1. INTRODUCCIÓN -...

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1. INTRODUCCIÓN La conservación del medio ambiente es una actividad primordial que brinda la posibilidad, entre otras cosas, de mejorar la calidad de vida de los pobladores de las zonas mineras, en la que se debe buscar una convivencia con el ecosistema. Es por este motivo que algunas empresas nacionales, como Minera Las Cenizas de Cabildo, Disputada Las Condes, ENAMI y CODELCO pertenecientes tanto a la mediana minería como a la gran minería, han tomado conciencia sobre la importancia de la conservación del medio ambiente y, más allá de los aspectos estrictamente legales, han desarrollado planes de rehabilitación para sus tranques de relaves, aunque en Chile no existe todavía una legislación que norme el cierre de faenas al término de su explotación (ENAMI, 2001). La elaboración de un plan de rehabilitación por parte de las empresas mineras, ha dejado de ser una opción voluntaria en algunos proyectos y ha pasado a ser una exigencia de los organismos relacionados con los proyectos mineros, a través de la promulgación de la Ley de Bases de Medio Ambiente (Ley Nº 19300) (MENA, 1996). Al terminar una operación minera, uno de los temas más importantes en los planes de rehabilitación, es considerar los posibles impactos ambientales que se pueden producir a futuro debido a los desechos mineros (relaves, desmonte y otros) (COTORAS, 1996).

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1. INTRODUCCIÓN

La conservación del medio ambiente es una actividad primordial que brinda

la posibilidad, entre otras cosas, de mejorar la calidad de vida de los

pobladores de las zonas mineras, en la que se debe buscar una convivencia

con el ecosistema.

Es por este motivo que algunas empresas nacionales, como Minera Las

Cenizas de Cabildo, Disputada Las Condes, ENAMI y CODELCO

pertenecientes tanto a la mediana minería como a la gran minería, han

tomado conciencia sobre la importancia de la conservación del medio

ambiente y, más allá de los aspectos estrictamente legales, han desarrollado

planes de rehabilitación para sus tranques de relaves, aunque en Chile no

existe todavía una legislación que norme el cierre de faenas al término de su

explotación (ENAMI, 2001).

La elaboración de un plan de rehabilitación por parte de las empresas

mineras, ha dejado de ser una opción voluntaria en algunos proyectos y ha

pasado a ser una exigencia de los organismos relacionados con los

proyectos mineros, a través de la promulgación de la Ley de Bases de Medio

Ambiente (Ley Nº 19300) (MENA, 1996).

Al terminar una operación minera, uno de los temas más importantes en los

planes de rehabilitación, es considerar los posibles impactos ambientales que

se pueden producir a futuro debido a los desechos mineros (relaves,

desmonte y otros) (COTORAS, 1996).

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Este problema cobra importancia al considerar que, por la magnitud de los

procesos mineros, los depósitos son masivos (miles a millones de toneladas).

En Chile se estima que se encuentran cerca de 900 depósitos de relaves al

año 2000 y entre 700 a 800 están abandonados y la mayoría están

concentrados entre la III y V región (GREEN, 2001).

Estos relaves se convierten en pasivos ambientales que por su tamaño es

imposible su remoción o eliminación. Una vez insertos en el paisaje hay que

convivir con ellos y, en el mejor de los casos, intentar recuperarlos del

abandono.

TROEH, HOBBS y DONAHUE (1999) indican que la vegetación es una de

las alternativas de recuperación, ya que ésta realiza un control de la erosión

tanto eólica como hídrica de la capa superficial de los tranques de relave. Por

otro lado, señalan que la falta de cohesión de las partículas del sustrato del

relave y su exposición directa al viento genera graves problemas de arrastre

derivando en contaminación principalmente de metales pesados, lo cual

puede disminuirse con la protección del sustrato frente al agua de lluvia o

viento. Así mismo, señalan que lo más efectivo para reducir el efecto del

viento, es cubrir el suelo con una cubierta vegetal o una carpeta de residuos

forestales o agrícolas.

Complementando lo anterior, KOBISCH (1993) afirma que la vegetación

limita la acción erosiva de la lluvia sobre el suelo, interceptando la lluvia y

disminuyendo la velocidad con la que llega al sustrato. Para lograr este

efecto de protección importa la densidad como la calidad de la cubierta.

Si bien existen soluciones para la capa superficial del relave, es preciso

correlacionar esta alternativa con la posible eliminación o control de los

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desechos de metales pesados que persisten tanto en esta capa como en la

más interna. Para esto, se plantea la alternativa de una cubierta vegetal que

sea absorbedora de ellos.

Por lo tanto, surge con esta investigación la necesidad de evaluar diferentes

especies vegetales, cuyo comportamiento signifique una alternativa de

recuperación de estos depósitos de relave, persiguiendo los siguientes

objetivos:

Objetivo general

Evaluar el comportamiento de crecimiento (diámetro de tronco y altura

total) que presentan cuatro especies vegetales, establecidas en

material de relave minero.

Objetivos específicos

Cuantificar el comportamiento de las concentraciones de algunos

macronutrientes (Nitrógeno disponible (N), Fósforo disponible (P),

Potasio de intercambio (K), Calcio (Ca) y Magnesio (Mg)) y algunos

micronutrientes (Boro (B), Hierro (Fe), Manganeso (Mn), Zinc (Zn) y

Cobre (Cu)) en forma estacional presentes en el material de relave.

Comparar las concentraciones de algunos metales pesados (Cadmio

(Cd), Cromo (Cr), Níquel (Ni) y Plomo (Pb)) presentes en el tranque de

relave antes de la plantación y después de un año y tres meses de

establecidas las plantas.

Identificar las especies vegetales que presenten un desarrollo

vegetativo y de crecimiento aceptables en condiciones de material de

relave.

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2. REVISIÓN BIBLIOGRÁFICA

2.1. Aspectos generales de los relaves mineros:

Los relaves mineros corresponden al residuo del proceso de obtención de

minerales en la industria minera. A grandes rasgos, este proceso cuenta con

la molienda de la roca con mineral, adición de agua de 60% a 80%

aproximadamente, adición de reactivos de flotación y espumantes, inyección

de aire para generación de burbujas, extracción del mineral flotante y la

eliminación de la pulpa remanente denominada relave (GREEN, 2001).

La pulpa residual o relave es canalizada hasta un sector de acopio

permanente mediante tuberías o canaletas. El depósito queda confinado

mediante muros (embalses de relave) o se aprovechan formas favorables de

la topografía.

El proceso natural de estabilización de un depósito de relave considera en

primer término, la pérdida paulatina de humedad de las arenas, permitiendo

con esto, un tranque relativamente firme y seco. Todo el proceso de

desecación puede tomar varios años dependiendo de las condiciones

ambientales en donde se inserta el tranque de relave (GREEN, 2001).

2.2. Características físicas y químicas de un tranque de relave:

Generalmente las faenas mineras tienden a ubicarse en condiciones

ambientales extremas, situaciones de alta cordillera y de aridez en que las

restricciones por temperatura y precipitaciones son evidentes en la

vegetación. Por otro lado, el medio en que debe desarrollarse la vegetación

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es un sustrato completamente alterado en el que las propiedades físicas, de

fertilidad y toxicidad son determinantes (GREEN, 2001).

El suelo es un cuerpo natural, que ocupa un espacio tridimensional, producto

de la transformación del material originario (material parental) a través de

procesos destructivos y de síntesis. Cada suelo puede considerarse como un

individuo, que forma parte de un universo, con características únicas,

producto de una determinada combinación de factores de formación

(HONORATO, 2000).

En un primer momento, el material de relave no puede llamarse suelo por no

contar con las propiedades que caracterizan a estos últimos. Sin embargo,

una vez establecidas las plantas, pasan a formar un sustrato que sirve de

sostén para la vegetación que eventualmente podría evolucionar a suelo. Es

por este motivo que se analizarán sus propiedades considerándolas como

tal.

