POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

15
Universidad Tecnológica de El Salvador El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE E n la década de los noven- ta, se perfiló a las pandi lias juveniles como el más importante y complejo fenómeno cul- tural - generacional que El Salvador haya tenido. El elevado número de jó- venes involucrados en esta forma de or- ganización y socialización, así como su presencia en todo el territorio nacio- nal, han hecho de este fenómeno y de las formas de vida que el mismo com- porta, una parte integral de la cotidianeidad de los salvadoreños. A fin de analizar la problemática de las maras, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia -UNICEF- y la Facultad Latinoamericana de Cien- cias Sociales -FLACSO- Programa El Salvador, promovieron un trabajo de investigación denominado "El Fenó- meno de las pandillas en El Salvador", el cual estuvo a cargo de las licenciadas Marcela Smutt y Jeny Lissette E. Mi- randa. Los objetivos fundamentales que orientaron este estudio fueron aportar elementos para una adecuada com- prensión de la problemática y favore- cer, a través de algunos lineamientos propositivos, la necesaria discusión y diseño de una política pública de ju- ventud que proporcione recursos y orientación a las diversas iniciativas de trabajo en este campo. La investigación se dirigió a in- dagar sobre el entorno socio familiar donde se desarrollan los jóvenes, carac- terísticas urbanísticas, aspectos de la vida cotidiana, valores, actitudes ante UO ES QUE la vida, autopercepción, expectativa de futuro por parte de los jóvenes y de la comunidad. Se estudió al grupo como un subsistema sociocultural propio: sus orígenes, evolución, estructura, siste- ma de funcionamiento, organización, relaciones, símbolos, en otros aspectos. Se analizaron también las relaciones entre los jóvenes y las diferentes insti- tuciones o grupos sociales de la comu- nidad. Dada la complejidad de la proble- mática a investigar se planteó un estu- dio de caso, sin pretensiones estadísti- cas, que se llevó a cabo aprovechando los espacios en que se ejecutaban una serie de programas socioeducativos di- rigidos a jóvenes miembros de maras, lo que le dio un carácter de investiga- ción acción. Se consideró que un enfoque de este tipo podría ser de mayor utilidad práctica, que intentar construir un per- fil de los jóvenes miembros de pandi- llas a partir de la suma de los rasgos de cada uno de ellos; lo cual podría dar como resultado una especie de & 18

Transcript of POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Page 1: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

En la década de los noven-ta, se perfiló a las pandilias juveniles como el más

importante y complejo fenómeno cul-tural - generacional que El Salvadorhaya tenido. El elevado número de jó-venes involucrados en esta forma de or-ganización y socialización, así como supresencia en todo el territorio nacio-nal, han hecho de este fenómeno y delas formas de vida que el mismo com-porta, una parte integral de lacotidianeidad de los salvadoreños.

A fin de analizar la problemáticade las maras, el Fondo de las NacionesUnidas para la Infancia -UNICEF- yla Facultad Latinoamericana de Cien-cias Sociales -FLACSO- Programa ElSalvador, promovieron un trabajo deinvestigación denominado "El Fenó-

meno de las pandillas en El Salvador",el cual estuvo a cargo de las licenciadasMarcela Smutt y Jeny Lissette E. Mi-randa.

Los objetivos fundamentales queorientaron este estudio fueron aportarelementos para una adecuada com-prensión de la problemática y favore-cer, a través de algunos lineamientospropositivos, la necesaria discusión ydiseño de una política pública de ju-ventud que proporcione recursos yorientación a las diversas iniciativas detrabajo en este campo.

La investigación se dirigió a in-dagar sobre el entorno socio familiardonde se desarrollan los jóvenes, carac-terísticas urbanísticas, aspectos de lavida cotidiana, valores, actitudes ante

UO

ES QUE

la vida, autopercepción, expectativa defuturo por parte de los jóvenes y de lacomunidad. Se estudió al grupo comoun subsistema sociocultural propio: susorígenes, evolución, estructura, siste-ma de funcionamiento, organización,relaciones, símbolos, en otros aspectos.Se analizaron también las relacionesentre los jóvenes y las diferentes insti-tuciones o grupos sociales de la comu-nidad.

Dada la complejidad de la proble-mática a investigar se planteó un estu-dio de caso, sin pretensiones estadísti-cas, que se llevó a cabo aprovechandolos espacios en que se ejecutaban unaserie de programas socioeducativos di-rigidos a jóvenes miembros de maras,lo que le dio un carácter de investiga-ción acción.

Se consideró que un enfoque deeste tipo podría ser de mayor utilidadpráctica, que intentar construir un per-fil de los jóvenes miembros de pandi-llas a partir de la suma de los rasgos decada uno de ellos; lo cual podría darcomo resultado una especie de

& 18

Page 2: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

tipología aproximativa del joven pan-dillero, pero no abriría la posibilidadde aportar un marco desde el cual pro-poner lincamientos de acción.

Se utilizaron cuatro instrumentosde recolección de información: obser-vación participante, encuesta, entrevis-tas semiestructuradas y grupos de dis-cusión focalizada, acompañados de unarevisión bibliográfica y hemerográficarespecto al tema.

La dinámica de la observaciónparticipante permitió adentrarse en elcontexto de las actividades cotidianasde los miembros de las pandillas, co-nocer sus expectativas y las de la co-munidad, actitudes, conductas antedeterminados estímulos, sentimientosmanifiestos, situaciones que los llevana actuar de uno u otro modo y mane-ras de resolver los conflictos.

La encuesta por su parte permitióobtener, desde los jefes de familia, in-formación vinculada a los grupos fa-miliares en lo que se refiere a tipo deestructura, condiciones socioeconó-micas, nivel educativo, percepción dela calidad de los servicios públicos, ca-racterísticas urbanísticas, aspectos de lavida cotidiana, percepción y propues-tas de solución a la problemática de laspandillas, entre otros.

Las entrevistas semiestructuradas,aplicadas a un grupo de jóvenes miem-bros de pandillas y a personas repre-sentantes de diferentes sectores de lasociedad, dieron la posibilidad de ob-tener información cualitativa con res-pecto al fenómeno: valores, actitudesante la vida, percepción del futuro,autopercepción, percepción de losotros.

Los grupos focales de discusión,permitieron también obtener informa-ción cualitativa acerca del fenómeno,adentrarse en la dinámica generada alinterior de los grupos y complementarla información recabada a través de losotros instrumentos.

El hecho de que las investigado-ras participaran en la implementaciónde los programas dirigidos a jóvenesmiembros de pandillas, fue de granimportancia tanto para la aplicación de

'los instrumentos, como para la obser-vación directa del fenómeno. Esto hizoposible ganar un espacio entre los jó-venes y crear fuertes lazos de comuni-cación, lo cual implicó convivir conellos en las calles, presenciar riñas ca-llejeras, apoyarlos para conseguir espa-cios de inserción, visitar a jóvenes pri-vados de libertad en centrosreeducativos o en bartolinas de las al-caldías, visitar a jóvenes hospitalizadosheridos en riñas entre pandillas; demanera tal que, al momento de la apli-cación de los instrumentos, los jóve-nes tuvieron una alta disposición a co-laborar y a proporcionar información.

1D e acuerdo a los resultados

obtenidos en el desarrollode esta investigación, puede afirmarseque la organización de las pandillas enEl Salvador no es un hecho casual. Res-ponde a un proceso histórico, que tie-ne sus orígenes en grupos de amigos oestudiantes que se organizabanesporádicamente para defender el ho-nor de la institución o del barrio. Conel paso del tiempo, la transformaciónde los problemas sociales, políticos yeconómicos ocasionadas en las diver-sas coyunturas, las crecientes dificulta-

des juveniles para insertarse al mundoadulto, y los efectos de la migración ytransculturación, dieron como resulta-do un fenómeno de organización ju-venil sólidamente estructurado, cono-cidos como maras o pandillas.

El estudio deja ver que existe unsinnúmero de factores que llevan a losjóvenes a integrarse en pandillas y adesencadenar comportamientos vio-lentos hacia la sociedad y hacia el in-terior de los mismos grupos. Lamarginación social y económica, lasdificultades familiares, la deserción es-colar, las competencias técnicas míni-mas, el desempleo o subempleo, eldesmedido y no planificado creci-miento urbano, la cultura de violen-cia, la transculturación, entre otrosfactores empujan a los jóvenes a re-construir su identidad en las pandi-llas juveniles.

