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cuad. contab. / bogotá, colombia, 13 (33): 579-609 / julio-diciembre 2012 / 579 John Jairo Cuevas-Mejía Candidato a Magíster de la Maestría en ciencias de la organización, Universidad del Valle. Contador público, Universidad del Valle. Docente investigador, Pontificia Uni- versidad Javeriana, Cali. Integrante del grupo de investiga- ción Pensamiento y Praxis Contable. Integrante del grupo de investigación Nuevo pensamiento administrativo. Correo electrónico: [email protected] Jhonny Grajales-Quintero Estudiante de la Maestría en sociología, Universidad del Valle. Contador público, Universidad del Valle. Docente investigador, Universidad del Valle, Tuluá. Integrante del grupo de investigación Nuevo pensamiento administrativo. Correo electrónico:[email protected] * El artículo La borradura de la dimensión simbólica: una mirada sobre la contabilidad y lo inhumano desde la literatura de la Shoah está enmarcado en el desarrollo de la línea de investigación Modernización desde la perspectiva contable, del grupo de investigación Nuevo Pensamiento Administrativo. Entre los diferentes modos de denominar el asesinato de judíos por parte del régimen nazi, los autores se decantan por la nominación hebrea Shoah (literalmente, catástrofe); en español es más habitual la expresión Holocausto de la cual se toma distancia por la sugerencia de abnegación y sacrificio que implica tal término. La borradura de la dimensión simbólica: una mirada sobre la contabilidad y lo inhumano desde la literatura de la Shoah * SICI: 0123-1472(201212)13:33<579:BDSSCI>2.0.TX;2-5 Contabilidad 33.indb 579 13/12/2012 02:15:51 a.m.

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cuad. contab. / bogotá, colombia, 13 (33): 579-609 / julio-diciembre 2012 / 579

John Jairo Cuevas-Mejía

Candidato a Magíster de la Maestría en ciencias de la

organización, Universidad del Valle. Contador público,

Universidad del Valle. Docente investigador, Pontificia Uni-

versidad Javeriana, Cali. Integrante del grupo de investiga-

ción Pensamiento y Praxis Contable. Integrante del grupo

de investigación Nuevo pensamiento administrativo.

Correo electrónico: [email protected]

Jhonny Grajales-Quintero

Estudiante de la Maestría en sociología, Universidad del

Valle. Contador público, Universidad del Valle. Docente

investigador, Universidad del Valle, Tuluá. Integrante del

grupo de investigación Nuevo pensamiento administrativo.

Correo electrónico:[email protected]

* El artículo La borradura de la dimensión simbólica: una mirada sobre la contabilidad y lo inhumano desde la literatura de la Shoah está enmarcado en el desarrollo de la línea de investigación Modernización desde la perspectiva contable, del grupo de investigación Nuevo Pensamiento Administrativo.Entre los diferentes modos de denominar el asesinato de judíos por parte del régimen nazi, los autores se decantan por la nominación hebrea Shoah (literalmente, catástrofe); en español es más habitual la expresión Holocausto de la cual se toma distancia por la sugerencia de abnegación y sacrificio que implica tal término.

La borradura de la dimensión simbólica: una mirada sobre la contabilidad y lo inhumano desde la literatura de la Shoah*

SICI: 0123-1472(201212)13:33<579:BDSSCI>2.0.TX;2-5

Contabilidad 33.indb 579 13/12/2012 02:15:51 a.m.

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Resumen Este texto procura realizar una indagación

acerca de la contabilidad y su rol en la borradura de la con-

dición humana. Para ello, tomando como punto de partida

el sicoanálisis lacaniano, la crítica literaria, la sociología, el

análisis etnográfico y siguiendo la orientación crítico-inter-

pretativa de la investigación en contabilidad, se recurre a

las distintas representaciones que sobre el impacto de la co-

dificación numérica de los Häftling (presos) ha construido

parte de la literatura de la shoah. Con base en esta revisión,

se caracterizan algunos matices de la contabilidad en su

versión dominante y su posible dimensión inhumana.

Palabras clave autor Dimensión simbólica, núme-

ros, sujeto del lenguaje, contabilidad, shoah, inhumanidad.

Palabras clave descriptor Guerra mundial II, 1939-

1945, historia, Alemania, Holocausto nazi, literatura alemana.

Código JEL M 41, Z 10

Erasing the Symbolic Dimension:

an Overview on Accounting and the

Inhumane in Shoah Literature

Abstract This paper researches accounting and its role

in erasing the human condition. The paper will draw from

Lacanian psychoanalysis, literary theory, sociology and eth-

nographic analysis and will pursue a critical-interpretative

line of research in accounting, in order to study represen-

tations of the impact of numeric codification among the

Häftling (prisioners), which is fundamental to Shoah litera-

ture. On the basis of this research, the paper will then put

forward a characterisation of accounting as a tool for domi-

nation, and of its potentially inhumane dimension.

Key words author Symbolic dimension, numbers,

language character, accounting, shoah, inhumanity.

Key words plus World war , 1939-1945, history, Ger-

many, Nazi holocaust, German literature.

O apagamento da dimensão simbólica:

um olhar sobre a Contabilidade e o

desumano desde a literatura da Shoah

Resumo Este texto procura fazer uma investigação sobre

a contabilidade e seu papel no apagamento da condição hu-

mana. Para fazê-lo, tendo como ponto de partida a psicanáli-

se lacaniana, a crítica literária, sociologia, análise etnográfica

e seguindo a orientação crítico-interpretativa da pesquisa em

contabilidade, usamos diferentes representações que sobre o

impacto da codificação numérica dos Häftling (prisioneiros)

construiu parte da literatura da Shoah. Com base nesta re-

visão, caracterizar algumas nuanças de contabilidade na sua

versão dominante e sua possível dimensão desumana.

Palavras-chave autor Dimensão simbólica; núme-

ros; sujeito da linguagem; contabilidade; Shoah; Desuma-

nidade.

Palavras-chave descritor Segunda Guerra Mun-

dial, 1939-1945, história, Alemanha, Holocausto nazista,

literatura Alemã.

Parece que hay menos motivos que antes para confiar en que

las garantías que ante la inhumanidad ofrecería la civilización

controlen la aplicación del potencial humano instrumental

y racional, una vez que la autoridad suprema para decidir

los objetivos políticos le ha sido concedida al cálculo de la

eficiencia.

Zygmunt Bauman

Introducción

El rompimiento de la continuidad del tiempo

en la versión de su avance lineal y ascenden-

te respecto de la historia de Occidente, tiene

su punto más crítico en las condiciones socio-

culturales que hicieran posible los campos de

concentración de la Alemania nazi y el exter-

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minio masivo de seres humanos, bajo el auspi-

cio y el despliegue de la racionalidad de fines

y de medios (Bauman, 2008). El rompimiento

civilizatorio, como ha sido entendida la Shoah

(Hofmann, 2011), exige la comprensión de las

diferentes instancias culturales y sociales que

propiciaron y permitieron no solo el exterminio

de seres humanos, sino también el sistemático

y racional proceso que condujo a su deshumani-

zación, a la borradura de su condición humana

quedando esta apenas como nuda vida y redu-

cirla a su mera existencia biológica (Agamben,

2003). Franz Kafka había previsto en varias de

sus obras (La metamorfosis, En la colonia peni-

tenciaria, El proceso y El castillo) la deshumani-

zación del hombre europeo preso en la jaula de

hierro de las burocracias y la redefinición de su

tiempo y espacio; Gregorio Samsa, protagonista

de La metamorfosis, representa al hombre cuya

ex-istencia se colocaría por fuera de su dimen-

sión humanizada en el mundo de la cultura.

Los Lager o Campos de Concentración han sido

vistos como una muestra de la eficiencia alema-

na para llevar a cabo, de forma eficaz y renta-

ble, el exterminio de seres humanos, al tiempo

que se constituyeron en espacios donde lo hu-

mano fue borrado del hombre por el hombre; al

respecto, Primo Levi (2005, p.81) en su novela

Si esto es un hombre sostiene lo siguiente:

Nadie puede salir de aquí para llevar al mun-

do, junto con la señal impresa en su carne,

las malas noticias de cuanto en Auschwitz ha

sido el hombre capaz de hacer con el hombre.

La condición humana, aquella dimensión

de humanidad que es adquirida en el mundo de

la cultura por medio del lenguaje y las transfor-

maciones que su dimensión biológica sufre tras

la emergencia en ella del universo de lo sim-

bólico, en los Lager, y al abrigo de la razón ins-

trumental de fines y de medios, el hombre fue

capaz de infligir al hombre su total borradura.

Zygmunt Bauman (2008) ha llamado la

atención sobre las condiciones sociales que se

hicieron necesarias para la ocurrencia del ex-

terminio masivo de seres humanos; siguiendo a

Bauman (2008), solo es en la modernidad y en

un momento en que sus logros técnicos y tec-

nológicos eran significativos, es decir, dentro

del denominado progreso instrumental, cuando

resultó posible la materialización de la elimina-

ción y supresión del Otro al amparo de la Razón

instrumental. La Shoah, el exterminio masivo

que tuvo ocurrencia en los Lager, es un resul-

tado solo posible y pensable en la Modernidad.

La línea argumentativa de Bauman (2008) se

mueve entonces hacia la consideración del Ho-

locausto como un acontecimiento propio de la

modernidad, como uno de los posibles resulta-

dos de la racionalidad formal que fundamenta

esa modernidad.

Los elementos que hicieron posible el Ho-

locausto, continuando con Bauman (2008), es-

tán incorporados dentro de la modernidad. El

Holocausto no es una aberración del ideal ético

de perfectibilidad humana propio de la Ilustra-

ción, no es una desviación del proceso civiliza-

dor, sino una aplicación particular de todas las

herramientas que diseñó la civilización occi-

dental para dominar el mundo, para alcanzar la

felicidad humana y para facilitar la civilización.

El Holocausto, entonces, no es “anormal”; es un

hecho “normal”, no por común, sino en cuan-

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to está sustentado en los mismos principios, en

la misma cosmovisión que el ideal de felicidad

humana propio de la modernidad.

El Holocausto, según el análisis de Bauman

(2008), solo ha sido posible con el concurso de

las modernas ciencia y tecnología que funcio-

naban bajo el paradigma productivo moderno

fundado en una racionalidad instrumental con

su consabido análisis de medios y fines, con su

manida relación costo-beneficio. La lógica pro-

ductiva que hacía de Alemania el paradigma

productivo de la sociedad occidental fue la

misma que sirvió para el asesinato “racional”

en masa de millones de seres humanos. La ra-

cionalidad productiva (y con ella, las personas

encargadas de ponerla en marcha) que susten-

taba el ideal civilizador se mostró incapaz de

someter a cualquier tipo de análisis moral, las

decisiones propias del cálculo burocrático.

Para Bauman (2008), la solución final ter-

mina siendo la prueba fehaciente de las po-

sibilidades del progreso técnico. El potencial

industrial y tecnológico, apologizado como la

comprobación empírica del progreso civili-

zador moderno, se configuró en el Holocaus-

to como una fuerza con un potencial hasta

entonces inimaginado. En el mismo senti-

do, puede verse lo manifestado por Anthony

Giddens (1999):

El despotismo parecía ser una característica

propia de los estados premodernos, pero

en los albores del ascenso del fascismo, el

Holocausto, el Estalinismo y otros episodios

de la historia del siglo XX, podemos compro-

bar que las posibilidades totalitarias están

contenidas dentro de los parámetros insti-

tucionales de la modernidad, más bien que

excluidas de ellos (p. 21).

En este sentido, comprender parte de los

mecanismos que se combinaron e hicieron via-

ble la Shoah y que permitieron el despliegue de

su eficiencia técnica, aún continua estando en

la agenda de las investigaciones sociales.

