La Cuestion de La Satisfaccion en Los Inicios Del Psicoanalisis

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LA CUESTION DE LA SATISFACCION EN LOS ORIGENES DEL PSICOANALISIS Osvaldo L. Delgado Diferentes lecturas de la obra de Freud, ubican la problemática de la satisfacción en relación a la segunda tópica (yo–ello–superyó). La dimensión económica que nombra tanto un inconsciente libidinal, como al síntoma referido ya no a un querer decir, sino a la satisfacción que implica, van a marcar los obstáculos mayores para las conclusiones de los análisis. El incremento del padecimiento, cuando se está por ceder un modo paradójico de satisfacción, cuyo paradigma es la reacción terapéutica negativa, expresa esto contundentemente. Si los síntomas son la practica sexual de los neuróticos ¿cómo se presentan estos en los inicios del psicoanálisis? ¿Qué anticipaciones encontramos, incluso antes de formular el inconsciente dinámico? Tomemos con estas preguntas, a esa inicial casuística del Capitulo II de “Estudios sobre la histeria”: Ana O., Emmy von N., Lucy, Katharina, Elisabeth von R. Comencemos con Ana O. Lo primero que hallamos es que un rasgo de carácter, su bondad compasiva, era una vía para satisfacer una intensa pulsión. Aquí ya hay un nudo que preocupará a Freud, en los tramos finales de su obra. Luego hallamos una descripción de sus perturbaciones corporales, simultáneamente con la llamada “doble conciencia”. Escisión psíquica y cuerpo recortado por malestares. Si la hipnosis permitía “recuperar” el suceso traumático y con ello disolver el síntoma, el texto revela un cuerpo distinto del organismo, y la palabra es fuente de excitación, dolor, parálisis, etc. El “estado segundo”, lo-no-consciente, que es comparado con el sueño y las alucinaciones, que se expresan y orientan la satisfacción, revela su paradoja en la operación terapéutica misma. El párrafo central de este caso, ejemplar para revelar la conexión amor de transferencia-resistencia, es: “También aquí se observaba de manera regular que “apalabrado” el síntoma, emergía con renovada intensidad mientras se lo relataba. Así, en el análisis del no-oír, la enferma se volvió tan sorda que a veces debí entenderme con ella por escrito”. Recordemos que el síntoma de no-oír, se relaciona directamente con el padre y con el espiar. Este no-oír revela una zona histerógena y su paradójica presentación durante la cura. Incremento del padecimiento sintomático (sordera) cuando se esta a apunto de desembarazarse de él. Recordemos que se trata de la “Talking Cure”, la cura por la palabra. Dejaba de oír la voz de quien conducía la cura. Solo tengamos presente aquí, la primer teoría pulsional, y el conflicto pulsional del Yo-Pulsiones sexuales, para dar cuenta del recorte de ese agujero de borde pulsional llamado oído. 1

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Artículo de Osvaldo Delgado. Describe la experiencia de satisfacción y su importancia en la constitución del sujeto psicoanalítico.

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LA CUESTION DE LA SATISFACCION EN LOS ORIGENES DEL PSICOANALISIS

LA CUESTION DE LA SATISFACCION EN LOS ORIGENES DEL PSICOANALISIS Osvaldo L. Delgado

Diferentes lecturas de la obra de Freud, ubican la problemtica de la satisfaccin en relacin a la segunda tpica (yoellosupery).

La dimensin econmica que nombra tanto un inconsciente libidinal, como al sntoma referido ya no a un querer decir, sino a la satisfaccin que implica, van a marcar los obstculos mayores para las conclusiones de los anlisis.

El incremento del padecimiento, cuando se est por ceder un modo paradjico de satisfaccin, cuyo paradigma es la reaccin teraputica negativa, expresa esto contundentemente.

Si los sntomas son la practica sexual de los neurticos cmo se presentan estos en los inicios del psicoanlisis?

Qu anticipaciones encontramos, incluso antes de formular el inconsciente dinmico?

Tomemos con estas preguntas, a esa inicial casustica del Capitulo II de Estudios sobre la histeria: Ana O., Emmy von N., Lucy, Katharina, Elisabeth von R.

Comencemos con Ana O. Lo primero que hallamos es que un rasgo de carcter, su bondad compasiva, era una va para satisfacer una intensa pulsin. Aqu ya hay un nudo que preocupar a Freud, en los tramos finales de su obra. Luego hallamos una descripcin de sus perturbaciones corporales, simultneamente con la llamada doble conciencia. Escisin psquica y cuerpo recortado por malestares.

Si la hipnosis permita recuperar el suceso traumtico y con ello disolver el sntoma, el texto revela un cuerpo distinto del organismo, y la palabra es fuente de excitacin, dolor, parlisis, etc.