De tal forma, no puede pensarseen la organización de las pandillascomo producto de la casualidad, nicomo síntoma de personalidades social-mente inadaptadas, ni como resultadode una transculturación espúrea. Lejosde ello, puede afirmarse que se trata deun fenómeno realmente complejo, entanto que sus causas, expresiones y con-secuencias son múltiples y sus caracte-rísticas pluriformes.

A continuación se desarrollaránsintéticamente algunos resultados ob-

Razones de ingreso a la pandilla según estudio 1996 y 2000.(En porcentajes)

11996

• 2000

Vactl Problemas Influencia Falta Protección Otras(amillares amigos comprensión defensa respuestas

Fuente: Santacruz G. y A. Concha-Easlman. Barrio adentro La solidaridad violenta de las pandillas,IUDOP, Univarsldad Centroamericana José Simeón Cañas, OPS y Hommíes Unidos. El Salvador, SanSalvador, 2001.

Indicadores sobre Violencia en El Salvador, PNUD, 2002

Utt

Page 3: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

tenidos a través del estudio el "Fenó-meno de las Pandillas en El Salvador",que ponen de manifiesto la compleji-dad y multicausalidad de esta proble-mática.

Tradicionalmente se ha afirma-do que los jóvenes miembros

de pandillas provienen de familiasdesestructuradas y se ha considerado ala desestruc-turación familiar comouna de las causas de la organización delas pandillas juveniles. De acuerdo a losresultados de esta investigación se ob-serva, que si bien un importante nú-meros de jóvenes miembros de pandi-llas proceden de familias cuyo núcleosocial básico es incompleto, esto no sig-nifica necesariamente que este factorsea la única causa por la cual los jóve-nes se integran a estos grupos. De he-cho, muchos jóvenes miembros de pan-dillas proceden de hogares nucleares,así como también, jóvenes de familiascuyo núcleo social básico es incomple-to no se han incorporado a niaras. Deesta manera se pone en cuestión el mitode la desestructuración familiar comocausa exclusiva que lleva a los jóvenesa integrarse a pandillas.

No sólo la estructura interna delas familias afecta a los jóvenes. Lascondiciones precarias de vida, las ten-

siones provocadas por la acumulaciónde carencias, el exceso de horas que lospadres se ausentan del hogar debido alas responsabilidades laborales, el défi-cit de la calidad del tiempo comparti-do con los hijos, la sobrecarga de res-ponsabilidades materiales y afectivas enla mujer, el hacinamiento, la falta deespacios recreativos, la carencia de ser-vicios básicos, entre otros, "debilitan ala familia" para cumplir con la funciónde atención, protección y contenciónemocional que los niños y jóvenes ne-cesitan para su desarrollo.

Síntesis de algunos factores quedebilitan a la familia como agentesocializador:

Situación de pobreza. Si se rela-ciona el ingreso familiar mensual conel número de personas que habitan enla vivienda, en el caso de las familiasde jóvenes miembros de pandillas,82.9% viven en condiciones de po-breza.

Los principales problemas de lajuventud salvadoreña son la miseria, lapobreza. Por la misma pobreza no sepuede tener una educación mejor, nose puede tener una recreación diferen-te, algo que te mantenga ocupado, algoque te haga soñar diferente, que te ayu-de a ser feliz, a realizar tus fantasías. Lapobreza lo absorbe a uno. Julio

Foto: Thirza Rubalío

Falta de la figura paterna y el re-cargo de las responsabilidades de lamadre (matricentrismo):

O En el 72.7% de los hogares dejóvenes de pandillas la madre es jefa dehogar.

Vivo con mi mamá y dos herma-nos más chicos. No vivo con mi papápor problemas que tuvieron con mimamá, él solo me paga el estudio... peromi mamá nos da la comida, techo, ropay todo. Edgardo.

Cantidad y Calidad de tiempo delos padres de familia o responsablespara atender la formación y los inte-reses de los jóvenes:

Q 52.2% de los jefes de familiatrabajan 6 o 7 días a la semana.

Q 50.7% trabajan de 6 a 9 horasy 33.3 % 9 horas o más.

U 44.7% de los padres de familiade jó venes de pandilla dicen no cono-cer las actividades de tiempo libre desus hijos, frente a un 14. 0% de los pa-dres cuyos hijos no están organizados

en pandillas que afirman conocerlas.

Un problema que tenemos losjóvenes es la falta de comunicación conlos padres, no se tiene mucha compren-sión. Tal vez uno quiere decir algo peroellos van para alguna parte precisos yle dicen a uno: "vení o me decís mástarde, no te ponen atención y por esoen otras personas que no son tu fami-lia hallas refugio. Uno piensa: mis pa-dres no me toman en cuenta, no sepreocupan por mi, salís a la calle yencontrás amigos, empezás a platicarcon ellos y allí se empieza a mezclarcon las niaras... Ricardo.

Violencia intrafamiliar: 8 de cada10 jóvenes entrevistados han sido víc-timas de diferentes hechos de violen-cia intrafamiliar: maltrato físico, psi-cológico, abandono, abuso sexual ymaltrato físico a la madre por parte delpadre.

1

Page 4: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEl Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

Cuando mi papá tomaba no megustaba que le pegara a mi mamá,como yo estaba pequeño no la podíadefender, hubiera estado como estoyahora, quien sabe lo que hubiera pasa-do, ya grande no hubiera dejado queeso pasara. La que la defendía era mihermana mayor y aveces hasta a ella lepegaba, yo me metía pero me sacaba..Manuel.

La interacción de todos estos fac-tores endógenos y exógenos se tradu-cen en una disminución en la capaci-dad familiar de atención, protección ycontención emocional que los niños yjóvenes necesitan para su desarrollo,llevando a los jóvenes a intentar cubrira través de la pandilla, o de otros gru-pos de referencia externos, los vacíosafectivos que esta "familia debilitada"no logra llenar.

El prototipo de las viviendas enque habitan las familias en el

caso estudiado son construcciones desistema mixto. Constan de un área pro-medio de 30 mts2, incluyendo en estepequeño espacio dos habitaciones paradormitorios (aproximadamente 4 mts2cada uno); un área utilizada para sala,comedor y cocina (13.5 mts2); uncuarto de baño con servicios lavables(2.5 mts2) y un patio con el lavadero yla pila (6 mts2). Al relacionar el áreade las viviendas promedio con el nú-mero de personas que las habitan, sededuce que cada miembro de la fami-lia dispone para sí, solo de 3.3 metroscuadrados.

Una de las razones que conduce alos jóvenes a permanecer fuera de suhogar, lo que supone el pertenecer auna mará, podría estar vinculado a estaestrechez de espacios individuales en lasviviendas.

Así mismo, es preciso remarcar laimportante relación entre violenciaintrafamiliar y espacio físico en que

i*¡l'oto: Thirza Riíbaüo

habita la familia, pues la estrechez deespacio es uno de los factores que inci-den en la aparición de comportamien-tos violentos.

Los problemas asociados a las con-diciones urbanísticas se agudizan, siademás de considerar el espacio físicode la vivienda, escenario privado deconvivencia para los miembros de lasfamilias, se toma en cuenta la aglome-ración urbana donde viven las familiasy la carencia en las comunidades dedispositivos sociales, educativos y re-creativos adecuados, alternativos alhogar, que faciliten hábitos de organi-zación mental pautada y continua, quelos entrene en una actividad socialmen-te aceptable.

Ante esta ausencia de opcionesestimulantes en las colonias de residen-cia, la calle se convierte en el espaciopermanente en el cual transcurre la vidade los adolescente y por lo tanto en suprincipal agente socializador, colocán-dolos en una situación de predisposi-ción a formar parte de una pandilla.

Aunque la relación entre urbani-zación y pandillas juveniles es sin dudacompleja, es evidente que el surgi-miento e incremento de este fenóme-no va unido al crecimiento de las gran-des ciudades el cual se caracteriza porel hacinamiento, la estrechez de espa-

cios personales y colectivos, las preca-rias condiciones de vida de sus habi-tantes y la carencia de redes de soporte,social. Este tipo de ciudades constitu-ye detonadores de la violencia.

No es por casualidad que el fenó-meno de las pandillas en El Salvadorse encuentre mucho más acentuado enunos sectores que en otros.

