1. Freud, Sigmund - Algunas Lecciones Elementales de Psicoanalisis

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Psicoanálisis de Freud

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    Sigmund Freud

    CXCVIII ALGUNAS LECCIONES ELEMENTALES DE PSICOANLISIS (*)

    1938 [1940]

    UN autor que se propone introducir alguna rama de conocimientos -o paradecirloms modestamente, alguna rama de la investigacin- a un pblico no instruidodebe hacer

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  • jueves, 15 de julio de 2004claramente su eleccin entre dos mtodos o tcnicas.

    Es posible partir de lo que cualquier lector sabe (o piensa que sabe) yconsideracomo evidente en s mismo sin contradecirlo ya desde el comienzo. Pronto sepresentaruna oportunidad para Ilamar su atencin sobre algunos hechos en el mismocampo, queaunque le son conocidos, ha descuidado o ha apreciado imperfectamente.Empezando conellos, uno puede introducir ms hechos ante l de los que no tieneconocimiento yprepararlo as para ir ms all de sus primeros juicios, para buscar nuevospuntos de vista ytomar en consideracin nuevas hiptesis. Por este camino se le puede llevar atomar parteen la edificacin de una nueva teora acerca del sujeto y se pueden conocersus objeciones aella durante el curso del trabajo en comn. Un mtodo de esta clase podrallamarsegentico. Sigue el camino que el propio investigador ha seguido antes. Adespecho de todassus ventajas, tiene el defecto de no hacer una impresin demasiado contundentesobre elque aprende. No quedar tan impresionado por algo que ha visto surgir a laexistencia ypasar por un difcil perodo de crecimiento como lo sera por algo que se lepresentara yahecho como un total aparentemente cerrado.

    Es precisamente este efecto ltimo el que produce el mtodo alternativo depresentacin. Este otro mtodo, el dogmtico, empieza por plantear susconclusiones. Suspremisas exigen la atencin y la fe de la audiencia y en apoyo de ellos seaduce muy poco.Y entonces existe el peligro de que un oyente crtico sacuda su cabeza y diga:Todo estosuena de un modo muy peculiar; de dnde lo ha sacado este tipo?En lo que sigue no me limitar a ninguno de los dos mtodos de presentacin.

    Usarunas veces uno, otras otro. No me hago ilusiones acerca de la dificultad de mitarea. EIpsicoanlisis tiene pocas probabilidades de hacerse querido o popular. No esslo quemucho de lo que tiene que decir ofenda los sentimientos de la gente. Casi unasimilardificultad es creada por el hecho de que nuestra ciencia abarca una ciertonmero dehiptesis -es difcil decir si deberan ser consideradas como postulados ocomo producto denuestras investigaciones- que estn expuestas a parecer muy extraas a losmodosordinarios de pensamiento y que fundamentalmente contradicen los puntos devistacorrientes. Pero no se puede evitar esto. Hemos de empezar nuestro breveestudio con dosde esas arriesgadas hiptesis.

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    La naturaleza de lo psquico

    EI psicoanlisis es una parte de la psicologa. Tambin es descrito comopsicologaprofunda -ms tarde descubriremos por qu-. Si alguien pregunta lo querealmentesignifica lo psquico, es fcil replicar enumerando sus constituyentes:nuestraspercepciones, ideas, recuerdos, sentimientos y actos volitivos, todos ellosforman parte delo psquico. Pero si el interrogador sigue ms adelante y pregunta si no hayalguna cualidadcomn poseda por todos esos procesos que haga posible llegar ms cerca de lanaturalezao, como la gente dice a veces, de la esencia de lo psquico, entonces eso esms difcil decontestar.

    Si una pregunta anloga se le plantea a un fsico (en cuanto a la naturalezade laelectricidad, por ejemplo), su respuesta hasta hace muy poco tiempo hubierasido: Con elfin de explicar ciertos fenmenos suponemos la existencia de fuerzaselctricas que sehallan presentes en las cosas y emanan de ellas. Estudiamos esos fenmenos,descubrimoslas leyes que los gobiernan y disponemos de ellos para usarlos. Esto nossatisfaceprovisionalmente. No conocemos la naturaleza de la electricidad. Tal vez ladescubramosun da conforme nuestro trabajo progrese. Hemos de admitir que lo queignoramos esprecisamente la parte ms importante e interesante de toda la cuestin, peropor el momentoesto no nos preocupa. As ocurren sencillamente las cosas en las cienciasnaturales.

