Mensaje Eusebio Ayala 1935 - República del Paraguay - PortalGuarani

8/4/2019 Mensaje Eusebio Ayala 1935 - República del Paraguay - PortalGuarani

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ABRIL DE1935

MENSA]E •

DEL

! Presidente de la Republica del Paraguay

Doctor Eusebio Ayala

}mpr-enta "W~iGna.l

ASUNe_fON

19a~



DEL

l\iENSAJE

Presidente de la Republica del Paraguay

Doctor Eusebio Ayala

al

uCongreso Nacional

ABR1L DE 1935

Imprenta Naclonal

ASUNCION

1935



Senores Diputados:

Senores Senadores,

En el ana transcurrido se desarrollaron acciones rnilita-

res de irnportancia, can resultados netamente Iavorables para

las arrnas paraguay-as. Despues del gran retroceso a que se

,r:i6 obligado el enemigo por efecto de la victoria de Campo

Via los ejercitos quedaron separados por una extensa zona

cubierta de enmarafiada vegetaci6n, sin aguadas y con cami-

nos detestables, Nuestras tropas Iueron, poco a poco, ven-

ciendo los obstaculos y aproximandose de nuevo al adversa- '\

rio, En Mayo sufrimos el unico contraste de la campafia, en

Canada Strongest, donde algunas fracciones, despues de ha-

tirse heroicamente, cayeron prisioneras, La perdida, en estaocasion, entre muertos, heridos y desaparecidos, fue de I.216

hombres, EI enemigo no gano un solo palrno de ter reno ;-

nuestras tropas siguieron su marcha progresiva, hasta que las

acetones de Canada El Carmen, Ballivian, Irendagiie, Picuiba,

Ybybobo, Capiirenda y Carandayty, nos clieron la posesion

del Chaco hasta las cercanias de Villa Montes y el dominic

del camino a Santa Cruz y del rio Parapiti, Las Iuerz as del

eontrario solo ocupan hoy una fraccion del territorio para

guayo en el norte y otra en el oeste.

Los sucesivcs y brillantes exitos se debieron a la capa-cidad del Comando Superior y de los Comandos ubalternos

y a las cualidades excepcionales de la tropa. Hay que atribuir

igualmente el correspondiente rnerito a 1a eficacia de los ser-

vicios auxiliares y de las organizaciones de retaguardia.

EI espectaculo del campo de lucha impre iona a cualquier

corazon sensible. Las cronicas deseriben escenas de horror,

que la imaginacion del publico multi plica y magnifica. De este

modo, tiende a forrnarse una opinion distinta de la realidad



4

Bien es cierto que el sacrificio en vic1as, pequeiio 0 grande, esharto doloroso para nosotros, pero no hay motives para exa-

gerar sus proporciones. Personajes oficiales bolivianos, a es-

tar por noticias de prensa, die ron la cifra de las perdidas de su

pais. Sobre esta base se hall bordado conjeturas acerca del

costo en vidas de la guerra del Chaco. No intentaremos esti-

mar las bajas del enemigo. Bastenos decir que teniendo en

cuenta los calculos mas reducidos que se han dado, las nues-

tras., en comparacion, son minimas, Las estadisticas, que estan

completandose, diran la verdad acerca de las perdidas hurna-

nas que importa Ia contienda para nosotros. El periodo degran mortalidad fue el ana de I933, siendo las defunciones

clebidas, en su mayor parte, a enfermedac1es como la bronco-

neumonia, tifus, paludismo, disenteria. 1934 ha vista desapa-

recer estos flagelos. La mortalidad de guerra ha sido muv

pequefia en 1933 y 1934. Los' primeros combates de 1932 fue-

ron los mas sangrientos y rnortiferos, debido a la inexperien-

cia. La mortalidad en relacion a la poblacion y a los efectivos,

segun las estadisticas del Estado Mayor y de la Sanidad, y

teniendo 'en cuenta la duraciorr de la campafia, cia guarismos

que no tienen nada de alarmantes. Solamente en las guerrascoloniales, los ej ercitos europeos han pedicle tener baj as tan

reducidas en comparacion con las sufriclas por el adversario.

La batalla de Picuiba, por caso, nos coste menos cle 200 bajas,

de las cuales 40 muertos; 'en carnbio, el ejercito boliviano per-

clio cerca de 10.000 hombres, mas de la mitad, muertos, hasta

el punto de que un jefe enemigo Ia llamo "el mas grande de

sastre de la historia" en su diario de campafia caido en nues-

tro poder.

No nos inspiran sentimiento de vanagloria al hacer es-

tas verificaciones. 5610 queremos que e l pais conozca la rea-

lidad, hoy mismo comprobable, para no aceptar las ver siones,

que son infundadas en 10 Clue a nosoti os respecta. La propa·

ganda enemiga busca trastrocar los hechos, disimulando sus

perdidas y exagerando las nuestras. Este ardid se ha gastado

en el curso del tiempo.

Podemos afirrnar rotundamente que nuestra s.ituacion

militar e buena. Si bien no esta liberado todo el territorio, se

[ian alcanzado los objetivos -estrategiccs fundarnentales, de



5

I

/

tal suerte que, 51 prosigue la Iucha, ella se desarrollara enadelante de modo atin mas favorable, que hasta ahara, para

las armas nacionales,

A pesarde esta situacion militar ventajosa, el .gobierno,

contando can el beneplacito de Ia nacion, est a siempre dis-

puesto a poner termino a la guerra, bajo condiciones que 110

impliquen imposiciones Iesivas para nuestros derechos e in-

tereses. Necesitamos una paz caucionada, mas que par el sella

de los tratados, par Ia buena disposicion de los firrnantes.

Seguramente no se obtendra enseg uida til olvido de los agra·

vias ni el renunciamiento a inveteradas aspiraciones. ,Mas,

un arreglo cimentado sabre la exacta vision del porvenir, da.

ra can el tiempo frutos de concordia y de cooperacion,

l Sera hoy mas facil el acuerdo que antes de 1932? Cual-

quiera sea la respuesta, tenemos hoy una certeza y es que Boli-

via no puede conquistar el Chaco. Este nuevo factor debe pesar

en la balanza de las decisiones, Las negociaciones que vengan

deben ser eritabladas en el terreno de las realidades, si se

quiere tencr iexito. EI primer paso que se impone es la cesa-

cion de las lrostilidades, can adecuadas garantias de seguri-

dad. Este punta es incontrovertible y la negativa a admitirlo

valdria tanto como deliberado proposito de continuar la gue-

rra. No cabe procedirniento diplomatico, ni arbitral, mientras

los dos ejercitos esten uno frente al otro: J uzgarnos utopica

. la pretension de definir par acuerdo, sea el fan do mismo del

pie ito, sea la formula de un compromiso arbitral, sin antes

eliminar la 'accion de las arrnas. Los tratados suscritos en un.

