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    Sistematizacin y corrientes innovadoras del pensamiento latinoamericanoLa Piragua

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    EXPERIENCIAS

    Aporte de organizaciones campesinas

    e indgenas al desarrollo local.

    34 experiencias.

    Rafael Reygadas y Maricela Soto - Mxico

    A m me pasa lo mismo que a usted.

    Aprendizajes obtenidos en lasistematizacin de experiencias de

    promocin de la equidad de gnero.Ma.de la Luz Morgan, Ma.Mercedes

    Barrenechea, Jennifer Bonilla, Estela

    Gonzlez - Per

    El tren de la vida. Sistematizacin de

    experiencias acompaadas por el Centro

    Martin Luther King Jr.Tamara Rosell Reina y equipo de

    educadores del CMMLK - Cuba

    Formacin de educadorasy educadores populares.Brenda Bogliaccini, Maria Delia Cneo

    y Gustavo Soriano - Uruguay

    La sistematizacin como estrategia de

    aprendizaje en el sistema acerca.

    Potencialidades y limitaciones desde la

    prctica sistematizadora.

    Benito Fernndez - Bolivia

    DEBATE

    Retomando los hilos pendientes de una

    reflexin. Extractos de la transcripcin de

    un debate que se qued dormida una

    dcada...Programa Latinoamericano de Apoyo

    a la Sistematizacin - CEAAL

    Presentacin

    Editorial

    Ral Leis

    HISTORIA

    Sistematizacin de experiencias y

    corrientes innovadoras del pensamiento

    latinoamericano. Una aproximacin

    histrica.

    Oscar Jara - Costa Rica

    TEORA Y METODOLOGA

    La sistematizacin participativa para

    descubrir los sentidos y aprender de

    nuestras experiencias.Ana Bickel - El Salvador

    La sistematizacin como experiencia

    investigativa y formativaAlfonso Torres y

    Lola Cendales - Colombia

    Prcticas generadoras de saber.

    Reflexiones freirianas en torno a las

    claves de la sistematizacin.

    Alfredo Ghiso - Colombia

    Paulo Freire y la diversidad cultural.

    Joao Francisco de Souza - Brasil

    SISTEMATIZACIN DE EXPERIENCIAS: caminos recorridos, nuevos horizontes

    La PiraguaR E V I S T A L A T I N O A M E R I C A N A D E E D U C A C I N Y P O L T I C A

    No.232 0 0 6

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    PRESENTACIN

    st a es la te rce ra vez que La Piragua toca el tema de la Sistematizacin de Experiencias.Anteriormente, en el nmero 9, editado en 1994 con el ttulo La Investigacin Educativa en AmricaLatina: construyendo una agenda comn aparecieron tres artculos en el marco de un debate sobre

    las relaciones entre investigacin y sistematizacin, en particular referidos a propuestas deinvestigacin participativa.1 Cinco aos ms tarde, en 1999, el nmero 16 de la revista fue dedicadontegramente a esta temtica.2 Posteriormente, la Biblioteca Virtual delPrograma Latinoamericano deapoyo a la Sistematizacin de Experiencias del CEAAL ha ido permitiendo tener acceso libre a muchosotros materiales, contando en la actualidad con cerca de 50 documentos elaborados por autores yautoras de varios pases,3 todo lo cual es una clara muestra de la vitalidad que tiene este tema ennuestro continente y de la importancia que en nuestro Consejo se la ha ido dando.

    Tal vez porque se ha ido haciendo sentido comn el valorar de manera impostergable la importanciade producir conocimientos a partir de nuestras experiencias, de rescatar aprendizajes desde nuestrasprcticas, de no dejar pasar las innumerables lecciones que el quehacer cotidiano de la educacinpopu lar en Nues tra Amr ica va de jando en qu ie nes somos sujetos de es tas expe ri encias y que,gracias a una reflexin crtica sobre ellas, nos permite convertimos en ms protagonistas an.

    En el ac tual Comi t Di rect iv o de l CEAAL se hareafirmado explcitamente esta importancia ypr ioridad, al punt o de habe r de cidido quenecesitbamos otro nmero dedicado exclusivamentea este tema, pero que pudiera rescatar la mayora deenfoques y miradas posibles, que incentivara a undebate propositivo y proyectivo y que rescatara losaspectos ms destacados de la trayectoria acumuladaal respecto. As naci el proyecto colectivo de producireste nmero con voces de hombres y de mujeres, depersonas dedicadas ms a la investigacin y de otrasdedicadas ms al quehacer educativo, de personasde todas las regiones del CEAAL: Mxico,

    E

    1. Estos artculos fueron: La Sistematizacin como produccin de conocimientos de Ma Mercedes Barnechea, Estela Gonzlez yMariluz Morgan de Per; La sistematizacin como acto comunicativo y su relacin con el constructivismo, de Salomn Magendzoy Tres posibilidades de la sistematizacin: comprensin, aprendizaje y teorizacin de Oscar Jara de Costa Rica. Ellos intervenan entemas relacionados con el debate presentado por otros tres artculos: Investigacin participativa, discutiendo xitos y ambigedadesde Pedro Demo; Comentarios a la investigacin participativa segn Pedro Demo de Orlando Fals Borda y La investigacin en laeducacin popular: el estado de la cuestin en Colombia de Alfonso Torres.

    2 . Ello permiti divulgar un conjunto amplio y diverso de aspectos relacionados con el tema de la sistematizacin, que haban sido tratadosen el Seminario Sistematizacin de Prcticas de Animacin Sociocultural y Participacin Ciudadana en Amrica Latina organizado

    por el la Fundacin Universitaria Luis Amig y el Programa de apoyo a la Sistematizacin de Exper iencias del CEAAL en Medel ln enagosto de 1998. Sus contenidos abarcaban diferentes temas: De la prctica singular al dilogo con lo plural. Aproximaciones a otrostrnsitos y sentidos de la sistematizacin en pocas de globalizacin de Alfredo Ghiso, de Colombia; Formacin de ciudad yconformacin de ciudadana de Gloria Naranjo Giraldo, tambin de Colombia; Del objeto percibido al objeto construido: el saber sobrela prctica, sistemas y mundos posibles del mexicano Jess Galindo; La produccin de conocimientos en sistematizacin de MariaM. Barnechea, Estela Gonzlez y Mariluz Morgan de Per. El objeto de la sistematizacin y sus relaciones con la evaluacin y lainvestigacin de Sergio Martinic de Chile; El aporte de la sistematizacin a la renovacin terico-prctica de los movimientossociales de Oscar Jara de Costa Rica; y Sistematizando experiencias educativas del Colombiano Jos Hleap.

    3 . La direccin electrnica de esta Biblioteca Virtual es: www.alforja.or.cr/sistem/biblio.html

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    Centroamrica, Caribe, rea Andina, Brasil y Cono Sur. Y, gracias al entusiasmo y el trabajo de laspersonas convocadas a esta tarea, lo hemos logrado con creces: tenemos, def initivamente, un nmerode La Piragua que constituir una referencia para el futuro.

    Los ar t culos han sido organi zados en dos bloque s pr incipa les: Teor a y Metodo log a yExperiencias; nada ms adecuado para dar cuenta de las dimensiones terico-prcticas de esteesfuerzo que ya se abri un camino definido en el campo de los procesos educativos, organizativos,sociales, polticos, culturales y ecolgicos. Veremos tambin cmo los artculos tericos estn preadosde prctica y los artculos sobre las experiencias no son sino teorizaciones de lo acontecido yvivenciado.

    Acompaan a estos ar tculos un texto que busca incentivar a una lectura histrica del proceso deconstruccin de la propuesta de sistematizacin de experiencias, enfatizando en algunos de sus hitosy vinc ulac ione s ms impor tan tes y, por ot ro lado, la transcr ipcin de un ri qu s imo de ba telatinoamericano realizado en Santiago en 1996, hasta ahora indito, que se haba quedado dormido

    en un diskette empolvado durante 10 aos y que ahora despierta para hablarnos con la fuerza de sutestimonio vivo. Ambos aportes nos muestran que entre el trayecto andado y los nuevos horizontes,ha habido una constante actitud de bsqueda creadora que ha marcado el campo especfico dequienes se han dedicado con pasin a construir los hilos con los que ahora se tejen los tapicestericos y metodolgicos de la sistematizacin de experiencias.

    Finalmente, todo este conjunto de aportes, provocaciones y bsquedas es introducido con la lucidezy capacidad de proyeccin de nues tro Se cretar io Gene ra l, Ral Le is , qu ie n ha dado un impu lsodecisivo a este momento de dinamizacion descentralizadora que vive el CEAAL y que, junto a PedroPontual, nuestro Presidente y el resto del Comit Directivo, han vuelto a ubicar la Sistematizacin deExpe ri encias como una pr ior idad de ci si va para el fo rtal ec imiento de la s pe rspect iv as po lt ic o-

    pedaggicas de la Educacin Popular ante los retos estratgicos del actual momento histrico.

    Que este nmero de La Piragua contribuya a vitalizar ms nuestras prcticas y nuestras reflexiones alo largo y ancho de Nuestra Amrica, pues en ellas estn germinando buena parte de las fuentesinspiradoras de los nuevos paradigmas constructores de otro mundo posible. (OJH)

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    Escribe Eduardo Galeano: La palabra y el acto no se haban encontrado nunca. Cuando la palabra deca s,el acto haca no. Cuando la palabra deca no, el acto haca s. Cuando la palabra deca ms o menos, el actohaca menos o ms. Un da, la palabra y el acto se cruzaron en la calle. Como no se conocan, no se reconocieron.Como no se reconocieron, no se saludaron.

    Para CEAAL la sistematizacin de experiencias busca integrar coherentemente las palabras y los actos productode la prctica social, y generar no solo nuevo conocimiento sino capacidad transformadora del contexto y de laspersonas. Por ello, es el tema central de esta vigsima tercera Piragua latinoamericana, que se apresta a surcar

    los mares, ros, quebradas, alcantarillas y albaales del continente portando intensas y ricas reflexiones yaportes.

    Hoy por hoy, la educacin popular se desenvuelve en medio de los avances, tensiones y conflictos de esta horalatinoamericana, y el CEAAL es parte fundamental de las propuestas y protestas que se crean y recrean paraerigir respuestas y mejores propuestas. Somos una mirada esperanzadora que junto a otras ms, aspiran aconstruir la posibilidad de otro presente y otro futuro.

    La educacin popular (EP), es un proceso sistemtico e intencionado de comprensin de la vida paratransformarla conscientemente con base en la capacidad de organizarse en el marco de los necesarios cambiosde sociedades y democracias. Es un conjunto de acciones articuladas sistemtica y procesualmente, con el fin de

    comprender colectivamente la vida, para transformarla asociativamente. La EP es una propuesta poltica,tica y pedaggica que propone una metodologa transformadora, que es vlida no slo para los hechos educativossino para el proceso integral de transformacin. En ella prevalece el sentido de proceso que permita superar lavisin inmediatista y parcializada del fenmeno. As pues lo inmediato, debe abordarse con visin y racionalidadestratgica. Una visin holstica y compleja de la realidad, debe superar los enfoques parcializados, funcionalistasque caracterizan las propuestas tradicionales.