El trabajo de Warwick Funnell (1998) so-

bre la relación entre la contabilidad y el Holo-

causto, pone en evidencia las consideraciones

de Zygmunt Bauman (2008) acerca de la ra-

cionalidad técnica e instrumental necesaria

para el proyecto Nazi. La contabilidad y el

ejercicio profesional de los contables consti-

tuyeron piezas clave del entramado burocráti-

co de la Alemania Nazi; en una buena medida,

el proceso que condujo a la deshumanización

de varios millones de seres humanos que des-

filaron por los Lager, la expropiación de sus

bienes, entre otros acontecimientos, fueron

posibles gracias al advenimiento de los siste-

mas de información, entre ellos el conforma-

do por la contabilidad. Si la Shoah fue posible

en la época moderna, si el exterminio masivo

de seres humanos al amparo de la raciona-

lidad de fines y de medios debió necesaria-

mente contar con un aparato burocrático que

dinamizara los objetivos de la Alemania Nazi,

si la desaparición de hombres, mujeres y niños

en el transcurso de la Segunda Guerra Mun-

dial puso en evidencia la persistencia en el

hombre de lo inhumano, no como una antíte-

sis de lo humano, sino como una realidad que

en él coexiste, si la eliminación y supresión de

seres humanos aún se devela tras el desplie-

gue de aparatos burocráticos que garantizan el

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éxito racional de objetivos no necesariamente

racionales, resulta entonces pertinente poder

desentrañar los mecanismos de la contabilidad

que fueron usados para el exterminio masivo

de seres humanos previa cosificación como

antesala de su deshumanización, y la manera

en que la profesión contable sirvió concreta y

prácticamente a ese exterminio.

El trabajo que sigue a continuación, en el

marco de la investigación interpretativa en

contabilidad (Chua, 2009; Larrinaga, 1999;

Ryan, Scapens & Theobald, 2004), y en la lí-

nea del trabajo de Funnell (1998), procura in-

dagar acerca de los mecanismos intrínsecos de

la contabilidad que, más allá de prescribir una

congoja sobre la imposibilidad contable de re-

presentar lo humano, sugieren que en su di-

námica de control, medición e información, la

contabilidad en su versión dominante configura

per se un correlato que no toma en considera-

ción lo humano, lo que implicaría desplazar-

se hacia el entendimiento de la contabilidad

como una práctica social inhumana. En tal sen-

tido, se ha recurrido a un grupo de obras de la

literatura occidental que se relacionan con la

Shoah, sus consecuencias sobre la comprensión

de lo humano y el papel desempeñado por la

contabilidad en tal proceso. Con base en esta

indagación, a la luz del trabajo documental

y el análisis etnográfico de Paz Moreno Feliu

(2010) sobre la vida cotidiana en los campos de

concentración, en el que se describe el proceso

que conduce a la deshumanización de los seres

humanos, se ha procurado poner en evidencia

la representación literaria de la borradura de la

dimensión simbólica, en la que la contabilidad

ha jugado un papel central.

Si tal como ha sido reconocido por los es-

tudios de la etología humana, los cuales seña-

lan que la humanización del animal humano

ocurre tras su ingreso al mundo de la cultura,

esto es, cuando la biología humana es tomada

por la palabra del Otro (Cyrulnik, 2004; Lacan,

1985), entonces solo de ese modo emerge la

humanidad del hombre; así, cuando el ser hu-

mano es expulsado del lenguaje estaría también

siendo expulsado de su condición humana. De

lo anterior se deriva la hipótesis de trabajo que

guiará este documento: la contabilidad consti-

tuye una práctica social a-moral e inhumana, en

la medida en que no logra —dados los meca-

nismos e instrumentos con los que cuenta para

constituir e instituir sus relatos— estar condicio-

nada alrededor la pregunta por el bien o el mal

cuando de asuntos humanos o implicaciones

humanas se trata; es decir, la contabilidad es

una práctica social idiota, porque, siguiendo a

Norbert Bilbeny (1993), no logra elaborar una

reflexión del tipo moral acerca de los medios

que ella usa.

Así, el documento está estructurado como

sigue. En la primera parte se caracteriza de ma-

nera interdisciplinaria el surgimiento de la di-

mensión simbólica, con base en algunos de los

trabajos de Jacques Lacan y de Boris Cyrulnik.

En la segunda parte, se trazan algunos aspec-

tos centrales de la contabilidad en su versión

dominante, para poder dar paso a la caracteri-

zación de algunos puntos relevantes del operar

contable. En la tercera parte, se presentará la

selección de obras de la literatura que se usó

para el desarrollo de esta exploración; la selec-

ción de las obras se realizó con base en los cri-

terios demarcatorios de Esther Cohen (2006) y

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Michael Hofmann (2011), quienes prescriben

la existencia de una literatura de la shoah, como

género enmarcado en la convergencia de narra-

tivas testimoniales, de ficción y documentales.

Esta selección no es representativa de la lite-

ratura que ha hecho de Auschwitz, los demás

campos de concentración y la Shoah su tema

central, pero sí permite explorar los ejes ana-

líticos en los que se enmarca este trabajo: la

borradura de la dimensión simbólica y la repre-

sentación contable de lo inhumano. En la última

parte, previo a las conclusiones de este primer

acercamiento, se presenta la caracterización de

la contabilidad como una práctica social a-moral

e inhumana, para dar continuidad a la explora-

ción iniciada por Warwick Funnell (1998).1

Por otro lado, aunque la contabilidad ha

sido el centro de discusiones estratégicas acerca

del futuro de Colombia y de América Latina,2

particularmente cuando el país y la región

atraviesan un momento clave en su apertura

al mundo globalizado, resulta pertinente con-

tinuar ahondando en la comprensión de la

contabilidad y sus implicaciones en términos

sociales, culturales y naturales. Este trabajo se

centra, fundamentalmente, en la exploración

1 El trabajo de Funnell (1998) procura indagar el papel que desempeñaron la contabilidad y los contadores en el orden burocrático nazi. Siguiendo la línea argumental de Bau-man, Funnell (1998) se propone demostrar que la contabi-lidad hizo parte del exterminio de seres humanos apresados en los Lager, al proveer la racionalidad de medios y de fines necesaria para la eficiencia de la maquinaria nazi. 2 Al respecto, puede consultarse el trabajo divulgado por el Banco Mundial en 2009, en cabeza de Henri Fortin, Ana Cristina Hirata y Kit Cutler, Contabilidad y crecimiento en América Latina y el Caribe: mejorando la información finan-ciera de las empresas para fomentar el desarrollo económico de la región. Disponible en: http://incp.org.co/Site/info/archi-vos/creceramerica.pdf

de cuál es la dimensión humana de la que habla

la contabilidad, pero es de amplio conocimien-

to la necesidad manifiesta de continuar inda-

gando acerca de las externalidades contables

que, en una buena medida, han contribuido a la

perpetuación de una insensibilidad burocrática

y de un modelo económico indolente frente al

mundo natural, cultural y social.

1. El surgimiento de la dimensión simbólica

Boris Cyrulnik (2004) propone comprender el

ingreso en la humanidad, es decir, la constitu-

ción de la dimensión humana, a partir del in-

greso del hombre en la palabra y los procesos de

significación que de ella se derivan y que, en úl-

timas, configuran los sentidos de su existencia

en la cultura.3 Sin embargo, tales planteamien-

tos que intentan centrar el papel determinante

de la palabra en la construcción de la natura-

leza humana del hombre, sugieren también que

el proceso de fundación opera en dos vías: una

preverbal y otra verbal. En lo preverbal, se pre-

sentan otro tipo de códigos (gestos, señas u otro

tipo de lenguajes no verbales) que trazan y por

tal marcan la naturaleza del hombre en térmi-

nos de envestirlo de grados de humanidad. Por

el contrario, lo verbal y la forma instrumental

que toma a partir de la palabra, modifica la na-

3 Si bien hay distintas rutas para comprender lo humano, esta investigación se encamina a partir de la consideración humana en su dimensión cultural. Claude Lévi-Strauss (1985) ve en la cultura la segunda naturaleza de lo humano, siendo la primera su dimensión biológica. Así, en la pers-pectiva de Cyrulnik (2004), el proceso de humanización da comienzo, como ya se indicó, a partir del acceso a la pala-bra que viene dada por el Otro.

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turaleza del hombre pues casi a partir de ella se

configura la humanidad de este; la toma de la

palabra por parte del hombre señala su ingreso

en el mundo de la ley de la cultura, es su ingre-

so en el orden de lo simbólico.

La etología de Cyrulnik (2004) advierte

acerca de las formas bajo las cuales nace el sen-

tido en el animal humano y señala el papel que

allí juega la biología que lo constituye; esta tesis

se distancia de concebir el sentido simplemente

como un mero constructo social, es decir, como

una naturaleza que lo trasciende. Así las cosas,

el ingreso en la dimensión simbólica, es decir, el

aparecimiento del sentido a partir de la pose-

sión de la palabra en el hombre no está, según

Cyrulnik (2004), por fuera del entendimiento

de la biología del hombre y su correspondencia

con la cultura desde la cual se va tejiendo su na-

turaleza humana. A ello se debe que Cyrulnik

afirme que el hombre es cien por cien naturale-

za y cien por cien cultura. Sin embargo, la apa-

rición del sentido en el hombre a partir de la

toma de la palabra, de su ingreso en la dimen-

sión cultural como segunda naturaleza, lo su-

jeta a la ley de la cultura en la que se despliega

el orden simbólico con base en los marcadores

discursivos o deícticos yo-tú-él-.

Para Jacques Lacan (1984a; 1984b; 1985),

el pasaje hacia el orden simbólico funda el te-

rreno de las relaciones interhumanas, el terre-

no de la ley de la cultura. La función creadora

de la palabra produce el orden de los intercam-

bios simbólicos, en los cuales el deíctico yo

en posesión del sujeto del lenguaje, del sujeto

hablado por el lenguaje, realiza intercambios

lingüísticos con el deíctico tú que se le devela

como el otro diferente; mientras el deíctico él

—que se muestra ausente— asume la produc-

ción de las reglas del espacio donde opera tal

intercambio, él es el Otro que ajusta la econo-

mía de los intercambios simbólicos. Al quedar

instaurado el orden simbólico a partir de la fun-

ción creadora de la palabra, los órdenes —ima-

ginario y real— se adicionan al mapa en el que

se aloja la dimensión subjetiva del hombre.

El orden simbólico donde se instala el hom-

bre camino de su humanización al ser parasi-

tado por la lengua que le dota de ex-istencia, o

sea, de realidad hacia fuera, y siguiendo a Lacan

(1985), introduce al sujeto en el mundo. Este

sujeto que toma como lugar de su enunciación

al yo es el sujeto del lenguaje, el sujeto que está

posibilitado para realizar los intercambios lin-

güísticos. En este sentido, Émile Benveniste

(1979, p.173) plantea que “yo significa la perso-

na que enuncia la presente instancia del discur-

so que contiene yo”. Por tanto, es el sujeto del

lenguaje y no el sujeto quien se sujeta al orden

simbólico, lugar desde donde se tejen las rela-

ciones interhumanas a partir de la toma de la

palabra.

La toma de la palabra y la consecuente apa-

rición del sujeto del lenguaje, tiene su punto de

partida en una serie de operaciones referencia-

les. Es el otro quien trae la palabra, quien lleva

al sujeto a la palabra, quien refiere a la ley de la

cultura, a ese Otro siempre ausente pero cons-

tituyente de los intercambios simbólicos. El

sujeto se sitúa pues en relación con el otro; su

fundamento ocurre a partir de que el sujeto es

forzado por el otro a hablar,4 quien devela la pa-

4 El sujeto habla porque le hablan. Peter Handke ha se-ñalado que este proceso conduce a una tortura verbal (al respecto puede verse su obra de teatro Kaspar), el sujeto

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labra base, según Lacan (sfa), del sujeto del dis-

curso, del sujeto del lenguaje:

Es situando lo que es S/ corte de a en rela-

ción a la deficiencia fundamental del otro

como lugar de la palabra, en relación a lo

que es la única respuesta definitiva a nivel

de la enunciación, el significante de A/, del

testigo universal en tanto hace defecto que

en un momento dado no tiene más que una

función de falso testigo, es situando la fun-

ción de a en ese punto de desfallecimiento

mostrando el soporte que encuentra el su-

jeto en ese a que es lo que apuntamos en el

análisis como objeto del idealismo clásico,

que no tiene nada en común con el objeto

del sujeto hegeliano (p. 1512).

