135463159 Ars Heuristica Final

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ars Heuristica

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ars HeuristicaWainhaus

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Wainhaus

Ars Heuristica. – 1a. ed. – Buenos Aires: VOX/Morphia,

2009. 176 p.; 17 x 10.5 cm. – (VOX/Morphia)

ISBN 978-987-98380-3-7

1. Filosofía de las Artes. 2. Filosofía de las Artes. I. Wainhaus

CDD 701

Editan VOX/Morphia

Diseño de colección Alterio Scifi DiseñoImagen de cubierta Poema-objecte, Joan Brossa, 1975Producción Factoría Sur

CONTACTO

Blog: www.arsheuristica.blogspot.com

+ Web www.proyectovox.org.ar www.morfologiawainhaus.com.ar www.estadodelallamablosgspot.com

+ E-Mail senda@criba.edu.ar wainhaus@interlink.com.ar

+ Dirección postal VOX: Rincón 295 ( 8000) Bahía Blanca, Buenos Aires, Argentina Morphia: Humberto 1 616 (1103) Capital Federal, Argentina

Prohibida la reproducción del material contenido en este libro, a través de cualquier medio de impresión o digital en forma idéntica, extractada o modificada, en castellano o cualquier otro idioma, sal-vo autorización por escrito del autor. Hecho el depósito de ley 11.723. Ubacyt A801 CGB © Wainhaus, 2009 .

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A Gastón Breyer, que abrió la puerta para salir a jugar

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Yo como piedra soy muy degenerada. Los hombres llaman degeneración el ir de una cosa dura a una cosa blanda, de una cosa sana a una cosa enfermiza. Las co-sas enfermizas las clasifican en simpáti-camente enfermizas o artes y antipática-mente enfermizas o vicios. Yo he tenido la virtud de poder ser dura y blanda al mismo tiempo. Me he metido en los pro-blemas de las piedras y que son los pro-blemas de no tenerlos, y me he metido en los problemas de los hombres y que son los problemas de tener problemas. Por esta virtud he descubierto la Teoría de la Graduación. Las leyes más comunes de la Teoría de la Graduación son: cuanto más dureza más simplicidad y más salud, cuanto más blandura más complejidad y más enfermedad. Por eso a veces es tan complejo y enfermo el espíritu del hom-bre. Algunos tienen tanta abundancia o exuberancia de esto blando o enfermizo que lo derraman por encima de nosotras las piedras. Y zas, resulta de esa mane-

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ra que nosotras tenemos sentimientos o intenciones. Otra de las leyes es: cuanto más blandura interesa más el propósito del destino y el por qué metafísico. A no-sotras las piedras no nos interesa el por qué metafísico: éste se ha hecho para los hombres.

Felisberto Hernández. La piedra filosofal

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§ 1.

No existe un punto de vista privilegiado: como el paisaje, queda determinado por el derrotero de los caminantes. La Heurística desconfía de los Grandes Acontecimientos y se complace en detenerse sobre los pe-queños relieves, horizonte de hechos que suelen omitirse.

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§ 2.

Sólo es posible trabajar a partir del descu-brimiento y no a partir de la pregunta: la Heurística arriba a la pregunta porque la ha descubierto.

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§ 3.

La Heurística encuentra su fundamento a través de nuestra propia experiencia re-solviendo problemas y observando como otros los resuelven.

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§ 4.

Lo principal es la capacidad de razonar hacia atrás. Es una habilidad muy útil y muy fácil de desarrollar, pero que la gente no practica mucho. [Sherlock Holmes, diri-giéndose a Watson]

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§ 5.

El Hombre de Ciencia afirma que la Heurís-tica se despliega durante el estudio de pro-blemas en los que las soluciones se pueden descubrir por la evaluación del progreso que se ha logrado en la búsqueda de un resultado final. De este planteo deriva la idea de que hay tres tipos de búsquedas: las ciegas, las heurísticas –que están ba-sadas en la experiencia– y las racionales, base de las operaciones científicas.

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§ 6.

La Heurística no busca transformarse en una disciplina científica. Es, fundamen-talmente, metadisciplinaria. Acepta, sí, la necesidad de metodologías particulares para los objetos de estudio de cada campo de conocimiento. Se guarda para sí la po-sibilidad de dejar en suspenso la vía her-menéutica que esta necesidad supone.

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§ 7.

Reconoce la complejidad del fenómeno ideativo; acepta que la amplitud y la di-versidad de la experiencia y conocimien-tos disponibles constituyen una base pri-vilegiada para el individuo.

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§ 8.

La Heurística se opone a la Axiomática: no plantea verdades a priori.

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§ 9.

No está preocupada por la originalidad: busca la autenticidad. No encuentra la verdad: estudia la plausibilidad.

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§ 10.

Sólo es posible percibir por partes. Y nues-tras conjeturas sobre totalidades pueden corroborarse o refutarse por la presenta-ción posterior de otras partes.

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§ 11.

La Heurística rechaza la programación de la vida social e individual, la predetermi-nación de los repertorios decisionales y la tipificación de los sujetos en modelos pre-establecidos. Esto sume al hombre en una atmósfera de artificio: falsa, paralizante, mensurable, ficcional.

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§ 12.

Se opone al determinismo pues no verifi-ca la totalidad de los datos de los proble-mas de manera metódica y progresiva. Es necesario estar advertido: una Heurística puede ser inadmisible. Muchas veces este camino omite elementos importantes.

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§ 13.

Es el potencial de inventar el que determi-na un territorio para la Heurística, pues al hombre le es dado inventar. En la tierra de la Invención: novedad, permanencia.

22

§ 14.

La idea de Producir queda expresada de modo fundamental por acción de la Na-turaleza. La de Crear –o sea: establecer, fundar, introducir por vez primera algo– mediante la idea de Dios.

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§ 15.

Para la Heurística, Dios no constituye un Problema.

24

§ 16.

Un Acontecimiento: siempre, por inven-ción, nexo de otro Acontecimiento.

25

§ 17.