2.2.1. Propiedades físicas

Una de las propiedades físicas más importantes es la textura, que es una

expresión cualitativa y cuantitativa del tamaño de las partículas. Cualitativa

porque se refiere al comportamiento que resulta del tamaño y de la

naturaleza de los constituyentes del suelo, y cuantitativa por ser una

expresión porcentual. Se refiere a la proporción relativa en peso de los

diferentes tamaños de partículas existentes en él, expresada como

porcentaje de la fracción mineral (HONORATO, 2000).

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Generalmente, el sustrato del relave corresponde a suelos gruesos o de

textura arenosa, los cuales presentan baja retención de humedad aún con un

buen aporte hídrico (GREEN, 2001).

Por otro lado, la estructura corresponde a la forma en que se agrupan las

partículas elementales (arena, limo y arcilla) en agregados. Estos agregados

tienen propiedades diferentes de las de una masa igual de partículas

elementales sin agregación (HONORATO, 2000).

En el sustrato de relave, esta propiedad no se presenta, por lo que se

considera un suelo sin estructura. Esta característica la proporciona el origen

del material y la alta concentración de sodio presente en el sustrato que

actúa como un elemento dispersante de las partículas (HONORATO, 2000).

2.2.2. Propiedades químicas

2.2.2.1. Fertilidad

La fertilidad depende de los contenidos de macronutrientes como Nitrógeno

(N), Fósforo (P), Magnesio (Mg), Calcio (Ca) y Potasio (K), y de

micronutrientes como Zinc (Zn), Cobre (Cu), Hierro (Fe), Manganeso (Mn),

Boro (B), y Molibdeno (Mo). También es importante la presencia de bacterias

y hongos saprófitos (ALWAY, 1940).

El material original que antecede al relave proviene generalmente de zonas

donde la población vegetal y la actividad microbiana son muy escasas o

nulas. El proceso de extracción del mineral, que cuenta con la adición de

reactivos de flotación y espumantes, ocasiona lavados de macro y

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micronutrientes, lo cual se traduce en un sustrato de muy baja fertilidad

(COTORAS, 1996).

2.2.2.2. Toxicidad

La toxicidad del relave influye en forma negativa al desarrollo de las especies

que pueden establecerse en el depósito (regeneración natural o

reforestación), retardando o eliminando un desarrollo inicial. Generalmente la

toxicidad está dada por tres componentes:

- Metales pesados

- pH

- Salinidad (CE)

Respecto a la presencia de metales pesados, la toxicidad está dada por las

concentraciones de estos elementos. Los metales con mayor probabilidad de

encontrarse en un relave corresponden a: Hierro (Fe), Molibdeno (Mo),

Cadmio (Cd), Cromo, (Cr), Níquel (Ni), Plomo (Pb) y Cobre (Cu). Algunos de

estos elementos corresponden a micronutrientes para las plantas, por lo que

son necesarios en cantidades muy pequeñas. A pesar de que las

concentraciones umbrales varían, se puede asumir que concentraciones

totales por sobre 0,1% para elementos individuales son tóxicas. Sin embargo,

por la experiencia en ensayos realizados en suelos agrícolas con aguas con

contenidos de metales pesados, aún más importante que la concentración de

elementos totales es la concentración de elementos solubles (aprovechables

para las plantas), los que empíricamente corresponden hasta un 10% de las

concentraciones totales (GREEN, 2001).

El pH determina la liberación o precipitación de ciertos elementos, es en este

sentido que la fracción soluble de los metales pesados cobra importancia, así

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por ejemplo a un pH ácido se liberan iones metálicos de hierro, cobre, zinc o

plomo y se precipita el molibdeno. Esto quiere decir que a una misma

concentración de elementos totales puede generarse un proceso de

fitotoxicidad a un pH bajo que aumente la fracción soluble de estos metales.

El cambio de pH en un tranque de relave puede originarse principalmente por

los contenidos de pirita. En general, el proceso productivo de cobre es

alcalino o básico, generando un sustrato de relave con un pH relativamente

neutro (ENAMI, 2001).

La salinidad del sustrato también influye en el desarrollo de la vegetación,

este parámetro se mide a través de la conductividad eléctrica (CE), la cual

determina el gradiente osmótico a través del cual la planta puede absorber

agua y nutrientes. Si la salinidad es muy elevada (sobre 4 mmhos/cm a 25

ºC) se produce una deshidratación en la vegetación (GREEN, 2001).

En el caso de relaves de zonas áridas y semiáridas no se produce la

oxidación, por lo cual no hay acidificación del sustrato, manteniendo altos

contenidos de salinidad o sodicidad (TROEH, HOBBS y DONAHUE, 1999).

2.3. Emplazamiento del tranque de relave Planta Manuel Antonio Matta:

En general, la zona se caracteriza por una fisiografía abrupta de grandes y

cambiantes pendientes precordilleranas y valles de conformación hídrica. En

este conjunto de quebradas cercanas al río Copiapó se inserta el tranque

(ENAMI, 2001).

La zona de Copiapó se caracteriza por registros de lluvias más bien bajos

clasificados como semi-desértico. La región se encuentra bajo la marcada

influencia del Anticiclón Subtropical del Pacífico Sur, por lo cual se da una

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escasez en el paso de perturbaciones como frentes de mal tiempo, lo que

implica una mínima presencia de precipitaciones. La media anual está

alrededor de 24 mm, con fluctuaciones de 4 a 39 mm. Las temperaturas

fluctúan entre un mínimo de –3,5 ºC hasta 35 ºC con temperaturas medias de

20,4 ºC en enero y 11,4 ºC en julio (DIRECCIÓN METEOROLÓGICA DE

CHILE, 1996).

El sistema hídrico del valle de Copiapó se origina en “Las Juntas”, lugar

donde confluyen los ríos Pulido y Jorquera. Unos 2,5 kilómetros más abajo

se une un tercer cauce denominado “Manflas”. Desde Las Juntas hasta el

mar, el río Copiapó alcanza a cruzar 162 Km de distancia, siendo en términos

de uso poblacional mucho más importante su acuífero subterráneo, cuyo

volumen de agua total se estima en 5.726 millones de mt3. La cuenca de

Copiapó es el primer valle transversal, sometiendo a las capas más bajas de

la tropósfera a un continuo encajonamiento de acuerdo a las características

topográficas de la zona (DIRECCIÓN GENERAL DE AGUAS DEL

MINISTERIO DE OBRAS PÚBLICAS, 2003).

2.4. Estabilización de un tranque de relave:

Para estabilizar un tranque se consideran principalmente tres métodos no

excluyentes: enrocado, estabilización química y revegetación (LAMBERT et

al., 1999).

En cuanto al plan de revegetación, la necesidad de cubierta vegetal tiene

como objeto, no solamente el control de la erosión, el favorecimiento de la

fauna y/o establecimiento del equilibrio, sino también la integración del

espacio utilizado por la estructura en el paisaje (LAMBERT et al., 1999).

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Por el contrario, la desprotección del suelo permite el paso del viento a gran

velocidad ocasionando el desprendimiento, transporte y deposición del

material suelo. En el caso de la lluvia, la pérdida de material se produce por

arrastre, generando grietas que dificultan la utilización de la superficie y

posibilitan la contaminación de los causes de ríos por metales pesados

(TROEH, HOBBS y DONAHUE, 1999).

2.4.1. Etapas generales de revegetación

Según GREEN (2001), al considerar la revegetación dentro de un plan de

recuperación de un depósito minero, se deberán seguir ciertas etapas

generales como son:

- Estudio de las condiciones anteriores al impacto ambiental

En el diseño de una explotación minera se deberían estudiar las

características del clima, suelo y vegetación nativa del lugar para poder tener

la información necesaria en la recuperación final.

- Estudio de las condiciones ambientales existentes

Realización de un completo estudio de clima, suelo y factores ambientales

limitantes modificados por la explotación minera.