' de ..«dueaeióri . formal: :

LaJ—/aa escuela constituye para losadolescentes un espacio para

la elaboración de la identidad y, juntocon la familia, es una de las principa-les instancias de socialización del niño.Sin embargo, la mayor parte de los jó-venes de pandillas desertan del sistemaeducativo formal antes de haber adqui-rido habilidades básicas esenciales parael trabajo y la integración social. Almomento de la investigación ocho de.cada diez jóvenes no estudiaban y elpromedio de escolarización alcanzadoera 8° grado.

Cuando el joven abandona o esexpulsado de la escuela carece de ins-tancias de socialización disponible, antelo cual la pandilla se constituye en laalternativa que le permite cubrir el va- ;

cío que la escuela y la familia debilita-da no logran llenar. \

21

Page 5: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEl Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

laboral

Cuando se realizó este estudio,siete de cada diez jóvenes no

tenían trabajo y los que realizaban al-

guna actividad, estaban insertos en lossegmentos más deteriorados del mer-cado laboral, donde no adquieren

nuevas cualificaciones. Se trataba detrabajos esporádicos sin ningún tipo

de prestaciones, ni garantías de con-tinuidad.

Un montón de veces, trabaje enun camión que iba para Guatemala atraer babosadas y todo, fui como dosveces, de allí estuve trabajando en uncamión de sal que íbamos a traer saladelante de San Miguel y también es-tuve trabajando de destapar los servi-cios de aquí de la escuela... Gerardo.

Estos tipos de trabajos constitu-yen factores desorganizadores en la vidade los jóvenes, les impiden proyectarseal futuro y hacer planes para la vida.En la práctica son una respuesta a lasnecesidades inmediatas de los jóvenespero, en realidad, a largo plazo perpe-túan la pobreza en tanto se conviertenen adultos que sólo pueden acceder atrabajos no calificados y mal pagados.

Dificultades en laformación

de la identidad

Al analizar la información ver-tida en las entrevistas y en los

grupos focales de discusión, salen a laluz numerosos factores que entorpecenel difícil proceso de conformación deidentidad. En primer lugar, la totalidadde los jóvenes coincidió en que los fac-tores propios del entorno familiar, comola falta de comunicación en el hogar,falta de confianza en los padres, falta deamor, constituyen las principales difi-cultades por las que atraviesan los niñosy adolescentes. Ocho de cada diez jóve-nes entrevistados han sufrido hechos deviolencia intrafamiliar.

Se encontró que un alto porcen-taje de jóvenes miembros de pandillascrecieron en ambientes hostiles y fue-ron objeto de desvalorización en suhogar y en su comunidad, lo cual fa-voreció la construcción de unaautoimagen sumamente negativa y unaestima personal muy deteriorada.

Lo peor que me pasó, la verdadno me gusta recordarlo, fue una vez quemi papá me escupió la cabeza. Aunqueya está muerto no me gusta acordar-me; pero no lo voy a olvidar, rencor nosiento pero siempre se siente un poco.Manuel

Estas situaciones vividas por losjóvenes durante su desarrollo, no faci-litan la adquisición de una autoimagenpositiva; por el contrario, generan unafalta de identidad aceptable.

Otro aspecto que dificulta el pro-ceso de conformación de la identidades la carencia de modelos positivos deidentificación tanto al interior de lafamilia como en la comunidad. Dehecho 7 de cada 10 jóvenes entrevista-dos no lograron identificar modelospositivos para la juventud.

La necesidad de los jóvenes de serreconocidos y valorados los conduce apreferir ser alguien temido, violento eincluso muerto, que no ser nadie, locual se intenta satisfacer de modo co-lectivo a través de las pandillas.

Apoyándose en roles de identifi-cación que le son accesibles a través delgrupo: el drogadicto, el marero, y otros,los jóvenes experimentan que sus ca-racterísticas personales y sociales noconstituyen un impedimento para suautoafirmación y adquieren un senti-miento de seguridad.

El reconocimiento yestigmatización de los jóvenes comodrogadictos, delincuentes, pandilleros quefrecuentemente se realiza, puede llevara que los jóvenes que se encuentran enriesgo social dediquen sus energías atransformarse en lo que la sociedadmanifiesta y espera de ellos. Por lo tan-to, calificar a un joven de delincuentea menudo contribuye a que desarrollepautas permanentes de comportamien-tos indeseables.

Un aspecto importante de resaltares que cuando el medio social ofrece a

\22

Page 6: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

los jóvenes oportunidades de concretarsus proyectos, alcanzar un reconoci-miento y encontrar en su presente unaposibilidad de forjar su futuro; puedenrevisar la elaboración de su identidadnegativa y pasar a un proceso de recons-trucción de identidad positivo. Procesoque le permite elevar su autoestima,consolidar valores, proponerse metas,proyectar lo que quiere llegar a ser ymantener la capacidad de esperar eltiempo necesario para alcanzarlo.

Los jóvenes que ahora pertene-cen a pandillas crecieron y es-

tán inmersos en un contexto impreg-nado de violencia. Han sido víctimasde circunstancias violentas de carácterpolítico, social, económico, cultural ypersonal.

Las principales formas de violen-cia que han vivido estos jóvenes estánrelacionadas con: conflicto armado,violencia intrafamiliar, violencia deri-vadas de la misma situación de pobre-za y exclusión social en que viven, men-sajes trasmitidos a través de los mediosde comunicación, entre otros.

La historia personal de cada unode los jóvenes que integran las pandi-llas constituye un reflejo del contextosocial salvadoreño con todo el peso desu historia. Contexto caracterizado porresiduos del conflicto armado, pobre-za, exclusión social, discriminación degrupos vulnerables, violenciaintrafamiliar, y una amplia gama deproblemas sociales.

Cuando yo tenía 7 años, un tío seaprovechó de mi sexualmente. A ese tíoes al que yo quería matar y a quien yobusqué para matar... Cuando era chi-quita me amenazó, me puso el corvoen el cuello y me dijo que me iba aarrancar la cabeza, yo le dije que mematara, no tenía papá, no tenía mamáy mi abuela que mucho jodia ¿porquien iba a vivir, un favor me iba ahacer. No lo hizo, eso me despertó unagran furia y rencor hacia él. Paty

Me quedé sin padre por la ondade la guerra, el era militar, lo llegarona sacar de la casa todo eso lo tengo biengrabado en mi memoria como si fueraun cassette de vídeo, yo me acuerdo detodito, estaba pequeño, pero me acuer-do mejor de eso que de mi mamá. Delcuerpo, la cara de ella me acuerdo, perolas cosas que hacíamos juntos no meacuerdo. Nos dejó malas huellas la gue-rra, porque me dejó sin padres, a la casalo llegaron a traer. A mi abuelo lo lle-garon a matar a la casa también, mimamá cuando vio eso del susto se en-fermó y se murió, al año mataron a mipapá, fue un golpe duro para mi abue-la, hasta la fecha todavía extraña a mimamá, me dice "era una de las mejores

hija que he tenido". Mi abuela es todami familia. Ricardo

Cuando yo era pequeño mi mamáme regaló a mi abuelo que era un granbolo y cuando murió me fui con unostíos, ellos hacían lo que querían con-migo, me trataba como un perro. Y sesiente duro porque yo estaba pequeñopero me recuerdo porque a quien se lehace no se le olvida y el que lo hace sele olvida. A mi me servían arroz y fri-joles y ellos comían pollo , me servíanla comida en el plato con un montónde chuchos y a mi me daba sentimien-to. A las cinco de la mañana me levan-taban a barrer el patio. Yo me sentíadespreciado, me sentía solo. Me pega-ban mucho. Antonio

Persona o grupo de quienes los jóvenes recibieron la agresión, segúnsexo. Año 2000.

El Mujeres

m Hombres

Pandilla PNC Persona Homeboys/ Otras Norival particular misma respuestas responda

parid üía

Fuente: Saníacruz G, y A. Concha-Eastman. Barría adentro La solidaridad violenta de las pandillas,IUDOP, Universidad Centroamericana José Simeón Cañas. OPS y Hommies Unidos. El Salvador SanSalvador, 2001.

