La Huella de Camisea - ser.org.pe · CAMISEA, el mayor yacimiento de gas del país y uno de los...

La huella deCAMISEA

Reportaje sobre los impactos sociales yambientales del ducto de Camisea en Ayacucho

La huella deCAMISEA

Asociación Servicios EducativosRurales - SER

Textos:Rosa Montalvo Reinoso

Edición:Madeleine PerusseÁngela Acevedo Huertas

Diseño y diagramación:Renzo EspinelLuis de la Lama

Fotografías:Rosa Montalvo ReinosoYaima Bacallao FrimanTycho JanampaArchivo: Comisión de NegociaciónCamisea de la comunidad de Vinchos

Impresión:Forma e Imagen

Hecho el Depósito Legalen la Biblioteca Nacional del PerúN.° 2011-12339

Lima, septiembre de 2011

Contenido

PRESENTACIÓN ........................................................................... 3

CAMISEA, EL SUEÑO PERUANO ................................................. 4

ANTECEDENTES DEL PROYECTO .................................................. 8

Quienes conforman Camisea ............................................. 10Promesas y olvidos ............................................................ 10

EL ENCUENTRO DE DOS MUNDOS Y DOS RUMBOS .................. 13

Negociaciones, un sinuoso camino .................................... 14Expectativas y desencuentros ............................................ 18

LAS HUELLAS EN EL CAMINO ................................................... 23

Las negociaciones entre privados ....................................... 24Conflictos sociales. Camisea sí, como sea no ...................... 26Los «techincitos» ............................................................... 30Los impactos ambientales .................................................. 32Los derrames .................................................................... 34

BENEFICIOS, PROPUESTAS, LOGROS Y ACUERDOS .................. 37Notas finales ..................................................................... 41

La huella de CAMISEA 3

Presentación

La generación de energía es un tema clave en nuestro país desde que hace 30 añosla empresa Shell descubriera los yacimientos de gas en Camisea. A partir de entonceseste tema se puso en el centro de la agenda pública, en un debate cuyo eje girabaen torno a quiénes se debían beneficiar con este recurso, lo que al final llevó a queel proyecto se postergara por muchos años, ante la falta de acuerdo y consenso.

Pasados los años de la violencia política y la crisis económica, este importante proyectovolvió a la agenda. Eran otros tiempos y al debate sobre el uso y los beneficios delgas, se sumó una preocupación y demandas por el impacto que una explotación degran magnitud traería para las comunidades nativas y los pueblos indígenas quepueblan las zonas del yacimiento, ubicado en la provincia de La Convención, enCusco.

Sin embargo, hubo un tema que estuvo permanentemente ausente de la agenda yque ahora la Asociación SER hace de conocimiento público, a través del informe «LaHuella de Camisea», elaborado por Rosa Montalvo Reinoso. Nos referimos a losimpactos sociales y ambientales producidos por la construcción de los ductos quetransportan el gas desde la selva hacia la costa, y que atraviesan pueblos ycomunidades campesinas de la sierra ayacuchana, transformando no sólo el territorio,sino la vida cotidiana de sus pobladores y pobladoras.

«La huella de Camisea» recoge por primera vez las voces de hombres y mujeres,dirigentes y autoridades de Vinchos, Chiquintirca, Anchihuay y Toccate en Ayacucho.Estas personas nos cuentan sus experiencias, temores, preocupaciones y angustiasfrente a la presencia de los trabajadores, funcionarios y negociadores de las empresasPerú LNG, Techint y TGP, que como otras, actúan con alto grado de discrecionalidadante la precariedad del Estado existente en la zona y la ausencia del gobierno nacional,cuyo único interés ha sido que el gas llegue a la costa.

En un contexto en el cual el nuevo gobierno en nuestro país ha puesto como primeraprioridad la inclusión social basada en la redistribución y el incremento de la rentaque generan al país grandes proyectos como Camisea, y ante la perspectiva denuevos proyectos de este tipo, nos parece fundamental recordar que muchos deéstos son ejecutados sin tomar en cuenta las voces de las personas afectadas.

Por ello esperamos que las lecciones de «La Huella de Camisea» sean tomadas enconsideración, tanto por las empresas como por los diferentes sectores del gobiernonacional, para evitar repetir los errores del pasado.

Asociación SER

La huella de CAMISEA4

CAMISEAel sueño peruano

CAMISEA, el mayor yacimiento de gas del país y uno de los más grandes delcontinente americano, está ubicado en la provincia de La Convención en laselva cusqueña y en un serpenteante recorrido de más de 700 kilómetros llegahasta Lurín, en Lima, dejando una gran marca de 25 metros de ancho querecorre diversas zonas de los andes de Ayacucho.

Es la huella de Camisea, que da cuenta del paso de los tres ductos que estegran proyecto, maravilla de desarrollo tecnológico, va dejando a su paso. Unahuella que se viste de verde en la selva y parece perennizarse en el gris delconcreto en la zona andina. Cruzando diferentes puntos de las provincias deCangallo, Huamanga y La Mar en Ayacucho, dos de los ductos de Camiseatransportan gas natural y uno líquido de gas natural o gas licuado de petróleo(GLP).

Un cintillo verde seaprecia en medio de la

vegetación en laszonas por donde

pasan los ductos en laselva ayacuchana


Con un costo total de aproximadamente 1,650 millones de dólares, Camiseasignificaba que por fin el país tendría garantía de sostenibilidad energética, decontar con energía más barata, menos contaminante y más accesible paratodos los peruanos y las peruanas. Por fin el anhelado cambio de la matrizenergética se hacía realidad. Al empezarse la explotación en el año 2004, elentonces presidente Alejandro Toledo, respondiendo a la pregunta «¿Quiénesserán los primeros beneficiados con el uso del gas?» expresaría:

«Todos los peruanos. Si bien es cierto que diversas industrias son lasllamadas a utilizar el gas natural de Camisea, una de las primerasaplicaciones será en el sector eléctrico. También se beneficiarán lasindustrias que emplean energía de manera intensiva, abaratando suscostos de producción y reduciendo el precio de los productos que ofrezcanal mercado. Además, la difusión del uso del gas natural permitirá reducirel flujo de contaminantes, reduciendo los niveles de polución en nuestromedio. Camisea va a ser un buen instrumento para reducir la pobreza.»1

1 «Algo bueno está llegando: Camisea», Suplemento contratado, lunes 29 de marzo del 2004http://www.camisea.pluspetrol.com.pe/downloads/Suplemento%202004.pdf

Maquinarias y cientosde trabajadores fueronparte del nuevoescenario mientras seconstruían los ductos

Pasando en medio de sembríos, tierras de riego, tierras de secano y zonas deextensos pajonales y penetrando en los misterios que perviven en el interiorde los cerros, los ductos, para quienes no vieron el proceso de construccióniniciado hace 10 años, son sólo una idea, una figura en su imaginario. Lejoshan quedado ya los campamentos, las maquinarias, el ruido, los grandescamiones que en filas cruzaban los caminos con su pesadas cargas,adelantados por una camioneta 4X4 que anunciaba su paso, y los hombresvestidos de naranja colocando los ductos, arreglando los caminos.


En momentos en que se anuncia la construcción de nuevos ductos en el país,hemos realizado un recorrido por Ayacucho, para conocer lo que vivió lapoblación cuando se construyeron éstos, su experiencia y lo que piensa yespera de parte de las empresas y del Estado.

Una primera impresión que una tiene cuando recorre estos caminos es el dolor,el abandono y la desesperanza que, pese al paso del tiempo, aún persisten enla población y que se resumen en lo que María Auqui, de la comunidad deToccate en Anco, La Mar, testimonia:

«Aquí esos terroristas han hecho morir a muchas personas. Todas esascosas han pasado a nuestros hermanos vecinos, han matado nuestrosanimales, gallinas se llevaban y así pues muchos niños han crecido sinpadres, sin madre, sin familia, todos esos niños han sido abandonados en

esta vida de pobreza. Así puesha pasado en este pueblo. Hastaahora no sabemos de algunosfamiliares que desaparecieron,hasta la fecha no sabemos siestán vivos o están muertos.Como ve, todo nuestro puebloestá abandonado, ya no haymuchas persona también.»

A lo largo del recorrido de losductos en Ayacucho, encontramosun sinnúmero de pueblos, todos

San Luis de Picha enVinchos, uno de lostantos pueblos que

aún esperan losbeneficios de Camisea

María Auqui, pobladorade Toccate, mira contristeza su terreno en

donde se asentó uncampamento, mientras

cuenta que ya no puedeproducir nada en él


llenos de historia y tradiciones, tierra de hombres y mujeres quechuas que hanmantenido con firmeza y dignidad sus costumbres, sus formas de vida, susdeseos de vivir, pese a la violencia y la guerra, que también han dejadoprofundas huellas en la población de estos territorios.