Todo Acontecimiento revela extensión –que es indefinible, ya que solapa totali-dad y partes– pero también presenta in-tensidad –es decir, revela cuestiones per-cibibles que le son propias–.

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§ 18.

Deslumbran al Heurístico esas secuencias en las que componentes de aleatoriedad se combinan con procesos selectivos de tal modo que pueda asegurarse la superviven-cia de unos pocos resultados aleatorios: estocástica.

27

§ 19.

El resultado de un proceso nunca es ino-cuo, debido a que altera un orden previo considerado “natural” (en el sentido aris-totélico del término, no en el moderno). En Grecia el problema queda establecido a través del par hybris/némesis (transgresión/restitución del orden cósmico).

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§ 20.

En Heurística, una de las preocupaciones centrales es el análisis de las variables con las que el mundo promueve y condiciona la producción subjetiva de novedad.

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§ 21.

En última instancia, la idea de novedad constituye una cuestión privada.

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§ 22.

Sorprendernos de que una cosa sea como es solamente tiene sentido si podemos imaginárnosla no siendo como es.

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§ 23.

Por la vía de la Heurística tomar una conclusión como una certeza nos puede llevar a la equivocación y al desengaño; pero rechazar totalmente las conclusiones heurísticas –escribe Polya– no nos permi-tirá ningún progreso.

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§ 24.

El Heurístico considera que el aprendiza-je de los sistemas de reglas ya establecidas resulta de fundamental ayuda en los pro-cesos de ideación. Por eso se le hace nece-sario aprenderlas y llevarlas a la práctica. Resulta difícil pensar que la aparición de reglas nuevas requiera romper radical-mente con las antiguas sin antes reflexio-nar acerca de aquellos condicionantes so-bre los que se basa e intenta modificar.

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§ 25.

Es normativa: plantea que la posibilidad de crear normas es uno de los resortes de la libertad. Entiende que en las Artes esta libertad no puede ser disociable del pro-blema de la autonomía política.

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§ 26.

El humano –y más aún el ciudadano– gana libertad en la medida en que es capaz de asumir la facultad de adueñarse del len-guaje. La patria del hombre es su lengua. De ahí la importancia que la Heurística otorga a la palabra.

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§ 27.

Las palabras sirven para transmitir ideas.Cuando las ideas se han comprendido las palabras se olvidan. ¿Dónde hay un hombre que haya olvidado las palabras? Con él me gustaría hablar.[Chuang Tzu]

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§ 28.

¿De dónde, Heurística? Del trayecto que constituye la memoria de las palabras, su consistencia, la capacidad de otorgar el es-pesor necesario a las ideas. Heurisko, que designa la acción de descubrir e inventar, incluye en su grafía el leve espíritu áspe-ro inicial, trazo mínimo que devenido en metáfora acompaña a la disciplina desde su origen.De los verbos que en el dialecto ático desig-naban el hacer, Poiéo, que es obrar, repre-sentar –pero también y decisivamente– engendrar. De aquí en más, el Proyecto, gesto de inscribirse en una tradición como evidencia de la historia: búsqueda ante-rior y propia.

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§ 29.

La lengua es constitutiva. Sus gramáti-cas no constituyen para el Heurístico un simple conjunto de reglas, sino el instru-mento con el que el ser humano consigue expresar razón y sentimientos.

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§ 30.

El pensamiento no puede asfixiarse en lo sustantivo. Para la Heurística, los adjeti-vos no son abstracciones. Proceden del de-seo de precisar el significado de un nom-bre. Aprenderlos es, también, aprender a exteriorizar las emociones.

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§ 31.

La Heurística sostiene que reconocemos un hecho como nuevo porque introduce componentes que previamente no exis-tían, pero también afirma que el hecho nuevo es tal porque, fundamentalmente, modifica y reorganiza lo existente.

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§ 32.

Escribe Manzini que en épocas de cambios profundos –ésta es una de ellas– subvalo-rar uno de estos aspectos puede llevar a dos tipos opuestos de error: el primero –ya que gran parte de lo que observamos existe desde hace tiempo– consiste en atravesar un ambiente de profunda transformación sin reconocer los factores de novedad, adoptando criterios de lectura inadecua-dos para comprenderlo. El segundo, por el contrario, induce al extremo de pen-sar que lo nuevo puede ser radicalmente diferente, presentándose como negación, como instancia de eliminación de todo aquello que le ha precedido.

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§ 33.

La ciencia exige la eliminación de las per-turbaciones para llegar a ciertos acuerdos básicos sobre las leyes universales. Esto re-quiere que deba luego introducir factores de realidad con el objetivo de recomponer la complejidad de los sistemas.

42

§ 34.

La Heurística, en cambio, necesita de la experiencia concreta para operar. Esto es así porque –in situ– sólo una muy peque-ña parte de la información de un sistema puede expresarse con exactitud pero, sin embargo, se nos revela como totalidad a través de la morfología de objetos y pro-cesos. Este Conocimiento Situado debería utilizarse siempre: sólo así buena parte de los problemas básicos que aquejan al hu-mano tenderían a resolverse.

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§ 35.

Las palabras Creatividad y Heurística son términos que suelen utilizarse como sinó-nimos; sin embargo convocan diferentes conceptos. Así, Costa define la creatividad como la aptitud del humano para la crea-ción. La Heurística, en cambio, constitui-ría una actitud hacia la creación. La crea-tividad –más una facultad del ser humano que una acción racional de la mente– sue-le recubrir una mirada pretendidamente mágica y casi sobrenatural sobre el pro-ceso de ideación. Contrario sensu, Heurísti-co será el posicionamiento deliberado de aquel que está dispuesto a la invención.

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§ 36.

Si bien la Heurística desarrolla el proble-ma de la novedad, no puede saturarse en la pesquisa de la novedad. Lo nuevo –si realmente existe o es posible– no es en sí un valor de garantía. Es por eso que la Heurística estudia modelos, referentes y condicionantes como parte de su progra-ma de acción.

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§ 37.

Toda novedad exige una toma de posi-ción, en particular frente a los procesos de aprendizaje: muchas veces –como sos-tiene Breyer– resulta mejor saber copiar bien un buen modelo que buscar una in-novación con frecuencia irrelevante.

