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Número suelto € 1,00. Número atrasado € 2,00 L’O S S E RVATORE ROMANO EDICIÓN SEMANAL Unicuique suum EN LENGUA ESPAÑOLA Non praevalebunt Año LII, número 42 (2.688) Ciudad del Vaticano 16 de octubre de 2020 No hay que maquillar el alma para rezar

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    L’O S S E RVATOR E ROMANOEDICIÓN SEMANAL

    Unicuique suum

    EN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

    Año LII, número 42 (2.688) Ciudad del Vaticano 16 de octubre de 2020

    No hay que maquillarel alma para rezar

  • L’OSSERVATORE ROMANOEDICIÓN SEMANAL

    Unicuique suumEN LENGUA ESPAÑOLANon praevalebunt

    Ciudad del Vaticanoredazione.spagnola.or@sp c.va

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    página 2 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 16 de octubre de 2020, número 42

    Nadie está excluido de la casa de Dios

    Ángelus

    «Nadie está excluido de lacasa de Dios». Lo recordó elPapa Francisco en el Ángelusque rezó desde la ventana del

    Estudio privado del Palacioapostólico vaticano con los

    fieles presentes en la plaza deSan Pedro a medio día del 11de octubre. Antes de la oraciónmariana, comentando como es

    habitual el Evangelio deldomingo, se detuvo en la

    parábola del banquete nupcialnarrada por Mateo (22, 1-

    14).

    Francisco anima a Armenia y Azerbaiyán a retomar la tregua que se ha demostrado demasiado frágil

    Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

    Con el relato de la paráboladel banquete nupcial, delpasaje evangélico de hoy(cf. Mt 22, 1-14), Jesús per-fila el proyecto que Dios ha pensadopara la humanidad. El rey que «ce-lebró el banquete de bodas de suhijo» (v.2) es la imagen del Padreque ha preparado para toda la fami-lia humana una maravillosa fiesta deamor y comunión en torno a su Hijounigénito. Hasta dos veces el rey en-vía a sus siervos a llamar a los invi-tados, pero estos rechazan la invita-ción, no quieren ir a la fiesta porquetienen otras cosas que hacer: el cam-po, los negocios. Muchas veces tam-bién nosotros anteponemos nuestrosintereses y las cosas materiales al Se-ñor que nos llama —y nos llama parauna fiesta. Pero el rey de la parábolano quiere que la sala esté vacía, por-que desea regalar los tesoros de sureino. Dice, pues, a los siervos: «Ida los cruces de los caminos y, acuantos encontréis, invitadlos a laboda» (v.9). Así se comporta Dios:cuando es rechazado, en lugar derendirse, relanza y manda llamar atodos los que están en los cruces delos caminos, sin excluir a nadie. Na-die está excluido de la casa de Dios.

    El término original que utiliza elevangelista Mateo se refiere a los lí-mites de los caminos, es decir, esospuntos donde terminan las calles dela ciudad y comienzan los senderosque conducen al campo, lejos de laszonas habitadas, donde la vida esprecaria. A esta humanidad de lasencrucijadas es a la que el rey de laparábola envía a sus siervos, con lacerteza de encontrar personas dis-puestas a sentarse a la mesa. Así, lasala del banquete se llena de “exclui-dos”, los que están “fuera”, de aque-llos que nunca habían parecido dig-nos de asistir a una fiesta, a un ban-quete de bodas. Al contrario: elamo, el rey, dice a los mensajeros:“Llamad a todos, buenos y malos.¡A todos!”. Dios también llama a losmalos. “No, soy malo, he hecho tan-tas...”. Te llama: “¡Ven, ven, ven!”. Y

    Jesús iba a almorzar con los publica-nos, que eran los pecadores públi-cos, eran los malos. Dios no tienemiedo de nuestra alma herida portantas maldades, porque nos ama,nos invita. Y la Iglesia está llamadaa ir a las encrucijadas de hoy, es de-cir, a las periferias geográficas y exis-tenciales de la humanidad, esos lu-gares marginales, esas situaciones enlas que se encuentran acampados yviven fragmentos de humanidad sinesperanza. Se trata de no apoltro-narse en las formas cómodas y habi-tuales de evangelización y testimo-nio de la caridad, y de abrir laspuertas de nuestro corazón y denuestras comunidades a todos, por-que el Evangelio no está reservado aunos pocos elegidos. También losque viven al margen, incluso los re-chazados y despreciados por la so-ciedad, son considerados por Diosdignos de su amor. Él prepara subanquete para todos: justos y peca-dores, buenos y malos, inteligentes eincultos. Ayer por la tarde logré lla-mar por teléfono a un anciano sacer-dote italiano, misionero de la juven-tud en Brasil, pero siempre trabajan-do con los excluidos, con los pobres.Y vive su vejez en paz: quemó su vi-da con los pobres. Esta es nuestraMadre Iglesia, este es el mensajerode Dios que va a las encrucijadas.

    Sin embargo, el Señor pone unacondición: llevar el traje de boda. Yvolvemos a la parábola. Cuando lasala está llena, llega el rey y saluda alos invitados de última hora, pero vea uno de ellos sin el traje de boda,esa especie de chal que cada comen-sal recibía como regalo en la entra-da. La gente iba como estaba vesti-da, como podía estar vestida, no ibacon vestidos de gala. Pero a la entra-da recibían una especie de chal, unregalo. Ese hombre, al rechazar elregalo, se ha excluido a sí mismo:por lo que el rey no tiene otra op-ción que echarlo. Este hombre habíaaceptado la invitación, pero luegodecidió que no significaba nada paraél: era una persona autosuficiente,no tenía deseos de cambiar o de de-jar que el Señor lo cambiase. El traje

    de boda —ese chal— simboliza la mi-sericordia que Dios nos da gratuita-mente, es decir, la gracia. Sin la gra-cia no se puede dar un paso adelan-te en la vida cristiana. Todo es gra-cia. No basta con aceptar la invita-ción a seguir al Señor, hay que estardispuestos a un camino de conver-sión que cambia el corazón. El hábi-to de la misericordia, que Dios nosofrece sin cesar, es un don gratuitode su amor, es precisamente la gra-cia. Y requiere ser acogido conasombro y alegría: “Gracias, Señor,por haberme dado este don”.

    Que María Santísima nos ayude aimitar a los siervos de la parábolaevangélica y salir de nuestros esque-mas y estrechez de miras, anuncian-do a todos que el Señor nos invita asu banquete, para ofrecernos la gra-cia que salva, para darnos su don.

    Al finalizar el Ángelus, el Papa expresócercanía con la población golpeada porlos incendios en diferentes partes delmundo, y animó de nuevo a Armenia yAzerbaiyán a la paz, recordó labeatificación del quinceañero CarloAcutis y reiteró la intención de oraciónpropuesta para el mes de octubredeseando «una presencia femenina másincisiva en la Iglesia». Finalmentehabló del rosario de los niñospromovido para el próximo domingo,18 de octubre, de la fundación Ayudaa la Iglesia Necesitada, y saludó a losgrupos presentes.¡Queridos hermanos y hermanas!

    Deseo expresar mi cercanía alas poblaciones afectadas porlos incendios que asolan tan-tas regiones del planeta, así como alos voluntarios y bomberos quearriesgan sus vidas para extinguir losincendios. Pienso en la costa oestede Estados Unidos, particularmenteen California, y también pienso enlas regiones centrales de Sudamérica,la zona del Pantanal, Paraguay, lasriberas del río Paraná, Argentina.Muchos incendios son provocadospor sequías persistentes, pero tam-bién existen los provocados por elhombre. Que el Señor sostenga a

    quienes están sufriendo las conse-cuencias de estas catástrofes y hagaque pongamos atención en preservarla creación.

    He apreciado que Armenia yAzerbaiyán acordaran un alto el fue-go por razones humanitarias, conmiras a alcanzar un acuerdo de pazsustancial. Aunque la tregua resultademasiado frágil, animo a que sereanude y expreso mi participaciónen el dolor por la pérdida de vidashumanas, el sufrimiento sufrido, asícomo la destrucción de hogares y lu-gares de culto. Rezo e invito a rezarpor las víctimas y por todos aquelloscuya vida está en peligro.

    Ayer, en Asís, fue beatificado Car-lo Acutis, un muchacho de quinceaños, enamorado de la Eucaristía.No se instaló en una cómoda inmo-vilidad, sino que comprendió las ne-cesidades de su tiempo, porque enlos más débiles veía el rostro deCristo. Su testimonio indica a los jó-venes de hoy que la verdadera felici-dad se encuentra poniendo a Diosprimero y sirviéndole en los herma-nos, especialmente en los últimos.¡Un aplauso para el nuevo jovenbeato millennial!

    Deseo recordar la intención deoración que propuse para este mesde octubre, que dice: “Recemos paraque los fieles laicos, especialmentelas mujeres, participen más en lasinstituciones de responsabilidad dela Iglesia”. Porque ninguno de noso-tros ha sido bautizado sacerdote niobispo: todos hemos sido bautizadoscomo laicos y laicas. Los laicos sonprotagonistas de la Iglesia. Hoy esnecesario ampliar los espacios deuna presencia femenina más incisivaen la Iglesia, y de una presencia lai-cal, por supuesto, pero enfatizandoel aspecto femenino, porque en ge-neral las mujeres son apartadas. De-bemos promover la integración delas mujeres en los lugares donde setoman las decisiones importantes.Recemos para que, en virtud delbautismo, los fieles laicos, especial-mente las mujeres, participen más enlas instituciones de responsabilidaden la Iglesia, sin caer en clericalis-mos que anulan el carisma laical yarruinan también el rostro de la San-ta Madre Iglesia.

    El próximo domingo 18 de octu-bre, la Fundación Ayuda a la IglesiaNecesitada promueve la iniciativa“Por la unidad y la paz, un millónde niños rezan el Rosario”. Animoesta hermosa manifestación en laque participan niños de todo elmundo, que rezarán especialmentepor las situaciones críticas provoca-das por la pandemia.