Después de tantos años de vivir con miedo y desesperanza, se entiende porqué la promesa del presidente Alejandro Toledo generó que la poblaciónayacuchana empezara a soñar también con las nuevas posibilidades que lesabría Camisea para mejorar sus condiciones de vida y de que, al igual queLima, pudieran contar con gas en sus comunidades, en sus casas, en susnegocios, en sus carros. Transportadora de Gas del Perú (TGP) se comprometiótambién en una audiencia pública a garantizar la provisión de gas a la ciudadde Ayacucho, colocando una válvula y una tubería que hiciera esto posible.2

Como podemos ver, Camisea abría para la población ayacuchana ampliasposibilidades de progreso y desarrollo, como se había anunciado. Esto paramuchos de los hombres y mujeres que sobrevivieron al terror de la violenciaconstituía una real posibilidad de iniciar una nueva vida, un nuevo camino. Asíse pensaba, así se soñaba y no era para menos.

2 Documento de Modificación del Estudio de Impacto Ambiental del Proyecto Sistema de Transportede Gas Natural y Transporte de los líquidos de Gas Camisea-Lima, Variante Alto Andina. Aprobadopor la resolución directoral Nº 167-2003-EM-DGAA del 31 de marzo del 2003.http://intranet2.minem.gob.pe/Web/archivos/camisea/estudios/tgpayacucho/TGPAltoandina_%20Ayacucho.pdf

Camisea atraviesaun sinnúmero depueblos, tierra demujeres y hombresquechuas quemantienen susformas de vida


ANTECEDENTESdel proyecto

• En 1981, el Estado peruano suscribió con la petrolera Shell un contrato deexploración petrolífera en la cuenca del río Ucayali, entregando en concesióndos millones de hectáreas.

• Entre 1983 y 1987, y luego de explorar cinco pozos de petróleo y construirtres mil kilómetros de líneas sísmicas, se descubrió que habría yacimientosde gas en la zona. A éstos se les llamó Camisea, que comprende el Lote 88y el lote 56.

• En 1988 se firmó el Acuerdo de Bases para la Explotación de Camiseaentre Shell y PetroPerú. Sin embargo, a pesar de las negociaciones parafirmar el contrato, no se llegó a ningún acuerdo.

• En 1994, se firmó un nuevo Convenio para la Evaluación y el Desarrollo delos yacimientos de Camisea entre la misma Shell y PetroPerú.

• En 1996, y luego de haberse presentado el Estudio de Factibilidad, sesuscribió el contrato para la Explotación de los yacimientos de Camiseaentre Shell/Mobil y PetroPerú.

• En 1998, Shell/Mobil señaló que no seguiría con el contrato, pues laexplotación no le resultaría rentable en la medida en que la legislaciónvigente establecía que primero se garantizaría el abastecimiento interno,por lo que no podría exportar el gas, lo que necesitaba para lograr larentabilidad. Tampoco la empresa podría encargarse de todas las fasesdel proceso, es decir de la producción, transporte y distribución.

• Shell se retiró del proyecto pese a haber invertido en él más de $500 millones.

• En 1999, se llevó a cabo un proceso de promoción para desarrollar elproyecto Camisea. El proceso fue liderado por la Comisión de Promociónde la Inversión Privada (COPRI), que propuso dos componentes de negocios,uno referido a la explotación (upstream) y el otro al transporte y ladistribución (downstream).


• En el 2000, se firmó el contrato de Licencia de Explotación para el Lote 88(Echarate, La Convención, Cusco) con la empresa PlusPetrol PerúCorporation S.A de Argentina.

• En abril del 2002, fue aprobado por la Dirección General de AsuntosAmbientales del Ministerio de Energía y Minas el Estudio de ImpactoAmbiental del Proyecto de Desarrollo del Yacimiento de Gas de Camisea -Lote 88.

• En el 2004, se firmó el contrato para la explotación del Lote 56 (adyacenteal Lote 88), dedicado exclusivamente a la exportación. En éste seencuentran los yacimientos de Pagoreni y Mipaya.

• En agosto del 2004, se inició por fin la explotación de los yacimientos. Veinteaños después de descubierto y, luego de un sinfín de idas y vueltas, enpleno gobierno de Alejandro Toledo, y teniendo como ministro de economíaa Pedro Pablo Kucsynski, se firmaron con bombos y platillos los contratosque darían inicio a la explotación.


QUIENES CONFORMAN CAMISEA

El Consorcio Camisea está integrado por varias empresas, que tienen diferentesporcentajes de participación y diferentes tareas.

Fuente: Gamboa, Cueto, Dávila (2008): Análisis de los contratos del Gas de Camisea: Leccionesaprendidas sobre cómo negociar con nuestros recursos naturales (Lotes 88 y 56)

Participación de las empresas en el Lote 88

Empresas

Pluspetrol Perú Corporation S.A.Pluspetrol Camisea S.A.Hunt Oil Company of Perú L.L.C, Sucursal PerúSK Corporation, Sucursal PeruanaTecpetrol- Perú S.A.C.Sonatrach Perú Corporation S.A.C.Repsol Exploracion Perú, Sucursal Perú

Participación

2,2%25,0%25,2%17,6%10,0%10,0%10,0%

Participación de las empresas Lote 56

Empresas

Pluspetrol Perú Corporation S.A.Hunt Oil Company of Perú L.L.C, Sucursal PerúSK Corporation, Sucursal peruanaTecpetrol- Perú S.A.C.Sonatrach Perú Corporation S.A.C. (Argelia)Repsol Exploracion Perú, Sucursal Peru

Participación %

27,2%25,2%17,6%10%10%10%

Puede apreciarse que son las mismas empresas las que han participado en laexplotación de ambos lotes y algunas están participando también en el procesode transporte, lo que según analistas significa que tienen una posición dedominio en el mercado, en la medida en que no existe un número mayor deofertantes o demandantes que puedan influir en el precio y las condiciones delmercado.

PROMESAS Y OLVIDOS

La promesa de desarrollo y de reducción de pobreza gracias a las reservas deCamisea fue rápidamente dejada de lado. El paso más importante fue modificarla Ley Nº 27133 (Ley de Promoción del Desarrollo de la Industria del Gas


Natural) y el reglamento DS 040-EM-99. El artículo 2.1 del reglamento señalabaque: «Se considera garantizado el abastecimiento de gas natural al mercadonacional, cuando las reservas probadas del productor alcancen para abastecerla demanda futura, determinada según lo señalado en el Contrato; para unperíodo mínimo definido en el contrato, el cual no podrá ser menor a un horizontepermanente de 20 años.» Es decir que en el 2011 debería garantizarse quese contaría con gas hasta el 2031, en el 2031 hasta el 2051, y asísucesivamente. Esta cláusula fue reemplazada por otra que señalabaúnicamente que habría que «garantizar el abastecimiento al mercado nacionalde gas natural».

Otra medida que contribuyó a dejar de lado las aspiraciones del pueblo peruanode contar con el gas de Camisea para su consumo, lo constituyó unamodificación a los contratos. Al firmarse inicialmente éstos, se había definidoque el Lote 88 sería destinado única y exclusivamente al consumo interno yque el lote 56 se destinaría a la exportación. Sin embargo, al constituir esteúltimo una reserva más pequeña que lo comprometido, se modificaron loscontratos para posibilitar que se exportara también del lote 88,comprometiéndose a exportar 4 billones de pies cúbicos. Cabe mencionar queCamisea contaba en ese entonces con unas reservas probadas de 8 billonesde pies cúbicos.3

Señala el analista Humberto Campodónico que estos cambios se lograron graciasa intensos «lobbies» empresariales. Asimismo, el analista agrega que «en unade las jugadas más audaces que se recuerde, en diciembre del 2005 se promulgóel DS 050 2005-EM, que autoriza a Perupetro a modificar (renegociar) el contratodel Lote 88. En enero del 2006, se promulga el DS 006 2006-EM, que apruebaque Perupetro modifique el contrato del Lote 88, en el sentido que sólo se tengaque autorizar el abastecimiento del mercado interno por años.»4

En 2005, Repsol YPF hizo su ingreso al Consorcio Camisea. Según denunciasdel ex candidato a la presidencia de México Andrés Manuel López Obrador,para aventurarse a formar parte del Consorcio, la compañía Repsol habríaobtenido información privilegiada sobre los proyectos que tenía la ComisiónFederal de Electricidad de México, uno sobre el suministro de gas que requeríaMéxico y otro sobre la construcción de una planta regasificadora en Manzanillo.Según señaló el líder mexicano, la Repsol, luego de obtener información sobreestos proyectos, ingresó a Camisea lo cual le posibilitó en el 2006 participar enla licitación para el suministro de gas a este país.

3 1 pie cúbico es una unidad de volumen y equivale a 28.3168 litros.

4 Humberto Campodónico, «Camisea: así fue la cosa», La República, 22 de junio del 2009


El cambio de las normas para facilitar la exportación produjo en el país serioscuestionamientos, que quedan evidenciados en el pronunciamiento realizadopor el Colegio de Ingenieros el 4 de marzo del 2007, en el que dicen: «Lasinstituciones mencionadas comunicamos entonces que el gas natural no puedeni debe ser monetizado y vendido al extranjero, como se pretende, mientras nose demuestre que sus reservas atienden antes que nada la demanda de losperuanos.»5

En agosto del 2009, el gobierno peruano suscribió una adenda en que se señalaque la producción del lote 88 se destine exclusivamente para el mercado peruano,por lo que en ese período solo se exportará a México las reservas del lote 56.