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§ 38.

Una Heurística del acto de Arte: al afirmar que más que la indagatoria del objeto-pro-ducto a la Heurística le incumbe el artista y su posicionamiento –su conformación de sentido– plantea que le procupan los modos en los que cada sujeto abre su ac-ción al mundo.

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§ 39.

¿Una Eidomancia?

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§ 40.

La Heurística convoca a la definición de modelos para el pensar-hacer, al estudio de los vectores que usa la mente en los procesos de representación, a determinar su relación con la objetualidad. Los dife-rentes modos del pensar humano consti-tuyen vías para la puesta en juego de la ideación.

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§ 41.

Un Objeto es el antecedente o la conse-cuencia de algún problema. La Heurísti-ca propone desplazar el foco del seductor universo objetual para extenderlo al pro-blema que lo incluye.

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§ 42.

Intenta determinar los diferentes modos de pensar el problema y también el pensar particular del sujeto: toda respuesta suele estar basada en una intrincada estructura de relaciones subjetivas.

51

§ 43.

No hay solución porque no hay problema, Duchamp dixit.

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§ 44.

Para la Heurística, el concepto de proble-ma no tiene connotación negativa alguna: remite al camino que puede llevar a una solución y, sobre todo, a entender cuales son las cuestiones en juego.

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§ 45.

En Heurística debe quedar muy clara la diferencia entre resolver un problema y plantearlo.

54

§ 46.

La subjetividad es un elemento insepara-ble del objeto que se produce. Y a su vez, éste es inseparable de la cultura a la que pertenece. Todo mensaje es leído por la mirada subjetiva del receptor: la Heurísti-ca propone que no es posible producir un objeto que responda únicamente a la rea-lidad creada en el imaginario del sujeto.

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§ 47.

La Heurística estudia con especial interés la dialéctica entre el pensar concreto y el pensar abstracto. Así, hace uso, por un lado, de un pensar que procura ser verifi-cable y universal, para alcanzar, en última instancia, la formalización y el enunciado de leyes generales. La construcción de este artificio intenta superar la localización y la instantaneidad de lo único. Axiomas, teoremas, números y medidas constituyen este territorio: con ellos la ciencia explica al mundo.

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§ 48.

Sobreimprimiendo al universo técnico una poética, el pensar concreto sorprende a la individualidad, y desarrolla lo singu-lar en la búsqueda de lo absoluto. El pen-sar concreto requiere la asunción de cada objeto, subordinando su sintaxis a la bús-queda de sentido.

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§ 49.

Entonces: el Arte de recuperar para el hombre aquello que se puede mostrar pero no decir. Este es el sentido del Diálogo en-tre Pensares.

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§ 50.

Gran temor a las utopías: todo intento de implementarlas suele tener consecuencias letales.

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§ 51.

Un verdadero sistema de conocimiento no puede constituirse si el mismo no pue-de disolverse como tal en su contraparte heurística.

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§ 52.

La Heurística tiene una estrecha relación con la Morfología, pero no busca, como ésta, enfrentar el problema del hecho o del objeto desde la determinación formal. La Morfología es convergente: estudia cons-tantes y variables en los procesos percep-tivos, organizativos, operativos y comuni-cacionales que le permiten concentrar su mirada en la generación, propiedades y evolución de las formas.

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§ 53.

Eidomática de los objetos. Morfología de las ideas.

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§ 54.

La complejidad o la simplicidad de una estructura depende básicamente de nues-tra forma de describirla. Dice Simon que la mayoría de las estructuras complejas que encontramos en el mundo son enor-memente redundantes y es posible servir-nos de esa redundancia para simplificar su descripción. Pero para utilizarla, para conseguir la simplificación debemos dar con la representación adecuada.

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§ 55.

El rechazo a los sistemas cerrados tiene su origen en una sensación de pérdida. Siem-pre se pierde algo cuando un sistema es cerrado. Es el costo que se debe pagar por la facilidad de poder manejarlo.

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§ 56.

Pero la pérdida mayor está relacionada con el hecho de que las cosas que se deben adaptar al sistema no tienen la posibili-dad de cambiar de forma: comprometien-do el futuro, es el sistema mismo el que determina el repertorio formal de nuestra producción.

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§ 57.

En toda época debe intentarse arrancar la tradición del conformismo que está siem-pre a punto de sojuzgarla, dice Benjamin. La tradición es un territorio en disputa. Se disputa de qué tradición hablamos, cómo se construye, desde dónde se la interpreta. Apropiarse de una tradición o renegar de ella constituye, siempre, un gesto político en el que ponemos en juego qué pretende-mos en el estudio de la forma: algunos po-drán reconocer en ese gesto sólo el estudio de lo modélico. Otros, un espacio pasible de ser inscripto acríticamente en la línea de ciertas vanguardias rupturistas. Resulta interesante observar las estrate-gias utilizadas para sacrificar la historia: todas sacan a la forma del debate sobre el pensamiento y la acción para congelarla en una suerte de relicario vacío.

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§ 58.

La Heurística pone especial interés en el universo de la técnica: en la antigua Gre-cia, los conceptos de Téchne y Póiesis no se expresan solamente a través de la idea de instrumentación sino, sobre todo, por el modo de hacer aparecer aquello que aún no puede ser manifiesto en un camino de saber: no un saber hacer sino un producir abierto al saber.

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§ 59.

La Téchne desarrolla aquello que la natu-raleza no tiene posibilidad de efectuar. Técnica y Poética se manifiestan, desde comienzos de la cultura occidental, soli-darios en su desarrollo: todo avance téc-nico supone siempre una máquina social en pleno funcionamiento. La Heurística estudia la inscripción social de la técnica y la inscripción técnica del arte.

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§ 60.

La Heurística se interesa en la antigua distinción filosófica entre estado y pro-ceso. Considera que un estado resulta del conjunto de circunstancias coincidentes en determinado asunto. La cualidad po-tencial de la idea de estado se puede aso-ciar con facilidad a la de proceso: tanto cuando hablamos de un fenómeno natural como de una instancia artificial, solemos aceptar que todo proceso está constituido por un conjunto de fases sucesivas.

