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Investigación “Realidad Migratoria Interregional de Niñas, Adolescentes y Mujeres Jóvenes” Guatemala Honduras Nicaragua Costa Rica El Salvador

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Investigación

“Realidad Migratoria Interregional de Niñas,

Adolescentes y Mujeres Jóvenes”

Guatemala • Honduras • Nicaragua • Costa Rica • El Salvador

Investigación

Realidad Migratoria

Interregional de Niñas,

Adolescentes y Mujeres Jóvenes

La presente investigación fue elaborada por el Fondo Centroamericano de Mujeres en coordinación con NicasMigrantes

Con la valiosa participación de:

Mujeres por la Justicia, Educación y el Reconocimiento (MUJER) de Guatemala, El Foro Nacional para las Migraciones de Honduras (FONAMIH), el Grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador (GMIES), Nicasmigrante, Grupo de Emigrantes Mujeres Adolescentes y Jóvenes del departamento de Rivas (GEMAJ) de Nicaragua y Enlaces Nicaragüenses en Costa Rica

El FCAM cuenta con el generoso apoyo de la Fundación NoVo

©Marzo, 2018. Todos los derechos reservados.Esta publicación no puede reproducirse, almacenarse en algún sistema de recuperación de datos, ni transmitirse en todo o en parte, de ninguna manera y por ningún medio sin citar la fuente.

Fondo Centroamericano de Mujeres

Managua, Nicaragua Dirección: Rontonda el Güegüense 4 cuadras abajo ½ al lago. Teléfono: (505) 2268 1991 – 2268 5084Correo electrónico: [email protected] Sitio web: www.fcmujeres.org Consultora: Martha Olivia Gutiérrez Diseño e ilustración: Lonnie Ruiz Gómez

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“Realidad Migratoria Interregional de Niñas,

Adolescentes y Mujeres Jóvenes”

Guatemala • Honduras • Nicaragua • Costa Rica • El Salvador

Contenido

03 INDICE DE TABLAS04 SIGLAS Y ABREVIATURAS07 PRESENTACIÓN

RESUMEN EJECUTIVO09 SECCCIÓN UNO - DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN 10 OBJETIVO GENERAL 11 OBJETIVOS ESPECÍFICOS 11 METODOLOGÍA

13 SECCIÓN DOS – MARCO CONTEXTUAL 15 POBLACIÓN EN CENTROAMÉRICA 19 MIGRACIONES EN LA REGIÓN CENTROAMERICANA Y MÉXICO 27 MARCO NORMATIVO REGIONAL EN EL TEMA MIGRATORIO 31 SECCIÓN TRES - PRINCIPALES DEFINICIONES 39 SECCIÓN CUATRO – VOCES DE LAS NIÑAS, ADOLESCENTES Y JÓVENES 40 Caracterización de niñas, adolescentes y jóvenes en el contexto de procesos migratorios. 52 La migración y su impacto en las familias 58 Lo emocional y afectivo en el contexto de la migración 65 Riesgos y vulnerabilidades en el contexto de la migración 75 Violaciones a derechos de niñas, adolescentes y jóvenes en el contexto de la migración

86 CONCLUSIONES 88 RECOMENDACIONES90 BIBLIOGRAFÍA

1 Quinto Informe. Estado de la Región 2016.Programa Estado de la Nación. 2016. Quinto Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible. San José, Programa Estado de la Nación.

INDICE DE TABLAS

Tabla 1. Población total en Centroamérica 2017 (en miles y porcentajes)

Tabla 2. ESPERANZA DE VIDA AL NACER en Centroamérica, SEGÚN SEXO1 2010-2015 (años)

Tabla 3. Situaciones estratégicas de los países en materia educativa y principales retos

Tabla 4. Población migrante según principales países de destino. 2015

Tabla 5. Población migrante Centroamérica. 2015

Tabla 6. Eventos de extranjeros presentados y devueltos por las autoridades migratorias mexicanas, según grupo de edad, condición de viaje y sexo, 2007 a agosto 2013.

Tabla 7. Categorías de NAMJ en el contexto de la migración, abordadas en el estudio, según país.

Tabla 8. Caracterización Regional de las Niñas, Adolescentes y Mujeres Jóvenes en contexto migratorio

Tabla 9. Caracterización Regional de las Niñas (7 a 11 años)

Tabla 10. Caracterización de Adolescentes (12 a 17)

Tabla 11. Caracterización de Mujeres Jóvenes (18 a 30)

Tabla 12. Impacto en la familia

Tabla 13. Impacto emocional

Tabla 14. Riesgos y vulnerabilidad de AMJ

SIGLAS Y ABREVIATURAS

ACNUR ALTO COMISIONADO DE LAS NACIONES UNIDAS PARA LOS REFUGIADOS

BCR BANCO CENTRAL DE RESERVA

CDN CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO.

CEPAL COMISIÓN ECONÓMICA PARA AMÉRICA LATINA

CODENI FEDERACIÓN COORDINADORA NICARAGÜENSE DE ONG QUE TRABAJAN CON LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

CONNA CONSEJO NACIONAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA.

CONMIGRANTES CONSEJO NACIONAL PARA LA PROTECCIÓN Y DESARROLLO DE LA PERSONA MIGRANTE Y SU FAMILIA.

CRM CONFERENCIA REGIONAL SOBRE MIGRACIÓN

CTM CONVENCIÓN INTERNACIONAL SOBRE LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS DE TODOS LOS TRABAJADORES MIGRATORIOS Y DE SUS FAMILIARES.

EHPM ENCUESTA DE HOGARES DE PROPÓSITOS MÚLTIPLES.

FCAM FUNDACIÓN FONDO CENTROAMERICANO DE MUJERES. FONAMIH FORO NACIONAL PARA LAS MIGRACIONES

GMIES GRUPO DE MONITOREO INDEPENDIENTE DE EL SALVADOR.

GEMAJ GRUPO DE EMIGRANTES MUJERES ADOLESCENTES Y JÓVENES DEL DEPARTAMENTO DE RIVAS

LEPINA LEY DE PROTECCIÓN INTEGRAL DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA

OGC OBSERVACIÓN GENERAL CONJUNTA

MINED MINISTERIO DE EDUCACIÓN

MINSAL MINISTERIO DE SALUD

MJ MUJERES JÓVENES

MUJER MUJERES POR LA JUSTICIA, EDUCACIÓN Y EL RECONOCIMIENTO

NAMJ NIÑAS, ADOLESCENTES Y MUJERES JÓVENES.

NNA NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES.

OIM ORGANIZACIÓN INTERNACIONAL PARA LAS MIGRACIONES

PGR PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA.

PNC POLICÍA NACIONAL CIVIL

PNUD PROGRAMA DE NACIONES UNIDAS PARA EL DESARROLLO

SICA SISTEMA DE INTEGRACIÓN CENTROAMERICANA

SISNAES SISTEMA DE INFORMACIÓN DE LA NIÑEZ Y ADOLESCENCIA DE EL SALVADOR

UCR UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

UNFPA FONDO DE POBLACIÓN DE NACIONES UNIDAS (POR SUS SIGLAS EN INGLÉS)

UNICEF FONDO DE NACIONES UNIDAS PARA LA INFANCIA

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Presentación

Este informe de investigación regional ha sido posible gracias al compromiso y los esfuerzos colectivos e individuales de siete organizaciones de distintos países centroamericanos.

Se desarrolla como parte del proyecto “Buscando Oportunidades y Seguridad, desde la realidad de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes”, impulsado por el Fondo Centroamericano de Mujeres (FCAM), en el marco de su Programa “Mujeres Migrantes”.

En 2017, FCAM promueve la conformación de un equipo de investigación, con la participación de organizaciones copartes y aliadas a nivel regional, con el objetivo de desarrollar un proceso de investigación denominado “Realidad migratoria intrarregional de niñas-adolescentes y mujeres jóvenes”, que tendrá tres fases de realización y constituye un esfuerzo en el que se integran las organizaciones: Mujeres por la Justicia, Educación y el Reconocimiento (MUJER) de Guatemala, El Foro Nacional para las Migraciones de Honduras (FONAMIH), el Grupo de Monitoreo Independiente de El Salvador (GMIES), Nicasmigrante, Grupo de Emigrantes Mujeres Adolescentes y Jóvenes del departamento de Rivas (GEMAJ) de Nicaragua y Enlaces Nicaragüenses en Costa Rica.

Tener una mirada regional sobre la situación de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el contexto de la migración, demandó metodológicamente, la definición de un diseño único, a partir del cual se desarrollaron los procesos de investigación en cada país. De esa manera, los resultados son posibles de comparar, sin obviar las especificidades de cada uno. La creación de espacios de encuentro regional a lo largo de este primer año, fue clave en el logro de esa perspectiva regional.

El presente informe contiene los principales resultados de este proceso de investigación, presentados desde la visión de las sujetas consultadas en los cinco países. En el primer momento, se presenta una breve caracterización de las niñas, adolescentes y jóvenes participantes en los grupos focales, quienes expresaron la dinámica migratoria en sus familias y la de ellas mismas como protagonistas. Motivos, modalidades de viaje y destinos son temas relevantes en este apartado.

Posteriormente, se desarrolla un apartado sobre los cambios o transformaciones en las familias ocurridos a partir de la migración, se enfatiza en la aparición de los hogares transnacionales, el rol protagónico de las mujeres en la migración y, cómo éstos en algunos casos, están limitando su acceso o desarrollo en materia educativa formal. Se trata de evidenciar, las diferencias entre los casos, donde quien migra es el padre de aquellos donde quien lo hace es la madre.

Muy ligado a lo anterior, están los efectos emocionales que suceden con la migración, los que se diferencian según la edad de las consultadas y la familiaridad y afecto, que comparten con las tutoras. Efectos emocionales, tanto positivos como negativos se trataron de rescatar, a fin de ir develando que existen proyectos migratorios familiares que han sido exitosos, potenciando la comunicación y apego pese a la distancia.

Los riesgos que colocan a niñas, adolescentes y jóvenes en condición de vulnerabilidad, es el siguiente apartado de este informe. Identificar riesgos que obligan a tomar la decisión de migrar, hasta aquellos que implica el retorno y la reintegración en sus comunidades de origen, fue el propósito de este acápite.

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Hacer hincapié en las condiciones estructurales de cada país y de la región, que impulsan a salir a nuestras mujeres es imperativo, poner en agenda los riesgos que pueden ser atendidos, a partir de la existencia de voluntades políticas nacionales y regionales fue nuestra intención.

Finalmente, como parte de los resultados, se enuncian a partir de la Convención de Derechos del niño y la Observación General Conjunto de los Comités de Derechos Humanos de la niñez migrante, los derechos que están siendo violentados a estas niñas, adolescentes y jóvenes, en el contexto de la migración.

Las conclusiones y recomendaciones se plantean como cierre de los resultados expuestos, enfatizando en retomar espacios regionales como la Conferencia Regional para las Migraciones (CRM) y el Sistema de Integración Centroamericana (SICA), para que a nivel intrarregional se desarrollen sinergias que permitan, minimizar riesgos y potenciar las oportunidades que la migración puede ofrecer a las personas, familias, comunidades y países.

SECCIÓN UNO

DISEÑO DE LAINVESTIGACIÓN

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Objetivo general de la investigación

Objetivos específicos

En esta sección se presentan los objetivos trazados, las etapas del proceso de investigación; y se describen los principales métodos, técnicas y herramientas que se utilizaron para el cumplimiento de los objetivos propuestos. Es importante resaltar, como logro del proyecto, las diferentes herramientas de recolección, sistematización y análisis de información que se generaron y que se aplicaron en el trabajo de campo en los diferentes países dónde se desarrolló la dinámica investigativa, porque fueron el resultado de la construcción colectiva del equipo de investigación regional.

La investigación persigue realizar un análisis sobre la realidad de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes regionales en la ruta migratoria (origen, tránsito, destino y retorno), como elemento clave que permita analizar dicha realidad, construir propuestas, definir acciones para la defensa y ejercicio de sus derechos.

Este proceso investigativo, fue desarrollado desde una visión participativa con el concurso de organizaciones sociales, con trabajo previo en el tema migratorio. Estas organizaciones copartes o aliadas, tienen un rol protagónico en el proceso, desde la definición del diseño de investigación, la construcción de instrumentos, la realización del trabajo de campo, hasta la elaboración del informe de investigación. De tal manera, que el documento regional es un producto colectivo de reflexión, aprendizajes y práctica.

Para alcanzar el objetivo general se propuso lo siguiente:

• Caracterizar la población de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes incluyendo el contexto, causas y condiciones por las que emigran.

• Fortalecer las capacidades de las organizaciones copartes y organizaciones aliadas e instituciones sociales en la región, en la realización de procesos de investigación cuali-cuantitativa que brinden elementos para construir propuestas y estrategias desde sus espacios de trabajo, a favor de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes.

• Estudiar la situación de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes en el contexto de Centroamérica, visibilizar los riesgos y situaciones que enfrentan y que las colocan en situación vulnerable, a fin de mejorar las propuestas políticas y estratégicas en favor de sus derechos.

• Brindar recomendaciones de acciones que deberían realizarse o impulsarse por diferentes actores (gobiernos, instancias regionales, sociedad civil) para garantizar el respeto de los derechos humanos de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, en origen, ruta migratoria y lugares de destino. Además de los objetivos específicos definidos, se promovió, como parte del proceso el traslado de capacidades investigativas a miembros de organizaciones, contribuyendo a articular esfuerzos, fortaleciendo las iniciativas de acompañamiento, construcción de agendas de incidencia y cabildeo con las personas migrantes y sus familias.

Metodología

• Es un estudio social cualitativo con énfasis en la recolección, sistematización y análisis de la información obtenida a través de la participación y dinámica de las mismas sujetas de la realidad migratoria, siendo ellas, las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes directas, familiares de migrantes y retornadas.

• El Grupo meta de investigación son las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes centroamericanas entre 7 y 25 años de edad, divididas de la siguiente manera: Primera infancia (7 a 11 años), Adolescencia (12 a 18 años, además subdivido en dos grupos: 12 a 14 años y 15 a 18 años)2 y Mujeres jóvenes (entre 19 y 25 años).

2 Por la amplitud del rango y el propio desarrollo de las personas en estas edades, se subdividió en dos grupos más.

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• Técnicas utilizadas: grupos focales o entrevistas colectivas y semiestructuradas realizadas a grupos de personas con características similares. La convocatoria fue intencionada, para propiciar la participación de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, que han tenido la experiencia migratoria directa o indirecta (al ser familiares de migrantes)

• Entrevistas a informantes claves: funcionarios, funcionarias y miembros de organizaciones sociales, denominados “actores clave”, vinculados con la temática en estudio.

• Revisión bibliográfica de algunos estudios, documentos y estadísticas relacionadas a la temática

• La investigación pese a su carácter general- regional, deberá destacar los matices propios por país, basadas en sus procesos migratorios específicos.

• El proceso investigativo acompañó el quehacer de las organizaciones participantes, a través de un proceso colectivo-participativo, fortaleciendo, ofreciendo insumos e identificando necesidades y posibles alternativas de acción.

• El proceso de investigación contó con espacios de reunión regional para planificar, intercambiar y dar acompañamiento al proceso mismo.

SECCIÓN DOS

MARCO CONTEXTUAL

Fotografía: Cristina Chiquin - Guatemala

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Las migraciones son una realidad que va aparejada con la historia de la humanidad. Diferentes circunstancias las motivan e influyen en el volumen e intensidad de estas: condiciones políticas, culturales, militares, religiosas y aún climáticas son las más destacadas.

Centroamérica y el sur de México constituyen una región cuya dinámica histórica, social, económica, política y cultural ha estado marcada por múltiples corrientes migratorias.3 Desde la segunda mitad del siglo diecinueve hasta los años cincuenta del siglo veinte, los patrones migratorios imperantes eran rural-rural y rural-urbano, en función de un modelo agroexportador que requería mano de obra abundante para la cosecha de cultivos como el café, algodón y caña de azúcar. En los años setenta y ochenta, la migración estuvo determinada, además, por conflictos armados internos que afectaron a toda la región, ya fuera como expulsores de desplazados y desplazadas forzosos (Guatemala, El Salvador, Nicaragua) o como receptores de refugiados y refugiadas (Honduras, Costa Rica y el Sur de México).4

Hacia los noventa los flujos migratorios empezaron a cambiar y si bien se mantuvo la migración interna e intrarregional, se intensificó considerablemente la emigración transfronteriza, sobre todo en el caso Guatemala-México y Nicaragua-Costa Rica e internacional, específicamente desde El Salvador, Honduras y Guatemala hacia Estados Unidos.5

Esta migración internacional se relaciona con dos lógicas, fundamentalmente: la creciente exclusión de las personas de fuentes de trabajo, como resultado de la implementación de medidas de ajuste estructural y de las transformaciones en los modelos económicos de los países centroamericanos, insertos en la globalización; pero también como efecto de la demanda de mano de obra barata para la agricultura, construcción y los servicios en países receptores.

Este apartado pretende brindar un panorama de los aspectos medulares de la región, y de aquellos que son de utilidad para situar y entender la realidad en la cual se ha desarrollado el actual proceso de investigación. Para su elaboración, se ha tomado como documento base el Quinto Informe sobre el Estado de la Región 2016, esfuerzo de académicos e investigadores de la región que lleva 20 años realizándose; analiza los temas que atraviesan Centroamérica sin distinguir fronteras y nacionalidades, se destacan hallazgos y tendencias comunes.

3 Tenemos los flujos que configuraron la región mesoamericana en la época precolombina, a ellos se suman los grupos que vinieron por la invasión española, en el S XVI, a esto se suma la inmigración forzada de miles de esclavos afro descendientes en el SXVII. El SXIX registra importantes flujos de inmigrantes chinos, belgas, alemanes, italianos y árabes (Lokken, 2002 y 2004; PNUD, 2006)4 Monzon, Ana. Las viajeras invisibles: Mujeres migrantes en la región centroamericana y el sur de México. Guatemala (2006)5 TMonzon, Ana. Las viajeras invisibles: Mujeres migrantes en la región centroamericana y el sur de México. Guatemala (2006)

6 INDEXMUNDI. Esta entrada proporciona una estimación de la Oficina del Censo de EE. UU. Basada en estadísticas de censos de población, sistemas de registro de estadísticas vitales o encuestas de muestra pertenecientes al pasado reciente y en suposiciones sobre tendencias futuras. https://www.indexmundi.com/map/?v=21&r=ca&l=es

Población en Centroamérica

América Central (o Centroamérica) tiene una población total aproximada de 47 millones de habitantes dividida entre sus siete países (año 2017). El país más poblado del subcontinente centroamericano es Guatemala con 15 millones de habitantes (el 35% de la población total Centroamérica) y el menos poblado es Belice con 360,348 mil habitantes.

De acuerdo con las proyecciones de población de Celade, la población del Istmo continuará creciendo hasta llegar a su máximo en la década del 2080, cuando sumará cerca de 65 millones de personas, y luego tenderá a disminuir. Este aumento acrecentará la demanda de empleo, alimentos, vivienda y servicios básicos, y generará mayores impactos ambientales asociados al incremento en el consumo de agua, las emisiones de gases contaminantes y la producción de desechos. El proceso más acelerado y de mayor magnitud lo vivirá Guatemala, que tenderá a duplicar su población actual en los próximos sesenta años, hasta alcanzar cerca de treinta millones de habitantes.

El quinto informe del Estado de la Región 2016, plantea que nos encontramos en plena transición demográfica, siendo cada vez más reducidos los márgenes de maniobra para aprovechar las oportunidades y mitigar los riesgos asociados al período de bono demográfico. Para los países que están en las fases más avanzadas de ese proceso –Costa Rica y Panamá– en cinco años se agotará el período en que contarán con flujos crecientes de población en edad productiva y ya hay señales de las consecuencias que trae el envejecimiento de la población.

Dicho informe advierte sobre los retos asociados a este proceso, los que tienen que ver con la cobertura y sostenibilidad de los sistemas de seguridad social, el aumento de la demanda de servicios de salud y cuido, el incremento de las tasas de dependencia económica y la necesidad de mejorar la productividad de la fuerza laboral. Para las naciones que están en fases intermedias de la transición demográfica –Guatemala, Honduras, Belice, Nicaragua y, en alguna medida, El Salvador– los desafíos emergen del aumento en la

Tabla 1. Población total en 20176 (en miles y porcentajes)

País Población total Distribución porcentual

Belice 360,346 0,78

Costa Rica 4.930,258 10,77

El Salvador 6.172,011 13.49

Guatemala 15.460,732 33,8

Honduras 9.038,741 19,76

Nicaragua 6.025,951 13,1

Panamá 3.753,142 8,2

Centroamérica 45.741,181 100

Fuente: : CIA World Factbook -

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demanda de alimentos y la necesidad de ampliar la cobertura de los servicios de salud y educación para atender una población creciente.

El proceso de envejecimiento de la población en el Istmo avanzará con mayor rapidez a partir del año 2040, cuando las tasas de fecundidad de todos los países estarán por debajo del nivel de reemplazo (2,1 hijos por mujer en edad fértil) y la esperanza de vida habrá alcanzado un promedio cercano a los 80 años.

Por otra parte, la inserción laboral masculina en el istmo es muy superior a la femenina. Esta brecha de género, que se asocia a la falta de reconocimiento del trabajo doméstico y a una mayor responsabilidad de las mujeres en el cuido de personas dependientes, limita las posibilidades de crecimiento económico y el aumento en la productividad de los países, sobre todo si se toma en cuenta que las mujeres suelen tener un nivel educativo más alto que el de los hombres (Estado de la Región, 2016) y podrían contribuir a mejorar de modo significativo estos indicadores. De ahí que una mayor inserción laboral femenina sea uno de los grandes retos que debe enfrentar la región.

Dados los rezagos en los sistemas de protección social y servicios de cuido para la población adulta mayor, las familias y sobre todo las mujeres, se han convertido en los principales proveedores de esa atención. De acuerdo con la OIT (2009), pese a su creciente participación laboral, las mujeres asumen la mayoría de las tareas del hogar, incluyendo el cuido de las personas dependientes.

Así lo evidencian las encuestas de uso del tiempo, en las que se observa una gran disparidad entre sexos. En El Salvador, el tiempo promedio diario dedicado a actividades no remuneradas, que incluyen, además del trabajo doméstico, el cuido de personas dependientes (niños y adultos mayores), la realización de compras y la cría de animales, es de 5,35 horas para las mujeres y 2,44 horas para los hombres (UNFPA, 2012). En Honduras las adultas mayores destinan a labores domésticas el doble del tiempo que los hombres de la misma edad. Además, en promedio, la presencia de adultos mayores agrega treinta minutos al tiempo de trabajo doméstico femenino (CEPAL, 2010). En Panamá, las mujeres de 15 años o más triplican el número de horas que dedican los hombres al cuido de personas que requieren atención continua y personas de todas las edades (INEC-CGR, 2011).

En 2015 cerca de cuatro millones de Centroamericanos, un 8% de la

población regional, vivían fuera de sus países de origen, el 82% de ellos en

Estados Unidos

En la región persiste la desigualdad en la distribución de los ingresos, que frena la ampliación de las oportunidades para los grupos históricamente postergados. Pese a que en casi todos los países hubo mejoras, estas fueron modestas e insuficientes para reducir las brechas intrarregionales. En el Quinto

Informe Estado de la Región, se advierte sobre la creciente demanda de servicios de educación, salud, empleo y alimentación, que se generarán en las naciones más rezagadas, las que dada su dinámica demográfica contarán con mayores grupos de población infantil y joven. Lo anterior, hace imperativo definir acciones concretas, repensar políticas públicas nacionales y la integración, bajo la premisa de que la magnitud de los desafíos supera las capacidades individuales de los países y que un deterioro en su situación social afectará las posibilidades de desarrollo futuro para el conjunto de la región.

En el Quinto Informe Estado de la Región, se plantea la educación como el “dilema estratégico en Centroamérica”. En la región son los Estados los principales prestadores de servicios de educación: 82,9% de los estudiantes asiste a centros públicos y en el área rural la proporción se eleva al 92,0%. La mayoría de las escuelas y colegios son pequeños (menos de cien alumnos) y se ubican en las zonas rurales (70,1%). El 45,0% de las instituciones imparte educación primaria (44.770), un 34% preescolar (33.921) y el restante 20,0% secundaria (tercer ciclo y educación media, 19.739). (Estado de la Región, 2016)

Las tasas netas de cobertura de la educación primaria son elevadas (más del 80% en todos los países) y en Belice, Costa Rica y Panamá casi universales (mayores al 90%), pero se reducen significativamente en preescolar (menos de 60% en casi todos los países) y secundaria, en especial en la secundaria alta o educación diversificada (menos del 40%). Cerca del 60% de las y los jóvenes de 15 a 24 años

El incremento en la esperanza de vida asociado al proceso de transición demográfica, junto a otros fenómenos como la migración internacional, hacen que la estructura de la población por grupos de edad se transforme. Tal como señaló el Cuarto Informe Estado de la Región (2011), las naciones centroamericanas se encuentran en el tránsito de ser relativamente jóvenes a ser sociedades envejecidas.

No obstante, antes de llegar a ese momento tendrán flujos crecientes de población en edad productiva. Durante el período 2010-2015 en todo el Istmo creció el porcentaje de habitantes de 25 a 64 años (cuadro 2.6), lo que generó un aumento de 2,2% en su peso relativo a nivel regional. Los incrementos fueron mayores en Nicaragua (3,8%) y Honduras (3,6%). (Estado de la Región, 2016)

La presencia de importantes grupos de población en edad productiva, presenta desafíos. Por una parte, la necesidad de ampliar la cobertura y calidad de los servicios de salud y educación y, en general, crear oportunidades que permitan retener a la población joven, pues son precisamente las personas en estas edades las que tienen las mayores probabilidades de emigrar. Por otra parte, es urgente promover mecanismos de generación de empleo en cantidades suficientes para absorber a esta creciente fuerza laboral y proveer condiciones para mejorar la productividad y escalar hacia actividades económicas de mayor valor agregado.

La migración internacional es otro factor determinante de los cambios demográficos en la región. En 2015 cerca de cuatro millones de personas, alrededor del 8% de la población centroamericana, vivían fuera de su patria (Estado de la Región 2016). Aunque en el corto plazo ello genera beneficios para las familias y las economías de los países de origen, debido a los crecientes flujos de remesas, en el mediano y largo plazos trae consigo debilitamiento de las relaciones afectivas, así como la pérdida de población en edad productiva. Esto último agudiza los retos asociados a la transición demográfica, especialmente para los países del centro y norte de la región, los más afectados por el fenómeno migratorio.

7 Quinto Informe. Estado de la Región 2016.Programa Estado de la Nación. 2016. Quinto Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible. San José, Programa Estado de la Nación.

Tabla 2. Esperanza de vida al nacer según sexo7 2010-2015 (años)

País Hombres Mujeres Diferencia

Belice 67,2 72,7 5,5

Costa Rica 76,7 81.8 5,1

El Salvador 67.9 77,1 9,2

Guatemala 67,9 75,0 7,1

Honduras 70,4 75,4 5,0

Nicaragua 71,5 77,7 6,2

Panamá 74,3 80,5 6,2

Fuente: Rayo, 2015, con datos de DAES-ONU, 2013.

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(5,4 millones) está fuera del sistema educativo y buena parte de ellos (36%) trabaja en puestos de baja calidad y remuneración. Alrededor de una cuarta parte (23%) no estudia ni trabaja y tan solo un 29% se dedica al estudio a tiempo completo. (Estado de la Región, 2016)

Dados los datos anteriores, la posibilidad de acceder a puestos de trabajo de calidad se ve limitada por la baja escolaridad: las personas que se desempeñan en ocupaciones elementales y de calificación media tienen menos de secundaria completa, y entre el 50% y el 70% de ellas seis o menos años de educación. (Estado de la Región, 2016)

La situación es aún más crítica si se considera que en 2014 seis de cada diez jóvenes de entre 15 y 24 años estaban excluidos del sistema educativo. Particularmente graves son los casos de Guatemala y Honduras, donde cerca de dos terceras partes de los jóvenes no estudian ni trabajan, o solo trabajan. Estos dos países concentran el 56% de la población regional de 15 a 24 años. Se limitan así las oportunidades de desarrollo de un total de 5,4 millones de jóvenes que hoy están fuera de las aulas.

Pese a los aumentos recientes, la inversión pública en educación sigue siendo baja en relación con el promedio regional de América Latina y el Caribe, los países de la OCDE y el mundo. Además, de las importantes brechas intrarregionales; mientras en Costa Rica y Panamá la inversión es de 1.053 y 926 dólares anuales por persona, respectivamente, en Guatemala y Nicaragua es cercana a 200 dólares.(Estado de la Región, 2016)

EMBARAZOS EN ADOLESCENTES:

Las tasas de fecundidad en adolescentes de entre 15 y 19 años disminuyeron en todos los países en el período 2000-2011. No obstante, en Honduras, Guatemala y Nicaragua se mantuvieron elevadas (más de 120 nacimientos por cada 1.000 mujeres)

Todos los países de Centroamérica tienen niveles de embarazo adolescente mayores al promedio mundial. En 2015, la región tuvo 70 nacimientos de adolescentes entre 15 y 18 años, 7 nacimientos más que el promedio América Latina y el Caribe, 25 más que la tasa mundial y casi 50 más que el promedio de los países de la OCDE.

