La Tensión Culto-liturgia-Forma en La Arquitectura Religiosa Católica

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    Antes de iniciar mi exposicin y establecer el rela-to grfico que interesa a la razn de ser del templo cat-lico y aado, entre el concepto y la identidad, qui-siera engarzar brevemente concepto, razn, idea y ser:el ser del templo y su identidad. Es decir, vincular laforma material con la espiritual, la forma litrgica y lacultual con la forma arquitectnica, conceptos entendi-dos en todo momento como tradicin como espacioy tiempo donde los catlicos encuentran su identi-dad.

    Desde siempre es sabido que cuando la experienciaperceptiva individual y colectiva converge hacia algnobjeto material o inmaterial, deviene en identidad. Silos catlicos convergemos y nos identificamos en unaliturgia y en un templo, se puede concluir que esa esnuestra identidad.

    Este es el caso de la Iglesia, que es ecclesia y escatlica universal, pero que lo es desde las parro-quias, desde las pequeas iglesias parroquiales que seconvierten en smbolo de estas comunidades, y almismo tiempo, de una religin universal. La arquitectu-ra hace y por lo tanto refuerza la tradicin local yuniversal que es constitutiva de la Iglesia catlica.

    Recientemente, hablando con el den Jos MaraDaz y con el cannigo Salvador Domato sobre el plandirector de la capilla mayor de la Catedral de Santiagode Compostela, convenamos que la razn de ser de la

    The tension among worship-liturgy-form in catholic religious architectureAbout St. Anthony of Paduas parish church (1994-2007)

    Iago Seara Morales

    La tensin culto-liturgia-forma en la arquitectura religiosa catlicaA propsito de la iglesia parroquial de san Antonio de Padua (1994-2007)

    liturgia y del culto implementada en el programa delproyecto, y puesta en tensin con los modelos espacia-les derivados de las formas arquitectnicas que cele-bran la fe y la alabanza al Dios Creador, hace que estasmismas formas arquitectnicas se perciban como valo-res o bienes, tanto materiales como espirituales. Porqueglosando a Jean Hani, podramos decir que el artesagrado es el vehculo del espritu divino, ya que laforma artstica permite asimilar directamente las verda-des trascendentes y suprarracionales; y es que la finali-dad del arte consiste en revelar la imagen de la natura-leza divina impresa en lo creado, realizando objetosvisibles que sean smbolos del Dios invisible. Las for-mas arquitectnicas as concebidas y el arte en gene-ral poseen lo que podemos llamar un valor sacra-mental. Son celebracin, y desde esa percepcin, unaiglesia no es simplemente un edificio, ni tampoco unmonumento, sino que es un santuario, un templo. Sufinalidad no es solamente la de reunir a los fieles, sinola de crear para ellos una atmsfera que permita a lagracia manifestarse mejor.

    Esto proviene de la teologa cristiana y, se relacionade una manera u otra con aspectos de la tradicin delsimbolismo universal y local el teolgico y cosmol-gico, como por ejemplo la orientacin ritual, la iden-tificacin del templo con el cuerpo de Cristo (que escuando surge la cruz latina incluso griega), el rico

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    simbolismo de los elementos que intervienen en elsacrificio de la misa centrados en torno a la cruz, etc.

    Pero pienso y eso es lo que hoy me gustara dejarclaro aqu que la identidad tambin se manifiesta atravs de la arquitectura histrica y actual por medio dela percepcin y la emocin colectiva e individual. Es atravs de la liturgia y el culto cuando se posibilita esapercepcin identitaria en el templo. No es la simplevisita cultural, ni mucho menos la visita turstica demasas, en la que se dan unas explicaciones rpidas parallegar enseguida a otro monumento: en absoluto. Lapercepcin del valor teolgico y cosmolgico catlicose produce fundamentalmente a travs de la liturgia ydel culto.