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§ 61.

Así, lejos de entender que un tema es un asunto ya problematizado –la posible con-clusión de un asunto– la Heurística sostie-ne que el tema sólo es una instancia pro-visoria en la que se encuentra un asunto frente a la nueva problematización que lo pueda modificar. Para la Heurística, te-matizar y problematizar son cuestiones que se nos presentan como productos del pensar general, pero que particularizan el complejo idea-acción.

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§ 62.

El tema constituye un estado. El proble-ma, un proceso.

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§ 63.

Tengo la confusa sensación de que los li-bros que escribí se inscriben, cobran sen-tido en una imagen global que me hago de la literatura, pero me parece que jamás podré asir esta imagen con precisión, de ahí que ella es para mí un más allá de la escritura, un “por qué escribo” al cual sólo puedo responder escribiendo, postergan-do sin cesar el instante mismo en que, al dejar de escribir, esta imagen se volvería visible, como un rompecabezas inexora-blemente resuelto. [Perec]

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§ 64.

La Heurística estudia los modos de inser-ción de los objetos en la vida individual y social. Se interesa en la Teoría de los Objetos, porque analiza las situaciones –para enumerar y clasificar los entornos psicológicos y sociales–, los actos –para analizar las acciones– y los objetos en sí –para observar las soluciones del pasado y desarrollar alternativas en los propios proyectos–.

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§ 65.

Yo no busco, encuentro [Picasso]: hay pro-blemas de probar y hay problemas de en-contrar. La Heurística puede dar respuesta a aquellos que no pueden resolverse ruti-nariamente, pues toda invención elude la rutina.

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§ 66.

Estudia la pertinencia del proceso de in-novación en la tarea del Artista.

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§ 67.

En Arte, obrar es, fundamentalmente, un intento de dimensionar nuestros propios límites. Es una tarea difícil, necesaria-mente provisoria por su condición histó-rica y necesariamente ajena a todo posi-cionamiento dogmático. Ante una obra muchas interpretaciones son posibles. El acto de apreciar una obra también impone, de algún modo, mensurar el pensamiento, porque no toda interpretación resulta per-tinente. Como en cualquier lectura, una lectura correcta impone poner en juego la imaginación. Por lo tanto, quien observe con atención un objeto de arte deberá tra-bajar seriamente para constituirse en lec-tor genuino. Señalaba Schwitters que es este tipo de trabajo –y no las preguntas in-tempestivas o la crítica descerebrada– lo que ha de mejorar la capacidad receptiva

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del observador. El derecho a la crítica que-dará reservado, entonces, a los que hayan logrado una comprensión acabada.

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§ 68.

El Diseño –territorio solapado con el Arte– ha resultado para la Heurística una extraordinaria plataforma de lanzamien-to. Luego de una larga batalla, la palabra Diseño es, hoy, el espacio en el que Ars y Téchne, superpuestas, hacen posible aban-donar progresivamente la caduca distin-ción histórica entre la rama científica de la cultura (dura, cuantificadora) y la estética (blanda, cualificadora).

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§ 69.

La Heurística desarrolla hipótesis. Contri-buye a analizar resultados y la relación de éstos con los datos de partida de un pro-yecto, sean éstos expresados en un pro-grama de acción o –por el contrario– no explícitos.

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§ 70.

Nos permite orientarnos hacia una mejor comprensión y consecución de un pensar-hacer: la Heurística contribuye, tanto en situaciones ambiguas como dilemáticas, a desocultar las restricciones ficticias en la toma de decisiones.

80

§ 71.

Que utilicemos formas tangibles o virtua-les no cambia el concepto: el Heurístico es primera y finalmente un solucionador de problemas en los que la forma es el medio de la solución.

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§ 72.

Una Heurística ex nihilo –no contextual, como si ésta fuera posible–, no tiene ca-bida si consideramos que la habilidad es-pecial que debe adquirir el Heurístico es la de descubrir problemas para arribar a soluciones conceptuales. Una Heurística sólo puede desarrollarse in situ.

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§ 73.

Pretende desplegar una teoría de la Inven-ción o, más bien, del Descubrimiento: por eso, la Heurística debe ir mucho más allá de la dicotomía forma-función, omnipre-sente en toda reflexión sobre diseño.

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§ 74.

Todo objeto es mediador entre el hombre y el mundo.

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§ 75.

Saber que en un primer momento el obje-to extiende la capacidad humana median-te una funcionalidad esencial (del mismo modo que una pinza extiende la capacidad de la mano), pero aceptar que inevitable-mente el objeto se transformará en ele-mento de un sistema, condicionamiento del humano.

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§ 76.

La Heurística desarrolla la idea de un des-pliegue de elementos combinables dentro del seno de una estructura fundamental que el pensamiento explora dentro de lí-mites lógicos.

86

§ 77.

¿De qué lógica hablamos? La Heurística no debería estar dominada por la lógica de la necesidad sino por la lógica de lo posible. Por ello, toma prestado el concepto de ló-gica abductiva: la abducción procura exac-tamente describir la vía lógica que permi-te pasar de los datos a la formulación de una ley plausible en el contexto de su emi-sión. La abducción sugiere simplemente que algo podría ser de tal o tal manera.

87

§ 78.

La invención científica consiste en un problema lógico (pues aun si la invención responde a una lógica lábil, la inferencia abductiva permanece como una forma ló-gica perfectamente definida).Esta sugerencia sólo tiene significación en la medida en que se revela posible en el universo conceptual en el que se inscribe.

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§ 79.

La inducción no hace más que determinar un valor. La deducción desarrolla sólo las consecuencias necesarias de una hipóte-sis. El pensamiento proyectual necesita explicitar una Heurística que trabaje con premisas puestas a funcionar en una si-tuación problemática. Así, una Heurística que opere, fundamentalmente, con aque-lla lógica que introduce alguna idea nue-va: el juicio abductivo.

89

§ 80.