- Elaboración de un sistema de plantación

Se debe considerar desde la obtención de la semilla o plantín hasta la

instalación del sistema de riego. Este sistema sigue los patrones generales

de reforestación de zonas degradadas considerando los factores críticos de

crecimiento de la vegetación en el caso de una explotación minera.

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- Programas de monitoreos

El diagnóstico de sobrevivencia y desarrollo debe realizarse al menos un año

después de la plantación, cuando cada especie haya pasado por las cuatro

estaciones climáticas. Se deben monitorear parámetros edáficos como la

humedad del suelo, pH, nutrientes y la exploración de las raíces fuera de la

casilla.

2.5. Macronutrientes:

2.5.1. Nitrógeno

El nitrógeno es un nutriente esencial para el crecimiento de los vegetales, ya

que es un constituyente de todas las proteínas. Es absorbido por las raíces

generalmente bajo las formas de NO3- y NH4

+. Su asimilación se diferencia

en el hecho de que el ión nitrato se encuentra disuelto en la solución del

suelo, mientras que gran parte del ión amonio está adsorbido sobre las

superficies de las arcillas (DORRONSORO, 2004).

2.5.2. Fósforo

Después del nitrógeno, es el segundo elemento en importancia para el

crecimiento de las plantas. El fósforo se encuentra en el suelo de diferentes

formas químicas, es así como encontramos fósforo disponible, fósforo

inorgánico y fósforo orgánico, con una relación de 1 : 71 : 51 respectivamente

(THOMPSON, 1980).

El fósforo es absorbido en su mayor parte en forma de ión monovalente

H2PO4 , conocido generalmente como fosfato (THOMPSON, 1980).

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2.5.3. Potasio

El potasio es uno de los tres cationes principales que utilizan las plantas, se

encuentra en abundancia en los suelos y presenta una alta movilidad tanto

dentro de la planta como en el suelo (PINEDA, 2000).

La abundancia de este elemento se explica por la resistencia que presentan

los minerales que contienen potasio a la meteorización, impidiendo con esto

la lixiviación, logrando que los horizontes más superficiales contengan más

potasio que el material primario (THOMPSON, 1980).

2.5.4. Calcio

El calcio se utiliza en enmiendas para mejorar la estructura del suelo, más

que como fertilizante. Las aplicaciones de calcio al suelo con productos tales

como CaCO3, CaO o Ca(OH)2 tienen dos efectos. Primero, proporcionar Ca2+

y, segundo inducir un aumento de pH debido a la reacción alcalina de dichos

compuestos (THOMPSON, 1980).

Las principales funciones del calcio dentro de la planta es su participación en

la permeabilidad e integridad de la membrana celular, procesos de

maduración y calidad de frutos (THOMPSON, 1980).

No se ha descrito toxicidad causada por elevadas concentraciones de calcio.

Eventualmente, el daño lo causaría el aumento de pH a especies sensibles a

ello y no a la presencia de este elemento (THOMPSON, 1980). Un bajo

contenido de calcio se traduce en una disminución del pH y pérdida de

estructura de las partículas de suelo (GARCÍA, 2001).

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2.5.5. Magnesio

El rol más importante lo juega el Mg2+ como cofactor en casi todos los

sistemas enzimáticos donde intervienen reacciones de fosforilación

(transporte de energía). El magnesio forma un puente entre la estructura

pirofosfórica del ATP o ADP (THOMPSON, 1980).

No se ha descrito toxicidad por elevadas concentraciones de magnesio y las

deficiencias se muestran en una clorosis intervenal en la lámina de la hoja

(THOMPSON, 1980).

2.6. Micronutrientes:

Los micronutrientes son elementos indispensables para el normal desarrollo

de las plantas, pero se encuentran presentes en proporciones muy pequeñas

en los tejidos biológicos (LOUE, 1988).

Las fases solubles de los micronutrientes se pueden encontrar en forma

iónica o quelatada, para poder ser absorbibles por las plantas (GARCÍA,

2001).

Los micronutrientes de la solución del suelo se pueden inmovilizar por

complejación con sustancias húmicas insolubles o a través de la fijación

sobre las superficies de los minerales de la arcilla o de los óxidos (GARCÍA,

2001).

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2.6.1. Zinc

LOUÉ (1988) indica que el contenido medio de Zinc en la corteza terrestre

bordea los 70 ppm. En el tranque de relave su concentración fluctúa entre 5 y

10 ppm, siendo este valor indicativo de una deficiencia de este elemento, lo

que se traduce en una alteración en el normal desarrollo de crecimiento.

2.6.2. Manganeso

El manganeso tiene importantes funciones en el metabolismo de las plantas,

particularmente en la activación de diferentes enzimas, síntesis de la

clorofila, fotosíntesis, reducción de nitratos y síntesis de aminoácidos y

proteínas (LOUE, 1988).

2.6.3. Hierro

El hierro se encuentra a disposición de las raíces bajo formas de Fe2+, Fe 3+

y quelatado. Las raíces lo absorben bajo la forma de Fe2+ o en una cierta

medida bajo forma quelatada. La absorción de Fe inorgánico está, por lo

tanto, ligada a la capacidad que tienen las raíces de reducir el pH y reducir el

Fe3+ a Fe2+ (MARSCHNER, 1974).

2.6.4. Boro

El boro se encuentra en la solución del suelo como anión boratado B(OH)4- o

como ácido bórico no disociado H3BO3, siendo este último la forma en que es

absorbido por las plantas (LOUE, 1988).

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Uno de los principales factores que determina la asimilación del boro en los

suelos es el pH, siendo menor su disponibilidad a pH mayores a 7 (GUPTA,

1981). Lo anterior evidencia una deficiencia tanto en la concentración total

como en la fracción disponible presente en el tranque de relave.

2.6.5. Cobre

Las formas más comunes de encontrar el cobre en el suelo es como ión

divalente Cu2+ o como uno de sus numerosos compuestos estables (LOUE,

1988).

LOUE (1988) indica que la influencia del pH es en efecto muy importante

para la asimilación del cobre. A pH sobre 7 se reduce la disponibilidad de

este elemento.

2.7. Metales pesados:

En el suelo existen unos elementos minoritarios que se encuentran en muy

bajas concentraciones y, al evolucionar la vida adaptándose a estas

disponibilidades, ha ocurrido que las concentraciones más altas de estos

elementos se han vuelto tóxicas para los organismos. Dentro de este grupo

de elementos son muy abundantes los denominados metales pesados

(DORRONSORO, 2004).

Se considera metal pesado a aquel elemento que tiene una densidad igual o

superior a 5 gr/cm3 cuando está en forma elemental, o cuyo número atómico

es superior a 20 (excluyendo a los metales alcalinos y alcalino-térreos). Su

presencia en la corteza terrestre es inferior al 0,1% y casi siempre menor del

0,01% (DORRONSORO, 2004).

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Algunos de estos metales pesados no tienen una función biológica conocida,

y su presencia en determinadas cantidades en seres vivos, lleva consigo

disfunciones en el funcionamiento normal de sus organismos

(DORRONSORO, 2004).

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3. MATERIALES Y MÉTODOS

3.1. Lugar del experimento:

El lugar de desarrollo del experimento fue en la Planta “Manuel Antonio Matta

Ruiz”, perteneciente a la Empresa Nacional de Minería (ENAMI), ubicada a

10 km al noroeste de la ciudad de Copiapó, en la III Región de Atacama, 27º

21’ latitud S y 70º 20’ longitud O.

El tranque donde se realizó el estudio, correspondió al denominado tranque

Nº1 de la planta “Manuel Antonio Matta Ruiz”. Cabe destacar que la

homogeneidad del sustrato era muy alta, ya que provenía de un proceso de

iguales características donde se extrajeron los mismos elementos. Este

tranque se encuentra actualmente en la etapa de cierre y estabilización, es

decir, no recibe aportes de pulpa residual (Figura 1).

