la sociedad y en la comunidad mdica al sealar que la mortalidad depacientes hospitalizados por errores mdicos oscilaba entre 44 000 y 98 000 porao, por arriba de accidentes automovilsticos, cncer de mama o SIDA.

    Este estudio fue producto del proyecto denominado Quality of Health Care inAmerica, cuyo objetivo era desarrollar una estrategia que diera lugar a una mejorasignificativa en la calidad en el sistema de salud de EUA a lo largo de la siguientedcada. Los eventos adversos se detectaron en 4% de los pacientes hospitaliza-dos, de los cuales 70% provocaban incapacidad temporal, y 14% de los inciden-tes eran mortales.

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  • 2 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    A partir de entonces no slo se revisaron de manera retrospectiva los estudiosprevios, sino adems se dio gran impulso a los trabajos relacionados con el tema.

    El primer estudio publicado que cumpli con la metodologa adecuada fue rea-lizado en 1984 en Nueva York (Harvard Medical Practice Study); sus caracters-ticas le dieron la validez suficiente para ser reconocido como modelo. En estetrabajo la incidencia de eventos adversos (EA) fue de 3.8%; en 70% de estos pa-cientes se produjo discapacidad leve o transitoria, en 3% fue permanente y en14% se provoc la muerte. El objetivo de la revisin era sobre todo establecer elgrado de negligencia de estos EA. Las reas ms afectadas fueron ciruga y proce-dimientos diagnsticos y teraputicos, y entre ellos las reacciones a los medica-mentos (19%), seguidas de las infecciones de herida quirrgica (14%) y de lascomplicaciones tcnicas (13%), fueron los ms frecuentes. Es importante subra-yar que 58% de los EA se consideraron prevenibles.

    En 1992 un estudio similar en Utah y Colorado demostr una incidencia anualde eventos adversos de 2.9% en la revisin de 15 000 expedientes; por su parte,el estudio del Sistema Australiano de Salud revel una tasa de EA de 16.6%; eneste caso la investigacin fue realizada en 28 hospitales, y 51% de estos EA eranprevenibles.

    Los sucesos altamente evitables se asociaron a los de mayor discapacidad.Adems de las consecuencias relacionadas con el posible dao a la salud del pa-ciente, la inconformidad o el rechazo del resultado produjo una demanda por valegal con las consecuencias jurdicas que cada caso implica.13

    Estos informes dieron la pauta para que, despus de observar hallazgos seme-jantes, en el Reino Unido se iniciara una poltica de identificacin y reduccinde errores mdicos. As, tras la publicacin de Una organizacin con memoriadel Servicio Nacional de Salud (NHS), se ha puesto en marcha un plan de gobier-no con el objetivo de promover la seguridad del paciente, el cual queda incluidoen el programa Construyendo un Sistema Seguro; ste se ha beneficiado de inter-cambios entre representantes del Reino Unido, Australia y EUA, y entre otras ini-ciativas ha conducido a la creacin de un sistema obligatorio para notificar loseventos adversos y las complicaciones derivadas de la asistencia sanitaria, ges-tionado por un organismo de reciente creacin, la Agencia Nacional para la Segu-ridad del Paciente.

    En Espaa la seguridad del paciente tambin es una poltica prioritaria; el Mi-nisterio de Sanidad desarrolla desde 2005 una poltica social que contiene comoobjetivos:

    1. Promover y desarrollar el conocimiento y la cultura de seguridad del pa-ciente entre los profesionales en cualquier nivel de atencin sanitaria, inclu-yendo la difusin de los proyectos desarrollados, entre ellos el estudioENEAS, formacin de los profesionales y promocin de la investigacin.

  • 3Evolucin de la seguridad del paciente en la atencin de la salud...

    Edito

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    2. Disear y establecer sistemas para la comunicacin de los incidentes rela-cionados con la seguridad del paciente.

    3. Promover la implantacin de prcticas seguras en los centros sanitarios delSistema Nacional de Salud.

    4. Facilitar la participacin de pacientes y ciudadanos.4

    En Latinoamrica el estudio IBEAS, desarrollado en cinco pases (Mxico, Per,Argentina, Costa Rica y Colombia), incluy una muestra de 11 555 pacientes ing-resados en 58 hospitales; seala que la incidencia de los eventos adversos fue de11.85% y la de evitarlos de 65%. Los EA estaban relacionados con los cuidadosen 13.27%, con el uso de medicacin en 8.23%, con infecciones nosocomialesen 37.14%, con algn procedimiento en 28.69% y con el diagnstico en 6.15%.

    En 62.9% de los EA aumentaron los das de estancia con una media de 16.1das, y en 18.2% motivaron el reingreso.5 Finalmente, Herrera y su grupo, en elInstituto Nacional de Enfermedades Respiratorias en Mxico, publica una fre-cuencia de 9.1% de eventos adversos; 17% de los enfermos tuvieron incapacidadtransitoria, 52% prolongaron su estancia hospitalaria y 26% tuvieron un EA quecontribuy a su fallecimiento.5

    Un comn denominador en todos los estudios es el alto porcentaje de los even-tos adversos prevenibles (cuadro 11).

    En promedio, uno de cada diez pacientes hospitalizados sufre alguna forma dedao evitable que puede provocar discapacidades graves o incluso la muerte.

    Vale la pena revisar de forma breve los eventos adversos ms frecuentes: enEUA, de 5 a 10% de los pacientes que ingresan a hospitalizacin adquieren infec-ciones, lo cual genera un costo de 7 a 8.2 billones por ao. La prevalencia de in-feccin en sitio quirrgico (ISQ) en ese pas es de alrededor de 2%; esta complica-

    Cuadro 11. Principales estudios y resultados obtenidos de eventos adversosEstudio Autor y ao N hos-

    pitalesN pa-

    cientesEventos ad-versos (%)

    Eventos adver-sos evitables (%)

    EUA, Estudio Harvard Brennan 1984 51 30 195 3.8 27.6EUA, Estudio UTCOS Thomas 1992 28 14 565 2.9 27.4 a 32.6Australia, Estudio

    QACHCSWilson 1992 28 14 179 16.6 51.2

    Reino Unido Vincent 1999 2 1 014 11.7 48.0Dinamarca Schioler 2002 17 1 097 9.0 40.4Nueva Zelanda Davis 1998 13 6 579 11.3 37.0Canad Baker 2002 20 372 7.5 36.9Espaa Aranaz 2005 24 5 624 9.3 42.6

    Tomado de: www.portalcecova.es/.../pacientes/alianza_mundial_seguridad_paciente. 20 de juliode 2010.

  • 4 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    cin aumenta los das de estancia, el promedio de readmisiones y la mortalidad;es un hecho que el costo se ve en esencia incrementado. En los pases en desarro-llo la incidencia es mayor; el reporte de tres estudios denota los siguientes porcen-tajes en Mxico: 10.9, 12 y 26.7%.