    La EP propone a travs de la sistematizacin de experiencias la construccin de otra ciudadana, la del sujetodemocrtico que gesta la participacin y se gesta en ella. La participacin es clave pues est ntimamenteligada al acceso a la toma de decisiones, tomando en cuenta la voluntad de los sujetos. Es la voluntad de sermenos objeto y ms sujeto. Esto se manifiesta a travs del empoderamiento ciudadano en el ejercicio participativorealmente democrtico en todas las esferas de la vida. La participacin es pues, la anttesis del autoritarismoque pregona una direccionalidad preestablecida, o del populismo que plantea el consentimiento de la gentesobre la base del paternalismo; o la visin estrecha neoliberal que pregona la participacin individualista en unmercado concentrador de ingresos y excluyente de muchos grupos humanos. Por el contrario, la participacin esel pivote de la integralidad de la vida. Es crtica, acumulativa y germinal.

    La sistematizacin de experiencias aporta a responder al desafo de como trabajar con realidades concretas;nuevas y otras formas de pensar y hacer educacin para la democracia; otras y nuevas formas de dimensionarel papel de la sociedad, del Estado, de la escuela, de los maestros, ciudadanos, militantes, de los sujetos y losapoyadores; nuevas y otras formas de coordinar y construir alianzas sociales; nuevas formas de concebir y

    SISTEMATIZACIN DE EXPERIENCIAS:el encuentro de la palabra y el acto

    EDITORIAL

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    construir la infraestructura educativo-cultural; nuevas forma de combinar y articular las distintas formas ymodalidades de educacin; otras y nuevas formas de captar recursos y dimensionar espacios; hilvanados conla necesaria coherencia de las perspectivas de gnero, etnicidad, multiculturalidad y generacionales en todas lasproyecciones de nuestro trabajo.

    La reactivacin del PLAS Programa Latinoamericano de Apoyo a la Sistematizacin de Experiencias del CEAAL,que rene un equipo de trabajo de primera lnea, coordinado por la experiencia y capacidad de Oscar Jara, esuna seal de la renovada importancia que la sistematizacin tiene para la labor que realizamos. Sistematizarnuestras experiencias es cada da ms una tarea ineludible de todos y todas, en el marco del impulso de nuestrosejes estratgicos 2005-2008, y el redoblamiento de nuestra capacidad de ser eficiente y eficazmente red,plataforma y foro continental.

    Buscamos potenciar la capacidad de incidencia en polticas pblicas generando una perspectiva que trasciendelas formas tradicionales por otras ms innovadoras, efectivas, democrticas y participativas de lograrlo y cuyossaldos sean el fortalecimiento de las organizaciones que impulsan dichos procesos de incidencia.

    Estamos embarcados en generar ms vinculacin y articulacin del CEAAL con las estrategias y acciones delmovimiento social, popular y ciudadano en los mbitos locales, nacionales y internacionales con relacin a losdesafos que nos imponen los modelos actuales y sus efectos en la vida de los /las latinoamericanos/as. Estimularla solidaridad con la situacin y lucha de los excluidos, y contra cualquier forma de imperialismo, hegemonismoo autoritarismo.

    Propugnamos ms y mejor vinculacin y relacionamiento del CEAAL con otros espacios de prcticas, saberesy conocimientos en las esferas educativas, investigativas, organizativas, acadmicas que permitan el mutuoenriquecimiento e interacciones vlidas, con el fin de lograr ms capacidad transformadora de la realidad. Laconstante actualizacin y mejoramiento de las prcticas y discursos de los afiliados a travs de la sistematizacinde sus experiencias, capacitacin, formacin, pasantas e intercambios. La realizacin de encuentros nacionales

    y/ o regionales de educacin popular y los programas de formacin de educadores populares entre otros, quebuscan fortalecer la perspectiva sociopoltica, metodlogica y pedaggica.

    Para avanzar es este camino es necesario incrementar -desde nuestra especificidad- la investigacin accin, lasistematizacin de experiencias, estimulando el proceso de produccin de conocimiento, el dilogo de saberes, lainnovacin de propuestas, la calidad de sus prcticas y propuestas. Incrementar la capacidad de anlisis einterpretacin de las coyunturas y realidades nacionales, regionales y mundiales lo que nos permitir unamejor proyeccin y pertinencia poltica en la labor del CEAAL, asumiendo adems que que la educacinpopular no tiene una dimensin tica, sino que es una educacin tica, as como tambin es una educacinpoltica y pedaggica, en s misma (Jos Luis Rebellato).

    Esperamos pues que con este nueva Piragua siga flameando la bandera de la esperanza como valor principal,tal como lo expresa Freire: Mi esperanza es necesaria pero no suficiente. Ella sola no gana la lucha, pero sinella la lucha flaquea y titubea. Necesitamos la esperanza crtica como el pez necesita el agua incontaminada.

    Ral Leis R

    Secretario General del CEAAL

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    SISTEMATIZACIN DE EXPERIENCIASY CORRIENTES INNOVADORAS DELPENSAMIENTO LATINOAMERICANOUna aproximacin histrica

    Oscar Jara Holliday1

    Por qu hablamos de

    sistematizar experiencias?

    La palabra sis tema ti za cin en determinadasdisciplinas se refiere, principalmente, a clasificar,catalogar, ordenar datos e informaciones, a ponerlosen sistema. Ese es el sentido ms comn, msutilizado y totalmente vlido de la nocin o delconcepto sistematizacin: sistematizar datos oinformaciones.

    Nosotros, desde la educacin popular y los proyectossociales, utilizamos el mismo trmino, pero loaplicamos no slo a datos e informaciones, sino aexperiencias; por eso no hablamos slo desistematizacin, a secas, sino de sistematizacinde experiencias.

    Pero, qu queremos decir por experiencias?. Lasexperiencias son procesos socio-histricosdinmicos y complejos, individuales y colectivos queson vividas por personas concretas. No sonsimplemente hechos o acontecimientos puntuales,ni meramente datos. Las experiencias, sonesencialmente procesos vitales que estn en

    permanente movimiento y combinan un conjuntode dimensiones objetivas y subjetivas de la realidadhistrico-social:

    Por ejemplo:

    a) Condiciones del contexto: toda experiencia sehace siempre en determinadas condiciones de uncontexto econmico, social y poltico a nivel lo-cal, regional, nacional o mundial. El momentohistrico es la condicin de posibilidad de cadaexperiencia, fuera del cual no es factibleentenderla, pues es parte integrante de surealizacin. En este sentido, el contexto no esalgo totalmente exterior a la experiencia, sino unadimensin de la misma, ya que ella no sera, no

    estara siendo o no habra sido, si no es en esecontexto y por ese contexto.

    b) Situaciones particulares: ninguna experiencia sepuede llevar a cabo fuera de una determinadaconjuncin de situaciones especficas, que puedenser institucionales, organizacionales, grupales o

    personales; es decir, unas circunstancias, unespacio y un lugar, en los cuales se vive unaexperiencia y que le dan caractersticas propiase irrepetibles.

    c) Por otro lado, una experiencia siempre estconstituida por acciones; es decir, por cosas quehacemos (o dejamos de hacer) las personas. Deforma intencionada o inintencionada; planificadao imprevista; dndonos cuenta de su realizacino sin reconocerla mientras las realizamos.

    1. Educador Popular y Socilogo. Director General del Centro de Estudios y Publicaciones Alforja y coordinador del ProgramaLatinoamericano de Apoyo a la Sistematizacin del CEAAL.

    HISTORIA

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    d) Pero tambin en toda experiencia se manifiestanlas percepciones, sensaciones, emociones einterpretaciones de cada una de las personas queviven esas experiencias, es decir de los hombresy mujeres protagonistas de las mismas.

    e) Adems, las experiencias incluyen, al realizarse,determinados resultados o efectos que modificanen todo o en parte los elementos o factoresexistentes anteriormente.

    f) La interrelacin de todos estos factores generanreacciones en las personas que intervienen, lascuales construyen relaciones entre ellas. Estasrelaciones personales y sociales por una parte-han sido mediadas por todos los elementos

    anteriores y por otra- son factoresdesencadenados por lo que aconteci durante laexperiencia.

    Entonces, en este entramado vivo, complejo, multi-dimensional y pluridireccional de factores objetivosy subjetivos que constituye lo que llamamosexperiencia, no hay simplemente hechos y cosasque suceden; hay personas que pensamos, quesentimos, que vivimos; personas que hacemos queesos hechos acontezcan en contextos y situaciones

    determinadas y que al hacerlo construyen nuevoscontextos, situaciones y relaciones.

    Una experiencia est marcada fundamentalmente porlas caractersticas, sensibilidades, pensamientos yemociones de los sujetos, los hombres y las mujeresque las viven. As, las personas vivimos lasexperiencias con expectativas, sueos, temores,esperanzas, ilusiones, ideas e intuiciones. Las per-sonas somos las que hacemos que ocurran esos

    procesos complejos y dinmicos; esos procesos, asu vez, nos marcan, nos impactan, nos condicionan,nos exigen, nos hacen ser. Las experiencias, sonindividuales y colectivas a la vez; las vivimos y noshacen vivir; en definitiva, somos seres humanos encuanto vivimos cotidiana y socialmente experiencias.

    Por todo ello, cuando hablamos de la sistematizacinde experiencias, estamos hablando de procesoshistricos en los que se van concatenando todosesos diferentes elementos, en un movimiento einterrelacin permanentes, produciendo

    continuamente cambios y transformaciones en lamedida que cada aspecto se constituye respecto altodo y el todo se redefine en su vinculacin concada aspecto.

    Por eso, como recalca Paulo Freire: El mundo noes. El mundo est siendo. Como subjetividadcuriosa, inteligente, interviniente en la objetividadcon la que dialcticamente me relaciono, mi papelen el mundo no es slo de quien constata lo queocurre, sino tambin de quien interviene como sujetode lo que va a ocurrir. No soy un mero objeto de lahistoria sino, igualmente, su sujeto.2 La historia,

    pues, no est predeterminada; la historia est siendoy nosotros estamos siendo en la medida que hacemosla historia; pero en la medida que nos asumimos,hombres y mujeres, como sujetos creadores ytransformadores de la historia y no como objetos

    pasivos y resignados ante ella, que nos dejamosarrastrar por los acontecimientos.

    En sntesis, las experiencias son siempreexperiencias vitales, cargadas de una enorme riqueza

    por explorar; cada experiencia constituye un procesoindito e irrepetible y por eso en cada una de ellastenemos una fuente de aprendizajes que debemosaprovechar precisamente por su originalidad; poreso necesitamos comprender esas experiencias; poreso es fundamental extraer sus enseanzas y poreso es tambin importante comunicarlas,compartirlas. Sistematizar experiencias es ,

    esencialmente, un instrumento privilegiado para quepodamos realizar todo eso.