Como zona testigo se utilizó una área aledaña al tranque de propiedad de la

misma empresa, cuya influencia climática era la misma que la del tranque de

relave. Esta zona se encontraba libre de la adición de material de relave

sobre su superficie (Figura 2).

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FIGURA 1. Tranque de relave Nº1 Planta Manuel Antonio Matta (ENAMI), Copiapó, III Región.

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FIGURA 2. Zona testigo (Área aledaña al tranque de relave), Copiapó, III Región.

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3.2. Elección de las especies:

La elección de las especies para el estudio, se basó en cuatro factores

analizados en forma conjunta:

- Condiciones climáticas del lugar de emplazamiento del tranque de

relave.

- Resultados exitosos en proyectos de similares características.

- Disponibilidad de las especies en el mercado.

- Capacidad de desarrollo en condiciones edafoclimáticas similares en

forma natural.

Bajo estas condiciones, las especies seleccionadas fueron: Albizia (Albizia

lophanta), Aromo australiano (Acacia melanoxylon), Aromo azul (Acacia

saligna), y Granado (Punica granatus) (Figura 3).

La condición inicial de las plantas antes de ser establecidas era de similares

características, ya que provenían de un mismo vivero y tenían el mismo

tiempo de crecimiento.

3.3. Establecimiento de las plantas:

Para el establecimiento de las plantas, se construyeron parcelas que

albergaron nueve individuos de la misma especie cada una, en un marco de

plantación de 3 m entrehilera y 3 m sobrehilera, a su vez, cada parcela tuvo

cuatro repeticiones, obteniendo así un total de16 parcelas por especie.

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Albizia (Albizia lophanta)

Aromo australiano (Acacia melanoxylon)

Aromo azul (Acacia saligna)

Granado (Punica granatus)

FIGURA 3. Especies vegetales seleccionadas para el establecimiento en tranque de relave y testigo.

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Las parcelas fueron localizadas en sectores topográficos de iguales

características y su disposición fue de forma completamente al azar. El

mismo procedimiento y número de parcelas se realizó en la zona

denominada testigo.

3.4. Labores culturales:

Las especies establecidas contaron con un sistema de riego presurizado,

donde se utilizó como emisor un gotero de 4 lt/hr de caudal de entrega. El

tiempo y frecuencia de riego fueron similares para todas las especies

(Cuadro 1).

CUADRO 1. Tiempo y frecuencia de riego para el tranque de relave y la zona testigo.

MES FRECUENCIA TIEMPO (Horas)

Enero Todos los días 2

Febrero Todos los días 2

Marzo Todos los días 2

Abril Todos los días 1

Mayo Día por medio 1

Junio Día por medio 1

Julio Día por medio 1

Agosto Día por medio 1

Septiembre Todos los días 1

Octubre Todos los días 2

Noviembre Todos los días 2

Diciembre Todos los días 2

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En cuanto a la labor de fertilización, no se consideró la adición de ningún tipo

de fertilizante. Esta determinación se sustentó en que la recuperación de

estas zonas debía ser lo menos intensiva posible.

Para la formación estructural de las especies se utilizó un tutor de madera

adosado al tronco, y cuando fue necesario, se realizó una mínima poda

formativa.

3.5. Ensayo 1: Evaluación del comportamiento de crecimiento:

Con el fin de evaluar el comportamiento de crecimiento de las especies, se

identificó y marcó un individuo en cada parcela, obteniendo así un total de

cuatro plantas por especie. El mismo procedimiento se realizó en la zona

denominada testigo.

Para conocer el diámetro del tronco se procedió a medir la zona basal de

cada planta expresando los valores en milímetros, utilizando para ello un pie

de metro.

Junto con esto, se midió la altura total de la planta, la cual se obtuvo desde la

zona basal del tronco hasta la altura máxima alcanzada por el eje principal de

la planta, utilizando para ello una huincha de medir y los resultados se

expresaron en centímetros.

Las mediciones se realizaron en forma estacional a partir de otoño del 2002 y

finalizando en primavera del 2003.

24

Los resultados se analizaron con un diseño estadístico completamente al

azar, considerando un error del 5 %.

Yij = µ + Ti + εji

Donde:

Yij : variable respuesta (diámetro de tronco, altura total)

µ : media general

Ti : i-ésimo tratamiento

εji : Error experimental ~ N (0 ; σ2)

3.6. Ensayo 2: Evolución de las concentraciones de macro y micronutrientes

presentes en el material de relave y la zona testigo:

Para conocer la evolución de las concentraciones de macro y

micronutrientes, se tomaron muestras de sustrato de aproximadamente un

kilo y a una profundidad de 20 a 30 cm de forma estacional a partir de otoño

del 2002, y finalizando en primavera del 2003. Esta toma de muestras se

realizó colectando submuestras de la zona donde se encontraban las raíces

de las plantas en estudio y realizando posteriormente una mezcla de ellas.

Este procedimiento se utilizó tanto para el tranque de relave como para la

zona testigo.

Las muestras se analizaron en el Laboratorio de Suelos de la Facultad de

Agronomía, perteneciente a la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Para la determinación de los macronutrientes (nitrógeno, fósforo y potasio) se

utilizó la metodología de Olsen.

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Para determinar los micronutrientes (calcio, magnesio, zinc, manganeso,

hierro, cobre, boro y sodio) se utilizó espectroscopía de absorción atómica.

3.7. Ensayo 3: Comparación de las concentraciones de algunos metales

pesados:

Antes de realizar la plantación (invierno 2002), se tomaron cuatro muestras

del sustrato del tranque de relave, de las cuales se obtuvieron las

concentraciones de algunos metales pesados como cadmio, cromo, níquel y

plomo presentes en él.

Las muestras se obtuvieron desde una profundidad de 20 a 30 cm y con un

peso aproximado de un kilo. Estas muestras se analizaron en el laboratorio

de la Facultad de Agronomía de la Pontificia Universidad Católica de

Valparaíso utilizando la metodología de Olsen.

Las fracciones de cadmio, cromo, níquel y plomo se extrajeron mediante

digestión de ácido nítrico y ebullición con ácido clorhídrico, obteniendo los

niveles a través de espectrofotometría atómica de llama (SOON Y ABBOUD,

1993).

Una vez establecidas las especies, y con un tiempo de desarrollo de un año y

tres meses (primavera 2003), se procedió a tomar muestras de suelo de la

zona ocupada por las raíces de cada especie, considerando esta zona de 20

a 30 cm de profundidad y con un radio de 30 cm a partir del tronco. Las

muestras tuvieron un peso aproximado de un kilogramo. Estas muestras

consistieron en cuatro repeticiones para cada especie (Figura 4).

26

Albizia (Albizia lophanta)

Aromo australiano (Acacia melanoxylon)

Aromo azul (Acacia saligna)

Granado (Punica granatus)

FIGURA 4. Toma de muestras de sustrato en el tranque de relave.

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El laboratorio donde se realizó el análisis y la metodología es el mismo que el

anterior.

Los resultados se analizaron con un diseño estadístico completamente al

azar, considerando un error del 5 %.

Yij = µ + Ti + εji

Donde:

Yij : variable respuesta (diámetro de tronco, altura total)

µ : media general

Ti : i-ésimo tratamiento

εji : Error experimental ~ N (0 ; σ2)

3.8. Metodología para la identificación de las especies con mejores

resultados:

Una vez realizados los análisis, se identificaron dentro de las especies

estudiadas aquellas que no se vieron influenciadas en su crecimiento, por

encontrarse establecidas en material de relave, y que tuvieron la capacidad

de extraer metales pesados del sustrato que los sostenía.

28

4. PRESENTACIÓN Y DISCUSIÓN DE RESULTADOS

4.1. Ensayo 1: Evaluación del comportamiento de crecimiento:

Los resultados obtenidos en forma estacional a partir de otoño del 2002

hasta primavera del 2003, tanto del diámetro basal del tronco como de la

altura total de la planta, se analizaron de forma separada para cada especie,

ya que presentan diferentes comportamientos de crecimiento.