La Heurística intenta integrar los datos nuevos de un problema a través de la con-sideración de cada contexto: la aparición de una idea nueva supone la emergencia de una forma en la percepción.

90

§ 81.

El pasaje de una forma estable a otra di-ferente constituye un momento psicoló-gico en el cual la racionalidad escapa a la de la actividad científica que desearía describir. En este rito de pasaje, la idea de innovación consiste en encontrar una proposición global, contextual, para la or-ganización del dato.

91

§ 82.

La integración de los datos es una activi-dad definitivamente clasificatoria: impo-ne racionalización, estudios de compati-bilidad y procesos de determinación de estructuras jerárquicas. Pero al mismo tiempo necesita inscribirse en un contex-to más grande, epocal, con el que debe re-velarse igualmente compatible.

92

§ 83.

Pero la Heurística admite que ciertas hi-pótesis pueden muy bien integrar los da-tos nuevos en el seno de una ley inacepta-ble por razones externas.

93

§ 84.

Los modelos nos ayudan porque no cons-tituyen reproducciones exactas de los hechos: sólo afirman sus rasgos esencia-les. Pero es necesario desconfiar de ellos: de allí, Korzybski afirma que el mapa no constituye el territorio y el nombre no es la cosa nombrada.

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§ 85.

Lo modélico exige indefectiblemente un proceso de reducción. Esto es: suprimir los datos no relevantes para construirlo; la búsqueda de la unidad interna que lo estructura; la consideración de los límites del mismo, sus propios condicionantes.

95

§ 86.

Imposibilidad de pensar en cada uno de ellos por separado: la variedad de los ob-jetos existentes es lo que en realidad nos construye. Por eso, inventarlos o descu-brirlos constituyen sólo una gradación del mismo movimiento.

96

§ 87.

El hecho de que los elementos de un mode-lo estén relacionados entre sí de una ma-nera determinada significa que las cosas están relacionadas entre sí de la misma manera. Llamemos a esta conexión de sus elementos la estructura de los modelos, y llamemos a la posibilidad de esta estruc-tura su forma de modelar. [Wittgenstein] Al Heurístico le resulta fundamental ob-servar la Forma de modelar que tienen los modelos.

97

§ 88.

Para Wittgenstein, las proposiciones son representaciones que hacemos de las si-tuaciones u ordenaciones de objetos, lla-madas más comúnmente hechos. El mundo no son las cosas, son los hechos.

98

§ 89.

Canetti: Nubes de palabras usadas, ¿qué lluvia van a dar?

99

§ 90.

En el territorio de la Heurística, ciertos procesos requieren diferir el juicio, pos-tergando toda forma de evaluación y de crítica, positiva o negativa. Favorecer la búsqueda y la acumulación de ideas esti-mula el quebrantamiento de los esquemas repetitivos.

100

§ 91.

Sobre la provisionalidad: todo proceso ideativo culmina con resultado de algún tipo. Y de modo independiente al valor que se le asigne, es prudente tener en cuenta que todo logro, por definición, es fugaz y perfectible. Su vigencia, por lo tanto, será relativa.

101

§ 92.

Oriente siempre ha tenido conciencia de esa particular relación entre fugacidad y permanencia. Cuando a Bashô, moribun-do, le pidieron que compusiera unos ver-sos de despedida, respondió: El poema de ayer es el poema de despedida de hoy. El de hoy es el poema de despedida de ma-ñana. No he escrito ningún verso en mi vida que no constituya un poema de des-pedida. Todo lo que existe es siempre y originalmente la forma del Nirvana. El Buda se despidió con estas palabras. Toda su enseñanza está incluida en ellas. Así, ningún verso en particular será mi poema de despedida.

102

§ 93.

Un haiku de Bashô nos muestra el modo en el que la lengua japonesa es capaz de ex-tremarse. Sus poemas consiguen expresar la belleza como acontecimiento que apare-ce en cualquier momento en el que se den las circunstancias, el contexto o el punto de vista adecuados. La breve belleza que se produce en la disposición de uno mis-mo hacia algo más constituye en el haiku un estado de alteración de la conciencia y manifiesta un absoluto momento de gra-cia. Los japoneses tienen una expresión relacionada con esta idea: Wabi-Sabi, que corresponde a la belleza que es posible en-contrar en las cosas imperfectas, muda-bles, incompletas.Concepto central de Zen, Wabi-Sabi consi-dera que es en los detalles que suelen pa-sarse por alto donde se encuentra lo ex-

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traordinario; que accedemos a la verdad a través de la observación de la naturaleza. Wabi corresponde a la belleza de las cosas que evocan quietud o soledad. Sabi, a la pá-tina que las cubre con el paso del tiempo y las dignifica.

104

§ 94.

Tenía razón Brancusi: cuando dejamos de ser niños estamos muertos. Marca de los tiempos: la mayoría de las personas inter-pretan negativamente estas palabras. No el Heurístico, a pesar de todo.

105

§ 95.

Scire est dicere posse. Innovar supone desa-rrollar una proposición global de organi-zación sobre la vía del contexto, lo cual determina utilizar datos brutos, hechos puros y realizar observaciones estricta-mente empíricas; todas ellas nociones que ya están impregnadas teóricamente –aun-que solamente lo estén por depender de un universo de lenguaje–. De ahí que la Heurística deba examinar continuamente los juegos de lenguaje y explorar las gra-máticas de la observación. Saber es poder decir.

106

§ 96.

Lo nuevo, para persistir, debe tener más duración que cualquiera de sus alternati-vas. La elección de la mejor opción en una situación dada impone entender si los pro-cesos involucrados resultan convergentes o divergentes.

107

§ 97.

Aceptar que cuando los acontecimientos resultan divergentes es imposible cons-truir un horizonte de predictibilidad.

108

§ 98.

La Posibilidad de Juego es un aspecto cons-titutivo de la Heurística. Jugar impone un sentido de placer, libertad y una concien-cia de ser que es esencial en la madura-ción de las ideas.

109

§ 99.

El Heurístico gusta de organizar juegos en torno a conceptos que le permiten enten-der aquellos condicionamientos que se im-ponen sobre la idea de novedad.

