Proyecto de Exploración Minera “El...

Corporación Ambiental de México, S.A. de C.V.

Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Particular

Proyecto de Exploración Minera El Boleo

Municipio de Mulegé, B.C.S.

Preparado para:

MINERA Y METALÚRGICA DEL BOLEO, S.A. DE C.V.

Proyecto 04030

México, D.F., 12 de Julio de 2004.

Protegido por IFAI: Art. 3ro. Frac. VI, LFTAIPG


Minera y Metalúrgica del Boleo, S.A. de C.V. Proyecto 04030 Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Particular Julio 2004 Mulegé, B.C.S. Índice - i

Índice I. I. Datos generales del proyecto, del promovente y del responsable del estudio de impacto ambiental I - 1 I.1. Proyecto I -2 I.1.1 Nombre del proyecto I -2 I.1.2 Ubicación del proyecto I -2 I.1.3 Tiempo de vida útil del proyecto I -2 I.1.4 Presentación de la documentación legal I -2 I.2 Promovente I -2 1.2.1 Nombre o razón social I -2 1.2.2 Registro federal de contribuyentes del promoverte I -2 1.2.3 Nombre y cargo del representante legal I -2 1.2.4 Dirección del promovente o de su representante legal para recibir u oir notificaciones I -3 1.3 Responsable de la elaboración del estudio de impacto ambiental I -3 1.3.1 Nombre o razón social I -3 1.3.2 Registro federal de contribuyentes o curp I -3 1.3.3 Nombre del responsable técnico del estudio I -3 1.3.4 Dirección del responable técnico del estudio I -3 II. Descripción del proyecto II -1 II.1 Información general del proyecto II -2 II.1.1 Naturaleza del proyecto II -2 II.1.2 Selección del sitio II -3 II.1.3 Ubicación física del proyecto y planos de localización II -3 II.1.4 Inversión requerida II -3 II.1.5 Dimensiones del proyecto II -4 II.1.6 Uso actual de suelo y/o cuerpos de agua en el sitio del proyecto y en sus colindancias II -5 II.1.7 Urbanización del área y descripción de servicios requeridos II -5 II.2 Características particulares del proyecto II -6 II.2.1 Programa general de trabajo II -6 II.2.2 Preparación del sitio II -7 II.2.3 Construcción de obras mineras II -7 II.2.4 Construcción de obras asociadas o provisionales II -10 II.2.5 Etapa de operación y mantenimiento II -10 II.2.6 Etapa de abandono del sitio (post-operación) II -10 II.2.7 Utilización de explosivos II -10 II.2.8 Generación, manejo y disposición de residuos sólidos, líquidos y emisiones a la atmósfera. II -11 II.2.9 Infraestructura para el manejo y la disposición adecuada de los residuos II -12 II.2.10 Otras fuentes de daños II -12 III. Vinculación con los ordenamientos jurídicos aplicables en materia ambiental y, en su caso, con la

regulación de uso de suelo III – 1

IV. Descripción del sistema ambiental y señalamiento de la problemática ambiental detectada en el área de influencia del proyecto inventario ambiental

IV - 1

IV.1 Delimitación del área de estudio IV -2 IV.2 Caracterización y análisis del sistema ambiental IV -3 IV.2.1 Aspectos abióticos IV -3 A) clima IV -3 B) geología y geomorfología IV -8 C) suelos IV -19 D) geohidrología e hidrología superficial y subterránea IV -22 IV.2.2 Aspectos bióticos IV -23 A) vegetación IV -23 B) fauna IV -33 IV.2.3 Paisaje IV -43 IV.2.4 Medio socioeconómico IV -48 A) demografía IV -48 B) factores socioculturales IV -59 IV.2.5 Diagnóstico ambiental IV -60 A) integración e interpretación del inventario ambiental IV 60 B) síntesis del inventario IV 61 V. Identificación, descripción y evaluación de los impactos ambientales V – 1 V.1 Metodología para identificar y evaluar los impactos ambientales V –2 V.1.1 Indicadores de impacto V – 3 V.1.2 Lista indicativa de indicadores de impacto V –4 V.1.3 Criterios y metodologías de evaluación V –4

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V.1.3.1 Criterios V –4 V.1.3.2 Metodologías de evaluación y justificación de la metodología seleccionada V –5 VI. Medidas preventivas y de mitigación de los impactos ambientales VI -1 VI.1 Descripción de la medida o programa de medidas de mitigación o correctivas por componente

ambiental VI -2

VI.2 Impactos residuales VI – 8 VII. Pronósticos ambientales y en su caso, evaluación de alternativas VII – 1 VII.1 Pronóstico del escenario VII -2 VII.2 Programa de vigilancia ambiental VII -4 VII.3 Conclusiones VII -5 VIII Identificación de los Instrumentos metodológicos y elementos técnicos que sustentan la información VIII - 1 Anexos 1 Titulo de Propiedad 2 Acta Constitutiva Minera Cureitor 3 Organigrama 4 Cambio de Domicilio y Reformas 5 Cambio de Denominación Social 6 Identificación Representante Legal 7 Calidad Migratoria 8 Registro Federal de Contribuyentes de la Empresa 9 Licencia de Uso de Suelo 10 Responsable del Estudio 11 Constancia de Perito en Impacto Ambiental 12 Antecedentes Legales con que cuenta la Empresa promoverte

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I. Datos generales del proyecto, del promoverte y del responsable

del estudio de Impacto Ambiental


I.1 Proyecto La ubicación del proyecto, las localidades próximas, rasgos fisiográficos e hidrológicos sobresalientes y próximos, vías de comunicación se muestran en la Figura I.1.1. I.1.1 Nombre del proyecto Proyecto de Exploración Minera “El Boleo” I.1.2 Ubicación del proyecto El proyecto de exploración del Boleo se localiza dentro del antiguo distrito minero de Santa Rosalía, en los alrededores de la ciudad del mismo nombre, en el municipio de Mulegé, estado de Baja California Sur, entre las cañadas de Santa Águeda al Sur y del Infierno al Norte. El distrito está limitado por las coordenadas 27º 19’ a 27º 23’ Norte y 112º 15’ a 112º 22’ Oeste, pero la zona que se explorará en esta campaña de exploración se restringe a áreas específicas entre los arroyos de El Boleo y Santa Águeda, las cuales suman cerca de 9 hectáreas. I.1.3 Tiempo de vida útil del proyecto El proyecto de exploración tendrá una duración de 24 meses, de acuerdo al Programa General de Trabajo, que incluye diferentes actividades que van desde el trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación, hasta la elaboración de los informes finales. I.1.4 Presentación de la documentación legal: El predio en donde se realizarán la mayoría de las actividades es propiedad de la empresa minera (Anexos 1 a 5), en tanto que el resto del terreno es propiedad del municipio de Mulegé. I.2 Promovente 1.2.1 Nombre o razón social Minera Metalúrgica del Boleo S.A. de C.V. 1.2.2 Registro Federal de Contribuyentes del promovente MMB9407012U7 (Anexo 8) 1.2.3 Nombre y cargo del representante legal



1.2.4 Dirección del promovente o de su representante legal para recibir u oír notificaciones

1.3 Responsable de la elaboración del estudio de impacto ambiental 1.3.1 Nombre o razón social Corporación Ambiental de México S. A. de C. V. 1.3.2 Registro Federal de Contribuyentes o CURP

1.3.3 Nombre del responsable técnico del estudio

1.3.4 Dirección del responsable técnico del estudio

Protección datos personales LFTAIPG






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II. Descripción del proyecto


II.1 Información general del proyecto II.1.1 Naturaleza del proyecto El proyecto de exploración minera que plantea realizar Minera y Metalúrgica del Boleo, S.A. de C.V. (MyMB), retoma los trabajos de exploración realizados entre 1993 y 2000 por Minera Terra Gaia, S.A. de C.V. (Terra Gaia), y Minera Curator, S.A. de C.V. (Curator), con la intención de completar la colecta de información de campo necesaria para valorar adecuadamente los yacimientos de cobre-cobalto existentes. En su momento, dichos trabajos fueron autorizados por la Autoridad mediante las resoluciones en materia de impacto ambiental que aparecen en el Anexo 11. Los trabajos que se desea realizar, se ubicarán dentro del antiguo distrito de Santa Rosalía, el cual fue explotado desde su descubrimiento en el año de 1868 hasta 1988; en dicho período hubo desde pequeños empresarios (1868-1884), hasta empresas de origen extranjero (1885-1954) y paraestatal (1954-1985; 1988). Es importante destacar que el proyecto se ubica dentro del Área de Amortiguamiento de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno (INE, 1994), constituida mediante decreto presidencial del 30 de Noviembre de 1988, “cuyo establecimiento responde más a motivaciones de índole nacional, toda vez que la conciencia pública nacional sobre la conservación de nuestros recursos demandaba acciones más profundas de la administración pública (…). El propósito, en este último caso, está enfocado a proteger recursos de vida silvestre e histórico-culturales de valor estatal, nacional e internacional, bajo el Sistema Nacional de Áreas Naturales Protegidas” (Breceda, et. al., 1991). Una de las características relevantes de la reserva esta referida a la presencia de un gran número de especies marinos, entre ellos la ballena gris, así como especies en peligro de extinción como el berrendo, el borrego cimarrón o el águila pescadora; ninguna de ellas presente en el área de influencia del proyecto de exploración minera. Conforme al Programa de Manejo de la Reserva (SEMARNAP, 2000), menciona que “una vez que se retiraron las empresas mineras de Santa Rosalía, los desechos propios de esta actividad quedaron al aire libre y cerca del mar, mismos que fueron dispersados a lo largo de la costa y mar adentro por acciones de los cambios intermareales, por lo que se hace necesario prevenir este tipo de situaciones caóticas que concluyen en un impacto de consecuencias hasta el momento irreversibles”. El mismo Plan menciona que ante el inminente desarrollo de las actividades mineras dentro de la Reserva, uno de los objetivos es definir el perfil de la minería responsable, deseable y recomendable. En este sentido, el efecto benéfico de esta fase de exploración minera, es constatar las posibilidades de desarrollo de la actividad en una parte de la reserva que, si bien no posee la riqueza biológica de otras porciones del área natural, cuenta con uno de los centros de población más importantes del municipio de Mulegé, en donde las condiciones económicas de sus habitantes son difíciles por la falta de fuentes de empleo, diferentes a la pesquería del calamar.


II.1.2 Selección del sitio Con base en los resultados de las anteriores etapas de exploración, las cuales fueron sometidas al juicio y aprobadas por la autoridad, se desea realizar 2 tipos de exploración, cuyos criterios de selección son:

• Exploración con obra directa (EOD)

a) Los lugares a utilizar fueron seleccionados de acuerdo a la afectación que estos tuvieron por la explotación minera en etapas anteriores, ya que se supone que estas áreas aún poseen contenidos de mineral aprovechable.

b) Los sitios se seleccionaron en lugares donde afloran los cuerpos de mineral para evitar cruceros, rampas y obras largas de acceso y cerca de reservas indicadas con barrenación de diamante.

c) Los lugares se encuentran situados donde aflora roca firme y consistente para evitar derrumbes en la entrada de las obras.

• Barrenación con diamante (BD)

a) Las localidades de barrenos se ubicaron en las zonas lo más cercano posible a

caminos de acceso ya realizados con anterioridad. b) La localización de barrenos está en lugares en donde es muy necesario obtener

información de los cuerpos del mineral, pero se seleccionaron tomando en cuenta el relieve topográfico y se desecharon ubicaciones de barrenos en lugares de relieve abrupto, con la finalidad de suprimir obras mayores o de difícil realización.

c) En la zona de la cuenca Montado Sur se seleccionaron para los lugares de la Barrenación, todos los cercanos al camino Antiguo a Santa Águeda, para evitar la realización de tramos largos de camino nuevos.

II.1.3 Ubicación física del proyecto y planos de localización El proyecto de exploración del Boleo se localiza dentro del antiguo distrito minero de Santa Rosalía, en los alrededores de la ciudad del mismo nombre, en el municipio de Mulegé, estado de Baja California Sur, entre las cañadas de Santa Agueda al Sur y del Infierno al Norte. El distrito esta limitado por las coordenadas 27° 19’ a 27° 23’ Norte y 112° 15’ y 112° 22’ Oeste, pero la zona que se explorará en esta campaña solo está entre los arroyos de Soledad y Montado (Figuras I.1.1 y II.1.3). II.1.4 Inversión requerida Conforme a la información proporcionada por la empresa, el monto de inversión estimado para la campaña de exploración propuesta es de 1,5 millones de dólares americanos, lo cual incluye tanto los gastos de exploración, como los de análisis del material colectado y los informes que serán generados. Al ser éste un proyecto de exploración minera, en donde aún no se define la factibilidad para un posible desarrollo, no se considera la recuperación del capital ya que éste se considera capital de riesgo.


Se estima que para las acciones de prevención y mitigación de impactos se destinaría alrededor del 2 % del monto del proyecto. II.1.5 Dimensiones del proyecto Conforme a la información proporcionada, el Lote Minero abarca una superficie total de casi 52 km2, en tanto que las superficies que son requeridas en la fase de exploración propuesta no alcanzan las 10 ha, mismas que se desglosan a continuación:

• EOD: Se plantea desarrollar la Exploración en Obra Directa en 5 áreas, cada una de las cuales requerirá cuadros de 50 m de lado, dando una superficie de unos 2 500 m2, por sitio. Todas las áreas se localizan en obras antiguas, por lo que no se requerirá el retiro de vegetación, y se ubican de manera general sobre los arroyos Soledad (4 áreas) y Purgatorio (1 área), dando una superficie total de 12 500 m2 (0,024 % de la superficie del proyecto).

• BD: La barrenación a diamante requiere de la habilitación de una planilla por sondeo, abarcando un cuadro de 7 m de lado. En total se requiere realizar 54 perforaciones en 3 diferentes localidades, las cuales de desglosan a continuación: a) 21 barrenos en la Zona de Purgatorio; b) 19 barrenos en la Zona de Ranchería y; c) 14 barrenos en Zona denominada Montado SW Basin. Lo anterior da una superficie total de 2 646 m2 (0,005 % de la superficie del proyecto). Las planillas de barrenación requerirán del retiro de vegetación, constituida principalmente por asociaciones de a) Jatropha cuneata – Fouqueria sp. y; b) Lysiloma – Cercidium – Stenocereus.

• Apertura de caminos Para la realización de la barrenación a diamante se necesita la apertura de caminos para llegar a cada una de las planillas proyectadas, estimándose un total de 7 582 metros lineales, que al multiplicarse por un ancho de vía de 4 m da una superficie requerida de 30 328 m2, repartida de la siguiente manera: a) 3 818,96 m lineales en camino de la Zona Purgatorio; b) 1 954,94 m lineales en camino de la Zona Ranchería y; c) 1 808 m lineales de camino en Zona Montado SW Basin. La apertura de caminos se realizará en áreas con igual cobertura vegetal que las planillas de barrenación; por otra parte, conviene mencionar que para la EOD, no se requiere de apertura de camino. La vegetación presente, pertenece a la comunidad de Matorral Xerófilo (Rzedowski, 1978) o Desierto Sarco-Caulescente o Región Bursera-Jatropha (Shreve, 1951). Conforme al Estudio Ambiental Básico, realizado por CAM (Proyecto CAM95005), dentro de una superficie de 14 190 ha, las asociaciones vegetales de Jatropha – Fouqueria y Lysiloma – Cercidium – Stenocereous, son representativas de dos geoformas claramente identificables: mesetas de baja elevación (35 % de la superficie mencionada) y laderas orientadas al sur, este y oeste (25,57 %), respectivamente.


II.1.6 Uso actual de suelo y/o cuerpos de agua en el sitio del proyecto y en sus colindancias Conforme a la Síntesis Geográfica de Baja California Sur (INEGI, 1995), el municipio de Mulegé contaba en el año de 1994 con una superficie de 3 309 221 ha, repartida en los siguientes usos del suelo: Agrícola (0,268 %), Pecuario (16,884 %), Forestal (0,000 %), Industrial (0,002 %), Urbano (0,040 %), Superficie territorial NO Productiva (82,806 %). Complementariamente, el Programa de Manejo de la Reserva (SEMARNAP, op. cit.), señala que El Vizcaíno cubre una superficie de 2 550 000 ha, de las cuales un 9,7 % de la superficie del área natural protegida tiene un tipo de tenencia clasificado como “Fundo Minero”, el cual representa 248 663 ha, en donde se incluyen los terrenos de MyMB. De forma adicional, se menciona que el Ecoplán del municipio de Mulegé, B. C. S. preparado en 1980, diagnosticó los terrenos alrededor de Santa Rosalía como aptos para actividades extractivas de manera predominante y el Ayuntamiento de Mulegé autorizó el uso de suelo para actividades mineras en su oficio N° US-96025. A su vez, la Secretaría de Planeación Urbana e Infraestructura del Gobierno del Estado de Baja California Sur emitió dictamen técnico favorable para el uso del suelo en actividades extractivas, en su oficio 00259. Específicamente, el uso del suelo en el área de estudio sigue siendo de Fundo Minero, dentro del Área Natural Protegida. En este sentido, NO se considera necesario solicitar un cambio de uso del suelo. Conviene mencionar que el único cuerpo de agua cercano al área del proyecto es el Golfo de California, en donde continúa explotándose la pesca del calamar. II.1.7 Urbanización del área y descripción de servicios requeridos El distrito minero es atravesado en sus extremos Oriente y Norte por la Carretera Transpenisular N° 1, siendo la principal vía de acceso al proyecto. Destacando que existen numerosos caminos de terracería en regulares condiciones y casi en desuso, salvo por MyMB. Estos caminos cruzan el distrito, la mayor parte de Noreste a Suroeste, siguiendo las cañadas y mesas para comunicar las minas antiguas con la fundición y el puerto y muchos de ellos ocupan los terraplenes del ferrocarril que transportaba el mineral. De Sur a Norte, los principales caminos son:

• Cañada de Santa Agueda: Camino a la mina y pueblo (desaparecido) de San Luciano

• Cañada del Montado: Camino a las minas del Montado y Alhabra • Cañada de Providencia: Camino a las minas Providencia, Calera, San Guillermo,

San Víctor, Ranchería, Carmen y otras. • Cañada de Purgatorio: Camino a las minas Purgatorio, San Francisco, La Ley,

California, Lugarda, Santa Martha, Apolo y otras. • Cañada de Santa Martha: Camino a las minas Santa Martha, Porfirio Díaz y

Solitario • Cañada de la Soledad: Camino a las minas y tajos de Santa Natalia, Saturno, San

Antonio, San Agustín, Mercurio, Santa Rita y Amelia.


• Cañada del Boleo o del Yeso: Camino a las minas y tajos Mangle, Boleo, Bajío, Copalito, Macheteros, Jalisco, Neptuno, Testera, Texcoco, Anahuac, Santa Andrea, Amelia, Curuglú y Santa Teresa.

• Cañada de la Gloria: Camino a las minas Agua Azul, 160, Sondeos y 2 de Abril. • Cañada del Infierno: Camino a las minas Infierno, Guadalupana, Lucifer y Buenos

Aires. La extinta compañía Minera de Santa Rosalía y el Consejo de Recursos Minerales construyeron numerosos caminos y plazas de barrenación entre 1970 y 1981, durante una campaña de exploración que intentó alargar la vida de dicha empresa. La mayoría de estos caminos están en las mesas y aún subsisten en estado aceptable. Debido a los escasos requerimientos del proyecto, en cuanto a personal y servicios de apoyo, éstos serán abastecidos desde el poblado de Santa Rosalía, por lo, no requiere de la instalación de infraestructura alguna. De forma particular, la EOD requiere del abastecimiento de energía eléctrica, el cual será proporcionado por un generador móvil alimentado por gasolina, misma que se obtendrá de la estación de servicio de Santa Rosalía y será transportada mediante barriles de 180 L de capacidad, al igual que el diesel para la barrenación a diamante. Los combustibles serán adquiridos al momento de requerirse, de tal forma que no serán necesarios almacenamientos temporales. II.2 Características particulares del proyecto II.2.1 Programa General de Trabajo El programa general de trabajo se divide en 9 etapas, cuya secuencia se muestra en el cronograma de la Figura II.2.1:

Meses Actividad 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 1. Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación.

2. Barrenación a diamante en la zona del Montado SW Basin

3. Preparación para exploración en obra directa.

4. Exploración en obra directa.

5. Barrenación con diamante en la zona Purgatorio

6. Barrenación con diamante en la Zona Ranchería

7. Restaurar y restablecer hasta donde sea posible la vegetación afectada en las planillas de barrenación

8. Análisis a muestras en laboratorio

9. Interpretación de resultados y elaboración de informes


En la ejecución de las actividades proyectadas se utilizará el siguiente personal:

Actividad Número de trabajadores Horarios

Apertura y rehabilitación de caminos

1 Operador 2 Ayudantes 1 Geólogo

12 h díarias 12 h diarias 12 h diarias

Barrenación de Diamante 7 Operadores 2 Muestreros

1 Geólogo

12 h diarias, con 2 turnos 12 h diarias, 1 turno 12 h diarias, 1 turno

Obra de Exploración 2 Operadores

5 ayudantes de operador 1 Geólogo

12 h diarias, 2 turnos

II.2.2 Preparación del sitio Actividad 1: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación El trazo de los caminos inicia en gabinete, con la localización de los sitios de interés y la determinación de los trazos más cortos; posteriormente se procede a la ubicando la planilla de barrenación con un equipo móvil de localización satelital (GPS). Posteriormente, en campo se traza el camino buscando la ruta mas corta al camino de acceso más cercano, tomando en cuenta el relieve para que el camino sea lo mas plano posible y en ruta, de tal forma que se afecte la menor cantidad posible de vegetación, principalmente plantas de difícil rehabilitación. La rehabilitación de caminos se hace por medio de tractor Caterpillar montado sobre oruga, que simplemente avanza sobre los caminos ya existentes, empujando hacia los lados las piedras que hayan caído y rellenando los cortes existentes. Las bermas que se formen durante el limpiado del terreno serán desparramadas al terminar el proyecto. En el caso de los nuevos caminos, éstos se abrirán con un ancho cercano a 4 metros también con tractor. Actividad 2: Se describe líneas abajo en la Construcción de Obra Minera Actividad 3: Preparación del inicio de las obras de exploración con obra directa y rehabilitación de las obras La preparación de los lugares donde se van a realizar la EOD, consiste en aplanar y limpiar patios donde temporalmente se instalará el equipo de minado continuo que realizará las obras. II.2.3 Construcción de obras mineras a) Exploración Barrenación: Se planean realizar en total 54 barrenaciones a diamante, de dimensiones HQ, a una profundidad de 100 a 300 metros. Las cuales servirán para cortar la roca y deja


un núcleo en el centro que es recuperado cada 3 metros para su posterior análisis Las muestras recolectadas serán enviadas a ensaye de Cu, Co, Zn, Mn, contenido de agua molecular, CO2, Ca, Mg. El laboratorio receptor será ACTLABS en Tucson, Arizona. Planillas de Barrenación: Para cada uno de los barrenos considerados, será necesaria la construcción de una planilla, cada una con dimensiones de 49 m2, con un volumen de material a remover de 0 a 5 m3. Exploración en Obra Directa: Se plantea la realización de ésta actividad en 5 áreas, las cuales requieren de una superficie de 2 500 m2 por sitio de trabajo. Conforme al cronograma presentado, las actividades son: Actividad 2: Barrenación con diamante en la zona del Montado SW Basin La barrenación de diamante consiste en instalar una máquina tipo Long Year 38 ó 44 montada en camión o en patines de acero. El funcionamiento de estas máquinas es con una tubería de acero que usa una herramienta de corte construida con diamantes en una matriz blanda. La broca corta la roca y deja un núcleo en el centro que es recuperado cada 3 metros con un Wire Line. El núcleo recuperado es acomodado en cajas de madera y transportado a un almacén especial ubicado en el poblado de Santa Rosalía. La herramienta de corte usa agua y bentonita como fluido de enfriamiento y para remover el corte. El agua a utilizar es del orden de 1 000 litros por cada metro de avance. El agua de perforación es acarreada en pipa de un rancho ubicado en el arroyo de Santa Águeda que cuenta con pozo y bomba. Las dimensiones del barreno son 3 ½ pulgadas de diámetro exterior y se puede recuperar un núcleo de 2 ½ pulgadas de diámetro. La profundidad de los barrenos es muy variable y depende de la profundidad a la que se encuentre el cuerpo mineralizado, generalmente varían de 70 a 300 metros. Posterior al término de cada barreno se coloca una placa de concreto en la boca del barreno a la que se le inscriben datos de identificación del mismo. Actividad 4: Exploración en obra directa El equipo a utilizar es un Alpine Bolter Miner ABM 20 (Figuras II.2.3.1 y II.2.3.2), el cual es un minero continuo de cabeza de tambor, que incorpora características especiales de diseño para corte y carga de materiales deleznables como el presente en el distrito minero. Sus características son: Anchura total de operación de 4,9 a 5,2 m; Altura total de operación de 2,15 a 3,0 m; Forma de perfil de corte: rectangular; Potencia de corte: 270 kW; Potencia instalada (eléctrica): 2 x 36 kW; Captador de polvo integrado, contando además con un sistema de desempolvado húmedo y ventilador.


Figura II.2.3.1. Equipo Alpine Bolter Miner ABM 20 (o similar), mismo que será utilizado en la EOD.

Figura II.2.3.2. Dimensiones del equipo Alpine Bolter Mine ABM 20 o silimar.


Actividad 5: Barrenación con diamante en la zona Purgatorio Esta actividad se realiza de la misma forma que en la zona de Montado. Actividad 6: Barrenación con diamante en la Zona Ranchería Asimismo en esta zona, el procedimiento de operación es el mismo que las anteriores. Actividad 8: Análisis de Laboratorio de muestras Las muestras recolectadas serán enviadas a ensaye de Cu, Co, Zn, Mn, contenido de agua molecular, CO2, Ca, Mg. El laboratorio receptor será ACTLABS en Tucson, Arizona. Actividad 9: Análisis de ensayes y elaboración de Informes Una vez que se reciban los resultados de los ensayes del material colectado por muestreo se procederá a analizarlos y sacar promedio de ancho y ley, para posteriormente hacer un informe de evaluación. II.2.4 Construcción de obras asociadas o provisionales Como se ha mencionado, debido a la cercanía del poblado de Santa Rosalía, no es necesario la construcción de obras adicionales en el área del proyecto tales como Servicios médicos, Almacenes, recipientes, bodegas talleres, campamentos, comedores, etc. Además de que tampoco serán requeridos bancos de material. II.2.5 Etapa de operación y mantenimiento Con respecto a servicios de mantenimiento, en caso de ser requeridos, serán proporcionados en el poblado de Santa Rosalía. II.2.6 Etapa de abandono del sitio (post-operación) Como obras asociadas solo se considera la siguiente: Actividad 7: Restaurar y restablecer, hasta donde sea posible, la vegetación afectada en las planillas de barrenación. Con el objetivo de evitar la alteración de la flora, y asimismo de la fauna, se tiene contemplado restaurar las áreas a estudiar, una vez terminada las labores en cada uno de los sitios, se pretende reforestar con las especies propias de la región. II.2.7 Utilización de explosivos No será requerido el uso de explosivos, en función del material de tipo deleznable que existe en el distrito minero y de que se realizará un proyecto de exploración.


II.2.8 Generación, manejo y disposición de residuos sólidos, líquidos y emisiones a la atmósfera. Los únicos materiales que se utilizarán durante la ejecución de las obras proyectadas son: Combustibles, lubricantes y filtros: se estima un consumo de 1 000 L de diesel, 200 L de gasolina y 40 L de aceites diversos por día de trabajo. Estos materiales serán adquiridos del Servicio Urima, localizado en el kilómetro 4 de la Carretera Transpeninsular Santa Rosalía - San Ignacio, el cual es distribuidor de Petróleos Mexicanos en la región. Los materiales se transportarán diariamente a los sitios de trabajo, por lo que no se construirán tanques de almacenamiento. Los filtros se adquirirán en comercios locales. Arcilla bentonítica: Como nombre comercial se aplica a un grupo de hidrosilicatos de calcio, magnesio y aluminio con propiedades altamente absorbentes. El contratista de perforación traerá dicho material de sus bodegas y éste será almacenado en las bodegas de MyMB en Santa Rosalía, llevando a los sitios de trabajo solamente la cantidad necesaria por día, misma que se estima en unos 1 000 kg por día, solo en actividades de barrenación. Agua para perforación: El líquido será obtenido de un pozo particular, en un rancho localizado en el Arroyo Santa Águeda, transportándose diariamente en pipas a los sitios de trabajo, para mezclarse con la bentonita y hacerse circular por la tubería de perforación, recirculando la mayor cantidad posible. Se estima un consumo de 50 a 70 m3 diarios. Los aspectos ambientales que serán generados durante las diferentes actividades del proyecto son: Emisiones a la atmósfera: Solo se generarán partículas sólidas (polvos) durante la rehabilitación de caminos y plazas, lo cual se procurará mitigar con riego ligero. Los gases provenientes de la combustión interna de motores se controlarán por medio de la afinación y la revisión periódica de las unidades. Conviene mencionar que no existen lugares habitados en un radio menor a los 2 km de las zonas en las que se desea trabajar. Descarga de aguas residuales: Durante las actividades de perforación se utiliza agua cruda con bentonita para lubricar la broca y la tubería de perforación. El agua se recupera y se recircula en su mayor parte, a excepción de zonas con fuerte fracturamiento, en donde se puede perder. El agua procede de la misma zona y no lleva residuo contaminante. La bentonita es inerte y está ampliamente distribuida en los mantos mineralizados y en las rocas de la formación Boleo. Residuos sólidos: Los desechos sólidos que se generarán son únicamente filtros de combustibles y lubricantes y sacos de bentonita. Los filtros serán recolectados en recipientes herméticos y rotulados, para ser entregados periódicamente en el centro de recolección de Proveedora Agrícola y Automotriz Californiana, S.A. de C.V., localizada en La Paz, BCS, para después ser enviados a Residuos Industriales Multiquim, S.A. de C.V. Residuos líquidos: Los únicos residuos líquidos que se generarán son los aceites lubricantes de los equipos y vehículos, mismos que serán recogidos diariamente en


recipientes herméticos y enviados periódicamente al mismo centro de recolección que los residuos sólidos. Residuos humanos: Se construirán letrinas portátiles para el uso del personal que trabaje en las obras; en tanto que sus descargas serán depositadas en las pilas de aguas negras de Santa Rosalía, localizadas a la entrada del Arroyo El Boleo. Emisiones de ruidos: Las únicas emisiones de ruido serán las producidas por los equipos (estimadas en unos 70 dB) y vehículos, mismas que son de baja intensidad. Las áreas del proyecto se encuentran, en el punto más cercano, a unos 2 kilómetros de la periferia de Santa Rosalía. II.2.9 Infraestructura para el manejo y la disposición adecuada de los residuos Como ha sido mencionado, para el manejo y disposición adecuada de residuos, se utilizará la infraestructura existente en Santa Rosalía y La Paz. II.2.10 Otras fuentes de daños Los únicos accidentes posibles son los que pudiesen ocurrir por el transito de la maquinaria durante el traslado entre las diferentes áreas de exploración, para lo cual se dará prioridad al mantenimiento de los caminos y brechas de acceso.