Un total de 3 mil 615 niñas menores de 14 años de edad fueron víctimas de violación sexual en 2015 y 2017 en los países de El Salvador, Nicaragua y Guatemala, todas ellas fueron obligadas a embarazos forzados ante las restricciones en estos países para interrumpirlos, aún por violación.8

Las organizaciones destacaron el panorama de violencia sexual y embarazos forzados en niñas menores de 14 años de edad; señalaron que según el Observatorio de Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en ese país tan sólo en el primer semestre de 2017 se registraron mil 249 víctimas de violencia sexual, de las cuales, 61 por ciento tenía entre 10 a 19 años de edad y 22 por ciento eran menores de 10 años.

De acuerdo con datos desagregados presentados por defensoras de la mujer ante la CIDH, la Policía Nacional Civil de El Salvador registró mil 376 niñas víctimas de violación en 2017. En Nicaragua, durante 2015 alrededor de mil 600 niñas presentaron un embarazo producto de una violación; en tanto, el Instituto Nacional de Ciencia Forenses de Guatemala registró en 2017 un total de 409 casos de violación en niñas entre 7 y 12 años de edad y otras 230 contra menores de 6 años.

Las organizaciones de mujeres denunciaron ante la Comisión Interamericana que esta expresión de violencia sexual contra las niñas “es promovida por la impunidad y la ausencia del Estado atendiendo cada uno de estos casos”, expresaron, “los agresores sexuales no son investigados, sancionados, ni juzgados”.

En conclusión, las niñas en Centroamérica son obligadas a continuar con estos embarazos forzados, siendo una de las regiones del mundo con las mayores restricciones para acceder al aborto legal y seguro.

Las convenciones y organismos internacionales de derechos humanos establecen la obligación de los Estados de proteger a niñas y mujeres jóvenes del abuso sexual, la violencia sexual y el embarazo temprano y no deseado, así como la obligación de asegurar su acceso a información y servicios de salud sexual y reproductiva acorde a sus necesidades y sus capacidades evolutivas.

La violencia sexual, que en muchos casos acarrea embarazos no deseados, es una violación de los derechos humanos de las niñas y mujeres jóvenes, y tiene un impacto significativo en su salud sexual y reproductiva. Las niñas y las jóvenes experimentan índices más altos de violencia sexual que las mujeres adultas, lo cual contribuye a un mayor riesgo de embarazos no deseados y abortos inseguros.

Los embarazos no deseados como producto de la violencia sexual pueden tener como consecuencia abortos en condiciones de riesgo y muertes maternas evitables, cuando se niega y se penaliza el acceso a servicios de aborto seguro. Es necesario modificar las leyes que restringen el acceso a servicios de aborto seguro en casos de violencia sexual, como recomendó el Relator Especial de la ONU sobre el derecho a la salud y los comités de las Naciones Unidas para el monitoreo de los tratados de derechos humanos.

Migraciones en la regióncentroamericana y México

El fenómeno migratorio en Centroamérica tiene raíces históricas y es producto de la integración cultural y política de los países de la región. Desde el siglo XX, y especialmente desde los inicios de los conflictos armados, las poblaciones de migrantes centroamericanos buscaron establecerse principalmente fuera de la región, en Estados Unidos de América, con el objetivo de escapar de la violencia y mejorar su situación económica. Con el advenimiento de la pacificación política y social hace ya dos décadas, y la integración 8 Declaraciones de organizaciones civiles ante la CIDH

Tabla 3. Situaciones estratégicas de los países en materia educativa y principales retos

Situación estratégica Países que más se aproximan Principales retos

Sistemas educativos maduros

Costa Rica Mejorar la calidad de la educación y crear empleos que demandenaltas credenciales educativas, con los niveles actuales de inversión.

Sistemas educativos mixtos

El Salvador, Panamá y Belice Incrementar el financiamiento y mejorar la calidad de la educación, a fin de mejorar y acercar su desempeño al de la primera situación estratégica.

Sistemas educativos incipientes

Guatemala, Nicaragua y Honduras

Aumentar el financiamiento para mejorar la coberturay lograr niveles básicos de calidad educativa.

Fuente: Rayo, 2015, con datos de DAES-ONU, 2013.

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comercial de los países, también se comienza a visualizar un fenómeno que ha sido menos analizado, el de las poblaciones móviles a nivel regional.

La migración internacional es un fenómeno complejo, tiene implicaciones sociales, económicas y culturales tanto para los países de destino como para las comunidades de origen. El Cuarto Informe Estado de la Región (2011) reportó que durante los años setenta y ochenta del siglo XX los factores determinantes de las migraciones dentro y fuera del Istmo fueron los conflictos civiles y políticos, pero en las décadas siguientes han estado asociadas a transformaciones económicas y al rezago social.

En la región, la migración internacional ha adquirido en las últimas dos décadas una mayor intensidad y complejidad. Cuatro dinámicas caracterizan la composición de los flujos migratorios9:

a) Con excepción de Costa Rica y Panamá, todos los países muestran saldos netos migratorios negativos. Destacan los casos de los países del Triángulo Norte de Centroamérica (TNCA) en donde los flujos de emigración superan con mucho la inmigración a esos países.

b) Estados Unidos constituye por lejos, el principal país receptor de la emigración centroamericana. Hacia el año 2015, el 78% de los centroamericanos (3.13 millones) residían en los Estados Unidos.

c) Aunque los flujos intrarregionales son muy menores, destacan dos casos. Por un lado, el de nicaragüenses a Costa Rica, el cual representa tanto el principal flujo de salida de ese país, como el principal flujo de inmigración de Costa Rica (Morales, Acuña y Li Wing-Ching, 2010). Por otro lado, destaca el flujo de guatemaltecos a México, el cual corresponde a un flujo transfronterizo de carácter circular y recurrente, y que forma parte de la configuración demográfica de la zona fronteriza entre ambos países (Canales, Vargas y Montiel, 2010)

d) En el caso de Belice, la situación es peculiar. De acuerdo a las estimaciones de Naciones Unidas (2015), en el 2015 menos de 60 mil beliceños residían fuera de su país, de los cuales el 82% estaba en los Estados Unidos. Asimismo, menos de 53 mil extranjeros residían en Belice, de los cuales 84% correspondían a guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y en menor medida mexicanos. Se trata de un flujo muy menor en relación a la emigración desde los países del TNCA a los Estados Unidos, e incluso, respecto a la migración de nicaragüenses a Costa Rica. Sin embargo, en términos de tasas, la emigración y la inmigración representan el 16.7% y 14.5% de la población de Belice, respectivamente. Es decir, a pesar de sus bajos volúmenes absolutos, Belice muestra tasas de emigración e inmigración muy superiores al promedio regional.

9 Tomado del resumen ejecutivo del trabajo preparado por el consultor Alejandro Canales, de la Universidad de Guadalajara, México, y la consultora Martha Rojas, del ECOSUR de México, desarrollado en el marco de la contribución de la CEPAL al proceso del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, bajo la supervisión de Jorge Martínez Pizarro (CELADE-División de Población de la CEPAL). REUNIÓN REGIONAL LATINOAMERICANA Y CARIBEÑA DE EXPERTAS Y EXPERTOS EN MIGRACIÓN INTERNACIONAL PREPARATORIA DEL PACTO MUNDIAL PARA UNA MIGRACIÓN SEGURA, ORDENADA Y REGULAR. 30 y 31 de agosto de 2017. CEPAL, Santiago de Chile

CENTROAMÉRICA

Tabla 4. Población migrante según principales países de destino. 2015 (porcentajes)

País de destino País de origen

Belice Costa Rica El Salvador Guatemala Honduras Nicaragua Panamá

EEUU 90.88 73.67 94.34 89.09 83.98 41.60 83.25

Costa RIca 0.26 ------ 1.05 0.28 0.64 48.38 9.03

Honduras 0.44 0.54 0.48 0.34 ----- 0.92 0.22

El Salvador 0.62 0.75 ----- 0.90 1.85 1.26 0.35

Guatemala 1.67 1.00 1.42 ------ 1.33 1.38 0.23

Panamá 0.16 6.65 0.24 0.16 0.24 2.09 -----

Nicaragua 0.04 9.24 0.18 0.16 1.97 ----- 0.31

Belice ----- ---- 0,64 2,35 1,35 ------

España 0.06 2.86 0.68 0.75 5.89 3.02 3.28

Total de personas migrantes 54.758 116.627 1.353.047 989.072 631.872 618.774 129.547

Porcentaje de la población total 15,7 2,3 21,1 6,1 7,5 9,9 3,3

Por su parte, el Informe sobre el Estado de la Región (2016), plantea que los flujos de migración centroamericana se dan en varias direcciones:

i) a lo interno de los países, de las zonas rurales a las urbanasii) a lo interno de la región, de Nicaragua a Costa Rica, de Guatemala a El Salvador, y en menor medida y más recientemente, de Belice a Guatemala, de Honduras a El Salvador, de El Salvador y Nicaragua a Panamá,iii) hacia fuera la región, sobre todo hacia América de Norte y, en especial, a Estados Unidos.

En 2015 cerca de cuatro millones de centroamericanos, un 8% de la población regional, vivían fuera de su patria, el 82% de ellos en Estados Unidos. No obstante, en El Salvador la proporción de migrantes se eleva a 21,1% y en Belice a 15,7% (Estado de la Región, 2016)

Después de Estados Unidos y España, México es la nación latinoamericana que recibe la mayor cantidad de migrantes centroamericanos; en 2013 tenía registradas 74.193 personas, de las cuales el 54,7% eran guatemaltecos y el 17,0% hondureños (Rayo, 2015).

De acuerdo a estudio reciente (2017) del Centro de Investigaciones Sociales de la UCR, realizado en las cinco capitales centroamericanas 10, afirma que la mitad de jóvenes de zonas excluidas, desean emigrar. En San Salvador esa cifra asciende al 76%, en Honduras 60%, en Costa Rica 50%, Guatemala 49% y Nicaragua con un 47%. Del total de jóvenes entrevistados (1,501), el 76% considera que en la región la distribución de la riqueza es injusta.

“...yo he vivido aquí toda mi vida y el principal problema son las pandillas”

“… a los jóvenes que van al colegio los amenazan para que hagan cosas y

terminan todos mal…” 11

10 Centroamérica Desgarrada. UCR 201711 Testimonio de joven guatemalteca, recogido en la investigación Centroamérica desgarrada. UCR, 2017

Fuente: Rayo, 2015, con datos de DAES-ONU, 2013.

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Con respecto a la migración extrarregional, según la encuesta American Community Survey, en 2013 había 3.158.556 centroamericanos en Estados Unidos, lo que equivale a alrededor de un 7% de la población total del Istmo. Esta cifra es un 56% mayor que la reportada en 2000 (recuadro 2.3). Los salvadoreños representaron aproximadamente un 40% de ese grupo. En años recientes España ha cobrado importancia como destino para los migrantes. El Fondo de Población de las Naciones Unidas reportó que en 2013 había 78.845 ciudadanos del Istmo en ese país, el 46,0% de ellos hondureños, el doble de los nicaragüenses contabilizados en la misma fecha.

En relación a la edad de los inmigrantes, los datos muestran que la migración reciente de Honduras, El Salvador y Guatemala es esencialmente joven, la edad promedio es de sólo 25.2 años. Cabe destacar que las edades promedio y mediana son inferiores a la que prevalecen entre los inmigrantes provenientes de otros países, así como de la población total de los Estados Unidos.

La migración centroamericana destaca también por su bajo nivel de escolaridad, al comparar con la inmigración proveniente de otras regiones del mundo. En el caso de la migración acumulada, más del 55% de centroamericanos no cubren la preparatoria completa (High School), y solo el 20%, tiene algún nivel de estudios superiores. (CEPAL, 2017)

Otros patrones migratorios recientes en la región incluyen la llegada y el tránsito de migrantes extra-continentales originarios de África y Asia en Centroamérica y el Caribe. De igual manera se ha incrementado los flujos migratorios norte-sur compuestos de migrantes que provienen de “países desarrollados” y que se establecen en “países en desarrollo”. Entre los perfiles más habituales de estos migrantes encontramos personas retiradas, inversores, y los y las descendientes de migrantes de América Latina y el Caribe que nacieron en Estados Unidos o Canadá, y están retornando, de manera voluntaria o forzada, a la tierra natal de sus mayores.

Respecto a las personas trabajadoras migrantes temporales en la región, también existen varios retos en materia de derechos humanos. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los derechos humanos de los migrantes, François Crépeau, ha identificado las siguientes manifestaciones de explotación laboral de dicha población: “la discriminación, la ausencia de contrato de trabajo y sustitución del contrato, la retención del salario o remuneración injusta, la confiscación de documentos, diversas cuestiones relacionadas con el permiso de trabajo y de residencia, problemas con aspectos de seguridad y salud en el trabajo, varias restricciones al derecho a la asistencia médica, condiciones de vida indecorosas, difícil acceso a prestaciones de seguridad social, restricciones a la libertad de asociación, trata y trabajos forzosos,

y aspectos relacionados con el término de la relación laboral” (Nuño Ruiz-Velasco, 2016, pág. 15). Entre las personas en especial situación de vulnerabilidad en el ámbito de migración laboral se encuentran mujeres, niños y niñas, trabajadoras domésticas, trabajadores temporales y personas trabajadoras en situación irregular (Nuño Ruiz-Velasco, 2016).

En el documento elaborado por expertos de la CEPAL en el 2017, se señala que el tránsito por México implica diversos riesgos, además de la eventual detención y deportación por parte de las autoridades mexicanas. Los datos generados por La Encuesta sobre Agresión y Abuso a Migrantes (EAAM) realizada conjuntamente por la SEGOB y El COLEF entre el 2011 y el 2012, indican que el 13% de quienes han cruzado por México entre el 2011 y 2012, fueron objeto de algún delito o agresión en su trayecto hacia los Estados Unidos, entre los que destacan robos, asaltos, extorsiones, amenazas, agresiones y secuestros. Se trata de una incidencia que, aunque parece baja, es realmente relevante y de gran magnitud. Asimismo, se trata de delitos y agresiones recibidas directamente por los migrantes, sin considerar otros riesgos y vulnerabilidades, como accidentes, enfermedades y otras formas de discriminación.

Las mujeres migrantes centroamericanas están inmersas en el fenómeno mundial de la migración. Su proceso migratorio puede describirse como una pesadilla sin límites caracterizada por alto contenido de violencia; la violencia iniciada en su país de origen continúa en el lugar de tránsito, y en el lugar de destino final. En el trayecto ellas enfrentan diferentes formas de violencia: robo, extorsión, violación, secuestro, etc. A estas se les suman la violencia simbólica que las estigmatiza, discrimina e invisibiliza. Si logran llegar a su destino, las esperan duras condiciones de vida: empleo mal pagado, miedo constante de ser deportadas y xenofobia.

Con base en investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Universidad Nacional Autónoma de México, titulada “Los desafíos de la migración y los albergues como oasis. Encuesta nacional de personas migrantes en tránsito por México” (2017) la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador es responsable de migración femenina. Los resultados demuestran que el principal motivo de migración entre las mujeres centroamericanas es el flagelo de la violencia: al menos el 46.6% de las entrevistadas aseguró que temía por su vida o integridad física y emocional si permanecía en su lugar de origen.

El segundo motivo que impulsa a las mujeres a migrar es económico, de acuerdo al estudio citado (UNAM, 2017). La crisis económica repercute con más fuerza sobre los sectores precarizados, obligándolos a buscar mejores condiciones de vida en otros países. Algunas mujeres han tenido que abandonar a sus hijos, padres e incluso a la familia entera, para buscar la supervivencia de sí mismas y de sus familiares. Así lo reflejó el 32% de las encuestadas.

En la región prevalece el matrimonio sin compromiso oficial, es decir, unión libre. Esta forma de conyugalidad ha generado miles de hogares encabezados por mujeres, ocasionando la feminización de la pobreza. La responsabilidad económica recae en los hombros de las mujeres, generalmente con hijos, y éstas buscan maneras de sobrevivir, primero en sus propios países, pero, frecuentemente, esa salida no se encuentra en el interior del país ni en la región, y esas condiciones las impulsan a partir hacia el Norte a pesar del altísimo riesgo que correrán en el camino.

Una tendencia alarmante dentro del flujo migratorio originario de Centroamérica es el aumento de la migración de niños, niñas y adolescentes no acompañados, que hizo detonar una crisis humanitaria en 2014 pero que se mantiene como un patrón constante (OIM, 2017). La migración de menores de edad no acompañados ha crecido desde 2011. De acuerdo con Orozco y Yansura (2016), sólo entre enero y mayo de 2014 cerca de 40.000 niños, niñas y adolescentes de El Salvador, Guatemala y Honduras fueron

Tabla 5. Población migrante. 2015

País Población total (2017)* Total de personas migrantes Migrantes como porcentaje de

la población total

Porcentaje de migrantes en

Estados Unidos

Belice 382,000 54.758 15,7 90,9

Costa Rica 4,949,000 116.627 2,3 73,7

El Salvador 6,551,000 1.353.047 21,1 94,3

Guatemala 16,896,000 989.072 6,1 89,1

Honduras 8,795,000 631.872 7,5 84,0

Nicaragua 6,361,000 618.774 9,9 41,6

Panamá 3,842,000 129.547 3,3 83,3

Fuente: Rayo, 2015, con datos de DAES-ONU, 2013.

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12 Los niños que migran en compañía de sus padres, o aquellos que reciben asistencia financiera por medio de las remesas, pueden obtener mayores oportunidades de desarrollo en términos de educación, salud y adaptación psicosocial. En particular, las remesas también pueden ayudar a disminuir el trabajo infantil.

aprehendidos por las autoridades fronterizas estadounidenses. La mayoría de ellos señala la violencia en sus países de origen como el principal motivo para migrar, seguido por la falta de oportunidades y la reunificación familiar.

Se calcula que 1 de cada 5 migrantes es un niño o adolescente, que puede estar expuesto a abusos, según datos del Boletín Desafíos Nº 11 elaborado por la CEPAL y UNICEF. Si bien su desplazamiento a otros lugares trae algunos beneficios12,muchas niñas y niños pueden verse expuestos a riesgos como abusos, explotación y violación de sus derechos, advierten especialistas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF). Millones de menores de edad están sufriendo severas restricciones en sus derechos humanos debido a su condición de migrantes o la de sus padres.

La migración afecta a los niños de diferentes maneras durante su ciclo de vida, ya sea al migrar junto a sus padres, solos, o dejados atrás por uno o ambos de sus padres migrantes. Sin embargo, el impacto de está migración en los menores de edad debe ser analizado en el contexto más amplio de la pobreza y las desigualdades que se dan entre y al interior de los países.

Las motivaciones para migrar de niños y niñas son un plural de circunstancias y oportunidades que anteceden al acto migratorio de la niñez, adolescencia y juventud. Por tanto, el mismo actor puede considerar al mismo tiempo mo¬tivos familiares, económicos, de seguridad y contexto para explicar las razones que le llevan a migrar, siendo las motivaciones multicausales.

REMESAS

El envío de remesas a los países de origen es una de las dinámicas económicas más importantes asociadas a las migraciones. En Centroamérica son una fuente de divisas clave para financiar la balanza de pagos y generan importantes flujos de consumo e inversión en las comunidades receptoras. Durante el período 2010-2013 ingresaron a la región 53.601 millones de dólares por este concepto; de ese total, un 35,7% fue enviado por guatemaltecos, un 28,0% por salvadoreños y un 21,4% por hondureños (Rayo, 2015).

Después de la contracción que se produjo en algunos países como consecuencia de la crisis internacional de 2008-2009, los flujos han tendido a recuperarse, pero sin alcanzar los niveles previos a la crisis. Entre 2010 y 2013 la tasa de crecimiento promedio anual fue de 6%. Un indicador que permite dimensionar la importancia de estos recursos para las economías centroamericanas es su valor como porcentaje del PIB. (Estado de la Región, 2016)

Desde el año 2000 las remesas han tendido a crecer, especialmente en los países que reciben los mayores flujos: Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua. En los dos primeros representaron cerca del 16% del PIB en 2013, y en los segundos alrededor del 10%. En el resto del Istmo su peso relativo es inferior al 5%. (Estado de la Región, 2016)

Las remesas suelen concentrar el debate sobre los aportes de la diáspora al desarrollo en los países de origen. Para el año 2016 el Banco Mundial estima que las remesas habrían alcanzado un volumen récord en esta subregión, superando los 18 mil millones de dólares en los países centroamericanos. Entre estos

últimos, destacan los casos de los países del TNCA, en donde las remesas alcanzaron un volumen de 7.4 mil millones de dólares en Guatemala, 4.6 mil millones en El Salvador y 3.8 mil millones en Honduras. (CEPAL, 2017)

La importancia económica de estos flujos para cada país es muy diferente, y depende en gran medida de la base económica y productiva de cada país. En el caso de México, las remesas representaron en el 2016 sólo el 2.6% del PIB, proporción muy inferior a la que se da en los países centroamericanos. En Honduras y El Salvador, por ejemplo, las remesas representaron el 18.2% y 16.6% de su PIB, lo que indica el alto nivel de dependencia que mantiene la estructura económica y productiva de esos países respecto a los recursos que genera la migración. Asimismo, en Guatemala y Nicaragua las remesas representan el 10.3% y 9.4% del PIB respectivamente, cifra inferior a las anteriores, pero aún muy superior a la que prevalece en México. (CEPAL, 2017)

DEPORTACIONES

En cuanto a las aprehensiones y detenciones realizadas por las autoridades mexicanas, dos aspectos son los que más destacan. Por un lado, la creciente participación de mujeres en las aprehensiones y deportaciones y, por otro lado, la también creciente participación de menores en la migración y de menores no acompañados en particular. En el primer caso, hacia el 2012 las mujeres sólo representaban el 12% de las aprehensiones. A partir de ese año, se da un sistemático incremento llegando a representar el 23% de las aprehensiones en el 2016. Asimismo, los menores de 18 años también muestran un gran incremento, pasando de menos de 6 mil aprehensiones en el 2012, a 18 mil en el 2014 y 38 mil en el 2016. Entre ellos, destaca la creciente presencia de menores no acompañados, los que pasaron de menos de 3 mil a principios de esta década a 17 mil en el 2016. (CEPAL, 2017)

La falta de documentación para la permanencia legal en el país de destino es el principal motivo para el retorno forzado de los migrantes. Esta situación plantea a los Estados el reto de la reinserción de estas personas en las dinámicas sociales, productivas y culturales de sus comunidades de origen. Es necesario fortalecer las acciones mediante políticas públicas que permitan aprovechar de mejor manera la experiencia y los conocimientos que adquirieron los repatriados en el extranjero (entre ellos un nuevo idioma y el uso de ciertos equipos y herramientas tecnológicas) y a la vez ayudarles a lidiar con la carga psicológica que representan un sueño frustrado, las carencias económicas y la falta de empleo, condiciones que probablemente fueron las que los impulsaron a migrar (Rayo, 2015).

El retorno involuntario o forzado producto de una orden de deportación es un proceso doloroso para sus víctimas, que puede ser mayor según las condiciones a las que hayan estado expuestas (violencia, discriminación, estigmatización, desintegración familiar, pérdida de bienes y entorno de vida, entre otros; Loría, 2016).

Entre 2009 y 2013, las autoridades de Estados Unidos realizaron un total de 23.991 deportaciones de centroamericanos, de los cuales un 45,4% fueron guatemaltecos, un 27,0% hondureños y un 19,1% salvadoreños. De acuerdo con Orozco y Yansura (2016), los flujos migratorios y las deportaciones están aumentando. En 2014 al menos 200.000 centroamericanos intentaron salir de sus países; de ellos, cerca de 130.000 cruzaron la frontera de Estados Unidos, mientras que 100.000 fueron deportados desde ese país y 150.000 desde México.

El aumento dramático de niños, niñas y adolescentes migrantes irregulares provenientes de los tres países de Guatemala, Honduras y el Salvador comienza a evidenciarse a partir 2011. El Department of Homeland

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Security de los Estados Unidos estima que, para 2014, el número de menores de esos tres países que serán referidos al sistema de inmigración puede ascender a unos 60 000, lo que representaría un aumento de casi 160 % respecto del año 2013, y más de catorce veces el número de niños retenidos en el año 2011.

Bajo todas luces, son números enormes que representan condiciones de inseguridad y peligro para muchos menores. Las cifras anteriores se refieren a niños y niñas que, vadeando toda suerte de peligros, llegan a la frontera de los Estados Unidos y son detenidos. Pero no todos llegan hasta ahí. No pocos son aprehendidos durante su trayecto migratorio en México. De estos, los que oscilan entre los 12 y 17 años de edad todavía representan la mayoría, llegando a ser aproximadamente un 83.5 % de todos los menores detenidos en distintos lugares del territorio mexicano entre los años 2007 y 2012.

Actualmente asistimos a un recrudecimiento de las políticas migratorias restrictivas, con presencia de políticas y visión anti-inmigrante.

Estado de los TPS13

• El Salvador, la protección termina el 9 de septiembre de 2019 • Honduras, la protección termina el 5 de julio de 2018 • Nicaragua, la protección termina el 5 de enero de 2019

Por otra parte, los permisos de trabajo ya no serán válidos, las personas pierden la protección ante las deportaciones, y ya no serán elegibles para más extensiones de TPS en el futuro.

Desde el 5 septiembre de 2017, 122 beneficiarios de DACA pierden su estatus cada día. Hasta diciembre de 2017, más de 12 mil han perdido la protección de DACA. La administración y el Congreso piden más fondos para el reforzamiento riguroso de las leyes migratorias.

Posibles impactos de finalización del TPS/DACA:

• Más de un millón de personas amparadas bajo el TPS/DACA serán vulnerables a deportación. • Mas de 200 mil niños(as) ciudadanos estadounidenses se verán forzados a separarse de sus padres o migrar forzadamente. • Muchas personas perderán sus propiedades y negocios. • Perdida de las contribuciones billonarias al seguro social y a la oficina de renta interna (IRS). • Incremento de inestabilidad en los países designados con TPS.

13 Actualizaciones de las políticas estadounidenses hacia México y Centroamérica para organizaciones de la sociedad civil en la región, 20 de febrero de 2018. Webinar sobre políticas migratorias estadounidenses

Marco normativo regional en el tema migratorio

El Informe del Estado de la Región, 2016 realiza un inventario sobre los esfuerzos realizados en la región, para la reinserción de las personas migrantes deportadas.

Tabla 6. Eventos de extranjeros presentados y devueltos por las autoridades migratorias mexicanas,

según grupo de edad, condición de viaje y sexo, 2007 a agosto 2013.

Año 2008 Subtotal 2008 Subtotal 2010 Subtotal

Grupos de edad /

condición de viaje y sexo

H M TOTAL H M TOTAL H M TOTAL

Total general 77,203 17,520 94,723 57,688 11,345 69,033 59,756 10,346 70,102

Mayores de 18 años 69,215 15,155 84,370 53,543 9,798 63,341 56,749 9,310 66,059

Total de menores 7,988 2,365 10,353 4,145 1,547 5,692 3,007 1,036 4,043

De 12 hasta 17 años 6,421 1,487 7,908 3,676 1,153 4,829 2,502 702 3,204

De 0 hasta 11 años 1,567 878 2,445 469 394 863 505 334 839

Acompañados 1,019 681 1,700 397 344 741 389 275 664

No acompañados 548 197 745 72 50 122 116 59 175

Año 2011 Subtotal 2012 Subtotal 2013 (agosto) Subtotal

Grupos de edad /

condición de viaje y sexo

H M TOTAL H M TOTAL H M TOTAL

Total general 53,045 8,157 61,202 69,250 10,393 79,643 51,706 9,228 60,934

Mayores de 18 años 49,804 7,269 57,073 64,698 8,979 73,677 47,063 7,657 54,720

Total de menores 3,241 888 4,129 4,552 1,414 5,966 4,643 1,571 6,214

De 12 hasta 17 años 2,867 637 3,504 4,104 1,051 5,155 4,088 1,117 5,205

De 0 hasta 11 años 374 251 625 448 363 811 555 454 1,009

Acompañados 309 213 522 382 328 710 459 369 828

No acompañados 65 38 103 66 35 101 96 85 181

Fuente: Migración infantil irregular salvadoreña: reflexiones desde la psicología social. ECA Estudios Centroamericanos Volumen 69 Número 736.