En agosto del 2010, se expidió el DS 053-2010-EM que dejó sin efecto el DS 0502005-EM, que posibilitaba la venta del lote 88, aceptando el Consorcio Camiseaque la producción de ese lote sea exclusivamente para el consumo interno y nopara la exportación, lo que abrió el camino a una renegociación de los términosdel contrato. Actualmente se ha iniciado la renegociación y el presidente delConsejo de Ministros Salomón Lerner Ghitis ha declarado que se espera que enun plazo de no más de 60 días se realicen las negociaciones que recuperaran el100% del lote 88 para el mercado interno, aunque según el Ministro de energíay Minas,el consorcio Camisea sigue demostrando poca voluntad para devolverlos 2.2 trillones de pies cúbicos del Lote 88 que puso como garantía definanciamiento y que deberían destinarse al mercado interno.

5 Colegio de Ingenieros del Perú, Consejo Nacional, «Insistimos: el gas natural no puede ni debemonetizarse aceleradamente», 4 de marzo del 2007.


EL ENCUENTROde dos mundos y dos rumbos

Entre los años 2001 y 2004, fueron construidos los tres ductos por donde setransporta el gas. Dos de los ductos, construidos por la empresa Transportadorade Gas del Perú (TGP), transportan los liquidos de gas natural. El primerollega al City Gate en Lima y el segundo a «Pampa Clarita» en la provincia deCañete. El tercer ducto, construido por LNG, va desde la comunidad deChiquintirca (Ayacucho) hasta la planta Melchorita, donde se transforma y seembarca el gas para su exportación. En Ayacucho, los ductos se extiendenpor las provincias de La Mar (distritos de Luis Carranza, Chilcas y Anco),Cangallo (distrito de Paras) y Huamanga (Vinchos, Socos, Chiara y Acocro).

Una ofrenda enel camino

Cuando recorremos las zonas por donde pasa Camisea, en un mismo trayectopodemos visualizar con claridad dos formas distintas de ver el mundo, como serefleja en el Pagapu que en un punto del cerro encontramos, en un lugar queparece ser una Pacarina, el lugar de origen, es decir el lugar desde donde,


ordenados por los Dioses, salieron los primeros habitantes a poblar el kaypacha. Claveles, caramelos, botellas y velas encendidas, ofrendas dejadasrecientemente se encuentran afuera de esa pequeña cueva, agradeciendoalgún don de los dioses que aún habitan en el corazón de los cerros, mientrasunos pocos kilómetros más adelante, encontramos un gran agujero cerradocon rejas, cruzando en la mitad misma de las montañas, indudablemente unprodigio de tecnología, hecho para que pase el ducto de Camisea.

NEGOCIACIONES, UN SINUOSO CAMINO

Dos niños y una niña juegan en esa mañana de domingo en Chiquintirca, notienen más de siete años. Ella, enérgica, les ordena a los otros dos dondecolocarse, les asigna sus roles y funciones. «Tú serás el maestro de obra,» ledice a uno, «tú el operador,» le dice al otro. «Yo seré la ingeniera,» concluye yse van corriendo por la calle sin asfaltar hasta que se nos pierden de vista. Yes que la vida y la percepción del entorno, de lo cotidiano se modificó con laentrada del proyecto a las comunidades, lamentablemente no siempre paracambiar positivamente el orden de las cosas, como en el caso de la niña queahora sabe que ella también podría ser ingeniera o manejar grandes maquinascomo aquella muchacha sonriente que desde su maquina nos saluda en laestación en PS3 en Chinquitirca, cosa inimaginable hace solo unos cuantoaños.

Túnel en medio delos cerros.

Impresionantetrabajo de ingeniería


Con las maquinarias llegaron también los abogados a negociar con losposesionarios de los terrenos y con las comunidades para el derecho de vía. Laforma cómo se desarrollaron las negociaciones fue uno de los puntos de mayorconflicto y lo sigue siendo. Según señalan líderes y pobladoras y pobladores, lasnegociaciones se hicieron en condiciones asimétricas, muchas veces encastellano, sin que los posesionarios cuenten con asesoría legal, ni con mayorinformación sobre el mercado detierras o lo que implicaba a largoplazo el hecho de que los ductospasaran por sus terrenos.

«Para la Planta Estación,primero pidieron sólo 2hectáreas, de ahí ya pidieron4 hectáreas, de ahí yapidieron 8 hectáreas, en total14 hectáreas; de esas 14hectáreas a nosotros nos hacompensado a nivel de lacomunidad 240 mil de lacompensación de todo de las14 hectáreas. Como todo eso estaba hecho notarialmente, no hemospodido reclamar y para ellos este proyecto era decisivo. Asimismo,muchas familias de aquí han sido más que nunca dañadas, engañadosnos decían, señores, esto me han hecho, eso me han hecho. Y al final

Niños y niñas jueganfelices en una de laslocalidades por dondepasa Camisea

Javier Huamán,vicepresidente de lacomunidad deChinquitirca


¿a quién perjudica todo eso? Al pueblo, a los pobladores de sus tierras.(Javier Huaman, vicepresidente de la comunidad de Chinquitirca)

Ernestina Cuvi es viuda. Camina lento aunque no para de hablar, como si laspalabras se le fueran a escapar si no las expresa rápidamente. Intenta contarlotodo en un castellano que maneja bien, siendo una de las pocas mujeres quetienen ese buen dominio del castellano en su comunidad.

«No sé leer la contrata, tambiéncuando me llamaron he ido a laoficina. En ahí están los ingenieros,tenemos que negociar ahorita, nohay nada. ¿Por qué tienes que venirasí con poquito no más? le dije.Entonces no, así no más es, elterreno es del Estado, ustedes sonposesionarios, nada que verustedes, al Estado le he pagadodiciendo señorita… entonces poresa razón a nosotros nos pagaronpoquito.»

Y es que el Decreto Supremo Nº 055-93, elaborado para garantizar una mayoreficiencia de la explotación de nuestras reservas hidrocarburíferas, señala losiguiente:

«Si para la constitución de servidumbre6 temporal sobre inmuebles de propiedadprivada no se llegara a un convenio entre el propietario del suelo y el Contratista,el MEM, a petición de este último, constituirá administrativamente la servidumbretemporal solicitada, precisando su plazo, objeto, alcances y determinando laindemnización que debe abonar el contratista al propietario.» Como señaladoña Ernestina, muchas veces los representantes de la empresa, parapresionarlas para que acepten las condiciones que les proponían, utilizaban loque señalaba el decreto, casi como una amenaza..

Ernestina tiene 8 hijos. «Nosotros tenemos bastantes hijos, para ellos hanafectado mis terrenos. ¿Dónde van a cultivar para mis nietos que vienen?» sepregunta en voz alta. Nos cuenta esto mientras borda con paciencia hermosasflores en un mantel, en el que se puede leer aún sin bordar la palabra Juntos,programa social dirigido a aliviar la pobreza del que su familia es beneficiaria.

Ernestina Cuvi,pobladora afectada

por el proyecto enSan Luis de Pichas

en Vinchos

6 Derecho que limita el dominio de un predio


Su testimonio grafica claramente la percepción de la población sobre lasnegociaciones, su desconfianza y desesperanza, al enfrentarse a modelos decontrato sobre cuyos términos no tenían información ni comprensión suficiente.El ingeniero Heraclio Luján de CEDAP señala que para las negociaciones«había un capítulo séptimo en el contrato en el que les prohibía expresamenteinformar a terceros sobre los contenidos de su contrato.» Es decir, seenfrentaban a las negociaciones sin asesoría, sin contar con todos los elementosque les hubiesen posibilitado una mejor negociación.

De ahí las diferencias que sedieron entre unas negociacionesy otras, como lo cuenta GilbertoGutiérrez, presidente de lacomunidad de Chiquintirca,quien dice que el monto que sele daba a cada posesionario noera igual. Estas diferenciacionesdependían de quién era el queestaba negociando y su mayor omenor empoderamiento,seguridad en la negociación y porsupuesto mejor manejo delcastellano: «Hay desigualdad… por ejemplo, digamos, él que habla más, derepente merece más… y el que es más humilde, porque los campesinos sonmás humildes, ni siquiera va a poder reclamar sus derechos, y ellos reciben loque les dan nada más, como una propina. Es por ello que le digo que existedesigualdad. Los más afectados no los molesten, pero los más vivos de repente,de los 100 será pues unos 10 los que reclaman. Es por ello que existeinconformismo, desigualdad.»

No hubo por tanto criterios claros para las indemnizaciones por el derecho aservidumbre, ratificándose en el caso de las comunidades lo que sucedía anivel individual. Así tenemos, por ejemplo, que a la comunidad de Cochas, enel distrito de Anco, se le pagó 120 mil soles por 10 km de afectación, mientrasque a la comunidad de Patizamba, en San Miguel, se le pagó 750 mil soles por4 km, ya que al parecer esta comunidad estaba más organizada y exigió unmejor trato.