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III. Vinculación con los ordenamientos jurídicos aplicables en materia ambiental

y, en su caso, con la regulación de uso de suelo


El proyecto de exploración minera de MyMB, se encuentra dentro de la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno, precisamente en la zona de amortiguamiento. Dicha reserva fue creada por decreto presidencial el 29 de Noviembre de 1988. A la fecha la Reserva cuenta ya con un Programa de Manejo (PMRBV), mismo que fue publicado en el mes de Mayo del 2000. En dicho programa se hace un reconocimiento expreso a la presencia de la actividad minera iniciada en el Siglo XIX, así como a las actividades de la empresa Minera Curator (antecesora de Minera y Metalúrgica del Boleo), quien para dicho año ya había realizado cerca de mil barrenos de exploración, intentando con ello sentar las bases para una evaluación del potencial minero remanente en el área. Conforme lo menciona el PMRBV, el tipo de tenencia dentro del área natural protegida es el desglosado en la tabla III.1.1.

Tabla III.1.1. Tenencia de la tierra en la Reserva de la Biosfera El Vizcaíno. El PMRBV menciona que “con respecto a la actividad minera actual en la Reserva, consiste en 3 actividades económicas que se clasifican de la siguiente manera: Minerales no metálicos (producción de sal) en Guerrero Negro y la producción de yeso en Santa Rosalía; mientras que los metálicos (cobre y cobalto) están en proyecto de desarrollo en Santa Rosalía”. En este sentido, el PMRBV menciona en su apartado 6.3.5. Subcomponente Minería, que el estado actual, a Mayo de 2000, puede ser descrito de la siguiente manera:

“En la Reserva y su zona de influencia hay centros de población como Santa Rosalía, Guerrero Negro, San José de Castro y El Arco, éste último ubicado en el Estado de Baja California fuera de la poligonal de la Reserva, que fueron creados por las empresas mineras que promovieron además la ocupación de la Península de Baja California. La actividad minera extractiva, históricamente se desarrolla desde el siglo pasado en el Distrito Minero de Santa Rosalía en donde se explotaba cobre con una producción de 11,000 toneladas anuales entre 1900 y 1940. Decayó en 1985 cuando la Compañía Minera de Santa Rosalía cerró sus operaciones. Otro mineral explotado con rendimientos similares fue el manganeso, desarrollado por la empresa Lucifer, S.A. de C.V. La Compañía Minera Caopas, S.A de C.V.está extrayendo yeso en el norte de Santa Rosalía y se calcula que cuenta con una reserva de 500 millones de toneladas con una pureza del 99%.


La compañía minera Curator, S.A. de C.V. (antecesora de MyMB) está (ba) promoviendo la apertura de las actividades mineras en la misma zona con la finalidad de recuperar cobre y cobalto, de los terreros existentes y posteriormente explotar un yacimiento al que se estima una vida de mina mínima de 20 años o más, con una producción anual de 125 millones de libras de cobre y 8 millones de libras de cobalto. La actividad minera de sal a través de la evaporación, se constituye como la más importante a nivel mundial en el ramo de la sal industrial. La empresa que la desarrolla es Exportadora de Sal, S.A. de C.V. (En general la producción de sal es un proceso de concentración gradual cuya materia prima es el agua de mar que se hace pasar a vasos de grandes dimensiones; el viento y la radiación solar son los principales elementos que actúan en este proceso de producción natural). La producción oscila entre 5 y 7 millones de toneladas al año y hay una reserva que se considera como infinita. En 1994 ESSA inició las gestiones para expandir sus operaciones, para lo que utilizaría las áreas de producción salina, adyacentes a la Laguna San Ignacio, en julio de ese mismo año ESSA presentó al INE una manifestación de impacto ambiental del proyecto, misma que fue rechazada por esta autoridad en el año de 1995. El 25 de septiembre de 1997 ESSA celebró un convenio con la Universidad Autónoma de Baja California Sur, para que elaborara la manifestación de impacto ambiental en modalidad específica para el Proyecto Salitrales de San Ignacio. Sin embargo, previamente a la presentación de una nueva manifestación de impacto ambiental, dicho proyecto fue retirado definitivamente por instrucciones del Presidente Dr. Ernesto Zedillo Ponce de León, de este modo se privilegiaron los valores y atributos de un paisaje pleistocénico, donde todos los elementos que lo integran son la síntesis de la estructura de un ecosistema prístino que funciona en términos de máxima eficiencia y que reúne valores extraordinarios de magnitud universal. Por último, las actividades de explotación geotérmica, están siendo promovidas por la Comisión Federal de Electricidad en el Volcán del Azufre, con la finalidad de extraer vapor de agua a una temperatura de 100 °C, conducirla a plantas generadoras de energía eléctrica hasta una capacidad de 25 megawats, con la cual dotarían del insumo de energía eléctrica a las poblaciones de Santa Rosalía y San Ignacio en una primera etapa y posteriormente el resto del Municipio de Mulegé. La vida útil de las plantas generadoras es de aproximadamente 25 años, pero el recurso se considera infinito. Cabe aclarar que actualmente se encuentran en operación plantas termoeléctricas que operan con diesel, que dotan de este servicio a las principales poblaciones. Aunque la legislación en materia minera no considera la geotermia como una actividad minera, por las similitudes que tiene este aprovechamiento con las actividades mineras subterráneas, es pertinente tratarlo en este subcomponente.”

En el ámbito de la problemática manifestada en el PMRBV, se menciona que:

“Con base en el análisis de los principales proyectos y desarrollos mineros existentes dentro de la Reserva se dividieron los recursos no renovables, de acuerdo a las formas tradicionales de explotación que se han venido dando hasta hoy: extractiva, evaporación y geotermia. Uno de los principales problemas que enfrenta la Reserva es la definición de un perfil de la minería que sea factible, deseable, recomendable y compatible entre estas actividades y la conservación de los recursos naturales, es por ello que cada proyecto de exploración


y explotación debe ser analizado y estudiado en particular, a efecto de ser evaluado desde el punto de vista ambiental. Históricamente las actividades mineras han repercutido en un costo socioeconómico para el municipio, el estado y actualmente para la Reserva. Esto se refleja en una disminución de empleos cuando estas empresas se retiran, provocando la falta de servicios, disminuyendo el nivel económico y propiciando la migración a otras ciudades y a otras regiones de la Península. Una vez que se retiraron las empresas mineras de Santa Rosalía, los desechos propios de esta actividad quedaron al aire libre y cerca del mar, mismos que fueron dispersados a lo largo de la costa y mar adentro por acciones de los cambios intermareales, por lo que hace necesario prevenir este tipo de situaciones caóticas que concluyen en un impacto de consecuencias hasta el momento irreversibles. Ahora con el inminente desarrollo de las actividades mineras dentro de la Reserva también es necesario definir las pautas de manejo de la minería bajo la política ambiental de desarrollo sustentable, a través de medidas de ordenamiento ecológico sectorial para las actividades mineras, consensuado entre las empresas promotoras, las instituciones relacionadas con el ramo y los gobiernos federal, estatal y municipal, y con las organizaciones sociales afectadas bajo un esquema de industria participativa, responsable, modelo y sustentable.”

Dentro de los objetivos planteados en el PMRBV, se encuentran:

Objetivos Generales • Lograr el ordenamiento ambiental de la minería en la Reserva bajo el esquema de

industria modelo que fortalezca el desarrollo municipal, que mitigue sus impactos ambientales, que apoye el aprovechamiento sustentable de los recursos naturales renovables y que participe activamente en su conservación y protección con solidaridad comunitaria.

• Definir las áreas susceptibles de exploración y explotación minera y ordenar las actividades derivadas que producen un impacto ambiental y social.

Objetivos Particulares • Elaborar un Plan de Ordenamiento Ecológico Sectorial. • Fomentar y dar seguimiento a los estudios de impacto y riesgo ambientales. • Establecer un sub consejo técnico asesor. • Coordinar los programas de ordenamiento, conservación, protección y educación

ambiental, apoyados por las diversas empresas. Para la obtención de ellos, el PMRBV, plantea las siguientes estrategias:

• A través del subconsejo de minería del Consejo Técnico Asesor, establecer un foro permanente de discusión sobre la empresa modelo, minería responsable y sustentable.

• Mediante el establecimiento de un programa conjunto de trabajo y colaboración con cada empresa, participar y cooperar solidariamente en los programas de vigilancia, protección y conservación de los recursos naturales y paisajísticos así como impulsar el apoyo a los servicios municipales en coordinación con autoridades locales.

• Generar apoyos para los programas de conservación de flora y fauna, así como para los servicios municipales de la Reserva por parte de las empresas mineras.


• Gestionar con las empresas mineras para que se ajusten a criterios de normatividad internacional en ausencia de normas nacionales.

• Hacer un diagnóstico de la minería y su tendencia económica, social y ambiental.

El PMRBV considera que las estrategias planteadas se obtendrán a partir de las siguientes acciones:

Corto plazo • Revisar el marco jurídico de la minería dentro de la Reserva. • Promover entre las empresas mineras la posibilidad de ajustarse a los criterios de

normatividad internacional en ausencia de normas nacionales. • Hacer un diagnóstico de la minería y su tendencia económica, social y ambiental. • Definir los alcances y metas de la minería dentro de la Reserva, bajo el esquema de

desarrollo sustentable. • Definir el perfil de la minería responsable, deseable y recomendable. • Incluir a las empresas mineras en los equipos de combate de contingencias

ambientales. • Promover y gestionar la programación de inspecciones ambientales a las empresas

mineras, ejecutadas por la autoridad ambiental competente. • Promover y gestionar la creación de un fondo financiero adecuado que permita atender

contingencias ambientales, restauración ecológica, indemnización de afectados, vigilancia de los recursos naturales, apoyos complementarios a los servicios municipales, así como del eventual proceso del abandono de mina.

• Promover y gestionar apoyos adicionales por parte de las empresas mineras para la realización de estudios de ordenamiento urbano y ecológico.

• Gestionar apoyos adicionales por parte de las empresas mineras en programas de desarrollo social, educación ambiental y señalización.

Mediano plazo • Fomentar todas aquellas acciones que permitan el desarrollo sustentable de la

actividad minera hasta donde esto sea posible, y de acuerdo a lo establecido en las condicionantes de las autorizaciones de SEMARNAT.

• Concretar el apoyo del sector minero y su coordinación con los programas de la Reserva.

• Promover la participación de las empresas mineras en la realización de programas de preservación de flora silvestre y de reproducción de cactáceas.

• Promover la participación de las empresas mineras en el desarrollo de programas de apoyo a las comunidades.

Largo plazo • Monitorear los efectos económicos, sociales y ambientales provocados por cada uno de

los desarrollos mineros y corregir las desviaciones que se presenten. • Evaluar la participación de este sector a nivel regional en el desarrollo sustentable. • Analizar y proponer otras alternativas de desarrollo regional.

En cuanto a la Reglas Administrativas que deberán cumplirse dentro de la Reserva el PMRBV, es conveniente destacar las siguientes:

Regla 54. En la zona de amortiguamiento de la Reserva, podrán continuar realizándose las actividades pesqueras, mineras, forestales y agropecuarias que cuenten con la autorización expedida por la autoridad competente, así como aquéllas emprendidas por las comunidades que ahí habiten, de conformidad con la zonificación establecida en el Programa de Manejo, mismas que deberán ser


compatibles con los objetivos, criterios, programas y proyectos de aprovechamiento sustentable y la vocación del suelo, considerando las previsiones de los programas de ordenamiento ecológico y demás disposiciones legales aplicables.

Regla 76. Para la ejecución de nuevas obras o actividades de exploración y explotación

de recursos mineros dentro de la zona amortiguamiento de la Reserva, la SEMARNAP evaluará particularmente cada solicitud que se presente, en términos de lo establecido en la LGEEPA, sus reglamentos en materia de impacto ambiental y de áreas naturales protegidas, normas oficiales mexicanas, el Programa de Manejo y demás disposiciones legales aplicables.

Regla 77. Las actividades mineras que se vienen realizando actualmente en ésta zona,

podrán continuar realizándose siempre y cuando éstas se lleven a cabo de conformidad con los términos de los instrumentos legales aplicables.

Regla 78. Todo proyecto que pretenda la exploración y explotación minera deberá ser

compatible con los objetivos de conservación de la Reserva y los criterios establecidos por las normas oficiales mexicanas aplicables, para al aprovechamiento y desarrollo sustentable de los recursos naturales.

A nivel municipal, es conveniente destacar que siguen vigentes los puntos expresados en el Ecoplán del Municipio e Mulegé, preparado en el año de 1980, en donde se diagnostica que los terrenos alrededor de Santa Rosalía son aptos para actividades mineras extractivas de manera predominante; tales principios son reafirmados por la actual administración municipal en su Oficio No. 026/2004, fechado el pasado 15 de Junio de 2004, en donde se reconoce la vocación natural del área del proyecto (Anexo No. 9). Considerando el PMRBV y de que las obras programadas en este proyecto no causarán desequilibrio Ecológico ni rebasarán los límites y condiciones señalados en las normas técnicas y reglamentos y con fundamento en el artículo 7 del Reglamento de la LEGEEPA en Materia de Impacto Ambiental se presenta esta Manifestación de Impacto Ambiental, Modalidad Particular, apoyada también en los siguientes Reglamentos y Normas: Reglamento Forestal, el cual en su artículo 2 párrafo XXIII menciona que Vegetación forestal de zonas áridas: es aquella que se desarrolla en forma espontánea, en regiones de clima árido o semiárido formando masas mayores a 1,500 metros cuadrados. En esta categoría se incluyen todos los tipos de matorral, selva baja espinosa y chaparral de la clasificación del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, así como cualquier otro tipo de vegetación espontánea arbórea o arbustiva que ocurra en zonas con precipitación media anual de menos de 500 milímetros. En este sentido se puede mencionar que el área donde se desarrollará el Proyecto de Exploración del Boleo presenta una precipitación de menos de 250 milímetros. Sin embargo el Artículo 3o. menciona que para los efectos de la Ley y este Reglamento, los bosques, selvas o, en su caso, vegetación forestal de zonas áridas, se seguirán considerando como tales, aunque su cubierta forestal desaparezca, o sea afectada total o parcialmente por un siniestro, sea éste por incendio, plagas, enfermedades, por fenómenos meteorológicos y otras causas naturales o por la acción humana. Dichos terrenos no se considerarán acahuales y continuarán afectos al destino forestal para proteger los procesos de regeneración natural, con excepción de los casos en que se hubiere autorizado el cambio de utilización del terreno forestal. En este sentido la Federación, a través del PMRBV, reconoce la vocación del área para el uso minero, con explotación de minerales metálicos (Cobre-Cobalto), por lo que no se considera aplicable al Reglamento Forestal.


Apoyando lo anterior, el área del proyecto cuenta con un antecedente de Cambio de Uso de Suelo autorizado en el año de 1996, por el ayuntamiento de Mulege. Con No. US-96025, en donde autoriza el uso de suelo con el fin de llevar a cabo la realización de proyectos mineros metalúrgicos. Normas aplicables En este sentido el proyecto a pesar de contar con la autorización para uso minero metalúrgico por parte del PMRBV tratará de adecuarse a las siguientes normas. NOM-060-SEMARNAT-.1994. Que establece las especificaciones para mitigar los efectos adversos ocasionados en los suelos y cuerpos de agua por el aprovechamiento forestal. NOM-061-SEMARNAT-1994. Que establece las especificaciones para mitigar los efectos adversos ocasionados en la flora y fauna silvestres por el aprovechamiento forestal. NOM-062-SEMARNAT-1994. Que establece las especificaciones para mitigar los efectos adversos sobre la biodiversidad ocasionada por el cambio de uso del suelo de terrenos forestales a agropecuarios. Con base en los antecedentes expuestos, se reconoce que el proyecto de exploración minera es compatible con los usos del suelo y actividades autorizadas en la región dentro de la cual se localiza. El proyecto permitirá en primera instancia completar el diagnóstico de la actividad minera, planteado como una de las acciones de corto plazo establecidas por el PMRBV, para estimar el verdadero potencial de recursos mineros en la zona de Santa Rosalía.

Minera y Metalúrgica del Boleo, S.A. de C.V. Proyecto 04030 Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Particular Julio 2004 Mulegé, B.C.S. Página IV - 1

IV. Descripción del sistema ambiental y señalamiento de la problemática ambiental detectada

en el área de influencia del proyecto


Inventario Ambiental El área sobre la que se encuentra localizado el proyecto de MyMB, es una zona que fue sujeta a la explotación minera intensiva durante poco más de un siglo, en el cual las tecnologías antiguas, aunadas a una carencia de objetivos de preservación del ambiente natural, resultó en una degradación del medio. En todo el distrito minero es factible encontrar abundantes caminos, restos de pueblos mineros, cementerios abandonados y, sobre todo, terreros de material que durante la explotación realizada por empresas francesas y mexicanas, no fueron considerados como económicamente aprovechables. Aunado a lo anterior, las prácticas de disposición de residuos sólidos municipales en una población ahogada por la falta de recursos económicos generaron un escenario que, si bien no es desolador, difícilmente aspira a tener una mínima parte de la riqueza biológica de las zonas localizadas más al norte y al occidente de la zona de estudio. La difícil escasez del agua y las pocas lluvias, no permiten la recomposición de la cobertura vegetal original, en tanto que las especies vegetales presentes no son maderables. En consecuencia, parece difícil, si no imposible, encontrar otra vocación del suelo que no sea la minera. En este sentido, el presente capítulo, describe la situación del escenario ambiental en el que se pretende dar continuidad a la actividad minera, para, con un nuevo enfoque de conservación del medio, reactivar la economía de la región. IV.1 Delimitación del área de estudio Como antecedente de los trabajos que se pretenden desarrollar en el área de influencia es conveniente mencionar en el año de 1996 se efectuo un Estudio Ambiental Básico, consideraba una extensión total de 13 600 ha, sin embargo el presente proyecto de exploración solo considera menos de 10 ha en total, dentro del área anteriormente estudiada por lo que el área de influencia se límita a los 13 600 ha. Siendo puntuales los sitios donde se generaran los impactos pudiendo ser completamente identificables (sección IV 2.2). Considerando la opinión de varios autores (Sarukhán y Mass, 1990; Edwards, 1979; Gaskin y et. al., 1984; Hewlett, 1982), se ha utilizado la división de subcuencas hidrológicas para la demarcación del área de influencia del proyecto.Ubicada dentro de las cuencas hidrológicas; a) Soledad y, b) en el arroyo El Montado, sobre la parte baja de la Cuenca de Santa Agueda (Figura IV 2.1.b.7). Una gran ventaja en el desarrollo del presente diagnóstico para la nueva fase de exploración es la existencia de los importantes trabajos realizados por Corporación Ambiental de México (proyecto CAM95005), durante el último lustro del siglo pasado, resumidos en el Estudio Ambiental Básico realizado para Minera Curator. En este sentido, si bien el presente proyecto considera solamente la exploración en áreas muy bien definidas entre los arroyos El Boleo y Santa Águeda, se ha tomado en cuenta la totalidad del área estudiada por CAM en el pasado, la cual suma unas 13 600 ha, limitada por la Carretera Transpeninsular al Norte; al Oeste la cota de los 250 m s.n.m.m.; al Sur el parteaguas de la subcuenca del Arroyo Santa Águeda y al Este el Golfo de California.


Florística y faunísticamente, el proyecto tendría influencia únicamente en las áreas que serán físicamente ocupadas; en tanto que las especies que llegaran a ser desplazadas tienen mejor representación en zonas más al norte y al oeste del área del proyecto. Siendo el tipo de asociación vegetal existente en el área; a) Jatropha-Fouquieria sp (Lomboy, matadora, torote- Palo adán) en las mesetas de baja elevación y b) Lysiloma-Cercidium-Stenocereus sp( Palo blaco-Palo verde-Pitaya dulce y Pitaya agría) en las laderas orientadas al sur, este y oeste , además de una gran superficie de suelo en el cual la vegetación ha sido afectada anteriormente, como otra donde no hay presencia de vegetación natural. (Figura IV 2.2.1) En la esfera social y económica, el proyecto de exploración pudiese hacer sentir su influencia, en caso de resultar exitoso, desde los centros de población locales como Santa Rosalía, Guerrero Negro, Mulegé y San Ignacio, hasta nivel estatal y federal, por la posibilidad de generar una opción de diviersifiación económica regional. IV.2 Caracterización y análisis del sistema ambiental Dentro de las 13 600 estudiadas por CAM anteriormente (proyecto CAM95005), unas 745 ha están ocupadas por asentamientos humanos, en tanto que unas 760 ha están cubiertas por terreros, presas de jales, instalaciones mineras antiguas,, campamentos mineros abandonados, cementerios, áreas de disposición de basura no controladas y áreas cultivadas. En su mayoría estos elementos se aglutinan a lo largo de los múltiples arroyos designados como corredores mineros históricos (Figura IV.2.1). Cerca del 57 % del área señalada como deteriorada es ocupada por terreros o materiales con escaso contenido de mineral, que no eran aprovechados por los primeros mineros y se dejaron como apilamientos de tierra en las afueras de socavones o en sus inmediaciones, a la espera de mejores técnicas de beneficio.

IV.2.1 Aspectos abióticos a) Clima • Tipo de clima En Baja California Sur los climas que prevalecen son los muy secos, semicálidos y cálidos, cuyas características principales son lo extremoso de sus temperaturas diurnas y la gran sequedad ambiental. La latitud es el factor más importante en la determinación climática, ya que gran parte de la entidad - desde su límite norte hasta las proximidades de Todos Santos - se localiza dentro de la zona subtropical de alta presión, en la cual, los vientos alisios son descendentes, frescos y secos, por lo que no se realizan procesos de condensación y precipitación (INEGI, 1995). De acuerdo con Wilson (1955), el clima de Santa Rosalía es caliente y extremadamente árido, siendo el rasgo más característico la variabilidad de la precipitación, misma que generalmente ocurre como súbitos chubascos, en los cuales se precipitan varios centímetros de lluvia en pocas horas. Con base en las temperaturas que imperan en el estado, se han establecido zonas bien delimitadas. Según esta clasificación el proyecto El Boleo, se encuentra asentado en la


zona árido cálida, con una precipitación anual alrededor de los 100 mm (Figura IV.2.1.a.1). El flujo de aire seco del Noreste domina la mayor parte del año, con excepción de finales de junio al mes de septiembre, período en que ocurre más del 50 % de la precipitación anual, este régimen pluvial es generalmente atribuido al Monzón Mexicano. Siguiendo la clasificación de Köppen, modificada por E. García (1988), y de acuerdo con los datos generados en los períodos 1941-1946, 1951-1990 y 1993-1996 por el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el clima es del tipo BW(h’)hw(x')(e’), lo cual indica un clima muy árido con temperatura anual sobre los 22 °C y temperatura del mes más frío menor a los 18 °C; en tanto que, el porcentaje de precipitación invernal resulta mayor a 10.2 %, siendo muy extremoso por su oscilación de temperatura.


• Fenómenos climatológicos En cuanto a los fenómenos climáticos solicitados en la Guía Sectorial del Sector Minero para MIAs Particulares (SEMARNAT, 2003), de acuerdo con los datos obtenidos por el SMN durante el período 1961-1985, el fenómeno más común son los días con niebla, los cuales se presentaron en solo 23 ocasiones, lo que arroja un promedio de 0,92 días por

Figura IV.2.1.a.1. Tipos de Climas según Köppen Modificado por García Tipo de Climas Secos BSoSubtipos Secos Templadoslluvias de verano, % de precipitación invernal mayor de 10.2 verano cálido

Tipo de Climas Muy Secos BWSubtipos Muy Secos Semicálidoslluvias de verano, % de precipitación invernal mayor de 10.2 invierno fresco

Subtipos Muy Secos Muy Cálidos y Cálidoslluvias de verano, % de precipitación invernal mayor de 10.2 cálidolluvias de invierno, % de precipitación invernal menor de 36 cálido

Sin escala

Estación Meteorológica Fuente: INEGI, 1995. Síntesis Geográfica y Anexo Cartográfico del Estado de Baja California Sur.

1


año; el fenómeno no mostró tendencia en cuanto a temporada, ya que se observó tanto en diciembre como en cualquier mes del primer semestre del año. Los datos del SMN, no refieren ningún otro fenómeno tal como heladas, granizo, tormentas eléctricas, nevadas o rocío. De igual manera, el registro del período 1986-1996, no presenta dato alguno, las casillas de registro siempre se dejaron vacías. Mención aparte merecen los huracanes, los cuales tienen una importancia determinante en cuanto a la cantidad de lluvia precipitada, ya que la lluvia torrencial que traen consigo permite la existencia de arroyos temporales. La fuente de información utilizada para este aspecto fue el WEB site de la Universidad de Purdue, que proporciona la información recopilada por Chris Landrea de la Universidad Estatal de Colorado, acerca de los huracanes ocurridos en el Pacífico Oriental. De acuerdo con la información revisada, durante el período 1949-1997 se presentaron diecinueve eventos meteorológicos de diferentes magnitudes que tuvieron cierta injerencia sobre el área del proyecto (Tabla IV.2.1.a.1).

Nombre Categoría Período Latitud Longitud Día del punto más cercano

Viento Máximo en nudos

Sin nombre TT 1-4 Oct 1955 26,3 110,6 4 Oct 45 TT Sin nombre H1 1-6 Oct 1957 26,4 111,2 4 Oct 75 H Sin nombre H1 30 Sep - 5 Oct 1958 27,9 111,0 5 Oct 75 H Sin nombre TT 11-12 Sep 1958 28,2 113,4 12 Sep 45 TT Sin nombre H1 4-11 Sep 1959 26,8 113,3 10 Sep 75 H1 Diana H1 17-20 Ago 1960 27,8 111,6 20 Ago 75 H1 Berenice TT 2-6 Sep 1962 27,2 113,2 6 Sep 45 TT Claudia TT 20-24 Sep 1962 25,8 113,7 22 Sep 45 TT Helga H1 9-17 Sep 1966 26,8 112,4 15 Sep 25 DT Katrina H1 30 Ago - 3 Sep 1967 27,2 111,6 1 Sep 75 H1 Olivia H1 6-15 Oct 1967 27,0 112,2 14 Oct 75 H1 Norma TT 31 Ago - 6 Sep 1970 26,7 113,5 6 Sep 25 DT Olivia H3 20 Sep - 1 Oct 1971 28,0 113,0 1 Oct 25 DT Doreen H1 13-18 Ago 1977 26,4 113,2 16 Ago 50 TT Norbert H4 14-26 Sep 1984 26,1 113,6 26 Sep 60 TT Raymond H4 25-Sep - 5 Oct 1989 27,0 113,3 5 oct 45 TT Lester H1 20-24 Ago 1992 27,9 112,3 23 Ago 59 TT Hilary H4 17-27 Ago 1993 27,2 111,9 26 Ago 30 DT Nora H3 16-26 Sep 1997 27,3 114,8 29 Sep 75 H1 Escala Saffir-Simpson: DT= Depresión Tropical; TT= Tormenta Tropical; H1= Huracán (vientos de 118 a 153 km/h); H2= Huracán (vientos de 154 a 177 km/h); H3= Huracán (vientos de 178 a 209 km/h); H4= Huracán (vientos de 210 a 249 km/h); H5= Huracán (vientos mayores a 250 km) Fuente: http://wxp.atms.purdue.edu Tabla IV.2.1.a.1. Eventos meteorológicos con injerencia en el área de interés (200 km a la redonda). Según la recopilación de hechos históricos realizada por Gastelum (1985) en la celebración del centenario de Santa Rosalía, son de recordarse los ciclones ocurridos en los años de 1924, 1931 y 1959; sin embargo, la información se encuentra incompleta, ya que el autor mencionado no indica la fecha exacta, nombre ni intensidad de cada evento. De acuerdo con las gráficas obtenidas en el WEB site de la Universidad de Purdue, el evento de mayor intensidad ocurrió durante 1967, cuando el huracán Katrina paso a pocos kilómetros de la costa de Santa Rosalía con vientos cercanos a los 75 km/h.