ambiente de fuerza, tendran fatalmente que ser dictados par

la fuerza,

La principal de las seguridades es la desmovilizacion in-

mecliata y la limitacion de efectivos y armarnentos durante

el proceso de las discusiones. Nos perrnitimos observar las

recomendaciones de la Sociedad de las' Naciones en esta ma-

teria, precisamente porque no pr even el desarme sino para

despues de liquidados 0 encauzados todos los litigios. En-

vuelven . propiamente un arrnisticio indeterrninado, sujeto a

contingencias imprevisibles y, par ella, peligrosas. Creimos

hacer, usa de un derecho irnplicito al pedira la Liga la recon-

sideracion del plan, en esa y otras partes. Par desgracia, eI



,

Cornite Consultive prefiri6 recurrir a sanciones extempora-

neas, injustas e ilegales, antes que escuchar Y examinar nues-

tras razones con animo sereno 'e imparcial,

Restablecida la paz material, habr ernos de trabajar par la

paz juridica y moral. Nuestra idea es. bien conocida. 'I'enemos

fe en la eficacia de los acuerdos directos, los unicos capac'es

de contemplar los variados aspectos de los problemas de ve-

cindad, La cuestion entre el Paraguay Y Bolivia consistira en

el futuro, una vez resueltos los diferendos actuales, en acor-

dar reglas de conducta que nos conviertan en buenos vecinos.

El progreso cornun de los dos Estados, requerira asistencia

mutua, cooperaci6n, solidaridad, Para esos objetivos, siquiera

nos aparezcan lejanos, el plano econ6mico se ofrece como el

rnis indicado. Tal vez se tropiece can graves obstaculos sus-

citados por los sentirnientos. dorninantes. Hay que buscar, de

todos rrrodos, esas soluciones, mediante el concurso de terce

ros de buena voluntad.

EI arbitraje esta consagrado como el procedimiento ju-

ridico para dirirnir los litigios que no pueden ser arreglados

par el trato internacional. Es la ultima ratio. La guerra del

Chaco resulto del fracaso de Ia diplornacia y de Ia oposicion al

recurso arbitral. Despues de cerca de tres afios de lucha 1105

encontramos ante el misrno problema. EI laudo en un pleito

como el del Chaco no puede ser sino estrictamente de dere-

chao J Pero de que clerecha? Empezarnos por no estar de,

acuerdo sobre las norrnas. Uti possidetis 0 110 uti possidetis.

Uti possidetis de jure 0de facto. Doctrinas americanas 0 doc,

trinas europeas, He aqui unas cuantas divergencias prelimi-

nares. El juez, para solucionar un pleito, necesita una ley con-

sentida Y un caso definido. Al sefialar estas dificultades, no

lias guia el prop6sito de eludir el arbitraje sino demastrar que

el procedimiento arbitral no abrevia el camino, ni facilita Ia

obra. Bienvenido el arbitraje, si somos capaces de acordar

la formula de aplicaci6n. De nuestra parte, aceptamos el ar-

bitraje en toda la amplitud en que esta incorporado al derecho

internacional contemporaneo, Lo aceptamos tal como se halla

estipulado en el Pacto de la Sociedad de las Naciones y en el

Estatuto de la Corte de La Haya, Y tal' como esta convencio-

nado en los instrumentos diplomaticos mas recientes, ann

cuando no Ileven nuestra firma. ~Se nos puede exigir mas?



7

El principio admiticlo es que todo juicio arbitral tiene queir precedido por un compromise suscrito rpo r las partes, a

rnenos que, por actos generales 0 especiales, hubieran esas

partes consentido la jurisdiccion obligaltoria de un juez en

relacion a deterrninadas cuestiones, El Paraguay no esta

obligado por ninguna convencion, 0 regia admitida del dere-

cho de gentes, a someter a arbitraje, sin cornprorniso previo,

los diferendos que tiene con Bolivia. Ningun pais, en eles-

tado actual del Derecho Internacional, aceptara someterse

a reglas que afectan su soberania, clictadas por poderes ex-

trafics, sin estar comprorrietido en virtud de pactos preexis-

tentes. Sin embargo, la Liga, en sus recomendaciones, propone

una clausula de arbitraje ilimitado. La Corte de La Haya, se-

gun ellas, tendria facultad de definir la litis contestatio, y sien-

do as! nada se opondria a que Bolivia reivindicara para S 1 no s610

el Chaco, sino tambien la totalic1ad del territorio par aguayo.

No conocernos ningun ejernplo de que cuestiones de tanta

gravedad hayan sido llevadas en sernejantes condiciones ante

un juez 0 arbitro,

Para nosotros esa formula, por otra parte, equivale a un

verdadero prejuzgamiento. Sobre una gran parte del Chaco el

Paraguay ejcr ce soberania en virtud de un laudo arbitral.No poclemos admitir la litigiosidad de esa zona, porque valdria

tanto como justif icar los atropellos de Bolivia. Invadir tierra

litigiosa, puede no ser un acto de ag resion .. En cambio, tiene

netamente ese caracter la penetracion por la fuerza, en ; _ 1 1 1 i l

region adjudicada al vecino por sentencia publica reconocida.

La formula venida de Ginebra, adem as, no podria COl11-

promcter la responsabilidad de nuestro pais, sin vuestra pre-

via ra tificacion. El que Bolivia desdefie su ley constitucional

110 es razon para que el Paraguay haga lo mismo. Es ciertc

que el Poder Ejecutivo representa la Nacion en las relaciones

externas; par 10 mismo e SLl deber ineludible velar porque

sean respetados los otros poderes del Estado. Es este e1 de-

. lito por el cual el Comite Consultive de la Liga de las Nacio-

nes nos ha infligido un castigo. Se ha dicho que podriamos

haber sometido al Parlamento las recomendaciones para que,

en breve plaza, se pronuncie sobre aquellas que requieren su

voto. No podiamos aceptar, bajo ningun concepto, condicio-



nes de aprernio. Hay mas ; el Poder Ejecutivo no esta de

acuerdo con la formula arbitral- indeterminada, donde Ja ma-

teria no es definida: previamente por un compromise. No es

concebible que el Cobiemo pida al Congreso la ratificacion

de un plan que no tiene su propia aprobacion,

La Liga, en el ernpefio de precipitar una solucion cual-

quiera, ha invadido un terreno que le esta estrictamente ve-

dado: el de la soberania interna de U11 miembro. AI ingresar

en .la Sociedad, 110 renunciamos imas que a aquellos derechos

soberanos taxativamente enumerados en el Pacto social. Ninguna clausula de ese documento nos obliga al arbitraje in

condicional, en el cual puede estar embebida hasta nuestra

propia existeneia como naci6n. Nos hernos negado, pues, aalgo que esta dentro de nuestra Iacultad aceptar 0 negar. '