    Algunos elementos condicionantes son inadecuada descontaminacin, inco-rrecta seleccin o duracin de antibiticos profilcticos; se considera que de 40a 60% de las ISQ pueden ser prevenidas con la administracin de la profilaxis.6

    Uno de cada cuatro pacientes en cuidados intensivos adquiere infecciones du-rante su estancia en el hospital, y se estima que esta cifra se puede duplicar en lospases en desarrollo, alcanzando cifras de 25 a 40%.7,8

    La enfermedad tromboemblica es la principal causa de morbilidad y mortali-dad en el posoperatorio; en especial, los pacientes de ciruga ortopdica y abdo-minal son considerados de alto riesgo.

    La mayora de los pacientes hospitalizados tienen uno o ms factores de riesgopara tromboembolismo venoso. El uso de tromboprofilaxis est sustentado enevidencias cientficas; sin esta teraputica la incidencia de trombosis venosa pro-funda es de 10 a 40% en pacientes a quienes se les realiza ciruga general, y de40 a 60% en quienes se les practica ciruga ortopdica mayor, existiendo alta pro-babilidad de un desenlace fatal por tromboembolia pulmonar; cerca de 10% delas muertes hospitalarias son atribuidas a esta causa.

    Las cadas de los pacientes son la causa ms comn de eventos adversos repor-tada en quienes se encuentran hospitalizados; generan lesiones en diferente magni-tud, como estancia prolongada; sus consecuencias no slo incluyen los aspectosclnicos, sino un gran nmero de demandas legales. Una de las complicacionesms serias de las cadas es la fractura de cadera, y ocurre por lo comn en los pa-cientes ancianos. Se presentan en dos de cada cinco eventos adversos y represen-tan en promedio 9 200 euros por ao para un hospital de 800 camas. El promediogeneral es de 4.8 a 8.4 cadas por 1 000 pacientes, y se estima que 30% de los pa-cientes sufren lesiones.

    Las lceras de decbito son otro evento adverso frecuente; los factores de ries-go incluyen inmovilidad, friccin, incontinencia, alteraciones cognitivas y defi-ciente estado nutricional, entre otros. En EUA entre 1990 y 2001 fueron reporta-dos como causa de muerte de 114 380 personas por este motivo, y en general laprevalencia es de 3.79 por 100 000 personas; se estima que en pases en desarro-llo es de 10.1 a 14.8%. En el Reino Unido el costo es de casi 1.4 a 2.1 billonesde euros anuales, lo que representa 4% del total del gasto en salud en el ao 2000.9

    Mltiples estudios sealan al tratamiento quirrgico como una de las reasms afectadas. Los errores de ciruga y anestesia alcanzan cifras de 48%, los cua-les pueden ser prevenidos en 74%.

    Para conocer la magnitud del problema en esa rea es indispensable en primerlugar enfatizar que la ciruga es un componente esencial de la asistencia mdica

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    en todo el mundo desde hace ms de un siglo; la creciente incidencia de los trau-matismos, los cnceres y las enfermedades cardiovasculares lleva implcito el in-cremento progresivo del peso de la ciruga en los sistemas de salud; en segundolugar, tener presente la enorme demanda: se calcula que en todo el mundo se reali-zan cada ao 234 millones de operaciones de ciruga mayor, lo que equivale a unaoperacin por cada 25 personas.10

    En ocasiones la ciruga es la nica opcin para curar una enfermedad, paliarla sintomatologa o reducir la mortalidad; pese a todas las bondades que ofreceesta teraputica, siempre existen riesgos, los cuales se deben evitar o minimizar.

    En este sentido, an se reportan en pases desarrollados tasas de mortalidad ycomplicaciones de 0.4 a 0.8% y de 3 a 17%, respectivamente; a pesar del clculoms conservador, la cantidad de pacientes quirrgicos que presentan un resultadoadverso es muy alta.11

    Los servicios quirrgicos estn repartidos de manera inequitativa, ya que 75%de las operaciones de ciruga mayor se concentran en 30% de la poblacin mun-dial. A pesar del costoeficacia que puede tener la ciruga en cuanto al restableci-miento de la salud o incluso la preservacin de la vida, se ve afectado ante la faltade acceso a una atencin quirrgica de calidad y constituye un grave problemaa nivel global.12

    Se han comentado los objetivos y la magnitud del grupo de pacientes que re-quieren tratamiento quirrgico, y que la falta de seguridad de la atencin quirr-gica puede provocar daos considerables, lo cual tiene repercusiones importantesno slo a nivel individual, ya de por s grave, sino tambin en la salud pblica,por la afectacin en la credibilidad de los profesionales de la salud y la problem-tica financiera que genera. Aunque ya fueron explorados algunos datos, es posi-ble subrayar la problemtica con la siguiente informacin: en pases industriali-zados se han registrado complicaciones entre 3 y 16% de los procedimientosquirrgicos que requieren ingreso hospitalario; los estudios realizados en pasesen desarrollo sealan una mortalidad de 5 a 10% en operaciones de ciruga mayor.Al menos siete millones de pacientes se ven afectados por complicaciones quirr-gicas cada ao, de los que como mnimo un milln fallecen durante la operacino inmediatamente despus.13

    Entre los cinco datos relevantes sobre la seguridad del paciente destacan:

    Hasta 25% de los pacientes quirrgicos hospitalizados sufren complicacio-nes posoperatorias.

    La tasa bruta de mortalidad registrada tras la ciruga mayor es de 0.5 a 5%. En los pases industrializados casi la mitad de los eventos adversos en pa-

    cientes hospitalizados estn relacionados con la atencin quirrgica. El dao ocasionado por la ciruga se considera evitable al menos en la mitad

    de los casos.

  • 6 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    Los principios reconocidos de seguridad de la ciruga se aplican de formairregular, incluso en los entornos ms avanzados.

    Es trascendental identificar en lo general los eventos adversos en ciruga, y sobretodo reconocer que existen esfuerzos continuos para conocer a profundidad esteproblema. De una revisin de 427 reportes, 253 estuvieron relacionadas con cuasierrores, 174 con errores al inicio de la ciruga, 34 con el paciente incorrecto, 39con el procedimiento incorrecto y 298 con la ciruga en el lado incorrecto.9

    Del anlisis de quejas gestionadas en la Comisin Nacional de Arbitraje M-dico (enero a junio de 2007), 35% estuvieron relacionadas con el tratamiento qui-rrgico y contenan elementos de mala prctica; 71% de ellas correspondierona las especialidades de ciruga general y ginecologa.