Por otro lado, el CIB (1991) menciona que para el período 1952-1972, solo 1 de cada 70 de ciclones formados en la Región Matriz del Golfo de Tehuantepec alcanza a llegar al área de Santa Rosalía, estableciendo una frecuencia de un ciclón cada seis años y medio, o de 0,15 ciclones por año. De manera acorde, en el período 1949-1997 el SMN reporta 19 ciclones, por lo que la frecuencia sería de un ciclón cada 2.58 años o 0.39 ciclones por año. El Niño-Oscilación del Sur Dada la importancia que últimamente se ha dado a fenómenos como El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), se trató de asociar la ocurrencia de dicho fenómeno con la presencia de huracanes, precipitaciones máximas o, su contraparte, sequías en la zona del proyecto minero. De acuerdo con la Japanese Meteorological Agency, El Niño es un evento basado en una anomalía térmica sobre la superficie del mar en la región 40 N a 40 S y 1500 W a 900 W. Un evento de El Niño es observado cuando el promedio de la temperatura del agua superficial del mar (SST) es mayor a 0,50C por lo menos en 5 meses durante los últimos 6 meses consecutivos. Adicionalmente la serie de meses deberá comenzar antes de septiembre y deberá incluir octubre, noviembre y diciembre. Típicamente El Niño comienza al final del verano y continúa hasta el siguiente año (O’brien y et. al., 1995). La tabla IV.2.1.a.2 presenta los años en que se observó al fenómeno. Se incluye además la fase opuesta, conocida como El Viejo o La Niña, y su fase neutral, así como el número de perturbaciones ciclónicas que pasaron dentro de un radio de 200 km alrededor de Santa Rosalía. De acuerdo a lo anterior, la mayor ocurrencia de perturbaciones ciclónicas sucede durante la fase neutral del fenómeno, ya que solo se presentaron dos huracanes o tormentas el mismo año en que se observó El Niño y, seis durante el año siguiente. Como se puede observar en dicha tabla, no existe, hasta el momento, relación entre ENSO y los ciclones que se acercan a Santa Rosalía. Adicionalmente se revisaron los años con mayor y menor precipitación, así como las lluvias torrenciales; sin embargo, no se encontró asociación alguna. Ya que tanto las mayores precipitaciones, como las peores sequias ocurren en cualquiera de las fases del fenómeno. Confirmando lo que suponen investigadores del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada (CICESE) como Pavía López (1998), la región del Golfo de California será la menos afectada por el fenómeno de El Niño (apesar de haber sufrido los efectos de la tormenta tropical Nora).


El Niño (2) Fase Neutral (12) El Viejo (5)

Año No. de Huracanes

Precipitación (mm)


Precipitación (mm)


Precipitación (mm)

1951 172 1950 - 1949 - 1957 1 126 1952 231.5 1954 106 1963 44.7 1953 179 1955 1 53.5 1965 55.8 1958 2 211.5 1956 18 1969 70.3 1959 1 317 1964 23 1972 128.4 1960 1 86 1967 2 364.5 1976 100.2 1961 69.1 1970 1 10.3 1982 79 1962 2 180.8 1971 1 5.2 1986 11 1966 1 53.5 1973 109 1987 49.3 1968 43.9 1975 0 1991 - 1974 58.2 1988 25 1997 1 127.61 1977 1 29

1978 108 1979 46.5 1980 29 1981 61.5 1983 195.5 1984 1 118.8 1985 58.1 1989 1 4 1990 115 1992 1 - 1993 1 141.1 1994 122 1995 28.5 1996 16.5 Fuentes: Tabla realizada con datos de Green y et. al., 1997; Landrea, 1997; SMN y Minera Curator. Nota 1: El valor corresponde únicamente a la precipitación ocurrida entre julio y diciembre de 1997. Tabla IV.2.1.a.2. Lista de años en que se observó a ENSO (basados en el índice de la Japanese Meteorological

Agency), el número de huracanes que atravesaron un radio de 200 km alrededor de Santa Rosalía y la precipitación ocurrida durante dicho año.

b) Geología y geomorfología • Características litológicas del área: En el Distrito Minero El Boleo, afloran rocas volcánicas, sedimentarias marinas correspondientes a las Formaciones Boleo, Gloria, Infierno y sedimentos continentales de la Formación Santa Rosalía. En algunos lugares hay pequeños afloramientos de cuarzomonzonita, la cual constituye el basamento regional (Figuras IV.2.1.b.1 y IV.2.1.b.2). A continuación se describen tales formaciones: Cuarzomonzonita Está considerada como el basamento cristalino regional, se cree que subyace a la Formación Comondú, es de textura holocristalina de grano grueso, de edad Cretácico superior (91 millones de años) posiblemente sea continuación del Batolito de Baja California.


Presenta alteración propilítica en algunas zonas, con presencia de clorita asociada a biotita en los planos de crucero y algo de epidota en los núcleos de plagioclasas (Escandón, 1995). Formación Comondú Estas rocas denominadas por Heim (1922) Formación Comondú, constituyen la base o límite inferior de la Formación Boleo. Dentro de la Formación Comondú se reconocen cuatro miembros principales: derrames de lavas, tobas, aglomerados y brechas volcánicas de composición andesítico-basáltica, así como tobas de composición riolítico-dacítica (Arellano, 1997). Estas rocas conformaron paleo-islas y en la actualidad es común encontrarlas en las cabeceras de los arroyos; especialmente sobre los Arroyos Boleo y Purgatorio se observan horizontes de caliza basal de la Formación Boleo, sobreyaciendo y acomodándose a la superficie irregular de la Formación Comondú, representada por flujos de lava estratificados y muy fracturados. Dichas rocas presentan intemperismo con abundante limonita la cual da un tono café-rojizo a la roca y en menor frecuencia alteración de minerales ferromagnesianos los que le dan una coloración verdosa (Arellano, 1997). Basaltos transicionales (12,4 millones de años) han sido identificados a la entrada del Cañón El Boleo, en la parte noroeste del mapa de Wilson (coordenadas 3000 N, 3000 W); constituyen numerosos flujos densos, oscuros y de grano fino, de pocos metros de espesor cada uno; expuestos a lo largo de 50 m en distancia vertical y cubiertos por una capa delgada de ceniza roja. Al igual que los flujos basálticos inclinados suavemente al este, con espesores de 220 m, llegan a formar una de las paleo-islas denominada Cerro Juanita, situada a cuatro kilómetros al sureste de Santa Rosalía (Christoffersen, 1997). El Cerro Sombrero Montado, localizado a dos kilómetros más hacia el sureste del anterior, conforma tambien otra de las paleoislas, de composición riodacítica, este flujo aflora en la porción sur del mapa de Wilson y está intercalado por tres horizontes basálticos, localizados en la boca del Arroyo Santa Agueda (Christoffersen, 1997). La línea de rocas volcánicas existentes en el Distrito Minero, está definida por un lado, por el Cerro Sombrero Montado, Cerro Juanita y el Cañón de Boleo, por otro lado por exposiciones volcánicas a lo largo del margen costero suroeste y norte de la sub-cuenca el Boleo, (Christoffersen, 1997). También en la boca del Arroyo Purgatorio existen afloramientos de roca volcánica de aproximadamente 200 m de longitud entre 50 y 150 m de ancho. Las rocas volcánicas en el Arroyo Soledad, son muy escasas, se aprecian tres afloramientos localizados a partir de la línea de costa a dos kilómetros tierra adentro, éstos están constituidos por brechas andesíticas y basálticas así como corrientes de lava de la misma composición.


Sin embargo en el Arroyo Boleo, se presentan grandes afloramientos volcánicos; estas unidades litológicas, corresponden a brechas andesítico-basálticas con oxidación hematítica, aglomerados y corrientes de lava (Arellano, 1997). Formación Boleo. Esta formación es de importancia económica en el área de estudio, en ella se encuentran todos los depósitos minerales de cobre, cobalto, zinc y manganeso. Fue depositada discontinuamente sobre rocas basales inclinadas y erosionadas. La sedimentación posiblemente comenzó después de 10 millones de años, durante las primeras manifestaciones de la apertura del Golfo de California y terminando con las últimas manifestaciones de la apertura del golfo durante el mioceno (5,5 millones de años), por lo tanto esta formación pertenece al Mioceno Superior (Christoffersen, 1997). Angelier y Colleta (1981), proponen una edad de Mioceno superior a las capas de la Formación Boleo, de acuerdo a determinaciones de micro fauna realizadas por Muller. La Formación Boleo, es una secuencia marina transgresiva, donde capas de arenisca, limonita y argilita, combinadas con material tobáceo alternan con horizontes de conglomerado no marino, debió de existir una combinación en el ambiente de depósito, ya que éste bien pudo ser deltaico y marino (Arellano, 1997). El espesor máximo de la formación es de 250 m dando lugar a un valor promedio de sedimentación del orden de 0.063 mm/año, durante cuatro millones de años. Este valor se compara con 1 180 m de sedimento existente en la Cuenca de Loreto, lo cual hace pensar que la tasa de sedimentación en la misma fue de 0,85 cm/año (Christoffersen, 1997). Formación Gloria Esta cubre discordantemente a la Formación Boleo, representada por un conglomerado basal de 5 a 10 m de espesor, situado litológicamente entre arenisca marina fosilífera de 30 a 60 m de espesor, así como de un conglomerado situado en la cima, con interestratificación de limolita y arcilla. Según Wilson y Rocha (1955), esta formación pertenece al Plioceno medio. Las rocas Gloria, comprenden depósitos conglomeráticos cíclicos y areniscas marinas de color amarillo altamente fosilíferas. Estas rocas son estériles y se les asigna una edad no mayor a 5,5 millones de años (Christoffersen, 1997). Formación Infierno Recibe este nombre por encontrarse por primera vez en el Arroyo El Infierno, se le considera del periodo Plioceno superior, conformado por una arenisca marina fosilífera y un conglomerado de poco espesor (< 5 m), sus afloramientos no exceden a los 30 m de espesor. Sobreyace discordantemente a la Formación Gloria y está cubierta por depósitos del Pleistoceno y de las formaciones más recientes como la de Santa Rosalía (Arellano, 1997).


Estas rocas son muy similares en apariencia con la Formación Gloria y su depósito se estableció en ambientes marinos someros o litorales. Formación Santa Rosalía Suele estar pobremente expuesta en las mesas más altas del distrito, separada de la Formación infierno por una ligera discordancia. Esta formación es de edad Pleistoceno (1 ó <1 millón de años). Existen gravas más jóvenes que ésta formación, las cuales representan siete terrazas que se extienden hasta la actual línea de costa, originadas por levantamientos tectónicos producto del crecimiento de la Caldera la Reforma, situada a 20 km al norte de Santa Rosalía, este crecimiento logró elevar el terreno a unos 300 m s.n.m.m. (Christoffersen, 1997). • Características geomorfológicas del área: A fin de obtener información acerca de la geomorfología del área del proyecto, se hizo una revisión de las fotografías aéreas obtenidas por Minera Curator en 1995. Se fue verificando la geología del mapa de Wilson (1955), simultáneamente con los ortomapas disponibles y se obtuvo información del modelo de elevación digital disponible en INEGI, con lo que se elaboraron mapas de topografía, pendientes, localización de áreas planas y orientación de pendientes. Para ello se utilizó el Sistema de Información Geográfica IDRISI (Eastman, 1992). En cada caso se hizo una ventana en el modelo digital que cubre el área entre los 112 a 113° W y los 27 a 28° N, recortando una sección poligonal. Se observaron estructuras en las partes altas de las mesetas que tienden a alinear cañones que desaguan hacia diferentes arroyos, lo cual sugiere la existencia de fracturas en los paquetes de rocas, a través de los cuales se ha disectado el drenaje en la zona del distrito minero. Este tipo de estructuras se observaron atravesando el arroyo Santa Águeda y cerca del estero del mismo nombre, en la formaciones geológicas que quedan al SE de él. Hacia el norte del arroyo Santa Águeda, sobre el arroyo Montado, se observa igualmente este tipo de estructuras bien definidas. Los rasgos del relieve en esta zona revelan una etapa juvenil de erosión que ha excavado los cauces de los arroyos en las rocas de las formaciones Gloria e Infierno. El cerro del Sombrero Montado constituye un rasgo geomorfológico contrastante con las formas a su alrededor, ya que presenta una topografía más elevada y suavizada correspondiente a los depósitos volcánicos de la formación Comondú. El arroyo de Providencia también presenta en su parte noroeste, cercana a Santa Rosalía, características similares a los dos arroyos anteriores. Igualmente se observa una elevación de características similares al cerro del Sombrero Montado, llamada cerro de Juanita, también constituido por depósitos volcánicos de la formación Comondú. Si bien se distinguen varias estructuras de manera evidente, éstas no aparecen cartografiadas en el mapa geológico del trabajo de Wilson (op. cit.). Tal es el caso de una


serie de fracturas con orientación N-S y que atraviesan la parte alta de las mesetas, comunicando los drenajes de dos arroyos contiguos. Hacia la parte oeste del área cubierta por el mapa de Wilson, entre los arroyos Purgatorio y Providencia, se pudieron distinguir estructuras que controlan el patrón de drenaje de los pequeños arroyos tributarios, ocasionando quiebres perpendiculares en sus trayectorias. Hacia la parte norte, en los arroyos Soledad y El Boleo, se distinguieron formas erosivas muy similares en los cañones de los arroyos, debido a la naturaleza de los materiales que conforman la formación Gloria. Se trata de conglomerados, areniscas y arcillas suaves que ofrecen poca resistencia a los agentes erosivos. El gradiente elevacional del área va desde el nivel del mar hasta los 555 m; sin embargo, en las localidades cercanas hacia el Noroeste y Sudoeste, existen picos con elevaciones superiores a los 1 800 m (Volcán Tres Vírgenes). Este gradiente presenta un fuerte componente Este-Oeste. En el área de estudio predominan las elevaciones en las clases de los 50 a los 250 m, los cuales representan el 78 % del área total estudiada por CAM (Figura IV.2.1.b.3 y Tabla IV.2.1.b.1). La varianza en las elevaciones es relativamente grande, ya que aunque una gran proporción de las elevaciones se encuentra concentrada en un rango pequeño, los extremos de la distribución se prolongan considerablemente, lo que otorga a la zona un carácter costero, escarpado y de baja altitud. La predominancia de las elevaciones intermedias es un reflejo del valor de la parte superior de las mesetas que presentan una ligera orientación hacia el Este.

Intervalo de altitud (m s.n.m.m.) Superficie (ha) 0,10 – 10 247,30 10 – 50 1 175,64 50 – 100 2 955,21 100 – 150 2 836,48 150 – 200 2 195,78 200 – 250 3 056,12 250 – 300 973,32 300 - 350 373,59 350 - 400 169,69 400 – 450 130,12 450 – 500 44,12 500 550 32,72

550 – 555 5,33 Tabla IV.2.1.b.1. Superficie cubierta por las diferentes cotas altitudinales (m) en el área, región de Santa Rosalía, BCS. Los datos se obtuvieron del análisis del modelo digital de elevación de INEGI, agrupando las elevaciones de la superficie topográfica en clases discretas. Dado el gradiente general de elevaciones que corre de Este a Oeste, las orientaciones más comunes (39 %) en esta región son aquellas con orientación Este (Figura IV.2.1.b.4 y Tabla IV.2.1.b.2) y Norte (27 %), mientras que las orientaciones menos comunes son aquellas que miran al Sur y al Oeste (15 y 18 %, respectivamente). Por lo escarpado, una proporción extremadamente pequeña de áreas totalmente planas sin orientación determinada, escaparon a la clasificación (0,007 %).


Orientación Área (ha) Sin orientación definida 11

Norte 3 899 Sur 2 628 Este 5 678

Oeste 2 212 Tabla IV.2.1.b.2. Área de las pendientes con diferente orientación en la zona, región de Santa Rosalía, BCS. Los datos se obtuvieron del análisis del modelo digital de elevación de INEGI, agrupando todas aquellas orientaciones de 45° a cada lado de cada punto cardinal. Usualmente las pendientes con mayor inclinación (8-32 %) y los escarpes (32° ó más) muestran un menor desarrollo de los suelos y una mayor proporción de rocas expuestas, mientras que en las zonas con pendientes poco pronunciadas se encuentran suelos con mejor desarrollo (Figura IV.2.1.b.5). Sin embargo, estos últimos pueden presentar problemas de drenaje. Este fenómeno es evidentes en las playas o sakhbas (Lock, Sintiere & Williams, 1990), situadas en la parte alta de las mesetas. En estos ambientes se depositan sedimentos arcillosos muy finos que retienen el agua por largo tiempo y que por lo tanto actúan como áreas de intensa evaporación con la consecuente acumulación de sales. Las pendientes más comunes en el área de estudio son aquellas entre 4 y 8° de inclinación, las cuales cubren casi un 30 % del área (Tabla IV.2.1.b.3). A éstas le siguen las pendientes de moderadas a fuertes (8 – 16°) que ocupan una proporción similar del terreno. Las zonas muy planas, entre las que se encuentran las playas continentales y los deltas de los arroyos, cubren solamente el 5 % del área, mientras que los escarpes muy pronunciados cubren un 8 % del total de la superficie. En una clasificación más laxa, agrupando solo tres categorías de pendientes, las zonas con inclinaciones de planas a suaves (entre 0 – 2°), cubren el 15 %; las intermedias (2 – 8°) cubren el 50 % y las escarpadas (8 – 32°) el 35 % (Esto suma 102%). Estos valores ilustran la clara separación entre los cauces de los arroyos y playas en las mesetas, las mesetas con superficies moderadamente inclinadas y los escarpes entre las mesetas y los arroyos, y los cerros ocasionales que aparecen asociados a las mesetas. Las pendientes situadas en la costa presentan un rápido declive con litoral poco indentado, lo que parece conformarse bien a costa de tipo tectónico (Birot, 1966).

Pendiente (Grados de inclinación)

Área (ha)

0 – 1 709 1 – 2 1 481 2 – 4 3 009 4 – 8 4 024 8 – 16 3 866 16 – 32 1 113

Tabla IV.2.1.b.3. Distribución de las áreas con diferentes grado de pendiente en el área de estudio. Los datos se obtuvieron del análisis del modelo digital de elevación de INEGI, agrupando las pendientes de la superficie topográfica en una escala de octavas (logaritmo base 2).


Figura IV.2.1.b.3. Modelo Hipsográfico de la región de Santa Rosalía, BCS, mostrando las elevaciones cada 50 m (excepto en la faja de costa, donde la primera cota de elevación s de 1 – 10 m). Nótese el gradiente de elevación hacia el Oeste y Norte.


Figura IV.2.1.b.4. Imagen mostrando la orientación de las pendientes en la región de Santa Rosalía, BCS.


Figura IV.2.1.b.5. Imagen mostrando el grado de inclinación de las pendientes en la región de Santa Rosalía, BCS. Las inclinaciones se agruparon siguiendo una escala logarítmica base 2 (octavas). Las unidades son grados de inclinación.


• Susceptibilidad de la zona a: sismicidad, deslizamiento, derrumbes, inundaciones, otros movimientos de tierra o roca y posible actividad volcánica. Con respecto a sismicidad y actividad volcánica, se puede decir que a 30 km al norte del área de estudio, está la zona de las Tres Vírgenes, la cual ha presentado manifestaciones de vulcanismo desde fines del terciario, correspondientes al Volcán Tres Vírgenes y Caldera La Reforma. La Caldera de la Sierra La Reforma y el cono meridional del Grupo Tres Vírgenes son parte de una secuencia magmática Mioceno-Superior-Plio cuaternaria, bien representada a lo largo de la península (Gastil et,al., 1981). El nombre Tres Vírgenes designa a un grupo de tres volcanes orientados NE-SW, de los cuales, sólo uno, el más meridional ha estado activo durante el Cuaternario tardío. El registro de actividad histórica del volcán Tres Vírgenes, data del manuscrito del siglo XVIII de misioneros Jesuitas, los cuales reportaron en 1946 una erupción. La erupción principió con una fase explosiva, en la que fueron expulsadas cenizas y Piedra Pómez. Cerca del límite suroeste del cráter superior, se desarrolló un pequeño cono cinerítico y las cenizas negras que generó, cubrieron la parte superior y los taludes del volcán, las lavas emitidas formaron dos zonas de malpaís hacia el sureste y suroeste del cono de composición basáltica. Con respecto a la Caldera La Reforma, (Demant etal, 1975), revela que efectivamente se trata de una estructura de caldera cuya formación se inició en el Cuaternario Tardío (Aproximadamente 1 millón de años), tras un levantamiento vertical regional relacionado a una fase de calma en la cual hubo erupciones ignimbríticas seguidas por emisiones basálticas. El Cráter la Virgen, está considerado ser la fuente de lavas más jóvenes del volcán, el cual está en un proceso de degradación rellenado parcialmente por coluvión, sin presentar restos piroclásticos recientes (Sawlan etal, 1984). La zona de las Tres Vírgenes, está catalogada como un área tectónicamente activa, con fallamiento asociado a la apertura del Golfo de California y en consecuencia a la prolongación hacia el sur del Sistema de Fallas San Andrés, del cual puede formar parte una falla regional transcurrente con orientación NW-SE (Gutierrez Negrín, 1990). Regionalmente en el área se encuentran tres complejos volcánicos cuaternarios: La Caldera de la Reforma, La Sierra del Aguajito y Las Tres Vírgenes (López, et. al, 1989). En el cual afloran las manifestaciones termales, las cuales están asociadas a un Complejo conformado por 3 centros eruptivos alineados Norte-Sur, a lo largo de una zona de debilidad que se intercepta con una falla de transformación, orientada NW-SE (Lira et al, 1984). Estos centros eruptivos son El Volcán las Tres Vírgenes, El Azufre y El Viejo, cuya composición varía de andesítico-basáltico a dacítico. Como es el caso del Domo Dacítico denominado El Potrero, situado en la falda norte del volcán El Viejo.


El vulcanismo Cuaternario se inició regionalmente en la Caldera de La Reforma, hace 1,6 a 1,5 millones de años, conformado por depósitos plinianos que afloran al sur y sureste de la zona (Desy, 1989). El vulcanismo del Complejo Aguajito, empezó hace 700 mil años, con erupciones de ignimbritas, concluyendo hace unos 500 mil años, con derrames dacíticos y riolíticos. Contemporáneo es el Volcán Las Tres Vírgenes, el cual empezó a emitir andesitas y dacitas provenientes del Volcán El Azufre hace 1000 años, concluyendo en el Holoceno con la extrusión de domos como el Domo El Potrero y derrames dacíticos del Volcán La Vírgen, el cual constituye la última evidencia en la zona (Gutierrez Negrín, 1990). Las manifestaciones termales existentes en el área están representadas por manantiales, fumarolas y zonas de alteración hidrotermal, con temperaturas superficiales de 53 a 98 °C, gobernadas por estructuras NW-SE y en algunos casos por la intersección de éstas con estructuras de dirección NNE-SSW. La geotermometría de fase gaseosa calcula temperaturas de fondo de 257°C (Desy, 1989). El monitoreo sísmico iniciado por CFE a finales de 1992, ha reportado intensa actividad sísmica, tanto de origen tectónico como magmático. A consideración del autor, esto indica un elevado riesgo volcánico en la región presagiando la reactivación del complejo de Tres Vírgenes (López Hernández, 1993). En 1973, Figueroa recopiló información de terremotos suscitados en Baja California, desde 1918 a 1973, en base a estos estudios dividió el área en cinco diferentes zonas, en esta figura el área del Distrito Minero entra dentro de la Zona (3), esta zona comprende el área entre los paralelos 26°00’ y 28°00’ de latitud norte, y los meridianos 109°00’ al 116°00’ de longitud oeste. En ella se encuentra el poblado de Santa Rosalía, Guerrero Negro y Mulegé en la península, además de Navojoa, Cd Obregón y Guaymas en el continente. En esta zona se registró una frecuencia de 9 focos de sismos de magnitud 6 ó mayores en la escala de Richter, lo que representa la mayor intensidad de sismos de este rango en todo el Golfo de California. Durante el período 1918 a 1992, se registraron varios eventos sísmicos, pero fue hasta 1963 que se detectó el de mayor duración, a partir de este año se instalaron infinidad de aparatos, obteniéndose información durante un período de 75 años, en el cual se tienen registrados 137 eventos reportados en zonas con radios de 400 y 200 Km, generalmente cuando se tiene una amplia información recabada por largos períodos de tiempo, el número de eventos cuenta, pero la magnitud de los mismos disminuye, éste no es el caso de los registros obtenidos en el área cercana al proyecto El Boleo, probablemente porque la fuente de información está incompleta (Flúor Daniel Wright, 1997). Figueroa (1973), reporta que el fondo del Golfo de California presenta desplazamientos a lo largo de la falla que separa a la península del continente, según la localización de los focos de los sismos. Es notable que aunque la mayor frecuencia de sismos con magnitudes mayores a seis se presentó en la zona 3 donde se localiza el poblado de Santa Rosalía, la mayor actividad sísmica ocurre en la zona 5, que se encuentra en el extremo norte de la península, éstos son de origen somero, aunque sus magnitudes son elevadas, causando daño en áreas relativamente reducidas, estos sismos no actúan de forma aislada sino que se presentan


series de ellos que ocurren durante un período de tiempo definido con duración de algunos meses. CICESE ha desarrollado trabajos sobre sismicidad en la zona de Tres Vírgenes, reportando que se trata de una zona con intensa actividad sísmica (Munguía, 1994); en ésta incluyen eventos de tipo tectónico, aunque se observaron también otros de origen hidrotermal o volcánico, todas las fallas reconocibles en la zona volcánica de las Tres Vírgenes son responsables de la ocurrencia de los sismos de mayor magnitud detectados durante el estudio. El 30 de junio de 1995, fue registrado un sismo de magnitud 6,2 en la escala de Richter, con réplicas que alcanzaron hasta 5,8 grados de magnitud, cuyo epicentro se localizó muy cerca de la Ciudad de La Paz, los efectos de éste se sintieron en Loreto, Cd. Constitución, Cabo San Lucas, San José del Cabo y Mulegé en B.C.S. Por la evidencia referente a estos sismos (Munguía, 1995) deduce estuvieron asociados a movimientos de la Falla La Paz, con plano de falla orientado NW-SE. Durante 1996 y 1997, CAM y Minera Curator, decidieron hacer un análisis de la calidad del agua existente en el Tiro Williams, este está orientado con los pozos geotérmicos existentes en el proyecto las Vírgenes, que tiene a su cargo Comisión Federal de Electricidad, los resultados arrojaron alta cantidad de sulfuros y temperatura de la misma entre los 38 y 39 °C. Al parecer se tiene fallamiento activo atravesando esta área, proveniente desde el complejo Volcánico Tres Vírgenes. Con respecto a deslizamientos o derrumbes, los únicos que se pudieran originar son producto de las características de la roca, rocas rígidas como coladas de lava y calizas tienden a fracturarse con movimientos vibratorios u oscilatorios, provocados en esta área por actividad sísmica. Otra de las causas de los mismos sería en temporada de lluvias ciclónicas, las cuales tienden a ocurrir a finales del verano durante Septiembre y principios del invierno en Noviembre-Diciembre, las cuales provocan grandes avenidas llevando consigo materiales de talud inconsolidados, situados en las faldas de los cerros. c) Suelos Los suelos en el área de estudio muestran una incipiente influencia de los factores de formación, por lo que mantienen muchas de las características de la roca de origen. En general son de colores claros, texturas arenosas, abundante pedregosidad superficial y en el perfil, altos contenidos de grava, muy baja fertilidad, además de que provienen de materiales no consolidados, característica que mantienen en todo el perfil, o se encuentran limitados por estratos cementados de arenisca, carbonatos y toba. Los suelos se han desarrollado en tres formas de ocurrencia: a).- En mesetas y terrazas en donde el material no consolidado está limitado por un estrato de conglomerado cementado con carbonato de calcio; b).- En taludes de mesetas y faldas de lomerios en donde el material no consolidado esta limitado por toba y arenisca, lo cual ha sido identificado como formación boleo y en menor proporción de superficie por formación gloria y c).- en el lecho de arroyos intermitentes y sus meandros, donde se encuentra el conglomerado a más de dos metro de profundidad. El modo de origen es aluvial, excepto en las mesetas que se considera in situ o residual. Con relación a su desarrollo, muestran una secuencia A-C, que hace referencia a la incipiente influencia de los factores de formación, reflejados en sólo algunos procesos


pedogenéticos, entre los cuales se cuenta a la calcificación- decalcificación, salinización - desalinización, acumulación y transporte. La erosión es un factor íntimamente relacionado al relieve; en los lomerios y taludes de las mesetas la erosión es severa, más por el material parental y la poca vegetación que por el clima. Sin embargo las lluvias torrenciales, registradas como eventuales, sobre el material no consolidado, texturas arenosas y sin estructura del suelo, agravan el problema de erosión en dichas topoformas, originando una mínima profundidad efectiva, llegando al extremo en áreas donde aflora la toba y arenisca. De acuerdo con los datos de laboratorio para los sitios muestreos y la interpretación que se puede desarrollar a partir de ellos, se consideran de muy baja a baja fertilidad, poca retención de nutrimento, baja retención de humedad, moderadamente alcalinos, no salinos, no sódicos y de rápida permeabilidad. Estas características restringen la adaptación de muchos de los cultivos comerciales. En la zona de estudio CAM realizó 2 estudios de suelo, en esta ocasión solamente se presentan los resultados del primer trabajo, ya que es el estudio de gran visión que incluye a las áreas en que se desea desarrollar las actividades de exploración propuestas (Figura IV.2.1.b.6). Los tipos de suelo son: Leptosol distrítico (LPd): Suelos con poca profundidad efectiva, presentan mucha grava y piedra en el perfil, textura franco arenosos, muy permeables, de contenido medio de materia orgánica superficial que decrece a muy pobre a mayores profundidades, presentan altos contenidos de carbonatos (debidos al material parental), con baja fertilidad y alta susceptiblidad a la erosión. Calcisol péptrico (CLp): Suelos medianamente profundos, limitados por una capa cementada con carbonato de calcio, restringiendo el desarrollo radicular de las plantas, texturas franco arenosas, pedregoso, contenido de materia orgánica en la superficie decreciendo a mayor profundidad drásticamente, no salino, con contenidos de carbonato de calcio; ricos en magnesio. La fertilidad de este suelo es media. Fluvisol éutrico (FLe): Son suelos producto de la acumulación de material y sedimentos transportados por ríos o arroyos, no presentan indicios de desarrollo en el perfil, la textura es arenosa franca con abundante grava y cantos rodados, son suelos muy permeables, que no retienen la humedad, muy pobres en materia orgánica. La fertilidad de estos suelos es baja, aumentándose en sitios de acumulación de sedimentos finos. Leptosol éutrico (LPe): Estos suelos se caracterizan por ser poco profundos, pobres en materia orgánica, no salinos con altos contenidos de carbonatos y muy pedregosos. Se presentan como macizos rocosos y el 15-20 % del volumen esta ocupado por material fino.


