Mitos y Verdades de La Excárcel Municipal

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Mitos y verdades de la excárcel municipal Tiene 40 años de estar abandonada y en ella se escuchan ruidos extraños por las noches. Además, se encuentran animales muertos Foto: Karly Torres 1883, fecha en la que se crea la excárcel municipal de Guayaquil, la cual alber! aproximadam Pablo Araujo G ∙ GUAYAQUIL Gritos, lamentaciones e incluso aullidos es lo que se escucha desde el interior municipal de Guayaquil se%n los moradores de la &ona '(ulián )oronel y *aqueri& quienes aseuran que por las noches -penan.$ /ea esa o no la causa, lo cierto es que, desde que se dan esas manifestaciones, maestros alba0iles se han ido sin concluir las respecti as remodelaciones del i arquitecto e historiador +el in 2oyos$ ste edificio fue el primero en ser construido de hormi!n armado, en Guayaquil tra4do desde la ciudad de G5no a67talia, tal como el cemento en barriles$ a excárcel fue le antada en 1883 por orden municipal, durante la presidencia d de 9eintimilla y parte del primer obierno de loy lfaro$ ;bicada en el cerro del )armen, cerca del hospital uis 9erna&a y el )ementerio cárcel municipal era parte de -la ruta del dolor., donde se alberaban alrededor distintos rincones de la ciudad$ =urante esa 5poca los penitenciarios fueron sometidos a constantes torturas$ ;na conocido -infiernillo., el cual era un peque0o espacio donde solo se pod4a entrar de costado ten4a que permanecer de pie el tiempo de castio, ya sea d4as o meses$ -=e ciert pasaron a ser prácticamente 4ctimas., expres! 2oyos, y are! que <unto a la c pared!n, que era una pared alta y ruesa donde se e<ecutaban a los reos de un ba l luar$ poco a poco$ fue quedando en desuso hasta llear a estar abandonado p la prisi!n ya no pod4a recibir más reos en ella$

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una de las leyendas urbanas de Guayaquil

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Mitos y verdades de la excrcel municipalTiene 40 aos de estar abandonada y en ella se escuchan ruidos extraos por las noches. Adems, se encuentran animales muertos

Foto: Karly Torres1883, fecha en la que se crea la excrcel municipal de Guayaquil, la cual alberg aproximadamente unos 200 reos.Pablo Araujo G GUAYAQUILGritos, lamentaciones e incluso aullidos es lo que se escucha desde el interior de la antigua crcel municipal de Guayaquil segn los moradores de la zona (Julin Coronel y Baquerizo Moreno), quienes aseguran que por las noches penan.Sea esa o no la causa, lo cierto es que, desde que se dan esas manifestaciones, tres cuadrillas de maestros albailes se han ido sin concluir las respectivas remodelaciones del inmueble, coment el arquitecto e historiador Melvin Hoyos.Este edificio fue el primero