La Delincuencia Juvenil Como Problema Social

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LA DELINCUENCIA JUVENIL EN EL PERU Y EL MUNDO INTRODUCCION: La juventud es una construcción social y los jóvenes siempre han existido, “per seculo secolorum”, está en todas las culturas y en todas las realidades sociales. La condición de joven, podemos considerar algunas de sus características dominantes, producto de una gran medida de los contextos sociales en los que se producen (1). Sin olvidar, en ningún momento su diversidad, debemos destacar algunas de sus grandes características. Hoy en día existen jóvenes de 25 años que parecen ancianos y adultos mayores de 65 años de edad que demuestran una gran vitalidad y desenvolvimiento que muchos jóvenes quisieran tener, como afirmaban los antiguos filósofos griegos: la juventud está en el alma del ser humano. LOS JÓVENES DEL TERCER MILENIO: En las sociedades con grandes cambios profundos, lo primero que debemos destacar, es que parte de las características de ser joven hoy (actitudes, comportamientos, identidades, etcétera) son muy diferentes a la de los décadas de los 70, 80 y 90. Estos cambios incluso han hecho que las diferentes teorías sobre la juventud hayan sufrido cambios y confrontaciones. Para algunos científicos sociales y estudiosos de la temática se habían puesto ante un excesivo énfasis de la consideración de la juventud como un periodo de transición, como un recorrido hacia la vida adulta. ANTECEDENTES HISTÓRICOS:

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LA DELINCUENCIA JUVENIL EN EL PERU Y EL MUNDO

INTRODUCCION:

La juventud es una construcción social y los jóvenes siempre han existido, “per seculo secolorum”, está en todas las culturas y en todas las realidades sociales. La condición de joven, podemos considerar algunas de sus características dominantes, producto de una gran medida de los contextos sociales en los que se producen (1). Sin olvidar, en ningún momento su diversidad, debemos destacar algunas de sus grandes características.

Hoy en día existen jóvenes de 25 años que parecen ancianos y adultos mayores de 65 años de edad que demuestran una gran vitalidad y desenvolvimiento que muchos jóvenes quisieran tener, como afirmaban los antiguos filósofos griegos: la juventud está en el alma del ser humano.

LOS JÓVENES DEL TERCER MILENIO:

En las sociedades con grandes cambios profundos, lo primero que debemos destacar, es que parte de las características de ser joven hoy (actitudes, comportamientos, identidades, etcétera) son muy diferentes a la de los décadas de los 70, 80 y 90. Estos cambios incluso han hecho que las diferentes teorías sobre la juventud hayan sufrido cambios y confrontaciones.

Para algunos científicos sociales y estudiosos de la temática se habían puesto ante un excesivo énfasis de la consideración de la juventud como un periodo de transición, como un recorrido hacia la vida adulta.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS:

La juventud criminal constituye una problemática social y holística en el mundo actual, no sólo porque se trata de un problema álgido en las sociedades contemporáneas, sino que, estuvo presente a lo largo de la historia de la humanidad, hasta nuestros tiempos. A través de la historia reciente, han aparecido o surgido diversos grupos o movimientos juveniles, originados por distintas causas o procesos, los que tomaron modalidades de expresión particulares, algunos con libertinaje o violencia, estrechamente relacionados con las necesidades, circunstancias especiales y conductas desviadas del contexto cultural donde se han desarrollado.

Como afirmara Sócrates (470 a 399 A.C.) :<<Los jóvenes de hoy son unos tiranos. Controlan a sus padres, devoran sus comidas y le faltan el respeto a sus maestros>>

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Los problemas con relación a la conducta de los jóvenes se remontan a través de la historia de la propia humanidad, a la época de los antiguos egipcios y hebreos, quienes etiquetaron a los adolescentes como aquéllos que juegan con las reglas y regulaciones de la sociedad. Alrededor de los años 600 A.C., Babilonia se enfrentó a un problema similar ya que los adolescentes de esa época empezaron a rebelarse contra aquellos que estaban a su cargo, manifestando su rebeldía (propia de su juventud) y sus inconformidades a través de la destrucción de algunos templos (2). Los griegos tenían también problemas con sus jóvenes. Para los ciudadanos griegos mayores, poner sus esperanzas en algún joven era demasiado comprometedor, cuyos resultados resultaban impredecibles. Cuatrocientos años más tarde, Aristóteles a través de su experiencia académica pudo darse cuenta que los adolescentes eran temperamentales, apasionados, y tendían a ser conducidos por sus propios impulsos; además: los calificó como inestables, inconsistentes y exagerados (3).