«Por ejemplo, los sensibilizadores de la empresa, que ellos han venidomanifestando antes que se inicie la construcción que se te va a pagaruna suma muy alta de todo el mercado, pero eso no han cumplido. Porejemplo, yo recuerdo cuando entramos a esta comisión con el resto de

Gilberto Gutiérrez,presidente de lacomunidad deChinquitirca


las directivas de estacomunidad, he hecho unrecorrido de investigaciónentonces. En otros, losprecios son totalmentedesigual. Por ejemplo, siesta chacra es tierracultivable y el otro lado no,pero en otras comunidadeshan pagado igual, pero ennuestra comunidad hanpasado más por zonas

cultivables, por ejemplo pasa por la comunidad de Ccatumpampa yAnchihuay Sierra donde la población va a crecer, entonces esto nos vaa impedir de acá en el futuro nuestro desarrollo urbano, toda estascosas,» dice Oscar Pérez Curo, dirigente de la comunidad de Anchihuay.

EXPECTATIVAS Y DESENCUENTROS

En contextos rurales tradicionalmente olvidados, las necesidades de serviciosbásicos son muchas. Ni agua, ni luz, ni alcantarillado, solo unas letrinas nosiempre en buen estado son parte del panorama a lo largo de los caminos.

Las negociacionesson muchas veces

complejas ydifíciles

Dirigentes deAnchihuay

En términos del acceso a la educación y salud, también encontramos seriasdeficiencias, debiendo en muchos casos los niños y niñas y adolescentestrasladarse a otras localidades, los hombres y las mujeres realizar largascaminatas para lograr atención médica, lo que acrecienta la idea de abandonoque tienen las personas de las comunidades. Javier Huamán Palomino,


vicepresidente de la comunidad de Chiquintirca, donde está instalada la basedel PS3 de TGP, enorme monumento tecnológico que en las noches alumbratoda la zona, cuenta que las promesas se fueron multiplicando en cada pueblo,según las necesidades: «primero cuando entraron aquí a Chiquintirca, seofrecieron diciendo nosotros les vamos a dar luz y hasta hoy en día la luz nollega, seguimos esperando, finalmente nos trajeron un pequeño motorcito, coneso pueden alumbrarse diciendo de 750 voltios para 150 focos algo así ytenemos que ir a la planta.»

Recién en agosto del 2010 llegó la luz a la comunidad y en la mayoría delocalidades por donde se ha construido el ducto, el gas pasa sólo a un laditode donde se sigue cocinando con leña, material combustible cada vez másescaso por el alto nivel de deforestación que podemos encontrar en la zona.

Las grandes expectativas generadas por el proyecto y la poca claridad conque se inició la relación con las comunidades en ocasiones llevó a confundir laresponsabilidad de la empresa con la responsabilidad del Estado para con suciudadanía, lo que en algunos momentos fue también utilizado para señalarque las peticiones de las comunidades no tenían correspondencia con lo quele competía a la empresa, como lo afirma Javier Huamán Palomino: «Algunosproyectos productivos no desarrollan ellos, más bien nosotros le pedimos quehay que hacer esto u otro proyecto y ellos nos dicen que eso tienen que pediral Estado.»

Por ello, la percepción de que han sido sujetos de engaño se visualiza a medidaque se avanza en el diálogo. La población que ha vivido la experiencia y sus

Aún se cocina con leñaen un buen número decomunidades por dondepasa el proyecto


dirigentes dejan traslucir su indignación cada vez con más fuerza cuandocuentan cómo se dieron las negociaciones y el incumplimiento de los acuerdos.Y es que quien conoce un poco la realidad y la visión campesina, indígena, susprácticas y formas de relacionarse, sabe que la palabra es sagrada, tanto omás que un contrato escrito.

El ofrecimiento de trabajo para los pobladores de las comunidades, lo cualestaba estipulado en el programa de mano de obra local (PMOL)7, ampliabalas esperanzas de que el proyecto mejorara las condiciones de vida de toda lapoblación. Las mujeres se preparaban para asumir todas las responsabilidadesen las comunidades frente a la eventualidad de que sus esposos consiguieranun buen trabajo que mejorara las deprimidas economías comunitarias. Y claro,ellas, como en el tiempo de violencia, tenían la experiencia de quedarse acargo, con la diferencia de que esta vez sería para su beneficio y no como unescenario más de la tragedia que representó la guerra interna. La selecciónde quienes trabajarían se hizo en coordinación con las directivas comunalesen la mayoría de casos. Pronto se encontraron con los límites del trabajo queles aseguraban y con los sueños truncos, pues por las características del trabajoy las especialidades técnicas que se requerían, los pobladores locales podíanser solamente contratados como mano de obra no calificada. Demetrio Sulca,presidente de la comunidad de Anchihuay, testimonia: «Trajeron pues gentesextrañas protestando que son de mano calificada pero sin embargo no son demano calificada y todo los conductores, entre otros, son de otros lugares.Solamente mano de obra no calificada no más se toman personal de lugar ypor lo tanto la gente reclama y todos reclamamos.»

Para algunos y algunas, en lugar de mejorar las condiciones, que era laesperanza, más bien repercutió incluso en la propia autoestima, reproduciéndoseviejas formas excluyentes de trato a la población indígena. «Los trabajadoresvarones eran discriminados, les decían tú no sabes, esto no se hace así, tú nosabes nada, todos esos desprecios les hacían y muy bien todos esos casoshan consultado los monitores, todos los trabajadores de este pueblo han sidodespreciados,» testimonia una señora en Anchihuay, entrevistada en el parquedel pueblo hacia donde tuvimos que ir para alejarnos del ruido del generadorde electricidad que se prende a las seis de la tarde o de vez en cuando duranteel día para utilizar la computadora en la municipalidad.

Es cierto también que en relación al trabajo se dieron denuncias de favoritismoen las comunidades, es decir que la adjudicación de un puesto de trabajo no

7 Más de cuatro mil personas, sobre todo hombres de la zona de influencia del proyecto tanto enCosta, Sierra y Selva, trabajaron en la etapa de la construcción.


habría sido equitativa, sino que algunos dirigentes habrían aprovechado parafavorecer a sus parientes o amistades, en la medida en que ellos tenían laposibilidad de decidir. Se han presentado situaciones en que los mismosdirigentes se han aprovechado de sus comuneros y han negociado a susespaldas, según testimonian algunos comuneros. Por otra parte, se mencionatambién el aprovechamiento por parte de algunas personas de los pagos queTGP dio como compensación a las comunidades por el paso del ducto. Así lomenciona Nely Mejía, lideresa de La Mar:

«Muchas comunidades que eranpropiedad privada se hanconvertido en comunidadescampesinas solamente parapoder beneficiarse del dinero deTGP, de la empresa, para quesean pagados y ahora lascomunidades que realmente sonhan recibido una cierta cantidadde dinero pero no lo haninvertido en algo positivo, sino lohan hecho a nivel personalporque los dirigentes se hancomprado casas en Huamanga,tienen su carro, tienen todo.»

También se dieron situaciones en que los propios dirigentes, traicionando elmandato de la Asamblea o actuando a sus espaldas, realizaron negociacionesque no beneficiaban a la comunidad, como fue el caso de Cochas. Quizá esoexplica el bajo precio que se pagó a esta comunidad por los kilómetros deafectación. El presidente fue destituido de su cargo, según mencionó a RetabloAlex Chirre, asesor técnico en asuntos de Camisea de la Municipalidad de laMar.8

Por otro lado, existía también la expectativa de que el ingreso de las empresasque ejecutarían la obra dinamizaría las economías locales. Especialmente enSan Miguel, la gente se preparaba para lanzar sus pequeños negocios, queestaba segura le significaría importantes ganancias, tomando en cuenta elflujo de trabajadores que llegarían a las zonas. Pronto se dieron cuenta de quealimentaron demasiadas expectativas con el proyecto, como lo dice Nely Mejía:

Mujeres deAnchihuay hablansobre suexperiencia

8 Retablo: Revista de análisis Regional. No 19, Asociación SER, abril del 2008


«Muchos dijimos al menos íbamos a crecer como negocio, abrir un cafetín,vender algo que ellos nos iban a comprar pero no, la empresa terminantementeprohibió a todos los trabajadores que incluso vengan para acá y que compraranalgo. Ni que conversaran con nosotros, con la gente de aquí y que no compraranporque todo tenían para ellos.»

La opinión generalizada, en las comunidades por donde se construyó el ductoes que no se han dado cambios, como lo señaló María Auqui en Toccate cuandole preguntamos qué ha cambiado. Con voz cansada dijo «¡Nada!», mientrassu vista se perdía en la carretera sin asfaltar de su comunidad. Y es que unano puede dejar de notar el abandono, la falta de oportunidades y el desencanto,matizado con la indignación e impotencia, sentimientos que se nos vancontagiando a medida que seguimos hablando con la gente, sobre todo conlas mujeres, a lo largo de nuestro recorrido.