en ser construido de hormign armado, en Guayaquil, con material trado desde la ciudad de Gnova-Italia, tal como el cemento en barriles.La excrcel fue levantada en 1883 por orden municipal, durante la presidencia de Manuel Ignacio de Veintimilla y parte del primer gobierno de Eloy Alfaro.Ubicada en el cerro del Carmen, cerca del hospital Luis Vernaza y el Cementerio General, la vieja crcel municipal era parte de la ruta del dolor, donde se albergaban alrededor de 200 reos de los distintos rincones de la ciudad.Durante esa poca los penitenciarios fueron sometidos a constantes torturas. Una de ellas era el conocido infiernillo, el cual era un pequeo espacio donde solo se poda entrar de costado y tena que permanecer de pie el tiempo de castigo, ya sea das o meses. De cierto modo los presos pasaron a ser prcticamente vctimas, expres Hoyos, y agreg que junto a la crcel estaba el paredn, que era una pared alta y gruesa donde se ejecutaban a los reos de un balazo.El lugar. poco a poco. fue quedando en desuso hasta llegar a estar abandonado por motivo de que la prisin ya no poda recibir ms reos en ella.Hace unos diez aos aproximadamente el Municipio tuvo la intencin, junto a la Universidad Catlica Santiago de Guayaquil (UCSG), de iniciar un proceso de restauracin del edificio a cargo del arquitecto Luis Prez Merino para formar un bufete de abogados y brindar un servicio pblico gratuito a la comunidad en consultas jurdicas. Sin embargo, nunca lleg a concretarse la remodelacin.Por su parte, Alfredo, nombre protegido de uno de los expenitenciarios, dijo que vivi cuatro aos de terror en ella.Tena 18 aos cuando pis por primera vez la prisin, ya que en una batida no portaba en ese momento mis documentos personales, puntualiz.l recuerda que durante su estada haba muchas huelgas de hambre de parte de los reos que pedan que se les respetaran sus derechos.Alfredo manifest que la crcel estaba dividida en dos pabellones; es decir el de las gallinas y los leones, los primeros eran los reos que venan de familias acomodadas econmicamente, los cuales pagaban dentro de la prisin para no ser molestados, y los segundos los delincuentes ms peligrosos de la crcel.Record como ancdota que, en 1965, uno de los presos se le acerc a otro de ellos con la intencin de acariciarlo, a lo que el otro le propin un tijeretazo en el corazn que lo mat.En esa poca asesinar a un reo dentro de ella, significaba que los guas penitenciarios te daban la del zorro, seal.Actualmente Alfredo tiene 73 aos y se gana la vida vendiendo lotera en las afueras del hospital Vernaza.Hoy en da los moradores del cerro del Carmen exigen a las autoridades que tomen cartas en el asunto con el edificio, puesto que en las noches los vagabundos se meten a dormir, fumar y hacer sus necesidades biolgicas.