En Europa en pleno siglo XVI, el año 1538, se empezó a discutir el comportamiento díscolo de la juventud frente a la Ley, la religión católica, los padres y profesores tenían poco control sobre los menores infractores. En el siglo XVII, se presentaron hechos antisociales en relación con grupos de jóvenes. Estos se peleaban entre ellos, amenazaban e insultaban a quienes se interponían en sus caminos, a tal grado que las calles se volvieron cuasi inseguras (4).

En cuanto al avance de la criminalidad relacionado con la escuela, hasta el año de 1950 aproximadamente era criminógenamente escaso o muy relativo, tanto en Europa como en América, es decir, eran muy pocos los delitos o faltas que se cometieron en las escuelas estatales. Las conductas criminales consistían en <riñas comunes propia de la edad> o robos de poca monta. Sin embargo, en los años de 1960, se inicia una época de violencia incontrolable que se degenera a finales de la década, principalmente, por la formación de los grupos juveniles violentos o pandillas. A inicios de los maños setenta (1970) se caracterizan por esa violencia criminal y el nuevo ingrediente, el uso de drogas. Esta violencia desborda todos los análisis políticos y pronósticos realizados por los expertos y, las sociedades se acostumbran a convivir con esta violencia explosiva, como si fuera una cosa natural y la criminalidad se convierte en el pan de cada día.

El crimen cotidiano en las escuelas hasta los años 1950, eran cosa de muy poca importancia o eran casos aislados, tanto en América como Europa, es decir, eran muy escasos los delitos y faltas, cometidas en la sociedad. Por eso las llamadas conductas anti-sociales eran pequeñas riñas entre jóvenes estudiantes. Empero, iniciados los años 1960, se inicia una época de violencia que se acrecienta a las finales de la década y los inicios de los años 1970, con la formación de pandillas y el uso de las drogas. Los estudiosos, violentologos y analistas políticos advierten que partir de 1968, cuando las escuelas (principalmente las preparatorias) se convierten en lugares muy inseguros. Y, este problema no sólo se presenta en Europa, también en América, especialmente en USA donde se tuvo que formar una Sub-comisión del Senado para investigar la criminalidad escolar, el informe preliminar, publicado el año 1975, reveló que 100 estudiantes habían sido asesinados el año 1973 y calcularon en 70,000 agresiones

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físicas a profesores cada año. Cifras que causaron estupor en la sociedad estadounidense, sin pensar en las muertes en serie de jóvenes escolares, que hoy en día tienen por la facilidad del uso de armas de fuego; de la cual es participe la nefasta Asociación del Rifle.

Un estudio recientemente realizado en USA, sobre 4,000 escuelas primarias y secundarias, se ha descubierto la trascendencia y seriedad de la problemática criminógena. El riesgo de resultar agredido para los menores entre 13 y 18 años es mayor en las escuelas que en cualquier lugar del Bronx. El 8% de las escuelas reportó problemas serios de violencia y vandalismo, son más graves en las escuelas secundarias que las primarias. En un solo mes, a 2,400 estudiantes les fueron sustraídas sus pertenencias, 282 resultaron lesionados y 112,00o resultaron asaltados (con violencia). En cuanto a los profesores no les fue nada bien; en un mes el 12% de ellos fueron robados, 5,200 atacados físicamente, de los cuales 1,050 requirieron tratamiento médico y 6,000 sufrieron un asalto por parte de .los alumnos.

Estos actos vandálicos antes mencionados no han podido ser calculados con precisión pero se estiman los daños en 200 millones de dólares en USA. En tanto, las escuelas son robadas cinco veces más que los establecimientos comerciales, con la peculiaridad que no es muy común que se hagan las denuncias. Similar problema han tenido que enfrentar los países europeos, aunque en menor proporción.