    Somos catlicos y nos sentimos parte de una comu-nidad; por eso, cuando trabajamos sobre una arquitec-tura histrica tenemos que conservarla, restaurarla orehabilitarla, y cuando trabajamos sobre una obranueva, hemos de asumir la obligacin disciplinariaimplcita en todo proyecto. Y no podemos olvidar queel objeto de nuestro trabajo es un fondo para la alaban-za y la celebracin, o que nos encontraremos formasque se restaurarn o rehabilitarn en el caso de la con-servacin, en funcin de la evolucin de la liturgia; poreso, no slo debemos tenerlas en cuenta, sino que tam-poco podemos dejar de lado la necesidad de recrear unatradicin arquitectnica la catlica que evoluciona

    Fig. 1-2. Croquis iniciales del proyecto.

    con esa misma liturgia y ese mismo culto.La opinin expresada por la Iglesia a travs de los

    documentos del Concilio Vaticano II es sensible cuan-do toca la arquitectura, aprecindola en todo su valor. Yahora, como patrimonio heredado, me gustara poner ennegrita lo que sigue: por su valor de acto creador y cul-tural, que se sita en una posicin inteligente en elcaptulo sexto de la constitucin sobre la SagradaLiturgia, titulado El arte y los objetos sagrados:

    Entre las actividades mas nobles del ingeniohumano se encuentran con razn las bellas artes.Principalmente el arte religioso y su cumbre, que es elarte sacro. stas por su naturaleza, estn relacionadoscon la infinita belleza de Dios, que intentan expresar dealguna manera por medio de las obras humanas (...) Poresta razn, la Santa Madre Iglesia fue siempre amiga delas bellas artes, busc constantemente su noble servi-cio, [y apoy a los artistas] principalmente para quelas cosas destinadas al culto sagrado fueran en verdaddignas, decorosas y bellas, signos y smbolos de las rea-lidades celestiales ( 122).

    Pienso que en s misma, esta contextualizacin delarte y de la arquitectura al lado de la Sagrada Liturgia,contiene un mensaje excepcional.

    Bien, toda esta experiencia no podra dejar de estarpresente en la elaboracin de un proyecto de arquitec-tura religiosa, en la actitud interior y exterior de un

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    Fig. 3-5. Maqueta de trabajo.

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    Fig. 6. Planos del proyecto de ejecucin.

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    Fig. 7. Estado de la iglesiaal trmino de la primerafase de las obras.

    Fig. 8. Ignacio Basallo, puertas de entrada a la iglesia.

    Fig. 9-14 (en la pgina siguiente). Capilla eucarstica o de uso diario:imagen de san Antonio de Padua (Francisco Leiro); atrio con fuente;baptisterio; tirador cruciforme; cruz de consagracin en el hormignabujardado.

    arquitecto al tomar sus decisiones; en definitiva, en lametodologa de cualquier propuesta. En mi caso, el pro-yecto no podra haber llegado a buen puerto sin la pre-sencia constante, entraable y afectiva del prroco,Ricardo Viqueira, y por supuesto de los fieles, que deforma convergente y responsable participaron en laconstruccin de su ecclesia, en la construccin de sutemplo, y en definitiva, en la construccin de su fe.

    Desde el principio establecimos una idea muy clara.En Fontias, un barrio nuevo de Santiago deCompostela en forma de cuadrcula uno de los ensan-ches tpicos de los aos ochenta haba un lugar pre-visto para un equipamiento. Y ah, en el extremo delbarrio, sobre un zcalo, se puso el equipamiento, eneste caso una iglesia parroquial dedicada a San Antoniode Padua. El zcalo era un muro de piedra tosca gra-nito gallego sin labrar. Y sobre ese zcalo se tenaque poner el templo. Se tom la decisin de que elzcalo fuese un atrio, un territorio sagrado, y conectardesde ah los elementos a los que habitualmente seaccede desde los atrios: el baptisterio y la nave. Y comoel terreno estaba en pendiente y no podra ser vaciado,bajo el zcalo se dispuso una cripta. Este fue, bsica-mente, el planteamiento inicial.

    Por otro lado, tenamos muy presente el compromi-so con el lenguaje de la contemporaneidad, pero desdeel punto de vista de la reinterpretacin de ese tesoro

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    espiritual que citaba expresamente la constitucin vati-cana. Y con ese equipaje nos lanzamos a la aventura.