    2 . Freire, Paulo: Pedag og a da aut ono mia- sabere s nec esari os a pr tica educa tiva, Paz e Terra, Sao Paulo, 1999.

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    Sistematizacin de experiencias:

    un concepto enraizado en la realidad

    latinoamericana

    El sentido con que nosotros asumimos el concepto

    de sistematizacin de experiencias, ha sido creadohistricamente en Amrica Latina. Varios trabajoshan abordado esta perspectiva histrica, pero ahoraqueremos resumirla en un marco de anlisis msgeneral, con la intencin de resaltar el carcter

    profundamente vinculado a la prctica que tiene estatemtica.

    Tomemos como punto de referencia el hecho deque en 1959, la Revolucin Cubana abre un nuevo

    perodo histrico en nuestra Amrica, demostrando

    que era posible romper el esquema de dominacincolonial que caracteriz a nuestros pases desde laconquista espaola y, adems, que era posible pensar-desde la realidad especfica de Amrica Latina yel Caribe- un proyecto distinto de sociedad basadoen la bsqueda de la justicia social.

    Este acontecimiento cuestion radicalmente losesquemas populistas y paternalistas con que losgobiernos haban intentando paliar durante los aos40 y 50 las crecientes contradicciones socialescreadas por el modelo dominante. As, los

    pr og ra mas de desar ro llo de la comu ni dadrecibieron un gran empuje con el apoyo financierodel gobierno estadounidense a travs de la llamadaAlianza para el Progreso creada para evitar que serepitiera en otros pases el ejemplo de Cuba. Porello, temas como el de Desarrollo y de laModernizacin se pusieron de moda. Ellos venanacompaados de modelos de intervencin social ycomunitaria dirigidos a incorporar a la poblacin en

    estos proyectos pensados y dirigidos desde afuera.

    Dichos modelos de intervencin pronto pasaron aser cuestionados y confrontados desde una

    perspectiva de transformacin social, generndosea partir de all una serie de procesos de crtica,

    replanteamiento y redefinicin tanto de losparadigmas de interpretacin como de los mtodosde accin social. El nuevo contexto histrico-so-cial de nuestra Amrica promueve, entonces, elsurgimiento de un nuevo contexto terico en el

    que el trabajo social, el trabajo educativo y el trabajoinvestigativo son atravesados por una intensaconfrontacin.

    En este marco y vinculadas a estas dinmicas decuestionamiento y proposicin alternativa, surgenlas primeras referencias a la sistematizacin. Veamos

    brevemente cmo se da esto en los distintos cam-pos mencionados:

    Leticia Cceres y Maria Rosario Aylln3 ubican los

    antecedentes de la sistematizacin en el campo delTrabajo Socialentre los aos 50 y 60, relacionadoscon la profesionalizacin del Servicio Social bajoinfluencia norteamericana, la cual pregonaba elmetodologismo ascptico. As, el sentido inicialcon el que se usaba el trmino sistematizacin, secentrara en recuperar, ordenar, precisar y clasificarel saber del Servicio Social para darle un carctercientfico-tcnico a la profesin y elevar su statusante otras especialidades.

    Sin embargo, posteriormente y respondiendo a lacorriente contraria, el tema se vincular en la primeramitad de los aos 70 a la llamadaReconceptualizacin del Trabajo Social, desde unenfoque anclado en la realidad latinoamericana y enconfrontacin con dicho metodologismo ascptico.De esta manera, segn las autoras mencionadas seatribuye a la Sistematizacin la misin de recuperary reflexionar sobre las experiencias como fuente deconocimiento de lo social para la transformacin de

    la realidad, objetivo inherente a la naturaleza deltrabajo social tal como era definido en ese perodo4 .

    En esta segunda corriente podramos ubicar losimportantes aportes de Diego Palma, los cuales yaaparecen con claridad en 1971 en su trabajo:

    3 . Cceres, Leticia: Mem oria del ta ller sobre la ensean za de la sistematizaci n de Trab ajo Soc ial, Seminario Latinoamericano deTrabajo Social (ALAETS-CELATS), Lima, noviembre 1991, pp. 1,2,3 en: Aylln Viaa Maria Rosario: Apren diendo desde la

    prct ica, una propuesta ope rat iva para sistema tizar, Asociacin Kallpa, Lima, 2002, pp. 17-27.4 . Aylln Viaa, Maria Rosario : texto citado, p. 20

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    La praxis cientfica en el Trabajo Social5 .Siguiendo nuevamente a Aylln, este nuevo abordajede la sistematizacin se vincula a la preocupacin

    po r un a in te rv en cin m s rigu ro sa , es deci r,sustentada, controlada, verificable y sobre todo,

    tambin a la posibilidad de extraer conocimiento delas experiencias. En este momento, la sistematizacinintenta demostrar que los problemas y lasnecesidades de este lado del mundo tienencaractersticas particulares propias de contextossubdesarrollados y por tanto ameritan dar al serviciosocial un contenido y un sentido autnticamentelatinoamericano.

    Tenemos as que desde el campo del Trabajo So-

    cial- los primeros abordajes que surgen en AmricaLatina sobre la temtica de Sistematizacin, durantelos aos sesenta y setenta, se sustentan en cuatro

    pilares:

    a) la referencia a la particularidad del contextolatinoamericano y por tanto, a las perspectivasde transformacin social predominantes en elcontexto terico de ese perodo;

    b) la ne gaci n de un a me to do log a ne ut rainfluenciada por las corrientes norteamericanas

    dominantes;

    c ) la centralidad de la prctica cotidiana y del trabajode campo profesional como fuente deconocimiento;

    d) el inters por construir un pensamiento y unaaccin orientados con rigurosidad cientfica.

    Durante las dcadas siguientes, el tema de lasistematizacin recorrer otros dos caminos

    paralelos a la ruta abierta por el Trabajo Social:

    el de la educacin de adultos (principalmentela investigacin sobre las prcticas de educacinde adultos) y

    el de la educacin popular (principalmente lasreflexiones tericas de educadores y educadoraspopulares).

    La Educacin de Adultos ya tena muchos aos de

    haberse puesto en prctica en Amrica Latina. Luegode la II Guerra Mundial, en el marco del modelo desustitucin de importaciones y de expansin de lainfluencia de Estados Unidos en nuestro continente,se promueven un conjunto de programas deextensin agrcola, que implicaban la realizacin de

    programas de educacin no formal de adultos, conel fin de contribuir a acelerar el desarrollo econmicocapitalista. Asimismo, con la idea de que el incre-mento de los niveles educativos determinara mayor

    nivel de desarrollo econmico, la mayora de losgobiernos impulsan campaas masivas dealfabetizacin. El ideal de extender el alcance delsistema de instruccin pblica a toda la nacin seconvierte en meta fundamental, por lo que esasvisiones, que tenanal pueblo como destinatario dela educacin, se consolidan fuertemente.6 En elmismo marco, la UNESCO fomenta y difunde unnuevo concepto, la Educacin Fundamental y creaen varios pases del Tercer Mundo centrosdedicados a promoverla.7 Pero es en los aos sesenta

    y setenta donde la Educacin no formal de Adultostiene su desarrollo ms importante y significativo a

    pa rt ir, como menc io nba mos ms ar ri ba , de limpacto causado por la Revolucin Cubana, al poneren evidencia las profundas contradicciones de lassociedades latinoamericanas y abrir las puertas alos esfuerzos por lograr cambios radicales en elcontinente.

    En esas dcadas se da un extraordinario impulso a

    una educacin de adultos marcada con laperspectiva del Desarrollo de la Comunidad 8 .Tambin en ese mismo perodo asistimos al

    5 . En: Rev ista Trabajo Social , No. 3, Universidad Catlica de Chile, Santiago, 1971. Se menciona como referente tambin a trabajos dela Escuela de Trabajo Social de Belo Horizonte, Brasil, los cuales fueron presentados en un Seminario de Escuelas de Trabajo Socialrealizado en 1971 en Ambato, Ecuador. El tema de este seminario es muy indicativo: El trabajo de campo como fuente de teora.

    6 . Ver: La Belle, Thomas: Educacin no formal y cambio social en Amrica Latina , Nueva Visin, Mxico, 1980. y tambin Puiggrs,Adriana: La educa cin pop ular en Amrica Lat ina : or genes , pol micas y per spe ctivas, Nueva Imagen, Mxico, 1984.

    7 . En nuestro caso, el CREFAL, Centro Regional para la Educacin Fundamental en Amrica Latina, en Ptzcuaro, Michoacn, Mxico,el cual existe hasta hoy, pero con otra orientacin.

    8. Ver: Barquera, Humberto: Invest igacin y eva luacin de experiencias de innovacin en educac in de adultos. CEE, Mxico, 1982.

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    surgimiento de la educacin popular, que con elnombre inicial de Pedagoga de la Liberacinmarcara en adelante una nueva manera de entenderlo educativo. Como sealaremos ms adelante, loscaminos cruzados (parentescos y diferencias)

    entre ambas corrientes se prolongarn a lo largo delas dcadas que siguen9 . El trminosistematizacin acompaar ese recorrido, hastanuestros das.

    Los orgenes de una nueva nocin de educacinpopular 10 , se gestan en Brasil en los aos 60, enlas experiencias del Movimiento de Educacin deBase y los Centros Populares de Cultura, desde cuyaprctica y propuesta Paulo Freire formula unafilosofa educativa que plantea una renovadora formade establecer las relaciones ser humano-sociedad-cultura y educacin. Con el concepto deconcientizacin como smbolo principal y en con-tra de una educacin bancaria y domesticadora,surge as la nocin de una pedagogaliberadora.11

    En la accin y en la reflexin de los educadores yeducadoras populares latinoamericanos de los aossetenta, Freire pas a ser una referencia fundamen-

    tal. La articulacin de su propuesta desde laeducacin, con la Teora de la Dependencia en elcampo de las ciencias sociales y con la Teologa dela Liberacin en el campo de la renovacin de lasformas de vivir y pensar la fe, contribuy,

    definitivamente a conformar un contexto tericocoherente y afirmativo para un sector creciente deactivistas sociales y polticos.12 Un trabajo clave

    para entender este momento es el texto de Jul ioBarreiro: Educ ac i n Popu la r y proceso de

    concientizacin. 13

    As, la reaparicin en los aos setentas del trminoeducacin popular permite identificar una posicindentro del debate en el campo de la educacin deadultos, referida a una educacin que tiene unadimensin poltica y una perspectiva liberadora 14 .

    Durante los aos ochenta, se produce unamultiplicacin impresionante de experiencias deeducacin popular a lo largo y ancho de Amrica

    Latina. Junto con ella, comienza a surgir el interspor conocer, analizar, caracterizar y debatir en tornoa este fenmeno social y su concepcin educativa.