En tal sentido, el sujeto siempre se halla en

falta. Pero ante la presencia del otro que trae

consigo la palabra, se produce al sujeto del len-

guaje. Así, Lacan al sujeto que es producido por

el lenguaje lo ha denominado efecto de lengua-

je. No obstante, el sujeto del que habla Lacan

como efecto del lenguaje es, al mismo tiempo, un

efecto de vacío; al sujeto ser sujeto del lenguaje,

sobre él se despliega un vacío que lo estructura

como lenguaje. En este sentido, el sujeto que

es hablado por el lenguaje, es decir, el sujeto

no tiene otra opción más que ser hablado por el lenguaje. Samuel Beckett en El innombrable, también refiere la impo-sibilidad del sujeto de no hablar cuando le es dada desde afuera la palabra, cuando se le fuerza a hablar: “(…) no tengo, no tengo voz y debo hablar, es cuanto sé, a esto es a lo que hay que darle vueltas, a propósito de esto debe ha-blarse, con esta voz que no es la mía, pero que no puede ser más que la mía, pues aquí no hay nadie más, o si hay otros, a los cuales podría pertenecer esta voz, no llegan hasta mí, no diré nada más, no seré más claro”.

del lenguaje estructura su inconsciente como

momentos de habla. En este sentido, el incons-

ciente es una estructura de significación. El

sujeto entonces que se oculta tras el sujeto del

lenguaje que produce la toma de la palabra del

otro que la devela, demarca un pasaje hacia la

comprensión de la dimensión simbólica:

El acto de callarse no libera al sujeto del len-

guaje a pesar de que la esencia del sujeto cul-

mine en este acto; si ejerce la sombra de su

libertad, el callarse permanece cargado de un

enigma que ha hecho pesar tanto tiempo la

presencia del mundo animal. No tenemos de

eso huellas más que en la fobia, pero recor-

demos que hace mucho tiempo se ha podido

ubicar ahí a los dioses. El silencio eterno nos

asusta a medias, en razón de la apariencia

que da la ciencia a la conciencia común de

plantearse como un saber que rehúsa depen-

der del lenguaje, sin que, por tanto, esta pre-

tendida conciencia, se asombre de rehusar al

mismo tiempo depender del sujeto (Lacan,

sfb, p. 2123).

La toma de la palabra, al tiempo que deli-

mita el nacimiento del sentido en el proceso

que conduce a la humanización del hombre,

tal como lo señala Cyrulnik (2004), también

prescribe el reconocimiento de la situación de

“estar en falta” en la que se halla el sujeto que

se realiza en el otro que posee la palabra a par-

tir de efectos de lenguaje. La dimensión simbó-

lica tiene entonces su punto de partida en el

juego triádico de los marcadores discursivos

yo-tú-él, donde el yo-tú realiza procesos de in-

tercambios simbólicos refiriéndose al él siem-

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pre ausente; el tú posee la palabra que salva la

situación en falta en la que se halla el yo. En úl-

tima instancia, la dimensión simbólica deviene

cuando el sujeto toma la palabra y se oculta en

el sujeto del lenguaje desde donde el yo enuncia

y por tanto afirma su yo. En definitiva, un suje-

to como mero efecto de lenguaje.

Corresponde ahora poder precisar el con-

cepto de contabilidad; en este sentido, el acá-

pite que sigue pasará revista a algunas de las

consideraciones que se han realizado en torno

de la contabilidad y su acepción más generali-

zada.5 De tal suerte que con ello se podrán ma-

tizar aspectos de relevancia para los propósitos

de este documento, principalmente en lo que

se refiere al tipo de hipótesis de trabajo que lo

orienta.

2. Trazos para comprender el concepto general de contabilidad

Aclarar el concepto de contabilidad es una ta-

rea harto difícil, más cuando este ha contado

con varios matices que han coexistido a lo lar-

go de su historia (Tua, 1995). En tal sentido,

en este acápite cobra interés poder precisar a

la contabilidad como ha sido entendida en la

denominada corriente principal6 (Chua, 2009;

Larrinaga, 1998), y desde allí poder desentra-

5 La generalidad aquí referida tiene qué ver, principalmen-te, con la comprensión que de la contabilidad ha elaborado la denominada corriente principal que ha permeado en buena parte la investigación contable. 6 La corriente principal se ha destacado por su neutralidad valorativa, método hipotético-deductivo, realidad objetiva-da, prevalencia de metodologías cuantitativas, su funciona-lismo y utilitarismo, entre otras características.

ñar algunos de los mecanismos técnico-instru-

mentales que la demarcan y le posibilitan su

campo de acción. Así las cosas, potenciar una

mirada sobre la contabilidad obliga a situarla

sobre las funciones arquetípicas que la han ca-

racterizado en el marco de la corriente prin-

cipal: información para la toma de decisiones,

control y medición de la riqueza (Gómez, 2004,

p. 120).

En esta perspectiva, Raymond Chambers

ha señalado que “la contabilidad es un método

de cálculo monetario destinado a proporcionar

una fuente continua de información financie-

ra para servir como guía para la acción futura

en los mercados” (Chambers, 1966, citado por

Gómez, 2004, p. 120). Vista de este modo, la

contabilidad se ocupa, principalmente, de

prescribir por medio del sistema de notación

de la partida doble los input y los output, sobre

la base del sistema de precios, de los procesos

de intercambio que tienen lugar en la vida de

los agentes económicos. Mientras para Richard

Mattessich (2002, p. 3), “la contabilidad mo-

derna constituye un modo de pensar, una mani-

festación de nuestro pensamiento y evaluación

crematísticos, una herramienta diseñada para

ayudarnos a dominar nuestra lucha económi-

ca”; sin embargo, Mattessich (2002) procura

elaborar un concepto general de contabilidad

que haga posible el planteamiento de una teoría

general de la contabilidad. De tal suerte, propo-

ne una serie de supuestos básicos que soportan

la elaboración de un concepto general:

La contabilidad es una disciplina que se ocu-

pa de la descripción cuantitativa y de la pro-

yección de la circulación de ingresos y de los

Contabilidad 33.indb 587 13/12/2012 02:15:52 a.m.

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agregados de riqueza a través de un método

basado en el siguiente conjunto de supues-

tos básicos (después de haber comprobado

minuciosamente estos supuestos, podría

considerárselos como condiciones necesa-

rias y suficientes):

1. Valores monetarios

2. Intervalos de tiempo

3. Estructura

4. Dualidad

5. Agregabilidad

6. Objetos económicos

7. Inequidad de las acreencias monetarias

8. Agentes económicos

9. Entes

10. Transacciones económicas

11. Valuación

12. Realización

13. Clasificación

14. Ingreso de datos

15. Duración

16. Extensión

17. Materialidad

18. Asignación (Mattessich, 2002, p. 18)

Esta idea acerca de la contabilidad, la ins-

cribe en una mirada apenas cuantitativa de la

realidad. En términos cuantitativos, el carác-

ter descriptivo —en el que Mattessich (2002)

centra la tarea de la contabilidad respecto de la

realidad económica— posibilita afirmar que

la concepción que posee la Corriente Principal

de lo contable queda inscrita en “su rol deter-

minante como sistema de información y de

control” (Gómez, 2004, p. 120). La realidad

económica del lado de la circulación del ingre-

so y de los agregados de riqueza —puntos en los

que Mattessich (2002) señala lo axial de la con-

tabilidad— condiciona el método contable pues

casi se instituyen en su objeto. La contabilidad

se ocupa, entonces, de poder dar cuenta de una

realidad normalmente económica (Rodríguez,

1993, p. 490). En tal sentido, la visión general

que se consolida en torno de la relevancia de la

contabilidad respecto de los aspectos que per-

miten comprender parcialmente el desempeño

de un agente económico, prescriben dos hechos

centrales a su desempeño:

(…) a) La información financiera viabiliza

las elecciones y decisiones de los agentes en

los mercados, y b) su producción y flujo per-

mite la coordinación y el control de las de-

cisiones y acciones de los agentes dentro

de las organizaciones (Brickley, Smith, Zim-

merman & Willet, 2003, citados por Gómez,

2009, p. 150).

Si bien se está haciendo alusión a la dimen-

sión informativa de la contabilidad financiera,

allí, en buena parte, se ha acentuado el valor

económico de la contabilidad. La contabilidad

opera por medio del despliegue de una serie de

mecanismos que, en la perspectiva económica,

reducen la realidad de los procesos sociales que

dan pie a los intercambios de bienes o de servi-

cios, de derechos u obligaciones, entre los dis-

tintos agentes en el mercado, para producir

de esta manera una representación métrica de la

realidad (Gómez, 2009, p. 149). La transacción

—central en el mecanismo de representación

contable— se potencia como un elemento clave

en la comprensión de la dimensión económica

de la contabilidad; principalmente porque la

Contabilidad 33.indb 588 13/12/2012 02:15:52 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 589

contabilidad, oteada desde la perspectiva ins-

titucional de la economía en cabeza de Oliver

Williamsons, contribuye a la reducción de los

costos de transacción (Sunder, 2005).

Así las cosas, resulta clave considerar que

el sistema de notación contable, la Partida do-

ble, que se expresa en su forma básica bajo la

estructura transaccional, es el encargado de

captar e interpretar la realidad económico-

social, base para la producción de los agre-

gados informativos que revelan una versión

simplificada de la realidad. Mattessich (1975,

p. 29) señala que lo que hace este modelo

es concebir “un sistema contable de doble

clasificación como mecanismo para la des-

cripción cuantitativa para los flujos de renta

y agregados de riqueza”. La contabilidad en

esta concepción —y para autores como Ri-

chard Mattessich (1975; 2002), Moisés García

(1972), José María Requena (1972), Vicente

Montesinos (1978)— está estrechamente rela-

cionada con la economía; de ella no solo toma

algunos conceptos, sino que constituye un

soporte para esta última en el sentido de que,

para los autores en mención, la contabilidad

hace parte integral de la base para la construc-

ción de los agregados económicos.

La contabilidad y su sistema de notación

—la Partida doble—, vista así, ha tenido un

enorme impacto pues tras la racionalidad que

provee, al prescribir y controlar los flujos de la

riqueza del ente (E), posibilita la colocación

eficiente de capitales (aumento del capital),

la toma de la acción y decisión de los agentes,

la homogeneización de todos los hechos eco-

nómicos al reducirlos a una misma estructura,

entre otros, que configuran una serie de valo-

res extrateóricos en torno de la partida doble;

mientras que las relaciones del tipo “fuentes y

aplicaciones, o recursos y usos, o financiación

e inversión” permiten identificar los derechos

de propiedad a los cuales están asociados los

flujos de la riqueza (Gómez, 2007) al ser cap-

turados por el modelo de la contabilidad por

partida doble, configurando así la serie de va-

lores intrateóricos. Dicho de otro modo, estos

constituyen los presupuestos axiológicos de la

contabilidad por Partida Doble. Metodológica-

mente, la contabilidad por partida doble presu-

pone el equilibrio y la dualidad, de tipo causa/

efecto, de todas las relaciones de intercam-

bio que se suceden en el ente (E) y en sus

interacciones con otros entes (E’) o consigo

mismo. Siguiendo el modelo de la partida do-

ble, y la ordenación que traza sobre los “hechos

económicos-sociales” del ente (E) y la manera

como los presenta (semántica), se obtiene una

interpretación acerca de la realidad, es decir,

procura información con base en estructuras

agregadas. El tipo de conocimiento que este

modelo entrega es inductivo, ya que se par-

te del supuesto de que la lectura que se hace

sobre la realidad no posee juicios a priori, la

realidad es y el modelo se encarga de captarla

y proveer una descripción e interpretación

que posteriormente podrá ser contrastada.