Guatemala: en 2013 se creó el programa “Bienvenido a Casa”, una alianza entre el Estado y empresas privadas que apoya la reinserción laboral de los guatemaltecos deportados por medio de atención psicológica, evaluación y certificación de habilidades y acceso a microcréditos. Además, en respuesta al vertiginoso crecimiento de la migración de niños no acompañados de Guatemala, Honduras y El Salvador, en 2014 se puso en marcha el plan “Alianza para la Prosperidad”, que incluye entre sus áreas de trabajo el diseño de mecanismos para dinamizar la producción, generar crecimiento económico y empleo, mejorar las oportunidades sociales y ampliar el acceso a la justicia. Cuenta con apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), aunque recientemente este fue reducido en cerca de un 30% (Loria, 2016).

Honduras: en febrero de 2015 el Parlamento de la República aprobó una reforma a la Ley de Protección al Migrante, mediante la cual se crea el Fondo de Solidaridad con el Migrante Hondureño (Fosmih) para apoyar a los ciudadanos repatriados. La reforma permitirá ejecutar programas de ayuda a los hondureños retornados, tal como establece la “Ley de protección de los connacionales migrantes y sus familiares”, vigente desde marzo de 2014. Asimismo, a inicios de 2015 la Asociación de Municipios de Honduras (Amhon) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) suscribieron un acuerdo para atender a la niñez migrante no acompañada que ha sido deportada y la reinserción a sus familias.

El Salvador: el “Programa de inserción socio laboral de la persona retornada”, que impulsa el Instituto Salvadoreño delMigrante (Insami), es una iniciativa conjunta de diversas entidades nacionales y de salvadoreños en el exterior y se enfoca en la creación de emprendimientos.

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También en 2006 las naciones centroamericanas suscribieron la Declaración Conjunta de la Reunión de Ministros de Relaciones Exteriores de Países Mesoamericanos, República Dominicana, Colombia y Ecuador, en la cual se establecieron medidas para mejorar la atención del fenómeno migratorio mediante la promoción del respeto de los derechos humanos y la realización de procesos migratorios ordenados y seguros, sobre todo en los países receptores (SICA, 2013).

En 2010 se formuló la Política Migratoria Regional Integral (PMRI), que busca fortalecer la gestión migratoria en el Istmo y lograr la armonización jurídica en esta materia. La PMRI aborda, entre otros, los temas de migración intra y extrarregional, asistencia a poblaciones migrantes vulnerables, trata y tráfico ilícito de personas, integración social y turismo. Finalmente, todos los países del Istmo forman parte de la Conferencia Regional sobre Migraciones14.

A nivel individual, cada nación centroamericana ha tomado acciones acordes con su realidad y con los procesos particulares generados por el fenómeno migratorio en sus sociedades. Entre las iniciativas desplegadas durante el período que analiza este Informe pueden citarse las siguientes (CEPAL, 2017):

• En Costa Rica se promulgó la Política Migratoria Integral (2013), cuyo principal objetivo es establecer un sistema de coordinación interinstitucional en esta materia, para promover una gestión que no solo sea efectiva, sino además consecuente con las necesidades del desarrollo y la seguridad nacionales y el respeto a los derechos humanos (CNM, 2013).

• En Guatemala no existe una política pública que de manera expresa atienda este tema, pero sí un marco legislativo y normativo de administración y regulación de los procesos migratorios (OIM, 2013).

• En Nicaragua, el Plan Nacional de Desarrollo 2012-2016 identifica como desafío la generación de empleo y autoempleo para contribuir al descenso de la migración juvenil. A la vez reconoce el derecho a migrar, por lo que busca proveer la mayor cantidad de garantías para los migrantes por medio de la protección consular.

• En Panamá, los decretos ejecutivos 343 y 804, de 2012, crearon el “Permiso de residencia permanente para países amigos” y el “Permiso de residencia temporal para profesionales”.

• En El Salvador, el Ministerio de Relaciones Exteriores cuenta con la “Política institucional de protección y vinculación para los salvadoreños migrantes” (2014), que se enfoca en el respeto, protección y garantía de los derechos humanos de los migrantes y sus familias, así como el apoyo a las comunidades de migrantes en el exterior, el fortalecimiento de la red consular y diplomática, y el arraigo económico, social y cultural de la población en los lugares de destino

En este proceso reciente de elaboración de leyes y normas en materia migratoria, se ha destacado la participación de las organizaciones de la sociedad civil, tanto a nivel individual como de las redes nacionales y transnacionales que han constituido en la región. En los países centroamericanos, ha cobrado relevancia el trabajo de incidencia de las organizaciones de la sociedad civil en el cabildeo y la legislación de la normativa migratoria; sin embargo, debe señalarse que el papel de estas organizaciones es poco visibilizado.

Quizás un aspecto que debe ser señalado es que las OSC trabajan con limitaciones presupuestales y tienen que hacer uso de distintas estrategias para su articulación. Pero a pesar de ello tienen un claro compromiso con la incidencia y con la protección de migrantes y de solicitantes de asilo o de condición de refugiado.

En el marco de la Integración Centroamericana (SICA), se han desarrollado esfuerzos encaminados a la gestión de los procesos migratorios en la región. En ese sentido es importante destacar, la creación en 1990 de la Comisión Centroamericana de Directores de Migración, una instancia de coordinación y consulta regional que desde entonces impulsa la gestión de información migratoria, la homogeneización de los procesos en este ámbito, la prevención de la trata de personas y el retorno de migrantes intra y extrarregionales.

En junio de 2005 se creó la visa única centroamericana, que permite la libre movilidad de personas entre Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Honduras15, y en 2006 estos mismos países firmaron el Convenio Centroamericano de Libre Movilidad.16

Los países de la región han suscrito algunos acuerdos bilaterales y multilaterales relacionados con la niñez migrante. La mayoría referidos a mecanismos de repatriación, los cuales ponen énfasis en el retorno de niños, niñas y adolescentes a sus países de origen, aunque los acuerdos más recientes señalan que la repatriación debe determinarse en base al interés superior de la niñez y adolescencia.

Mencionamos a continuación, algunos de ellos, relevantes para la población de nuestro estudio:

• Lineamientos regionales para la protección especial, en casos de repatriación de niños, niñas y adolescentes víctimas de trata de personas (CRM, 2007)17. Su objetivo es “fomentar la colaboración entre los Países Miembros, y presentar guías para proceder desde la identificación o detección de una niña, niño o adolescente víctima de trata, así como acciones para realizar la repatriación y el traslado de la víctima, si se determina que es apropiado y que está acorde con su interés superior”

• Memorándum de entendimiento entre los gobiernos de los Estados Unidos Mexicanos, de la República de El Salvador, de la República de Guatemala, de la República de Honduras y de la República de Nicaragua para la repatriación digna, ordenada, ágil y segura de nacionales guatemaltecos, salvadoreños, hondureños y nicaragüenses que se encuentren en condición migratoria irregular, a sus respectivos países de origen que se encuentran a disposición de las autoridades mexicanas. Establece que a grupos vulnerables como personas menores de edad, se brindará una “atención diferenciada”, es decir, en forma separada del resto de población meta, además se notificará con antelación a las autoridades consulares y migratorias respectivas su traslado, el cual se hará por vía aérea18.

14 La Conferencia Regional sobre Migración (CRM) es un foro multilateral en el que participan países que son origen, tránsito o destino de las Migraciones. Fue creado por acuerdo de la Cumbre de Presidentes denominada Tuxtla II, efectuada en febrero de 1996. En la actualidad los miembros de la CRM son Belice, Canadá, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá y República Dominicana.

15 Este mecanismo permite la circulación de ciudadanos de esos países, en las tres Repúblicas con sólo presentar su cédula de identidad. No autoriza a trabajar en un país distinto al de origen16 Quinto Informe. Estado de la Región 2016. Programa Estado de la Nación. 2016. Quinto Informe Estado de la Región en Desarrollo Humano Sostenible. San José, Programa Estado de la Nación.17 Conferencia Regional sobre Migración: Lineamientos regionales para la protección especial en casos de repatriación de niños, niñas y adolescentes víctimas de Trata de Personas, aprobado en Nueva Orleans, Estados Unidos de América, XII CRM, abril, 200718 Memorándum de entendimiento entre los gobiernos de los Estados Unidos Mexicanos, de la República de El Salvador, de la República de Guatemala, de la República de Honduras y de la República de Nicaragua para la repatriación digna, ordenada, ágil y segura de nacionales centroamericanos migrantes vía terrestre, firmado San Salvador, 5 mayo 2006

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SECCIÓN TRES

PRINCIPALESDEFINICIONES

• Lineamientos regionales para la atención de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados en casos de repatriación (CRM, 2009)19. Su objetivo es, “fomentar la colaboración en la protección y repatriación entre los países miembros de la CRM, y fungir como guía, desde el momento de su detección, hasta el de su repatriación, siempre salvaguardando sus derechos y su interés superior”.

19 Conferencia Regional sobre Migración: Lineamientos Regionales para la atención de niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados en casos de repatriación, 2009

Fotografía: José Collado - Nicaragua

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El presente estudio pretende de manera general, analizar la realidad migratoria regional de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, en el contexto migratorio (origen, tránsito, destino y retorno), como elemento clave para la construcción de propuestas, definición de acciones por la defensa y ejercicio de sus derechos humanos.

En este apartado se desarrollan los principales conceptos que contribuyen a comprender esta realidad. Partimos del enfoque de derechos, como instrumento para el análisis y la intervención que nos orienta a considerar a todas las personas como sujetas de derechos y al Estado como garante de estos y obligado a su concreción, es decir a garantizar los derechos de todos los que viven en su territorio y de sus nacionales que se encuentran fuera de él (respetando las leyes de los países donde estos se encuentren).

El concepto de migración en general tiene componentes de espacio y tiempo. En ese sentido, desde una perspectiva espacial o geográfica, la migración puede ser interna cuando las personas se desplazan dentro de un territorio o país, o internacional implicando cruce de fronteras. Tomando en consideración el tiempo de estos desplazamientos, ésta puede ser temporal o por espacios de tiempo más prolongados.

Migración: Movimiento de población hacia el territorio de otro Estado o dentro del mismo que abarca todo movimiento de personas, sea cual fuere su tamaño, su composición o sus causas; incluye migración de refugiados, personas desplazadas, personas desarraigadas, migrantes económicos20

Migración Internacional: Según el Glosario sobre Migración, de la Organización Internacional para las Migraciones-OIM, (2006) “la migración internacional es el movimiento de personas que dejan su país de origen o en el que tienen residencia habitual, para establecerse temporal o permanentemente en otro país distinto al suyo. Estas personas para ello han debido atravesar una frontera administrativa o política, con la intención de establecerse de manera indefinida o temporal en un lugar distinto a su lugar de origen”.

Persona Migrante: Como protagonista de esos movimientos migratorios esta la persona “Migrante”. La OIM (2006) define a un migrante como cualquier persona que se desplaza o se ha desplazado a través de una frontera internacional o dentro de un país, fuera de su lugar habitual de residencia independientemente de: 1) su situación jurídica; 2) el carácter voluntario o involuntario del desplazamiento; 3) las causas del desplazamiento; o 4) la duración de su estancia. El término migrante califica a las personas, independientemente de su estatus jurídico o la voluntaria o involuntaria esencia de la migración.

Para el presente estudio, se considera como protagonistas directas del proceso migratorio a las NAMJ que se desplazan fuera de sus países solas o acompañadas.

De igual manera, como NAMJ impactadas directamente por la migración, serían todas aquellas que han quedado en sus países o comunidades de origen como, familiares de migrantes21.

De acuerdo con la Convención Internacional sobre la Protección de todos los Trabajadores Migratorios y sus Familiares (1990), la comprensión de la realidad migratoria abarca desde el momento que la o las personas toman la decisión de emigrar, incluyendo la preparación del viaje, la salida, el tránsito, la llegada a destino, la inserción y el retorno a su país de origen.

Este proceso amplio y abarcador será el que tomaremos en cuenta para analizar la migración intrarregional22 de las NAMJ centroamericanas; tanto la que tiene como destino un país centroamericano, como aquella que se mueve dentro de la región teniendo como destino final México o Estados Unidos.

Niñez: De acuerdo con la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU (1990), todo ser humano menor de dieciocho años de edad, salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría de edad.

Para este estudio, se subdividió la categoría de niñez, establecida en la CDN en dos grupos, el primero abarca a niñas entre 7 y 11 años y el segundo adolescentes, entre los 12 y 18 años.

Como Mujeres jóvenes: están las comprendidas en las edades entre los 19 años hasta los 25 años cumplidos.

Una cantidad creciente, aunque todavía no cuantificada de migrantes regionales, son niños, niñas y adolescentes, algunos de los cuales migran junto a sus padres (o con uno de ellos) al tiempo que otros lo hacen en forma no acompañada o separada, y otros se separan de sus padres o madres producto de la migración de éstos.

De acuerdo con el estudio “Situación de los derechos humanos de los niños, niñas y adolescentes (NNA) migrantes en la frontera de México y Guatemala” (201223), La gran mayoría de NNA viajan no acompañados.

Niñas y Adolescentes no acompañadas: Quienes están separadas de ambos padres y otros parientes y no están al cuidado de un adulto al que, por ley o costumbre, incumbe esa responsabilidad24.

Niñas y adolescentes separadas: Son aquellas que están separadas de sus padres, madres o tutores legales o habituales, ´pero no necesariamente de otros parientes25.

Interés superior del niño: El principio del interés superior del niño o niña, entendido como un conjunto de acciones y procesos tendientes a garantizar un desarrollo integral y una vida digna, así como las condiciones materiales y afectivas que les permitan vivir plenamente y alcanzar el máximo de bienestar posible.

Miguel Cillero (1998) plantea que la noción de interés superior es una garantía de que “los niños tienen derecho a que antes de tomar una medida respecto de ellos, se adopten aquellas que promuevan y protejan sus derechos y no las que los conculquen”. Así éste autor considera que esta noción supera dos posiciones extremas: el autoritarismo o abuso del poder que ocurre cuando se toman decisiones referidas a los niños y niñas, por un lado, y el paternalismo de las autoridades por otro.

20 OIM: Glosario sobre Migración. Derechos Internacional sobre Migración, No.7, Ginebra, 200621 Puede ser que se conviertan en familiares de migrantes por la salida de uno o ambos padres, o la de un familiar cercano que juega un rol afectivo fundamental en sus vidas.

22 Para este estudio, la migración intrarregional se refiere a los desplazamientos entre las naciones centroamericanas, atraídas por un país con una mejor oferta laboral. Este tipo de movilidad se ve favorecida por la proximidad geográfica y cultural.23 Estudio realizado por el Centro de Derechos Humanos Fray Matías de Córdoba y el Centro de Derechos Humanos (CDH) de la Universidad de Lanús (2012).24 Comité de los Derechos del Niño: Observación general No. 6 (2005). Trato de los menores no acompañados y separados de su familia fuera de su país de origen, 39 periodo de sesiones, CRC/GC/2005/6, 1ro de septiembre del 2005, párrafo 7.25 Ibidem, párrafo 8

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La migración parental: Es la movilidad de uno o ambos padres, quedando sus hijos e hijas al cuidado de otras personas, que pueden ser familiares o no.

Interesa en este estudio, conocer los medios utilizados, la temporalidad y sobre todo los riesgos y violencia que enfrentan, tanto como migrantes directas, como impactadas directas por procesos migratorios, ya sea de sus padres, compañeros y familia en general. El desplazamiento puede ser en condición irregular o regular.

Migración irregular: Es el movimiento de una persona a un nuevo lugar de residencia o tránsito utilizando medios irregulares o ilegales, sin los documentos válidos o utilizando documentos fraudulentos. Este término también incluye el tráfico de migrantes26.

El ingreso irregular o “Ingreso ilegal” implica el cruce de las fronteras sin cumplir con los requisitos necesarios para entrar legalmente en el Estado receptor.

Migrante irregular: Es un término utilizado comúnmente para describir a un migrante en una situación irregular en un país de tránsito o destino debido a su entrada irregular, o a que expiró la vigencia de su visa. El término se aplica a no nacionales que hayan infringido las reglas de tránsito o admisión del país huésped; personas que intentan obtener asilo sin una causa justificada; y otras personas no autorizadas a permanecer en el país de destino. Estas personas también pueden definirse como “migrantes indocumentados”, “migrantes clandestinos”, o “migrantes ilegales”. (OIM 2006)

Tráfico de migrantes: Según el Protocolo de la Convención de las Naciones Unidas en Contra del Crimen Organizado Trasnacional, está definido como la facilitación, para obtener directa o indirectamente un beneficio financiero u otro beneficio de orden material, del ingreso ilegal de una persona a un Estado del cual no es un nacional o residente permanente.

Trata de personas: La definición más utilizada y aceptada es la de la OIM, quien a su vez adoptó la definición de trata de personas incluida en el “Protocolo de las Naciones Unidas para Prevenir, Reprimir y

Sancionar la trata de personas, especialmente mujeres y niños”.

La trata de personas significa la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concepción o recepción de beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación. Esa explotación incluirá como mínimo, la explotación de la prostitución ajena u otras formas de explotación sexual, los servicios o trabajos forzados, la esclavitud o las prácticas análogas a la esclavitud, la servidumbre o la extracción de órganos.

Migración de retorno: Esta puede ser de manera voluntaria o forzada y es definida por la OIM, como el movimiento de una persona que regresa a su país de origen o residencia habitual después de permanecer al menos un año en otro país.

Deportación: Referida al acto de un Estado por medio del cual saca a una persona que no es ciudadano de su territorio, después de que se le negó la admisión o que se le terminó el permiso para permanecer en el.

Expulsión: Es el acto de informar sobre la prohibición de permanecer en el territorio de un Estado. Una orden de expulsión se otorga, ya sea si el individuo entró ilegalmente o no está autorizado para permanecer en ese Estado.

Los grupos o sectores vulnerables: Se definen como aquellos con mayores posibilidades, en relación con otros grupos dentro del Estado, de ser sometidos a prácticas discriminatorias, violencia, desastres naturales o ambientales o penuria económica (OIM 2006).

Migrante en una situación de vulnerabilidad: Es aquel que tiene una variedad de factores personales, de situación, o circunstanciales que se cruzan y coexisten y que pueden agravar y cambiar durante su experiencia migratoria, lo que implica que son más propensos que otros grupos de migrantes a ser discriminados, ser socialmente excluidos, a que se violen sus derechos o se sometan a abusos o explotación27.

Es importante establecer, en el marco de la presente investigación, que dadas las motivaciones laborales que mueven a buena parte de esta población, entenderemos como Trabajador(a) Migrante: a toda persona que vaya a realizar, realice o haya realizado una actividad remunerada en un Estado del que no sea nacional (Art. 2 de la Convención sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migrantes y los miembros de su familia, 1990).

Migrante económico: Persona que deja su lugar habitual de residencia para establecerse fuera de su país de origen para poder mejorar su calidad de vida. Este término es también utilizado para referirse a personas que intentan ingresar a un país sin los permisos legales y/o utilizando los procedimientos de asilo sin una causa de buena fe. También aplica a las personas que se establecen fuera de su país de origen durante la duración de una temporada agrícola o turística, llamados “trabajadores temporales”; es un trabajo que depende de condiciones de temporada y es, por consecuencia, desarrollado únicamente durante parte del año28.

Trabajador(a) Fronterizo. Entran en esta categoría todo trabajador migrante que conserve su residencia habitual en un Estado vecino al que normalmente regrese cada día o al menos una vez por semana (Art. 2 de la Convención internacional sobre la protección de los derechos de todos los trabajadores migratorios y de sus familiares, de 1990).

El enfoque de género se constituye en eje transversal para el análisis de la realidad migratoria, no sólo por centrar nuestra población de estudio en mujeres. Partimos de la consideración de que el género afecta todos los aspectos de la experiencia migratoria, tanto de las mujeres como de los hombres. El ser mujer, en nuestro caso, influye sobre “los motivos para migrar, la decisión de quién migra, las redes sociales empleadas para hacerlo, las experiencias de integración e inserción laboral en el país de destino, y las relaciones que se mantiene con el país de origen” (Género en marcha. Trabajando el nexo migración y desarrollo desde una perspectiva de género. 2013). De igual manera, influye nuestra identidad de género en cómo vivimos la deportación, el quedarnos en origen siendo cuidadoras o los riesgos que enfrentamos durante el viaje. Asimismo, el género influye en la cantidad y frecuencia de las remesas enviadas, los mecanismos de transferencia y el impacto general que éstas tienen en el país de origen.

27 Global Migration Group, 2016. Principios y Líneas Directrices sobre la protección de los derechos humanos de los migrantes en situaciones de vulnerabilidad dentro de movimientos grandes y / o mixtos28 Convención del 90: Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de Todos los Trabajadores Migrantes y Miembros de Sus Familias.26 OIM. Glosario sobre Migración. Derecho Internacional sobre Migración, 2006

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Género29: Mientras que el sexo se refiere a las características biológicas que nos diferencian como hembra o macho, el término género se refiere al conjunto de características, valores, creencias, cualidades y comportamientos que las sociedades asignan a los hombres y a las mujeres. Por ende, se dice que el género es una construcción social, o una idea construida por las personas, grupos e instituciones que constituyen la sociedad. Las diferencias de género no son neutras ya que muchas veces están contrapuestas, construyendo ciertas relaciones de poder que provocan desigualdades entre los hombres y las mujeres. Estas relaciones pueden cambiar a lo largo del tiempo y según el contexto.

Roles de Género: Es un conjunto de normas sociales y de comportamiento que están consideradas socialmente apropiadas para cada sexo específico en el contexto de culturas específicas, que difieren ampliamente entre culturas y en el tiempo.

Perspectiva de Género: Implica reconocer las relaciones de poder que se dan entre los géneros, y que son favorables a los varones como grupo social, y discriminatorias para las mujeres, que dichas relaciones han sido constituidas social e históricamente y no son constitutivas de las personas y que atraviesan todo el entramado social y se articulan con otras relaciones sociales, como las de clase, etnia, edad, orientación sexual y religión (Orce, 2014).

Discriminación de Género: Es cualquier distinción, exclusión o restricción hecha sobre la base del sexo, que tiene el efecto o la intención de, menoscabar o anular el reconocimiento, goce o ejercicio - ya sea de hombres o mujeres, independientemente de su estado civil, sobre la base de la igualdad de hombres y mujeres - de los derechos humanos y las libertades fundamentales en la situación política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera.

Equidad de Género: Indica que mujeres y hombres tienen iguales condiciones para realizar plenamente sus derechos humanos y para contribuir y beneficiarse del desarrollo económico, social, cultural y político. Por tanto, equidad de género la valoración por igual de la sociedad de las similitudes y diferencias de hombres y mujeres, y de los roles que ellos y ellas juegan. Sobre la base de que mujeres y hombres son compañera/os por igual en sus casas, comunidades y sus sociedades. La equidad de Género empieza con la valoración por igual de niñas y niños.

Violencia basada en Género30 dirigida hacia las mujeres: Es cualquier acto que resulta en, o puede resultar en, daño físico, sexual, o psicológico o en el sufrimiento de mujeres, incluyendo la amenaza de esos actos, coerción o privación arbitraria de la libertad, haya ésta ocurrida en público o en la vida privada. Esta acompaña, pero no está limitada a, actos de violencia física, sexual, y psicológica en la familia, comunidad, o perpetrado o permitido por el Estado, donde sea que esta ocurra. Estos actos incluyen: golpizas conyugales; abuso sexual, incluyendo de niñas; violencia relacionada con la dote; violación, incluyendo violación marital; mutilación genital femenina/ablación y otras prácticas dañinas para las mujeres; violencia no marital; violencia sexual relacionada con la explotación; acoso sexual e intimidación en el trabajo, la escuela y donde sea; tráfico de mujeres; y prostitución forzada.

En 1995, Naciones Unidas amplió la definición para incluir: violaciones de los derechos de las mujeres en situaciones de conflicto armado, incluyendo violación sistemática, esclavitud sexual y embarazo forzado; esterilización forzada, aborto forzado, uso de anticonceptivos forzados o por coerción; selección prenatal del sexo o infanticidio femenino. Ésta va más allá y reconoce las vulnerabilidades particulares que viven

mujeres de minorías étnicas: las mujeres mayores de edad y desplazadas; indígenas, refugiadas y de comunidades migrantes; mujeres viviendo en comunidades rurales empobrecidas o de áreas remotas, o mujeres en detención.

Violencia contra la mujer: todo acto violento basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer; así como las amenazas de tales actos, la coacción o privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la privada31

Derechos Humanos: Son los derechos básicos y libertades que toda la gente tiene sin importar su nacionalidad, sexo, origen étnico o nacional, raza, religión, lengua, u otros estatus. Estos derechos incluyen derechos civiles y políticos, como el derecho a la vida, la libertad y la libertad de expresión; y derechos sociales, culturales y económicos incluyendo el derecho a participar en la vida cultural, el derecho a la comida, el derecho al trabajo, el derecho a jugar y a recibir educación. Los Derechos Humanos están protegidos y apoyados por leyes y tratados internacionales y nacionales.

31 Declaración sobre la eliminación de la violencia hacia la mujer, Arto. 1. ONU 1993

29 Petrozziello, Allison J. Género en Marcha. Trabajando el nexo migración y desarrollo, desde una perspectiva de género, 201330 El 18 de diciembre de 1979, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer, que entró en vigor como tratado internacional el 3 de septiembre de 1981 tras su ratificación por 20 países

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Fotografía: Cristina Chiquin - Guatemala

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SECCIÓN CUATRO

VOCES DE LAS NIÑAS, ADOLESCENTES Y JÓVENES

Fotografía: Colectivo Lemow - Guatemala

Fotografía: Teresa Jiménez - Guatemala

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Principales resultados

En esta sección se exponen los principales resultados obtenidos en el trabajo de campo realizado por el equipo de investigación. Para mejor visualización de la información se ha dividido en acápites, que muestran los temas claves abordados; se inicia con un acercamiento a las NAMJ a través de su caracterización, donde se expone el contexto educativo, social, familiar y económico en el que se desarrollan. Interesa entrar en detalle sobre el impacto en las familias a partir de -la migración, sus costos afectivos y emocionales, lo que es abordado en un segundo momento; posteriormente se presentan los factores que las colocan en condición de vulnerabilidad en el contexto migratorio, pasando finalmente, a identificar las principales violaciones de derechos que enfrentan las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes.

Las y los centroamericanos que viven fuera de sus países de origen han alcanzado un poco más de cuatro millones, esto significa aproximadamente el 10% de la población regional, la mayoría de ellos se encuentran en Estados Unidos de América32. Esta situación es el resultado de intensos flujos migratorios en el istmo durante los últimos 30 años, caracterizados por dinámicas migratorias más complejas, diversas y heterogéneas.

Como hemos venido exponiendo, la migración de niñas y adolescentes ha cobrado relevancia desde que se hizo visible, con la llamada “crisis humanitaria” en 2014. Esta migración se ha asociado a diversas causas: búsqueda de mejores oportunidades, mayores ingresos, huir de la violencia y reunirse con familiares que han emigrado con anterioridad.

Nuestros resultados pretenden dar cuenta de la migración intrarregional, de un grupo específico de población; cómo se mueven las NAMJ entre los países centroamericanos33.

Caracterización de niñas, adolescentes y jóvenes, en el contexto de losprocesos migratorios

32 Datos que ofrece el Centro Internacional Woodrow Wilson para Académicos, a través de su publicación Análisis No.8, 201633 En esta investigación, se narra la movilidad que ocurre desde entre los países centroamericanos, ya sea como expulsores, tránsito o destino. Nos referimos a Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica.

El total de población meta abordada fue de 191, de las cual el 45% son niñas entre 7 y 11 años, 32% adolescentes de 12 a 17 años y 23% son mujeres jóvenes entre los 18 y 30 años. En el caso de Guatemala las personas abordadas fueron de Municipios del área fronteriza y rural con México; Huehutenango, Colotenango, Chajulá y Santa Ana Huistan. En Honduras, son originarias de áreas urbanas marginales de San Pedro Sula e igual para el caso de El Salvador, donde el trabajo de campo se desarrolló en los municipios de San Miguel y San Vicente, a través de un grupo focal realizado con población rural del Cantón de Apastepeque. En Nicaragua el trabajo investigativo se efectuó en zonas urbanas de los municipios de Rivas, Posoltega y Chichigalpa y en Peñas Blancas, área fronteriza con Costa Rica. En Costa Rica se desarrolló la investigación con NAMJ del Gran Área Metropolitana, en comunidades urbanas marginales.

Estos territorios fueron seleccionados por ser localidades expulsoras de población, o de tránsito para personas migrantes que se dirigen hacia México y Estados Unidos, además de ser corredor fronterizo para nacionales de los países de la región que van tras el “sueño americano”.