    Del total de las quejas, en 47% no se produjo dao fsico, en 21% el dao fuetemporal, en 14% fue permanente y en 18% el paciente falleci.10

    La ciruga equvoca por error en el paciente, el sitio quirrgico y el procedi-miento, aunque siempre se ha considerado poco frecuente, es ms comn delo que se pudiera apreciar; en una revisin obtenida de varias fuentes (NationalPractitioner Data Bank y Closed Claims Database for Wrong Site Procedures)se detectaron de 1 300 a 2 700 casos al ao en EUA en 75 millones de cirugas,lo que es de cinco a diez veces ms de lo considerado como aceptable por los es-tndares de Six Sigma en la industria de la manufactura.11

    Es claro que esta circunstancia se presenta en las diferentes especialidades qui-rrgicas. En una encuesta de 138 reportes realizada a neurocirujanos, 25% admi-tieron realizar incisin en sitio incorrecto durante su carrera; cabe destacar que35% tenan ms de cinco aos de experiencia.12

    En la ciruga equvoca las variantes identificacin inadecuada del paciente,procedimiento, lado y parte incorrecta, deben ser eliminadas por completo, de talsuerte que han sido catalogadas como never events (nunca eventos); la ciruga enel lado incorrecto es la que prevalece en forma considerable en este grupo de posi-bilidades, y los procedimientos de las extremidades son los ms comunes hastaen 30%.

    Es un hecho que en la medida en que el paciente participe de manera activase evitar sustancialmente esta situacin. Ante la posibilidad de eliminar porcompleto esta equivocacin se ha propuesto que los hospitales se adhieran a unacultura de cero tolerancia para favorecer la seguridad del paciente quirrgico.13

    En los inicios de la dcada el estigma relacionado con los eventos adversos sefocalizaba en considerar que el responsable era el profesional que ejecutaba laaccin; posterior a esto ha prevalecido el modelo del queso suizo de Reason, elcual postula que, a pesar de que el error se materializa por el ejecutante, es pro-ducto de la falla del sistema, desde el aspecto organizacional hasta la falta de tra-bajo en equipo, ya que es el resultado de una concatenacin de eventos en la que

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    Cuadro 12. Causas por errores mdicosCausa Porcentaje

    Falla de juicio 31.8Relativo al sistema 15.1Estrs/agotamiento 13Falla de concentracin 13Fatiga 6.9Falta de conocimiento 4.5Otros 15.7

    intervienen las autoridades mdicas hospitalarias con los procesos de supervi-sin, las administrativas con disponibilidad de recursos, la participacin de todoslos profesionales de la salud e incluso el propio paciente.14,15

    Publicaciones recientes reconsideran esta postura, al menos desde la ptica in-dividual; en una encuesta realizada a 7 905 cirujanos (American College of Sur-geons), de la autoevaluacin de 700 cirujanos (8.9%), 70% reconocieron habercometido un error mdico mayor en los ltimos meses; consideran que el origenes individual antes que del sistema, relacionado con los factores sealados en elcuadro 12.

    Lo cierto es que se tiene que trabajar de manera intensiva para reducir el errordesde su perspectiva individual y del sistema.16,17

    Con base en los antecedentes ya comentados, la seguridad del paciente se haconvertido en una preocupacin prioritaria de los sistemas de salud cuyo propsi-to fundamental es evitar los riesgos innecesarios de accidentes y dao causadospor eventos adversos; por supuesto que es importante reconocer a la seguridadcomo un componente bsico e indispensable de la calidad de atencin mdica.

    Para obtener los mejores resultados en el terreno de la seguridad del pacientees necesario intervenir en los siguientes aspectos: transitar hacia una cultura dela seguridad a travs de la concientizacin con todo el personal de la salud, inclu-yendo pacientes y familiares; realizar un monitoreo permanente a travs de unsistema de registro adecuado, con la finalidad de identificar los eventos adversos,analizar las causas y reducir al mximo los riesgos y el nmero de los eventosadversos, siempre con un enfoque sistmico.

    En octubre de 2004 la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) cre la Alian-za Mundial para la Seguridad del Paciente en respuesta a la Resolucin 55.18 dela Asamblea Mundial de la Salud, en la que se instaba a la OMS y a los Estadosmiembros a prestar la mayor atencin posible al problema de la seguridad de lospacientes.

    La Alianza promueve la sensibilizacin y el compromiso poltico para mejorarla seguridad de la atencin, y apoya a los Estados miembros en la formulacin

  • 8 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    de polticas y prcticas para la seguridad de los pacientes. Cada ao la Alianzaorganiza programas que tratan aspectos sistmicos y tcnicos para mejorar la se-guridad de los pacientes en todo el mundo. Un elemento fundamental del trabajode la Alianza es la formulacin de retos mundiales.

    Primer reto: atencin limpia, atencin segura. Segundo reto: ciruga segura, salva vidas. Tercer reto: combate a la resistencia antimicrobiana.

    El primer reto est enfocado en la reduccin de las infecciones hospitalarias a tra-vs de medidas sencillas, como la higiene de manos, pero con excelentes resulta-dos si hay apego a esta recomendacin por parte de todos los profesionales de lasalud.

    Ciruga segura, salva vidas forma parte de los esfuerzos por reducir el nmerode muertes de origen quirrgico; constituye un movimiento que promueve un en-foque integral para mejorar la seguridad en ciruga. Con este propsito se han de-finido un conjunto bsico de normas de seguridad que puedan aplicarse en todoslos Estados miembros de la OMS. Para alcanzar este fin se reunieron grupos detrabajo compuestos por expertos internacionales que revisaron la bibliografa ylas experiencias de personal clnico de todo el mundo, y coincidieron en sealarcuatro reas en las que se podran realizar grandes progresos en materia de seguri-dad de la atencin quirrgica: prevencin de las infecciones de la herida quirrgi-ca, seguridad de la anestesia, seguridad de los equipos quirrgicos y medicin delos servicios quirrgicos, a partir de las siguientes lneas de accin:

    Proporcionar informacin a mdicos, administradores de hospitales y fun-cionarios de salud pblica sobre la importancia y las pautas de la seguridadde la ciruga en el mbito de la salud pblica.

    Definir un conjunto mnimo de medidas uniformes (estadsticas vitales qui-rrgicas) para la vigilancia nacional e internacional de la atencin quirr-gica.

    Identificar un conjunto sencillo de normas de seguridad de la ciruga quepuedan aplicarse en todos los pases y entornos, y que se recojan en una listade verificacin que se utilice en los quirfanos.

    Evaluar y difundir la lista de verificacin y las medidas de vigilancia, pri-mero en centros piloto de cada regin de la OMS y despus en los hospitalesde todo el mundo.1821

    Asimismo, los grupos de trabajo definieron 10 objetivos esenciales que todoequipo quirrgico debera alcanzar durante la atencin quirrgica.

    Estos objetivos se condensaron en una lista de verificacin utilizando los pun-tos clave para cerciorarse de que se cumplen las normas de seguridad; esta herra-

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    mienta permite en unos cuantos minutos subsanar alguna situacin que pudierahaberse pasado por alto.

    Esa lista, denominada Lista OMS de verificacin de la seguridad de la ciruga,est siendo evaluada en centros piloto para comprobar que es robusta, amplia-mente aplicable y capaz de mejorar la seguridad y la calidad de la atencin quirr-gica en diversos entornos. La experiencia adquirida en los centros piloto se apli-car en el marco del Segundo Reto Mundial por la Seguridad del Paciente cuandose fomente el uso de la lista de verificacin en los quirfanos de todo el mundo.