La vigencia de la contabilidad bajo el sis-

tema de notación por partida doble, está

acentuada en términos de su potencial me-

todológico y epistemológico como quedó

indicado atrás. Tal vigencia se explica princi-

palmente porque la contabilidad provee una

racionalidad eficiente que entrega informa-

ción útil para la adecuada colocación de capi-

Contabilidad 33.indb 589 13/12/2012 02:15:52 a.m.

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tales, una propuesta en últimas fuertemente

vinculada a la racionalidad instrumental del

capital y sus procesos de acumulación. En

consecuencia, esta idea hegemónica en torno

a la contabilidad, para autores de orientación

crítico-interpretativa como Carlos Larrinaga

(1999), Pablo Archel (2007), Mauricio Gó-

mez (2007) y Warwick Funnell (1998), entre

otros, y con base en una orientación desde la

perspectiva sociológica amparada en la teoría

de la economía política, sostienen que la con-

tabilidad y su sistema de notación por partida

doble están profundamente implicados en los

conflictos sociales. Para los autores en men-

ción, la contabilidad genera tensiones sociales

producto de los intereses que en la sociedad es-

tán en juego, implicándose por tanto en juegos

de poder que se manifiestan en sus modelos

de representación que, en definitiva, alimen-

tan los discursos que procuran la legitimación

del statu quo. En tal sentido, la neutralidad de la

contabilidad en su versión dominante (Chua,

2009, p. 44) es puesta en cuestión porque, jus-

tamente, en ella no se reconocen los intereses

ni las intenciones de los agentes y actores im-

plicados en el proceso de captación e interpre-

tación contable.

En el acápite siguiente se intentará explo-

rar, con base en una revisión previa sobre la

literatura de la shoah, el proceso que conduce

a la desaparición de la dimensión simbólica en

la cual la contabilidad y algunos de los meca-

nismos instrumentales que la constituyen han

contribuido en buena parte al desarrollo eficien-

te de sistemas burocráticos que conducen a la

desaparición total o parcial de la humanidad en

la que se arropa el hombre.

3. Apuntes sobre la representación del papel de los números en la literatura de la Shoah: un análisis exploratorio

Auschwitz y el proceder de la burocracia

nazi han sido vistos por Dan Diner (citado

por Hofmann, 2011, p. 11) como un punto

límite ante el despliegue de la racionalidad

instrumental. La razón instrumental de fines

y de medios hizo posible, en buena parte, el

exterminio sistemático de seres humanos en

los campos de concentración; Auschwitz,

Birkenau, Monowitz, Dachau y Treblinka,

entre otros Lager, son el resultado de la mo-

dernidad y la conquista en Occidente de la

razón de fines y de medios (Bauman, 2008).

La organización racional de los campos de

concentración los asemeja, por su estructura

jerárquica y la búsqueda de la eficiencia, a la

empresa:

Hacia finales de 1937, [Heinrich] Himmler

decidió transformar los campos alemanes

en una empresa industrial, que, mante-

niendo sus fines ideológicos y políticos,

aprovechase la mano de obra de los re-

clusos y su proximidad a las ciudades para

suministrar materiales para los grandes

proyectos arquitectónicos del Reich (Mo-

reno, 2010, p. 47).

En este sentido, los Lager no son producto

de la irracionalidad humana sino, por el contra-

rio, un producto de la racionalidad de fines y de

Contabilidad 33.indb 590 13/12/2012 02:15:53 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 591

medios que permitió la concepción de una ma-

quinaria burocrática que echó a andar el exter-

minio masivo de seres humanos al amparo de la

razón instrumental:

En el guion y en la película de Shoah de

C. [Claude] Lanzmann, el antiguo SS de

Treblinka, [Franz] Suchomel, coincidiendo

con su jefe [Franz] Stangl en la descripción

del sistema de exterminio en términos de

eficiencia, establece una serie de metáfo-

ras para explicar el perfeccionamiento de

la maquinaria de destrucción: Belzec fue

el laboratorio, donde [Christian] Wirth

realizó todos los ensayos; Treblinka fue

una cadena de muerte; Auschwitz, la fá-

brica. Si combinamos las metáforas de

Stangl y de Suchomel, las víctimas serían

la mercancía del laboratorio, de la cadena

y de la fábrica (Moreno, 2010, p. 43).

Tomando entonces como punto de parti-

da la comprensión racional de los Lager, se

realizó una exploración en algunas obras de

la denominada “literatura de la shoah”

(Hofmann, 2011; Cohen, 2006), obras cerca-

nas a la narración documental, la narración

ficcional, el teatro documental, entre otros

géneros literarios, que centran su atención

en la exploración de la condición humana y

los cambios que en ella tuvieron ocurrencia

a partir de la experiencia que supusieron los

Lager para la condición humana, es decir, el

rompimiento civilizatorio. Así las cosas, este

análisis exploratorio se realizó con base en

las siguientes obras:

Género No.

Teatro documental 1

Novela testimonial 2

Novela 6

Ensayo 1

Novela documental 1

Relato testimonial 3

Tabla 1

Clasificación de géneros literarios

Fuente: elaboración propia

De esta manera, se indagó en cada una de

las obras las consideraciones de los autores en

torno al proceso que condujo a la borradura

de la dimensión simbólica. Este proceso tiene

ocurrencia en los Lager por la vía de producir

un no-ser social, es decir, el desaparecimiento

del sujeto como efecto de lenguaje (acápite 2).

En este sentido, Paz Moreno-Feliu (2010) en su

análisis etnográfico de los campos de Auschwitz

prescribe el ritual que llevó al proceso de des-

humanización. El proceso racional que condu-

ce a la borradura de la dimensión simbólica, está

asociado, por su semejanza, con la dinámica de

producción de esclavos:

1. Rechazo simbólico del pasado del esclavo

2. Cambio de nombre

3. Imposición de marcas visibles de esclavitud

4. Asunción del nuevo estatus (Moreno, 2010,

p. 67).

De este modo, el trabajo etnográfico de Mo-

reno (2010) sobre los testimonios de Auschwitz

permite caracterizar las etapas por las que tran-

sita lo que “el hombre fue capaz de hacer con el

hombre”. Por tanto, Moreno (2010) establece,

Contabilidad 33.indb 591 13/12/2012 02:15:53 a.m.

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con base en el análisis etnográfico de los testi-

monios, lo que ella denomina “El ciclo impo-

sible: llegada al campo/prisionero/liberación”.

Este ciclo tiene ocurrencia sobre la base de tres

períodos:

1. Separación: detención-transporte-selección.

2. Período marginal o liminal: iniciación al

campo-prisionero-azar/estrategias de super-

vivencia.

3. Agregación: liberación-curación-regreso a

la vida social (Moreno, 2010, p. 79).

Con base en este “ciclo imposible” se descri-

ben los rituales de iniciación en los Lager, lo que

hace posible explicar la desaparición, la borradu-

ra de la condición humana. Así, Moreno (2010)

enuncia dos momentos en donde tienen lugar los

ritos de iniciación en los campos de Auschwitz:

Separación Marginalidad ReincorporaciónDetención / Muerte social de la vida anterior / guetos y prisiones

Transporte / incertidumbre, último contacto con el grupo. Unidad de cuenta

Rampa / selección separación parientes

Tabla 2Primera iniciación: Sin parientesFuente: tomado de Paz Moreno (2010, p. 69)

El primer esquema del rito de iniciación

en el Lager que demarca, simbólicamente, el

proceso que terminó en la producción de los

Häftling (presos), es decir, seres humanos por

completo deshumanizados, denota la fabri-

cación de un no-ser social; ya no hay vínculo

con el otro. El segundo esquema de iniciación

describe, por su parte, el proceso de deshuma-

nización a partir de la cancelación del orden

simbólico:

Separación Marginalidad ReincorporaciónRampa después de la selección / muerte del ser anterior Ceremonias de humillación y degradación Prisionero (Häftling)

Tabla 3Segunda iniciación: la deshumanizaciónFuente: tomado de Paz Moreno (2010, p. 73)

En esta segunda etapa se devela al Häftling

como el hombre deshumanizado, nuda vida

(Agamben, 2003). El prisionero se encuentra

por fuera de la dimensión simbólica pues:

[…] ya no es el ser humano que se había

sido: el recién llegado se ha convertido en

un Häftling, un número, un prisionero, que

porta los emblemas de su nuevo estatus: un

uniforme (cuando lo hay), zuecos de ma-

dera, una cabeza afeitada, un tatuaje en el

brazo […] La iniciación a Auschwitz no solo

pretendía la ruptura de la vida anterior, sino

que su objetivo principal era alejar a las víc-

timas de su autoconciencia de pertenencia a

la especie humana […] Llegar a ser número,

ese individuo atomizado en su sentido más

amplio (empírico y no utópico) culmina el

Contabilidad 33.indb 592 13/12/2012 02:15:53 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 593

proceso de deshumanización porque supo-

ne no solo su pérdida de identidad personal,

sino, sobre todo, una desintegración absoluta

(Moreno, 2010, p. 75).

Con base en lo anterior, el análisis interpre-

tativo de las obras seleccionadas buscó identifi-

car en ellas las representaciones que los autores

componen a partir del despliegue de los nú-

meros respecto de la re-significación de lo

humano. Así, y con base en las ideas sobre la

contabilidad señaladas en el acápite anterior

que la ubican como un tipo de conocimiento

descriptivo de una realidad metrizable, se de-

terminaron las siguientes categorías:

Categoría Nivel Desvanecimiento de la condición humana Primario

Representación contable de lo inhumano Primario

Contables Secundario

Burocracia Nazi Secundario

Tabla 4Clasificación de categoríasFuente: elaboración propia

Las primeras dos categorías, nivel primario,

permitieron (anexo 1) identificar en las obras la

representación literaria, ya sea documental, testi-

monial o ficcional, que los autores poseen respec-

to del proceso y los rituales que condujeron a la

aparición del Häftling como no-ser social; dicho de

otro modo, un hombre deshumanizado pues no

es ya efecto de lenguaje. De esta manera, estas dos

categorías permitieron ubicar en dichas represen-

taciones lo que sigue: La categoría Desvanecimien-

to de la condición humana hizo posible describir lo

que ocasiona en el sujeto humano la pérdida del

nombre que constituye su identidad y, por tan-

to, lo sujeta a la cultura humana (Cohen, 1999),

mientras en su lugar deviene el número (el tatua-

je como marca visible) como constituyente de su

no-ser social. Y la categoría Representación contable

de lo inhumano permitió catalogar todas aquellas

representaciones en las que se hacía visible el pa-

pel de la información contable y los procesos de

control a ella asociados y que daban cuenta acerca

del exterminio masivo de seres humanos (ver el

acápite siguiente).

Las dos categorías catalogadas como secun-

darias, Contables y Burocracia Nazi, fueron

incluidas (anexo 1) sobre la base de poner en

evidencia algunas de las representaciones que

poseen los autores y la literatura analizada frente

al ejercicio de los contables y los sistemas buro-

cráticos. Así las cosas, si bien este análisis in-

terpretativo no pretende ser muestra suficiente

acerca de lo que tuvo ocurrencia en Auschwitz

respecto de la condición humana, los resulta-

dos de la exploración han permitido poner en

evidencia que los números y su administración

han jugado un papel central en el proceso que

condujo a la desaparición y exterminio de

hombres deshumanizados en los campos de con-

centración de la Alemania nazi. Evidencia de lo

anterior es el hallazgo del papel de los números

en el proceso de borradura de la dimensión.

Categoría No. de referencias

Desvanecimiento de la condición humana

24

Representación contable de lo inhumano

24

Contables 3

Burocracia Nazi 1

Tabla 5Referencias por categoríaFuente: elaboración propia

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En el acápite que sigue se procurará some-

ter a revisión la noción de contabilidad como

práctica social y su contribución al exterminio

masivo de seres humanos en la Alemania Nazi.

Para ello, se recurrirá a algunos de los plantea-

mientos de Funnell (1998) y Bauman (2008),

quienes ven en la contabilidad y la racionalidad

instrumental de medios y de fines, respectiva-

mente, los ejes centrales para el logro de la efi-

ciencia que permitió que en los Lager tuviera

ocurrencia “lo que el hombre fue capaz de ha-

cer con el hombre”.