Los movimientos pandilleros juveniles más conocidos en Estado Unidos-USA- y América Latina, se consideran los siguientes: “Los maras” en el Salvador, Guatemala y Nicaragua, “Los gangs” en USA y Belice, “La Barras” en Costa Rica, “Las colleras” en el Perú (700 organizaciones aproximadamente)”Las ganzas en Brasil y “Los gazmines” en Colombia.

Desde finales de la década de los años ochenta en la República del Salvador, el fenómeno de organización y socialización de la juventud de los estratos de bajos ingresos adoptó la forma de pandillas, denominadas: “Los Maras”, de las que surgen grupos conocidos y con rivalidades bien conocidas con los “Los Maras Salvatruchas” (conocidas como MSx13) y los “Maras dieciocho” (M18), entre los más notables. Grupo de personas que por su infelicidad por la alta zona de densidad poblacional, la mala dotación de servicios básicos y los bajos niveles de ingresos en los hogares por la deficiente educación habida.

Las estudiosas sobre esta problemática Marcela Smutt y Jenny Lissette Miranda el año 1988, afirmaron: Que, las primeras noticias mínimamente documentadas sobre “Los Maras” estudiantiles que puedan considerarse sus antecedentes aparecieron en 1959. En ese entonces estaban compuestos por alumnos de colegios en los que se forjaban las actuales élites de dirección empresarial y política como el externado “San José”, Liceo salvadoreño y Colegio Gracia Flamenco. Los estudiantes de dichos centros siempre se

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provocaban y enfrentaban en la calle a causa de los resultados de los partidos de basquetbol en los que participaban. Sus rivalidades no pasaban de simples encuentro callejeros, sin consecuencias relevantes.

En términos generales, siempre existieron grupos juveniles de amigos o vecinos que se reunían al final de los pasajes de las colonias o barrios, en las gradas de las casas o en predios aledaños a sus domicilios a jugar.

Estas pandillas juveniles son unos hechos sociales preexistentes al proceso de transición política iniciado con la firmas del Acuerdo de Paz de 1992, con la intervención de las Naciones Unidas. La década de los noventa (1990) perfiló a Los Maras como el más importante y complejo fenómeno cultural generacional que haya tenido esa nación centroamericana, El Salvador.

Según el estudioso centroamericano Carlos G. Ramos (1997), el elevado número de jóvenes involucrados en esta forma organizacional juvenil y delincuencial, así como su presencia se ha extendido en todo el territorio nacional y centroamericano habiendo llegado a México y Estado Unidos, ha hecho de este fenómeno una de las formas mayor violencia delictual, que es compartida por la mayoría de salvadoreños. Una gran proporción de salvadoreños percibe el fenómeno de las pandillas juveniles como sinónimo de delincuencia juvenil, se estigmatiza a las y los jóvenes pandilleros como delincuentes y a sus familiares como los principales causantes de la delincuencia por diversos factores. Probablemente estas pandillas les ofrecen a los adolescentes de ser parte de es grupo humano, de sentirse incorporado a un grupo social-familiar donde comparten valores representaciones y lenguajes.

Las pandillas juveniles enmarcadas dentro del contexto de la delincuencia juvenil debido a sus características propias, se ha manifestado a lo largo de la historia como un fenómeno de violencia social-urbana, muestra de ello es la gran expansión ocurrida en los últimos 25 años, no sólo en El Salvador, sino a nivel continente americano. No por gusto esta nación ocupa uno de los primeros lugares en el mundo de mayor violencia a nivel continental.

PANDILLAS Y BARRAS BRAVAS

En nuestro país el fenómeno del pandillaje se inició hace más veinte años a raíz de los problemas familiares desatados por la falta de comunicación entre padres e hijos, primero porque ambos padres tienen que trabajar para el sostén de los hogares, se descuida la crianza de los hijos y esto demostrando una rebeldía insana, propia de su edad juvenil, muchas veces se enfrentan a los padres, lo problemas económicos de los hogares los lleva a estos jóvenes a enfrentar muchas veces a los padres con el clásico: “Ya pe viejo, tú

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también has sido joven” y “ Brother, yo no te pedí venir al mundo, por tanto tienes que mantenerme”, entre otras expresiones, hasta groseras. Al quebrarse esta línea de respeto el joven se retira del hogar y busca a su familia entre las pandillas del barrio o del colegio. Los integrantes de las pandillas presentan diversos problemas en su salud y, a su vez causan diversos problemas en nuestra sociedad (guerra entre pandillas con muertes consecuentes). A decir de Villegas Alarcón Francisco, 1990, pgs. 19 y 20; en su artículo “Principales Consecuencias del Pandillajes” publicado en la página web de la Pontifica Universidad Católica del Perú-PUCP-en el año 2006.