    Estas investigaciones, reflexiones, anlisis ypolmicas se realizan en dos mbi tos: el de lainvestigacin en educacin de adultos y el de laprctica y reflexin de los mismos educadores yeducadoras populares.

    9. Ver al respecto el trabajo clarificador de Carlos Rodriguez Brando: Los caminos cruzados: forma de pensar y real izar educac inen Amrica Latina,(Rev. Educacin de Adultos, INEA, Mxico, vol 2, No 2, 1981, pp. 28-41) el cual recorre esta temtica introduciendola relacin entre Educacin permanente, Educacin de adultos y Educacin Popular.

    10 . A fines del S. XIX se extendi el uso del trmino educacin popular para referirse a lo que hoy conocemos como instruccinpblica; a comienzos del S. XX se llam educacin popular a algunos programas de formacin poltica y cultural dirigidos a las clasestrabajadoras.

    11. Las principales obras de este perodo fundacional son: La educac in como prc tic a de la libertad, Tierra Nueva, Montevideo, 1969;Acc in Cultural para la Libertad, Santiago, ICIRA, 1968; Extensin o Comunicacin? La conc ientizacin en el medio rural, TierraNueva-S igl o XXI , Mon tevideo-Bu enos Air es , 197 1 y su obr a ms completa: Pedagoga del Opr imido, Tierra Nueva, Montevideo,1970.

    12. En particular el pensamiento de autores como Ruy Mauro Marini, Agustn Cueva, Cardoso y Falleto en las Ciencias Sociales.Gustavo Gutirrez, Frei Betto, Clodivis y Leonardo Boff en la Teologa de la Liberacin. Uno de los pocos autores que trabajexplcitamente los vnculos entre Educacin Popular y Teologa de la Liberacin, es Giulio Girardi. Dos trabajos que abordan conms detalle cmo esta relacin son: Preiswerk, Matthias; Educacin pop ular y teologa de la liberacin, DEI, San Jos, 1994;Boufleur, Jos Pedro: Pedagog a Lat ino-a mer icana , Fre ire e Dussel, editoria Uniju, Iju RS, 1991.

    13 . Siglo XXI editores, Bs.As., 197414. En este sentido es sugerente la interpretacin de Rodrguez Brando, de la educacin popular como un concepto que busca rescatar

    una propuesta especfica del campo de la educacin de adultos hacindola retornar a su condicin de movimiento pedaggico, con susconsecuencias, tericas, prcticas y polticas Brando, Carlos, 1981, texto citado.

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    En el primer mbito, trabajan el tema varios autoresy autoras importantes, quienes divulgan susinvestigaciones ampliamente. 15 En este panorama,resaltamos la siguiente anotacin de Juan EduardoGarca Huidobro, quien basndose en el anlisis

    sobre Educ ac in y Part ic ip ac in de PatricioCariola16 y buscando hacer una sistematizacinde experiencias indica, refirindose a la EducacinPopular, que:

    ... se hace ver la realidad de un nuevoparadigma en la educacin en la regin,emergente a travs de una multiplicidad deexperiencias entre las cuales, sin duda, lasexperiencias no formales en el medio ruralocupan un lugar destacado (...) es claro que

    podemos hablar de un sentir comn, de unaaproximacin compartida al problema de laeducacin del pueblo (...) estas experienciasy programas educativos buscan partir de larealidad de los participantes, de su situacinhistrica concreta, propiciando una toma deconciencia con relacin a su ubicacineconmica y social (...) se tiende hacia unarelacin pedaggica horizontal entre educadory educando () se habla de autoaprendizaje,autodisciplina, auto evaluacin, autogestin

    (...) La educacin est estrechamente ligadaa la accin; en este sentido, el enfoque esinevitablemente poltico o tiene implicacionespolticas en el sentido general del trmino (...)Fina lmen te ca be ha cer no tar qu e lanaturaleza participativa de los programas,

    objetivos que persiguen y los planteamientostericos en que se sustentan estn conduciendoa un cuestionamiento de los mtodosortodoxos de investigacin, planificacin y

    evaluacin de la educacin.17

    Precisamente, la sis tematizacin de experienciasdesde la educacin popular, va a significar uno delos instrumentos privilegiados de cuestionamientoy de bsqueda alternativa a esos mtodosortodoxos, en general positivistas, que dominabanel campo de la investigacin y evaluacin educativa.

    En el segundo mbito, el de la prctica y la reflexinde educadores y educadoras populares, se destacanlas afirmaciones que sustentan una postura terica

    sobre lo que se concibe como Educacin Popular;sobre su rol de cara a los desafos polticos, ticosy organizativos; sobre el sentido y carcter de sumetodologa y de las tcnicas y procedimientos queutiliza, entre otros temas.

    La gran mayora de dichas afirmaciones surgieronde alguna manera, de si stema ti za ciones deexperiencias, producto de reflexiones colectivas eindividuales realizadas en eventos de encuentro en-tre educadores y educadoras populares, sea en sus

    mbitos nacionales o a escala continental.18 Entrabaen la escena del debate educativo latinoamericanouna nueva modalidad de produccin deconocimiento: las reflexiones provenientes no deteoras o parmetros predefinidos, sino surgidasdel encuentro y mirada crtica a las experiencias

    15. Picn, Csar: Educacin de adultos en Am rica Lat ina , una visi n si tuaciona l y estra tgic a, CREFAL, Ptzcuaro, Mxico, 1983;Paiva, Vanilda: Educa o Popular e educao de Adu ltos, Loyola, So Paulo, 1973; Gajardo, Marcela: Educac in de adultos en

    Amr ic a La ti na . Prob le mas y Tend enci as , UNESCO, Santiago, 1983; Wanderley, Luiz E: Apon ta mi en to s so bre a Educ aoPopu lar, Cultura do Povo, Cortez, So Paulo, 1979; Pinto, Joao B: Siete visiones sobre Educacin de adultos, CREFAL, Ptzcuaro,Mxico, 1982.

    16. Cariola, Patricio: Educacin y part ic ipac in en Amrica Latina, CEPAL, Santiago, 198017. Aportes para el anlisis y la sistemat izac in de experiencias no formales de educacin de adultos, UNESCO-OREALC, Santiago, 1980

    (negrita ma). El mismo autor profundiza estos temas en otras publicaciones realizadas con Sergio Martinic: Educac in Popular enChile, algunas proposiciones bsicas, PIIE, Santiago, 1980 y en: Fundamentos tericos y peculiaridade s de la educac in popular en

    Amrica Latina, CELADE, Lima, 1980.18 . En esta poca se constituye el primer espacio de encuentro y articulacin de prcticas y practicantes de educacin popular de alcance

    latinoamericano: La Comisin Edu cat iva Lat ino ame ricana de Educa cin Cri st iana , CELADEC. Su revista Cultura Popular fue elprimer medi o de difusin continental de artculos, reflexiones, experienc ias y temas de debate vinculados con la Educacin Popular. Serealizan encuentros nacionales de Educacin Popular en la mayora de pases latinoamericanos y surgen redes sub-regionales como la

    Red Cen troamer icana-Mexicana de Educac in Popular ALF ORJA y, posteriormente una instancia que lograr aglutinar a la mayorade expresiones de Educacin Popular del continente hasta nuestros das, el Consejo de Educacin de Adultos de Amrica Latina , elCEAAL.

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    vivas, reales y en construccin. Se pona demanifiesto una nueva vinculacin entre la teora y la

    prctica: en lugar de aplicar en la prctica lo que sehaba formulado previamente en la teora, seconstruyen aproximaciones tericas teniendo como

    punto de partida la sistematizacin de las prcticaseducativas.

    Por ltimo, adems de vincularse con todas estasnuevas iniciativas que se producen en estos aos, lasistematizacin se va a emparentar con una bsquedaque viene del mbito de las Ciencias Sociales en posde un nuevo paradigma epistemolgico para la

    produccin de l conocimien to cien t fi co de larealidad.

    El colombiano Orlando Fals Borda, es el pionero deesta nueva bsqueda, cuando con su textofundacional: Causa Popular, Ciencia Popular- unametodologa del conocimiento cientfico a travs dela accin y otros documentos sucesivos19 dio basedesde la realidad latinoamericana al surgimiento deuna nueva corriente en la investigacin social: laInvestigacin-Accin-Participativa , entendidacomo un enfoque investigativo que busca la plena

    pa rt ic ip ac i n de la s pe rson as de lo s se ctor es

    populares en el anlisis de su propia realidad, con elobjeto de promover la transformacin social a fa-vor de stas personas oprimidas, marginadas yexplotadas. Con la IAP, se trata, como dice EmmaRubn, de afirmar otra forma de hacer investigacincientfica cuya caracterstica principal es que el

    pueblo se autoinvestiga y cuyo objetivo centralesel cambio social a partir de la organizacin de lasclases dominadas 20

    Esta nueva corriente circulara rpidamente al inte-

    rior de varias disciplinas, entre ellas la investigacineducativa y se entrecruzara con esfuerzos similaresen varias partes del mundo, todos interesados porsuperar la separacin entre sujeto y objeto en lainvestigacin, por recuperar el saber de los sectores

    populares, por vincular la teora con la accin, porconvertir la bsqueda de conocimiento en un

    proceso creador vinculado con una perspectiva detransformacin social y personal.21 Y en este

    pr op s ito, la IAP co nf lu ye co n lo s in te rese s

    renovadores de las otras corrientes mencionadas yse hace parte de ellas al punto que es consideradauna actividad educativa, de investigacin y deaccin social.22 En esa confluencia, durante losochenta algunas personas identifican a lasistematizacin como una modalidad de IAP o,incluso, como un mtodo o hasta un instrumento

    particular de la misma. El debate sobre este aspectoser retomado ms adelante, en los 90.

    19 . Como Ciencia Propia y Colonialismo intelectual, (Bogot, 1976) y su memorable presentacin en el Simposio Mundial de Cartagena

    titulada: Por la prax is: el prob lema de cmo invest igar la realidad para transformarla , (ver Simposio Mundial Crtica y poltica enCiencias sociales- el debate Teora y Prctica Tomos I y II, Bogot, 1978) as como: La Ciencia y el Pueb lo, ponencia presentada enla Conferencia Internacional de Ljubljana, en 1980.

    20 . Rubn de Celis, Emma: Invest igac in cien t fi ca vs Invest igacin Part ic ipativa, re flex iones en torno a una fa lsa disyuntiva , en:Investigacin Participativa y Praxis Rural, Francisco Vio Grossi, Vera Gianotten, Ton de Wit , eds. Mosca Azul, Lima 1981.