Esperando

Vendedoras enel mercado de

San Miguel


LAS HUELLASen el camino

En Ayacucho, el descontento entre la población con el proyecto Camisea esevidente. Las razones que se exponen son de varios tipos, por ejemplo con losmontos pagados por servidumbre, por el impacto en las viviendas de adoberesquebrajadas debido al paso de maquinaria pesada, por los daños a lasobras de agua potable, según mencionan algunos, el escaso mantenimientode vías de acceso, dicen otros, el incumplimiento de las obras pactadas conlas empresas, la contaminación del medio ambiente, los daños a los cultivos,etc. Estos hechos vienen generando movilizaciones y reclamos. En algunoslugares, el descontento se derivó en serios conflictos, algunos de los cualesestán en medio de negociaciones, como es el caso de las comunidadesaltoandinas de Vinchos, que desde hace un tiempo han levantado diversasmedidas de protesta, que incluyeron viajes a Lima para denunciar ante lasautoridades y la empresa una serie de abusos que se habrían cometido en suslocalidades.

El informe de la Defensoría del Proyecto de Gas de Camisea9 expone conclaridad las variadas motivaciones de estos conflictos, que expresan implícita y

La huella que deja elpaso del ducto en laSierra.

9 Centro de Análisis y Resolución de Conflictos de la PUCP, Lecciones Aprendidas sobre laDefensoría para el Proyecto Camisea: Un puente para el entendimiento, Lima, Junio 2010.


explícitamente las diferentes formas de entender las relaciones, lasnegociaciones y las dinámicas entre la población local y los representantes delas empresas. Así, por ejemplo, en el caso de las negociaciones sobrecompensaciones por el derecho a servidumbre, las comunidades plantearonla renegociación cuando tomaron conciencia de que los tratos que habíanhecho sin mucha información, sin asesoría especializada – con regateo en elmejor de los casos y con amenazas en algunos otros – eran injustos, iban endetrimento de sus derechos y sólo beneficiaban a las empresas, por lo que envarios lugares se acrecentaron las tensiones, llevando incluso a lascomunidades a paralizar los trabajos como forma de presión.

LAS NEGOCIACIONES ENTRE PRIVADOS

Las comunidades, frente a las diferentes problemáticas presentadas, exigieronla intervención de las autoridades locales, regionales y del Ministerio de Energíay Minas. Sin embargo, ninguna de estas instancias tiene las competenciaspara intervenir en conflictos considerados privados, que deberían resolverseante el Poder Judicial, como lo señaló el Sr. Felix Cárdenas, director regionalde Energía y Minas:

«Aunque el conflicto social vaya más allá, digamos, no tenga un acuerdode ambas partes, ya no recae en nosotros, ya no podemos hacer nadaporque, como le digo, somos facilitadores y no podemos meternos enconflicto social, porque es un conflicto de ambas partes, que ellos hanimpulsado sus acuerdos.»

«Camisea Sí,como sea No»

Población deVinchos

protestando


Frente a lo señalado, la sensación que se tiene es que hay un gran desbalancede poder entre las empresas y las comunidades, que se quedan huérfanas deapoyo de parte del Estado, incluso del nivel de poder más cercano, como loson las municipalidades.

Cabe mencionar, sin embargo, que para evitar tensiones entre las empresasy las comunidades, se creó la Defensoría para el proyecto Camisea,10 comoun organismo autónomo e independiente que tenía como principal objetivoprevenir los conflictos que pudieran presentarse durante la construcción delducto o mediar para la búsqueda de salidas a los mismos. La Defensoríapara Camisea fue conducida por la Pontificia Universidad Católica y empezóa trabajar en la zona desde el 2003, cuando ya se había avanzado en un60% la construcción.

En los primeros tiempos, la labor y las funciones de la Defensoría no fueronclaramente difundidas y en algunas ocasiones por sus actuaciones se laidentificaba con la empresa y no como una instancia que contribuyera abalancear el poder o a trabajar a favor de las comunidades. Así lo afirmaron enel recorrido varios dirigentes de algunas comunidades y lo corroboró HeraclioLujan del Centro de Desarrollo Agropecuario - CEDAP:

«Porque habían avances y retrocesospermanentemente se había creado laDefensoría para el Proyecto Camisea.En su primera etapa, no había nada,nada que se parezca a una Defensoría,más era un brazo derecho de laempresa, porque ellos estaban más conla empresa. Reaccionamos sobre eso,pedimos que la Defensoría searealmente neutral, la UniversidadCatólica lo aceptó. Para el año 2008,modificaron toda su estructura deintervención.»

En el año 2009, cuando la Defensoría para Camisea, bajo la dirección del Dr.César Guzmán-Barrón Sobrerilla, se encontraba desarrollando una buena labor,según lo afirman también varios testimonios, el Ministerio de Energía y Minasdio por concluido el contrato.

Heraclio LujanCentro de desarrolloagropecuario - CEDAP

10 Mediante el Decreto Supremo N° 030-2002-EM.


CONFLICTOS SOCIALES. CAMISEA SÍ, COMO SEA NO

Es importante señalar que, a diferencia de cómo suelen mostrarse y tratarseen la prensa nacional los conflictos y las movilizaciones frente al impacto de losdiferentes proyectos extractivos que se implementan en las localidades, éstosno son sino la expresión del límite al que la población llega luego de haberagotado las vías y los procedimientos estipulados por ley.

Como muestra, podemos mencionar el proceso vivido por la comunidad deChiquintirca, en Anco, provincia de La Mar, que presentó denuncias a la empresaTGP por los daños y perjuicios ocasionados por la instalación de los tubos delducto entre el 2002 y el 2005 y evidencias de daños adicionales producidosentre el 2008 y 2010. Sólo hasta el 2010,11 luego de reiteradas protestas ymovilizaciones, lograron ser atendidos e iniciar las renegociaciones. En susdenuncias, la comunidad afirma que hubo un pago injusto de derecho de víade sólo 30 céntimos por metro cuadrado durante la instalación del ducto duranteesos años y que no se entregó la balsa cautiva con su equipamiento, que laempresa se había comprometido a donar en noviembre del 2003. «Reciéncuando ya pasaron 11 o 12 años, están entrando con proyectos productivosque son plantas maderables de alguna planta,» dice el presidente de lacomunidad de Chinquintirca, donde se han llevado a cabo renegociaciones.

Anchihuay, también en la provincia de La Mar, denunció PLNG por lasconsecuencias que podría traer la construcción del tercer ducto en una zonadonde se encontraban los ojos de agua y bofedales, denuncia que se agregabaa las anteriores sobre incumplimiento de contrato, exigencia de renegociaciones,contaminación medio ambiental y hasta daño psicológico.

El problema, diceDemetrio Sulca, directivode la comunidad, es que«contamina el aguacuando pasa el ductopor ahí; estos tubos claroque son galvanizados,pero de todas manerastienen óxidos, el óxido

11 Documentación enviada en febrero del 2010 a la congresista Elizabeth León Minaya, presidentade la Comisión de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos, denunciando a TGP por losdaños y perjuicios ocasionados durante la instalación de los tubos de gaseoducto desde 2002hasta el 2010 y contaminación del medio ambiente en el año 2005.

En varias ocasiones sehan producido serios

enfrentamientos entrelas comunidades quereclaman y la policiía


contamina y una gota de óxido contamina varios terrenos porque son variostubos, y por lo tanto, eso es lo que nosotros hemos defendido.»

La lucha por el recurso agua, que se ponía en peligro con el ducto y que habíasuscitado varias protestas, llegó hasta Lima, pidiendo la intervención del premierde ese entonces, Javier Velásquez Quesquén, para buscar solucionar el conflicto.El premier respondió de inmediato y el Director General de la Oficina de GestiónSocial del Ministerio de Energía y Minas tomó cartas en el asunto, impulsándosea partir de ese momento una mesa de diálogo que posibilitó en un ambientedistinto buscar las esperadas soluciones. Luego de varias reuniones, finalmentellegaron a un acuerdo, con la facilitación de los responsables de la OficinaGeneral de Gestión Social del Ministerio de Energía y Minas. Esta intervenciónes muy reconocida por las autoridades de la comunidad, como lo señala elprofesor Alejandro Cuba:

«Hemos tenido la participación delMinisterio de Energía y Minas a travésde la Dirección General de AsuntosSociales en la cual enviaron dosrepresentantes, el Sr. José Taco y laLicenciada Verónica Alzamora,quienes han participado en diferentesreuniones como mediadores. Yopersonalmente estoy agradecido dela participación de ellos porqueanteriormente cada uno estábamosabandonados de las autoridadeslocales, regionales y nacionalesporque la empresa prácticamente nos estaba paseando cuando ya ellosya han intervenido como moderador entrenador. Sí, las negociacioneshan dado frutos. Hemos avanzado.»