110

§ 100.

Jugar significa desconocer ciertas reglas y crear otras. Entregarse a la experimenta-ción lúdica puede llevar a descubrir nue-vas propiedades y dimensiones de los obje-tos conocidos.

111

§ 101.

Un niño rompe sus juguetes en primer término para investigar; luego para modi-ficarlos: Conocimiento e Invención.

112

§ 102.

En el juego, estados de pensamiento de gran racionalidad coexisten con otros que se encuentran privados de co nexión sin-táctica: los meta-mensajes del ludus están constituidos por el produc to de ambos he-misferios del cerebro, que se yux taponen y se mezclan.

113

§ 103.

Todo juego puede definirse como peligro-so, ya que es capaz de subvertir la regular alternancia entre los dos hemis ferios, en última instancia responsable del manteni-miento del orden social.

114

§ 104.

La división del conocimiento en discipli-nas carece, para la Heurística, de valor operativo. La exclusión de la problemáti-ca de los fundamentos en favor de la de los orígenes es consecuencia de la atomi-zación hermenéutica del conocimiento en disciplinas, que separa así la práctica poética de la práctica crítica.

115

§ 105.

La interdisciplina parece ofrendarse como alternativa. Sin embargo, suele ofrecer más eclecticismo que patrones heurísti-cos. La Heurística no duda en utilizar ca-minos oblicuos y nos permite pensar sobre aquellos espacios en los que la sistemati-zación falla.

116

§ 106.

Ocultada por el desarrollo dominante de la Hermenéutica y apartada por las cien-cias humanas, la Heurística permaneció confinada durante siglos en el ámbito de las ciencias de la naturaleza. La fuerza que acompaña la aparición de las ciencias cognoscitivas en la historia del hombre invita a considerar una nueva ecuación de los conocimientos.

117

§ 107.

Pero la Heurística es hermana de la Her-menéutica: ésta mira el pasado y la Heurís-tica al futuro.

118

§ 108.

Son únicamente aptas para multiplicacio-nes siempre iguales. [Canetti]

119

§ 109.

Entiende como modelo a todo sistema que permita entender otro sistema (de allí que los científicos afirmen que un sistema que se toma por modelo adquiere siempre un valor heurístico).

120

§ 110.

Admite que pueden coexistir teorías diver-sas para un mismo modelo. Se interesa, entonces, por verificar cuál de ellas lo ex-plica más satisfactoriamente. Y se esfuer-za por considerar la posible existencia de una teoría que habilite poder arribar a un nuevo modelo.

121

§ 111.

Un modelo puede anteceder a un objeto pero puede, también, resultar consecuen-cia de éste.

122

§ 112.

Un Artista es, para el Heurístico, aquel que es capaz de arrancarle a los objetos sus conexiones sólidas y falsas. El Artista es capaz de leer la condición transitoria del objeto.

123

§ 113.

Una vez que ha alcanzado un grado artís-tico, el objeto, abandonado por su artífice, vuelve a su remota condición. Solamente el Artista acepta con resignación plena el paso de un estado a otro. Obra de arte: ob-jeto otra vez.

124

§ 114.

Idea de una Medida Estética, según Birkhoff: estaría expresada en la propor-ción entre la Armonía (o el Orden) y la Complejidad. La Complejidad cuantifica los elementos que componen el sistema, mientras que el Orden analiza la regula-ridad de esos elementos. La experiencia estética no es mensurable, pero sin em-bargo el desarrollo de Birkhoff suele ser de utilidad.

125

§ 115.

Un pequeño número de variables provocan una enorme cantidad de efectos sobre la totalidad de un sistema. La cuestión, cla-ro, siempre consiste en determinar cuáles son esas variables.

126

§ 116.

Los sistemas que funcionan en determi-nada escala no aseguran su efectividad en otra. El cambio de alguna variable –y mu-chas veces este cambio es invisible– puede sobrepasar el umbral de tolerancia de la totalidad del sistema.

127

§ 117.

Quien quisiera mantener en un inmenso gigante las proporciones que se dan en-tre los miembros de un hombre normal, tendría o bien que encontrar un material mucho mas duro o resistente para formar los huesos, o bien admitir una disminu-ción de su potencia en relación con la de los hombres de estatura normal. De otro modo acabaría derrumbándose por su pro-pio peso. [Galileo Galilei]

128

§ 118.

(Al respecto, leer la historia del caballo polipoide del doctor Posif).

129

§ 119.

(Aclarar: el Heurístico cita a Bateson, que se refiere a Russell y Whitehead, que a su vez evocan la historia de Epiménides.)

130

§ 120.

(Epiménides afirmaba que los cretenses siempre mentían. Epiménides era creten-se. ¿Podría estar diciendo la verdad?)

131

§ 121.

Aprender del Bios. Por eso, objetos y expe-riencias de un valor no mayor y no me-nor: óptimo.

132

§ 122.

¿Es ésto válido en el caso del dinero? Pa-reto sostiene que la máxima prosperidad común se obtiene cuando ninguna perso-na puede aumentar su bienestar en un in-tercambio sin perjudicar a otra.

133

§ 123.

En algún lugar existe un hombre que pre-tende demostrar la inutilidad de las po-líticas que buscan redistribuir la renta: afirma que ponen en movimiento fuerzas que restauran la distribución original.

134

§ 124.

¿Será posible encontrar una ideología que esté impulsada por lo que sobra y no por lo que falta?

135

§ 125.

Sobre el camino hacia la concreción –o no– que nos impone cada acto ideativo, es-cribe Mann: La subestimación de una em-presa es una experiencia recurrente que tal vez no sólo me afecte a mí. Durante el proceso de su concepción, un trabajo suele presentársenos bajo una luz inocua, sen-cilla y práctica. No parece exigir excesivo esfuerzo, y su ejecución parece simple. Si fuera posible representar de antemano to-das las posibilidades y dificultades de una obra, si uno conociera la voluntad de ésta –a menudo muy distinta de la del autor–probablemente renunciaríamos y no ten-dríamos siquiera el valor de comenzar. Una obra tiene en muchos casos sus pro-pias ambiciones, que pueden sobrepasar con mucho las del propio autor, lo que no está mal. Porque la ambición no debe ser

136

la de una persona, el autor no debe ante-ponerse a la obra, sino que la obra debe extraerla de sí misma y forzarse. De este modo, creo, han surgido las grandes obras, y no del afán previo de crear una.