    Saludo a todos vosotros, romanosy peregrinos de varios países: fami-lias, grupos parroquiales, asociacio-nes y fieles. Os deseo a todos un fe-liz domingo. Por favor, no olvidesde rezar por mí. ¡Buen almuerzo yhasta pronto!

  • número 42, viernes 16 de octubre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 3

    A los distinguidos miembros de laPontificia Academia de las Cienciasreunidos en sesión plenaria

    Os saludo cordialmente yexpreso mi gratitud a laPontificia Academia delas Ciencias por dedicarla sesión plenaria de este año a la ta-rea de poner la investigación científi-ca básica al servicio de la salud denuestro planeta y de sus habitantes,especialmente los más pobres y des-favorecidos. Asimismo, saludo a losexpertos y dirigentes invitados, to-dos ellos con importantes responsa-bilidades internacionales, y esperocon interés su contribución. En pri-mer lugar, expreso mi apoyo a la la-bor de la Academia, promovida acti-vamente por su presidente, el profe-sor Joachim von Braun, y por elConsejo. En estos días, mi interés envuestro trabajo es aún más intenso,porque habéis dedicado esta sesiónplenaria a lo que es, con razón, untema de profunda preocupación paratoda la humanidad. Os estáis cen-trando en la noción de la ciencia alservicio de las personas para la su-pervivencia de la humanidad a la luzde la pandemia del Sars-CoV-2/Co-vid-19 y otros problemas mundiales.

    En efecto, la pandemia ha revela-do no sólo nuestras falsas segurida-des, sino también la incapacidad delos países del mundo para trabajarjuntos. A pesar de nuestra hiperco-nectividad, hemos sido testigos deuna fragmentación que volvía másdifícil resolver los problemas quenos afectan a todos (cf. Fratelli tutti,7). Es significativo, por lo tanto, queesta sesión plenaria virtual de laAcademia agrupe varias disciplinascientíficas diferentes; en este sentido,ofrece un ejemplo de cómo los desa-fíos de la crisis de Covid-19 deberíanabordarse a través de esfuerzos coor-dinados al servicio de toda la familiahumana. Vuestros esfuerzos se con-

    centran en gran medida en el estu-dio de nuevas vías inmunológicas einmunoquímicas para activar los me-canismos de defensa propios del or-ganismo o detener la proliferaciónde células infectadas. También estáisestudiando otros tratamientos espe-cíficos, incluyendo vacunas que es-tán siendo probadas en ensayos clí-nicos. Como sabemos, el virus, alafectar a la salud de las personas,también ha afectado a todo el tejidosocial, económico y espiritual de lasociedad, paralizando las relacioneshumanas, el trabajo, la manufactura,el comercio e incluso muchas activi-dades espirituales. Tiene una enormerepercusión en la educación. En mu-

    los miembros más pobres de nuestrafamilia humana claman por solucio-nes equitativas por parte de los go-biernos y de todos los responsablesde la toma de decisiones. Los siste-mas sanitarios, por ejemplo, debenser mucho más inclusivos y accesi-bles para los desfavorecidos y losque viven en países de bajos ingre-sos. Si hay que dar preferencia a al-guien, que sea el más necesitado yvulnerable de todos nosotros. Delmismo modo, cuando se dispongade vacunas, debe garantizarse un ac-ceso equitativo a ellas, independien-temente de los ingresos, empezandosiempre por los que menos tienen.Los problemas mundiales a los quenos enfrentamos exigen respuestascooperativas y multilaterales. Las or-ganizaciones internacionales comolas Naciones Unidas, la OMS, la FA Oy otras, instituidas para fomentar la

    encíclica Fratelli tutti sobre la frater-nidad y la amistad social. «¡Qué bo-nito sería si al crecimiento de las in-novaciones científicas y tecnológicascorrespondiera también una equidady una inclusión social cada vez ma-yores! ¡Qué bonito sería que a medi-da que descubrimos nuevos planetaslejanos, volviéramos a descubrir lasnecesidades del hermano o de lahermana en órbita alrededor de mí!»(No. 31). Las reflexiones de vuestrasesión plenaria sobre las ciencias y lasupervivencia de la humanidad tam-bién plantean la cuestión de escena-rios similares que podrían originarseen los laboratorios más avanzadosde ciencias físicas y biológicas. ¿Po-demos permanecer callados ante ta-les perspectivas? Por muy grandeque sea la responsabilidad de los po-líticos, no exime a los científicos dereconocer sus propias responsabili-dades éticas en el esfuerzo por dete-ner no sólo la fabricación, la pose-sión y el uso de armas nucleares, si-no también el desarrollo de armasbiológicas, con su potencial de de-vastación de civiles inocentes y, dehecho, de pueblos enteros.

    Queridos amigos, una vez más, osdoy las gracias por vuestras investi-gaciones y vuestros esfuerzos parahacer frente a estas graves cuestionesen un espíritu de cooperación y res-ponsabilidad compartida por el fu-turo de nuestras sociedades. En es-tos meses, el mundo entero ha de-pendido de vosotros y de vuestroscolegas para proporcionar informa-ción, infundir esperanza y, en el casode innumerables profesionales de lamedicina, atender a los enfermos y alos que sufren, a menudo arriesgan-do sus propias vidas. Al renovar mipropia gratitud y ofrecer mis mássinceras oraciones por las delibera-ciones de vuestra sesión plenaria, in-voco sobre vosotros, vuestras fami-lias y vuestros asociados las bendi-ciones divinas de sabiduría, fuerza ypaz. Y os pido, por favor, que merecordéis en vuestras oraciones.

    Roma, desde San Juan de Letrán,7 de octubre de 2020

    chas partes del mundo, un gran nú-mero de niños no pueden volver a laescuela, y esta situación hace que secorra el riesgo de que aumente eltrabajo, la explotación, el abuso y lamalnutrición infantil. En resumen, elhecho de no poder ver el rostro deuna persona y de considerar a otraspersonas como posibles portadorasdel virus es una terrible metáfora deuna crisis social mundial que debeinteresar a todos a quienes les im-porta el futuro de la humanidad.

    A este respecto, ninguno de noso-tros puede dejar de preocuparse porel impacto de la crisis en los pobresdel mundo. Para muchos de ellos, lacuestión es, en efecto, la superviven-cia misma. Junto con la contribuciónde las ciencias, las necesidades de

    cooperación y la coordinación mun-diales, deben ser respetadas y soste-nidas para que alcancen sus objeti-vos en pro del bien común univer-sal.

    El estallido de la pandemia, en elcontexto más amplio del calenta-miento global, la crisis ecológica y ladramática pérdida de la biodiversi-dad, representa una llamada a nues-tra familia humana para que se re-plantee su curso, se arrepienta y em-prenda una conversión ecológica (cf.Laudato si', 216-221). Una conversiónque aproveche todos los dones y ta-lentos que Dios nos ha dado parapromover una "ecología humana"digna de nuestra dignidad innata ynuestro destino común. Esta es la es-peranza que expresé en mi reciente

    La pandemia ha revelado no sólo nuestras falsas seguridades, sinotambién la incapacidad de los países del mundo para trabajarjuntos. A pesar de nuestra hiperconectividad, hemos sido testigosde una fragmentación que volvía más difícil resolver los problemasque nos afectan a todos

    Francisco pide a la plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias que den prioridad a las necesidades de los pobres

    Soluciones justas e inclusivas para salir de la crisisE invoca una conversión ecológica

    Soluciones justas e inclusivas para salir de la crisis provocada por la pandemiadel Covid-19 fueron deseadas por el Papa Francisco en un mensaje enviado a losparticipantes de la sesión plenaria de la Academia Pontificia de las Ciencias, quese celebró del 7 al 9 de octubre.

  • página 4 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 16 de octubre de 2020, número 42

    Una lectura integradora de Lucas 14, 1-23

    MARCELO FIGUEROA

    Los banquetes ofrecían en los tiempos de Jesús, nosolamente una oportunidad de hospitalidad, tradi-ción y ritualidad, sino que también exponían unapintura social de sus participantes. La elección delos comensales a cargo del anfitrión y la semiótica de suubicación en las mesas principales eran a menudo más im-portante que la comida ofrecida. Jesús acudía con frecuenciaa todo tipo de banquetes y comidas a los que era invitado.Eso le valió críticas moralistas alrededor de la compañíaaceptada «come con publicanos y pecadores» (Lc 5, 30), yaún calificativos sobre su persona «comilón y bebedor« (Mt11, 19). Sin embargo, el Maestro también concurría a la mesade los considerados «políticamente correctos» y de «los jus-tos fariseos». Esta última es la ocasión que constituye el con-texto del relato de Evangelio lucano citado: «Un día Jesúsfue comer a casa de un notable de los fariseos» (Lc 14, 1). Je-sús, utilizaba frecuentemente el entorno coloquial e informalde estos encuentros gastronómicos para enseñar con su ejem-plo y palabra acerca del reino de Dios.

    En la ocasión que analizamos, Jesús es invitado a un ban-quete en Shabat, con una clara intencionalidad de tenderleuna trampa por cierto repetida por los fundamentalistas deentonces. Ante la sanidad de un hombre presente que sufríahidropesía, se produce uno de los tantos enfrentamientos delMaestro con estos celosos religiosos, alrededor de su ocur-rencia en un día de reposo (Lc 14, 2-5). Pero, el relato de Lu-cas nos revela una actitud profunda y fundamental de Jesús,que hace girar definitivamente el curso de los hechos narra-dos. Se trata del detalle de su mirada atenta de la escena ylos participantes del banquete, especialmente sobre la ob-scena disputa por ocupar los primeros y mejores lugares enla mesa (Lc 14, 7). La intensidad de la mirada de Jesús da es-pacio al silencio que él aprovecha para hablar desde ese in-stante particular, tanto a los invitados como al anfitrión,sobre la universalidad del banquete en el reino de Dios. Alos invitados que se abalanzaban para ocupar los mejoreslugares, les recuerda la ecuación contra-sistémica de su reinode justicia que sintetiza en la máxima «quien se engrandeceserá humillado, y quien se humilla será engrandecido» (Lc14, 8-11). Al anfitrión, le invierte la pirámide de prestigio quedebe tener en cuenta en su lista de invitados para reubicarlossegún la «agenda de convidados ilustres» del Evangelio. Je-sús la resume en la siguiente tabla de doble entrada de hos-pitalidad y retribución. «No invites a los amigos y ricos, quete invitarán para recompensarte... Invita a los pobres, man-cos, cojos y ciegos, porque ellos no pueden darte nada acambio» (Lc 14, 12-13). La gran mesa del universo de la casade Dios privilegia a los últimos y se nutre del alimento deun amor desinteresado. Tal como menciona el Santo Padre:«Existe la gratuidad. Es la capacidad de hacer algunas cosas

    Todos hermanos en elbanquete del Reino de Dios

    porque sí, porque son buenas en sí mismas, sin esperar nin-gún resultado exitoso, sin esperar inmediatamente algo acambio».