Figura IV.2.1.b.6. Tipos de suelo presentes.


d) Geohidrología e hidrología superficial y subterránea La zona de estudio se ubica en la Región Hidrológica 5 (INEGI, 1983, 1996), dentro de su Cuenca A (La Trinidad Mulegé), subcuencas Santa Agueda y Santa Rosalía. La primera tiene una extensión 396 km2, mientras que la segunda 193 km2. En la Subcuenca de Santa Rosalía están contenidas ocho pequeñas subcuencas con descarga directa al mar (Figura IV.2.1.b.7). La precipitación media ponderada para la Subcuenca de Santa Águeda es de 138,57 mm/año, que representan 54,8743 x 106 m3/año, mientras que en la Subcuenca de Santa Rosalía la precipitación media ponderada es de 126,28 mm/año, que representan 24,3724 x 106 m3/año. No existen lagos, lagunas o presas de almacenamiento en el área de estudio. Tampoco existen ríos superficiales de aguas perennes o subterráneos. Las zonas con riesgo de inundación son las partes más bajas de los arroyos, próximas a su desembocadura en el Golfo de California. La precipitación máxima registrada para 24 hr a lo largo de 70 años (de 1927 a 1997) es de 196,3 mm. La precipitación máxima esperada para 24 h con un período de retorno de 100 años (conforme a las distribuciones probabilísticas de Gumbel y Lognormal) es de 245 mm. Considerando este valor y un coeficiente de escurrimiento de 20% (tomado de Aparicio Mijares, 1989) la avenida máxima esperada en los diferentes arroyos del área de estudio varía de 4,15m3/s en el Arroyo Las Palmas a 224,58m3/s en el Arroyo Santa Águeda. Durante el último lustro del Siglo XX, se censaron 26 aprovechamientos hidráulicos en la Subcuenca de Santa Águeda, mientras que sólo existen 3 captaciones en la Subcuenca de Santa Rosalía. Las aguas subterráneas de la Subcuenca de Santa Águeda son de buena calidad, con excepción de las muestreadas en el Tiro William, las cuales no son aptas para consumo humano por la cantidad de Sólidos Totales Disueltos que contienen y por ser sulfurosas. Las aguas del Tiro Santa Natalia en el Arroyo Soledad exceden a la norma permisible de Sólidos Totales Disueltos. Una noria localizada en la proximidad de la desembocadura del Arroyo Boleo (AP-128) se encuentra contaminada con aguas negras provenientes de la pila de oxidación perteneciente al poblado de Santa Rosalía. El uso que se le da a las aguas extraídas en la Subcuenca de Santa Águeda es riego, potable y abrevadero, en menor importancia es industrial. Prácticamente no se aprovechan las aguas subterráneas de la Subcuenca de Santa Rosalía. Se establecieron tres unidades de roca con semejante comportamiento hidráulico en la región: -Unidad impermeable. Es el basamento geohidrológico. Incluye a las formaciones Comondú y Santa Lucía. No constituyen acuíferos.


-Unidad Semipermeable. Agrupa a la formaciones Boleo, Infierno y Santa Rosalía. Bajo ciertas condiciones pueden constituir acuíferos donde el agua se mueve principalmente a través de discontinuidades. -Unidad Permeable. Incluye a los depósitos aluviales, la Formación Gloria y algunas coladas de basaltos muy fracturados. En esta unidad se conforman el acuífero más importante. (¿Qué unidad predomina en el área del proyecto de exploración?) Existen dos acuíferos en la Subcuenca de Santa Águeda. El más importante en cuanto a recarga y aprovechamiento se presenta en el subalveo de los acarreos del arroyo. Contiene captaciones desde el amplio valle de Santa Águeda hasta la población del mismo nombre. En este acuífero existe un excedente, susceptible de aprovechamiento, de 9,5 L/s. El segundo acuífero se encuentra en las Formaciones Boleo y Gloria. Se manifiesta en el Tiro William, al que confluyen una gran cantidad de galerías mineras a más de 150 m de profundidad, mismas que actúan como galería filtrante. De este tiro es posible extraer, con toda seguridad, hasta 21,5 L/s a un nivel dinámico estable a 60,52 m de profundidad; en estos 21,5 L/s están incluidos unos 2 L/s de los disponibles del acuífero superior. El acuífero de la Subcuenca de Santa Rosalía es de menor importancia. Su disponibilidad potencial máxima es de 0,4874 x 106 m3/año (15,5 L/s), que se reparten en ocho subcuencas. De éstas, la de mayor potencial es Purgatorio, donde existe una disponibilidad potencial de 9,14 L/s. Es factible, también, disponer pequeños caudales de las subcuencas Boleo, Soledad y Providencia. IV.2.2 Aspectos bióticos a) Vegetación Como parte de los trabajos realizados por CAM durante el último lustro del Siglo XX, se efectuaron 2 campañas; (epoca de secas; enero –febrero y lluvias; agosto), para la caracterización de la vegetación en el distrito minero. Dichas campañas incluyeron colecta e identificación de material botánico in situ y posteriormente en laboratorio. El análisis de la estructura de la vegetación incluyó muestreos con líneas de Canfield (transectos lineales) para estimar valores de cobertura de las especies arbóreas y arbustivas. En tales campañas se realizaron 42 líneas de Canfield de 30 m cada una, representando un muestreo de 1 260 m lineales en 36 sitios de muestreos. Los transectos se utilizaron como réplicas, con lo que se obtuvo el valor promedio por especie por sitio. Con estas medidas se calcularon los valores de importancia de las diferentes especies y la diversidad por transecto para cada sitio de muestreo (Bauer, 1943; Barbour y et. al., 1980). A la vez se realizaron reconocimientos generales de la vegetación de plantas perennes utilizando el método del “relevé” (Mueller-Dumbois y Ellenberg, 1974). De acuerdo con la clasificación de vegetación de Shreve (1951) y Shreve & Wiggins (1964), la posición de Santa Rosalía en la porción nororiental de la península de Baja California, le permite compartir elementos florísticos y estructurales de varias subdivisiones del Desierto Sonorense. La vegetación dominante es el matorral sarco-caulescente, pero hacia el Noroeste y Oeste se establecen contactos con matorrales sobre suelos más arenosos y planos, característicos de la región del Vizcaíno, con


dominancia de Ambrossia sp. y Agave, además de presencia de elementos muy vistosos como Yucca valida, Pachycormus discolor, Stenocereus gummosus y Ambrosia bryantii. Hacia el Sudoeste, la vegetación presenta elementos típicos de la Sierra de La Giganta con numerosos representantes arbóreos y arborescentes, entre los que destacan Lysiloma candium, Prosopis glandulosa, Pithecellobium confine, Senna confine y Acacia peninsulares, entre otras especies. El listado florístico se incluye como tabla IV.2.2.a.1, el cual incluye solamente especies de plantas perennes. En total se encontraron 168 especies de plantas perennes repartidas en 48 familias. En su estado actual comprende menos del 60 % de la flora de la región, por lo que sería de esperarse una flora total de aproximadamente 300 especies. De las 168 especies de perennes, 28 son endémicas de Baja California (Tabla IV.2.2.a.2) y 8 especies más ocurren únicamente en Baja California y pequeñas áreas aisladas de la costa sonorense. Dos especies tienen algún grado de protección por la federación, estas especies se enlistan en la tabla IV.2.2.a.3.

ESPECIE Y AUTOR NOMBRE COMÚN BORAGINACEAE Coldenia cuspidata I.M. Jhtn Cordia parvifolia A.DC. Heliotropium curasaavicum L.

BRASSICACEAE Lyrocarpa coulteri Hook & Harv. Ex Harv.

BURSERACEAE Bursera hindsiana (Benth) Engier Bursera microphylla A. Gray

Copal Torote

BUXACEAE Simmondsia chinensis (Link) Schneid.

Jojoba

CACTACEAE Echinocereus engelmannii (Parry ex Engelm) Rumpler Ferocactus gracilis H. Gates Lophocereus schottii (Engelm.) Britton & Rose Mammillaria aff. grahamii Mammillaria evermanniana (Britt. & Rose) Orcutt Opuntia acanthocarpa Engelm. & Bigel. Opuntia bigelovii Engelm Opuntia cholla Weber Opuntia ciribe Engelm. Ex Coult. Opuntia echinocarpa Engelm. & Bigel. Opuntia invicta Brandegee Opuntia molesta Brandegee Pachycereus pringlei (S. Watson) Britton & Rose Peniocereus striatus Britt & Rose Stenocereus gummosus (Engelm.) Gibson & Horak Stenocereus thurberi (Engelm.) Buxb.

Bizagna Senita Cabeza de viejo Cibiri Cholla Cholla Cibiri Cibri Cibri Cardón Reina de la noche Pitaya agria Pitaya dulce

CAESALPINIACEAE Caesalpinia arenosa Wiggins Cercidium microphyllum (Torr.) Rose & I.M. Jhtn. Hoffmanseggia intrincata Brandegee Parkinsonia aculeate L Senna confinis Greene

Palo verde Bagote


ESPECIE Y AUTOR NOMBRE COMÚN CAPPARIDACEAE Atamisquea emarginata Miers.

CASUARINACEAE Casuarina sp.

Pino

CELASTRACEAE Tricerma phyllantoides (Benth.) Lundell

Falso mangle

CHENOPODIACEAE Allenrofea occidentalis (S. Wats) Kuntze Atriplex braclayana (Benth) Dietr. Atriplex canescens (Pursh) Nutt. Spp. Linearis (S. Wats. Hall & Clements Chenopodium murale L. Chenopodium sp. Salicornia bigelovii Torr. Salicornia pacifica Standley Suaeda moquini Greene

Chamizo Chamizo

COMBRETACEAE Laguncularia racemosa (L.) Gaertn

Mangle blanco

COMPOSITAE Ambrosia divaricata (Benth.) Payne Ambrosia magdalena (brandegee) Payne Ambrosia ambrosioides (Cav.) Payne Ambrosia chenopodifolia (Benth) Payne Ambrosia dumosa (A. Gray) Payne Baccharis sarathroides A. Gray Bebbia juncea (Benth.) Greene Coreacarpus sp Encelia farinosa A. Gray Encelia farinosa A. Gray var. Phenicodonta (S.F. Blacke) I.M. Jnth. Ericameria sp. (Happlopapus) Hofmeisteria fasiculata var. pubescens (S. Wats.) B.L. Robinson Hymenoclea monogyra Torr. & Gray Pectis papposa var. papposa Harv. & Gray Perityle californica Benth. Peucephyllum schottii A. Gray Pleurocoronis laphamioides Porophyllum crassifolium S. Watson Porophyllum gracile Benth. Trixis californica Kellogg Viguiera deltoidea var. Chenopodia (Greene) S.F. Blake Viguiera deltoidea var. Paryshii (Greene) Vasey & Rose Xilothamnia difusa (Benth.) Nesom

Chicura Batazote, Escoba, amaga Incienso Incienso Hierba del venado

CONVOLVULACEAE Convolvulus alsinoides L. var. Acapulcensis Jacquemontia abutiloides (I.M. Jun.) var. eastwoodiana Wigg. Jacquemontia abutiloides var abutiloides Bentham

CUCURBITACEAE Cucurbita cylindrata S. Wats Cucurbita palmata S. Wats. Ibervillea insulares (Brandegee) Wigg. Ibervillea sonorae var. Peninsulares (I.M. Johnst) Wigg.

Melón coyote Calabacilla Melón coyote Melón Coyote, gareque

EUPHORBIACEAE Adelia virgata Brandegee Ditaxis brandegeei (Millsp.) Rose & Standley Ditaxis lanceolada (Benth.) Pax & K. Hoffm. Euphorbia magdalenae Benth. Euphorbia misera Benth Euphorbia pediculifera Engelm. Var. Pediculifera Euphorbia polycarpa Benth

Golondrina Golondrina


ESPECIE Y AUTOR NOMBRE COMÚN Euphorbia tormentulosa S, Watson Euphorbia xantii Engelm. Jatropha cinerea (Ort.) Muell. Arg. In A. DC. Jatropha cuneata Wiggins & Rollins Pedilanthus macrocarpus Benth.

Lomboy Matadora, Torote Candelilla

FABACEAE Dalea mollis Benth. Dalea parí (A. Gray) Torr. & Gray Errazurizia megacarpa (S. Watson) I.M. Jun. Olneya tesota A. Gray Phaseolus filiformis Benth. Prosopis glandulosa Torrey var. Torreyana (L. Benson) M.C. Jun. Psorothamnus emoryi (A. Gray) Rydb. Tephrosia palmeri S. Watson

Palo fierro Mezquite

FOUQUIERIACEAE Fouquieria diguetii (Van Thieghem) I.M. Jun.

Palo Adán

FRANKENIACEAE Frankenia palmeri S. Wats.

Hierba reuma

KOEBERLINIACEAE Koeberlinia spinosa Zucc.

Corona de cristo

KRAMERIACEAE Krameria erecta Willd. Krameria grayi Rose & Painter Krameria parvifolia var. Glandulosa Macbr.

Mezquitillo Mezquitillo Mezquitillo

LABIATAE Hyptis emoryi Torr.

Salvia

LOASACEAE Eucnide cordata (Kell.) Kell. Ex Curan Mentzelia sp Petalonyx linearis E. Greene

LORANTHACEAE Phoradendron digeutianum Van Tieghem Phrygilanthus sonorae S. Wats.

Toji Toji

MALPIGHIACEAE Jenusia californica Benth. Mascagnia macroptera (Sess. & Moc.) Niedenzu

Gallinita

MALVACEAE Abutilon ancanum (Link) Sweet Abutilon sp. 3 Hibiscus denudatus Benth. Horsfordia newberryi (S. Watson) A. Gray Sida sp Sphaeralcea ambigua A. Gray Sphaeralcea hainesii Brandegee Sphaeralcea orcutii Rose

Mal de ojo Mal de ojo Mal de ojo

MARTYNIACEAE Proboscidea altheaefolia (Benth.) Decae.

Espuela del Diablo

MELIACEAE Melia azedarach L.

Piocha

MIMOSACEAE Acacia farnesiana (L.) Willd. Acacia gregii (Britton & Rose) Wiggins Acacia minuta (M. E. Jones) Beauchamp Acacia peninsulares (brito. & Rose) Standley Calliandra californica Benth. Desmanthus fruticosus Rose Leucena leucocephalla (Lam) de Wit Lysiloma candidum Brandegee

Huizache Uña de gato Cabello de angel Palo blanco


ESPECIE Y AUTOR NOMBRE COMÚN Mimosa sp Pithecellobium confine Standley NYCTAGINACEAE Abronia maritima Nutt. Alliona incarnata L. Mirabilis bigelovii A. Gray OLEACEAE Schoepfia californica Brandegee

Alfombrilla

PALMAE Washingtonia robusta Wendl.

Palma

PASSIFLORACEAE Passiflora arida (Mast.) Killip Passiflora foetida L. var. Longipedunculata Killip

Ojo de venado Ojo de venado

PHYTOLACEACEAE Stegnosperma halimifolium Benth.

Amole

POACEAE Asistida adscensionis L. Asistida californica Thurb. Bouteloua aristidoides (H.B.K.) Grises. Distichlis spicata (L.) Greene var stolonifera Pennisetum ciliare L.

Zacate tres barbas Zacate tres bandas Aceitilla Zacate salado Zacate buffel

POLYPODIACEAE Notholaena californica DC. Eaton Notholaena lemmonii DC. Eaton var. Lemmonii

Helecho Helecho

RHAMNACEAE Colubrina viridis (M.E. Jones) I.M. Jun.

Palo colorado

RHIZOPHORACEAE Rhizophora mangle

Mangle rojo

SAPINDACEAE Cardiospermum corindum L.

Trinadora, Juanita

SIMARUBACEAE Castela polyandra Moran & Felger

SOLANACEAE Datura discolor Bernh. Lycium brevispe Benth. Lycium exsertum A. Gray Lycium paryshii A. Gray Nicotiana glauca R. Graham Solanum hindsianum

Toloache Frutilla Frutilla Frutilla Palo Juan Mariola

STERCULIACEAE Ayenia filiformis S. Wats. Melochia tormentosa L.

TAMARICACEAE Tamarix sp

Pino salado

ZIGOPHYLLACEAE Faginia califronica Benth. Fagonia spp. Larrea divaricata Cav. Subsp. Tridentdata Flger & Lowe Viscaiona geniculata (Kellogg) Greene

Gobernadora Guayacán

Tabla IV. 2.2.a.1. Listado florístico del fundo minero del Boleo el cual abarca un total de 52 km2.


Taxa Taxa AGAVACEA CONVOLVUACEAE Agave cerulata Trel. Jacquemontia abutiloides (I.M. Jhtn.) var.

eastwoodina Wigg. ACANTHACEAE CUCURBITACEAE Ruellia californica (Rose) I.M. Jhonst. (R) Ibervillea insulares (Brandegee) Wigg. BURSERACEAE I. sonorae var. peninsularis (I.M. Johnst.)

Wigg. Bursera hindsiana (Benth) Engler (R) EUPHOBIACEAE CACTACEA Euphorbia magdalenae Benth. Mammilaria evermanniana (Britt. & Rose) Orcutt E. xantii Engelm. Opuntia cribe Engelm. ex Coult. FABACEAE O. cholla Weber (R) Errazurizia megacarpa (S. Watson) I.M. Jhtn. O. invicta Brandegee FOUQIERIACEAE O. molesta Brandegee Fouquieria diguetti (Van Tieghm) I.M. Jhonst.

(R) Ferocactus gracilis H. Gates LORANTHACEAE Pachycereus pringlei (S. Watson) Britton & Rose

(R) Phoradendron duguetianum Van Tieghem.

Stenocereus gummosus (Engelm.) Gibson & Horak (R)

Phrygilanthus sonorae S. Wats (R)

CAESALPINACEAE MALVACEAE Caesalpinia arenosa Wiggins Sphaeralcea hainesii Brandegee Senna confinis Greene MIMOSACEAE COMPOSITAE Acacia peninsulares (Brito. & Rose) Standley Ambrosia divaricata (Benth.) Payne Calliandra californica Benth. A. magdalena (Brandegee) Payne Desmanthus fructicosus Rose Hofmeisteria fascisulata var. pubescens (S.

Wats.) B.L. Robinson Lysiloma candidum Brandegee

Porophyllum crasifolium S. Watson Pithecellobium confine Standley Viguiera deltoidea var. chenopodina (Greene)

S.F. Blake OLEACEAE

PASSIFLORACEAE Schoepfia californica Brandegee Pasiflora arida var longipedunculata Killip (R) ZYGOPHILLACEAE SIMAROUBCEAE Viscainoa geniculta (Kellog) Greene (R) Castela polyandra Moran & Felger

Tabla. IV.2.2.a.2. Listado de plantas endémicas a Baja California, encontradas dentro del distrito minero. TAXA ESTATUS CACTACEA Mammillaria evermanniana (Brito. & Rose) Orcutt Rara endémica FABACEAE Olneya tesota A. Gray Bajo protección especial Tabla IV.2.2.a.3. Listado de especies protegidas conforme a la NOM-059-SEMARNAT-2001. Debe destacarse la predominancia de las familias Leguminosae (Fabaceae + Mimosaceae + Caesalpinaceae = 23 especies); Cactaceae (16 especies); Compositae (24 especies) y Euphorbiaceae (12 especies). Es notable la diversidad vegetal donde la mayoría de las familias están representadas por menos de 5 especies (38 familias), y 22 familias solamente están representadas por una especie. Es probable que una importante proporción de las especies faltantes ocurran en poblaciones aisladas con bajos números


en cañadas aisladas o en las partes altas de las mesas. Estos valores numéricos indican una diversidad de especies de plantas vasculares con un importante componente de las plantas anuales que no se reportaron en las campañas de muestreo realizadas. La diversidad de perennes se explica, en primera instancia, por la confluencia de elementos de diferentes subdivisiones del Desierto Sonorense. Factores de gran importancia son: el rango altitudinal, la topografía que varía de zonas muy planas con drenaje superficial dendrítico, y la presencia de numerosos microhabitats y sitios con características edáficas especiales en las montañas, mesetas y planicies. La presencia de zonas planas en diferentes pisos altitudinales contribuye al reemplazo ecológico de especies con habitat similar, pero con requerimientos de humedad e insolación distintos. También destacan los ambientes de laderas orientadas hacia el norte y cañones angostos que albergan a los elementos más mésicos y las orientadas hacia el sur con especies netamente xerofíticas. De forma particular, en el presente documento, solamente se describen las asociaciones vegetales presentes en las zonas en las que se desea efectuar las actividades de exploración minera Figura IV.2.2.1. Asociación Jatropha-Fouquieria sp. La vegetación de las mesetas de baja elevación es la asociación vegetal más común en el área de estudio, cubre poco más de 5 000 ha, desarrollándose en suelos pedregosos, principalmente de origen sedimentario, aunque en algunas pequeñas áreas existen sobrepuestas rocas volcánicas. Estas mesetas son antiguas terrazas costeras que han sufrido levantamientos tectónicos desde el pelistoceno temprano (Ortilieb, 1981). El común denominador es el desarrollo de la vegetación en terrenos planos o con pendientes moderadas. En estos ambientes la erosión es acelerada. La vegetación es más abundante cuando el declive es ligero, mientras que en los terrenos muy planos los árboles y los arbustos están muy espaciados, presentando un aspecto más abierto (Fotografía IV.2.2.a.1). Fotografía IV.2.2.a.1. Imagen de la vegetación característica en las mesetas de baja elevación en donde se presenta la asociación Jatropha-Fouquieria sp.


La vegetación se muestra como un conjunto diverso con coberturas variables que van desde áreas abiertas hasta sitios densos con elementos arbóreos que presentan gran desarrollo vertical alcanzando alturas de hasta 12 m. El elemento más característico del paisaje es el cardón (Pachycereus pringlei), aunque no resulta ser el más abundante. Destacan en este ambiente las especies de cactáceas como Opuntia cholla, O. ciribe, O. invicta, Stenoceres gummosus, S. thurberi, Mammilaria spp. y Pachycereus pringlei, las cuales le confieren a la vegetación su carácter crassicaule, mientras que las sarcocaules: Jatropha cuneata y Fouquieria diguetii son las especies dominantes que le dan su nombre geobotánica a las mesetas bajas o asociación de Jatropha-Fouquieria. Otros elementos distintivos de la vegetación son Bursera microphylla y B. hindsiana. Entre las arbustivas destacan por su abundancia Solanum hindsianum, Cordia parvifolia, Colubrina viridis e Hibiscus denudatus. Los cursos de los arroyos en las mesetas presentan una mayor cobertura vegetal y las relaciones de dominancia tienden a cambiar hacia las especies comunes de las terrazas aluviales, entre éstas se cuenta a Cercidium microphyllum, Olneya tesota, Lysiloma candidum, Stegnosperma halimifolium, Bursera hindsiana y Caliandra californica. Asociación Lysiloma-Cercidium-Stenocereus sp. Esta asociación se presenta en las laderas orientadas al sur, este y oeste (Fotografía IV.2.2.a.2), presentando una clara distinción con respecto a los sitios planos y con pendientes moderadas. Las diferencias se expresan tanto en la composición como en la cobertura, permitiendo una demarcación clara entre ambos ambientes. Los factores causales de esta distinción están claramente asociados al carácter de los suelos, la disponibilidad de agua y el grado de exposición a la insolación. Este último factor es responsable de la diferenciación entre laderas orientadas al norte y laderas con otras orientaciones. Las laderas con orientación al sur, este y oeste, independientemente de la elevación, pueden agruparse en una sola clase por presentar marcada semejanza en composición y estructura. Las laderas con orientaciones al sur, este y oeste comparten la característica de fuerte insolación, altas temperaturas y rápido drenaje con infiltración escasa. Esto produce asociaciones vegetales con baja temperatura y poco desarrollo vertical. Las especies características de estas laderas son: Lysiloma candidum, Cercidium microphylum y Stenocereus gummosus, especies que presentan la mayor cobertura y le dan nombre a estas asociaciones. La dominancia de Lysiloma y Cercidium asocia la vegetación de estas laderas con la de terrazas aluviales. Sin embargo, la co-dominancia de Stenocereus gummosus, especie poco común en las terrazas (y que reemplaza a Oneya tesota – especie característica de terrazas aluviales- en dominancia) le brinda un carácter diferente esta asociación vegetal. Otras especies comunes en estas laderas son Trixis californica, Porophyllum gracile y Bursera microphylla. Las laderas con Lysiloma-Cercidium-Stenocereus son las asociaciones vegetales más comunes después de las de mesetas elevadas, cubriendo un total de poco más de 3 600 ha del área del distrito.


Fotografía IV.2.2.a.2. Vista aérea de la asociación Lysiloma-Cercidium-Stenocereus, en laderas orientadas al Sur, Este y Oeste. Dominancia En general la vegetación es muy abierta y con escasa cobertura. De los sitios sujetos a muestreo con transectos, los lechos activos de los arroyos son los sitios con menor cobertura. En estos ambientes sujetos a perturbación estacional, se encuentran consecuentemente pocas especies. A pesar de que los arroyos presentan la mejor disponibilidad de agua, el principal factor limitante de la región, las avenidas recurrentes limitan el desarrollo de la cubierta vegetal al impedir el desarrollo del suelo y desenraizar las plantas que allí se establecen. La cobertura vegetal es mayor en las terrazas aluviales, mesetas de baja elevación, laderas bajas orientadas al sur, este y oeste y laderas elevadas orientadas al norte, las que presentan coberturas de vegetación entre 40 y 50 %, quedando aún amplias áreas de terreno desnudo (Tablas IV.2.2.a.4 y IV.2.2.a.5). Las causas de la escasa vegetación pueden reducirse a factores de severa limitación de agua. Esto es particularmente agudo en las laderas con orientación al sur, este y oeste, donde no solo se presenta un déficit hídrico por el rápido drenaje en la pendiente, sino una mayor evapotranspiración por la exposición directa a la radiación solar durante todo el año. Las mesetas de baja elevación (Asociación Jatropha-Fouquieria) presentan semejanzas estructurales y de composición florística con las terrazas aluviales, derivadas de su crecimiento en sitios relativamente planos, en suelos más profundos y con buen drenaje. En comparación, las laderas elevadas con orientación al norte, representan sitios con


composición florística muy distinta de la observada para las áreas de menor elevación y los sitios más planos. Como puede observarse en las tablas que sumarizan las relaciones de dominancia por especies, la variación en la proporción de suelo desnudo en las laderas orientadas al norte es la mayor observada para toda la región. El error estándar en la proporción de suelo desnudo en las laderas orientadas al norte es hasta tres veces mayor que las de otras asociaciones vegetales muestreadas. Este valor indica que las condiciones de cobertura en esta asociación son mayores, por que la vegetación esta sujeta a frecuentes disturbios por los evidentes deslaves que limitan un mayor desarrollo de la cobertura vegetal.