    En paralelo, las otras reas de la medicina con mayor riesgo han constituidoel ncleo de las Soluciones para la Seguridad del Paciente, un programa centralde la Alianza Mundial para la Seguridad del Paciente (OMS), fortaleciendo lasprcticas ptimas para reducir los riesgos a que se ven expuestos los pacientes.El programa intenta asegurar que las intervenciones y las medidas que hayan re-suelto problemas relacionados con la seguridad del paciente en algn lugar delmundo se difundan ampliamente de manera accesible para todos. La Joint Com-mission on Accreditation of Healthcare Organizations y la Joint Commission In-ternational fueron designadas oficialmente para desempear en conjunto la fun-cin de Centro Colaborador de la OMS sobre Soluciones para la Seguridad delPaciente en 2005. Estas soluciones se centran en los siguientes aspectos:

    1. Medicamentos de aspecto o nombre parecidos.2. Identificacin de pacientes.3. Comunicacin durante el traspaso de pacientes.4. Realizacin del procedimiento correcto en el lugar del cuerpo correcto.5. Control de las soluciones concentradas de electrlitos.6. Asegurar la precisin de la medicacin en las transiciones asistenciales.7. Evitar los errores de conexin de catteres y tubos.8. Usar una sola vez los dispositivos de inyeccin.9. Mejorar la higiene de las manos para prevenir las infecciones asociadas a

    la atencin de salud.

    Reconocer y dimensionar los efectos de este fenmeno han hecho posible disearestrategias dirigidas a reducir al mximo los riesgos. De manera inicial estas me-didas estn enfocadas en la implantacin de dos instrumentos: el protocolo uni-versal y la lista de verificacin.

    Protocolo universal es un estndar de calidad que la Joint Commission Inter-national difundi en 2002, apoyo indispensable para prevenir eventos adversosen ciruga.

    El diseo de este protocolo asegura la identificacin del paciente, el procedi-miento correcto y el sitio correcto con los tres componentes:

    Verificacin del proceso antes de la ciruga.

  • 10 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    Marcado quirrgico. Tiempo fuera (time out), inmediatamente antes de empezar la ciruga.

    Las dos primeras se realizan en el cuarto del paciente o en el rea de preparacinde ciruga en la que el paciente debe tener una participacin activa; sta es claveen la reduccin de riesgos y eventos adversos. La ltima es de inmediato antesde iniciar la ciruga.

    El protocolo universal tiene limitaciones, sobre todo si el equipo quirrgicolo realiza de forma mecnica sin analizar y profundizar en cada caso, o si el mar-cado es incorrecto; es necesario resaltar que ste no suple la responsabilidad delcirujano.

    Por otro lado, tambin debe tomarse en cuenta que entre 20 y 30% del origendel error en el sitio quirrgico es antes del ingreso del paciente al hospital, debidoa un mal registro en las notas mdicas, a la inadecuada identificacin de radiogra-fas u otros estudios diagnsticos o al registro de la carta de consentimiento bajoinformacin, circunstancias que confirman que la atencin de un paciente es unproceso integral; de ah la importancia de verificar el proceso antes de la ciruga.

    Respecto al marcado quirrgico, existen ciertas recomendaciones que permiti-rn otorgar mayor validez a esta accin:

    Evitar el marcado con X puede producir confusin. Realizarlo con tinta indeleble; en caso contrario, el marcado desaparecer

    o cambiara de sitio con el movimiento del paciente o por friccin entre lasextremidades.

    Efectuarlo en el sitio correcto por el cirujano tratante, de preferencia con susiniciales.

    Practicarlo antes de entrar a la sala de operaciones para contar con la partici-pacin activa del paciente.

    Tambin es sustancial conocer las posibles contraindicaciones:

    En prematuros, por el riesgo de que el tatuaje sea permanente. En superficies mucosas o dientes. En caso de rechazo por parte del paciente.

    El tiempo fuera es la ltima parte del protocolo universal; es la pausa quirrgica;se realiza en la sala de operaciones de inmediato antes de iniciar la ciruga. Enl se recapitulan la identificacin del paciente, el sitio de la ciruga y la planeacindel procedimiento.

    Algunas recomendaciones para que sea exitoso son:

    a. Puede ser realizado por cualquier miembro del equipo quirrgico, pero espreferible nombrar a alguien especfico.

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    b. Idealmente debe participar el paciente cuando an est despierto.c. Estandarizarse en cada institucin.d. Deben participar todos los miembros del equipo quirrgico.e. En el momento de realizarlo se suspender cualquier otra actividad para

    concentrar la atencin en esta actividad.f. Debe repetirse de manera intraoperatoria si se realiza algn procedimiento

    adicional en el mismo paciente.20,21

    Los datos expuestos antes relacionados con los eventos adversos en ciruga y sufrecuencia generaron el segundo reto, el cual pretende desarrollar la seguridaddel cuidado del paciente quirrgico en todo el mundo, definiendo los aspectoscentrales para incidir en ellos con base en estndares de seguridad, adems deconstruir un instrumento que cumpliera con los siguientes principios: sencillo,de amplia aplicabilidad y medible, condiciones que permitiran que su imple-mentacin fuera factible y exitosa.

    La atencin del paciente quirrgico es compleja y envuelve un sinnmero depasos, los cuales deben ser optimizados de manera individual en cada paciente.Con el fin de minimizar las complicaciones, con la participacin del equipo qui-rrgico se han desarrollado 10 objetivos como parte de la gua clnica:

    1. Intervenir al paciente correcto en el sitio correcto.2. Usar mtodos conocidos para prevenir dao con la administracin de anes-

    tsicos, mientras se protege al paciente del dolor.3. Reconocer y preparar de manera efectiva en caso de compromiso respira-

    torio.4. Reconocer y prepararse de manera efectiva en caso de grandes prdidas

    sanguneas.5. Evitar la induccin de alergias o reacciones adversas en pacientes que se

    sabe que tienen riesgo significativo.6. Usar de manera consistente mtodos para minimizar el riesgo de infeccio-

    nes quirrgicas.7. Prevenir la retencin inadvertida de instrumentos o gasas y compresas.8. Asegurar la correcta identificacin de todos los especmenes quirrgicos.9. Comunicar de manera efectiva e intercambiar informacin crtica para te-

    ner una conducta segura durante la operacin.10. Las autoridades hospitalarias y de los sistemas de salud establecern de ru-

    tina una supervisin para determinar en las reas quirrgicas la capacidad,el volumen y los resultados.22

    La lista de verificacin es un instrumento validado en la industria de la aviacincon excelentes resultados; permite analizar los puntos crticos desde antes de ini-ciar la intervencin quirrgica por todo el equipo quirrgico. Esta herramienta

  • 12 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    facilita explorar los puntos sealados por la Gua, y sigue siendo una forma rpidade corroborar los puntos centrales del procedimiento quirrgico, adems de redu-cir significativamente los riesgos. Est construida en tres fases, confirmando losdatos ms importantes a la entrada en la pausa quirrgica y a la salida de la salade operaciones, las cuales cubren los objetivos esenciales.2325