4. Aproximación a la comprensión de la contabilidad y su dimensión inhumana

Resulta posible elaborar una respuesta al si-

guiente interrogante: ¿la contabilidad puede

ser inhumana? Al respecto, la pieza de teatro de

Peter Weiss esboza lo que sigue: “Testigo 5. -Solo

se contabilizaban los presos que recibían un nú-

mero; los que del andén iban directo al gas no

constaban en lista alguna”. En el anexo 1 se han

incluido una serie de referencias que apuntan

a develar el papel que jugó la contabilidad, en

este caso el despliegue de su estructura de con-

trol (Gómez, 2004) manifestado en el gobierno

sobre los Häftling con base en las listas.

Funnell (1998, p. 435) ve en la contabilidad

un poderoso medio de camuflaje. La forma que

puede tomar el despliegue de la lógica contable,

hace posible producir un relato que no toma

en cuenta necesariamente las valoraciones del

orden social en el que ella se manifiesta. En tal

sentido, la contabilidad en su acepción hege-

mónica, se sitúa por fuera de los determinantes

morales en tanto la realidad de que se ocupa

lo contable no es lo social, con sus contradic-

ciones y fricciones, sino lo económico en una

relación triádica entre sus imaginarios de me-

dición, representación y control de la riqueza

(Gómez, 2003, p. 115). Así, la contabilidad en

el caso de la Alemania nazi no fue capaz de rea-

lizar una lectura acerca de lo humano, simple-

mente se instaló en el orden jurídico Nazi que

implicaba el cumplimiento de las leyes:

Defensor.- ¿Tenía usted también que seleccio-

nar enfermos que habían de ser liquidados?

Testigo 3.- Sobre la cantidad total exigida ca-

recía yo de toda influencia. Era fijada por la

administración del campo. Sin embargo, te-

nía la posibilidad de confeccionar las listas.

Así percibe Peter Weiss en su obra de tea-

tro La indagación la suspensión de la moral en

la Alemania Nazi. Warwick Funnell (1998, p.

437), siguiendo a Zygmunt Bauman (2008), se-

ñala cómo la racionalidad desplaza del escenario

social a la moral. Las acciones de las estructuras

burocráticas no son evaluadas en términos de su

moralidad, sino por su racionalidad. Esta disyun-

tiva moderna entre moralidad y racionalidad ha

hecho posible que la contabilidad y los contables

se sitúen en un escenario que no ha viabilizado

la evaluación de sus responsabilidades. Así,

Funnell (1998, p. 438) afirma:

[…] the portrayal of accounting and accoun-

tants as socially blameless and accounting as

solely a rational technology geared to ends

means relationships that is able to escape

moral reckonings.

Contabilidad 33.indb 594 13/12/2012 02:15:53 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 595

Gráfica 1Representación contable de lo inhumanoFuente: Dieter Schelesak (2011, p. 165)

te ponía una cruz junto a mi nombre en la

lista. En los papeles ya estaba muerto […]

Siguiendo con la obra de Peter Weiss, resul-

ta posible evidenciar cómo la racionalidad que

sigue la contabilidad, por ejemplo, la agregación

contable entre otras dinámicas asociadas a este

tipo de procesos, constituye una forma de des-

humanización. Bauman (2008) considera que

son las tecnologías de gobierno las que contri-

buyeron a la eficiencia de los Lager: el extermi-

La visibilización de la contabilidad como

una racionalidad de cálculo no hace posible que

de ella partan cuestionamientos morales

(Funnell, 1998; Gómez, 2003). La contabilidad

y su racionalidad calculadora logran sustituir la

dimensión simbólica de la condición humana

por los números, al situar en el terreno de lo no

visible la tragedia humana:

Testigo 9.- […] Tuvimos que desnudarnos y

ponernos en el pasillo. Vi cómo el escribien-

Contabilidad 33.indb 595 13/12/2012 02:15:55 a.m.

596 / vol. 13 / no. 33 / julio-diciembre 2012 la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 597

nio masivo de seres humanos. En tal sentido, si

bien la contabilidad en su versión hegemónica

se acentúa sobre un discurso científico (Gómez,

2003) por medio del cual procura asegurar la

representación objetiva y neutral de la realidad,

su discurso se produce en la dinámica social

y, por tanto, está influido por los valores que

en ella toman lugar de manera legítima. Así, la

contabilidad puede ser comprendida a partir

del tipo de valores que promueve (por ejemplo,

la eficiencia) y del terreno moral en el que bus-

ca acentuar la legitimidad de su discurso. Por

tanto, el discurso contable puede privilegiar al-

gunos valores y excluir otros; por ejemplo, las

consideraciones que desde el discurso contable

en la versión de la Corriente Principal de investi-

gación contable se hace en torno a la eficiencia

económica y el crecimiento del capital. De este

modo, instalar la discusión de la contabilidad

como práctica social (Gómez, 2003; Funnell,

1998; de Mendonça-Neto, Lopes-Cardoso,

Riccio & Gramacho-Sakata, 2008) supone la re-

visión, por un lado, de su impacto en el terreno

moral y, por el otro, de las influencias que los

valores hegemónicos tienen en su praxis. Con

esta mirada, la contabilidad se convierte en un

agente activo de la estructura social.

En consecuencia, al pasar a revisión la con-

cepción dominante de la contabilidad se po-

nen en evidencia, precisamente, las cualidades

instrumentales determinantes que en ella sub-

yacen y que condujeron, para el caso de la Ale-

mania Nazi, a la desaparición y extermino de

masas enteras de seres humanos:

[…] the aggregation, reductionism and

anonymity of accounting numbers allowed

the forced movement of millions of people

great distances from their homes to be drai-

ned of any considerations that would imply

that the numbers and costings on the pieces

of paper that were passed from one bureau-

crat to the next related to prescient human

beings (Funnell, 1998, p. 437).

La operación a distancia que se hace posi-

ble con los cálculos contables (la burocracia

sin rostro y anónima), sitúa a los preparadores

de la información en un terreno que hace difícil

la pregunta por la moral.7 En otras palabras, la

contabilidad permitió un control a distancia,

necesario para la eficiencia del exterminio.

Los números usados en el proceso de deshu-

manización en los Lager, procuraban ocultar el

horror que significaba aquello que el hombre ha

sido capaz de hacer con el hombre; dicho de otro

modo, el valor de los números para el aparato

burocrático nazi hacía posible desplazar la dis-

cusión moral en procura de una valoración de

la racionalidad que allí se busca: la eficiencia

para llevar a cabo la Solución Final.

La mirada sobre lo inhumano que produce

la contabilidad (anexo 1), toma lugar al objeti-

var, a partir del uso de los números, la dimen-

sión simbólica del ser humano, la que cosifica y

homogeneiza al diluir sus cualidades individua-

les (nombre, historia, etc.). Por tanto, permite

su administración en términos de su utilidad.

7 El proceso de captación y representación que sigue la contabilidad, produce una brecha entre la acción y el sujeto. De tal suerte que resulta difícil el ejercicio de la evaluación moral en tanto el sujeto no está enfrentado di-rectamente con la acción; el papel mediático de la contabi-lidad se devela, en buena parte, como una condición de su a-moralidad.

Contabilidad 33.indb 596 13/12/2012 02:15:55 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 597

Cuando el objeto pierde su utilidad, puede ser

sustituido, eliminado o exterminado. En este

terreno se constata a la contabilidad como fa-

bricadora de una realidad que no existía pre-

viamente y que ahora puede ser administrada:

la del hombre reducido a un número. Admitir

entonces que la contabilidad, en su versión do-

minante, produce sin ningún reparo un relato

sobre la crueldad del hombre sobre el hombre,

permite matizar la idea acerca de que la con-

tabilidad es una práctica social a-moral e inhu-

mana al homogeneizar y cosificar lo humano

apenas como representación de una realidad

metrizable, controlable y administrable. El re-

lato contable no se detuvo ni mucho menos se

condolió, mientras la versión humana de la bu-

rocracia en la Alemania Nazi, lenta y sistemá-

ticamente, logró hacer desaparecer del hombre

su condición de humanidad:

Testigo 3.- Cuando los presos salían del cala-

bozo tenían que dejar sus ropas en el lavabo

o en el pasillo. Les escribían sus números en

el pecho, con un lápiz de anilina humedeci-

do. El preso que trabajaba de escribiente los

examinaba y tachaba de la lista los números

de los que eran llevados al patio.

Conclusiones provisionales

Los párrafos anteriores procuraron hacer visi-

ble el rol que cumple la visión dominante de

la contabilidad. La dimensión simbólica del

hombre tiene ocurrencia en la medida en que

se produzca el sujeto que se oculta tras el su-

jeto del lenguaje, es decir, el sujeto que apare-

ce como efecto de lenguaje. En consecuencia,

y con base en las representaciones literarias

del proceso de “desvanecimiento de la condi-

ción humana” y “representación contable de

lo inhumano” consignadas en el anexo 1, de

manera provisional, se puede sostener que la

contabilidad participa de manera activa en la

producción de un relato que deshumaniza a los

hombres al re-significarlos apenas como núme-

ros. Y lo que la contabilidad hace visible resulta

posible de administrar, eliminar o exterminar.

Este podría ser el proceso mediante el cual la

contabilidad, y los procesos inherentes a ella,

logran la destrucción de la dimensión simbólica

de la condición humana: la tornan mercancía,

por tanto, lo humano se vuelve anónimo y pue-

de ser suprimido dependiendo de los grados de

utilidad que le revistan. Los números juegan un

papel importante. El numerar —y como conse-

cuencia suya destruir el nombrar— es el primer

paso para la destrucción de la dimensión sim-

bólica de la condición humana. Y este paso lo

da la contabilidad.

La contabilidad inhumana, o lo que Funnell

(1998) denomina ‘macabre accounting’, pone

en evidencia una moral que cede su lugar a la

racionalidad. Sin el papel que jugaron los con-

tadores y la contabilidad, la burocracia nazi no

habría podido apropiarse de los bienes de los

judíos y desplazarlos, por el sistema ferroviario,

hacia los campos de concentración (Funnell,

1998), donde tuvo lugar su transformación

como números y, por tanto, la borradura de su

dimensión simbólica:

En el silencio, no del nombre que calla y se

mantiene en suspenso, sino en el vacío del

no-nombre ‘vivirán’ su vida y su muerte.

Contabilidad 33.indb 597 13/12/2012 02:15:55 a.m.

598 / vol. 13 / no. 33 / julio-diciembre 2012 la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 599

Marginados del lenguaje, huérfanos de nom-

bre […] experimentarán ‘en vida’ el eterno

tormento de morir (Cohen, 1999, p. 16).

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• Fecha de recepción: 30 de mayo de 2012

• Fecha de aceptación: 30 de julio de 2012

Para citar este artículo

Cuevas-Mejía, John Jairo & Grajales-Quinte-

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la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 601A

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cont

abili

zada

s la

s se

lecc

ione

s he

chas

ent

re lo

s en

ferm

os s

ujet

os a

insp

ecci

ón m

édic

a (p

. 140

).R

epre

sent

ació

n co

ntab

le d

e lo

in

hum

ano

Acu

sado

9.-

El e

scri

bien

te te

nía

que

conf

ecci

onar

una

list

a co

n la

s fic

has.

La

lista

era

ent

rega

da a

los

sani

tari

os. D

e ac

uerd

o co

n es

a lis

ta te

níam

os q

ue ll

evar

a lo

s en

ferm

os (

p. 1

41).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Acu

sado

9.-

Seño

r pr

esid

ente

, tod

os n

osot

ros

llevá

bam

os a

llí u

na c

amis

a de

fuer

za y

no

éram

os m

ás

que

un n

úmer

o, ig

ual q

ue lo

s pr

opio

s pr

esos

(p.