    Una declaración de un invitado a ese banquete desen-cadena una parábola que resulta fundamental para la com-presión integradora y universal de su enseñanza. «¡Bi-enaventurado el que participe del banquete del reino de Di-os!» (Lc 14, 15).

    Es entonces cuando el maestro de Galilea incursiona enla universalidad, fraternidad, hermandad e integralidad ecu-ménica de evangelio del banquete en el reino de Dios. Elanfitrión de la parábola invita a su propia lista de invitadossegún su personal escala que, aunque la piensa amplia, estácondicionada por su propio mundillo conocido y unifor-midad a su ser social y cultural en donde elige a algunos ydescarta a muchos. En este personaje bíblico bien puedecondensarse la afirmación tipificadora de Francisco: «Nuncadirá que no son humanos, pero, en la práctica, con las de-cisiones y el modo de tratarlos, se expresa que se los consid-era menos valiosos, menos importantes, menos humanos».Sin embargo, de a grupos de tres sectores afines, uno a unose va excusando del convite. Argumentando el control sobresus bienes materiales el primero (14, 18), su egoísta ambiciónempresarial el siguiente (14, 19) y su reclusión de comodid-ad familiar el último (14, 20), no hacen más que provocar laira del anfitrión (14, 21). Pero este «santo enfado» hace queel dueño de la casa del banquete abra su mente, su universoy su mirada humana hacia los listados que él habíadescartado. Esta nueva dinámica, asociada por Jesús a lapropia inercia del reino de Dios, se mueve en dos movimi-entos que amplifica los círculos fraternales. El primero amp-lia el horizonte de hermandad inclusiva a los pobladores deldescarte ciudadano que se ven obligados a habitar las plazaspúblicas, los «sin techo», los «nadie para el mundo»: «Salrápido a las plazas y calles de la ciudad y tae aquí a pobres,mancos, ciegos y cojos» (14, 21). Pero, ante la sorpresa delanfitrión, los lugares disponibles en el banquete aúndisponen de lugares. Desde ahí, Jesús en su relato, dibujaun nuevo círculo de dimensión infinita y universal de lamesa que, en su narrativa propia tiene a Dios como anfitri-ón. Como expresa el Papa Francisco: «La propuesta es la dehacerse presentes ante el que necesita ayuda, sin importar sies parte del propio círculo de pertenencia». Entonces, el si-ervo del anfitrión lleva instrucciones de atraer al banquete atodos los que su vista pueda divisar con el objetivo de llen-ar la gran mesa. «Ve a los caminos y las veredas y oblígalosa entrar hasta que se llene la casa» (14, 23). Es que, endefinitiva, desde los Evangelios fluye la invitación a un ban-quete particular y único con un lema en la tarjeta de in-vitación: ¡Todos somos igualmente hermanos, fraternos,comensales, invitados, integrados e interconectados en lamesa que tiene al reino de Dios como anfitrión!

  • número 42, viernes 16 de octubre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 5

    Las mujeres protagonistasde una Iglesia en salida

    Mensaje del Papa a la Consulta femenina del Pontificio Consejo de la cultura«A través de la escucha y laatención que prestan a lasnecesidades de los demás, y con unamarcada capacidad de sostenerdinámicas de justicia en un clima de“calor doméstico”, en los diferentesambientes sociales en los que obran»,las «mujeres son protagonistas deuna Iglesia en salida». Lo subrayael Papa Francisco en un mensaje alas participantes del seminario online(“webinar”), que tuvo lugar en latarde del miércoles 7 de octubre, poriniciativa de la Consulta femeninadel Pontificio consejo de la cultura.

    Queridas amigas:

    Me alegra dirigiros uncordial saludo a voso-tras, que formáis laConsulta Femeninadel Pontificio Consejo de la Cul-tura, con ocasión del seminario“Las mujeres leen al Papa Francis-co: lectura, reflexión y música”,compuesto por una serie de en-cuentros que comienza, esta vez,con el tema “Evangelii Gaudium”.

    La conferencia de hoy tambiénpone de relieve la hermosa nove-dad que representáis dentro de laCuria Romana; por primera vez,un Dicasterio involucra a un gru-po de mujeres convirtiéndolas enprotagonistas de los proyectos y lí-neas culturales que desarrolla y nosólo para ocuparse de temas feme-ninos. Vuestra Consulta está com-puesta por mujeres comprometidasen diferentes sectores de la vidasocial y portadoras de visionesculturales y religiosas del mundoque, aunque diferentes, convergenhacia el objetivo de trabajar juntascon respeto mutuo.

    Para vuestro itinerario de lectu-ra habéis elegido tres de mis escri-tos: la exhortación Evangelii gau-dium y, sucesivamente, la encíclicaLaudato si' y el Documento sobrela Fraternidad Humana para la Paz Mundial y la Convivencia Co-mún; escritos dedicados, respectivamente, a los temas de la evan-gelización, la creación y la fraternidad. Se trata de opciones signi-ficativas en las que se refleja el espíritu de la Consulta, una ricadiversidad que sabe trabajar buscando en el diálogo puntos deacuerdo y compenetración.

    También cabe destacar que se haya puesto la conferencia bajo elauspicio de una gran mujer, proclamada Doctora de la Iglesia en2012: santa Hildegarda de Bingen. Como san Francisco de Asís,también compuso un himno armonioso en el que canta y alaba alSeñor de la creación y en la creación. Hildegarda unifica el cono-cimiento científico y la espiritualidad; y desde hace mil años, co-mo verdadera maestra, lee, comenta, crea y enseña a mujeres yhombres. Rompió los patrones de su tiempo, que impedían a lasmujeres estudiar y entrar en la biblioteca y, como abadesa, tam-bién lo solicitó para sus hermanas. Aprendió a cantar y componermúsica, que para ella era una ola capaz de elevarla hasta Dios. Lamúsica para ella no era sólo arte o ciencia, era también liturgia.

    Ahora vosotras, con este encuentro, queréis crear un diálogo en-tre intelecto y espiritualidad, entre unidad y diversidad, entre mú-sica y liturgia, con un objetivo fundamental, o sea la amistad y laconfianza universales. Y lo hacéis con voz femenina que quiereayudar a sanar, en un mundo enfermo. Vuestro itinerario de lectu-ra podrá ofrecer una visión peculiar sobre el tema de la confronta-ción social y cultural como contribución a la paz, porque las mu-jeres tienen el don de aportar una sabiduría que sabe restañar lasheridas, perdonar, reinventar y renovar.

    En la historia de la salvación es una mujer la que acoge el Ver-

    las necesidades de los demás, y con una marcada capacidad desostener dinámicas de justicia en un clima de “calor doméstico”,en los diferentes ambientes sociales en los que obran. Escucha,meditación, acción amorosa: estos son los elementos constitutivosde una alegría que se renueva y se comunica a los demás, a travésde la mirada femenina, en el cuidado de la creación, en la gesta-ción de un mundo más justo, en la creación de un diálogo querespete y valore las diferencias.

    Os deseo que seáis portadoras de paz y renovación. Que seáisuna presencia que, con humildad y coraje, comprende y acoge lanovedad y genera la esperanza de un mundo fundado en la frater-nidad. Os acompaño en mi recuerdo orante a Dios, y os pido, porfavor, que hagáis lo mismo por mí. ¡Gracias!

    Roma, San Juan de Letrán, 1 de octubre de 2020, memorial desanta Teresa del Niño Jesús.

    bo; y también son las muje-res las que en la noche oscu-ra custodian la llama de lafe, las que esperan y procla-man la Resurrección. La rea-lización alegre y profunda dela mujer se centra en estosdos actos: acogida y anun-cio. Las mujeres son prota-gonistas de una Iglesia ensalida, a través de la escuchay la atención que prestan a

  • número 42, viernes 16 de octubre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO páginas 6/7

    Su santidad es verdaderamente «esencial».Es fácil de contar. Fue, hasta el fondo, unchico de nuestro tiempo. Entre la escuelay la familia, entre los viajes y el deporte, entrela música y la informática. Pero con un secretofundamental que preside todo su caminohumano y cristiano: el amor a Jesús en laEucaristía. Para entenderlo, hay que empezardesde aquí

    “ ”

    En la Eucaristía su autopista al cielo

    En Asís la beatificación del joven Carlo Acutis

    realidad, ya en la vida de Carlos, la atención de la familia se fue desplazandoprogresivamente a Asís. Carlos, al menos durante las vacaciones, venía a respirarla atmósfera espiritual de la ciudad de Francisco.

    Sin hacerse franciscano, el mensaje y el testimonio de Francisco lo marcaronprofundamente. Decía que se sentía particularmente feliz en esta ciudad. Dehecho, le expresó a su madre su deseo de ser enterrado aquí cuando muriera, sinimaginar que llegaría tan pronto.

    Su santidad es verdaderamente «esencial». Es fácil de contar. Fue, hasta elfondo, un chico de nuestro tiempo. Entre la escuela y la familia, entre los viajesy el deporte, entre la música y la informática.

    Pero con un secreto fundamental que preside todo su camino humano y cristi-ano: el amor a Jesús en la Eucaristía. Para entenderlo, hay que empezar desdeaquí.