Indicadores sobre Violencia en El Salvador, PNUD, 2002

23

Page 7: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

La mayoría de jóvenes de pandi-llas venimos de clase social baja, conuna vida agitada, parejas que se sepa-ran, alcoholismo, ladronismo, prosti-tución; por eso desatamos nuestra fu-ria en las pandillas. Manuel

La violencia aparece como resul-tado de un proceso que lleva a los ni-ños, niñas y adolescentes a utilizarla demanera privilegiada en las relacionesque establecen, dándole de esta formacontinuidad al círculo de la violencia.

Los y las jóvenes han procesado laviolencia y la devuelven a la sociedad

bajo tres formas:

Q hacia sí mismo, en forma de

conductas autoagresivas tales comodrogadicción, exposición directa de sus

vidas en enfrentamientos con pandi-llas rivales, uso de tatuajes, entre otras;

O hacia el interior de su propio

grupo, a través de la dinámica que se

desarrolla entre sus miembros;

Q en las relaciones que establece

con otros grupos tales como pandillas

rivales, autoridad, etc.

Un aspecto que resulta fundamen-

tal considerar al abordar la problemá-

tica de la violencia es la diferencia en-tre las categorías de violencia y delin-

cuencia, las cuales muy frecuentemen-

te son utilizadas como sinónimos. A

este respecto puede decirse que delin-cuencia se refiere a la acción de come-

ter un delito, el cual está tipificado

como tal en el Código Penal de cada

país. Si bien el delito es una forma de

expresión de la violencia, esta última

puede manifestarse de muchas otrasmaneras, que no constituyen en sí mis-

mas un delito.

Las pandillas o maras constitu-yen un mecanismo de expre-

sión para los jóvenes y una reacción

contestataria frente a la violencia coti-diana en que ellos se desenvuelven.

En las zonas urbanas marginalesdonde las opciones estimulantes parael tiempo libre son escasas o directa-mente inexistentes; donde las posibi-lidades para el desarrollo de las po-tencialidades son limitadas, los espa-cios personales en las vivienda son re-ducidos y las principales instancias desocialización se encuentran debilita-das, la pandilla se constituye para losniños, niñas y adolescentes en la úni-ca alternativa de socialización a su al-cance y en la opción de recreación másatractiva.

A este respecto, las principales fun-ciones que intentan cumplir las pan-dillas son: proporcionar los recursospara satisfacer las carencias afectivasque tienen los jóvenes al interior de lafamilia, la escuela y la comunidad;constituir un espacio en el que com-parten experiencias y encuentran elapoyo que necesitan para enfrentar losproblemas de la vida cotidiana y ofre-cerles la oportunidad para sentirse in-corporados, aceptados y reconocidospor la sociedad.

Las pandillas responden a una ló-gica que empuja a los jóvenes a crearespacios propios y conductas alterna-tivas las cuales, la mayoría de las veces,

son contrarias a las expectativas im-puestas por la sociedad.

Debe destacarse que la pandilla noes en sí una organización delictiva, sibien algunos de sus miembros son de-lincuentes ocasionales no se deben con-fundir con bandas de crimen organi-zado, hecho muy frecuente en el me-dio social. Aunque podría plantearseuna especie de circuito de riesgo quetransita de grupos de amigos de colo-nia a pandillas y posteriormente a ban-das, este razonamiento no puede ge-neralizarse a todos los grupos en tantono constituye una lógica predetermi-nada ni existe una causalidad compro-bada.

Considerar que todo grupo natu-ral de amigos se transforma en pandi-llas o que todas las pandillas pasan aconformar bandas, es una lectura equi-vocada que, por un lado estigmatiza alos miembros de maras como delin-cuentes y por otro lleva a identificarrespuestas de carácter represivo paraabordar la problemática.

, 'Perfil; PÜ !o§•miembros • tíe-•;. ; . : : ' - .entrev¡stados

P ese a que el estudio no tuvopor objetivos elaborar una

tipificación de los jóvenes de pandillas,se presentan a continuación algunos de

|24

Page 8: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEi Fenómeno de las Pandillas en Ei Salvador

los factores que conforman parte del per-fil de los integrantes de estos grupos.

Perfil- de los jóvenes en pandillas:

3 de cada 10 jóvenes entrevistados son de-portados de los Estados Unidos.

9 de cada 10 jóvenes son del sexo masculi-

• Edad promedio: 17 años.

• Edad promedio de ingreso a las pandillas:14 años.

• 8 de cada 10 jóvenes entrevistados no estu-dia actualmente.

• Promedio de escolarización: 8° grado de edu-cación básica.

• 7 de cada 10 no trabajaba al momento de lainvestigación.

• 9 de cada 10 jóvenes consumen o han con-sumido algún tipo de droga o alcohol.

• 6 de cada 10 vivieron de manera directa elconflicto armado: muerte de familiares cer-canos, destrucción de la vivienda por bom-bardeos.

• 8 de cada 10 proceden de hogares en los quese registran hechos de violencia.

La totalidad de los jóvenes entrevistados re-sidentes de las periferias de San Salvador yde otras ciudades del interior del país.

• 7 de cada 10 no lograron identificar a nin-guna persona de la comunidad y familiacomo modelo positivo.

• 3 de cada 10 jóvenes considera como mode-los positivos a jóvenes de su pandilla o deotras que lograron disminuir la actividadpandilleril.

• 3 de cada 10 de los jóvenes consideran quelas pandillas constituyen modelos negativospara la juventud, incluyéndose ellos mismos.

• 9 de cada 10 de los jóvenes entrevistadosquieren dejar la violencia. "Calmarse de su

vida pandilleril".

*Los datos recaudos coinciden con una en-cuesta realizada por el Instituto de Opinión pú-blica de la Universidad Centroamericana "JoséSimeón Cañas" (IUDOP- UCA), en coordina-

ción con Radda Barneny Homies Unidos

Persona o grupo hacia quienes fue dirigido el último hecho de violenciadel pandillero. Año 2000.

19%63%

• Pandillero rival • Gente en la calle B Personas de la comunidadB Policía • No se ha involucrado en violencia • Otras respuestas

Fuente: Santaeruz O. y A. Concha-Eastman. Barrio admiro La sottdariü/ati violenta de las pandillas.IUDOP, Universidad Centroamericano José Simeón Cañas, OPS y Hommies Unidos El Salvador. SanSalvador, 2001.

Indicadores sobre Violencia en El Salvador, PNUD, 2002

El hecho que 9 de cada 10 jóve-nes entrevistados manifiesten que de-sean cambiar es sumamente alentador.Sin embargo, debe considerarse que lamayor parte de los jóvenes organizadosen pandillas se desenvuelven en mediossociales que les brindan pocas oportu-nidades de desarrollar sus potencialida-des y concretar sus aspiraciones lo cualles dificulta proyectarse hacia el futuro.

Aunque los jóvenes aspiran dismi-nuir su actividad pandilleril e insertar-

se productivamente en el medio social,no cuentan con un apoyo material y

moral que les permita alcanzarlo. Asímismo, temen en el intento de cam-

bio, perder a la pandilla la cual consi-deran el único apoyo que poseen.

E l fenómeno de las pandillases realmente complejo. En él

convergen factores estructurales y co-

yunturales. Sus causas, modalidadesde expresión y consecuencias son múl-tiples por lo que comprenderlo impli-

ca introducirse en una serie de facto-res que exceden a su apreciaciónfenoménica.

De hecho, la juventud forma par-

te de una sociedad y los problemas que

afectan a este grupo generacional, searticulan con mayor o menor depen-

dencia al conjunto de problemas del

medio social, a la estructura económi-ca y a la situación política, donde estos

jóvenes están inmersos.

Solo a través de una reflexión conuna visión integral, que trascienda laperspectiva individual y que tome encuenta los procesos acelerados de ur-banización, el efecto de los macro ymicro procesos sociales y económicos,el mercado laboral, las reglas que rigenel juego político del país, la compleji-dad de la conformación de la identi-dad, las diferencias de género, la histo-ria de la violencia de la cultura, latransculturación producto de las mi-graciones poblacionales, especialmen-te a Estados Unidos y las posterioresdeportaciones, entre otras, dará la po-sibilidad de identificar las causas pro-fundas de la problemática.

Los jóvenes no nacen violentos, sehacen en contextos violentos. De talforma que el análisis, la comprensióny las soluciones del fenómeno de laspandillas juveniles no pueden limitar-

se exclusivamente a las esferas de la se-guridad pública.