142

).D

esva

neci

mie

nto

de la

con

dici

ón

hum

ana

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 602 13/12/2012 02:15:56 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 603A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Peter Weiss

La indagación

Teatro documental

Juez

.- Se

ñor t

estig

o, ¿

pued

e us

ted

deci

r la

cifra

exa

cta

de e

sos n

iños

?Te

stig

o 7.

- Era

n ci

ento

die

cinu

eve

niño

s.Ju

ez.-

¿Sab

e us

ted

la fe

cha

exac

ta?

Test

igo

7.- E

ra e

l vei

ntit

rés

de fe

brer

o.D

efen

sor.-

¿Có

mo

lo sa

be u

sted

?Te

stig

o 7.

- Act

ué d

e es

crib

ient

e en

esa

acc

ión

y tu

ve q

ue ta

char

a lo

s ni

ños

de la

list

a. E

ran

muc

hach

os d

e tr

ece

a di

ecis

iete

año

s. S

us p

adre

s ha

bían

sid

o fu

sila

dos

ante

rior

men

te (

p. 1

55).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Acus

ador

.- ¿C

uánt

os h

ombr

es c

ayer

on e

n co

njun

to, s

egún

sus c

álcu

los,

víct

imas

de

las i

nyec

cion

es d

e fe

nol?

Test

igo

7.- D

e ac

uerd

o co

n lo

s lib

ros

del c

ampo

y s

egún

nue

stro

s cá

lcul

os p

erso

nale

s, u

nas

trei

nta

mil

pers

onas

(p.

158

).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Boris Pahor

Necrópolis

Novela

Lo m

ás m

onst

ruos

o de

todo

fue

cuan

do a

toda

la g

ente

esl

oven

a le

cam

biar

on lo

s no

mbr

es y

los

apel

lidos

, y n

o so

lam

ente

a lo

s vi

vos,

sin

o ta

mbi

én a

los

que

esta

ban

ya e

n el

cem

ente

rio.

Bue

no, e

sta

anul

ació

n, q

ue e

nton

ces

ya d

urab

a ve

inti

cinc

o añ

os, a

lcan

zarí

a su

lím

ite

extr

emo

en e

l am

bien

te d

e lo

s ca

mpo

s de

con

cent

raci

ón, d

onde

el h

ombr

e se

ría

redu

cido

a u

n nú

mer

o (p

. 43)

.

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Ento

nces

, Lei

f se

mar

chó

con

sus

amig

os y

se

desp

idió

de

mí,

dici

endo

que

nue

stro

s ca

min

os s

e se

para

ban.

De

man

era

que

con

el re

sto

del r

evie

r vol

ví a

Dac

hau,

per

o m

ient

ras

los

méd

icos

y lo

s en

ferm

eros

man

tuvi

eron

sus

pos

icio

nes,

con

la ll

egad

a a

Dac

hau

yo v

olví

a c

onve

rtir

me

en u

n si

mpl

e nú

mer

o (p

. 195

).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Las

ciud

ades

de

los

crem

ator

ios

fuer

on c

onst

ruid

as p

ara

la a

niqu

ilaci

ón d

e lo

s hi

jos

de lo

s ho

mbr

es,

sin

impo

rtar

en

el d

epar

tam

ento

en

el q

ue tr

abaj

ases

. El b

arbe

ro a

feit

aba

la m

uert

e, e

l alm

acen

ero

la v

estí

a, e

l enf

erm

ero

la d

esve

stía

, el o

ficia

l ano

taba

las

fech

as a

l lad

o de

los

núm

eros

y, d

espu

és,

detr

ás d

e ca

da u

no d

e el

los

se e

leva

ba e

l hum

o a

trav

és d

e la

alta

chi

men

ea (

p. 1

97).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Primo Levi

Si esto es un hombre

Novela-testimonial

Nos

qui

tará

n ha

sta

el n

ombr

e: y

si q

uere

mos

con

serv

arlo

, deb

erem

os e

ncon

trar

en

noso

tros

la fu

erza

de

obr

ar d

e ta

l man

era

que,

det

rás

del n

ombr

e, a

lgo

nues

tro,

alg

o de

lo q

ue h

emos

sid

o, p

erm

anez

ca

(p. 4

7).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Häf

tling

: me

he e

nter

ado

de q

ue s

oy u

n H

äftli

ng. M

e lla

mo

1745

17; n

os h

an b

auti

zado

, lle

vare

mos

m

ient

ras

viva

mos

est

a la

cra

tatu

ada

en e

l bra

zo iz

quie

rdo

(p. 4

8).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 603 13/12/2012 02:15:56 a.m.

604 / vol. 13 / no. 33 / julio-diciembre 2012 la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 605A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Y du

rant

e m

ucho

s dí

as, c

uand

o la

cos

tum

bre

de m

is d

ías

de li

bert

ad m

e ha

hec

ho ir

a m

irar

la

hora

en

el re

loj d

e pu

lser

a, h

e vi

sto

irón

icam

ente

mi n

ombr

e nu

evo,

el n

úmer

o pu

ntea

do e

n si

gnos

az

ulos

os b

ajo

la e

pide

rmis

.So

lo m

ucho

más

tard

e, y

poc

o a

poco

, alg

unos

de

noso

tros

hem

os a

pren

dido

alg

o de

la fú

nebr

e ci

enci

a de

los

núm

eros

de

Aus

chw

itz,

en

la q

ue s

e co

mpe

ndia

n la

s et

apas

de

la d

estr

ucci

ón d

el

juda

ísm

o en

Eur

opa.

A lo

s ve

tera

nos

en e

l cam

po, e

l núm

ero

se lo

dic

e to

do: l

a ép

oca

de in

gres

o en

él

, el c

onvo

y de

l que

form

aban

par

te y,

por

con

sigu

ient

e, la

nac

iona

lidad

. Cua

lqui

era

trat

ará

con

resp

eto

a lo

s nú

mer

os d

el 3

0000

al 8

0000

: ya

no q

ueda

n m

ás q

ue a

lgun

os c

ente

nare

s, y

mar

can

a lo

s po

cos

supe

rviv

ient

es d

e lo

s gh

etto

s pol

acos

. Hac

e fa

lta te

ner

los

ojos

bie

n ab

iert

os c

uand

o se

en

tra

en re

laci

ones

com

erci

ales

con

un

1160

00 o

117

000:

han

que

dado

redu

cido

s a

una

cuar

ente

na,

pero

se

trat

a de

los

grie

gos

de S

alón

ica,

no

hay

que

deja

rse

emba

ucar

. En

cuan

to a

los

núm

eros

alto

s,

tien

en u

na n

ota

de c

omic

idad

ese

ncia

l, co

mo

suce

de c

on lo

s té

rmin

os “

mat

rícu

la”

y “c

onsc

ript

o” e

n la

vid

a no

rmal

: el n

úmer

o al

to tí

pico

es

un in

divi

duo

panz

udo,

dóc

il y

mem

o a

quie

n pu

edes

hac

erle

cr

eer

que

en la

enf

erm

ería

dis

trib

uyen

zap

atos

de

cuer

o pa

ra lo

s in

divi

duos

de

pies

del

icad

os, y

co

nven

cerl

e de

que

se

vaya

cor

rien

do h

asta

allí

y te

dej

e su

esc

udill

a de

sop

a “p

ara

que

se la

gua

rdes

”;

pued

es v

ende

rle

una

cuch

ara

por

tres

raci

ones

de

pan

(…)

(p. 4

9).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

(…)

y nu

estr

o no

mbr

e es

el n

úmer

o qu

e lle

vam

os ta

tuad

o en

el b

razo

y c

osid

o en

el p

echo

(p.

101

).D

esva

neci

mie

nto

de la

con

dici

ón

hum

ana

(…)

Y, fi

nalm

ente

, se

sabe

que

est

án a

quí d

e pa

so y

que

den

tro

de u

nas

sem

anas

no

qued

ará

de

ello

s m

ás q

ue u

n pu

ñado

de

ceni

zas

en c

ualq

uier

cam

po n

o le

jano

y, e

n un

regi

stro

, un

núm

ero

de

mat

rícu

la v

enci

do (

p. 1

19).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

De

todo

s lo

s co

loqu

ios

con

Hen

ri, i

nclu

so d

e lo

s m

ás c

ordi

ales

, he

salid

o si

empr

e co

n un

a lig

era

sens

ació

n de

der

rota

; con

la s

ospe

cha

conf

usa

de h

aber

sid

o yo

tam

bién

, de

algu

na m

aner

a in

adve

rtid

a, n

o un

hom

bre

fren

te a

él,

sino

un

inst

rum

ento

en

sus

man

os (

p. 1

32).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Con

toda

nor

mal

idad

, a p

arti

r de

las

trec

e en

pun

to, e

l tal

ler

se v

acía

y la

form

ació

n gr

is e

in

term

inab

le d

esfil

a du

rant

e do

s ho

ras

haci

a lo

s do

s pu

esto

s de

con

trol

, don

de c

omo

todo

s lo

s dí

as

som

os c

onta

dos

y re

cont

ados

, ant

e la

orq

uest

a qu

e, d

uran

te h

oras

sin

inte

rrup

ción

, toc

a co

mo

todo

s lo

s dí

as la

s m

arch

as c

on la

s qu

e, a

la e

ntra

da y

a la

sal

ida,

deb

emos

sin

cron

izar

nue

stro

s pa

sos

(p.

161)

.

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

El K

apo

dice

:-E

l Dok

tor P

annw

itz

ha c

omun

icad

o al

Arb

eits

dien

st q

ue tr

es H

äftli

nge

han

sido

esc

ogid

os p

ara

el

labo

rato

rio.

169

509,

Bra

ckie

r; 1

7563

3, K

ande

l; 17

4517

, Lev

i (p.

173

).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 604 13/12/2012 02:15:56 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 605A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

(…)

Una

vez

más

“Arb

eit N

acht

Fre

i” y

el a

nunc

io d

el K

apo:

“K

omm

ando

98,

zw

ei u

nd s

echz

ig

Häf

tling

, Stä

rke

stim

mt”

(Se

sent

a y

dos

pris

ione

ros,

la c

uent

a cu

adra

) (p

. 85)

.R

epre

sent

ació

n co

ntab

le d

e lo

in

hum

ano

La tregua

Novela - testimonial

El je

fe d

e lo

s it

alia

nos,

a q

uien

tuve

que

dir

igir

me

para

que

se

hici

ese

carg

o de

mí,

era,

por

el

cont

rari

o, m

uy d

ifere

nte.

El c

onta

ble

Rov

i hab

ía ll

egad

o a

ser

jefe

de

cam

po n

o po

r un

a el

ecci

ón d

e su

s su

bord

inad

os n

i por

inve

stid

ura

de lo

s ru

sos

sino

aut

omát

icam

ente

: por

que,

sie

ndo

un in

divi

duo

de c

ualid

ades

mor

ales

e in

tele

ctua

les

más

bie

n po

bres

, pos

eía

en g

rado

muy

not

able

la v

irtu

d qu

e,

en to

dos

los

clim

as, e

s la

más

nec

esar

ia p

ara

la c

onqu

ista

del

pod

er, e

s de

cir,

el a

mor

por

el p

oder

(p.

30

2).

Con

tabl

es

Los hundidos y los salvados

Ensayo

En n

ingú

n ot

ro lu

gar

o ti

empo

se

ha a

sist

ido

a un

fenó

men

o ta

n im

prev

isto

y ta

n co

mpl

ejo:

nun

ca

han

sido

ext

ingu

idas

tant

as v

idas

hum

anas

en

tan

poco

tiem

po n

i con

una

com

bina

ción

tan

lúci

da d

e in

geni

o te

cnol

ógic

o, fa

nati

smo

y cr

ueld

ad (

p. 4

84).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

En la

mem

oria

de

todo

s no

sotr

os, l

os s

obre

vivi

ente

s, e

scas

amen

te p

olíg

lota

s, lo

s pr

imer

os d

ías

de

Lage

r han

que

dado

gra

bado

s en

form

a de

pel

ícul

a de

senf

ocad

a y

fren

étic

a, ll

ena

de r

uido

y d

e fu

ria,

y

care

nte

de s

igni

ficad

o: u

n aj

etre

o de

per

sona

s si

n no

mbr

e ni

rost

ro s

umer

gida

s en

un

cont

inuo

y

enso

rdec

edor

rui

do d

e fo

ndo

del q

ue n

o afl

orab

a la

pal

abra

hum

ana.