En el caso de Nicaragua, los territorios seleccionados son Municipios tradicionalmente expulsores de población hacia la vecina del sur. En Costa Rica, se identificaron comunidades donde los y las nicaragüenses se han asentado.

El contexto de la migración en que se encuentran las NAMJ abordadas difieren entre los países, debido a las propias dinámicas migratorias en cada uno de ellos, así tenemos: NA que migran con sus padres/madres que son trabajadores migrantes; NAMJ nacidas de p/madres migrantes, ya sea en países de tránsito o en destino; NAMJ en comunidades de origen (padre y madre emigrantes o uno de ellos); NAMJ que emigran solas, separadas de sus padres; NAMJ que regresan a su país de origen, ya sea voluntariamente o deportadas.

Grupos focales con niñas, adolescentes y mujeres jóvenes

Tabla 7. Categorías de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el

contexto de la migración, abordadas en el estudio, según país.

GUA ESV HND NIC CR TOTAL

Niñas 11 24 10 28 10 83

Adolescentes 9 - 12 28 14 63

Mujeres jóvenes 7 3 3 25 7 45

TOTAL 27 27 25 81 31 191

A continuación, presentamos una breve caracterización de la población que fue abordada durante el proceso de investigación, principalmente en los grupos focales realizados.

Tabla 8. Caracterización Regional de las Niñas, Adolescentes y Mujeres Jóvenes en contexto migratorio

Estudian Destinos

Grupos

de edad

Cantidad Migrantes

directas

Padre y/o madre

migrante

Familiares de

migrante

Si No Costa Rica CA Estados

Unidos

Otros

6 a 11 83 ---------- 24 69 81 2 37 0 38 8

12 a 17 63 16 29 21 56 7 38 11 13 2

18 a 30 45 20 23 15 24 21 23 3 16 3

TOTAL 191 36 76 105 161 30 98 14 67 13

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34 • Retornos voluntarios sin obligación, cuando los inmigrantes deciden en cualquier momento durante su estancia volver a su país de origen por voluntad propia y por su cuenta.• Retornos voluntarios obligados, cuando las personas se encuentran al final de su condición de protección temporal, se rechaza el asilo, o no pueden permanecer en el país de destino y eligen volver por su propia voluntad.• Retornos involuntarios, como resultado de la orden de deportación dictada por las autoridades del Estado de destino.

La tabla dos resume las características regionales de las NAMJ en el contexto de la migración, según grupo de edad. Llama la atención la presencia de ellas como migrantes directas 19%(36), es decir, fueron ellas quienes emprendieron el viaje, ya sea acompañadas por algún familiar o solas, esta situación tiene mayor peso en el grupo de mujeres jóvenes. Esta experiencia finalizó, en todos los casos, con su retorno al país de origen, el cual pudo ser bajo la modalidad de retorno voluntario sin obligación o con obligación, deportación (retorno involuntario)34.

En ocasiones el retorno o deportación es seguido de nuevas migraciones, nuevos intentos por llegar a destino, alentadas por la familia en origen, la apremiante situación económica, el deseo de estar con sus familiares en destino o la presión que ejercen situaciones de violencia social extrema.

Al consultarles sobre quien emigró en su familia, el 40% informó que fue su padre y/o madre, el 60% que fue un familiar que vivía en su casa y formaba parte del hogar (hermano/a, tío/a, abuelas principalmente)

En términos generales, la decisión de emigrar corresponde, en la gran mayoría de las veces, a los adultos y son hijas e hijos quienes terminan directamente impactados por el proyecto migratorio de sus padres y madres. Esta afectación se debe al impacto que supone quedarse a cargo de otros familiares, parientes, amigos, o incluso solos, o también al hecho de emprender procesos de reunificación familiar, sea formal y ni se diga si es de manera clandestina, y más tarde tener que insertarse en el nuevo país de acogida (Dreby, 2007; Salazar Parreñas, 2005; Faulstich et. al., 2001).

Para las niñas y adolescentes, quedar en sus comunidades de origen es una de las consecuencias del fenómeno migratorio, el cual está íntimamente relacionado con la feminización de la migración y con las políticas migratorias restrictivas en los países de destino, que hacen casi imposible pensar en la reunificación familiar.

Al revisar los datos referidos a su integración en la educación formal, vemos que el 84%(105) del total se encuentran estudiando y sólo el 16% no lo hace. Este dato puede estar reflejando que el hecho migratorio no es factor determinante para el abandono escolar, por el contrario, muchas de la NAMJ abordadas expresaron que la migración de sus padres obedece a la necesidad de darles mejores oportunidades de estudio.

Si revisamos con mayor detenimiento esta situación según el rango de edad, queda claro que, en muchos casos, a medida que avanzan en edad, un importante número de ellas se retira de la escuela; así tenemos que en el grupo de las más pequeñas la incorporación a la escuela es del 97% (81), para el caso de las adolescentes es del 88% (56) y en el grupo de las jóvenes, esa permanencia desciende hasta el 53% (24). Estos datos resultan importantes, dado a que el hecho de estar vinculadas a la escuela, genera en ellas expectativas de un proyecto de vida íntimamente relacionado con su realización técnica o profesional.

Podemos afirmar que el 58% de la población abordada da cuenta de la migración intrarregional (columnas Costa Rica y C.A), representando un fuerte peso la migración de nicaragüenses hacia Costa Rica (98 personas). En la columna de Otros, destaca México como principal destino. En el caso de Guatemala la mitad de las personas abordadas declaró haber viajado a EEUU, el otro 50% lo hizo a México. En El Salvador,

las tres cuartas partes viajó a EEUU y sólo un pequeño número informó que la emigración fue a México (2) y Honduras (1); las hondureñas afirman que mayormente se viaja a EE.UU., reportando sólo una persona hacia Canadá y una hacia España. Para el caso de Nicaragua, la gran mayoría viajó a Costa Rica, a EE.UU. sólo 10 de las 82 personas con las que se trabajó, dos al resto de Centroamérica y dos tuvieron como destino México y Canadá.

Lo anterior se relaciona estrechamente con datos planteados en el Informe de la Región 2016, cuando afirma que en 2015 las personas que se desplazaron a lo interno de la región representaron un 13,2% de los migrantes centroamericanos. Costa Rica es el principal destino, pues acoge al 64,8% de las 513.000 personas que residen en un país del Istmo distinto de aquel en que nacieron. Si bien la mayor parte de los migrantes centroamericanos en Costa Rica son nicaragüenses (90,1%), existe un 4% de panameños y un 3% salvadoreños. Belice y Guatemala ocupan el segundo lugar, después de Costa Rica, como receptores de migrantes intrarregionales, con una participación de 8% cada uno. En 2010 solo Belice y Costa Rica tenían proporciones de migrantes superiores al 10% de su población (14,3% y 8,9%, respectivamente), lo que los convierte en países receptores de migrantes internacionales. Panamá ocupa la tercera posición con 4,3% y las demás naciones registran menos de 1%.

A continuación, se desglosa el cuadro resumen regional, sobre la base de grupos etarios por países, con el objetivo de destacar las particularidades de cada uno de ellos.

El total de niñas, entre 7 y 11 años, consultadas en este estudio fue de ochenta y tres, distribuidas entre Nicaragua (28), El Salvador (24), Honduras (10), Costa Rica (10) y Guatemala (11). En la mayoría de los casos 83%, las niñas reportaron que quien viajó fue un familiar, entendido éste como una persona que habitaba su casa y con quién mantenían relaciones cercanas, en este grupo aparecen hermanos, abuelas, tías que, sin ser sus madres o padres, constituyen vínculos afectivos importantes y referentes en su proceso de socialización.

Hay 15 (17%) casos de niñas que reportan que fue su madre o padre quién salió del hogar, en sólo tres casos se conoció que quienes salieron fueron ambos padres. En estas situaciones, la familia tuvo que reorganizarse a fin de seguir cumpliendo sus objetivos de cuido a sus miembros y reproducción de la vida.

La emigración genera cambios en la organización de las funciones del hogar (jefatura, autoridad, referente afectivo, administración o ama de casa, proveedor principal y labores de cuido), los cambios son más drásticos cuando la mujer emigra y sus funciones de administradora del hogar y labores de cuido son generalmente, asumidas por otras mujeres de ese grupo familiar, sean adultas o niñas.

Tabla 9. Caracterización Regional de las Niñas (7 a 11 años)

Estudian Destinos

País Cantidad Padre y/o madre migrante Familiares de migrante Si No Costa

Rica

Estados

Unidos

CA Otros

HND. 10 2 8 10 9 1

GUAT. 11 --- 11 10 1 4 - 7

ESV. 24 --- 24 24 24 -

NIC. 28 12 16 27 1 27 1 - -

CR. 10 10 10 10 - -

TOTAL 83 14 69 81 2 37 38 0 8

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Interregional de Niñas,

Adolescentes y Mujeres Jóvenes 44|45

La casi totalidad de estas niñas 97% estudia actualmente. El único caso que difiere es el de una niña nicaragüense, hija de madre emigrante, quien dejó de estudiar pues asumió “tareas del hogar” y cuido de sus hermanitos.

En los casos de hogares, donde la figura paterna estaba ausente desde antes de su emigración, y la madre es el único sostén de la casa, las niñas entre 10 y 11 años asumen la obligación de cuido de sus hermanos, a fin de que la madre amplíe sus opciones laborales. Lo anterior, trae consecuencias en la retención escolar hasta llegar, en algunos casos, al abandono de la escuela

Pese a lo anterior, los datos demuestran que la migración sólo de forma excepcional afecta el acceso a la educación. Sin embargo, sí afecta la calidad de la misma, tal como señalan las niñas en su testimonio, donde plantean que debido a la ausencia del /la tutora, quien las acompañaba en los ejercicios y tareas escolares, su rendimiento académico ha pasado de bueno a regular. Pese a que, en muchos casos, cuentan con la asistencia de la jefatura temporal del hogar o autoridad tutora.

En cuanto a las razones de la migración vista desde los ojos de estas niñas, que pese a su corta edad tienen una explicación clara sobre la realidad que les ha tocado vivir, ellas expresan que la migración es la necesidad de salir a otros lugares o países, ya sea cerca o lejos. Los propósitos de la misma son: buscar trabajo y enviar dinero que le permita a la familia cubrir sus necesidades, que sus hijas e hijos puedan ir a la escuela, tener dinero para comprar medicinas si se enferman. Las niñas logran percibir, que en sus comunidades las oportunidades de trabajo son muy escasas o no existen.

La motivación principal para la salida a otro país del padre/madre o algún familiar de las niñas es lo económico, seguido por la falta de oportunidades, la cual puede estar originada, entre otras cosas por la violencia social vivida en sus comunidades, y que se manifiesta a través del accionar de maras/ pandillas, además de problemas de violencia dentro de la familia, como abusos en sus diversas expresiones.Al preguntar sobre los destinos de la migración, estos son claros, Estados Unidos principal destino en el caso de las niñas de El Salvador, Honduras y Guatemala y Costa Rica para las niñas abordadas en Nicaragua. Sin embargo, fue posible identificar a México como destino muy importante, en el caso de las niñas guatemaltecas. Muy pocos casos, se identificaron de hondureñas a España o Guatemala. Sólo un caso de salvadoreña a Honduras.

Los medios utilizados para la emigración fueron terrestres, en su mayoría viajaron sin los documentos requeridos para salir del país e ingresar a otro, es decir que la mayoría de los familiares de las niñas, viajaron en condición irregular, ingresaron y permanecieron en el país de destino de la misma forma. Una excepción a lo anterior, lo constituye la emigración de nicaragüenses hacia Costa Rica, varias de las consultadas expresaron que su familiar viajó con pasaporte y “sacó visa”. Sin embargo, esto no garantiza que la permanencia más allá del tiempo autorizado al ingresar al país, no implique permanencia en condición de irregularidad migratoria.

En el caso de las niñas abordadas en destino, se trabajó con una muestra de 10 niñas entre los 7 y 11 años de edad, todas ellas nacidas en Costa Rica de padre y/o madres nicaragüenses migrantes. Todas las niñas que participaron en el estudio se encuentran insertas en el sistema educativo. Expresaron que los motivos que llevaron a sus padres a migrar tienen que ver con necesidades económicas (8 de las 10 abordadas), La mejora de calidad de vida, la búsqueda de trabajo resalta en las condiciones que impulsaron el proyecto migratorio.

“Es que la mamá de mi papá mandó mi papá buscar trabajo a Costa Rica

porque Nicaragua no había tanto trabajo y como estaba embarazada

de mí, se vino con mi mamá entonces yo nací aquí entonces, si no hubiera

nacido en Nicaragua”Niña participante GF en Costa Rica, 2017.

En dos casos, se hizo mención de que el motivo para migrar a Costa Rica se vincula a conflictos a lo interno del núcleo familiar (violencia y maltrato).

Este último aspecto es importante de reconocer pues, para el caso de la relación migratoria estructural entre Nicaragua y Costa Rica, las mujeres migrantes se desplazan, en muchos casos, principalmente por violencia de género y/o violencia intrafamiliar35. Una de las niñas entrevistadas relata:

“es que mi papá y mi mamá se vinieron a Costa Rica porque mi tía quería

pegarle a mi abuela entonces cambiaron a mi abuela a otra casa y entonces

mi mamá se la llevo a mi casa y después se la devolvieron a Nicaragua.

Pero otra casa”.Niña entrevistada, 2017.

El hecho de haber nacido en destino, les otorga de inmediato la nacionalidad costarricense, con las ventajas y beneficios que eso conlleva. Sin embargo, la realidad de sus padre/madre nicaragüense, no deja de marcar una diferencia importante ante sus pares. Por otra parte, al haber nacido en Costa Rica, no todas las niñas conocen Nicaragua o tienen relación con sus familiares en ese territorio, sin embargo, la mayoría tiene familia extendida en Costa Rica con quien se relacionan (primos/as, tías, hermanos/as).

Un aspecto que resalta, es que todas las niñas corresponden a lo que se conoce como segunda generación de migrantes; esto quiere decir que sus padres migraron de su país de origen, Nicaragua, y cuando vivían en Costa Rica ellas nacieron. En ese sentido, ellas no atravesaron el primer desplazamiento de su familia, lo cual no significa que la migración no les atraviese su vida cotidiana; tienen hermanos y otros familiares en Nicaragua, sus padres y madres mantienen vínculos con su país de origen.

35 Ver, estudio de organización “Nicas Migrante”: https://www.laprensa.com.ni/2017/09/30/nacionales/2305357-violencia-impulsa-las-mujeres-emigrar-dice-organizacion

Tabla 10. Caracterización de Adolescentes (12 a 17)

Estudian Destinos

País Cantidad Migrantes directas Padre y/o madre

migrante

Familiares de

migrante

Si No Costa

Rica

Estados

Unidos

CA Otros

HND. 12 9 2 1 12 6 6

GUAT. 9 3 6 6 3 4 - 5

ESV. - - - - - - - -

NIC. 28 1 13 14 26 2 24 3 2 -

CR. 14 6 11 - 12 2 14 - - -

TOTAL 63 16 29 21 56 7 38 13 2 11

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Adolescentes y Mujeres Jóvenes 46|47

En este grupo, un 25% de las adolescentes ha tenido una experiencia migratoria directa, a diferencia de las niñas consultadas que ninguna reportó contar con esta experiencia. Lo anterior, puede estar asociado a su crecimiento y mayor participación en las actividades productivas dentro del hogar. Las adolescentes, en algunos casos, se convierten en migrantes directas cuando viajan con su madre o padre por diversos motivos, ya sea para ayudarles a trabajar principalmente en labores agrícolas o integrarse a mejores oportunidades de estudio en el país de destino.

Un importante 46% declaró que fueron sus madres y/o padres o ambos, quienes emigraron. A diferencia de las niñas, en las adolescentes crece el porcentaje de migración de padre y/o madre, lo cual puede obedecer a que sea visto como una posibilidad de menor riesgo, dejar la administración del hogar en sus manos, ya que por ser mujer podrá hacerse cargo casi “naturalmente” de las labores de cuido. Ellas reportan que, su familiar viajo por razones muy parecidas a las que mencionaron las niñas. El viaje lo emprendieron de forma irregular, principalmente aquellos cuyo destino fue Estados Unidos, lo hacen por veredas contratando a un coyote o pollero. En la columna de destinos de la migración aparece “otros”, éste está referido principalmente a México, como un destino importante de migración transfronteriza para las guatemaltecas.

Una de las razones de la emigración, expuestas por las niñas y adolescentes es la reunificación familiar, la cual también comporta especificidades de género. En varios casos se pudo comprobar, que el hombre en un corto plazo, buscaba como su compañera se le uniera en destino, con la finalidad de tener quien “lo cuide”, ya que ellos se ven sin las habilidades necesarias para “cuidarse solos”. Como muy bien lo expresan en la cita textual siguiente:

“mi mamá se vino a Costa Rica porque mi papá ya estaba acá,

papá se vino sólo le mandaba plata a mi mamá entonces

mi mamá se decidió venir porque mi papá la quería acá

para que le hiciera la comida y todo como para que lo cuidara

entonces mi mamá decidió venirse para acá”.

Adolescente en Costa Rica, 2017

Para el caso de migración transfronteriza Guatemala-México, mencionado por las adolescentes y jóvenes, este hecho se ve favorecido por la existencia del “pase de visitante local”, el cual no tiene ningún costo y permite a toda persona de nacionalidad guatemalteca, movilizarse hasta 72 kilómetros dentro del territorio mexicano. Pese a la existencia del pase, la mayoría de adolescentes abordadas en Guatemala, desconocían de ese mecanismo. Las que, sí sabían de su existencia y alguno de sus familiares lo había utilizado, expresaron haber sido víctimas de personas inescrupulosas que se los “vendían” hasta por un monto de cuarenta dólares. Quedó en evidencia la desinformación de la población consultada, sobre este particular.

La asistencia a la escuela, aparentemente no se ve perturbada por el hecho migratorio. Sin embargo, al igual que las niñas, recienten haber bajado sus calificaciones por sentirse tristes y estar pensando constantemente en su padre o madre emigrante.

Algunas expectativas de futuro para sus vidas, expresadas por las adolescentes, que están integradas a la escuela, fueron:

1. Quiero estudiar enfermería 2. Me veo ejerciendo mi carrera, sacar una especialidad 3. Ser una excelente trabajadora social. Quisiera estudiar en la Universidad4. Sacar mi secundaria y mi universidad. Me ayudaría mi mamá.5. Voy a estudiar enfermería.6. Hacer el examen en la universidad. Y estudiar fisioterapia.7. Quisiera sacar belleza, perfeccionarla y tener mi propio negocio.8. Quiero estudiar farmacia.9. Quiero ser odontóloga10. Ser agrónoma.

Todo lo anterior lo ven como posible, gracias a la emigración de uno de sus padres y al apoyo que seguirán recibiendo, sin lo cual no fuese posible.

Las adolescentes que no estudian reportaron como factores que intervienen en esta situación, la incorporación a las labores de cuido a sus hermanitos, embarazo no planificado en algunos casos y el retraso o extra edad provocado por su propia emigración.

El viaje realizado por ellas solas o en compañía de su padre/madre, pudo presentar algunas dificultades para su integración escolar en el destino por carecer de documentos debidamente autenticados. Lo anterior dificulta enormemente su integración social. Esta situación se confirma con las adolescentes nicaragüenses en Costa Rica, quienes expresaron como una de las razones por las que no estudian, la falta de documentos debidamente autenticados.

Para el caso de migrantes en destino, se trabajó con 15 adolescentes en Costa Rica, en edades entre los 13 y los 18 años. De ellas 7 son migrantes directas provenientes de Nicaragua, una de ellas nacionalizada como costarricense y 8 nacieron en Costa Rica. De las entrevistadas, 12 expresaron tener padre y/o madre migrante nicaragüense, en Costa Rica. 6 de las 15 adolescentes están en el país de manera irregular, lo que significa el 40% del total.

Sobre el tema educativo, 12 de las adolescentes estudian actualmente y 3 no lo hacen, expresaron que no tienen los documentos para hacerlo y que ellas mismas están esperando acostumbrase al nuevo contexto, sin embargo, está entre sus planes seguir estudiando.

En términos laborales, ninguna adolescente afirmó estar buscando empleo, ni se encontraban trabajando al momento de realizar los grupos focales.

Si bien, se destaca que la mayoría de adolescentes se encuentran integradas a la educación formal, esto no garantiza su promoción y avance escolar, dado que operan distintos mecanismos que pueden expulsarlas en algún momento o bien entorpecer su proceso de matrícula en otros centros educativos. La integración escolar en el destino es uno de los indicadores de la integración social.

Las adolescentes expresaron con mayor facilidad la necesidad de tener a sus padres con ellas, valorando lo que les aportan a su formación y desarrollo. Sin embargo, reconocen que la migración de los padres se

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vuelve una necesidad más apremiante ante la falta de oportunidades laborales y de desarrollo, lo que los orilla a buscar un mejor nivel de vida para su familia fuera de sus propios países.

La lógica de la migración desde los países centroamericanos, es predominantemente laboral. Las personas se mueven, de países menos desarrollados, con menos oportunidades laborales a otros con mayor oferta de empleo, mejores salarios y otras ventajas (salario en dólares, existencia de redes sociales de amigos y familiares ya en destino, proyectos importantes de infraestructura con alta demanda de mano de obra), que las familias analizan, antes de tomar la decisión de emprender el proyecto migratorio.

Como se puede observar en la tabla, para el caso de las mujeres jóvenes que están en las edades entre 18 y 30 años, un 44% han tenido la experiencia migratoria directa. Sobresale el caso de las nicaragüenses a Costa Rica, donde el 100% han sido migrantes directas, quienes han permanecido en destino, en condición migratoria irregular.

“(…) nos vinimos ilegales. Llegamos a San Carlos, nos vinimos por el río

San Juan no sé y tuvimos que pasar por un lugar que le llaman naranjal,

fuimos a caminar, con lluvia y todo…veníamos 3 mis dos hermanos menores

y una señora que nos venía pasando porque nosotros no conocíamos después

dejamos acá, duramos como una semana en el camino, ahora es más fácil

porque uno ya conoce, pero cuándo vinimos no conocíamos

y nos costó más…”

Joven nicaragüense en Costa Rica, 2017

La irregularidad o comúnmente llamada “ilegalidad”, aumenta su vulnerabilidad en distintos ámbitos, desde la posibilidad de culminar sus estudios hasta la posibilidad de protección y acceso a derechos, tales como acceso a la justicia, salud, entre otros, los que difícilmente podrán ser disfrutados y peor aún, a los cuales no piensan que tienen derecho.

De igual manera, aumenta el porcentaje de p/madres emigrantes, por lo que 22 de ellas se han quedado en destino, cuidando o como responsables del hogar familiar.

El porcentaje de quienes estudian y las que no lo hacen es muy similar, 53% estudian actualmente y 47% no lo hacen. Lo anterior, confirma que en la medida que van creciendo se van integrando más al mercado laboral, o a procesos de maternidad temprana lo que está influyendo en el abandono del sistema escolar, al

tener que asumir responsabilidades directas en la manutención de sus hijos e hijas. En el caso de las nicas en Costa Rica, de los 6 casos, 5 no están estudiando; cuatro de ellas trabajan y una está buscando empleo.

En el caso particular de las mujeres nicaragüenses en Costa Rica, estudios como el de Lerussi (2007) detallan que se trata de un grupo poblacional relevante y que, en la mayoría de los casos, al migrar al país se insertan laboralmente en el sector de trabajo doméstico remunerado, el comercio informal y el sector agrícola no tradicional. Los trabajos que suelen realizar estas mujeres se dan en condiciones precarias, con salarios muy por debajo del mínimo establecido por ley; sin el seguro social que le corresponde pagar a las personas que les dan el empleo, lo cual impide su acceso a servicios de salud por la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS). Lo anterior, reduce las posibilidades para que estas mujeres logren su proceso de regularización en el país, ya que para este trámite es indispensable afiliarse al sistema de cotización de la CCSS (Lerussi, 2007). Este panorama, refleja el círculo vicioso de la condición de irregularidad migratorio.

En el grupo focal las jóvenes lograron identificar que la migración, en muchos casos, es una necesidad para padres y madres por la falta de oportunidades laborales, bajos salarios debido a la poca o nula oportunidad de capacitación o formación que han tenido, expresaron que hacen falta oportunidades de desarrollo.

“La pobreza y extrema pobreza que se vive en el país y la falta de

oportunidades de desarrollo y el abandono de las comunidades ha generado

la necesidad que las comunidades del área fronteriza estén en constante

migración, donde migran las familias completas en algunos casos, o ponen

a trabajar a los niños para generar algún ingreso a la economía familiar”. Informante clave, Guatemala 2017

En el caso de las mujeres jóvenes, los destinos siguen siendo Costa Rica, Estados Unidos y “otros” con predominio de México. Como migración intrarregional, se reporta un 58%, con un aporte importante de las nicaragüenses hacia Costa Rica, tres de ellas reportan como destino Honduras y Guatemala; las guatemaltecas reportan como destino México.

En el grupo de mujeres jóvenes están incorporadas las trabajadoras transfronterizas, abordadas únicamente en Nicaragua y Guatemala. Ellas son mujeres jóvenes, que se mueven con una frecuencia diaria, semanal o mensual entre las poblaciones fronterizas de Costa Rica y México, respectivamente, sin cambiar su domicilio permanente en sus países de origen. La mayoría se traslada de forma irregular y tienen la experiencia directa como migrantes transfronterizas. Se dedican, en el caso de las nicaragüenses, a labores relacionadas con el comercio de diversos productos; desde ventas de comidas ambulantes, hasta la venta de cosméticos, ropa y artículos varios. Las guatemaltecas se trasladan al territorio del Soconusco36, para emplearse en trabajos de servicio doméstico y hotelería.

“Yo lo que recomiendo es que no deben irse de manera irregular, es muy peligroso.

Aunque a mí no me ha pasado que me chantajeen o me digan que me acueste

con ellos –ejército o policía-, para dejarme pasar. Si sé que le pasa eso a muchas

mujeres que van de manera irregular. Hay que sacar documentos mejor”. Migrante transfronteriza nicaragüense, 2017

36 El Soconusco es una región histórica que pertenece al estado de Chiapas (México). Se localiza en el sur del estado, en la frontera con Guatemala.

Tabla 11. Caracterización de Mujeres Jóvenes (18 a 30)

Estudian Destinos

País Cantidad Migrantes directas Padre y/o madre

migrante

Familiares de

migrante

Si No Costa

Rica

Estados

Unidos

CA México

HND. 3 3 3 2 1

GUAT. 7 2 3 2 1 6 5 2

ESV. 3 3 3 3

NIC. 25 8 10 13 16 9 16 6 3 ---

CR. 6 6 6 - 1 5 6 - - -

TOTAL 44 19 22 15 24 20 22 16 3 3

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Interregional de Niñas,

Adolescentes y Mujeres Jóvenes 50|51

“He migrado a México en algunos de los estados de México en Veracruz,

Guajaca, Campeche y Mérida, y Playa del Carmen también. En ese viaje si

mi experiencia fue un poco muy complicada porque siendo uno de otro país

al migrar a veces uno sufre muchas cosas en el camino” Migrante guatemalteca, 2017

“Yo emigre en mi caso porque mi madre es madre soltera, yo estudié por mi

propia cuenta trabajaba y estudiaba (Básico y diversificado) pero eso no

bastó, todos los gastos de mis estudios entonces yo me endeude en algún

momento y por lo mismo yo tenía que emigrar para cancelar mis deudas.

Por eso me fui un tiempo, pero mi experiencia al migrar a los Estados de

México fue muy difícil porque conseguir un trabajo siendo de otro país

no es tan fácil…”. Migrante transfronteriza guatemalteca, 2017

La falta de oportunidades laborales que existen en el país, aún para las profesionales, es escasa o casi nula, para alguien que tiene bajo nivel educativo o ningún estudio se torna mucho más difícil.

“El abandono total por parte del Estado de Guatemala ha generado que,

en las distintas comunidades cercanas a la frontera, como es el caso de

Chaculá, El Aguacate, entre otras, no tengan oportunidades laborales,

lo cual ha generado que la migración se vuelva una costumbre”.

Informante clave, Guatemala 2017

Todas las jóvenes transfronterizas son madres solteras, afectadas por la irresponsabilidad paterna, el desempleo y, la responsabilidad de mantener a su grupo familiar original. Por consiguiente, su emigración tiene como factor determinante la falta de oportunidades laborales y los salarios e ingresos suficientes.