Para el análisis se consideró el diámetro de tronco y la altura total de la

planta en el momento de la plantación y después de un año y tres meses de

establecidas éstas.

4.1.1. Albizia (Albizia lophanta)

Del análisis al diámetro de tronco y a la altura total de la planta, se determinó

con un error del 5%, que no existen diferencias significativas entre los

tratamientos en lo que respecta al grosor del tronco. Sin embargo, sí existen

diferencias entre los tratamientos de la altura total de la planta (Cuadro 2).

CUADRO 2. Diámetro de tronco y altura total promedio de la especie Albizia (Albizia lophanta), establecida en tranque de relave y testigo.

Tipo de suelo Diámetro de tronco (mm) Altura total (cm)

Testigo 46,6 a 253,3 b Tranque de relave 25,0 a 154,7 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

Las plantas establecidas en el tranque de relave, tuvieron un menor

desarrollo en altura que las plantas ubicadas en la zona testigo, aún cuando

29

los diámetros de los troncos fueran estadísticamente iguales en ambas

zonas.

La evolución del crecimiento se presenta en las Figuras 5 y 6.

Las figuras 5 y 6 muestran una condición inicial de las plantas, en lo que

respecta al diámetro basal del tronco y su altura total de similares

características. Su desarrollo posterior, muestra una tasa de crecimiento

constante para ambas variables en toda la duración del ensayo, pero siendo

más alta numéricamente para las especies establecidas en la zona testigo, lo

que se refleja en el crecimiento mayor y más rápido de las plantas. Cabe

señalar que la evolución de crecimiento no sufre detención en las estaciones

más frías como otoño e invierno, esto se debe principalmente a que las

condiciones climáticas de la zona no presentaron grandes diferencias entre

ellas, permitiendo un crecimiento constante a través de todo el año.

4.1.2. Aromo australiano (Acacia melanoxylon)

Del análisis al diámetro de tronco y a la altura total de la planta, se determinó

con un error del 5%, que no existen diferencias significativas entre los

tratamientos en lo que respecta al grosor del tronco y la altura total de la

planta (Cuadro 3).

CUADRO 3. Diámetro y altura promedio de la especie Aromo australiano (Acacia melanoxylon), establecida en tranque de relave y testigo.

Tipo de suelo Diámetro de tronco (mm) Altura total (cm)

Testigo 29,6 a 179,0 a Tranque de relave 24,0 a 162,8 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

30

0

5

10

15

20

25

30

35

40

45

50

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Milí

met

ros

Albizia tranque de relave Albizia testigo

FIGURA 5. Evolución estacional del crecimiento del diámetro basal del tronco de la especie Albizia (Albizia lophanta), establecida en tranque de relave y testigo.

0

50

100

150

200

250

300

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Cen

tímet

ros

Albizia tranque de relave Albizia testigo

FIGURA 6. Evolución estacional de la altura total de crecimiento de

la especie Albizia (Albizia lophanta), establecida en tranque de relave y testigo.

31

Las plantas de Aromo australiano establecidas en el tranque de relave, no

tuvieron ninguna diferencia estadística en su desarrollo de crecimiento, tanto

en lo que respecta al diámetro de tronco como a su altura total comparadas

con las establecidas en la zona testigo.

La evolución del crecimiento se presenta en las Figuras 7 y 8.

Las figuras 7 y 8 muestran curvas de evolución de crecimiento muy similares

para las plantas establecidas en el tranque de relave y en la zona testigo,

tanto para el diámetro del tronco como para la altura total de la planta. Lo que

refleja una posible capacidad de esta especie a tolerar en mayor grado las

condiciones edáficas adversas presentes en el tranque de relave

comparadas con las de la zona testigo.

Por otro lado, la pendiente de la curva para ambas variables muestra un

aumento en la estación primaveral indicando con ello un mayor desarrollo en

esta época, lo que podría atribuirse a una mayor sensibilidad a los cambios

climáticos.

4.1.3. Aromo azul (Acacia saligna)

Del análisis al diámetro de tronco y a la altura total de la planta, se determinó

con un error del 5%, que no existen diferencias significativas entre los

tratamientos en lo que respecta al grosor del tronco. En cambio, sí existen

diferencias entre los tratamientos de la altura total de la planta (Cuadro 4).

32

0

5

10

15

20

25

30

35

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Milí

met

ros

Aromo aust. tranque de relave Aromo aust. testigo

FIGURA 7. Evolución estacional del crecimiento del diámetro basal del tronco de la especie Aromo australiano (Acacia melanoxylon), establecida en tranque de relave y testigo.

.

0

20

40

60

80

100

120

140

160

180

200

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Cent

ímet

ros

Aromo aust. tranque de relave Aromo aust. testigo

FIGURA 8. Evolución estacional de la altura total de crecimiento de la especie Aromo australiano (Acacia melanoxylon), establecida en tranque de relave y testigo.

33

CUADRO 4. Diámetro y altura promedio de la especie Aromo azul (Acacia saligna), establecida en tranque de relave y testigo.

Tipo de suelo Diámetro de tronco (mm) Altura total (cm)

Testigo 58,5 a 240,3 b Tranque de relave 38,0 a 155,3 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

Las plantas establecidas en el tranque de relave tuvieron un menor desarrollo

en altura que las plantas ubicadas en la zona testigo, aún cuando los

diámetros de los troncos fueran estadísticamente iguales en ambas zonas.

La evolución del crecimiento se presenta en las Figuras 9 y 10.

Al inicio de la plantación, las plantas estudiadas tenían en promedio la misma

altura e igual diámetro de tronco. Su desarrollo posterior no mostró mayor

influencia estacional, además para ambos tratamientos el crecimiento fue

mayor en la zona testigo que en el tranque de relave. Sin embargo,

estadísticamente sólo hubo diferencias en la altura total de la planta, siendo

mayor en la zona testigo y permaneciendo el diámetro basal

estadísticamente igual para ambas zonas.

Un crecimiento mayor en altura puede ser explicado por las diferencias

nutricionales presentes en los sustratos, así como la presencia de elementos

tóxicos para esta especie. Otro elemento que pudiese haber afectado el

crecimiento es la presencia de viento en la zona del tranque de relave que

fue siempre mayor comparada con el de la zona testigo.

34

0

10

20

30

40

50

60

70

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Milí

met

ros

Aromo azul tranque de relave Aromo azul testigo

FIGURA 9. Evolución estacional del crecimiento del diámetro basal del tronco de la especie Aromo azul (Acacia saligna), establecida en tranque de relave y testigo.

0

50

100

150

200

250

300

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Cen

tímet

ros

Aromo azul tranque de relave Aromo azul testigo

FIGURA 10. Evolución estacional de la altura total de crecimiento de la especie Aromo azul (Acacia saligna), establecida en tranque de relave y testigo.

35

4.1.4. Granado (Punica granatus)

Del análisis al diámetro de tronco y a la altura total de la planta, se determinó

con un error del 5%, que no existen diferencias significativas entre los

tratamientos en lo que respecta al grosor del tronco y la altura total de la

planta (Cuadro 5).

CUADRO 5. Diámetro y altura promedio de la especie Granado (Punica granatus), establecida en tranque de relave y testigo.

Tipo de suelo Diámetro de tronco (mm) Altura total (cm)

Testigo 18,5 a 102,0 a Tranque de relave 16,3 a 95,4 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

Las plantas establecidas en el tranque de relave no tuvieron ninguna

diferencia en su desarrollo de crecimiento comparadas con las establecidas

en la zona testigo.

La evolución del crecimiento se presenta en las Figuras 11 y 12.