Una

pel

ícul

a en

bla

nco

y ne

gro,

so

nora

per

o no

hab

lada

(p.

551

).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

¿Hem

os a

sist

ido

al d

esar

rollo

raci

onal

de

un a

sunt

o in

hum

ano

o a

una

man

ifest

ació

n, h

asta

aho

ra

únic

a en

la h

isto

ria

y au

n m

al e

xplic

ada,

de

locu

ra c

olec

tiva

?D

esva

neci

mie

nto

de la

con

dici

ón

hum

ana

Se tr

atab

a de

un

Zähl

appe

ll, u

na li

sta/

recu

ento

com

plic

ada

y la

bori

osa

porq

ue d

ebía

tene

r en

cu

enta

a lo

s pr

isio

nero

s tr

ansf

erid

os a

otr

os c

ampo

s o

a la

enf

erm

ería

el d

ía a

nter

ior

y a

quie

nes

habí

an m

uert

o du

rant

e la

noc

he, y

por

que

el to

tal d

ebía

cua

drar

exa

ctam

ente

con

los

dato

s de

l dí

a pr

eced

ente

y c

on la

cue

nta

por

grup

os d

e ci

nco

que

se h

acía

dur

ante

el d

esfil

e de

las

escu

adra

s qu

e se

dir

igía

n al

trab

ajo.

Eug

en K

ogon

cue

nta

que

en B

uche

nwal

d te

nían

que

com

pare

cer

a la

lis

ta v

espe

rtin

a au

n lo

s m

orib

undo

s y

los

mue

rtos

, ech

ados

sob

re la

tier

ra o

de

pie,

tení

an q

ue s

er

disp

uest

os e

n fil

as d

e ci

nco

en c

inco

par

a fa

cilit

ar la

cue

nta.

Ese

acto

de

pasa

r lis

ta s

e de

sarr

olla

ba (

natu

ralm

ente

, al a

ire

libre

) co

n cu

alqu

ier

tiem

po y

dur

aba

por

lo m

enos

una

hor

a, p

ero

podí

an s

er d

os o

tres

si l

a cu

enta

no

salía

; y h

asta

vei

ntic

uatr

o ho

ras

o m

ás

si h

abía

sos

pech

a de

eva

sión

(…

) (p

. 570

).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 605 13/12/2012 02:15:57 a.m.

606 / vol. 13 / no. 33 / julio-diciembre 2012 la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 607A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Otr

a hi

stor

ia e

s la

del

tatu

aje,

inve

nto

autó

cton

o de

Aus

chw

itz.

A p

arti

r de

com

ienz

os d

e 19

42, e

n A

usch

wit

z y

los

Lage

r que

dep

endí

an d

e él

(en

194

4 al

rede

dor

de c

uare

nta)

el n

úmer

o de

mat

rícu

la

de lo

s pr

isio

nero

s no

sol

o se

cos

ía e

n la

s ro

pas

sino

que

se

tatu

aba

en e

l ant

ebra

zo iz

quie

rdo.

De

esa

norm

a so

lo s

e ex

cept

uaba

a lo

s pr

isio

nero

s al

eman

es n

o ju

díos

. La

oper

ació

n er

a lle

vada

a c

abo

con

met

ódic

a ra

pide

z po

r “e

scri

bano

s” e

spec

ializ

ados

en

la m

atri

cula

ción

de

los

reci

én ll

egad

os,

prov

enie

ntes

bie

n de

la li

bert

ad, b

ien

de o

tros

cam

pos

o de

los

ghet

tos.

De

acue

rdo

con

el tí

pico

ta

lent

o al

emán

par

a la

s cl

asifi

caci

ones

, pro

nto

se c

onvi

rtió

en

un v

erda

dero

y a

utén

tico

cód

igo:

los

hom

bres

deb

ían

ser

tatu

ados

en

la p

arte

ext

erna

del

bra

zo y

las

muj

eres

en

la in

tern

a; e

l núm

ero

de lo

s gi

tano

s de

bía

ir p

rece

dido

de

una

Z; e

l de

los

judí

os, a

par

tir

de m

ayo

de 1

944

(es

deci

r, de

sde

la ll

egad

a en

mas

a de

los

judí

os h

únga

ros)

tení

a qu

e ir

pre

cedi

do d

e un

a A

, que

poc

o de

spué

s fu

e su

stit

uida

por

una

B. H

asta

sep

tiem

bre

no h

ubo

niño

s en

Aus

chw

itz:

se

los

asfix

iaba

con

gas

a

su ll

egad

a. D

espu

és d

e es

a fe

cha

empe

zaro

n a

llega

r fa

mili

as e

nter

as d

e po

laco

s, a

rres

tado

s po

r ca

sual

idad

dur

ante

la in

surr

ecci

ón d

e Va

rsov

ia: y

eso

s fu

eron

tatu

ados

todo

s, in

clui

dos

los

reci

én

naci

dos.

(…)

Su s

igni

ficad

o si

mbó

lico

inde

lebl

e es

taba

cla

ro p

ara

todo

s: e

s un

sig

no in

dele

ble,

no

sald

réis

nu

nca

de a

quí.

Es la

mar

ca q

ue s

e im

prim

e a

los

escl

avos

y a

las

best

ias

dest

inad

as a

l mat

ader

o, y

es

en lo

que

os

habé

is c

onve

rtid

o. Y

a no

tené

s no

mbr

e: e

ste

es v

uest

ro n

ombr

e. L

a vi

olen

cia

del t

atua

je

era

grat

uita

, era

un

fin e

n sí

mis

ma,

era

un

mer

o ul

traj

e. ¿

No

eran

sufi

cien

tes

los

tres

núm

eros

de

tela

cos

idos

a lo

s pa

ntal

ones

, a la

cha

quet

a y

al a

brig

o de

invi

erno

? N

o, n

o er

an s

ufici

ente

s: s

e ne

cesi

taba

uno

más

, un

men

saje

no

verb

al p

ara

que

el in

ocen

te s

inti

ese

escr

ita

su c

onde

na s

obre

la

car

ne. E

ra ta

mbi

én u

na v

uelta

a la

bar

bari

e m

ucho

más

per

turb

ador

a pa

ra lo

s ju

díos

ort

odox

os;

prec

isam

ente

hec

ha p

ara

dist

ingu

ir a

los

judí

os d

e lo

s “b

árba

ros”

, el t

atua

je e

stá

proh

ibid

o po

r la

ley

mos

aica

(Le

víti

co, 1

9-28

).C

uare

nta

años

des

pués

, mi t

atua

je fo

rma

part

e de

mi c

uerp

o. N

o m

e va

nagl

orio

de

él n

i me

aver

güen

zo, n

o lo

exh

ibo

ni lo

esc

ondo

. Lo

ense

ño d

e m

ala

gana

a q

uien

me

pide

ver

lo p

or p

ura

curi

osid

ad; l

o ha

go e

nseg

uida

y c

on ir

a a

quie

n se

dec

lara

incr

édul

o. M

ucha

s ve

ces,

los

jóve

nes

me

preg

unta

n po

r qu

é no

me

lo b

orro

, y e

s un

a co

sa q

ue m

e cr

ispa

: ¿po

r qu

é ib

a a

borr

árm

elo?

No

som

os m

ucho

s en

el m

undo

los

que

som

os p

orta

dore

s de

tal t

esti

mon

io (

p. 5

74).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

A tí

tulo

de

curi

osid

ad: e

n A

usch

wit

z, e

n di

ciem

bre

de 1

944,

con

los

ruso

s a

las

puer

tas

del c

ampo

, lo

s bo

mba

rdeo

s di

ario

s y

el h

ielo

que

reve

ntab

a la

s ca

ñerí

as, f

ue in

stit

uido

un

Buch

halte

r-Ko

mm

ando

, un

a Es

cuad

ra C

onta

ble

[…] E

ste

era,

por

sup

uest

o, u

n ca

so lí

mit

e qu

e ha

y qu

e si

tuar

en

la lo

cura

ge

nera

l del

cre

púsc

ulo

del T

erce

r R

eich

(p.

597

).

Con

tabl

es

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 606 13/12/2012 02:15:57 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 607A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Si ahora no, ¿cuándo?

Novela

(…)

Mak

sim

es

el fu

rrie

l, el

chu

pati

nta

que

lleva

la c

onta

bilid

ad. V

iene

de

la N

KV

D [N

arod

nyy

Kom

issa

riat

Vnu

tren

nikh

Del

, Com

isar

ía d

el P

uebl

o pa

ra A

sunt

os In

tern

os];

lo m

anda

ron

de M

oscú

en

par

acaí

das

para

que

impu

sier

a di

scip

lina…

com

o si

la d

isci

plin

a fu

era

tan

impo

rtan

te (

p. 1

10).

Con

tabl

es

Por

la n

oche

, Ulib

in p

erm

itió

que

cel

ebra

ran

el a

cont

ecim

ient

o co

n un

a ju

erga

mod

erad

a. L

uego

se

reti

ró c

on P

avel

a e

xam

inar

los

docu

men

tos

que

habí

an e

ncon

trad

o: n

o es

taba

n en

cla

ve, n

o er

a un

m

ater

ial m

uy re

leva

nte,

sol

o er

an li

stas

min

ucio

sas,

fact

uras

en

muc

has

copi

as y

doc

umen

tos

del

depa

rtam

ento

de

cont

abili

dad

(p. 1

41).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Dieter Schlesak

Capesius, el farmacéutico de Auschwitz

Novela documental

(…)

Su le

ngua

je p

edan

te y

bur

ocrá

tico

repl

eto

de c

ifras

mue

stra

sin

em

barg

o lo

poc

o qu

e ha

bía

ente

ndid

o de

l hor

ror;

o —

tal c

omo

lo in

tuye

Ada

m—

con

est

as c

ifras

fría

s si

mpl

emen

te lo

ale

jaba

to

do d

e sí

. La

mue

rte,

el h

orro

r, el

suf

rim

ient

o se

dilu

ían

en n

ada

más

que

cit

as, d

atos

, cifr

as

y nú

mer

os; n

o ex

istí

an y

a lo

s se

res

vivo

s de

car

ne y

san

gre,

pie

l, hu

esos

y c

abel

lo, n

ervi

os y

un

cora

zón,

no

exis

tían

las

pers

onas

, los

des

tino

s, lo

s ro

stro

s, la

s pe

nalid

ades

(p.

154

).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

(…) E

sto

es lo

inco

nceb

ible

, inc

ompa

rabl

e, c

aído

-des

de-la

-leng

ua; t

ambi

én e

n lo

neg

ativ

o —ju

stam

ente

lo

s crím

enes

naz

is, q

ue g

iraba

n en

torn

o a

la ‘b

anal

idad

’ ilim

itada

del

pob

re c

uerp

o hu

man

o, c

omo

si se

hub

iera

‘dem

ostr

ado’,

que

el h

ombr

e es

la n

ulid

ad, l

a pu

ra m

ater

ialid

ad, d

estr

ozan

do, a

niqu

iland

o a

mill

ones

, con

virt

iénd

olos

en

mon

taña

s de

cabe

llo, m

onta

ñas d

e hu

esos

, sob

re to

do ‘t

rans

form

able

s’ en

ce

niza

, tam

bién

la m

uert

e es

ani

quila

ble,

el h

ombr

e un

núm

ero,

un

ejem

plar

sin

dest

ino—

no

es n

ada

(pp.

22

7-22

8).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

29 d

e no

viem

bre

de 1

944.

Bar

bara

Dzi

ewur

nac

ió e

n el

Lag

er d

e m

ujer

es d

el c

ampo

de

conc

entr

ació

n de

Aus

chw

itz-

Bir

kena

u. E

l beb

é fu

e re

gist

rado

con

el n

úmer

o de

pri

sion

ero

8932

5 (m

ujer

es).