No ornitimos ningun empefio razonable para hacer pO,-

sible la continuacion del Paraguay en la Liga. Si bien veiamos

con pena la ineficacia de una gesti6n que en mas de un ana

no habia logrado dar un paso. hacia la soluci6n del conflicto,

teniarnos el proposito de seguir cooperando, por todoelfiem-

po que fuera necesario,Nuestro pais ha procurado ser, en todo momenta; un

miembro leal de la Sociedad de las Naciones: Acudimos a

ella en demanda de atenci6n desde los primeros dias del con-

flicto (mensaje del IQ de Agosto de I932). No obstante esta

circunstancia, nos ha acusado de haber violado el Pact~, 10

mismo que el adversario. No vamos a enunciar todos nues-

tros legitimos agravios contra la institucion. £1 ultimo ha

-excedido toda medida. E1 Comite Consultivo, ha coudenado

al Paraguay a un genero de interdiccion, cuyo resultado pre-

visto es dar arrnas a' Bolivia para aplastarnos, En vano sebusca despues del heche, eufemismos que cubran ese inaudito

atentado. No se trata de sanci6n moral, no se trata de ad-

vertencia amistosa. Se trata de la flagrante violacion de 105

deberes de neutralidad, bajo el patrocinio de Ia institucion de

la paz universal.

Recibimos la noticia de la resoluci6n de1 16 de Enero cot:'

verdadera sorpresa, ~C6mo hahriamos de esperar que un

pedido de reconsideracion del plan de la Asamblea, can ex-

presion de fundament os, traeria una terrible sancion, que 110



estil. siquiera prevista en e1 Pacto y cuyo unico resultadopractice seria prolongar mas aun Ia contienda? Examinarnos,

sin embargo, con toda serenidad nuestra situacion, y apro-

vechando la visita de un alto runcionario de Ia Cancilleria

Argentina, manifest amos nuestra di po icion de solicitar del

Cornite Consultive que revtera su deci ion respecto dei embar·

go de arrnas, para luego considerar las objeciones que habia-

mos formulado a la recomendaciones, Dejamos transeurrir

cerca de un me y en vi ta del ningUn efecto de la sugestion,

resolvimos dar e1 preaviso de nuestro retiro de ~a Sociedad.

Estas explicacione serviran, 10 esperamos para disipar cual-

qui era duda obre la condncta que hemos observado en la

ocasion,

Se nos ha in form ado de ciertas apreciaciones que tal vez

pesaran en la decision del Cornite Consultivo ; se habria pen-

sado que el Paraguay en vista de sus exitos militares podria

tener el proposito, 10 mismo que Bolivia en anteriores oca-

siones, de prescindir de toda intervencion extrafia e importer

sus condiciones. Tal sospecha se des carta en absoluto en

cuanto se lee con cuidado Ia nota paraguaya que contiene' las

observaciones al plan de la Asamblea. Lo que el Paraguay re-

c!amaba era la cesacion inmediata y definitiva de las bostili-

dades, en vez del arrnisticio sine die propuesto en las reco-

mendaciones, ~Es esta la actitud de un pais contra rio a la

paz? Las cargas de la guerra estan gastando nuestras mejo-

res energias. E1 deseo de librarnos de ella en el mas breve

plazo, no puede ser censurado, menos punido, En ning un mo-

mento el gobierno paraguayo ha tenido otra intencion que

la. de devolver la paz al pueblo bajo condiciones honorable"

y justas. Nuestra 'concepcion de las formulas y procedimien-

tos no ha variado en 10 fundamental en todo el curso del

conflicto. Para nosotros han tenido y siguen teniendo prima-

cia las bases de seguridad en todo arreglo que se proponga.

Esas bases no pueden ser hoy las misrnas que pedimos al

principio para impedir Ia guerra, y mas tarde para detenerla

en su curso destructor. Son las circunstancias las que han

variado; no, nosotros ni nuestra conducta.

Nuestro retiro de Ginebra mereci6 unanime aprobacion,

La opinion extranjera justifico ampliamente aquella actitud.



10.

Nos Ileno de Viva satisfaeci6n la manifestaci6n de la colecti-vidad extranjera radicada en el pais a la eual adhirieron

muehos extranjeros residentes afuera. Organizada en Legion

Civil, contribuye Mil y generosamente a todas las obras de

socorro y de asistencia creadas por la guerra. Conmovida por

la injusticia de la Liga, exteriorize su reprobacion en U11 his-

torico documento y en un acto popular de grandiosas pro-

porciones.

Estarnos fuera de la Sociedad de las N aciones, en todo

10 concerniente a las negociaciones de paz. Tenemos conoci-

miento de las gestiones que se iniciaron para formar un grupo

mediador de Estados americanos, Queremos anticipar nues-

tro proposito de deciclida cooperacion,

La lucha va llegando a su desenlace natural. La situaci6n

de los beligerantes clifici1mente podra ya rnodificarse. Es la

hera de que cada cual asuma can valentia su parte de res

ponsabilidad para poner fin al conflicto. Por 10 que nos toea,

1:0 mostraremos 1a menor vacilacion, Sabemos que nuestros

conciudadanos quieren 1a paz. La han ganado con el magni-

fico esfuerzo que es objeto de general respeto. Salvada la

Patria. del peligro mortal que la amenazaba, tienen derecho

a restituirse a sus hogares, con honor y con gloria, para reem-

prender, en un ambiente de paz y de seguridad, las tareas de

la grandeza nacional y del bienestar de cada uno.

* * *

E1 enemigo, al provoear el conflicto, contaba con que la

pobreza de nuestro pais Ie inhabi1itaria' a sostener la lucha

por mas de un par de meses, Se equivoco en esto, tanto como

en la estimaciori del vigor de nuestra eoh~si6n nacional y de

la aptitud de reaccion del pueblo ante el ataque. j Ojala hu-

bieran sido mas exactas las informaeiones y mas fundados

los juicios de Bolivia sobre nuestro pais! Posiblemente se

habria evitado la guerra y resuelto el Ul1.lCO y verdadero

pleito entre, las dos naciones, en el modo e01110 se definen los

litigios sobre demarcacion de fronteras.

Seria oeioso demostrar el gravisimo error cometido por

el enernigo en su juicio sabre el ejercito paraguayo y en sus



espectativas sobre la anarquia y disoluciori del pais. Los he-chos son suficienternente elocuentes. Lo que es menos 110-

torio es la explicacion del poder de resistencia econ6mica y

financiera que ha mostrado el Paraguay. Sin embargo, no

hay ningun milagro en el esfuerzo r ealizado, No poseemos

ninguna varita rnagica ; las ayudas exteriores, que men tan los

adversaries, 110 han existido ni existen en forma alguna. Eco··

n0111ica Y militarrnente, la guerra es sostenicla por el brazo

paraguayo. Cuando llegue la oportunidad de publicar cifras,

las claremos a couocer sirr reservas, como un testimonio de

la eficiencia nacional, de la cual podernos legitimamente enor-gullecernos.