    Estos son los primeros croquis (Fig. 1-2). Los arqui-tectos que estn aqu saben que del croquis que recogela emocin de la idea, despus se pasa a una delineacinque le da un aspecto mas tcnico. Ahora, con el orde-nador, cambiara estos esquemas, pero en aquelmomento eran as. Estamos en la entrada, en el atrio.Desde aqu se accede al baptisterio, que tambin acogela capilla eucarstica, en donde se celebran esas misasmas intimas de diario. Se sale de nuevo al atrio, a laplaza del complejo y se entra en la nave. Lo iremosviendo y concretando mas adelante. Los croquis de esaemocin, de esa atmsfera que se quiere conseguir,estn aqu; se los muestro ms que nada para ver que esun proceso sufrido, intenso, a veces vivido con ciertaansiedad por querer hacer lo adecuado. Pero en todosellos ya ven ustedes que aparece la torre aislada, la lla-mada a ese barrio, a los fieles a la oracin.

    En la maqueta lo vern ustedes mas claro (Fig. 3-5).Esta es una maqueta que hacemos en el estudio para tra-bajar nosotros, no es la maqueta para vender un pro-yecto o la maqueta para una exposicin; y creo quetiene su encanto. Le quitas la tapa, ves el espacio, enfin, trabajas sobre ella tambin con los representantesde la parroquia. El atrio sobreelevado, el zcalo primi-tivo de la urbanizacin, que se vaca y se reutiliza.

    Fig. 15. Atrio de la iglesia.

    Debajo del atrio se encuentra la zona administrativa,digamos de actividad de otro tipo, no cultual, con unpatio en el centro, alrededor del cual se encuentran lasviviendas del coadjutor y del prroco. Y a travs de undistribuidor se sube directamente a la sacrista. En laactualidad, este zcalo todava est a medio construir,ya que falta acabar la ltima fase de las viviendas de lossacerdotes y del prroco (Fig. 6).

    En la primera fase slo se construy el campanil, lacapilla eucarstica con el baptisterio, el patio del zcaloque se abri para meter luz en la planta stano y lapuerta de entrada a todo el conjunto parroquial (Fig. 7).

    En esta puerta hay una aportacin de IgnacioBasallo, un escultor orensano excepcional (Fig. 8). Latradicin de las aportaciones artsticas en la arquitectu-ra religiosa gallega es importantsima todava hoy; yocreo que sigue habiendo piezas excepcionales.Podemos recordar, por ejemplo, la Puerta Santa de PacoLeiro, realizada en madera para la catedral de Santiagode Compostela. El mismo Paco Leiro ya haba hechouna puerta en bronce para la Torre de Hrcules, en ACorua, que me parece magnfica. Es uno de los escul-tores expresionistas y contemporneos mas importantesyo dira que de Europa. En la capilla de san Felipe Neridel complejo de san Martn Pinario, que se rehabilitpara usar como saln de actos y conferencias, existe unsan Martio de una calidad excepcional. Pues bien,

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    aqu, en la parroquia de Fontias, cremos convenienteinvitar a Ignacio Basallo, para que pudiera completarcon sus trabajos de madera toda esta intervencin.Entonces ya no habra slo agua, luz y piedra, sinotambin madera; incluso en el pavimento para mar-car las zonas del presbiterio y de los fieles, en paridadde afeccin, en paridad de emocin, y por supuesto,en las puertas.

    Esta es la capilla eucarstica (Fig. 9-14). Se ve cmoes el retablo ptreo en piedra maciza, con una transpa-rencia que se produce a travs de la cruz vaciada quequiere ser simblica. Haba un croquis al principio quedeca: agua, piedra, luz. La piedra que se encuentra a laentrada del atrio recoge el agua, y la deja caer en unafuente que hay en el interior del propio atrio. Tambinla luz se recoge y se utiliza, no desde la perspectiva que es lo que impone el barroco si no desde lo ceni-tal, desde el punto de vista lateral, con unos grandesventanales que sirven para introducir la ciudad en laiglesia. Despus, la luz cenital incrementa esa diga-mos unin mstica de los fieles en la asistencia a lacelebracin.

    En la capilla eucarstica, el baptisterio est un pocodeprimido, apenas dos escalones, con una entrada deluz a travs de unas finas lminas de alabastro que yacerraban los ventanales y las naves de muchas iglesiaspaleocristianas, e incluso de algunas baslicas.