    La psicologa tambin es una ciencia natural. Qu otra cosa puede ser? Perosucaso es diferente. Nadie es bastante atrevido para emitir juicios acerca decuestiones fsicas;pero todo el mundo -el filsofo y el hombre de la calle por igual- tiene suopinin sobre losproblemas psicolgicos y se comporta como si por lo menos fuera un psiclogoamateur. Yahora viene lo notable. Todo el mundo -o casi todo el mundo- est de acuerdoen que lopsquico tiene realmente una cualidad comn en la cual se expresa su esencia:la cualidad -nica, indescriptible, pero no necesitando descripcin- de ser consciente.Todo lo que esconsciente, dicen, es psquico, y, al contrario, todo lo que es psquico esconsciente; esto esevidente, y contradecirlo es un disparate. No puede decirse que esta decisinarroje muchaluz sobre la naturaleza de lo psquico, porque la conscienciacin es uno delos hechosfundamentales de nuestra vida y nuestras investigaciones tropiezan con ella yno puedenencontrar un camino detrs. Adems, la equiparacin de lo que es psquico conlo que esconsciente tuvo el indeseable resultado de divorciar los procesos psquicos

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  • jueves, 15 de julio de 2004del contextogeneral de los acontecimientos en el universo y de colocarlos en completocontraste detodos los dems. Pero esto no sera as, puesto que no se podra pasar poralto el hecho deque los fenmenos psquicos dependen en alto grado de influencias somticas ypor su partetienen los ms potentes efectos sobre los procesos corporales. Si alguna vezel pensamientohumano se ha encontrado en un callejn sin salida, es aqu. Para encontrar unasalida losfilsofos se vieron obligados a suponer que existan procesos orgnicosparalelos a losprocesos psquicos conscientes, relacionados con ellos de un modo difcil deexplicar, queactuaban como intermediarios en las relaciones recprocas entre cuerpo ymente, lo cual

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    sirvi para reinsertar lo psquico en la textura de la vida. Pero estasolucin resultabainsatisfactoria.

    EI psicoanlisis escap a dificultades de este tipo negando enrgicamente la

    equiparacin de lo psquico y lo consciente. No; el ser consciente no puedeser la esencia delo que es psquico. Es slo una cualidad de lo que es psquico, y desde luegouna cualidadinconstante, que se halla muchas ms veces ausente que presente. Lo psquico,seacualquiera su naturaleza, es por s mismo inconsciente y probablemente de unaclase similara todos los dems procesos naturales de los que tenemos algn conocimiento.

    El psicoanlisis basa sus afirmaciones en un cierto nmero de hechos de losquedar ahora una seleccin.Sabemos a lo que nos referimos cuando decimos que a uno se le ocurren

    algunasideas-pensamientos que aparecen sbitamente en la consciencia sin quepercibamos lospasos que llevaron a ellos, aunque tambin han debido ser actos psquicos.Puede inclusosuceder que lleguemos por este camino a la solucin de algn problemaintelectual difcilque antes, durante algn tiempo, se haba burlado de nuestros esfuerzos. Todoelcomplicado proceso de seleccin, rechazo y decisin que ha ocupado elintervalo se hahallado fuera de la consciencia. No es ninguna nueva teora el decir que eraninconscientesy tal vez tambin continuaron sindolo.

    En segundo lugar, tomar un sencillo ejemplo para representar una claseinmensamente grande de fenmenos. El presidente de una corporacin pblica (la

    Asamblea de los Diputados del Parlamento de Austria) en una ocasin abri unasesin conlas siguientes palabras: Me doy cuenta de que se halla presente un nmerosuficiente de

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  • jueves, 15 de julio de 2004diputados, y por tanto, declaro la sesin terminada. Fue un desliz verbal,porque no hayduda de que lo que el presidente quera decir era abierta. Por qu entoncesdijo locontrario? Esperamos que se nos dir que fue un error accidental, un fracasoal realizar unaintencin, como puede suceder fcilmente por diversas razones: no tena ningn

    significado, y en cualquier caso los contrarios se sustituyen uno por otro confacilidad. Perosi tenemos en cuenta la situacin en que ocurri el desliz verbal, nosinclinaremos a preferirotras explicaciones. Muchas de las anteriores sesiones de la Asamblea habansidodesagradablemente tormentosas y no haban realizado nada, de modo queresultaba naturalque el presidente pensara en aquel momento al hacer su manifestacin pblica:Si lasesin, que est en sus comienzos, se hubiera acabado! Me gustara mslevantarla queabrirla! Cuando empez a hablar, probablemente no se daba cuenta de estedeseo -no eraconsciente para l-; pero se encontraba ciertamente presente y pudomanifestarse, contra lavoluntad del que hablaba, en su aparente equivocacin. Un solo ejemplo nopuedepermitirnos decidir entre dos explicaciones diferentes. Pero qu diramos sitodas lasequivocaciones verbales pudieran ser explicadas de la misma forma y del mismomodo, ytambin todas las equivocaciones escritas, todo error al leer o al or y todaslas accionesequivocadas? Qu diramos si en todos estos ejemplos (podramos decir sinningunaexcepcin) fuera posible demostrar la presencia de un acto psquico -unpensamiento, undeseo o una intencin- que explicara la aparente equivocacin y que erainconsciente en elmomento en el que se realiz, aunque haya podido ser previamente consciente?Si estofuera as, no sera ya realmente posible seguir negando el hecho de queexisten actospsquicos que son inconscientes y que incluso a veces son activos mientras son