    21. Por ejemplo, el Consejo Internacional de Educacin de Adultos (ICAE) con sede en Canad, con la animacin de Budd Hallpromueve act ivamente la discusin en torno a la investigacin part icipativa, organiza ndo una reunin clave que dinamiz este procesoen Toronto en julio de 1977, el cual dara lugar a nuevas iniciativas y propuestas que llevaron a constituir, por un lado, el CEAAL y,

    por otro, promovera una reflexin crtica que llegara a un punto de maduracin en nuest ro continente cuando se realiza el I SeminarioLat inoameric ano sobre Invest igacin Par ticipat iva , en Ayacucho, Per, 1980. (ver Vio Grossi y otros: Investigacin participativay praxis rural ya citado, que contiene las principales presentaciones de dicho seminario). Autores como Anton de Schutter, PaulOquist, Guy Le Boterf, Gerrit Huizer, Joao Bosco Pinto, Marc Lammerink, Carlos Rodrguez Brandao y otros, marcarondurante los aos ochenta rutas fundamentales por donde esta corriente gan perspectiva y proyeccin en Amrica Latina.

    22. ICAE: resumen de la reunin internacional sobre investigacin participativa, Toronto, 1977.

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    La ruptura de esos paradigmas fue posible gracias alas rupturas producidas por los movimientos socialesy polticos revolucionarios que abrieron los caucesa la imaginacin y a la conquista de lo nuevo. LaRevolucin Cubana en los aos sesenta y el gobierno

    de la Unidad Popular en Chile a comienzos de lossetenta, fueron acontecimientos claves paraincentivar en todos los rincones de nuestro continenteal desarrollo de nuevas prcticas y bsquedas en elcampo de la educacin de adultos y de la educacin

    popular, las cuales muy pronto se enfrentaron a lasoscuras fuerzas de la censura y la represin.

    Por ello, el contexto producido por la RevolucinSandinista a partir del 19 de julio de 1979, jug un

    rol convocador y dinamizador de las perspectivaspolticas y pedaggicas que animaron ml tiplesprcticas en todo el continente y ello explica, enparte, el intenso intercambio, desarrollo y bsquedacomn de los aos ochenta.23

    En la segunda mitad de la dcada se consolida laconstitucin del Consejo de Educacin de Adultosde Amrica Latina, CEAAL. Nunca antes se habagenerado tal nivel de intercambio, reflexin y

    bsqueda de aprendizajes conjuntos como en este

    pe r od o en el qu e se su cede n impo rt an te s einolvidables encuentros latinoamericanos que danlugar a la constitucin de redes como la RedLatinoamericana de Educacin en DerechosHumanos; de Educacin Popular entre Mujeres;de Comunicacin Popular; de Educacin Popular yPoder Local; de Alfabetizacin y Educacin Bsica,entre otras. Estos encuentros y redes son unamuestra palpable de la vitalidad y diversidad de las

    prcticas de educacin popular en ese perodo, que

    el CEAAL logra acoger, animar y proyectar.Ante la constatacin de la gran diversidad deexperiencias, desde el CEAAL se impulsan dosconsultas para sistematizar y para investigar de

    Estas corrientes renovadoras que surgen en nuestrocontinente, no aparecen ni se desarrollan porgeneracin espontnea o por su propio dinamismo.Surgen porque los procesos sociales, polticos y

    culturales de nuestra Amrica Latina pusieron encuestin toda la lgica de interpretacin colonial ysubordinada que haba sido predominante hasta losaos cincuenta en el pensamiento latinoamericano.

    23. La Cruzada Nacional de Alfabetizacin fue el acontecimiento simblico ms convocador de la poca. Mostrar que era posible a travsde una insurreccin cultural con participacin de un pueblo entero, hacer realidad los sueos de una nueva Nicaragua, atrajo lasolidaridad de miles de personas de todo el mundo y proyect una resignificacin, un nuevo sentido de esperanza a los esfuerzos detransformacin educativa y organizativa que se realizaban con grupos campesinos, urbanos e indgenas en todos nuestros pases.

    En sntesis:

    Durante los aos setenta y ochenta, enAmrica Latina, el inters por el tema de la

    sistematizacin, surge y se alimenta de seiscorrientes renovadoras de empeos terico-prcticos que buscan redefinir desde laparticularidad de la realidad latinoamericana,los marcos de interpretacin y los modelos deintervencin en la prctica social que habanprimado hasta entonces:

    El Trabajo Social reconceptualizado; laEducacin de Adultos; la EducacinPopular; La Teologa de la Liberacin; la

    Teora de la Dependencia y laInvest igacin Accin Part ic ipativa.

    A su vez, estas seis corrientes se estimulan,retroalimentan y convergen entre s, al puntoque muchas veces algunas se entrecruzan yhasta confunden.

    Por ello, siendo la sistematizacin deexperiencias, un concepto y una propuesta tanprofundamente enraizada en nuestra historia,

    no podemos entenderla ni asumirla sino dentrode este marco y sus desafos.

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    forma participativa la visin de los y las practicantesde la Educacin Popular24 . Ya para ese tiempo, sehablaba tanto de la sistematizacin de experienciascomo algo importante y presente en la vida y eltrabajo de la educacin popular, que el CEAAL

    constituye un Programa de Sistematizacin 25 .Posteriormente encarga a Diego Palma un estudioque diera cuenta de lo que ocurra en este campo,gracias al cual hemos podido contar con un claro

    panorama de cmo se abordaba esta temtica ainicios de los aos noventa. Dicho trabajo titulado:La sistematizacin como estrategia de conocimientoen la educacin popular. El estado de la cuestin enAmrica Latina, es desde entonces- una referenciaobligada. 26

    Sus principales conclusiones son:

    a) Que efectivamente existe una prctica especficaque merece el nombre propio desistematizacin y que, por tanto, se puededistinguir de otros esfuerzos referidos alconocimiento de los hechos sociales, tales comola investigacin o la evaluacin.

    b) Que el trmino sistematizacin es utilizado demanera ambigua por educadores/as y

    promotores/as y que entre los autores y autorasno existen acuerdos plenos con respecto a loscontenidos que se le adjudican.

    c) Que, entre las distintas propuestas, aun condistintos enfoques y nfasis particulares (deconcepcin y de mtodo) existen influenciasmutuas y filiaciones mestizas.

    d) Que la fuente de unidad fundamental, manifestadaen la coincidencia de los objetivos generales, se

    encuentra en un marco epistemolgico comn:

    24. Sus conclusiones fueron publicadas en: Desde Adentro la educac in popu lar vis ta por sus practi cantes , CEAAL, Santiago, 1989 yNuestr as prcticas.. . per fi l y perspe ctiva de la formac in de educadore s populares en Lat ino amric a, CEAAL, Mxico, 1993.

    25. Cuyo primer coordinador es el mexicano Flix Cadena.26 . Palma, Diego. Papeles de CEAAL, n.3, Santiago, junio 1992.27 . Palma , Diego, 1992, p. 13.28. En nuestro texto: Para Sistemat izar Experiencias (Ed. Alforja, San Jos 1994) lo usamos como el punto de partida para el anlisis y la

    propue sta aque pre sent bamos, recogida de la experie nci a lle vada a cabo en la Red Alfor ja. El capt ulo se tit ula ba Encuen tros ydesencuentros de las propuestas de sistematizacin, el cual conclua en una invitacin a seguirnos encontrando

    todas las propuestas de sistematizacinexpresan una oposicin flagrante con laorientacin positivista que ha guiado y guaa las corrientes ms poderosas en cienciassociales (). Todo esfuerzo por sistematizar,

    cualquiera que sea su traduccin msoperacional, se incluye en esa alternativa quereacciona contra las metodologas formales() La sistematizacin se incluye en esacorriente ancha que busca comprender y tratarcon lo cualitativo de la realidad y que seencuentra en cada situacin particular ()Unos la explicitan y otros no, pero la oposicina la reduccin positivista de todasis tema ti za cin , se fund a en unaepistemologa dialctica. 27

    Hoy, ms de una dcada despus de este trabajo dePalma que nos sirvi en dicho momento deorientacin y referencia fundamental 28 , podemosencontrar un panorama de la sistematizacin muchoms enriquecido terica, prctica ymetodolgicamente. Definitivamente ha habido msencuentros que desencuentros y a estas alturas

    podemos decir que las experiencias, los debates ylas propuestas son muchos ms y tambin msconsistentes.

    Por ejemplo, desde nuestra experiencia particular,en los ltimos 10 aos nos ha tocado compartir unagran riqueza de procesos de sistematizacin y dereflexiones terico-metodolgicas sobre ella:

    primero, en la Red Alforja, donde construimos lasbases de nuestra propuesta a travs del intercambio,el dilogo y la confrontacin de los aprendizajes quetenamos en las prcticas de cada centro de la red.Luego, en contacto estrecho con el TallerPermanente de Sistematizacin del Per, con quienesllevamos a cabo un intercambio fecundo, as como

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    a travs del Programa Latinoamericano de Apoyoa la SistematizacindelCEAAL que en ese tiempolas compaeras del TPS coordinaban.29

    Posteriormente, dicho Programa organiza una pgina

    en Internet 30 en la que se cre una lista de correoselectrnicos donde hoy hay inscritas cerca de 400

    personas de ms de 25 pases y en la que se cuelgande tiempo en tiempo documentos completos sobreel tema en una biblioteca virtual.31

    Estos espacios nos muestran la diversidad y riquezade los aportes de muchas personas e institucionesque llevan a cabo procesos y proyectosinteresantsimos de sistematizacin de experienciasen reas rurales y urbanas, en muy distintos

    campos como la educacin y la salud, la proteccindel medio ambiente, la innovacin agrcola, la

    participacin de las mujeres, la organizacin popu-lar, la economa solidaria, la gestin del riesgo yreconstruccin post-desastres, la participacin

    juvenil, la formacin ciudadana, la renovacin delas formas de pensar y hacer poltica, etc. As, nuevastemticas y modalidades se continan incorporandoconstantemente a esta bsqueda.

    29.Un testimonio interesante de las bsquedas renovadoras producidas en el Programa, lo constituye el documento que recoge los debatesdel encuentro realizado en Santiago de Chile en 1996 con participacin de Maria Mercedes Barnechea, Mariluz Morgan y EstelaGonzlez de Per, Alfonso Torres de Colombia, Elza Falkembach de Brasil, Jorge Osorio de Chile, Alfredo Ghiso de Colombia,Roberto Antilln de Mxico, Nicols Durn de Repblica Dominicana y Oscar Jara de Costa Rica, el cual se publica en este mismonmero de La Piragua .

    30 . www.alforja.or.cr/sistem31.Gracias a esta pgina hemos podido recoger y divulgar en estos aos importantes aportes conceptuales y prcticos de muchas personas

    aparte de las mencionadas, como Lola Cendales, Alfonso Torres, Jos Hleap y Gloria Naranjo de Colombia; Sergio Mrtinicde Chile; Joao Francisco de Souza de Brasil; Benito Fernndez y Carmen Zabalaga de Bolivia; Ana Bickel de El Salvador; AnaFelicia Torres de Costa Rica... El debate contina abierto y enriquecindose da a da con nuevos aportes, como los que estn recogidosen este nmero de La Pir agua .