    La demostracin objetiva de los beneficios que se obtienen con la implementa-cin de la lista de verificacin son claros, ya que la utilizacin de este instrumentoha reducido de manera importante la morbimortalidad, las complicaciones de 11a 7.0%, las reintervenciones de 2.4 a 1.8% y la mortalidad de 1.5 a 0.9% (P =0.03).26

    La Academia Mexicana de Ciruga y la Fundacin Academia Aesculap, encolaboracin con el Consejo de Salubridad General, participan en el esfuerzoglobal a favor de la seguridad del paciente, proporcionando a la comunidad mdi-ca diferentes herramientas que promuevan el mejor desempeo, las buenas prc-ticas, reducir al mximo el riesgo en la atencin mdica, para fortalecer la seguri-dad del paciente y de los profesionales de la salud. Para conseguir este objetivose realiz una amplia revisin de la literatura; un anlisis comparativo de las prin-cipales aportaciones de los organismos internacionales seleccion aquellas en lasque por sus caractersticas existiera la mayor factibilidad de aplicar en el mediomexicano, y muestra en forma sencilla y prctica estos instrumentos que sean deapoyo en el ejercicio de una prctica mdica segura.

    MATRIZ DE RIESGOS

    Es una herramienta que permite priorizar, orientar y focalizar los riesgos, en don-de de una forma esquemtica se representa de manera clara la probabilidad deocurrencia y sus consecuencias, facilitando as la gestin y el control de riesgos.

    Para integrar de forma adecuada la matriz, adems de realizar un inventariode los riesgos se prioriza para despus realizar una gestin ordenada y sistemti-ca, lo cual permitir disear las medidas preventivas para reducir los eventos ad-versos. Entonces, lo que se pretende con el enfoque de la matriz es localizar y vi-sualizar los recursos de una organizacin que estn ms en peligro de sufrir undao por algn impacto negativo, para despus ser capaz de tomar las decisionesy medidas adecuadas para la superacin de las vulnerabilidades y la reduccinde las amenazas.

    ANLISIS CAUSAEFECTOEs un instrumento invaluable para el diagnstico de fallas; de esta manera es posi-ble evitar los errores.

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    Tiene su origen en la psicologa industrial y en el estudio de los factores huma-nos, consiste en una aproximacin de un anlisis retrospectivo. Es utilizado demanera amplia para investigar los accidentes industriales graves, como son losnucleares o los de la aviacin.

    La Joint Commission on Accreditation of Healthcare Organizations incorporaa partir de 1997 la necesidad de realizar el anlisis causa--raz en la investigacinde eventos centinela de los hospitales acreditados; seala que debe ser rigurosoy creble. Para ello es preciso identificar qu incidentes deberan investigarse, yrecopilar informacin; las fuentes principales deben ser el expediente clnico,protocolos, guas de prctica clnica, etc., y, en ocasiones, complementadas coninformacin obtenida de entrevistas con los profesionales de la salud y autorida-des hospitalarias.

    La Agencia Nacional de Seguridad del Paciente del Servicio Nacional de Sa-lud del Reino Unido (NHS--UK) ha desarrollado una gua para ayudar a sus orga-nizaciones y profesionales a mejorar la seguridad; entre los puntos est cmo usaruna tcnica de investigacin cronolgica en el anlisis causa--raz para examinarqu sucedi, cmo y por qu. Previamente se debe definir qu eventos adversose incidentes tienen que ser revisados. Esta tcnica es de ayuda para el conoci-miento de las causas reales de los problemas, y requiere una confirmacin de lashiptesis obtenidas, siempre que sea posible, para despus implantar las medidasde mejora tendientes a orientar la prevencin.27

    LNEAS DE MEJORA

    Despus de haber identificado el origen del evento adverso en todas sus dimen-siones se procede a la correlacin de las acciones que limitarn o evitarn los po-sibles riesgos en cada uno de los factores condicionantes.

    GLOSARIO DE TRMINOS

    Uno de los puntos de partida en materia de seguridad del paciente es tener un len-guaje nico; para que esto sea posible se requiere en primera instancia estandari-zar la terminologa con el propsito de tener un punto de partida adecuado, ya quea la fecha se ha desarrollado un metalenguaje, lo que en condiciones normalespodra tener una acepcin diferente para quien lo usa, dado que este riesgo existey que precisamente se trata de evitar confusin alguna y de que todos entiendany expresen lo mismo; se ha desarrollado un glosario de trminos frecuentes utili-

  • 14 (Captulo 1)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    zados dentro de la aplicacin de la seguridad del paciente a cargo de la OMS,como parte fundamental en el establecimiento de cualquier programa o proyectode seguridad del paciente, hecho que no slo sucede en el idioma espaol, sinoen todos los idiomas.28

    Pese a todos estos esfuerzos y a los avances obtenidos en materia de seguridaddel paciente, es un hecho que an hay tareas pendientes, incluso desde el puntode partida, situacin que obliga al clnico a trabajar y asumir las lecciones apren-didas. La terminologa tiene an gran variabilidad, situacin que limita el enfo-que sistmico y sistemtico, y con ello la opcin real de mejora.

    Entonces, la taxonoma, entendida como la clasificacin o jerarquizacin enmateria de terminologa, sirve para armonizar los conceptos, principios, normasy trminos utilizados para trabajar sobre el tema.

    En 2003 el Instituto de Medicina public el reporte Patient Safety: Archivinga New Standard of Care, en el cual se recomienda la estandarizacin y el mejormanejo de la informacin en la seguridad del paciente.29

    La uniformidad en el lenguaje permite un buen registro, monitoreo perma-nente con mediciones fidedignas, ya que las variaciones entorpecen los esfuerzospara extraer enseanzas de los datos disponibles; el establecimiento de una taxo-noma de la seguridad del paciente busca desarrollar un sistema aceptado interna-cionalmente para clasificar la informacin en seguridad del paciente y promoverun aprendizaje ms efectivo.

    Al realizar un recuento final de las condiciones actuales es imperativo recono-cer que existen miles de personas daadas o que mueren a consecuencia de erro-res mdicos y eventos adversos cada ao, pese al trabajo intenso, competente ybien intencionado de los profesionales de la salud; tampoco se puede soslayar queel rea de trabajo es de gran complejidad y riesgo.

    Los lderes de la seguridad del paciente han sealado la necesidad de que lossistemas de salud tengan como objetivo estratgico la prevencin del error, y almismo tiempo reconocen la importancia de transformar la cultura tradicional dela atencin mdica para actuar como catalizadores en el desarrollo de una culturade la calidad y la seguridad.30,31

    En el mismo sentido, los sistemas deben redisear los aspectos sustantivos enla identificacin y notificacin de errores, y transitar de la cultura de la culpa ala de la responsabilidad en una organizacin que aprende.

    Una propuesta interesante es el modelo de la Cultura Justa, la cual debe estaracorde a tres tipos de conducta que deben ser considerados al revisar las accionesdel profesional de la salud cuando se produce un evento adverso:

    S Una simple equivocacin.S Conducta que toma riesgos.S Conducta temeraria.