El "infiernillo" de GuayaquilEl antiguo reclusorio de Guayaquil fue la primera edificacin construida con cemento, que fue importado desde Italia. En su interior estuvieron los ladrones ms temibles de inicios del siglo pasado, entre ellos el guila Quitea y el Comemuertos. En la actualidad el lugar est desolado.

La edificacin de la crcel municipal de Guayaquil, entre fines del siglo XIX e inicios del XX, se fue deteriorando. Hojas de rboles y desechos cubren sus pisos. Pese al tiempo transcurrido, en el ambiente se percibe hedor a orina. Foto: Bruno CarranzaRedaccin JusticiaEs inevitable. Al hablar con alguien acerca de los aos 20, es como si sus historias fuesen contadas en blanco y negro. Esto sucede al escuchar a Jorge Medina, quien tiene 92 aos y recuerda lo que fue su niez en las calles Manuel Matheus y Loja.Era la poca en que Guayaquil se divida en las que bien pueden ser descritas como minihaciendas y varios caseros, cuando las calles eran escasas y los carros, a los que se les daba cuerda con una manivela, se vean escasamente.Los sombreros de estilo tostada estaban de moda y era inconcebible que una mujer anduviese sola por la calle. Eran los aos de la elegancia, donde los caballeros llevaban sus mejores trajes y las damas usaban vestidos que llegaban hasta los tobillos y cubran todo el pecho.El aire era ms puro, el agua del estero cristalina, a tal punto que se poda ver hasta el fondo, haba camarones y una gran variedad de peces, como cuenta Jorge. Haba criaderos de gallinas, potreros, pateras, se criaba ganado en la calle Boyac... el transporte pblico era jalado por burros y el tranva haca su aparicin.Los ladrones de esa poca eran elegantes, no maltrataban a sus vctimas y ayudaban a los ms pobresJorge MedinaMorador de los alrededores de la crcelEsa es la poca de la crcel municipal. Esta fue la primera edificacin en Guayaquil construida con cemento, que fue importado desde Italia. Se inaugur en 1907 y desde all ha sufrido algunas variaciones, aunque no significativas en su estructura original. Dej de funcionar a mediados de los 70 y en la actualidad est abandonada.De la vieja crcel de los aos 20 y su entorno, Medina coment que la calle Julin Coronel, que se mantiene hasta la actualidad, era conocida como la Calle del Dolor. Esa parte de Guayaquil era media lgubre, ya que empezaba con la Comisara, luego vena la crcel, segua el hospital Luis Vernaza y despus el hospital Calixto Romero (para personas con tuberculosis). De ah estaba el anfiteatro, luego el cementerio de los protestantes y por ltimo el cementerio general.De aquella poca, Medina destac que los ladrones eran elegantes. De esos delincuentes, este hombre, que en su etapa laboral fue maestro constructor, recuerda al guila Quitea. Un ratero con clase, que tena dedos de seda.Jorge, quien a su edad recuerda los detalles de sus primeros aos con gran precisin, indic que este asaltante viajaba en tren desde Quito a Guayaquil, robaba y luego regresaba a su ciudad. Una vez cogieron al guila Quitea y lo llevaron a la Comisara. En plena audiencia el comisario se dio cuenta de que no tena su billetera. Nadie saba qu haba pasado, cuando de pronto el guila Quitea se sac la billetera de la pretina del pantaln. Por eso se gan una golpiza, pero a su vez lo respetaron ms.En la crcel estuvo el Negro Arroyo, que infunda miedo por su gran tamaoHiplito CornejoHijo de un gua del reclusorioOtro de los ladrones de renombre en la poca era el guila Vincea. La historia es la misma: cuando quera robar, este riosense viajaba desde Vinces, cometa sus delitos y volva a su tierra. Eran muy rpidos. Cuando se escapaban de la crcel los veamos correr como venados. Se perdan en la patera, se metan al estero o a una laguna que quedaba por la calle Padre Aguirre y no haba quin los encuentre.Medina, cabeza de familia de 10 hijos (uno fallecido), 26 nietos, alrededor de 40 bisnietos (ya perdi la cuenta) y un tataranieto, coment que junto a la casa en la que creci, ubicada en las calles Manuel Matheus y Loja (a escasas cuadras de la vieja crcel), vivan cuatro hermanos, todos eran ladrones. Ellos robaban, eran buenos estruchadores. Ellos mismos contaban que se iban a los comercios en las tardes y analizaban toda la situacin para luego, en la madrugada, meterse y cogerse lo que ms podan. No era mucho, ya que andaban a pie.Medina dijo que el barrio, en ms de una ocasin, dio su apoyo a los hermanos ladrones. Ellos le robaban a gente rica, que viva por las calles Luque y Boyac. De lo que robaban repartan a la gente del barrio. Por eso los vecinos los protegan.En ese lugar, quienes estaban presos tenan que hacer sus necesidades en la celda y dormir sobre ellasRafael CarchiVisit en varias ocasiones la crcelRespecto a los robos a domicilio, Jorge indic: Cuando entraban a una casa no hacan bulla. Se cogan todas las alhajas, todo lo que haba en la mesita de noche, todo lo que haba en el cuarto y los dueos de casa nunca se despertaban. Nunca golpeaban a nadie. Los ladrones de antes eran como guilas para robar y respetaban a todos.De los aos 30 y 40, don Jorge resalt que los policas eran corruptos. En las madrugadas, los agentes soltaban a los mejores ladrones de la crcel para que salieran a robar. Se repartan las ganancias y los pillos volvan a la crcel. Esos delincuentes eran los ms atendidos. Les daban de comer gallina y tenan las mejores celdas.