    Había recibido su primera comunión en 1998, un poco antes que sus compañ-eros. Ese encuentro lo marcó para siempre. La misa se convirtió en su cita diaria.Estaba embelesado por el misterio de la presencia real de Cristo en la Eucaristía.Le encantaba decir: «La Eucaristía es mi autopista al cielo».

    Se hizo eco, en esto, de la perspectiva eucarística del Santo de Asís, pero en ladirección opuesta. A Francisco le encantaba contemplar el «descenso» de Jesús,desde la sede real del Cielo, hasta el altar en las manos del sacerdote.

    Carlo amaba la perspectiva ascendente: con la Eucaristía se asciende inmedi-atamente al cielo. Una «Autopista» especial, sin límites de velocidad y sinobstáculos, donde el amor puede correr libre y rápidamente hacia el Amado.

    La espiritualidad del despojoCarlo estaba ávido de infinito. Amaba la vida con todas sus bellezas. En Asís,

    se le veía paseando con sus perros, o nadando en la piscina municipal. La vidaera hermosa incluso en sus expresiones más ordinarias. Pero esta belleza eraauténtica y completa, porque estaba basada en Dios.

    Después de todo, el mismo descubrimiento que ochocientos años antes habíahecho Francisco, el hijo rico de Pietro di Bernardone, el «rey de las fiestas», el«soñador» de las aventuras, hasta que descubrió que Cristo es el verdadero te-soro de la vida. Carlo, en su simplicidad de adolescente, sigue los pasos del gransanto.

    Lo dice con una síntesis de tuit: «No yo, sino Dios». Es la espiritualidad del«despojo» que, de alguna manera, lo acerca a Francisco en el santuario que re-

    DOMENICO SORRENTINO

    l sábado 10 de octubre, en el marco único de la Basílica Su-perior de San Francisco en Asís, Charles Acutis fue de-clarado beato. El Papa estuvo representado por el CardenalAgostino Vallini, Legado pontificio para las basílicas deSan Francisco y Santa María de los Ángeles. Se espera quemiles de personas sean acogidas con todas las precaucionesimpuestas por la pandemia. Hubieran sido muchos más,fuera de esta época de crisis. También por esta razón, paradistribuir la afluencia de fieles, se eligió hacer visible el

    cuerpo de Carlos, enterrado en el santuario de la Spogliazione, hasta el próximo17. Días intensos, en los que miles de visitantes pasan por la ciudad del Pover-ello, y la imagen de este chico, recompuesta con tanto arte y amor para parecer«natural», está en el centro de una veneración verdaderamente sorprendente.

    ¿Por qué Asís? ¿Cuál es la relación de Carlo con San Francisco? Carlo nacióen Londres en 1991, de una pareja que vivía en Milán, Andrea y AntoniaSalzano. La familia regresó a los pocos días a la capital lombarda. Carlo sería unjoven «milanés». La propia causa de beatificación fue introducida por la arqui-diócesis ambrosiana, hasta la fase actual, que ha pasado a la diócesis de Asís. En

    cuerda el gesto profético con el que el santo se había despojado hasta la des-nudez para decir que Cristo era ahora su «todo». Hay algo misterioso en la at-racción que Carlo está ejerciendo en todo el mundo. ¿Pero qué ha hecho «ex-traordinario»? En su camino de crecimiento pronto mostró su inclinación espir-itual, pero no era inmune a los defectos. Uno de sus profesores, durante el pro-ceso de su beatificación, recordó que había tomado algunas «notas» en la es-cuela por algún comportamiento reprobable. Una forma de decir que uno nonace santo, sino que se hace santo.

    Apostolado a través de internet

    Permanecer durante mucho tiempo frente a Jesús fue el laboratorio en el quecreció su santidad. Ciertamente acompañado por María, por la que tenía una es-

    pecial devoción, expresada sobre todo en el rezo del Rosario. Estos dos grandesamores - Jesús en la Eucaristía y la Virgen Santa - lo empujaron por los caminosdel apostolado. Y como tenía un talento especial para internet, los caminos desu apostolado fueron los de la «red».

    La exhibición de milagros eucarísticos y la de apariciones marianas - esta úl-tima concebida antes de que pudiera completarla - fueron dos instrumentos quecontinuaron viéndolo caminar por las calles del mundo.

    Uno entiende por qué tantos jóvenes se sienten atraídos por su sonrisa, por surostro alegre, por su desenvoltura. Realmente sienten que es uno de ellos, pe rouno «especial».

    «Todos nacemos originales, muchos mueren como fotocopias»El programa de autenticidad que se había dado a sí mismo es sorprendente,

    con una consideración que hace pensar a todos, jóvenes y adultos por igual:«Todos nacemos originales, muchos mueren como fotocopias». Una intuiciónque el Papa Francisco relanzó para todos los jóvenes del mundo en su exhorta-ción Christus vivit , en la que dedicó tres puntos a Carlo, presentándolo como unmodelo para el uso de internet: un mundo en el que uno puede perderse, peroque también puede ser tan útil para hacer el bien y construir un mundo máshermoso.

    Un mundo «limpio». Un mundo acogedor y fraternal incluso para los máspobres, a los que Carlo supo abrir su corazón.

    En su funeral aparecieron rostros desconocidos para la familia, pero que habí-an sido un poco de la familia «oculta» de Carlo: gente pobre a la que no sehabía limitado a dar limosna y con la que había establecido una relación deamistad. Esto también, después de todo, fue una consecuencia de su amor eucar-ístico: el Cristo que se da a sí mismo en el pan partido es el mismo Cristo que seda a sí mismo en el rostro de los pobres.

    Su muerte fue su último testimonio. Diez días de leucemia fulminante. Él, in-cluso en el sufrimiento, sereno, dispuesto a dar su vida por la Iglesia y por el

    Papa. Fue enterrado en Milán, pero poco después fue trasladado a Asís, dondesu reputación de santidad ha ido creciendo con los años.

    La sanación milagrosa de un niño brasileñoEsa tumba llamaba la atención. El 5 de julio de 2018, el Papa reconoció sus

    virtudes y decretó su venerabilidad. Pronto llegó la «señal del cielo», la curaciónde un niño brasileño a través de su intercesión. Ahora la inscripción en el lib rode los beatos, con la esperanza de que muchos, al encontrar el recuerdo de Car-los y sus restos mortales en el santuario de la Spogliazione vean reaparecer en símismos, además de todas las fatigas de la vida, una línea de cielo.

    Arzobispo-obispo de Asís Nocera Umbra - Gualdo Tadino

    EE

  • página 8 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 16 de octubre de 2020, número 42

    Reforzada la actividad de vigilanciasobre flujos financieros

    “ Es un deberfundamentalde todo orden proteger ydefender la dignidad decada persona. En estecontexto, la gestiónprudente y el controlefectivo no son sólo

    obligaciones legales sinotambién morales. Esto esaún más cierto cuandoel flujo de dinero estácontrolado. Flujos que

    pueden estar al serviciode una causa justa, pero

    que a veces puedenderivar de actividades

    ilegales y luego ser"limpiados" o dirigidos a

    sembrar el terror.

    Se aportaronmodificaciones a laLey XVIII de 2013. ElPresidente de la A I F,Barbagallo: el objetivoes hacer cada vez mástransparente la gestiónde las finanzasvaticanas en un marcode controles intensos yc o o rd i n a d o s

    SERGIO CE N T O FA N T I

    La Oficina de Prensa de la Santa Sede publicó el 10de octubre el Decreto del Presidente de la Gober-nación, el cardenal Giuseppe Bertello, con el que semodificó la Ley XVIII, de 8 de octubre de 2013, so-bre transparencia, supervisión e información finan-ciera. Los cambios forman parte del proceso de re-forma querido por el Papa Francisco para asegurarque el manejo de los recursos económicos de laCiudad del Vaticano sea cada vez más correcto ytransparente. Hemos hablado de esto con CarmeloBarbagallo, el Presidente de la Autoridad de Infor-mación Financiera (AIF), la Institución competentede la Santa Sede y del Estado de la Ciudad del Va-ticano para la lucha contra el lavado de dinero y lafinanciación del terrorismo.

    Doctor Barbagallo, ¿puede decirnos cuál es el objetivode estas modificaciones y por qué ha sido necesarioa p o r t a rl a s ?

    Antes de entrar en el fondo de su pregunta, qui-siera decir unas palabras sobre la importancia de la

    de colaboración entre las diversas autoridades inte-re s a d a s .

    Por lo tanto, se trata de un nuevo paso del Vaticano endirección hacia la transparencia y de una vigilancia ca-da vez más intensa de las actividades de naturaleza fi-n a n c i e ra . . .

    Sí. Las últimas enmiendas a la Ley XVIII formanparte de una estrategia general destinada a hacer ca-da vez más transparente la gestión de las finanzasdel Vaticano, en un marco de controles intensivos ycoordinados. Se trata de un camino que se ha acele-rado desde el año 2010, con la creación de la Auto-ridad de Inteligencia Financiera, y que encuentra suexpresión más reciente y significativa en el MotuProprio del 1 de junio y en la Ordenanza de 19 deagosto de 2020, relativos, respectivamente, a losprocedimientos de adjudicación de contratos públi-cos y a la obligación de denunciar las actividadessospechosas de las Organizaciones de Voluntariadoy de las personas jurídicas.

    En consonancia con este camino, la Ley XVIII hareforzado aún más los mecanismos de defensa y

    Ley XVIII introducida desde el año 2013. Esta nor-mativa constituye la referencia de la Santa Sede ydel Estado de la Ciudad del Vaticano para la pre-vención y la lucha contra el blanqueo de dinero y lafinanciación del terrorismo. Se trata de un texto encontinua y progresiva evolución, que tiene en cuen-ta las fuentes comunitarias de referencia en esta ma-teria —que la Santa Sede se ha comprometido atransponer con la Convención Monetaria entre laUnión Europea y el Estado de la Ciudad del Vati-cano del año 2009— y las características propias dela jurisdicción. Esto hace posible que la legislacióndel Vaticano esté constantemente en línea con losmejores estándares internacionales. Esta labor nohabría sido posible sin la participación activa de to-dos los interesados: la Secretaría de Estado, el Go-vernatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano,la Secretaría para la Economía, así como la Autori-dad de Información Financiera. Por lo tanto, apro-vecho esta oportunidad para agradecer a todos.