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    En el primer caso se analiza la distraccin, en el segundo se requiere guiar o limi-tar para evitar los riesgos y en el tercero debe tener consecuencias administrati-vas.

    Por ltimo, se debe considerar que cualquier accin a favor de la seguridad delpaciente no cubre en su totalidad el objetivo mientras no exista la participacinactiva de los pacientes, condicin que ya se ha iniciado en Mxico en forma ais-lada, y que sin duda ser uno de los prximos retos en el establecimiento de lacultura de la seguridad del paciente.

    REFERENCIAS

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  • EditorialAlfil.Fotocopiarsinautorizacines

    undelito.

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    2Matriz de riesgo

    Jorge Alfonso Prez Castro y Vzquez, Rosa Mara Guzmn Aguilar

    Existe una conciencia creciente de que las intervenciones, el conocimiento y laexperiencia utilizados para mejorar la seguridad en la industria pueden ayudar alSector Salud a comprender cmo abordar incidentes y riesgos similares. Una se-rie de herramientas utilizadas en la actualidad en la industria que permiten identi-ficar fallos potenciales estn siendo ahora empleadas en la asistencia para la sa-lud.

    El riesgo, el peligro y la incertidumbre son hechos asociados a la vida e insepa-rables de la prctica clnica y la atencin mdica. En trminos de salud, el riesgose define como la probabilidad de que ocurra un suceso, por lo general desfavora-ble (enfermedad, muerte, etc.), o un factor que incremente tal probabilidad.1

    El control de riesgos reduce la incertidumbre, permite establecer una estructu-ra organizativa para identificar, analizar y reducir riesgos que pueden comprome-ter la misin y la visin de las unidades de atencin para la salud. Por otro lado,convertir la incertidumbre en riesgo es aplicar la ciencia probabilstica a la tomade decisiones.

    Los riesgos son mltiples y, con frecuencia, se controlan de forma asincrnicay sin disponer de la informacin que los engloba. Cuando se habla de riesgo clni-co se hace referencia al concerniente a los pacientes, y es una combinacin de trestipos de riesgo interdependientes:

    1. El riesgo inherente al paciente en s mismo, relacionado con el proceso quepadece y que, a su vez, puede estar condicionado por factores como la edad,la comorbilidad, el nivel educativo u otros.

    17

  • 18 (Captulo 2)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    2. El relacionado con las decisiones mdicas sobre las estrategias preventivas,diagnsticas y teraputicas.

    3. El ocasionado por aplicacin de stas y los cuidados recibidos.

    Asimismo, el anlisis del riesgo incluye los siguientes parmetros:

    a. Frecuencia, que se refiere a la probabilidad de aparicin.b. Trascendencia, es decir, la gravedad clnica, el impacto econmico, las re-

    percusiones o todas ellas.c. Evitabilidad, relacionada con la posibilidad de ser prevenido.2

    El control de cualquier tipo de riesgo se realiza a travs de las siguientes etapas:

    S Identificacin del riesgo, que incluye las actuaciones destinadas a identifi-car todas las fuentes y factores generadores de riesgo en las unidades hospi-talarias e intenta dar respuesta a las siguientes cuestiones: qu ha salidomal?, qu puede ir mal?, si algo sale mal, qu puede ocurrir?

    S Anlisis del riesgo, que comprende todas las actuaciones para valorar la fre-cuencia, la trascendencia y la evitabilidad del riesgo, as como las opcionesposibles de actuacin. Su finalidad es responder a las siguientes preguntas:cul es el riesgo con mayor trascendencia en mi unidad?, qu riesgos soncontrolables?, qu riesgos podemos erradicar?, por dnde empezar a ac-tuar?

    S Elaboracin de planes de control, fase que incluye las actuaciones realiza-das para eliminar, reducir y mitigar los riesgos y, en caso necesario, contro-larlos. Su fin es responder a la siguiente pregunta: qu puede y debe hacer-se para evitar daos y consecuencias de los riesgos?

    Existen diversos sistemas de puntuacin para priorizar tanto gravedad como po-tencial y probabilidad de ocurrencia de eventos, con base en escalas y definicio-nes organizadas, denominadas matriz de evaluacin de riesgo.

    La Fundacin para la Seguridad del Paciente de Australia utiliza criterios ex-plcitos para evaluar el grado de riesgo, reflejados en una matriz de la gravedadde los resultados contra la probabilidad de su recurrencia.3,4

    La Agencia para la Investigacin de Salud y Calidad de EUA (AHRQ) ha indi-cado que la escala de evaluacin del riesgo se debe incluir en su Red de Seguridaddel Paciente; algo similar sucede con Canad.5--7

    La evaluacin integrada del riesgo permite tener una visin general de su capa-cidad de control del riesgo, planifica y establece procedimientos, y perfeccionaprcticas para hacerlas ms seguras y ms aceptables. Esta conciencia crecientede conocer, comprender, abordar y prevenir riesgos ha conducido a la utilizacinde la evaluacin probabilstica del riesgo (EPR), que examina incidentes y sus

  • 19Matriz de riesgo

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    factores concurrentes, y determina la posibilidad de que suceda el evento, lo queimplica una mezcla de cuantificacin de riesgos y valoracin para identificar fa-llas potenciales.8--10

    Una serie de herramientas utilizadas en la actualidad en la industria que permi-ten identificar fallos potenciales estn siendo ahora empleadas en la asistenciapara la salud. Incluyen evaluacin de la probabilidad del riesgo, matriz de riesgo,modalidades de fallos, anlisis de efectos y lista de control de evaluacin delriesgo.

    Una herramienta por lo comn utilizada en evaluacin del riesgo es una matrizde riesgo (MR). Se emplea para identificar riesgos en relacin con su probabili-dad de incidencia y la gravedad del impacto combinando juicios con anlisis nu-mricos. Una matriz de riesgo puede utilizarse para valorar incidentes de seguri-dad del paciente que ya han sucedido, aquellos que hayan sido evitados y riesgospotenciales. Se recomienda su empleo por el personal clnico y directivo juntocon la evaluacin de incidentes y riesgos locales. Lo fundamental es que la MRse traduce en menos sorpresas, al proporcionar evidencia de las reas clave deriesgo y conducir, por tanto, al establecimiento de prioridades en la actividad demejora y control del riesgo. Asimismo, coadyuva a garantizar que las leccionesson aprendidas sin tener que sufrir una crisis o un incidente grave y, por ltimo,permite a las organizaciones de atencin mdica dirigir sus limitados recursos demanera ms eficaz.

    Una vez que se ha identificado un riesgo la matriz se utiliza para estimar lasposibilidades de que suceda o se repita un incidente, teniendo en cuenta las medi-das establecidas para prevenirlo. Las posibilidades estn consideradas desde alta-mente improbables hasta muy probables, ayudando a los sistemas de salud a plan-tearse vas para reducir an ms el riesgo. Por tanto, la matriz es utilizada paraevaluar las consecuencias reales o potenciales del riesgo para los pacientes. Losincidentes que no tienen impacto en pacientes son registrados como no perjudi-ciales o de bajo riesgo, y los incidentes ms graves que en potencia podrancausar la muerte son considerados de alto riesgo.