Los pandilleros pueden llegar a formar las tan temibles “Barras bravas”, los cuales son aficionados a la pasión del fútbol, que mueve masas, son aficionados a algún equipo de fútbol, pudiendo ser simpatizante del Alianza Lima, Universitario de Deportes, Sporting Cristal, Sport Boys, etcétera, en cuyos encuentros deportivos se ven endiosados por la violencia, sin motivo o causa real, y los integrantes de las organizaciones perniciosas se ven envueltos en este trafago de la violencia y trasgreden el ordenamiento jurídico-penal, destrozan bienes públicos, obstaculizan la vía pública y llegan hasta a asaltar los inocentes transeúntes, llegando a alterar el orden interno.

El pandillaje pernicioso que se desarrolla en el país, es porque existen organizaciones de pandillas definidas con cabecillas, “líderes” o jefes y, barras bravas que lesionan el bien jurídico protegido y, hay enfrentamientos entre pandillas los fines de semana, con ocasión de fiestas chichas, en polladas (en diferentes locales comerciales situados en la carretera central y otros centros de diversión de Lima y Callao). Antes y después de los partidos de fútbol profesional que se protagonizan en el estadio Monumental del club Universitario de Deportes, ubicado en la parte terminal de la prolongación Javier Prado, entre los límites de la Urb. Mayorazgo-La Molina-, en el estadio del Alianza Lima ubicado en Matute-La Victoria, terminan en destrozos de los bienes particulares y agresiones a inocentes transeúntes. De esta manera infringen la Ley Penal o el Código del Niño y Adolescente y dada su minoría de edad son sujetos inimputables o sea hacen lo que les da la gana sin respetar norma alguna.

La “barras bravas” en nuestro país se han convertido en un grave problema social, muchos jóvenes confunden lo que es el deporte con actos de salvajismo, cuando el verdadero hincha asiste a los encuentros futbolísticos para gozar de buen espectáculo y alentar a su equipo predilecto. Sin embargo los verdaderos hinchas ya no pueden asistir a los estadios para no ser víctimas de agresión de los del equipo contrario.

.El delito de pandillaje pernicioso en nuestro ordenamiento penal es definido de la manera siguiente: “ El que participa en pandillas perniciosas, instiga, induce a menores de edad a participar en ellas, para cometer infracciones previstas en el Capítulo IV del Título II del

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Libro IV del Código de los Niños y Adolescentes en el Parú, así como para agredir a otras personas.

Lesionar la integridad física o atentar contra la vida de las personas, dañar bienes públicos o privados, obstaculizar vías de comunicación u ocasionar cualquier tipo de desmanes que alteren el orden interno, será reprimido con pena privativa de la libertad no menor de diez años ni mayor de veinte años.

El pandillaje ha incrementado la definición según el art. 148-A-Instigación o participación en pandillaje pernicioso- del Código Penal, modificado por el Decreto Legislativo N°982 de 22 de Julio del 2007-Código de los Niños y Adolescentes, referente al pandillaje pernicioso, cuando hay intervención de adolescentes; como se puede ver el presente tipo penal sanciona drásticamente el delito de pandillaje pernicioso, empero en los últimos años la realidad es adversa, los casos de pandillaje se han incrementado.

La sociedad muestra toda su crudeza frente al joven pandillero: la pobreza, precariedad y muchas veces la desintegración de la familia le generan una socialización de sufrimiento, soledad, violencia y aislamiento. La situación de pobreza generalizada del país repercute en las familias como detonante para los comportamientos violentos, por la incapacidad para satisfacer necesidades, servicios y oportunidades de trabajo. La pobreza extrema es causante de tensión permanente, las familias no pueden cubrir ni siquiera sus necesidades de alimentación básica y la pobreza crítica no permite que las familias puedan acceder a todos los consumos básicos creando frustración y angustia en los seres (Gonzáles de Olarte y Gonzales. 1988:11).