Mientras se desatienda el origenmulticausal del fenómeno de las pan-

25

Page 9: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

La mayoría de jóvenes de pandi-llas venimos de clase social baja, conuna vida agitada, parejas que se sepa-ran, alcoholismo, ladronismo, prosti-tución; por eso desatamos nuestra fu-ria en las pandillas. Manuel

La violencia aparece como resul-tado de un proceso que lleva a los ni-ños, niñas y adolescentes a utilizarla demanera privilegiada en las relacionesque establecen, dándole de esta formacontinuidad al círculo de la violencia.

Los y las jóvenes han procesado laviolencia y la devuelven a la sociedad

bajo tres formas:

O hacia sí mismo, en forma de

conductas autoagresivas tales comodrogadicción, exposición directa de sus

vidas en enfrentamientos con pandi-llas rivales, uso de tatuajes, entre otras;

Q hacia el interior de su propio

grupo, a través de la dinámica que se

desarrolla entre sus miembros;

Q en las relaciones que establece

con otros grupos tales como pandillas

rivales, autoridad, etc.

Un aspecto que resulta fundamen-

tal considerar al abordar la problemá-

tica de la violencia es la diferencia en-tre las categorías de violencia y delin-

cuencia, las cuales muy frecuentemen-

te son utilizadas como sinónimos. Aeste respecto puede decirse que delin-

cuencia se refiere a la acción de come-

ter un delito, el cual está tipificado

como tal en el Código Penal de cada

país. Si bien el delito es una forma de

expresión de la violencia, esta última

puede manifestarse de muchas otrasmaneras, que no constituyen en sí mis-

mas un delito.

contestataria frente a la violencia coti-diana en que ellos se desenvuelven.

En las zonas urbanas marginalesdonde las opciones estimulantes parael tiempo libre son escasas o directa-mente inexistentes; donde las posibi-lidades para el desarrollo de las po-tencialidades son limitadas, los espa-cios personales en las vivienda son re-ducidos y las principales instancias desocialización se encuentran debilita-das, la pandilla se constituye para losniños, niñas y adolescentes en la úni-ca alternativa de socialización a su al-cance y en la opción de recreación másatractiva.

A este respecto, las principales fun-ciones que intentan cumplir las pan-dillas son: proporcionar los recursospara satisfacer las carencias afectivasque tienen los jóvenes al interior de lafamilia, la escuela y la comunidad;constituir un espacio en el que com-parten experiencias y encuentran elapoyo que necesitan para enfrentar losproblemas de la vida cotidiana y ofre-cerles la oportunidad para sentirse in-corporados, aceptados y reconocidospor la sociedad.

Las pandillas responden a una ló-gica que empuja a los jóvenes a crearespacios propios y conductas alterna-tivas las cuales, la mayoría de las veces,

son contrarias a las expectativas im-puestas por la sociedad.

Debe destacarse que la pandilla noes en sí una organización delictiva, sibien algunos de sus miembros son de-lincuentes ocasionales no se deben con-fundir con bandas de crimen organi-zado, hecho muy frecuente en el me-dio social. Aunque podría plantearseuna especie de circuito de riesgo quetransita de grupos de amigos de colo-nia a pandillas y posteriormente a ban-das, este razonamiento no puede ge-neralizarse a todos los grupos en tantono constituye una lógica predetermi-nada ni existe una causalidad compro-bada.

Considerar que todo grupo natu-ral de amigos se transforma en pandi-llas o que todas las pandillas pasan aconformar bandas, es una lectura equi-vocada que, por un lado estigmatiza alos miembros de maras como delin-cuentes y por otro lleva a identificarrespuestas de carácter represivo paraabordar la problemática.

erfil • dle:: fes Jóvenei.:

P ese a que el estudio no tuvopor objetivos elaborar una

tipificación de los jóvenes de pandillas,se presentan a continuación algunos de

Las pandillas o maras constitu-yen un mecanismo de expre-

sión para los jóvenes y una reacción

24

Page 10: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEi Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

los factores que conforman parte del per-fil de los integrantes de estos grupos.

Perfil de los jóvenes en pandillas:

3 de cada 10 jóvenes entrevistados son de-portados de los Estados Unidos.

9 de cada 10 jóvenes son del sexo masculi-

• Edad promedio: 17 años.

• Edad promedio de ingreso a las pandillas:14 años.

• 8 de cada 10 jóvenes entrevistados no estu-dia actualmente.

• Promedio de escolarización: 8° grado de edu-cación básica.

• 7 de cada 10 no trabajaba al momento de lainvestigación.

• 9 de cada 10 jóvenes consumen o han con-sumido algún tipo de droga o alcohol.

• 6 de cada 10 vivieron de manera directa elconflicto armado: muerte de familiares cer-canos, destrucción de la vivienda por bom-bardeos.

• 8 de cada 10 proceden de hogares en los quese registran hechos de violencia.

La totalidad de los jóvenes entrevistados re-sidentes de las periferias de San Salvador yde otras ciudades del interior del país.

• 7 de cada 10 no lograron identificar a nin-guna persona de la comunidad y familiacomo modelo positivo.

• 3 de cada 10 jóvenes considera como mode-los positivos a jóvenes de su pandilla o deotras que lograron disminuir la actividadpandilleril.

• 3 de cada 10 de los jóvenes consideran quelas pandillas constituyen modelos negativospara la juventud, incluyéndose ellos mismos.

• 9 de cada 10 de los jóvenes entrevistadosquieren dejar la violencia. "Calmarse de suvida pandilleril".

*Los datos recogidos coinciden con una en-cuesta realizada por el Instituto de Opinión pú-blica de la Universidad Centroamericana "JoséSimeón Cañas" (IUDOP- UCA), en coordina-

ción con Radda Barneny Homies Unidos

Pereona o grupo hacia quienes fus dirigido el último hecho de violenciadel pandillero. Año 2000.

19%63%

• Pandillero rival « Gente en la cate • Personas de la comunidadB Policía • No se ha involucrado en violencia • Otras respuestas

Fuente: Santacruz 6. y A. Corwha-Eastman, Barrio adentro La solidaridad violenta de las pandillas.IUDOP, Universidad Centroamericano José Simeón Cañas, OPS y Hommies Unidos El Salvador. SanSalvador, 2001.

Indicadores sobre Violencia en El Salvador, PNUD, 2002

El hecho que 9 de cada 10 jóve-nes entrevistados manifiesten que de-sean cambiar es sumamente alentador.Sin embargo, debe considerarse que lamayor parte de los jóvenes organizadosen pandillas se desenvuelven en mediossociales que les brindan pocas oportu-nidades de desarrollar sus potencialida-des y concretar sus aspiraciones lo cualles dificulta proyectarse hacia el futuro.

Aunque los jóvenes aspiran dismi-

nuir su actividad pandilleril e insertar-se productivamente en el medio social,no cuentan con un apoyo material y

moral que les permita alcanzarlo. Asímismo, temen en el intento de cam-

bio, perder a la pandilla la cual consi-deran el único apoyo que poseen.

E l fenómeno de las pandillases realmente complejo. En él

convergen factores estructurales y co-

yunturales. Sus causas, modalidadesde expresión y consecuencias son múl-tiples por lo que comprenderlo impli-

ca introducirse en una serie de facto-

res que exceden a su apreciaciónfenoménica.

De hecho, la juventud forma par-

te de una sociedad y los problemas que

afectan a este grupo generacional, searticulan con mayor o menor depen-

dencia al conjunto de problemas del

medio social, a la estructura económi-

ca y a la situación política, donde estosjóvenes están inmersos.

Solo a través de una reflexión conuna visión integral, que trascienda laperspectiva individual y que tome encuenta los procesos acelerados de ur-banización, el efecto de los macro ymicro procesos sociales y económicos,el mercado laboral, las reglas que rigenel juego político del país, la compleji-dad de la conformación de la identi-dad, las diferencias de género, la histo-ria de la violencia de la cultura, latransculturación producto de las mi-graciones poblacionales, especialmen-te a Estados Unidos y las posterioresdeportaciones, entre otras, dará la po-sibilidad de identificar las causas pro-fundas de la problemática.

Los jóvenes no nacen violentos, sehacen en contextos violentos. De talforma que el análisis, la comprensióny las soluciones del fenómeno de laspandillas juveniles no pueden limitar-

se exclusivamente a las esferas de la se-guridad pública.