    La MR permite asignar prioridad puntuando o considerando qu probabilidadexiste de que suceda determinada modalidad de falla, si la modalidad de fallo su-cede, qu probabilidad hay de que la falla sea detectada?, y si la falla sucede,qu probabilidad hay de que se produzca dao?

    Los beneficios que ofrece la elaboracin de una matriz de riesgos incluye, paralos usuarios, una mejor calidad de atencin; para los profesionales, un incremen-to de la seguridad en su actuacin y mayor tranquilidad en su desempeo; y paralas unidades de atencin para la salud, un mayor rigor en el control de sus propiasresponsabilidad y una disminucin del costo.

    Las consideraciones tomadas en cuenta para la eleccin de esta matriz de ries-go implican ser sencilla para utilizar y comprender, ser una gua clara, contener

  • 20 (Captulo 2)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    campos de probabilidades consecuentes que cubren el espectro de los mbitos deconsecuencias y tener una descripcin y una definicin explcitas.

    Asimismo, incluye un equilibrio del anlisis, es decir no se concentra en si su-ceden con mucha ms frecuencia, y que si son notificados podrn evitarse inci-dentes mucho ms graves.11--13

    En el caso del grupo de trabajo de la Academia Mexicana de Ciruga y la Fun-dacin Academia Aesculap se consider que, dados los antecedentes referidos,era conveniente contar con una herramienta de trabajo que permitiese en una for-ma rpida pero consistente, y con la viveza de los colores en semforo que sonuna marca universal, establecer el nivel de atencin, prioridad de las medidasy vigilancia de un evento adverso.

    A diferencia de algunas de las tablas de riesgo sealadas con anterioridad, tam-bin se ha considerado que la prioridad de atencin y vigilancia no slo se debeestablecer en funcin de la ocurrencia o causalidad, sino tambin por la posibili-dad de que se presente el problema mayor exposicin al riesgo o nmero deveces en que se efecta dicho procedimiento, es decir, por la frecuencia conque se est exponiendo al riesgo, lo cual, si bien podra en el caso figurado noproducir dao grave, por su frecuencia s alterara el funcionamiento del sistemade salud.14--18

    Existen mltiples opciones de construccin de una matriz o tabla de identifica-cin de riesgos, que van desde las ms simples utilizando dos opciones de lo per-mitido y lo no permitido verde y rojo, o bien de riesgo o no de riesgo, hastaalgunas ms complejas con inclusin de valores numricos en cada una de las ca-sillas que las componen; estas posibilidades se aplican de acuerdo a las necesida-des de las organizaciones (figura 2--1).

    En este caso, que es de los ms usados, se puede utilizar en el eje de las Yhorizontales la frecuencia y en el eje de la X verticales la gravedaddel dao, con lo que se puede ya integrar una tercera opcin como posibilidad,donde la interpretacin ante baja frecuencia y baja posibilidad de dao el color

    Figura 2--1. Tabla de riesgo de dos opciones. Bajo riesgo: verde; alto riesgo: rojo.

    Bajo riesgo

    Alto riesgo

    (verde)

    (rojo)

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    Figura 2--2.Tabla de riesgo con cuatro opciones y tres colores que funciona en dos ejes,el de la frecuencia y probabilidad, y el impacto o dao.

    Moderado:

    Bajo:

    Alto:

    Moderado:verde

    amarillo

    amarillo

    rojo

    es verde, baja frecuencia y bajo dao se transforma en amarillo, al igual que altafrecuencia y bajo dao, siendo en definitiva de mayor atencin cuando la frecuen-cia es alta y el dao de igual manera (figura 2--2).

    Esta herramienta, sea cual fuese la composicin de la misma y la decisin dequien decida utilizarla, est encaminada no slo a la identificacin del riesgo,como ya se seala, sino que de acuerdo al incidente exista ya una opcin de mejo-ra, de prevencin, de correccin y que seale tambin la incorporacin de los di-versos integrantes del sistema de salud, sus responsabilidades, lmites y accionesque permitan que el ejercicio sea dinmico.

    Adems, este tipo de elementos son con frecuencia utilizados para que se cali-fique por los miembros del equipo de seguridad, desde su punto de vista, cul esen su apreciacin la repercusin del evento, y sirve para integrar lneas de accio-nes especficas, y visualmente es muy significativo y de fcil interpretacin.

    Otras opciones ms complejas, pero no por ello menos tiles, son como las quese sealan adelante, donde existe una composicin de variables, algunas de ellascomunes, como la consecuencia o impacto en el eje de las X y la probabilidady frecuencia en el de las Y; adems, en cada casilla se define la consecuencia yla probabilidad en bajo, moderado y alto, con lo que se da un color tipo semforoy adicionando la posibilidad de un valor numrico con el objeto de no ser determi-nistas en la aplicacin de la misma y contar con un elemento ms flexible en suuso e interpretacin (figura 2--3).

    Otro ejemplo de matriz de riesgo permite sumar la gravedad del evento adver-so presentado en virtud de su probabilidad (figura 2--4).

    Para una evaluacin ms objetiva del riesgo (figura 2--4) se deben considerarlas siguientes definiciones:

    Conforme a su probabilidad, el evento adverso presentado puede ser:

    S Frecuente: puede ocurrir de inmediato o en un periodo corto varias vecesen un ao.

  • 22 (Captulo 2)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

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    Evento adverso presentadoGravedad

    Evento adverso presentadoCatastrfico Mayor Moderado Menor

    Probabilidad Frecuente 16 12 8 4

    Ocasional 12 9 6 3

    Poco comn 8 6 4 2

    Remota 4 3 2 1

    Figura 2--4. Matriz de riesgo donde se permite sumar la gravedad del evento adverso.

    S Ocasional: puede ocurrir varias veces en uno o dos aos.S Poco comn: existe la posibilidad de que ocurra en dos a cinco aos.S Remoto: poco probable que ocurra en cinco aos.

    Conforme a su gravedad, el evento adverso presentado puede ser:

    S Evento catastrfico: la falla puede ocasionar muerte o prdida permanentemayor de funciones.

    S Evento mayor: la falla causa un alto grado de insatisfaccin. Disminucinpermanente de las funciones correspondientes.

    S Evento moderado: la falla puede superarse con modificaciones en los pro-cesos o en los productos, pero hay una prdida mnima de la funcin.

    S Evento menor: la falla no es percibida por el paciente o el familiar y noafectar el resultado del servicio o producto.

    Un ejemplo ms de matriz de riesgo se presenta en la figura 2--5, que es una sim-plificacin de la figura 2--4; por ltimo, lo que se busca es darle al lector opciones

    Fr

    Casi seguro4 4 8 12 16

    ec

    Probable3 3 6 9 12

    ue

    Raro2 2 4 6 8

    nc

    i

    Casi nula1 1 2 3 4

    ia

    Mnimo1

    Moderado2

    Severo3

    Mortal4

    Severidad del dao

    Figura 2--5.Matriz de riesgo para seguridad del paciente simplificada, cuyo modelo serutilizado en el ejercicio electrnico del grupo de trabajo de la AcademiaMexicana deCiru-ga y la Fundacin Academia Aesculap.