La produccion agricola, la ganaclera y la forestal son

las que sostienen el peso financiero de la guerra. El agricul-

tor paga tributo en forma de un descuento del valor de sus

productos por el concepto de expropiacion ; el g:anadero con-

tribuye Call las requisas de animales, principalmente vacunos.

Estas requisas han alcanzado en 32 meses el 22 % del stock

de cada ganadero, 0 sea a razori de 8 % por afio sobre el to-

tal del rebafio. Tarnbien incicle sobr e el, inclirectamente, la

exprcpiacion sobre el valor cle los proc1uctos y subproductosde ganaderia que son exportados, La industria cuya base es

la explotaciou forestal, ha tenido una participacion importan-'

te en la provision de divisas para las necesidades de la de-

fensa. Sera acto de estricta j usticia no solo reconoeer estos

aportes, dados con invariable buena voluntad, sino tambien

tratar de reponer, en la mas amplia medida compatible con

las circunstancias, los perjuicios causados, No es todavia la

bora de abordar soluciones y nos limitamos a sefialar a la

consideraci6n publica la cooperacion financiera que ha per-

mitido hacer frente a los gastos originados por la guerra.Mediante la amplia produccion de articulos de consume

interno y de exportacion, eI pais ha podido hacer frente, a

la vez, al sostenimiento de la poblaci6n civil y del ejercito

en carnpafia. En 10 tocante a la financiaci6n de la guerra, el

Cobierno ha recurrido a la emisi6n de papel fiduciario para

obtener las clivisa derivadas de la exportacion de productos.

Las reservas metalicas existentes al iniciarse el conflicto, los

re(urSQS de las expropiaciones, algunos creditosobtenidos, ell

,

11

·



condiciones liberales, de empresas vinculadas con el pais, for

man d conjunto de los medics Iinancieros utilizados para las

adquisiciones en el exterior. Esta enumeracion, sin embargo,

110 explica to do el asunto. Esos recurs os, limitados, segun

todos saben, fueron .empleados con una rigurosa parsimonia.

El ej ercito no ha podido ser dotado en ningun memento de

los elementos que requeria para desplegar su maximo poder

belico, La 'superioridad del enemigo en todo el cur so de la

lucha, en efectivos y particularmente en material, ha sido y

es inmensa .. Nue~tro Estado Mayor calcula grosso modo que'el ejercito boliviano Ianza proyectiles de Iusil y ametrallado-

ra en la proporcion de 10 por un proyectil nuestro; en gra-

nadas de artilleria y morteros, en la proporcion cle 100 a 1;

en bornbas de avion, de 50 a 1. A la econornia en el empleo

rle material hay que agregar las capturas impor tantes reali-

zadas. Nuestras tropas actualmente estan ~rmadas en la pro-

porcion del 75 % con fusiles, armas automaticas (ametraUa-

doras .pesadas, livianas y pistolas) y mor ter os, capturados a

los bolivianos. La cantidad de rnuniciones y otros elementos

tornados es tarnbien considerable. EI materiaicapturado ha'contribuiclo, en la forma principal que acabamos de apuntar,

al equipamiento y aprovisionamiento del ejercito, Gracias a

ello, no hemos tenido necesidad de hacer sino las adquisiciones

mas indispensables en el exterior. La eficiencia del Comando

y de ID S servicios, saca, par su parte, todo el r endimiento po-

sible del material, Un ejemplo gr afico 1 0 da la. organizacion

de los transportes. El ej ercito enemigo dio como causa de SU'5

fracas os las distancias a recorrer y Jos obstaculos que opo-

nia el terrene del Chaco al uso de vehiculos de toda clase:

Efectivamente, la zona de operaciones po see condiciones muyadversas al movlmiento de masas de hombres. Nuestro Co-

rnando, despues de un periodo de tanteos y ensayos, rernovio

todos IDS inconvenientes y lleg6 a asegurar las dos cosas

esenciales : agua potable y abastecimiento ge,neraL Los rna-

los caminos significan destruccion- r apida de camiones, gasto

suplernentario ,de combustible, fatiga excesiva del personal

y limitacion d e la carga. La construcciori de rutas .camiona-

bles de acuerdo con planes racionales, a contrarlo sensu,

obvia todos esos inconvenientes.: Es 10 que ha heche nuestro



1 3

Comando, salvando todcs los obstaculos que el enenugo fue

incapaz de veneer,

En suma, si hernos podic1.ohacer frente a las exigencias

de la guerra en arrnamentos, equipos y transpor tes, ello se

debe al esfuerzo de la Naei6n, a Ia estricta economia que ha

presidido nuestras adquisieiones del exterior y a su empleo

eficiente por el ejercito,

* * *

I I ,

Todo esto ha sid a posible a pesar de laonotoria irregu-laridad en que se desenvuelve e1 regimen de presupuesto, de-

bido al estado de guerra, No habiendose podido dictar la)ey

annal de autorizaci6n de gastos y prevision de recursos desele

el afio 1931, el P. E. en los primeros momentos del conflicto,

se apr esuro a introducir importantes rebajas en los gastos

autorizados, pero ultimarnente y en vista de la depreciacion

monetaria, se ha suprimido parte d e las reducciones, marrte-

nienelo siernpre los gastos en un nivel muy inferior al estable-

cido por ley. Haciendo uso de una facultad legal, se ha au-

mentado en un 50 % la tasa de los der echos de importacion.

Teniendo en cuenta que esos derechos son pagados al cam-

bio oficial, cabe decir que el aumento no alcanza ni siquiera

a compensar la depreciacion del cambia. Por otra parte, en

vista de la depresion del corner cio de la yerba mate, se han

suprimido los derechos de exportacion que paga este producto.

No hernos juzg ado eonveniente, aurnentar realmente las

cargas impositivas. a pesar de la urgente necesidad de recur-

50S. La razon es sencilla. L a s Iuentes irrsponibles estal!-, per

el efeeto continuado de la crisis y deIa guerra, hondamente

afect~das. Nuevas gabeias no harian sino empeorar la situa-

cion, "sin esperanza de un rendimiento inrnediato 'capaz "de'ali-

viar sensiblemente el Tesoro. La industria ganadera sufre e1

peso de las requisas, el comer cio exportador esta sujeto a la

expropiacion, el comercio importador se restringe por'"la difi-

cultad de obtener divisas; ninguna de estas actividades se h3.-

lla en condiciones de sobrellevar, mientras subsistan las cir-

cunstancias actuales, una carga adicional importarite.