Infiernillo, Comemuertos y el Negro ArroyoEl espacio ms recordado de la crcel para Hiplito Cornejo, hombre de 78 aos, era el infiernillo. Este era un lgubre corredor de castigo, en el que haba 20 celdas (10 con ventana y otras 10 sin ventilacin), las cuales servan como lugar de castigo para quienes tenan un mal comportamiento, ya sea con guas o con otros presos.Al principio las celdas de castigo no eran tan incmodas, pero cuando hubo ms gente, eso era el infierno, de ah que la gente le puso el infiernillo, porque la situacin era deplorable, explic Cornejo, quien visitaba constantemente la crcel debido a que su padre, Alejandro Cornejo, era integrante de la Polica Municipal, conocidos en aquella poca como los robaburros.Entre los presos que recuerda, Hiplito est el Comemuertos. Ese hombre estaba loco. Se meta de noche en el cementerio, abra las tumbas y se robaba la ropa de los muertos.Otro de los mencionados por Cornejo es el Negro Arroyo, un hombre de raza negra, grande, quien despus de estar preso fue guardaespaldas del presidente Carlos Arroyo del Ro (mandatario desde 1940 a 1944). Nadie se meta con l, era un hombre que infunda miedo por su gran estatura.Un sitio deplorable para quienes caan presosCuando los aos fueron transcurriendo, en las dcadas de los 50 y 60, la situacin carcelaria se volvi un caos. El hacinamiento era brbaro. La crcel municipal tena capacidad para 150 reos, pero en su mayor crisis hubo 1.000 personas.Los reclusos dorman en grandes grupos y hacan sus necesidades fisiolgicas en sus propias celdas. Determinaban un rea para las heces fecales y orinaban en un rincn, pero de igual forma el orine se rodaba y los presos terminaban durmiendo sobre toda esa inmundicia, detall Rafael Carchi, quien en la dcada de los 60 iba a visitar a un gran amigo que cay preso y pudo ver la situacin interna del lugar.En la actualidad, aquella crcel de la Calle del Dolor est abandonada y destruida, pero en sus buenos tiempos tuvo como huspedes en sus instalaciones a los ms ilustres ladrones de Guayaquil.Quienes viven en sus alrededores, aseguran que all penan, ya que, segn las propias palabras de un habitante del sector: Los que murieron ah nunca se irn. Siempre seguirn presos.

Los misterios de una antigua crcelMontones de hojas secas, paredes con innumerables grafitis y pilares desgastados por el paso del tiempo, as luce actualmente la parte interior de la prisin municipal de la ciudad.

Aunque la Crcel se levant durante una poca de la modernizacin, el especialista indica que la construccin no encaja en ningn estilo en la arquitectura guayaquilea. Se trata de un edificio atpico, porque fue realizado especficamente para la seguridad y ese era su propsito, indica Compte.La Crcel Municipal es una estructura tipo claustro, que contiene un patio central, una galera perimetral y a su alrededor ms de 40 celdas y calabozos que albergan historias como las de Alfredo Reyes, de 70 aos, un moreno vendedor de peridicos, largo, flaco y desdentado, que estuvo preso aqu varias veces desde sus aos juveniles.Cuando yo era un muchachito no haba nadie que me controle. Ac en la Crcel estuve como unas 6 veces; cuando entr la primera vez tena unos 18 aos. Adentro esto era horrible, relata.Con visibles cicatrices en sus brazos y torso, este hombre con un tatuaje de Jesucristo en su cuero cabelludo, asegura haberlo visto durante una de sus madrugadas de prisin. Yo lo conozco a Dios, porque yo lo vi. Estaba en la tapa de una concha grande y redonda, con un querubn chiquitito arriba y otro abajo. Era lindsimo, dice mientras entrecierra los ojos y lanza un beso al aire.Douglas Haro, 76 aos, vive a pocas cuadras de la Crcel Municipal y aunque cada vez que pasa por el sitio dice no ver nada extrao, ha escuchado lo que la gente comenta. Por ac la gente dice que penan. Un rumor con el que concuerda Ivn Ochoa, quien cuida carros por los alrededores desde hace casi 10 aos. A veces se escucha que desde adentro hacen uuuuuu. Antes haba guardia, pero dicen que el cuco no los deja ni dormir, por eso es que la Crcel est botada, cuenta. Desconoce los verdaderos motivos por los que el inmueble se encuentra desatendido.El inmueble es propiedad del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS). Hasta2009 fue cedido a prstamo a la Universidad Catlica, con fines educativos y de cultura, luego fue entregado en comodato a la Fundacin Guayaquil Siglo XXI, que pint y refaccion la fachada. Ese comodato fue firmado antes de este Gobierno y estamos averiguando cules fueron los trminos y elementos legales para hacerlo. Solamente han realizado trabajos en la fachada, pero ninguna de intervencin por dentro. Eso nos preocupa mucho porque es un bien importante que se est deteriorando, sostiene el funcionario.