    En cuanto a su pregunta, con las modificacionesintroducidas ahora, se ha transpuesto la V D irectivade la Unión Europea sobre la prevención y la luchacontra el blanqueo de dinero y la financiación delterrorismo, y se han perfeccionado algunas normasreferentes a la IV D irectiva.

    Además, quisiera subrayar cómo se ha acogido laocasión para trasladar a esta ley los importantesprogresos realizados en los últimos años para hacercada vez más eficaz la actividad de vigilancia, sobretodo mediante la intensificación de los mecanismos

    control de los Entes que, en el cumplimiento de susnobles fines, se ven afectadas de diversas maneraspor los flujos financieros (Entes sin fines de lucro,Personas Jurídicas, Organizaciones de Voluntariadoy Autoridades Públicas).

    El Papa lo reiteró el jueves pasado cuando recibió a losexpertos de Moneyval: se necesitan medidas para prote-ger una “finanza limpia” y evitar que los mercantes “es-peculen en ese templo sagrado que es la humanidad”...

    Es un deber fundamental de todo orden protegery defender la dignidad de cada persona. En estecontexto, la gestión prudente y el control efectivono son sólo obligaciones legales sino también mora-les. Esto es aún más cierto cuando el flujo de dine-ro está controlado. Flujos que pueden estar al servi-cio de una causa justa, pero que a veces pueden de-rivar de actividades ilegales y luego ser "limpiados"o dirigidos a sembrar el terror. La conciencia de lasposibles amenazas y vulnerabilidades, la eficacia delos controles y la transparencia de las opciones fi-nancieras también contribuyen a evitar los riesgosque podrían condicionar las actividades misionerasy caritativas de la Iglesia Católica. Por mi parte, es-toy convencido de que los cambios introducidos enesta Ley, como todos los reglamentos aprobados enlos últimos años, podrán demostrar, tanto a nivelinterno como a los observadores externos, un firmecompromiso con un asunto en el que la Iglesiaadopta una posición irretractable.

  • número 42, viernes 16 de octubre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 9

    Entrevista con el Prefecto de la Secretaría para la Economía

    Aquí está el balance de la Curiaal servicio del Papa y de la misión

    ANDREA TORNIELLI

    «Los fieles tienen derecho a saber cómo usamoslos recursos». El padre Juan Antonio GuerreroAlves, Prefecto de la Secretaría para la Economía(SPE), explica en esta entrevista con los medios decomunicación del Vaticano el estado de las cuen-tas de la Curia Romana en el balance de 2019.

    Padre Guerrero, Usted acaba de presentar el balancede la Curia al Consejo de Economía. Muchos pidenal Vaticano que ponga en marcha una operación detransparencia, para explicar, a los fieles y a los queno lo son, el estado de sus cuentas. ¿Qué puede decir-les a través de nosotros?

    Los que piden transparencia tienen razón. Laeconomía de la Santa Sede debe ser una casa decristal. Esto es lo que el Papa nos pide. Este es elcompromiso de la SPE y el mío propio, y esto eslo que veo en los otros organismos de la Curia.Por eso se puso en marcha una reforma. Por esose han cambiado algunas reglas. Por eso se apro-bó el Código de Contratas. Estamos avanzandoen este camino. Los fieles tienen derecho a saber

    no se vende ni se patrocina. Evitar el déficit no esel objetivo de la Santa Sede. Su espíritu es otro.Pensamos que el objetivo es que los costos corres-pondan a tener todo lo necesario para el serviciode la misión que se nos ha confiado. En este sen-tido es deseable que podamos tener mucho si esmucho lo que ayuda al servicio que tenemos quedar. En otras palabras, no podemos ignorar cuáles la justa necesidad de recursos y cuáles son losrecursos disponibles: debemos ser prudentes eco-nómicamente. Pero tampoco podemos pensar yactuar solo a partir de ellos; a veces debemos darmás de lo que tenemos para cumplir nuestra mi-sión: debemos tener audacia misionera. De lo quetenemos que ocuparnos es de si el déficit es soste-nible y de si se financia adecuadamente a largoplazo. Hay tantas necesidades en el mundo. De-bemos confiar en la Providencia, que actúa a tra-vés de la generosidad de los fieles.

    ¿Cuál es la misión, entonces, en términos concretos?La misión de la Santa Sede, de la Curia Roma-

    na, no es sólo la caridad del Papa, entendida co-mo una especie de ONG que recibe donaciones y

    ¿Y por lo que respecta al balance de todo el Vatica-no?

    Como dije al principio, la Curia no es todo elVaticano. Sumando el balance de la Gobernación,del Óbolo, del IOR, del Fondo de Pensiones y delas Fundaciones que ayudan a la misión de laSanta Sede, se obtiene un patrimonio neto deunos 4.000 millones de euros. Si tuviéramos queconsolidar todo, en 2019 no habría déficit, ni tam-poco en 2016, último año en que se consolidarontodas estas cuentas. Sin embargo, no quiero decirque no tengamos dificultades y que con esta crisisdel coronavirus no tendremos otras más grandes.

    Volvamos a la Curia, ¿cuáles son sus fuentes de in-g re s o s ?

    En 2019, el 54%, o sea 164 millones de euros, segeneró a partir de su mismo patrimonio. La acti-vidad comercial (visitas a las catacumbas, que adiferencia de los museos forman parte de la SantaSede, producciones vendidas por el Dicasterio pa-ra la Comunicación, Librería Editora Vaticana,etc.) y los servicios (tasas de ciertos certificados,tasas académicas de instituciones universitarias,

    co las que presentamos son las cuentas de todo elVaticano, que incluyen también, por ejemplo, elbalance de la Ciudad del Vaticano, es decir, laGobernación, el IOR, el Óbolo de San Pedro, yun buen número de Fundaciones que colaborancon los dicasterios. Todas estas instituciones pre-sentan sus resultados e informan a las autoridadescorrespondientes. Lo que hemos presentado alConsejo de Economía es el balance de la CuriaRomana, es decir, de la Santa Sede en sentido es-tricto: sesenta entidades al servicio del Papa en sumisión de guía de la Iglesia, en su servicio deunidad en la caridad, es decir, de evangelización,comunicación, promoción del desarrollo humanointegral, educación, ayuda a las Iglesias en difi-cultad, formación del clero, etc.

    ¿Por qué define el balance de la Santa Sede como un"balance de misión"?

    Porque vinculo el dinero con la misión. ¿Paraqué sirve? Por eso en la presentación del balanceintentamos explicar cómo se utilizan los recursos,con qué propósito, para qué misión. Es decir,queremos que el balance explique cómo la SantaSede utiliza sus recursos para cumplir su misión,su servicio a la misión del Santo Padre. Luegohay otro aspecto. La Santa Sede no funciona co-mo una empresa o un Estado, no busca beneficioso excedentes. Por lo tanto, es normal que tengaun déficit. Casi todos los dicasterios son de hecho"centros de coste": llevan a cabo un servicio que

    las distribuye donde se necesitan. La Iglesia hacemucho, muchísimo para ayudar a los necesitados.La mayor parte de esta ayuda se hace a nivel lo-cal, en las parroquias y diócesis. Y la Curia tam-bién hace mucho. La misión principal de la SantaSede es contribuir a llevar el mensaje del Evange-lio a los confines del mundo comunicándolo, me-diando en situaciones en las que se vuelve opaco,con la asistencia a los necesitados, con la asisten-cia a los necesitados, trabajando por el bien de lahumanidad, sosteniendo a las Iglesias locales endificultad, comunicando el Magisterio del Papa,buscando la unidad en la doctrina y la liturgia,arbitrando en los conflictos dentro de la Iglesia,fomentando la reflexión sobre ciertos temas, esta-bleciendo un diálogo de alto nivel, dando orienta-ciones a las Iglesias locales, etc. La “caridad delPa p a ” expresa en todas estas formas el amor delPapa por la Iglesia y la Iglesia por el mundo.

    ¿Cuáles son las cifras del balance consolidado de2019?

    Como ya he dicho en el pasado, se mire pordonde se mire, la Santa Sede no es una gran enti-dad económica. Tuvimos ingresos de 307 millonesde euros, gastamos 318 millones de euros. Nuestrodéficit es de 11 millones. Tenemos un patrimonioneto de 1.402 millones de euros. Hay muchas es-cuelas secundarias en los Estados Unidos que tie-nen un volumen mayor que el de la Curia Roma-na indicado en este balance.

    tan el 14% de los gastos. Y los gastos de la misiónabsorben el 65% de los gastos. En general, lo quemás me llamó la atención cuando conocí mejor laCuria es que hacemos mucho con poco. He exa-minado los balances de varios países y regiones,no he encontrado nada comparable a mantener125 nunciaturas y misiones permanentes en elmundo con 43 millones de euros, con la relevan-cia, la capacidad de mediación y la propuesta dela Santa Sede. Publicar un diario muy conocido,como L'Osservatore Romano, transmitir las 24horas del día en 40 idiomas, como lo hacen Ra-dio Vaticano y Vatican Media, generar noticias yexplicarlas como hace Vatican News, gastando 45millones de euros: No he encontrado parangonesen el mundo de la comunicación. El mensaje delEvangelio debe llegar a los confines del mundo y,en la medida de lo posible, es deseable que llegueen la lengua propia de cada pueblo y de maneraque pueda ser comprendido en su propia cultura.También es interesante ver cómo la comunicaciónde la Santa Sede se ha modernizado en los últi-mos años, incluso reduciendo los costos. Todavíamás, si miramos la Biblioteca, o los archivos o laarqueología cristiana, que se ocupan de un patri-monio no sólo de la Iglesia, sino de la humani-dad, y lo comparamos con instituciones similares:podemos decir que lo hacen con dignidad y, rela-tivamente, con poco. Lo mismo puede decirse delas instituciones universitarias, etc. Siempre que

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    etc.) aportaron el 14%, es decir, 44millones de euros. Las entidadesvaticanas que no se consolidan eneste balance (IOR, Gobernación,Basílica de San Pedro) contribuye-ron con el 14% de los ingresos, 43millones. Y las donaciones de lasdiócesis y de los fieles ascendierona 56 millones de euros, el 18%.