(…)

En e

l tra

nspo

rte

desd

e el

cam

po d

e co

ncen

trac

ión

de M

auth

ause

n fu

eron

regi

stra

dos

con

los

núm

eros

de

pris

ione

ro d

el 2

0123

7 al

202

356

(hom

bres

) (p

. 345

).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Herta Müller

Todo lo que tengo lo llevo

conmigo

Novela

Cad

a un

o te

nía

que

reco

rdar

su

núm

ero

día

y no

che

y sa

ber

que

éram

os u

n si

mpl

e nú

mer

o y

no

pers

onas

con

nom

bres

y a

pelli

dos

(p. 3

1).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Si e

l fal

leci

do n

o es

un

cono

cido

per

sona

l, so

lo s

e ve

la g

anan

cia.

La

reco

lecc

ión

no e

s m

ala;

en

el

caso

inve

rso

el c

adáv

er h

aría

lo m

ism

o co

ntig

o y

no s

e lo

tom

aría

s a

mal

. El c

ampo

de

conc

entr

ació

n es

un

mun

do p

ráct

ico.

Uno

no

pued

e pe

rmit

irse

sen

tir

verg

üenz

a u

horr

or (

p. 1

34).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Imre Kertész

Sin destino

Novela

Lueg

o co

gió

una

ficha

y u

n lá

piz,

se

sent

ó en

el b

orde

de

la c

ama

y m

e pr

egun

tó m

i nom

bre.

Le

dije

: “V

ier-

und-

sexh

zig,

neu

n, e

in-u

nd-z

wan

zig”

(Se

sent

a y

cuat

ro m

il no

veci

ento

s ve

inti

uno)

. Lo

apun

pero

sig

uió

insi

stie

ndo,

has

ta q

ue c

ompr

endí

—m

e lle

vó ti

empo

— q

ue ta

mbi

én le

inte

resa

ba m

i no

mbr

e, e

l Nam

e, y

tam

bién

me

llevó

tiem

po e

ncon

trar

lo e

ntre

mis

recu

erdo

s (p

p. 1

35-1

36).

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o/

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 607 13/12/2012 02:15:57 a.m.

608 / vol. 13 / no. 33 / julio-diciembre 2012 la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 609A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Jadwiga Gardowski

Amidst a Nightmare of crime: Manuscripts of prisoners in crematorium squads found at

Auschwitz

Relato testimonial (estas obras no fueron consultadas de manera directa; su consulta se realizó por medio del trabajo de Paz Moreno,

2010)

(…)

Mie

ntra

s le

tatú

an, G

ardo

wsk

i se

sien

te a

nula

do: t

odos

obt

iene

n su

núm

ero.

Des

de e

ste

mom

ento

has

per

dido

tu “

yo”

y te

has

tran

sfor

mad

o en

un

núm

ero.

Ya

no e

res

lo q

ue e

ras

ante

s, s

ino

un n

úmer

o an

dant

e, s

in v

alor

.

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

March Nahom

Birkenau, the camp of the Death

En u

n La

ger a

lem

án u

na p

erso

na p

ierd

e su

iden

tida

d de

repe

nte.

Me

dan

el n

úmer

o 12

2274

. Mi

hijo

es

el s

igui

ente

, el 1

2227

5. C

ada

uno

de n

osot

ros

se d

a cu

enta

en

la p

arte

más

pro

fund

a de

su

cons

cien

cia

y co

n un

am

argo

sen

tido

de

aflic

ción

que

, des

de e

ste

mom

ento

en

adel

ante

, no

se e

s m

ás

que

un a

nim

al.

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Nadine Heftler

Si tu t'en sors:

Auschwitz

Des

nuda

s no

s ta

túan

con

una

agu

ja y

una

tint

a es

peci

al q

ue m

arca

en

nues

tro

ante

braz

o un

a m

ulti

tud

de p

unti

tos,

muy

pró

xim

os e

ntre

sí,

que

form

an u

n nú

mer

o: A

7127

par

a m

amá

y A

7128

pa

ra m

í. (…

) A

par

tir

de e

se m

omen

to c

omen

zam

os u

na n

ueva

vid

a. N

o so

mos

más

que

núm

eros

, pe

ro n

úmer

os s

iem

pre

impe

cabl

es, c

orre

ctos

, lim

pios

, fue

rtes

y a

dem

ás a

legr

es.

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Béla Zsolt

Nueve maletas

Novela

Por

ejem

plo,

aqu

ello

s de

sgra

ciad

os a

pale

ados

por

los

guar

dias

, que

se

com

iero

n su

pro

pio

excr

emen

to p

ara

que

no le

s hi

cies

en m

ás d

año

y qu

e ah

ora

se c

omer

ían

entr

e el

los

(p. 5

3).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Nad

ie e

stá

vivo

ni m

uert

o si

no

figur

a en

el l

ibro

de

regi

stro

s y

es p

reci

so ll

evar

las

cuen

tas

al d

ía. E

s ne

cesa

rio

relle

nar

todo

s lo

s ap

arta

dos,

con

los

dato

s re

lati

vos

a lo

s pa

dres

, últi

mam

ente

tam

bién

a

los

abue

los,

con

los

dato

s pr

ecis

os s

obre

relig

ión,

pro

fesi

ón y

cir

cuns

tanc

ias

del f

alle

cim

ient

o (p

. 81)

.

Rep

rese

ntac

ión

cont

able

de

lo

inhu

man

o

Las

gárg

olas

de

las

cate

dral

es g

ótic

as, e

sos

mon

stru

os c

on ro

stro

de

best

ias,

son

tam

bién

real

es,

incl

uso

pued

en p

arec

er d

ócile

s an

imal

es d

omés

tico

s, e

n co

mpa

raci

ón c

on lo

s gu

arda

s al

eman

es

[…],

aun

que

esto

s úl

tim

os p

arec

iera

n ho

mbr

es, p

ues

los

envo

lvía

pie

l hum

ana

y su

s ór

gano

s vi

tale

s,

su c

oraz

ón y

su

cere

bro

apar

enta

ban

esta

r en

el s

itio

que

les

corr

espo

ndía

seg

ún la

s le

yes

de la

an

atom

ía (

p. 1

39).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

(Con

tinú

a)

Contabilidad 33.indb 608 13/12/2012 02:15:57 a.m.

la borradura de la dimensión simbólica / J. cuevas, j. grajales / 609A

uto

rO

bra

Gén

ero

Frag

men

tos

Cat

ego

ría

Yo e

stoy

con

venc

ido

de q

ue e

l ser

hum

ano

nunc

a se

rá c

apaz

de

volv

er a

repr

esen

tar

el m

ism

o pa

pel

diab

ólic

o qu

e ha

est

ado

y es

tá re

pres

enta

ndo.

[…] E

l ver

dade

ro m

ilagr

o es

que

el s

er h

uman

o ha

ya

sido

cap

az d

e lle

var

a ca

bo c

osas

que

cua

lqui

era

cons

ider

aría

un

sim

ple

suce

dáne

o si

lo h

icie

se u

n do

mad

or d

e an

imal

es, i

nclu

so a

unqu

e es

te s

e ri

ndie

se e

n el

mom

ento

de

inte

ntar

lo. H

an fr

acas

ado

los

mis

ántr

opos

, los

est

oico

s y

los

pesi

mis

tas,

y ta

mbi

én lo

s qu

e al

berg

aban

la e

sper

anza

de

que

el s

er

hum

ano

fuer

a ca

paz

de ll

evar

a c

abo

cosa

s gr

andi

osas

aun

en

cont

ra d

e su

s po

sibi

lidad

es li

mit

adas

; pu

es e

s en

el c

ampo

de

la m

alda

d do

nde

el h

ombr

e ha

dem

ostr

ado

no te

ner

limit

acio

nes

(p. 1

40).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Los

alem

anes

bas

an s

u ra

zona

mie

nto

en c

ateg

oría

s: lo

s en

ferm

os s

on e

nfer

mos

y ti

enen

que

ser

tr

ansp

orta

dos

de la

deb

ida

man

era,

incl

uso

si e

l des

tino

del

via

je e

s la

hog

uera

o la

cám

ara

de g

as (

p.

138)

.B

uroc

raci

a N

azi

Philippe Claudel

El informe de Brodeck

Novela

Ya n

o er

a jo

ven.

En

el c

ampo

hab

ía e

nvej

ecid

o si

glos

. Hab

ía a

gota

do la

cue

stió

n de

env

ejec

er. P

ero,

a

med

ida

que

nos

som

etía

mos

a e

se c

urio

so a

pren

diza

je, n

uest

ros

cuer

pos

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vapo

raba

n. Y

o, q

ue

habí

a sa

lido

de c

asa

redo

ndo

com

o un

a pe

lota

, aho

ra e

stab

a en

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hues

os. T

odos

aca

bába

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pa

reci

éndo

nos.

Nos

hab

íam

os c

onve

rtid

o en

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bras

idén

tica

s un

as a

otr

as. P

odía

n co

nfun

dirn

os,

elim

inar

a u

nos

cuan

tos

cada

día

, por

que

a co

ntin

uaci

ón a

ñadí

an o

tros

tant

os, y

no

se n

otab

a. L

as

silu

etas

y la

s ca

ras

hues

udas

que

pob

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cam

po e

ran

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pre

las

mis

mas

. Ya

no é

ram

os n

osot

ros

mis

mos

. No

nos

pert

enec

íam

os. Y

a no

éra

mos

indi

vidu

os. S

olo

una

espe

cie

(p. 7

0).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Pero

el m

onól

ogo

no p

arec

ía d

esag

rada

rle,

y y

o ta

mbi

én s

entí

a un

ext

raño

pla

cer

dejá

ndom

e en

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er p

or s

us p

alab

ras.

Gra

cias

a e

lla, t

enía

la s

ensa

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de

regr

esar

a la

leng

ua, l

a le

ngua

tras

la

que,

pos

trad

a, d

ébil,

toda

vía

enfe

rma,

hab

ía u

na h

uman

idad

que

lo ú

nico

que

ped

ía e

ra s

anar

(p.

74)

.

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Sabí

a qu

e an

tes

de la

gue

rra

habí

a si

do c

onta

ble,

que

tení

a m

ujer

y tr

es h

ijos,

dos

chi

cos

y un

a ch

ica,

y

gato

en

vez

de p

erro

[…] E

ra u

n ho

mbr

e co

rrie

nte,

pál

ido

y re

serv

ado,

que

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mpr

e ha

blab

a en

el

mis

mo

tono

, sin

leva

ntar

la v

oz, p

ero

que

en d

os o

casi

ones

, sin

dud

arlo

un

inst

ante

, hab

ía m

atad

o a

verg

ajaz

os a

sen

dos

pris

ione

ros

que

se h

abía

n ol

vida

do d

e sa

luda

rlo

quit

ándo

se la

gor

ra. S

e lla

mab

a Jo

ss S

chei

degg

er. H

e tr

atad

o de

olv

idar

ese

nom

bre

con

toda

s m

is fu

erza

s, p

ero

nadi

e m

anda

en

su

mem

oria

(p.

105

).

Con

tabl

es

Nue

stro

vag

ón y

los

dem

ás v

agon

es in

vent

aban

min

uto

a m

inut

o un

paí

s, e

l de

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hum

anid

ad, e

l de

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egac

ión

de to

da h

uman

idad

, en

cuyo

cen

tro

se h

alla

ba e

l cam

po. E

se e

ra e

l via

je q

ue e

stáb

amos

ha

cien

do, u

n vi

aje

que

ning

ún s

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uman

o ha

bía

hech

o an

tes

que

noso

tros

, qui

ero

deci

r, co

n ta

nto

mét

odo,

con

tant

o ri

gor,

con

tant

a efi

caci

a, s

in d

ar m

arge

n a

la im

prov

isac

ión

(p. 2

61).

Des

vane

cim

ient

o de

la c

ondi

ción

hu

man

a

Contabilidad 33.indb 609 13/12/2012 02:15:57 a.m.