137

§ 126.

Maldición del conocimiento: dicen que a medida que aumenta nuestra pericia en una cuestión específica tiende a disminuir nuestra capacidad para innovar.

138

§ 127.

Escribe Perec que para la mayor parte de la gente no es fácil hablar del propio tra-bajo y mucho menos animarse a disolver-lo en una teoría. Es más simple subordi-narlo a los modelos dominantes. Aunque lo que produzca parezca originarse en un programa elaborado o constituya un pro-yecto de larga data, la sucesión de trabajos suele originar la sensación muchas veces perturbadora de que marcan un itinerario vacilante, describiendo paso a paso las eta-pas de una búsqueda de la que solamente se conoce el cómo y no su porqué.

139

§ 128.

Quizás resulte mejor pensar que la Infor-mación es un modo degradado del Conoci-miento, y que éste constituye una forma menor de la Sabiduría.

140

§ 129.

El individuo medio funda su opinión en las noticias que brinda la maquinaria in-formativa, y las convierte erróneamente en Verdades. Pero las noticias señalan Acontecimientos.

141

§ 130.

La Heurística se despliega antes y después de los Acontecimientos: puede contribuir tanto a descubrirlos como a poner de ma-nifiesto las relaciones que los vinculan entre sí y también puede proporcionarnos alguna imagen de la realidad en base a la cual nos sea posible actuar.

142

§ 131.

En el universo de la ciencia es posible plan-tear una Teoría del Todo. Una Heurística no puede aspirar más que a constituirse en la Teoría útil de algo.

143

§ 132.

Aún inmerso en modelos de gran dureza, el futuro, para el hombre, siempre suele constituir el territorio de la apertura, el lugar de la duda y la posibilidad de pro-yectar y proyectarse.

144

§ 133.

Los modelos de gran estabilidad, de “vida lenta” –como los modelos religiosos– se fundan en férreas estructuras legales que operan sobre ellos tendiendo a congelar toda posibilidad de cambio. La instancia suprema es la canonización.

145

§ 134.

Es posible tener modelos diferentes de unos mismos objetos, y estos modelos pue-den diferir en variados respectos. Debería-mos considerar desde el primer momento como inadmisibles todos los modelos que implícitamente contradicen las leyes de nuestro pensamiento. De aquí que postu-lemos que, en primer lugar, todos nuestros modelos estén lógicamente permitidos –o, en una palabra, que estén permiti-dos. Consideraremos que son incorrectos los modelos, si sus relaciones esenciales contradicen las relaciones de las cosas exteriores, si no satisfacen nuestras exi-gencias fundamentales. De aquí que pos-tulemos que, en segundo lugar, nuestros modelos sean correctos. Pero dos modelos permitidos y correctos de unos mismos ob-jetos exteriores pueden, con todo, diferir

146

en que uno sea más apropiado que el otro. De entre dos modelos de un mismo objeto es más apropiado aquel que comprende en su interior más relaciones esenciales del objeto –al cual podemos llamar más dis-tinto–. De entre dos modelos igualmente distintos el más apropiado es el que con-tiene, además de las características esen-ciales, la cantidad menor de relaciones superfluas o vacías, es decir el más sim-ple de los dos. No es posible evitar todas las relaciones vacías: se introducen en los modelos por cuanto son simplemente modelos –modelos producidos por nuestro pensamiento y afectados necesariamen-te por las características que presenta su modo de modelarlas. [Hertz].

147

§ 135.

Una Pragmática: El futuro es incierto. Toda acción es especulativa.

148

§ 136.

Sostenía el Maestro Hilel:Si yo no me ocupo de mí, ¿quién lo hará? Si sólo me ocupo de mí, ¿qué soy? Y si no es ahora, ¿cuándo?

149

§ 137.

La relación entre maestro y discípulo debe ser mutuamente convalidada. En cambio, la de profesor y alumno es, en su paso ini-cial, refrendada externamente: son las las instituciones las que determinan si preva-lece uno u otro y los términos en el que lo hacen.

150

§ 138.

En todas las Artes hay una parte física que no puede ser tratada como antaño y que no puede sustraerse al impulso del cono-cimiento y la fuerza modernos. Ni la ma-teria, ni el espacio, ni el tiempo son desde hace veinte años lo que han venido siendo desde siempre. Es preciso contar con que novedades tan grandes transformen toda la técnica de las artes y operen por tanto sobre la inventiva, llegando quizás hasta a modificar de una manera maravillosa la noción misma de arte. [Paul Valéry]

151

§ 139.

En la era de la hiperreproductibilidad téc-nica, la Heurística plantea que los nuevos regímenes de significación constituyen una nueva experiencia antropológica, una construcción cultural fundamentada en los procesos de percepción sensorial cuyo alcance sobre los procesos de constitución del imaginario redundan en un nuevo modo de ser.

152

§ 140.

La masificación de objetos y redes que las nuevas tecnologías ofrecen constituyen la condición de posibilidad de esta experien-cia, pero también hacen posible la irrup-ción totalitaria.

153

§ 141.

La Heurística estudia con interés los de-sarrollos que buscan explicar un “univer-so complementario” o, menos ambiciosa-mente, describen el universo que podemos –y que tal vez debamos– ver en lugar del tradicional, en aras de tener una más rica experiencia vital.

154

§ 142.

Así, la ‘Patafísica: juego de imaginario y superación de la metafísica, la Heurística se solapa con la disciplina que Jarry defi-nía como Ciencia de las Soluciones Imagi-narias. La Heurística requiere de nosotros aceptar un nuevo significado y una nueva comprensión del fenómeno (o, como afir-maba el mismo Jarry, de un epifenómeno, que es lo que se añade al fenómeno).