FACTORES DE ORIGEN DE LA CRIMINALIDAD JUVENIL

La conducta criminal de los jóvenes es multicausal, no se le puede adjudicar a un solo factor influyente, sino se trata de una serie de factores que se interrelacionan entre sí, podemos clasificarlos en dos grandes tipo los sociales donde se encuentra la familia y la escuela y el económico-político.

FACTORES SOCIALES DE LA DELINCUENCIA JUVENIL

Son aquellos que emplazan directamente al joven dinámicamente con el exterior, integrando al marco social dentro del cual desenvuelve su vida.

Los tratadistas de éste fenómeno social destacan su gravitación en la caracterología antisocial, en razón de la continua relación existente entre el ser humanos y su ambiente, dentro de los cuales podemos citar los siguientes: Crisis en las instituciones sociales formadores de la personalidad del joven como son La familia y la Escuela.

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A.- LA FAMILIA: Es éste el primer grupo al pertenece el joven, se ha dicho que es la base fundamental de toda sociedad, porque las sociedades están integradas primariamente; antes que por los individuos. Esto quiere decir que un individuo pertenece primeramente a una familia y después a la sociedad. Desde este punto de vista la familia juega un papel de primer orden en la integración y adquisición de valores, asimismo en la adaptación del individuo a la sociedad; y esto lo cumple a cabalidad, cuando está perfectamente integrada, sentirse querido, protegido y pleno de sentido de pertenencia a su grupo familiar.

La integración del joven en el orden social depende en gran medida de los ejemplos e influencias recibidas en el hogar. Las primeras impresiones recibidas por su niñez dejan huellas muy intensas en su personalidad del niño. La experiencia ha demostrado que la ausencia de algunos de los padres influye de maneras determinantes en la evolución del infante La familia es el espacio social básico de adultos y niños, que permiten que cada individuo, al, así como peleas continuas generan tensiones y desordenes dentro del seno familiar, verbigracia el alcoholismo y la ausencia de uno de los padres en la vigilancia de la vida menor, puede ser catastrófico para el futuro del menor.

Por la estructura y relevancia en el estudio de los orígenes de la delincuencia juvenil, podemos dividir en familias integradas y desintegradas, cuya explicación estaría demás. La familia cumplo cinco funciones a saber: educativa, afectiva, socializadora, material y hasta religiosa.

B.- LA ESCUELA: Este estamento es fundamental para la formación de la personalidad del niño y adolescente, por su función de brindar las condiciones para la formación intelectual, social y vocacional de los niños y adolescentes; es también un medio importante para la inserción del joven en la vida adulta a través de la profesionalización educativa.

Sin embargo, por la vida escolar de los jóvenes, la escuela impulsa la aparición de grupo, porque es allí donde los alumnos se asocian para el juego, que los vigoriza y estimula a la actividad en común.

No podemos dejar de mencionar que es también allí donde los jóvenes son agredidos, algunas veces, a través del nefasto “bullying”, que ha existido en todas las épocas, peor ahora con mucha actividad excluyente y delictual.

MENORES INFRACTORES O DELINCUENTES

Hemos querido llamar la atención de los lectores y estudiosos de la materia, denominándolos delincuentes, porque corporativamente somos renuentes a la manera

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como que nuestra legislación trata a los menores que comente infracciones antisociales o delitos, tan feroces como los crímenes por encargo que cometen los sicarios, hemos tenido últimamente en todos los medios de comunicación tratando el crimen, así como la fuga, cometido por el alias “Gringasho” y el joven que recientemente asesinó a sangre fría al Vicepresidente de la Región Amazonas, Dr. Wong, un ciudadano totalmente productivo. Hasta nuestro Presidente de la República se permitió llamarlo “miserable” “Hay que ponerle cadena perpetua”, a ese menor de 17 años de edad, sin conocer su pasado; y, resulta que, es el estado el gran culpable. El humilde ciudadano de a pie se pregunta, la vida en nuestro país vale tan poco, pueden ser dos o tres mil nuevos soles, para apagar vida de gente honesta y productiva, estos jóvenes sicarios hacen que sean internados en el centro de reclusión conocido como “maranguita”, que resulta ser una coladera con hueco al centro. Desde esta tribuna solicitamos una reforma estructural en la justicia juvenil de nuestro país.