Sin embargo, con entera conviccion decirnos que los 'da-



14

nos causados por la guerra a la economia nacional son pron-

tamente reparables, La economia del pais no hasufrido radi-

calmente por efecto de fa guerra. Sus perturbaciones son pa-

sajeras. La producciori sigue una curva cada vez mas aeen-

tuada, de reaccion de la gran crisis mundial. E1 costa de la

vida, en cuanto es influenciado por los precios interiores, no

ha aumentado sino en proporci6n infima cornparado can la

desvalorizaci6n de la moneda Jegal. Lo mas aparente y sen-

sible es el trastorno monetario, El restablecimiento de un

cambia exterior razonable depende del esfuerzo recuperador

que esperamos ha de realizar el pais en la paz. El regimen de

las obligaciones pendientes en moneda extranjera, ha de ajustarse a una norma que cantemple can criteria de equidad Ios

intereses cornprorrietidos. EI saldo de compromises del Estado

sera indudablemente grueso, pero no ha de exceder a rrues-

tr as posibilidacles, toda vez que el pais trabaje y el Estado

ponga orden en sus negocios. La deucla fiscal, incluyerido los

cornpr omisos de Ia guerra, se cornpa ra hoy mismo ventajosa-

mente con la de ctros Estados de America. No nos sera dificil

hacer £rente a ella, si cortarnos de raiz el defecto de nuestras

finanzas que es el desor den. A el se deben la insolvencia cro-

nica del Tesoro, la irr egular idad en los servicios de las obliga

ciones del Estado, y por ende, la dificultad del uso del credito,

factor esencial en el rnanejo de la hacienda publica en cual-

quier naci6n. Los bonos del Estado cuando sean atendidos

clehidamente, dejaran de ser inscriptos en Ia contabilidad pri-

vada como cr editos dudosos y podran conver tirse en valores

movilizables, que estimulen el iritercambio y las operaciones

fiduciarias, No es ningun misterio que las deudas de los Esta-

dos sigan un nivel de progr esion constante. En las horas Crt -

ticas, los Gobiernos pagan a los acreec1ores, contrayenclo sirn-

plemente nuevas deudas. Si la evoluci6n economica del pais

no sufre alg un colapso fundamental, capaz de extinguir la feen el porvenir, el pr oceso de endeuclamiento progresivo sera

considerado COtTlO un fen6meno normal, siempre que no rebase

cier tos limites impuestos par la cordura.

Los titulos eruitidos por un Estado de finanzas ordena-

das, son considerados como inversiones de buen padre de fa-

milia. El servicio 'puntual deesas obligaciones no solo habilita



15

al Gobierno a disponer de creditos locales, am.plios y baratos,

sino suministra al publico un media de colocar sus ahorros,

Es, a nuestro ver, una falsa concepcion la que da prefe-

r encia al credit a externo como media de financiar las necesi-

dades del Estado. EI dinero que viene del extranjero tiene que

volver a salir, aumentado can reditos y bonificaciones. Es util

0 , 6 1 0 si se aplica a fomentar la capacidad productora y expor-

tadora del pais, en una proporeion superior a los cornprornisos

de page que implica. Los intereses y bonificaciones de los pres-

tames internos quedan en el pais, aumentan la capacidad ad-

quisitiva del publico y el volumen de los negocios. No impug-

namos las operaciones de credito externo, de ningun modo.

Ellas vendr an a su tiempo, en condiciones Iavorables, par el

mismo efeeto de la buena ordenacion del credito interno. Pero

no hay que correr en pas de los emprestitos, ni menos acep-

tarlos can usura. E tarea mas provechosa poner ernpefio en

la organizaci6n racional elel mercado interne de valores. El

dara al Gobierno, a medida de 511 expansion, los m.edios reque-

ridos para las obra ele constr uccion y ele progreso. Sobre la

base de las propias obligaciones fiscales, se puede levantar la

estructura financiera de la nacion, segun muestra la expet'ien-

cia universal.Sistematizaci6n de los gastos fiscales, regularizacion "de

los compromises fiduciaries elel Estado, mantenimiento estr icto

de los servicio de la deuda, posibilidaeles ele cr edito corriente

para el Tesoro, on los requisites basicos de organizacion de

la Hacienda Publica.

En las circunstancias actuales, tales medidas tienen que

ser compietadas mediante un regimen impositivo que r.ealice

la elable finalidad de una mayor justicia fiscal y ele un incre-

menta considerable de las rentas. Las tarifas actuales carecen

ele elasticidad porque no inciden equitativamente sobre la ri-queza imponible. La cleficiencia del sistema de percepcion, por

otra parte, es un incentive al fraude en cuanto las tasas exce-

den ciertos limites. El primer paso aconsejado consiste, pues,

en la revision de las Jeyes de impuestos. Esta empresa es de

. urgente necesielad y, para que riuda 1 0 . 5 frutos esperados, habrf

de realizarse con las garantlas ele laexperiencia y de la tecni-

ca. E1 P. E., tratara de iniciarla en cuanto sea factible. Entre



tanto, forrnulara algunos proyectos que no a£ectan en]0

fun-damental'ja actual estructura impositiva, y r espondan, mas

bien, a un criterio de reajustamiento.

Sin pecar de optimistas, cabe afirmar que existe margen

bastante amplio para. obtener un incremento de los ingresos

del Tesoro Publico. La post-guerra nos exigira gastos consi-

derables por encima del ultimo presupuesto. Los rnetodos fi-'

duciarios .que hemos ernpleado para sat is facer las exigencias de

la defensa, son de emerg encia y tienen que ser elirninados en

el mismo in stante en que. se~ practicable. No faltara entereza

al pais para respaldar la obra de la reconstruccion nacional,Una parte esencial y no muy bien cuidada de la gestion

financiera, es el control de los gastos. Hemos presentado al

H. Congreso un pedido de autorizacion para contratar tecni-

cos encargados de establecer una organizacion moderna de

contabilidad y fiscalizacion, El sistema de las adquisiciones a

nuestro juicio es susceptible de reforrnas sustanciales, cuya

acertada implantacion valdra economias importantes para el

Tesoro. El regimen de licitaciones se presta, en parte, a mane-

jos que encarecen las compras. Un ejernplo grafico bastara

para condenarlo. En la epoca de iniciarse la guerra, en 1932,expiraban unos contratos de racionamiento de tropas, al pre-

cio de 9 pesos pOl' individuo, En vista de la movilizaciori, el

P. E., examine Ia posibilidad de proveer al ejercito por via

direct a adrninistrativa. Los contratistas, al tener noticias de

tal intencion, ofrecieron espontanearnente rebajar el precio

cle cada raci6n a 5 pesos, en vez de los 9 que venian cobrando,

Con la experiencia adquirida ultimamerite, creemos: que las

adquisiciones del Estado deben ser encargadas a una institu-

cion tecnica, bajo adecuada fiscalizacion, COon gran beneficio

para e1 Estado.