  • 24 (Captulo 2)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    y posibilidades para utilizar esta herramienta, que es un elemento eficaz e inclu-yente en la aplicacin de medidas de seguridad para el paciente.19,20

    RECOMENDACIONES FINALES

    La posibilidad de contar con estadstica previa de eventos o incidentes adversoses una fortaleza para el uso de una matriz de riesgo, independientemente del usoque la misma permitir al usuario al generar su propia estadstica y causalidad;cabe sealar que el uso inicial de la misma puede partir de la percepcin de ungrupo de trabajo; sin embargo, contar con documentacin y reportes de cada unode los eventos o incidentes adversos ser fundamental para garantizar su uso co-rrecto. Se debe considerar que cada hospital puede tener una clasificacin perso-nalizada de la calificacin de la magnitud de los eventos que ah sucedan deacuerdo a las caractersticas del mismo; por ello los comits de calidad y seguri-dad son importantes para establecer los acotamientos de las tablas o matrices deriesgo.

    En general, se recomienda que, sea cual fuese la eleccin de la matriz a utilizar,es conveniente que se definan ciertas reglas generales de accin ya prediseadasante la ubicacin de un evento adverso dentro de alguna de las casillas de las ta-blas, de tal manera que, independientemente de que en los captulos subsecuentesde este trabajo se especifican con amplitud las lneas de mejora de cada uno delos eventos adversos ms frecuentes, aqu se aprovecha la oportunidad para darpaso a algunas recomendaciones de tipo administrativo operativo que proporcio-nen fortaleza al uso de la herramienta.

    Medidas preventivas: verde

    S Esta tarea se puede realizar en pequeos grupos o con los responsables delproceso con retroalimentacin y conocimiento de la alta direccin.S Asumir el riesgo. Permite al rea responsable asumirlo, es decir, el ries-

    go se encuentra en un nivel que puede aceptarlo sin necesidad de tomarotras medidas de control diferentes a las que se poseen.

    S Reducir el riesgo. Se deben tomar medidas de control para llevar losriesgos a la zona aceptable o tolerable, de acuerdo a los estndares esta-blecidos para este tipo de evento; requiere de una estadstica previa.

    S Evitar y prevenir el riesgo. Cuando la probabilidad del riesgo es mediay su impacto leve, se debe realizar un anlisis del costo--beneficio conel que se pueda transitar sin problema planteando medidas de prevenciny de control.

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    S Asumir el riesgo. Permite al rea responsable asumirlo, es decir, el riesgo se encuentra enun nivel que puede aceptarlo sin necesidad de tomar otras medidas de control diferentes alas que se poseen

    S Reducir el riesgo. Se deben tomar medidas de control para llevar los riesgos a la zona deseguridad, de acuerdo a los estndares establecidos para este tipo de eventos, requiere deuna estadstica previa

    S Evitar y prevenir el riesgo. Cuando la probabilidad del riesgo es media y su impacto leve,se debe realizar un anlisis del costo--beneficio con el que se pueda transitar sin problemaplanteando medidas de prevencin y de control

    Medidas preventivas: amarillo

    S En este primer caso las acciones se pueden tomar a nivel local pequeogrupo.

    S En este segundo caso el anlisis y la toma decisiones se deben efectuar contodo el grupo multidisciplinario involucrado y la alta direccin.

    S En el tercer caso las acciones de convocatoria, anlisis y toma de decisionesson inmediatas y por todo el grupo encargado de la seguridad del paciente.S Reducir el riesgo. Se deben tomar medidas para llevar los riesgos a la

    zona aceptable o tolerable estadstica de causalidad previa en lo po-sible; los riesgos de impacto leve y probabilidad alta se deben evitar yprevenir.

    S Reducir, evitar, prevenir, compartir o transferir el riesgo. Se debentomar medidas para llevar los riesgos a la zona aceptable o tolerable, enlo posible. Es conveniente combinar estas medidas con acciones paraevitar el riesgo cuando ste presenta una probabilidad alta y media.

    S Evitar, prevenir, compartir o transferir el riesgo. Cuando el riesgo tie-ne una probabilidad baja e impacto catastrfico se debe compartir el ries-go revisando todo el proceso, y enfocarse en prevenir y evitar la posibili-dad de que un caso similar se presente. Siempre que el riesgo escalificado con impacto catastrfico se requiere de acciones inmediatas.

    S Reducir el riesgo, se deben tomar medidas para llevar los riesgos a la zona aceptable otolerable estadstica de causalidad previa en lo posible, los riesgos de impacto leve yprobabilidad alta se deben evitar y prevenir

    S Reducir, evitar, prevenir, compartir o transferir el riesgo. Se deben tomar medidas parallevar los riesgos a la zona aceptable o tolerable y de seguridad en lo posible. Es conve-niente combinar estas medidas con acciones para evitar el riesgo cuando ste presenta unaprobabilidad alta y media

    S Evitar, prevenir, compartir o transferir el riesgo. Cuando el riesgo tiene una probabilidadbaja e impacto catastrfico se debe compartir el riesgo revisando todo el proceso, y enfo-carse a prevenir y evitar la posibilidad de que un caso similar se presente. Siempre que elriesgo es calificado con impacto catastrfico se requieren de acciones inmediatas

  • 26 (Captulo 2)Herramientas que apoyan la seguridad del paciente

    S Evitar, compartir o transferir el riesgo. Se deben tomar medidas para llevar los riesgos ala mnima expresin, eliminando la posibilidad de que esta actividad que genera el riesgocontine en la medida que sea posible, de lo contrario se deben implementar controlesde prevencin para evitarla

    S Siempre habr que considerar en estos casos la reparacin del dao

    S La revisin del evento debe considerarse el anlisis de todo el proceso y del sistema, dejan-do tareas especficas con respuestas a corto plazo y vigilancia permanente

    S La omisin o negligencia en estos casos debe ser sujeta a la posibilidad de medidas deapremio y a la consideracin de acciones punitivas

    Medidas preventivas: rojo

    S La revisin del caso debe efectuarse por todos los involucrados lo ms cer-cano posible a la deteccin del evento con la participacin de la alta direc-cin y con un protocolo de difusin de las medidas a tomar, as como el plande seguimiento a las mismas.S Evitar, compartir o transferir el riesgo. Se deben tomar medidas para

    llevar los riesgos a la mnima expresin, eliminando la posibilidad de queesta actividad que genera el riesgo contine en la medida en que seaposible, de lo contrario se deben implementar controles de prevencinpara evitarla.

    S Siempre habr que considerar en estos casos la reparacin del dao.S La revisin del evento debe considerar el anlisis de todo el proceso y

    del sistema, dejando tareas especficas con respuestas a corto plazo y vi-gilancia permanente.

    S La omisin o negligencia en estos casos debe ser sujeta a la posibilidadde medidas de apremio y a la consideracin de acciones punitivas.

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