    Finalizaremos, pues, este artculo, enfatizando queeste breve recorrido nos muestra, por un lado, el

    profundo enraizamiento que tiene la sistematizacinde experiencias en nuestra historia latinoamericana

    en particular en su vinculacin con corrientes de

    innovacin y renovacin terica y prctica- y, porotro, su gran actualidad y empuje, en un escenariode creciente diversificacin y de perspectivasabiertas a la creatividad de las miles de personasque trabajamos desde mltiples empeos terico-

    pr c ti cos en pr oy ec to s y pr oc esos detransformacin social y personal. El camino se siguehaciendo al andar

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    I. Una Propuesta de Sistematizacin

    desde la Educacin Popular

    Con la red Alforja venimos trabajando una propuestade sistematizacin desde ms de una dcada y a lolargo de estos aos la hemos ido recreando yenriqueciendo en la medida que su aplicacin noshizo enfrentar varios atolladeros. Con este trabajoquisiera compartir algunas reflexiones tericas yrecomendaciones metodolgicas que han venidoenriqueciendo nuestro mtodo.

    Nuestra propuesta de sistematizacin se basa en lamisma visin filosfica dialctica, sistmica yholstica de la realidad que sustenta la propuesta deEducacin Popular de la Red Alforja. Desde estavisin entendemos que la realidad es una sola,conformada por mltiples elementos que seinterrelacionan entre si y se transforman de manera

    permanente mediante las contradicciones y sinergiasque producen, se construyen y de - construyen a simismos y a los dems en la dinmica de estamultiplicidad de relaciones. Esto tambin es vlido

    para los actores humanos que se interrelacionan yactan en ella y la transforman y se transformanconstantemente, por ello los humanos y las humanas

    po de mos tr an sf or mar la real idad y en es tatransformacin nos vamos transformando a nosotrosy nosotras mismas tambin. Esta afirmacin

    sustenta nuestra esperanza en un mundo mejor y enun ser humano, que a pesar de ser inacabado puedeser ms humano o humana. Sin embargo tambinconlleva la posibilidad de transformar la realidad enalgo peor para nuestro desarrollo y nuestras prcticas

    pueden contribuir a esto. Por ello es importante quetomemos conciencia de nuestras posibilidades deincidir para producir las transformaciones quenecesitamos, esto implica asumir unaresponsabilidad y compromiso por impulsar una

    prctica personal y colectiva coherente con estasposibles transformaciones.

    Por otro lado, nuestra forma de leer y analizar larealidad siempre se realizara desde nuestra ubicacinespecfica en ella y desde los marcos de referencia,construidos a lo largo de nuestra historia tanto comogrupo, organizacin, familia o persona.

    LA SISTEMATIZACIN PARTICIPATIVA

    PARA DESCUBRIR LOS SENTIDOS Y APRENDERDE NUESTRAS EXPERIENCIAS

    Ana Bickel 1

    TEORA Y METODOLOGA

    1. Responsable Escuela para Una Educacin Transformadora. Red Alforja FUNPROCOOP - El Salvador C.A

    ....Nos hace entrar en un pensamiento joven y nuevo

    para ver el futuro... El pensamiento viejo sirve para

    reflexionar el pasado, nos da un refresco de lo que

    fuimos para entrar en un pensamiento joven, pero la

    revolucin mesoamericana tiene que darse en un nuevo

    contexto con nuevos pensamientos...

    Francisco Martinez

    Cooperativista participante de la Escuela

    Poltico-Pedaggica Subregional para una

    Educacin Transformadora

    Red Alforja 2005

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    Desde esta concepcin es absurdo acercarse a losacontecimientos vividos con pretensin de absolutaobjetividad, y entenderemos la realidad social desdeel interior de su dinmica, colocndonos comosujetos participantes de su construccin.

    Para nosotros la sistematizacin es un instrumentopara conocer mejor la realidad y nuestra ubicacinen ella. Nos permite referirnos a lo que nuestra

    prctica ha permitido acumular en el tiempo y en elespacio, en conocimientos y sentidos y aun ms,nos ayuda a descubrir posibilidades de recrear ytransformar el mundo que nos rodea. Hablamos dereconstruccin de la experiencia porque partimosde un presente como punto de partida y vamos a

    observar en el proceso; hitos, coyunturas, conflictosque lo han dinamizado. Es un ejercicio dedistanciamiento para observar la realidad que hemos

    producido en sus distintas dimensiones.2

    Entendida as, la sistematizacin se convierte en unproceso de educacin popular, que en su esencia sebasa en un enfoque constructivista del proceso delconocimiento, diferencindose sustancialmente delos enfoques conductivistas. Con esta dimensin lasistematizacin no se limita a un simple descripciones

    y relatos de acciones y resultados de la experiencia,sino que debe permitir la construccin de nuevosconocimientos, de manera interactiva entre los ylas participantes, desde sus vivencias subjetivas delas experiencias, desde sus prcticas sent

    pensada en un contexto condicionado y las teorasque las sustentan.

    El producto final de la sistematizacin, suscontenidos o resultados reflejarn las principalesreflexiones crticas, debates y descubrimientos de

    los y las participantes del proceso de sistematizacinque a la vez fueron participes de la experienciasistematizada. Hablamos entonces de sistematizacinparticipativa porque no es un proceso individualrealizado por un especialista sino un procesocolectivo donde cada participante aporta desde suexperiencia individual para construir una visin

    colectiva de la experiencia realizada. As seconstituye un nuevo conocimiento para cada per-sona y para la institucin u organizacin participante.En este sentido, independientemente del resultadoque vamos obteniendo, la sistematizacin se

    convierte en un proceso de aprendizaje para todosy todas las/os participantes.

    A diferencia de la evaluacin, la sistematizacin nose centra en los resultados obtenidos o en el impactologrado, sino que se centra en el desarrollo de laexperiencia, en el proceso mismo, en su dinmica,en sus avances, en sus rupturas, en sus retrocesos.Aunque los resultados pueden servirnos parareflexionar, a travs de una sistematizacin no vamos

    a descubrir los resultados. Para esto se tiene quehacer otro tipo de anlisis y usar otro tipo deinstrumentos.

    ..... El recuerdo del pasadopara transformar el presente

    La importancia de la resignificacin de lo quehacemos potencia los cambios producidos por laexperiencia, en este sentido la sistematizacin no

    solo descubre los elementos relaciones a la practicarealizada en el pasado sino que permite que esta

    praxis trascienda al presente y cobre una dimensinde futuro, es decir que la misma sistematizacin

    permite fortalecer el proceso de transformacin dela realidad.

    En El Salvador, despus de los Acuerdos de Paz,cuando mucha gente se vea decepcionada por los

    po co s logr os al ca nzad os de spu s de ta nt os

    sacrificios y luchas, la sistematizacin nos permitirecuperar los procesos vividos y no quedarnosclavados en los resultados alcanzados, descubrimosel acumulado en conocimientos y fortalezas para laresistencia, pero tambin nos devel las debilidadesque contribuyeron en crear las contradicciones queafloraron despus de la guerra, nos permiticonstruir un puente entre el pasado y el futuro para

    2 . Cecilia Daz : La recuperacin crtica y organizada de nuestra experiencia, 1998. ed. CEP Alforja, San Jos, 1998.

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    tener presente, y reorientar nuestras practicas sinnecesariamente abandonar la lucha por un proyectode sociedad diferente.

    Finalmente construir el conocimiento de la realidad

    desde esta ptica implica una dimensin poltica, esdecir una forma de cmo pensamos actuarcoherentemente sobre ella para transformarla, yaporta a la construccin de sujetos y sujetasso ciopol t icos /as au tnomos/as , individuales ycolectivos, capaces de transformarse y transformarel contexto en el cual interactan, es decir quefo rtal ece las capacidades necesarias paraconstituirnos en sujetos y sujetas de nuestrashistorias y convierte este mtodo de sistematizacin

    en un instrumento poltico: esta dimensin polticaconciente es la principal diferencia con otraspropuestas de sistematizacin.

    II. Claves y Recomendaciones

    para Transitar por los Caminos

    de la Sistematizacin

    Una vez definido el eje, objeto y objetivo de

    sistematizacin que deben de ser coherentes entresi, se elabora un plan que refleja los diferentesmomentos del proceso de sistematizacin, losinstrumentos que se van a utilizar para cadamomento, los tiempos, las modalidades, el

    presupuesto, etc.

    El xito de nuestra sistematizacin depender tambinde la disposicin del grupo encargado del proceso,si esta abierto a aprender de su prctica, si quieremejorar esta prctica y transformarse a si mismo. Ysiempre habr que definir un objetivo comn, queexprese la utilidad que va tener esta sistematizacin

    para todos los participantes.

    MOMENTMOMENTMOMENTMOMENTMOMENTOS DE LA SISTEMAOS DE LA SISTEMAOS DE LA SISTEMAOS DE LA SISTEMAOS DE LA SISTEMATIZATIZATIZATIZATIZACINCINCINCINCIN

    1.1.1.1.1. La Experiencia vivida es nuestro punto de partida, sobre

    esta definimos: El objeto, Objetivo y Eje de Sistematizacin.

    La coherencia entre estos tres elementos y la claridad en la

    definicin son fundamentales, ya que orientan todos los

    pasos de la sistematizacin.

    El objetivoobjetivoobjetivoobjetivoobjetivo de sistematizacin responde al para

    qu nos va a servir esta sistematizacin?

    El objetoobjetoobjetoobjetoobjeto indica la ubicacin geogrfica y duracin

    de la experiencia o parte de la experiencia que se

    quiere sistematizar.

    El ejeejeejeejeeje de sistematizacin expresa LOS ASPECTOS

    CENTRALES de la experiencia que vamos a sistematizar.Se relaciona con nuestras apuestas polticas (los

    cambios que queremos lograr) y con la misin especifica

    de la organizacin que realiza la sistematizacin. El

    eje de sistematizacin es determinante para orientar

    todo el proceso, nos indica cual es la informacin que

    necesitamos.

    2.2.2.2.2. Una vez definido lo anterior elaboramos unPlan dePlan dePlan dePlan dePlan de

    Sistematizacin.Sistematizacin.Sistematizacin.Sistematizacin.Sistematizacin.

    3.3.3.3.3. Luego hacemos la RRRRReconstruccin Histricaeconstruccin Histricaeconstruccin Histricaeconstruccin Histricaeconstruccin Histrica de los

    principales momentos de la experiencia alrededor del eje

    de sistematizacin e identificamos las principales etapas

    del proceso vivido.

    4.4.4.4.4. A partir del eje de sistematizacin determinamos los

    principales aspectos a tomar en cuenta, y alrededor de

    estos hacemos el ordenamiento de la informacinordenamiento de la informacinordenamiento de la informacinordenamiento de la informacinordenamiento de la informacin

    que nos interesa de la experiencia.