Los datos presentados, concuerdan con otros estudios sobre la migración a lo interno de la región, donde se ha identificado, que la principal movilidad ocurre de Nicaragua hacia Costa Rica. Guatemala se caracteriza por ser un país expulsor casi exclusivamente a los EE.UU., manteniendo flujos migratorios temporales-transfronterizos con México. Honduras es un país expulsor hacia EE.UU. y recientemente hacia El Salvador; este último se ha caracterizado por expulsar población hacia Estados Unidos y por ser receptor de poblaciones de Nicaragua y Honduras. De los países de la región, Nicaragua es quien mayor diversidad de destinos aporta, tradicionalmente sus países receptores eran Costa Rica, y EE. UU., pero en años recientes ha incluido a Panamá como destino. Por su parte, Panamá se ha caracterizado por ser país de tránsito; sin embargo, recientemente recibe migrantes nicaragüenses y colombianos. Además, de ser país expulsor de población indígena hacia Costa Rica, para trabajar en actividades temporales.

Podemos afirmar que el flujo de migrantes centroamericanos es tanto intrarregional como extra regional, principalmente hacia Estados Unidos. Sin embargo, últimamente se han incluido destinos extra continentales en Europa, en particular España37.

La extrema violencia y la falta de oportunidades, que en muchos casos se refuerzan mutuamente, provocan la movilidad de niñas, adolescentes y jóvenes. Guatemala, Honduras y El Salvador constituyen la región más violenta del mundo sin presencia de guerra, encabezados por Honduras, con un índice de unos 92 homicidios por cada 100.000 habitantes y el índice de homicidios más alto del mundo en la ciudad de San Pedro Sula (139/100.000). El Salvador también se encuentra entre los cinco países más violentos del mundo, mientras que Guatemala es uno de los diez países más violentos de la región latinoamericana38.

Pese a que Nicaragua y Costa Rica, no aparecen en las estadísticas anteriores, la migración que ocurre está impulsada por situaciones de exclusión, falta de oportunidades, empleos precarios, sobresaliendo la violencia intrafamiliar y de género como factor de expulsión.

Uno de los aspectos más preocupantes de la migración de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes es la condición migratoria irregular, que las acompaña durante el tránsito y en su inserción en destino; esta falta de documentos las coloca de entrada en condición vulnerable, sumándose a esto que una parte de ellas viaja en compañía de personas inescrupulosas o solas, lo que las expone a serios riesgos para su seguridad e integridad durante el viaje. De igual manera, la presencia de grupos del crimen organizado en la ruta migratoria, especialmente en los puntos por donde transita la migración irregular, coloca al grupo meta de este estudio, en condiciones de mayor vulnerabilidad ante secuestros, abusos sexuales, robo, trata de personas y otras amenazas.

Las fronteras a nivel mundial son cada vez más cerradas y están regidas por un enfoque de “seguridad nacional y políticas represivas”, frente a este panorama los países de la región no son la excepción (ver Dobles, I. et. al, 2008, Sandoval, C. 2007).

Para Gatica, “la obsesión de blindar las fronteras y controlar las rutas migratorias sólo consigue incrementar los riesgos de quienes migran, incluyendo mujeres, niñas y niños” (2017, p. 34). Además, las políticas migratorias y sus trámites limitan cada vez más que personas migrantes logren integrarse en procesos de ciudadanía, como lo explica Sandoval (2007: xv), persiste una visión reduccionista según la cual “la ciudadanía se define por la condición migratoria”, invisibilizando así a personas migrantes que se encuentran indocumentadas en el país.

37 Migración Internacional en Centroamérica. Mapeo regional de flujos, legislación, políticas públicas, organismos, organizaciones e investigaciones 2009.

38 Migración Internacional en Centroamérica. Sistema de Información Estadístico sobre las Migraciones en Centroamérica (SIEMCA) Serie Seminarios y Conferencias 2002.

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La migración y suimpacto en las familias

En este espacio, analizamos los resultados obtenidos en la temática de familia y los impactos que la migración ha tenido en ella.

La familia, según se desprende de la Declaración de los Derechos Humanos, es el espacio privilegiado de integración social. No tiene una estructura única, esta ha venido evolucionando dando paso a “nuevos arreglos familiares”. Sin embargo, la familia con su estructura39 y relaciones, invariablemente se ve modificada, en alguna medida, por la separación física que ocasiona el desplazamiento. A lo anterior se agregan las propias limitaciones impuestas por las regulaciones migratorias, lo que se traduce en situaciones de separaciones familiares y situaciones que se alejan de los marcos recomendables para su desarrollo.

Es innegable que la realidad de la migración tiene consecuencias en la dinámica y estructura familiar, estas van a depender de quién emigra, hacia dónde lo hace y en qué condiciones. Además, de si la migración es un proyecto de familia, conversado y consensuado entre sus miembros, qué tanto quienes se quedan estén informados de las razones y los objetivos de la misma, así como de las formas de mantenerse en contacto. Las fortalezas y debilidades de la familia previo al hecho migratorio, son determinantes en la manera de cómo se asume la nueva realidad.

La tabla siguiente muestra las principales situaciones que han vivido las familias de las niñas, adolescentes y jóvenes, vistas desde ellas mismas, a partir de la migración de sus padres/madres, algún familiar o de ellas mismas. Resalta que independientemente de la edad, la separación física y emocional de sus referentes afectivos y de autoridad, son las consecuencias más mencionadas. Lo anterior, se profundiza en el cuerpo y la vida de las personas.

Es claro que a partir de la separación física se desencadenan una serie de situaciones que afectan a las niñas, adolescentes y jóvenes. La reestructuración familiar que acarrea la distancia, es el impacto que más mencionan todas las consultadas; salen y llegan nuevos miembros, la jerarquía al interior de las familias se recomponen, las relaciones del hogar se redefinen, dando lugar a cambios en los roles y responsabilidades de los miembros que permanecen en los países de origen.

“A partir de la migración hay cambios, porque cuesta bastante no tener

cerca a papá, hace falta el cariño, el amor; aunque si tal vez nos puede dar

ropa, comida, un techo donde vivir, pero falta el amor, los consejos y tenerlo

cerca. Pero si la mamá se va; es muy complicado, en mi caso no sé si podría

estar sin ella, estoy muy acostumbrada a ella, siempre ha sido todo para mí.

Lo complicado es por el apego.”

Adolescente, guatemalteca 2017

La familia, según se desprende de la Declaración de los Derechos Humanos, es el espacio privilegiado de integración social. No tiene una estructura única, esta ha venido evolucionando dando paso a “nuevos arreglos familiares”. Sin embargo, la familia con su estructura39 y relaciones, invariablemente se ve modificada, en alguna medida, por la separación física que ocasiona el desplazamiento. A lo anterior se agregan las propias limitaciones impuestas por las regulaciones migratorias, lo que se traduce en situaciones de separaciones familiares y situaciones que se alejan de los marcos recomendables para su desarrollo.

La migración también ha redefinido la jefatura del hogar. Según datos de la realidad guatemalteca, el 48.7% de los grupos familiares que reciben remesas son liderados por mujeres, el doble que el promedio nacional, que es de 22.6%40. Lo anterior está íntimamente ligado con la feminización de la migración41. Son las mujeres las que asumen, por su construcción social de género, la responsabilidad hacia su familia, a ser ellas quienes envían remesas de manera sistemática para el sostén de la misma, sus hijos e hijas, sobre todo cuando son las únicas que cuidan de ellos y ellas.

“Se ha vuelto relativamente común hablar sobre el rol cambiante de la

mujer en la migración y en particular, el hecho de que ellas están tomando

cada vez más un rol de liderazgo en la migración […]. Esto contrasta con

la visión tradicional del hombre trabajador que se va primero, se establece

y trae a su familia una vez que la situación de empleo y de vida se haya

estabilizado y él haya ahorrado suficiente para pagarles el viaje42”.

En muchos casos, con la migración se pierde a quienes proveen afecto y satisfacción de necesidades, sobre todo cuando es la mujer quien sale en busca de mejores oportunidades. En su lugar quedan familiares como abuelos o tíos, que no siempre responden a la expectativa o desconocen cómo lidiar con las hijas de migrantes que se deprimen, están tristes y en algunos casos, no quieren seguir estudiando.

Más allá del impacto económico que genera la migración, es preciso atender el impacto emocional que produce la separación familiar, especialmente en las niñas y adolescentes que permanecen en sus comunidades y que se enfrentan a grandes desafíos en su desarrollo. La emigración de un miembro del hogar crea angustia, tensión y estrés tanto en quien se va como en quien se queda. En no pocos hogares se adoptan medidas y comportamientos de riesgo, aumentando la vulnerabilidad ante la violencia, el abuso y la explotación.

39 Hacemos referencia a su organización interna, distribución de roles, jerarquía, número de miembros, relaciones de parentesco o de afinidad. No limitamos la estructura familiar al concepto tradicional de padre, madre e hijos

40 Revista Análisis No.8, 201641 Feminización de la migración. Esto quiere decir que hoy en día las mujeres constituyen la mitad de la población migrante en el mundo (tras un leve aumento numérico), y que cada vez hay más mujeres que migran de forma autónoma y en capacidad de proveedoras principales para sus familias transnacionales.42 http://www.migracionoea.org/index.php/es/sicremi-es/45-sicremi/publicacion-2014/informe-parte-i-esp/356-la-feminizacion-de-la-migracion.html

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Tabla 12. Impacto en la familia

Protagonista Separ.

Física

Abandono

/ Tutor

Divorcio Reestructuración

familiar

Violencia

intra

familiar

Familia

binacional

Recarga

de Tarea

Nueva

Familia

Sin Ref.

Autoridad

Sin Ref.

Emocional

Separ.

hermano

Niñas 33 3 3 15 3 7 7 4 0 2

Adolescentes 36 5 4 31 5 14 20 5 7 7 8

Jóvenes 21 7 7 3 9 2 2 1 5

Total 90 8 14 53 8 24 36 11 9 8 15

33% 3% 5% 19% 3% 9% 13% 4% 3% 3% 5%

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Adolescentes y Mujeres Jóvenes 54|55

Como se mencionó, una de las consecuencias inmediatas de la migración es la reestructuración familiar, para el caso de niñas con edades entre 7 a 11 años, se nos presenta la situación que muy pocas tuvieron oportunidad de convivir con el familiar que migró, ellas mencionan que estaban muy pequeñas o no habían nacido cuando se dio la emigración de sus padres. En estas situaciones, no se logra construir el vínculo afectivo y la poca o nula convivencia no generó sentimientos de apego, por lo que el dolor ante la ausencia no existe. Sin embargo, han idealizado la figura paterna y añoran gozar de su padre, como lo hacen otras niñas.

Indiscutiblemente, las familias en la región tienen limitadas posibilidades de desarrollo, pero importantes vínculos con el exterior y los efectos “demostración”43 que se originan producto de la migración. Lo anterior hace que tengan dentro de sus planes de vida la migración como alternativa para el progreso de la familia. “La tradición salvadoreña marca a las familias; y la familia salvadoreña se caracteriza porque la mayoría cuenta con un

familiar en ese país (en referencia a Estados Unidos), lo cual facilita la migración (desde el punto de vista de quienes

se quedan en el país). La migración hacia otros países de la región es bien mínima44”.

Se logró identificar que, en algunos casos, sobre todo cuando es la mujer la que emigró, pese a la distancia y al tiempo, existe un vínculo generado por la comunicación constante que, gracias a las redes sociales, pueden tener entre ellos. Los costos, por la utilización de este medio de comunicación, corren por cuenta del familiar migrante, quien mensualmente aporta, en concepto de remesas, para ese y otros gastos. Las niñas y las mujeres jóvenes son conscientes de ello y así lo expresan.

“La distancia es física, pero mi mamá siempre está pendiente de nosotros,

nos llama todos los días y está al tanto de los que hacemos”

Adolescente nicaragüense en GF, 2017

La comprensión y el poder asumir la migración como un proyecto familiar, por parte de la madre o tutor(a) que se quedó a cargo contribuye a mantener los lazos de comunicación constante. Se encarga también de explicar las razones por las cuales la familia tuvo que separarse; siendo la más recurrente, la búsqueda de mejores condiciones de vida. Todos los familiares que migraron trabajan en el país de destino y desde ahí contribuyen a los gastos de la familia en el país de origen.

En ese sentido, la migración representa un beneficio para las familias en origen, siempre y cuando las condiciones laborales sean favorables en el país de destino; eso implica la necesidad de encontrar uno o dos trabajos estables que permitan obtener lo suficiente para vivir y enviar remesas al país de origen.

Gracias a ese apoyo, las niñas y adolescentes consultadas reconocen que pueden estudiar, que el familiar en origen las pueda cuidar, alimentar y tener acceso a algunas comodidades en sus hogares; por ejemplo, pagar los servicios de internet y comprar aparatos electrónicos (celulares inteligentes, tabletas personales o computadoras portátiles) para utilizar redes sociales, que hoy en día se vuelven una herramienta efectiva para acortar las distancias, mantener el contacto entre familiares y mantener y fortalecer los vínculos entre ellos. Esos gastos, de no ser solventados por el familiar migrante, las familias en origen, muy difícilmente podrían costear debido a las condiciones económicas en las que viven.

La ausencia de los padres y especialmente la madre producto de la migración, afecta a las niñas, adolescentes y a la familia en general. Producto de la reorganización en las familias, los hijos quedan al cuidado de abuelas, tías o hermanas mayores, quienes no logran cumplir con el mismo rol. Por ejemplo, en los temas educativos de las nuevas responsables de las niñas y adolescentes no siempre mantienen las mismas exigencias y cuido del desempeño académico. En este caso, la migración tiene efectos contradictorios, por un lado, asegura, los medios económicos para, la permanencia y por otro debilita su aprovechamiento, ya que la persona que apoyaba, motivaba y acompañaba este proceso no está.

A lo anterior, se suman otros factores tales como; las múltiples tareas del hogar que deben ser asumidas por las niñas y adolescentes, ante la ausencia de la madre, la búsqueda de afectos en relaciones de noviazgo a temprana edad, que pueden culminar con embarazo, que están contribuyendo en el bajo rendimiento académico y, finalmente el abandono de los estudios.

En la presente investigación, varias adolescentes mencionaron haber dejado los estudios por diferentes razones; no le gustaba la escuela, constantes dolores de cabeza al estudiar, no le dan ganas o ya sienten que ya no pueden estudiar. Por otro lado, se identifican situaciones que muestran la falta de atención y cuido, como es el caso, cuando se enferman.

Mi mamá y todos me dicen que siga estudiando

“Yo le dije a ella (mamá) que no quería estudiar”. Adolescente45 guatemalteca en origen, 2017

“En mi caso salí de cuarto (de primaria) pero no me gusto la escuela, y ese

año estuve enferma, no podía ver cuadernos ni nada eso, y mejor le dije a

mi mamá que me iba a salir de la escuela, y si eso quieres- me dijo - pero

me siguió insistiendo que yo siguiera estudiando. El año pasado iba seguir

estudiando en el Aguacate, pero le dije a mi mamá que mejor ya no, para

que iba a gastar si yo no quería, pero oportunidades de seguir estudiando si

había, pero yo no quise estudiar”. Adolescente guatemalteca, 2017

Tal como se indicó anteriormente, en la adolescencia la separación de los padres y la falta de afecto de ellos, en muchos casos se somatiza en busca de obtener atención, ante la sensación de abandono. Los sentimientos de añoranza y “hacer falta” de las figuras paterna,

materna o de familiar (principalmente las abuelas) en la vida de las niñas, adolescentes y jóvenes se reflejó con fuerza en los grupos focales y entrevistas.

Algunas de las adolescentes y jóvenes abordadas, manifestaron no sentirse seguras en sus países, saben que pueden ser víctimas de algún acto de violencia; uno por ser mujeres jóvenes y dos porque la situación de violencia es palpable y latente. Sienten alivio al saber que tienen alternativas que, en caso de necesitarlo, en otro país existe una persona a quién acudir.

Con las niñas, principalmente de Honduras y El Salvador, se logra identificar que la mayoría de ellas se sienten afortunadas porque tienen a un familiar en otro país, eso les da oportunidades que otras niñas no tienen. Son conscientes que sí algún día ellas toman la decisión de migrar, pueden llegar hasta dónde ese

43 El “efecto demostración” consiste en la adopción por parte de las personas migrantes y sus familias en origen, de estilos de vida y pautas de consumo propias de los países desarrollados. Las que se hacen evidentes en; mejoras de la vivienda, cambios en las formas de vestir y comportarse, uso de tecnología. Demostrando lo que se logra con la migración, lo que fortalece el deseo de poder gozar de esos beneficios, y considerando la migración como única opción.44 Entrevista a coordinadora de proyecto Save the Children San Miguel, 03 de octubre de 2017. 45 Ambos padres están en Estados Unidos y ella quedó al cuidado de sus abuelos

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familiar se encuentra; albergan la esperanza de viajar porque saben que hay un soporte familiar que les apoya. Este pensamiento es confirmado por el representante del Comité Local de Derechos del CONNA al expresar que para “…el imaginario colectivo… el plan de vida es, tarde o temprano, migrar para Estados Unidos, porque

allá está la familia46”.

La separación física de la familia difiere de la separación de la pareja y el abandono del tutor migrante, las tres son situaciones que no necesariamente son producto de la migración. Pero sí, agravan las consecuencias de esta.

Casi la cuarta parte de las entrevistadas, principalmente las adolescentes, resienten proceso de reacomodo (ante la ausencia de uno de sus miembros: papá, mamá o ambos) generó un cierto nivel de desprotección percibido por ellas como “desintegración de su grupo familiar”. Sin embargo, existen casos donde la percepción de desprotección coincide con el abandono de la persona tutora y la pérdida del referente de autoridad y/o emocional, sufrida a raíz de la migración.

“Mis padres me abandonaron a los dos años. Me crie con mi abuelita.

Mi papá está en Costa Rica y mi mamá acá, pero no me relaciono con ella.

Ella tiene más hijos”

Adolescente en Grupo Focal, Nicaragua, 2017

En estos casos, y en muchos otros, la familia se reestructuró producto de la migración y al parecer, se producen varios procesos que se suman a la movilidad; como son la ruptura de pareja y el abandono paterno o materno.

En el proceso de salida de la persona migrante, es importante la comunicación oportuna de esta con las niñas y adolescentes para facilitar la comprensión de la migración, explicar las condiciones en que queda la familia y la niña o adolescente, quién o quienes serán responsables por ellas, en fin, abordar los aspectos que brinden la mayor seguridad y disminuyan, en lo posible, la sensación de “desprotección y abandono”.

En ese sentido, la comunicación asertiva del padre o madre, o bien de sus referentes psico afectivos, tanto durante el tránsito como durante su permanencia en destino, demuestran ser importantes para las adolescentes, ya que aminora el sentimiento de separación y/o abandono, procurando seguir con sus actividades cotidianas, como el estudio.

Uno de los calificativos más usados para describir los impactos de la migración en las familias es el de “desintegración familiar”, el que hace referencia a la disolución de la familia como originalmente estaba estructurada, debilitamiento de sus interacciones y relaciones hasta que desaparecen, comúnmente ocurre la conformación de nuevas familias ya sea en origen o destino. A través de las conversaciones con las NAMJ, pudimos diferenciar la “desintegración familiar” de la reestructuración, reacomodos o nuevas formas organizativas que permiten a las personas garantizar las funciones de cuido, soporte afectivo y emocional que le corresponde a las familias.

A lo largo del trabajo de campo identificamos niñas y adolescentes que nunca conocieron a su padre o madre, ni establecieron vínculos afectivos (cara a cara) con ellos, ya que al momento de la migración estaban muy pequeñas (menores de 2 años) o en el vientre de su madre o en familias donde la figura paterna estaba ausente, previo a la migración. En estos casos no se puede hablar de desintegración familiar

pues la familia que ellas siempre conocieron estaba integrada por madre, hermanos, abuelos y algunos otros familiares que habitan en la misma casa y asumen roles diversos en el hogar.

Por otro lado, tenemos niñas y adolescentes que están conscientes del momento de la salida de su padres/madre y de las transformaciones que esto trajo a sus familias y a sus vidas. Pero el proyecto migratorio es familiar, y las labores de cuido fueron asumidas y redistribuidas en otros miembros (generalmente mujeres). No están físicamente con sus madres, pero el vínculo afectivo, de control y de comunicación se mantiene. Se forman las llamadas “familias transnacionales”47

Un tercer escenario es el de niñas y adolescentes que están conscientes de la migración de su padre/madre o de ambos, esto removió la estructura familiar, la cual se ajustó a la nueva realidad. Sin embargo, en un corto o mediano plazo la familia original se desintegró, pues los cónyuges se separaron y uno o ambos iniciaron nuevas relaciones ya sea en destino o en origen. En estos casos se evidencia la desintegración familiar.

Otra de las consecuencias de la separación física y el reacomodo de las familias, mencionado por las participantes en los grupos focales, fue el aumento o recarga de tareas domésticas. Son otras mujeres, generalmente hijas mayores, hermanas, abuelas las que asumen las tareas de cuido del hogar que la migrante ya no puede realizar. Esta realidad es resentida por las adolescentes y jóvenes, en ningún caso, se cuestiona la redistribución de tareas desigual en el hogar, es decir, por qué sólo en las mujeres y muy poco o nada en los hermanos y padre.

En este sentido, la migración femenina no necesariamente cambia ni resuelve los problemas, sino que pone de manifiesto las desigualdades de género existentes en “sociedades profundamente patriarcales”, marcadas además por importantes brechas y desigualdades que hacen que el hecho de migrar implique en origen, la recarga de tareas en mujeres casi exclusivamente, y en destino, se tengan que exponer a situaciones de xenofobia, machismo y de relaciones desiguales de acceso al poder económico. Sobre todo, en el caso de las jóvenes migrantes irregulares.

En los casos de las jóvenes trabajadoras transfronterizas, encontramos que la separación física no sucede por un tiempo muy largo, ellas viajan diario, los fines de semana o mensual. Sin embargo, persiste la tensión y el miedo por las condiciones de irregularidad en que ocurre la migración. Ellas son madres solteras y sus hijos/as quedan con sus abuelas, en la mayoría de casos, creando un entorno afectivo profundo de sus hijos/as por ellas ya que pasan buena parte de tiempo bajo sus cuidados. En todos los casos abordados, la irresponsabilidad paterna está presente, siendo ellas las únicas responsables de “sacar adelante” a sus hijos/as, optando por el desplazamiento a países vecinos a realizar actividades de comercio, ante las limitadas oportunidades que hay para ellas en sus países de origen.

Las jóvenes transfronterizas son las proveedoras económicas principales en sus hogares, además tienen un recargo de tareas al estar pendiente de sus hijos/as y las labores en el hogar entre otras. Una de ellas manifestaba:

“al regresar después de ir a vender debo poner al día la ropa de mi hija y

prepararme para ir a la universidad” Joven transfronteriza en Nicaragua, 2017

46 Ambos padres están en Estados Unidos y ella quedó al cuidado de sus abuelos

47 En vez de reagruparse en el país de destino, hoy muchas familias optan por mantener sus familiares en dos (o más) países, formando así un modelo de familia transnacional. Comúnmente no les queda otra opción, no sólo porque las políticas migratorias suelen promover la migración temporal e irregular sino también por la naturaleza del mercado laboral al que se insertan, tales como la agricultura o el servicio doméstico, que no facilitan la convivencia familiar. Al mismo tiempo, las nuevas tecnologías de comunicación y transporte facilitan el contacto frecuente y el manejo de asuntos familiares a pesar de la distancia que caracteriza a estas familias transnacionales.

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Este grupo, por las características temporales de la movilidad transfronteriza, no percibe de igual manera que el resto, los impactos en sus familias. Sin embargo, los riesgos y costos que para ellas está significando ser trabajadoras transfronterizas son profundos. Los riesgos durante el viaje, las condiciones precarias de inserción laboral, los abusos de autoridades tanto de su país de origen como en destino por ser mujeres y por su condición de migrante irregular.

Se puede concluir que en todos estos escenarios es indiscutible que la separación física producto de la migración comporta consecuencias. Las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, han aprendido a percibir su hogar como un “acordeón”, ya que pasan de hogares nucleares clásicos a nucleares con una jefatura, a hogares extendidos.

Sin embargo, es evidente que las consecuencias son diferenciadas, si quien migra es el padre o la madre. En el caso del primero, si ejercía su paternidad, hace falta su cariño y protección, caso contrario su ausencia no es significativa para el funcionamiento familiar. Son ellos, los que con mayor frecuencia establecen una nueva relación en destino, dejando de enviar dinero a su hogar o haciéndolo muy esporádicamente. Por el contrario, si quien emigra es la madre, la realidad es otra: la comunicación con sus hijas e hijos es constante y a través de ella sigue manteniendo la administración del hogar, las remesas son constantes y dirigidas a satisfacer necesidades básicas de la familia, la madre promueve sistemáticamente la superación de sus hijos(as) a través del estudio.

Las NAMJ, enunciaron factores claves que pueden contribuir a la mayor estabilidad familiar, en el contexto de la migración: la comunicación asertiva frecuente, la permanencia de la jefatura original del hogar, el sostenimiento de la relación de pareja, la integración escolar de las jóvenes y los positivos cambios económicos en la familia.

Lo emocional y lo afectivoen el contexto de la migración

La separación de las madres del hogar repercute en los hijos, sobre todo cuando éstos son pequeños, porque implica, según Howell (1999:163-167), el empobrecimiento del yo, proyectado en inseguridad e inestabilidad ante la pérdida del sostén emocional que es la madre, esto se experimenta a través de un duelo no resuelto, con reacciones constantes de culpabilidad por parte de las madres ante las pérdidas de los lazos emocionales que las unían con sus hijos. Por tanto, sus vínculos afectivos y de parentesco se enmarcan en dos contextos transnacionales diferentes y se transforman en una experiencia particular de ser familia.

La separación de sus progenitores debido a la migración es, por lo general, experimentada negativamente por las niñas y adolescentes. Quedó claro que, la partida de la madre, afecta aún más la dinámica familiar y genera mayores trastornos afectivos. Las niñas ven en su madre, la persona más cercana, a quién le cuentan

sus cosas, con quien platican y quien les da seguridad. Los padres por los roles asignados y su identidad de género, son más distantes y menos afectivos; en el peor de los casos ya se han ido y formado nuevas familias.

El miedo de no acordarse de sus p/madres para los más pequeñas, el sentimiento de abandono y el enojo de los adolescentes están cada vez mejor documentados. Aun cuando los menores queden al cuidado de familiares que, en el mejor de los casos, les proveen un ambiente seguro, cálido y amoroso, las menores tienen que lidiar con sentimientos de duelo, pérdida y dificultades de apego (Glassgow y Ghouse-Shees, 1995) y, con frecuencia, resentimiento, rechazo, miedo y enojo (Crawford-Brown y Rattray, 2001).

Hay evidencia de que este proceso de separación puede causar dificultades psicológicas que pueden manifestarse en distintas formas de conducta antisocial, retraimiento o conductas depresivas (Crawford-Brown, 1993; UNICEF, 2011). Sin embargo, Suárez Orozco, Todorova y Louie (2002) señalan que, debido a los lazos familiares fuertes que suelen caracterizar a las familias centroamericanas, el apoyo recibido por familiares bajo cuya tutela quedan los menores ayuda a aminorar ese impacto negativo.

A continuación, se presenta tabla xxx48, elaborada con información brindada por las niñas, adolescentes y jóvenes en los grupos focales.

En la tabla 13 destaca la añoranza como uno de los sentimientos más mencionados por más de la mitad de las consultadas 67%, esta categoría integra lo mencionado por las niñas “me hace falta”, como parte de la añoranza. Reflejo de lo anterior son las expresiones:

“Me sentí mal porque me hacía falta mi mama”GF Nicaragua, 2017

“Me hacía falta mi mamá, me hizo sentir mal. De tanta presión me ponía

a llorar. Yo tengo varios años de no ver a mi papá. Cuando ellos se fueron,

yo los extrañaba, una cuando niña quiere a su papá y su mamá cerca y yo

recuerdo que cuando ellos se separaron mi hermana y yo conversábamos que

queríamos que ellos se reconciliaran. Me sentí sola cuando ellos se fueron” Grupo focal Nicaragua, 2017

Le siguen la soledad y tristeza con 53% y 29% respectivamente.

48 En esta tabla aparece la cantidad de veces que fue mencionado cada impacto. Las niñas, adolescentes y jóvenes mencionaron más de uno en sus intervenciones

Tabla 13. Impacto emocional

NAMJ Añora Rechazo a

pais origen

Soledad Tristeza Depresión Miedo al

retorno

Miedo a

deportación

Abandono Rechazo a padre o

madre

Niñas 57 2 21 23 3

Adolescentes 47 24 24 6 6 5 2

Jóvenes 25 0 6 8 5 3 1 2

Total 129 2 51 55 6 11 8 4 4

67% 1% 53% 29% 3% 5% 4% 2% 2%

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Adolescentes y Mujeres Jóvenes

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Si revisamos que grupos de edades mencionaron más estos sentimientos, vemos que la añoranza fue el más mencionado independientemente de las edades. La soledad fue más mencionada por niñas y adolescentes, al igual que la tristeza. En los casos del miedo al retorno y a la deportación sólo fueron mencionados por 19 personas, siendo estas adolescentes y jóvenes, grupos en las que hay experiencia migratoria directa. Por su parte el abandono, sólo fue mencionado por las niñas, quienes aparentemente resienten más la ausencia de sus padres/madres.