El estado segundo, lo-no-consciente, que es comparado con el sueo y las alucinaciones, que se expresan y orientan la satisfaccin, revela su paradoja en la operacin teraputica misma.

El prrafo central de este caso, ejemplar para revelar la conexin amor de transferencia-resistencia, es: Tambin aqu se observaba de manera regular que apalabrado el sntoma, emerga con renovada intensidad mientras se lo relataba. As, en el anlisis del no-or, la enferma se volvi tan sorda que a veces deb entenderme con ella por escrito.

Recordemos que el sntoma de no-or, se relaciona directamente con el padre y con el espiar.

Este no-or revela una zona histergena y su paradjica presentacin durante la cura.

Incremento del padecimiento sintomtico (sordera) cuando se esta a apunto de desembarazarse de l.

Recordemos que se trata de la Talking Cure, la cura por la palabra. Dejaba de or la voz de quien conduca la cura.

Solo tengamos presente aqu, la primer teora pulsional, y el conflicto pulsional del Yo-Pulsiones sexuales, para dar cuenta del recorte de ese agujero de borde pulsional llamado odo.

Cundo en Ana se produjo el sntoma de la tos? Cuando le sobrevino el conflicto entre cuidar al enfermo y estar en el baile.

Conflicto que se produjo cuando escucho los sones de una msica bailable.

Pasemos a Emmy von N., que es el primer caso en donde es Freud quien aplica el mtodo hipntico.

Tambin es el caso inaugural de lo que posteriormente se va a llamar Asociacin Libre.

Vemos con toda la frescura de esos momentos primeros, que es la paciente misma quien lo produce: me dice, con expresin de descontento, que no debo estarle preguntando siempre en donde viene esto y esto otro, sino dejarla contar lo que tiene para decirme.

Vemos presentarse el concepto de falso enlace, antecedente del desplazamiento y la transferencia motor; como as tambin el concepto de compulsin a asociar, que va a remitir tanto al analista como obstculo externo en Psicoterapia de la Histeria como a la transferencia como obstculo, posteriormente.

Una de las primeras cuestiones que Freud destaca en este caso, es el asco. Cuestin que va a ocupar un lugar prevalente en la sintomatologa histrica.

En Emmy von N., el asco va a referir a lo oral y en la referencia a sus dos hermanos.

Lo patolgico va a referir a la cantidad y a su destino conversivo.

Con una salvedad muy importante, tambin por el destino que tendr en elaboraciones posteriores.

No toda la suma de excitacin se transpone en conversin en el cuerpo, una parte permanece como talante (angustia, depresin melanclica, fobias, abulias, inhibiciones de la voluntad), por lo tanto fracaso de la defensa y no realizacin de la bella indiferencia histrica.

Si el asco revela el conflicto pulsional y la relacin particular de la histeria con la satisfaccin, el fracaso de la defensa, aqu igual a represin, va a dar cuenta de un concepto mas abarcativo (siendo la represin solo uno de los mtodos de la defensa) que permitir establecer el mas all del sntoma como carcter.

Este ultimo expresa claramente, un modo de satisfaccin pulsional, sostenido en una zona ergena.

En Miss Lucy R., encontramos un detalle ordenado y resumido, de las modificaciones tcnicas del proceso teraputico, dispensado por Freud.

La nota 1, de la pagina 127, de la Edicin de Amorrortu, expresa la historia de esas modificaciones.

Tambin es el caso clnico, en donde la teora del conflicto, da un paso mas bajo la formula: Puedo aseverar que ese olvido es a menudo deliberado, deseado.

Aqu el sntoma conversivo, es la perdida de la percepcin olfativa.

La cuestin del olfato va a ser retomada por Freud mucho mas tarde, cuando hable de una represin orgnica, que produce como efecto en la constitucin subjetiva, una importante perdida del sentido olfatorio.

Miss Lucy R., adems de esa perdida, sufra de unas sensaciones olfatorias que la perseguan.

Por lo tanto, respecto al olfato, un menos y un mas de sensaciones.

Freud, se pregunta respecto a los sucesos traumticos Por qu fue elegido como smbolo justamente un olor?

El olor, es un resto que liga las escenas traumticas, pero lo que se resalta especialmente es la vividez plstica de los recuerdos de esta paciente denominada visual.

Sus asociaciones son en principio, imgenes a ser miradas. Esas imgenes portan la resonancia de los trminos Auffahren (sobresalta) y Anfahren (atropellar), ncleo de la dimensin traumtica.

Es en Katharina, donde ms avanza en la dimensin de la satisfaccin articulada a la resonancia fnica.

Esta muchacha, presentaba como sntoma conversivo, la falta de aire y el sentimiento culpable respecto a la separacin de sus tos.

