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DIONISIO BOROBIO LA INICIACIÓN CRISTIANA Bautismo · Educación familiar Primera eucaristía · Catecumenado Confirmación · Comunidad cristiana TERCERA EDICIÓN EDICIONES SÍGUEME SALAMANCA 2009

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DIONISIO BOROBIOLA INICIACINCRISTIANABautismo Educacin familiarPrimera eucarista CatecumenadoConfirmacin Comunidad cristianaTERCERA EDICINEDICIONES SGUEMESALAMANCA2009Cubierta diseada por Christian Hugo Martn Ediciones Sgueme S.A.U., 1996C/ Garca Tejado, 23-27 - E-37007 Salamanca / EspaaTlf.: (34) 923 218 203 - Fax: (34) 923 270 [email protected]: 978-84-301-1298-2Depsito legal: S. 1247-2009Impreso en Espaa / Unin EuropeaImprime: Grficas Varona S.A.Polgono El Montalvo, Salamanca 2009CONTENIDOIntroduccin ................................................................................ 9IQU ES LA INICIACIN CRISTIANA?1. La iniciacin desde una perspectiva antropolgica.............. 172. La iniciacin desde una perspectiva cristiana....................... 27IIEL SACRAMENTO DEL BAUTISMO1. El bautismo en la Escritura................................................... 492. El bautismo en los primeros siglos (s. II-III)........................ 713. El bautismo en la poca patrstica (s. III-VII)...................... 864. Iniciacin cristiana en la Iglesia hispana (s. IV-X)............... 1175. El rito del bautismo en la Iglesia franco-germnica(-romana). Evolucin posterior (s. VI-XII) ............................................. 1416. Teologa del bautismo durante la edad media....................... 1497. El bautismo en la Reforma y en el concilio de Trento........... 1758. El bautismo en la evangelizacin de Amrica: tradicin bau-tismal hispano-americana..................................................... 1919. Bautismo e iniciacin cristiana en el Vaticano II y los rituales21310. Bautismo e iniciacin cristiana en perspectiva ecumnica... 23911. Para una teologa mistaggica bautismal.............................. 27212. El bautismo de nios, sacramento especial de la Iglesia.. 32713. El bautismo: pastoral y celebracin ritual diversificada ....... 359IIICONFIRMACIN E INICIACIN CRISTIANA1. De la economa del Espritu a la historizacin del Espritu deCristo...................................................................................... 3892. La confirmacin en la vida de la Iglesia................................ 4193. Aspectos teolgicos de la confirmacin ................................. 4574. Pastoral de la confirmacin.................................................... 6215. Catecumenado y confirmacin ............................................... 531IVPRIMERA EUCARISTA E INICIACIN CRISTIANA1. Sntesis histrica: origen y evolucin de la primera eucarista 5792. Sentido teolgico: necesaria relativizacin de la primera eu-carista.................................................................................... 5853. Primera eucarista y primera penitencia................................. 5914. Valoracin pastoral................................................................. 599Conclusin .................................................................................. 603ndice general .............................................................................. 609INTRODUCCINLa iniciacin cristiana es uno de los puntos centrales de la vida y dela accin pastoral de la Iglesia. Muchos son los documentos, estudios,planes pastorales que se han propuesto sobre este tema desde el Va-ticano II. Nosotros mismos hemos dedicado buena parte de nuestro es-fuerzo a investigar, explicar e iluminar el contenido y la pastoral de lainiciacin cristiana. Pero, tras un tiempo de reflexin y anlisis sobre loque se ha hecho y lo que queda por hacer, no podemos evitar la sensa-cin de hallarnos lejos del ideal, entre el deseo y la realidad, entre la es-peranza y el desconcierto. Es necesario un nuevo impulso para, con ri-gor y conocimiento de los diversos aspectos del tema, afrontar el retode las nuevas realidades y posibilidades de iniciacin hoy.Cuando hablamos de iniciacin, nos referimos no solamente alos momentos sacramentales especficos, sino tambin a todos los ele-mentos que integran el proceso: bautismo, pedagoga iniciatoria fami-liar, primera eucarista, catecumenado y catequesis, confirmacin, co-munidad eucarstica En la accin iniciatoria total entran en juegola seriedad de la evangelizacin, la autenticidad de la comunidad ecle-sial, la verdad del ser cristiano. No se trata simplemente de cmohay que administrar unos sacramentos de iniciacin, sino de cul esel cristiano que hacemos al preparar y celebrar dichos sacramentos.En ellos se centra gran parte de la accin pastoral de la Iglesia. Bau-tismo, confirmacin y primera eucarista son los centros significantessacramentales de un proceso que abarca ms y debe continuar tras lacelebracin del rito.El tema plantea numerosos interrogantes de los que ni los pastoresni los fieles podemos desentendernos. El concilio Vaticano II, con sureforma de los rituales del bautismo de nios y la confirmacin, y msan con el Ritual de la iniciacin cristiana de adultos (RICA), ha arro-jado una gran luz sobre numerosas cuestiones, pero tambin ha susci-tado nuevos planteamientos. Nos encontramos todava con una reno-vacin que espera ser llevada a plenitud.Si el bautismo de nios es todo lo que se afirma teolgicamente ytodo lo que se expresa litrgicamente, en qu condiciones subjetivasy comunitarias celebrarlo, de modo que no se traicione su identidad yverdad? Cmo seguir bautizando a los nios y evitar quedarnos conbautizados no convertidos ni creyentes? En qu condiciones puedegarantizarse un desarrollo normal del ser cristiano?Respecto a la confirmacin, es necesario redescubrir su identidadteolgica y su especificidad sacramental en el interior de la iniciacincristiana. Pero cul es su sentido, su lugar y su funcin en el procesode esta iniciacin? Es posible admitir y promover una pluralidad depraxis y avanzar en la lnea ecumnica, sin perjudicar la unidad de fey de celebracin, as como la eficacia pastoral?Tambin la primera eucarista forma parte de la iniciacin cristia-na, como primera participacin en el banquete fraterno de la comuni-dad creyente. Pero qu funcin debe desempear y ha desempeadode hecho en la vida de la comunidad? Puede considerarse esta prime-ra eucarista como el culmen del proceso de iniciacin? De qu ma-nera autentificar este momento eucarstico, para que se alcance el ob-jetivo de la iniciacin total?Las cuestiones que se plantean son numerosas, estn interrelacio-nadas y tienen una gran importancia para la vida de la Iglesia. No sepuede hablar de bautismo sin hacer referencia al mismo tiempo a laconfirmacin y a la primera eucarista. Ni se puede hablar de estos sa-cramentos sin referirse a la iniciacin cristiana total. Y tampoco se pue-de hablar de esta iniciacin si no se tiene a la vez presente la evangeli-zacin, el catecumenado o los procesos catecumenales, la catequesis, larenovacin radical de vida, la comunidad cristiana. Sobre todas estas di-mensiones queremos reflexionar y escribir, en comunin eclesial y conla ayuda del Seor.Encuantoalmtodoquehemosadoptado,partimosdeunplan-teamiento global de la iniciacin cristiana como totalidad, procesounitario, todo interrelacionado, proceso pleno De ah que ha-blemos en ms de un momento del gran sacramento de la iniciacincristiana. Comenzamos con una explicacin del concepto de inicia-cin (primera parte); pasamos luego a exponer el fundamento de estainiciacin o bautismo en sus diversos aspectos (segunda parte); segui-mos con la confirmacin y las cuestiones que la integran (tercera par-te); dedicamos un captulo a la primera eucarista (cuarta parte); y con-cluimos presentando los elementos necesarios para un nuevo proyectode iniciacin cristiana (quinta parte). 