Mientras se desatienda el origenmulticausal del fenómeno de las pan-

25

Page 11: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en Ei Salvador

dulas juveniles y se perciba aislado de

la competencia de todos los sectores de

la sociedad, las propuestas de solución

se limitarán a intervenciones puntua-

les que no se acercaran de ninguna

manera a las respuestas que requiere el

problema.

La visión fragmentada de la pro-

blemática de las pandilla llevan a gas-

tar recursos y esfuerzos que se limitan

a enfrentar las consecuencias manifies-

tas desatendiendo las causas.

Para obtener un impacto en la pro-

blemática, las respuestas deben ser parte

de un proceso complejo, que implique

transformaciones del contexto dirigi-

das a proteger integralmente a todos

los niños y adolescentes, asegurándo-

les los derechos a la salud, la educación,

la cultura, la recreación, el respeto, la

dignidad, la profesionalización, la ar-

mónica convivencia familiar y comu-

nitaria, protegiéndolos de la discrimi-

nación y la violencia. Lo cual es un

deber de la familia, la sociedad y el

Estado.

' I

Para plantearse respuestas a la

problemática de la violencia

juvenil es imprescindible partir de la

comprensión y aceptación que se trata

de un problema verdaderamente com-

plejo arraigado en el entramado social

y que para su abordaje se requiere de la

participación comprometida de todos

los sectores de la sociedad.

Es importante que los organismos

gubernamentales asuman su rol rector

y conductor de un proceso concertado

que lleve al diseño e implementación

de políticas públicas en beneficio de la

niñez, adolescencia y familia del país.

En este proceso es importante la parti-

cipación comprometida de todos los

sectores de la sociedad civil incluyen-

do los beneficiarios directos.

Estas políticas deberán dar eleva-da prioridad a los planes y programasbasados en la protección integral detodos los niños, niñas y adolescentes,trascendiendo las intervenciones diri-gidas a grupos específicos de riesgo, yorientarse a responder a sus necesida-des y vulnerabilidad psicosocial.

Ninguna organización o iniciati-va individual podrá ofrecer una solu-ción completa a la problemática, de talforma que será necesario concretar laspolíticas en un plan nacional queinvolucre a la sociedad en su conjun-to: organismos gubernamentales, nogubernamentales, empresa privada,gremiales, medios de comunicaciónsocial, iglesias, agencias de cooperación,universidades, comunidad y los propiosjóvenes.

Una estrategia que posibilitaría laconcreción del plan nacional de aten-ción a la niñez y juventud es que losgobiernos locales asuman el liderazgoen su implementación, lo cual suponela descentralización de recursos técni-cos y financieros necesarios.

Es de fundamental importanciaque en las comunidades existan espa-cios para la recreación, deporte, cultu-ra, tales como bibliotecas, centros decómputos, talleres, etc. Iniciativas a lasque los jóvenes tengan fácil acceso y

cuyo objetivo, más allá de constituiruna distracción para los jóvenes, seaestimular el desarrollo del individuo,complementar la adquisición de cono-cimientos que brinda la escuela formaly favorecer la reinserción de quieneshan desertado del sistema educativo.

Para esto es necesario que los go-biernos locales impulsen en las comu-nidades el establecimiento de serviciosy programas preventivos que respon-dan a las necesidades, problemas, in-tereses, inquietudes especiales de losniños, niñas y adolescentes, y/o pro-mueva el fortalecimiento de los yaexistentes.

Un recurso para atender las nece-sidades de la niñez y juventud, puedeser la conformación en las comunida-des de redes locales, integradas por lasorganizaciones gubernamentales y nogubernamentales que trabajan en elsector, la comunidad organizada, lasfamilias y los mismo jóvenes. Estas re-des podrían tener la función de identi-ficar los factores de riesgo que afectana los niños y jóvenes, generar espaciospara la discusión de los problemas queles afectan, promover un acercamien-to intergeneracional, impulsar accio-nes participativas que beneficien a estesector de población, así como gestio-nar recursos para impulsar nuevosproyectos.

. . .¡

|28

Page 12: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEl Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

Otra práctica que puede ser deimpacto es la creación en los niveleslocales de organizaciones juveniles queparticipen en forma voluntaria en lagestión e implementación de proyec-tos de desarrollo comunitario. De ma-nera que jóvenes miembros de pandi-llas, en conflicto con la ley o en otrassituaciones de riesgo social puedaninteractuar con otros jóvenes de la co-munidad e integrarse de manera po-sitiva.

Estas estrategias solo podrán lle-varse a cabo si el gobierno central yotras instituciones proporcionan apo-yo financiero y técnico a las organiza-ciones locales que impulsan proyectosdirigidos a mejorar las condiciones devida de los niños, niñas y adolescentesen las comunidades.

Para prevenir el problema de laorganización y difusión de las pandi-llas juveniles se deberá otorgar priori-dad a las necesidades de la familia yde todos sus miembros. Esto requierela aplicación de medidas encaminadasa eliminar la pobreza para que las fa-milias puedan enfrentar por sí mismasla satisfacción de sus necesidades y lasolución de sus problemas.

El gobierno deberá promover unapolítica que permita a los niños creceren un ambiente familiar de tranquili-dad y bienestar, priorizando el mejo-ramiento del entorno económico, so-cial, cultural y relacional en que se de-sarrolla la vida familiar.

í'oio: TUrzíí Ruballo

Conjuntamente con la imple-mentación de medidas tendientes amejorar las condiciones de vida fami-liar, se deberán impulsar programas deeducación en aspectos referidos a susfunciones, relaciones de pareja, educa-ción y salud de los niños, entre otros,con el objeto de mejorar la calidad delos vínculos intrafamiliares y de preve-nir la violencia en el hogar.

A nivel local, una estrategia quepodría ser útil para responder a la pro-blemática de las pandillas es que la fa-milia, especialmente los padres o res-ponsables de los jóvenes involucrados,asuman, por ejemplo a través de la or-ganización de grupos de apoyo y re-flexión, un papel activo y dinámico enel análisis del fenómeno y en la bús-queda de soluciones.

Es necesario que la fa-milia recupere la capacidadpara asumir eficazmente supapel socializador, de tal for-ma que mantenga su fun-ción como educadora delafecto y de la vida.

Garantizar el acceso ypermanencia de todos losniños, niñas y jóvenes alsistema de educación for-mal, es una de las medidas

más eficaces para prevenir y hacerfrente al fenómeno de las pandillasjuveniles.

Para lograr esto, el sistema escolardebe ofrecer a los jóvenes oportunida-des atractivas y relacionadas a sus ne-cesidades cotidianas, fomentar un mo-delo pedagógico que incentive la par-ticipación activa y eficiente de loseducandos; implementar actividadesextra curriculares que sean de interéspara los jóvenes. Así mismo debe pres-tar una atención especial para queaquellos jóvenes que se encuentran ensituación de riesgo de ingresar a pan-dillas no abandonen la escuela.

Los programas de estudio, méto-dos y criterios didácticos utilizados entodas las escuelas, deben estar acordesa los niveles más elevados de calidad yprofesionalismo, de manera tal, queofrezcan a los estudiantes la posibili-dad de desarrollar al máximo sus po-tencialidades y de insertarse al compe-titivo y exigente mercado laboral ac-tual. Así como también, construir unautoconcepto positivo, una consisten-te autoestima y una fuerte confianzaen sí mismo.

Para alcanzar mejores resultados,los centros educativos deben trabajaren cooperación con los padres de fa-milia, organizaciones comunitarias yotras instituciones que desarrollen ac-

27

Page 13: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en El Salvador

tividades con jóvenes, a fin de procu-rar un ambiente que estimule el acom-pañamiento y apoyo de los diferentessectores al proceso educativo.

Por otro lado; es indispensable quelas escuelas promuevan actividades quealienten a los jóvenes a comprender yrespetar diferentes opiniones y puntosde vista, entablar diálogos abiertos, to-lerar las diferencias e identificar formasinnovadoras de resolución de conflic-tos alternativos a la violencia.

Sería importante que se reflexio-ne sobre las medidas disciplinariasadoptadas por los centros educativospara enfrentar la problemática de laspandillas, que se analicen las conse-cuencias de medidas como la expulsióny que se consideren alternativas ten-dientes a incidir sobre las causas másprofundas del fenómeno.