    Pasemos ahora a los gastos. ¿Cuántocuesta la Curia, cómo se distribuyensus costos?

    Podríamos dividir los costos entres bloques: lo que hemos llama-do “asset management” es 67 mi-llones de euros, el 21% de los cos-tos, e incluye 18 millones de eurosen impuestos y 25 millones de eu-ros gastados en el mantenimientode los edificios. Podríamos decirque estos 67 millones de euros sonlo que nos cuesta generar los 164millones de euros de ingresos quemencioné anteriormente y que sederivan de la propiedad. Los servi-cios y la administración represen-

    cómo usamos los recursos en laSanta Sede. No somos propieta-rios, somos custodios de los bienesque hemos recibido. Por eso, alpresentar el balance de 2019, que-remos explicar a los fieles, de lamanera más comprensible posible,cuáles son los recursos de la CuriaRomana, de dónde proceden y có-mo se utilizan.

    Tal vez valga la pena dar antes unpaso atrás. Explicar en primer lugarde qué estamos hablando. A veceshay confusión entre la Curia de Ro-ma y toda la Iglesia. A veces entrela Curia y el Vaticano. ¿Qué es laCuria?

    Es verdad. Entonces: en primerlugar lo que presentamos no es elbalance de la Iglesia. Hay confe-rencias episcopales, diócesis, pa-rroquias, congregaciones e institu-tos religiosos e infinidad de obrasde la Iglesia, repartidas por todoel mundo, que no entran en el ba-lance de la Santa Sede. Y tampo-

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    encuentro un término de parangón con otras ins-tituciones similares o comparables, me parece quela Santa Sede haga mucho con poco, gracias atantas personas que trabajan con enorme genero-sidad. No quiero decir que no tengamos que me-jorar en muchas cosas. Pero también hay que des-tacar que hay mucho bien hecho.

    El déficit de 2019, igual a 11 millones, es muchomenor que el de 2018, igual a 75 millones. Se pue-de ver que el resultado se ha logrado a través delas inversiones. Mientras que el déficit operativoes de 68 millones, comparado con los 88 millonesde 2018.

    Las finanzas cubren, como usted observa, partedel déficit operativo. Además, en la comparación,deben ser eliminados algunos costos e ingresosque eran extraordinarios en 2018 o 2019. Neutrali-zar estos “one timers” resultaría en un déficit de22 millones de euros en 2019 comparado con 50millones de euros en 2018. Ya he dicho que nopodemos considerarnos simplemente generadoresde déficit. Nuestra misión siempre tenderá a pro-ducir déficits, no generará suficientes ingresos. Esun servicio que no hacemos con fines de lucro.Debemos encontrar una manera de sostener lamisión a largo plazo.

    ¿Cuál es la línea en este frente?No bastan solamente los controles necesarios

    orientados al ahorro y a la contención de gastospara reducir el déficit. En la Santa Sede hay mu-chas entidades que hacen mucho con poco. Elahorro debe ir acompañado de un examen de losingresos, es decir, de las inversiones, ya sean mue-bles o inmuebles, a fin de buscar una optimiza-ción. Este trabajo de colaboración, poco a poco,está llegando a su fin. En cuanto a la cuestión delos ingresos, también debemos pensar en las do-naciones. Las donaciones de los fieles, sumadas alas del Óbolo, contribuyen en un 35% a los gas-tos. Los fieles quieren contribuir a la misión de laIglesia, pero es imprescindible una política detransparencia externa y de comunicación capaz detransmitir con precisión cómo utilizamos el dineroque recibimos y administramos. Este es el objeti-vo que queremos alcanzar, este es el camino porel que el Santo Padre nos ha dirigido. Esta es lalínea. Como es bien sabido, en los últimos mesesse ha aprobado el Código de Contratas. La espe-ranza es que, además de promover la transparen-cia, permita también, gracias a la competencia,ahorrar. Es necesario tomar algunas medidas enrelación con el trabajo para tener personas másmotivadas y responsables en las tareas que se lesencomiendan, una mayor movilidad, así comouna mayor eficiencia y una reducción de los cos-tos. Tenemos que buscar modelos más flexiblesque recompensen el mérito, el esfuerzo y las capa-cidades profesionales.

    En su entrevista con Vatican News el pasado mes demayo habló del proyecto de centralizar las inversiones.¿Cómo procede?

    Hay decisiones que requieren tiempo para seraplicadas. Se está avanzando poco a poco. Segúnla Constitución Pastor Bonus (1984), el APSA es eladministrador de la Sede Apostólica. En noviem-bre de 2018, el Papa pidió al cardenal Marx, coor-dinador del Consejo de Economía, que centraliza-ra las inversiones. Poco a poco nos estamos mo-viendo en esta dirección. Este año hemos tenidomuchas reuniones y encuentros, hemos examina-do muchos modelos posibles. Creo que hemosprogresado y que ha madurado la decisión de ele-gir un modelo aprendiendo de las buenas prácti-cas de otros. Creo que es probable que para fina-les de este año o principios del próximo se denlos últimos pasos. La centralización permitirá sinduda alguna una mayor transparencia y un con-trol más preciso, además de dar la posibilidad deinvertir de forma unitaria, siguiendo la doctrinasocial de la Iglesia, con criterios éticos, sosteni-bles, de buen gobierno y profesionales. Hay quedecir que la mayoría de las inversiones están cen-tralizadas en el APSA . Muchas otras inversionesrealizadas por instituciones vinculadas a la SantaSede se realizan también a través del IOR, queofrece una garantía de control, transparencia ycriterios éticos. Es evidente que el IOR, que en los

    últimos años ha recorrido un itinerario magnífico,también debe tener un papel importante en la or-ganización de las inversiones de la Santa Sede.De hecho, la centralización debe combinarse conla subsidiariedad: no todo puede ser centralizadosi queremos ser eficaces.

    Usted habla de inversiones como si no hubiera leídolos periódicos de estas semanas...

    Vivo en el presente. Leo los periódicos. Es po-sible que, en algunos casos, la Santa Sede no sólohaya sido mal aconsejada sino también estafada.Creo que estamos aprendiendo de los errores oimprudencias del pasado. Ahora se trata de acele-rar, con el impulso decidido e insistente del Papa,el proceso de conocimiento, transparencia internay externa, control y colaboración entre los dife-rentes dicasterios. Hemos incluido en nuestrosequipos a profesionales del más alto nivel. Hoyhay comunicación y colaboración entre los dicas-terios de contenido económico para abordar estascuestiones. La colaboración es un gran paso ade-lante. La Secretaría de Estado, el APSA y la SPEcolaboran de buen grado. Ciertamente podemoscometer errores, equivocaciones o ser estafados,pero me parece más difícil que esto ocurra cuan-do trabajamos juntos y actuamos con competen-cia, transparencia y confianza entre nosotros.

    ¿Cuáles son los riesgos para el futuro?Los grandes estados, empresas y sociedades se

    encuentran en dificultades económicas. Sometidosa duras pruebas por la crisis sanitaria y económi-ca, están asumiendo créditos que serán difíciles depagar, están aplazando todos los pagos al futuroy tratando de mantener la liquidez ante la incerti-dumbre que se avecina. Nosotros, que somos pe-queños no podemos no tener dificultades. Depen-demos del rendimiento de los bienes y de las do-naciones y la crisis repercute negativamente enambos. Lo peor que podríamos hacer es no reco-nocer la dificultad o elegir la opción “cada unopara sí”. Tenemos que caminar juntos. Debemosresistir. Resistir juntos, compartir los sacrificios.Como ha dicho el Papa, la crisis puede ser una si-tuación privilegiada que nos haga mejores. Tam-bién puede ser una oportunidad para introducirlos cambios necesarios que ya se han visto.

    ¿Cuáles son las razones de la solicitud efectuada alos dicasterios el pasado abril para que transfirieransu liquidez al APSA?

    El APSA es el dicasterio concebido para admi-nistrar los recursos de todos los dicasterios. Enabril, dada la incertidumbre que representaba elconfinamiento, lo señalé, sin saber cuánto tiempoduraría, y anticipé que afectaría a los ingresos.Habíamos decidido no recortar las donaciones yayudas a las personas e Iglesias necesitadas—otros podrían de hecho estar peor que noso-t ro s — ni los salarios de las personas que trabajanpara la Santa Sede. Por eso las donaciones y laayuda han aumentado. El APSA tenía que pagarlos sueldos, no sabíamos cuánto tiempo duraría elconfinamiento, ni si obtendríamos los ingresos es-perados. Así que pedimos a los dicasterios quemantuvieran su liquidez en el APSA .

    ¿Es cierto que la Secretaría de Estado permanecerásin "cartera" y que sus fondos serán administradospor el APSA?

    La Secretaría de Estado lleva meses en este pro-ceso. Está desarrollando su tarea. Está haciendoun gran trabajo de claridad, transparencia y or-den. Ha llevado todos sus fondos al IOR y al APSAy participará en el proceso de centralización delas inversiones, con una gestión más técnica yprofesional. Esta afirmación sobre la pérdida de la“cartera”, por lo que sé, no es exacta. La gestiónse hará de otra manera, como es el caso de otrosdicasterios que tienen cartera. En estos meses hevisto que en el Vaticano, como en el resto de laIglesia, hay un respeto sagrado por el destino delos fondos, por la voluntad expresada por los do-nantes. Cuando una donación ha sido aceptadapara un fin específico, ese fin se respeta. Muchosde los fondos gestionados por la Secretaría de Es-tado han sido recibidos para un fin específico,siempre vinculado naturalmente a nuestra misión.Si los fondos son administrados por otro organis-mo, deben permanecer asociados a ese fin, conlos mismos beneficiarios.