La migración involucra una serie de sentimientos encontrados. Las MJ expresaron abiertamente diferentes sentimientos en torno a la migración. Por una parte, expresaron entender las razones de la migración de sus madres, sin embargo, guardan resentimientos por haberlas dejado y tener que asumir el cuido del hogar y sus hermanos:

“…ella se iba tres o cuatro meses al año, pero eran entre noviembre y febrero,

nosotros nos quedábamos y en navidad pasábamos solos. Yo no conozco lo

que es navidad y no me gusta. Yo cuidaba a mis hermanos y cuando fueron

creciendo ya no me hacían caso y salían, eso me angustiaba. Ahora lo

entiendo por qué se iba, pero tengo algo contra ella”

Joven guatemalteca, 2017

Como parte de los efectos o consecuencias de la migración de padres, madres, hermanos y familiares cercanos a las niñas, adolescentes y jóvenes, están los cambios sociales, emocionales y afectivos que de acuerdo a las etapas de su desarrollo son más fuertes o difíciles de comprender y asimilar para sanarlos, o que estos no les afecten en sus relaciones y desarrollo. En las adolescentes la migración de sus familiares es más difícil y compleja. Por la etapa que atraviesan suelen sentirse más confundidas con sus sentimientos, ser más rebeldes y sentirse solas, abandonadas, deprimidas e incomprendidas.

En el caso de las niñas, les es más fácil poder expresar sus emociones y sentimientos, por lo que son muy sinceras y directas.

“Sentí tristeza porque se van, porque no tienen trabajo,

porque digamos que aquí en donde nosotros vivimos no hay trabajo,

por eso se alejan de nosotras”49.

GF Nicaragua, 2017

Lo anterior se refuerza con lo planteado en el Cuaderno Migratorio No. 550, sobre los periodos de separación más prolongados entre madre e hijas durante los ciclos migratorios, que produce en las niñas una paulatina difuminación de las figuras que encarna la madre; primero como administradora del hogar, luego como jefa y autoridad del mismo y finalmente el referente afectivo. Siendo sustituido, en el mejor de los casos, por las tutoras, principalmente abuelas y tías. Este proceso se acelera aún más cuando no existen mecanismos de comunicación efectiva, sistemática y directa entre madre e hijas/os.

Los sentimientos de tristeza, soledad pueden convertirse en elementos de crisis y conservarse hasta la madures, si no son abordados con ellas. Racionalizar las causas de la migración, favorecer la comunicación con la emigrante o incluso promover grupos de autoayuda para contrarrestar la agudización de

sentimientos como la soledad, tristeza, depresión, el rechazo a los padres/madres, la sensación de abandono y el odio. Tal cual observamos en este testimonio:

“Crecí con mis abuelos. Tengo siete años de no ver a mi papá y no me relaciono

tampoco con mi mamá. Hace como dos años deje de sentir odio por él”.

Muchas adolescentes que viven la migración de su madre, en condiciones difíciles (tutores poco comprometidos, separación de hermanos, salida de su hogar hacia casa de familiares, cambio de escuela y amigos), buscan seguridad y estabilidad a través de otros recursos emocionales, optan por juntarse, casarse o en el peor de los casos se convierten en madres adolescentes, acentuando su fragilidad y afectación emocional.

El impacto que produce la migración de sus padres/madres, la migración de ellas mismas, el viaje frustrado y el retorno es muy significativo. Algunas de ellas manifestaron depresión, incertidumbre, frustración. Por otro lado, para aquellos que lograron llegar a su destino y reencontrase con su familia, el regreso (deportación) es aún más frustrante y en muchos casos genera aislamiento.51

No podemos dejar de mencionar en algunos casos, de emigración materna, donde las adolescentes manifestaron no haber experimentado grandes cambios a nivel personal y sentimental, pues su padre asumió el rol de cuido y lo desempeñó plenamente, por lo que no sintieron el vacío de la madre. La comunicación la mantuvieron a distancia y ha sido suficiente para fortalecer el vínculo entre madres e hijas. Por otra parte, hay otros sentimientos que se reflejan en el actuar de las niñas, y está referido a la tristeza y decepción por esa ausencia, porque reconocen que su familia se separó. Resultaron casos en los que las niñas reportaron que el familiar en destino formó otra familia y que, debido a ello, muy posiblemente no regrese al país.

Es evidente que los efectos emocionales, en las personas, producto de la migración son complejos, variantes, dependientes de muchas variables y en ese sentido cada persona y su contexto migratorio son un caso particular. Sin embargo, no todo respecto a crecer con una identidad migrante tiene un tinte negativo.

Como en otras áreas de experiencias difíciles y traumáticas, las personas muestran cierta resiliencia y emergen de esas experiencias no solo no dañadas, sino fortalecidas. En la resiliencia confluyen tres dominios interrelacionados: el individuo mismo, la familia y el medio ambiente social. Cicchetti y sus colaboradores (Cicchetti, 2013; Cicchetti, 2010; Cicchetti y Blander, 2006) argumentan que el funcionamiento positivo en la niñez está influenciado por una red compleja en la que confluyen: la persona misma, aquellas que tienen una autoestima alta, un sentido realista de autocontrol y mantienen un sentido de esperanza muestran conductas resilientes (Werner, 1993). Un ambiente familiar cálido que provea apoyo emocional y donde existe una clara y razonable estructura de límites está asociado a conductas resilientes, a pesar de que el niño o la niña no cuente con la presencia de uno o ambos padres (Suárez Orozco, Todorova y Louie, 2002).

Finalmente, la resiliencia está asociada a un entorno social donde familiares, amigos y la comunidad brinden apoyo social (Taylor y cols., 2013; Brooks, 1994). Este entorno social, provee a la niña dos cosas de enorme importancia en el desarrollo de estrategias positivas para hacerle frente a la ausencia de uno o ambos padres: consistencia emotiva y un espacio donde puede hablar sobre sus dificultades, con confianza.

49 La persona que lo expresó es una niña de 11 años, tienen a sus hermanos y hermanas migrantes50 Publicación de la Red Nicaragüense de la Sociedad Civil para las Migraciones, 2006. ¿Qué ha significado para mí y mi familia la migración? 51 Niños, niñas y adolescentes migrantes, América Central y México. OIM 2013

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Un entorno familiar afectuoso provee las seguridades psicológicas necesarias para desarticular el impacto negativo que la ausencia de los padres/madres produce. En etapas tempranas del desarrollo de la niña y adolescente, permite generar soluciones exitosas aún en momentos de alta tensión, inseguridad y falta de claridad. Fomentar relaciones cálidas, respetuosas, que impulsen la autonomía de parte de los familiares que quedaron a su cargo, puede ser la clave que explica el por qué tenemos casos de personas exitosas tras la migración de sus p/madres.

Las niñas y adolescentes que asumen una identidad migrante52, disminuirían los efectos emocionales negativos y prácticas de riesgo asociadas. Dada la importancia que tiene la comunicación en este proceso, se identifican tres estilos comunicacionales y de normalización: equilibrado, autoritario y permisivo. La evidencia empírica es bastante consistente en identificar el estilo comunicacional equilibrado (padres que utilizan un control firme, pero lo acompañan con muestras importantes de cariño, amor y comprensión) en lograr niñas y adolescentes más estables, consistentes y responsables (Henao López y García Vega, 2009).

Prestar atención al desarrollo emocional durante la adolescencia es importante para entender el impacto que sobre él tiene la ausencia de los padres que han emigrado. Conviene recordar que, en esta etapa del desarrollo, las relaciones con los adultos tienden a ser ambivalentes (Hodges, Finnegan y Perry, 1999; Parra y Oliva, 2006; Paikoff y Brooks-Gunn, 1991).

Se puede deducir que la adolescencia resulta ser particularmente difícil en aquellas circunstancias donde, por un lado, la ausencia de los padres/madres por razón migración está poblada de recriminaciones y resentimientos y, por otro, la destreza de los tutores para contrarrestar esta percepción, no sea la más acertada.

Si sumamos a lo anterior - estilos parentales poco comunicativos y autoritarios -, una situación de por sí complicada, se convierte en algo particularmente difícil para la niña o la adolescente. Hay que recordar que la educación acompañada de amor, afecto y comprensión, característico del estilo parental equilibrado puede ayudar a transitar exitosamente esta etapa del desarrollo en ausencia de sus progenitores.

Como en otras áreas de funcionamiento psicológico, mucho ayuda tener una red de apoyo que favorezca formas saludables de enfrentar las situaciones que se presentan, en el contexto de la migración. Con todo, no existe evidencia clara que indique que los niños migrantes reporten índices de patología superiores a los de la población en general (Alegría y cols., 2007; Suárez-Orozco y Carhill, 2008).

En muchos de los casos, los padres dejan a la menor al cuidado de familiares a la espera y con la promesa de que, después de poco tiempo, mandarán a traerla. El tiempo que toma la reunificación de las niñas, adolescentes y jóvenes con sus padres, puede prolongarse más allá de lo anticipado, debido a razones económicas o migratorias de los mismos padres. La tutela de los menores en ese compás de espera, queda a cargo de otras mujeres familiares adultas, en lo que Hochschild (2001) ha dado en llamar la “cadena femenina global de cuidado”.

Las cadenas globales de cuidados son cadenas de dimensiones transnacionales que se conforman con el objetivo de sostener cotidianamente la vida, y en las que los hogares se transfieren trabajos de cuidados de

unos a otros en base a ejes de poder, entre los que cabe destacar el género, la etnia, la clase social, y el lugar de procedencia (Amaia Orozco, Cadenas Globales de Cuidado, 2007)

Es importante destacar que hombres y mujeres tienen una presencia diferencial en las cadenas. Como lo hemos evidenciado a lo largo de esta exposición, ellos tienden a ser sujetos beneficiarios más que a asumir responsabilidades sistemáticas en la provisión de cuidados, lo hacen fundamentalmente las mujeres, quienes aún en la distancia, asumen un rol protagónico.

Estas familias transnacionales, crean nuevas formas de vinculación, que involucran apegos en los aspectos emocional y material, basados en el tiempo, el espacio y las necesidades. Las circunstancias de movilidad que se mantienen constantes entre dos o más mundos de residencias, constituyen la característica esencial de la familia transnacional.

Durante el proceso o contexto de la migración, la experiencia traumática no se da de manera aislada o de una sola vez. Se inicia desde el momento de la partida-separación del lugar de origen53, se complementa con una serie de eventos durante el viaje, situaciones propias de la llegada al lugar de destino, así como de los procesos de deportación. De ahí que reciba el nombre de trauma acumulativo y de tensión con reacciones diversas, según el tipo de personalidad; pero siempre implicará efectos profundos y duraderos (Grinberg y Grinberg, 1984:24)

El temor que se vive en las comunidades antes de decidir la salida, por razones de violencia social, tiene dos manifestaciones concretas; en primer lugar, hay intentos explícitos de reclutar a hombres y mujeres para que formen parte de las pandillas por medio de amenazas y otras formas de violencia directa. En segundo lugar, las familias son extorsionadas y tienen que pagar renta (impuesto de guerra) a la pandilla para que sus hijos o hijas no sean reclutados.

En el caso de las adolescentes e incluso niñas de 13 o 14 años, uno de los principales riesgos es el asedio del jefe o un miembro de “pandilla” que puede requerirla como “su mujer” no importando el consentimiento de ella, bajo amenazas de muerte a ella y su familia si no accede. Esta situación fue expresada por las adolescentes y jóvenes como un riesgo por ser mujeres.

“…entonces si marero te quiere para él, ya no hay remedio tu familia debe

sacarte de la colonia o del país, pero deben saber cómo hacerlo,

porque si no pueden matar a quienes encuentren.

Por eso hay veces algunas muchachas dicen sí, me voy con él” Adolescente hondureña, 2017

52 Reconocerse como parte del proceso migratorio de sus p/madres, aceptarse como hija de migrante con sus ventajas y desventajas, entender para sí misma su nueva realidad. Lo anterior, es posible a partir de ciertas condiciones previas a la migración, durante el viaje y una vez hayan llegado a destino, las que se relacionan directamente con la comunicación permanente entre ellas y sus progenitores; comunicación con contenido relevante, donde la madre logra estar al tanto de las preocupaciones, inquietudes de sus hijas y la apoya desde la distancia.

53 Si es p/madre migrante la angustia y preocupación de quienes se quedan (hijas sean niñas, adolescentes o jóvenes). Los riesgos, miedos y padecimientos durante el viaje, son fuente de estrés y angustia de las migrantes directas y de quienes quedan en origen.

Otra fuente de preocupación constante, es sobre la suerte de su familiar que emprendió el viaje, el temor ala deportación una vez en destino.

“el no saber dónde estaba mi tía, sólo sabíamos que se había ido, pero no donde

ella estaba. Mi tía se fue por encontrar un mejor trabajo y apoyar a la abuela”. GF San Pedro Sula, 2017

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La otra cara de la separación debido a procesos migratorios, es la reunificación familiar, la cual no implica simplemente llevar a los niños con los padres biológicos. Así como la separación por causa de la migración de los padres tiene asociadas algunas dificultades para la niña, la reunificación no está exenta de las propias. Por un lado, la niña o niño que se reúne con sus padres ve desestabilizados sus lazos afectivos con los que cuidaron de él o ella. Por otro, puede experimentar presión para consolidar o profundizar unos lazos afectivos que, en el mejor de los casos, carecen de historia cotidiana y, en el peor de ellos, están impregnados de sentimientos negativos.

Al llegar al destino, aparecen preocupaciones asociadas con el hecho de buscar un lugar donde vivir, empleo, servicios de salud y educativos, todo ello diluye la atención que debería dársele al trauma emocional que experimentan las niñas, adolescentes y jóvenes, y a los riesgos por su condición de género están susceptibles a padecer: acoso, abusos, burlas por considerarlas sujetas de segunda categoría y que no pueden defenderse solas.

“…bueno a mí nunca me han avergonzado mis papás, pero siempre están

estas personas que siempre rechazan a otros lo noté con un compañero

cuando estaba en la escuela él dijo Yo soy nica y en las vacaciones voy a no

sé qué y no sé cuánto y muchos le dijeron ¿usted? ni quiera me hable y se

burlaron a cada rato de él... y en el colegio los chistes de mal gusto. - ¡nica

regalada! son muy malos, son chistes que no tienen sentido, piensan que

decir nica es una ofensa, pero es como decir tico…”

Adolescente en Costa Rica, 2017

En esta circunstancia, la hija que se reúne con uno de sus padres encuentra con frecuencia, si el tiempo de la separación ha sido largo, que su padre o madre ha reconstituido su hogar. Hay otras personas que son verdaderos extraño, pero tiene que convivir con ellas al mismo tiempo que se le solicita mantener unos lazos afectivos que se experimentan forzados (Forman, 1993). Relacionarse con nuevos hermanos o hermanas que no conoce, o con la nueva pareja de uno de los padres no está exento de tensiones y conflictos.

La integración social en destino, que implica la incorporación al estudio y el establecimiento de relaciones con sus pares, se complica debido a la condición de inmigrante irregulares de los padres; quienes pueden mostrarse renuentes a interactuar con autoridades locales, complicando aún más el proceso de ubicación de las niñas y, en consecuencia, su participación en diferentes programas.

A lo anterior, se suma el escaso conocimiento de las opciones que ofrecen los programas de los Ministerios de Educación en destino, barreras lingüísticas y culturales y en algunos casos, falta de cupos para niñas y niños inmigrantes en los programas ya existentes.

La reunificación en general, implica un proceso largo y complicado de readaptación. En el lugar de destino la niña o adolescente no cuenta con una red de apoyo social, se encuentra lejos de los referentes culturales que le habrán ayudado anteriormente a solventar situaciones difíciles y no tiene la presencia física de sus amigos (Sciarra, 1999) y familiares que quedaron en origen. La niña suele añorar la presencia y el apoyo emocional del familiar bajo cuyo cuidado creció en ausencia de sus padres (Suárez Orozco, y Todorova, 2003) y con los cuales pudo desarrollar lazos de apego típicamente asociados a los que las niñas tienen con su madre o padre.

Así, la reunificación familiar es una experiencia compleja que no deja de estar exenta de la percepción de abandono, reclamos por ambas partes, soledad, tensiones y desencantos.

“si uno se imagina la gran ciudad entonces si yo extrañe el campo todos los

animales y esas cosas la escuela y todo...” Adolescente en Costa Rica, 2017

Sin embargo, y aun cuando las dificultades que se apuntan puedan ser grandes, algunos menores con frecuencia manifiestan un sentido de bienestar, ya sea porque las coordenadas culturales se alinean positivamente para ellos con un proyecto de vida de mejor calidad, ya sea porque la añoranza de una relación con el padre o la madre puede verse satisfecha.

Los costos afectivos-emocionales que suceden en el contexto de la migración, son muy importantes para las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, algunas salen fortalecidas gracias a sus propias agencias y a las condiciones externas, otras viven verdaderas crisis silenciosas de tristeza, añoranza y soledad que marcan su vida para siempre. Las familias transnacionales, están marcando una nueva ruta de cómo cumplir con las funciones socialmente asignadas, pese a la distancia. Nuevas formas de ejercer la maternidad, nuevos modelos de crianza compartida surgen, así mismo, estamos frente a hijas e hijos responsables y comprometidos con el esfuerzo y sacrificios de su padres/madres.

Riesgos y vulnerabilidades en el contexto de la migración

Las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes migrantes son sujetas sociales quienes viven distintas vulnerabilidades: su edad, su condición de mujeres, su condición de extranjeras, y en varios casos, su condición socioeconómica.

La mayoría de nuestras informantes expresó que el viaje de su familiar o el de ellas mismas fuera de sus países, se había realizado vía terrestre, en algunos tramos habían utilizado transporte colectivo, en otros a pie y hasta pidiendo aventón. Por lo general realizan la travesía con poco dinero y con escasa información sobre las opciones de tránsito más seguras. El viaje hacia Estados Unidos, en los casos en que fue coordinado con los familiares que ya están en ese país, contó con la asistencia de un guía, coyote o pollero, sobre este aspecto existen diversos testimonios alrededor del comportamiento y responsabilidad de estos sujetos.

El tránsito de un migrante indocumentado desde América Central hasta Estados Unidos se ha vuelto cada vez más peligroso, asaltos de pandillas violentas, violación sexual, explotación y abuso de autoridades y contrabandistas se han vuelto cosas cotidianas. Los casos de trata de personas van en aumento. Cientos

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de migrantes mueren cada año por exposición a condiciones climáticas extremas, deshidratación, malnutrición y accidentes de tránsito.

La migración de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, a menudo sin la compañía de un padre/madre o persona tutor, buscando reunirse con su familia que ya está en Estados Unidos o esperando encontrar trabajo para ayudar a mantener a sus familias en su país de origen, los hace particularmente vulnerables al abuso y la explotación.

En el caso de movilidad intrarregional, nuestros datos han reafirmado la enorme importancia que tiene la emigración de Nicaragua hacia Costa Rica, la de Guatemala a México y la necesidad de profundizar en el conocimiento de la migración que se produce entre el resto de países de la región. El viaje en estos casos comporta algunas ventajas, la posibilidad de movilizarse con sólo el documento de identidad nacional de cada país54, simplifica grandemente los procedimientos y abarata costos; la posibilidad dada la cercanía, de viajar varias veces en el año, permite mantener los vínculos afectivos con la familia e hijos/as que están en las comunidades de origen y apropiarse de los procedimientos migratorios. Sin embargo, para el caso la población que principalmente se mueve hacia Costa Rica, encontramos experiencias de viajes sin documentos y por puntos no autorizados.

Lo anterior nos indica que, pese a los mecanismos menos restrictivos, los costos que implica tramitar un pasaporte y la visa costarricense, resultan muy altos para las familias y las migrantes mismas. En el caso de las guatemaltecas, pese a que existe el procedimiento denominado “pase de visitante local”, en muchos casos este procedimiento es desconocido o para adquirirlo se les cobran altas sumas por parte de gestores inescrupulosos.

Cuando se plantea que las personas migrantes son vulnerables, queda claro que son las condiciones de su salida, tránsito, inserción en destino, la deportación o el retorno las que colocan en desventaja a esta población; al hecho de ser mujeres, se suma la edad, la falta de documentos de viaje, el tránsito por rutas y veredas que también son utilizadas por delincuentes, la desinformación sobre sus derechos, la precariedad del empleo en destino, el temor constante a la deportación y la falta de afectos que trae consigo la separación.

A través de diversos estudios sobre la niñez migrante se han logrado identificar una serie de vulnerabilidades intrínsecas a la migración, que están presentes durante el viaje, en el proceso de inserción en destino y en comunidades de origen para quienes quedan en ellas, el estudio sobre Niños, niñas y adolescentes migrantes55 nos aporta algunas de ellas:

• Las vivencias extremas que ocasiona la partida (reestructuración familiar, pobreza, violencia)

• Los múltiples riesgos y amenazas que se pueden vivir durante el tránsito (violencia, asaltos, trata de personas, tráfico de personas, etc.) especialmente si el viaje se realiza de forma irregular

• El desarraigo en el lugar de destino y las diversas formas de negación de derechos (a la salud, la educación, el esparcimiento, la identidad propia, la cultura, la explotación laboral, etc.)

Todas las participantes en los grupos focales mencionaron algún tipo de riesgo o situación que viven ellas o sus familias en el contexto migratorio. Los de mayor mención en orden descendente son: la violencia social en tránsito (21%), seguido de la carencia de documentos en destino (19%), salida por rutas no registradas (15%), abuso de autoridad (13%), uso de coyotes, violencia social en destino y viajar sin compañía (11%), cada uno.

Pese a que no fue ampliamente mencionado por las adolescentes y jóvenes, existen riesgos y condiciones que ellas y sus familias viven, previo a la salida que las empujan a tomar la decisión de una vez por todas, actúan como factores decisivos para planificar la salida “ponerle fecha al viaje”.

la falta de oportunidades a nivel laboral, de acceso a la educación, y la dificultad de cubrir las necesidades básicas familiares constituyen factores estructurales de riesgo, que se convierten en una de las principales causas de expulsión de la población, especialmente de las mujeres que son cabezas principales (o únicas) responsables de sus hogares. La feminización de la pobreza sin duda alguna ha contribuido a la feminización de la migración, obligando a las mujeres a salir de su país en búsqueda de un futuro mejor. La responsabilidad respecto al cuidado de los hijos/as y la familia, son factores determinantes y condicionantes para las mujeres migrantes en el momento de tomar la decisión de migrar.

A parte de estas violencias estructurales algunas mujeres sufren otra forma de violencia que contiene un componente genérico evidente: la violencia doméstica. Frecuentemente, el motivo de partida de las mujeres centroamericanas es el maltrato severo por parte de su pareja. Se podría pensar que el acceder a recursos económicos y mayores niveles de libertad, en el país de destino, genera empoderamiento a la mujer; sin embargo, la autonomía en el uso y manejo de los recursos no siempre sucede, ya que sus bienes son controlados por otros, quienes deciden en qué y cómo utilizarlos.

El Modelo de Seguridad Democrática del SICA reconoce que: “en la Centroamérica actual, la inseguridad no procede principalmente de los conflictos sociopolíticos internos ni de los contenciosos entre Estados, sino de los elevados niveles de violencia social y criminalidad que asolan la región, que además se han desarrollado como fenómeno transnacional, algo que hace más necesaria la cooperación regional para enfrentarlo” (SG-SICA, 2014).

En la siguiente tabla se reflejan los riesgos y condiciones que colocan a las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en condiciones vulnerables, en el contexto migratorio, sean ellas protagonistas de procesos migratorios directos o familiares de migrantes que quedan en sus comunidades de origen.

54 Acuerdo CA-4 de libre movilidad entre cuatro países centroamericanos; Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua55 Estudio elaborado por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) Oficina Regional, Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) Oficina para Costa Rica y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) oficina para Centroamérica, Haití, Panamá y República Dominicana, 2013

Tabla 14. Riesgos y vulnerabilidad de NAMJ

NAMJ Viajan sin

compañía

Salen por rutas

no registradas

Usan coyotes Sin documentos

en destino

Violencia social

en transito

Violencia social

en destino

Abuso de

autoridad

Niñas 0 0 1 1 2 1 0

Adolescentes 5 9 5 16 14 6 7

Jóvenes 6 10 6 10 7 6 8

Transfronterizas 7 5 5 4 10 4 5

Total 18 24 17 31 33 17 20

11% 15% 11% 19% 21% 11% 13%

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56 Tarifa prestablecida por la “pandilla” para dejar que las personas que ejercen algún trabajo en la calle, puedan hacerlo sin temor a ataques, robos, destrucción e inclusive asesinato. Este se cobra, con una regularidad semanal 57 Entrevista a coordinadora de proyecto Save the Children San Miguel, 03 de octubre de 2017.

Esta situación de violencia e inseguridad en la región, tiene su expresión en el actuar de pandillas o grupos delincuenciales organizados, en los barrios y colonias de Honduras, El Salvador y Guatemala. Esta situación, constituye uno de los más importantes riesgos que viven las familias que empuja a tomar la decisión de migrar.

“Entonces el vino y tuvo que conseguir el dinero prestado para poder pagar

el impuesto de guerra56, entonces en dos semanas el decidió deshacerse del

taxi, deshacerse del número, o sea vendimos todo, con eso agarramos el

viaje, ósea le pagamos a un coyote, nosotros, tenemos un conocido que vive

en Puebla entonces le pagamos al coyote 45,000 lempiras por los cuatro y si

gracias a Dios llegamos bien a Puebla”

Adolescente hondureña ex migrante, 2017

Por otro lado, la violencia de pareja basada en la creencia de la mujer como propiedad del hombre y subordinada a él, se ha convertido en otro factor que las expulsa. Varias de las adolescentes y jóvenes abordadas que estaban en una relación de pareja, antes de emigrar dejaron entrever la situación de violencia doméstica o de pareja en la que se encontraban, visualizando como la única salida posible, la migración. Esta situación de violencia es vivida por muchas mujeres centroamericanas y se convierte en un factor de peso al momento de tomar la decisión de migrar. Una vez más la inseguridad que sufren las mujeres dentro de la familia o comunidad y la violencia se convierte en el factor de expulsión que les obliga a migrar.

Violencia sexual; muchas de las adolescentes abordadas no expresaron abiertamente haber sufrido violencia sexual antes de tomar la decisión de migrar o durante el trayecto, sin embargo, el lenguaje corporal, sus silencios y lágrimas al tocar estos temas dejan entrever una realidad que por diversas razones no se quiere aceptar o expresar.

“Yo tengo un hermano, pero no lo quiero, lo odio y en Nicaragua tengo,

son dos. Tiene 18 años, lo odio porque me intentó violar,

entonces yo no lo quiero”.

Adolescente en Costa Rica, 2017

En esta línea, el investigador Carlos Sandoval menciona que por lo general los niños y las niñas no migran solos ni solas a Costa Rica, sino que este proceso se da como parte de un proyecto familiar. Existen casos que son la excepción, por ejemplo, de mujeres jóvenes o adolescentes, viajando solas, porque han salido huyendo de situaciones de violencia en sus entornos.

Las mujeres migrantes están más expuesta a ser víctimas de violencia si la migración ocurre de forma irregular. Las redes del crimen organizado captan a las personas migrantes en la ruta migratoria y en el caso de las mujeres son abusadas sexualmente, sufren violaciones sexuales, o son sometidas a explotación sexual u otras actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico.

La violencia social en tránsito, fue denunciada tanto por las adolescentes y jóvenes que fueron deportadas o retornadas como por las transfronterizas, a ambos grupos les ha tocado realizar el tránsito hacia otro país

y enfrentarse a múltiples expresiones de violencia ejercida por diversos actores. Las adolescentes y mujeres que transitan por las fronteras diariamente o una vez por semana, cada quince días o al mes expresaron ser víctimas constantes de robos, extorsiones para dejarlas transitar, entre otros. Todas manifestaron sentirse inseguras, con miedo por la forma que les toca viajar. Pese a lo cual, continúan transitando por veredas ante la dificultad de contar con documentos de viaje.

“la persona que está migrando de manera irregular o de forma no segura,

sobre todo si son mujeres, se vuelve más vulnerable y frágil a ser víctima de

trata de personas, de explotación o de abuso, o cualquier tipo de violencia”. Entrevista a funcionaria Save the Children

Las niñas consultadas no han tenido experiencia en la ruta migratoria, pero sí han estado inmersas en el contexto migratorio a través del familiar que migró. Al consultarles sobre la posibilidad de que ellas migren, manifestaron que sí se les presenta la oportunidad, se atreverían a hacerlo, lo cual indica que son posibles migrantes en un futuro; esto también lo afirma una de las directoras, de un centro escolar. Ella comenta, que la migración de niñas es muy frecuente, las maestras se enteran de que una alumna viajó cuando ya no retornan al centro escolar y les informan que llegaron a su destino con su familia.