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    inconscientes, e incluso en este caso pueden a veces influir considerablementeen lasintenciones conscientes. La persona que ha sufrido una equivocacin de estaclase puedereaccionar a ella de varias maneras. Puede pasarla completamente por alto opuedepercibirla y quedar confusa y avergonzada. Por lo regular no puede encontrarla explicacinpor s misma y sin ayuda ajena, y con frecuencia rehsa a aceptar laexplicacin cuando seIe coloca ante ella por lo menos durante algn tiempo.

    En tercer lugar, finalmente, es posible, en el caso de personas en estadohipntico,probar experimentalmente que existen cosas como los actos psquicos

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  • jueves, 15 de julio de 2004inconscientes y quela conscienciacin no es una condicin indispensable para la actividad(psquica).Cualquiera que haya presenciado uno de estos experimentos recibir unaimpresininolvidable y una conviccin que nunca ser quebrantada. Esto es, poco ms omenos, loque ocurre. EI mdico entra en la sala del hospital, apoya su paraguas en elrincn,hipnotiza a uno de los pacientes y le dice: Ahora me voy. Cuando vuelva,usted saldr ami encuentro con mi paraguas abierto y lo mantendr sobre mi cabeza. Entonceselmdico y sus ayudantes abandonan la sala. En cuanto vuelven, el paciente, queya no sehalla hipnotizado, lleva a cabo exactamente las instrucciones que se le dieronmientrasestaba bajo hipnosis. EI mdico le pregunta: Qu est usted haciendo? Qusignificaesto? El paciente queda claramente confundido. Hace alguna observacininoportuna,como: Slo pens, doctor, que, como llueve afuera, usted abrira su paraguasen la salaantes de salir. La explicacin es evidentemente inadecuada y hecha en elapuro delmomento para ofrecer algn motivo de su conducta sin sentido. Es evidente,para nosotroslos espectadores, que ignora su real motivo. Sin embargo, nosotros sabemoscul es, porqueestbamos presentes cuando se le hizo la sugestin que ahora realiza, mientrasque l nadasabe del acto que est en accin.

    La cuestin de la relacin del consciente con lo psquico puede serconsideradaahora como establecida: la consciencia es slo una cualidad o atributo de loque espsquico, pero una cualidad inconstante. Pero existe otra objecin que hemosde aclarar. Senos dice que, a pesar de los hechos que hemos mencionado, no es necesarioabandonar laidentidad entre lo que es consciente y lo que es psquico; los llamadosprocesos psquicosinconscientes son los procesos orgnicos que desde hace tiempo se hareconocido quecorren paralelos a los procesos mentales. Esto, naturalmente, reduciranuestro problema auna cuestin, aparentemente balad, de definicin. Nuestra respuesta es queestarainjustificado y sera impropio establecer una brecha en la unidad de la vidamental paralograr una definicin, puesto que en cualquier caso est claro que laconsciencia slo puedeofrecernos un cadena incompleta y rota de fenmenos. Y sera una cuestin desuerte quehasta en el cambio hubiera sido hecho en la definicin de lo psquico, noresultara posibleconstruir una teora amplia y coherente de la vida mental.

    Ni es necesario suponer que esta visin alternativa de lo psquico sea unainnovacin debida al psicoanlisis. Un filsofo alemn, Theodor Lipps, afirmcon lamayor claridad que lo psquico es en s mismo inconsciente y que loinconsciente es loverdaderamente psquico. El concepto del inconsciente ha estado desde hace

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  • jueves, 15 de julio de 2004tiempollamando a las puertas de la psicologa para que se le permitiera la entrada.La filosofa y laliteratura han jugado con frecuencia con l, pero la ciencia no encontr cmousarlo. Elpsicoanlisis ha aceptado el concepto, lo ha tomado en serio y le ha dado uncontenido

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    nuevo. Con sus investigaciones ha llegado a un conocimiento de lascaractersticas de lopsquico inconsciente que hasta ahora eran insospechadas y ha descubiertoalgunas de lasleyes que lo gobiernan. Pero nada de esto implica que la calidad de serconsciente hayaperdido su importancia para nosotros. Contina siendo la luz que iluminanuestro camino ynos lleva a travs de la oscuridad de la vida mental. Como consecuencia delcarcterespecial de nuestros descubrimientos, nuestro trabajo cientfico en lapsicologa consistiren traducir los procesos inconscientes en procesos conscientes, llenando aslas lagunas dela percepcin consciente

    Sigmund Freud: Obras Completas, en Freud total 1.0 (versin electrnica)

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