155

§ 143.

Atrae al Heurístico una de las ideas cen-trales de la ‘Patafísica, que es la conside-ración de las leyes de la Física como un conjunto de excepciones no excepciona-les. En el centro de este territorio la regla es una excepción a la excepción: la Ciencia de lo Particular, por más que se afirme que sólo hay una Ciencia de lo General.

156

§ 144.

Exige recuperar de la Biología la cuestión diferencial entre analogía y homología, para señalar semejanzas, cualidades y re-laciones entre objetos no idénticos. Pero no siempre es fácil distinguir analogías de homologías (como no lo es distinguir me-dios de fines).

157

§ 145.

Dos: a/b. Razón. Tres: a/b :: b/c. Proporción. Cuatro: a/b :: c/d.. Analogía.

158

§ 146.

A través de los años los pitagóricos pro-fundizaron sus conocimientos sobre una sola matería: estudiaban la Armonía de acuerdo a cuatro modos o manifestacio-nes: movimiento en el tiempo (al que de-nominaban Música); movimiento en el espacio (Astronomía); inmovilidad en el tiempo (Aritmética) e inmovilidad en el espacio (Geometría).

159

§ 147.

Arquíloco sostiene que el zorro sabe mu-chas cosas, pero el erizo sólo una y grande. ¿Seguir la estrategia del zorro o la del eri-zo? Isaiah Berlin abre su célebre ensayo sobre Tolstoi citando al poeta griego: ob-serva que la frase podría encarnar una de las diferencias más profundas que es posi-ble establecer entre los seres humanos.

160

§ 148.

Para los erizos, la vida –desde un dogma religioso a un sistema de valores ideoló-gicos– se organiza a través de una visión central. Los zorros, en cambio, persiguen muchos fines a la vez –frecuentemente contradictorios–, conectados por necesi-dades de hecho y no por imperativos mo-rales o estéticos. Su pensamiento es más difuso. Los zorros capturan gran variedad de experiencias, trabajando más bien por acumulación que por exclusión.

161

§ 149.

Pero no hay erizos absolutos. Ni tampoco zorros definitivos.

162

§ 150.

Vivir dentro del Problema.

163

§ 151.

Heurística y Erística: dos letras; un mun-do de distancia.

164

§ 152.

¿Qué es la Erística? es el arte de aparen-tar tener razón ante los ojos de los demás. Schopenhauer ha reflexionado mucho so-bre ella en El arte de tener razón. Su práctica requiere una enorme habilidad: para inte-rrumpir al oponente en el momento indi-cado, para levantar la voz oportunamen-te, para desviar el eje de una discusión sin que los demás se den cuenta. Es posible interpretar la Erística como un acabado despliegue de hipocresía. Sin embargo –siempre sorprende el género humano– la Erística es vista con frecuencia como esa práctica que, simplemente, busca priori-zar los fines en relación a los medios. Así, esta instancia conflictiva suele imponerse como necesaria y por lo tanto, suele que-dar liberada de toda carga negativa.

165

§ 153.

Preguntarse: ¿Cómo transformar la prác-tica erística en una Heurística, es decir, en un dispositivo de problematización? ¿Es posible esto, hoy? ¿Qué es, hoy, pro-blematizar?

166

§ 154.

Problema: los mecanismos de poder jamás contribuyen a que tengamos conciencia cabal de cuál es el problema.

167

§ 155.

Problema: resultado de la toma de con-ciencia de que no es posible que una situa-ción dada continúe del mismo modo.

168

§ 156.

Heurística: el Problema del Problema.

169

§ 157.

La libertad es, siempre, esa interrogación que desarma la ortodoxia de los que afir-man poseer conocimientos infalibles.

170

§ 158.

Acepta la idea de eternidad: es una pura posibilidad que se manifiesta en la Exten-sión y en la Intensidad del acontecer.

171

§ 159.

–¡Poco claro! (dice el otro, cuando com-prende por respuesta lo que no hubiera querido escuchar).–¡Nada claro! (dice el otro, cuando la res-puesta contradice su deseo).–¡No entendí! (dice el otro, cuando teme tener todo tan claro).

172

§ 160.

La Heurística se transmite por Resonan-cia. Un libro que ha sido escrito por Re-sonancia solamente puede ser leído por Resonancia.

173

§ 161.

No entiende a los turistas. El Heurístico es un viajero. La diferencia es sustancial. Muchos años después de haber escrito esto encuentro –en El cielo protector– el siguien-te diálogo:–No somos turistas, somos viajeros.–¡Oh! ¿Y cuál es la diferencia?–Un turista es el que piensa en regresar a casa desde el mismo momento de su lle-gada, mientras que un viajero puede no regresar nunca.

174

Valéry afirmaba que en los autores hay dos clases de

cosas: lo que se puede imitar en ellos –su influencia– y

aquello que es imposible de imitar. Esto último consti-

tuye su valor específico. Lo que es imitable difunde las

ideas pero de algún modo también amenaza su exis-

tencia; la otra parte los preserva. Sostiene que por lo

primero son importantes y por lo segundo son únicos.

Todo ideario resulta inútil si no es confrontado con

otros. A Valéry y a otros pensadores debo, pues, agra-

decerles haber enriquecido mis propias ideas. A algu-

nos los he buscado. Encontré a otros: éste es un libro

de Heurística.

W. H. Auden, G. Bateson, W. Benjamin, I. Berlin, H.

Berón, G. Breyer, E. Canetti, Chuang Tzu, M. Fernán-

dez, W. Flusser, F. Hayek, Hilel, G. Galilei, F. Hernán-

dez, F. Leter, R. Lull, Leonardo da Vinci, W. Leibniz, W.

Lipmann, T. Mann, S. Mateu, W. Pareto, G. Perec, G.

Polya, F. Ponge, P. Valéry, S. Van Der Rym, L. Wittgens-

tein, J. Torres García.

175

www.arsheuristica.blogspot.com

176

ars Heuristica

se terminó de imprimir en Artes Gráficas Del Sur.

Buenos Aires, agosto de 2009.