    ¿Para qué sirve el Óbolo? ¿Por qué se llama a losfieles a esta colecta?

    La ayuda de los fieles al Óbolo es una formaconcreta de colaborar con la misión del Santo Pa-dre para el bien de toda la Iglesia. En 2019, elfondo del Óbolo cubrió el 32% de los gastos dela misión de la Santa Sede. En cambio, la estruc-tura y los servicios se cubren con fondos propios.La recaudación del Óbolo fue de 53 millones deeuros, de los cuales 10 millones de euros se dona-ron para fines específicos. En otras palabras, elfondo colaboró con la misión del Santo Padrepor 66 millones de euros, 23 millones más de lorecaudado. Ha sido así en los últimos años. Estosignifica que también se ha descapitalizado. Perosiempre para la misión a la que está destinado. ElÓbolo debe ser administrado con la sabiduría deladministrador honrado, como se invierten los ta-lentos, como cualquier buen padre de familia, pa-ra garantizar al Papa el ejercicio de su misión.

    El asunto del inmueble de Londres, sin embargo, de-sorienta a muchos.

    Lo entiendo. Es cierto. Por eso es importanteque haya claridad, que haya transparencia. Mien-tras tanto, puedo decir una cosa. Por lo que sé,las pérdidas de Londres no fueron cubiertas porel Óbolo, sino por otros fondos de reserva de laSecretaría de Estado. Y otra cosa que me gustaríadecir para concluir: debemos estar siempre agra-decidos al santo Pueblo de Dios que ayuda a lamisión del Papa. También por esto debemos sertransparentes. Como ha escrito el Papa Franciscoen su último mensaje a las Obras Misionales Pon-tificias, “la Iglesia continúa, desde siempre, yendohacia adelante también gracias al óbolo de la viu-da, a la contribución de toda la multitud de per-sonas que se sienten sanadas y consoladas por Je-sús y que, por ello, por su inmensa gratitud, do-nan lo que tienen”. Nuestro deber es administrarsu don con la honradez, la prudencia y la previ-sión del buen padre de familia.

    Aquí está el balance de la Curiaal servicio del Papa y de la misión

    VIENE DE LA PÁGINA 9

  • número 42, viernes 16 de octubre de 2020 L’OSSERVATORE ROMANO página 11

    Intención de oracióndel Papa para octubre

    Mujeres en lasinstancias de

    resp onsabilidadde la Iglesia

    Es para «ampliar los es-pacios con presenciarelevante femenina enla Iglesia», la intencióndel mes de octubre contenidaen el vídeo de la Red mundialde oración del Papa. «A nin-guno lo bautizaron cura uobispo», inicia el Pontífice, ex-plicando que «a todos nosotrosnos bautizaron como laicos».

    Y al respecto, reitera que«laicos y laicas son protagonis-tas de la Iglesia». Una presen-cia que debería subrayar más«lo femenino porque lasmujeres suelen ser dejadas delado».

    De aquí la exhortación delPapa Francisco a rezar para que«en virtud del bautismo losfieles laicos, y las mujeres enuna manera especial, participenmás en instancias de responsab-ilidad en la Iglesia, sin caer enlos clericalismos que anulan elcarisma laical».

    El vídeo se abre con la im-agen de dos mujeres que estányendo a un kiosko a comprarL’Osservatore Romano, periód-ico en el que las mujeres en-cuentran espacio y ofrecen suaportación a la reflexión y aldebate sobre los temas de fe ydel magisterio, en diálogo conla sociedad. Por tal motivo elperiódico de la Santa Sede—que desde el 4 de octubre havuelto a la edición impresa,renovado en la gráfica y en loscontenidos— ha sido elegidocomo “testigo” para el vídeoque este mes tiene por tema«Mujeres en las instancias deresponsabilidad de la Iglesia».

    Después de la primera es-cena, se ven rostros, más omenos conocidos, de mujeresque trabajan en el Vaticano,con la intención de pasarsecopias de nuestro periódico. Elvídeo, de hecho, ha sido produ-cido en colaboración con elDicasterios para los laicos, lafamilia y la vida y participanmujeres que cubren roles dedirección en la Santa Sede yperiodistas de Vatican Media.El vídeo prosigue presentandoescenas dentro de las oficinasde la Curia romana y se con-cluye con la petición de Fran-cisco de «promover la integra-ción de las mujeres en loslugares donde se toman las de-cisiones importantes».

    Difundido como es habituala través de la página webw w w. t h e p o p e v i d e o . o rg , el vídeotraducido en nueve lenguas hasido creado y producido por laRed mundial de oración delPapa en colaboración con laagencia La Machi y el Dicas-terio para la comunicación.

    El Pontífice en el séptimo centenario de la muerte de Alighieri

    Dante profeta de esperanzaLa celebración del séptimo centenario de la muerte deAlighieri pueda ser «una invitación a la esperanza, esaesperanza de la que Dante es profeta»: lo deseó el PapaFrancisco en el discurso dirigido a una delegación de laarchidiócesis de Rávena-Cervia recibida en audiencia en lamañana del sábado 10 de octubre, en la Sala Clementina,con ocasión del Año Dantesco.

    Queridos hermanos y hermanas:

    Os doy la bienvenida y os agradezco que hayáisvenido a compartir conmigo la alegría y el es-fuerzo de abrir las celebraciones del VII cente-nario de la muerte de Dante Alighieri. Doy lasgracias en particular al arzobispo Ghizzoni por sus pala-bras de presentación.

    Rávena, para Dante, es la ciudad del “último refugio”[1]—la primera había sido Verona—; de hecho, en vuestraciudad el poeta pasó sus últimos años y completó suobra: según la tradición, allí se compusieron los cantos fi-nales del Paraíso.

    Así, en Rávena concluyó su viaje terrenal; y puso fin alexilio que tanto marcó su existencia y también inspiró suescritura. El poeta Mario Luzi ha resaltado el valor de laturbación y del descubrimiento superior que la experien-

    Dante es profeta (cf. Mensaje en el 750 aniversario del na-cimiento de Dante Alighieri, 4 de mayo de 2015).

    El deseo es, pues, que las celebraciones del séptimocentenario de la muerte del sumo Poeta nos estimulen aretomar su Comedia para que, conscientes de nuestracondición de exiliados, nos llame a ese camino de conver-sión “del desorden a la sabiduría, del pecado a la santi-dad, de la miseria a la felicidad, de la contemplación ate-rradora del infierno a la contemplación beatífica del pa-raíso” (San Pablo VI, Carta Apostólica m.p. Altissimi cantus,7 de diciembre de 1965). Dante, en efecto, nos invita unavez más a redescubrir el sentido perdido u ofuscado denuestro viaje humano.

    Puede parecer, a veces, que estos siete siglos hayan ca-vado una distancia insalvable entre nosotros, hombres ymujeres de la era postmoderna y secularizada, y él, repre-sentante extraordinario de una edad de oro de la civiliza-ción europea.

    Y, sin embargo, algo nos dice que no es así. Los ado-lescentes, por ejemplo —incluso los de hoy— si tienen laoportunidad de acercarse a la poesía de Dante de unamanera que les sea accesible, inevitablemente constatan,por un lado, toda la distancia del autor y su mundo; y noobstante, por otro, sienten una resonancia sorprendente.Esto sucede especialmente allí donde la alegoría deja es-

    cia del exilio reservó a Dante. Esto nos hace pensar inme-diatamente en la Biblia, en el exilio del pueblo de Israelen Babilonia, que constituye, por así decirlo, una de las“matrices” de la revelación bíblica. De manera análogapara Dante, el exilio fue tan significativo que se convirtióen una clave para interpretar no sólo su vida, sino el “via-je” de cada hombre y mujer en la historia y más allá de lahistoria.

    La muerte de Dante en Rávena tuvo lugar —como es-cribe Boccaccio— «el día en que la Iglesia celebra la exal-tación de la Santa Cruz»[2]. El pensamiento va a aquellacruz de oro que el Poeta vio ciertamente en la pequeñacúpula azul noche, salpicada de novecientas estrellas, delMausoleo de Gala Placidia; o a aquella geminada y “re s -plandeciente” Cristo —por usar la imagen del Paraíso—(cf. X I V, 104), de la semicúpula del ábside de San Apoli-nar en Classe.

    En 1965, con ocasión del séptimo centenario del naci-miento de Dante, san Pablo VI obsequió a Rávena conuna cruz de oro para su tumba, que había permanecidohasta entonces —como dijo— “desprovista de tal signo dereligión y esperanza” (Discurso al Sacro Colegio y a la Pre-latura romana, 23 de diciembre de 1965). Esa misma cruz,con motivo de este centenario, volverá a brillar en el lu-gar que conserva los restos mortales del Poeta. Que seauna invitación a la esperanza, esa esperanza de la que

    pacio al símbolo, donde el ser humano aparece más evi-dente y desnudo, donde la pasión civil vibra más intensa-mente, donde la fascinación de la verdad, la belleza y labondad, en último término, la fascinación de Dios hacesentir su poderosa atracción.

    Así, aprovechando esta resonancia que supera los si-glos, también nosotros —como nos invitaba san Pablo VI—podremos enriquecernos con la experiencia de Dante pa-ra atravesar las numerosas selvas oscuras aún dispersas ennuestra tierra y realizar felizmente nuestra peregrinaciónen la historia, para alcanzar la meta soñada y deseada portodo hombre: «el amor que mueve al sol y a las demásestrellas» (Par. XXXIII, 145) (cf. Mensaje con motivo del750º aniversario del nacimiento de Dante Alighieri, 4 de ma-yo de 2015).

    Gracias de nuevo por esta visita, y los mejores deseospara las celebraciones del centenario. Con la ayuda deDios, el año que viene me propongo ofrecer una reflexiónmás amplia al respecto. Bendigo de corazón a cada unode vosotros, a vuestros colaboradores y a toda la comuni-dad de Rávena.