Especie Promedio DSTD ES Sin vegetación aparente 52,50 32,4 8,10

Jatropha cuneata 7,00 5,42 Fouquieria diguetti 6,56 9,23

Bursera microphylla 3,90 6,70 Stenocereus gummosus 3,88 7,26

Solanum hindsianum 3,60 6,50 Opuntia ciribe 1,83 3,43

Cordia parvifolia 1,58 3,32 Colubrina viridis 1,58 6,33 Opuntia cholla 1,48 5,92

Cercidium microphyllum 1,29 3,13 Ruellia californica 1,08 3,65

Olneya tesota 0,90 2,88 Encelia farinosa 0,85 2,00

Hibiscus denudatus 0,67 1,02 Stenocereus thurberi 0,56 1,47

Krameria grayi 0,22 0,60 Opuntia invicta 0,19 0,75

Pachycereus pringlei 0,17 0,58 Abutilon incanum 0,15 0,58 Larrea divaricata 0,10 0,35

Lycium sp. 0,08 0,33 Mammillaria sp. 0,08 0,33

Desmanthus fructicosus 0,02 0,08 Dalea parí 0,02 0,08

Sphaeralcea spp. 0,02 0,08 Abutilon sp. 0,00 0,00

Tabla IV.2.2.a.4. Dominancia expresada como la cobertura porcentual (metros de cobertura por especie por cada 100 m de transecto) en la vegetación de las Mesetas de Baja Elevación (Asociación Jatropha-Fouquieriea) en la región de Santa Rosalía. N=16 transectos de 30 m c7u. DSTD = desviación estándar; ES = Error estándar.

Especie Promedio DSTD ES Sin vegetación aparente 54,80 26,55 10,03

Lysiloma candidum 8,43 8,65 Cercidium microphyllum 4,57 6,34 Stenocereus gummosus 4,33 11,47

Trixis californica 4,02 3,26 Porophyllum gracile 3,71 5,78 Bursera microphylla 3,33 6,22 Solanum hindsianum 2,63 3,71

Columbrina viridis 2,62 3,65 Lycium spp. 1,90 3,39

Bursera hindsiana 1,81 4,36


Especie Promedio DSTD ES Cordia parvifolia 1,67 4,41 Bebbia juncea 1,62 4,28 Olneya tesota 1,06 2,77

Hibiscus denudatus 1,00 2,37 Jatropha cuneata 0,95 1,80

Opuntia ciribe 0,76 2,02 Ruellia californica 0,76 1,60

Abutilon sp. 0,43 0,66 Hyptis emoryi 0,14 0,38

Prosopis glandulosa 0,14 0,38 Mammillaria spp. 0,05 0,13

Pachycereus pringlei 0,05 0,13 Tabla IV.2.2.a.5. Dominancia expresada como la cobertura porcentual (metros de cobertura por especie por cada 100 m de transecto) en la vegetación de los sitios de Laderas con pendientes al Sur, Este y Oeste (Asociación Lysiloma-Cercidium-Stenocereus sp.) en la región de Santa Rosalía. N=7 transecto de 30 m c/u. DSTD = desviación estándar; ES = Error estándar. Diversidad De manera general, las dos asociaciones de interés para el presente trabajo Mesetas de baja elevación (Jatropha-Fouquieria) y Laderas con pendientes al Sur, Este y Oeste (Lysiloma-Cercidium-Stenocereus sp.), presentan una diversidad al compararse con las otras asociaciones presentes. En general, las asociaciones menos diversas en términos del Coeficiente de Heterogeneidad de Shannon-Wiener son los lechos activos de los arroyos. En los muestreos, los lechos activos presentan sólo dos especies y muy escasa cobertura. Las laderas con orientaciones al Norte y las mesetas elevadas presentan los mayores valores de diversidad vegetal (Tabla IV.2.2.a.6).

Tipo de geoforma (Asociación de Vegetación) Promedio Desviación STD N Lecho ativo de arroyos 1,058000 - 1 Terrazas aluviales 1,619500 0,698874 8 Mesetas de baja elevación (Jatropha-Fouquieria) 1,492375 0,613127 16 Laderas bajas con pendientes al S, E y W (Lysiloma-Cercidium-Stenocereus sp.)

1,874714 0,738456 7

Laderas bajas pendientes al N 2,17880 0,719560 5 Mesetas elevadas 2,45400 0,738927 2 Laderas elevadas con pendientes al N 2,698333 0,089802 3 Toda el distrito minero 1,783643 0,720964 42

Tabla IV.2.2.a.6. Resumen de los valores de diversidad para diferentes tipos de vegetación en la región de Santa Rosalía. Los valores se obtuvieron utilizando la función de Shannon-Weiner con logaritmos base 2. Las réplicas para cada tipo de vegetación fueron transectos de 30 m cada uno (N=42). b) Fauna El estado de Baja California Sur es uno de los que tiene mayor diversidad de especies de vertebrados terrestres endémicos a Mesoamérica, así como especies cuya distribución es


muy limitada. Es conveniente aclarar que la mayor parte de esta diversidad se localiza en las islas del Mar de Cortés. Los números se enlistan en la tabla IV.2.2.b.1.

No. de vertebrados Anfibios Reptiles Aves Mamíferos Total

Endémicos de Mesoamérica 0 34 2 24 60

Endémicos al Estado 0 28 2 18 48

Distribución limitada 0 11 - 13 24

Fuente: Flores-V., O. y P. Gerez 1988.

Tabla IV.2.2.b.1. Especies endémicas del estado de Baja California Sur. La distribución de los vertebrados de Baja California Sur por bioma se muestra en la tabla IV.2.2.b.2. Resalta el hecho de que el matorral xerófilo es el hábitat más rico en especies (Flores-V. y Gerez, op. Cit).

No. de especies por Sistema Ecológico y/o Hábitat Sistema Ecológico y/o Hábitat En más de uno Exclusivas a uno

Selva Baja Caducifolia 2 0

Matorral xerófilo 7 8

Vegetación acuática y subacuática

Hábitat acuáticos

1 3

1

0 Fuente: Flores-V., O. y P. Gerez 1988.

Tabla IV.2.2.b.2. Distribución de Vertebrados por Bioma en el estado de Baja California Sur.

Fauna terrestre El área del proyecto se ubica dentro del Distrito Faunístico del Desierto del Vizcaíno (Nelson, 1921); Áreas Faunísticas “San Lucas” (Savage 1960) y San Lucas Norte (Murfhy, 1983) y dentro de la zona de amortiguamiento de la reserva de la Biosfera El Vizcaíno. No obstante la extrema aridez y pobreza de de los ambientes terrestres, la región alberga una comunidad faunística muy rica en comparación con otras áreas menos desérticas de México. Para el estado de Baja California Sur, en los biomas en que se encuentran representados en los alrededores del área del proyecto, la literatura reporta poco menos de 200 especies de animales, incluyendo anfibios, que representan 53 familias y 17 ordenes. De este total, el taxa más diverso es la clase de AVES con el 66% de las especies de vertebrados (se exceptúan las aves acuáticas). Según la literatura, en el área de interés es posible encontrar 4 especies de anfibios, 37 especies de reptiles, que parten de 4 y 8 familias respectivamente. Por su parte, la mastofauna se encuentra presente con 13 familias, 24 géneros y solo 25 especies. Lo anterior se puede observar en la figura IV.2.2.b.1.


Aves 66%

Reptiles 19%

Mamiferos 13%

Anfibios 2%

Figura IV.2.2.b.1. Especies por Clase Taxonómica.

En tanto, los listados de los vertebrados terrestres reportados por la literatura para la región de interés se presentan en las tablas IV.2.2.b.3 Anfibios y reptiles; IV.2.2.b.4. Aves (exceptuando a las acuáticas) y; IV.2.2.b.4. Mamíferos.


Tabla IV.2.2.b.3. Anfibios y Reptiles de probable ocurrencia.

FAMILIA Género y especie

Nombre Común Referencia

Clase ANFIBIA Orden ANURA

Familia PELOBATIDAE Scaphiopus couchi Sapo cavador 1,3,4,6,7,11 Familia HYLIDAE Hyla regilla Ranita de agua 2,3,4,6,11

Clase REPTILIA Orden SQUAMATA (LACERTILIA) Suborden Sauria

Familia CROTAPHYTIDAE Crotaphytus vestigium 10 Familia EUBLEPHARIDAE Coleonyx switaki 1 Coleonyx variegatus Niño 1,2,3,4,6,7,9 Familia IGUANIDAE (Lagartijas) Sauromalus australis 1,2,3,5,7,9 Familia PHRYNOSOMATIDAE Phrynosoma coronatum Camaleón 1,2,3,4,6,7,9 Sceloporus magister Bejori 1,2,3,4,5,6,7,11

Suborden Serpentes Familia LEPTOTYPHLOPIDAE Leptotyphlops humilis Culebrita ciega 1,2,3,4,6,9 Familia BOIDAE Lichanura trivirgata Boa del desierto 1,2,3,4,6,9 Familia COLUBRIDAE Chilomeniscus cinctus Culebrita cavadora 1,2,3,4,6,7,9 Elaphe rosaliae 1,2,3,4,5,7,9 Eridiphas slevini Culebra nocturna 1,2,3,5,6,7,9 Hypsiglena torquata Culebra nocturna 1,3,4,6,7,11 Masticophis flagellum Chirrionera 1,2,3,4,6,7,9 M. lateralis Chirrionera 1,2,3,4,6,7,9 Pituophis melanoleucus Alicante 1,3,4,6,7,9 Phyllorhynchus decurtatus Culebra chata 1,2,3,4,6,7,11 Salvadora hexalepis Culebra chata 1,2,3,4,6,7,11 Sonora semianulata Culebra de tierra 6,9 Trimorphodon biscutatus Víbora sorda 3,4,6,7,9 Familia VIPERIDAE Crotalus enyo Víbora de cascabel 1,2,3,4,5,6,7,11

Referencias: 1. Savage, J.M. 1960. 7. C.I.B., 1991. 2. Smith, H.M. y E.H. Taylor. 1966. 8. Grismer, 1988. 3. Stebbins, R.C., 1985. 9. Grismer, 1994. 4. Behler, J.L. y Wayne. 1987. 10. McGuirre, 1996. 5. Flores-V., O. y P. Gerez. 1988. 11. Murphi, 1983. 6. C.I.B., 1989.

De acuerdo a los trabajos realizados cerca del área del proyecto (CIB, 1989 y 1991) y a platicas con pobladores de la zona, la especie dominante en los reptiles es el cachorón güero (Dipsosaurus dorsalis), en tanto el mas abundante resulta ser la cachora arenera (Callisaurus dracanoides) considerada como amenazada por la NOM-059-SEMARNAT-2001 (SEMARNAT, 2001) ambas distribuyéndose ampliamente en valles.


Los reptiles y anfibios constituyen el grupo de vertebrados que iniciaron el alejamiento del agua, colonizando ambientes que, en muchos sentidos, son mucho menos adecuados para la vida. En el segundo grupo es donde la transferencia se ha realizado de una manera mas incompleta, dado que deben regresar cada año hacia los lugares con agua para su reproducción. A pesar de esto, se dan casos extraordinarios de adaptaciones de anfibios a ambientes desérticos; Bentley (1996) reporta 12 características importantes, descartando cinco adaptaciones a la reproducción.

1. No existe una temporada de reproducción bien definida. 2. Usan cuerpos de agua temporales para su reproducción. 3. El comportamiento que lleva a la reproducción se inicia o detona en función de la

lluvia. 4. Uso del factor vocal como un atractivo sexual, con la formación rápida de grandes

coros, y 5. desarrollo sumamente rápida de huevos y larvas.

La totalidad de las especies de anfibios reportadas requiere de charcos permanentes para su ovoposición (Rabinovich, 1980), por lo que específicamente estos se podrían encontrar confinados al estero Santa Águeda; sin embargo, en ese lugar ya existe la limitante de la salinidad. Por su parte, las estrategias reproductivas de los reptiles enlistados han resultado sumamente exitosas, dichas estrategias son:

1. Una alta capacidad reproductora, que le permite a una población central que sobreviva un periodo de sequía, poder repoblar rápidamente el área primitiva de distribución, y ocupar todas aquellas áreas que podrían constituir refugios en futuras sequías.

2. Aumentar su capacidad competitiva por medio de camadas pequeñas pero bien atendidas o cuidadas, y desarrollando un comportamiento sofisticado para reconocimiento y defensa de los territorios de reproducción.

3. Un aumento en la longevidad, lo cual permite a los adultos aprovechar las ventajas metabólicas de un tamaño grande del cuerpo mientras van reproduciéndose las crías durante un periodo de varios años.

De acuerdo con lo anterior se considera que en toda el área en la que se distribuyen los reptiles es también de reproducción potencial; sin embargo, los eventos se encuentran adicionados con la presencia de la precipitación. Tabla IV.2.2.b.4. Aves terrestres reportadas para la parte media de la península de baja California. Se

indica con (*) las especies observadas en el área de Santa Rosalía. FAMILIA Género y especie


Clase AVES Orden FALCONIFORMES

CATHARTIDAE Cathartes aura* Aura 2,3,6,7 ACCIPITRIDAE Elanus Caeruleus Milano oscuro 6 Haliaetus leucocephaslus Milano cabeza alba 6 Circus cyaneus* Milano gris 2,6,7 Accipiter striatus Gavilán pollero 2,6,7




A cooperii Gavilán pollero 2,6,7 Parabuteo unicinctus Gavilán negro 2,3,4,6 Buteo platypterus Aguililla aluda 6 B. swainsoni Aguila chapulinera 2,6 B. albonutatus Aguililla prieta 3,5,6 B. jamaicensis Cola roja 2,3,6,7 B. regalis Aguililla clara 2,6 Aquila chrysaetos Aguila Real 2,6,7 FALCONIDAE Polyborus plancus Quelele o caracara 2,3,5,6,7 Falco sparverius Cernícalo 2,3,5,6,7 F. columbarius Halcón palomero 2,6 F. peregrinus Halcón Peregrino 2,3,6 F. mexicanus Halcón café 2,3,6,7

Orden GALLIFORMES PHASIANIDAE Callipepla californica* Codorniz 2,5,6,7

Orden COLUMBIDAE COLUMBIADAE Zenaida asiática* Paloma ala blanca 2,3,6,7 Z. macroura* Tarabilla 1,2,3,4,5,6,7 Calumbina passerina Tortolita 1,2,3,6,7

Orden CUCULIFORMES CUCULIDAE Coccyzus americanus Cuclillo alirrojizo 2 Geococcyx californianus Correcaminos 2,3,4,6,7 Orden STRIGIFORMES TYTONIDAE Tylo alba Lechuza 2,3,6,7 STRIGIDAE Otus kennicottii Lechucita 2,3,6,7 Bubo virginianus Tecolote 2,3,6,7 Glaucidium gnoma Tecolotito 6 Micrathene whitneyi Tecolotito colicorto 2,4,6,7 Athene cunicularia Lechuza llanera 2,6 Asio Flammeus Tecolote orejitas 6

Orden CAPRIMULGIFORMES CAPRIMULGIDAE Chordeiles acutipennis* Tapacaminos 2,3,6,7 Phalaenoptilus naturallii Tapacaminos 2,3,4,6,7

Orden APODIFORMES APODIDAE Chaetura vauxi Vencentijo alirrápido 2 Aeronautes saxatalis Vencejo 2,6,7 TROCHILIDAE Hylocharis xantusii* Chuparrosa 2,3,6,7 Archilochus alexandri Colibrí Gorjinegro 2 Calypte costae Colibrí coronivioleta desético 2,3,6,7 Selasphorus rufus Colibrí dorado 6

Orden PICIFORMES PICIDAE Melanerpes uropigialis Carpintero de gila 1,2,3,6,7 Picoides scalaris* Carpintero 2,3,4,6,7 Colaptes auratus* Carpintero 2,3,6,7

Orden PASSERIFORMES TYRANNIDAE Empinodax traillii Empidonax de Traill 2 E. wrightii Empidonax de wright 2,7 E. difficilis Empidonax dificil 2




Sayornis nigricans Papamoscas negro 2,3,6 S. phoebe Papamoscas 2,6 S.saya Papamoscas boyero 2,4,6 Pyrocephalus rubinus Brasitas de fuego 2,3,5,6,7 Myiarchus cinerascens Copertón común 1,2,3,6,7 Tyrannus vociferans Madrugador chiler 2,6 ALUDIDAE Eremophilia alpestris Alondra con cuernos 2,3,4,6 HIRUNDINIDAE Progne subis* Martín azul 2,3,6,7 Tachycineta bicolor Golondrina Azul 2,3,6,7 T. thalassina Golondrina verde 2,3,6 Stelgidopteryx serripennis Golondrina gorjicafé 2 Hirundo pyrronota Vencejo 2,6 H. rustica Golondrina 2,6 CORVIDAE Aphelocoma coerulescens* Azulejo 1,2,3,4,6,7 Corvus corax* Cuervo 1,2,3,6,7 REMIZIDAE Auripaurus flaviceps Verdín 1,2,3,6,7 TROGLODYTIDAE Campylorhynchus brunneicapillus Cuitlacoche 2,3,6,7 Salpinctes obsoletus Saltapared 2,3,6 Catherpes mexicanus saltapared 2,3,6,7

Thyromanes bewickii Saltapared 2,6 Troglodytes aedon Saltapered rojizo 2,6,7 Cistothorus palustris Saltapared 6 MUSCICAPIDAE Polioptila caeruela* Perlita común 1,2,5,6,7 P. melanura Perlita colinera 2,6 Catharus guttatus Mirlo solitario 2,6 MIMIDAE Mimus polyglottos Cenzontle 1,2,3,6,7 Oreoscoptes montanus Mirlo de las chias 2,6 Toxostoma cinereum Cuitlacoche cenizo 2,3,4,6,7 T. lecontei Cuitlacoche pálido 2,3,4 MOTACILLIDAE Anthus spinoletta Alondra de agua 6 BOMBYCILLIDAE Bombycylla cedrorum Chinito picotero 2,6 PTILOGONATIDAE Phainopepla nitens Capulinero negro 2,3,6,7 LANIDAE Lanius ludovicianus Verdugo cabezón 2,3,6,7 VIREONIDAE Vireo bellii Vireo de bell 2 V. vicinior Vireo gris 2 V. gilvus Vireo gorjeador norteño 2 EMBERIZIDAE Vermivora celata Chipe celato 2,3,5,7 Dendroica coronata Chipe grupidorado común 2 D. petechía Chipe amarillo norteño 2,3 D. nigrescens Chipe negrigris 1,2 D. townsendi Chipe negriamarillo 2,7 Setophaga ruticilla Calandrita 2,6 Seiurus noveboracensis Verdín charqueiro 2,6 Wilsonia pusilla Chipe coroninegro 2 Geothlypis trichas Tapaojito 6




G. beldingi Mascarita norteña peninsular 3 Icteria Virens Chipe piquigrueso 2,3 Piranga rubra Tangara roja migratoria 2,7 P. ludoviciana Tangara aliblanca migratoria 2 Cardinalis cardinalis Cardenal rojo 1,2,3,6,7 C. sinuatus Cardenal rosa 2,3,6,7 Pheucticus melanocephalus Tigrillo 1,2,6 Guiraca caerulea Picogrueso azul 2 Passerina amoena Colorín aliblanco 1,2,7 Spiza americana Espiza 2 Pipilo chlorurus* Toqui cola verde 2,3,6,7 P fuscus Chimpo 2 Spizella passerina Gorrión coronirrufo cejiblanco 2 S. pallida Gorrión indefinido rayado 2,5 S. breweri Gorrión indefinido desértico 2,7 S. atrogularis Gorrión barbinegro 2 Poocetes gramineus Gorrión zacatero coliblanco 2 Chondestes grammacus Gorrión arlequín 2,5 Amphispiza bilineata* Chilero barbanegra 1,2,3,6,7 A. bellii Chilero 2,3,6 Calamospiza melanocorys Gorrión cañero 2,6 Passerculus sandwichensis Gorrión zanjero 2,6 Ammodramus savannarum Gorrión sabanero pechileonado 2 Melospiza melodia Zanjero cantor 3,6 M. lincolnii Gorrión 2,6 Zonotrichia atricapilla Gorrión girridorado 2 Z. leucophyrys Zacatero mixto 2,6 Calcarius lapponicus Arnoldo ártico 6 Angelaius phoeniceus Tordo sargento 2 Stumella neglecta Pradero gorjeador 2 Xantocephalus xantocephalus Tordo cabeciamarillo 2 Euphagus cyanocephalus Tordo ojiclaro 2,7 Icterusn cucullatus Calandrio palmero 3,6,7 I. parisorum Calandria serrana 2,6,7 Carpodacus mexicanus Gorrión común 1,2,3,6,7 Carduelis psaltria Dominico 1,2,3,6 PASSERIDAE Passer domesticus Gorrión 1,2,3,6,7

Referencias:

1. Townsend, C. H., 1923. 2. Grinnell, J., 1928. 3. Brancoft, G., 1927. 4. Rowley, J.S., 1935. 5. Hill,H. M. e I. L. Wiggings. 1948. 6. C. I. B., 1989. 7. C. I. B., 1991.

Las especies dominantes de aves, según las vistas al campo y trabajo en regiones cercanas (CIB, 1989 y 1991), son: Zenaida asiática, Calypte costae, Melanerpes uropygialis, Auriparus flaviceps, Campylorhyncus brunneicapillus, Polioptila caeruela y Carpodeasus mexicanus. La fase de campo resulto extremadamente corta para aplicar técnicas de muestreo, marcaje y captura, por lo que para la estimación de la abundancia se utilizó el trabajo del


Centro de Investigaciones de Baja California Sur (CIB, 1991) realizado en la región de Tres Vírgenes, dada su cercanía y el amplio rango de distribución de las aves. De acuerdo con lo anterior, las siguientes especies serían las mas abundantes, el número que aparece entre paréntesis es el índice de abundancia según el CIB: a) Polioptila caeruela (98,2), Campylorhyncus brunneicapillus (84,5), Carpodeasus mexicanus (74,5), Calypte costae (72,7), y Amphispiza bilineata (6,0). Al respecto, no existe un área de reproducción definida, ya que dependiendo de los hábitos de cada especie se establecerán sus patrones reproductivos. En este tenor, dado lo alterado que se encuentra la zona, se estima que la zona de reproducción estaría en las partes más occidentales del área de influencia, sin descartar traslapes por debajo de la cota de los 250 m s.n.m.m., principalmente en zonas de difícil acceso. Aún así una reconocida área de reproducción, está presentada por el volcán Tres Vírgenes (CIB, 1991), misma que se ubica fuera del área de influencia del proyecto. De acuerdo con la literatura (Peterson y Chalif, 1989; Townsend, 1923; CIB, 1991), la temporada reproductiva de las aves que se encuentran en la región transcurre durante la primavera y el verano, desde Marzo hasta mediados de Julio, extendiéndose en ocasiones hasta el otoño (Octubre-Noviembre) cuando la temporada de lluvias se acrecenta.

Tabla IV.2.2.b.5. Mamíferos de probable ocurrencia. FAMILIA Género y especie


Clase MAMALIA Orden CHIROPTERA ( Murciélagos)

MORMOOPIDAE Mormoops megalophyla megalophyla Murciélago bigotudo 1 PHYLLOSTOMIDAE Macrotus californicus Murciélago orejón 2,3 Leptonycteris Yerbabuena Murciélago Hocicudo 3 VESPERTILIONIDAE Myotis californicus Murcielaguito de california 4 Pipistrelus hespereus hespereus Pipistrelo occidental 5 Eptesicus fuscus peninsulae Murciélago moreno 5 Plecotus townsendii pallescens Murciélago orejas de mula 3 Antrozous pallidus minor Murciélago pálido 2,3

Orden LAGOMORPHA (conejos y libres) LAGOMORPHIDAE Sylvilagus bachmani exiguus Conejo matorralero 6 Lepus californicus Liebre cola negra 7

Orden RODENTIA (ardillas, ratas y ratones) SCIURIDAE Ammospermophilus leucurus confielidae Ardilla de tierra 4 HETEROMYIDAE Perognathus spinatus broccus Ratón de bolsas 9 Perognathus sp. Ratón de bolsas 9 Dipodomys merriami Rata canguro 8 CRICETIDAE Peromyscus emericus Ratón Neotoma lepida Rata del desierto 4

Orden CARNIVORA CANIDAE Canis latrans peninsulae Coyote 10,16,17,18 Urocyon cinereoargenteus peninsularis Zorra gris 4,16,17,18




PROCYNOIDAE Bassariscus astutus palmarius Cacomixtle 11,16 Taxidea taxus berlandieri Tejón o tlacoyote 7, 16, 18 MUSTELIDAE

Spilogale putorius lacasana Zorrillo manchado 12 FELIDAE

Felis concolor improcera Puma 13, 16, 17 18 Linx rufus peninsularis Gato montes 7, 16, 17, 18

Orden ARTYODACTILA CERVIDAE Odocoileus hemionus peninsulae Venado cola negra 14,17

Referencias: 1. Davis, W.B. y D.C.Carter, 1962. 2. Bassols, B.I. 1981. 3. Hall, E.R., 1981. 4. Huey, L.M., 1964. 5. Banks, R.C., 1964. 6. Nelson, E.W., 1909. 7. Thomas, O., 1898. 8. Merriman, C.H., 1893. 9. __________ 1894. 10. __________ 1897. 11. Nelson, E.W. y E. A. Golman, 1909. 12 Eliot, D.G., 1907. 13 Phillis, J.C., 1912. 14 Lidekker, R., 1915. 15 Goldman, E.A., 1937. 16 Aranda-Sánchez, 1981. 17 C.I.B., 1989. 18 C.I.B., 1991.

De acuerdo con las vistas de campo y la información bibliografíca disponible, se puede decir que son cuatro las especies dominantes: Macrotus Californicus (Murciélago orejón), Pipistrellus huespereus huespereus (Pipistrelo occidental), Lepus californicus (Liebre cola negra), Ammospermophilus leucurus confielidae (Ardilla de tierra). En el mismo sentido, de acuerdo con la literatura, las especies mas abundantes son: Pipistrellus huespereus huespereus (Pipistrelo occidental), Macrotus Californicus (Murciélago orejón), Perognathus spinatus (Ratón de bolsas) y Peromyscus eremicus (Ratón). Esta última se encuentra clasificada como amenazada (A) de acuerdo con la NOM-059-SEMARNAT-2001. La ardilla de tierra o Juancito (Ammospermophillus leucurus confielidae) se observó frecuentemente a orilla de los caminos y cerca de las cactáceas. La liebre cola negra (Lepus californicus), se observó en pocas ocasiones. La liebre descansa durante el día en un tipo de cavidades excavadas cerca de los manchones de vegetación, que le proporcionan sombra y protección contra posibles predadores (Woloszyn y Woloszyn, 1982). Durante las campañas de muestreo realizadas al final del siglo pasado, se insistió mucho en la posible presencia del borrego Cimarrón en el área de influencia del proyecto; sin embargo, durante 3 campañas de exploración por la zona, no fue posible encontrar rastros de su presencia.


De manera similar a las otras clases faunísticas, los alrededores de área del proyecto hacen suponer que en principio las zonas o áreas de reproducción se encuentran al Occidente y al Norte, es decir en áreas de difícil acceso. Por otro lado, los mamíferos de dividen en dos categorías: Monoestéricos y Poliestéricos. Los primeros se reproducen una sola vez al año, lo que generalmente ocurre entre la final de la sequía y el inicio de la época de lluvias; dentro de esta categoría caen los borregos, venados, zorras, zorrillos, coyotes, ratones, ardillas y murciélagos. Por su parte, los organismos poliestéricos son aquellos que se reproducen en mas de una ocasión por año y están representados por los murciélagos palinófagos y algunos roedores. IV.2.3 Paisaje El paisaje asociado al componente vegetacional, puede ser descrito como de matorral desértico, las principales determinantes del medio físico en cuanto a la estructura, distribución y diversidad de la vegetación están dadas por la variada topografía, distribución de lluvias, régimen de temperaturas y una marcada diferenciación de suelos. El gradiente elevacional, un gradiente maestro, es el primer eje de diferenciación del paisaje en el área de estudio. El gradiente elevacional va desde el nivel del mar hasta los 555 m. Aunque este desnivel es pequeño, comparado con las regiones serranas, la presencia del mar, a través del efecto de brisas marinas, acarreo de sales por los vientos hacia la costa, alteración del nivel freático y efectos amortiguadores sobre el microclima, tiene efectos decisivos en el paisaje. El gradiente elevacional determina la variación en los aspectos macroclimáticos que demarcan comunidades vegetales con diferentes requerimientos de agua y temperatura. Las zonas de baja elevación presentan un microclima más severo con mayores temperaturas promedio y menor precipitación. Ello conduce a un paisaje cuya estructura es más simple, con vegetación más abierta, menor estatura y biomasa, presentando una marcada disminución en la diversidad de especies al compararse con sitios de mayor altitud. La topografía, en términos de la inclinación y orientación de las pendientes, representa un segundo eje de diferenciación. El grado de inclinación de las pendientes afecta la distribución de la vegetación, produciendo comunidades más mésicas en sitios relativamente planos y con pendientes suaves y más xéricas en sitios con pendientes muy marcadas. A la vez, las laderas orientadas al norte presentan un mejor desarrollo de la vegetación, principalmente por la menor irradiancia que disminuye las pérdidas hídricas por evapotranspiración. Los efectos erosivos del agua y el viento son evidentes en toda la región. El marcado levantamiento que el área ha sufrido desde el Pleistoceno ha provocado la formación de profundas cañadas con laderas muy inclinadas sujetas a eventos de acelerada erosión y posterior acarreo por los arroyos. Los vientos dominantes han removido la capa superficial de suelo en casi toda la región, dejando pavimentos o armaduras de deflación con cantos de muy diferentes tamaños, desde típicos pavimentos del desierto, con gravas finas superficiales, hasta áreas con exposición de rocas masivas. A la vez, la disposición de las


laderas y terrazas ha conducido a la formación de cuencas hidroeólicas que regionalmente tienen su expresión más conspicua en las zonas de Playas Continentales. El principal modificador biológico de la región ha sido el hombre. La apertura de minas tuvo un impacto notable en la vegetación original. Estos disturbios han afectado principalmente a la vegetación costera, el lecho activo de los ríos y las terrazas aluviales. Sin embargo, han tenido muy poco impacto en las demás unidades de vegetación, a excepción de los caminos que cruzan toda la región. En este sentido, la calidad paisajística disminuye considerablemente en los lechos activos de los arroyos; sin embargo, en los estratos menos afectados, es imposible no notar el efecto modificador de la presencia humana (Foto IV.2.3.1).