La docente lamenta, que no existan estadísticas oficiales que demuestren que la deserción escolar obedece, en muchos casos, a la migración por razones de reunificación familiar. La directora enfatiza que ella se da cuenta que esto es así, por los comentarios de las mismas compañeras de clase o familiares cercanos. La divulgación de estos casos “exitosos” funcionan como incentivo para aquellas familias que todavía están dudando en enviar a sus hijas a la ruta migratoria y se convierte en un arma de doble filo que pone en riesgo la vida y la integridad de las niñas.

Esta información es de conocimiento público y representa una provocación para las familias, pues se construye un imaginario colectivo que percibe el cruce de fronteras, sin ser detectadas, como algo posible y fácil, logrando alcanzar a sus familiares en destino.

Al respecto, es importante mencionar que éstas son decisiones que no necesariamente toman las niñas sino las personas adultas pero que no rechazan porque debido a las edades en las que se encuentran “…aún no

tienen una formación del carácter para tomar decisiones o para identificar cuando hay una persona de buena fe, u otra

que le pueda hacer daño; todavía están en ese proceso de desarrollo, no conocen lo malo del mundo, si no que todo es

fantasía”. Informante clave, El Salvador 2017

El problema de aventurarse en la ruta migratoria es que una niña de 7, 8, 9 años, fácilmente se pierde, no recuerda

fácilmente un número de teléfono, alguien a quien acudir, desconoce totalmente de una instancia de protección57”. Eso la vuelve susceptible a cualquier situación de abuso y vulneración a sus derechos humanos durante la travesía.

El tránsito o el viaje hacia su destino final, es la etapa en la que las adolescentes y jóvenes mencionaron el riesgo de violencia, es donde se sienten más desprotegidas, las instituciones así mismo, reconocen la dificultad de atender a las mujeres migrantes víctimas de violencia en el tránsito, donde quedan más expuestas principalmente si el viaje se hace en condiciones de irregularidad migratoria. Recursos específicos para abordar la situación de adolescentes y jóvenes a fin de brindarles protección, no existen.

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Como lo plantea el estudio sobre la situación de la violencia contra las mujeres migrantes en la ruta migratoria en Centroamérica (2016)

“El contexto de violencia en la propia región centroamericana donde maras, bandas internacionales crimen organizado, pandilleros y narcotráfico luchan por el liderazgo y el control del territorio por donde transita la población migrante, pone a las mujeres en una situación de riesgo elevado”.

Dadas las condiciones de irregularidad en que suceden la mayoría de viajes, se impone una suerte de resignación a las consecuencias que esta “transgresión” puede acarrearles. Se suma a lo anterior la desinformación respecto a las garantías y derechos que les asisten, pese a su condición, las adolescentes y jóvenes consideran erróneamente que no tienen derecho a protección alguna.

Uno de los elementos que cobró relevancia como factor de riesgo en esta etapa del proceso migratorio, fueron los abusos de las autoridades.

“En Huehuetenango por ser área fronteriza, se dan muchos abusos de

autoridad, principalmente de la policía…, tienen tarifas establecidas para

dejar pasar a los migrantes: A los connacionales les cobran Q 200.00, a

los Centroamericanos les cobran Q 500.00 y a los sudamericanos u otros

continentes les cobran Q 1,000.00”

Informante clave Guatemala, 2017

En el caso de las mujeres, existen estudios en los que se destaca que el 70%de las mujeres migrantes centroamericanas sufre algún tipo de abuso sexual en su recorrido según denuncian organizaciones como Amnistía Internacional (2010). Según Amnistía Internacional, seis de cada diez mujeres migrantes son víctimas de violación en su ruta hacia Estados Unidos (2010). Existen otros estudios que aportan datos para sacar a luz a esta realidad8 y se estima que el número de violaciones puede ser incluso mayor. Los victimarios son múltiples, desde hombres migrantes con los que coinciden en el camino, fuerzas de seguridad, funcionarios de migración y frontera, coyotes y polleros, miembros del crimen organizado y la trata de personas.

Muchas mujeres migrantes cuando inician la ruta migratoria deciden inyectarse un anticonceptivo de larga duración, para al menos tratar de evitar los embarazos no deseados fruto de las violaciones en el camino, dando por hecho que en el tránsito van a ser abusadas sexualmente.

“Nos salieron unos muchachos, con machete, y uno de ellos me agarro el

brazo. Nos salieron dos muchachos más, a ellos los tenían enfrente, me

llevaron al fondo solo a mí a lo oscuro. Y ya después, yo no quería pasar

porque estaban los cuatro, el me llevaba casi chineada, fui violada por 4

hombres, después que llegó el último para violarme, me levanté adolorida,

ensangrentada, y con mucho dolor y tristeza. Me llevaron de emergencia

otras personas a una casa del migrante y me dieron dinero para que pudiera

regresar a mi país, regresé no sé cómo, pero llegué, tenía vergüenza, pero le

conté a mi hermana lo que me pasó, y lloramos juntas” Adolescente hondureña, 2017

Ser víctima de trata y tráfico es otro de los riesgos importantes que se dan en la fase de tránsito, ya sea porque desde el comienzo se ha pagado a una persona u organización para realizar la ruta, o bien porque en el tránsito caen en manos de redes de la trata. Esta es una de las situaciones más comunes y complicadas a las que hacen frente las mujeres migrantes.

En relación a este delito, al preguntar sobre el conocimiento del tema, las respuestas se enfocaron a un término erróneo. Utilizaron el término como sinónimo de “tratar mal a alguien” por ser persona migrante. Este desconocimiento, obligó a re direccionar las preguntas al tema de las redes sociales, los usos y posibles mensajes que estén recibiendo de ofertas de trabajo ellas mismas o si conocen que ha pasado a alguna amiga o conocida.

Las adolescentes en Nicaragua y Costa Rica mencionaron algunas manifestaciones que ellas consideran “alertas” o señales de peligro, destacando entre otras; comentarios morbosos e insinuaciones en las redes sociales especialmente en facebook, solicitudes de fotos desnudas a cambio de dinero, acoso por hombres mayores, hostigamiento a través de llamadas vía celular, todo de personas desconocidas.

En referencia a los medios que tratantes utilizan para captar a las víctimas, existe una preocupación por la utilización de “Las redes sociales [ya que son] son un arma muy poderosa en la captación de las víctimas. Si la

persona no tiene condiciones favorables para llevar a cabo sus anhelos de superación, ante una oferta tentadora, puede

ser susceptible. En las escuelas hacen falta protocolos de conocimiento y actuación para abordar con la población

estudiantil el tema58”.

Una situación que las coloca en condición de vulnerabilidad ante el delito de trata de personas, mencionado por adolescentes y jóvenes transfronterizas, fue el hecho de la migración de sus padres y madre y quedar al cuido de terceras personas o solas. Lo anterior puede generar situaciones de maltrato hacia ellas por parte de las personas a cargo, necesidad de estar nuevamente junto a su madre y en casos extremos huir de situaciones de abuso en el nuevo hogar, donde supuestamente sería cuidada.

Las jóvenes transfronterizas mencionaron que la migración irregular les hace aún más vulnerables a caer en las redes de trata, tanto en tránsito como en destino; donde las maltratan, los patrones las acosan, no reciben su pago correspondiente.

“…la persona que está migrando se vuelve más vulnerable a ser víctima de trata de personas, de explotación, de abuso, y

de cualquier situación de violencia. Por esa misma situación de vulnerabilidad y de fragilidad con la que está viajando”

Entrevista a actor clave, Save the Children 2017

“hay que estar alerta a las malas intenciones, a las actitudes y a los medios que utilizan esas personas [en referencia a las personas tratantes], y no solo de hombres sino de también mujeres, pues a veces la captación ocurre por medio de

mujeres59”.

Es importante mencionar que una vez que las niñas, adolescentes y jóvenes logran llegar a su destino, el proceso de inserción comporta factores de riesgo. El 19% de nuestras consultadas expuso como riesgo el no contar con documentos, ya sean éstos del país de origen y/o documentos que les permita integrarse plenamente y como sujetas de derecho a la sociedad. Un 11% mencionó la violencia sufrida en destino como un factor que las coloca en posición vulnerable.

58 Entrevista a Coordinador General de EDUCO, Apastepeque, San Vicente, 05 de octubre de 2017.59 Entrevista a profesora de un centro escolar, San Miguel, 02 de octubre de 2017.

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La situación de irregularidad migratoria en la que se encuentran, pese a haber ingresado con visa o pase de visitante local, la precariedad de la situación como mujer y como migrante, sus sentimientos de culpa por haberse separado de sus hijos/as, la precariedad en que se insertan al mercado laboral, la falta de protección legal las coloca en situación de discriminación que no se parece en nada al imaginario que tenían al tomar la decisión de migrar. Sin embargo, la responsabilidad por el bienestar de su familia en origen es tan fuerte que asumen estas condiciones, ya que la ventaja salarial les permite hacer frente a sus compromisos.

Por otro lado, en lo que respecta a la seguridad, las entrevistadas en destino, comentan que en sus comunidades de acogida hay situaciones de robo y pandillas. Además, a lo interno de sus familias, hay casos de violencia de género y doméstica. En la primera resalta la violencia sexual presente en diferentes mujeres de la familia y en sus propias historias de vida. Es importante rescatar que estos no son la mayoría de los casos y que las que han sufrido este tipo de violencia, mencionan que contaron con una red de apoyo y protección acorde a la situación. Esta condición, tal y como se ha mencionado en otras investigaciones, debe ser visualizada desde lo interseccional en tanto la condición de desplazamiento y la dificultad para acceder a la regularización del estatus migratorio aumenta la violencia de género, así como sus consecuencias.

“Es que yo tenía una amiga que se llamaba [nombre], yo a ella le dije lo que

me estaba pasando le dije que no le dijera a mi papá porque yo tenía miedo

que me fuera a pasar algo por él, porque él me dijo que si yo le decía a mi

papá que él iba a matar a mi papá. Entonces yo no le quise decir, entonces yo

le dije a una compañera mía y ella le dijo a mi papá.

Entonces mi papá me dijo que por qué no le dije entonces no lo quiere

meter a la cárcel, yo le dije a mi mamá”.

Adolescente en Costa Rica, 2017

Las situaciones de violencia inciden en cambios en la vida cotidiana, así como toma de decisiones. Entre sus efectos, según los relatos, se encuentra la disminución del rendimiento académico. Por ejemplo:

“es que yo vivía con mi mamá porque, nos pasamos con él porque nosotros

nos iba muy mal en la escuela, entonces después mi mamá dijo que nos

regresáramos con ella, porque mi mamá porque mi papá ya sabía que me

habían violado, entonces mi papá le dijo a mi mamá que yo me iba a vivir

con ella y una tía “.

Adolescente en Costa Rica, 2017

Por otro lado, las adolescentes con mucha fuerza, las jóvenes y las transfronterizas en menor expresión, aludieron a la carencia de documentos en destino y el abuso de autoridad. Todos estos aspectos requieren de un lado, una actuación conjunta entre el estado de origen y el de destino, para facilitar el acceso a documentos de viaje o regularizar a la población migrante; y de otro, una voluntad política para sancionar los abusos cometidos por las autoridades.

Las narraciones sobre la violencia social en destino, parece referirse al hecho de estar en otro país, que no es el nuestro, donde las adolescentes y jóvenes son percibidas como “distintas”, en consecuencia, viven xenofobia y bullying.

“Todo es diferente aquí porque uno está con su familia.

Allá en Costa Rica a nosotras nos hacían bullyng en la escuela.

Todo eso hacía que me sintiera mal. Me siento mejor aquí con mi familia,

porque estoy con quienes nos quieren” Grupo focal, Nicaragua 2017

Las consultadas mencionaron los distintos riesgos en la migración que enfrentan las personas que emprenden el trayecto migratorio y aún más en las mujeres, así como la dificultad de iniciar en un país que no es el de origen. Identificaron la discriminación que viven.

“Siempre exigían de que uno tenía que tener su identificación de acá mismo

decían (identificación mexicana). Mi primer trabajo fue así como muy

difícil para mí, es muy triste porque mi primera experiencia cuando llegue

haya como desconocía totalmente a las personas fue en una construcción,

mi primera experiencia fue como ayudante de un pastero, hacía pasta para

el edificio y lo que caía tenía que ayudar uno a juntar por decir y era de

trabajar ocho horas diario y ya después como de ahí tuve amistadas y ya

por el tiempo conseguí un trabajo que era en una empresa de proveedora de

mariscos que mandaba su producto a diferentes hoteles, a veces mandaba

su producto a Tijuana a Estados Unidos, entonces, yo trabajé como

empacadora en la sala de proceso un buen tiempo ya cuando descubrieron

que era guatemalteca me echaron de cabeza, me despidieron de la fábrica.”

Migrante transfronteriza, Guatemala 2017

En términos de los riesgos o dificultades que enfrentan las niñas, adolescentes y jóvenes en destino (Costa Rica), el investigador Carlos Sandoval (2017) menciona:

1. Fragilidad en el entorno familiar y el proyecto de vida en términos de estudio y de futuro. 2. Falta de documentación. 3. El no registro de niños y niñas en Nicaragua y en Costa Rica.4. El acceso a la salud, donde las mujeres madres de familia son las que tienen la mayor dificultad. 5. Barreras para integración cultural. 6. Acceso a vivienda digna.7. Educación Sexual.

Las que no logran llegar a su destino, las que son interceptadas ya en territorio del país de destino sufren un proceso de deportación, en este momento se presentan factores de riesgo como la detención, separación de sus familiares, faltas al debido proceso y en los casos de niñas y adolescentes donde los mecanismos de protección se activan en función del interés superior de ellas, ocurren situaciones que ponen en riesgo la salud física y emocional de esta población; además el temor constante a regresar a una realidad hostil de la cual estaban alejándose.

En el caso concreto de deportaciones de Estados Unidos hacia Honduras60, se identifica que la mayoría

60 Adolescentes y jóvenes que son detenidas en la frontera entre México y Estados Unidos

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salió del país por su condición económica, por ser testigos del fallecimiento de un familiar y se encontraba amenazada y con temor, una de las jóvenes también comento que salió del país aun estudiando en la universidad por la situación económica y la delincuencia. Argumentaron que no fue nada fácil tomar la decisión de dejar el país y continuar un camino incierto. La mayoría de ellas emprendió el viaje con hermanas, amigos o vecinos que ya conocían el camino hacia Estados Unidos, salen con poco dinero o nada, la ruta migratoria.

“fue fea, es algo inhumano, aguantamos frio, hambre, maras, hombres que

desean lastimarte, no puedes dormir, porque debes estar alerta, correr cada

vez que miras a un representante de migración o cualquier otra autoridad

porque existe temor del avance que llevas y lo que ha costado llegar hasta

donde vamos”

Adolescente hondureña, 2017

“Es muy triste, que no importan lo que hemos pasado nos detienen por

varios días en las hieleras61“

Adolescente, hondureña 2017

Sobre la llegada a su país, funcionarios de organismos no gubernamentales entrevistados, plantearon:

“El tema es terrible porque una joven deportada esta por nuestra cultura

muy estigmatizada llena de culpa innecesaria, tiene un sentimiento de

vergüenza que inicia en la propia familia algunas lo resuelven retando

y otras tratando de explicar, pero en todas estas niñas hemos visto este

sentimiento de sentirse señaladas y acusadas, cuando la niña joven y mujer

llega a la comunidad se encuentra con la situación que dejaron y cuando

hablamos de reinserción social la pegunta es a que sociedad y si hablamos

de reinversión social hablamos de a qué familia reintegrase no solo es el

trabajo con la migrante si no un trabajo social con la comunidad”

Actor calve, Honduras 2017

Es evidente como el continuum de la violencia basada en género, las persigue hasta en los procesos de reinserción, en sus países:

“Pero lo hemos hecho de tal manera que cuando las mujeres migrantes son retornadas o deportados tienen un estigma

de que son abusadas, violadas son víctimas de trata y eso genera un rechazo por parte de la población y tenemos casos

de niñas que al regresar a las comunidades son rechazadas, y que no tienen la posibilidad de tener una familia por

los prejuicios machistas. Hacen sentir a la mujer señalada. Por otro lado, hay una presión económica porque desde el

momento que sale ya va debiendo y la presión económica de las personas que se quedan acá que desde el momento

que llega espera que mande dinero y eso contrasta con el hecho de que las remesas enviadas desde los Estados Unidos

cuadriplican” Actor clave, Honduras, 2017

En el análisis de la experiencia migratoria de NAMJ, resultan evidentes las múltiples vulnerabilidades que ellas viven durante la salida, el tránsito y llegada al país de destino. Ser mujer, niña, adolescente o joven, indígena, migrante, pobre y víctima de situaciones de violencia sexual, las ubican frente a múltiples opresiones (de género, raza, etnia) que se interceptan y las colocan en un estado de indefensión para tener acceso a los derechos que las asisten como personas migrantes.

La Observación General Conjunta CDN-CTM sobre los derechos humanos de la niñez en el contexto de la migración internacional, plantea que la cantidad y la diversidad de abusos de derechos humanos que de manera creciente impactan en los NNA en el contexto de la migración, es verdaderamente preocupante. Este escenario ha llegado en ciertos casos a niveles tan alarmantes que permiten hablar de una crisis de derechos humanos que afecta de manera especial en los NNA. Entre estos abusos cabe mencionar: trata de personas; las peores formas de trabajo; millones de separaciones familiares; decenas de miles de NNA detenidos y deportados arbitrariamente; obstáculos en el acceso a derechos económicos, sociales y culturales, incluyendo salud y educación; diferentes formas de violencia; discriminación sobre la base de su nacionalidad, origen étnico o condición migratoria; obstáculos en el derecho al registro de su nacimiento, a un nombre y una nacionalidad.

El principio del interés superior del niño/a está formulado en la Convención sobre los Derechos del Niño (CDN). La determinación del interés superior es un proceso formal con salvaguardas procedimentales específicas y requerimientos de documentación llevado a cabo por tribunales, organismos internacionales y otros mecanismos de protección del menor.

Al llegar a este momento de análisis, es importante retomar los testimonios de las participantes de este estudio, como los relatos brindado por los diferentes actores clave que a través de sus opiniones técnicas al respecto enriquecen el estudio, a fin de intentar identificar en qué aspectos se está faltando al deber, compromiso de cuidado y protección, a las niñas, adolescentes y jóvenes centroamericanas, con la finalidad de proponer acciones que eviten la repetición y pongan fin a las situaciones y/o decisiones que ponen o pudiesen poner en riesgo los derechos de las NAMJ.

Para realizar el análisis sobre las violaciones de derechos de las niñas, adolescentes y jóvenes acontecidos en el proceso migratorio, ya sean como migrantes propiamente o afectados por la migración, se acordó tomar de referencia la Convención sobre los Derechos del Niño el 10 de julio de 1990, como marco para

61 Nombre con que, las migrantes, han bautizado los centros de detención en Estados Unidos. Centros cerrados donde no se les permite salir, sólo recibir visita de sus respectivos cónsules. Estos espacios se mantienen a altas temperaturas por lo que les han dado el nombre de hieleras. Además, informaron que les administran los alimentos con alto contenido de yodo, según declaraciones de las adolescentes y jóvenes esta medida obedece a la necesidad de “calmar los deseos sexuales”

Violaciones a derechos de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en elcontexto de la migración

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otros instrumentos y directrices internacionales en la materia. Convención que nos cobija a todos los países, y que condiciona los marcos jurídicos nacionales.

La Convención sobre los Derechos del Niño es el primer código universal de los derechos de los niños y las niñas legalmente vinculante. Los derechos que proclama corresponden a todos los niños y niñas menores de 18 años, independientemente, del lugar de nacimiento, de quiénes sean sus padres o su familia, de cuál sea su sexo, su etnia, la religión que practiquen o la clase social a la que pertenezcan62. El enfoque de protección integral de derechos se instaura como un quiebre radical en el modo de concebir a la infancia. En primer lugar, la constituye como sujeto social. En este sentido, un efecto inmediato de la CIDN en el contexto histórico y político de su surgimiento, fue situar a la infancia como un grupo social que requiere ser protegido63 de manera especial, respondiendo a sus necesidades particulares.

En dicho sentido, la Observación General Conjunta del Comité de Derechos del Niño y el Comité de Trabajadores Migratorios sobre los derechos humanos de la niñez en el contexto de la migración internacional es un esfuerzo de ambos Comités por ampliar, profundizar, complementar y/o actualizar algunas de las iniciativas ya realizadas sobre niñez y migración. Tomando de referencia que el alcance de la Observación General Conjunta abarca las categorías migratorias de las participantes de esta investigación, se analizan los resultados obtenidos en el trabajo de campo realizado.

Es importante destacar que Estados Unidos no ha ratificado ninguno de los instrumentos internacionales mencionados.

A continuación, se detallan los derechos contemplados en la CDN, que de acuerdo a la información recabada de las mismas niñas, adolescentes y jóvenes; así como de informantes claves, están siendo violentados en el contexto de la migración. Los siguientes derechos serán revisados:

• Derecho a la Libertad Personal – No detención. • Derecho a un Nivel de Vida Adecuado• Derecho a la familia, • Derecho a un nombre y una nacionalidad, • Derecho a la reunificación familiar,• Derecho a relaciones personales y contacto directo, • Derecho a la protección de todas las formas de malos tratos, • Derecho a la educación, • Derecho al más alto nivel de salud y• Derecho al esparcimiento, juego y actividades culturales.

1. Derecho a la Libertad Personal – No detención

Art. 37 CDN. Arts. 16 y 17 CTM

Este derecho establece, entre otras cosas, que ninguna niña o adolescente será privada de su libertad ilegal o arbitrariamente; y que la detención será utilizada como medida de último recurso y durante el período más breve que proceda.

Para el caso de las adolescentes y jóvenes que migraron rumbo a Estados Unidos, fueron detectadas, “aseguradas” o privadas de libertad en los centros de detención migratoria en México o en los mismos Estados Unidos (hieleras), este derecho fue violentado por dicho Estado, al no ofrecerles una alternativa diferente a la detención mientras resolvían su situación migratoria. Más evidente es la violación a este derecho en el caso de la adolescente que narró cómo el encierro afectó su salud, a tal grado que tuvo que renunciar a la solicitud de asilo interpuesta por el padre ante las autoridades migratorias, por el hecho de que debía permanecer encerrada durante el tiempo que durará el proceso, hasta su resolución.

Mucho se ha escrito y discutido en relación a la situación actual en los centros de detención migratoria y sobre las alternativas a la detención administrativa en el contexto migratorio; y más cuando existe una solicitud de asilo o refugio interpuesta; tanto es así que a ACNUR le preocupa el creciente uso de la detención, especialmente en el caso de menores de edad y en consecuencia ha propuesto una “Estrategia Global: alternativas a la detención 2014-2019”, pronunciándose sobre estas prácticas con el fin de ayudar a los gobiernos a convertir la detención de solicitantes de asilo en una práctica de excepción en vez de rutinaria64.

En consulta con funcionarios y funcionarias que, tienen dentro de sus competencias la atención a la niñez migrante retornada, afirman que la regla general en el tratamiento de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes que migran de forma irregular es pasar por un centro de detención, antes de la deportación a los países de origen, principalmente las originarias de Guatemala, El Salvador y Honduras.

A propósito de las condiciones de la detención en México, una funcionaria guatemalteca, expresó que, “…en

México no les dan llamadas donde los tienen internados”

Señalo que, a través del proceso de recepción a las y los menores deportados y recibidos por autoridades guatemaltecas, han podido identificar situaciones que van en contra de su seguridad y bienestar: robo de sus pertenencias y su dinero, maltrato físico de parte de otros niños, ante la mirada de los oficiales de protección a la infancia. Además de condiciones deplorables en la Estación Migratoria SXXI; mala comida, malos olores y colchonetas sucias donde se supone deben dormir, por lo que en su mayoría duermen en el piso.

2. Derecho a la Vida y al Desarrollo;

Derecho a un Nivel de Vida Adecuado.

Art. 6 y 27 CDN. Art. 9 CTM;

Art. 27 CDN. Arts. 45 CTM;

Estos derechos establecen, entre otras cosas, que los Estados reconocen el derecho de toda niña y adolescente a un nivel de vida adecuado para su desarrollo físico, mental, espiritual, moral y social. La aplicación de este derecho corresponde en primer lugar a los progenitores; pero los Estados deben ayudarles y, en caso de necesidad, proporcionar asistencia material, sobre todo para la nutrición, el

62 Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, La Convención sobre los Derechos del Niño Quince Años Después, Oficina Regional para América Latina y el Caribe, Panamá, 2004, página 5.63 Roger Camille, El enfoque de protección de los derechos de la primera infancia en América Latina, Sistema de Información sobre la Primera Infancia en América Latina, cuaderno 03, página 3. 64 http://www.acnur.org/que-hace/proteccion/alternativas-a-la-detencion/

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vestuario y la vivienda (...) el artículo deja en claro que, para alcanzar un nivel de vida adecuado, no basta con satisfacer las necesidades básicas.

Para el caso de las protagonistas de esta investigación se encontró, con mayor preponderancia en las niñas de 7 a 11 años y en las adolescentes de 12 a 18 años, que el derecho a la vida y al desarrollo es violentado en diferentes aspectos por parte de los progenitores y el Estado.

En primer lugar, las niñas de 7 a 11 años demostraron que la decisión de migrar no está presente entre sus planes pero que sí lo hiciesen estarían condicionadas por sus progenitores; si ellos les dicen que hay una oportunidad de viajar a otro país, sin importar las condiciones, ellas obedecerían. Aunque no es posible generalizar, la niñez de esa edad, debido a la capacidad que tienen para la toma de decisiones, no pueden por sí solas tomar un viaje y aventurarse sobre la ruta migratoria. Siempre tiene que haber un padre o una madre, o una persona adulta que aliente, promueva, condicione esa decisión.

Reconociendo los peligros a los que se expone la niñez en la ruta migratoria, las decisiones tomadas por los adultos, en cuanto a la migración de las niñas, ponen en riesgo el derecho a la vida, a la integridad física y al desarrollo. “El riesgo que asumen a la hora de establecer un viaje o de irse, más si no conocen a la persona que los lleva.

La inseguridad de la ruta migratoria. Incluso que, a la hora de la hora, la niña vaya con toda la disposición posible pero

que regrese a las mismas o peores condiciones de cómo estaba, ya abusadas, ya maltratadas, ya con traumas. Y ese, en el

mejor de los casos, en otros casos que hasta desaparecidas. Esas son las situaciones que hacemos ver a los familiares, que

son los responsables que optan por dar el permiso y con toda la disposición del mundo de dejarlas ir. Como organización

también tenemos una preocupación en cuanto a la migración, como nuestros programas se basan en el desarrollo

comunitario y se trabaja directamente con NAMJ, al irse del país, el recurso disminuye, pues trabajamos con una base

comunitaria65”.

En segundo lugar, las adolescentes de 12 a 18 años demostraron que la decisión de migrar no necesariamente es impuesta por los progenitores; para muchas es parte de sus proyecciones y anhelos pues consideran que en el país no hay condiciones para alcanzar el desarrollo que desean. Las manifestaciones de violencia social, la falta de oportunidades, el alto costo de la vida y la oportunidad de conseguir otro nivel de vida en otro país, son condicionantes que las motivan.

En situaciones como las que se expone, los progenitores no necesariamente son los que incentivan la migración, pero la permiten, pues prefieren la exposición a los riesgos de la ruta migratoria antes de permanecer en una comunidad peligrosa y en un país que no ofrece un futuro prometedor. “Hay conciencia

de los riesgos de migrar (trata de personas, abuso sexual, etc.) y lo que implica poder llegar a su destino sobre todo en

Estados Unidos; sin embargo, eso no importa, entre morir por cuestiones de violencia o pasar esa situación de viajar,

prefieren que les pasen esas cosas para llegar a los Estados Unidos. No hay seguridad en las comunidades en las que

viven y eso lo sienten66”.

“El Estado carece de presupuesto, carece, muchas veces, de formación técnica para la diversidad de problemáticas que

enfrenta la niñez [y adolescencia], porque la niñez migrante es una gran problemática. Tenemos el problema macro

del embarazo adolescente, la violencia de las pandillas, nos encontramos con el tema de drogas, la falta de asistencia, la

falta de programas para primera infancia67.

El relato anterior destaca el embarazo adolescente y el acompañamiento a temprana edad como un tema que preocupa a las instituciones garantes de derechos de niñas y adolescentes. Se encontró información alarmante en cuanto a las proyecciones sobre el futuro en las niñas y adolescentes, pues no hay muchas alternativas para ellas, según lo expresaron durante las entrevistas, las y los actores claves. Por una parte, tienen la esperanza de que al crecer encontrarán a un hombre, ya sea en el país o en otro, con quién casarse o acompañarse, con quién tener hijos e hijas y que las mantendrá económicamente; y, por otra parte, el paso por la escuela es una actividad temporal, para mientras se llega el tiempo de conocer a esa persona.