Es importante generar oportuni-dades de inserción laboral para los jó-venes que sean dignas, no obstaculicenla educación formal y no conlleven ries-gos que interfieran en su proceso dedesarrollo.

'': ": "'•' :-•.': 1

:.; I MB'""' '" i:,:,::

.,128

A este respecto se debe remarcarque en ningún momento se trata deelegir entre inserción laboral o educa-ción formal, sino que es necesario bus-car, a corto plazo, alternativas en lascuales el trabajo constituya un incen-tivo para que el joven permanezca enla escuela. Si esto no se garantiza, eltrabajo lejos de ser una oportunidadque le permita al joven salir de la si-tuación de marginalidad, refuerza laexclusión social.

El trabajo debe ser consideradosiempre un instrumento de educacióny una forma de promover el respeto deljoven por sí mismo como preparaciónpara su inserción en la sociedad.

El reto a mediano y largo plazo,es promover un crecimiento económi-co de las familias basado en el trabajo;incrementar el acceso de la poblacióncon mayores necesidades a los recursosproductivos y a los servicios básicos ygarantizar una adecuada proteccióneconómica y social de toda la pobla-ción. Las mejoras que la aplicación deestas medidas traigan a las familias, ten-drán un impacto en el comportamien-to de los niños y jóvenes.

La revisión de la política de desa-rrollo urbano es un aspecto importan-te en la búsqueda de respuestas al fe-nómeno de las pandillas juveniles.

Las estrategias de planificaciónurbana deben tomar en cuenta el bien-estar integral de las familias, tanto enlo que se refiere a la construcción delas viviendas como de los espacios co-lectivos.

Se debe tener en cuenta que la vi-vienda es el lugar de convivencia coti-diana de los grupos familiares, de talforma que su diseño debe contemplarel espacio y distribución necesarios, quede la posibilidad para que sus habitan-tes desarrollen una adecuada vida fa-miliar y les brinde al menos un míni-mo de privacidad, lo cual es importante

para el desarrollo de las relaciones ar-mónicas y la prevención de la violen-cia y el abuso.

Es imprescindible también que lasurbanizaciones posean lugares colecti-vos que ayuden a las familias a asumirde mejor forma la escasez de espaciosen sus viviendas. Esto requiere que seconsideren áreas para la construcciónde sitios recreativos, canchas deporti-vas, juegos infantiles, casas comunales,de la cultura, bibliotecas, áreas verdes,entre otras.

El trabajo con niños y jóvenes nodebe enfocarse en grupos específicos,sino en la totalidad de población enesta edad, dando énfasis a los gruposvulnerables.

El objetivo primordial de estetipo de trabajo debe ser garantizar elcuidado, protección, educación y for-mación profesional, de los niños, ni-ñas y jóvenes a fin que desempeñenun papel constructivo y productivo enla sociedad.

Las diferentes instituciones debe-rían reflexionar sobre el rol que cadauna de ellas asumió hasta hoy frente ala problemática de la violencia juvenile iniciar un proceso que lleve areplantearse en conjunto una estrate-gia acorde a la complejidad de las cau-sas, consecuencias y modalidades deexpresión del fenómeno.

Este proceso de transformacióndebe fundamentarse en la concepciónde la persona como una unidadrelacional en tanto que el individuo sedefine por la red de relacionesinterpersonales que establece.

Es necesario que la sociedad ofrez-ca a todos los jóvenes, especialmente alos que se encuentran en situación devulnerabilidad, esperanzas para unfuturo mejor, a través de oportunida-des concretas de desarrollo que les per-mitan elaborar un proyecto de vida,proponerse metas de acuerdo a susintereses y potencialidades. Esto les

Page 14: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El SalvadorEl Fenómeno de las Pandillas en -El Salvador

abrirá la posibilidad de lograr unaaceptación personal, autovalorarse po-sitivamente y encontrar un sentido asus vidas.

Para dar una respuesta de calidada la problemática de las pandillas de-ben fomentarse cotidianamente en lasociedad vínculos más armónicos en-tre generaciones, género e institucio-nes, a través de la implementación deformas de resolución de conflictos al-ternativos a la violencia y del fomentode una actitud de tolerancia frente alas diferencias.

Al plantearse programas en losque participaran jóvenes miembros depandillas, lejos de intentar desarticu-lar a la mará, deben introducirse ele-mentos que tiendan a transformar sudinámica en fuerzas constructivas quebeneficien al joven, al grupo y a la co-munidad.

Así mismo puede ser de utilidadcontar para su implementación, conel apoyo de personas que han vividoexperiencias similares, lo cual atrae alos jóvenes, por el proceso de identi-ficación que se genera. Estas personas,que de preferencia deben ser contra-tados por la instancia responsable delprograma, necesitarán de formacióny acompañamiento por parte de per-sonal técnico.

Para la implementación de pro-gramas dirigidos a niños, niñas yjóvenes es necesario contar con re-cursos humanos debidamente capa-citados.

Es importante que maestros, agen-tes de policía, promotores, padres defamilia y voluntarios de la comunidad,que establecen diariamente contactoscon niños, niñas y jóvenes en riesgosocial, reciban instrucción y capacita-ción especializada, que les permitacomprender la complejidad de la pro-blemática a la que esta población seenfrenta y adoptar medidas acordes ala misma.

Por otro lado, es necesario hacerun gran esfuerzo en el desarrollo denuevas capacidades, no solo para en-tender e implementar los programas deatención a la niñez y la juventud, sinotambién para comprometerse con eltrabajo. Esto podrá lograrse a través deamplios e integrales procesos de capa-citación.

Para mejorar la calidad del traba-jo con jóvenes es necesario el intercam-bio de información, experiencias y co-nocimientos técnicos obtenidos a tra-vés de programas relacionados con laprevención y abordaje de los proble-mas de la juventud desarrollados a ni-vel nacional y de otros países.

Esta práctica permitirá a las insti-tuciones conocer los servicios y progra-mas que se desarrollan a nivel local,departamental y nacional para promo-verlos entre la población meta, con elfin de que los mismos sean eficiente-mente aprovechados.

Será necesario promover inicia-tivas tendientes a facilitar las relacio-nes entre los diferentes sectores de lasociedad, dándoles a los jóvenes laoportunidad de mostrar sus aspectospositivos. Esto exige una actitud deapertura, tolerancia y comunicaciónque ayude a superar los estereotipos yque estimule un cambio en las rela-ciones.

La garantía más eficaz para quecada sector asuma seriamente las res-ponsabilidades que le compete, es laparticipación de todos en una auténti-ca movilización social. Sólo un proce-so intenso de trabajo en esta área per-mitirá un cambio de actitudes, concep-ciones y valores sociales que derive enuna mayor conciencia comunitariacomprometida en el acompañamientode los jóvenes.

Promover foros de discusión so-bre la problemática que afecta a estosgrupos, con la participación de dife-rentes sectores de la sociedad, puedeser de gran utilidad para comprender-la mejor, encontrar formas concerta-das de solución y participar en la for-mulación de políticas públicas relacio-nadas con la niñez y la juventud.

Otro aspecto importante es alen-tar a los medios de comunicación a re-conocer la importancia de su función,responsabilidad social, así como su in- 'fluencia en la formación de opiniónsobre temas relacionados con la pro-blemática de la niñez y la juventud.

Los medios de comunicación pue-den aportar a la solución de la proble-mática, si dan a conocer la contribu-ción positiva de los jóvenes a la socie-dad, si transmiten mensajes más infor-mativos y menos sensacionalistas con

29

Page 15: POR: MARCELA SMUTT Y LISSETTE

Universidad Tecnológica de El Salvador

El Fenómeno de las Pandillas en Ei Salvador

respecto al tema de la violencia juvenily si difunden información relativa loslogros alcanzados a través de servicios,programas y oportunidades dirigidosa jóvenes.

Solamente una amplia y efectivacoordinación de organismos guberna-mentales, no gubernamentales, gremia-les, universidades, empresa privada,sociedad civil, agencias de cooperaciónexterna, dará la posibilidad de plantear-se medidas de impacto a esta complejaproblemática.