Las figuras 11 y 12 muestran evolución de crecimiento muy similares para las

plantas establecidas en el tranque de relave y en la zona testigo, tanto para

el diámetro de tronco como para la altura total de la planta. Esta similitud de

crecimientos da a conocer que esta especie no mostró sensibilidad a las

condiciones edáficas de los sustratos, considerando sólo el periodo de

estudio (un año y tres meses). Por otro lado, la posibilidad de que el viento

redujera el crecimiento de las plantas no es factible, ya que por las

características de la especie, las plantas sólo alcanzaron una altura

aproximada de un metro.

36

0

2

4

6

8

10

12

14

16

18

20

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Milí

met

ros

Granado tranque de relave Granado Testigo

FIGURA 11. Evolución estacional del crecimiento del diámetro

basal del tronco de la especie Granado (Punica granatus), establecida en tranque de relave y testigo.

0

20

40

60

80

100

120

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03Estaciones

Cent

ímet

ros

Granado tranque de relave Granado testigo

FIGURA 12. Evolución estacional de la altura total de crecimiento

de la especie Granado (Punica granatus), establecida en tranque de relave y testigo.

37

4.2. Resultados de la evolución estacional de algunos macro y

micronutrientes:

4.2.1. Macronutrientes

4.2.1.1. Nitrógeno disponible

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 13.

La figura 13 muestra que las concentraciones de nitrógeno disponible en el

tranque de relave se mantuvieron constantes en el tiempo de estudio.

PINEDA (2000) indica que el N asimilable procede de diversas fuentes y una

de ellas es la amonificación, la cual mediante el proceso de descomposición

de la materia orgánica pasa a la forma amoniacal NH4+, encontrándose esta

última disponible para las plantas. Sin embargo, THOMPSON (1980) dice

que este proceso sólo se desarrolla si las condiciones son favorables al

desarrollo de los microorganismos, es decir, humedad, suelo templado, un

nivel adecuado de nutrientes y presencia de materia orgánica.

En el tranque de relave, las plantas establecidas otorgaban una fuente

natural de aporte de materia orgánica, como lo son las hojas y restos de

corteza que las especies desprendían. Sin embargo, esta materia orgánica

no sufría descomposición, debido a la ausencia de microorganismos

heterótrofos y las condiciones desfavorables para este proceso.

38

0

10

20

30

40

50

60

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Nitrógeno disp. Tranque de relave Nitrógeno disp. testigo

FIGURA 13. Evolución de las concentraciones de nitrógeno

disponible, presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

39

GARCÍA (2001) indica que el contenido de nitrógeno en los suelos varía en

un amplio espectro, pero valores normales para la zona donde se encuentran

las raíces son del orden de 0,2 a 0,7%. La zona denominada testigo tuvo un

incremento estacional de la concentración de nitrógeno, alcanzando un valor

máximo en primavera del 2003 de 57 mg/kg, lo que es equivalente a

0.0057%. Si bien los valores están muy por debajo de valores considerados

normales, se pudo apreciar un aumento significativo y constante a través del

tiempo gracias a la descomposición de materia orgánica.

4.2.1.2. Fósforo disponible

Las concentraciones de fósforo estacionales se presentan en la Figura 14.

Las concentraciones de fósforo disponible presentes en el tranque de relave

muestran valores muy bajos y constantes en el tiempo.

La absorción de este nutriente está íntimamente ligada con la concentración

de otros iones. Es así, como una elevada cantidad de nitratos disminuye la

absorción de fósforo por las plantas y una elevada concentración de sulfatos

produce un efecto similar, pero no tan notable. Este fenómeno se debe a la

competencia que se establece entre los aniones (GARCÍA, 2001).

La alta concentración de iones hidrógeno que presenta el tranque de relave,

produce que se formen sales de Ca insolubles, debido a la no disponibilidad

del fósforo, e incluso formar apatito que es un compuesto muy insoluble, lo

que ocasiona que aún habiendo fósforo en el sustrato, éste no está

disponible.

40

0

2

4

6

8

10

12

14

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Fósforo disp. Tranque de relave Fósforo disp. testigo

FIGURA 14: Evolución de las concentraciones de fósforo disponible presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

41

El área testigo mostró siempre valores más elevados que el tranque de

relave, aún cuando su valor más alto es de 0.0012%, muy por debajo de una

concentración normal 0.15% (THOMPSON, 1980).

4.2.1.3. Potasio de intercambio

La evolución de las concentraciones de potasio se presenta en la Figura 15.

El potasio es absorbido en forma de ión K+, aún cuando el contenido de

potasio en el suelo se exprese de forma K2O (GARCÍA, 2001).

Los resultados graficados muestran curvas de evolución de similares

características presentes en el tranque de relave y en el testigo. Sin

embargo, los valores se encuentran muy por debajo de lo normal.

THOMPSON (1980) señala que la concentración normal de un suelo es de

1.58 % en comparación con el área de estudio que es de 0.02 %.

La presencia natural de potasio en el suelo está determinada en gran medida

por el contenido en los minerales de la roca madre y su liberación a través de

los procesos de meteorización. Es por esto, que las concentraciones son

muy similares en el tranque de relave y en la zona testigo, debido a la

ausencia de aporte externo en el proceso.

La pobreza de potasio de intercambio en las áreas de estudio, puede ser

explicada por la textura arenosa del sustrato, que fomenta la lixiviación de la

fracción soluble a una tasa mayor que la aportada por el material parental.

42

0

50

100

150

200

250

300

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Potasio de Inter. Tranque de relave Potasio de Inter. Testigo

FIGURA 15: Evolución de las concentraciones de potasio de

intercambio presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

43

4.2.1.4. Calcio

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 16.

La evolución de las concentraciones de calcio en ambas zonas no tuvo

mayor significancia, aún cuando en la zona testigo los valores se

mantuvieron generalmente más elevados que en el tranque de relave.

La intemperización de minerales cálcicos depende en gran medida de la

presencia de iones H+ en el suelo, los cuales se presentan en gran cantidad

tanto en el tranque de relave como en la zona testigo, lo que origina una

fuente de calcio constante y abundante para las dos condiciones.

4.2.1.5. Magnesio

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 17.

El magnesio presente en las áreas de estudio tuvo un comportamiento de

evolución en el tiempo de similares características en cuanto a su

concentración se refiere. Esta condición puede ser explicada por la acción

del pH, que impide la disponibilidad de este elemento, y por el escaso aporte

obtenido de la degradación de la materia orgánica.

44

0

10

20

30

40

50

60

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

cmol

+/kg

Calcio Tranque de relave Calcio Testigo

FIGURA 16: Evolución de las concentraciones de calcio presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estaional.

45

0,0

0,5

1,0

1,5

2,0

2,5

3,0

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

cmol

+/kg

Magnesio Tranque de relave Magnesio Testigo

FIGURA 17: Evolución de las concentraciones de magnesio presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas de forma estacional.

46

4.2.2. Micronutrientes

El comportamiento de absorción de los micronutrientes se ve ampliamente

afectado por el pH en que se encuentra el material de relave (Figura 18), el

cual permite la solubilidad o inmovilidad de estos elementos (GARCÍA, 2001).

Una característica común de todos los micronutrientes es el hecho de que, a

partir de una determinada concentración, una vez superado el rango óptimo,

toda cantidad adicional se vuelve tóxica para las plantas, incluso llegando a

un rango en el cual la concentración es letal (GARCÍA, 2001).

Las concentraciones de los microelementos medidas en el tranque de relave

no sufrieron mayores alteraciones en el tiempo (Figura 19).

4.2.2.1. Zinc

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la figura 20.

Las deficiencias de Zn se encuentran en los suelos con pH elevado o sobre

suelos que han sido fuertemente encalados. Además los suelos calizos están

más sujetos a la deficiencia de Zn, debido a la muy baja solubilidad de los

complejos Zn en suelos con presencia de carbonatos.

47

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

pH

FIGURA 18. Curva estacional de evolución de pH medidas en el sustrato presente en el tranque de relave.