    5.5.5.5.5. Una vez que contamos con la informacin pertinente

    procedemos a su anlisis e interpretacinanlisis e interpretacinanlisis e interpretacinanlisis e interpretacinanlisis e interpretacin. Tratamos

    de entender porqu las cosas sucedieron de una u otra

    manera, profundizamos en los hilos ocultos y

    descubrimos los principales sentidos polticos. Este punto

    es el ms importante de todo el proceso.

    6.6.6.6.6. Finalmente se sacan los principales aprendizajesprincipales aprendizajesprincipales aprendizajesprincipales aprendizajesprincipales aprendizajes,

    se elaboran conclusionesconclusionesconclusionesconclusionesconclusiones que emanan de la

    interpretacin realizada anteriormente y se hacen

    recomendacionesrecomendacionesrecomendacionesrecomendacionesrecomendaciones para una nueva experiencia opara

    mejorar la misma experiencia.

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    Descubrimos la utilidad de debatir con los y lasparticipantes de la sistematizacin lo que vamos aentender por los contenidos del eje. El eje es uninstrumento de trabajo y por lo tanto es importanteque su significado quede claro para todos y todas.

    Por ejemplo si el eje es el acompaamiento en laconstruccin de autonoma de una organizacin,vamos a ponernos de acuerdo sobre que vamos aentender por autonoma y por acompaamiento aesta organizacin

    La sistematizacin es un proceso colectivo, realizadopor los mismos participantes de la experiencia. Sinembargo puede ser conducido por un facilitador (a)externo, en este caso este asumir la funcin de:

    Proponer y facilitar el procedimiento

    Propiciar el anlisis y la reflexin

    Apor ta r de sd e su di stanc ia y vi si n deconjunto algunos elementos que quizs losmismos participantes no alcanzan a ver.

    Facilitar la construccin del conocimientojunto con las personas y su papel fundamen-tal es preguntar, cuestionar lo que dicen los

    participantes.

    La recuperacin histrica paradar cuenta de la dinmica del proceso vivido

    La recuperacin histrica consiste en recuperar yordenar de manera cronolgica los principalesmomentos e hitos de la experiencia alrededor deleje, son acontecimientos del contexto y de la prcticade la organizacin que sistematiza. Por ejemplo, unmomento en que los dirigentes de un barrio

    decidieron empezar una lucha propia y no dependerde los que animaban el proceso, es un momentoimportante con un eje relacionado con la autonoma.

    Para la recuperacin histrica es importantevisualizar rupturas, retrocesos, avances, tensiones,saltos de calidad, que acontecieron a lo largo de laexperiencia, para dar cuenta de la DINAMICA DELOS CAMBIOS.

    Se trata de dar cuenta del proceso vivido, no setrata de repetir los contenidos de la planificacin del

    programa o proyecto.

    Para la reconstruccin de la historia podemos partir

    de la vivencia de cada quien, y poner en comnrecuerdos y enriquecerlos con informacin dearchivos, fotos, dibujos, etc... Se refiere a revisarla historia de la experiencia, ver qu pas,enfatizando en los elementos claves, descriptivos,ordenndolos en orden lgico.

    Para ello hay que abrir espacios colectivos dndelos participantes pueden intercambiar visiones yopiniones sin sentirse presionados/as, para lograresto es til establecer algunas reglas para el debate,

    entre estas pedir que nadie emita juicios sobre losaportes vertidos, mucho menos la persona quefacilita, de manera a no descalificar aportes.

    Para el proceso de la reconstruccin histrica, estil aplicar tcnicas como el dibujo o grficos, estasfacilitan la representacin ms integral de elementossubjetivos y objetivos y permite la participacin de

    pe rson as qu e no sa be n leer y escr ib ir . Es tarecuperacin nos permitir tener una visin general

    del proceso vivido, lo cual es un primer paso haciala objetivacin de nuestra experiencia.

    Tambin nos ayudar a determinar cuales son losaspectos claves que vamos a tener que tomar encuenta para la seleccin y ordenamiento de lainformacin. En general la recuperacin histricase realiza luego de elaborar el objeto, objetivos yel eje de sistematizacin. Pero cuando no estamosmuy claros sobre cuales han sido los aspectosfundamentales de la experiencia vivida, tambin

    podemos realizar esta recuperacin antes de ladefinicin de estos, ya que nos ayudara para definiro precisar el eje, objeto y objetivos.

    Para el ordenamiento:Informacin clave y de calidad

    El objetivo de este ejercicio es visualizar lainformacin clave de la experiencia referida al eje,

    pa ra po der pa sa r al mo ment o de anl is is e

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    interpretacin. Aunque muchas veces al seleccionary sintetizar la informacin ya estamos realizando unejercicio de anlisis de esta.

    El eje nos indica los aspectos de la experiencia que

    hay que ver y sobre los cuales debemos de buscarinformacin. Del eje se derivan categoras quepr ec isan la in fo rmac in qu e no s in te resa y lainformacin a descartar. Por ejemplo si nuestro ejese refiere a la construccin de autonoma, unacategora ser la toma de decisiones , y serecuperara cmo se han tomado las decisiones a lolargo de toda la experiencia, por parte de losacompaantes y sujetos. Otra categora para estemismo eje puede ser las propuestas presentadasy/ejecutadas

    As se recoge informacin existente alrededor decada una de las categoras definidas, se pueden hacerentrevistas individuales y colectivas, talleres, y acudira los registros de la experiencia: informes,evaluaciones, memorias de trabajo, talleres, etc. Parafacilitar el ordenamiento y sntesis de la informacinse puede acudir a un cuadro con varias entradas,recogerla en tarjetas o simplemente redactarla enun documento. Otras formas son el video y los

    grficos.

    Pero OJO hay instrumentos metodolgicos que seconvierten en muletas que no dejan caminar.... alrecoger la informacin en un cuadro puede perderriqueza, hay que procurar dar cuenta de los esencialsin generalizar tanto que ya no expresa nada, tampocohay que recolectar todos los detalles y ancdotas,se trata de rescatar lo medular, ah lo importante esla calidad de la informacin no la cantidad. Es tilrecolectar fragmentos de testimonios significativos

    sin olvidar de mencionar el nombre, cargo yprocedencia de la persona que da este testimonio.

    Siempre hay que considerar los aspectos delcontexto que se refieren al eje de sistematizacin,retomamos acontecimientos coyunturales queaparecen tambin en la recuperacin histrica, perosobre todo nos referimos a los elementosestructurales, es decir a las leyes existentes, a losaspectos culturales, polticos, econmicos que se

    refieren al eje, a las caractersticas de la zona, delos sujetos y sujetas de le experiencia.

    Por otro lado para poder ubicar la experiencia se dacuenta de algunos antecedentes y aspectos del

    marco terico, de las apuestas polticas yconcepciones institucionales referidas al eje que seelaboraron o se manejaban alrededor de laexperiencia.

    Cuando no tenemos mucho tiempo para hacer elproceso de sistematizacin o cuando trabajamos congente que no sabe leer y escribir, de una vezhacemos un gran dibujo o grafico de la recuperacinhistrica y sobre este mismo dibujo vamosapuntando con smbolos la informacin adicional

    que recogemos desde los y las participantes demanera a reflejar una visin de conjunto del procesovivido, y a partir de este mismo grafico se hace lainterpretacin posterior y apuntan algunasconclusiones. En este caso puedo realizar unasistematizacin sencilla en uno o dos das.

    La interpretacin crtica para descubrir los hilosocultos y tejer los sentidos de la experiencia

    Una vez reflejada la principal informacin acerca denuestra experiencia en base al eje, iniciamos lainterpretacin, nos preguntamos porque las cosassucedieron como sucedieron, vamos a descubrir yconstruir los sentidos que tuvo la experiencia.Buscamos ir ms all de las apariencias paradescubrir y entender la dinmica de las relacionesque transforman la realidad y ver mejor los rumbos

    por dnde dirigir nuestro accionar.

    La forma de cmo abordamos la interpretacin

    crtica tambin se basa sobre nuestras concepcionesde mundo y afirmaciones filosficas, siconsideramos que la realidad es una sola, el anlisisde sus partes debe entenderse en su conjunto, y

    partimos de la interrelacin de la informacin quehemos recolectada para tejer explicaciones que vandescubriendo los hilos ocultos de la experiencia.Cuando hablamos de experiencia, entendemos lovivido, lo sentido, lo ocurrido, lo pensado, implicalas acciones, las teoras, los sentimientos, el contexto

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    po l ti co , hi st r ico, cu ltur al , no como pa rt esseparadas las unas de las otras, sino interrelacionadasunas con otras con cierta lgica que es la que leotorga sentido.

    Por otro lado este anlisis se har con la lgica deldescubrimiento y no partir de una hiptesis

    preconcebida. No se deducirn explicaciones desdeteoras sino que se elaborarn teoras a partir de lovivido, es el cuestionamiento y la desconstruccinde visiones e interpretaciones que tenamos al vivirla experiencia. Se trata de cuestionar nuestra practicafrente a nuestras apuestas polticas, es el momentode confrontar el proyecto de sociedad que queremosconstruir con lo que realmente estamos haciendo.

    Pero es tambin el momento de ver las fortalezas ypo tenc ia li da des qu e pr od uc en nu es tr asexperiencias.La interpretacin no es un ejercicioindividual, es colectivo, dnde es importanteinvolucrar a los participantes de la experiencia,aunque sea en diferentes espacios y momentos. Lasmiradas diversas nos son necesarias para descubrirel crisol donde convergen los diferentes elementosque producen sinergias transformadoras.

    ... Para librarme de mis pecados

    y hacerme cargo de mi historia

    No es el momento de justificarnos, de decir por quhicimos lo que hicimos para quedar bien. Siempreexiste la tentacin de afirmar lo que ya sabamos ycerrarnos a ver las cosas ce otra manera y descubriralgo nuevo. La resistencia a aceptar que no somos

    pe rf ec to s nos di fi cu lta in te rpre ta r por nu es traformacin de premio y castigo. Entonces nos

    perdernos hablando del deber ser de las cosas, nosreferimos a lo que hacen los dems para no ver loque ocurri realmente a lo largo de la experiencia.

    Pero la sistematizacin no busca culpables ni emitejuicios descalificadores, descubre la multiplicidadde elementos que influyen en nuestras prcticassenti pensadas, nos hace ver que nuestros actosson producto de mltiples relaciones, de pasiones,deseos y situaciones concretas, al entender que nohay una sola causa en lo que vamos produciendo,ni tampoco una sola forma de entenderlo, nos

    desculpabiliza y permite asumir la responsabilidadpor lo que hacemos.

    Este mtodo de sistematizacin tambin puede seruna herramienta sicosocial, porque nos ensea a

    gestionar mejor conflictos al distanciarnos de estos,vindolos de manera mas integral, desde la mismalgica de los procesos que vivimos. Esto mismonos permite tambin cerrar y abrir nuevos procesos,elemento fundamental para poder seguirtransformando conscientemente.