Ajuriaguerra, J. Manual de Psiquiatría infantil.Masson, Buenos Aires, 1984.Allerbecky Rosenmayr, Introducción a lasociología de la juventud, Kapelusz, BuenosAires, 1979.Baratía, Alessandro y Sneider Rivera, La niñezy la adolescencia en conflicto con la ley penal,Hombres de Maíz, San Salvador, 1995.Basaglia Ongaro, Franco y Franca, La mayoríamarginada, Fontamara, México, 1984.Bettelheim, Bruno y Elan, Karen. Aprender aleer, Grijalbo, México 1981.Briones, Carlos. Combate a la pobreza: ¿ Gastoo inversión social?. Documento FLACSO, SanSalvador, 1997.Carranza, Elias. Criminalidad ¿Prevención oPromoción?, Universidad Estatal a Distancia.San José, 1994.Carvajal, Guillermo, Adolecer: La aventura deuna metamorfosis, Tiresias, Santafé de Bogotá,1993.CELADE- Centro Latinoamericano deDemografía. Boletín Demográfico Año XXIH, N"46.Código de Trabajo de El Salvador, SanSalvador, 1994.Comisión Coordinadora para el Sector Justicia.Unidad Técnica Ejecutiva del Sector de JusticiaUTE. Documento Base y Exposición de Motivosdel Código de Familia, Tomo 1, San Salvador,1994.De Cesare, Donna. De la Guerra Civil a laGuerra Pandillera. Ensayo fotoperíodistico.1996-1997.De Roux, Gustavo, Ciudad y violencia enAmérica Latina, Cuadernos de Salud yDesarrollo, Santafé de Bogotá, 1994.De Roux, Gustavo. Negociar Paz y Vida: Unaalternativa para las bandas juveniles.Conferenciaiancia Interamericana sobreSociedad, Violencia y Salud. Washington. 1994.DIGESTYC - Dirección General de Estadísticay Censo, Ministerio de Economía de ElSalvador. Proyección de la población de ELSalvador al 2025, San Salvador, diciembre de1996. •

Encinas Garza, José Lorenzo. Bandas Juveniles,Trillas, México, 1994.Encinas Garza, José Lorenzo, Desempleo ydelincuencia juvenil en Tierra y Libertad,Monterrey, 1987.Eríkson, Erik. Identidad, Juventud y Crisis.Taurus, Madrid, 1981.Eríkson, Erik, Adolescencia y sociedad, SigloXXI, México, 1986.Fellini, Zultita, Las políticas del estado enmateria de delincuencia juvenil, RevistaAxcapotzalco, UAM, México, 1985.Foucolt, Michel, Vigilar y Castigar, Siglo XXI,México, 1981.Funes, Jaime. La nueva delincuencia infantil yjuvenil, Paidós, Barcelona, 1991.García Méndez, Emilio, Derecho de la Infancia-Adolescencia en América Latina: De la situaciónirregular a la Protección Integral, Forum Pacis,Santafé de Bogotá, 1994.García Robles, Jorge, ¿Qué transa con lasbandas? Posada, México, 1986.González González, Eugenio, Bandas juveniles,Herder, Barcelona, 1982.IUDOP- Instituto Universitario de OpiniónPública. La opinión pública en 1996: losproblemas nacionales y la crisis institucional,Informativo semanal El Salvador Proceso. Año17, número 739, UCA Editores, San Salvador,1996.WDOP - Homies Unidos - Radda Barnen -Save The Childrens. Sondeo sobre jóvenesorganizados en pandillas, octubre de 1996 aenero de 1997.Konterllnik, I.; Jacinto C.; Efron, R.; Feldman,S; Gallart, M. Ay otros. Adolescencia, Pobreza,Educación y Trabajo. UNICEF Argentina,Losada, Buenos Aires, 1995.Krauskopf, Dina. Adolescencia y Educación.Editorial Universidad Estatal a Distancia, SanJosé, Costa Rica, 1994.Krauskopf, Dina. Violencia Juvenil: AlertaSocial en Revista Parlamentaria. AsambleaLegislativa, Costa Rica, Volumen 4 N" 3.Diciembre, 1996.Lévi-Strauss, Claude. Seminario sobre laidentidad, Petrel, Barcelona, 1981.Lomnitz, Lanza, Cómo sobreviven losmarginados, Siglo XXI, México, 1984.Maisonneuve, Jean, Psicología Social, Paidós,Buenos Aires, 1964.Martín Baró, Ignacio. Acción e Ideología. UCAEditores, San Salvador, 1995.Martínez Cecilia. Tregua en Belice. Un alto a laguerra de jóvenes pandilleros. Revista Hombresde Maíz N° 39, EDINFODOC 1995.Mauras Pérez, Marta y Kaluf Fuentes, Cecilia.Políticas Públicas sobre la familia en AméricaLatina y el Caribe, Documentos de trabajo 1,UNICEF, Oficina Regional para América Latinay el Caribe, 1997.Mejía, G. y Gutiérrez, R. Investigación sobre elTratamiento que los medios de comunicaciónescritos dan a la problemática de losadolescentes y jóvenes en El Salvador. Trabajocomparativo en base a los períodos febrero-marzo de 1994/febrero-marzo de 1995 /febrero-marzo de 1996. Radda Barnen, San Salvador,1996.Ministerio de Relaciones Exteriores de ElSalvador, Dirección de información. Encuestade Hogares de Propósitos Múltiples, 1996.

Naciones Unidas. Reglas mínimas de lasNaciones Unidas para la administración dejusticia de menores (Reglas de Beijing)Aprobadas por la Asamblea General el 29 deNoviembre de 1985.Naciones Unidas. Directrices de las NacionesUnidas para la prevención de la delincuenciajuvenil (Directrices de Riad). Aprobadas por laAsamblea General el 14 de diciembre de 1990.Naciones Unidas. Reglas de las NacionesUnidas para la protección de los menoresprivados de libertad. Aprobadas por la AsambleaGeneral el 2 de abril de 1991.PNUD - Programa de las Naciones Unidas parael Desarrollo. Hacia un plan de reconstrucciónde América Latina y el Caribe. Discurso delseñor Augusto Ramírez-Ocampo, DirectorRegional de América Latina y el Caribe, enoportunidad de la Reunión Regional paraAmérica Latina y el Caribe del Programa deNaciones Unidas para el Desarrollo. San José.1989.Procuraduría para la Defensa de los DerechosHumanos y UNICEF. Diagnóstico Nacionalsobre el maltrato infantil en El Salvador, SanSalvador. 1995.Ramos, Carlos G. Transición, jóvenes yviolencia. Mimeo y documento inédito. SanSalvador, 1997.Real Academia Española. Diccionario de laLengua Española, Madrid, 1992.Richard, Edgardo, Las barras de Rincón Grande:Una estrategia de desarrollo humano parajóvenes en alto riesgo social. Habitat, San José,1996.Rivera, Sneider. La Nueva Justicia PenalJuvenil de El Salvador. El Salvador, 1997.Corte Suprema de Justicia, FESPAD yUNICEF.Robert, Phüipe, Las bandas de adolescentes,Studium, Madrid, 1969.Rodríguez, Luis, La vida Loca, Simón &Schuster, Nuevo México, 1996.Solazar, Alonso. Juventud y Violencia,Presentado en la Reunión Nacional deInvestigadores sobre Juventud, Querétaro,México, 1996.Sisti, Elvio. La violencia juvenil en El Salvador.Organización Panamericana de la Salud, 1995.Tenorio Adame, Antonio, Juventud y violencia,Fondo de Cultura Económica, México, 1974.Torres - Rivas, Bronfenmajer, Cassá, Molina yotros. Juventud y Sociedad en RepúblicaDominicana en Escépticos, narcisos, rebeldes. 6Estudios sobre la juventud. FLACSO - CEPAL,Costa Rica, 1988.UNICEF- Fondo de las Naciones Unidas parala Infancia. Estado Mundial de la Infancia 1997.Nueva York, 1997.UNICEF-TACRO. Comunicado de Prensa sobretrabajo Infantil en América Latina. Santafé deBogotá, Abril 1997.Vander, Zanden y James, W. Manual dePsicología Social. Paidós, Buenos Aires, 1986.Villafuerte, Fernando, López Chinas y NavaRanero, Jóvenes bandas en tiempo de crisis,Nueva Sociología, México, 1987.Whyte, Villiam Foote, La sociedad de lasesquinas, Diana, México, 1971.Wolfang y Ferracutú, La subcultura de laviolencia, Fondo de Cultura Económica, México,1971.