48

0

1

10

100

1000

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Zinc Manganeso Fierro Boro Cobre

FIGURA 19: Evolución de las concentraciones de micronutrientes presentes en sustrato del tranque de relave medidas de forma estacional.

49

0

5

10

15

20

25

30

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Zinc Tranque de relave Zinc Testigo

FIGURA 20: Evolución de las concentraciones de Zinc presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

50

En el comienzo del ensayo, las concentraciones de zinc presentes en el

suelo del tranque de relave y la zona testigo eran de similares magnitudes,

para luego mostrar un importante aumento en la zona testigo. Esto se debió

probablemente a la mejora en la actividad microbiana producto de la

incorporación de especies vegetales al sustrato, hecho que no ocurrió en el

tranque de relave por ser éste un material prácticamente sin actividad

degradativa.

4.2.2.2. Manganeso

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 21.

La concentración de manganeso medida en el tranque de relave y en la zona

testigo, mostró magnitudes y comportamiento de evolución de similares

características, atribuyendo esta conducta a la acción del pH y al nulo aporte

de este elemento en forma de materia orgánica por parte de las plantas.

LOUE (1988) sostiene que las deficiencias de manganeso se observan

generalmente en suelos con pH básico. Si consideramos que la zona en

estudio mantiene un pH de 7,5 a 8 y con contenidos de manganeso

considerados déficit, esto se traduce en una alteración en el normal

desarrollo de la planta por deficiencia de este elemento.

4.2.2.3. Hierro

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 22.

51

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Manganeso Tranque de relave Manganeso Testigo

FIGURA 21: Evolución de las concentraciones de Manganeso

presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

52

0

10

20

30

40

50

60

70

80

90

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Fierro Tranque de relave Fierro Testigo

FIGURA 22: Evolución de las concentraciones de Hierro presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

53

Las concentraciones medidas en el ensayo arrojaron deficiencias para la

zona testigo y valores considerados normales para el tranque de relave. Esta

situación se puede explicar por la extracción de elementos de interés para la

minería en el sustrato de relave, otorgando así una mayor concentración de

Fe en el sustrato final.

Otro punto a destacar es el alza notoria presentada por ambas curvas en

verano y otoño del 2003. La razón más probable de este hecho es el aporte

hídrico constante que recibió el sustrato en esa época, que de forma natural

no lo tendría, ocasionando una lixiviación de elementos antagonistas.

A pesar de que el tranque de relave contiene niveles adecuados de Fe, su

absorción se ve limitada por los altos valores de pH que presenta.

4.2.2.4. Boro

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la Figura 23.

La Figura 23 muestra deficiencias de boro en los dos tipos de sustratos

durante toda la duración del ensayo, siendo notoriamente más bajo en el

tranque de relave. Una vez más, el pH es un factor determinante para la

cantidad y disponibilidad de boro en el suelo. Es así como, suelos con pH

más altos tienden a tener menos boro en su concentración total como en la

fracción disponible.

54

0

1

2

3

4

5

6

7

8

9

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Boro Tranque de relave Boro Testigo

FIGURA 23: Evolución de las concentraciones de Boro presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

55

4.2.2.5. Cobre

Las concentraciones obtenidas mediante los análisis estacionales se

presentan en la figura 24.

La concentración de cobre presente en el suelo considerada como normal

varía de 5 a 30 mg/kg, lo que nos muestra que en las dos áreas de estudio

este umbral fue sobrepasado con creces. Esta condición es originada por el

material parental de donde provienen estos suelos, cuya presencia y

concentración de cobre es muy alta.

A pesar de la alta concentración de cobre presente en el tranque de relave y

en la zona testigo, se presume que no ejerce un efecto tóxico para las

plantas por no encontrarse en sus formas asimilables. Esto se debe al

elevado pH del sustrato.

4.3. Resultado de la comparación de la concentración de algunos metales

pesados:

Con el fin de identificar las especies que se comportaron de distinta manera

frente a las concentraciones de metales pesados, los resultados se muestran

de forma separada para cada una de ellas (Figura 25).

56

0

100

200

300

400

500

600

700

INV 02 PRI 02 VER 03 OTO 03 INV 03 PRI 03

Estaciones

mg/

kg

Cobre Tranque de relave Cobre Testigo

FIGURA 24: Evolución de las concentraciones de Cobre presentes en el suelo del tranque de relave y testigo medidas en forma estacional.

57

1

10

100

1000

10000

Testigo(antes deplantar)

AromoAust.

Albizia Granado AromoAzul

ppm

CadmioCromoNíquelPlomo

FIGURA 25. Comparación de las concentraciones de algunos metales pesados antes de plantar y después de un año y tres meses de establecidas las especies en el tranque de relave.

58

4.3.1. Albizia (Albizia lophanta)

Del análisis efectuado a las concentraciones de metales pesados presentes

en el sustrato, se determinó con un error de 5 %, que no existen diferencias

significativas entre los tratamientos antes de plantar y después de un año y

tres meses de establecidas las plantas (Cuadro 6).

CUADRO 6. Cantidad promedio de metales pesados presentes en el sustrato del tranque de relave antes de plantar y después de un año y tres meses de establecidas las plantas.

Condición del

sustrato Cadmio (ppm)

Níquel (ppm)

Plomo (ppm)

Cromo (ppm)

Antes de plantar 4,7 a 22,7 a 1491,4 a 19,0 a Un año y tres meses

de plantadas 3,2 a 21,5 a 1076,6 a 18,8 a * Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

La especie albizia (Albizia lophanta) no presentó estadísticamente ninguna

influencia en las concentraciones de los metales pesados estudiados, lo que

hace pensar que esta especie no tiene capacidad absorbedora de ellos. Sin

embargo, el pH del tranque de relave, presentaba valores muy alcalinos lo

que hace presentar una condición de muy poca disponibilidad de metales

pesados para las plantas.

4.3.2. Aromo australiano (Acacia melanoxylon)

Del análisis efectuado a las concentraciones de metales pesados presentes

en el sustrato, se determinó con un error de 5 %, que no existen diferencias

significativas entre los tratamientos antes de plantar y después de un año y

tres meses de establecidas las plantas (Cuadro 7).

59

CUADRO 7. Cantidad promedio de metales pesados presentes en el sustrato del tranque de relave antes de plantar y después de un año y tres meses de establecidas las plantas.

Condición del

sustrato Cadmio (ppm)

Níquel (ppm)

Plomo (ppm)

Cromo (ppm)

Antes de plantar 4,7 a 22,7 a 1491,4 a 19,0 a Después de plantar 3,4 a 23,8 a 1479,7 a 20,1 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

Ninguno de los metales pesados estudiados presentó diferencia entre su

medición antes de plantar y luego de un año y tres meses de establecidas las

plantas, lo que puede ser explicado por la poca disponibilidad de estos

elementos en el suelo debido a su alto pH o bien por la baja capacidad de

absorber metales por parte de la especie.

4.3.3. Aromo azul (Acacia saligna)

Del análisis efectuado a las concentraciones de metales pesados presentes

en el sustrato, se determinó con un error de 5 %, que no existen diferencias

significativas entre los tratamientos antes de plantar y después de un año y

tres meses de establecidas las plantas (Cuadro 8).

CUADRO 8. Cantidad promedio de metales pesados presentes en el sustrato del tranque de relave antes de plantar y después de un año y tres meses de establecidas las plantas.

Condición del

sustrato Cadmio (ppm)

Níquel (ppm)

Plomo (ppm)

Cromo (ppm)

Antes de plantar 4,7 a 22,7 a 1491,4 a 19,0 a Después de plantar 3,9 a 22,2 a 1270,3 a 18,6 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

60

Al igual que en los casos anteriores, no se presentaron cambios estadísticos

entre las concentraciones de los metales pesados, probablemente debido a

las mismas circunstancias antes señaladas.