    As con los aportes, las visiones y reflexiones detodos y todas se puede llegar a ver la realidad conmayor objetividad, esto es los que garantiza larigurosidad de nuestra sistematizacin, nos ayuda a

    superar los subjetivismos, pero nunca pretenderser totalmente objetiva, tambin evitar elobjetivismo, y la fragmentacin de los diferentescomponentes de la realidad, porque solo lainterrelacin de las dimensiones sujetivas y objetivasnos permitir develar los sentidos. Adems unaexplicacin objetiva y fragmentada de la realidaddesmotiva e inmoviliza a las personas, es unainterpretacin sin sabor y sin sentido.

    Si la sistematizacin es un proceso de construccinde conocimientos para transformar implica laconstruccin de sentimientos que motiven a las per-sonas para hacer estos cambios, visto de estamanera los conocimientos tambin tienen unadimensin subjetiva. Este proceso de reflexin seconvierte as en una construccin de unconocimiento senti-pensado personal y colectivo,y aporta a una construccin social en la que todoslos involucrados se motivan y actanconcientemente frente a los elementos que influyen

    en la dinmica social.

    Mil y una formas para disfrutarla interpretacin de nuestras experiencias

    1 . Un/a facilitador/a que anima el debate

    Se recomienda asignar la responsabilidad de facilitareste espacio a una persona, puede ser alguien delmismo grupo, pero tiene que mantener distancia enel debate. Este facilitador ayuda a dar a luz al nuevo

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    conocimiento, mediante preguntas generadoras (nocerradas), problematizadoras y provocadoras, yayuda a sintetizar el avance de las reflexionescolectivas. El tiene que lograr que todas las perso-nas puedan expresar libremente sus puntos de vista

    sobre la experiencia, tiene que motivar paraprofundizar e ir ms all de las apariencias. Elfacilitador descubre junto con los participantes yexpresa sus ideas al final sin imponerlas ni emitir

    juicios descalificadores.

    2 . La lgica del Proceso de Reflexin

    Para la interpretacin se puede partir de una gua depreguntas o temas para abordar la discusin. Peronos parece que es mas til definir temas o sub ejes

    generadores que salen del eje y permiten articularlas diferentes categoras que se utilizaron para elordenamiento, o puede ser la formulacin de una ovarias contradicciones.

    Con cada tema de interpretacin se abre el abanicopara hacer preguntas cada vez mas profundas hastaagotar la discusin o el tiempo disponible, pero an-tes de pasar a un nuevo tema o sub eje deinterpretacin cerramos haciendo una sntesis de

    las principales ideas debatidas y apuntamos algunasafirmaciones que responden a la pregunta Quedescubrimos que antes no sabamos o no veamos?Esta pregunta nos va arrojar conclusiones para cadatema o sub eje de profundizacin. As vamosabriendo y cerrando la discusin, y una vez agotadolos temas y sub ejes, tenemos varias sntesis yconclusiones, entonces comparamos estas entreellas, las interrelacionamos hacemos nuevas sntesisy sacamos conclusiones ms generales e integradas.

    3 . La interpretacin se hace con los

    part ic ipantes de la experiencia

    Para ello se puede planificar y realizar varios espaciosde interpretacin con diferentes actores segn sunivel de participacin en la experiencia.

    Por ejemplo trabajar una sub sistematizacin a nivelde promotores, lderes y comunidad, esta a la vezalimentara una sistematizacin mas institucional,

    pero no se limita a complementar la informacincon aportes de la gente, con la misma gente realizarla interpretacin de su informacin, y se sacaranconclusiones y aprendizajes con ellos y para ellos,esto evita ir solamente a recoletar informacin y la

    gente nunca se entere para que sirvi.

    4 . Superar la descripcin y profundizar en

    Porqu pas lo que pas?

    Para el anlisis y la interpretacin, se tiene que pensaren tcnicas y preguntas que nos ayuden a ir msall de las simples apariencias. Interpretar desde laexperiencia, buscar las respuestas en la mismaexperiencia NO EN EL DEBER SER. Una clavesencilla para hacerlo es hacer preguntas y siempre

    agregar: Por qu? ... Por qu?

    5. Siempre EL EJE

    Es fundamental suscribirnos al mbito que nos in-dica el eje para hacer las preguntas y no perdernosentre los rboles del bosque.

    6 . Reconocer, analizar tensiones y

    contradicciones

    No es necesa rio tene r muchos elementos pa racomenzar con una interpretacin crtica, ya tenemosmucha informacin recolectada, ahora es elmomento de interrelacionar esa informacin y

    buscar como una cosa tiene que ver con otra.

    Podemos definir dos o tres contradicciones que hansurgido dentro de la experiencia y empezar areflexionar por qu surgieron estas contradicciones,cmo las enfrentamos, cmo influyeron en nuestrasdecisiones, en nuestra forma de actuar.

    Revisar la coherencia entre lo que hacemos y lo quepretendemos, lo que decimos y lo que hacemos.Para ello podemos formular frases provocadorasque evidencian contradicciones para provocar eldebate, para que la gente tenga que ir ms all y

    justificar su posicin, pero ojo esa justificacin tieneque emanar de la misma experiencia, no puede serun elemento que se invente.

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    7 . Jugar con el abogado del Diablo

    El tradicional mtodo de anlisis dialctico (El GranMtodo de Bertold Brecht) nos puede dar alguna

    pauta. Este mtodo se basa sobre la elaboracin de

    tesis, antitesis y sntesis. Y concretamente significaque uno afirma una tesis, es decir afirma de porquecree que las cosas sucedieron de una u otra manera,

    justifica con todos los elementos que conoce, en elcaso nuestro con todos los aspectos de la experienciaque influyeron en que podamos afirmar esta tesis,luego se procede a negar esta misma tesis, tratandode encontrar todos los elementos de la experienciaque contradicen lo que dijimos antes, finalmente sehace una valoracin de todos los elementos, tantode los que aparecieron al defender la tesis como aldefender la antitesis y se hace una sntesis de loselementos que nos parecen ser mas determinantesen nuestra experiencia y se sacan las principalesconclusiones. Para hacer esto se pueden utilizarvarias tcnicas.

    Por ejemplo hacer una afirmacin que emana de laexperiencia que vivimos y pedir que los participantesdefiendan esta afirmacin como abogados del diabloy otros que la cuestionen argumentando ambos con

    elementos de la misma experiencia. Muchas vecesconviene que el mismo facilitador o facilitadoraasuman este papel de abogado del diablo, o se puedeasignar a uno o una de los u las participantes quecumpla con dicho papel.

    8. Reflexionar a partir de teoras elaboradas

    Tambin puede ser til retomar algunos documentostericos que hablan sobre temas referidos al eje de

    nuestra sistematizacin.9. Preguntarnos:qu sentido tuvo la experiencia?

    10. Relacionar las distintas categoras sobre las

    que recogimos informacin.

    Ejemplo: Qu tuvo que ver la metodologa con laparticipacin de los/las participantes?

    11 . Ver cmo influy el contexto

    Por qu fue as y no de otra manera? Cmo influyla cultura, la estructura, la ideal?

    1 2. Analizar la experiencia desde

    las Relaciones de poder

    Preguntarnos cmo influyeron las relaciones depoder entre coordinadores y empleados/as?; entretcnicos/as y los sujetos y sujetas de la poblacin?;entre hombres y mujeres? Entre jvenes y adultos/El tema de la relaciones de poder, permite una visindetrs del trono le da una dimensin poltica.Cmo influy la cultura del logro y la competencia?Por qu? Los roles tradicionales asignados a mujeres

    y hombres? Los prejuicios ante la juventud, antelos ancianos y ancianas?

    13. Escribir, dar cuenta de la interpretacin

    sin generalizar (grabar, apuntar ...) pero

    sintetizando las ideas.

    Es necesario hacer un esfuerzo de redaccin quecomunique la riquezas de nuestras reflexiones, estasreflexione no son lineales ni se limitan a explicarcausas y efectos, sino que conectan diferentesaspectos de la experiencia y permiten finalmentedescubrir los sentidos de esta.

    Generalmente nos ayuda contar con grabaciones delas sesiones de interpretacin por as podemosretomar palabras y formas de dar cuenta de nuestrasreflexiones ms sabrosas, para ello las siguientesrecomendaciones:

    a) Generar un proceso de construccin colectiva

    y validacin de los documentos, en distintosmomentos y espacios

    b) Tomar en cuenta la calidad y no la cantidad deinformacin

    c ) Rescatar los elementos a partir de la importanciae inters de todos

    d) No necesariamente todos tienen que estar deacuerdo con todo, pero hay que presentarvisiones de todos y todas.

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    Las conclusiones para dar cuentade los principales descubrimientos

    Para la elaboracin de las conclusiones es importantepreguntarnos cuales fueron los aprendizajes que

    hemos ido descubriendo en el momento de lainterpretacin.

    Las conclusiones son las sntesis de los principalesconocimientos construidos a lo largo del procesode sistematizacin y fundamentalmente emanan dela interpretacin crtica. Son afirmaciones sobrenuestras prcticas y concepciones, pueden referirsea aspectos tericos y metodolgicos, o incluso aaspectos del contexto. Las conclusiones tambin

    pueden dar cuenta de los vacos, dudas o preguntas

    que quedaron abiertas.

    Finalmente a partir de estas conclusiones esimportante elaborar recomendaciones que respondana los objetivos que nos planteamos para hacer lasistematizacin.

    Para nosotros no es tan importante tener undocumento o publicar un libro, es mucho msimportante el proceso de sistematizacin que los

    pr od uc to s fi na le s. No qu ie re de ci r qu e la s

    conclusiones no tengan importancia, pero en eseproceso de reflexin, cada una de las personas queparticipa, aprende de la experiencia, as tambin lamisma organizacin adquiere conocimientoscolectivos.

    A veces un grupo no puede plasmar estos elementosen un papel para dar cuenta de ello, es favorablehacerlo, sin embargo no por ello ha dejado de tenersentido para este grupo hacer esta reflexin.

    En la medida de lo posible hay que hacer un esfuerzopa ra comu nica r lo s pr in cipa les co nt en id os yconclusiones de la sistematizacin a todos y todaslos y las que participaron en la experiencia. paraesto se puede buscar formas creativas para darcuenta de ello, grficos, videos, teatrillos, etc... yestas presentaciones muchas veces permiten

    profundizar aun mas en ciertas reflexiones.

    UNA LGICAUNA LGICAUNA LGICAUNA LGICAUNA LGICA

    Para todo el proceso de sistematizacin el eje es funda-

    mental, es nuestra gua.

    A partir de este eje vamos determinando los aspectos

    principales que nos van a orientar que informacin vamos

    a tener que tomar en cuenta y cual podemos descartar.

    La informacin ordenada basndose en lo