Foto IV.2.3.1. Vista desde el punto de coordenadas 2000 N y 3000 W (según Wilson), hacia el Norte (Golfo de California), en donde es posible observar las huellas de los casi 100 años de actividad minera.


Foto IV.2.3.2. Vista de una de las cinco áreas en donde se planea realizar la Exploración en Obra Directa, cercana a la Mina Texcoco. Foto IV.2.3.3. Panorámica del lecho de arroyo activo de la zona de Purgatorio; obsérvense las edificaciones antiguas.


Foto IV.2.3.4. Vista de la mesa Saturno, al norte del Arroyo de La Soledad, en donde es posible observar restos de edificaciones antiguas. Foto IV.2.3.5. Panorámica de la desembocadura del arroyo Purgatorio, en donde se puede observar la antigua presa de jales, así como algunas empacadoras de calamar actualmente en operación.


Foto IV.2.3.6. Imagen de la desembocadura de los arroyos El Boleo y La Soledad, en donde se aprecia el área utilizada por el municipio para la disposición de residuos de la población. Foto IV.2.3.7. Vista de la mesa Humbold en el Arroyo Purgatorio desde el oriente, nótese la cantidad de terreros presentes.


IV.2.4 Medio socioeconómico El proyecto minero El Boleo se ubica, en la geografía política, dentro del municipio de Mulegé, que con una superficie de 32 584,1 km2 es uno de los más grandes del país. La densidad poblacional es una de las más bajas a nivel nacional, con 1,4 habitantes por kilómetro cuadrado. El origen de la ciudad y puerto de Santa Rosalía fue, sin aceptar discusiones, minero y como tal su desarrollo estuvo expuesto a las fluctuaciones de la actividad. Incluso hoy en día, cuando no existe actividad minera significativa, su población no alcanza en número a la existente en las épocas de mediana bonanza en el célebre distrito minero El Boleo: Santa Rosalía ha sufrido tasas negativas de crecimiento poblacional durante la segunda mitad del siglo XX y las autoridades municipales reconocen la urgente necesidad de generar empleos. Santa Rosalía dista unos 550 km al norte de La Paz, mientras que las poblaciones más cercanas e importantes son: al sur, la cabecera municipal de Loreto con 8 299 habitantes que se encuentra a unos 200 km de distancia, en tanto que al noroeste a unos 216 km se localiza Guerrero Negro, segunda población en el municipio de Mulegé por número de habitantes y la más importante desde el punto de vista económico, dada la presencia de la compañía Exportadora de Sal, S.A. de C.V. De acuerdo con Romero (1991), se distinguen tres etapas en la historia minera de Santa Rosalía, con sus consecuentes tres etapas de historia demográfica particular: a) la del descubrimiento y explotación de pequeños empresarios (1868-1884); b) la era de la compañía francesa "El Boleo" (1885-1954); y c) la era de la "mexicanización" de la minería (1954-1985). a) Demografía Antes del descubrimiento del mineral, esta región se encontraba prácticamente deshabitada. Descubierto el mineral, la explotación se llevaba a cabo en los yacimientos que afloraban en las paredes de los arroyos de Providencia, Purgatorio, Soledad y Santa Martha. En 1884 la población total de los arroyos del distrito minero era de 250 trabajadores, hombres solos; la mayoría de ellos yaquis, 80 franceses y 5 nativos de Guaymas. Con la llegada del capital francés (a través de la Casa Rothschild) y la fundación de la compañía "El Boleo" en 1885, se inicia la segunda etapa de desarrollo, misma que es considerada como la época de mayor auge productivo en la historia de Santa Rosalía. La concesión oficial abarcó 11 fundos mineros en una superficie de 20 627 hectáreas. Sólo un año después Santa Rosalía y sus minas contaban ya con 4 mil habitantes, lo cual indica una extraordinaria rapidez en la fase de construcción del pueblo y en el proceso de inicio de la producción. Diversas obras de infraestructura construidas en esta etapa fueron determinantes en su crecimiento: fundición, muelle del puerto (construido con la escoria de aquélla), red telefónica, casa de fuerza, edificios administrativos, talleres, almacenes y hospital. Sin embargo, destacó la construcción del ferrocarril que integró todas las zonas de trabajo. El eje principal en el centro de la región era Santa Rosalía, desde donde se conectaban los grupos mineros más importantes: Soledad (7 km al norte) Purgatorio (5 km al noroeste) y Providencia (2 km al Suroeste).


Fue a partir de 1895 cuando la localidad de Santa Rosalía se convirtió en el lugar de asentamiento de la población mayoritaria, a consecuencia de los trabajos que generó la infraestructura productiva. En el periodo 1892-1896 la población en general mostró un crecimiento, en particular de mexicanos (de 3 700 a 4 300). La población europea se mantuvo constante (200 personas) y los yaquis disminuyeron (de 865 a 574). La población total aumentó de 4 851 a 5 132 personas. De hecho, los yaquis fueron el único grupo que disminuyó notablemente su población en los años siguientes: en 1917 sólo quedaban 102 individuos, de los 865 contabilizados en 1892. Más adelante, un censo levantado al final del siglo XIX reportó una cifra mayor en el mineral: 6 852 habitantes. Resaltó que los empleados de la compañía representaban casi la mitad de la población total, que el 84% de los hombres eran solteros, y que Santa Rosalía contenía ya al 47% del total de habitantes del complejo minero. El incremento demográfico también se manifestó en localidades vecinas que abastecían la demanda de productos agropecuarios que requería el mineral en crecimiento. Tal es el caso de San Ignacio, Santa Águeda y San José de Magdalena. En 1885, estos tres pueblos juntos no rebasaban los 400 habitantes. Diez años después, su población se triplicaba hasta alcanzar los 1 200 habitantes. Al inicio del siglo Santa Rosalía y sus grupos mineros tenían alrededor de 8 mil habitantes. En el periodo 1902-1906 la población disminuiría a cifras entre 6 y 7 mil habitantes. Un incremento superior a los 8 mil habitantes volvería a presentarse en 1907, hasta alcanzar el "máximo histórico" de población en 1918: 11 660 personas. Esta cifra no ha podido ser superada 72 años después: el registro de población de 1995 reportó 10 451 personas residiendo en Santa Rosalía. Entre 1925 y 1930 el campo Soledad se agotó y fue reemplazado por el de Santa Martha. Después de 50 años de explotación cuprífera ininterrumpida, los otros campos igualmente comenzaron a exhibir signos de agotamiento. Al cierre de Soledad se sumarían más tarde los campos de Providencia y Purgatorio. Para enfrentar esta situación, en 1932 la empresa puso en operación la mina San Luciano situada 6 km al sur de Santa Rosalía; de ella se extrajo una parte significativa del cobre producido en la década de los años treinta y cuarenta. En su primer año llegó a albergar 3 mil habitantes, así como a contar con escuela, centro de salud, luz, agua y letrinas. En el año de 1948 ocurrió la reorganización de la empresa francesa para convertirse en compañía mexicana "Boleo, Estudios e Inversiones Mineras, S.A." (BEIMSA), razón social con la cual operó hasta el cierre de la mina en febrero de 1954. Los siguientes años fueron de liquidación paulatina de personal, hasta la clausura definitiva en 1954. A instancias del gobierno federal, cinco meses después volvió a entrar en operaciones el mineral. Se creó la Compañía Minera de Santa Rosalía con 32% de capital estatal (a través de la Comisión de Fomento Minero) y 67% de inversionistas privados.


Entre 1940 y 1950 la población descendió en un millar de personas. En 1960 se llegó a la cifra más baja de todo el siglo XX en Santa Rosalía: 5 300 habitantes. De representar el 65% de la población total municipal a principios de siglo, su participación disminuyó a tan sólo 6% en el transcurso de 60 años. Esto repercutiría también en la contribución del municipio de Mulegé a la población total estatal: aquélla descendió del 25% al 18% en únicamente 20 años (Tabla IV.2.4.a.1).

Tabla IV.2.4.a.1. Población Total en Baja California Sur, en el Municipio de Mulegé y en Santa Rosalía durante el período 1940-1995.

1940 1950 1960 1970 1980 1990 1995 Baja California Sur 51 471 60 864 81 594 128 019 215 139 317 764 375 494 Municipio de Mulegé 13 337 14 485 14 772 19 416 26 983 38 528 45 963 Santa Rosalía 7 945/a 6 950 5 361 7 356 8 221 10 190 10 451 /a: Incluye los campos mineros de Purgatorio, San Luciano, Santa Martha y Providencia. Fuentes: Sec. de Economía, Dir. Gral. de Estadística, VII Censo General de Población 1950, Territorio de Baja California Sur, México, 1952. Sec. de Ind. y Com., Dir. Gral de Estadística, VIII Censo General de Población 1960, Territorio de Baja California Sur,

México, 1963. Sec. de Ind. y Com., Dir. Gral de Estadística, IX Censo General de Población 1970, Territorio de Baja California Sur,

México, 1971. Sec. de Prog. y Pres., Inst. Nal de Estadística, Geografía e Informática, X Censo General de Población y Vivienda 1980,

Estado de Baja California Sur, México, 1982. Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, XI Censo General de Población y Vivienda 1990, Estado de Baja

California Sur, México, 1992. Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, Conteo de Población y Vivienda 1995, Estado de Baja California Sur,

México, 1996a. En el periodo 1940-1960 las tasas de crecimiento poblacional fueron negativas en Santa Rosalía, pero sobre todo la de la segunda década que fue la que abarcó el periodo del cierre del mineral. Esto se reflejó en el descenso de la tasa de Mulegé, aunque ésta mantuvo su signo positivo. En 1963 se construyó una planta de lixiviación, precipitación y flotación que permitió procesar mineral más pobre. En 1973 se retiraron los inversionistas privados por los altos costos de operación; el capital contable de la empresa era negativo. La producción de cobre descendió de 3 600 toneladas anuales en 1970 a 1 500 en 1980, al igual que su contribución al mercado nacional. Cinco años más adelante cerraría sus instalaciones por segunda ocasión en el siglo, con una producción de menos 500 toneladas anuales. La población duplicaría su número entre 1960 y 1990, de alguna manera inercial, al pasar de 5 mil a 10 mil habitantes, cifra que sería un poco menor a la alcanzada en la época de auge minero. El cambio más notorio sería la disminución de su participación a escala estatal: de 6% a 3% de la población total. El crecimiento descrito puede verse como inercial, pues a pesar de existir un incremento nominal en la población, el número de emigrantes prácticamente se triplico en el período 1990-1995, con respecto al período 1980-1990. En este sentido se piensa que la actividad pesquera no ha compensado en toda su magnitud a lo que fue la minería. Un análisis simple del crecimiento de la población, descrito en el apartado correspondiente, permite estimar una población de 10 707 personas para finales de 1998.


• Crecimiento y distribución de la población. Los datos que se presentan a continuación provienen del Conteo de Población y Vivienda de 1995, aplicado en el mes de octubre del mismo año por el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (1996a). Para octubre de 1995, existían en Santa Rosalía un total de 10 451 habitantes, concentrados en un área urbana de unos 3 km2, siendo el arroyo Providencia donde se asienta la mayor parte de la población. Santa Rosalía concentraba en octubre de 1995 al 22,7 % de la población del municipio de Mulegé, lo que la hace la localidad con mayor número de habitantes en dicho municipio, y quinta en el estado de Baja California Sur, muy de cerca se encuentra Guerrero Negro con 10 220 habitantes. El Conteo de Población y Vivienda (INEGI, 1996a) reportó un relación 1 017 hombres por cada mujer en la localidad; lo que representa 5 271 hombres y 5 180 mujeres. De acuerdo con INEGI (1996b), la tasa de crecimiento media anual está definida como el ritmo de crecimiento de la población que radica en una determinada unidad geográfica, durante un cierto período y se estimó como:

Tasa de crecimiento media anual = [(Pob. al final del período / Pob. al inicio del período)1/No. de años considerados -1] x 100 En este sentido, la tabla IV.2.4.a.1 muestra la población de Santa Rosalía, del municipio de Mulegé y del estado de Baja California Sur para los años 1940, 1950, 1960, 1970, 1980, 1990 y 1995. Con tales datos y la fórmula presentada se calcularon la tasa de crecimiento media anual para los respectivos períodos (tabla IV.2.4.a.2).

Tabla IV.2.4.a.2. Tasa de crecimiento media anual intercensal. Período 1940-1950 1950-1960 1960-1970 1970-1980 1980-1990 1990-1995 Baja California Sur 1,7 3,0 4,6 5,3 4,0 3,4 Municipio de Mulegé 0,8 0,2 2,8 3,3 3,6 3,6 Santa Rosalía - 1,3 - 2,6 3,2 1,1 2,2 0,5 Generado a partir de:

Sec. de Economía, Dir. Gral. de Estadística, VII Censo General de Población 1950, Territorio de Baja California Sur, México, 1952.

Sec. de Ind. y Com., Dir. Gral de Estadística, VIII Censo General de Población 1960, Territorio de Baja California Sur, México, 1963.

Sec. de Ind. y Com., Dir. Gral de Estadística, IX Censo General de Población 1970, Territorio de Baja California Sur, México, 1971.

Sec. de Prog. y Pres., Inst. Nal de Estadística, Geografía e Informática, X Censo General de Población y Vivienda 1980, Estado de Baja California Sur, México, 1982.

Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, XI Censo General de Población y Vivienda 1990, Estado de Baja California Sur, México, 1992.

Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, Conteo de Población y Vivienda 1995, Estado de Baja California Sur, México, 1996a.

• Estructura por sexo y edad. A partir de los datos de los censos de 1980 y 1990, además del conteo de 1995, consultados en los productos digitales del INEGI (1996c), se generaron las figuras IV.2.4.a.1, IV.2.4.a.2 y IV.2.4.a.3 correspondientes a las pirámides de cada uno de los años mencionados.


Las pirámides poblacionales denotan, por un lado la alta proporción de individuos con edades mayores a los 65 años, situación que será discutida cuando se hable de la mortalidad, en tanto que por otro lado muestran una población joven en crecimiento, en donde los grupo de edades de entre 0 y 9 años comprendían al 24 % de la población, para 1995. Preocupantemente estas pirámides poblacionales, que tienen el mismo comportamiento que la pirámide estatal, predicen una mayor demanda de fuentes de empleo, vivienda, educación y servicios para los próximos años.

Figura IV.2.4.a.1. Piramide poblacional para 1980 (Santa Rosalía)

No Especificado

65 ó más 60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-09 0-04

Grupos de Edad

02468 10 12 14 16 Porcentaje

0 2 4 6 8 10 12 14 16

Hombres Mujeres

No Especificado 65 ó más

60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-09 0-04

Grupos de Edad

0246810 12 14 Porcentaje

0 2 4 6 8 10 12 14

Hombres Mujeres



• Natalidad y mortalidad. Para la estimación de estos parámetros poblacionales, se visitó a la Oficina Municipal de Registro Civil, donde se obtuvo el número de nacimientos y defunciones desde enero de 1980 a diciembre de 1997. Dado que el cálculo de las tasas requiere de datos precisos, éstas fueron estimadas únicamente para los años de 1990 y 1995, comparándose los resultados con las estimaciones estatales para los mismos años. Natalidad De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (1996b) la tasa de natalidad está definida por la siguiente fórmula:

Tasa de natalidad = Nacimientos registrados en el año x 1 000 Población total

En consecuencia, las tasas de natalidad para los años de 1990 y 1995 en la ciudad de Santa Rosalía y en el estado de Baja California Sur son mostradas en la tabla IV.2.4.a.3. Como se puede observar, la tasa de nacimientos ha disminuido en ambos casos; sin embargo, llama la atención la caída para todo el estado ha sido del doble de la mostrada en Santa Rosalía. Es interesante comentar que a pesar de que la tasa para BCS ha disminuido, el número de nacimientos ha tenido un incremento; en tanto que en Santa Rosalía la disminución ha sido tanto nominal como proporcional.

Tabla IV.2.4.a.3. Número de nacimientos y tasas de natalidad (nacimientos por cada mil habitantes) reportadas en Santa Rosalía y en el estado de BCS para los años de 1990 y

1995. Baja California Sur Santa Rosalía 1990 1995 1990 1995

No. de nacimientos 9 375 9 734 335 318 Nacimientos por cada 1 000

habitantes 29,5 25,9 32,9 30,4

No Especificado 65 ó más

60-64 55-59 50-54 45-49 40-44 35-39 30-34 25-29 20-24 15-19 10-14 5-09 0-04

Grupos de Edad

02468 10 12 14 Porcentaje

0 2 4 6 8 10 12 14

Hombres Mujeres



El índice calculado en la tabla IV.2.4.a.3 es conocido por los demógrafos como tasa bruta de natalidad, ya que considera a toda la población (Spiegelman, op. cit.). Es por esto que se estimó conveniente calcular la tasa general de fecundidad, que toma en cuenta únicamente a la población femenina con riesgo de dar a luz, mujeres entre 15 y 49 años, quedando la fórmula como:

Tasa general de fecundidad = Nacimientos registrados en el año x 1 000 Número total de mujeres en edad fértil

La fórmula nos permite hacer una mejor comparación entre el estado de BCS y la cabecera municipal de Mulegé (tabla IV.2.4.a.4), ya que permite darnos cuenta como Santa Rosalía sigue siendo una población más prolífica, que a pesar de disminuir el número de nacimientos, éstos son comparativamente mayores a los del estado. Tabla IV.2.4.a.4. Tasa general de fecundidad reportada en Santa Rosalía y en el estado de

BCS para los años de 1990 y 1995. Baja California Sur Santa Rosalía 1990 1995 1990 1995

Tasa general de fecundidad/1 92,6 79,7 107 98,1 Nota: /1: Estimada como número de nacimientos registrados por cada 1 000 mujeres en edad fertil. Finalmente, dado que la tasa de alumbramientos no es uniforme en toda la edad fértil, resulta conveniente una tasa que permita el análisis de las tasas de fecundidad para intervalos de edad materna más cortos. El índice utilizado es la tasa de fecundidad específica por edades, que se define como: Tasa de fertilidad = Número de nacimientos en mujeres de una edad dada durante el año x 1 000 específica por edades Número total de mujeres de la edad específica

Dado que no fue posible obtener la información del número de nacimientos por grupo de edad para el estado, la tasa de fecundidad específica por edades fue calculada únicamente para Santa Rosalía, estimándose para los años de 1980, 1990 y 1995 (tabla IV.2.4.a.5).

Tabla IV.2.4.a.5. Tasa de fecundidad específica por edades reportada en Santa Rosalía para los años de 1980, 1990 y 1995.

Grupos de Edad 1980 1990 1995 10-14 1,81 3,38 1,73 15-19 126 102,8 128,6 20-24 245 254 191,27 25-29 149 180,8 199,56 30-34 145 121,55 124,41 35-39 71,1 76,89 33,03 40-44 37,5 18,6 12 45-49 0 0 0

Nota: Estimada como número de nacimientos en cada grupo de edad por cada 1,000 mujeres. Como se puede observar, para 1995 el grupo de edad con mayor riesgo a embarazarse fue el de las mujeres entre 25 y 29 años de edad, quedando muy de cerca el grupo entre 20 y 24. De alguna manera, los grupos de edades extremos (10-19 y de 30 a 49) tienen una participación minoritaria.


Mortalidad Con respecto a la mortalidad, se obtuvieron datos del número de fallecimientos en Santa Rosalía, desde 1980 hasta 1997. Con esta base de información se generaron diferentes tablas. La primera de ellas muestra la tasa de mortalidad general reportada en Santa Rosalía y en todo el estado de BCS, para los años de 1990 y 1995. La tasa fue estimada de acuerdo con INEGI (1996b) y está definida como:

Tasa de mortalidad general = Defunciones generales registradas en el año x 1,000 Población total

Conforme se muestra en la tabla IV.2.4.a.6 la tasa de mortalidad general en Santa Rosalía, para los años considerados, resulta ser del doble de la registrada para todo el estado. Tabla IV.2.4.a.6. Número de fallecimientos y tasas de mortalidad (defunciones por cada mil habitantes)

reportadas en Santa Rosalía y en el estado de BCS para los años de 1990 y 1995. Baja California Sur Santa Rosalía 1990 1995 1990 1995

No. de fallecimientos 1 324 1 602 82 93 Defunciones por cada 1 000 habitantes 4,16 4,26 8,04 8,89

Con base en estos resultados se planteó en primera instancia conocer la mortalidad por cada grupo de edad, utilizando la fórmula: Tasa de mortalidad = Número de fallecimientos de una edad dada durante el año x 100 000 específica por edades Población de la edad específica Nótese que en este caso la constante es cien mil, en vez de mil como en el caso de la natalidad, lo cual se hizo para hacer comparables los datos disponibles del estado de BCS, contenidos en el Diagnóstico Estatal Sectorial de Salud (Instituto de Servicios de Salud, 1996). Ahondando en el análisis se puede observar que la tasa de mortalidad infantil en Santa Rosalía (población menor a 1 año), es ligeramente mayor que la reportada para todo el estado, sin embargo es menor en casi un 20 % que la reportada para todo el municipio de Mulegé. Por otra parte, es posible notar que en las tres localidades es mayor la mortalidad en la población masculina que en la femenina; por ejemplo, tanto en Santa Rosalía como en el estado, por cada 10 mujeres que mueren, fallecen 14 hombres. • Migración. La información que se presenta a continuación, fue obtenida a través de la encuesta aplicada por CAM a las viviendas de Santa Rosalía en los meses de enero y febrero de 1998, además de las consideraciones desarrolladas a partir de los datos de los censos general de población y vivienda de 1980 y 1990, además del Conteo de Población y Vivienda de 1995.

La emigración es un fenómeno difícil de medir, dado que no existen registros de los destinos a los que se dirigen los emigrantes; sin embargo este dato fue evaluado considerando el número de habitantes en Santa Rosalía para los años de 1980, 1990 y


1995, y combinándolos con los nacimientos y defunciones del período. En otras palabras, a partir del registro de población de 1980, se sumaron todos los nacimientos y se restaron las muertes acontecidas entre 1980 y 1989, el resultado fue comparado con la población registrada en 1990; el procedimiento fue repetido para el período de 1995. Los resultados se muestran en la tabla IV.2.4.a.7.

Tabla IV.2.4.a.7. Estimaciones de migración en Santa Rosalía para el período 1980-1995.

Población 1980/1

Nacimientos en el período 1980-1989/2

Defunciones en el período

1980-1989/2

Población esperada para

1990

Población 1990/3

Población migrante

8 221 3 115 725 10 611 10 190 421

Población 1990/3

Nacimientos en el período 1990-1995/2

Defunciones en el período

1990-1995/2

Población esperada para

1995

Población 1995/4

Población migrante

10 190 1 830 509 11 511 10 451 1 060

Notas: /1:Sec. de Prog. y Pres., Inst. Nal de Estadística, Geografía e Informática, X Censo General de Población y Vivienda 1980, Estado de Baja California Sur, México, 1982.

/2: Información obtenida en la oficina del Registro Civil de Santa Rosalía. /3: Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, XI Censo General de Población y Vivienda 1990,

Estado de Baja California Sur, México, 1992. /4: Inst. Nal. de Estadística, Geografía e Informática, Conteo de Población y Vivienda 1995, Estado de

Baja California Sur, México, 1996a.

Tal y como se puede observar en la tabla la migración ha resultado negativa, por lo menos, durante los últimos 15 años. Es conveniente reconocer que los migrantes son primordialmente mujeres; aunque esta proporción haya disminuido entre los períodos 1980-1990 a 1990-1995, desde el 77,43 al 57,17% de los migrantes, respectivamente. Los puntos de destino de la población emigrante son prácticamente desconocidos; sin embargo, los comentarios recopilados durante la encuesta señalan a los vecinos estados de Baja California, Sonora y Sinaloa, como los principales sitios a los que se dirigen estudiantes y personas en busca de trabajo. Por otra parte, de acuerdo con los datos generados en la encuesta de enero - febrero de 1998, prácticamente el 80 % de la población es originaria de Santa Rosalía, con cerca de 1 755 inmigrantes, de los cuales 2/5 partes provienen de otras localidades de Baja California Sur. La principal entidad federativa de origen de los inmigrantes resulta ser Sonora, seguida por Baja California y Sinaloa, respectivamente. Un listado más completo se muestra en la tabla IV.2.4.a.8.


Tabla IV.2.4.a.8. Composición de la población de Santa Rosalía por lugar de nacimiento para 1998.

Lugar de nacimiento Porcentaje de la población Santa Rosalía 79,93 Nacidos en otros poblados de la Entidad 8,14 Nacidos en otra entidad 11,93

Sonora 2,48 Baja California 1,93 Sinaloa 1,69 Veracruz 0,70 Michoacán 0,67 Nayarit 0,56 Guerrero 0,47 Distrito Federal 0,46 Jalisco 0,41 Chiapas 0,46 Guanajuato 0,33 Edo. De Méx. 0,26 Zacatecas 0,17 Oaxaca 0,15 San Luis Potosí 0,13 Coahuila 0,13 Otras entidades federativas 0,93

Otro país 0,23 Datos obtenidos durante encuesta realizada en los meses de enero y febrero de 1998.

Prácticamente todos los inmigrantes de edad mayor son personas que en su momento fueron atraídas por el auge minero; con una mínima proporción de profesionales y normalistas que llegaron enviados por sus respectivos empleadores como la CFE, SCT, SEP, SSA, IMSS, ISSSTE, etc. Por otra parte existen inmigrantes estacionales, representados por los pescadores de calamar que llegan principalmente de Sonora y permanecen durante la temporada de pesca, de mayo a octubre. Éstos últimos implican problemas adicionales, sobretodo por la demanda estacional de vivienda y servicios, llegándose a instalar en cuartuchos a la orilla de la playa. Respecto de los emigrantes, dos son los factores más importantes de expulsión: por un lado, la falta de opciones educativas que, como se verá más adelante, se reducen a solo una escuela secundaria y dos escuelas al nivel medio superior. Por otra parte, las fuentes de empleo no solo son escasas, sino que representan pocas posibilidades de desarrollo.

• Población económicamente activa. La definición del concepto Población Económicamente Activa (PEA) es uno de los temas más controvertidos en nuestro país, el INEGI ha cambiado su definición para cada censo que ha realizado, por lo menos desde 1980 a la fecha. En este sentido para el X Censo General de Población y Vivienda de 1980 (INEGI, 1982), la PEA comprendía a la población de a doce años y más, dividiéndola en ocupados y desocupados, entendiendo a estos últimos como los que nunca han trabajado. Para 1990, el INEGI amplió su catálogo de posibilidades, la PEA fue entendida como el total de personas de 12 años y más que en la semana de referencia (durante la visita domiciliaria) se encontraban ocupadas o desocupadas; los desocupados comprendían a aquellos que no tenían trabajo, pero lo buscaron activamente durante la semana de referencia. En tanto para 1995, la PEA fueron todas aquellas personas de 12 años y más que trabajaron o ayudaron a trabajar al menos


durante una hora en la semana de referencia; también incluye a quienes no trabajaron pero sí tenían trabajo y a los que buscaron trabajo activamente en el período de referencia (que en esa ocasión fue del 28 de octubre al 18 de noviembre 1995). Para la encuesta realizada en los meses de enero y febrero de 1998, de alguna manera se retomó la definición utilizada por el INEGI en el censo de 1980 y se le pusieron algunos límites específicos que pudieran aclarar el panorama para la problemática de Santa Rosalía. Con estas consideraciones, la PEA quedó definida como la población mayor a 12 años y menor a 60 que tenía un trabajo, fuera temporal o permanente, además de los desempleados, excluyéndose a las personas dedicadas al hogar, a los estudiantes y a los jubilados menores de 60 años, que constituirían a la población económicamente inactiva o PEI. Partiendo de la última definición la PEA representaría al 36,6 % de la población total de Santa Rosalía, que significarían unos 3 250 habitantes, de los cuales casi dos terceras partes mantendrían trabajo permanente, en tanto que los desempleados significarían menos de una décima parte. La figura IV.2.4.a.4 ayuda a comprender mejor estas cifras.

Figura IV.2.4.a.4. Condición de actividad de la población de Santa Rosalía (Enero – Febrero 1998). Desgraciadamente, la única estadística de comparación existente se refiere a la encuesta desarrollada en el marco del Conteo de población y Vivienda 95 (INEGI, 1996a), que presenta sus estimaciones al nivel estatal (tabla IV.2.4.a.9).

PEA36.6%

< de 12 y > de 60 año33.0%

PEI30.4%

Trabajo permanente 68.1%

Trabajo temporal 23.4%

Desempleados 8.6%

Hogar60.3%

Estudiantes37.9%

Jubilados < a 60 años1.8%

PEA: Población Económicamente ActivaPEI: Población Económicamente InactivaDatos generados a partir de encuesta realizada durante enero y febrero de 1998.


