La pena de muerte cuesta tres veces más que mantener a un homicida en la cárcel La pena de muerte cuesta demasiado, abolámosla! Este es el lema de algunos estados americanos, que en tiempos de crisis económica y financiera no pueden correr con los gastos de la pena de muerte y prefieren mantener a los presos en la cárcel.

Qué! / Agencias 25 de febrero de 2009

El gobernador de Maryland, Martin O'Malley ha asegurado que "condenar a muerte a un homicida cuesta tres veces más que llevarlo a la cárcel". Lo cierto es que un estudio del Urban Institute, realizado sobre 1.227 homicidios en este Estado norteamericano, revela que las detenciones de un asesino costaron de media 1,100.000 dólares, las peticiones de condena a muerte costaron 1,800.000 dólares y las penas de muerte ejecutadas costaron 3 millones de dólares. "Cuando hay una sentencia capital, los procesos, los recursos, la vigilancia en la cárcel y otras cosas se multiplican y cuesta mucho más cara", asegura el gobernador O'Malley. INOCENTES CONDENADOS Bill Richardson, el gobernador de Nuevo México y solicitante de la abolición de la pena de muerte, ha asegurado que existen otros motivos para cambiar la ley. "El más grave es que a veces se ha condenado a personas inocentes", sentencia Richardson. La gobernadora de Kansas, la senadora republicana Carolyn McGinn, asegura que si se aboliese en julio la pena de muerte, EEUU ahorraría medio millón de dólares por cada condenado. PENA DE MUERTE EN EL MUNDO

El caso de EEUU es el más sonado, pero en el mundo aún quedan 90 países que siguen aplicando la pena de muerte. Algunos de ellos como China, Egipto o India. En Arabia Saudí donde la homsexualidad puede llegar a pagarse con la vida. En la actualidad, EEUU representa, después de la República Popular China, el país que impone a nivel estatal y federal más condenas a muertes. De hecho 38 de los 50 estados mantienen la pena capital en su constitución, siendo Texas el que lidera la posición. MÉTODOS Los procedimientos de ejecución de reos más utilizados en todo el mundo son la inyección letal de drogas por vía intravenosa, la electrocución en la silla eléctrica, la cámara de gas, la horca y el pelotón de fusilamiento, en el que se coloca al preso frente a varios hombres y se le dispara. Todos ellos se llevan a cabo en EEUU pero además en Bielorrusia, Taiwán, Tailandia, China, Vietnam, Uzbekistán, Pakistán, Irán, Egipto, Somalia, Filipinas, Jordania, Arabia Saudí y Guatemala, entre otros.