Estos avances demuestran que cuando hay voluntad política las negociacionespueden ser exitosas. Sin embargo, el problema es que para que se lleven acabo, para que las demandas de las comunidades sean tomadas en cuenta,se debe pasar por una agudización de los conflictos. «Hay que hacer paros,hay que poner piedras en carreteras para que vengan y trabajen,» señalaOscar Pérez Curo, dirigente de Anchihuay.

A nivel individual se han dado también conflictos con la empresa que se intentandirimir en el Poder Judicial, aunque otra vez en estos casos la diferencia derecursos y de poder entre un comunero indígena y una transnacional es muy

Profesor AlejandroCuba, presidente de laComisión denegociación de lacomunidad Anchihuayy anexos con PerúLNG


amplia. Para el comunero Samuel QuispeYaranga, de Chillicopapa, quien eraposesionario de un predio en el anexoNueva Esperanza Qollpa pertenecientea la comunidad de Chiquintirca, dondese ubica la planta de bombeo PS3, lapresencia de la empresa le significó untrastocamiento total de su vida, dejarlosin tierra, sin su casa, sin su piscigranjaque tanto trabajo le había costadoimplementar.

Este comunero denunció en reiteradasocasiones las amenazas que le profería

para usurparle su terreno un ingeniero contratado por la empresa:

«Entre risas, humillándome me decía, carajo, pobre campeche, al hacerdesaparecer todas tus truchas yo no te voy a pagar nada, reiterandome decía, no sabes lo que estás chocando con los intereses de laempresa, pobre quéjate, donde sea gana la empresa.»

Un día, las truchas aparecieron muertas en su estanque, envenenadas. Laamenaza había sido cumplida. Según la denuncia, más de tres mil unidadeshabían muerto. Fue también impedido de entrar a su tierra al no aceptar lapropuesta que le hacía TGP por considerarla irrisoria, siendo objeto él y su familiaen múltiples ocasiones de intimidaciones, según reza en su denuncia penalinterpuesta ante la Fiscalía provincial mixta de Chungui, La Mar, en el 2010.

En el caso de Vinchos, enHuamanga, los comuneros ycomuneras tuvieron que realizaruna serie de acciones para quesus denuncias sean escuchadas.En el mes de marzo del 2011incluso, 300 comuneros llegarona Lima y tuvieron una serie deentrevistas en busca de solucióna las diferentes demandas que

tienen tanto los posesionarios como las comunidades.

Los reclamos son de varios tipos y van desde el incumplimiento de los acuerdoshasta la exigencia de revisión de contratos. Así lo testimonia Felix Curi, dirigentede San Luis de Picha en Vinchos: «Durante la construcción de este ducto,

La población deVinchos llegó hastaLima exigiendo ser

escuchada

Base PS3 enChinquitirca


digamos en tema de polvo, corte de caminos etc., no han cumplido a mi parecer,más y más qué cuidaban ellos es el tubo nada más y la parte ambiental notenían en cuenta.»

Otra denuncia es que no pueden desarrollar sus labores agrícolas debido aque al instalarse los ductos se removió la capa arable y no fue restituida, esdecir no se acondicionó bien el suelo dentro de la franja por donde pasa elducto, o no se respetaron los 25 metros de ancho acordados.

«Teníamos reuniones pero lo más básico, han informado, la empresa va aconstruir y sus terrenos se van a componerse como tal y sembrarían eso,repetían varias veces la empresa, pero en la práctica no se ha llevado así,bueno el terreno está ahí 8 o 9 años. TGP sigue teniendo los terrenos,» diceFélix Curí Anccasi

La empresa por su lado afirma que sí habría cumplido con lo acordado en lamedida en que «existe un desarrollo vegetativo en el terreno utilizado», comose dice en el expediente 21238-2010-0-1801-JR-CI-32 y otros que fuerondirigidos a los comuneros.

Por otra parte, reclaman también que mientras se daban las negociaciones enla mesa de diálogo instalada para ello, con la facilitación del Ministerio de Energíay Minas, la empresa Perú LNG continuó e inició procesos judiciales a comuneros,«faltando un total respeto a los comuneros e incluso al Ministerio de Energía yMinas, pues el diálogo vincula a ambas partes,» como se menciona en undocumento que nos hicieron llegar la comunidad y sus anexos.

En algunas localidadesse puede seguirsembrando, aunque elcartel de peligro semantiene para evitarque se excave en el sitio


En la mayoría decomunidades se habla

de los niños y niñasque supuestamente

han dejado lostrabajadores de

Techint a su paso

En el mes de abril de este año, luego de la marcha a Lima de los comuneros,recién se han visto salidas al conflicto, según lo informó el abogado de loscomuneros, Edwin Sulca, a Noticias SER:

«Tras año y medio las comunidades están encaminando a una solucióndefinitiva sus controversias con Perú LNG. La marcha de sacrificiorealizada a Lima, dio frutos importantes.»12

Las negociaciones entonces siguen, y esperamos que por fin lleguen a salidasconsensuadas y que la población vea satisfechas sus demandas. No tendríapor que pasar tanta tensión, tantos desengaños y tanta desconfianza parallegar a estas negociaciones.

LOS «TECHINCITOS»

Cuando se recorren las localidades por donde se construyó el ducto de Camiseaen Ayacucho, es bastante común escuchar hablar de los «techines», como seles llama a los trabajadores de la empresa operadora (Techint) y de los«techincitos», como se les llama a los hijos e hijas que se supone han dejado asu paso los hombres que trabajan para el proyecto, como dejando también suhuella. Aunque TGP, en el estudio desarrollado por la consultora WALSH sobrelos posibles impactos sociales, señala que «la interacción del personal delproyecto con mujeres de las poblaciones locales puede dejar como saldo final elincremento del número de madres solteras e hijos sin paternidad reconocida»,

12 Tycho Janampa, «Comunidades de Vinchos llegan a acuerdos con Perú LNG», Noticias Ser, 11 demayo del 2011.


señala también que «la percepción del problema es de menor importancia, debidoa factores socioculturales y mayor tamaño de los centros poblados.»

Sin embargo, en todos lados se habla de eso, llegándose incluso a mencionarque hay casos en que frente a la negación y posterior ausencia de los presuntospadres, los cuales en algunos casos mintieron sobre sus nombres, se haregistrado a los niños o niñas con el apellido Techint. No hemos podidocomprobar esto, pero si logramos, pese a su reticencia inicial, entrevistar auna joven madre de una niña, hija de un ex trabajador de Techint. Ella noquiere que se publique su nombre, pues «ha rehecho su vida», dice, ya queahora tiene otra pareja y es muy feliz.

Alicia, como la llamaremos, cuenta que tenía 17 años cuando conoció a Juan,conductor de una máquina, mayor que ella, y empezó a salir con él. Por untiempo, todo marchaba bien, hasta que ella empezó a dar señales de quererromper la relación. Ahí inició su calvario, pues él empezó a amenazarla conque se mataría, ella tenía miedo. El poco a poco se acercó a su familia,ganándose la confianza de su padre. «Se hizo querer» y era recibido con lacasa abierta por su familia. Ella quedó embarazada y desde el primer momento,él le planteó el aborto. Ella no aceptó y al poco tiempo desapareció sindespedirse, dejándola con el problema a cuestas y los sueños rotos. «Cuandoestaba embarazada todo era llorar, me chocó bastante que mi hija no tuvierapadre,» nos dice.

Cuenta que decidió buscarlo en Huamanga. Lo encontró, estaba con otra mujer,dice. Le exigió que reconozca a su hija, amenazándolo con una denuncia, conmeterlo a la cárcel, afirma con energía, dejando traslucir cierta rabia acumulada.El negó que fuera su hija, «le dije que se saque el ADN,» recuerda. Un día,cuando la niña tenía 3 meses, él fue a San Miguel acompañado de una mujerque presentó como su novia, reconoció a la niña y volvió a desaparecer hastahoy.

La niña ya tiene 7 años. «Es linda, es una muñeca,» dice Alicia sobre su hija,sin mezquinar los adjetivos. «Es un regalo de dios.» Menciona que ya le contóla historia de su padre desconocido, pero que en la actualidad no es tanimportante porque su nueva pareja cumple como un verdadero padre y así laniña lo reconoce. Por ahora, Alicia está poniendo un negocio con ayuda de sunueva pareja, tiene mucho optimismo por su futuro y lo que más desea es«que mi hija no pase por lo que yo he pasado». La niña sonríe, ella la mira conmucho amor mientras peina su cabello castaño. «Lo único es que no sacó losojos azules de su padre,» me dice al despedirse con cierto convencimiento deque eso la hubiera hecho más linda.


LOS IMPACTOS AMBIENTALES

Los compromisos medioambientales en el proceso de construcción de los ductosfueron varios. Por ejemplo, se sabía que habría una afectación de los terrenospor donde pasaba el ducto y se había asegurado que sería temporal, puesinmediatamente se procedería a su rehabilitación y revegetación, de modoque quedaran en las mismas condiciones en las que se encontraron para quela población pudiera seguir utilizándolos en sus actividades agrícolas,exceptuando la parte que estaba encima del ducto, en donde no se podríasembrar árboles con raíces profundas.