* " * *

. El Ministerio de Economia, a nuestro juicio, ha justifica-

do su aparicion en el cuadroadministrativo, a pesar de los

obstaculos ineludibles en el perioclo de iniciacion, dobladas em

el caso por los efectos de la contienda. Hemos oido criticas,

Es cierto que el nuevo Departamento no ha realizado milagros



ni ha colmado la.s ambiciones de nuessras impaciencias patrio-

ticas. Per o algunos resultados estill a la vista; en 105 cuales

seria injusto negar siquiera una participacion al Ministerio. El

Incremento de 10'5 renglones de exportacion, la produceion de

articulos ele consume interne en cantidael suficiente, la. ejecu-

cion de trabajos de vialidad y otros aspectos de SL 1 multiple

actividad, dena-tan que eI Departamento ha venido en hora may

apropiada 1 1 . cumplir una util misi6n. .

Apenas Se ha ernpezado la obra, El hor izontc de Ia futura

labor es muy vasto. Quizas sea premature attn delinear ·un

programa, Mas, hernos de decir clesde ya que el capitulo fun-

<1amental ha de re:ferirse a la produccion econornica, Plantea-

remos el problema. Con una poblacion de alrededor de Ui1 rni-

1I6n de habitantes y un ter ritorio fer til y excepcionalmente apto

para una ·gran variedad de trabajos, el Paraguay es una na-

cion economicamenr- muy atrasada. Los indices de su capa-

cidad son bajos. No es dificil deterrninar las causas del feno-

meno. Creernos que tampoco el removerlaseste fuera de nues-

ira alcance. El paraguayo es laborioso, can perdon de los que

10 ven siempre declicados a tocar la gl1itarra, bajo el alero de!

rancho. No trabaja mas de 10 indispensable para vivir, porque

1e falta e! incerrtivo que mueve la actividad econornica, La prue,

ea la tenernos ante los ojos can el subito acrecentamiento 'de

1&cosecha de algodon. H agricudtor y en general el trabaja-

dor rural, se siente oprimidopor un sinnumero de factores .ad-

versos y solo despliega SU maxima capacidad cuando las pers-

pectivas l'e parecen favorables. En esto se. distingue de campe.

sinos de otras tierras, atados al yugo por tracIiciones secula-

res. Lo que nos importa saber es si nuestros compatriotas son

capaces de producir mucho mas de 10 que producen hoy, en

condiciones que les ofrezcan gara.n~ias adecuadas ; Es ello im-posible? De ningun modo. Empecernos por prestar al produc.

tor la asistencia eficaz que requiere para obtener el mayor

posible rendimien~e su esfuerzo. De diversos modes se des-

poja al labriego,el1 la comprade sus productos, en las ventas

que. se le naGe, en los piestarnos que se Ie otorga, Quizas no

sea faetible ampar ar al agricultor sin quebrantar algunas teo-

rias .politicas, pero no hay que vacilar, EI bieriestar de la gente

que .crea Ia riqueza nacional, debe ser el dogma supremo.



1 '8 .

Nuestra ag ricultura es ruclimentaria. Necesitamos trans-

iormar [as rnetodos primitives y adoptar los mas perfectos

que se conocen. No se conseguira esta transforrnacion sin un

plan racional aplicado con teson y energia. Se ha creido ~lU~

la educacion "profesional resuelve el problema y hernos reali-

zado algunos ensayos infructuosos en ese sentido, Las escue-

las miran al porvenir. Su influencia es tardia, tanto que hasta

ahora no hemos obtenido que los egresados de los institutos

agricolas se dediquen personalmente a Iabrar la tierra. Hay

quermprimir de. inrnediato nuevas rumbos a la agricultura ya su afin, la ganaderia. El P. E., ha solicitado la autorizacion

del H. Congreso para contra tar una mision de expertos con el

objetorle forrnular un plan sabre bases cientificas. El dinero

empleado sera amplia e inmediatamente remunerative, como

10 prueban ejernplos de otros parses.

Para orientarnos en materia de politica de la producci6n,

tenemos que definir, con. la mayor exactitud, la posicion del

Paraguay en el oornercio internacional. Somos un pais produc-

tor de materias primas y esta condicion, mas 0menos modifi-

cada, prevalecera por un tiempo largo. La evolucion industrial

corresponds a poblaciones densas, de aptitud tecnica adquir ida

y acumulada lentamente. No nos conviene tentar mas que

ciertas industrias favorecidas POt condiciones peculiares y las

industr ias en pequefia escala, destinadas al consumo interno.

E J porvenir c1eeste pais depende del comercio exterior. Siendo

asi, debernos propender a estimular el intercambio, esto es,

comprar los articulos extr anjeros y vender nuestros productos.

La doctrina proteccionista no conviene al Paraguay. Cerrar

nuestras puertas a ar ticulos que no podemos producir mas quebajo el ampar o de altas tarifas traera estas clos consecuencias :

encarecimiento del consume y ClificultacI para colocar nues-

tr os productos en el exterior.

El signo del comercio de nuestro tiempo es do 'ut des, 0 se.,

gun. una formula en boga, "comprar a quien nos compra". Re,

cordemos los efectos de las tal ifas proteccionistas del azucar.

Los ingenios solicitaron del Gobiern6 deredhos protectores y los

obtuvieron ; en consecuencia, el precio del reng16n subi6 hasta

el punto maximo capaz de elirninar la competencia extranjera,

EI publico pag6 mas caro el azucar y el Estado se vio privado



19

de sus rentas. Pero no para aqui el proceso. El facil Iucro bajo

el regimen protector excit6 la competencia- productora en el

pais y se multiplicaron los ingenios, hasta el punta de provocar

una superproducci6n que envilecio los precios y malogr6 el es-

Iuerzo de los cafieros, Esta dura leccion debe ser retenida, para

(vital' nuevas desastres en el futuro. Un mercado reducido

como el nuestro, es muy susceptible al volumen de Ia ofer-

ta, Un medio aconsejable de regulaci6n autornatica de la pro-

duccion de materias de consume local, es queel Estado se abs-

tenga, par 10 pronto, de alentarla artificial y arbitrariamcrite.

d C6mo podemos introducir los productos paraguayos en

el mercado internacional ? Existen circunstancias particular-

mente propicias para nuestra producci6n; la mana de obra,

la tierra, e t standard de vida, determinan un costa bajo. Si agre-

gasemos la tecnica de los cultivos, la presentaci6n conveniente

de los productos, la baratura de los transportes, la financiaci6n

de las cosechas, la organizaci6n de la exportaei6n, etc., no hay

duda de que podriamos luchar ventajosanlente can la compe-

tencia, Pero no basta en estes tiempos vender mas barato que

otro, para ser preferido, Un sistema ccmplicado cle campen sa-

'ciones, de cuotas, de restricciones_ diversas irnpuestas par los

Estados, obligan a buscar acuerdos conterciales basados siem-

pre, como es natural,en el principia de Ia reciprocidad, Ahora

bien, un pais como el Paraguay no podria prosperar si 'comer-

ciase con el exterior segun la regIa estricta de una reciproci-

dad compensatoria. Necesitamos un margen de superavit a

nuestro favor; el eual puede proceder de la latitud que se obten-

ga en los convenios comerciales, Se presenta asi como un irn-

perativo para nuestra econornia, el producir ar ticulos baratos

y de buena calidad, Toea a las clases dirigentes, dentro y Iuera

de la 6rbita gubernativa, asimilar estas norrnas esenciales y

tratar de convertir las en realidad, EJ progreso de. una comuni-dad deriva de 1a exact a vision de las posibilidades y de la ac-

ei6n arrnonizada de sus miernbros para realizarlas, Estos as-

pectos de la politica nacional, tienen que sustraer se del juego

de las divisiones partidarias e inspirarse en las opiniones cle los

que estan mas habilitados para dar un dictamen de autoridad.