Aufkommen: Destapo.

Kommen: Llego.

Heraufkommen: Ascendido all.

Herauskommen: Enseguida salieron.

Hinaufkommen: El subi.

Las declinaciones del Kommen, van articulando el conjunto de la trama, donde podemos verificar un sentido, ms all de los efectos de las significaciones de las escenas de la trama.

Vamos a entrar ahora en el ultimo caso, el ejemplar y paradigmtico de Elisabeth von R.

Esta joven que padeca dolores en la pierna y caminaba mal, nos aporta las anticipaciones tericas ms importantes para esta pequea investigacin.

Muy tempranamente Freud se ve precisado de diferenciar dolores orgnicos, neurastenia e histeria de conversin. Sabemos que son Tres cuerpos, el orgnico, el afectado por ausencia de falso enlace, el que padece de un falso enlace reprimido.

En el desarrollo de la cura que se emprende, puede localizarse una zona histergena sensible a voluptuosas cosquillas.

El cuidado del padre enfermo y los deseos respecto al cuado van enhebrando la trama.

La pierna derecha dolorida articulaba los recuerdos respecto al padre y al compaero de juventud; y la izquierda a los dos cuados.

Comienzan a ser recortados por Freud, los representantes psquicos encadenados en la trama de la dialctica subjetiva.

Stehen: Estar en pie

Gehen: Caminar.

Aufstehen: Se levanto.

Hinaufgehen: dirigi sus pasos.

Alleinstehen: Soledad, que remite a su desvalimiento, la sensacin de no avanzar un paso.

Stillstehen: Se qued parada.

El caso revela como mediante una simbolizacin (symbolisierung) as, pueden generarse sntomas somticos de la histeria.

Tenemos el efecto de significacin, la trama de sentido, y un termino destacado que anuda al conjunto de todos los otros: Alleinstehen.

Recordemos aqu tanto el dolor de las piernas, como la expresin de placer, que la llevaba a proferir unos chillidos cuando se la pellizcaba.

La soledad, el desvalimiento como no avanzar un paso en su metaforizacion conversiva, sita tanto una trama deseante como un modo de satisfaccin en su articulacin misma. Se satisface, con una satisfaccin paradjica (porta tambin dolor) en las modalidades repetitivas de la partcula Stehen, que es lo invariante.

Tengamos presente que en este caso, aparecer por primera vez el concepto de resistencia.

Se trata de la introduccin anticipada del inconsciente dinmico y del efecto retardado (Nachtraglich).

A su vez se presenta el fundamento de la irrupcin en la conciencia de un deseo en contradiccin con el ser moral, deseo que debe ser reprimido.

Pero observamos la paradoja de ese ser moral, que se presenta en el incremento cruel de los dolores cuando se le es comunicado el deseo respecto a su cuado.

Antecedente pattico de la reaccin teraputica negativa. Freud establece el ncleo del cuadro clnico: Ella reprimi la representacin ertica de su conciencia y transmud su magnitud de afecto a una sensacin de dolor somtico.

Pero aqu se agota todo?

Por que justamente los dolores en las piernas tomaran sobre si la subrogacin del dolor anmico?

A que viene esa pregunta en Freud al final del desarrollo del caso, cuando ya justifico suficientemente el poder de la simbolizacin en la conversin histrica?

La modalizacin del stehen da cuenta de toda la trama.

Habla de una base orgnica, dolor originariamente reumtico pas a ser en la enferma el smbolo mnmico de sus excitaciones psquicas dolientes.

Pero ms all de lo que llama orgnico y del poder de la palabra al que tambin lo ilustra con Cacilie y con Rosalia H, nos habla de que una de sus piernas doloridas (base orgnica) entraba en contacto con la pierna hinchada del padre a raz del cambio de vendaje.

Acontecimiento que creo una zona histerogena artificial, sobre la que se monto la trama de la representacin ertica reprimida. Vemos destacarse el lugar prevalente del padre impotente en la histeria, a la cual esta le consagra el sacrificio de su vida. Su deseo para sostenerlo y sus condiciones de satisfaccin articuladas a la privacin.

Pero trama que incluyo, anud el efecto de ese acontecimiento, trama que fue un tratamiento de esa satisfaccin contingente. Opaca ms all del smbolo.

Satisfaccin opaca, que se revela en el dolor cruel de la comunicacin del deseo reprimido, en la medida en que cae esa significacin.

No todo smbolo en la satisfaccin.

Un smbolo se repite, un smbolo comanda una red que procura satisfaccin, pero algo excede al smbolo en poder dar cuenta de lo que no anda (parafraseando a Elisabeth), o mejor dicho, de lo que solo anda de ese modo. Ya que no hay enlace verdadero, hay fijacin y falso enlace.

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