“El plan de vida es totalmente diferente […], ya no ven una necesidad, no le ven la importancia de estudiar, no le ven la

importancia a una formación porque es como >me voy a ir a EE.UU. y allá todo es diferente, allá todo es más fácil>, y

se está perdiendo que las adolescentes tengan un plan de vida concreto y luchen por eso, aquí… El tema de la violencia

[social] y de la violencia de género es algo que se está dando y que está marcando cada día más, cada día vemos más

feminicidios, hay más abusos a niñas, a niñas en la primera infancia, el tema del embarazo adolescente, el tema de

los matrimonios, … obviamente hacen que, como sociedad, primero no haya un desarrollo, a nivel general y a nivel de

persona68”

Lo anterior lo confirman las estadísticas oficiales que arrojó el estudio denominado “Mapa de Embarazos en Niñas y Adolescentes en El Salvador 2015”, dado a conocer el 08 de julio de 2016, el cual revela que cada 21 minutos una niña o adolescente resultó embarazada en 2015. Dicho mapa fue realizado por el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) con información del Ministerio de Salud (MINSAL), Ministerio de Educación (MINED), Instituto de Medicina Legal (IML) y la Dirección General de Estadística y Censos (DIGESTYC). “El embarazo en niñas y adolescentes debe ser considerado como una de las formas de violencia que más

impacta en las aspiraciones personales y la salud de este grupo poblacional69”.

Uno de los doctores involucrados en el proceso de recolección de información para levantar este mapeo expresó que “los datos son alarmantes pero importantes ya que un embarazo a esas edades es un riesgo para la vida de

las niñas y que el estudio revela que en el año 2015 se registró que de las 83,478 embarazadas, 25 mil, eran adolescentes

entre 10 y 19 años, lo que representa un 30%70.

En vista de lo anterior, que refleja la realidad de casi la totalidad de países centroamericanos, hay un gran reto para garantizar el pleno ejercicio del derecho a la vida y al desarrollo de las niñas y adolescentes, ya que la coyuntura social no ofrece las oportunidades ideales y, por el contrario, incentiva la migración.

La mayoría de las consultadas expresó que, no importa la condición en la que las personas ingresen a otros países, se trata de seres humanos y como tales, tienen derecho a la vida, a que se les respete la integridad, a no ser tratados con indiferencia, a la salud, a la educación. “Las personas deben respetar esos derechos y no

aprovecharse porque viajan para ganarse la vida y ayudar a sus familias a salir adelante71”.

65 Entrevista a referente de juventud de Ayuda en Acción. 23 de enero de 2018.66 Entrevista a referente de juventud de Ayuda en Acción. 23 de enero de 2018.67 Entrevista a representante del Comité Local de Derechos de San Miguel del CONNA, 03 de octubre de 2017.

68 Representante CONNA 69 Declaraciones del representante del UNFPA Hugo González en boletín de prensa “UNFPA y MINSAL presentan estudio de embarazos en niñas y adolescentes”, de fecha 08 de julio de 2016.70 Declaraciones del Dr. Julio Robles Ticas en boletín de prensa “UNFPA y MINSAL presentan estudio de embarazos en niñas y adolescentes”, de fecha 08 de julio de 2016. 71 Adolescente salvadoreña participante de GF, 2017

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3. Derecho a la Vida Familiar.

Arts. 9, 10, 11, 20, 21, 22 CDN; Arts. 14, 17, 44 CTM

Este derecho establece, entre otras cosas, que las niñas cuyos padres residan en Estados diferentes tendrán derecho a mantener periódicamente, salvo en circunstancias excepcionales, relaciones personales y contactos directos con ambos padres.

Hoy en día no existe ninguna definición legal internacionalmente establecida de “familia” y por lo tanto ninguna definición aceptada de la familia de un migrante; para el caso centroamericano, la familia se considera la base fundamental de la sociedad72 y está formada por el grupo social permanente, constituido por el matrimonio, la unión no matrimonial o el parentesco. Los Estados se han obligado a protegerla, procurando su integración, bienestar, desarrollo social y económico.

Como se ha logrado documentar en este estudio, las familias abordadas en la región poseen una característica en común: la migración. Tal es el caso de la totalidad de las niñas, adolescentes y jóvenes consultadas que manifestaron tener un familiar en otro país distinto al de origen; siendo en no pocos casos, el padre o la madre, lo que inevitablemente conduce a la recomposición familiar, a la delegación de los cuidados parentales y lamentablemente en muchos casos, a la ruptura del vínculo. Aunque las familias han intentado mantener la comunicación constante, el derecho al que se refiere la CDN no es ejercido plenamente, pues en su tenor literal está referido a la convivencia, sin importar las condiciones. Imposible para padres o madres que migraron hacia países dónde las políticas migratorias son restrictivas y el ingreso a los territorios implica reunir requisitos administrativos como por ejemplo una visa de ingreso.

En virtud de ello, las niñas y adolescentes no ejercen plenamente este derecho desde dos perspectivas de su realidad: la primera como familiares de migrantes; y la segunda, como migrantes propiamente. “[…] Si hablamos de una migración a edad temprana o de primera infancia, hay una desvinculación de la identidad

cultural, de la identidad familiar, de la identidad de país, llamémoslo así y entonces se está limitando el desarrollo en el

seno de su familia […] hay un corte y obviamente así se va desintegrando el tema de la familia73”.

El Informe sobre el Desarrollo Humano 2009, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y dedicado esta vez a las migraciones, señala que, pese a las retribuciones financieras que ofrecen los nacionales residentes en el exterior, “la separación por lo general es una decisión penosa que entraña grandes costos emocionales tanto para quien se va como para quienes se quedan”. La calidad de vida de las niñas y adolescentes decrece cuando falta el padre o la madre, o peor aún, cuando faltan los dos, y aunque los abuelos, abuelas, tíos y tías pueden ejercer ese rol, no siempre es lo mejor para ellas.

Sin ánimo de generalizar, algunas experiencias desde las protagonistas demuestran que, si los padres y madres son sustituidos por los abuelos, éstos son capaces de dar tanto cariño como ellos mismos, pues afectivamente las sienten como una extensión de sus propios hijos; pero a veces suelen ser excesivamente consentidores y carecer de la firmeza necesaria para dirigir su educación. Por otro lado, si los padres y madres son sustituidos por tíos y tías, éstos suelen asumir el compromiso de satisfacer las necesidades materiales, pero no tan fácilmente llenan las necesidades afectivas y emocionales, y tampoco suelen llegar a asumir el compromiso educativo en toda su dimensión, particularmente en temas o situaciones difíciles, conscientes de que la autoridad la tienen los padres, incluso en la ausencia.

Lo más preocupante es la sensación de desubicación de las propias niñas y adolescentes, al sentir que no pertenecen a una familia, de estar en un lugar que no es el suyo, de haberse roto lo más valioso que tenían, de haberse quedado sin referencia. Ello, aparte de la crisis general, tiende a generar un prematuro progreso hacia una mayor autonomía, hacia una mayor madurez aparente, precipitada y sin fundamento; sin plan de vida, lo que unido al vacío relativo de autoridad y de firmeza se traduce, muchas veces, en conductas inadecuadas de cualquier tipo y en carencia de criterios adecuados para valorar los diferentes aspectos de la vida.

Las niñas alejadas de su padre y madre muestran un déficit en el ámbito afectivo, y esto trae consecuencias en su desarrollo físico y emocional. La necesidad de recuperar ese vínculo familiar temporalmente perdido es tan grande que muchas veces los padres las exponen a viajar sin los documentos requeridos al país donde ellos residen, poniéndolos en riesgo de abusos e incluso de muerte.

Las niñas y adolescente que están en proceso de formación necesitan la presencia de la figura de un adulto, como padre o madre, que le dé un sustento a su proyecto de vida. Los Estados deben permitir que exista una verdadera reunificación familiar.

4. Derecho a un nombre y una nacionalidad

Arts. 7 CDN;

El Arto. 7 de la Convención establece que El niño será inscrito inmediatamente después de su nacimiento y tendrá derecho desde que nace a un nombre, a adquirir una nacionalidad y, en la medida de lo posible, a conocer a sus padres y a ser cuidado por ellos.

Además, expresa que los Estados deberán poner a disposición mecanismos que garanticen este derecho. Este derecho es violentado cuando niñas, adolescentes y en menor grado las jóvenes, no cuentan con partida de nacimiento, ya sea porque sus padres no realizaron el trámite correspondiente, por razones diversas, entre las que destaca el que el Estado no puso a disposición y accesibles los mecanismos para hacerlo; por habérselas llevado muy pequeñas a otro país y dejado para “más adelante” el registro de su nacimiento. O por haber nacido en destino y no poder inscribirlas como nacionales del país de sus padres. Esta falta del documento base para la identificación, acarrea un sinnúmero de inconvenientes al momento de querer inscribirlas en la escuela, recibir atención en salud y tramitar documentos para su regularización.

5. Derecho a la reunificación familiar

Arts. 7 CDN;

Este artículo señala como derecho de las niñas, adolescentes, así como de sus padres y madres, buscar la reunificación familiar en un país de destino o de origen, siendo responsabilidad de los estados atender dicha solicitud.

Encontramos que algunos procesos de reunificación familiar, impulsados por los padres y madres en destino, han sido excepcionalmente excluyentes, al dejar por fuera a las niñas y adolescentes residentes en origen, al priorizar a los varones, por ser una mano de obra de uso inmediato. O por otro lado se escoge a las adolescentes, con la certeza de que podrán emplearse rápidamente como domésticas.

72 Asamblea Constituyente de la República de El Salvador, Decreto N° 38, Artículo 32. Constitución de la República de El Salvador, diciembre de 1983. Constitución de la República de Nicaragua Arto. 70 Capítulo IV. Constitución de la República de Honduras, Arto. 111, Capítulo III. Capítulo II. Constitución de la República de Guatemala, Arto.47. Constitución Política de Costa Rica, Arto.51.73 Entrevista a coordinadora de proyecto Save the Children San Miguel, 03 de octubre de 2017.

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Este derecho es violentado de forma institucionalizada, por la ausencia de mecanismos concretos que establezcan canales para lograr la reunificación familiar en destino. La ausencia de los mismos provocó la “crisis humanitaria” en años recién pasados.

Como lo señalan los estándares internacionales “todo niño, niña y adolescente tiene derecho a vivir con su familia, llamada a satisfacer sus necesidades materiales, afectivas y psicólógicas74

6. Derecho a relaciones personales y contacto directo

Arto. 10 CDN

Las niñas, niños y adolescentes tienen derecho a mantener relaciones personales periódicas y contacto directo con sus madres y padres, aun cuando exista separación de los mismos o cuando residan en países diferentes, así como con los abuelos y demás parientes, salvo si es contrario al interés superior de la niña, niño o adolescente.

El mayor riesgo, en el caso de este derecho es la ausencia de relaciones personales, incluyendo el conocimiento físico, los encuentros periódicos porque son vividos por las niñas y adolescentes como abandono. La comunicación telefónica frecuente ha demostrado coadyuvar al fortalecimiento de las relaciones, la confianza y la comunicación entre el/la migrante y su hija o familiar, fortaleciendo al mismo tiempo su estabilidad emocional.

Niñas, adolescentes y jóvenes valoran abandono del tutor o tutora debido al hecho que no tienen comunicación y no tienen contacto con ellos/as; en este caso, el derecho de las niñas y adolescentes a contar con la protección de sus padres/madres no se está cumpliendo en su totalidad.

7. Derecho a la protección de todas las formas de malos tratos

Arto. 19 de la CDN

Este artículo establece como obligación del Estado proteger a los niños de todas las formas de malos tratos perjuicio o abuso físico o mental, descuido o trato negligente, malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño se encuentra bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de cualquier otra persona que lo tenga a su cargo. El Estado brindará especial atención a los niños, niñas, y adolescentes en situación de peligro, riesgo sicológico, social o material.

En términos generales, este derecho está asegurado por las familias, salvo una excepción identificada durante el estudio.

Se registra un caso de niña con violencia intrafamiliar severa, presentando maltrato físico, verbal y psicológico.

“Sobre los derechos de las niñas y niños nos preocupa en este momento la violencia de género, violencia intrafamiliar

y violencia sexual particularmente porque representa, en términos estadísticos, porcentajes altos. La violencia sexual

“tiene rostro de niña”. El 62% de la violencia sexual ocurre en la casa. De ellos, la mitad son niñas menores de 13 años.

En términos de violencia intrafamiliar 43% son mujeres, niñas y adolescentes”75.

8. Derecho a la educación

Arto. 19 de la CDN

En este artículo se establece que todo niño tiene derecho a la educación y es obligación del Estado asegurar por lo menos, la educación primaria gratuita y obligatoria, en condiciones de igualdad para el acceso y permanencia en la escuela. Ninguna niña, niño o adolescente quedará sin matrícula, derecho a realizar exámenes o recibir sus notas o diplomas por razones económicas en los Centros de educación estatal.

Además, instituye que el Estado debe reconocer que la educación debe ser orientada a desarrollar la personalidad y las capacidades del niño, a fin de prepararlo para una vida adulta (Arto. 29).

Los principales riesgos a este derecho se desprenden de la no asistencia a la escuela, de la baja calidad del acompañamiento en las tareas escolares las cuales influyen en la retención en el sistema educativo, el deterioro académico post migración del padre/madre, el abandono de la asistencia, la baja reintegración una vez salido del aula de clases y la accesibilidad a la educación secundaria, técnica o universitaria.

En destino, pese a que este derecho es reconocido por todos los países centroamericanos sin distingo de nacionalidades y condición migratoria, existen otros factores que dificultan la permanencia en la escuela, relacionados con las disparidades educativos entre los países, el poco conocimiento de las ofertas educativas desde el sistema público, la dificultad con materias propias en el país de destino (Historia, Moral y Cívica), la violencia social, discriminación que viene de los otros alumnos y, el poco apoyo por parte del personal docente, que promueva la integración. Todo lo anterior, son condiciones que desestimulan la permanencia en la escuela, pese a que formalmente no hay obstáculos para ello.

9. Derecho al más alto nivel de salud

Arto. 24 CDN;

Los niños tienen derecho a disfrutar del más alto nivel posible de salud y a tener acceso a servicios médicos y de rehabilitación, con especial énfasis en aquéllos relacionados con la atención primaria de salud, los cuidados preventivos y la disminución de la mortalidad infantil.

Se enfatiza, en la importancia de desarrollar la atención preventiva de la salud, dirigida a la madre y al padre, en materia de educación sexual y salud reproductiva.

El principal riesgo de ejercicio del derecho a la salud, deviene del hecho de encontrarse casi la tercera parte de las protagonistas, principalmente las niñas, en una situación de enfermedad. Son las madres o padres migrantes, quienes a través de las remesas dan respuesta inmediata a una situación de salud. Se ha documentado en otros escritos, que en muchas ocasiones la migración ha obedecido a situaciones de salud de los hijo e hijas.

El acceso a la salud para la niñez y adolescentes migrantes en destino, se ha ido restringiendo hasta llegar a brindar servicios de salud, exclusivamente en casos de emergencia y para el binomio madre e hija (embarazos y partos). Quedando sin acceso a servicios de información y consejería sobre salud sexual y reproductiva, vital para las mujeres que abarca este estudio porque están en edades reproductivas.

74 Corte IDH. Condición Jurídica y Derechos Humanos del Niño. Opinión Consultiva OC-17/02 del 28 d agosto de 2002, Serie A No. 17, párr.71.75 CODENI, Nicaragua 2017

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10. Derecho al esparcimiento, juego y actividades culturales

Arto. 31CDN;

El niño/a tiene derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales.

Los riesgos de violación a este derecho dependen de la sobrecarga de tareas en el hogar, las limitaciones establecidas a los tiempos de juego o recreación y la vida social entre pares.

Un buen número adolescentes y jóvenes (28%), afirman tener recarga de tareas en el hogar,

posterior a la salida de la mujer migrante de su familia. Además carecen de opciones para la

recreación y con limitada posibilidad de socializar con sus pares.

El artículo 19 de la CDN protege al niño contra “toda forma de perjuicio o abuso físico o mental” mientras se encuentre bajo la custodia de sus padres u otras personas encargadas de su cuidado, con lo que reafirma el derecho fundamental del niño al respeto de su dignidad y a la integridad física y personal.

Lo establecido en este artículo está relacionado con el derecho a la vida, a la supervivencia y el desarrollo en la máxima medida posible (artículo 6 de la CDN). En cumplimiento de lo establecido en este derecho, los Estados deben adoptar medidas legislativas, administrativas, sociales y educativas para proteger al niño contra toda forma de violencia.

Las niñas y los niños afectados por la migración con frecuencia se encuentran desprotegidos76. Por una parte, se ven separados de sus familias, y por otra, si no cuentan con documentos de identidad, no pueden gozar cabalmente de derechos sociales y humanos que el Estado debe brindar. Asimismo, el estatus migratorio del niño o de sus padres también puede vulnerar el derecho a la protección ya que es muy común que las personas que no tienen permisos migratorios en regla sean privadas de protección y asistencia social.

Las obligaciones jurídicas que tienen los Estados frente a la niñez migrante en condición de vulnerabilidad, que está en sus territorios, están incorporadas en sus legislaciones y Códigos de niñez y adolescencia. Sin embargo, el Comité de Derechos del Niño llama la atención sobre una serie de desafíos a los derechos humanos, que afectan directamente a la niñez y adolescencia en el contexto de la migración, entre los que identifica el Comité ya se han mencionado algunos, sin embargo, es relevante insistir en los relacionado a:

• Vulnerabilidad de ser víctimas de explotación, abuso y trata• Vulnerabilidad de las personas menores de edad que se quedan en los países de origen• Negación, tanto en origen como en destino, del acceso a los derechos económicos, sociales y culturales y a los servicios básicos

Existen esfuerzos recientes, realizados desde espacios regionales por incidir en la transformación del panorama que se acaba de mostrar. La Conferencia Regional sobre Migración (CRM), aprobó un plan de trabajo que va del 2017 al 2022 para contribuir a que los Países Miembros de la Conferencia Regional sobre Migración (CRM)implementen acciones regionales para garantizar los derechos humanos y el acceso a servicios básicos a las niñas, niños y adolescentes migrantes y con necesidad de protección internacional,

76 Como lo hemos venido evidenciando a lo largo de estas páginas. Los múltiples riesgos y abusos que sufren durante el tránsito hacia el país de destino. De igual manera, en sus comunidades de origen al tener pocas oportunidades para su desarrollo personal y estar expuestas a violencia social.

en consonancia con los Lineamientos Regionales de Actuación para la Protección Integral para la Niñez y Adolescencia en el Contexto de la Migración, con énfasis en el principio del interés superior de la niñez, y los enfoques de género y diversidad.

El Plan se desarrollará bajo cinco ejes temáticos:

1. Prevención de la migración irregular de niñas, niños y adolescentes.2. Protección consular de niñas, niños y adolescentes migrantes durante la detección y recepción en países de tránsito y destino.3. Recepción y atención psicosocial de niñas, niños y adolescentes migrantes en tránsito, destino y retorno.4. Integración y reintegración de niñas, niños y adolescentes migrantes en países de origen y destino. 5. Iniciativas de cooperación (en origen, tránsito, destino y retorno) a favor de la niñez y adolescencia migrante

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• La migración impacta a las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes de diferentes maneras durante su ciclo de vida, sea porque viajan junto a sus padres/madres, porque emigran solas o porque quedan en el origen tras la salida de uno o ambos. Los efectos del desplazamiento (regular e irregular, extra regional o intrarregional) sobre ellas debe ser visto en el contexto más amplio de la situación de pobreza y desigualdad entre países, y al interior de cada uno.

• La experiencia de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el contexto de la migración, ha sido marcada por el desarraigo, por la obligación de mantener a sus familias, asumir tareas de cuido a hermanos u otras personas a temprana edad, por violencia social en sus comunidades, por abusos y violencia sexual, muchas veces, dentro de sus hogares, abuso de poder de autoridades que están llamadas a protegerlas. Una forma de violencia, poco reconocida es devolverlas a sus países de origen, de donde salieron por no tener opciones y donde su vida e integridad está en riesgo.

• Existe un clima de violencia generalizado en la región, que se expresa de formas diversas: la pobreza extrema y exclusión social, violencia delincuencial, intrafamiliar y de género. La mayoría de ellas están presentes en la vida, de casi todas, las niñas, adolescentes y jóvenes abordadas en esta investigación. Cuando estas expresiones de violencia se combinan o toma relevancia una de ellas, funcionan como factor de empuje para tomar de una vez, la decisión de emigrar. En ese sentido, la migración pese a sus riesgos, impactos y dificultades es vista como “la opción”, para salir del círculo de violencia que sufren.

• Pese a que hay muchos factores asociados con la migración, así como las razones o motivos que la generan, la desinformación que acompaña el proceso, la irregularidad migratoria y la falta de documentos, son elementos comunes entre hombres y mujeres. Existen amenazas provocadas por la condición de género, que colocan a las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en mayor riesgo para su vida e integridad. Por ejemplo, la violencia doméstica o la violencia de la pareja, la trata de personas, la violencia sexual, el femicidio/feminicidio, la explotación sexual y los delitos que atentan contra los derechos sexuales y reproductivos, constituyen amenazas y problemas relacionados con la seguridad, que afectan principalmente a las mujeres en el contexto de migración.

• La modalidad de migración transfronteriza es muy importante en la región, resalta con un gran porcentaje la de nicaragüenses hacia Costa Rica y la de guatemaltecas a México. Las mujeres han encontrado en ella (en la migración transfronteriza) ventajas con relación a la de carácter más permanente, ya que implica menor tiempo de ausencia del hogar, diversidad de actividades económicas, mayor posibilidad de establecer mecanismos de movilidad por canales regulares y asegurar la no permanencia en el país de destino.

• La reunificación familiar es un proceso que requiere verse con mayor detenimiento. En la mayoría de los casos es una decisión de los padres/madres, en donde las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes no participan. Sus progenitores, no son conscientes de las implicaciones que tiene el desarraigo, las dificultades de integración en el destino y sus consecuencias no son visibles, lo que puede convertirse en verdaderas crisis emocionales que no son atendidas por nadie.

• Son múltiples y graves las violaciones de derechos humanos a la población migrante en general y, a las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el contexto migratorio, en particular. Estas violaciones suceden previo a la migración, reflejadas en condiciones de pobreza, exclusión, falta de oportunidades, violencia e inseguridad; durante el viaje, con la existencia de políticas migratorias cada vez más restrictivas que contribuyen a la migración en condiciones irregulares, donde el derecho a la vida y la integridad no es respetado; en el proceso de inserción en el destino, con poco o nulo acceso a salud, educación, recreación; con la deportación, que implica detención como medida de protección, violentando el derecho a preservar el vínculo familiar.

• Existen algunas experiencias exitosas en la región para abordar diferentes aspectos relacionados con la niñez migrante desde una perspectiva de derechos. La elaboración de protocolos de actuación para el recibimiento de las niñas deportadas y atender de forma inmediata sus necesidades, la definición de programas pilotos de reinserción en sus comunidades, son algunos ejemplos. Sin embargo, resultan insuficientes al no estar generalizados y brindar poco o ningún seguimiento a lo largo del proceso de reinserción en el destino.

• Las remesas están contribuyendo para que las familias puedan disponer de mejores condiciones de vida; facilitan la adquisición de alimentos, vivienda, mejor educación, atención sanitaria y en algunos casos a disminuir el trabajo infantil. Quienes se trasladan a un país más rico, podrían tener mayor acceso a diversas oportunidades y servicios.

• Los efectos de la migración, en cuanto al empoderamiento de adolescentes y mujeres jóvenes, son diversos. Por un lado, les permite generar sus propios recursos tanto para ellas mismas y/o para sus familias, incrementando su autoestima, autonomía y estatus; adquirir bienes o emprender un negocio, mejorando su posición dentro de la familia y su comunidad. Por otra parte, el acceso a los recursos no implica necesariamente decidir sobre su uso y tener control sobre ellos y sobre su cuerpo.

• El delito de la trata de personas todavía no está asimilado por la población en cuanto a sus implicaciones y daños. Es necesario que las autoridades y los actores sociales clave intensifiquen la información que comparten en torno al tema. Las escuelas deberán ser la prioridad. Las comunidades y las familias también deben ser conocedoras y promotoras en la difusión de información para prevenir este delito. Poner especial interés al uso de redes sociales como mecanismo de enganche.

• La importancia de las familias transnacionales, producto de la migración de las mujeres en la región, quedó evidenciada a través de los resultados de esta investigación. En lugar de reagruparse en el destino, hay muchas familias que deben mantenerse en dos (o más) países, no sólo porque las políticas migratorias suelen promover la migración irregular y temporal, sino también por la naturaleza del mercado laboral en el que se insertan, que no facilita la convivencia familiar.

• La irregularidad migratoria en el destino es una constante. La gran mayoría de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes declararon que ellas mismas y sus familiares migrantes se encuentran en esa condición. Para el caso de la migración hacia el norte, esto obedece a las políticas migratorias que dificultan cualquier intento de regularización. En el caso de migración sur-sur, los altos costos de estos procesos, la falta de documentos nacionales y la desinformación son entornos adversos para quienes tienen las condiciones, que establece el país de destino, para regularizarse.

CONCLUSIONES

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• Los Estados como garantes de los derechos de sus ciudadanas donde estas se encuentren y de las personas que transitan por su territorio, deben revisar y adecuar su marco normativo a fin de no criminalizar la migración irregular. De igual manera, deben formular programas de capacitación y sensibilización dirigidos a funcionarios y autoridades migratorias relacionados con la migración.

• Resulta de suma importancia generar información de calidad que confirme las diversas situaciones que afectan la integración de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes tanto en el país de destino, como en comunidades de origen al momento de su reinserción. Desde el trabajo de base que realizan organizaciones de la sociedad civil, se podría contar con evidencia que ponga al descubierto que los riesgos y vulnerabilidades no son sólo durante el tránsito. Esta información permitirá desarrollar procesos de incidencia encaminados a promover políticas públicas con enfoque de protección a la infancia.

• La migración de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes les concierne a los países de origen, tránsito y destino, en ese sentido es imperativo fomentar la colaboración regional en todos los ámbitos del proceso migratorio. En lo que concierne a organizaciones de sociedad civil e instituciones garantes, hay que fortalecer su participación en espacios regionales como SICA, RROCM y CRM, a fin de crear sinergias con los proyectos y planes que se definen desde esas instancias.

• Profundizar conocimiento sobre el sistema de protección a la niñez, adolescencia y juventud; las rutas de atención y estrategias a fin de identificar acciones que pueden ser potencializadas hacia la atención de las migrantes, desde una perspectiva de género y generacional. Además de impulsar procesos de sensibilización con autoridades, que permitan mejorar la capacidad nacional de respuesta ante la realidad de la migración.

• Fortalecer las campañas de migración segura. Informar acerca de los riesgos de la migración irregular, las razones de la misma, a quién y dónde acudir en caso de necesidad, así como las opciones para viajar con documentación. Promover alianzas con organizaciones de mujeres y de la niñez para impulsar junto con ellas y en su interior, acciones por los derechos de las niñas, adolescentes y mujeres migrantes.

• Desarrollar la resiliencia en niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, a través del trabajo de organizaciones de la sociedad civil, promoviendo sus capacidades para la atención de los efectos emocionales, sociales y familiares de la migración, tomando en consideración las particularidades de género y generacionales.

• Promover entre las familias migrantes, las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes, una campaña de revalorización de la educación como factor de desarrollo y en alianza con el sistema educativo, estimular la atención al tema del rezago escolar, acciones en contra del abandono al sistema educativo y la reintegración al mismo, de las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el destino, deportadas o repatriadas.

• Desarrollar materiales comunicacionales que promuevan el conocimiento de acciones de protección que puedan ser practicadas por las migrantes y sus familias, con énfasis en la comunicación para el fomento de relaciones interpersonales que contribuyan a mantener los lazos afectivos y apego en la distancia. • Es necesario profundizar en el conocimiento de las dinámicas migratorias intrarregionales y transfronterizas, concretamente en el rol de niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en esos flujos, a fin de identificar acciones coherentes y realistas, que aseguren la defensa del interés superior de niñas y adolescente, favoreciendo la replicabilidad de las buenas prácticas identificadas.

• Poner en agenda pública, el reconocimiento a las familias binacionales, sobre todo en los países de la región, como un ejemplo humano concreto de la integración social, que debe ser acompañado por políticas migratorias que las beneficien.

RECOMENDACIONES

Investigación

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BIBLIOGRAFÍA

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Fotografía: Cristina Chiquin - GuatemalaFotografía: FCAM

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