Tabla IV.2.4.a.9. Distribución porcentual de la población de 12 años y más conforme a su actividad,

ocupación y tipo de inactividad. Condición de actividad, ocupación y tipo de inactividad Baja California Sur /a Santa Rosalía /b Población Económicamente Activa 56,69 36,6

Ocupada 97,53 91,4 Desocupada 2,47 8,6

Población Económicamente Inactiva 43,16 30,4 Estudiantes 36,00 37,9 Quehaceres del hogar 49,40 60,3 Otro tipo 14,60 1,8

No especificado 0,15 - /a: Conteo de población y vivienda 95 (INEGI, 1996a). /b: Encuesta desarrollada durante enero – febrero de 1998 (solo se consideró a la población en el rango de 12 a 60 años). Es necesario considerar que los datos referentes a Santa Rosalía se refieren únicamente al rango de edades entre 12 y 60 años, en tanto que el INEGI utilizó a toda la población mayor de 12 años, por otra parte conviene recordar que los datos de INEGI se recolectaron durante noviembre de 1995, en tanto que los de Santa Rosalía se obtuvieron durante enero – febrero de 1998. A pesar de lo anterior, la comparación es útil en cuanto a los porcentajes de ocupación y desocupación en la PEA, así como en el tipo de inactividad. Como se puede observar, la desocupación en Santa Rosalía resulta casi cuatro veces mayor que la registrada en todo el estado; mientras que por otro lado, la PEI de Santa Rosalía muestra una inclinación significativamente más alta hacia las actividades del hogar que en todo el estado de BCS.

b) Factores socioculturales Utilización de los Recursos Naturales: A partir del decaimiento de la minería, la población cachanilla volteó sus oactividades hacia el mar, empujada por los inversionistas coreanos dedicados a la pesca del clamar. El resultado ha sido irregular, ya que las fluctuaciones en la pesquería arrastran la actividad económica como en su tiempo fue la actividad minera. Debido a la ausencia de otros recursos aprovechables, la población mantiene una población “estable” en cuanto a número de habitantes, ya que los esfuerzos por convertir al poblado en un centro de atracción turístico no han dado los resultados esperados. Aceptación del Proyecto en el área: A partir de los resultados obtenidos en la encuesta realizada por CAM en 1998, es posible afirmar que, debido a la tradición minera, existe aceptación de la población con el proyecto; sin embargo, debido a que la actual etapa es todavía de exploración, se ha tenido particular cuidado en no generar falsas expectativas entre los habitantes. Valor que se le da a los sitios ubicados dentro del área del proyecto: En Santa Rosalía y sus inmediaciones existen 20 monumentos históricos catalogados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), incluyendo al cementerio Ranchería, administrado originalmente por Compaigne du Boleo (INAH, 1986). Sin embargo el estado en que se encuentran los cementerios es bastante deplorable, ya sea por el vandalismo o por las difíciles condiciones de meteorización reinantes. Salvo Humbodt-Purgatorio y Amelia Texcoco, ninguno de los cementerios restantes presenta tumbas de características únicas, ya que Ranchería y Nueva Santa Rosalía por la cantidad y diversidad de sepulturas incluyen cualquier tipo o diseño de tumba de la región.


Patrimonio histórico, en el cual se caracterizarán los monumentos histórico-artísticos y arqueológicos: Desde su fundación Santa Rosalía ha sido una ciudad con vocación eminentemente minera. Con respecto al resto de los pueblos y ciudades de Baja California Sur, tiene características muy distintas. Las construcciones tradicionales son de madera, conservándose el estilo arquitectónico francés que se inicio paralelamente a los primeros trabajos de explotación del cobre por Compagnie du Boleo (SEGOB, 1988) La fama de los monumentos históricos de Santa Rosalía ha sido en gran medida, impulsada por la creencia popular de que el templo de Santa Bárbara es obra de Gustave Eliffel (1832-1923). Es un hecho que la principal consideración al decretarse el valor histórico de la ciudad y del puerto de Santa Rosalía es su estilo arquitectónico francés único en las poblaciones de Baja California , además los materiales utilizados en la construcción que va desde la madera utilizada, importada principalmente de Tacoma, Washington (Wilson 1955) hasta la estructura metálica del templo de Santa Bárbara, pasando por la escoria de fundición utilizada en la construcción del puerto y en varias de las tumbas de los cementerios. En la actualidad el pueblo de Santa Rosalía ha conservado en general, el estilo arquitectónico francés impuesto desde su fundación. Como ya se mencionó se tienen considerados 20 monumentos arquitectónicos de valor, en lo que podría considerarse como su trazo original; siendo pocos los casos en los que se han edificado construcciones nuevas que rompan con el estilo prevaleciente, como es el caso del edificio de Teléfonos de México, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público y las instituciones bancarias. Todos los monumentos históricos catalogados por el INAH han recibido modificaciones en su diseño original, destacando el hecho de que aun se encuentran catalogados el edificio de la Aduana Marítima, demolido desde 1969. De lo anterior se desprende que la Ley de Protección de Imagen Urbana de la Ciudad y Puerto de Santa Rosalía, no se ha aplicado con la debida severidad. IV.2.5 Diagnóstico ambiental a) Integración e interpretación del inventario ambiental

El área en donde se asienta el proyecto de exploración minera de MyMB ha sido una zona afectada por la actividad minera desde finales del Siglo XIX. Más de 100 años de explotación minera ejecutada por diferentes empresas, tanto particulares como estatales, ha ocasionado la degradación persistente de la vegetación original. Sin embargo, las difíciles condiciones climáticas (altas temperaturas y escasa precipitación), no permiten el desarrollo de otras actividades productivas. Incluso actividades de “reciente” implementación, como la pesquería del calamar, no solo no han resuelto la problemática de desarrollo en la región, sino que en su momento han llegado a causar riesgos de afectación a la salud pública por los desechos generados. Debido a las condiciones particulares de la geología, la vocación natural del suelo no es otra que la minería, la cual requiere ser valorada adecuadamente en cuanto a su potencial de aprovechamiento de los minerales aún existentes. La tendencia histórica de degradación del medio va en aumento, tal y como se observa en los tiraderos de basura que utilizó el municipio en las inmediaciones de los terrenos de MyMB.


Con la intención de exponer de forma más clara los datos que sustentan la presente evaluación, se incluyen los siguientes planos temáticos, en donde se ha señalado la ubicación de las planillas de barrenación y la exploración en obra directa. Con la finalidad de detectar los puntos críticos del diagnóstico, se han considerado los siguientes aspectos: • Normativos: La actividad de exploración minera ha sido regulada a partir del año de 1998 mediante la NOM-120-SEMARNAT-1997, misma que si bien no es aplicable a sitios localizados en Áreas Naturales Protegidas, tiene un gran valor en cuanto a las recomendaciones para minimizar y evitar los posibles riesgos de afectación al ambiente. • De diversidad: De forma particular si bien la diversidad de la vegetación y la fauna no es equiparable a otros sitios del área natural protegida, es importante conservar, en la medida de lo posible, los recursos biológicos de la zona. • Rareza: El yacimiento mineral en el distrito minero es considerado particular por su génesis, no habiendo otros aspectos únicos en la región, con excepción de la arquitectura de fuerte influencia francesa en el poblado de Santa Rosalía y algunos de los cementerios localizados en el distrito minero. • Naturalidad: El estado de conservación de las biocenosis es grave en función de la difícil regeneración del ecosistema del desierto, dado el largo período de explotación al que ha sido sujeto durante más de 100 años de explotación con técnicas mineras antiguas. • Grado de aislamiento: El área del distrito minero no puede considerarse como aislado, dada la gran cantidad de caminos existentes a lo largo y ancho del terreno. Sin embargo, la protección que implica el hecho de encontrarse en posesión de un particular, limita el acceso de cazadores furtivos. • Calidad: La perturbación que ha sufrido el suelo tanto por la acción humana como por el efecto erosivo de los vientos marítimos es considerable, de tal manera que, aunado a la falta de agua, no es posible el aprovechamiento en otras actividades productivas. b) Síntesis del inventario Como parte del proceso de identificación y evaluación de impactos, se han incluido los planos de vegetación y antiguas obras mineras (figuras IV.2.5.1 y IV.2.5.2). En el primer caso (Figura IV.2.5.1), es posible observar como la mayor parte de las actividades de exploración se localizarían en las zonas vegetacionales predominantes del distrito minero. Considerando esta situación, cerca del 50 % (29 planillas) de las obras de barrenación a diamante requerirían ser localizadas en mesetas de elevación baja a intermedia, representando apenas una superficie de 1 421 m2, lo que implica un 0,0028 % de la superficie ocupada por la asociación Jatropha-Fouquieria dentro del distrito minero; unas 21 planillas de barrenación a diamante se localizarían sobre pendientes orientadas al S, E y W, lo que implica unos 829 m2 ó sea, un 0,00228 % de la superficie ocupada por la asociación Lysiloma-Cercidium-Stenocereus. El resto, unas 4 planillas de barrenación


(196 m2), se localizarían sobre lechos activos de arroyos o sea apenas un 0,0074 % de la superficie ocupada por la asociación de Hyptis emoryi. En el segundo caso (Figura IV.2.5.2), es factible observar como prácticamente todas las obras de exploración en obra directa se realizarían en zonas en donde existen disturbios o actividades mineras pasadas, de tal forma que no hay afectación a la vegetación existente.

Minera y Metalúrgica del Boleo, S.A. de C.V. Proyecto 04030 Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Particular Julio 2004 Mulegé, B.C.S. Página V - 1

V. Identificación, descripción y evaluación de los impactos ambientales


V.1 Metodología para identificar y evaluar los impactos ambientales Para la identificación y evaluación de los impactos ambientales que pudiese generar el proyecto se utilizaron las siguientes 4 técnicas, incorporándose en cada caso su justificación:

- Listas de control: El uso de listas de control se sustenta en las ventajas y desventajas resumidas por Canter (1998) y que se presentan a continuación:

• Las listas de control de organismos públicos y de proyectos específicos

que se han publicado, representan el conocimiento profesional colectivo y el criterio de sus autores, por eso tienen credibilidad profesional y aplicación práctica.

• Las listas de control proporcionan un enfoque estructurado para identificar los impactos claves y factores ambientales pertinentes que han de ser considerados. Las listas más largas de factores o de impactos, no necesariamente presentan una mejor identificación, dado que es necesario ser selectivo para escoger los impactos y factores de mayor relevancia. Las listas de control se pueden modificar con facilidad (se pueden añadir o eliminar elementos) para hacerlas más apropiadas a un determinado proyecto o una ubicación dada.

• Los factores e impactos de una lista de control simple o descriptiva pueden agruparse para demostrar impactos secundarios y terciarios y/o interrelaciones del sistema ambiental.

- Superposición cartográfica: El uso de esta técnica se sustenta en el tipo de

proyecto y en la vasta información de campo con la que se cuenta, ya que al contar con una caracterización detallada de la vegetación, es factible determinar el número de hectáreas que serán afectas por los caminos y plantillas de barrenación propuestas, su localización, asociaciones vegetales representativas y su valor dentro del distrito minero. Este método ha sido especialmente útil para estudios relacionados con la ubicación de infraestructuras, carreteras, oleoductos, etc. (Andreottola et. al., 1989).

- Matrices de interacción de impactos: Según Andreottola (op. cit.), las matrices

pueden ser consideradas como listas de control bidimensionales; en una dimensión se muestran las características individuales de un proyecto (actividades propuestas, elementos de impacto, etc.), mientras que en la otra dimensión se identifican las categorías ambientales que pueden ser afectadas por el proyecto. De esta manera los efectos o impactos potenciales son individualizados confrontando las dos listas de control. Las diferencias entre los diversos tipos de matrices deben considerar la variedad, número y especificidad de las listas de control, así como el sistema de evaluación del impacto individualizado. Con respecto a la evaluación, ésta varía desde una simple individualización del impacto (marcada con una suerte de señal, una cruz, guión, asterisco, etc.) hasta una evaluación cualitativa (bueno, moderado, suficiente, razonable) o una evaluación numérica, la cual puede ser relativa o absoluta; en general una evaluación analiza el resultado del impacto (positivo o negativo). Frecuentemente, se critica la


evaluación numérica porque aparentemente introduce un criterio de juicio objetivo, que en realidad es imposible de alcanzar.

- Uso de indicadores: Conforme a diferentes autores (Andreottol; Canter; Gómez-

Orea; Sengupta), uno de los principales problemas registrados en la literatura es obtener una evaluación cuantitativa del impacto que posibilite una confrontación de los efectos provocados por medio de valores numéricos. Esta tendencia fue aplicada por Sorensen en un procedimiento que fue establecido por primera en el Battelle Institute (Dee Norbert y colaboradores, 1972). Este método trata de evaluar los efectos sobre el ambiente mediante unidades "mensurables". Divide el ambiente en cuatro categorías principales: ecología, contaminación, factores estéticos, y ambiente humano. El impacto sobre las diversas categorías ambientales se describe por medio de parámetros, cada uno de los cuales tiene un cierto valor según su importancia, de modo que la suma total es igual a 1000. Seguidamente, se introduce un índice de "Calidad del ambiente" para cada parámetro, con valores que varían entre 0 y 1, los cuales son trazados en una gráfica. De esta forma, multiplicando el Índice de calidad por el peso relativo y sumando los valores obtenidos, se obtiene una evaluación numérica del impacto para cada categoría ambiental. Debe subrayarse, que es difícil individualizar indicadores de calidad ambiental, que puedan ser medidos objetivamente, por lo tanto, este enfoque es problemático y poco práctico.

V.1.1 Indicadores de impacto Los indicadores de impacto de posible aplicación identificados para el presente proyecto son los siguientes, describiendo para cada uno de ellos el cumplimiento o no, de los requisitos señalados por la Guía para la presentación de la Manifestación de Impacto Ambiental Sector Minero Modalidad Particular (SEMARNAT, 2002).

- Superficie de vegetación: Este indicador resulta ser uno de los más representativos, ya que gracias a los trabajos precedentes de caracterización del medio (Proyecto CAM 95005), se cuenta con la descripción de un área superior a las 14 mil ha., por lo que también es cuantificable. Es a la vez relevante ya que muestra claramente la superficie afectada por el proyecto y es fácil de identificar.

- Dominancia de especies vegetales: A partir del Estudio Ambiental Básico (Proyecto CAM 95005), la dominancia de especies es plenamente reconocida, así como la estimación de abundancia, por que el indicador cumple con los requisitos de ser representativo, cuantificable, relevante y fácil de identificar.

- Diversidad de la vegetación: Al igual que los dos apartados anteriores, este indicador es de fácil estimación, en función de la información de campo que se posee.

- Calidad del aire (partículas suspendidas totales): Este indicador no fue aplicado en función de que no existe población humana potencialmente receptora de contaminación en las áreas de exploración planteadas.

- Ruido: Al igual que el rubro anterior, este indicador tampoco fue utilizado. - Superficie de Áreas Naturales Protegidas.


V.1.2 Lista indicativa de indicadores de impacto A partir de los indicadores de impacto descritos en el punto anterior, se revisó la literatura para aportar elementos de decisión sobre la Calidad del Ambiente. En este sentido se obtuvieron las siguientes relaciones:

- Superficie requerida por todo el presente proyecto de proyecto de vegetación: Este indicador resulta ser uno de los más representativos, ya que gracias a los trabajos precedentes de caracterización del medio (Proyecto CAM 95005), se cuenta con la descripción de un área superior a las 14 mil ha., por lo que también es cuantificable. Es a la vez relevante ya que muestra claramente la superficie afectada por el proyecto y es fácil de identificar.

- Dominancia de especies vegetales: A partir del Estudio Ambiental Básico (Proyecto CAM 95005), la dominancia de especies es plenamente reconocida, así como la estimación de abundancia, por que el indicador cumple con los requisitos de ser representativo, cuantificable, relevante y fácil de identificar.

- Diversidad de la vegetación: Al igual que los dos apartados anteriores, este indicador es de fácil estimación, en función de la información de campo que se posee.

- Calidad del aire (partículas suspendidas totales): Este indicador no fue aplicado en función de que no existe población humana potencialmente receptora de contaminación en las áreas de exploración planteadas.

- Ruido: Al igual que el rubro anterior, este indicador tampoco fue utilizado. - Fauna: Conforme a la descripción que se realizó en el capítulo IV, la presencia en

el área de estudio es exclusiva de especies pequeñas de mamíferos, sin hallazgos de zonas de reproducción de especies protegidas. Lo anterior, en función de los casi 100 años de presencia humana con poblados en todo el distrito minero. En este sentido, el indicador no se considera representativo.

- Superficie de Áreas Naturales Protegidas. V.1.3 Criterios y metodologías de evaluación V.1.3.1 Criterios Los criterios para la valoración de los impactos se encuentran referidos a los siguientes aspectos:

• Dimensión: La valoración se considera como escasa (1), media (2) o elevada (3). • Signo: La valoración considera impactos positivos (-1), negativos (1) y neutros (0). • Desarrollo: La valoración considera la superficie de afectación y es, tal vez, la

valoración de mayor peso, por el tipo de proyecto evaluado. Se califica como poco (1) cuando la superficie afectada es < 1 % del total del área de estudio; media (2) cuando la superficie afectada es > 1 < 10 % del total del área de estudio y; mucho (3), cuando la superficie afectada es > 10 % del total del área de estudio.

• Permanencia: La temporalidad del impacto puede ser calificada como breve (1), cuando el impacto dura menos de la duración total de todo el proyecto; mediano (2) cuando su duración es igual al periodo total del proyecto y, de largo plazo (3), cuando el impacto es mayor a la duración total del proyecto.

• Certidumbre: La valoración puede ser calificada como: cierta (2), probable (1), improbable o desconocida (0).


• Reversibilidad: La valoración puede ser calificada como: reversible (-1), irreversible (1) o desconocida (0).

• Sinergia: La valoración se aplicará, cuando sea identificada, conforme al número de impactos acumulativos que sume.

• Viabilidad: La valoración numérica será aplicada en función de la posibilidad de aplicar medidas de mitigación efectivas bajo los criterios de: mucho (0), poco (0,5), nada (1).

La valoración total del impacto se realiza mediante la siguiente fórmula:

( )[ ]VSRCPddSI ei ×+++++= Donde: I = Valoración Impacto S = Signo di = Dimensión de = Desarrollo P = Permanencia C = Certidumbre R = Reversibilidad S = Sinergia V = Viabilidad V.1.3.2 Metodologías de evaluación y justificación de la metodología seleccionada A continuación se procede al desarrollo de cada una de las metodologías seleccionadas, en virtud de que su mención y justificación, fue presentada en la sección V.1. En cuanto a las Listas de Control preparadas, las actividades del proyecto que pueden ocasionar un impacto se mencionan en la tabla (V.1.3.2.1).

Etapa Actividades (conforme al Programa de Obra) Comentario

Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación

Para nuevos caminos: A partir del trazado de la ruta en gabinete, el trazo final se define en campo, buscando la ruta más corta al camino de acceso más cercano, tomando en cuenta que el relieve del terreno sea lo más plano posible y que se afecte a la menor cantidad posible de vegetación. La rehabilitación y construcción de caminos se efectúa por medio de un tractor Caterpillar, montado sobre oruga, que simplemente avanza sobre el camino ya existente, empujando hacia los lados las piedras que hayan caído y rellenando los cortes existentes. Las bermas que se formen, serán desparramadas al terminar el proyecto.

Preparación del sitio

Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra Directa y rehabilitación de las obras

La actividad consiste en aplanar y limpiar de rocas o materiales los patios donde temporalmente se instalará el equipo de minado continuo que realizará la obra. NO EXISTE VEGETACIÓN EN ESTAS ÁREAS.


Etapa Actividades (conforme al Programa de Obra) Comentario

Barrenación con diamante

Se plantea realizar 54 barrenaciones a diamante a profundidades de entre 100 y 300 m. Para cada uno de los barrenos será necesaria una planilla de unos 49 m2, cada una. La barrenación a diamante consiste en instalar una máquina tipo Long Year 38 ó 44 montada en camión o patines de acero. La broca corta la roca y deja un núcleo en el centro que es recuperado cada 3 metros, para después ser colocado en cajas y transportado a un almacén especial localizado en Santa Rosalía. La herramienta de corte usa agua y bentonita como fluido de enfriamiento y para remover el recorte. El agua para la perforación se obtendrá de un rancho situado en el Arroyo Santa Agueda y reutilizada en la medida de lo posible. Al término de la barrenación se coloca una placa de concreto con los datos de identificación.

Construcción de Obras mineras

Exploración en Obra Directa

Esta actividad se desarrollará en 5 áreas, con un requerimiento de superficie de 2 500 m2 de cada una de dichas áreas (incluyendo los patios descritos en la preparación del sitio. El equipo a utilizar es un Alpine Bolter Miner ABM 20 o equivalente, con lo que se efectuará un minado continuo al cortar y cargar los materiales deleznables. Posee una anchura total de operación de 4, 9 a 5,2 m y una altura de 2,15 a 3 m, además de un captador de polvo integrado, además de un sistema de desempolvado húmedo y ventilador. Este equipo dejará una abertura en el terreno de las dimensiones mencionadas.

Abandono del Sitio

Restauración y restablecimiento de la vegetación afectada por las planillas de perforación

Al término de las actividades se efectuará un programa de reforestación con especies de la región.

Interpretación de resultados y elaboración de informes

Valoración del potencial minero de la región

El efecto se refiera a la posibilidad de aportar elementos fidedignos para la correcta valoración del potencial minero de la región y, en consecuencia, dar certidumbre a los programas de manejo.

Tabla V.1.3.2.1. Actividades del proyecto que pueden generar algún impacto. Con la intención de identificar los factores que pudiesen ser impactados, se realizó una revisión bibliográfica, de tal forma que la tabla V.1.3.2.2, resume aquellos aspectos considerados de interés. Categoría Comentarios

Usos del suelo: El terreno sobre el que se pretende desarrollar el proyecto se encuentra localizado en una superficie en la que se reconoce la vocación natural del suelo para la actividad minera, siempre y cuando cumpla con las reglas establecidas en el Programa de Manejo de la Reserva.

Características y usos del suelos

Topografía, fisiografía y geología: El lote minero presenta una topografía determinada por las pendientes de la porción septentrional de la Sierra La Giganta, brindando a la región un marcado gradiente altitudinal con orientación E-W. La topografía consiste de una serie de mesetas creadas por procesos erosionales de los arroyos que corren con dirección predominante hacia el NE, los cuales han dejado algunas de estas mesetas como espolones alargados rodeados de antiguas terrazas aluviales de origen más reciente, creando además áreas de deposición de sedimentos que incursionan en el mar. El fondo de los arroyos presenta una superficie relativamente plana que puede llegar a medir más de 300 m de ancho. Conviene mencionar que el proyecto NO requiere de modificaciones en la topografía. En términos fisiográficos y consistentemente con la descripción topográfica, un rasgo muy distintivo lo constituye la presencia de terrazas escalonadas al margen de la costa, hacia la parte oriental del distrito. Estas terrazas fueron estudiadas por Wilson y se han definido como producto de un proceso de levantamiento que ha ido dejando un registro definido mediante antiguas líneas de costa (Ortilieb, 1981). Las terrazas han sido definidas como pleistocénicas, sufriendo un proceso de elevación a diferentes ritmos. De acuerdo con el trabajo de Wilson (1955), debido a que en el área casi no afloran rocas anteriores al Terciario (Mioceno), es difícil establecer la historia geológica previa a este período. Sin embargo, se reportó que las rocas más antiguas del área se componen por cuarzo monzonitas del Cretácico que afloran en el Arroyo de las Palmas y en la parte central de la caldera de la Reforma. Este sustrato está cubierto por las gruesas series de rocas volcánicas y volcanoclásticas pertenecientes a la Formación Comondú.


Categoría Comentarios Al final del Mioceno se produjo un evento distensivo que produjo un sistema de fallas con orientación NNW-SSE. Dicho sistema afectó a las rocas de la Formación Comondú. La depositación de las rocas volcánicas de la Formación Boleo, intercaladas con sedimentos, inicio hacia el final del Mioceno, debido a un proceso de deformación. Localmente las rocas volcánicas fueron basculadas hacia el E y cortadas en bloques por fallas normales. El proceso se originó por un evento distensivo ocasionando actividad volcánica e hidrotermal, para depositar minerales de Cu y Mn a partir de soluciones mineralizadas en capas tobáceas. Suelos: Los tipos de suelo presentes en el área corresponden a: Leptosol dístrico: con profundidad efectiva, presentando mucha grava y piedra en el perfil. Textura franco arenosa, muy permeables y con baja fertilidad. Calcisol pétrico: medianamente profundos limitados por una capa cementada con CaCO3, restringiendo el desarrollo radicular de las plantas, fertilidad media. Fluvisol eútrico: producto de la acumulación de material y sedimentos transportados por arroyos, textura franco arenosa, muy permeables, fertilidad baja. Leptosol eútrico: poco profundos, pobres en materia orgánica, no salinos con altos contenidos de carbonatos y muy pedregosos. Limitados por la baja precipitación, la pedregosidad superficial (75 %) y pendientes onduladas de 40 %, que impiden el desarrollo de actividades agrícolas y pecuarias. Calcisol pétrico: Textura franco arenosa, con desarrollo de estructura, muy pobres en materia orgánica, no salino, con bajos contenidos de sodio y alto de CaCO3.

Riesgos geológicos: Entre los años 1918-1973, se registró en la zona una frecuencia de 9 focos de sismos de magnitud 6 ó mayores, en escala de Richter, lo que representa la mayor intensidad de sismos de este rango en todo el Golfo de California. Desde el punto de vista vegetacional, las asociaciones que serán afectadas por el desmonte para la construcción de planillas de barrenación y apertura de nuevos caminos, son las localizadas en Mesetas de Baja Elevación y Laderas con pendientes al S, E y W, caracterizadas por Jatropha-Fouquieria y Lysiloma-Cercidium-Stenocereus, respectivamente. Mismas que resultan ser también las que mayor superficie ocupan dentro de la zona de interés, con 35,59 % y 25,57 %, respectivamente. La diversidad presente en las 2 asociaciones vegetales mencionadas, guarda valores intermedios en comparación con el resto de las asociaciones presentes en la zona de interés. En el caso de Jatropha-Fouquieria el valor de diversidad determinad como el índice de Shannon-Wiener es de 1,49; en tanto que para Lysiloma-Cercidium-Stenocereus, se estimo en 1,87; mientras que los valores extremos son de 2,698 para la asociación de Lysiloma-Pachycormus (laderas elevadas con pendientes orientadas al norte) y de 1,058 para Hyptis emoryi (lechos activos de arroyos). En cuanto a abundancia la asociación Jatropha-Fouquieria cubre un 35,59 % (5 050 ha) de la superficie del distrito minero; mientras que Lysiloma-Cercidium-Stenocereus abarca un 25,57 % del distrito (3 629 ha), lo que las hace la primera y segunda asociaciones presentes en el área. En el caso de la fauna, la diversidad presente se considera baja, dado que la actividad humana y la degradación de la vegetación, han ahuyentado a las especies más sensitivas.

Especies y ecosistemas

No se consideras la presencia de recursos bióticos únicos, dada la degradación presente en el área.

Consideraciones socioeconómicas

Debido a la escasa mano de obra que requerirá el proyecto de exploración y su carácter temporal, no se considera como un impacto significativo a la generación de empleos; sin embargo, contribuirá a la valoración del potencial minero en esta región

Medio atmosférico e hídrico

No se considera como posible, una afectación a la zona urbana de Santa Rosalía por las emisiones que se tengan de contaminantes atmosféricos, ruido o agua, dada la temporalidad de las actividades, así como su localización alejada del núcleo poblacional.

Tabla V.1.3.2.2. Factores ambientales susceptibles de ser afectador por el proyecto.

Adicionalmente, se utilizó una Lista de Control desarrollada por el Servicio de Investigación Cooperativa del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos de Norteamérica (USDA) sobre las características de suelos y sitios que pueden afectar terrenos agrícolas (USDA, 1990), que ayuda a identificar los impactos que podrían ocurrir (Tabla V.1.3.2.3). Tema sí Puede ser No Comentarios Formas del terreno ¿Producirá el proyecto: Pendientes inestables o terraplenes inestables? X Sin acceso al público Una amplia destrucción del desplazamiento del suelo? X Un impactos sobre terrenos agrícolas clasificados como de primera calidad o únicos?

X

Cambios en las formas del terreno, orillas, cauces de cursos o riberas? X Destrucción, ocupación o modificación de rasgos físicos singulares? X


Tema sí Puede ser No Comentarios Efectos que impidan determinados usos del emplazamiento a largo plazo?

X

Aire/climatología ¿Producirá el proyecto: Emisiones contaminantes aéreos que excedan estándares estatales, federales o que provoquen deterioro de la calidad del aire?

X Se hará énfasis en el mantenimiento

Olores desagradables? X Alteración de movimientos del aire, humedad o temperatura? X Emisiones de contaminantes aéreos peligrosos regulados? X Agua ¿Producirá el proyecto: Vertidos a un sistema público de aguas? X Uso de letrinas portátiles Cambios de las corrientes o movimientos de masas de agua dulce o marina?

X

Cambios en los índices de absorción, pautas de drenaje o el índice o cantidad de agua de escorrentía?

X

Alteraciones en el curso o en los caudales de avenidas? X Represas, control o modificaciones de algún cuerpo de agua igual o mayor a 4 ha de superficie?