10 IntroduccinEn las diversas partes, prestaremos atencin al contexto sociocultu-ral y eclesial, a la investigacin y las lecciones de la historia, al ecume-nismo, a la reflexin mistaggica y a la renovacin pastoral. Nuestroobjetivo es ofrecer un verdadero tratado sobre la iniciacin cristianatotal que, teniendo en cuenta y avanzando sobre nuestros trabajos ante-riores, sirva de ayuda a telogos y pastoralistas, a sacerdotes, religiososy laicos comprometidos en la tarea de iniciar a la vida cristiana. INTRODUCCIN A LA TERCERA EDICINUna situacin nuevaEn esta nueva edicin, a la vez que reafirmamos nuestro objetivo,mtodo y contenido, no podemos olvidar algunos fenmenos que afec-tan especialmente al tema de la iniciacin cristiana. Ha crecido la con-ciencia de que tal iniciacin debe plantearse no sectorialmente, sino demodo global, incluyendo el desarrollo equilibrado de todos y cada unode los elementos que la integran. Por otro lado, se ha acentuado la do-ble tendencia existente en la Iglesia actual: la de quienes defienden launidad cronolgica secuencial como forma mejor de expresar el sen-tido teolgico, y la de los que abogan por una unidad dinmica comomedio ms adecuado de realizacin de todos los elementos de la inicia-cin. En general, la tendencia ms extendida es la segunda.No obstante las aclaraciones teolgicas, las orientaciones episcopa-les y los esfuerzos pastorales realizados, se constata que el crecienteproceso de secularismo o laicismo, el indiferentismo religioso y la desa-feccin sacramental, unidos a la crisis de la familia y a la ambigedadde los medios iniciticos empleados, cuestionan la eficacia del actualsistema de iniciacin cristiana, sobre todo en el caso de los nios.Por todo ello se vuelve a valorar la restauracin o renovacin delcatecumenado, se publican nuevas orientaciones y materiales, se instaa recuperar en la catequesis la dinmica catecumenal Pero tampo-co respecto a este tema se ocultan las dificultades de realizacin en elmundo actual, la posibilidad de seguimiento por parte de los sujetos, ylos condicionantes de realizacin en tiempo y modo adecuados.Introduccin 11A pesar de estas dificultades, se est de acuerdo en que la iniciacincristiana sigue siendo el gran reto y la gran tarea de la Iglesia, as co-mo la gran posibilidad de su renovacin y crecimiento. Toda la Iglesia,la mayora de obispos y sacerdotes, junto con los laicos ms compro-metidos y las comunidades, son conscientes de ello y as lo expresan endiversidad de documentos y testimonios. Queremos recoger algunas delas aportaciones ms importantes y recientes a la comprensin y praxisde la iniciacin cristiana.Nuevos aspectos en el Catecismo de la Iglesia catlicaEl Catecismo ha optado por recoger los aspectos ms importantesdel Vaticano II, sin introducir novedades. Con todo, presenta elemen-tos que enriquecen la aportacin de los rituales.a) Respecto al bautismo. Recuerda la riqueza de nombres con quese le designa: bautismo, bao, iluminacin, regeneracin, etc. (n. 1214-1216). Igualmente, la presentacin mistaggica de su teologa, al hilo dela bendicin bautismal (n. 1217-1228) y sobre todo al hilo del ritmo ylos ritos de la celebracin (n. 1242s). Todo ello puede ser una base ex-celenteparalacatequesisbautismal.Destacaasimismounaatencinms esmerada a todos los elementos de la iniciacin, incluido el catecu-menado, afirmando que forma parte esencial de la estructura de la ini-ciacin cristiana y que no debe confundirse con una simple catequesis(n. 1231). Subraya por ltimo la relacin fe-bautismo, afirmando que elbautismo de nios es el comienzo de un proceso que est llamado adesarrollarse (n. 1253-1255). Y, en una perspectiva ecumnica, recuer-da la variedad de tradiciones litrgicas (n. 1232s). b) Respecto a la confirmacin. Con el fin de situar el sacramentoen la Escritura parte de una presentacin de la confirmacin en la eco-noma de la salvacin (n. 1286-1289). No se limita a un texto con-creto,sinoqueexponelaeconomadelEspritu.Muestraunaclarapreocupacin ecumnica, proponiendo las dos praxis, la de los orien-tales y la de los occidentales: dos tradiciones, dos nombres (myron-confirmacin), dos ministros (obispo, sacerdote), dos acentos teolgi-cos (unidad de iniciacin - comunin eclesial), dos formas de celebrar,etc. (n. 1289, 1292, 1299). En cuanto al ministro, recordando la pra-xis de Oriente, califica al obispo como ministro originario, abrien-do la posibilidad a la celebracin por sacerdotes (n. 1312-1314). Yrespecto a los sujetos, no aade nada nuevo, recordando que el pun-12 Introduccinto de referencia para recibir la confirmacin es el del uso de razn, yque es obligatorio recibir la confirmacin para que la iniciacin cris-tiana quede completa.Aplicaciones de la Conferencia episcopal espaolaLa CEE ha publicado varios documentos explicativos y aplicativosrespecto a la iniciacin cristiana.Iniciacin cristiana. Reflexiones y