Saber Cotidiano y Saber Filosófico

Post on 24-Jun-2015

1.363 views 4 download

Transcript of Saber Cotidiano y Saber Filosófico

SABER COTIDIANO

El saber cotidiano es aquél que adquirimos a lo largo de nuestra vida sin seguir un método, en ocasiones de manera intuitiva (sin reflexionar sobre ello), y muchas veces se mezcla y hasta confunde con nuestras creencias prejuicios, miedos y temores.

SABER COTIDIADO

Depende en buena medida de nuestras creencias, hábitos y costumbres. No requiere de una comprobación rigurosa y se puede modificar de acuerdo a

nuestras necesidades. También se le llama conocimiento empírico porque se adquiere mediante nuestros

sentidos. De ninguna manera debe considerarse al conocimiento cotidiano como inferior al

filosófico o al científico ya que, en ocasiones, es el punto de partida para los otros dos.

El conocimiento cotidiano sólo es diferente en su funcionalidad al conocimiento filosófico.

SABER COTIDIADO

El saber cotidiano es asistemático, es decir, se va adquiriendo sin ningún plan preconcebido, así pues, podemos aprender a hablar, caminar, patinar o patear una pelota sin necesariamente poner toda nuestra atención en lo que hacemos.

Muy a menudo se aprende también por repetición mecánica, imitación o ensayo y error.

Se dice que el conocimiento cotidiano es subjetivo porque entra en juego en el proceso de aprendizaje nuestros gustos, aficiones, sentimientos, creencias, prejuicios, anhelos y hasta nuestros miedos,

SABER FILOSÓFICO El saber o conocimiento filosófico, a diferencia del cotidiano,

solamente puede adquirirse a partir de una reflexión seria, profunda, metódica, sistemática y rigurosa. Aunque todos tenemos la capacidad de filosofar, es necesario hacer de la reflexión filosófica una actividad racional, ya que requiere disciplina y concentración mental.

SABER FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico es PROFUNDO porque pretende llegar al fondo de los problemas, a las primeras causas y los últimos efectos (como dice Aristóteles). No se queda en la superficialidad o en las apariencias, al contrario, trasciende o va más allá de lo inmediato y no se conforma con la mera opinión o creencias de la mayoría.

SABER FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico es RIGUROSO porque busca pensar aplicando lo mejor posible la razón y los procedimientos lógicos. Realiza analogías, deducciones, inducciones sin precipitarse. Analiza cuidadosamente los factores o elementos que intervienen en las relaciones de lo que se está reflexionando.

SABER FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico es METÓDICO y es que tiene la necesidad de aplicar un método propio, es decir, una serie de procedimientos y técnicas que permitan llegar a la meta que se pretende alcanzar de acuerdo con el problema que se analiza. Algunos de los métodos filosóficos pueden ser: la mayéutica (Sócrates), la dialéctica platónica (Platón), la lógica aristotélica, la disputa (filósofos medievales), el método cartesiano, la dialéctica (Marx y Engels), el método fenomenológico (Husserl), entre otros.

SABER FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico es SISTEMÁTICO porque agrupa los problemas y conocimientos ordenadamente, ya que, a diferencia del conocimiento cotidiano, el saber filosófico tiene la necesidad de plantear y resolver los problemas de la manera mejor ordenada posible.

SABER FILOSÓFICO

El lenguaje propio representa también una característica, aunque incluye términos del saber cotidiano, es necesario precisar lo que se quiere decir con tal o cual palabra, para evitar que se entienda mal algún término. Muchos filósofos utilizan las mismas palabras del saber cotidiano pero le dan un significado especial y preciso, ya que es esencial para la argumentación filosófica.

SABER FILOSÓFICO

El conocimiento filosófico también suele referirse a los principios y fundamentos del conocimiento filosófico y científico desde el análisis sobre sus característica y especificidad, hasta sus procedimientos de comprobación y posibles efectos. Este aspecto lo aborda la filosofía de la ciencia.

SABER FILOSÓFICO

La OBJETIVIDAD en el conocimiento filosófico consiste en no dejarse llevar por los sentimientos, creencias y gustos personales del sujeto cognoscente, a diferencia del conocimiento cotidiano donde la subjetividad es una característica propia de él.