X

Vertidos de aguas superficiales o alteraciones de la calidad del agua considerando, pero no solo, la temperatura y la turbidez?

X

Alteraciones de la dirección o volumen del flujo del agua subterránea? X Alteraciones en la calidad del agua subterránea? X Contaminación de las reservas públicas de agua? X Infracción de los criterios ecológicos de calidad de agua, si fuesen de aplicación?

X

Instalándose en un área inundable fluvial o litoral? X Riesgos de exposición de personas o bienes a peligros asociados al agua tales como las inundaciones

X

Instalaciones en una zona litoral sometida a un Plan de gestión X Impacto sobre o construcción de un humedal o llanura de inundación? X Residuos sólidos ¿Producirá el proyecto: Residuos sólidos o basuras en volumen significativo? X Ruido ¿Producirá el proyecto: Aumento de los niveles sonoros previos? X No existe población en

radio > 2 km Mayor exposición de la gente a ruidos elevados? X Vida vegetal ¿Producirá el proyecto: Cambios en la diversidad o productividad en el número de alguna especies de plantas?

X Uso de reforestación

Reducción del número de individuos? X Uso de reforestación Introducción de especies nuevas dentro de la zona o creará una barrera para el normal desarrollo pleno de las especies existentes?

X

Reducción o daño en la extensión de algún cultivo agrícola? X Vida animal ¿El proyecto: Reducirá el hábitat número de individuos de alguna especie animal considerada como única, rara o en peligro?

X

Introducirá nuevas especies animales en el área o creará una barrera a las migraciones o movimientos de los animales terrestres?

X

Provocará la inmigración e invasión de especies ajenas al área provocando el establecimiento de una nueva especie

X Aplicar Plan de vigilancia

Dañará los habitats naturales y de peces? X Provocará la emigración generando problemas de interacción entre los humanos y los animales?

X

Usos del suelo. ¿El proyecto: Alterará sustancialmente los usos actuales o previstos del área? X Provocará un impacto sobre un elemento de los sistemas de áreas naturales protegidas?

X Actividad permitida

Recursos naturales ¿El proyecto: Aumentará la intensidad del uso de algún recurso natural? X Destruirá sustancialmente algún recurso reutilizable? X Se situará en un área natural protegida? X Actividad permitida Energía ¿El proyecto: Utilizará cantidades considerables de combustible o energía? X Aumentará considerablemente la demanda de las fuentes actuales de energía?

X

Transporte y flujos de tráfico ¿Producirá el proyecto:


Tema sí Puede ser No Comentarios Un movimiento adicional de vehículos? X Solo dentro del predio Efectos sobre las instalaciones actuales de estacionamiento o necesitará nuevos estacionamiento?

X

Un impacto considerable sobre los sistemas actuales de transporte? X Alteraciones sobre las pautas actuales de circulación y movimiento de gente y/o bienes?

X

Un aumento de los riesgos de tráfico para vehículos motorizados, bicicletas o peatones’

X

La construcción de carreteras nuevas? X Servicio público ¿Tendrá el proyecto un efecto sobre, o producirá, la demanda de servicios públicos nuevos o de distinto tipo en alguna de las siguientes áreas?: Protección contra incendios? X Escuelas? X Otros servicios de la administración pública? X Infraestructuras ¿El proyecto producirá una demanda de sistemas nuevos o de distinto tipo de las siguientes infraestructuras? Energía y gas natural? X Sistemas de comunicación? X Agua? X Saneamiento o fosas sépticas? X Redes de aguas blancas o pluviales? X Población ¿El proyecto: Alterará la ubicación o distribución de la población humana en el área? X Riesgo de accidentes ¿El proyecto: Implicará riesgos de explosión o escapes de sustancias potencialmente peligrosas incluyendo, pero no sólo, petróleo, pesticidas, productos químicos, radiación u otras sustancias tóxicas en el caso de un accidente o situación de emergencia?

X

Salud humana ¿El proyecto: Creará algún riesgo real o potencial para la salud? X Expondrá a la gente a riesgos potenciales para la salud? X Economía ¿El proyecto: Tendrá algún efecto adverso sobre las condiciones económicas locales o regionales, por ejemplo: turismo, niveles locales de ingresos, valores del suelo o empleo?

X

Reacción social ¿Es este proyecto: Conflicto en potencia? X Un contradicción respecto a los planes u objetivos ambientales que se han adoptado a nivel local?

X

Estética ¿El proyecto: Cambiará una vista escénica o un panorama abierto al público? X Creará una ubicación estéticamente ofensiva o abierta a la vista del público (por ejemplo; fuera de lugar con el carácter o el diseño del entorno)?

X

Cambiará significativamente la escala visual o el carácter del entorno próximo?

X

Arqueología, cultura e historia ¿El proyecto: Alterará sitios, construcciones, objetos o edificios de interés arqueológico, cultural o histórico, ya sean incluidos o con condiciones para ser incluidos en el Catálogo Nacional?

X

Residuos peligrosos ¿El proyecto: Implicará la generación, transporte, almacenaje o eliminación de algún residuo peligroso regulado?

X Se aplicará un programa de manejo.

Tabla V.1.3.2.3. Lista de Control adaptada a partir de USDA.

A partir de las 3 tablas anteriores, se generó la siguiente matriz de interacción.


Elementos de Factores Ambientales Actividades del Proyecto

Aire

Rui

do

Vege

taci

ón

Faun

a

Uso

del

sue

lo

Trazo y rehabilitación de caminos

Preparación del Sitio Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra Directa

Barrenación a Diamante Construcción de Obras Mineras Exploración en Obra Directa

Abandono del sitio Restauración y restablecimiento de vegetación afectada por planillas de barrenación

Interpretación de resultados y elaboración de informes

Valoración del potencial minero de la región

Con la finalidad de describir los impactos identificados y evaluados, se presenta el siguiente desglose: Clave: PS-01 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de polvo que ocasionará el

tránsito de los vehículos, así como las emisiones resultado de la combustión interna de los motores.

Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de que NO existe población humana asentada en el área del proyecto = 1.

Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a los

bordes de los caminos por los que se hará el tránsito de los vehículos = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solamente se consideran 2 meses en el Plan

de Trabajo para esta actividad = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es totalmente mitigable, en función de la implementación del

riego de los caminos transitados así como el establecimiento de límites de velocidad = 0.

Valoración total: 0. Clave: PS-02 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido ocasionado por la

operación de la maquinaria.


Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de que NO existe población humana asentada en el área del proyecto = 1.

Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solamente se consideran 2 meses en el Plan

de Trabajo para esta actividad = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función de los programas de mantenimiento a

las unidades, de tal forma que se operen en condiciones ideales de funcionamiento = 0,5.

Valoración total: -2. Clave: PS-03 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Vegetación Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la remoción de la vegetación en una

superficie de 7 582 m2, referidos al trazo de nuevos caminos. Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de la

superficie total del área de estudio 14 190 ha. = 1. Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es de largo plazo, ya que abarcará todo el período del plan de

trabajo, con posibilidades de continuar, si los resultados de la presente etapa de exploración son inciertos = 3.

Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función del éxito que tenga el programa de

reforestación = 0,5. Valoración total: -3. Clave: PS-04 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra

Directa. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a las actividades causadas por la operación

de maquinaria para el aplanado del terreno, así como el retiro de rocas o materiales abandonados en las áreas en donde se realizará la EOD, ya sea por la generación de polvo y las emisiones de los motores de combustión interna del equipo utilizado.

Dimensión: El impacto se considera como escaso en función de que NO existe población humana asentada en el área del proyecto = 1.


Signo: Se estima al impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera mínima comparando el área requerida por la

EOD (12 500 m2), con la extensión del área de estudio = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solo se considera 1 mes de preparación = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es totalmente mitigable, en función de la implementación del

riego del área, previo a la operación de limpieza = 0. Valoración total: 0. Clave: PS-05 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra

Directa. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido por la operación de

maquinaria para el aplanado del terreno, así como el retiro de rocas o materiales abandonados en las áreas en donde se realizará la EOD.


Signo: Se estima al impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera mínima dado que se restringe a las áreas en

donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solo se considera 1 mes de preparación = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es totalmente mitigable, en función de la implementación de

programas de mantenimiento, que garanticen el correcto funcionamiento de la maquinaria utilizada = 0,5.

Valoración total: -2. Clave: COM-01 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de emisiones resultado de

la combustión interna de los motores. Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de que NO

existe población humana asentada en el área del proyecto = 1. Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se desarrollará la actividad (2 646 m2) = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solamente se consideran 6 meses en el Plan

de Trabajo para esta actividad = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0.


Viabilidad: El impacto es poco viable, en función de los programas de mantenimiento a las unidades, de tal forma que se operen en condiciones ideales de funcionamiento = 0,5.

Valoración total: -2. Clave: COM-02 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido ocasionado por la

operación de la maquinaria. Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de que NO

existe población humana asentada en el área del proyecto = 1. Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos (2 646 m2) = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solamente se consideran 6 meses en el Plan

de Trabajo para esta actividad = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función de los programas de mantenimiento a

las unidades, de tal forma que se operen en condiciones ideales de funcionamiento = 0,5.

Valoración total: -2. Clave: COM-03 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Vegetación Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la remoción de la vegetación en una

superficie de 2 646 m2, referidos al total de las 54 planillas, a razón de 49 m2 por planilla.

Dimensión: El impacto identificado se considera como escaso en función de la superficie total del área de estudio 14 190 ha. = 1.

Signo: Se califica el impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es de largo plazo, ya que abarcará todo el período del plan de

trabajo, con posibilidades de continuar, si los resultados de la presente etapa de exploración son inciertos = 3.

Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función del éxito que tenga el programa de

reforestación = 0,5. Valoración total: -3.


Clave: COM-04 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Exploración en Obra Directa. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a las actividades causadas por la operación

de maquinaria, ya sea por la generación de polvo y las emisiones de los motores de combustión interna del equipo utilizado.


Signo: Se estima al impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera mínima comparando el área requerida por la

EOD (12 500 m2), con la extensión del área de estudio = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solo se consideran 8 mes de operación de la

EOD = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es totalmente mitigable, en función del equipo de control con

que cuenta la maquinaria a utilizar, así como el Programa de Mantenimiento que sea implementado = 0.

Valoración total: 0 Clave: COM-05 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Exploración en Obra Directa. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido por la operación de

maquinaria utilizada. Dimensión: El impacto se considera como escaso en función de que NO existe

población humana asentada en el área del proyecto = 1. Signo: Se estima al impacto como negativo = -1. Desarrollo: La afectación se considera mínima dado que se restringe a las áreas en

donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es breve, ya que solo se consideran 8 mes de operación = 1. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: No se consideran impactos acumulativos = 0. Viabilidad: El impacto es totalmente mitigable, en función de la implementación de

Programas de mantenimiento, que garanticen el correcto funcionamiento del equipo = 0,5.

Valoración total: -2. Clave: AS-01 Etapa del Proyecto: Abandono del Sitio. Actividad del proyecto: Restauración y restablecimiento de vegetación afectada por

planillas de barrenación. Factor ambiental: Vegetación


Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la reforestación de la vegetación en una superficie de 2 646 m2, referidos al total de las 54 planillas, a razón de 49 m2 por planilla.


Signo: Se califica el impacto como positivo = +1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es de largo plazo, ya que se realizaría al término de las

actividades de exploración = 3. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: Se consideran impactos acumulativos como el restablecimiento de

condiciones para el retorno de la fauna = 1. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función del éxito que tenga el programa de

reforestación = 0,5. Valoración total: +3,5. Clave: AS-02 Etapa del Proyecto: Abandono del Sitio. Actividad del proyecto: Restauración y restablecimiento de vegetación afectada por

planillas de barrenación. Factor ambiental: Fauna Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la rehabilitación de sitios para el

repoblamiento natural de la fauna local, a partir de la reforestación de la vegetación en una superficie de 2 646 m2, referidos al total de las 54 planillas, a razón de 49 m2 por planilla.


Signo: Se califica el impacto como positivo = +1. Desarrollo: La afectación se considera como poca, en función de que se restringe a las

áreas en donde se realizarán los trabajos = 1. Permanencia: El impacto es de largo plazo, ya que se realizaría al término de las

actividades de exploración = 3. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es totalmente reversible = -1. Sinergia: Se consideran impactos acumulativos como el restablecimiento de

condiciones para el retorno de la fauna = 1. Viabilidad: El impacto es poco viable, en función del éxito que tenga el programa de

reforestación = 0,5. Valoración total: +3,5. Clave: IREIA-01 Etapa del Proyecto: Interpretación de Resultados y Elaboración de Informes. Actividad del proyecto: Valoración del potencial minero de la región. Factor ambiental: Uso del suelo Efecto: El efecto ocasionado se refiere al hecho de proporcionar certidumbre a la

valoración del potencial minero de la región.


Dimensión: El impacto identificado se considera como elevado, en función del soporte que brindaría a los planes y programas de uso de la tierra y ordenamiento ecológico = 3.

Signo: Se califica el impacto como positivo = +1. Desarrollo: La afectación se considera como mucha, en función de que abarcaría toda

la región del proyecto = 3. Permanencia: El impacto es de largo plazo, ya que se superaría al término de las

actividades de exploración = 3. Certidumbre: El impacto se considera como cierto = 2. Reversibilidad: El impacto es de reversibilidad desconocida, en función de que posteriores

desarrollos de nuevas técnicas de metalurgia, pudiesen hacer aprovechable el mineral localizado = 0.

Sinergia: A pesar de existir un sinnúmero de impactos acumulativos, éstos no son considerados, en función de que pueden ser tanto positivos como negativos = 0.

Viabilidad: El impacto es no se considera mitigable, al ser de carácter positivo, preponderantemente; por lo que se le da una valoración de 1.

Valoración total: +11. De forma global, se identificaron 3 actividades con un impacto neutro o mitigable (valoración 0); 7 actividades con un impacto negativo (valoración -16) y; 3 actividades con un impacto positivo (valoración +18). En cuanto al uso de la superposición cartográfica, básicamente se montaron las actividades que se desea realizar sobre los planos de vegetación y disturbios existentes en el área. Dichos planos no se repiten en el presente capítulo, ya que se presentaron al final del capítulo IV, como figuras IV.2.5.1 y IV.2.5.2. De su análisis se desprende la Tabla V.1.3.2.4.

Actividad Tipo de vegetación Cobertura vegetal en el distrito (%)

Superficie del distrito que será afectada (%)

Rehabilitación de caminos Ausente NA NA Jatropha-Fouquieria 35,59 0,0055

Apertura de nuevos caminos Lysiloma-Cercidium-Stenocereus 25,57 0,01586

Jatropha-Fouquieria 35,59 0,0028 Planillas de barrenación Lysiloma-Cercidium-

Stenocereus 25,57 0,00228

Exploración en Obra Directa Ausente NA NA (sobre obras antiguas)

Tabla V.1.3.2.4. Indicadores de Impacto

Con base en la tabla anterior es posible afirmar que la afectación negativa que traerá consigo la ejecución del proyecto de exploración será mínima, en función de las dimensiones que se manejan.

Minera y Metalúrgica del Boleo, S.A. de C.V. Proyecto 04030 Manifestación de Impacto Ambiental Modalidad Particular Julio 2004 Mulegé, B.C.S. Página VI - 1

VI. Medidas preventivas y de mitigación de los impactos ambientales


VI.1 Descripción de la medida o programa de medidas de mitigación o correctivas por componente ambiental Clave: PS-01 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de polvo que ocasionará el

tránsito de los vehículos, así como las emisiones resultado de la combustión interna de los motores.

Medidas de mitigación: MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar. MM-03: Se aplicará el riego de caminos conforme a un programa calendarizado y ajustado a las condiciones climáticas al momento de realizar las actividades. MM-04: Se establecerán límites de velocidad en el transito de los caminos, para minimizar la generación del polvo durante los recorridos de los vehículos.

Clave: PS-02 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido ocasionado por la

operación de la maquinaria. Medidas de mitigación:

MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar. MM-05: Las actividades de rehabilitación y construcción de caminos, se realizarán en horario diurno.

Clave: PS-03 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Trazo y rehabilitación de caminos a las planillas de barrenación. Factor ambiental: Vegetación Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la remoción de la vegetación en una

superficie de 7 582 m2, referidos al trazo de nuevos caminos.


Medidas de mitigación: MM-06: No se realizarán actividades de quema de maleza, uso de herbicidas o productos químicos durante las actividades de apertura o modificación de caminos y de establecimiento de planillas de barrenación en el sitio del proyecto. MM-07: El material removido por las actividades deberá ser depositado en sitios en donde se garantice que éste no será arrastrado por el drenaje pluvial, sin afectar innecesariamente a la vegetación. MM-08: La vegetación que sea retirada se trozará y esparcirá, en sitios previamente seleccionados por el responsable del proyecto, a fin de facilitar su integración al suelo, en caso de no ser utilizados como esquejes o material para la reforestación. MM-09: Durante el trazo de los caminos, se evitará la afectación a cactáceas columnares o cardones (Pachycereus pringlei), desviando los trazos cuando sea necesario. MM-10: Cuando sea posible recuperar la capa superficial del suelo vegetal, ésta será colectada con el fin de utilizarla para las actividades de restauración de la zona. Se designarán áreas de almacenamiento temporal, con el fin de evitar pérdidas por erosión. MM-11: Se realizará un programa de reforestación con especies locales, aprovechando la experiencia del personal local.

Clave: PS-04 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra

Directa. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a las actividades causadas por la operación

de maquinaria para el aplanado del terreno, así como el retiro de rocas o materiales abandonados en las áreas en donde se realizará la EOD, ya sea por la generación de polvo y las emisiones de los motores de combustión interna del equipo utilizado.

Medida de mitigación: MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar. MM-03: Se aplicará el riego de caminos o áreas particulares, conforme a un programa calendarizado y ajustado a las condiciones climáticas al momento de realizar las actividades.

Clave: PS-05 Etapa del Proyecto: Preparación del Sitio. Actividad del proyecto: Preparación del inicio de las actividades de Exploración en Obra

Directa. Factor ambiental: Ruido


Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido por la operación de maquinaria para el aplanado del terreno, así como el retiro de rocas o materiales abandonados en las áreas en donde se realizará la EOD.

Medida de mitigación: MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar. MM-05: Las actividades de rehabilitación y construcción de caminos, se realizarán en horario diurno.

Clave: COM-01 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de emisiones resultado de

la combustión interna de los motores. Medida de mitigación:

MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar.

Clave: COM-02 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido ocasionado por la

operación de la maquinaria. Medida de mitigación:



Clave: COM-03 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Barrenación con diamante. Factor ambiental: Vegetación Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la remoción de la vegetación en una


Medida de mitigación: MM-06: No se realizarán actividades de quema de maleza, uso de herbicidas o productos químicos durante las actividades de apertura o modificación de caminos y de establecimiento de planillas de barrenación en el sitio del proyecto. MM-07: El material removido por las actividades deberá ser depositado en sitios en donde se garantice que éste no será arrastrado por el drenaje pluvial, sin afectar innecesariamente a la vegetación. MM-08: La vegetación que sea retirada se trozará y esparcirá, en sitios previamente seleccionados por el responsable del proyecto, a fin de facilitar su integración al suelo, en caso de no ser utilizados como esquejes o material para la reforestación. MM-09: Durante el trazo de los caminos o ubicación de planillas, se evitará la afectación a cactáceas columnares o cardones (Pachycereus pringlei), desviando los trazos o localizaciones cuando sea necesario. MM-10: Cuando sea posible recuperar la capa superficial del suelo vegetal, ésta será colectada con el fin de utilizarla para las actividades de restauración de la zona. Se designarán áreas de almacenamiento temporal, con el fin de evitar pérdidas por erosión. MM-11: Se realizará un programa de reforestación con especies locales, aprovechando la experiencia del personal local.

Clave: COM-04 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Exploración en Obra Directa. Factor ambiental: Aire Efecto: El efecto ocasionado se refiere a las actividades causadas por la operación

de maquinaria, ya sea por la generación de polvo y las emisiones de los motores de combustión interna del equipo utilizado.

Medida de mitigación: MM-01: Se dará mantenimiento periódico de los vehículos y maquinaria utilizados. MM-02: Las actividades de mantenimiento y reparación en el sitio del proyecto, no podrán ser realizadas en el sitio, a menos que llegasen a ser indispensables para procurar su movilización. Si éste es el caso se tomarán las medidas necesarias para evitar la contaminación del suelo por aceites, graso, combustible o similar.


Clave: COM-05 Etapa del Proyecto: Construcción de Obras Mineras. Actividad del proyecto: Exploración en Obra Directa. Factor ambiental: Ruido Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la generación de ruido por la operación de

maquinaria utilizada. Medida de mitigación:


Clave: AS-01 Etapa del Proyecto: Abandono del Sitio. Actividad del proyecto: Restauración y restablecimiento de vegetación afectada por

planillas de barrenación. Factor ambiental: Vegetación Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la reforestación de la vegetación en una




Clave: AS-02 Etapa del Proyecto: Abandono del Sitio. Actividad del proyecto: Restauración y restablecimiento de vegetación afectada por

planillas de barrenación. Factor ambiental: Fauna Efecto: El efecto ocasionado se refiere a la rehabilitación de sitios para el

repoblamiento natural de la fauna local, a partir de la reforestación de la vegetación en una superficie de 2 646 m2, referidos al total de las 54 planillas, a razón de 49 m2 por planilla.


Adicionalmente a las anteriores medidas de mitigación, se deberán contemplar otras que, si bien no se encuentran asociadas a una actividad particular que genere un Impacto Ambiental en específico, es recomendable implantar, para dar prevenir la generación de contaminación y apoyar a la economía local: MM-12: Se preparará, implementará y dará cumplimiento a un Programa de Supervisión

en el cual se designará a un responsable técnico en el sitio del proyecto, para los aspectos críticos desde el punto de vista ambiental, con funciones y responsabilidades definidas, con la suficiente independencia para tomar decisiones, definir estrategias o modificar actividades nocivas.

MM-13: Se dará una capacitación en materia ambiental, a todo el personal que sea

contratado. MM-14: En la contratación de personal, se dará preferencia a los habitantes de la zona,

siempre y cuando sea posible, en función de sus conocimientos técnicos y perfil de puesto definido.


MM-15: Durante el traslado de combustibles para los equipos en el campo, se constatará

que los recipientes se encuentren perfectamente cerrados y en perfectas condiciones, garantizándose que no existirán fugas. Durante el trasvase del contenedor de traslado al equipo, se tomarán las medidas necesarias de seguridad para evitar cualquier derrame. En caso de llegar a ocurrir algún derrame accidental, tanto el combustible como el suelo afectado, serán inmediatamente colectados y dispuestos como residuos peligrosos.

MM-16: Se implementará una bitácora de generación de residuos peligrosos, que se

encontrará en poder del responsable en campo, quien firmará su llenado periódico, incluyendo el destino que se de a los residuos.

MM-17: Cuando las actividades tengan turnos de más de 8 horas continuas, se utilizarán

sanitarios portátiles, las cuales deberán contar con un mantenimiento diario. MM-18: En las áreas de exploración por obra directa que no sean utilizables para trabajos

mineros posteriores, se aplicará un programa para lograr la estabilización de taludes, relleno de excavaciones, escarificación de suelos, inhabilitación de caminos de acceso, y la reforestación.

MM-19: Al término de cada barreno, se realizará la cementación de una marca en la boca

del mismo, quedando señalada su posición en el terreno. MM-20: Sólo se utilizarán lodos de perforación de arcillas naturales y cuando sean

requeridas grasas lubricantes y aditivos, éstos serán biodegradables. MM-21: El agua utilizada en la barrenación será decantada y reciclada. MM-22: El material obtenido durante la apertura, rehabilitación o ampliación de caminos,

de acuerdo con sus características, será empleado en las mismas obras. MM-23: Al finalizar las actividades se realizará un informe final que contemple todas las

actividades realizadas, soportado con evidencias documentales. Dichas actividades serán consideradas como concluidas cuando así sea dictaminado por las autoridades ambientales federales.

VI.2 Impactos residuales Al finalizar las actividades de exploración, los impactos residuales quedarían constituidos por las planillas de barrenación; siempre y cuando la valoración minera resultara exitosa, en este sentido, tal y como lo señala la medida de mitigación MM-19, dichas planillas se dejarán perfectamente identificadas. En el caso de la exploración en obra directa, tal y como lo menciona la MM-18, se tomarán las medidas precautorias para señalizarlas, rellenarlas, estabilizar sus taludes, inhabilitar los caminos de acceso y, siempre y cuando sea posible, realizar su forestación.

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VII. Pronósticos ambientales y, en su caso, evaluación de alternativas


VII.1 Pronóstico del escenario Para el desarrollo del presente apartado, se consideraron 2 pronósticos: con y sin proyecto. Pronóstico con ejecución del proyecto El escenario ambiental esperado con la ejecución del proyecto, considera que independientemente el resultado de la valoración minera, las planillas de barrenación así como las áreas de Exploración en Obra Directa, fuesen debidamente identificadas, cerradas y sus caminos de acceso inhabilitados. Durante la realización del proyecto, las áreas abiertas se observarían como las mostradas en la fotografía VII.1.

Fotografía VII.1. Imagen de las planillas de barrenación y caminos de acceso, abiertas en el pasado sobre la Mesa Saturno. En la parte superior de la fotografía, se observan los restos del poblado antiguo de Santa Martha (abandonado en 1932). Esta área no sería utilizada durante el presente proyecto de exploración, pero se considera representativa de los caminos de acceso y planillas de barrenación recién efectuadas. La fotografía VII.2, muestra la vegetación existente en la zona cercana al Cerro del Sombrero Montado, en donde se percibe el estado de la vegetación prevaleciente; así mismo, la imagen VII.3, muestra la apariencia de una planilla de barrenación, recién abierta; en tanto que la imagen VII.4, muestra una planilla de barrenación que ya fue reforestada.


Fotografía VII.2. Vegetación existente en la zona cercana al Cerro del Sombrero Montado. En ella se aprecia la asociación de Mesetas de Baja Elevación, en donde predomina la asociación Jatropha-Fouquieria sp. Fotografía VII.3. Vista de una planilla de barrenación después de construida. La fotografía forma parte del Informe MC 97-1, presentado por Minera Curator en el año de 1996.


Fotografía VII.4. Imagen de una planilla de barrenación que fue reforestada por Minera Curator en el año de 1996, la cual se presenta como ejemplo del desarrollo de las actividades de reforestación. El pronóstico ambiental estimado al finalizar las actividades de exploración planteadas en el presente documento, arroja un escenario similar al inicio de las actividades, con la considerable mejora por las actividades de reforestación que se lleguen a ejecutar. En este sentido las asociaciones vegetales NO perderán en cuanto a dominancia, abundancia ni diversidad por el presente proyecto, ya que como se mencionó en el apartado tal y como se muestra en la tabla V.1.3.2.4, el proyecto solo requiere de 0,02644 % de la superficie descrita en las asociaciones vegetales presentes. En este sentido, no se identificaron impactos relevantes ni críticos, en virtud de la vocación natural del suelo. Por otra parte la perspectiva que se de al respecto de las posibilidades de continuar el desarrollo de la minería en la región tendrá un valor considerable como alternativa de desarrollo para la región. VII.2 Programa de Vigilancia Ambiental El programa de vigilancia será preparado una vez que se cuente con la respuesta de la autoridad a la presente Manifestación de Impacto. Debiendo contener los siguientes apartados:

• Lista de distribución del Plan. • Objetivos.


• Alcance • Definición de responsables. • Actividades de los responsables. • Sistemas ambientales afectados. • Tipos de impactos esperados. • Indicadores de impacto, los cuales se mencionan en los siguientes párrafos. • Registros y periodicidad con la que serán levantados. • Descripción de la evaluación periódica. • Procedimiento para atención de incumplimientos al Plan. • Procedimiento para seguimiento de acciones correctivas.

El programa de vigilancia que se ejecute, considerará como principales indicadores, sin ser excluyentes con otros que se pudiesen llegar a proponer, a la superficie removida de vegetación, así como la utilizada en la apertura de nuevos caminos. El resultado del seguimiento al Programa de Vigilancia Ambiental, será incorporado al informe final de actividades que se presente a la autoridad. VII.3 Conclusiones Con base en la evaluación integral del proyecto, se reconoce que su implementación es recomendable en función del costo-beneficio que significa. Lo anterior se basa en el hecho de que si bien el área sobre la que se desea desarrollar ha sido ya impactada por actividades antiguas realizadas durante casi 100 años de explotación. Se reconoce que la superficie a afectar por la presente actividad de exploración propuesta, no representa ni siquiera el 1 % de la superficie actualmente considerada para el desarrollo de la minería. Adicionalmente, la perspectiva que dará sobre las posibilidades de desarrollo de la actividad minera será de gran valor para la región, dando certidumbre a las políticas definidas para el manejo dentro del programa de la reserva, pues actualmente la Federación reconoce la vocación minera del sitio.

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VIII. Identificación de los instrumentos metodológicos y elementos técnicos que sustentan la información


De manera particular, los instrumentos utilizados para la realización de la presente Manifestación se encuentran compuestos exclusivamente por documentos impresos. Las fotografías obtenidas durante la fase de campo con motivo de la presente Manifestación, están incluidos dentro del texto de cada apartado en donde son mencionados. Abbot, I. A. y G. J. Holienberg. 1976. Marine algae of California, Stanford University Press,

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