    Fig. 16. Interior de la nave principal.

    sta es la imagen que realmente explica la nave:vemos el interior del templo, donde se aprecian bien lasdos naves laterales, la luz que entra sobre el artesonadoy envuelve a todos los fieles (Fig. 15-16). Se trata deuna nave basilical, que tiene una dimensin de focali-dad. Unos pilares van conformando los tres espacios; lanave central que se eleva y permite introducir luz late-ralmente como en las antiguas baslicas: una entrada deluz perimetral, no cenital, que engloba al presbtero y alos fieles. Un pavimento distinto para ellos se disponecomo si los estuviera arropando. Para m, que la luzcentral de la nave envolviese a los fieles, en esa comu-nin o identificacin en la eucarista, era una ideaimportantsima.

    La otra luz entra por un hueco lateral como en lacapilla de diario. Y un detalle del presbiterio y el altar:se baja el techo para acoger mejor a esos fieles reuni-dos, a modo de artesonado simplificado (Fig. 17). Ahse ve cmo la luz entra, envolviendo, se ven las textu-ras de la madera en los bancos que cierran la nave porel lateral y no en el centro; cmo el espacio va conver-giendo hacia la experiencia, hacia esa digamosaportacin del presbiterio y su final sujetado. La tribu-na, colgada de estas vigas, es una lmina de hormignque se pliega en el antepecho, y se cierra lateralmentecon vidrio. Esta tribuna tambin enmarca el nrtex deentrada de la propia iglesia, de la propia nave, y a par-

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    tir de ah se accede directamente a la zona de culto (Fig.17-18).

    La iconografa y los simbolismos ya ven ustedescules son (Fig. 19). El retablo es simplemente unapared, pero la luz pasa a travs de ese vaciado; esatransparencia se da en el hueco para la imagen de laVirgen, que vino con la propia parroquia. Existe unremedo de bside que luego vern ustedes con masdetalle. La zona penitencial tiene una expresin fsicahacia el exterior.

    Los materiales. Inicialmente la iglesia iba a ser depiedra. Al final el presupuesto no lo permiti, pero sepudo poner una piel de piedra mas fina como zcalosobre el zcalo. El ara tambin se significa en piedra.

    La presencia del edificio en el polgono de Fontiasdesde el paseo superior es clara (Fig. 21). Desde all sepercibe bien la elevacin de la nave central, por ejem-plo. El aspecto final de la iglesia no se puede decir quese haya empobrecido por las limitaciones del presu-puesto, sino que simplemente es distinto al que se con-templaba en el planteamiento inicial del proyecto, quejugaba mas con la piedra.

    El hormign fue labrado, abujardado por canteros.A la plataforma y al artesonado de la tribuna se le hanaplicado un tinte de xido de cobre diluido para poder-lo destacar, como recordando esas formas de marcar elfondo de las letras en los monumentos romanos. Como

    Fig. 17. Detalle del presbiterio, con la antigua imagen de la Virgen. Fig. 18. Detalle del sagrario.

    ven, la cruz de la consagracin de la iglesia se hizo enbajorrelieve en el propio hormign abujardado, y se lapint tambin con xido de cobre (Fig. 14).

    Esta figura, est forma de cruz, es la forma en queIgnacio Basallo la plasm en el portaln de entrada alcomplejo parroquial, donde se identifica en los concep-tos de una fe, la catlica, y en una experiencia ya muycercana, la iglesia de Fontias (Fig. 20).

    Quisiera terminar con una de las citas ms conoci-das de la constitucin Sacrosanctum Concilium:

    La Iglesia nunca consider como propio ningnestilo artstico, sino que acomodndose al carcter ycondiciones de los pueblos y a las necesidades de losdiversos ritos, acept las formas de cada tiempo, crean-do en el curso de los siglos un tesoro artstico digno deser conservado cuidadosamente. Tambin el arte denuestro tiempo, y el de todos los pueblos y regiones, hade ejercerse libremente en la Iglesia, con tal que sirva alos edificios y ritos sagrados con el debido honor yreverencia; para que pueda juntar su voz a aquel admi-rable concierto que los grandes hombres entonaron a lafe catlica en los siglos pasados ( 123).

    Muchas gracias.

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    Fig. 21. Vista de la iglesia en el contexto del barrio desde el paseo superior.

    Fig. 20. Ignacio Basallo, cruz en las puertas de acceso ala nave.

    Fig. 19. Francisco Leiro. Detalle de la taracera de la puerta principal.