    Y, por favor, no os olvidéis de rezar por mí. Gracias.[1] Véase C. Ricci, L'ultimo rifugio di Dante Alighieri,

    Hoepli, Milán 1891.[2] Trattatello in laude di Dante, Garzanti 1995 p. XIV

  • página 12 L’OSSERVATORE ROMANO viernes 16 de octubre de 2020, número 42

    El Pontífice prosigue las reflexiones sobre la oración hablando de los salmos

    El grito del hombre encuentra siempreabierta la puerta de Dios

    basta ser lo que somos. No tenemosque olvidar que para rezar bien tene-mos que rezar así como somos, nomaquillados. No hay que maquillarel alma para rezar. “Señor, yo soyasí”, e ir delante del Señor como so-mos, con las cosas bonitas y tambiéncon las cosas feas que nadie conoce,pero nosotros, dentro, conocemos.En los salmos escuchamos las vocesde orantes de carne y hueso, cuya vi-da, como la de todos, está plagadade problemas, de fatigas, de incerti-dumbres. El salmista no responde deforma radical a este sufrimiento: sa-be que pertenece a la vida. Sin em-bargo, en los salmos el sufrimientose transforma en pregunta. Del sufriral preguntar.

    Y entre las muchas preguntas, hayuna que permanece suspendida, co-mo un grito incesante que atraviesatodo el libro de lado a lado. Unapregunta, que nosotros la repetimosmuchas veces: “¿Hasta cuándo, Se-ñor? ¿Hasta cuándo?”. Cada dolorreclama una liberación, cada lágrimainvoca un consuelo, cada herida es-pera una curación, cada calumniauna sentencia absolutoria. “¿Hastacuándo, Señor, debo sufrir esto? ¡Es-cúchame, Señor!”: cuántas veces no-sotros hemos rezado así, con “¿hastacuándo?”, ¡basta Señor!

    Planteando continuamente pre-guntas de este tipo, los salmos nosenseñan a no volvernos adictos aldolor, y nos recuerdan que la vidano es salvada si no es sanada. Laexistencia del hombre es un soplo,su historia es fugaz, pero el orantesabe que es valioso a los ojos deDios, por eso tiene sentido gritar. Yesto es importante. Cuando nosotrosrezamos, lo hacemos porque sabe-

    mos que somos valiosos a los ojosde Dios. Es la gracia del EspírituSanto que, desde dentro, nos suscitaesta conciencia: de ser valiosos a losojos de Dios. Y por esto se nos in-duce a orar.

    La oración de los salmos es el tes-timonio de este grito: un grito múlti-ple, porque en la vida el dolor asu-me mil formas, y toma el nombre deenfermedad, odio, guerra, persecu-ción, desconfianza… Hasta el “es-cándalo” supremo, el de la muerte.La muerte aparece en el Salterio co-mo la más irracional enemiga delhombre: ¿qué delito merece un casti-go tan cruel, que conlleva la aniqui-lación y el final? El orante de lossalmos pide a Dios intervenir dondetodos los esfuerzos humanos son va-nos. Por esto la oración, ya en símisma, es camino de salvación e ini-cio de salvación.

    Todos sufren en este mundo: tan-to quien cree en Dios, como quienlo rechaza. Pero en el Salterio el do-lor se convierte en relación: grito deayuda que espera interceptar un oí-do que escuche. No puede permane-cer sin sentido, sin objetivo. Tampo-co los dolores que sufrimos puedenser solo casos específicos de una leyuniversal: son siempre “mis” lágri-mas. Pensad en esto: las lágrimas noson universales, son “mis” lágrimas.Cada uno tiene las propias. “Mis”lágrimas y “mi” dolor me empujan air adelante con la oración. Son “mis”lágrimas que nadie ha derramadonunca antes que yo. Sí, muchos hanllorado, muchos. Pero “mis” lágri-mas son mías, “mi” dolor es mío,“mi” sufrimiento es mío.

    Antes de entrar en el Aula, he vis-to a los padres del sacerdote de ladiócesis de Como que fue asesinado;precisamente fue asesinado en suservicio para ayudar. Las lágrimas deesos padres son “sus” lágrimas y ca-da uno de ellos sabe cuánto ha sufri-do en el ver este hijo que ha dado lavida en el servicio de los pobres.Cuando queremos consolar a al-guien, no encontramos las palabras.¿Por qué? Porque no podemos lle-gar a su dolor, porque “su” dolor essuyo, “sus” lágrimas son suyas. Lo

    mismo es para nosotros: las lágri-mas, “mi” dolor es mío, las lágrimasson “mías” y con estas lágrimas, coneste dolor me dirijo al Señor.

    Todos los dolores de los hombrespara Dios son sagrados. Así reza elorante del salmo 56: «Tú has anota-do los pasos de mi destierro; recogemis lágrimas en tu odre: ¿acaso noestá todo registrado en tu Libro?»(v. 9). Delante de Dios no somosdesconocidos, o números. Somosrostros y corazones, conocidos uno auno, por nombre.

    En los salmos, el creyente encuen-tra una respuesta. Él sabe que, in-cluso si todas las puertas humanasestuvieran cerradas, la puerta deDios está abierta. Si incluso todo elmundo hubiera emitido un veredictode condena, en Dios hay salvación.

    “El Señor escucha”: a veces en laoración basta saber esto. Los proble-mas no siempre se resuelven. Quienreza no es un iluso: sabe que mu-chas cuestiones de la vida de aquíabajo se quedan sin resolver, sin sali-da; el sufrimiento nos acompañará y,superada la batalla, habrá otras quenos esperan. Pero, si somos escucha-dos, todo se vuelve más soportable.

    Lo peor que puede suceder es su-frir en el abandono, sin ser recorda-dos. De esto nos salva la oración.Porque puede suceder, y también amenudo, que no entendamos los di-seños de Dios. Pero nuestros gritosno se estancan aquí abajo: subenhasta Él, que tiene corazón de Pa-dre, y que llora Él mismo por cadahijo e hija que sufre y que muere.Os diré una cosa: a mí me ayuda, enlos momentos duros, pensar en losllantos de Jesús, cuando lloró miran-do Jerusalén, cuando lloró delantede la tumba de Lázaro. Dios ha llo-rado por mí, Dios llora, llora pornuestros dolores. Porque Dios haquerido hacerse hombre —decía unescritor espiritual— para poder llorar.Pensar que Jesús llora conmigo en eldolor es un consuelo: nos ayuda a iradelante. Si nos quedamos en la re-lación con Él, la vida no nos ahorralos sufrimientos, pero se abre ungran horizonte de bien y se encami-na hacia su realización. Ánimo, ade-lante con la oración. Jesús siempreestá junto a nosotros.

    El uso de las mascarillas y elmantenimiento de la distancia segúnlas «nuevas prescripciones» destinadasa contrarrestar el contagio del Covid-19 fueron recomendadas por el Papa alfinalizar la audiencia general. Despuésde haber dirigido los habituales saludosa los distintos grupos de fieles, antes derezar el Padre nuestro y de impartir labendición, Francisco aseguró: «Megustaría, como hago normalmente,bajar y acercarme a vosotros parasaludaros» pero evitó hacerlo para queno se creen aglomeraciones. El saludoal grupo de lengua española:

    Saludo cordialmente a los pere-grinos de lengua española.Mañana celebramos la memo-ria de santa Teresa de Jesús, maestrade oración. Que a través de su inter-cesión y ejemplo podamos descubrirla oración, como ese “trato de amis-tad —como afirmaba ella— con quiensabemos que nos ama”. Estando conDios nada nos podrá turbar ni es-pantar, pues “sólo Dios basta”. Queel Señor los bendiga a todos. Gra-cias.

    Queridos hermanos y hermanas,¡buenos días!

    Leyendo la Biblia nos encon-tramos continuamente conoraciones de distinto tipo.Pero encontramos tambiénun libro compuesto solo de oracio-nes, libro que se ha convertido enpatria, lugar de entrenamiento y casade innumerables orantes. Se tratadel Libro de los Salmos. Son 150 sal-mos para rezar. Forma parte de loslibros sapienciales, porque comunicael “saber rezar” a través de la expe-riencia del diálogo con Dios. En lossalmos encontramos todos los senti-mientos humanos: las alegrías, losdolores, las dudas, las esperanzas,las amarguras que colorean nuestravida. El Catecismo afirma que cadasalmo «es de una sobriedad tal queverdaderamente pueden orar con éllos hombres de toda condición y detodo tiempo» (CIC 2588). Leyendo yreleyendo los salmos, nosotrosaprendemos el lenguaje de la ora-ción. Dios Padre, de hecho, con suEspíritu los ha inspirado en el cora-zón del rey David y de otros oran-tes, para enseñar a cada hombre ymujer cómo alabarle, cómo darlegracias y suplicarle, cómo invocarleen la alegría y en el dolor, cómocontar las maravillas de sus obras yde su Ley. En síntesis, los salmosson la palabra de Dios que nosotroshumanos usamos para hablar conÉl. En este libro no encontramospersonas etéreas, personas abstrac-tas, gente que confunde la oracióncon la experiencia estética o alienan-te. Los salmos no son textos nacidosen la mesa; son invocaciones, a me-nudo dramáticas, que brotan de lavida de la existencia. Para rezarles

    «Incluso si todas las puertas humanas estuvieran cerradas, la puerta de Diosestá abierta» siempre, para acoger el grito de dolor que en la vida del creyentepuede asumir «mil formas», tomando «el nombre de enfermedad, odio, guerra,persecución, desconfianza». Lo explicó el Papa Francisco en la audiencia ge n e ra lque tuvo lugar el miércoles por la mañana, 14 de octubre, en el aula Pablo VI,en el respeto de las nuevas medidas de distanciamiento destinadas acontrarrestar la pandemia y con los fieles con mascarillas protectoras.Prosiguiendo las catequesis sobre el tema de la oración, el Pontífice sedetuvo en particular en los salmos, definiéndolos «la palabra de Dios quenosotros humanos usamos para hablar con Él».