El problema de Ia poblaci6n solicita 1a atencion de los

poder es publicos, Una gran masa de carnpesinos carece de tie-



2 6

rra propia. Por eso no siente apego a su labor, 1111gracan h(l:~cuencia, invade propiedades agenas, todo ello en detrirnento de

Ia riqueza, del orden publico y dela salud moral y fisica. Cree-

mas sinceramente que se puede rernediar esta situaci6n. El P.

E., os pedira vuestr o voto para los proyectos pertinentes.

'Un horizonte vastisimo se ofrece al Paraguay en estos mo-

mentos para realizar 'su propio engrandeciiniento y, al mismo

tiempo, contribuir a la soluci6n de una de las mas graves di-

ficultades emergentes de la guerra mundial y de las distribu-

ciones territoriales que siguieron. Millones de. individuos, por

motives diversos, desean ernigrar de Europa. Los grandes Es ,

tados de inmigracion traban a prohiben la entrada de extran-

jeros. Nuestro pais esta en condicion de recibir a los que son

adaptables a sus condiciones. No podemos aceptar masas de ar-

tesanos, pero 51 ele agricultores. La inmigraci6ntiene que ser

filtrada rigurosamente can ese fin. El pais debe tratar de or-

ganizarse para poder: asimilar rapidamenta a los nuevos habi-

tantes. ,

El Paraguay desarrollara la politica mas sabia y mas hu-

manit aria, si aprovechando Ia ajena experiencia y las coyun-

turas presentes, formulase, de modo concreto y practice, un pro

grama de colonizacion, eual no se ha hecho antes ni aqni ni en

otra parte. El movimiento inmigratorio no ha sido, a nuestro

conocimiento, considerado hasta ahora con eI criterio econonu.

co y social que requiere un fenorneno de tanta complejidad y de

tan vastas proyecciones, Los. paises reciben la inmigracion Sill

trabas, en las epocas de auge. No procuran entonces radicarla

ni articularla dentro de 1a propia economia. En cuanto llegan

periodos de crisis, la poblaci6n inabsorbida aparece como un

elemento de perturbacion, Pensamos que el procedimierito infa-

lib1e en la materia consiste en admitir prefer entemente agricul-

tores, a facilitarles 1a adquisicion de tierras y ayudarles durante

el tiempo de aclimataci6n. £1 plan constructivo que queda dise-

fiado exige el respaldo de capitales adecuados. Es posible obte-

nerI~s en gran par te en el pais. La colonizaci6n de' las tier ra s

constituye un negocio atractivo, Un hombre de ernpr esa capaz

obtendrra un lucro seguro con el parce1amiento y venta de

lotes. E1 apoyo de las instituciones de credito no puede faltar

si se trata de operaciones debidamente p1anteadas. Despues de



2 1 :

los prirneros ensayos, se presentaran como negoeios corrientesaccesibles a cualquiera persona medianamente inteligente y

activa,

EI exponente principal de la fortuna privada enlre noso-

tros es 1 ; 1 tierra, sus mejoras y las inversiones que se hacen

sobre la base de ella. Su utilizacion intensiva para la pobla-

cion 'humana y la produccion economica, dar a movilidad a esa

riqueza sacandola de 5U est ado de torpor para convertirla ell

bien circulante, Tarnbien traera la valorizacion gradual de la

propiedad y el enriquecimiento general que acornpafia a toda

evoluci6n progresiva,

La politica que se recomienda, a los espiritus de sanas y

patrioticas ambiciones, es el aprovechamiento del patrimonio

territorial para la mayor Ielicidad de los paraguayos de hoy,

de los de manana y de cuantos quieran vivir bajo nuestro cielo

y cobijarse bajo nuestros colores.

Entre las obras publicas de urgente ejecucion, figuran

desde hace tiernpo las de vialidad, Se ha emprendido la cons-

truccion de algunas calzadas, ya incluidas en programas an-

teriores. Se cuenta con el aporte de la mana de obra , de los

prisioneros. Se han adquirido maquinarias y equipos varies.

Desgraciadamente, estes no han podido completarse y los tra-

bajos tuvieron interrupciones y retardos inevitables. Seria

deseable la adopcion de un plan adecuado, que abarque los

trabajos futures, con objeto de obtener un mejor rendimien-

to. Algunos propietarios, con una idea erronea de su propia

conveniencia, se oponen a la rectificacion de los caminos en

cuanto afectan a sus predios. El P. E. os propondra un pro-

yecto para veneer este obstaculo, ya que un minirno inter es

privado no tiene derecrro de alzar se contra e1 beneficio ge-

neral que significan los caminos rectos .

. * * *

La salud publica, no es atendida con la preferencia que

rnerece, Apenas podemos hacer esta constataci6n por hoy.

Se proyecta la organizacion de unidades sanitarias para l?o

campafia, pOI via de ensayo. Este capitulo de la accion guber-

natl~a requier e gastos considerables. Cuando podamos esti-



,~* *

r

22

mar nuestros recursos, sera. el momento de completar elprograma.

No podriarnos hablar de la policia de seguridad como

una institucion que se desenvuelve normalmente. Por cir-

cunstancias conocidas, ella esta ejercida por voluntaries y par

la guardia territorial. Las delegaciones civiles han justificado

todas nuestras esperanzas. Elias contribuyen notoriamente al

mejoramiento de los servicios y son consideradas como efi-

caces garantias del orden y de la tranquilidad en las pobla-

ciones, La funci6n policial constituye una profesi6n. Para

disponer de agentes aptos y conoceclores de sus "deberes, seha creado una escuela de policia en la Capital, cuya organi-

zaci6n nos proponemos mejorar. Poco a poco, todos los

agentes de las ciudades y de la campafia ser an individuos

egresados de la Escuela, y miembros de una institucion na-

cional C01110 el Ejercito, y no individuos tornados ai azar.

EI servicio de Correos y Telegrafos ha maritenido y

mejorado los servicios, a pesar de la precariedad de los me-

dios de que dispone.