En ese sentido, lo que dice la empresa y lo que testimonian los pobladores delas diferentes comunidades es bastante disímil. Mientras TGP informa en supágina Web que «el 100% de los residuos que se generan en la operación delSTD son tratados y dispuestos en lugares autorizados» y que se ha revegetadola zona del derecho de vía – y de las zonas adyacentes a él – sembrando ytransplantando pastos, árboles y arbustos para combatir la erosión generadapor las lluvias,13 la población de las comunidades muestra en algunos lugaresotra imagen. Javier Huamán Palomino, por ejemplo, dice:

13 Transportadora de Gas del Perú. «Seguridad, Ambiente y Salud: Gestión ambiental»http://www.tgp.com.pe/Index.aspx?categoryId=30&templateId=1&contentId=0&locale=es&mnu=2&parentCategoryId=9

Una de las quejas dela población es que seremovió la capa arabley que se dejaron restos

de la tierra removidaen los caminos


«Un campesino que vive de sus tierras, que depende de sus tierras,esas sus tierras, no era valorizado, sino cualquier momento el dañoestaba. Entonces cuando he visto bien de otro lugar, estabanperjudicados, las chacras totalmente arruinadas, las maquinarias lohabían pisoteado y esa capacidad productiva de aquí ¿cuánto tiemposerá recuperado? De repente tal vez nunca lo van a recuperar porqueimpactaron, compactaron las maquinarias, por encima pasaron,caminaron, lo enterraron, lo aplanaron, los pastos y los suelosdesaparecieron, si no hubieran desaparecido igual ya las piedras yaalcanzaron.»

La remoción de la capa arable en la excavación y su pérdida, que limita laproducción agrícola, también es denuncia en las comunidades en Vinchos. Enestas localidades, encontramos además otras denuncias sobre el impacto queha tenido la construcción de los ductos, por ejemplo, cómo se modificaron suscaminos tradicionales. Quizá para quienes estamos acostumbrados a loscaminos planos, a las carreteras, la idea de contar con una puede significaruna clara evidencia del progreso, y de hecho lo es, y es generalmente laaspiración de las comunidades. Sin embargo, cuando se cierran los caminostradicionales, cuando la población no cuenta con los transportes adecuadospara poder movilizarse en esas carreteras, cuando el corte que se realiza lessignifica extender por muchas más horas el tiempo de recorrido, entonces seconstituye en un serio problema para la población. «Ahora mismo en el caminono se puede caminar,» dice María Curo, señalando el recorrido por dondepasaban con la carga y que ahora está lleno de piedras y tierra acumulada.Por su lado, Félix Curi, confirmando lo dicho por María, remata con fuerza queno sólo han cambiado, sino han interrumpido los caminos, «un poco rehabilitado

Los cortacorrientesconstruidos para evitarque se aneguen loslugares por dondepasan los ductos y quehan causado problemasen algunas localidades


pero no adecuadamente, ahí es el perjuicio para los niños y para los ancianosy nosotros podemos todavía pero los ancianos, no.»

Por otra parte, en estas comunidades, otro punto que ha generado el malestarde la población es la construcción de lo que se llama «cortacorrientes», queson canales de concreto construidos a ambos lados de donde pasa el ductopara evitar que el agua de las lluvias se empoce en su recorrido y puedaafectarlos de alguna forma. Estos cortacorrientes han cumplido muy bien susfunciones, pero resulta que, al no tener salidas adecuadas, en ocasiones elagua ha llegado a las chacras, inundándolas y malogrando todos los cultivos.

«También hubo contracorrientes el 2010, para aquí, para allá, cuandohan hecho el contracorriente se ha desviado el agua. Esas aguasmalogran todo lo que sembramos, nuestros pastos, todo lo que nos hamaltratado, nos ha afectado. Hasta la fecha no hay ningún resultado,ninguna solución, no hay reparación hasta hoy. Todos mis hermanosafectados de mi pueblo pedimos que nos paguen de todo lo que hanafectado, pero no nos toman importancia,» testimonia un comunero muyseguro de si mismo que nos pidió ser entrevistado porque quería quese escuchara su palabra.

LOS DERRAMES

«Boom,» dice María Auqui, que oyó la noche del 16 de septiembre del 2005,cuando en Toccate, en la provincia de La Mar, muy cerca de donde se encuentrael PCS 3, se produjo el tercer derrame de gas de Camisea. «Ha pasado cercaa la media noche, allá en el frente ha sido, entonces esa hora ha sido. Parecíadía porque había luna llena, entonces a esa hora ha reventado el ducto, había

varias personas ahí que estabansentados. Yo estaba adentro de mi casaentonces ha reventado ¿Qué es eso?dije.»

De pronto, la población sintió como si eltiempo se hubiera detenido, rememorandosonidos comunes, reminiscencias de laviolencia de hacía unos pocos años, en loque se conoce como el sasachacuy tiempo.Así lo menciona doña María: «Creo que esarma, entonces cuando salgo de la casa,la gente estaba corriendo, comentaban que

María Auqui muestraun rocoto afectado por

una plaga queasegura aparecieron

como secuela delderrame


el gas se había reventado; cuando hemos visto, estaba levantándose como lanube, bastante humo,» continúa como no queriendo volver a los recuerdos.

El derrame que se produjo en la comunidad de Toccate fue el tercero de lossiete derrames que han ocurrido en los ductos durante estos años, el último enmarzo de 2011. Aunque especialistas han señalado que tendrían que pasarunos 40 o 50 años para que una falla seria se produzca en los ductos, el hechosuscitó rumores de que esos tubos no eran nuevos, y que fueron traídos deotros proyectos de Ecuador o Brasil. Las explicaciones dadas por la empresaTGP van en el sentido de que serían incidentes propios de la complejidad de laobra en un terreno inestable. Se mencionó que la intensa lluvia provocó elderrumbe que rompió el tubo. Se calcula que se derramaron unos 4000 barrilesde líquido de gas natural y aunque se evaporó más del 30%, se estima queunos 1000 barriles llegaron a los ríos, entre ellos el río Chunchubamba,ocasionando la muerte de los peces, que es una de las imágenes que más semenciona cuando se pregunta sobre el impacto del derrame, a más de losefectos físicos que se recuerda, como mareos o nauseas.

El impacto que tuvo el derrame ha sido de tal magnitud que para las personasque lo vivieron, sus efectos siguen manifestándose en los resultados de susactividades productivas, las cuales se han visto reducidos como consecuenciadel derrame, como lo afirma María Auqui:

«Cuando el gas ha reventado, mucho más antes sembrábamos maíz,papa, tara, col, zanahoria, betarraga, coliflor, todas esas cosassembrábamos y esas verduras más antes crecían sin ningún problema,habas, alverjas, todos esos cultivos que crecen en la sierra eran muybuenos. Desde el momento que ha reventado el gas, los cultivos ya noson muy bien, por ejemplo, cuando sembramos ají, crece calato y podrido,está terminándose totalmente y muchas enfermedades estánapareciendo, al fracaso nos está llevando.»

Pasados casi cinco años de este derrame, aún en la memoria de la poblaciónsiguen presentes los hechos, como si no hubiera pasado tanto tiempo y sesiente miedo de que cualquier día pueda suceder otra desgracia mayor, queafecte de peor forma a las comunidades. Para algunas personas, aunque nose encuentren explicaciones médicas para ello, las secuelas siguenmanifestándose no sólo en la producción, como hemos visto, sino también ensus cuerpos, como lo afirma una pobladora de la comunidad de Anchihuay:

«En esos momentos la gente se bañaba, lavaba sus ropas en diferentessitios y esos prácticamente quedaron totalmente inválidos en esos años,


los que estaban bañándoseen esos momentos. Ahorano solamente venían poragua, sino contaminabanpor aire el medio ambiente;hasta ahora nos sentimosmal, prácticamente dañados,por esa causa digamos, porel derrame del gas.»

Como puede verse en estetestimonio, aún las huellas de laexplosión permanecen en las

memorias de todas las personas que sintieron su impacto. Vencer el temor esun camino que requiere de la acción de las instituciones del Estado, de laciudadanía y también de las empresas. Se requiere que las comunidadesconozcan cómo actuar, que se garantice que serán atendidas de manerainmediata en caso de otro suceso como éste, que se tengan planificadas lasmedidas para responder a otro accidente que pudiera suceder en el futuro ysobre todo que se fortalezcan los lazos de confianza entre la población y losdiferentes actores que actúan en sus localidades. Y eso solo podrá recuperarsecon transparencia, con respeto de los derechos de la población, sin engaños,como dice la misma gente de las comunidades.

Mujeres deAnchihuay

comentando sobrela experiencia del

derrame.


BENEFICIOS, PROPUESTAS,logros y acuerdos

«Camisea sí, como sea no» ingenioso slogan ideado por Acción Camisea, puedeleerse en un cartel en la protesta en Lima de las comunidades de Vinchosrealizada en mayo de este año. Es que pese a los problemas que hemosseñalado ampliamente, la gente sigue confiando y esperando que se dencambios positivos en sus localidades y que mejoren sus condiciones de vidaluego de tantos años de construido el proyecto.