4.3.4. Granado (Punica granatus)

Del análisis efectuado a las concentraciones de metales pesados presentes

en el sustrato, se determinó con un error de 5 %, que no existen diferencias

significativas entre los tratamientos antes de plantar y después de un año y

tres meses de establecidas las plantas (Cuadro 9).

CUADRO 9. Cantidad promedio de metales pesados presentes en el sustrato del tranque de relave antes de plantar y después de un año y tres meses de establecidas las plantas.

Condición del

sustrato Cadmio (ppm)

Níquel (ppm)

Plomo (ppm)

Cromo (ppm)

Antes de plantar 4,7 a 22,7 a 1491,4 a 19,0 a Después de plantar 4,5 a 20,9 a 1089,1 a 20,7 a

* Letras distintas en cada columna indican diferencias significativas.

Finalmente para el caso del granado (Punica granatus), las concentraciones

de metales pesados se mantuvieron en el tiempo que duró el ensayo, no

mostrando evidencia de alguna capacidad absorbedora por parte de la

especie.

61

4.4. Identificación de las especies que presentan un mejor comportamiento

de crecimiento:

Para identificar las especies que presentaron un mejor resultado, se comparó

el comportamiento del desarrollo de crecimiento y su eventual capacidad

absorbedora de metales pesados. Es así como:

- Las especies Aromo australiano y Granado no mostraron diferencias de

crecimiento en comparación con sus pares establecidas en la zona

testigo.

- La especie Aromo australiano alcanzó una altura total promedio mayor

que la especie Granado.

- La especie Aromo australiano presentó un promedio de diámetro de

tronco mayor que la especie Granado.

- Las especies Albizia y Aromo azul establecidas en el tranque de relave

tuvieron una disminución en la tasa de crecimiento en altura comparadas

con sus símiles en la zona testigo.

- Las especies Aromo azul y Albizia alcanzaron una altura total promedio

de similar magnitud.

- La especie Aromo azul presentó un promedio de diámetro de tronco

mayor que la especie Albizia.

- Ninguna de las especies presentó una capacidad absorbedora de

metales pesados en el tiempo de estudio.

62

En base a los resultados obtenidos, se afirma que la especie que presentó un

mejor resultado de crecimiento fue Aromo australiano (Acacia melanoxylon),

seguido por Granado (Punica granatus).

63

5. CONCLUSIONES

De las cuatro especies evaluadas, el Aromo australiano y Granado mostraron

un comportamiento de crecimiento similar a sus testigos, siendo estas

especies las que presentaron una mejor adaptabilidad a las condiciones del

tranque de relave. Cabe destacar que las especies Aromo azul y Albizia, si

bien se vieron afectadas por la condición en que se encontraban, lograron

desarrollarse, pero en menor grado.

Las evoluciones en el tiempo de las concentraciones de macronutrientes

mostraron valores más elevados en el testigo que en el tranque de relave,

exceptuando al potasio que presentó una condición inversa. La evolución

marca un claro aumento de estos niveles pero con una mayor tasa de

crecimiento para la zona testigo. De los resultados obtenidos se concluye

que la adición de material vegetal vivo en estos dos sustratos, genera un

aporte de estos elementos y que estos aportes, así como su disponibilidad,

presentan una tendencia creciente.

Las evoluciones en el tiempo de las concentraciones de micronutrientes no

tuvieron una tendencia al aumento. De los resultados obtenidos se concluye,

que el aporte de estos elementos por parte de las plantas fue muy bajo o no

se encontraron disponibles para formar parte de la solución del suelo.

Los metales pesados no se vieron afectados por la presencia o ausencia de

las especies en el sustrato. El tiempo en el cual se llevaron a cabo las

mediciones fue un factor preponderante para este resultado, ya que las

plantas se encontraban en un estado muy juvenil, no alcanzando a influir de

manera importante en las características químicas del sustrato.

64

La identificación de especies, con capacidad de adaptación a las condiciones

presentes en el material de relave, se basó en su grado de desarrollo y/o su

capacidad absorbedora de elementos contaminantes. Sin embargo, surge la

necesidad de un análisis que incluya la posible inserción de otros factores

como plagas y enfermedades, capacidad de reproducción de las especies y

capacidad de albergar la fauna natural del lugar y poder dimensionar estos

factores en un tiempo más prolongado.

Frente a la necesidad de recuperar zonas contaminadas como lo son los

tranques de relave, la utilización de especies vegetales arbóreas que

presenten una adaptabilidad a dichas condiciones, es una alternativa válida y

realizable.

65

EVALUACIÓN DEL COMPORTAMIENTO EN EL CRECIMIENTO DE CUATRO ESPECIES, ALBIZIA (Albizia lophanta), AROMO

AUSTRALIANO (Acacia melanoxylon), AROMO AZUL (Acacia

saligna) Y GRANADO (Punica granatus) ESTABLECIDAS SOBRE MATERIAL DE RELAVE MINERO

6. RESUMEN

Los residuos originados de los procesos mineros forman un foco de contaminación que por su tamaño es imposible su remoción o eliminación y, una vez insertos en el paisaje hay que convivir con ellos y, en el mejor de los casos, intentar recuperarlos del abandono.

Se plantea que una alternativa de recuperación es la implementación de una cubierta vegetal sobre estos residuos. La determinación de las especies a utilizar para establecer la cubierta, necesariamente tiene que considerar factores como adaptabilidad de las especies a estas condiciones. En la planta Manuel Antonio Matta perteneciente a ENAMI ubicada en la ciudad de Copiapó, III región de Chile, se realizó una evaluación en un tiempo de un año y tres meses de cuatro especies con potencial uso de rehabilitación: Albizia (Albizia lophanta), Aromo australiano (Acacia melanoxylon), Aromo azul (Acacia saligna) y Granado (Punica granatus). Los resultados muestran que Aromo australiano y Granado son especies que no se vieron influenciadas en su crecimiento por las condiciones extremas en que se encontraban. Las especies Aromo azul y Albizia, presentaron una disminución en su tasa de crecimiento producto de las condiciones en que se encontraban, sin embargo, estas especies sobrevivieron al tratamiento. Por último, se evaluó la capacidad absorbedora de metales pesados que poseían las especies, dando como resultado que ninguna especie presentaba esta característica. Cabe destacar, que la disponibilidad de estos

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metales para las plantas era muy baja, ya que la alcalinidad del sustrato hacía insolubles estos elementos.

67

GROWTH BEHAVIOUR OF FOUR SPECIES: WHITE WATTLE BRUSH (Albizia lophanta), AUSTRALIAN BLACKWOOD (Acacia melanoxylon),

GOLDEN WREATH WATTLE (Acacia saligna) AND POMEGRANATE (Punica granatus) ESTABLISHED ON MINE WASTE MATERIAL

7. ABSTRACT

Waste materials from mining processes focal point of contamination. Because of their size it is impossible to remove or eliminate them. Once they are inserted in the landscape, we must live with them or, in the best case scenario, try to recover these abandoned materials. One of the rehabilitation alternatives is to plant a vegetative cover over these residues. The determination of which species to use in the establishment of a cover must necessarily consider factors such as their adaptability to these conditions. A fifteen month study was done at the Manuel Antonio Matta Plant, part of the ENAMI mining company, located in Copiapó, III Región, Chile. Four species with rehabilitation potential were used: White wattle brush (Albizia lophanta), Australian blackwood (Acacia melanoxylon), Golden wreath wattle (Acacia saligna), and Pomegranate (Punica granatus). The results indicated that the growth of Australian Blackwood and Pomegranate were not affected by the extreme planting conditions. The growth of both the Golden wreath wattle and White wattle brush was decreased in the extreme conditions. However, they were able to survive the trials. The heavy metals absorption capacity of the plants was also assessed, with the resul that none of them had this capacity. It should also be mentioned that metal availability for these plants was very low due to the alkalinity of the substrate, which made these elements insoluble.

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8. LITERATURA CITADA

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