orientaciones (1998). Este docu-mento busca responder a las nuevas situaciones; orientar a las iglesiasparticulares a establecer un proyecto de iniciacin; clarificar la iden-tidad de la iniciacin cristiana (parte I); sealar la forma y los lugaresde realizacin de la iniciacin cristiana con nios, adolescentes, jve-nes y adultos (parte II); ofrecer sugerencias de renovacin, teniendo encuenta la prctica actual e iluminando algunos problemas.Orientacionespastoralesparaelcatecumenado (2002).Dadalaimportancia del catecumenado en la renovacin del Vaticano II y sus ri-tuales, y consciente de los desafos actuales que provienen de la situa-cin de la fe de los bautizados, y el nmero cada vez mayor de adultosy nios en edad escolar que quieren conocer al Seor y ser bautizados,considera que la restauracin del catecumenado en nuestras iglesiases una oportunidad que Dios concede para renovar la vida de la Iglesiay una ocasin para mostrar a todos la fe que ella ha recibido. Adems,recuerda la identidad y estructura del catecumenado, propone algunasadaptaciones y peculiaridades en el desarrollo del catecumenado, se-gn se trate de nios, jvenes o adultos.Orientaciones pastorales para la iniciacin cristiana de nios nobautizados en su infancia (2004). Sita la iniciacin dentro de la urgen-te evangelizacin, la formacin permanente de la fe de los bautizadosy la problemtica generada por el aumento del nmero de nios que, nohabiendo sido bautizados de prvulos, solicitan el bautismo. A conti-nuacin indica las caractersticas (estructura, desarrollo, etapas) quedebe tener el catecumenado de nios no bautizados; la necesidad de unacatequesis y liturgia adecuadas; la importancia de la mediacin mater-nal de la Iglesia (comunidad, obispo, presbteros y diconos, padrinos,catequistas, familia, grupo catecumenal). Y concluye con una propues-ta para la pastoral de la iniciacin cristiana de nios no bautizados: du-racin de cuatro o cinco aos; carcter del proceso catecumenal; situa-ciones particulares; celebracinIntroduccin 13Algunas novedades del actual magisterio papal y episcopal Exhortacin apostlica Sacramentum caritatis (2007), de Bene-dicto XVI. Entre otros temas, el Papa aborda la relacin entre eucaris-ta e iniciacin cristiana (n. 17-20). La eucarista representa la meta delainiciacin,ydebefavorecerseunacomprensinmsunitariadelproceso. Ante la diversidad de tradiciones (Oriente, Occidente) y depraxis en la Iglesia actual, afirma la necesidad de verificar qu prcti-cas pueden ayudar mejor a los fieles a poner de relieve el sacramentode la eucarista como aquello a lo que tiende toda la iniciacin y ve-rificar la eficacia de los actuales procesos de iniciacin, para ayudar ca-da vez ms al cristiano a madurar con la accin educativa de nuestrascomunidades, de modo que llegue a asumir en su vida una impronta au-tnticamente eucarstica (n. 18). Recuerda a su vez la importancia dela familia en el proceso de la iniciacin de sus hijos (n. 19).Conferencia episcopal alemana: La nueva edicin del Ritual delbautismo de nios (Die Feier der Kindertaufe, 2008) propone un pro-ceso bautismalquerecuperealgodeladinmicadelcatecumenado,distinguiendo situaciones y etapas de carcter catequtico y celebra-tivo: Bautismo en dos etapas con una larga catequesis a los padres.Contempla igualmente otras posibilidades y acciones pastorales: conaquellos que retrasan el bautismo, con los no bautizadosConferencia episcopal italiana: Sus ltimas orientaciones pastora-les insisten en la iniciacin cristiana como un itinerario o proceso.As, el Direttorio generale per la catechesi (1988); la Nota pastoralLIniziazione cristiana 2. Orientamenti per lIniziazione dei fanciullie dei ragazzi dai 7 ai 14 anni (1999), y la Nota pastoral L Iniziazionecristiana 3. Orientamenti per il risveglio della fede e il completamen-to dellIniziazione cristiana in et adulta (2003).Conferencia episcopal francesa: El tema de la iniciacin cristianaes candente en Francia. Bautismo de nios y adultos, confirmacin deadolescentes y jvenes, catecumenados constituyen la trama de unavariada accin pastoral y sacramental que se manifiesta en diversidadde orientaciones pastorales y documentos episcopales (cf. J.-Ph. Re-vel, Trait des sacrements I-II, 2004-2005). 14 Introduccin