Si bien es cierto que el poco cumplimiento de las promesas hechas por laempresa y el gobierno de turno fue un elemento generador de los conflictos,es importante señalar que desde las poblaciones, las autoridades y los líderesse hicieron propuestas que colocaron en la agenda pública buscando encontrarsoluciones consensuadas y aprovechar de mejor manera los recursos quedebía generar el paso del ducto para las localidades ayacuchanas. Por ejemplo,en el Plan de Agenda Wari, las propuestas para el eje temático Gas de Camisease elaboraron de manera conjunta por diferentes instancias regionales, comolo indica Becker Barrientos, ex Gerente Regional de Medio Ambiente deAyacucho:

«Se entabló varias agendas dentro de Plan de Agenda Wari, variostemas; dentro de ello tocamos el tema del gas de Camisea y llamamosy denominamos el Eje Temático de Camisea conformado por variasinstituciones, en este caso por ONGs y Gobierno Regional, con algunossectores y municipalidades que nos han acompañado en este proceso.»

En el caso de la provincia de La Mar se iniciaron una serie de movilizaciones yse desarrollaron actividades dirigidas a levantar propuestas que posibilitaranque el recurso beneficie a las provincias por donde pasaba el ducto. Nely Mejíanarra como se dio este proceso:

«Si desde aquí empezó la lucha, entonces ahí los que han estado máspermanentes han sido el Señor Eloy y el señor Romín, quienes estabanpie a pie, y así también había en Lima una organización de los residenteslamarinos y ayacuchanos. Ellos fueron los que nos apoyaron, quienesestaban pie a pie con nosotros, y la marcha que hicimos y plantonesque hicimos en la puerta del Congreso hasta que se promulgue la Leyy se reglamente.»


Finalmente, luego de darse un proceso de discusión y debate en varios forosdescentralizados se logró que se diera la Ley que crea el FOCAM (Ley Nº28451) el 20 de diciembre del 2004. El FOCAM inició sus operaciones en el2005. Se trata de un fondo intangible que se otorga a las localidades por dondepasan los ductos con el fin de que sea invertido en el bienestar de lascomunidades, en preservar el medio ambiente y en general en accionesorientadas a procurar un desarrollo sostenible. El FOCAM beneficia tanto a losgobiernos regionales y locales de Ayacucho, Huancavelica, Ica y Lima provinciascomo a las universidades públicas de esas regiones con el fin de que desarrolleninvestigaciones. Los recursos del FOCAM provienen de las regalías que seobtienen del Lote 88 y del Lote 5614 y se distribuyen tal como se muestra en elcuadro.

14 De las regalías que se obtienen de los Lotes 88 y 56, el 50% se destina al canon gasífero, un 25%se destina a Petroperú, Osinergmin y al Ministerio de Energía y Minas. El restante 25% se destinaal FOCAM.

Distribución del FOCAM (Ley N° 28451)

%

30%

30%

15%

15%

10%

Criterios

Según importancia relativa del indicador compuestode población y NBls y de la longitud de los ductosen cada región.Según importancia relativa del indicador compuestode población y NBls y de la longitud de los ductosen cada provincia.Según importancia relativa del indicador compuestode población y NBls, y de la longitud de los ductosde cada distrito.Según importancia relativa del indicador compuestode población y NBls de cada distrito.

En partes iguales.

1/. En los departamentos de Ayacucho, Huancavelica, Ica y Lima, excluyendo Lima Metropolitana.

FOCA

M

Beneficiarios 1/.

Gobiernos Regionales

Municipalidadesprovinciales

Municipalidadesdistritales, donde pasanlos ductosMunicipalidadesdistritales, donde nopasan los ductosUniversidades públicas

El FOCAM, debe señalarse, posibilita el ingreso de importantes recursos a lasmunicipalidades de la provincia de La Mar y Huamanga, al gobierno regional y


Repartición de recursos del FOCAM en Ayacucho

15 Transportadora de Gas del Perú, «Programas sociales: Programa de Apoyo al Desarrollo Local».http://www.tgp.com.pe/Index.aspx?categoryId=59&templateId=1&contentId=0&locale=es&mnu=3&parentCategoryId=28

Tal como se observa en el cuadro comparativo de montos transferidos porrubro (ver página siguiente), en el año 2010, en la provincia de La Mar y lamayor parte de las transferencias proveniente del FOCAM se destinó a proyectosde salud y en el caso de Huamanga a proyectos agropecuarios.

Por otra parte, hay que mencionar que a través del Programa de Apoyo alDesarrollo local (PADL) se implementan una serie de acciones para aportar aldesarrollo de las localidades, según lo indica la misma empresa, que señala ensu página web como proyectos más representativos dos de los que se ejecutanen Ayacucho: el cambio de cultivos de naranjas a paltas Haas por los comunerosde Magnupampa y la construcción de 35 cobertizos para ganado vacuno en lacomunidad de Allpachaca.15

a la Universidad San Cristóbal de Huamanga llegándose a un monto total hastael mes de marzo de 306,786,462.83 de soles que se reparten porcentualmentede la siguiente forma:


Cuadro comparativo. Montos transferidos por rubro.Huamanga y La Mar

La población, por su lado, sigue esperando que se ejecuten proyectos quetengan un alto impacto y sean sostenibles. Al respecto, Gilberto Gutiérrez,presidente de la comunidad de Chiquintirca, afirma:

«Igual nosotros como pueblo, como comunidad quisiéramos una obrade impacto. Eso beneficiaría a todos porque aquí son varias personasproductoras de cacao. Por lo menos una procesadora eso sí beneficiaríaa todos de la población. Hay trabajo y directamente nosotrosprocesaríamos los productos, ya no por intermediarios. Ahí si podemoscambiar la vida en la parte selva y sierra.»


Base PS 3 enChinquintirca

NOTAS FINALES

Cuando se sale en la madrugada desde Chiquintirca, se puede divisar unenorme punto de luz que se magnifica con la oscuridad de la noche. Esteproviene de la planta PS3, que queda a pocos kilómetros de la comunidad. Nopodemos olvidar, al ver esto, las palabras del vicepresidente de la comunidad,Javier Huamán, pronunciadas con algo de indignación al hablar de un generadoreléctrico donado por la empresa:

«Nunca ha alcanzado para toda la población. Si pueden ver ustedes,desde aquí a 5 minutos, abajo está la planta de bombeo. Le dicen sunombre PS3 o le dicen Escaper. Desde ahí están impulsando el bombeodel Gas de Malvinas que están trayendo, pero sin embargo, a pesar deque ahí al costado está la Planta y a 5 minutos está el pueblo, no haytodavía alumbrado, no hay luz.»

Es inexplicable que con tanto recursos que la gente ve a su paso, con tanextraordinario proyecto, las comunidades ayacuchanas por donde pasa el ductosigan carentes de tantos servicios. No podemos dejar de pensar que con unpoco, sólo un poco de voluntad política y con un mayor reconocimiento de losderechos de la gente, con mayor respeto, todos los conflictos que se generanpor el paso de los ductos podrían evitarse. Dice Oscar Pérez Curo de Anchihuay:«Nosotros le hemos dicho, las inversiones que vienen deben venir a lacomunidad y al Perú, pero también nosotros queremos que nos respeten y


16 En Anchihuay se ha iniciado una negociación con PLNG para una indemnización por dañoscausados en el trazo del ducto. En Vinchos, como resultado de la negociación que se diera enLima en mayo de este año, se está en pleno trabajo de peritaje de los daños causados por PLNG.Aunque la lentitud del proceso de negociaciones ha significado que la población pierda la pacienciay responda de manera violenta a la presencia de la empresa en las comunidades, como medio depresión para obligar a que se aceleren las negociaciones, como ocurrió en el mes de septiembre.

que hagan de una manera coordinada con sus autoridades y la población engeneral en cada comunidad. Eso es lo que nosotros exigimos, nosotros noestamos por ningún motivo en contra de la empresa, en contra de esa inversión,sino que haga las cosas de una manera participativa.» No es mucho pedir enrealidad, no es mucho.

En el momento actual, las comunidades con las cuales aún existen diferencias,como Anchihuay y Vinchos16, y las empresas encargadas del proyecto haniniciado procesos de diálogo para responder a las demandas de la población ysolucionar los conflictos. Esperemos lleguen a un buen puerto y que losresultados sean satisfactorios para la población y esperemos sobre todo, quela forma en que se entablaron las negociaciones que han sido narradas porlos hombres y mujeres que hemos entrevistado no vuelvan a repetirse en losproyectos futuros, por el bien de la población, de las comunidades, de lasmismas empresas y del país.

La Huella de Camisea - ser.org.pe · CAMISEA, el mayor yacimiento de gas del país y uno de los...

Documents

Transcript of La Huella de Camisea - ser.org.pe · CAMISEA, el mayor yacimiento de gas del país y uno de los...