Sin pretender ser controversial apelamos a las legislaciones de naciones más desarrolladas que la nuestra, donde existen muchas naciones nórdicas, europeas y norteamericanas que si llaman a los menores que cometen crimines, delincuentes juveniles y, los juzgan como adultas, algunas veces.

¿Dónde queda hoy la llamada justicia restaurativa? O cualquier otro tipo de justicia aunque sea la Ley de Talión, si nos ponemos en el caso de familiares de las víctimas o la justicia es sólo para los que delinquen, porque a éstos el estado si les pone abogado defensor de oficio y no pueden declarar sino está su abogado defensor, para cumplir con el famoso debido proceso.

No pretendemos convertirnos en abogados del diablo y, vamos a exponer sobre la Convención sobre los Derechos del Niño y Adolescentes, decretada por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el 20 de Noviembre de 1989, en su art- 1° se definió con la siguiente fórmula “para los efectos de la presente Convención se entiende por niño a todo ser humano menor de 18 años de edad, salvo en virtud de la Ley que le sea aplicable haya alcanzado la mayoría de edad” (4)

Sabemos que existen diez centros juveniles de rehabilitación, dos en Lima y ocho en el interior del país cuya tutela del niño está a cargo del INABIF y la responsabilidad gerencial a cargo del Poder Judicial, empero hasta la fecha no se han realizado la transferencia de funciones, cada organismo marcha por su lado, como decimos los abogados corren por cuerda separada, creemos firmemente que las instituciones deben de coordinar para obtener mejores resultados.

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C O N C L U S I O N E S

1.- Nuestra justicia juvenil o de menores resulta ser reaccionaria, ante los hechos y el clamor de la ciudadanía, sólo hay que aumentar la pena, sin pretender aplicar medidas socio-educativas. Los centros de detenciones juveniles no cuentan con los profesionales idóneos, para poder atender estos casos de menores de conductas desviadas.

2.- El Código del Niño y adolescente señala un conjunto de medidas socio-educativas, que comprenden desde la amonestación hasta el internamiento del infractor en un centro de detención juvenil. La aplicación de esta medida sólo puede ser decidida por el Juez del Niño y Adolescente, considerando la gravedad de la infracción y las condiciones personales, familiares y sociales del niño.

3.- Nuestro ordenamiento jurídico asumió el modelo de la “Doctrina de Protección Integral”, enfoque que parte del reconocimiento del menor de edad, tener una responsabilidad penal especial o restringida, para lo cual se ha de aplicar un proceso judicial en donde cuente con derecho y garantías de la ley penal.

4.- Se advierte una falta de capacitación y descoordinación entre las entidades y organismos de la administración de justicia de menores, así como las condiciones precarias de los centros de detención juveniles; y, el escaso desarrollo de las medidas no privativas de la libertad, falta de personal idóneo para poder recuperar a los menores que han torcido su ruta de vida.

5.- Si la justicia ordinario o de los adultos no puede solucionar su propio problema, por qué no se separa de la justicia ordinaria, en Cortes Juveniles independientes de nuestra paquidérmica justicia común; esta es una propuesta que corporativamente de los expertos del Instituto Peruano de Criminalística y Pericias, organización civil y autónoma, proponemos, para un mejor tratamiento a los menores y en resguardo de la sociedad productiva.

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Dr. César Augusto Benavides Cavero

Director del Instituto Peruano de Criminalística y Pericias, Ex Presidente de la Comisión Consultiva del CAL, docente universitario de nivel post-grado en la UNMSM, Villareal. Academia de la Magistratura, escuela de la PNP y en el Ministerio Público

Adenda:

(1) Notas Jurídicas de Julio 2003 de Jesús Morant Vidal

(2 ) Monografía de los alumnos del post grado de derecho de la UNMSM año 2012

(3) Angenet y de Man opcit. De Kranz y Vercruysse, 1959

(4) Trabajo monográfico de los alumnos del posta grado de Derecho de la Universidad nacional Mayor de San Marcos promoción 2012. Convención sobre “Los derechos del Niños y Adolescentes”.