En Noviembre ultimo expir6 el periodo de los funciona-

rios judiciales. Hasta ahara, no se ha procedido a Ia renova-

ci6n mas que en el Superior _Tribunal. Debernos al respecto

una explicacion. Mediante improbos .esfuerzos se han consti-

tuido en el Chaco los Tribunales ]\/1 ilitares, absolutamente

indispensable para el mantenimiento de la disciplina y del

orden, en las zonas de guerra. Hubo que pedir el concurso

de magistrados de la jus ticia ordinaria y de abogados de bue-

na voluntad, ya que Iuncionarios de tar! alta investidura 110

pueden ser movilizados como la tropa. La reorganizacion del

poder judicial en estos momentos nos pondria en el caso, sea

de prescindir de los dignos ciudadanos que prestan servicios

al ejercito en el Chaco, sea de desorganizar la judica tura mi-

litar. Creernos cumplir UTI deber de justicia y, a la vez, de

buena gestion guberna tiva, al postergar Ia renovaci6n judicial

en vista de la circunstancia. Se ha censurado nuestra COI1-

ducta en esto, con mas acritud que razon. Tene1110s tina exac-



23

ta conciencia de la necesidac1 de rodear de autoriclad y deproveer de medics cleacci6n a los tribunales para el desern-

pefio eficaz de su trascenc!ental mision en la Republica. Mas

estamos en guerra, heoho que, al pareeer, escapa de la memo-

ria de los criticos.

* * *

Entre los graves males que trae la guerra, cabe sefialar

la forzada interrupcion de los cursos academicos. Las facul-

tades y Colegios Nacionales funcionan precariamente, y las111i5m<15scuelas rurales abrevian el tiernpo de ensefianza, con

el objeto de que los nifios cooperen en las faenas agricolas.

Poco se puede decir ahora de las cuestiones educaciona-

les que 1a guerra nos 11a irnpedido afrontar practicarnente.

Nos limitaremos a exponer algunos conceptos generales. La

cnsefianza en nuestro pais necesita, C01110 la econornia, una

firme orientacion racional y practice, no en el sentido profe

siona1 sino en el sentido de las realizaciones positivas. La do-

cencia en el Paraguay esta vaciada ien moldes teo rices. Mas

del 50 % de 10 que se ensefia en los institutes carece deutilidad para formar el espiritu de la juventud, El recargo de

nociones acobarda la iniciativa intelectual y suprime los im-

pulses de 1a voluntad, La peor de las tiranias es la que se ejerce

en las mentes en ,gestacion. Se ensefia con exceso en todo et

cicIo pedagogico. Los program as estan atracados de enci-

clopedia y los profesores de erudicion, El educando destallece

bajo el peso de tanto saber. Un requisite es que 10 que se

ensefia sea asimilable sin gran esfuerzo del alumna. La asi-

milacion psiquica proporciona placer y a'S! la buena ensefian

za estimula la actividad y crea el gusto a 105 ejercicios men:

tales. Ciertos dogmas pedagogicos, quiza de provecho en otra

parte y en otra forma, desvian Ia docencia de los rumbos in-

dicados por un analisis del medio nacional. En cuanto a di-

rectivas generales, es penoso decir que e1 sistema educacional

que tenemos aqui implantado haee abstraccion casi cornpleta

de 10 que podriarnos llamar objetivos realistas. Si no se trans-

forma eficazmente la Universidad, en plazo no mlly largo

se sentiran, en forma aguda, los efectos d e 5 1 1 Ialta de adecuada



24

dir eccion. Las facultades lanzaran, ya en escala de pleno ren-dirniento, centenares de graduac10s condenados, rnuchos de ellos,

a formar .10 que se llama el proletariado intelectuaL iTriste

suerte la del hombre que despues de gastar los escafios de

lets aulas por el espacio de veinte afios, descubre que 110 puede

ganar honradamente el salario de un obrero! Victima es el

individuo asi llevado engafiosamente a perder su tiernpo y su

juventud, en una carrera sin horizon tes ; victima tarnbien la

sociedad que, mediante falsos halagos, fornenta una. clase de

fracasados,· pronta a recibir _ la simiente de todas las rebeldias

que flotan en el ambiente. Nuestro pais necesita un cierto _nurnero de abogados, medicos, ingenieros. Saturada 1a de-

manda, la produccion ulterior debe limitarse a proveer ·los

reemplazos y al incremento ele las necesidaeles. La super-

produccion, en este orden como en el, econornico, es de efecto

Iunesto. El metodo de restringir la oferta de profesiones Ii -

berales es perfectamente compatible con la libertad de ense-

fianz a, Basta que se proceda a una seleccion cada dia mas

rigida, No es 1 0 que hoy ocurre, Hlemos visto dec1inar, de ana

en afio, el nivel de los estudios y el de las pruebas de exame-

nes, El credito de la Universidad depende de la calidad ;y no

de la cantidad de los diplornados. Par 10 dernas, las hcultades

tienden a finalidades profesionales, con poco 0 ningun iriteres

en promover la investigacion cientifica.

En los estudios secundarios y prirnarios, se observa la

ausencia de directivas definidas. La ensefianza en estes gra-

dos tiene que ser hondarnente nacionalista, '2. diferencia del

ciclo universitario que se desarrolla en un plano superior .de

ideas universales. Entendernos por nacionalismo la orienta-

cion de los jovenes hacia ideales, aspiraciones y esfuerzos

que buscan rakes y campo de accion en el pais. Doctrinas

exoticas, prestigiadas por su caracter revclucionario, se in·

sinuan facilmerrte alii clonclc no encuentran el valladar de un

recio patriotismo. No podemos c1iseurrir ace rca cle 10 que sera

la comunidad internacional de manana. Por hoy, la {mica se-

guridad efectiva que tienen los pueblos es su fortaleza moral

: y Sll unidad nacional. A ellas debe el Paraguay haber es-

capado de las garras de Bolivia.



En el momento de declarar inauguradas las sesiones or-dinarias del Honorable Congreso, en el presente ana, la can-

ciencia de un grato deber nos i111pu1a a rendir, en nombre de

la Naci6n Paraguaya, homenaje de gratitud y adrniracion a!

Ejercito del Chaco, a ese ejercito de ciudadanos disciplinados

par el patriotisrno, conducidos a la gloria par la inspiraci6n

del pasado, Jefes, oficiales y soldados vencieron penurias in-

descriptibles, animados de la voluntad inquebrantable je sal-

var a la Patria de la humillacion y del despojo. Muchos ca-

yeron en la demanda. Saludernos la sombra de nuestros he-

roicos muertos, y honremos 1a memoria de ellos con la pro-mesa de no arriar jarnas 1a bandera que defendieron al precio

de sus vidas.

1'1 de Abril de 1935,

Mensaje Eusebio Ayala 1935 - República del Paraguay - PortalGuarani

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